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UNIVERSIDAD TÉCNICA DE MANABÍ

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD


ESCUELA DE MEDICINA

GINECOLOGÍA

TEMA:

CONTROL PRENATAL Y CAMBIOS FISIOLÓGICOS EN EL


EMBARAZO

DOCENTE:

DR. FIDEL MENDOZA

EXPOSITORES:

ARIZAGA GUACHUN MESIAS JESUS

ALVARADO GARCÍA MARÍA GABRIELA

ABRIL- AGOSTO 2019


ATENCIÓN PRENATAL

La atención prenatal organizada fue introducida en Estados Unidos sobre todo por
reformadores sociales y enfermeras.

Guía de Práctica Clínica

Control Prenatal: conjunto de actividades y procedimientos que el equipo de salud


ofrece a la embarazada con la finalidad de identificar factores de riesgo en la gestante y
enfermedades que puedan afectar el curso normal del embarazo y la salud del recién
nacido/a.

Componentes: Promoción, Prevención, Recuperación, Rehabilitación de la salud


materna y neonatal con enfoques de interculturalidad, género y generacional

Valoración de la eficacia de la atención prenatal

Índice de Kessner

incorpora tres elementos del acta de nacimiento:

• duración de la gestación,
• momento de la primera consulta prenatal,
• número de consultas.
Sin embargo, NO mide la calidad de la atención ni tampoco considera el riesgo relativo
de complicaciones para la madre.

Score MAMA

El registro del Score Mamá en las mujeres gestantes y puérperas es obligatorio y deberá
ser colocado en la historia clínica perinatal, así como en la hoja de evolución de la
paciente. El Score MAMÁ, consta de 6 (seis) signos vitales, y 1 (un) signo cuantitativo
tal como se describió anteriormente:

 Frecuencia Cardiaca (FC)


 Presión arterial dividida en
- Sistólica
- Diastólica
 Frecuencia Respiratoria (FR)
 Saturación de Oxigeno (Sat)Estado de Conciencia
 Proteinuria
Atención previa a la concepción
La salud durante el embarazo depende de la salud de antes
Atención previa a la concepción:
• Reducir riesgos
• Promover estilos de vida saludables
• Mejorar la disposición para el embarazo

Diagnóstico de embarazo
• Sospecha: síntomas y prueba urinaria domestica
Prueba confirmatoria de orina o sangre para gonadotropina coriónica humana (hCG).
• Datos de sospecha o diagnósticos en la exploración.
• Ecografía: viabilidad o localización del embarazo
Signos y síntomas
Astenia, Adinamia, Somnolencia, Mastodinia, Estreñimiento, Nauseas, Vómito
Alteración gusto y olfato, Lipotimia, Irritabilidad, Mareo, Ptialismo, Polaquiuria,
Nicturia, Disuria, Tenesmo
Identificación ecográfica del embarazo
Demostración del saco gestacional mediante ecografía abdominal después de 4 o 5
semanas de gestación. A partir del día 35 debe ser visible en todas las mujeres.
Movimiento cardiaco: 6 semanas
Longitud coronilla-rabadilla (céfalo caudal) predice la edad gestacional con un margen
de cuatro días.

Valoración prenatal inicial


• Definir el estado de salud de la madre y el feto
• Calcular la edad gestacional
• Iniciar un plan de atención obstétrica continua

Detección psicosocial

El ACOG aboga por la detección psicosocial al menos una vez cada trimestre para
aumentar la probabilidad de identificar problemas importantes y reducir los resultados
adversos del embarazo.
Tabaquismo, alcohol y drogas

TABAQUISMO: riesgo de placenta previa, desprendimiento placentario, rotura


prematura de membranas. El 30% de nacer antes de termino, pesar menos 250g menos,
riesgo de morir por síndrome de muerte súbita infantil determinan riesgo. Debido a
hipoxia fetal por reducción de flujo uteroplacentario, como efectos tóxicos de nicotina.

ALCOHOL: síndrome de alcoholismo fetal, restricción del crecimiento, anomalías


faciales y disfunción del SNC

DROGAS: heroína, cocaína, anfetaminas, barbitúricos y marihuana. Sufrimiento fetal,


bajo peso al nacer, cuadro de abstinencia farmacológica.

Embarazos de alto riesgo


Consultas prenatales subsiguientes

• Intervalos de cuatro semanas hasta la 28


• Cada dos semanas hasta la 36
• Cada semana hasta el parto
Recomendaciones acerca del uso de ecografía

Se recomienda que la ecografía deba realizarse entre la 11 y 14 semanas, utilizando la


longitud cráneo-caudal como el parámetro que determinará la edad gestacional durante
este periodo de embarazo.

