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Oración de protección a los arcángeles

Arcángel San Miguel a mi derecha,


San Gabriel a mi izquierda,
San Rafael a mis espaldas,
para que con sus alas me cubran de todo mal,
arcángel Uriel al frente de mí, para abrirme los caminos,
y sobre mí, la gloria del Universo Celestial.
Amen.

Todos los días antes de salir de tu casa recita esta oración:

Arcángel San Miguel a la derecha,


San Gabriel a la izquierda,
San Rafael por detrás,
para que con sus alas cubran mi hogar de todo mal,
arcángel Uriel al frente, para que la puerta siempre esté abierta al bien y
cerrada al mal,
y sobre mi hogar, la protección y gloria del Universo Celestial.
Amen.

Meditación "Kabala"

1. Busca un lugar cómodo que puedas usar sin interrupciones durante 20


a 30 minutos. Este lugar puede ser tu propia cama, ya que es
recomendable que te duermas cuando termines.
2. Relájate con los ojos cerrados y pon tu atención en tu cuerpo, en los
movimientos que provoca tu respiración.

1. Imagina que sientes una presencia en el lado derecho de tu cuerpo y de


tu rostro. Podrías sentir presión, cosquilleo o una vibración. Si no
sientes nada, imagina que tienes a alguien al lado, muy cerca de ti.
2. Identifica la presencia que tienes a tu lado como el arcángel Miguel, el
mensajero de Dios. Mantente consiente de su presencia por un rato.

1. Imagina que sientes una presencia en el lado izquierdo de tu cuerpo y


de tu rostro. Siente la presencia como lo hiciste antes. Es el arcángel
Gabriel, la fuerza de Dios. Siente a ambos arcángeles a la misma vez en
ambos lados de tu cuerpo.
2. Siente la presencia del arcángel Rafael, la sanción de Dios, por la parte
de atrás de tu cuerpo. Siente cómo te sostiene y te apoya.
3. Imagina una luz brillante frente a ti, frente a tu rostro. Es el arcángel
Uriel, la luz de Dios.
4. Siente a los cuatro arcángeles apoyándote y transmitiéndote su energía.
5. Por último, imagina que una nube de energía benevolente y enorme se
posa sobre ti. Esta nube es la Shekhiná, la presencia femenina de Dios.
Siente cómo la luz de la Shekhiná desciende sobre ti y te rodea
con protección, amor, y dulzura. Te enuelve en un estado de paz y
bondad infinita.
6. Si estás en tu cama, puedes permitirte dormir. Mantente en este estado
tanto tiempo como lo desees. Si quieres levantarte, deja primero que
la Shekhiná se eleve con delicadeza, y levántate pausadamente.

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