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DERECHO

PRIVADO 1
-EFIP 1-
(Actualizado)

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EJE TEMÁTICO 1: PERSONA HUMANA

➢ Derecho privado:
El DERECHO CIVIL se divide en Derecho Objetivo y Derecho subjetivo

● Derecho objetivo: es el derecho ley, es el conjunto de normas o reglas impuestas por el estado
con carácter obligatorio imponiendo deberes y reconociendo facultades. Se puede clasificar en:
Derecho Público y Derecho Privado. Cuando interviene el Estado en su carácter de poder
público pertenece al derecho público. Cuando en la relación jurídica intervienen los particulares
(o el Estado como titular de un derecho subjetivo privado) pertenecen al derecho privado.
● Derecho Subjetivo: es el derecho facultad – el poder o atribución de que goza una persona. (Dentro
de estos son los derechos personalísimos).

➢ La Relación Jurídico privada : Noción y elementos


Definición: es el vínculo entre dos o más personas que, tendiente a la satisfacción de
intereses dignos de tutela jurídica, es disciplinado y orgánicamente regulado por el
ordenamiento jurídico.

La relación jurídica está conformada por:

a) Sujetos: titulares de las prerrogativas y deberes jurídicos que la conforman. Se denomina sujeto
activo a quien se le atribuyen derechos o facultades y sujeto pasivo a aquel sobre el que recaen deberes.

b) Objeto: es aquello sobre lo que recae cada uno de los derechos.

c) Causa: es la fuente de la que ella emana. Son los hechos o actos jurídicos que le dan origen. Ej: el
contrato de compraventa da nacimiento a una relación jurídica entre comprador y vendedor .

➢ Persona Humana
La palabra persona hace referencia a la personalidad jurídica que es la disposición potencial
para tener derechos, para adquirirlos y para ser sujeto activo o pasivo de las relaciones
jurídicas. La persona humana es el primer elemento de la relación jurídica. La existencia de la
persona humana comienza con la concepción. (Art. 19 CCC)

Hombre hace referencia al sustrato o soporte biológico de las personas humanas, que, para estar
protegido, necesita de esa personalidad jurídica.

Sujeto de derecho alude a las personas cuando están interactuando en interferencia intersubjetiva, por
ejemplo cuando le están dando vida a un contrato. Gráficamente, es la persona en movimiento.

➢ Derechos y actos personalísimos


Los derechos personalísimos:

Son los que recaen sobre ciertos aspectos o manifestaciones de la personalidad del hombre
para proteger su libre desenvolvimiento: derecho al honor, a la intimidad, a la libertad, a la
integridad física, etc.

Naturaleza jurídica

Estos derechos subjetivos no sólo tienen reconocimiento expreso en el Código Civil y Comercial; el
derecho supranacional de derechos humanos constitucionalizado (art. 75 inc. 22 CN) establece las bases
fundacionales del régimen de los derechos personalísimos, toda vez que la dignidad personal como sus
emanaciones (intimidad, imagen, identidad, honor y derechos sobre el propio cuerpo) son reconocidos

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de manera explícita en la Convención Americana sobre Derechos Humanos y en otros instrumentos
supranacionales.

Caracteres
Estos derechos son

● Absolutos: Porque se dan contra todos, erga omnes, ya que todos y cada uno de los miembros
que constituyen la comunidad jurídicamente organizada están obligados a respetar la persona
de los demás.
● Extra patrimoniales
● Irrenunciables
● Relativamente disponibles por las partes y por ende no transmisibles. Son relativamente
disponibles por las partes pues, de conformidad al art. 55 del Código Civil y Comercial, se puede
disponer de los derechos personalísimos bajo ciertas condiciones: que medie consentimiento
por el titular de los derechos, que éste no sea contrario a la ley, la moral o las buenas
costumbres. El consentimiento no se presume, es decir que debe otorgarse en forma clara, ya
sea expresa, tácitamente, o incluso por vía de silencio, y “es de interpretación restrictiva, y
libremente revocable”. (art.55.- Disposición de derechos personalísimos. El consentimiento
para la disposición de los derechos personalísimos es admitido si no es contrario a la ley, la
moral o las buenas costumbres. Este consentimiento no se presume, es de interpretación
restrictiva, y libremente revocable.)
● Otro carácter: es que la vulneración de ellos da derecho a su titular a reclamar la prevención y
reparación de los daños conforme lo estipulado en los arts. 1708 a 1780 inclusive del Código
Civil y Comercial.

