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animales
Arran Stibbe
ABSTRACT
El presente trabajo describe cómo el lenguaje contribuye a la opresión y la explotación de los animales
por diferentes industrias que los utilizan como materia. El Análisis crítico del discurso, un marco
general que se aplica en el análisis de textos racistas o sexistas, es aplicado aquí a un corpus de textos
proveniente de industrias que utilizan animales. El confinamiento masivo y la masacre de los animales
en explotaciones intensivas dependen del consentimiento implícito de la población, señalado por su
disposición a comprar productos de origen animal que son producidos de esta manera. Los supuestos
ideológicos incrustados en el discurso cotidiano y los de las industrias operan para mantener este
consentimiento. A través del análisis de los textos, este artículo trata de exponer estos supuestos y
discutir implicaciones para la lucha contra la dominación y la explotación de animales.
La mayor parte de este trabajo sobre el lenguaje y el poder se centra en el papel del
discurso en la opresión y la explotación. Por ejemplo, la revista Discurso y Sociedad se dedica
al "poder, la dominación y la desigualdad, y el papel del discurso en su legitimación y
reproducción en la sociedad, por ejemplo, en los dominios de género, raza, etnia, clase o
religión mundial " (Discurso y Sociedad, Fines y alcance). Sin embargo el papel del discurso
del dominio de los seres humanos sobre otras especies ha sido casi completamente
descuidado, con raras excepciones, tales como la discusión de Kheel (1995) sobre discurso de
la caza. El poder es descrito como una relación que ocurre únicamente entre seres humanos.
Fairclough (1992: 64) describe cómo el lenguaje "contribuye a la dominación de algunas
personas [la cursiva es nuestra] por otras".
A pesar del trabajo de las eco-feministas como Adams (1990) y Kheel (1993: 243),
cuyo objetivo es "exponer la mentalidad subyacente de explotación que se dirige contra las
mujeres y la naturaleza [incluidos los animales]", la sociología en general sólo está
empezando a considerar la dominación que se aplica a los animales. Baya
(1997: 115) establece paralelos entre la "opresión de las minorías y los animales no
humanos”, haciéndose eco de Spiegel (1997), que hizo lo que ella ha llamado la "temida
comparación" entre esclavitud humana y esclavitud no humana.
1
Estas comparaciones, aunque poco frecuentes en la literatura sociológica, conforman
una parte fundamental parte del movimiento por los derechos de los animales y se remonta al
menos a Singer (1990: 6), que escribió "las objeciones fundamentales que se aplican al
racismo. . . pueden aplicarse por igual al especismo". En este trabajo se aplican las teorías del
lenguaje y el poder que se han utilizado en el análisis del racismo, particularmente el Análisis
Crítico del Discurso, a la cuestión de la dominación, la opresión y la explotación de los
animales por las industrias de productos de origen animal.
Animales y Discurso
Una de las principales razones por las que los animales son excluidos de los debates de
la lengua y el poder es que no son, ellos mismos, los participantes en su propia construcción
social a través del lenguaje. Debido a las raíces marxistas del Análisis Crítico del Discurso, el
análisis se centra en el concepto de hegemonía, donde la opresión de un grupo se lleva a cabo
ideológicamente, en vez de coercitivamente, es decir, a través de la fabricación de
consentimiento (Fairclough, 1992). En los animales, el poder es ejercido de forma totalmente
coercitiva, y es llevado a cabo por unas pocas personas que participan en organizaciones
ganaderas y/o utilizan animales. Los animales no dan su consentimiento para su tratamiento
debido a la "falsa conciencia" generada a través de suposiciones ideológicas contenidas en el
discurso.
Sin embargo, el poder coercitivo utilizado para oprimir a los animales depende por
completo de una mayoría de la población humana que explícita o implícitamente está de
acuerdo en la forma en animales son tratados y da su consentimiento cada vez que compra
productos de origen animal. Este consentimiento puede ser retirado, como se ha demostrado a
través de boicots, dejando de consumir diferentes productos de origen animal. Es en la
producción de este consentimiento por la opresión y la explotación de la población animal por
parte de la población humana donde el lenguaje juega un papel.
