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Departament d’Estadı́stica
Universitat de Barcelona
08028 Barcelona, Spain
16 de septiembre de 2009
Índice general
1. Introducción 5
1.1. Principales objetivos del curso . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6
1.2. Una sencilla aplicación Matemática . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6
3
Capı́tulo 1
Introducción
5
6 CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN
dP
(1.1) = −kP
dx
P(x) = P0 e−kx
(1.3) k = aC
para una cierta constante a > 0. Ası́, podemos escribir, combinando (1.2) y (1.3):
P
ln 0 = a x C
P
o usando logaritmos de base 10 en vez de los logaritmos naturales, e introduciendo
la variable absorbancia definida como A = log(P0 /P) tendremos
(1.4) A = αC , o, equivalentemente, C = β A
donde α = ax log e y β = 1/α son constantes, una vez fijada la longitud de onda
del rayo y el recorrido del mismo en el medio absorbente. Estas sencillas relaciones
lineales expresadas en (1.4) constituyen lo que se conoce con el nombre de Ley de
Lambert y Beer.
Supongamos a continuación que para una determinada substancia absorbente y
un determinado tipo de luz monocromática hemos obtenido experimentalmente una
colección de pares ordenados (Ai , Ci ), i = 1, . . . , n y estamos interesados de obtener,
al menos aproximadamente, el valor de la constante β.
En teorı́a, según la ley de Lambert y Beer, deberı́amos tener:
Ci
=β i = 1, . . . , n
Ai
1 Observar que, como en toda ecuación diferencial, la incognita es aquı́ la propia función P(x).
2 i.e. es abreviatura del latı́n id est.
8 CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN
pero, con toda probabilidad, si calculamos estos cocientes veremos que no coinciden
de forma exacta. Este hecho queda patente si efectuamos una representación gráfica
de los puntos obtenidos: según la ley de Lambert-Beer los puntos deberı́an formar
parte de una recta que pasa por el origen de coordenadas, pero en la práctica, debido
a errores experimentales (y a limitaciones de la citada ley) obtendremos una imagen
parecida a la siguiente:
1.2. UNA SENCILLA APLICACIÓN MATEMÁTICA 9
C b
n
X
(1.5) S(β) = (Ci − β Ai )2
i=1
C b
C = βA
Pn
Ai Ci
(1.6) β̂ = Pi=1
n 2
i=1 Ai
disuelta una cierta sustancia, nos ha llevado a tener que resolver una ecuación dife-
rencial y al tratar de determinar en la práctica el valor de ciertas constantes, necesa-
rias para describir el fenómeno en concreto estudiado, nos ha conducido al método
de los mı́nimos cuadrados, que para su resolución requiere el cálculo de extremos y,
en ejemplos más complejos, la utilización de métodos numéricos mediante el uso de
computadores.
Capı́tulo 2
13
14 CAPÍTULO 2. HERRAMIENTAS PARA LA MODELIZACIÓN MATEMÁTICA
Por otra parte observemos que N es un conjunto que posee infinitos elementos,
pero de tal forma que éstos pueden enumerarse: el primer elemento, el segundo, etc..
por ello se dice que el conjunto de los números naturales tiene un número infinito
numerable de elementos. De aquı́ en adelante, cualquier conjunto que admita una
aplicación biyectiva (biyección) con N diremos que es un conjunto con un número
infinito numerable de elementos. Al cardinal de N o de cualquier otro conjunto con
un número infinito numerable de elementos, lo designaremos por ℵ0 , donde ℵ es
alef la primera letra del alfabeto hebreo.
En N se puede introducir las operaciones internas de suma y producto cuyas pro-
piedades se demuestran todas ellas a partir de los resultados de la Teorı́a de conjun-
tos y del propio proceso constructivo efectuado en la introducción de los números
Naturales y utilizando, claro está, las reglas de la lógica ordinaria.
Sin embargo el conjunto de los números Naturales tuvo que ser ampliado, puesto
que, por ejemplo, hay numerosas ecuaciones que no admiten solución en N, por
ejemplo:
(2.1) x+2 = 0
Por tanto, en la práctica, si queremos demostrar por inducción que una deter-
minada propiedad dependiente de un número m es cierta para todo entero mayor
o igual que a, simplemente tendremos que verificar que dicha propiedad se cumple
para el entero a y, una vez comprobado esto, tendremos que demostrar que si la pro-
piedad es cierta para un entero m entonces también es cierta para el entero siguiente,
m + 1.