➢ Derechos a la personalidad espiritual tutelados:

Derecho a la intimidad personal y familiar

• El artículo 51 prevé “Inviolabilidad de la persona humana. La persona humana es inviolable y en


cualquier circunstancia tiene derecho al reconocimiento y respeto de su dignidad”.

De tal modo, el reconocimiento y el respeto de la dignidad personal, además de estar previsto


expresamente en el Código, encuentra amparo constitucional por vía del art. 75 inc. 22 y rango
constitucional asignado al art. 11 del Pacto de San José de Costa Rica. La inviolabilidad de la persona
humana extiende su tutela tanto a los derechos de la personalidad espiritual, es decir la imagen, la
intimidad, identidad, honor o reputación, como a cualquier otro que resulte de una emanación de la
dignidad personal.

• El artículo 52 del Código Civil y Comercial de la Nación dispone: “Afectaciones a la dignidad. La


persona humana lesionada en su intimidad personal o familiar, honra o reputación, imagen o identidad, o que de
cualquier modo resulte menoscabada en su dignidad personal, puede reclamar la prevención y reparación de los
daños sufridos, conforme lo dispuesto en el Libro Tercero, Título V, Capítulo I.”

La intimidad es el ámbito de reserva de la vida, de los sentimientos, creencias de un individuo. Este


ámbito de reserva es el bien jurídico protegido por este derecho, que garantiza al titular el derecho a
vivir en forma independiente.

De la lectura del artículo 52 del Código, se advierte que no sólo se protege la intimidad personal, sino
también la familiar, es decir que “nadie puede ser objeto de injerencias arbitrarias o abusivas en su vida
privada, en la de su familia

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Derecho a la honra o reputación:

Tiene dos aspectos. De un lado, el honor en sentido objetivo, que es la valoración que otros
hacen de la personalidad, es el buen nombre o reputación, el aprecio de terceros; y en sentido subjetivo
es la autovaloración, el íntimo sentimiento que cada persona tiene de la propia dignidad y la de su
familia. La vulneración al honor da lugar a la posibilidad de interponer acciones penales, como la injuria
y la calumnia.

El derecho a la propia imagen:

• Art-53.- “Derecho a la imagen. Para captar o reproducir la imagen o la voz de una persona, de cualquier
modo que se haga, es necesario su consentimiento, excepto en los siguientes casos:

a. que la persona participe en actos públicos;

b. que exista un interés científico, cultural o educacional prioritario, y se tomen las Precauciones suficientes para
evitar un daño innecesario;

c. que se trate del ejercicio regular del derecho de informar sobre acontecimientos de interés general.

En caso de personas fallecidas pueden prestar el consentimiento sus herederos o el designado por el causante en
una disposición de última voluntad. Si hay desacuerdo entre herederos de un mismo grado, resuelve el juez.
Pasados veinte años desde la muerte, la reproducción no ofensiva es libre.”

Es el derecho personalísimo que protege la imagen -entendida ésta en sentido amplio - de una persona
física, ya que permite a su titular oponerse a que su imagen o su voz sean reproducidas, captadas o
publicadas por cualquier medio, sin su consentimiento. Este derecho goza de amparo constitucional, ya
sea como un aspecto del derecho a la privacidad (art. 19 CN) o bien como un derecho autónomo
implícito en el art. 33 de la CN, a lo que se suma su recepción por vía del art. 75 inc. 22, que otorga
rango constitucional a diversos instrumentos internacionales, entre los que se encuentra el Pacto de San
José de Costa Rica (art. 11). Este derecho se vulnera con la mera captación de la imagen o la voz sin el
consentimiento del sujeto, aun cuando no se infiera una lesión a la privacidad.

