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IGNACIO ELLACURIA

JON SOBRINO

MYSTERIUM LIBERATIONIS
Conceptos fundamentales de la teología de la liberación

EDITORIAL TROTTA
CONTENIDO

TOMO I
Presentación 9
I. HISTORIA, METODOLOGÍA Y ESPECIFICIDAD DE
LA TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN 15
Historia de la teología de la liberación: Roberto Oliveros 17
Recepción en Europa de la teología de la liberación: Juan José Tamayo 51
Epistemología y método de la teología de la liberación: Clodovis Boff 79
Teología de la liberación y marxismo: Enrique Dussel 115
Teología de la liberación y doctrina social de la Iglesia: Ricardo
Antoncich 145
Hermenéutica bíblica: Gilberto da Silva Golgulho 169
Teología en la teología de la liberación: Pablo Richard 201
Cristología en la teología de la liberación: Julio Lois 223
Eclesiología en la teología de la liberación: Alvaro Quiroz Magaña .. 253
Moral fundamental en la teología de la liberación: Francisco Moreno
Rejón 273
Teología de la mujer en la teología de la liberación: Ana María
© UCA Editores, 1990 Tepedino y Margarida L. Ribeiro Brandáo 287
© Para esta edición,
Editorial Trotta, S.A., 1990 II. CONTENIDOS SISTEMÁTICOS DE LA TEOLOGÍA
Ferraz, 55. 28008 Madrid DE LA LIBERACIÓN 299
Tels. 549 14 43-549 09 79 1. TRASCENDENCIA Y LIBERACIÓN HISTÓRICA 301
Pobres y opción fundamental: Gustavo Gutiérrez 303
I S B N : 84-87699-00-6 (Obra completa) Historicidad de la salvación cristiana: Ignacio Ellacuría 323
I S B N : 84-87699-01-4 (Tomo I) Libertad y liberación: Juan Luis Segundo 373
Depósito Legal: VA-495/90 Utopía y profetismo: Ignacio Ellacuría 393
Revelación, fe, signos de los tiempos: Juan Luis Segundo 443
Imprime: Centralidad del reino de Dios en la teología de la liberación: Jon
Simancas Ediciones, S.A. Sobrino 467
Pol. Ind. San Cristóbal
C/ Estaño, Pare. 152 2. EL DESIGNIO LIBERADOR DE DIOS 511
47012 Valladolid Trinidad: Leonardo Boff 513

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EPISTEMOLOGÍA Y MÉTODO
DE LA TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN

Clodovis Boff

Trataremos este tema bajo tres aspectos: el estatuto teórico de la


teología de la liberación; las formas de esta teología; su método.

I. ESTATUTO TEÓRICO DE LA TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN


¿Cuál es la identidad epistemológica de la teología de la libera-
ción? En esta cuestión conviene reconocer, por un lado, que el
rostro de la teología de la liberación no ha adquirido aún
fisonomía plena, se encuentra aún en franco y creciente desarrollo;
por otro lado, la verdad es que sus contornos, aunque no
definitivos todavía (la teología de la liberación es aún demasiado
joven para ello), están al menos bastante definidos.
Asentemos cuanto antes algunas tesis de fondo con el intento
de determinar, en la medida de lo posible, en qué situación se
encuentra el perfil epistemológico de la teología de la liberación.
Intentaremos así resolver ciertas aporías (aparentes) que se en-
cuentran en dicha teología y que son objeto de polémicas y a veces
de condenaciones. Tendremos además en cuenta las dos Instruc-
ciones romanas: la Libertatis Nuntius (LN) de 1984 y la Libertatis
Conscientia (LC) de 1986, así como el importante Mensaje de Juan
Pablo II al episcopado del Brasil, de 9 de abril de 1986.

Tesis 1: La teología de la liberación es una teología integral, pero


que trata toda la positividad de la fe dentro de una
perspectiva particular: el pobre y su liberación
Hay que decir que, tanto en la teoría como en la práctica, la
teología de la liberación se presenta como una teología global:

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CLODOVIS BOFF EPISTEMOLOGÍA Y MÉTODO

abarca la totalidad de los temas teológicos. Pero no se detiene allí. pone el énfasis en la liberación histórica. Aquí se subraya el
No se contenta con una visión genérica y abstracta de la fe. A carácter globalizante de la teología de la liberación, en la medida
partir de lo general avanza hacia lo particular, es decir, desarrolla en que la liberación integral aparece como el horizonte general de
el sentido histórico-liberador del evangelio. «Declina» toda la toda su reflexión.
teología en términos específicos, o sea, liberadores. Partiendo de la En su evolución, la teología de la liberación empezó profundi-
óptica global de la fe desarrolla una óptica particular (óptica zando en la temática que surgía de la liberación histórica (primera
privilegiada, pero no exclusiva). Más aún, agrega a la temática definición), pero últimamente se dio cuenta de que su tarea
teológica otros temas, los ternas concretos de la opresión/libera- consistía en cubrir todo el mysterium salutis, aunque manteniendo
ción de los pobres, como por ejemplo: la producción económica, la siempre el «punto» propio que le es congénito: la liberación
gestión compartida del poder, la cuestión de la tierra, de la concreta de los oprimidos. Una ilustración de ello es el hecho
democracia, del proyecto histórico, etc. importante de que los teólogos de la liberación de América latina
Pero, aunque sea general, la teología de la liberación no es están elaborando toda una colección de más de 50 volúmenes que
genérica (o abstracta); y aunque sea particular, esto no quiere decir abarcan todo el área de la temática teológica (teología integral),
que sea sectorial (o parcial). Es materialmente global y formalmen- pero conservando la perspectiva de la liberación histórica del
te particular. continente latinoamericano (teología específica). Se trata de la
¿Cuál es, en efecto, el objeto de la teología de la liberación? ¿Es colección «Teología y Liberación» que está siendo publicada en
la fe o es la historia? Es una cosa y otra: es todo el «depósito de la varias lenguas.
fe», en la medida en que desarrolla su significado liberador; y es En este sentido, «teología de la liberación» puede considerarse
también el mismo proceso de opresión/liberación, en la medida en incluso como una designación provisional, pero la tarea teórica
que lo interpreta «a la luz de la fe». que indica es algo que pasa a pertenecer a la vocación de toda
Lo que importa es que se ponga siempre en relación a la fe con teología, como diremos más adelante.
la opresión, y esto de forma dialéctica. Pablo VI hablaba en la
Evangelii nuntiandi de la «interpelación recíproca entre el evange-
lio y la vida concreta (n. 29). Sin embargo, es preciso añadir que en Tesis 2: La óptica primera y fundamental de la teología de la
esa dialéctica el polo dominante sólo puede ser la fe positiva, como liberación, como la de cualquier otra teología, es la fe
afirma de modo sistemático la Instrucción LC y como indicó Juan positiva; su óptica segunda y particular, como una
Pablo II al episcopado del Brasil con estas palabras: «Anteponer la teología entre las demás, es la experiencia del oprimido
segunda (dimensión, o sea, la ético-social) a la primera (la
soteriológica) es trastocar y desnaturalizar la verdadera liberación Esto significa que el horizonte ^mayor de la teología de la
cristiana» (n. 6). liberación será siempre el plano de la salvación, pero su horizonte
La misma Instrucción LC (la positiva), que sigue el camino de segundo es realmente el proceso histórico de liberación de los
arriba hacia abajo, esto es, de la fe a la realidad de la opresión pobres. En otras palabras, en la raíz última de la teología de la
(aun cuando la estructura general del documento haya partido de liberación está, temática u operativamente, la fe objetiva (o
abajo, es decir, del proceso real de la liberación), reconoce que es positiva), esto es, la palabra de Dios o la revelación. Esto es lo que
legítimo «partir de una experiencia particular», pero interpretán- la convierte en «teología». Pero eso no es todo; a continuación,
dola «a la luz de la tradición y de la experiencia de la propia estructural y dialécticamente ligada a la óptica de la fe objetiva,
Iglesia», por tanto, a partir de un punto de vista más radical y viene la óptica del oprimido, o sea, la fe subjetiva. Esto es lo que la
primordial (n. 70). convierte precisamente en teología «de la liberación».
Si esto es así, es posible ofrecer dos definiciones de la teología Este mismo problema puede plantearse en términos de «punto
de la liberación. Primera: Es la teología de la liberación histórica a de partida» de la teología de la liberación. ¿Será la fe o la praxis?
la luz de la liberación integral. Aquí se subraya el carácter ¿Dios o el pobre?
específico de la teología de la liberación, en cuanto distinta de la Aquí es preciso situar correctamente la cuestión. ¿Cuál es ese
«teología clásica». Este carácter específico, interno a la teología, se punto de vista? Si fuera la experiencia pre-teológica la que marca
daría en el nivel mismo de su objeto directo o materia prima: la ¡a génesis de la teología de la liberación en términos de «experien-
liberación histórica. cia espiritual del pobre», entonces hemos de decir que el punto de
Segunda definición: Es la teología de la liberación integral, que partida es efectivamente la fe viva o, en otras palabras, la praxis de

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fe, en cuanto «experiencia sintética». Aquí entran de hecho de los oprimidos. Esto vale incluso para una sociedad en la que se
elementos no sólo de fe positiva (visión, interpretación, etc.), sino hubiera eliminado la miseria; también allí tendría vigencia la
también de praxis (compasión, solidaridad, etc.). De ahí es de teología de la liberación en la medida en que siga preguntando:
donde surge estructuralmente la teología de la liberación. Y es de ¿quiénes son aquí los últimos, las víctimas? En este sentido, la
ahí de donde viene su «modo propio» de teologizar, como teología de la liberación constituye una dimensión intrínseca,
veremos. permanente desde ahora, de toda teología presente y futura.
Si pasamos ahora a la esfera propiamente teológica, podemos Aunque la teología de la liberación no sea una teología
decir que el punto de partida se sitúa de manera distinta. Se trata exclusiva, en cuanto que se define estrictamente como la que
ciertamente tanto de la fe como de la praxis, pero cada una en su elabora la función social de la fe a partir del pobre, no es sin
lugar: la fe como punto de partida formal, o sea, a título de embargo una teología más entre otras. Es una teología que, a
«principio hermenéutico determinante» (LN X, 2), y la praxis partir de su proyecto fundamental, interpela a todo teólogo,
como punto de partida/material, esto es, como materia prima. precisamente porque toca una cuestión que tiene relación con
Aquí no hay contradicción, sino sólo articulación de instancias todas las demás: la cuestión histórica de la emancipación social de
distintas en relación recíproca y debidamente jerarquizadas. Como los oprimidos de hoy. Con sus documentos oficiales sobre la
se ve, sólo la lógica dialéctica permite abordar correctamente estas teología de la liberación, dirigidos a toda la Iglesia, Roma ha
cuestiones, que parecen aporéticas en una primera aproximación. contribuido decisivamente a transformar esta teología en teología
Aunque el vocabulario de la teología de la liberación no universal, es decir, «católica».
siempre esté «a punto» en esta ocasión, su práctica teológica Este hecho no ha pasado desapercibido a los ojos de los
efectiva opera normalmente de forma correcta: «a partir de los teólogos más atentos de la actualidad:
pobres partiendo de Cristo». Pues siempre que se dice «partir de
los pobres» o también «partir de la realidad», se parte efectiva- Raramente se ha dado el caso de una oficialización de determinadas
mente de más lejos, o sea, de la fe. Tan sólo metodológicamente es teologías... Desde hace pocos años [la teología de la liberación] ha sido
como se parte del «ver» o de la «realidad», cuando de hecho la fe hecha suya por la Iglesia universal... Ni siquiera ocurrió eso con el tomismo
está siempre allí, como el alfa y la omega de todo el proceso. Y en un tiempo tan breve 1 .
esto es más evidente todavía en la reflexión teológico-liberadora Hoy en América latina... está sucediendo una cosa muy importante para
hecha por el pueblo, al mismo tiempo oprimido y religioso. toda la Iglesia... El hecho nuevo de este momento es que en América latina
está surgiendo una nueva conciencia cristiana del verdadero cristianismo,
del mundo de la fraternidad y de la justicia. Esto, a mi entender, es un giro
importantísimo, que repercutirá —y ya está repercutiendo— en Europa. La
Tesis 3: La teología de la liberación representa una «nueva etapa» contribución más importante que ha ofrecido la teología de la liberación ha
en la larga evolución de la reflexión teológica y constituye sido... suscitar en la fe cristiana la responsabilidad de un compromiso
hoy una teología históricamente necesaria cristiano por la justicia 2 .

