Professional Documents
Culture Documents
Introducción:
Para el estudio de la RC del juez se debe partir de una primera idea básica muy
importante: los jueces cuentan con un privilegio en tanto responden solo si
hay dolo o culpa grave (o también llamada inexcusable), la sola culpa es
insuficiente para generar responsabilidad. De este modo, la RC del magistrado
judicial es netamente subjetiva por su factor de atribución y además
es atenuada.
Esto quiere decir que si se trata de culpa leve, entre comillas la culpa ordinaria,
no hay ninguna responsabilidad. Asimismo, la responsabilidad administrativa y
penal se considera de manera independiente. Por lo tanto, siempre que haya un
daño producto del dolo o la culpa inexcusable, el juez tiene que responder.
¿Y qué tipo de actos pueden generar daños que den lugar a la aplicación de
la RC?, si bien usualmente se piensa que es necesaria una resolución judicial que
de por concluido el proceso, esto no es así, pues el CPC se expresa en términos
genéricos; con lo cual, podemos estar frente a decretos, autos y cualquier tipo
de resolución judicial, no solo la sentencia. Inclusive la omisión provoca
responsabilidad, pues si una sentencia demora demasiado en ser emitida puede
generar daño, dando lugar a un supuesto de RC si sobrepasa todo límite
razonable, pues se trata una demora excesiva. Por lo tanto, no es necesario
esperar la emisión de la sentencia que ponga fin al proceso para presentar la
demanda correspondiente.
¿Qué significa que el juez actúe con falsedad o fraude? En principio, la falsedad
implica que el juez diga cosas inexactadas en su sentencia o resolución en
relación con lo que obra en el expediente. Pero ello tiene un límite pues puede
tratarse de un tema de interpretación, cuando el juez tiene un particular punto de
vista de los medios probatorios o anexos que obran en autos. De este modo, una
cosa es decir que el juez está realizando una valoración del material probatorio
opinable o discutible, y otra distinta decir que el juez está mintiendorespecto a lo
que consta en autos.
Por otro lado, se debe tener en cuenta que la RC del juez es impulsada a pedido
de parte, pues por su naturaleza la RC responde a la protección de intereses
privados, salvo el agraviado directamente sea el Estado, en cuyo caso actuaría en
nombre de su procurador para poder interponer la demanda.
Cabe mencionar que este artículo contiene en su primer párrafo una cláusula
general de RC del juez, mientras que la segunda y tercera parte de este
artículo así como el artículo 510º del CPC, respecto a las presunciones,
únicamente son ejemplos del tipo de conductas que dan lugar a este tipo de RC,
más esta última no se agota en la ocurrencia de estos supuestos referenciales,
pudiendo haber otros más.
En estos casos, para efectos de la RC, una vez que ha quedado acreditada la
culpa, independientemente de si es inexcusable o si finalmente se trata de dolo, el
monto del resarcimiento del daño no depende de este factor de atribución,
pues este será el mismo para efectos de la cuantificación.
Por su parte, el artículo 512 del CPC señala que antes de proveerse la demanda,
el Ministerio Público emitirá dictamen sobre la procedencia de ésta dentro de
diez días de recibida, bajo responsabilidad. Cuestión que es discutible, pues sería
mucho más lógico que el fiscal únicamente no se pronuncie sobre los elementos
de forma de la demanda sino también sobre el fondo del asunto.
En cuanto al plazo, el artículo 514 del CPC nos indica que la demanda debe
interponerse dentro de tres meses contados desde que quedó ejecutoriada la
resolución que causó daño, dejando de lado los 10 años que señala la norma para
demandar por responsabilidad por inejecución de obligaciones (artículo 515
del CPC). Pero ¿quienes son los responsables?, si es una sentencia que se da
dentro del primer nivel, los responsables serían en principio dos, el juez de paz
letrado y el juzgado mixto. No obstante, si se trata de una sentencia que empieza
en la primera instancia y termina en casación, se debería demandar a varios más
jueces involucrados. ¿Cómo opera la RC en estos casos?, pues en principio, la
responsabilidad es solidaria, es decir es posible solicitar la totalidad del monto
indemnizatorio a cualquiera. Esto aún a pesar que la solidaridad no se presuma,
pues teniendo en cuenta el criterio de unificación de la responsabilidad civil,
se debe aplicar las reglas de la RC extracontracual se aplican a la contractual,
salvo no haya incompatibilidad (artículo 516 del CPC).