Tiene un contenido positivo y uno negativo. Desde su faz negativa o de exclusión, el derecho a la imagen
confiere la facultad de oponerse y prohibir a terceros su captación y divulgación; faz positiva, permite a
su titular ceder su uso y explotación incluso a título oneroso.

La regla es la exigibilidad del consentimiento a fin de “captar” o “reproducir” de cualquier forma la


imagen o la voz de una persona. Dicha conformidad no se presume, es de interpretación restrictiva y
libremente revocable (art. 55).

Debemos señalar tres excepciones a la exigencia del consentimiento:

a) “Que la persona participe en actos públicos” (inauguraciones, desfiles, cortejos fúnebres de hombres
célebres, ceremoniales oficiales, etc.)

b) “Que exista un interés científico, cultural o educacional prioritario” (siempre que no resulte
ofensiva y que se tomen las precauciones suficientes para evitar un daño innecesario.)

c) “Que se trate de informar sobre acontecimientos de interés general” (sea porque la imagen se
vincula a la actividad profesional o pública del sujeto o presenta cierta relevancia pública)

En el caso de las personas fallecidas, dispone la norma que el consentimiento puede ser prestado por
sus herederos o por quien hubiera sido designado por el causante del efecto en una disposición de
última voluntad. En caso de desacuerdo entre los herederos, lo resolverá la autoridad judicial. Pasados
veinte años desde la muerte, la reproducción es libre en tanto no resulte ofensiva. De tal modo, si aún
antes de transcurrido tal lapso legal no existiese ninguna de las personas que por ley deben prestar su
consentimiento, podría reproducirse la imagen.

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Derecho a la identidad:

Este derecho implica que “cada persona sea ella misma”, que pueda distinguirse sobre la base de sus
atributos y sus propias cualidades personales que hacen a esa determinada persona distinta de las otras.
Este derecho comprende tanto la identidad biológica como la identidad de género (regulada por ley
26.743 “De identidad de género”).

➢ Derechos de la personalidad física


Derecho a la vida

Es sumamente importante esta categoría porque se tiene (al igual que los demás derechos humanos)
desde que se comienza a ser persona para el derecho. Se refleja al impedimento de obrar contra la
propia vida y sobre la vida de los demás. Se encuentra en grandes discusiones bioéticas debido a que
existen fallos que lo contraponen con el derecho a la dignidad. Por ejemplo, cuando se permite a la
persona que) se niegue a recibir tratamiento médico para preservar su dignidad.

Derecho a la integridad física:

El artículo 54 del CCCN dispone que no resultan exigibles aquellas convenciones que tengan por objeto
la realización de un acto peligroso para la vida o integridad física. Carecerá por tanto de fuerza
obligatoria para quien asumió dicha obligación, no siendo pasible de exigir su cumplimiento forzado o
indirecto, salvo que el acto de que se trate se corresponda a su actividad habitual (v.gr. un boxeador, un
corredor de autos) y que se adopten las medidas de prevención y seguridad adecuadas a las
circunstancias. Este derecho se vincula también con el derecho a disponer sobre el propio cuerpo.

Art. 54.- Actos peligrosos. No es exigible el cumplimiento del contrato que tiene por objeto la
realización de actos peligrosos para la vida o la integridad de una persona, excepto que correspondan a
su actividad habitual y que se adopten las medidas de prevención y seguridad adecuadas a las
circunstancias.

Derecho a disponer sobre el propio cuerpo:

En primer lugar es dable señalar que el cuerpo humano no es una cosa en sentido jurídico, en tanto no
constituye un objeto material susceptible de apreciación pecuniaria.

El art. 17 del CCCN establece que: “Los derechos sobre el cuerpo humano o sobre sus partes no tiene un valor
comercial, sino afectivo, terapéutico, científico, humanitario o social y sólo pueden ser disponibles por su titular
siempre que se respete alguno de esos valores y según lo dispongan las leyes especiales. “

Este derecho de disponer del cuerpo humano se vincula con el derecho a la integridad física.