Shotter (1993) utiliza el término "retórica sensible" para describir la existencia de las
construcciones sociales, no en la mente de las personas, sino dentro de la interacción
constante en el intercambio de información en una sociedad. En la sociedad norteamericana
podemos encontrar lo que Kopperud (1993) denomina "una batalla orientada a los corazones y
mente de los consumidores de Estados Unidos " (p. 20) librándose entre la industria cárnica y
activistas animalistas. Esta lucha ideológica se produce principalmente a través del lenguaje y
los medios de comunicación. Jones encontró que "…la oposición pública, tanto al uso de
animales en la investigación científica como a la matanza de animales para la producción de
pieles aumentó de manera significativa debido al alto nivel de cobertura de los medios dado. .
. " (1997: 73).
La construcción social que se hace de los animales influye notablemente en la forma
en que éstos son tratados por
la sociedad humana: "las construcciones culturales determinan el destino de los animales"
(Lawrence, 1994: 182). Estas "construcciones culturales" están íntimamente ligadas al
lenguaje y el discurso. Discurso "es una práctica que no sólo involucra representar el
mundo sino llenarlo con significado, constituyendo y construyendo el mundo a través de él"
2
(Fairclough, 1992: 64). Desde esta perspectiva, el discurso puede ser considerado una forma
de hablar y escribir sobre un área de conocimiento o una práctica social que refleja y crea la
estructuración de esa área.
Van Dijk (1997) considera que ideología y cognición social son el vínculo entre el discurso y
la sociedad. Los autores difieren en su uso del término "ideología". Una de las definiciones
clásicas de ideología sostiene que es un modo de pensamiento y práctica "desarrollado por los
grupos dominantes con el fin de reproducir y legitimar su dominación" (Van Dijk, 1997: 25).
Una de las maneras en que esto se logra es presentar la dominación como "dado por Dios,
natural, benigna [o] inevitable" (1997: 25). De acuerdo al concepto más amplio brindado por
van Dijk, esto es sólo un tipo de ideología, donde las ideologías son " auto-definiciones
compartidas por los miembros de un grupo que permiten a estos coordinar sus prácticas
sociales en relación con otros grupos" (1997: 26).
Datos
El corpus de datos fue recogido a partir de una variedad de fuentes diferentes, todos
las cuales estaban a disposición del público y, por lo tanto, era potencialmente influyentes. El
corpus se compone
de: A. artículos publicados en revistas de la industria de la carne, considerados "de circulación
interna", tales como Poultry y Meat Marketing and Technology; B. artículos escritos por la
3
industria de la carne para la lectura externa, como justificando los métodos de cultivo; y C.
artículos escritos por profesionales veterinarios especializados en animales destinados al
consumo, abogados
involucrados en la defensa de los fabricantes de productos y otras partes interesadas.
Metodología
El método utilizado para analizar los datos es una forma de análisis crítico del discurso
(ACD) (Chilton y Schäffner, 1997; van Dijk, 1993; Fairclough, 1992, 1989; Fowler, 1991;
Hodge y Kress, 1993) combinado con la teoría de Potter (1996) de la construcción de hechos.
El ACD ofrece "una revisión del papel del lenguaje, su uso, el discurso o eventos
comunicativos en la (re) producción de la dominación y la desigualdad "(van Dijk, 1993:
282). Esto se hace mediante la realización de un análisis lingüístico detallado de discursos
para exponer ideologías incrustadas.
Este proceso de revelar el "sentido común" supuestos puede ser importante porque,
como escribe Fairclough (1989), "si uno se da cuenta de que el aspecto más particular del
sentido común es el mantenimiento de las desigualdades en las relaciones de poder a expensas
de uno mismo, deja de ser sentido común y puede dejar de tener la capacidad para sostener las
desigualdades de poder" (1989: 85).
