You are on page 1of 4

Sorteo del mediador y asignación de juzgado

La mesa general de entradas sorteará juzgado, funcionarios del Ministerio


Público y mediador y luego de verificar el cumplimiento de los requisitos
exigidos para la presentación devolverá debidamente intervenidos dos
ejemplares del formulario al reclamante, debiendo quedar uno archivado en la
oficina de recepción. Otra copia del formulario de iniciación deberá ser remitida
al juzgado sorteado con el fin de formar un legajo que se reservará hasta la
oportunidad en que se presenten cualquiera de las actuaciones derivadas del
procedimiento de mediación.

El mediador desvinculado no integrará la lista de sorteo hasta tanto no hayan


sido designados la totalidad de los mediadores registrados (art. 6º del decreto
reglamentario).

El sorteo del juzgado es de suma importancia porque es en él donde


eventualmente se radicará la litis y ante el cual se ejecutarán el convenio, las
multas y los honorarios (arts. 4º, 10 y 12 de la ley 24573), e incluso es el que
intervendrá la cédulas a diligenciarse en extraña jurisdicción (art. 11 del dec.
1021/95).

Pero además de tales funciones, el tribunal sorteado es el que resolverá toda


cuestión que se suscite durante el trámite de la mediación y que importe un
pronunciamiento jurisdiccional, que exceda de las facultades expresa o
tácitamente conferidas por la ley al mediador.

También es de relevancia el sorteo de Ministerios Públicos, que la ley no


menciona, aunque sí el decreto reglamentario (ver arts. 4º <>de la ley y 6º del
dec. 1021/95), puesto que en los casos en que sean parte menores o
incapaces deberá darse intervención al Asesor de Menores (ver art. 13 del dec.
1021/95).

127. Destino de los cuatro ejemplares del formulario

1. Dos ejemplares quedan en la oficina. Uno de ellos se archiva y el otro es


remitido al juzgado sorteado con el fin de formar un legajo que se reservará
hasta la oportunidad en que se presenten cualquiera de las actuaciones
derivadas del procedimiento de mediación.

2. Los otros dos ejemplares del formulario, de acuerdo al artículo 9º del decreto
reglamentario, debidamente intervenidos, deberán ser llevados por el
reclamante a la oficina del mediador. Este retiene uno y restituye el restante al
presentante, con su sello y firma, dejando constancia de fecha y hora de
recepción.

128. Entrega o remisión del formulario al mediador

De acuerdo al artículo 5º <>de la ley, la mesa general de entradas entregará “el


formulario debidamente intervenido al presentante”, quien “deberá remitirlo al
mediador designado dentro del plazo de tres días”.

Por su parte, el artículo 9º del decreto reglamentario 1021/95, imponía


derechamente la concurrencia del reclamante a la oficina del mediador con los
dos ejemplares intervenidos.

Si se comparan ambas normativas —la ley y su decreto reglamentario— podrá


advertirse que éste último agregaba un recaudo que la ley no contiene.

Es que el artículo 5º recién transcripto se limita a imponer la remisión del


formulario. Y remitir significa “enviar una cosa a determinada persona de otro
lugar”. En cambio, el artículo 9º del decreto reglamentario imponía al
reclamante que “deberá concurrir a la oficina del mediador” con los dos
ejemplares.

De este modo por vía reglamentaria se estaba agregando un recaudo que la


ley no contiene, ya que esta se conforma con la simple remisión. Por suerte, el
posterior decreto 477/96, modificatorio del 1021, advirtió ese error, por cuanto
su artículo 2º modificó al citado artículo 9º, volviendo al criterio legal.

Dicha norma sustituye el texto equivocado por el siguiente: “El reclamante


deberá concurrir o remitir a la oficina del mediador los dos ejemplares del
formulario de requerimiento intervenidos, según lo consignado en el artículo
6º”.

Queda en claro que la entrega del formulario puede efectuarse sea en forma
personal o por terceros.

Es que si está admitida la simple “remisión”, con mayor razón lo estará la


presentación por un tercero. No es necesario que concurra a la oficina del
mediador ni la parte ni un apoderado de ella, puesto que la ley no exige que el
trámite sea personal y tampoco que deba efectuarse a través de un
mandatario.

Por tanto, nada impide que los ejemplares del formulario sean llevados por
cualquier otra persona a quien se le encomiende esa diligencia, en particular
los letrados patrocinantes, los empleados del estudio jurídico involucrado,
etcétera.

Más difícil resulta aceptar la posibilidad de que los ejemplares del formulario se
envíen por correspondencia. Si bien dicho procedimiento resulta inconveniente,
a nuestro entender, no por ello cuadra excluirlo. Las razones brindadas para la
hipótesis anterior resultan de total aplicación aquí. Es que el verbo utilizado por
la ley (“remitir”) tiene una amplitud tal que involucra toda forma de envío.

Pero quien opte por esta vía, lo hará en la inteligencia de la mayor dificultad
probatoria que ella implica. No sólo porque la tardanza en que pueda incurrir el
correo o cualquier otro medio de remisión se trata de un hecho cuyas
consecuencias asume el remitente (caducidad del plazo de presentación), sino
porque en esta hipótesis el mediador no tendrá la posibilidad material de
restituir el restante ejemplar “con su sello y firma, dejando constancia de la
fecha y hora de recepción”, conforme lo establece el artículo 9º del decreto
reglamentario.

En cuanto al mediador, no existe obstáculo en que admita por dicha vía la


recepción del formulario requiriendo la mediación. En tal caso, de todos modos
él cumplirá con su obligación: retendrá un ejemplar y colocará en el otro su
sello y firma, dejando constancia de la fecha y hora de recepción. Este último lo
mantendrá a disposición de la parte requirente, quien podrá retirarlo en
cualquier momento.

Si bien la exigencia de la fecha de recepción del formulario resulta necesaria,


puesto que a partir de entonces comienzan a correr los plazos para el
mediador, no se justifica, en cambio, la vinculada a “la hora de recepción”. Es
que al no existir normativa que considere relevante la hora, y dado que los
plazos se cuentan por días, dicho recaudo es sobreabundante.

You might also like