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Salida Triunfal

Cuando se acercaron a Jerusalén y llegaron a Betfagé, junto al monte de los Olivos, entonces Jesús envió a dos
discípulos, diciéndoles: —Id a la aldea que está frente a vosotros, y en seguida hallaréis una asna atada, y un
borriquillo con ella. Desatadla y traédmelos. Si alguien os dice algo, decidle: "El Señor los necesita, y luego los
enviará." Todo esto aconteció para cumplir lo dicho por el profeta, cuando dijo: Decid a la hija de Sion: "He
aquí tu Rey viene a ti, manso y sentado sobre una asna1 y sobre un borriquillo 2, hijo de bestia de carga." 3
(Mateo 21:1-5 RVA1989)
1 En Marcos y Lucas se habla de un solo animal, Mateo usa una expresión hebrea, que significa, por un paralelismo usual, «sobre un asno, esto es, sobre
un asno joven».
2 El borriquillo no había sido domado, “sobre el cual todavía no se sentó hombre” (Luc_19:30).
3 Esta es una cita de Zacarías 9:9, hay ciertas omisiones importantes en la cita que hace Mateo.

La cita original de Zacarías 9:9 es: «¡Alégrate mucho, oh hija de Sion! ¡Da voces de júbilo, oh hija de Jerusalén!
He aquí, tu rey viene a ti, justo y victorioso, humilde y montado sobre un asno, sobre un borriquillo, hijo de asna»
(RVA1989). Como usted podrá notar hay varias diferencias entre lo que se menciona en Zacarías, y lo que dice
Mateo, esto ha provocado que algunas personas digan que esta es una cita errónea de la profecía, y es que
nunca faltan personas que continuamente están tratando de encontrar supuestos errores en la Biblia, y no es
porque existan, sino porque tales personas no la estudian, o lo hacen maliciosamente, en el mejor de los casos,
únicamente ven las escrituras por encima, y al encontrar una diferencia, inmediatamente lo califican de error.
Ciertamente, hay ciertas partes de esta profecía que no fueron mencionadas por Mateo:
Zacarías dice Mateo dice
Alégrate mucho, hija de Sion, da voces de júbilo Decid a la hija de Sion
Justo y Victorioso
humilde y montado sobre un asno manso y sentado sobre una asna
El apóstol se salta la porción de “justo y victorioso”, ¿por qué? La conclusión que sacamos es que las porciones
no citadas serán cumplidas cuando nuestro Señor Jesucristo venga por segunda vez, que será la verdadera
entrada triunfal, ahora bien; pero Mateo sí incluye “manso” o “humilde”, hay quienes al leer esto piensan que
la razón por la cual es llamado manso aquí, es porque está sentado sobre un asno, creen que ese acto denota la
mansedumbre, pero no es así, en asnos jóvenes eran los animales en los cuales se presentaban los reyes, el
caballo era un animal de guerra, así es como se presenta en las Escrituras, el asno era en el cual cabalgaban los
reyes que estaban buscando la paz, o cuando se encontraban en paz. El pensamiento que se presenta aquí, es
que a pesar de que Él está cabalgando como un rey, demostrando paz, aun así, Él es manso y humilde.
Ahora, existe aún otra impresión equivocada que necesita ser corregida, maestros bíblicos en Gran Bretaña y el
resto de Europa, han reconocido en su gran mayoría que hubo tres oportunidades cuando nuestro Señor
Jesucristo hizo Su aparición en esa llamada entrada triunfal, Él lo hizo en primer lugar el día de reposo, o sea, el
día sábado; y luego el domingo y también el lunes. Creemos que las Escrituras dan testimonio de esto, por
ejemplo; Él entró la primera ocasión el día sábado como el Rey, en el evangelio según Marcos 11:11 leemos: “Y
entró Jesús en Jerusalén, y en el Templo; y habiendo mirado alrededor todas las cosas, como ya anochecía, se
fue a Betania con los doce”. Esta es la primera ocasión en que Él entró, sencillamente miró a Su alrededor, los
cambistas no se encontraban allí, dicha acción la interpretamos como un rechazo.
Luego, el domingo–del latín que significa día del Señor–de ramos, nuestro Señor entró al templo, y ese día sí se
encontraban los cambistas, Él lo limpió o purificó, en esta ocasión Él entró allí como Sacerdote, Mateo nos