4
Discusión
Singer (1990) describe la forma en que "el idioma Inglés, al igual que otros idiomas,
refleja los prejuicios de sus usuarios" (1990: VI). Como ejemplo, trata la palabra "animal",
que, aparte de su uso en el discurso científico, a menudo excluye a los seres humanos desde su
extensión semántica. Es habitual hablar de "animales y personas" o decir: "no hay animales
aquí", cuando de hecho existen: la gente. Esta clasificación semántica puede contribuir a la
opresión reproduciendo la expulsión de un grupo en la psicología social. . . lo que nos aleja y
nos impide ver el sufrimiento animal "(Shapiro, 1995: 671).
Otros mecanismos lingüísticos que nos alejan de sufrimiento de los animales se producen a
nivel del léxico: "las mismas palabras que utilizamos ocultan su origen [animal], comemos
1
churrasco y no músculo, pescado y no pez" (Singer, 1990: 95). También usamos
2
cueros elaborados con piel, a la que no llamamos piel, y comemos carcasas, no cadáveres .
Como Shapiro (1995: 671) señala, "no decimos 'por favor, pasar el músculo cocinado'." La
carne es carne, con connotaciones muy diferentes y circunloquios con el
mismo significado como "trozos de los cadáveres de animales”. La BBC explotó el valor de
impacto de tales circunloquios durante la "crisis de la EEB" al informar que el ganado estaba
siendo alimentado a "puré de vacas." El verbo “matar” también es lexicalizado de forma
diferente para los seres humanos y los animales: los animales son sacrificados, los seres
humanos son asesinados. Intercambiarlos (asesinaste mi hámster) es, por lo menos, cómico.
Los refugiados fueron sacrificados significa que fueron brutalmente, despiadada e
inmoralmente asesinados.
Los animales son representados en el lenguaje no sólo como diferentes, sino también como
inferiores, las dos condiciones necesarias para la opresión. Las metáforas convencionales, que
Lakoff y Johnson (1999) han mencionado como una fuerte influencia en nuestros
pensamientos diarios, son abrumadoramente negativos para con los animales. Los ejemplos
incluyen: cerdo codicioso, perro feo, vaca gorda, perra, vida de perro, cobarde como una
gallina, etc. (Leach,1964; Palmatier, 1995). Estos ejemplos contienen sustantivos, adjetivos y
verbos
que han llegado a ser polisémicos por extensión metafórica, de manera negativa hacia los
animales.
1
“The very words we use conceal its [meat’s] origin, we eat beef, not bull . . . and pork, not pig . . .” en el
original. (Nota del trad.).
2
We also wear leather made from hide, not skin, and eat a c arcass, not a corpse. en el original. (Nota del trad.).
5
Expresiones idiomáticas que se refieren a animales también tienden a describir situaciones
negativas o a contener imágenes de crueldad. Considérense los perros: enfermo como un
perro, muriendo como un perro, la comida del perro, es la vida de un perro, trabajando como
un perro. Y gatos: corriendo como un gato escaldado. En diferentes idiomas aparecen
diferentes expresiones referidas a diferentes animales. Las únicas expresiones positivas,
3
referidas a los animales parecen ser las que describen aves silvestres e insectos: un pájaro
mañanero, libre como un pájaro, feliz como una alondra, sabio como un búho, alegre como un
grillo. A pesar de que hay excepciones, el patrón es claro: cuanto más cerca la relación de
dominancia de una especie en particular por los seres humanos, más negativos de los
estereotipos contenidos en el discurso dominante.
