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SAN AGUSTÍN.

Vida y obras.

Nace en el 354 en Tagaste (Argelia). Su padre era pagano, su madre, Sta


Mónica era cristiana. A los 19 años lee el Hortensius de Cicerón y se le
despierta el deseo de encontrar la sabiduría. Entra en la secta maniquea
en la que cree encontrar una explicación del universo y del problema
del mal. La lectura de la Biblia lo decepciona. En el 374 crea una
escuela de retórica en Cartago y en el 383 en Roma. Allí conoce la
doctrina escéptica de la academia nueva. Consigue una cátedra de
retórica en Milán 384 y conoce a San Ambrosio quien lo introduce en
la lectura espiritual y figurativa de las Sagradas Escrituras. Lee a los
neoplatónicos con su elevación espiritual. Se convierte al cristianismo
en el año 386.

Conoce el platonismo por las obras de Plotino y las lecturas del Fedro y
Timeo. Muerta su madre se instala en Tagaste. El obispo de Hipona lo
llama y le nombra obispo auxiliar. A la muerte del obispo el sube a su
puesto. En mayo del 430 los Vándalos sitian Hipona. Muere en agosto del
430.

Sus principales diálogos son:

• De la vida feliz
• Contra académicos
• Del orden y de la santidad del alma.
• (387) Soliloquios
• (387) Inmortalidad del alma
• Sobre Génesis
• Contra maniqueos
• El maestro
• De la verdadera religión
• De la música
• Del libre albedrío.

Siendo Obispo de Hipona:

• Las confesiones

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• De Trinitate
• La ciudad de Dios
• La doctrina Cristiana
• Las retractaciones.

Contexto histórico-cultural.

San Agustín vivió entre el mundo romano y el cristiano.


Como romano se sintió miembro de un imperio que se había creído
indestructible, como cristiano ve que el hombre no debe aspirar al poder
temporal sino al poder espiritual: necesita el magisterio de la Iglesia. El
poder temporal debe estar supeditado al poder de la iglesia, este será el
nuevo orden medieval. San Agustín vive la caída del imperio con la toma
de Roma por Alarico. Los cristianos son acusados de haber provocado la
debilidad de Roma, el propio Agustín tiene que acudir en su defensa.

Contexto filosófico.

La época helenística hereda de Alejandro Magno la idea de ecumene:


creación de un imperio y una cultura humana universal sobre la base la
cultura griega. Desaparecen las polis y nacen los imperios. El hombre ya no
es ciudadano sino cosmopolita: miembro del orden cósmico universal. Esto
es posible gracias a la existencia de una lengua internacional: koiné
dialektos.

A partir del siglo II el cristianismo comienza un diálogo con la filosofía


griega de la que adopta no solo la lengua sino también las formas literarias.
Los escritores cristianos tienen dos intenciones: apostólica y apologética.
Los nuevos cristianos necesitan un contenido teórico de la fe y al mismo
tiempo tienen que defenderse de los filósofos neoplatónicos que les tachan
de no tener fundamentación racional.

Influyen en Agustín:

• El maniqueísmo. Secta Babilónica fundada por Mani en el 216. Se


extiende hasta la India. Mitad religión mitad filosofía con elementos
hebreos, cristianos, zoroastricos y búdicos, (sincretismo). Defiende
la existencia de dos sustancias eternas igualmente poderosas: la luz
que es el bien y la oscuridad que es el mal. El mal no puede ser

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absorbido por el bien, vencer el mal no significaba destruirlo sino
enviarlo al reino de las tinieblas. Para ello era necesario la
purificación. Con su espíritu el hombre puede elevarse por encima
del mundo material y salvar sus alma.