El mejor momento para realizar el estudio morfológico del feto por ecografía es durante
las 18 y 24 semanas de gestación, óptima a las 22 semanas.

Momento en el cual la ecografía permite la confirmación de viabilidad fetal


La ecografía en el tercer trimestre (30-36 semanas) valora alteraciones del crecimiento
fetal, permitiendo identificar aquellos fetos pequeños o grandes para la edad gestacional

Tratamiento farmacológico
Inmunización
Recomendaciones acerca de exámenes de laboratorio

Tipología Sanguínea y Coombs indirecto: En el primer control prenatal se debe


determinar grupo sanguíneo, factor Rh y Coombs indirecto. La profilaxis anti-D es
recomendable de rutina en mujeres Rh negativas, no sensibilizadas. Repetir a las 28
semanas de gestación de acuerdo a su estado inmunológico relacionado con Rh
Hb, MCV: Recomendado en cada embarazo en el primer control
VIH: Recomendado en cada embarazo en el primer control y a las 24 a 34 semanas.
Hepatitis B y C: A todas las embarazadas se les debe realizar en su primera consulta
prenatal la detección de Hepatitis B (antígeno de superficie sérico).
Citología cervico-vaginal: La frecuencia e indicaciones de la citología cervical
Enfermedad de Chagas: Se recomienda las pruebas de detección de Chagas en la
atención prenatal en embarazadas de riesgo por exposición, debido a que en el Ecuador
existen zonas endémicas.
Tamizaje de streptococcus grupo B: Se recomienda profilaxis antibiótica para el EGB
si la paciente presenta los siguientes factores de riesgo:
• RN previo con enfermedad invasiva por EGB
• Infección urinaria por EGB confirmada en el embarazo actual.
• Parto prematuro.
• Ruptura prematura de membranas mayor a 18 horas y fiebre mayor a 38º C.
Recomendaciones nutricionales
• Desde la primera consulta se debe aconsejar a las pacientes el lavado de manos
frecuente, extremar la higiene en el manejo de alimentos, así como evitar
consumir alimentos en puesto ambulatorios o de dudosa preparación.
• La suplementación protéico-calórica es efectiva en embarazadas que presenten
riesgo de tener productos de bajo peso al nacer.
• Suplementos de vitamina A podrían ser teratogénicos y por lo tanto debe evitarse
la suplementación innecesaria.
• La Food Standards Agency ha anunciado que las embarazadas deberían limitar el
consumo de:
• Atún con alto contenido de mercurio a no más de dos latas de tamaño medio
o un filete de atún fresco a la semana.
• Cafeína 300 mg/día. La cafeína está presente en el café, té y refrescos de
cola
CAMBIOS FISIOLÓGICOS DURANTE EL EMBARAZO
La evolución favorable del embarazo requiere de una adaptación del organismo materno,
las modificaciones fisiológicas que de una u otra forma pueden contribuir a que se
presenten ciertas complicaciones, como por ejemplo las infecciones durante el embarazo.

Las modificaciones principales las estudiamos a continuación.

Modificaciones en la composición corporal y la ganancia de peso


Se ha estudiado que el promedio de peso ganado durante el embarazo es 12,5 kg; este
nivel de ganancia está asociado con resultado reproductivo óptimo en mujeres saludables.

En la tabla 1 presentamos los porcentajes que corresponden a diferentes componentes,


como el peso del feto -que representa 27% del total del peso ganado por la madre-; al
líquido amniótico le corresponde 6% y a la placenta 5%. El resto corresponde al
incremento del tejido materno en útero, mamas, tejido adiposo, volumen sanguíneo y
líquido extracelular

Aproximadamente, 5% del total del peso ganado ocurre en las 10 a 13 semanas del
embarazo; el resto es ganado a lo largo del segundo y tercer trimestre, con una tasa
promedio de 0,450 kg por semana. La Organización Mundial de la Salud, en un estudio
sobre antropometría materna y resultado del embarazo, concluyó que el peso al nacer de
3,1 a 3,6 kg (media de 3,3 kg) estuvieron asociados a resultado fetal y materno óptimos.
El rango de peso materno ganado asociado con peso óptimo al nacer fue 10 a 14 kg, con
un promedio de 12 kg