Otro contexto en el que los animales cambian de nombres contables a nombres de masas es
"de safari." Ya sea que los participantes lleven pistolas o cámaras, la manera en la que hablan
de los animales es la misma: dicen que vieron jirafas, elefantes, y el león, en lugar de que
4
vimos jirafas, elefantes y leones . El uso de los nombres de materia en lugar de los nombres
contables elimina la individualidad de los animales, con el presupuesto ideológico de que
cada animal es sólo un representante reemplazable de una categoría. Lawrence (1994) escribe:
"Si no hay diferencias entre miembros de un grupo, su valor e importancia se ven disminuidos en gran
medida por lo que es más fácil para ellos y no les gusta para justificar su explotación y la
destrucción" (1994: 180).
3
Al menos en inglés (Nota del trad.).
4
Esto funciona en inglés. VER.
6
en la literatura derechos de los animales, los pronombres nosotros, nosotros, y nuestra se
utilizan por lo general
exclusivamente, es decir, sólo se refiere a los seres humanos. Tal vez el animal más fuerte
defensor de los derechos de todos, Regan (1996), escribe: "Queremos y preferimos las cosas. .
.
nuestro disfrute y el sufrimiento. . . hacer [s] una diferencia en la calidad de nuestra
vive como vivió. . . por nosotros como individuos. "Esto parece ser un uso inclusivo de
nosotros, y nuestra hasta que se lea la siguiente frase: "[E] l mismo puede decirse de. . .
animales. . . "(P. 37).
La forma más común de referirse a los animales, ya que en lugar de él o ella objetiviza
ellos. Los objetos pueden ser comprados, vendidos, y propiedad, un conjunto léxico utilizado
rutinariamente
en la conversación diaria cuando se habla de los animales. Esto revela la común
sentido supuesto de que los animales son propiedad. Es semánticamente desviada
para hablar de alguien de ser dueño de otro ser humano, a menos que se utiliza el término
metafóricamente, cuando se refiere a la dominación inmoral e injusta.
7
es un especialista en el campo de la reproducción bovina importante para la industria.
Después de declarar de manera explícita, "las personas son animales", Ott (1995) utiliza
colocaciones
tales como "animal humano" y "animales distintos de los seres humanos" (pp.
1023, 1024) para enfatizar una clasificación semántica en la que, a diferencia de la corriente
principal
discurso, los seres humanos están incluidos en la categoría de "animales". Ott también
incluye directamente a los humanos en la categoría "depredador".
La relación natural entre el depredador y la presa es congruente con
ni una igualitaria o un punto de vista de los derechos animales. (Ott, p. 1024)
Este trata de sentido común la suposición de que lo que se aplica a lo no humano
situación de la depredación de los animales es la misma que la que se aplica a la
humano. Sin embargo, los miembros prototípicos de la categoría de "depredadores" son
leones
y tigres, y los seres humanos son miembros no prototípicos (Rosch, 1975). los
inclusión deliberada de los miembros no prototípicos (humanos) en los estados generales
sobre los prototípicos (leones) esconde importantes diferencias entre
la situación de los leones cazando a su presa (que nadie discutiría es ético)
y el cultivo intensivo de miles de animales en condiciones de hacinamiento.
Las diferencias, como por ejemplo el hecho de que los leones se benefician del acervo
genético de sus presas
mientras que la cría selectiva para la cantidad de carne daña, por ello son convenientemente
oculto.
Potter (1996) muestra cómo se utilizan las pretensiones de objetividad científica a "trabajar
hasta
la facticidad de una versión "(pp. 112-113). Ott (1995) presenta sus reivindicaciones como
"principios biológicos", "reglas biológicas", y "conocimiento científico", basada
en "evidencia biológica" (pp. 1023-1025), mientras que el movimiento de derechos de los
animales
afirmaciones son "creencias", "fantasías", "reflexiones filosóficas", "dogma", "las
punto de vista equivocado "y" falso "(pp. 1023-1029). Ott casi nunca se cubre con los
términos
tales como "podría ser", "probablemente" o "puede ser visto como". En cambio, la modalidad
a lo largo del artículo se presenta lo que Potter (1996) denomina "sólida, sin problemas,
y bastante separado del altavoz "(p. 112).