Cabe mencionar que dentro de los números Enteros sı́ tenemos soluciones de
la ecuación (2.1), pero en cambio los numeros Enteros resultan insuficientes para
resolver, entre otras, ecuaciones como:
(2.2) 3x + 5 = 0
Mediante un nuevo proceso constructivo obtenemos los llamados números Ra-
p
cionales, Q. Éstos pueden ser vistos como expresiones de la forma con p, q ∈ Z,
q
q , 0 y siendo esta fracción irreducible i.e.: p y q carecen de divisores naturales di-
p
ferentes de 1 comunes y por tanto la expresión no se puede simplificar mas. Los
q
números Racionales incluyen a los enteros (en el sentido que un subconjunto de ra-
cionales puede identificarse con éstos), a la vez que la suma y producto de enteros
puede extenderse a la suma y producto de racionales. Los números Racionales con
las operaciones internas de suma y producto, debido a sus propiedades, forman una
estructura algebraica conocida como cuerpo conmutativo. Cabe notar también que el
cardinal de los números Racionales es también ℵ0 .
Los números racionales pueden también representarse en forma decimal. Ası́ un
p
número racional r = lo podemos representar por un número entero, m, seguido de
q
una coma ”, ”, que separa una sucesión de infinitos dı́gitos decimales, i.e.:
(2.3) r = m, x1 x2 x3 . . . xk . . . con k = 1, 2, 3, . . .
decimales que se obtienen aplicando el algoritmo clásico de la división:
17 11
60 1, 545 . . .
50
60
5
...
Puede demostrarse con facilidad que un número racional o bien tiene un núme-
ro finito de dı́gitos decimales diferentes de 0 o bien tiene un número infinito, pero
en éste caso es periódico, i.e: los dı́gitos decimales se repiten infinitas veces, en gru-
pos no mayores que el denominador (divisor) de la fracción, como puede verse en el
ejemplo anterior. Por tanto vemos que números cuya representación decimal no in-
cluya periodicidades no podrán ser números racionales. De alguna manera nos faltan
números, hecho que queda patente si consideramos ecuaciones como la siguiente:
(2.4) x2 − 2 = 0
√ √ √ √
La soluciones de (2.4) son 2 y − 2, pero 2 o − 2 no es un número racional.
Este hecho, conocido ya en tiempos de la antigua Grecia, puede ser fácilmente de-
mostrado, como sigue:
16 CAPÍTULO 2. HERRAMIENTAS PARA LA MODELIZACIÓN MATEMÁTICA
√
Proposition 2.1.1 2 no es un número racional.
√
Demostración: Supongamos lo contrario, i.e.: 2 es racional. Entonces podemos es-
cribir: √ p
2=
q
con p, q ∈ Z q , 0 y siendo además dicha fracción irreducible. Por tanto 2q2 = p2 ,
deduciendo entonces que p2 es un número par, y por tanto, p es un número par (el
cuadrado de un número par es par y de un número impar es impar). Pero si p es par
entonces p = 2m siendo m un entero conveniente, con lo que resulta:
deduciendo por tanto que q2 es par y que por tanto que √ q es también par. Hemos
obtenido pues que si aceptamos como verdadero que 2 es racional, entonces p y
p
q son pares y la fracción no es irreducible, lo cual es contradictorio ya que como
q
p
consecuencia de la suposición inicial la fracción es irreducible.
√ q
Por tanto, si la proposición 2 es racional es verdadera llegamos a una contradic-
ción, entonces concluimos que la negación de dicha proposición es verdadera, i.e.:
√
2 no es racional, como querı́amos demostrar.
√
La técnica de demostración utilizada para probar que 2 no es racional se co-
noce como demostración por reducción al absurdo: si al suponer cierta no p llegamos
a una contradicción, entonces no p ha de ser falsa y por tanto p ha de ser verdadera.
Este razonamiento se basa en el principio lógico conocido como principio del tercio
excluso, válido en la lógica binaria ordinaria, que establece que una proposición o su
negación constituye una tautologı́a, o de otra forma p o no p (una proposición o su
negación) es siempre verdadero.
Se estudian lógicas (denominadas polivalentes) que no aceptan este principio.
Bajo estas lógicas, no serı́a correcto efectuar demostraciones por reducción al absur-
do y deberı́an buscarse caminos alternativos. Sin embargo, nosotros utilizaremos,
como es habitual, la lógica binaria ordinaria y aceptaremos la validez de las demos-
traciones por reducción al absurdo. Con este comentario sólo pretendemos poner de
relieve el convencionalismo, inherente a todo sistema lógico-deductivo.
√
De hecho puede demostrarse
√ √ que
√ √ n no es un número racional si n no es un
cuadrado perfecto. Ası́ 2, 3, 5, 6, . . . no son números racionales.
(2.5) r = m, x1 x2 x3 . . . xk . . . con k = 1, 2, 3, . . .
Los números Reales incluyen a los Racionales (en el sentido que un subconjunto de
números Reales puede √ identificarse con los números Racionales) y en particular pue-
de demostrarse que 2 es un número real, no racional, (se denominan irracionales
a aquellos números pertenecientes a I ≡ R \ Q). Es posible extender las operaciones
de suma y producto definida para los números Racionales a los números Reales. Las
propiedades de los números Reales se demuestran todas ellas a partir de la Teorı́a de
conjuntos, de las propiedades ya demostradas de los números Racionales y del pro-
pio proceso constructivo seguido para obtenerlos. Los números Reales con la suma
y producto, debido a sus propiedades, forman también un cuerpo conmutativo.
