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POR FAVOR PERMITANOS FORMAR UNA RELACION CON USTED A

TRAVÉS DE NUESTROS NUEVOS CORAZONES
Lo que muchas personas han anhelado y aspirado es el jardín de la esperanza, el jardín de su
ideal, pero no ha habido nadie que haya cantado que esta sea toda la esperanza mientras lo
abraza. Padre, si hay algo que sus hijos e hijas que se han reunido aquí hoy puedan sentir,
permítales sentir pasión por usted.
Por favor, permítanos darnos cuenta de que usted es toda la ideología, usted es la totalidad de la
vida, y usted es todo el amor. Debido al hecho de que no podemos representar su testamento
completo, permita que comprendamos que hoy la causa de la angustia es el hecho de que usted
no pueda relacionarse con nosotros en circunstancias en las que pueda establecer su dignidad.
Permítannos ser capaces de establecer su dignidad ahora, y ya que usted nos ha permitido
convertirnos en aquellos que pueden establecer la dignidad de Jesús, si hay tristeza en la tierra,
cada uno de nosotros debe convertirse en aquellos que son capaces de asumir la responsabilidad
de nosotros mismos Si hay sufrimiento en la tierra, por favor permítanos entender que cada uno
de nosotros debe asumir la responsabilidad por ello.
En la tierra, nuestros corazones reales deben comunicarse con su mente y deben comunicarse con
la mente de Jesús. Por favor, deje que cada uno de nosotros nos determinemos asumir la
responsabilidad de su pena y sus dificultades, y deje de lado todo. Como sabemos que estamos
enfrentando un punto de inflexión histórico en el que no funcionará a menos que sienta la gracia
de su vida, por favor permítanos tener una nueva base en nuestras mentes en este momento.
Ahora bien, si no hemos sido capaces de tener un nuevo concepto y un nuevo corazón o un
estándar que pueda tener una relación con usted, esperamos sinceramente y deseamos que, por
favor, nos permita darnos cuenta en este momento no seremos capaces de evitar colocar las
cuentas de nuestro destino junto con el juicio de la historia. Sabemos que Jesús también vivió por
el bien de este trabajo, y sabemos que él no vivió los 30 años de vida por su propio bien, vivió
por su pueblo y la humanidad caída.
Ahora sabemos que la era del Reino de los Cielos está llegando donde Jesús podrá vivir por sí
mismo. Sabemos que nos queda la tarea final en la cual no se hará a menos que se nos permita
recibir la gloria de la resurrección como aquellos que son substancia de la victoria que han
pasado por todos los picos y valles de la cruz que Jesús atravesó mientras estaba en la tierra para
ser una persona elegida de esa era y ciudadano de esa nación.
Si hemos llegado a comprender este tipo de contenido nos damos cuenta de que debemos
ponernos en conformidad con esa realidad y esa voluntad, y para realizar el propósito de esa
voluntad debemos
preparar un sacrificio sustancial. Por lo tanto y por favor, esté con nosotros, padre.
Esperamos sinceramente y deseamos que nos permita convertirnos en hijos e hijas que puedan
poseer el templo original y hacer un altar de la victoria, que usted pueda reconocer. Hemos
rezado humildemente todas estas cosas en el nombre del Señor. Amén. (7 de junio de 1959)