Mientras que el discurso de la biología evolutiva presenta la opresión animal
"Natural" y "inevitable" discursos diferentes utilizan diferentes semántica
clasificaciones para que parezca "benigna. ':
alojamiento de los animales moderna está bien ventilado, cálido y bien iluminado, limpio y
8
diseñada científicamente. . . . Vivienda protege a los animales de los depredadores,
la enfermedad y el mal tiempo. . . . (Harnack, 1996, p. 130).
En este caso, la extensión semántica de los depredadores no incluye los depredadores
humanos
tales como el agricultor, de la que la carcasa no ofrece ninguna protección. Este 'ontológica
gerrymandering '(Potter, 1996, p. 186) hace que los animales salvajes parecen la
enemigo de los animales domésticos, con los seres humanos sus protectores. Como Garner
(1998)
señala, "los intereses agroindustriales a menudo oculta la dura realidad de la fábrica
agricultura y proclamar su preocupación por el bienestar animal "(p. 463). Esto puede
verse en el idioma utilizado en la cita anterior. El eufemismo "vivienda"
se utiliza en lugar de la jaula, y las cinco cualidades positivas de la "carcasa"
se suceden una tras otra en una lista - un patrón gramatical utilizado por las propiedades
inmobiliarias
agentes para describir una residencia deseable.
Al igual que muchas de las propiedades descritas por los agentes inmobiliarios, alternativa,
menos
maneras eufemísticos pueden describir el mismo alojamiento. Por ejemplo,
comparar "alojamiento de los animales es moderna. . . bien iluminado "con" embutida en
minúscula
jaulas con iluminación artificial. . . "(Harnack, 1996, p. 136). Comparar "así
ventilado, cálido,. . . limpia "(Harnack, p. 136) con" [E] l por calor mezclado con
el amoníaco y polvo en las casas provoca problemas de salud increíble "
(Bowers, 1997a).
Incluso puntuacion se utiliza con fines ideológicos. Las comillas en el siguiente
extraer de un intento de la industria lechera diario para distanciarse intensiva
el cultivo de la imagen de una fábrica: "Las personas preocupadas por el bienestar animal
. . . pueden haber visto una noticia sensacional sobre el abuso de los animales
o alrededor de las granjas industriales '' "(Knowlton y Majeskie, 1995, p. 449).
Aunque el discurso externa de cría de los animales presenta el tratamiento
de los animales como benignas, discurso interno tiene un objetivo ideológico diferente.
Aquí el objetivo parece ser el de animar a los trabajadores a sufrir el abandono y el enfoque
en el beneficio. Fiddes (1991, p. 200) describe cómo los saludos de la industria "cuidan
sus materias primas de origen animal como poco más que un gastos generales comercial.
"Una indicación
de esto se pueden encontrar en los archivos de las revistas de la industria de aves de corral
y la comercialización de carne y Tecnología (www.mtgplace.com). Dentro de estos archivos,
elementos del conjunto léxico "dolor, sufrimiento, daño (ing)" - con referencia a los animales
-
se mencionan en 3, 2, y cero artículos, respectivamente. Por otro lado, los artículos
en el conjunto léxico "dinero, financiero, ganancia" se mencionan en 224, 101, y 90
artículos, respectivamente.
9
supuestos ocultos que hacen que el sufrimiento de los animales parecen sin importancia
se pueden encontrar en los dispositivos lingüísticos utilizados en el discurso de las industrias
de la carne.
Uno de estos dispositivos es la metonimia, "una de las características básicas
de la cognición "(Lakoff, 1987, p. 77). Ejemplos (énfasis añadido) incluyen la
las siguientes cotizaciones:
1. La captura de los pollos de engorde es un agotador, trabajo sucio y desagradable (Bowers,
1997a).