La regla es que no están autorizados aquellos actos que causen una disminución permanente en la
integridad del propio cuerpo o sean contrarios a la ley, la moral o las buenas costumbres.

Excepciones: Descriptas, el art. 56 del CCCN. Cuando se trata de actos realizados para el mejoramiento o
preservación de la salud de la persona titular, como ser una intervención quirúrgica; o,
“excepcionalmente”, para el mejoramiento o preservación de la salud de otra persona distinta a la del
titular, la que tiene lugar cuando se dispone la ablación de un órgano (que se rige por la ley 24.193,
modificada por ley 26.066) a los fines de ser trasplantado.

Prohibido art. 57 CCCN. Está prohibida toda práctica destinada a producir una alteración genética del embrión
que se transmita a su descendencia.

Las investigaciones biomédicas en seres humanos que procuran un beneficio para el paciente y pueden
aprovechar en general a la ciencia médica. Estas investigaciones deben cumplir con los recaudos legales
que establece el art. 58 CCCN, teniendo una especial trascendencia el previsto en el punto “f”, que alude
al ineludible acuerdo que debe prestar la persona objeto de la intervención, quien siempre deberá estar
debidamente informada en relación a los riesgos para su vida. (art 58 , “f”: (…) contar con el
consentimiento previo, libre, escrito, informado y específico de la persona que participa en la

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investigación, a quien se le debe explicar, en términos comprensibles, los objetivos y la metodología
de la investigación, sus riesgos y posibles beneficios; dicho consentimiento es revocable;)

Derecho de disposición sobre el cadáver propio:

Art 61.CCCN- La persona plenamente capaz puede disponer, por cualquier forma, el modo y
circunstancias de sus exequias e inhumación, así como la dación de todo o parte del cadáver con fines
terapéuticos, científicos, pedagógicos o de índole similar. Si la voluntad del fallecido no ha sido
expresada, o ésta no es presumida, la decisión corresponde al cónyuge, al conviviente y en su defecto a
los parientes según el orden sucesorio, quienes no pueden dar al cadáver un destino diferente al que
habría dado el difunto de haber podido expresar su voluntad.

La manifestación de la voluntad puede ser expresada por cualquier forma, es decir, puede ser por
disposición testamentaria, o bien puede ser escrita o por signos inequívocos, o inducida de hechos o
circunstancias que posibiliten conocerla.

➢ Atributos de la persona física


Concepto: La persona posee atributos que son cualidades esenciales, que son inherentes, a
priori de la persona. Comienzan con su existencia.

Estos son:

● Capacidad
● Nombre
● Estado
● Domicilio
Naturaleza: Los atributos de la persona son cualidades inherentes a la calidad de persona. Se adquieren
simultáneamente a su existencia y la acompañan toda la vida protegiéndola e identificándola. (No son
deberes ni derechos.)

Caracteres:

● Necesarios e inherentes a las personas


● Únicos
● Indisponibles
● Inmutables
● Imprescriptibles
Necesarios e inherentes a las personas: la persona física no puede carecer de alguno de estos atributos
porque la determinan en su individualidad.

Únicos: una misma persona no puede poseer más de un atributo de cada clase en un momento
determinado. Así, la persona humana no puede, por ejemplo tener más estados civiles familiares del
mismo orden, por ejemplo soltero-casado.

Indisponibles: no pueden ser transferidos, pues están fuera del comercio.

Son inmutables: sólo se modifican cuando se verifica el supuesto normativo que así lo prevé.

Son imprescriptibles: por cuanto no se adquieren ni pierden por el transcurso del tiempo.

➢ Nombre
Noción:

Es el atributo de la persona que la identifica y la individualiza del resto. Está compuesto por
dos elementos: El prenombre o nombre de pila (o apelativo) y el apellido (o cognomen o

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patronímico). Ambos cumplen funciones diferentes; el nombre de pila individualiza a la
persona en su familia y el apellido la individualiza en la sociedad.

