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ETIOLOGÍA Y PATOGENIA
La causa de la AIJ permanece aún desconocida y los mecanismos patogénicos no han sido
esclarecidos. Entre los elementos implicados se hallan factores genéticos, ambientales
(infecciones virales o bacterianas, estrés psicológico, etc.), e inmunológicos, además de
concentraciones hormonales anormales y trauma físico, entre otros.
EPIDEMIOLOGÍA
Esta condición de salud no es una enfermedad infrecuente, pero su real prevalencia e
incidencia es aún desconocida. Diferentes estudios sugieren que la incidencia estimada de
AIJ es de 10 a 20 casos nuevos por 100.000 niños en riesgo por año. La edad de comienzo
es habitualmente entre el año y los 3 años de vida, siendo raro su inicio antes de los 6
meses de edad. Con respecto al sexo, es dos veces más frecuente en niñas.
Si bien no hay estudios epidemiológicos realizados en nuestro país, por analogía con los
realizados en EE.UU. se estima que habría en la actualidad entre 5.000 y 10.000 niños con
ARJ que necesitan atención médica por esta enfermedad
SIGNOS Y SÍNTOMAS
• Manifestaciones clínicas:
Síntomas como cansancio son comunes en niños con formas poliarticulares o sistémicas,
especialmente al inicio o durante los brotes de la enfermedad. Pueden expresar
somnolencia, falta de energía o irritabilidad. La anorexia, la pérdida de peso y el retraso de
crecimiento se observan sobre todo en la enfermedad sistémica.
• Manifestaciones articulares:
El compromiso articular puede ser mínimo o incluso estar ausente, como ocurre
ocasionalmente en los primeros periodos del inicio. En la mayoría de los casos, la artritis
comienza en forma insidiosa, pero puede presentarse con signos de inflamación aguda y
dolor con el movimiento. Las articulaciones comprometidas se hallan con aumento de la
temperatura local, dolor a la palpación y a la movilización. Los pacientes pueden presentar
rigidez matinal, luego del reposo (sobre todo del nocturno prolongado).
Todas las articulaciones pueden afectarse; las grandes, comprometidas con mayor
frecuencia son: rodilla, carpos, tobillos. Las pequeñas articulaciones de manos y pies se
afectan particularmente en la forma poliarticular.
PROCEDIMIENTO DIAGNÓSTICO
● Prevención Primaria
ETAPAS
Dependiendo de las características clínicas e inflamatorias del momento, se deriva a un
plan de tratamiento. Desde el punto de vista de la rehabilitación, existen 3 tipos de estadios
de la enfermedad que tienen relación con la severidad del momento inflamatorio que
presente cada paciente.
• Etapa Aguda
Presencia de aumento de volumen, dolor e impotencia funcional de una o más
articulaciones, debido a inflamación articular
• Etapa Sub-Aguda.
Se caracteriza por disminución de los síntomas y signos inflamatorios, con aparición de
infiltración celular alrededor de la articulación.
• Etapa de remisión
Se caracteriza por la ausencia de inflamación aguda, con el paciente sin dolor y con
posibilidad de mover sus articulaciones de acuerdo al estado secuelar. Presenta una
variedad de capacidades funcionales.
TRATAMIENTO
• Farmacológico:
Los antiinflamatorios no esteroides (AINEs) y la terapia física constituyen el tratamiento
básico de todo niño con AIJ. El metotrexato (MTX) es la primera opción de tratamiento
farmacológico frente al fracaso de los AINEs. Corresponde a los FARMES, que evitan la
acción de las citoquinas, y así evitar el ingreso de linfocitos en la membrana, que producen
el aumento de volumen de esta y ejercen presión sobre el tejido óseo produciendo la
destrucción del mismo.
Agentes biológicos: Son un nuevo grupo de agentes terapéutico que han demostrado
producir efectos poderosos en el control de la inflamación, bloqueando la acción de diversas
citoquinas retardando la progresión del daño articular. En casos graves, se quiere realizar
una intervención quirúrgica (incluyendo el reemplazo de la articulación)
• No farmacológico
- Mantener o mejorar las capacidades funcionales de los pacientes.
• Propuestas de intervención
Este objetivo requiere de un equipo multidisciplinario que incluye diversas modalidades
terapéuticas, donde la terapia medicamentosa y la rehabilitación integral son los dos
grandes pilares. Lo anterior se consigue a través de una intervención integral enfocada en
mantener o mejorar las capacidades funcionales y lograr un bienestar integral en los
pacientes a través de un crecimiento psíquico adecuado y físico, ya que los niños que
presentan artritis idiopática juvenil deben mantenerse activos para tener músculo y
articulaciones fuerte y móviles
Nuestra intervención también estará orientada en minimizar el daño producido por esta
enfermedad inflamatoria y prevenir las complicaciones secundarias por medio del reposo,
evitar posturas que podrían empeorar el diagnostico y adaptaciones del entorno. Cabe
mencionar, que dentro de nuestra propuesta deben estar incluida las orientaciones al
paciente y su grupo familiar sobre el pronóstico, a través de la educación sobre la
enfermedad y las estrategias de autocuidado que se deben realizar.
Bibliografía