2. [hay] susceptibilidad a ascitis y plataforma abatible. . . en el criador hembra
(Shane, 1995).
3. No hay energía suficiente para aturdir a la carne. . . acabaría cortando su
atajar mientras que la carne estaba todavía vivo (Eisnitz, 1997, p. 216).
4. Los tiempos emocionantes para los practicantes de carne (Herrick, 1995, p. 1031).
En (1) aves vivas se nombran y se denominan por un método de cocción, en (2) por
su función, en (3) se hace referencia a las vacas por su carne muerta, y en (4)
veterinarios especializados en medicina bovina son llamados "profesionales" de carne
en lugar de "profesionales de la vaca." Estas referencias a los animales centran la atención
lejos de su individualidad y contribuir a lo que Regan (1996) llama "el
sistema que nos permite ver a los animales como nuestros recursos "(p. 36).
El discurso de los recursos se utiliza con frecuencia en referencia directa a los animales vivos
así como los muertos. Ejemplos de ello son la palabra de daño en vez de la lesión
en la expresión "daño por pájaros" (Bowers, 1997b), producto en lugar de cuerpos
en "producto es 100 por ciento de corte y deshuesado" (Bowers) y la destrucción y
lotes en "aislamiento de Salmonella dará lugar a la destrucción del rebaño. . .
[O] masacre del lote "(Shane, 1995). El discurso de los recursos también
incluye metáforas de metáforas muertas como "animales" a la novela
metáforas como el "animal" son plantas metáfora evidentes en "un sistema automático
pollos de engorde máquina de recolección "(Bowers, 1997) y" ¿Cómo se manejan los cerdos
antes del aturdimiento y la cosecha tiene mucho que ver con la calidad de la carne "
( "Tratamiento adecuado", 1995). Dado que los recursos inanimados no pueden sufrir, lo
discursivo
la construcción de los animales como recursos contribuye a una ideología que
no tiene en cuenta el sufrimiento.
Cuando se describen los eventos que incluyen el sufrimiento y hablaron de, nominalización
se utiliza con frecuencia para ocultar la agencia (Fairclough, 1989, p. 124). Un
ejemplo de esto es, "la fatiga del colector, absentismo y la rotación puede afectar roto
huesos y contusiones que reducen los rendimientos de procesamiento "(Bowers, 1997a). Esta
oración describe incidentes en los que los animales se hieren. Pero los animales reales
no se mencionan. Esto se logra a través de las nominalizaciones
huesos rotos (X rompe el hueso de Y) y contusiones (moretones X Y), que permiten la
paciente, Y, se va a eliminar. El agente, X, en este caso el "receptor", también se elimina,
10
apareciendo sólo indirectamente como un modificador en el sintagma nominal "fatiga del
receptor,"
que forma parte del agente del verbo "efecto" en lugar de "romper". Este distancias
la acción humana deliberada de las heridas de los animales. Además, los resultados de
las lesiones no se mencionan en términos de dolor o sufrimiento, sino en términos de
"rendimientos".
El mismo patrón se observa en la siguiente frase: "el daño de la canal
de la manipulación y de la lucha de aves durante la matanza se produce en los pollos de
engorde "(Bowers,
1997b). Hay tres nominalizaciones aquí: "daño" (X daña Y),
Lenguaje, poder y la construcción social de los animales ?? 155
"Manipulación" (X maneja Y) y "The Kill" (X mata Y). Estos tres ocultar tanto la
agente y el paciente, que sólo aparece como un modificador en las expresiones
"Daños pájaro" y "lucha de pájaro". Además, las lesiones resultantes a lo
son claramente vivir, luchando animales se expresan en términos de daños a la
muerto "carcasa".