Es lo que afirmó Juan Pablo II en su Mensaje al episcopado Vinculando la teología de la liberación a la opción por los
brasileño de 1986 (n. 5). Así, la teología de la liberación está lejos pobres, dijo por su parte H. Urs von Balthasar:
de ser una teología «de moda», una teología puramente «coyuntu-
ral». Es más bien una teología epocal, como es epocal la cuestión Allí [en América latina] está surgiendo algo absolutamente central para el
de la liberación de los oprimidos. Los problemas que trata son cristianismo: la opción por los pobres. Esto se ha convertido en algo
realmente estructurales e históricos. irrenunciable 3 .
Pero la teología de la liberación es algo más; en la medida en
Sin duda, no es esta o aquella teología de la liberación la que es
que la teología de la liberación descubrió el «continente historia»
por sí misma universal, sino su proyecto esencial. En este sentido,
(siempre a partir del marginado), vino para quedarse. En adelante,
la teología de la liberación, más que un movimiento teológico
toda teología tendrá que confrontar siempre la fe (y su fuerza de
liberación) y la historia (y sus contradicciones). Si no lo hiciera,
caería bajo la sospecha de teología «alienada», expuesta a toda
1. L. Sartori, en // Regno attuaütá (15.5.1986) p. 243.
clase de manipulaciones en la línea de la «religión-opio». Cada vez 2. J. Alfaro, Ibid. (15.7.1984) pp. 323 ss.
se entiende menos una teología que cierre los ojos a la historia real 3. 30 Giorni (junio 1984) p. 78.

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específico, es la teología toda en movimiento. Lo que hoy se teologiza a partir y en favor de los pobres, hay que tratar siempre
conoce como «teología de la liberación» es una provocación para de todas las dimensiones de la fe: personal, social y escatológica.
ello. De ahí la respuesta del famoso teólogo Edward Schillebeeckx El cristianismo no es sólo transformación social, sino también
a la pregunta: «¿Qué teólogos de valor ve a su alrededor?: conversión individual y resurrección de los muertos. Por eso, las
cuestiones metafísicas o trascendentes no pueden quedar reprimi-
Los maestros de los teólogos de occidente, europeos o americanos, son das en favor (o so pretexto) de las cuestiones físicas o inmanentes,
ahora los teólogos de la liberación. Aprendemos mucho de ellos. Nosotros incluso porque los pobres no son solamente pobres, sino hombres
somos demasiado académicos y los teólogos de la liberación nos obligan a y mujeres llamados a la comunión eterna con Dios.
pensar partiendo de la vida de la comunidad cristiana 4 . No obstante, esta reflexión teológica ha de permanecer abierta
a una posible ampliación temática y práctica en términos de
Por eso mismo, todo teólogo tiene que hacer de su teología una liberación histórica. Tiene que permanecer muy atenta a la
«teología de la liberación». Pero en teología no sólo hay que cuestión de la justicia social, pues de lo contrario podría ser
ocuparse de la liberación histórica. Hay que desarrollar también manipulada como arma en favor de la alienación y de la injusticia.
(incluso en favor de los oprimidos, que son y siguen siendo Es preciso recordar, además, que, si la gran cuestión de nuestra
personas humanas) la dimensión personal (pre-política) y escatoló- época es la liberación histórica de los oprimios, ésta debe ser
gica (post-política) de la vida de fe. Aún así, puede decirse que en también la óptica dominante o privilegiada en la reflexión teológi-
el proceso global (no necesariamente individual) de la producción ca global de nuestros días. Hablamos aquí en términos epocales o
teológica, la cuestión del oprimido tendrá que constituir hoy la kariológicos, y no en términos abstractos y a-históricos.
óptica dominante (es decir, no la óptica exclusiva, pero tampoco
una más entre las otras).
Juan Pablo II dijo que la teología de la liberación era «necesa- Tesis 4: La teología de la liberación articula globalmente la
ria» para la Iglesia. Y esto en varias ocasiones 5 . En este mismo «liberación ético-política», que tiene la primacía de la
sentido van las dos Instrucciones romanas: urgencia (y también por eso la primacía metodológica y,
a veces, pastoral), con la «liberación soteriológica», que
No es posible olvidar por un solo instante las situaciones de dramática mantiene sin discusiones la primacía de valor
miseria de donde brota la interpelación lanzada a los teólogos (LN 1). Una
teología de la libertad y de la liberación... constituye una exigencia de
nuestro tiempo (LC 98). Evidentemente, la primacía de valor (o axiológica) le corresponde
a la evangelización y a la dimensión «soteriológica» de la libera-
Se trata, por tanto, de una teología imperativa y no sólo ción. Sin embargo, el primado de la urgencia histórica no siempre
facultativa, que se deje al gusto de cada cual. No se puede invocar coincide con la primacía de valor. Para un pueblo hambriento lo
aquí el «pluralismo teológico». Si hay pluralismo, será en el primum será el pan, como hizo Jesús al ver a la muchedumbre
interior de la misma teología de la liberación: teología de la hambrienta (Me 6, 30-44). Pablo dice igualmente: «No es lo
liberación latinoamericana, euro-teología de la liberación, teología espiritual lo que va primero, sino lo animal; lo espiritual viene
de la liberación en el bloque socialista, africana, asiática, de los después» (1 Cor 15, 46).
negros, de las mujeres, de los indios, etcétera. Como muestra la práctica del trabajo popular, esos dos niveles
A partir de ahí, ¿se puede concebir hoy una teología que se u órdenes pueden combinarse muy bien, sin problemas especiales.
ocupe de las grandes verdades de la fe, sin desdoblar temáticamen- La confusión proviene del hecho de que frecuentemente se confun-
te su contenido social y político? de lo «primero» en el orden de la jerarquía de valores con lo
Hablando en abstracto, es posible. Y la razón es que la «primero» en el orden del tiempo; o también, se deja de distinguir
grandeza de la fe no se agota en la dimensión social y política. La lo «primero» en el orden de la intención de lo «primero» en
fe tiene y conserva un significado altamente humano independien- términos de ejecución.
temente de su repercusión política directa. Incluso cuando se De hecho, la «liberación» en teología de la liberación designa
en primer lugar la liberación social. Es ésta «la cuestión» de
4. // Regno attualitá (15.10.1984) p. 447.
nuestro tiempo. Y de allí fue de donde surgió la teología de la
5. Cf. Exhortación a los representantes de la CNBB el 13 de marzo de 1986, n. 6; Al liberación. Ese fue el motivo de que naciera en el Tercer Mundo.
episcopado brasileño, 9 de abril de 1986, n. 5. A primera vista, o sea, de entrada, «liberación» es liberación de

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CLODOVIS BOFF EPISTEMOLOGÍA Y MÉTODO

la miseria real. Sin embargo, esta idea está abierta hacia arriba, connotación, más que de denotación. De hecho, «liberación» es
hacia la fe, hacia la comunión con Dios, o sea, hacia la liberación una idea que atrae y no un concepto que designa.
«soteriológica». Pero el punto de arranque histórico y metodológi- Así pues, las razones son más bien prácticas que teóricas.
co fue y sigue siendo éste: el proceso de opresión/liberación de los «Liberación» tiene la virtud de ser una idea que «habla» al hombre
excluidos de la historia. moderno, incluso y particularmente al pobre. En realidad, «libera-
En cuanto al magisterio de la Iglesia, ha asumido la temática ción» es el nombre del «espíritu del tiempo» que nos toca vivir,
de la teología de la liberación. Pero lo ha asumido de un modo como afirmaban las dos instrucciones romanas (LN I, 1; LC 1, 5,
propio. Primero, transformó la noción de «liberación» en la gran 17 y 61). Es una idea abierta a múltiples dimensiones.
noción que abarca todo el misterio de la salvación. Segundo, parte «Liberación» es una palabra de riquísimas resonancias bíblicas
de la dimensión «soteriológica» de la liberación (liberación del (LN III, 4), lo cual le da un título de plena ciudadanía en la Iglesia
pecado y de la muerte) en dirección hacia la dimensión social y en la teología. Además, es una palabra «concreta», mientras que
(liberación de las opresiones históricas). Por su parte, la teología «historia», «política», «sociedad» son palabras abstractas y poco
de la liberación concreta partía de este último plano en dirección movilizadoras. Así pues, el nombre de «teología de la liberación»
hacia el primero. Se jugaba de entrada in medias res, esto es, en la es más recomendable como «signo distintivo» y como «lema» que
realidad cruda y desnuda de la opresión. como designación definida de un tema determinado.
De este modo, Roma da la liberación «ético-social» por
descontada, mientras que la teología de la liberación latinoameri-
cana lo hace en relación con la liberación «soteriológica». La Tesis 5: Frente a las otras teologías, presentes y pasadas, la
«gravedad semántica» de «liberación» es distinta en cada uno de teología de la liberación no tiene una relación de oposi-
estos dos discursos. Pero no son contrarios. En efecto, las dos ción ni de sustitución, sino de complementariedad críti-
ópticas no se oponen mutuamente, sino que se completan: la una ca. De todos modos, su novedad radical frente a ellas es
se abre a la otra. el encuentro con el pobre como sujeto histórico
Pues bien, entrar por la puerta de la liberación material e
histórica o por la muerte de la liberación espiritual y eterna, es una En primer lugar, la teología de la liberación no se sitúa como
cuestión de conveniencia puramente metodológica y pastoral, y no contraria a las grandes teologías del pasado, como la patrística o
de verdad teológica. Por ejemplo, en Europa la fe no está ni mu- la escolástica. Al contrario, se la puede considerar como su
cho menos garantizada, mientras que en América latina es el pan sucesora o heredera. Hemos visto que el papa, en su Mensaje al
lo que no lo está; de ahí los énfasis distintos, sin ser contra- episcopado brasileño, dice claramente que la teología de la
dictorios. liberación «tiene que constituir una nueva etapa —en estrecha
¿Cuál ha sido la influencia de la teología latinoamericana en la conexión con las anteriores— de la reflexión teológica» hecha a lo
toma de posición de Roma y, por medio de ella, sobre la Iglesia largo de la historia (n. 5). Más adelante insiste en este punto
universal? diciendo que «aquella correcta y necesaria teología de la libera-
El principal mérito histórico de la teología latinoamericana ha ción» tiene que «desarrollarse... de modo homogéneo y no hetero-
sido el de haber introducido dentro de la Iglesia el grito de las géneo respecto a la teología de todos los tiempos» 6.
masas pobres, y esto a partir de la óptica propia de las mismas y La relación de la teología de la liberación con las grandes
en una perspectiva, no ya iusnaturalista (la de los meros derechos teologías del pasado es, por tanto, de complementariedad crítica.
humanos), sino bíblico-teológica. La teología de la liberación recoge en el nivel de la liberación de
De hecho, lo que está realmente en cuestión en el debate sobre los pobres las grandes intuiciones de la teología del pasado; así
la teología de la liberación no es Dios, Cristo o la Iglesia, sino actualiza esas teologías aplicándolas a la problemática de los
concretamente los oprimidos. Y es a partir de ellos como se sitúa oprimidos. La relación de la teología de la liberación actual con
de nuevo a Dios, a Cristo y a la Iglesia, incluso en los documentos esas teologías es la relación que tienen los frutos con la semilla: se
romanos. trata de un desarrollo armónico, como el que se da en la historia
Si esto es así, ¿por qué se habla de «teología de la liberación», y de los dogmas.
no, más en concreto, de «teología de lo político», de «teología
crítico-social» o incluso de «teología de la praxis histórica»?
Es por razones de evocación más que de indicación; de 6. Al episcopado brasileño, n. 5 in fine, el subrayado es del papa.