Un modelo geométrico de representación de los números Reales lo constituye una
lı́nea recta. Ası́ hablaremos con frecuencia de la recta real, pensando en cada número
real como un punto de dicha recta.
Observemos en primer lugar que, fijada una unidad de longitud, podemos repre-
sentar fácilmente, con regla y compás, cualquier número racional como un punto de
4
dicha recta. Ası́, lo obtendremos con el procedimiento esbozado en la figura (2.1).
7
Nótese que el ángulo descrito para trazar la recta de color verde en la figura es
π
arbitrario: en la figura es un ángulo de 60 ( radianes), pero obtendrı́amos el mismo
3
resultado con otro valor.
longitud unidad
7
| |
6
5
| | | | | | | | | |
0 4 1 2 3 4 5 6 7 8
7
Figura 2.1: Representación gráfica de números racionales con regla y compás, una
vez fijada la unidad de longitud. En el dibujo se indica la representación del número
4
.
7
18 CAPÍTULO 2. HERRAMIENTAS PARA LA MODELIZACIÓN MATEMÁTICA
Sin embargo no todo punto de la recta representa un número racional. Ası́, po-
demos representar con regla y compás cualquier raı́z cuadrada de un número natu-
ral,
√ √ incluyendo
√ raı́ces cuadradas de naturales que no son cuadrados perfectos como
2, 3, 5, . . ., que ya hamos visto que no son racionales. El procedimiento geométri-
co de la citada representación es esbozado en la siguiente figura y esta basado en el
Teorema de Pitágoras:
longitud unidad
| |
√ √ √ √ √
2 3 4 5 6
| | | | | | | | |
√ √ √√
0 1 2 3 2 5 6 3 4
Figura 2.2: Representación gráfica de raı́ces cuadradas de números naturales con
regla y compás, una vez fijada
√ √la unidad
√ de√ longitud.
√ En el dibujo se indica la repre-
sentación de los números 2, 3, 4 = 2, 5 y 6. Las raı́ces cuadradas de números
naturales que no son cuadrados perfectos son números irracionales.
De esta forma vemos pues que el proceso de construcción de los números Ra-
cionales a los números Reales puede considerarse como un proceso de completación:
los números Racionales pueden representarse como puntos de una recta pero hay
muchos mas puntos que números racionales!. Podemos preguntarnos si todo número
real puede representarse con regla y compás como un punto de una recta, una vez
fijada la unidad de longitud. La respuesta es negativa. A modo de curiosidad, puede
demostrase que no es posible, si utilizamos
√ exclusivamente regla y compás, construir
un segmento rectilı́neo de longitud π y por tanto no es posible construir un cuadra-
do de superficie igual a la superficie de un cı́rculo de radio unidad. Este resultado
fue demostrado rigurosamente por Ferdinand von Lindemann en 1882, resultado
que se conoce como la imposibilidad de la cuadratura del cı́rculo. De todas formas
la totalidad de puntos de la recta Real contiene a la totalidad de los números reales,
tanto los que podemos construir con regla y compás como aquellos que no es posible
tal cosa.
| | | | | | |
√ √
−1 0 1/2 1 2 π π
(2.6) x2 + 1 = 0
carece de solución dentro del cuerpo real. Esto, entre otras razones, lleva a construir
una nueva clase de números: los números Complejos, al conjunto de los mismos lo de-
signaremos por C. Un número complejo z lo podemos pensar como un par ordenado
de números reales, en la notación binomial habitual:
(2.10) P(z) = (z − z1 ) · . . . · (z − zn )
Al verificarse P1–P4, diremos que los reales con la suma (R, +) tienen estructura de
grupo conmutativo o Abeliano, en honor al matemático noruego Niels Henrik Abel,
uno de los padres del álgebra moderna.
Las propiedades P1–P4 las verifican otras clases de números, como los números
Enteros con la suma, (Z, +). No ası́ los números Naturales con la suma, (N, +),
pues no verifican P4.
·
R × R −→ R
(x, y) 7→ x · y
que satisface las siguientes propiedades:
2.2. INTRODUCCIÓN AXIOMÁTICA DE LOS NÚMEROS REALES 21
(2.15) (x · y) · z = x · (y · z) ∀x, y, z ∈ R
Vemos pues que los número reales con el producto no tienen estructura de grupo
conmutativo, puesto que falla la existencia de elemento inverso para el 0.
Hay finalmente una última propiedad algebraica que relaciona el producto con
la suma:
P9 Propiedad distributiva del producto respecto a la suma:
x · (y + z) = x · y + x · z ∀x, y, z ∈ R
(y + z) · x = y · x + z · x ∀x, y, z ∈ R
Al verificarse P1–P9, diremos que los numero reales con las operaciones internas
de suma y producto, (R, +, ·) tienen estructura de cuerpo conmutativo.