Naturaleza Jurídica: Hay varias teorías:

● Tesis de la propiedad: (sostenida en Francia a mediados del S. XIX.) Consideraba que el nombre
era objeto de un derecho de propiedad semejante al que se tiene sobre las cosas. Esta tesis ha
sido abandonada.
● Tesis del derecho de la personalidad: parte de la doctrina entiende que el nombre es un
derecho o un bien de la personalidad que permite distinguir al individuo de los demás. El
nombre, al ser utilizado como forma de distinguir al individuo, es un atributo esencial de la
personalidad.
● Institución de policía civil: (Planiol). Es impuesto por la ley en forma obligatoria para la
identificación de los individuos. Tesis seguida en nuestro país por Orgaz.
● Institución compleja: consideran que el nombre es tanto un derecho de la personalidad como
una institución de policía civil, porque protege intereses individuales y también sociales. Esta
posición es compartida por autores como Salvat, Llambías, Borda, Rivera.
Así, el artículo 62 del CCCN establece: “Derecho y deber. La persona humana tiene el derecho y el deber
de usar el prenombre y el apellido que le corresponden”. Es de este artículo de donde surge su
naturaleza jurídica, en donde confluyen los dos criterios: que el nombre es un derecho de la
personalidad y que es una institución de policía civil.

Régimen Legal:

● Es dable señalar que el apellido, nombre familiar o patronímico, es la designación


común a todos los miembros de una misma familia, que, unido al prenombre,
identifica a la persona física, conformando su nombre propiamente dicho. Así, el
apellido designa el grupo familiar, pues cada individuo lleva el apellido que le
corresponde en razón de su pertenencia a dicho grupo.
El art. 64 del CCCN prevé que el hijo matrimonial lleva el primer apellido de alguno de los cónyuges; en caso de no
haber acuerdo, se determina por sorteo realizado en el Registro del Estado Civil y Capacidad de las Personas. A
pedido de los padres, o del interesado con edad y madurez suficiente, se puede agregar el apellido del otro.
Asimismo, dispone que, en caso de que un mismo matrimonio tuviera muchos hijos, todos deben llevar el mismo
que se haya decidido para el primero.

En el caso del hijo extramatrimonial: con un solo vínculo filial, éste lleva el apellido de ese progenitor.
Filiación de ambos padres: se determina simultáneamente, se sigue la regla establecida para los hijos
matrimoniales en cuanto a que llevarán el primer apellido de alguno de los cónyuges. Si la segunda
filiación se determina después: ambos padres deberán acordar el orden de los apellidos. A falta de
acuerdo, será determinado por el juez según sea el interés superior del niño. El supuesto de la persona
menor de edad sin filiación determinada: se establece que debe ser anotada por el oficial del Registro
del Estado Civil y Capacidad de las Personas con el apellido que esté usando o, en su defecto, con un
apellido común (art. 65) o bien, si la persona tiene edad y grado de madurez suficiente, puede solicitar la
inscripción del apellido que esté usando (art. 66).

Apellido de los cónyuges.

Art. 67 dispone: Cualquiera de los cónyuges puede optar por usar el apellido del otro, con la
preposición “de” o sin ella.

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La persona divorciada o cuyo matrimonio ha sido declarado nulo no puede usar el apellido del otro
cónyuge, excepto que, por motivos razonables, el juez la autorice a conservarlo. El cónyuge viudo puede
seguir usando el apellido del otro cónyuge mientras no contraiga nuevas nupcias, ni constituya unión
convivencial. En materia de apellido y matrimonio, el Código posibilita: a que cualquiera de ellos pueda
utilizar el apellido del otro con o sin la preposición “de”.

Cambio del prenombre y del apellido

Los arts. 69 y 70 del Código Civil y Comercial receptan la posibilidad del cambio del prenombre y del apellido sólo
de mediar, a criterio del juez, justos motivos. Al respecto, formula una enunciación de justos motivos:

a) cuando el seudónimo hubiese adquirido notoriedad;

b) por “la raigambre cultural, étnica o religiosa”;

c) por “la afectación de la personalidad de la persona interesada, cualquiera sea su causa, siempre que se
encuentre acreditada”.