• El neoplatonismo. El último gran sistema helenístico. Coge los


diálogos de madurez de Platón con un espíritu casi místico. Es algo
ecléctico: coge incluso elementos aristotélicos y estoicos,
neopitagóricos, gnosticos etc. Un sistema idealista donde todo lo
material y corpóreo significa degradación y miseria. Su principal
representante fue Plotino (203-270) Nace en Egipto sus escritos son
ordenados por su discípulo Porfirio en las Enéadas. Por encima de
todo hay un “uno absoluto”, la primera de las tres hipóstasis divinas.
El uno engendra la inteligencia, el Nous, que es el lugar de las ideas
(2ª hipostasis) El Nous engloba el demiurgo y la inteligencia de las
ideas. El Nous engendra la tercera de las hipóstasis: el alma, en la
que se distingue una superior y una inferior, que será la que genere
las cosas sensibles. Es un proceso descendente desde el Uno hasta lo
sensible. Desde éste se inicia el camino de ascenso hacia el Uno. El
mundo se explica por la emanación. Desde el uno hasta lo sensible
hay todo un mundo de realidades intermedias. Las tres hipóstasis
también se encuentran presente en el hombre. La tendencia al
panteísmo que implica Plotino será lo que rechace Agustín.

• La patrística. Hasta el año 150 son los Padres apostólicos. Hasta el


300 los apologistas, finalmente los Padres griegos y latinos:
Atanasio, Basilio el grande, Gregorio nacianceno, Gregorio de Nisa
y San Juan Crisóstomo. Y entre los latinos: Hilario de Poitier,
Ambrosio de Milán, Jerónimo y Agustín con el que se produce el
primer sistema de filosofía cristiana. Influyen en ellos Platón del que
toman el mundo suprasensible y su ética. Aristóteles paso al olvido
salvo su hilemorfismo. Del estoicismo por medio de Séneca y de
Cicerón toma conceptos como: ley eterna, razones seminales, ciudad
de Dios. De los escépticos y epicúreos casi nada salvo argumentos
contra el politeísmo. Influencias más directas de filón de Alejandría,
los neoplatónicos y los neopitagóricos. Rechaza a los escépticos
académicos y a los pelagianos (Pelagio 360-425) El pecado de Adán
sólo le afecta a él y no se transmite a la humanidad, el hombre nace
sin pecado original. El pecado es algo que se comete, no algo que se
hereda. La visión del hombre de Agustín será más pesimista,

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corrompido por el pecado original necesita de la gracia sobrenatural
para salvarse.
EL PENSAMIENTO DE AGUSTÍN.

Relaciones entre la razón y la fe.

Agustín buscó la verdad durante largos años por medio de la razón.


Luego descubrió que la fe ponía a su disposición la verdad que la razón
no había logrado descubrir por eso la experiencia le persuadió de que
era mejor creer para saber que saber para creer. El entender sigue al
creer, pero la fe no es entendimiento sino que nos prepara para él, luego
el acto de fe debe prolongarse con el de entender. El entender lo que
creemos nos hace contemplar, aprehender la verdad.

• Creer
• Saber
• Aprehender

Estas son la tres etapas que hacen al hombre feliz. Crede ut intelligas,
intellige ut credas.

El conocimiento de Dios y del alma.

Son los dos objetivos del pesar agustiniano. La primacía la tiene Dios. Pero
en el orden de conocimiento conocemos primero el alma y por ella
podemos llegar a Dios.

La pregunta por el hombre es clave en Agustín tiene una postura de


introspección. Introduciéndonos en el conocimiento del alma alcanzamos
no solo autoconocimiento sino el conocimiento de Dios.

Dos corrientes influyen en su antropología.

• Corriente bíblica y paulina del hombre como imago dei y ser caído
en la culpa.

• La corriente griega del homo rationalis, movido por un logos interior


en el que se cifra su dignidad.

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En el Génesis se nos dice. “y Dios hizo al hombre a su imagen y
semejanza” y “Adán perdió por el pecado la imagen y semejanza de Dios”.
todos los males que aquejan a la humanidad vienen del pecado de Adán,
por eso se enfrenta a lo maniqueos que piensan que el mal es un principio
contrapuesto al bien. Se enfrenta también a los pelagianos con su
optimismo naturalista que defendían la no existencia del pecado original y
lo reducían a un mal ejemplo de los primeros padres. Agustín insiste en las
heridas que ese pecado ha dejado en el alma humana: ignorancia y
concupiscencia.