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presenta esto de una manera muy clara en el capítulo 21 y versículo 12 donde dice: “Y entró Jesús en el templo
de Dios, y echó fuera a todos los que vendían y compraban en el templo, y volcó las mesas de los cambistas, y
las sillas de los que vendían palomas.” Los sacerdotes y sus familiares, eran los dueños de las mesas de cambio,
y de la venta de palomas, para ellos el templo no era más que un medio para hacerse ricos.
¿No había dicho Malaquías que el Señor vendría repentinamente a Su templo? (Mal_3:1). Y en su visión de
juicio, ¿no había visto Ezequiel que el terrible juicio de Dios empezaría en el santuario? (Eze_9:6). El Señor hace
uso de un lenguaje acérrimo, duro, al limpiar el templo. Esta acción de Jesús concluye oficialmente Su ministerio
hacia la nación israelita. Y esa fue la única acción que Él hizo como sacerdote cuando Él estuvo aquí sobre la
tierra.
El escritor de la epístola a los Hebreos, nos presenta eso de tal forma que no deja ninguna duda de que Él nunca
fue un sacerdote aquí sobre la tierra, leamos Hebreos 8:4: “Así que, si estuviese sobre la tierra, ni siquiera sería
sacerdote, habiendo aún sacerdotes que presentan las ofrendas según la ley”. Pero ningún sacerdote se atrevió
a limpiar o a purificar el templo, pero Él sí lo hizo, y esa fue Su única actividad como tal, esa fue Su acción cuando
entró a la ciudad el día domingo.
Luego, Él entró el lunes, yendo de camino, maldijo a la higuera estéril, según nos cuenta el evangelista Marcos
en el capítulo 11, del versículo 12 al 14 en donde relata que, al día siguiente, cuando salieron de Betania, tuvo
hambre, luego vio a la higuera que tenía hojas, pero cuando vio que no tenía fruto, entonces la maldijo, luego,
el evangelista Mateo nos informa en el capítulo 21, versículo 23 de su evangelio, diciendo: Cuando vino al
templo, los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo se acercaron a Él mientras enseñaba, y le dijeron:
¿Con qué autoridad haces estas cosas? ¿y quién te dio esta autoridad? Él entró en el tercer día como el profeta
de Dios, ese día Él estaba enseñando, y enfrentó toda objeción que se le presentó en esa ocasión, y Él dejó al
enemigo silencioso, Su voz era la voz de Dios.
Así tenemos que Él entró tres veces a Jerusalén, cualquier israelita instruido sabía lo que Él estaba haciendo, Él
se estaba presentando a sí mismo como el Mesías, Su presentación final ante Israel es una que demuestra una
posición triple: como Rey, como Sacerdote, y como Profeta. Él no estaba haciendo una entrada, sino que, en
realidad, estaba haciendo una salida, ¿Qué cómo estoy tan seguro de ello?, leamos Lucas 9:31: “quienes,
habiéndose aparecido en esplendor, hablaban del éxodo que Él estaba a punto de cumplir en Jerusalem.” (BTX3),
la palabra griega éxodo (G1841), que la mayoría de las versiones vierten a nuestro idioma como partida significa
literalmente Salida, Moisés y Elías hablaban con nuestro Señor de su salida de este mundo, lo cual Él haría en
Jerusalén, Su Salida, no una entrada. Él no se estaba preparando para residir en la ciudad de Jerusalén y reinar,
Él envió a Sus discípulos a que buscaran y prepararan un lugar para la Pascua, Él nunca les dijo que fueran a
buscar y a alquilar un apartamento para establecerse en la ciudad. Él actuó por medio de un programa
preparado de antemano, por medio de una decisión ya establecida, ya definida, y nada fue accidental, nada fue
dejado a la casualidad. Ese borriquito o pollino había sido preparado, el aposento alto había sido reservado,
todo se ejecutó según Su plan.
Antes de ese día, Jesucristo había entrado en la ciudad sigilosamente, sin hacerse notar, de manera casi
desapercibida, sin publicidad, siempre se estaba apartando de las multitudes; nunca buscaba llamar la atención,
se dice que él no levantaba Su voz para que la gente no le escuchara en la calle, Él entraba por la puerta de las
ovejas apartándose de la muchedumbre, y cuando Él hacía algún milagro, siempre trataba de hacer las cosas de
manera calmada y silenciosa, Pero ese domingo de ramos, notamos un cambio, ahora, Él se presenta
abiertamente, entra públicamente, demanda la atención del pueblo, por un breve instante, Israel lo nota.