Para lograr el cambio del nombre y/o del prenombre, es preciso la intervención del Poder Judicial y esa
es la regla, con excepción de los dos supuestos contemplados en el último párrafo del art. 69.

● cuando se pretende “el cambio del prenombre por razón de identidad de género
● y el cambio de prenombre y apellido por haber sido víctima de desaparición forzada,
apropiación ilegal o alteración o supresión del estado civil o de la identidad”.
Se tramitará “por el proceso más abreviado que prevea la ley local, con intervención del Ministerio
Público”, debiendo “publicarse en el diario oficial una vez por mes en el lapso de dos meses”, a fin de
que presenten las oposiciones y se soliciten informes respecto de “las medidas precautorias que
existieren con relación al interesado”. Una vez inscrita en el Registro de Estado Civil y Capacidad de las
Personas, será oponible a terceros.

Acciones de protección
Las acciones para proteger el nombre son tres:1) la acción de reclamación o reconocimiento del
nombre: se requiere que el demandado haya desconocido el derecho de usar el nombre por parte del
sujeto afectado, debiendo el juez ordenar la publicación de sentencia a costa del demandado. 2) la
acción de impugnación, o usurpación del nombre: se requiere que el demandado use en forma
indebida el nombre de otra persona y el efecto propio de la sentencia es el cese en dicho uso indebido.
3) la acción de supresión del nombre: debe mediar un uso indebido por parte del demandado del
nombre de otra persona para individualizar una cosa o un personaje de fantasía y dicho uso provocar un
perjuicio material o moral. El efecto de la sentencia es el cese de dicho uso indebido. (Art. 71)

Quiénes pueden interponer estas acciones:

El titular exclusivo es el interesado y, si éste ha fallecido, podrá ser ejercida por sus descendientes,
cónyuge o conviviente, y a falta de éstos, por los ascendientes o hermanos.

SEUDÓNIMO:

El seudónimo es la designación, diferente del nombre verdadero, que una persona voluntariamente se
da a sí misma, en el desarrollo de alguna actividad específica cultural, artística, comercial o profesional,
sea con el objeto de ocultar su verdadera identidad o para darle realce en el ejercicio de esa actividad.
Puede formarse con un nombre y apellido, con un prenombre, o con una designación de fantasía.

Como el seudónimo notorio goza de la tutela del nombre, el titular para su protección, podrá interponer
las acciones previstas para proteger el nombre, es decir las previstas en el art. 71. Asimismo, el art. 69
ha receptado el cambio de nombre cuando existan justos motivos a criterio del juez y el inc. “a" dispone
que se considera justo motivo al supuesto en que el seudónimo hubiese adquirido notoriedad.

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➢ Domicilio
Noción:

El domicilio es el atributo de las personas que permite establecer el centro de sus relaciones jurídicas, es
ahí donde podrán ser notificadas resoluciones al respecto por ejemplo. “Domicilio es el asiento jurídico
de las personas o el lugar donde el derecho considera que la persona tiene el centro de sus relaciones”
(Buteler).

Clases de domicilios:

El domicilio se clasifica de la siguiente manera:

General u ordinario El domicilio general, lugar en que la ley sitúa a la persona para la generalidad de sus
relaciones jurídica. Este a su vez se clasifica en: a) real o voluntario: (art. 73 del CCCN) es donde la
persona humana tiene su residencia habitual. Si ejerce actividad profesional o económica, lo tiene en el
lugar donde la desempeña para el cumplimiento de las obligaciones emergentes de dicha actividad. Este
domicilio toma en cuenta la efectiva residencia de la persona, es voluntario, pues sólo depende de la
voluntad del individuo, y, además, es de libre elección e inviolable (art. 18 CN). Elementos constitutivos
del domicilio real: 1) un elemento material o corpus (constituido por la residencia de la persona que es
efectiva y permanente), 2) el animus es la intención o propósito de permanecer en un determinado
lugar. El domicilio real se constituye por la reunión de sus dos elementos.