Estas son los axiomas algebraicos de los números reales, propiedades que nosotros
hemos introducido axiomáticamente, sin demostrar, pero que pueden ser demostra-
das si siguiésemos con detalle el proceso de construcción de los números a partir de
la teorı́a de conjuntos.
Cabe destacar que otros tipos de números también verifican los axiomas P1–P9,
como por ejemplo los números Racionales (Q, +, ·). No ası́ los números Enteros,
(Z, +, ·) puesto que no satisfacen la propiedad P8. A la estructura algebraica de
los Enteros se la denomina un anillo (al verificarse P1–P5 y P9), unitario (al ve-
rificarse P7), conmutativo (al verificarse P6).
Observar que la resta y la división son operaciones que pueden definirse a partir
de la suma y el producto y, por tanto, no es necesario introducirlas axiomáticamente:
restar es sumar el opuesto, y dividir es multiplicar por el inverso; ası́ tendremos:
22 CAPÍTULO 2. HERRAMIENTAS PARA LA MODELIZACIÓN MATEMÁTICA
x, y ∈ R, x − y ≡ x + −y
x ∈ R, y ∈ R \ {0}, x/y ≡ x · y −1
x ∈ R+ , o bien x = 0, o bien − x ∈ R+
x, y ∈ R+ ⇒ x + y ∈ R+
x, y ∈ R+ ⇒ xy ∈ R+
Definición 2.2.1
x ≤ y ⇔ y + (−x) = y − x ∈ R+ ∪ {0}
y leerı́amos x menor o igual que y. De forma, equivalente, podemos escribir
y ≥ x ⇔ y + (−x) = y − x ∈ R+ ∪ {0}
x ≥ y ⇐⇒ y ≤ x
2.2. INTRODUCCIÓN AXIOMÁTICA DE LOS NÚMEROS REALES 23
Recordar que las relaciones de orden, son relaciones que satisfacen las propieda-
des reflexiva: x ≤ x, antisimétrica: x ≤ y, y ≤ x ⇒ x = y, y transitiva: x ≤ y, y ≤ z ⇒
x ≤ z.
x, y ∈ R ⇒ x ≤ y o bien y ≤ x
En otras palabras, dados dos número reales x e y, siempre uno de ellos es menor o
igual (o mayor o igual) que el otro.
Recordar que no todas las relaciones de orden, son relaciones de orden total, basta
considerar, en Teorı́a de Conjuntos, la inclusión, i.e.: A ⊂ B. Ésta satisface las
propiedades reflexiva: A ⊂ A, antisimétrica: A ⊂ B, B ⊂ A ⇒ A = B, y transitiva:
A ⊂ B, B ⊂ C ⇒ A ⊂ C, es por tanto una relación de orden, pero no necesariamente
A ⊂ B o bien B ⊂ A, por tanto no se trata de una relación de orden total.
(2.20) x, y ∈ R, z ∈ R+ ∪ {0}, x ≤ y ⇒ zx ≤ zy
x, y ∈ R, z < R+ ∪ {0}, x ≤ y ⇒ zy ≤ zx
x<y≡x≤y y además x , y
x>y≡x≥y y además x , y
(2.21) x ≤ y =⇒ zx ≥ zy ∀z ∈ R−
∃y ∈ R | y ≤ x ∀x ∈ A
en este caso diremos que y es una cota inferior de A. Se dice que A es acotado si y
sólo si A es acotado tanto superior como inferiormente.
Un conjunto cualquiera, no vacı́o, no tiene porque tener máximo, pero si éste existe,
puede demostrarse que es único. Análogamente, m ∈ R diremos que es un mı́nimo de
A ⊂ R si y sólo si
Un conjunto cualquiera, no vacı́o, no tiene porque tener mı́nimo, pero si éste existe,
puede demostrarse que es único.
Finalmente,
x ∈ R, x cota superior de A ⇒ α ≤ x
Un conjunto cualquiera, no vacı́o, no tiene porque tener supremo, pero si éste existe,
puede demostrarse que es único. El supremo de A, sup A, si existe, es pues la menor
de las cotas superiores.
Análogamente, β ∈ R diremos que es un ı́nfimo de A ⊂ R si y sólo si β es cota inferior
de A y además
x ∈ R, x cota inferior de A ⇒ x ≤ β
Un conjunto cualquiera, no vacı́o, no tiene porque tener ı́nfimo, pero si éste existe,
puede demostrarse que es único. El ı́nfimo de A, ı́nf A, si existe, es pues la mayor de
las cotas inferiores.