Singer (1990, p. 50) señala que "desprendimiento se ve facilitada por el uso de
jerga técnica que oculta la verdadera naturaleza de lo que está pasando. "Esto puede
verse en la siguiente cita:
Marau planta de Perdigó procesa pollos de engorde 4,95 libras a velocidades de línea de 136
bpm, funcionando 16 horas al día. . . . Perdigó utilizado previamente un impresionante
método más similar a los EEUU [sic] normas: 45 mA / ave (60Hz) para un niño de siete
segunda
duración con baño de agua. Sin embargo, estos parámetros impresionantes inducidos
contracción del músculo pectoral que dio lugar a salpicaduras de sangre. (Bowers, 1997b).
Aquí, las aves se convierten en unidades en los parámetros expresados matemáticamente "136
bpm "(aves por minuto) y" 45 mA / ave. "Y son estos parámetros" impresionantes "
que son el agente del verbo "inducida". Por lo tanto, la responsabilidad de
que causa convulsiones tan fuertes que causan sangrado está siendo colocado en
parámetros en lugar de en la electrocución o las personas que instigan la misma.
Un dispositivo lingüística final que puede ser usado para fomentar el desconocimiento de
sufrimiento de los animales se extiende la metáfora, la cual, como Johnson (1983) muestra,
puede
incide en los patrones de razonamiento. El siguiente es un ejemplo famoso de una carne
industria de la metáfora:
La cerda de cría debe ser pensado como, y se trata como una valiosa pieza
las máquinas cuya función es bombear hacia fuera cerdos del bebé como una salchicha
máquina. (Coats, 1989, p. 32).
Esto fomenta el razonamiento metafórica a lo largo de las líneas de "máquinas no hacen
11
tener sentimientos; "por lo tanto" los cerdos no tienen sentimientos "y" máquinas valiosas
se deben utilizar tanto como sea posible; "por lo tanto," se deben utilizar cerdos
tanto como sea posible ". Los resultados de este patrón de razonamiento se puede ver en
Abrigos (1989) Descripción de la cría de cerdos: "La cerda debe producir el máximo
número de lechones vivos en el menor tiempo. . . . No se presta atención a
la angustia y el sufrimiento causados por estos embarazos continuos "(p. 34).
156 ?? Arran Stibbe
Conclusión
El uso de los métodos de análisis crítico del discurso, el presente trabajo analiza una serie
de materiales en una investigación de la conexión entre el lenguaje,
el poder y la opresión de los animales. El objetivo último de este tipo de análisis es
para describir y cuestionar las relaciones de dominación y explotación. Fairclough
(1992) describe cómo las ideologías dominantes que reproducen y mantienen la opresión
puede ser resistido y cómo el cambio social puede darse a través de oponerse
discursos.
El movimiento de derechos de los animales, tal como existe hoy en día, ofrece un discurso
que
se opone a la opresión. autores derechos de los animales con frecuencia contrarrestar las
clasificaciones
del discurso dominante mediante el uso de términos tales como "animales no humanos"
y "otro-que-humano de los animales." Ellos también usan términos inclusivos tales como
"ser"
en: "Si un ser sufre, no puede haber justificación moral para negarse a tomar
que el sufrimiento en consideración "(Singer 1990, p. 8). Se trata de los mismos seres
humanos "
son animales "clasificación semántica utilizados en el discurso biológica argumentar
contra los derechos de los animales. Sin embargo, en este caso las similitudes dibujadas son
diferentes,
centrándose en la capacidad de los animales para sufrir y sentir dolor de la misma manera
que los humanos pueden.
Como muestran los ejemplos siguientes, el movimiento de liberación animal es consciente de
la
poder del lenguaje y hace intentos deliberados para cambiar el idioma:
1. Elegimos [animales] y muy probablemente los compramos de una manera similar a la
forma en que los esclavos humanos fueron una vez. . . comprado y vendido . . . Acuerdo
el término mascotas reconoce esta jerarquía de la propiedad. . . . (Belk, 1996).