Por otro lado, respecto a los efectos de la sentencia, la norma señala que:
Artículo 517.- La sentencia que declara fundada la demanda sólo tiene efectos
patrimoniales. En ningún caso afecta la validez de la resolución que produjo el
agravio. En ejecución de sentencia y siempre que se haya reservado tal facultad
en la demanda, el demandante puede exigir que el demandado, a su
costo, publique la sentencia final por dos días consecutivos en un diario de
circulación nacional.
1. Introducción
ii) El dolo: La noción de dolo coincide “con la voluntad del sujeto de causar el
daño”.Modernamente la doctrina se encuentra encaminada en el sentido que
alejar la conciencia de causa el mal, como elemento esencial de la conducta
dolosa, restringiéndola a la ciencia inequívoca del resultado. “Para la
caracterización del dolo no hay persona u oficio, que se establece para el agente,
tiene el propósito de causa el mal. Basta verificar si el procedió conscientemente
y que su comportamiento pueda ser lesivo[15].
Mosset Iturraspe, señala los variados criterios con los que se pretende sostener la
responsabilidad del Estado: a) la justicia, que apunta a restituir la igualdad, el
equilibrio y el orden; b) la equidad, como dichosa correctora de la ley. A decir de
Aristóteles; el bien común o bien de la comunidad; la solidaridad humana; y
desde un ángulo más próximo, se han sostenido las teorías de la representación;
organicista y del riesgo creado.
Esta posición, consigue además, que los ciudadanos no reclamen al juez sino al
Estado, con lo que se evita el riesgo de acciones vejatorias e infundadas que
puedan poner en peligro el libre desenvolvimiento de la actividad judicial.
Siendo la gran ventaja de la responsabilidad del Estado en buscar una solución
dirigida a crear un ulterior escudo para la tutela de la independencia judicial,
protegiendo al juez de acciones intimidatorios o perturbadoras de litigantes
inconformes o maliciosos, pero ofreciendo al mismo tiempo a las víctimas de las
conductas judiciales dañosas la mejor y más efectiva garantía de resarcimiento
por los perjuicios ocasionados, esto es a lo que Cappelletti denomina “el efecto
escudo”.
En este sentido Montero Aroca[19] estima que: “los daños ocasionados por
sentencias concretas que originen un perjuicio a una parte, son siempre menores
que los que se derivarían de que los tribunales fueran atacados por los
particulares, poniendo límites a la libertad de juicio del juez”. Además, se alude
a la necesidad de preservar a los jueces de presiones externas, de asegurar el
prestigio de la magistratura, etc.
5.1.1. Inglaterra: La judicatura inglesa está constituida por jueces profesionales,
elegidos entre aquellas personas que se han distinguido en la profesión y con
suficiente experiencia; su número es reducido y a dedicación exclusiva; de otra
parte por jueces legos, constituidos por hombres y mujeres normales que no
tienen nada que ver con los profesionales legales y que dedican parte de su
tiempo a juzgar la gran masa de causas pequeñas, principalmente los procesos
penales menores y en materia civil, sobre todo de derecho matrimonial[20]. Entre
ambos existe diferente tratamiento en cuanto a su responsabilidad. Así los jueces
profesionales o superiores ingleses gozan de la inmunity from civil –
Libiality, esto es, la inmunidad civil absoluta por cualquier acto realizado en el
ejercicio del cargo. Es de advertir que incluso actuando dolosamente no les
alcanza responsabilidad ninguna[21].