El hombre aunque debilitado es un ser orientado a Dios que tiene su mayor


dignidad en la racionalidad. Aunque el hombre es alma-cuerpo, su esencia
es el alma. Agustín se pregunta por su origen: la respuesta es difícil porque
de ella depende el cómo se transmite el pecado original. Distintas
posiciones se le ofrecían:

• Creacionismo Puro: las almas son creadas por Dios de modo


inmediato y de la nada.

• Traducianismo generacionista. El alma se transmite por los padres en


el proceso de generación.

Con la primera no podía explicar la transmisión del pecado, en la segunda


se pone en cuestión la espiritualidad del alma. La solución que encontró
fue:

• El creacionismo traducianista. Admite el creacionismo pero no puro,


Dios crea el alma pero no de la nada sino a partir del alma de Adán
con lo que nos transmite el pecado de éste. Nuestro padres crean el
cuerpo y Dios el alma a partir de la de Adán.

Así se enfrenta a la transmigración de las almas, al emanacionismo


platónico y a la idea platónica de la preexistencia del alma.

En cuanto a su teoría del conocimiento, Agustín se enfrenta a los escépticos


académicos que dudan de que pueda encontrarse la verdad. Para Agustín la
verdad es una persona: Yo soy el camino, la verdad y la vida.

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San Agustín, como luego hará Descartes, parte de los datos de la
conciencia: “si me equivoco, sé que existo”. Con ello descubre una serie de
verdades, las verdades de conciencia, contra la raíz del escepticismo.
La verdad para Agustín debe ser eterna y necesaria, llega como Platón al
concepto ideal de verdad pasando por las verdades matemáticas. La fuente
de la verdad no podía ser la experiencia sensible, que es mudable.

El alma contiene en sí misma las reglas e ideas de la sensibilidad, por


ejemplo la idea de unidad que nos sirve para organizar la experiencia
sensible y que vemos que no puede proceder de la experiencia. El origen de
esta idea sólo puede estar en un mundo de realidades extramentales
inmutables y necesarias.

Agustín distingue entre:

• Razón: facultad que ordena los datos sensibles


• Inteligencia. facultad de percibir el mundo inteligible y de conseguir
la sabiduría

El hombre puede conocer la verdad por medio de la iluminación. La verdad


se irradia desde Dios sobre el espíritu del hombre. No es trata de una
revelación sobrenatural, sino de algo natural. Esta idea estaba ya expresada
en:

• Platón: la idea de Bien ilumina el conocimiento de las demás.


• Aristóteles: la función iluminativa del entendimiento agente que al
proyectar luz sobre la forma le da inteligibilidad.
• Los neoplatónicos: Las ideas están en el nous o mente divina siendo
Dios quien ejerce la iluminación.

Dios es la fuente iluminativa de nuestro propio conocer en virtud de la


razones eternas que son las ideas absolutas en la mente divina. La relación
entre ellas y las cosas es de participación. El sentido último de esta
iluminación es que nos hace descubrir nuestro origen, nuestra dependencia
ontológica al encontrar en nuestra alma la huella de Dios.

El ser humano no sólo es conocimiento sino también voluntad. La voluntad


humana es libre de elegir el bien y el mal (contra los pelagianos). el hombre
es libre para salvarse o condenarse. La libertad humana se haya amenazada
por la corrupción de la naturaleza que nos inclina al mal, mientras que la

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gracia nos inclina al bien. Es necesaria la gracia sin negar la liberta
humana.

Conocimiento de Dios.

El camino de la interioridad como camino hacia Dios. Conocer al hombre


para conocer a Dios: Noli foras ire, in te ipsum redi. In interiore homine
habitat veritas. Es la versión cristiana del griego “conócete a ti mismo”
(oráculo de delfos).

El hombre exterior se caracteriza por su apartamiento de Dios, la caída en


sí mismo, soberbia, y la conversión a las criaturas. El hombre interior
consciente de su limitación ontológica, se transciende a sí mismo para
llegar al conocimiento de la existencia y de la esencia divina.