2. La hoja se calienta eléctricamente y cauteriza los vasos sanguíneos como tijeras
a cerca de un cuarto del pico. La industria del pollo caracteriza a esta
procedimiento que "el recorte del pico" como si fuera poco más que una manicura. (Marcus,
12
1998, p. 103).
3. Cuando los animales son considerados como "herramientas", una cierta insensibilidad hacia
ellos se hace evidente. Consideremos, por ejemplo, Harlow y Suomi de mención
de su "rack de violación" y el tono jocoso en el que se le informe sobre la
"trucos favoritos" de los monos hembra. . . (Singer, 1990, p. 50).
4. ". . . [R] kills oad ": No creo que los seres humanos. . . debe referirse al inocente,
víctimas indefensas. . . de una manera tan insensible, impersonal. . . . yo
creen que el término "hoja de matar" debe ser borrado de nuestro vocabulario.
(Appel, 2000, p. 83).
Lenguaje, poder y la construcción social de los animales ?? 157
Estos ejemplos se centran en palabras individuales. En este trabajo se ha demostrado que no
únicas palabras individuales contribuyen a la dominación y la opresión de
animales. En su lugar, el lenguaje en todos los niveles - a partir de los cambios morfológicos
que
crear la metonimia "pollos de engorde" de "asar", a través de puntuacion, semántica
esquemas de clasificación, las opciones gramaticales y uso de los pronombres a la metáfora
están sistemáticamente relacionadas con las ideologías subyacentes que contribuyen a
mantener
y la reproducción de la opresión.
Los discursos exterior para las industrias de productos de origen animal contienen ocultos
ideológico
supuestos que la opresión de los animales parecen "inevitable, natural
y benigna. "Los discursos internos fomentan el dolor y el sufrimiento de no tomarse en cuenta
en aras de la ganancia. No sólo es, por lo tanto, a nivel de palabras
que los activistas de los animales pueden intentar oponerse a los discursos de la opresión sino
también
en todos los niveles lingüísticos que componen el discurso.
Van Dijk (1993) describe cómo los analistas críticos del discurso toman la perspectiva
de ". . . los que más sufren la dominación y la desigualdad. . . . Sus problemas
son . . . problemas graves que afectan el bienestar y la vida de muchos "
(P. 253). En cuanto a la gran cantidad de seres conscientes y el sufrimiento
impacto que la agricultura intensiva tiene sobre su vida desde su nacimiento hasta su
sacrificio, no
animales humanos no pueden ser excluidas. En este trabajo se ha intentado demostrar que
el lenguaje es relevante para la opresión de los animales y puede ser una forma adecuada
área de investigación para el análisis crítico del discurso.
* Arran Stibbe, Universidad Chikushi Jogakuen
13
Animals and Discourse
One of the main reasons that animals are excluded from discussions of lan-guage and power is that they
are not, themselves, participants in their own social construction through language. Because of the Marxist
roots of Critical Discourse Analysis, analysis focuses on hegemony, where oppression of a group is carried
out ideologically, rather than coercively, through the manu-facture of consent (Fairclough, 1992). In animals,
the power is completely coercive, carried out by a few people involved in organizations that farm and use
animals. The animals do not consent to their treatment because of “false con-sciousness” generated
through ideological assumptions contained in discourse.
14
146 • Arran Stibbe
15
However, the coercive power used to oppress animals depends completely on a consenting
majority of the human population who, every time it buys animal products, explicitly or
implicitly agrees to the way animals are treated. This consent can be withdrawn as has been
demonstrated through boycotts of veal, battery farm eggs, cosmetics tested on animals, and,
by some, all ani-mal products. It is in the manufacturing of consent within the human
pop-ulation for the oppression and exploitation of the animal population that language plays a
role.
Note
1
Correspondence should be sent to Arran Stibbe, Department of English, Chi-kushi Jogakuen University,
2-12-1 Ishizaka, Dazaifu 818-0192, Japan. E-mail: arran@earth.email.ne.jp
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