Por ello no sorprende que el juicio político a los jueces federales, como dice
Smith: “No haya sido usado desde 1936. Solo nueve Jueces han sido enjuiciados
en toda la historia de Estados Unidos y sólo cuatro de ellos fueron separados de
sus cargos”. Cabe señalar que solo cinco jueces federales fueron destituidos por
juicios políticos (uno de los acusados renunció antes de que se le separase por su
evidente culpabilidad, a tres se les imputó ser coimeros; uno fue separado por
alcoholismo crónico); y en caso del juez Humphreys, por haberse vuelto
confederado. De los cuatro jueces absueltos por el Senado, a dos se les acusó por
abuso de autoridad (excesivas denuncias por desacato y espíritu persecutivo); uno
por designar síndicos incompetentes que pretendían desproporcionar honorarios;
y otros, por contraer pequeñas deudas.
5.2.1. Francia: En cuyo modelo del juez burócrata ejerció una influencia notable
en los ordenamientos europeos, la responsabilidad civil del juez se hizo efectiva,
desde la Edad Media, a través de la institución de la PRISE A’ PARTIE. Su
inclusión en el Code de Procedure Civile 1806 (artículo 505 a 516), llevó
consigo la limitación de la responsabilidad civil del juez a los supuestos de dolo,
prevaricación, cohecho y las hipótesis de denegación de justicia. En 1933, se
produjo una reforma de ese precepto y se introdujo el término faute lourde
professionnelle (Ley 7 de febrero de 1933); que extendió la responsabilidad civil
del juez al caso de la culpa grave. La Ley de 1933 introdujo también una
responsabilidad estatal de carácter subsidiario e indirecto. Con posterioridad se
han promulgado algunas leyes que han supuesto la modificación del régimen del
viejo Code de procédure civile; entre ellas destaca la Ley del 5 de julio de
1972 (72-626) que introdujo un sistema de responsabilidad directa del Estado,
por los daños ocasionados por los jueces; de este modo el ciudadano ha de
reclamar al Estado que después por vía de regreso podrá dirigirse contra el juez,
en el mismo sentido, se pronunció después la Ley del 18 de enero de 1979, Nº
79-43, que reformó el Statut de la Magistratura, de 22 de diciembre de 1958; Nº
58-1270.
Debe señalarse que el artículo 505 del Code de Procédure Civile de 1806 según
el texto de la Ley del 7 de febrero de 1933, señala las conductas antijurídicas que
motivan la responsabilidad civil del juez. No toda conducta del juez que cause
daño genera responsabilidad civil, sino lo que expresamente señala dicha norma.
Por su parte el segundo parágrafo del Código Civil alemán del 19 de agosto de
1896, hace referencia a la violación del deber de oficio por un funcionario del
Estado se realiza por medio de una sentencia en una controversia, la
responsabilidad se limita a aquellos casos en que la violación del deber está
sancionada con una pena a imponer por medio del proceso penal correspondiente,
encontrándose tipificados en el Código Penal alemán, como delitos: la aplicación
conscientemente errónea del derecho por parte del juez y la corrupción (en
nuestra legislación se califica como el prevaricato y cohecho); por lo que la culpa
aún cuando sea grave no generará responsabilidad civil en el ejercicio
jurisdiccional.
Sin embargo, este Fondo fue creado solo para el ámbito penal, y no para el
ámbito civil, es decir para los errores judiciales que provengan de procesos
civiles, comerciales, laborales o de otra índole, habiéndose hecho una diferencia
por parte del legislador. Consideramos que tal diferencia radica en el hecho de
que en los procesos penales, al cometerse un error judicial, el bien que se vulnera
es la libertad individual, que es un derecho absoluto por parte de los ciudadanos,
en tal sentido, si hacemos un paralelo con los procesos civiles, tendríamos que
ellos se vulnera el patrimonio de las personas, que por supuesto es del todo
considerable, pero al poner en una balanza entre la libertad personal y el
patrimonio personal, el legislador ha optado únicamente por proteger la libertad
personal.
