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En este sentido, también se puede afirmar que el control social, es pues, un conjunto de
procedimientos, recursos o dispositivos, por medio de los cuales la sociedad u otros grupos dentro
de ella, consigue que la conducta de sus unidades componentes (individuos o grupos) se
conforme a lo que de los mismos se espera.
1.- La esencia del control social está constituida por la presión que el grupo ejerce sobre sus
componentes.
A.- Sujeto Activo: La sociedad o grupo dentro de ella que ejerce la presión o el control. Los sujetos
que ejercen el control social se les denomina órganos de control social y se definen como:
sociedades, grupos o vínculos sociales capaces de producir y aplicar las diversas clases de
control social.
Referente a lo anteriormente expuesto, tenemos los siguientes ejemplos de órganos del control
social. Como lo son la familia, El Estado, la iglesia, los partidos políticos, la prensa, entre otros.
B.- Sujeto Pasivo: El individuo o grupo que recibe la presión para que adapte su conducta según
los valores sociales. Aquí podemos mencionar la distinción clara entre el control social y en
autocontrol. En el autocontrol es el propio individuo en que intenta regular su conducta de acuerdo
con los valores o normas que se ha propuesto cumplir; no hay presencia de un sujeto activo
colectivo. En cambio, en una relación en la que se manifiesta el control social, el individuo es
sujeto pasivo que recibe la influencia del grupo, la presión social para que se adapte a sus valores
o normas.
3.- El objetivo del control social es lograr que los miembros que integran la sociedad amolden su
conducta según los lineamientos del grupo social.
La caída del capitalismo a la que se conoce como el “big crash” en 1929, un jueves por la mañana
la bolsa de valores tuvo una pérdida de las acciones, todo con base en que los grandes
empresarios inflaban sus informes financieros para hacer más atractiva la compra de sus
acciones, situación que generó un efecto de burbuja especulativa y al enfrentarse a la realidad
todo se cayó.
Esta depresión mundial duró hasta los años 30 a lo que se le llamó la gran depresión o la gran
crisis de los 30. Esta situación tiene una consecuencia, a lo que los americanos llaman black
friday, donde ofrecen sus productos al 50 % para incentivar la demanda y no volver a caer en una
depresión.
Las ideas del liberalismo se dan con las ideas de Adán Smith y David Ricardo, economistas que
fundan el liberalismo.
Ahora que los capitalistas a partir del liberalismo generaron crisis económicas, el Estado debe
entrar tipo al rescate y encargarse de la crisis, donde entonces pasa a ser de un Edo. Pequeño a
un Edo. Grande, entonces toma a todos los desempleados de la empresa privada y los convierte
en burócratas, para hacerse cargo de sus salarios y su sustentabilidad.
John M. Keynes propone la creación de una mega Estado, no dejar nada a la oferta y demanda,
ahora el Estado debe controlar todo, precios, salarios, etc.
La Segunda Guerra Mundial es un fenómeno que hace que la economía vuelva a caminar de
nuevo, una vez terminada la guerra EUA comenzó a solicitar dinero vendiendo bonos de la
federación, lo que en México se llaman vetes, así el Estado comenzó a obtener dinero.
Max Weber escribe un libro llamado economía y sociedad, donde trae un término complementado
con Emile Durkeim, que se llama la División del trabajo social, donde se da el término función, a
partir del cual se fa el "funcionalismo", la función social significa que hay dos tipos de personas,
los naturales y los desviados, los desviados son aquellos que no se subsuman a la estructura del
Estado, así que el funcionalismo significa revolver desviados con normales, para que los normales
contagien de buenos usos, costumbres, disciplina, religión, valores a los desviados, pero además
les da una estructura, en una especie de escalera del escalón uno en adelante.
Para estructurar de manera correcta a las personas y no generar el choque de las clases, se
genera una escalera de peldaños que son elementos para hacer dinero, que lelos que quieren
llegar del escalón 1 al 10 robaban bancos, aperturas no negocios clandestinos, a lo que se le
llamó ANOMIA.