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Esta multitud no sabía el significado completo de esta acción, poco después, el mismo gentío gritaba:
“¡Crucifíquenlo!” Aún los discípulos no sabían el significado sino hasta más tarde. El evangelista Juan, en el
capítulo 12 de su evangelio, versículo 16, dice: “Estas cosas no las entendieron sus discípulos al principio; pero
cuando Jesús fue glorificado, entonces se acordaron de que estas cosas estaban escritas acerca de él, y de que
se las habían hecho.” Sin duda, había muchas personas que no sabían quién era Jesús, porque Él se había
mantenido alejado de Jerusalén durante mucho de Su ministerio. El Señor obliga a Jerusalén a considerar Su
reclamo real por un momento final.
Todas estas acciones las hizo preparando Su salida, preparándose para Su pasión, Su sufrimiento; Su muerte. Su
entrada a Jerusalén no era un boleto o un pasaje de ida solamente, sino que era tanto de ida, como de regreso,
dicho programa le llevó al calvario, a Su muerte, Su resurrección, Su ascensión, Su intercesión, y en un futuro
cada vez más cercano, a Su glorioso regreso, pero esta vez lo hará como el Rey.
El vendrá la segunda vez en un verdadero triunfo. El escritor a los Hebreos, nos dice en el capítulo 9 de esta
carta, versículo 28: Así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá
por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan.
La segunda vez que venga el Señor a la tierra se afirmarán Sus pies sobre el Monte de los Olivos. El profeta
Zacarías, en el capítulo 14, y versículo 4 de su libro, dice: Y se afirmarán sus pies en aquel día sobre el monte de
los Olivos, que está en frente de Jerusalén al oriente; y el monte de los Olivos se partirá por en medio, hacia el
oriente y hacia el occidente, haciendo un valle muy grande; y la mitad del monte se apartará hacia el norte, y la
otra mitad hacia el sur. Luego, el Señor entrará en Jerusalén, esta es Su verdadera entrada triunfal, Su primera
entrada en Jerusalén lo llevó hacia la cruz para morir allí por nuestros pecados; y por medio de Su muerte y
resurrección, ahora se nos ofrece la salvación eterna.
La realidad, es que el camino del triunfo no puede ser confinado o limitado a una cabalgata en un pequeño asno
desde la ciudad de Betania hasta Jerusalén, eso es solamente una parte minúscula de un viaje que comenzó en
las eternidades pasadas, cuando Él era el Cordero de Dios inmolado antes de la fundación del mundo, y de allí
hasta las eternidades futuras. Aquel que salió de la eternidad es el Mismo que entró a Jerusalén, Porque así dice
el Alto y Excelso, Morador eterno, cuyo nombre es Santo. – dice el profeta Isaías en el capítulo 57 y versículo 15
de su libro. Luego, el Salmo 90:2, dice: Antes de que los montes fueran engendrados, antes de que concibieras
la tierra, antes de que establecieras el mundo, desde la eternidad y hasta la eternidad, tú eres Dios (Peshitta).
Desde un punto en el infinito a otro punto en el infinito, Él es Dios, y de esa manera Él entro.
Él había salido de la eternidad, e iba nuevamente a la eternidad, así es que, Él estaba haciendo una salida por
medio de la cruz, pero ese no era Su destino, y la tumba vacía tampoco fue Su objetivo, tampoco la ascensión
fue el fin de Su historia, lo que Él, en realidad hizo, fue una salida triunfal. Es por esa razón que el Apóstol Pablo
podía escribir: Subiendo a lo Alto, llevó cautiva la cautividad. (Ef.4:8). Y el Señor podía decirle al ladrón
crucificado junto a Él: Hoy estarás conmigo en el paraíso. (Lc. 23:43), nosotros podemos hoy ver hacia el futuro
cuando Él venga, cuando Él regrese como Rey, todo lo que puedo decir en cuanto a esta salida triunfal, es que
me postro ante Él, mi Salvador, mi Señor, bendito sea Su nombre.
Bibliografía:
A través de la Biblia, por el Dr. J. Vernon McGee
Biblia Dios habla hoy (castellano peninsular). © 2002 Sociedades Bíblicas Unidas
Comentario al Texto Griego del N.T. Archibald Thomas Robertson. © 2003 por Editorial Clie
Comentario al N.T. © por C. William Barclay. © 1995 por Clie para la versión española.
Utley, Bob - You Can Understand the Bible: Study Guide Commentary Series. Copyright © 2013-2014, Bible Lessons International. All rights reserved.

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