Por lo que debería crearse una Ley de responsabilidad del Estado por errores
judiciales, que comprenda a todos los perjudicados con derecho a una
indemnización a cargo del Estado, estableciéndose como única exclusión los
casos de hecho fortuito o fuerza mayor, o la conducta dolosa o culposa del
perjudicado, el cual se constituya por una partida directa asignada por parte del
Estado para el pago de las reparaciones a las víctimas por el error judicial y que
se establezca el derecho de repetición, fijada la responsabilidad personal del
magistrado, para que el procurador público correspondiente inicie proceso
judicial para obtener a su vez, el resarcimiento de los daños y perjuicios
ocasionados.
8. Conclusiones
[4] Entendiéndose el error judicial como “..todo acto judicial ejecutado por el
juez en un proceso, que resulta objetivamente contradictorio con los hechos de la
causa o con el derecho y la equidad, desviando la solución al resultado justo al
que naturalmente debió llegar. Es así que el “error judicial” es un verdadero acto
ilícito o contrario a la ley, cometido por el juez, sea por acción u omisión en el
curso del proceso sometido a jurisdicción”. BUSTAMANTE ALSINA, Jorge.
“Responsabilidad del Estado por error judicial (el auto de prisión preventiva y
absolución)”. Revista Jurídica Argentina La Ley. t. 1996-B. 314.p
[5] MONTERO AROCA, Juan. “Responsabilidad Civil del Juez y del Estado por
la actuación del Poder Judicial” Editorial Tecnos, Madrid, 1988, 28 p.
[10] Alessi, refiere: “Si se trata de actos de los funcionarios o titulares de los
órganos que desarrollan lo que podría llamarse la actividad institucional del
ente público, sus actos, que además deben importar el ejercicio de un poder o de
una función pública, son imputados directamente por el Estado, cuya
responsabilidad es directa. En tanto que el estado responde indirectamente por
el hecho dañoso de agentes públicos no funcionarios, vinculados al ente por
mera relación de servicio y que realizan actividades de naturaleza puramente
natural”citado por TRIGO REPRESAS, Felix A. “La responsabilidad civil del
Estado en el Derecho Argentino”. Instituciones de Derecho Privado:
Responsabilidad Civil. Derecho de Daños. Responsabilidad de los Profesionales.
Responsabilidad civil de las personas jurídicas y del Estado. Tomo 5, Editorial
Grijley EIRL, Lima, 2006, 780 p.
[11] ATIENZA NAVARRO, María Luisa. “La Responsabilidad civil del Juez”.
Editorial Tirant lo Blanch, Valencia 1997. 131 p.
[16] Citado por Angela María Salazar Ventura en la Tesis titulada: “La
Responsabilidad Civil del Juez”, presentada para optar el grado académico de
Magíster en Derecho Civil y Comercial en la Universidad Nacional Mayor de
San Marcos (1999).
[19] Montero Aroca, Juan, “Responsabilidad Civil del Juez y del Estado por la
actuación del Poder Judicial”, Editorial Tecnos, Madrid, 1988. 24 p.
[21] En este sentido se dejo establecido en un juicio inglés de 1863: que “es un
principio de nuestro derecho que ninguna acción pueda intentarse contra un Juez
de los Tribunales Superiores por actos judiciales, aunque se alegue que han sido
realizados maliciosa y corruptamente. En Crompton, J. en Fray V. Blackbam
(1863), citado por CAPPELLETTI, Mauro. “Responsabilidad Civil de los
Jueces”– JUS Fundación para la investigación de ciencias jurídicas – La Plata,
Argentina – 1986. 29-30 p.