2.2. INTRODUCCIÓN AXIOMÁTICA DE LOS NÚMEROS REALES 25
Por otra parte, puede demostrarse que P13 implica la propiedad de ı́nfimo, i.e.:
Definición 2.2.5 intervalo abierto al conjunto (a, b) ≡ {x ∈ R | a < x < b}, interva-
lo cerrado al conjunto (a, b) ≡ {x ∈ R | a ≤ x ≤ b}, e intervalos semiabiertos (o se-
micerrados) a los conjuntos (a, b] ≡ {x ∈ R | a < x ≤ b} y [a, b) ≡ {x ∈ R | a ≤ x < b}.
Observar que todos estos intervalos tienen supremo, b e ı́nfimo, a, pero no todos
ellos máximo o mı́nimo, aun siendo conjuntos acotados. Notemos también que si
existe máximo, éste es igual al supremo, y si existe mı́nimo, éste es igual al ı́nfimo.
Además definiremos:
26 CAPÍTULO 2. HERRAMIENTAS PARA LA MODELIZACIÓN MATEMÁTICA
Definición 2.2.6
||
R −→ R
x ∈ R+
x si
x 7→ |x| = 0 si x=0
−x si −x ∈ R+
Nótese que dicha aplicación está bien definida por la ley de Tricotomı́a, P10.
Se puede demostrar, a partir de P1–P12, que la aplicación valor absoluto satisface
las siguientes propiedades:
No negatividad estricta:
Desigualdad triangular:
La Distancia Euclı́dea
A partir de la aplicación valor absoluto se define en R la distancia Euclı́dea ordi-
naria como:
2.2. INTRODUCCIÓN AXIOMÁTICA DE LOS NÚMEROS REALES 27
Definición 2.2.7
d : R × R −→ R
(x, y) 7→ d(x, y) = |y − x|
Puede demostrarse, a partir de las propiedades del valor absoluto, que se verifica:
No negatividad estricta:
Simetrı́a:
Desigualdad triangular:
Ejercicio 2.2.1 Demostrar que los números Naturales, N como subconjunto de los
números Reales, R, no es un conjunto acotado superiormente.
n≤α ∀n ∈ N
n+1 ≤ α ∀n ∈ N
n ≤ α + −1 ∀n ∈ N
28 CAPÍTULO 2. HERRAMIENTAS PARA LA MODELIZACIÓN MATEMÁTICA
β<α
0x = 0 ∀x ∈ R
0x = (0 + 0)x
y por la propiedad distributiva, P9, resultará:
0x = 0x + 0x
2.2. INTRODUCCIÓN AXIOMÁTICA DE LOS NÚMEROS REALES 29
Por P4 existirá el opuesto de 0x, −(0x). Por tanto, al sumar a cada lado de la anterior
igualdad −(0x), y teniendo en cuenta que la suma es una operación interna (y por
tanto una aplicación) bien definida, resulta:
y por P3 y P1 resulta:
0 = 0x + 0x + −(0x)
y por P4,
0 = 0x + 0
y finalmente, por P3, resulta:
0 = 0x
Para demostrar que (−x)y = −(xy), tengamos en cuenta que 0y = 0, tal como aca-
bamos de ver. Por tanto, por P4, podemos escribir:
(−x + x)y = 0
(−x)y + xy = 0
Sumando a cada lado de la anterior igualdad −(xy), que existe por P4, y teniendo
en cuenta que la suma es una operación interna (y por tanto una aplicación) bien
definida, resulta:
((−x)y + xy) + −(xy) = 0 + −(xy)
y por P1 y P3, tendremos:
(−x)y + xy + −(xy) = −(xy)
y por P4
(−x)y + 0 = −(xy)
y, finalmente, nuevamente por P3:
(−x)y = −(xy)
Para demostrar que (−x)(−y) = xy, tengamos en cuenta que (−y)0 = 0(−y) = 0, tal
como hemos visto. Por tanto, por P4, podemos escribir:
((−x) + x)(−y) = 0
(−x)(−y) + x(−y) = 0
Pero por la segunda propiedad antes demostrada, x(−y) = (−y)x = −(yx) = −(xy), por
tanto tendremos:
(−x)(−y) + −(xy) = 0
30 CAPÍTULO 2. HERRAMIENTAS PARA LA MODELIZACIÓN MATEMÁTICA
(−x)(−y) = xy
n(n + 1)
1 + 2 + 3 + ... + n = , n ∈ N \ {0}
2
1(1 + 1)
1=
2
Supongamos ahora que la igualdad es cierta para n = k (hipótesis de inducción),
entonces:
k(k + 1) k (k + 1)(k + 2)
1 + 2 + . . . + k + (k + 1) = + (k + 1) = (k + 1) + 1 =
2 2 2
y, por tanto:
(k + 1)((k + 1) + 1)
1 + 2 + . . . + (k + 1) =
2
en otras palabras, la proposición es cierta para n = k + 1. Por tanto, al comprobar
que la igualdad es cierta para n = 1 y demostrar que si la igualdad es cierta para
n = k entonces también lo es para n = k + 1, hemos demostrado por inducción que la
igualdad es cierta para cualquier n ∈ N \ {0}.