Un camino para demostrar la existencia de Dios es la prueba noética. El ser


humano descubre al pensar, en su vida espiritual, en el sentir, etc...
verdades eternas inmutables y necesarias. Detrás de todo lo imperfecto
tocamos lo perfecto sencillamente porque está Dios. Dios es algo íntimo y
transcendente al pensamiento.

Dios es el creador de cuanto existe. Crea de la nada, ex nihilo. Crea por un


acto de divina voluntad. Dios expresándose completamente en su verbo
contiene eternamente en sí los modelos arquetípicos de todos los seres
posibles, sus formas inteligibles, sus leyes, sus pesos, medidas y números.
Estos modelos eternos son ideas increadas y consustanciales a Dios. Dios
para crear el mundo no tuvo más que decirlo. Todos los seres han sido
producidos desde el origen, pero en forma de gérmenes que deben
desarrollarse en el curso de los tiempos. Agustín tiene pues, una visión
creacionista del mundo, que se muestra sobre todo en el orden. El mundo
está ordenado y tiene en Dios su principio y su finalidad, no sólo en el
plano físico sino también en el personal y social. Todas las cosas han sido
ordenadas por Dios en medida, número y peso (el peso expresa la tendencia
de todo ser creado a alcanzar su lugar natural).

La ciudad de Dios.

Aquí expone su visión de la historia y su teoría política. Ambas


condicionadas por la caída del imperio y la acusación sobre los cristianos

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de debilitarlo. La historia es lineal hasta el día del juicio en contraposición
a la circularidad griega.

El amor es quien une o divide a los hombres, cada uno se siente vinculado
con aquellos que amen lo mismo que él ama. el amor de Dios establece una
comunidad universal entre los hombres. La sociedad no es una extensión de
la naturaleza sino de la racionalidad, porque sólo ella hace posible el amor.
El pueblo se legitima como sociedad por aquello que ama, de aquí las dos
ciudades:

• La ciudad terrenal: los hombres quieren vivir conforme a la carne.


• La ciudad de Dios: se vive según el espíritu.

La segunda se refiere a la Iglesia, la primera al estado. Los ciudadanos de


ambas ciudades viven las mismas sociedades históricas. A la ciudad de
Dios pertenecen todos los justos: los que viven, los que vivieron y los que
vivirán. Los vínculos en esta ciudad no son por autoridad sino por caridad.

Los males derivados del pecado, tienen su máxima expresión en las guerras
por eso la paz es anhelada por todos los hombres. La paz demanda una
ordenación de valores en la ética y en la política. La paz no será posible a
través del dominio del hombre sobre el hombre.

El ejercicio del orden y por tanto la garantía de la paz es la justicia. No es


posible la justicia completa en la ciudad terrena, pero la sociedad debe
caminar hacía un progreso en el orden jurídico.

Proyección del pensamiento de San Agustín.

Dio lugar a un cuerpo doctrinal denominado agustinismo ( dualismo,


voluntarismo, espiritualidad...) Son el pilar del pensamiento cristiano hasta
el siglo XIII.

San Anselmo de Canterbury (siglo XI) es el más importante de los


pensadores agustinianos. Argumento ontológico.

El agustinismo fue la corriente elegida por los franciscanos y San


Buenaventura en los siglos XIII-XIV, en competencia con los dominicos.
Insisten en la importancia de la voluntad y de la libertad, sobre todo Duns
Escoto y Ockham.

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Se han señalado similitudes y discrepancias entre el Cogito, ergo sum de
Descartes y el Si fallor, sum de Agustín. (si me equivoco existo)

La visión lineal del tiempo y de la historia que aportó Agustín es uno de los
rasgos más significativos de la cultura occidental en su filosofía de la
historia.

En el siglo XX el vitalismo existencial y su capacidad de introspección de


Agustín sirven de inspiración a Kierkegaard y los existencialismos de
comienzo de siglo.

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