La religión se utiliza como un instrumento de control social, vendiéndose a las mayorías la idea
de la salvación, de un mundo mejor (en el más allá); por lo tanto no hay que preocuparse del
mundo concreto, así es y no hay nada que hacer, haciéndonos creer que nosotros nada podemos
hacer con el destino. Lo cual es una aberración en cuanto está claro que nosotros somos los
hacedores de nuestro destino, de lo bueno y de lo malo, que todo lo social es creación humana
y por lo tanto el colectivo de hombres pueden modificarlo. (SOLIS ACOSTA)
Pensamos de manera individualista, idealista, religiosa por influencia o imposición de ideas desde
miles de años. Y el Estado va a arraigar, implantar, profundizar y cuidar que siga así. El Estado
y las religiones controlan o tienen influencia sobre la educación y los medios de comunicación.
Todo lo que uno se explique o trate de analizar lo hará de manera religiosa o idealista.
La religión esta tan implantada que no nos deja ver la verdad, lo real, sino se deja llevar por ideas
sin ver la realidad. “Lo que pienso debe ser así”(Idealista).
La Religión como Control Social, se considera Control Social pues las conductas, ceremonias,
creencias, etcétera; influyen en las actividades de la sociedad.
La religión es el resultado del esfuerzo del ser humano por contactar con el “el más allá”.
Imponen el amor al dinero (simplemente vean las prácticas de las sectas, iglesias, cómo viven)
La religión impone la destrucción de los seres humanos (las cruzadas, en la actualidad la guerra
santa contra medio oriente) y el planeta y la religión está aliada al Estado para defender a grupos
de poder como a los Rockefeller y los Rothschild, grandes banqueros y dueños de las grandes
petroleras y esas personas por obtener el poder mundial crean guerras, corrupción delincuencia,
narcotráfico. Estas personas están aliadas con los estados injustos y corruptos, uno de ellos es
el Perú.
1. "En un Estado laico, la formación religiosa no debe ser incluida en la enseñanza pública". El
carácter laico del Estado sólo significa de por sí que éste no puede obligar a nadie a practicar o
profesar ninguna religión. Empero, si el Estado es democrático, todos los ciudadanos tienen
derecho a pedir los servicios públicos que les parezca oportuno -con el único límite del respeto al
derecho de los demás-, entre otras cosas, porque dichos servicios son financiados con sus
impuestos. Los padres que desean que sus hijos reciban una formación religiosa en el colegio
tienen exactamente el mismo derecho a ser atendidos que los que, por ejemplo, piden un
polideportivo para los suyos, o más clases de francés (servicios que no todos desearán).
2. "La asignatura de Religión no puede ser evaluable". Quien afirma esto parece estar pensando
algo así como que, en los exámenes de religión, lo que se debe valorar es la "fe" del alumno.
Esto es claramente incorrecto. En primer lugar, porque la asignatura intenta
transmitir conocimientos sobre la religión católica, y la adquisición de estos conocimientos se
puede evaluar como la de cualesquiera otros. En segundo lugar, porque la propia "reforma" nos
ha adoctrinado en la idea de que los profesores debemos evaluar en todas las asignaturas una
entelequia denominada "contenidos actitudinales", que, a mí al menos, no me parecen más fáciles
de evaluar objetivamente que la simple "fe". En tercer lugar, porque si lo que se pretende decir
es que está mal, desde el punto de vista ético, "evaluar la fe", no veo por qué sí estaría bien,
moralmente hablando, evaluar, por ejemplo, el "interés y gusto por la lectura de textos literarios..."
(Currículo oficial de la asignatura de lengua y literatura); o todas las actitudes son evaluables o
ninguna lo es. En cuarto y último lugar, porque si los creyentes desean ser evaluados en el
conocimiento de su propia religión, no parecen ser los no creyentes los más autorizados- para
negárselo.
3. "El derecho de unos alumnos a estudiar la asignatura de Religión crearía una obligación para
los demás". Esto sería veidad si la religión fuese ofrecida simplemente como una "prótesis" del
currículo, que debiera llevar aparejada otra "prótesis" alternativa con la que hacer que todos los
alumnos tuviesen una carga lectiva igual. Ahora bien, si se razona al contrario, la falacia
desaparece: dígase primero qué carga de horas lectivas deben tener todos los alumnos, y
permítase luego que, los que lo deseen, cubran algunas de esas horas con la asignatura de
Religión. Dicho de otro modo, hay que desactivar el cliché de que la religión tiene una sola
alternativa "natural" (la "moral laica", o algo así): todas las asignaturas no troncales deberían
poder ser alternativas a la religión tanto como alternativas entre sí (y, de paso, el menú de
opciones para el alumno debería incrementarse). Seguir pensando en términos del clásico
binomio "religión-alternativa" sólo demuestra una escandalosa carencia de imaginación.