n (n + 1)(2n + 1)
12 + 22 + 32 + . . . + n 2 = , n ∈ N \ {0}
6
2.2. INTRODUCCIÓN AXIOMÁTICA DE LOS NÚMEROS REALES 31
1(1 + 1)(2 · 1 + 1)
12 = 1 =
6
Supongamos ahora que la igualdad es cierta para n = k (hipótesis de inducción),
entonces:
k(k + 1)(2k + 1)
12 + 22 + . . . + k2 + (k + 1)2 = + (k + 1)2
6
k(k + 1)(2k + 1) + 6(k + 1)2
=
6
2
(k + 1)(2k + 7k + 6)
=
6
(k + 1)(k + 2)(2k + 3)
=
6
y, por tanto:
(k + 1)((k + 1) + 1)(2(k + 1) + 1)
12 + 22 + . . . + (k + 1)2 =
6
en otras palabras, la proposición es cierta para n = k + 1. Por tanto, al comprobar
que la igualdad es cierta para n = 1 y demostrar que si la igualdad es cierta para
n = k entonces también lo es para n = k + 1, hemos demostrado por inducción que la
igualdad es cierta para cualquier n ∈ N \ {0}.
Ejercicio 2.2.6 Deducir una expresión para la suma de los n primeros cubos,
13 + 23 + 33 + . . . + n 3 , n ∈ N \ {0}
Observemos
n
X
(k + 1)4 − k4 = (24 − 14 ) + (34 − 24 ) + . . . + ((n + 1)4 − n4) = (n + 1)4 − 1
k=1
y por tanto:
n n n
1 4
X X X
k3 = n + 4n3 + 6n2 + 4n − 6 k2 − 4 k−n
4
k=1 k=1 k=1
32 CAPÍTULO 2. HERRAMIENTAS PARA LA MODELIZACIÓN MATEMÁTICA
n2 (n + 1)2
13 + 23 + 33 + . . . + n 3 =
4
Observar que dicha formula, una vez obtenida, puede demostrarse por induc-
ción.
2.3. BREVES NOCIONES SOBRE NÚMEROS COMPLEJOS 33
y su producto
Observar que
z z = x2 + y 2 ≥ 0
Definida positiva:
Desigualdad triangular:
por tanto podemos observar que el módulo, al satisfacer (2.31), (2.32) y (2.33), posee
las mismas propiedades formales que la aplicación valor absoluto (ver las propieda-
des (2.22), (2.23) y (2.24)) jugando, el módulo, en el análisis de funciones de variable
compleja el mismo papel que el valor absoluto en el análisis de funciones reales de
variable real: es una extensión de la aplicación valor absoluto al cuerpo complejo.
Si llamamos r = |z|, resulta conveniente a veces expresar z en forma polar,
z = r (cos θ + i sinθ)
x z
r y
θ
0
Notemos también que dados dos números complejos, expresados en forma polar,
z1 = r1 (cos θ1 + i sinθ1 ) y z2 = r2 (cos θ2 + i sinθ2 ), su producto viene dado por
z1 z2 = r1 r2 cos (θ1 + θ2 ) + i sin (θ1 + θ2 )
por tanto:
Por otra parte la exponencial de un número complejo imaginario puro (sin parte
real) viene dada por:
expresión conocida como fórmula de Euler. Obsérvese que |eiy | = 1, mientras que la
exponencial de un número complejo arbitrario vendrá dada por
identidad ésta última que agrupa a cinco de los numeros más famosos de las
matemáticas: 0, 1, π, e, i.
36 CAPÍTULO 2. HERRAMIENTAS PARA LA MODELIZACIÓN MATEMÁTICA
donde
βj = −zj − zj , γj = zj z j , j = 1, . . . , k
Observar que βj , γj ∈ R, siendo cada uno de los factores z2 + βj z + γj , trinomios de
segundo grado con raı́ces complejas.
zw = xw = xu + xv i
Nótese que se puede obtener este resultado operando los términos del producto (x +
0 i)(u + v i) como si de números reales se tratara, pero teniendo en cuenta la regla
práctica: i 2 = −1:
z3 = i
por tanto
π π 2kπ
3θ = + 2kπ ⇐⇒ θ = + k∈Z
2 6 3
pero sólo nos interesan las soluciones en el intervalo [0, 2π) (los demás casos no pro-
porcionan otras soluciones distintas) por tanto los argumentos son (para k = 0, 1, 2):
π π 2π 5π π 4π 3π
θ1 = θ2 = + = θ3 = + =
6 6 3 6 6 3 2
Si tenemos en cuenta que
z2 z1
0
z3
Figura 2.5: Las tres raı́ces cúbicas de i en C. Observar que el ángulo entre cada raı́z
es de 360/3 = 120º.
z4 = 1 + i
gráficamente:
z2
z1
0
z3
z4
Figura 2.6: Las cuatro raı́ces cuartas de i en C. Observar que el ángulo entre cada
raı́z es de 360/4 = 90º.