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Desde el punto de vista de la perspectiva de la fe (pertinencia) y «praxis» o hasta «liberación». La teología de la liberación concreta
de los contenidos doctrinales, la teología de la liberación sólo supone una relación práctica con la práctica y no una relación
puede ser homogénea con las grandes teologías antiguas. Pero aquí meramente teórica (temática). Implica un contacto vivo con la
existe una heterogeneidad innegable en el nivel de los temas, del lucha de los pobres. El «teólogo de la liberación», tal como hoy
lenguaje, en el planteamiento de los problemas (problemática) y existe, es una persona metida concretamente en la causa de los
también en cuanto a la metodología concreta (mediaciones oprimidos. Por eso se dice que la teología de la liberación nació y
culturales, etc.). sigue naciendo de la com-pasión con los que sufren y del com-
Habría que preguntar, por ejemplo, si las teologías de san promiso con su marcha liberadora.
Agustín, de santo Tomás de Aquino o de Karl Rahner no podrían 2. A partir de la praxis concreta al lado de los oprimidos, la
ser consideradas como formas de teología de la liberación ya que teología de la liberación aparece como un «nuevo modo de hacer
—según los documentos romanos— tratarían particularmente de teología». Más que ser un método específico, es un nuevo espíritu
la «liberación soteriológica». teológico, es un nuevo estilo de teologizar. Este estilo se expresa en
Pero no conviene hablar en este caso de «teologías de la un lenguaje concreto y no abstracto, lleno de pathos y no frío y
liberación soteriológica», pues se ampliaría demasiado y de forma seco, profético y no doctrinario.
abusiva la acepción del término «liberación», privando a la 3. La teología de la liberación realmente existente es una
teología de la liberación de todo sus intereses y de su carácter teología dirigida a la praxis y a la praxis de transformación social.
específico. En este sentido es crítica y utópica al mismo tiempo.
Existe ciertamente el peligro real de caer en generalidades, pero Por eso mismo, la actual teología de la liberación sufre la
no es en ese sentido por donde va la semántica teológico-liberado- oposición de todos los que desean mantener el statu quo. Se la
ra dominante, tal como se da en el Tercer Mundo. critica más por razones políticas que propiamente teológicas
Es preciso además procurar que la liberación como concepto- (aunque éstas también existan y sean legítimas).
base de la teología no lleve a eliminar la cuestión ineludible y
dramática de la liberación material de los pobres. Usar el mismo ¿Pero presupone siempre la teología de la liberación una
término para hablar tanto de la liberación de la miseria como de la teología de base o previa, tal como se expresa por ejemplo en la
liberación del pecado parece ayudar a articular los diferentes «teología clásica»?
niveles de una única «liberación integral». Sin embargo, este No necesariamente. Lo que presupone una teología de la
lenguaje tiende a absorber la liberación material en la liberación liberación concreta, sobre todo con fines pastorales, es la fe.
espiritual (contra la prescripción del papa a los obispos brasileños, Realmente se trata siempre en ella de sacar las consecuencias
n. 6 b), así como a eliminar las discontinuidades que existen entre sociales de tal o cual verdad salvífica o de reflexionar sobre tal o
la una y la otra (no se pasa directamente del pan a la fe, ni cual problema concreto (el hambre, la organización popular, etc.)
viceversa). a la luz de la fe. Es imposible hacer una teología de la liberación
En este sentido, la misma noción de «liberación integral», de sin partir de la positividad de la fe o de su «depósito», esté o no
uso corriente en la teología de la liberación latinoamericana, ha teologizado.
dado origen a esas soluciones de facilidad, que aunque poseen Por otra parte, una teología de la liberación que no confiera a
innegables ventajas prácticas, demuestran tener un reducido alcan- su base de fe una calidad teológica más consistente corre el peligro
ce teórico. de «perder gas» y de apagarse. Por eso mismo, en el nivel de la
Pero, ¿dónde se situaría la novedad de la actual teología de la elaboración orgánica y sistemática de la teología de la liberación,
liberación respecto a las teologías existentes que reflexionan sobre sí que importa profundizar teológicamente en los propios funda-
la dimensión social y política de la fe, como la «teología polí- mentos de la fe. Más que hablar de «teología 1» (que discutiría el
tica», la «teología de la esperanza», etc.? ¿No serán todas ellas «sentido-en-sí» de los misterios de la fe, como por ejemplo la
indistintamente «teologías de la liberación», lleven o no ese resurrección o la divinidad de Jesús) y de «teología 2» (que
nombre? desarrollaría las incidencias concretas del misterio en cuestión en
Hemos de responder lo siguiente: el campo social e histórico), sería mejor hablar de «momento 1» y
1. La teología de la liberación actual, como se hace por «momento 2» del mismo y único proceso teológico. Hay que
ejemplo en América latina, se construye a partir del oprimido y no advertir que el orden de los momentos en este caso se refiere a la
de temas abstractos o ideas generales, como «justicia», «política», estructura del acto teológico y no al proceso (temporal) de su

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CLODOVIS BOFF EPISTEMOLOGÍA Y MÉTODO

método (que generalmente comienza con el «ver»). Entre los dos se Es éste un intento de definir mejor el perfil epistemológico de
da un movimiento dialéctico inequívoco. la teología de la liberación. Si no todo está todavía suficientemente
La verdad es que la teología de la liberación tiende a elaborar claro es porque, en el fondo, esta teología, todavía tan nueva, va
todo el «depósito de la fe» a partir de su sensibilidad específica, la creciendo con el pueblo en su camino de liberación.
que le viene de la «experiencia de Dios en el pobre». Así es como
se va haciendo una teología integral. Busca de hecho tematizar
incluso el «momento 1» del proceso teológico global, el momento II. LAS TRES FORMAS DE LA TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN:
que se refiere al aspecto fundamental y trascendente de la fe: las PROFESIONAL, PASTORAL Y POPULAR
verdades sobre Cristo, el Espíritu, la gracia, etc.
En este sentido, el método de la teología de la liberación Cuando se habla de teología de la liberación se piensa en seguida
incorpora el método de la «teología clásica», pero no sin «refun- en sus teólogos más famosos como Gustavo Gutiérrez, Jon
dirlo» profundamente a partir de su óptica teológica específica: la Sobrino, Pablo Richard, etc. Sin embargo, la teología de la
del oprimido. Por ejemplo, una «cristología a partir de América liberación es un fenómeno eclesial y cultural harto rico y complejo
latina» utiliza todos los instrumentos metodológicos de cualquier para limitarla sólo a los teólogos de profesión. Se trata realmente
cristología clásica (exégesis crítica, hermenéutica de los dogmas, de un tipo de pensamiento que recorre en buena parte todo el
reflexión sistemática, etc.), pero según su propio «estilo». cuerpo eclesial, especialmente en el Tercer Mundo.
A estas alturas es preciso decir con claridad que la novedad de De hecho, existe en las bases de la Iglesia, en las llamadas
la teología de la liberación es verdaderametne «radical»: se comunidades de base y en los círculos bíblicos, toda una reflexión
encuentra en la raíz misma del acto teológico. Esta raíz tiene algo de fe, a la que podríamos calificar de teología de la liberación
de pre-teológico: es el encuentro con el pobre, con el choque, la difusa y generalizada. Es un tipo de pensamiento homogéneo con
rebeldía y el compromiso que supone este encuentro. La originali- la teología de la liberación más elaborada, puesto que también ella
dad radical de la teología de la liberación no está en sus temas (la pone en confrontación la fe cristiana y la situación de opresión.
opresión, la lucha, etc.), ni en su método (el uso de las ciencias Como veremos, en eso consiste precisamente la teología de la
sociales o del marxismo), ni en su lenguaje (profético y utópico), ni liberación.
en sus destinatarios (los pobres y sus aliados), ni tampoco en su Además, entre ese nivel más elemental y el nivel más elevado
finalidad (la transformación social). Está más bien en la inserción de la teología de la liberación encontramos un nivel intermedio. Es
viva del teólogo junto a los pobres, entendidos como realidad el campo en el que se sitúa la reflexión de los pastores: obispos,
colectiva, conflictiva y activa (pobres-sujeto). sacerdotes, religiosas y otros agentes de pastoral. Ese nivel es como
Esto es lo que resulta decisivo en la teología de la liberación y un puente tendido entre la teología de la liberación más elaborada
lo que determina todo lo demás: la temática, la metodología, la y la reflexión liberadora de las bases cristianas.
relación con el marxismo, la lectura bíblica, etc. Todo esto se hace Cada uno de esos niveles refleja la misma cosa: la fe confronta-
a partir del pobre. Es lo que distingue a la actual teología de la da con la opresión. Sin embargo, cada una refleja esa fe a su
liberación de cualquier otra teología. Como se ve, es algo que se modo, como explicitaremos más adelante.
da en el teólogo antes que en la teología. Es este su «acto 1» lo que Es importante observar aquí que, desde las bases hasta el plano
marca la anterioridad de la praxis de la fe sobre su teoría teológica más elevado, pasando por el plano intermedio, existe un mismo
(«acto 2»). flujo continuo de pensamiento, un mismo proceso teológico
No cabe duda de que el encuentro con el pobre es la condición global.
epistemológica indispensable para hacer teología de la liberación.
Pero es una condición naturalmente insuficiente. No le basta al
teólogo comprometerse, sino que además tiene que producir 1. Una reflexión única
efectivamente la teología que se desea, y ello a través de la
aplicación teórica al tema que se estudia. La experiencia teologal Efectivamente, la teología de la liberación se puede comparar con
condiciona, pero no sustituye, a la inteligencia teológica. Porque un árbol. El que en ella ve solamente teólogos profesionales sólo
si, por un lado, la teología se encuentra en una dependencia ve el ramaje del árbol. No ve aún el tronco, que es reflexión de los
(externa) de la vida de fe, por otro lado posee su propia autonomía pastores y los restantes agentes; y menos todavía ve todas las
(interna) en lo que se refiere a las reglas de su producción. raíces que están bajo tierra y que sustentan el árbol entero: el