[22] Montero Aroca, en la obra citada. Refiere que: “ante un juez se presentó una
solicitud de esterilización de su hija de 15 años, alegando que ésta, que era un
poco deficiente mental, estaba conviviendo con hombres, de lo que podía
derivarse deplorables consecuencias”. El Juez no formó proceso alguno,
limitándose que se hiciera la joven una ligadura de trompas, lo que se hizo al
cabo de ocho días; y creyendo está que se le iba a efectuar una operación
quirúrgica de apendisectomia. Los hechos se conocieron dos años después
cuando la menor contrajo matrimonio. Entonces demando al Juez alegando la
sección 1983. A pesar de lo que pueda aparecer a los juristas españoles, la Corte
Estadounidense desestimo la pretensión y proclamo la irresponsabilidad absoluta
del Juez. La argumentación también desde nuestro punto de vista, es peregrina y
se basa: 1) Como no existía prohibición a los Jueces de realizar actos relativos a
la esterilización de personas, cabía deducir la competencia por materia; 2) Como
la madre había invocado la autoridad judicial, esta debía responder a la petición,
por lo que no puede haber falta absoluta de jurisdicción. Como dice Schuch
apartir del caso Stump, se ha hecho casi imposible el éxito de una demanda de
responsabilidad civil contra el Juez. Y ello a pesar de la críticas que han
motivado”.
[24] En este sentido: El Fuero Juzgo (L. XIX, Título II, Libro II) establecía la
responsabilidad del Juez por dolo (“El iuez si iudga tuerto…”) y por culpa grave
o negligencia (“…si el juez iudgo tuerto por ignorancia…”); aunque únicamente
se concedía el resarcimiento del daño es el supuesto de las actuaciones dolosas.
El Fuero Real señalaba que los jueces eran responsables no sólo en los supuestos
dolosos, sino también en los casos de negligencia grave. (L. II; citada por
Almagro Nosete, J., “La responsabilidad civil judicial”.Editorial El Almendro,
Córdova, 1984, 13 p, que recoge esa disposición del Fuero Real de
España,Editorial Madrid, MDCCLXXXI, tomo I, 177 p).
[26] Estableciéndose en el artículo 43°: “Los miembros del Poder Judicial son
responsables civil, penal y administrativamente con arreglo a la ley de la
materia”.
[28] Si tenemos en cuenta lo prescrito por el artículo 376° del Código Procesal
Civil, que establece su responsabilidad en elevar los autos que hayan sido
apelados, dentro de cinco días de concedida la apelación o adhesión, bajo
responsabilidad, si bien es cierto ello puede entenderse que se hace referencia a la
responsabilidad disciplinaria, sin embargo, no es óbice para también se le pueda
responsabilizar civilmente, recuerdo en dicho sentido, un caso que conocí en el
cual fue demandado un Secretario Judicial, por haber causado daños
indemnizables al haber realizado el lanzamiento de una Tienda Comercial sobre
la cual no tenía mandato alguno del Juzgado, disponiendo para tener acceso a la
misma la ruptura de las chapas y la puerta metálica, retirando todos los enseres y
bienes que se encontraba en su interior, al encontrarse esta contigua al
Establecimiento cuya desocupación si correspondía realizarse por el Juzgado.
[30] En esta Ley se establece que tiene derecho a indemnización por detención
arbitraria quien es privado de su libertad por la autoridad policial o administrativa
sin causa justificada o existiendo esta si se excede de los límites fijados por la
Constitución o por la sentencia. También tiene derecho a indemnización quien no
es puesto oportunamente a disposición del Juez competente dentro del término
establecido por la Constitución. Asimismo se establece que tienen derecho a
indemnización por error judicial: Los que luego de ser condenados en proceso
judicial, hayan obtenido en juicio de revisión resolución de la Corte Suprema que
declara la sentencia errónea o arbitraria y los que hayan sido sometidos a proceso
judicial y privados de su libertad como consecuencia de éste y obtenido
posteriormente auto de archivamiento definitivo o sentencia absolutoria.
[31] Señalándose en la norma bajo comentario que los recursos del fondo, se
constituirán por:
d. Las multas que se impongan a las personas que bajo falsos cargos procuraren
la detención arbitraria o coadyuvaren a ella maliciosamente.
[32] Como es el caso del Fondo Especial de Administración del dinero obtenido
ilícitamente en perjuicio del Estado FEDADOI creado por Ley 28476, que si bien
es cierto, estuvo destinada a efectuar los pagos por violación a los derechos
humanos ordenados por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, sin
embargo, sirvió también para reparar otros daños de distinta naturaleza.