Modificaciones en el sistema cardiovascular


El corazón y la circulación presentan adaptaciones fisiológicas importantes desde las
primeras semanas del embarazo. El gasto cardiaco se incrementa hasta en 50% en
comparación con la mujer no gestante, atribuyéndose estas modificaciones a una
elevación de la frecuencia cardiaca (15 a 25% mayor que en la mujer no embarazada), al
volumen latido, que se encuentra elevado en 25 a 30% al final del embarazo, y finalmente
a una disminución de la resistencia vascular periférica, en 20%, aproximadamente

En gestaciones múltiples, el gasto cardiaco materno es mayor en 20% sobre el incremento


normal; la volemia y el volumen plasmático se incrementan hasta 45% y 55%,
respectivamente, al final del embarazo.
Estas modificaciones tienen implicaciones farmacológicas, ya que el aumento del
volumen plasmático y gasto cardiaco incrementan el volumen de distribución de
medicamentos, sobre todo los hidrosolubles.

Además, el aumento de la volemia y del volumen plasmático conduce a disminución del


hematocrito y de la concentración de hemoglobina. Los valores de mayor relevancia sobre
las modificaciones en el sistema vascular y que tienen implicancia en la farmacocinética
de medicamentos los presentamos en la tabla

Modificaciones en el aparato urinario


Se produce dilatación de la pelvis renal, cálices y los uréteres, provocando aumento del
espacio muerto urinario. El incremento del espacio muerto urinario unido al crecimiento
de la vascularización renal y el mayor volumen intersticial ocasionan aumento en la
longitud del riñón, de aproximadamente 1 a 1.5 cm, en comparación con el riñón de la
mujer no gestante.

La hidronefrosis e hidrouréter se inician precozmente desde la sexta semana de gestación


y el 90% de los embarazos presenta estas modificaciones alrededor de la semana 28 (2,
3, 26). El mecanismo sería el resultado de la combinación del factor mecánico (posición
del útero gestante) y la relajación del músculo liso, por efecto de la acción de la
progesterona; es más común en el lado derecho, por la dextrorrotación del útero y la
acción amortiguadora del colon sigmoides sobre el uréter izquierdo.

Las modificaciones descritas actúan como factores que predisponen a las infecciones
urinarias. La función renal se altera también durante el embarazo; así, el flujo sanguíneo
renal (FSR) y la tasa de filtración glomerular (TGF) se incrementan en 50 a 60%; la
reabsorción de agua y electrolitos también están elevada, manteniéndose normales el
balance hídrico y electrolítico.

Durante el embarazo se pierden aminoácidos y vitaminas hidrosolubles por la orina, en


mayor cantidad que en las mujeres no gestantes; la creatinina y el nitrógeno ureico sérico
disminuyen; de manera que, una creatinina sérica mayor a 0,9 es sospechosa de
enfermedad renal subyacente (21). También, la depuración de creatinina es 30% mayor
comparada con mujeres no gestantes; valores por debajo de 137 mL/min deben ser
estudiados exhaustivamente.

Estas modificaciones pueden tener efectos significativos en la farmacocinética, como


sería el caso de un incremento en la depuración de ciertos medicamentos, como la mayoría
de antibióticos.

Modificaciones en el tracto gastrointestinal


El estómago se modifica debido a factores mecánicos y hormonales; el elemento
mecánico es el útero ocupado y el factor hormonal, la progesterona, que disminuye el
peristaltismo gástrico e intestinal; como resultado del factor hormonal, se producirá
retraso en el vaciamiento gástrico y, en el intestino, una mayor absorción, debido a la
lentitud en el tránsito intestinal.

El hígado no experimenta modificaciones morfológicas y el flujo sanguíneo de la vena


porta y el flujo sanguíneo total están incrementados significativamente a partir de las 28
semanas, aunque el flujo por la arteria hepática no se altera; es evidente una reducción en
la actividad de CYP1A2. Este efecto sería por acción de la progesterona, la cual juega un
rol importante en la regulación del metabolismo.

Algunas pruebas de la función hepática se alteran durante el embarazo; por ejemplo, la


fosfatasa alcalina se eleva casi al doble, mientras que las aminotransferasas, gamma
glutamil transpeptidasa y bilirrubina total muestran concentraciones ligeramente
disminuidas. La albúmina sérica disminuye debido al incremento del volumen sanguíneo,
pudiendo ser menor la relación albúmina/globulina en comparación a la mujer no
embarazada.