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tronco y las ramas. Pues bien, así es la reflexión vital y concreta,


Teología de la Teología de la Teología de la
todavía subterránea y anónima, de decenas de miles de comunida-
liberación liberación liberación
des cristianas, que viven su fe y piensan en clave liberadora.
Por donde se ve que detenerse en los llamados «teólogos de la profesional pastoral popular
liberación» no es más que rozar la copa del árbol de la teología de
la liberación. Esta continúa viva en el tronco, y más aún en las Descripción Más elaborada y Más orgánica con Más difusa y
raíces profundas escondidas bajo tierra. rigurosa relación a la praxis capilar, casi
Se ve, pues, que esa corriente teológica está íntimamente ligada espontánea
a la propia existencia del pueblo: a su fe y a su lucha. Forma parte
de su concepción de vida cristiana. Y, por otro lado, permanece Lógica De tipo científico: Lógica de la Lógica de la vida:
orgánicamente ligada a la praxis pastoral de los agentes, como a la metódica, acción: concreta, oral, gestual,
teoría de su acción. Ahora bien, cuando una teología ha llegado a sistemática y profética, sacramental
ese nivel de enraizamiento vital y de encarnación; cuando ha
dinámica propulsora
penetrado en la espiritualidad, en la liturgia y en la ética; cuando
se ha transformado en práctica social, se ha hecho prácticamente
indestructible. Método Mediación Ver, Confrontación,
Presentamos aquí un esquema que visualiza los tres planos de socio-analítica, juzgar evangelio
elaboración de la teología de la liberación mencionados y el modo mediación y obrar y vida
como se relacionan entre sí (ver página siguiente). hermenéutica y
Este cuadro presenta a la teología de la liberación como un mediación práctica
fenómeno amplio y diferenciado. Es toda forma de pensar la fe
ante la opresión. Es evidente que cuando se habla de teología de la Lugar Institutos Institutos Círculos bíblicos,
liberación se entiende casi siempre esa expresión en su sentido teológicos, pastorales, centros comunidades
estricto o técnico, y sobre todo en ese sentido lo utilizamos. Pero seminarios de formación eclesiales de base,
es imposible no tener en cuenta toda esa base concreta, densa y
etc.
fecunda de que se nutre la teología de la liberación profesional.
¿Qué es lo que unifica esos tres planos de reflexión teológico-
liberadora? Una misma inspiración de fondo: una fe transforma- Momentos Congresos Asambleas Cursos de
dora de la historia o, en otras palabras, la historia concreta privilegiados teológicos eclesiales entrenamiento
pensada a partir del fermento de la fe. Quiere esto decir que la
sustancia de la teología de la liberación de Gustavo Gutiérrez es la Productores Teólogos de Pastores y agentes Participantes de las
misma que la de un labrador cristiano del nordeste brasileño. El profesión pastorales: comunidades
contenido fundamental es el mismo. La misma savia que corre por (profesores) seglares, religiosas, eclesiales de base
las ramas del árbol es también la que pasa por el tronco y la que etc. con sus
asciende de las raíces secretas de la tierra. coordinadores
La distinción entre esos varios tipos de teología está en la
lógica, y más concretamente en el lenguaje. En efecto, la teología
Producción Conferencias, Discusiones, Comentarios,
puede estar articulada en mayor o menor grado. Es evidente que la
oral aulas, asesoría evangelio celebraciones,
teología popular se hace en los términos del lenguaje corriente, con
dramatizaciones
su espontaneidad y su colorido, mientras que la teología profesio-
nal adopta un lenguaje más convencional, con su rigor y su
severidad peculiares. Producción Libros, artículos Documentos Itinerarios, mapas
Así, se puede entender fácilmente qué es la teología de la escrita pastorales,
liberación examinando su proceso a partir de abajo, es decir, mimeografiados
analizando lo que hacen las comunidades de base cuando leen el varios
evangelio y lo confrontan con sus vidas de opresión, ansiosas de

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liberación. Pues bien, la teología de la liberación profesional no humana y «desea entender» como decían los teólogos clásicos. Y
hace otra cosa, pero se expresa de un modo más sofisticado. Por su todo el que cree desea entender algo de su fe. Y cuando se piensa
parte, la teología pastoral, del plano intermedio, adopta una lógica en la fe, ya se hace teología. Así pues, todo cristiano es en cierto
y un lenguaje que saca sus recursos tanto de la base (concretez, modo teólogo, y lo será tanto más cuanto más piense en su fe. El
comunicación, etc.) como de la cima (sentido crítico y orgánico, sujeto de la fe es el sujeto de la teología: la fe pensante y pensada,
etc.). colectivamente cultivada en el contexto de la Iglesia. Una comuni-
dad eclesial de base que intenta sacar lecciones para hoy de una
página del evangelio está haciendo teología. Mejor dicho, la teo-
2. Una teología integrada e integradora logía popular es un pensamiento de fe hecho en grupo: cada uno
da su opinión, completando o corrigiendo las demás hasta asimilar
Importa mostrar que esos tres tipos de reflexión teológica no están con mayor claridad la cuestión. ¿O es que el pueblo no tiene
aislados o yuxtapuestos. La mayoría de las veces progresan de un derecho a pensar? ¿Es que sería sólo «Iglesia discente», es decir, la
modo integrado. La integración se da en cualquier nivel: en el nivel Iglesia que es educada y de ningún modo Iglesia educanda y
de la teología de la liberación popular cuando, por ejemplo, se ve a educadora?
un pastor (sacerdote u obispo) y a un teólogo sentados en medio
del pueblo en un centro comunitario, reflexionando con ellos
sobre su lucha y su caminar. La integración puede darse también 3. Una teología oral, simbólica y pastoral
en el nivel de la teología de la liberación científica cuando, por
ejemplo, agentes de pastoral y laicos de base participan en cursos La teología popular es sobre todo una teología oral. Es una
sistemáticos de teología. Por lo demás, cada vez vemos más laicos teología hablada. Lo escrito obra ahí como función de diálogo de
participando en los cursos de teología o asistiendo a conferencias la fe (guía) o como residuo, es decir, como resumen de lo que se ha
de profundización de la fe. Pero la integración más clara tiene discutido y que se quiere guardar. Pero la teología de la liberación
lugar justamente en el plano intermedio, o sea, el de la teología de popular es más que oral: es una teología «sacramental»; se realiza
la liberación pastoral, especialmente con ocasión de las asambleas por medio de gestos y de símbolos. Por ejemplo, «el pueblo de
eclesiales. Se ven allí agentes pastorales (obispos, sacerdotes, base» está acostumbrado a representar al capitalismo bajo la
religiosas y personas liberadas) planteando sus problemas; cristia- forma de un árbol con sus frutos podridos y sus raíces venenosas.
nos de base contando sus experiencias, y teólogos contribuyendo Hace dramatizaciones de escenas evangélicas en una forma actua-
con sus iluminaciones, profundizando los datos suscitados y lizada. Por ejemplo, un grupo de evangelio representó la situación
sacando conclusiones. Es de notar que en tales acontecimientos, lo de las prostitutas hoy mostrando una pancarta en la que se leía:
mismo que en las asambleas diocesanas o episcopales, participan «Ultimas en la sociedad - primeras en el reino». O aquel otro
también otros analistas sociales que se encuentran camino de la grupo que, en un curso sobre el Apocalipsis, preparó la oración de
liberación: sociólogos, economistas, pedagogos, técnicos, los cua- la mañana dibujando en el encerado un dragón de siete cabezas
les ponen su competencia profesional al sevicio del pobre. frente a un corderito herido y de pie. Invitó entonces a poner
Por ahí se ve que la teología de la liberación, al menos en el nombres en las siete cabezas. Se levantaron hombres y mujeres y
espacio de modelo que brota de la Iglesia, que es el de la escribieron como pudieron: multinacionales, ley de seguridad
liberación, integra cada vez más las figuras del pastor, del teólogo nacional, deuda externa, dictadura militar, incluyendo nombres de
y del laico, articulados en torno al eje: misión liberadora. Estamos ministros considerados antipopulares. Y debajo del cordero, al-
aquí lejos de la vieja fragmentación, en gran parte todavía vigente guien escribió: «Jesucristo liberador». Una señora se levantó y
en la Iglesia, entre una teología canónica y oficial, hecha en las añadió: «El pobre de los pobres».
curias episcopales, una teología crítica y de contestación, realiza- Ahí rige todo un pensamiento religioso, se hace presente toda
das en los centros de estudio e investigación, y una teología una teología. Es claro que ella no se autodenomina así. Ni lo
salvaje, elaborada en los márgenes de la Iglesia. necesita. Se trata de hecho de una teología anónima y colectiva,
El esquema arriba expuesto muestra también que todo el pero con su vigor y verdad. Pero es teología de hecho y del hecho,
pueblo de Dios reflexiona sobre su fe; todo él, de alguna manera, lo mismo que la medicina casera es verdadera medicina.
hace teología, y no solamente los profesionales. Mejor dicho, no ¿Es teología crítica? Ciertamente es crítica, porque es lúcida y
existe fe sin un mínimo de teología. ¿Por qué? Porque la fe es profética; crítica, no en el sentido académico, sino en el verdadero,

