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Administración de medicamentos vía oral en adultos

1. Verifique indicación medica


2. Verificar presencia de alergias a fármaco, en caso de existir dar aviso a médico
tratante
3. Reunir tarjetas
4. Reunir medicamento y verificar fecha de caducidad
5. Verificar que el medicamento sea correcto para su patología
6. Verificar que la persona que prepara materiales sea la misma que administre.
7. Identificar al paciente correcto
8. Informar al paciente de su medicación
9. Realizar lavado de manos previo a administrar
10. Administrar dosis correcta
11. Administrar en horario correcto
12. En caso de pacientes con antecedentes mórbidos de salud mental, introducir
medicamento en boca, entregar agua y verificar boca luego de ser consumido
13. Registrar hora, fecha, nombre y apellido de quien administró el medicamento
14. Educación al paciente sobre efectos secundarios y RAM
15. Seguimiento de respuesta al medicamento
16. En caso de RAM dar aviso a médico tratante
17. Control de signos vitales en caso de RAM
18. Educación respecto a la importancia de cumplir con los horarios de administración
19. Realizar ayuda memoria para el paciente con horarios y dosis en caso de que el
tratamiento sea realizado en casa
20. Sugerir cambio de medicación a medico tratante en caso de evidenciar baja
efectividad del plan terapéutico
En síntesis la administración de medicamentos por vía oral en pacientes adultos debe
responder a múltiples medidas de seguridad. Se debe observar a cada paciente y con esto
revisar la mejor formas para administrar el fármaco.

La vía oral de administración de medicamentos es la vía más cómoda, segura y económica.


Sin embargo, pueden existir interacciones con otros fármacos o con alimentos que alteren
la eficacia y seguridad de los mismos.

Los farmacéuticos de hospital se han integrado recientemente en los equipos


multidisciplinares y desde esta posición tienen la oportunidad de desarrollar diferentes
programas de atención farmacéutica, educación sanitaria e información encaminadas a
prevenir problemas relacionados con los medicamentos, aumentar su uso seguro y
disminuir los riesgos asociados a cualquier tratamiento farmacológico.
Las prescripciones médicas generalmente no indican el horario y la forma de administración
de los medicamentos, dejando a enfermeros y enfermeras la responsabilidad de su
organización. Por esto deben estar informados de cómo y cuándo se deben administrar los
medicamentos, lo que permite garantizar su uso seguro y disminuir los riesgos asociados al
tratamiento.

La vía oral de administración de medicamentos es la vía de administración más cómoda,


segura y económica, de elección siempre que sea posible. Sin embargo, para obtener la
máxima seguridad y eficacia del uso de los medicamentos hay que tener en cuenta aspectos
como la biodisponibilidad, la tolerancia gastrointestinal, las interacciones, tanto entre
fármacos administrados simultáneamente o no, como entre fármaco y alimento,1 así como
los efectos adversos más fácilmente reconocibles. Otro aspecto muy importante a tener en
cuenta, aunque no se desarrolla en este trabajo, es el ajuste de la administración oral al
intervalo posológico establecido según la prescripción médica, ya que en algunos casos
debe respetarse de forma estricta, independientemente de su relación con los alimentos.
Se puede definir una interacción entre medicamento y alimento como la que resulta en la
aparición de un efecto farmacológico, tóxico o terapéutico de intensidad menor o mayor a
la esperada, que se presenta como consecuencia de la acción o presencia de un alimento
sobre un fármaco o viceversa.2 Las interacciones entre medicamento y alimento no se
detectan con tanta frecuencia como las interacciones entre medicamentos. Sin embargo,
su frecuencia potencial puede ser mayor puesto que los alimentos son las sustancias que
con mayor frecuencia se asocian a la toma de medicación. Las situaciones de mayor riesgo
son aquellas que implican medicamentos con estrecho margen terapéutico y fármacos de
uso crónico.

Las interacciones entre fármacos no administrados de forma simultánea no se incluyen en


este trabajo, pues involucraría, dentro de las labores de atención farmacéutica, a varios
niveles asistenciales, tanto médicos como de enfermería, en la búsqueda de la mayor
eficiencia y seguridad en el uso de los medicamentos. Este aspecto pues, parece más
adecuado abordarlo de forma individualizada por paciente en los sistemas de prescripción
médica, quizás incluyéndolos como ayudas a la prescripción en el marco de sistemas de
prescripción electrónica.

Se pueden diferenciar dos tipos de mecanismos de producción en las interacciones:


farmacocinéticos y farmacodinámicos.

Interacciones farmacocinéticas: en ellas, se puede modificar la farmacocinética normal del


fármaco y alterar sus concentraciones en el organismo, afectando a la actividad terapéutica
y a la aparición de reacciones adversas, que pueden disminuir o aumentar. La acción puede
ejercerse a distintos niveles: en la liberación (modificación del pH, alteración de la motilidad
y modificación de las secreciones gastrointestinales), y en la absorción (retraso en el
vaciamiento gástrico, aumento de motilidad, alteración en el efecto de primer paso
hepático) que determinan modificaciones en la velocidad de absorción y en la cantidad total
absorbida. También pueden existir interacciones en la distribución (desplazamiento de la
unión a proteínas plasmáticas), en el metabolismo (inhibición o activación de las enzimas
hepáticas implicadas en el metabolismo), y en la excreción (modificación del pH urinario).
Interacciones farmacodinámicas: en ellas, la interacción se produce al nivel donde el
fármaco ejerce su acción y, si bien son menores en número, comparadas con las
farmacocinéticas, pueden tener un nivel de gravedad mayor.

No sólo se producen interacciones con los alimentos, si no también, y cada vez más, con
productos medicinales, plantas medicinales y suplementos dietéticos, como la Hierba de
San Juan, zumo de pomelo y algunas vitaminas y minerales.3

Generalmente, en las prescripciones médicas no se especifica si un medicamento debe ser


administrado con o sin alimento, o si hay que separarlo de la administración de otros
medicamentos o productos medicinales, dejando a enfermeros y enfermeras la
responsabilidad de la organización de la administración. Así, es frecuente que hagan
coincidir la administración con las comidas del paciente, lo que, si bien mejora la deglución,
la tolerancia gástrica y el cumplimiento, tiene como inconvenientes los intervalos de
administración irregular (no ajustándose estrictamente a los intervalos posológicos) y la
posibilidad de interacción fármaco-alimento.4

El aumento del periodo de formación del FIR en farmacia hospitalaria a 4 años y la


orientación clínica del último año, han permitido una mayor integración del farmacéutico
de hospital en el equipo multidisciplinar que atiende a los pacientes, lo que favorece las
labores de atención farmacéutica y educación sanitaria. El volumen de consultas sobre la
administración de medicamentos observado durante la rotación del farmacéutico residente
de cuarto año en la unidad de cardiología pediátrica, motivó el diseño de este programa, el
cual se muestra a continuación, fruto de su integración en este equipo multidisciplinar. El
objetivo es desarrollar un programa de información dirigido a enfermeros y enfermeras
sobre la administración de medicamentos por vía oral en relación con los alimentos en una
unidad de cardiología pediátrica.

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