Algunas de las drogas antiepilépticas son ácidos débiles, con unión alta a proteína; este
aspecto tiene importancia, ya que el manejo ideal de las embarazadas con epilepsia es
mantener una dosis efectiva de la droga, con mínima exposición fetal.

En aquellos medicamentos con unión a proteínas plasmáticas alta es recomendable


realizar el monitoreo de la fracción libre en cada trimestre, ya que una disminución de la
concentración total o de los niveles de la forma libre implicarían realizar el ajuste de estos
fármacos.

La actividad de aminopeptidasa de leucina está elevada en el suero de la mujer


embarazada, como consecuencia de la aparición de una o varias enzimas propias del
embarazo; la aminopeptidasa inducida por la gestación tiene actividad de oxitocinasa y
vasopresinasa.

Modificaciones en el sistema respiratorio


Se producen precozmente a partir de la octava semana modificaciones en las capacidades,
volúmenes y ventila ciones pulmonares, por efecto hormonal y modificaciones mecánicas
y anatómicas:

 Por efectos hormonales: dilatación de la vía aérea, disminución de la resistencia


pulmonar hasta en 50% (por acción de la progesterona, cortisol y relaxina).
Además, se presenta ingurgitación de la mucosa nasal, orofaríngea y laríngea,
proporcionando mayor vascularidad, razón por la cual habría una mayor absorción
de medicamentos y riesgo de epistaxis. Se encuentran aumentados el volumen
corriente, la ventilación pulmonar y el consumo de oxígeno; la capacidad residual
funcional y el volumen residual están disminuidos, por elevación del diafragma (.
 Por modificaciones anatómicas: los diámetros verticales interno y circunferencia
de la caja torácica muestran modificaciones importantes; el primero disminuye
hasta 4 cm, por elevación del diafragma por el útero ocupado; el eje transversal y
anteroposterior incrementan la circunferencia torácica en 6 cm.
 Gases sanguíneos: La disminución de la PaCO2 hasta llegar a los 30 mmHg, se
registra a partir de las 12 semanas, por efecto de la progesterona. La PaO2
aumenta desde el primer trimestre a 107 mmHg, luego desciende en el tercer
trimestre a 103 mmHg. El bicarbonato sérico disminuye a 20 mEq/L, por aumento
en la excreción renal, alterando ligeramente el pH en 0,02 a 0,06, como
compensación metabólica a una alcalosis respiratoria.

Modificaciones en la piel
Bajo la influencia de las hormonas del embarazo, se observa las siguientes
modificaciones:

• Prurito: se presenta en 3 a 20% de las embarazadas, puede ser localizado o


generalizado y se acentúa conforme avanza la gestación.
• Alteraciones pigmentarias: la más común y que preocupa a la mujer gestante es el
cloasma o melasma; esto se debe a que en determinadas áreas de la piel hay mayor
cantidad de melanocitos, siendo la única alteración histológica el depósito de
melanina, influenciadas por la hormona estimulante de la melanina, factores
genéticos, cosméticos y radiación ultravioleta.
• Estrías: frecuente en personas de piel clara, de localización abdominal, alrededor
del ombligo y en las mamas; no solo se producen por la distensión de la piel, sino
también influirían los factores hormonales.

Modificaciones en el sistema nervioso central y periférico


Por resonancia magnética se ha demostrado que el riego sanguíneo cerebral bilateral en
las arterias cerebrales media y posterior disminuye progresivamente hasta el tercer
trimestre; se desconoce el mecanismo e importancia clínica de esta merma, aunque podría
explicar la disminución de la memoria durante el embarazo

Alteraciones hematológicas en el embarazo


Volumen hemático

Las alteraciones fisiológicas de la sangre en el embarazo se basan en la derivación parcial


del hierro desde la síntesis de hemoglobina hacia la placenta y feto, y en el aumento del
volumen plasmático materno.

El volumen plasmático aumenta progresivamente desde el inicio de la gestación,


tendiendo a mantenerse estable durante las últimas ocho semanas. Es interesante resaltar
que el feto no es necesario para que este aumento se produzca ya que ha sido demostrado
en pacientes con mola hidatiforme.
Es sabido, que existe una correlación entre el volumen plasmático, el peso del recién
nacido, y los resultados perinatales, aunque a pesar de que con el aumento de la paridad
hay un aumento del peso fetal y mejores resultados perinatales, no existe evidencia de un
aumento proporcional del volumen plasmático el que sí aumenta en las mujeres con
embarazo múltiple. Por el contrario, las embarazadas con fetos de bajo peso para la edad
gestacional tienen una pobre respuesta de incremento volumétrico del plasma.