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puesto que se da cuenta de las causas y propone los medios para que deben liberar al pueblo de sus injusticias, las cuales, lo sé, son
llegar a ellas. Muchas veces, es preciso reconocerlo, supera con graves. Que ellos asuman ese su papel de libertadores del pueblo
mucho la pretendida crítica de los doctores, que saben dar pelos y con los caminos y los métodos seguros».
señales de la causa del monstruo, pero jamás le han mirado a la Ahora bien, un obispo liberador sólo puede hacer una teología
cara. liberadora. Su trabajo no se resume en producir teología en los
Existe ciertamente una teología pastoral: es la que proyecta la centros de reflexión, estudio e investigación, que son normalmente
luz de la palabra salvadora sobre la realidad de las injusticias en las facultades e institutos de teología en los que la Iglesia forma a
orden a la animación eclesial en la lucha de liberación. Es una sus sacerdotes y laicos cualificados. Debemos reconocer que tales
teología de una especie particular. Se sitúa en la misma línea y en lugares constituyen el lugar principal de elaboración de la teología
la misma inspiración fundamental que la teología de la liberación de la liberación. El teólogo de la liberación no es un intelectual de
tal como es conocida. Ambas tienen la misma raíz: la fe evangéli- escritorio. Es antes un «intelectual orgánico», un «teólogo militan-
ca, y persiguen el mismo objetivo: la práctica liberadora del amor. te», que se sitúa dentro del caminar del pueblo de Dios y se
Estos dos tipos de teología se enriquecen mutuamente: los articula con los responsables de la pastoral. Conserva un pie en el
teólogos aceptan y profundizan los conceptos pastorales, y los centro de reflexión y otro en la vida de la comunidad. Por lo
pastores incorporan los puntos de vista y las conclusiones más demás, aquí asienta su pie derecho.
fecundas de los teólogos profesionales.
Los pastores saben cuánto deben al asesoramiento de los
teólogos. Con ocasión de la Instrucción del cardenal J. Ratzinger 4. Actuación concreta del teólogo
sobre la teología de la liberación, los obispos de Brasil, en su
asamblea general de abril de 1985, declararon que, a pesar de las ¿Por dónde anda el teólogo de la liberación? Se le puede encontrar
eventuales «ambigüedades y confusiones», la conocida teología de en las bases. Está ligado a una comunidad concreta, inserto
la liberación «favorece la evangelización» por el hecho de «esclare- vitalmente en ella. Ejerciendo el servicio de la iluminación teológi-
cer el nexo entre los movimientos que buscan la liberación del ca, pertenece al caminar de la comunidad. Se le puede sorprender
hombre y la realidad del reino de Dios» (n. 5). durante un fin de semana en alguna chabola, en un grupo de la
Los obispos, igual que los sacerdotes y otros agentes de periferia o en una parroquia rural. Allí está, caminando con el
pastoral, no se contentan simplemente con apropiarse la teología pueblo, hablando, aprendiendo, oyendo, interrogando y siendo
de la liberación de los teólogos profesionales. Ellos mismos hacen interrogado. No existe el teólogo puro, solo teólogo que solamente
su teología de la liberación en conformidad con su misión. Lo que sabe teología.
ellos pueden hacer es enriquecer su reflexión propia con los Como hemos visto, el teólogo de la liberación debe poseer en
desarrollos específicos de la teología de la liberación más elabora- alto grado el arte de la articulación: articular el discurso de la
da y de tipo científico. sociedad, el del mundo de las significaciones populares, con el
Por lo demás, la Iglesia institucional nunca consideró (ni discurso de la fe y de la gran tradición. En el ambiente de la
podría hacerlo) a ninguna teología científica como vinculante para liberación querer saber solamente teología es condenarse a no
la fe. Le basta el mensaje básico de las Escrituras y la gran saber ni la propia teología. Por eso el teólogo de la liberación
tradición. Con todo, para ejercer su misión en cada época posee su momento de pastor, de analista, de intérprete, de
histórica, los pastores han recurrido siempre (y no podría ser de articulador, de hermano de fe y compañero de camino. Debe ser
otro modo) a las corrientes teológicas que les prestaban mejor siempre un hombre del Espíritu para animar y traducir, en
ayuda. Pues bien, eso es lo que está sucediendo entre los pastores reflexión de fe, de esperanza y de amor comprometido, las
de la liberación y los teólogos de la liberación. exigencias del evangelio confrontado con los signos de los tiempos,
Por eso mismo se puede observar una armonía espiritual muy que aparecen en los medios populares.
grande entre la teología de la liberación profesional y la teología También se podrá encontrar al teólogo en los encuentros con
de la liberación pastoral en la Iglesia del Tercer Mundo. Ello está el pueblo de Dios: será un retiro espiritual, un encuentro de
particularmente claro en relación con los obispos que desean ser diócesis para una revisión o programación; será un curso bíblico;
liberadores. En ese sentido, Juan Pablo II dirigió a los obispos será un encuentro sobre pastora! de la tierra o de la mujer
brasileños reunidos en la asamblea del día 1 de mayo de 1984, la marginada, o será un debate sobre los desafíos de la cultura negra
siguiente retadora exhortación: «Los obispos de Brasil recuerden o indígena. Allí está él sobre todo como asesor. Oye los proble-

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mas, escucha la teología hecha en y por la comunidad, es decir, esa III. MÉTODO DE LA TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN
primera reflexión de base que es la teología del pueblo hecha a
partir de su vida. Invitado por la asamblea, intenta entonces l o que vamos a exponer a continuación se refiere a la teología de
reflexionar, profundizar, criticar, replantear la problemática susci- la liberación en cuanto teología particular, esto es, la que trata de
tada, confrontándola siempre con la palabra de la revelación, con la liberación histórica de los oprimidos. Pero si concebimos la
el magisterio y con la gran tradición. Podríamos decir que teología de la liberación como teología global y unitaria, entonces
entonces hace teología con el pueblo. hemos de decir que aquí expondremos solamente lo que constituye
Finalmente, encontramos al teólogo en su mesa de trabajo: la marca distintiva de la teología de la liberación, es decir, el
leyendo, investigando, preparando conferencias, clases y cursos, •momento 2» de su proceso teórico integral. Así pues, dejaremos
escribiendo artículos y libros. Es éste el momento teórico o • le lado el método del «momento 1», que corresponde a la
científico. Ahí, en ese laboratorio, es donde la experiencia de la teología clásica» y que se estructura, como es sabido, en sus dos
base y la praxis de los agentes de pastoral son reconsideradas niveles: el auditus fidei («teología positiva») y la cogitatio fidei
críticamente, reflexionadas en profundidad a la luz de la fe y (••teología especulativa»). Añadimos que el resultado de esta
elaboradas en forma de conceptos, es decir, dentro del rigor operación puede ser asumido a continuación por la teología de la
científico. De ahí sale el teólogo no solamente para la animación liberación en su «momento 2», a título de principios iluminativos
pastoral, para asesorar a los agentes de pastoral o para algún («a la luz de»).
debate, sino también para las clases, conferencias, congresos, a Repetimos: no siempre la operación del «momento 1» es
veces viajando por el extranjero, hablando en los centros metropo- realizada por la teología de la liberación. Esta presupone, cierta-
litanos del poder y de la producción. Y ésa es una teología a partir mente, la fe positiva, pero no necesariamente en su forma
del pueblo, y en nombre del pueblo. teologizada. Y cuando lo hace (es el «momento 1»), la teología de
Dada la inmensa agenda de actividades y las exigencias la liberación actúa, si no con un método, al menos con un modo
prácticas y teóricas que esta forma de teología implica, no raras propio, integrando críticamente las teologías ya hechas, superán-
veces encontramos teólogos de la liberación cansados y hasta dolas creativamente a través de la exploración de nuevas dimensio-
extenuados. Las cuestiones rebasan la capacidad de reflexión y nes y abriéndolas a su sentido liberador. Es lo que podría llamarse
elaboración del teólogo tomado individualmente. Por eso esa una obra de «refundición epistemológica», efecto dialéctico de re-
teología es fundamentalmente una tarea que ha de ser llevada a torno de la problemática del «momento 2» sobre el «momento 1».
cabo colectivamente en articulación orgánica con toda la Iglesia y Dejemos, pues, este último para limitarnos aquí a lo que es
con las varias formas de elaboración que antes hemos descrito. más nuevo "y más típico de la teología de la liberación —el
Al final de todo, al teólogo de la liberación no le cuadran otras momento 2»—, marcado por la problemática histórica y por las
palabras que las del Señor: «Somos siervos inútiles; hemos hecho incidencias de la fe en ella.
lo que debíamos hacer» (Le 17,10). Y no hay que extrañarse de que
el teólogo, unido para la vida y para la muerte con sus hermanos
oprimidos, participe activamente en su destino de persecución y de I. El momento previo
martirio.
De ello será siempre símbolo luminoso el P. Ignacio Ellacuría, Antes de hacer teología es preciso hacer liberación. El primer paso
teólogo de El Salvador, asesinado salvajemente, con otros cinco para la teología es preteológico. Se trata de vivir el compromiso de
compañeros y dos colaboradoras en la capital del país, en la fe; en nuestro caso particular, de participar de algún modo en el
noviembre de 1989. Aparte de otras atrocidades, este asesinato proceso liberador, de estar comprometido con los oprimidos.
estuvo marcado por este detalle de un simbolismo atroz: al Sin esa condición previa concreta, la teología de la liberación
teólogo-mártir le abrieron el cráneo y le arrancaron el cerebro. No -.e queda en mera literatura. Aquí no basta, pues, reflexionar sobre
obstante, victor sub gladio, Ellacuría será honrado en adelante la práctica. Es preciso antes establecer un nexo vivo con la práctica
como un gran precursor de la América liberada y ciertamente viva. De lo contrario, pobre, opresión, revolución, sociedad nueva
como el proto-mártir de la teología de la liberación. •e reducen a meras palabras que se pueden encontrar en cualquier
diccionario.
Es preciso que quede esto claro: en la raíz del método de la
teología de la liberación se encuentra el nexo con la práctica