40 CAPÍTULO 2. HERRAMIENTAS PARA LA MODELIZACIÓN MATEMÁTICA
Propiedad distributiva del producto por una n-pla respecto a la suma de esca-
lares:
(2.37) (λ + µ)x = λx + µx ∀x ∈ Rn , ∀λ, µ ∈ R
Puede demostrarse que todas las bases de un espacio vectorial tienen la misma
cardinalidad, en particular, si son finitas contienen el mismo número de elementos,
a dicho número se le denomina dimensión del espacio vectorial. Cualquier base de
Rn están formadas exactamente por n vectores y por tanto la dimensión de Rn es n.
Bilinealidad:
Simetrı́a:
√ q
|x| = < x, x > = (x1 )2 + . . . + (xn )2 ∀x ∈ Rn
Definida positiva:
Desigualdad de Cauchy-Schwarz:
Desigualdad triangular:
Podemos observar que la norma, al satisfacer (2.43), (2.45) y (2.46) posee las
mismas propiedades formales que la aplicación valor absoluto (ver las propiedades
(2.22), (2.23) y (2.24)) jugando, la norma, en el análisis de funciones de varias varia-
ble el mismo papel que el valor absoluto en el análisis de funciones reales de variable
real. La norma puede interpretarse geométricamente como la longitud del vector, es
decir un número real no negativo que cuantificar el valor de una magnitud vectorial
sin tener en cuenta su dirección y sentido. A un vector de norma uno se le denomina
vector unitario.
La norma Euclı́dea ordinaria es un caso particular de norma.
1
(2.47) < x, y >= |x + y|2 − |x − y|2 identidad de polarización
4
(2.48) |x + y|2 + |x − y|2 = 2 |x|2 + |y|2 identidad del paralelogramo
Simétrica:
(2.51) d(x, y) = d(y, x) ∀x, y ∈ Rn
Desigualdad triangular:
(2.52) d(x, y) ≤ d(x, z) + d(z, y) ∀x, y, z ∈ Rn
π
Observar si x, y son vectores no nulos de Rn tales que < x, y >= 0, entonces θ =
2
radianes y los vectores son perpendiculares.
s
2
|x|2 − < x, y > = |x| sin θ
x
|y|2
y
θ
0
proyy (x) = |x| cos θ
Nociones topológicas
A partir de una distancia podemos introducir muchos conceptos fundamentales
en el análisis matemático de funciones. Vamos a verlos particularizados en Rn y a
partir de la distancia Euclı́dea ordinaria:
Obsérvese que toda bola abierta (en particular todo intervalo abierto) es un con-
junto abierto, pero no todo conjunto abierto es una bola abierta.
Podemos observar que hay conjuntos que no son ni abiertos ni cerrados, como
por ejemplo A = (0, 1) ∪ [2, 3], y que, por otra parte, hay dos subconjuntos de Rn que
son abiertos y cerrados a la vez: el conjunto vacı́o ∅ y todos Rn .
2.4. EL ESPACIO EUCLÍDEO RN 47
2.4.1. Ejercicios Rn
Ejercicio 2.4.1 Si A = (1, 2] ∪ {5} hallar su interior, exterior, frontera, conjunto deri-
vado y adherencia. Determinar los puntos aislados.
Ası́ si A = (1, 2]∪{5}, tendremos que el interior de A será int(A) = (1, 2), el exterior
ext(A) = (−∞, 1) ∪ (2, 5) ∪ (5, ∞), la frontera b(A) = {1, 2, 5}, el conjunto derivado de A,
A′ = [1, 2], y la adherencia o clausura de A, A = [1, 2] ∪ {5}. Por otra parte en número
5 es un punto aislado de A.
0 1 2
Ejercicio 2.4.4 Hallar el ángulo entre los vectores de R3 x = (1, 2, 1) e y = (−1, 1, 1),
ası́ como su distancia.
Otras notaciones para referirnos a una matriz son A = (aij )n×m o simplemente A =
(aij ), sobrentendiendo el orden de la misma.
A una matriz de orden n × n se la denomina matriz cuadrada de orden n y los
elementos de la forma aii , i = 1, . . . , n forman la diagonal principal de dicha matriz.
A una matriz n × 1 se la denomina un vector columna mientras que a una matriz
1 × n se la denomina un vector fila. En estos casos los coeficientes de la matriz suelen
referenciarse mediante un único ı́ndice que indica la fila o columna respectivamente.
De ahora en adelante nos centraremos en las matrices de coeficientes reales. Al
conjunto de las matrices n × m a coeficientes reales las designaremos por Mn×m (R).
