¢Suenan los modernos
prometeos con individuos eléctricos?
PROLOGO
Carlos Vargas
Resulta claro que la subjetividad modema ha quedado rebasada. En efecto, ya no se trata
del sujeto racional que se constituye como el fundamento de las diversas estructuras que
posibilitan la vida del individuo. De hecho, desde la muerte de Dios nietzscheana y la
muerte del sujeto foucaultiana, se abandona la posibilidad de una subjetividad que sos-
tenga todo lo cognoscible. Por consiguiente, si acaso cabe hablar de una nueva forma
de pensar la subjetividad a partir de Internet, no lo es al modo en que los anteriores
sistemas filosdficos nos brindaron.
También es cierto que la world wide web ha modificado de manera contundente el
modo de comprendernos a nosotros mismos y, por lo tanto, de vivir en el mundo pre-
sente. Més todavia. Internet ha posibilitado la reconfiguracién y la renovacién de
nuestro mundo; ha hecho posible desdoblarlo en un plano donde se habla de espacio
pero donde no caben los cuerpos fisicos. El mundo, después de la web, ya no se agota
en la materialidad de lo fisico, sino que se expande y se desborda en la virtualidad. Con
el arribo de Internet, en suma, el hombre se extiende en un ambito que rebasa los bor-
des de lo palpable y hace posible la interconexién mundial por medio de lo més pre-
ciado para el ser humano: la informacién, el arte y el conocimiento, es decir, la cultura
en todas sus posibilidades expresivas.
Pero, claro, esta nueva creacidn humana, este nuevo monstruo de Frankenstein
sin rostro y sin pliegues de carne, este hijo del hombre que ya no se parece fisicamente
a sus progenitores aunque, paraddjicamente, es lo mas depurado de ellos, se nos pre-
senta como una entidad ambigua. A un mismo tiempo, Internet es fntimamente fami-
liary también profundamente enigmatica. La vida de millones de personas se encuen-
tra atravesada por la presencia de la web y, simulténeamente, se ignoran las bases
algoritmicas y la localizacién de los servidores en los que descansa la posibilidad mis-