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concreta. Dentro de esa dialéctica mayor de teoría (de la fe) y 1. Esquema básico del método
praxis (de la caridad) es donde actúa la teología de la liberación.
Verdaderamente, sólo ese nexo efectivo con la práctica libera- La elaboración de la teología de la liberación se desarrolla en tres
dora puede otorgarle al teólogo un «espíritu nuevo», un estilo momentos fundamentales, que corresponden a los tres tiempos del
nuevo o un modo nuevo de hacer teología. Ser teólogo no es conocido método pastoral: ver, juzgar y obrar.
manipular métodos, sino estar imbuido del espíritu teológico. Pero En teología de la liberación se habla de tres mediaciones
antes de constituir un método nuevo teológico, la teología de la principales: mediación socio-análitica, mediación hermenéutica y
liberación es un modo nuevo de ser teólogo. La teología es siempre mediación práctica. Se habla de «mediaciones» porque representan
un acto segundo, siendo el primero «la fe que obra por la caridad» medios o instrumentos de construcción teológica. Veamos rápi-
(Gal 5, 6). La teología viene después (no el teólogo); primero viene damente cómo se presentan esas tres mediaciones y cómo se ar-
la práctica liberadora. ticulan.
Importa, pues, tener ante todo un conocimiento directo de la La mediación socio-análitica contempla el lado del mundo del
realidad de la opresión/liberación a través de un compromiso oprimido. Procura entender por qué el oprimido es oprimido. La
desinteresado y solidario con los pobres. Ese momento preteológi- mediación hermenéutica contempla el lado del mundo de Dios.
co significa realmente conversión de vida e implica una «conver- Procura ver cuál es el plan divino en relación con el pobre. La
sión de clase», en el sentido de llevar la solidaridad efectiva con los mediación práctica, a su vez, contempla el lado de la acción e
oprimidos y con su liberación. intenta descubrir las líneas operativas para superar la opresión de
Sin duda el modo concreto y propio de un teólogo de acuerdo con el plan de Dios.
comprometerse con los oprimidos es producir una buena teología. Expliquemos con más detalles esas mediaciones.
Con todo, lo que aquí queremos acentuar es que esa empresa es
imposible sin un contacto mínimo con el mundo de los propios
oprimidos. Es preciso un verdadero contacto físico para poder
adquirir una nueva sensibilidad teológica. A. Mediación socio-analítica
Ese contacto se puede dar en formas y grados distintos,
dependiendo de las personas y de las circunstancias: La liberación es liberación del oprimido. Por eso la teología de la
liberación debe comenzar por inclinarse sobre las condiciones
— Hay teólogos de la liberación que mantienen con las bases reales en que se encuentra el oprimido, de cualquier orden que sea.
cristianas una comunicación más o menos restringida, sea de Ciertamente, el objeto primario de la teología es Dios. Sin
carácter esporádico (visitas, encuentros, momentos fuertes, etc.), embargo, antes de preguntarse qué significa la opresión a los ojos
sea de carácter más regular (acompañamiento pastoral durante los de Dios, el teólogo necesita preguntarse más en la base qué es la
fines de semana, asesoramiento teológico-pastoral de una comuni- opresión real y cuáles son sus causas. En realidad, el acontecimien-
dad o movimiento popular, etc.). to de Dios no sustituye ni elimina el acontecimiento del mundo
— Otros alternan períodos de trabajo teórico (magisterio, real. «Un error acerca del mundo —afirma el gran santo Tomás de
estudio y elaboración) con períodos de trabajo práctico (trabajo Aquino— redunda en error acerca de Dios» 7.
pastoral o asesoramiento teológico en una Iglesia determinada). Además, si la fe quiere ser eficaz, lo mismo que el amor
— Otros, en fin, viven insertos en los medios populares, cristiano, es preciso que tenga los ojos abiertos a la realidad
habitando y hasta trabajando en unión del pueblo sencillo. histórica que quiere fermentar.
Por eso, conocer el mundo real del oprimido forma parte
Sea como fuere, una cosa está clara: si uno pretende hacer (material) del proceso teológico global. Es un momento o media-
teología de la liberación adecuada, es preciso que se disponga a ción indispensable, aunque insuficiente, para un entendimiento
«pasar el examen preliminar» en unión de los pobres. Sólo después ulterior y más profundo, que es el saber propio de la fe.
de haberse sentado en los bancos de los humildes estará en
condiciones de entrar en la escuela de los doctores.

7. Sí'.mmü contra gentiles II, 3.

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a) Cómo entender el fenómeno de la opresión determinadas situaciones y estructuras económicas, sociales y


políticas», de modo que «los ricos son cada vez más ricos a costa
Ante el oprimido, la primera pregunta del teólogo sólo puede ser: de los pobres, cada vez más pobres» (Puebla 30).
¿por qué la opresión? ¿dónde están sus raíces? — Explicación dialéctica: la pobreza como opresión. Entiende
Ahora bien, el oprimido tiene muchos rostros. Puebla enume- la pobreza como fruto de la propia organización económica de la
ra: rostros de niños, de jóvenes, de indígenas, de campesinos, de sociedad, que a unos explota —y son los trabajadores— y a otros
obreros, de subempleados y desempleados, de marginados, de los excluye del sistema de producción —y son los subempleados,
ancianos (nn. 32-39). Con todo, la figura característica del oprimi- los desempleados y toda la masa de los marginados—. Como
do en el Tercer Mundo es la del pobre socio-económico. Son las indica Juan Pablo II en la encíclica Laborem exercens, la raíz de
masas desheredadas de las periferias urbanas y del campo. esa situación se encuentra en la supremacía del capital sobre el
Es preciso que partamos de ahí, de esa opresión infraestructu- trabajo: aquél controlado por unos pocos, y éste ejercido por la
ral, si queremos entender correctamente todas las demás formas de gran mayoría (cap. III). En esa interpretación, llamada también
opresión y articularlas en la forma debida y aceptable. En realidad, histórico-estructural, la pobreza aparece plenamente como un
según veremos mejor más adelante, esa forma socio-económica fenómeno colectivo, llamado también conflictivo, exigiendo su
condiciona de algún modo a todas la formas restantes. superación en un sistema social alternativo.
Partiendo, pues, de esa expresión fundamental de la opresión La salida a esa situación es, efectivamente, la revolución,
que es la pobreza socio-económica, preguntémonos cómo se entendida como la transformación de las bases del sistema econó-
explica. mico y social. El pobre surge aquí como «sujeto».
Pues bien, a este respecto la teología de la liberación encuentra
tres respuestas alternativas disponibles: la empírica, la funcionalis-
ta y la dialéctica. Vamos a exponer con brevedad cada una de b) Mediación histórica y lucha de los oprimidos
ellas. La interpretación socio-análitica, tal como ha sido arriba presenta-
— Explicación empirista: la pobreza como vicio. Es una forma da, quedará convenientemente completada mediante el recurso a
de explicar la pobreza de manera corta y superficial. Atribuye las una aproximación histórica de la problemática de la pobreza. Tal
causas de la pobreza a indolencia, a ignorancia o simplemente a aproximación muestra al pobre no sólo en su situación presente,
malicia humana. No se ve el aspecto colectivo o estructural de la sino como término de todo un proceso amplio de expoliación y de
pobreza: que los pobres son masas enteras y que aumentan cada marginación social. Aquí se recuperan incluso las luchas de los
vez más. Es la concepción vulgar de la miseria social y la más pequeños a lo largo de todo su caminar histórico.
difundida de la sociedad. En efecto, la situación de los oprimidos no se define solamente
La solución lógica de esa visión a la cuestión de la pobreza es el por sus opresores, sino también por el modo como reaccionan a la
conocido asistencialismo, que va desde la limosna hasta las más opresión, resisten y luchan para liberarse. Por eso mismo jamás se
diversas campañas de ayuda a los pobres. El pobre es tratado aquí entenderá a un pobre sin comprenderlo en su dimensión de sujeto
como un «infeliz». social coagente —todavía sojuzgado— del proceso histórico.
— Explicación funcionalista: la pobreza como atraso. Es la Consiguientemente, para analizar el mundo de los pobres hay que
interpretación liberal o burguesa del fenómeno de la pobreza tener en cuenta no sólo sus opresiones, sino también su historia y
social. Esta se atribuye al simple atraso económico y social. Con el sus prácticas liberadoras, por más embrionarias que sean.
tiempo, gracias al propio proceso de desarrollo, favorecido en el
Tercer Mundo por préstamos y tecnología extranjeros, el «progre-
so» habrá de llegar y el hambre desaparecerá; así piensan los r) El caso de un marxismo mal digerido
funcionalistas.
La salida social y política es aquí el reformismo, entendido Cuando se trata del pobre y del oprimido y se busca su liberación,
como mejora creciente del sistema vigente. El pobre aparece aquí ¿cómo evitar el encuentro con los grupos marxistas (en la lucha
como «objeto» de la acción de la cumbre. concreta) y con la teoría marxista (en el nivel de la reflexión)? Ya
Lo positivo de tal concepción es que ve la pobreza como hemos podido verlo arriba, cuando nos referíamos a la interpreta-
fenómeno colectivo, pero desconoce su carácter conflictivo. O sea, ción dialéctica o histórico-estructural del fenómeno de la pobreza
ignora que la pobreza «no es una etapa casual, sino el producto de socio-económica.

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Por lo que hace a la relación con la teoría marxista, limitémo- naturaleza específica y necesitan un tratamiento (teórico y prácti-
nos aquí a algunas indicaciones esenciales: co) también específico. Por consiguiente, hay que superar una
1) En la teología de la liberación el marxismo no es nunca concepción exclusivamente «clasista» del oprimido, como si éste
tratado por sí mismo, sino siempre a partir y en función de los fuese únicamente el pobre socio-económico. En las filas de los
pobres. Situado firmemente al lado de los humildes, el teólogo oprimidos encontramos algo más que los meros pobres.
interroga a Marx: «¿Qué puedes decirnos tú de la situación de Sin embargo, importa observar aquí que el oprimido socio-
miseria y de los caminos para su superación?». Aquí se somete al económico (el pobre) no existe simplemente al lado de otros
marxista al juicio del pobre y de su causa, y no lo contrario. oprimidos, como el negro, el indio o la mujer, para atenernos a las
2) Por eso la teología de la liberación se sirve del marxismo categorías más significativas del Tercer Mundo. No; el oprimido
de modo puramente instrumental. No lo venera como venera a los de clase, el pobre socio-económico, es la expresión infraestructural
santos evangelios. Ni tampoco se siente obligada a dar cuenta a del proceso de opresión. Los otros tipos representan expresiones
nadie del uso que hace de las palabras e ideas marxistas (si las usa superestructurales de la opresión, y por este título están condicio-
correctamente o no), a no ser a los pobres y a su fe y esperanza. nadas profundamente por lo infraestructural. En efecto, una cosa
Para ser más concretos, digamos aquí que la teología de la es un negro conductor de taxi, y otra cosa un negro ídolo del
liberación utiliza libremente del marxismo algunas «indicaciones fútbol. De idéntica forma, una cosa es una mujer empleada
metodológicas» que se han revelado fecundas para la comprensión doméstica, y otra cosa una mujer primera dama de la nación. Una
del mundo de los oprimidos, entre las cuales están: la importancia cosa es un indio expoliado de su tierra, y otra un indio dueño de su
de los factores económicos; la atención a la lucha de clases; el terreno.
poder mistificador de las ideologías, incluidas las religiosas, etc. Es Esto permite entender por qué en una sociedad de clases las
lo que afirmó el entonces general de los jesuitas, el padre Arrupe, luchas de clase son las luchas principales. Ellas colocan frente a
en su famosa carta sobre el análisis marxista, de 8 de diciembre de frente a grupos antagónicos, cuyos intereses esenciales son irrecon-
1980. ciables. En cambio, las luchas del negro, del indio y de la mujer
3) Por eso también el teólogo de la liberación mantiene una ponen en juego grupos no antagónicos por naturaleza y cuyos
relación decididamente crítica frente al marxismo. Marx (como intereses fundamentales son en principio reconciliables. Si el
cualquier otro marxista) puede sin duda ser compañero de camino patrono (explotador) y el obrero (explotado) no podrán nunca en
(cf. Puebla 554), pero jamás podrá ser «el» guía. «Porque uno solo definitiva reconciliarse, el negro puede hacerlo con el blanco, el
es vuestro guía, Cristo» (Mt 23,10). Siendo así, para un teólogo de indio con el «civilizado» y la mujer con el hombre. Se trata aquí,
la liberación, el materialismo y el ateísmo marxistas ni siquiera en efecto, de contradicciones no antagónicas, las cuales se articu-
llegan a ser una tentación. A partir del horizonte más amplio de la lan en nuestras sociedades con y sobre la contradicción antagónica
fe el marxismo queda radicalmente relativizado y superado en de base, que es el conflicto de clase.
principio. Inversamente, hay que notar que las opresiones de tipo no
económico agravan la opresión socio-económica preexistente. Un
pobre es mucho más oprimido cuando, además de pobre, es negro,
d) Para ampliar la concepción del pobre indio, mujer o anciano.
Sin lugar a duda, para entender críticamente la situación del
La teología de la liberación lo es de la liberación del oprimido pobre y de toda suerte de oprimidos, es importante la mediación
—del oprimido entero: cuerpo y alma— y de todos los oprimidos: socio-análitica. Con ella, sin embargo, sólo se aprende de la
el pobre, el sojuzgado, el discriminado, etc. Es imposible detenerse opresión lo que puede aprender una aproximación de tipo científi-
en el aspecto puramente socio-económico de la opresión, esto es, el co. Ahora bien, semejante aproximación tiene sus límites, que son
aspecto «pobre», por más fundamental y «determinante» que sea. los de la racionalidad positiva. Esta capta únicamente (y ya es
Es preciso ver también otros planos de opresión social: la opresión mucho) la estructura básica y global de la opresión, dejando fuera
de tipo racial: el negro; étnico: el indio; y la opresión de tipo todos los matices, que sólo la experiencia directa y la vivencia
sexual: la mujer. diaria puede percibir. Quedarse meramente en el entendimiento
Esas diferentes opresiones, a las que algunos denominan racional y científico de la opresión es caer en el racionalismo y
«segregaciones», y otras más (como las de tipo generacional: el dejar fuera más de la mitad de la realidad del pueblo oprimido.
joven; las relativas a la edad: el niño, el anciano, etc.), poseen su En realidad, el oprimido es más de lo que dice de él el analista