A los elementos de Rn se les puede identificar con vectores columna cuyos coefi-
cientes sean las coordenadas de la n-pla respecto la base canónica. Ası́ a la n-plas
x = (x1 , . . . , xn ) la podemos identificar por el vector columna
x1
·
x = ·
·
xn
y haremos uso extensivo de esta identificación.
Con la suma Mn×m (R) tiene estructura de grupo conmutativo (propiedades (2.11),
(2.12), (2.13) y (2.14)). Por otra parte, también podemos multiplicar una matriz por
un escalar (real en el presente contexto) a partir de:
a11 . . . a1m λa11 . . . λa1m
λA = λ . . . . . . . . . = . . . . . .
. . .
an1 . . . anm λan1 . . . λanm
50 CAPÍTULO 2. HERRAMIENTAS PARA LA MODELIZACIÓN MATEMÁTICA
Esta operación externa satisface las propiedades (2.36), (2.37), (2.38) y (2.39), por lo
que Mn×m (R) también tiene estructura de espacio vectorial sobre R.
Otra operación importante entre matrices es el llamado producto matricial, que
se define para matrices de ordenes apropiados: cuando las columnas de la matriz
situada a la izquierda coincide con las filas de la matriz situada a la derecha. De
forma más precisa, el producto de matrices es una aplicación:
Propiedad distributiva del producto respecto a la suma, tanto por la derecha como
por la izquierda:
AB , BA
2.5. MATRICES Y APLICACIONES LINEALES 51
AA−1 = A−1 A = In
σ ∈ Sn | σi = j σj = i σk = k i, j, k ∈ {1, . . . , n} i , j ∀k , i, j
Ası́, para n = 6 y σ dada a partir de 132645, resulta que si consideramos las traspo-
siciones: t1 = (2, 3), t2 = (5, 6) y t3 = (4, 5), entonces puede comprobarse que
σ = t3 ◦ t2 ◦ t1
t3 t2 t1
123456 −→ 132456 −→ 132465 −→ 132645
Determinantes
donde los vαj , α = 1, . . . , n son las coordenadas del vector vj respecto e1 , . . . , vn , i.e.:
n
X
vj = vαj eα
α=1
a11 a12 = a a − a a
a21 a22 11 22 12 21
2.5. MATRICES Y APLICACIONES LINEALES 55
0 y
∀v1 , . . . , vn , w ∈ Rn
(2.62)
det(v1 , . . . , λvj , . . . , vn ) = λ det(v1 , . . . , vj , . . . , vn )
∀v1 , . . . , vn ∈ Rn y ∀λ ∈ R
Antisimetrı́a:
det(v1 , . . . , vj , . . . , vk , . . . , vn ) = − det(v1 , . . . , vk , . . . , vj , . . . , vn )
(2.63)
∀v1 , . . . , vn ∈ Rn
(2.64) det(e1 , . . . , en ) = 1
(2.65) det(v1 , . . . , vn ) , 0
(2.66) det(v1 , . . . , vn ) = 0
Las todas las anteriores propiedades pueden ser usadas para el cálculo efectivo
de determinantes.
! !
n m
El número de menores de orden k de la matriz A = (aij )n×m es igual a .
k k
Definición 2.5.8 Se denomina rango de una matriz A = (aij )n×m , R(A), al número
máximo de vectores fila o columna (identificados de forma natural como elementos de
Rm o Rn respectivamente) linealmente independientes
58 CAPÍTULO 2. HERRAMIENTAS PARA LA MODELIZACIÓN MATEMÁTICA
Puede demostrarse que R(A) coincide con el orden del menor de A no nulo de
mayor orden posible.
Definición 2.5.9 Se denomina adjunto del elemento aij de una matriz cuadrada
Aij de orden n A, al número definido por:
Matrices especiales
Simétrica si y sólo si At = A
Antisimétrica si y sólo si At = −A
Idempotente si y sólo si A2 = A.
Involutoria si y sólo si A2 = I.
x̂ = P −1 x
Cabe destacar también que el problema del cambio se estudia no sólo en Rn sino
en espacios vectoriales arbitrarios.
Ejercicio 2.5.3 Dados los vectors de R3 u1 = (1, 1, 1), u2 = (0, 1, 1) y u3 = (0, 0, 1),
demostrar que forman una base de R3 y determinar las componentes de x = (1, −2, 1)
respecto de la nueva base u1 , u2 , u3 .
det(P ) = 1 , 0
y, por tanto las componentes de x = (1, −2, 1) respecto la nueva base serán:
x̂1 1 0 0 1 1
x̂ = (x̂i )n×1 = x̂2 = P −1 x = −1 1 0 −2 = −3
x̂3 0 −1 1 1 3
f : E −→ F
x 7→ f (x)
que satisface
f (x + y) = f (x) + f (y) ∀x, y ∈ E
f (λx) = λf (x) λ ∈ K x ∈ E