En general se observa un incremento de alrededor de 1250 mL de plasma sobre los niveles


pregestacionales, que habitualmente son aproximadamente 2600 mL. Esto representa
aproximadamente un 45 a 50% de incremento del volumen plasmático. La mayor parte
de este aumento ocurre antes de la semana 32 a 34 de gestación.

Masa eritrocitaria

"Masa eritrocitaria" es un término que involucra al volumen total de los eritrocitos


circulantes. La masa eritrocitaria aumenta en el embarazo, pero aún no hay acuerdo en
cuanto a la magnitud de ese aumento. Este incremento puede variar considerablemente
cuando la embarazada recibe medicación con hierro, aún sin evidencias clínicas de un
déficit del mismo. El estímulo para el aumento de producción de la serie roja se debe a la
elevación de los niveles de eritropoyetina, que ocurre desde el inicio de la gestación.

Si se acepta que el volumen de glóbulos rojos en promedio en la mujer sana antes del
embarazo es de aproximadamente 1400 mL, entonces el aumento normal sin recibir
suplemento de hierro es de aproximadamente 240 ml (18%) y en aquellas que reciben
hierro es de 400 ml (30%). La masa celular roja aumenta sostenidamente entre el fin del
primer trimestre y el término. De la misma manera que el volumen plasmático, la
magnitud del aumento está relacionada con el tamaño del feto, en los embarazos múltiples
se pueden observar aumentos particularmente grandes.

La masa celular roja cae inmediatamente en el momento del parto como resultado de la
pérdida hemática. Los volúmenes hemáticos previos al embarazo se recuperan
aproximadamente tres semanas después del parto.
Hemoglobina total

La concentración de hemoglobina, el hematocrito, y el recuento de glóbulos rojos cae


durante el embarazo porque la expansión del volumen plasmático es superior a la de la
masa eritrocitaria. De todos modos, existe un aumento de la hemoglobina total circulante
relacionado directamente al aumento de la masa eritrocitaria. Esta a su vez depende del
estado de los depósitos de hierro de la embarazada. El valor normal más bajo de
hemoglobina de una mujer no embarazada que vive a nivel del mar es de 12 mg/dl. El
valor mínimo aceptado por la Organización Mundial de la Salud para la mujer
embarazada es de 11 g/dl.

Metabolismo del Hierro


El hierro es un elemento esencial que está presente en todas las células del cuerpo,
generalmente unido a una proteína. En el embarazo, la demanda de hierro aumenta para
satisfacer principalmente las demandas de la masa eritrocitaria en expansión, y
secundariamente los requerimientos del feto y la placenta. El feto obtiene su hierro del
suero materno por transporte activo a través de la placenta, en su mayor parte en las
últimas cuatro semanas del embarazo.

El requerimiento total de hierro en el embarazo es del orden de 700 a 1400 mg.


Globalmente es de 4 mg/día en el embarazo, pero aumenta a 6.6 mg/día en las últimas
semanas del embarazo. Esta demanda sólo puede ser satisfecha movilizando los depósitos
de hierro además de lograr la máxima absorción de hierro de la alimentación. Una dieta
adecuada provee aproximadamente 14 mg de hierro por día, del que se absorbe sólo 1 a
2 mg.

La absorción de hierro aumenta cuando hay una hiperplasia eritroide y una concentración
aumentada de transferrina no saturada, ambas condiciones son parte de la respuesta
fisiológica de la embarazada. Existe evidencia de que la absorción de hierro está
aumentada al fin de la gestación, esto, sin embargo no permite proveer el hierro necesario
para esa embarazada por lo que la suplementación siempre es recomendable.
Alteraciones del sistema endocrino
Glándula hipófisis
Durante el embarazo normal, la hipófisis crece en casi 135% (Gonzalez et al., 1988).
Aunque se ha sugerido que el aumento podría ser suficiente para comprimir el quiasma
óptico y reducir los campos visuales, la alteración visual por crecimiento fisiológico de
la hipófisis durante el embarazo normal es infrecuente (Inoue et al., 2007). Scheithauer et
al. (1990) presentaron datos de que la incidencia de prolactinomas hipofisarios no
aumenta durante la gestación. Cuando estos tumores son grandes antes de la concepción
(un macroadenoma mide 10 mm o más), es más probable el crecimiento durante el
embarazo.