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social: economista, sociólogo, antropólogo, etc. Es preciso escu- B. Mediación hermenéutica


char también a los propios oprimidos. De hecho el pobre, en su
sabiduría popular, «sabe» mucho más de pobreza que cualquier Una vez entendida la situación real del oprimido, el teólogo tiene
economista. O mejor, sabe de otro modo y con más densidad. que preguntarse: ¿qué dice la palabra de Dios sobre esto? Es ése el
Así, ¿qué es el trabajo para la sabiduría popular y qué es para segundo momento de la construcción teológica; momento específi-
un economista? Para éste es las más de las veces una simple co, por el cual un discurso es formalmente discurso teológico.
categoría o un cálculo estadístico, mientras que para el pueblo Se trata, por tanto, de ver el proceso de la opresión/liberación
«trabajo» connota drama, angustia, dignidad, seguridad, explota- «a la luz de la fe». ¿Y qué es eso? Esta expresión no designa algo
ción, agotamiento, vida; en fin, toda una serie de percepciones vago o general. La «luz de la fe», en efecto, se encuentra
complejas y hasta contradictorias. Igualmente, ¿qué representa la positivamente registrada en las sagradas Escrituras. Por eso decir
tierra para un campesino y qué para un sociólogo? Para aquél «la luz de la fe» o «la luz de la palabra de Dios» es lo mismo.
la tierra es mucho más que una realidad económica y social. Es Y así, el teólogo de la liberación va a las Escrituras llevando
una grandeza humana, con un significado profundamente afec- toda la problemática del dolor y de la esperanza de los oprimidos.
tivo y hasta místico. Y esto vale mucho más todavía para el Solicita de la palabra de Dios luz e inspiración. Realiza, pues, aquí
indígena. una nueva lectura de la Biblia: la hermenéutica de la liberación.
Finalmente, cuando el pueblo dice «pobre» dice dependencia,
debilidad, desamparo, anonimato, desprecio y humillación. Por
eso los pobres no acostumbran a llamarse «pobres», y ello por un a) La Biblia de los pobres
sentimiento de honra y dignidad. Son los no pobres los que los
llaman así. Como aquella pobre mujer de una pobre ciudad del Interrogar a la totalidad de la Escritura desde la óptica de los
interior de Pernambuco —Tacaimbó— que, al oír que la llamaban oprimidos, tal es la hermenéutica o lectura específica de la teología
«pobre», respondió: «Pobre, no. Pobre es el perro. Nosotros somos de la liberación.
desamparados, pero luchadores». Apresurémonos a decir que no es ésta la única lectura posible y
Se sigue de aquí que el teólogo de la liberación, en contacto legítima de la Biblia. Sin embargo, para nosotros hoy en el Tercer
con el pueblo, no ha de contentarse con análisis sociales, sino que Mundo es la lectura privilegiada, la «hermenéutica actual». En el
deberá captar también toda la rica interpretación que hacen los seno de la gran revelación bíblica desentraña los temas más
pobres de su mundo, articulando así la necesaria mediación socio- luminosos y elocuentes en la perspectiva de los pobres: el Dios
económica con la indispensable comprensión de la sabiduría padre de la vida y abogado de los oprimidos, la liberación de la
popular, la racionalidad de los conceptos científicos con la casa de la esclavitud, la profecía del mundo nuevo, el reino dado a
simbología de las ideas e imágenes del pueblo. los pobres, la Iglesia de la comunión total, etc. La hermenéutica de
Finalmente, en la fisión cristiana el pobre es todo eso y mucho la liberación acentúa esos filones, pero sin exclusivizarlos. Puede
más. La fe ve en el pobre y en todo oprimido justamente lo que la que no sean los temas más importantes (en sí mismos), pero son
teología de la liberación procura explicitar (y aquí nos anticipa- los más apropiados (para los pobres en su situación de opresión).
mos ya a la mediación hermenéutica): Por lo demás, es el orden de la importancia el que determina el
— la imagen de Dios desfigurada; orden de lo conveniente.
— el hijo de Dios hecho siervo paciente y rechazado; Por otra parte, los pobres son más que simplemente pobres,
— el memorial del Nazareno, pobre y perseguido; según hemos visto. Ellos buscan vida y «vida plena» (Jn 10, 10).
— el sacramento del Señor y juez de la historia, etc. Por eso las cuestiones pertinentes o urgentes de los pobres se
De ese modo, la concepción del pobre, sin perder nada de su articulan con las cuestiones trascendentales: la conversión, la
sustancia concreta, se amplía infinitamente porque se abre a lo gracia, la resurrección.
infinito. Por donde se evidencia que, para la fe y la misión de la Efectivamente, la hermenéutica de la liberación pregunta a la
Iglesia, el pobre no es tan sólo un ser de necesidades y un obrero; palabra sin anticipar ideológicamente la respuesta divina. Como
no es únicamente un oprimido social y un agente histórico. Es teológica, la hermenéutica se hace en la fe, o sea, en la apertura a
todo eso y mucho más; es también portador de un «potencial la revelación siempre nueva y siempre sorprendente de Dios, al
evangelizador» (Puebla 1147) y una persona con vocación para la mensaje inaudito que puede salvar o condenar. Por eso mismo, la
vida eterna. respuesta de la palabra puede ser siempre cuestionar a la pregunta

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e incluso al propio interrogante, en la medida en que llama a la cia en el contexto de la opresión del Tercer Mundo, donde la
conversión, a la fe o al compromiso de justicia. evangelización liberadora posee implicaciones políticas inmediatas
Hay, por tanto, un «círculo hermenéutico» o una «interpela- y graves, según lo prueba la larga lista de mártires latinoameri-
ción mutua» entre pobre y palabra (Pablo VI, EN 29). No canos.
obstante, es innegable que en esa dialéctica la preferencia le 4) Finalmente, la hermenéutica de la liberación quiere hacer-
corresponde a la palabra soberana de Dios. Ella ostenta la se junto con los pobres, incorporando la contribución de la lectura
primacía de valor, si bien no necesariamente metodológica. Sabe- popular de la Biblia en el nivel de mediación hermenéutica, así
mos, por otro lado, por el contenido intrínsecamente liberador de como incorpora la sabiduría popular en el seno de la mediación
la revelación bíblica, que la palabra para el pobre sólo puede sonar socio-analítica. De este modo, los pobres, o, mejor dicho, la Iglesia
como mensaje de consuelo y liberación radicales. de los pobres, concretada en las comunidades de base, aparece
como el «sujeto hermenéutico» privilegiado de la reflexión bíblica.

b) Rasgos de la hermenéutica teológico-libertadora


c) Los libros de la Biblia preferidos
La lectura de la Biblia que se hace a partir de los pobres y de su Ciertamente, la teología ha de tener en cuenta toda la Biblia. No
proyecto de liberación se caracteriza por algunos rasgos: obstante, las preferencias hermenéuticas son inevitables y hasta
1) Es una hermenéutica que privilegia el momento de la necesarias, como nos lo enseña la propia liturgia y el arte
aplicación sobre el de la explicación. En él, por otra parte, la homilético. En lo que respecta a la teología de la liberación en
teología de la liberación no hace otra cosa sino redescubrir lo que cualquiera de sus tres niveles: profesional, pastoral y principal-
fue vocación perenne de toda sana lectura bíblica, según se ve, por mente popular, los libros indudablemente más apreciados son:
ejemplo, en los Padres de la Iglesia; vocación que durante mucho — El Éxodo, porque desarrolla la gesta de la liberación
tiempo se descuidó en favor de una exégesis racionalista y político-religiosa de una masa de esclavos que se convierte, en
exhumadora del sentido en sí. La hermenéutica libertadora lee la virtud de la alianza divina, en pueblo de Dios.
Biblia como un libro de vida, y no como un libro de historias — Los profetas, por su intransigente defensa del Dios libera-
curiosas. Busca en ella el sentido textual ciertamente, pero en dor, su denuncia vigorosa de las injusticias, la reivindicación de los
función del sentido actual. Aquí lo importante no es tanto humildes y el anuncio del mundo mesiánico.
interpretar el texto de las Escrituras cuanto interpretar el libro de — Los evangelios, evidentemente por el carácter central de la
la vida «según las Escrituras». Para decirlo en pocas palabras, la persona divina de Jesús, con su mensaje del reino, su práctica
lectura bíblica nueva/antigua culmina en la vivencia hoy del liberadora y su muerte y resurrección, sentido absoluto de la
sentido de ayer. Aquí viene el segundo rasgo. historia.
2) La hermenéutica liberadora busca descubrir y activar la — Los Hechos de los Apóstoles, por retratar el ideal de una
energía transformadora de los textos bíblicos. Se trata, en resumi- comunidad cristiana libre y libertadora.
das cuentas, de obtener una interpretación que lleve al cambio de — El Apocalipsis, por describir en términos colectivos y
la persona (conversión) y de la historia (revolución). Tal lectura no simbólicos la lucha inmensa del pueblo de Dios perseguido contra
está ideológicamente preconcebida, puesto que la religión bíblica todos los monstruos de la historia.
es una religión abierta y dinámica debido a su carácter mesiánico y Hay sitios en los que se privilegian otros libros, como los
escatológico. Ya lo confesaba E. Bloch: «Es difícil hacer una Sapienciales, por recuperar el valor de revelación divina contenido
revolución sin la Biblia». en la sabiduría popular (proverbios, historias, etc.). Así también,
3) La lectura teológico-política de la Biblia acentúa, sin en algunas áreas de América central, después de haber meditado
reduccionismos, el contexto social del mensaje. Coloca cada texto las comunidades los libros de los Macabeos para alimentar su fe
en su contexto histórico para hacer así una traducción adecuada, en un contexto de insurrección armada (legitimada, por lo demás,
no literal, dentro de nuestro propio contexto histórico. Así, por por sus pastores), terminada la guerra e iniciado el trabajo pacífico
ejemplo, la hermenéutica de la liberación enfatiza (sin exclusivizar) de la reconstrucción del país, se pusieron a leer sistemáticamente
el contexto social de opresión en el que vivió Jesús y el contexto los libros de Esdras y Nehemías porque retratan el esfuerzo de
marcadamente político de su muerte en la cruz. Es evidente que, restauración del pueblo de Dios después del período crítico del
así relacionado, el texto bíblico adquiere una particular importan- cautiverio de Babilonia.

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Es ocioso decir aquí que cualquier libro bíblico ha de ser leído é) La doctrina social de la Iglesia
en clave cristológica, o sea, a partir del punto más alto de la
revelación tal como se encuentra en los evangelios. Así la óptica También en relación con la doctrina social de la Iglesia la teología
del pobre es situada en el interior de una óptica mayor: la del de la liberación mantiene una relación abierta y positiva. Es
Señor de la historia, adquiriendo con ello toda su consistencia y preciso decir, en primer lugar, que la teología de la liberación no
vigor. se presenta como una concepción concurrente de la doctrina del
magisterio. Ni tampoco podría hacerlo, ya que se trata de
discursos con niveles y competencias distintos. Pero en la medida
d) Recuperación de la gran tradición cristiana en que la doctrina social de la Iglesia ofrece las grandes orientacio-
La teología de la liberación es consciente de ser una teología nes para la acción social de los cristianos, la teología de la
nueva, contemporánea del período histórico vigente y adecuada a liberación intenta, por un lado, integrar esas orientaciones en su
las grandes mayorías pobres, cristianas y también no cristianas, síntesis y quiere, por otro, explicitarlas de modo creativo para el
del Tercer Mundo. contexto concreto del Tercer Mundo.
No obstante, intenta mantener un lazo de continuidad funda- Esa operación de intergración y explicitación se funda en el
mental con la tradición viva de la fe del pueblo cristiano. Por eso carácter dinámico y abierto de la enseñanza social de la Iglesia (cf.
mismo interroga al pasado buscando aprender de él y enriquecerse Puebla 473 y 539). Además, al hacerlo así, la teología de la
con él. Pues bien, ante la tradición teológica la teología de la liberación presta oído a la apelación explícita del propio magiste-
liberación adopta una doble actitud: rio que, en la Octogésima adveniens, de Pablo VI (1971), afirmó:
De crítica, tomando conciencia de los límites e insuficiencias de
Pronunciar una palabra única, como también proponer una solución con
las elaboraciones del pasado, tributo en parte inevitable pagado
valor universal... no es nuestro propósito ni tampoco nuestra misión.
por la propia época. Por ejemplo, en la teología escolástica (siglos Incumbe a las comuniades cristianas:
XI a XIV), dejando a un lado sus innegables contribuciones a la — Analizar con objetividad la situación propia de su país.
elaboración precisa y sistemática de la verdad cristiana, se encuen- — Procurar esclarecerla mediante la luz de la palabra inalterable del
tra una no menos innegable tendencia al teoricismo, a vaciar el evangelio...
mundo de su carácter histórico (visión estática de las cosas) — Discernir las opciones y los compromisos que conviene asumir para
mostrando escasísima sensibilidad para la cuestión social del realizar las transformaciones sociales... (n. 4; cf. también 42 y 48).
pobre y de su liberación histórica. En cuanto a la espiritualidad
clásica, se intenta superar su intimismo ahistórico, su elitismo y el Pues bien, ahí están indicados justamente los tres momentos de
sentido insuficiente de la presencia del Señor en los procesos la producción teológico-liberadora, a través de los cuales lo que
liberadores. era menos concreto en la doctrina de la Iglesia se torna más
De rescate, incorporando filones teológicos fecundos que fue- concreto.
ron olvidados y que pueden enriquecernos, e incluso cuestionar- Ahora bien, en la medida en que responde al reto de Pablo VI,
nos. Así, de la teología patrística (siglos II a IX) podemos integrar: lanzado a la doctrina social de la Iglesia, afirmando que ella «no se
la concepción profundamente unitaria de la historia de la salva- limita a recordar unos principios generales; al contrario, es algo
ción, el sentido de las exigencias sociales del evangelio, la percep- que se desarrolla por medio de la reflexión madurada al contacto
ción de la dimensión profética de la misión de la Iglesia, la con situaciones cambiantes de este mundo» (OA 42), la teología de
sensibilidad hacia los pobres, etc. la liberación se coloca plenamente en la línea de las exigencias de
Inspiradoras son también para la teología de la liberación las la doctrina de la Iglesia. Así es realmente considerada cuando es
experiencias evangélicas singulares de tantos santos y profetas, asumida y/o elaborada por los pastores en la forma de la teología
muchos de ellos condenados como herejes, pero cuyo significado de la liberación pastoral.
liberador percibimos hoy claramente. Así ocurrió con Francisco de Por lo demás, el propio cardenal J. Ratzinger, en la Instrucción
Asís, Savonarola, el maestro Eckhart, Catalina de Siena, Bartolo- sobre la teología de la liberación (cap. V), considera la doctrina
mé de las Casas y, más recientemente, los padres Hidalgo y social de la Iglesia como una especie de preteología de la liberación
Morelos, así como el padre Cicero, sin olvidar la contribución o como un tipo de «teología de la liberación pastoral» en la
preciosa de los movimientos pauperistas medievales de reforma, lo medida en que ha procurado «responder al desafío lanzado a
mismo que las demandas evengélicas de los grandes reformadores. nuestra época por la opresión y por el hambre» (n. 1).

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La conclusión de todo esto es una sola: no existe incompatibili- La lógica del tercer momento —la mediación práctica— posee
dad de principio entre la doctrina social de la Iglesia y la teología su régimen interno propio. Naturalmente, el grado de definición
de la liberación. Una completa a la otra para bien de todo el de la acción depende del nivel teológico en que uno se encuentra:
pueblo de Dios. profesional, pastoral o popular.
Así, un teólogo profesional sólo puede abrir grandes perspecti-
vas para la acción. Un teólogo pastor puede ya ser más determina-
f) El trabajo creativo de la teología do en cuanto a las líneas de actuación. En cuanto al teólogo
popular, está en condiciones de entrar en un plano de concretiza-
Pertrechado con sus mediaciones propias y con todo el material así ción práctica bastante preciso. Evidentemente, en los dos últimos
acumulado, el teólogo de la liberación se pone a construir síntesis niveles —pastoral y popular— la definición del obrar no puede ser
de fe verdaderamente nuevas y a producir significaciones teórica- más que obra colectiva, llevada adelante por todos los que están
mente nuevas para los grandes desafíos de hoy. involucrados en la cuestión del caso, especialmente por los
El teólogo de la liberación no es únicamente un acumulador de llamados «agentes».
materiales teológicos, sino un verdadero arquitecto. Por eso se Extremadamente compleja es la lógica de la acción. Compren-
arma de la necesaria osadía teórica y de una buena dosis de de muchos pasos, como la apreciación racional y prudencial de
fantasía creadora, a fin de estar a la altura de los problemas todas las circunstancias y la previsión de las consecuencias de la
inéditos que se alzan de los continentes oprimidos. Desentrañando acción.
y desdoblando creativamente los contenidos liberadores de la fe, Sea como fuere, la «mediación práctica» comprende varios
intenta realizar una nueva codificación del misterio cristiano, niveles discursivos:
ayudando así a la Iglesia a cumplir su misión de evangelización 1. Nivel del análisis de la coyuntura. En él se aprecia la
libertadora en la historia. correlación de fuerzas presentes, como las resistencias de la
sociedad y de la Iglesia, la capacidad del pueblo para llevar las
propuestas hechas, etc.
C. Mediación práctica 2. Nivel de los proyectos y programas. Se constituye de las
propuestas de lo que es históricamente viable: los objetivos que
La teología de la liberación está lejos de ser una teología incon- alcanzar a corto o largo plazo. Sin eso nos quedaríamos en las
cluyente. Sale de la acción y lleva a la acción, y ese periplo está utopías puras y en las meras buenas intenciones.
todo él impregnado y envuelto en la atmósfera de la fe. Desde el 3. Nivel de la estrategia y de las tácticas. Se definen aquí las
análisis de la realidad del oprimido, pasa a través de la palabra de medidas concretas para alcanzar los objetivos propuestos: alian-
Dios para llegar finalmente a la práctica concreta. La «vuelta a la zas, recursos, medidas varias; todo ello a través de juicios pruden-
acción» es característica de esta teología. Por eso quiere ser una ciales que van hasta el nivel más concreto: la táctica.
teología militante, comprometida y libertadora. Es una teología 4. Nivel ético y evangélico. Mediante los valores y criterios
que conduce a la plaza pública, porque la forma actual de la fe hoy de la moral y de la fe se aprecian las metas y las medidas
en el submundo de los desheredados es el «amor político» o la propuestas, privilegiando, por ejemplo, los métodos no-violentos:
«macrocaridad». En el Tercer Mundo, entre los últimos, la fe es el diálogo, la presión moral, la resistencia activa, etc.
también y sobre todo política. 5. Nivel performativo. Se puede llegar hasta el discurso del
Sin embargo, la fe no se reduce a acción, aunque libertadora. obrar directo, apelando y arrastrando hacia la acción, y sirviendo
Es «siempre mayor» y comprende también momentos de contem- de puente entre la decisión y la ejecución.
plación y de profunda gratitud. La teología de la liberación lleva En este tercer tiempo del método teológico-liberador se verifica
también al templo. Y desde el templo lleva de nuevo al fiel a la un saber que está hecho más de práctica que de teoría. Esto
plaza pública de la historia, ahora cargado con todas las fuerzas significa que se procesa de modo más ejecutivo que sistemático.
divinas y divinizadoras del misterio del mundo, que es Dios. I'or eso, en esas alturas, más que la razón formal actúan la
Es verdad; la teología de la liberación lleva también y princi- sabiduría de la vida y la prudencia de la acción. Y en esto el
palmente hoy a obrar: acción por la justicia, obra de amor, pueblo sencillo, «doctor en la escuela de la vida», lleva muchas
conversión, renovación de la Iglesia, transformación de la socie- veces la delantera sobre los «sabios y entendidos».
dad.

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