La hipófisis materna no es esencial para el mantenimiento de la gestación. Muchas


mujeres se han sometido a hipofisectomía, concluido el embarazo con éxito y entrado en
trabajo de parto espontáneo mientras recibían glucocorticoides junto con hormona
tiroidea y vasopresina.

Hormona del crecimiento


Durante el primer trimestre, la hormona del crecimiento se secreta sobre todo en la
hipófisis materna; las concentraciones en suero y líquido amniótico están dentro de los
límites de mujeres no gestantes, 0.5 a 7.5 ng/ml (Kletzky et al., 1985). Desde las ocho
semanas, se detecta la hormona del crecimiento producida por la placenta (Lønberg et al,
2003). Alrededor de las 17 semanas, la placenta es la principal fuente de hormona del
crecimiento (Obuobie et al., 2001). Los valores séricos maternos aumentan despacio,
desde cerca de 3.5 ng/ml a las 10 semanas hasta una meseta de alrededor de 14 ng/ml
después de las 28 semanas. La hormona del crecimiento en el líquido amniótico alcanza
su nivel máximo a las 14 a 15 semanas y luego disminuye despacio hasta alcanzar los
valores basales después de las 36 semanas.

Prolactina
Las concentraciones plasmáticas maternas de prolactina aumentan mucho durante el
embarazo normal y casi siempre son 10 veces mayores al término (cerca de 150 ng/ml),
en comparación con las mujeres no embarazadas. Lo paradójico es que las
concentraciones plasmáticas disminuyen después del parto, incluso en mujeres lactan tes.
Durante el comienzo de la lactancia, hay brotes pulsátiles en la secreción de prolactina
como respuesta al amamantamiento.
Glándula tiroides
Los cambios fisiológicos del embarazo hacen que la glándula tiroides aumente la
producción de hormonas tiroideas en 40 a 100% para cubrir las necesidades maternas y
fetales (Smallridge et al., 2005). Para lograr esto, hay varios cambios inducidos por el
embarazo documentados. En cuanto a los cambios anatómicos, la tiroides experimenta
crecimiento moderado durante el embarazo por hiperplasia glandular y aumento de la
vascularidad. Glinoer et al. (1990) publicaron que el volumen medio de la tiroides
aumentaba de 12 ml en el primer trimestre a 15 ml al momento del parto. El volumen
total era inversamente proporcional a las concentraciones séricas de tirotropina. Este
crecimiento no es patológico, pero la gestación normal no causa tiromegalia significativa.
Por lo tanto, cualquier bocio debe investigarse.

Glándulas suprarrenales
En el embarazo normal, las glándulas suprarrenales maternas sufren pocos o ningún
cambio morfológico.

Cortisol
La concentración sérica del cortisol circulante se eleva, pero gran parte de éste se
encuentra unida con la transcortina, la globulina de unión con cortisol. El ritmo de
secreción del cortisol no aumenta y es probable que disminuya en comparación con el
estado no gestante. Sin embargo, la velocidad de eliminación metabólica es menor
durante el embarazo porque su semivida casi se duplica con respecto al estado sin
embarazo (Migeon et al., 1957). La administración de estrógenos, incluida la mayor parte
de los anticonceptivos orales, induce cambios en el nivel sérico de cortisol y transcortina
similares a los del embarazo.

Aldosterona
Desde las 15 semanas, las glándulas suprarrenales maternas secretan cantidades mucho
más grandes de aldosterona. Para el tercer trimestre, se produce cerca de 1 mg al día. Si
se restringe el consumo de sodio, la secreción de aldosterona se incrementa aún más
(Watanabe et al., 1963). Al mismo tiempo, los niveles de renina y el sustrato de la
angiotensina II tienen un aumento normal, sobre todo durante la segunda mitad del
embarazo. Esta situación da origen al aumento del nivel plasmático de angiotensina II,
que al actuar en la zona glomerulosa de las glándulas suprarrenales maternas, explica la
secreción tan alta de aldosterona. Se ha sugerido que el aumento en la secreción de
aldosterona durante el embarazo normal brinda protección contra el efecto natriurético de
la progesterona y el péptido auricular natriurético.

BIBLIOGRAFÍA

 Williams, P., & Cunningham, K. (2012). Cambios fisiologicos en el embarazo. In


Williams, Williams OBSTETRICIA (capitulo 7. ATENCION PRENATAL).
Dallas: McGraw-Hill.
 Control Prenatal : Guía de Práctica Clínica (GPC) 2015. Ministerio de Salud
Pública del Ecuador
 Santana, C. (2015, junio 23). Intramed, cambios hematologicos en el embarazo.
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