b) El domicilio legal es el lugar donde la ley presume, (Art 74cccn) sin admitir prueba en contra, que una
persona reside de manera permanente para el ejercicio de sus derechos y el cumplimiento de sus
obligaciones. (Art 74CCCN):

a) los funcionarios públicos tienen su domicilio en el lugar en que deben cumplir sus funciones, no siendo éstas
temporarias, periódicas, o de simple comisión;

b) los militares en servicio activo tienen su domicilio en el lugar que lo están prestando;

c) los transeúntes o las personas de ejercicio ambulante, como los que no tienen domicilio conocido, lo tienen en
el lugar de su residencia actual;

d) las personas incapaces lo tienen en el domicilio de sus representantes.

Este domicilio es forzoso (la ley lo impone independientemente de la voluntad del interesado); es
ficticio (el sujeto puede no estar allí presente); es excepcional y de interpretación restrictiva, (porque
sólo funciona en los casos previstos por la ley); y es único, (porque es una clase de domicilio general u
ordinario).

El domicilio especial: es el que las partes de un contrato eligen para el ejercicio de los derechos y
obligaciones que de él emanan (art. 75). Este domicilio produce sus efectos limitados a una o varias
relaciones jurídicas determinadas, es decir, tiene eficacia sólo para aquellas relaciones jurídicas para las

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que ha sido instituido. Es elegido libremente por las partes y el domicilio convenido tiene fuerza de ley
para los contratantes, es decir que tiene efecto vinculante, salvo que, por acuerdo común de partes, lo
modifiquen. Este domicilio es temporario en principio y se termina cuando la situación finaliza. (No se
puede decir que éste sea un atributo de las personas, sino que puede faltar). Ej. De domicilio especial es,
en el caso de las sociedades que poseen este tipo de domicilio. Caracteres: a) no es necesario, (porque
la persona puede no tener constituido domicilio especial alguno); b) puede ser múltiple, (porque la
persona puede tener varios domicilios especiales); c) es voluntario, convencional, transmisible tanto a
los sucesores universales como a los singulares.

➢ CAPACIDAD
Noción:

La capacidad es uno de los atributos más importantes de la persona. Este atributo forma parte del
concepto mismo de persona. La capacidad de derecho siempre está presente.

Existen diferentes tipos de capacidades: la de derecho, que es atributo de la persona, y la de hecho o de


ejercicio, que no es un atributo, puesto que puede faltar por completo.

La noción de capacidad no se agota entonces en la capacidad de derecho –atributo de la persona–


puesto que comprende también la capacidad de hecho o de obrar, que consiste en la aptitud de las
personas físicas para ejercer por sí mismas los actos de la vida civil.

La capacidad tiene los siguientes caracteres: a) las reglas que gobiernan la capacidad son de orden
público y no pueden ser modificadas por voluntad de los particulares; b) es principio general que tanto
las incapacidades como las restricciones a la capacidad son la excepción; c) las restricciones a la
capacidad son de interpretación restrictiva.

Capacidad de derecho (siempre está presente) El artículo 22 del CCCN define la capacidad de derecho:
“Capacidad de derecho. Toda persona humana goza de la aptitud para ser titular de derechos y
deberes jurídicos. La ley puede privar o limitar esta capacidad respecto de hechos, simples actos, o
actos jurídicos determinados.” La capacidad de derecho se define como la aptitud de que goza toda
persona humana para ser titular de derechos y deberes jurídicos. Esta aptitud se vincula muy
directamente con la personalidad humana; por ello, todas las personas son capaces de derecho y no
puede concebirse una incapacidad de derecho absoluta, es decir, que comprenda todos los derechos y
obligaciones, porque sería contrario al orden natural. La capacidad de derecho nunca puede faltar de
manera absoluta, pues es uno de los atributos de la persona, es decir que nace concomitante a la
existencia de la persona. Ahora bien, es relativa, pues no se posee de manera total, ya que el límite
para ser titular de derechos no sólo está en los derechos de los demás, sino también en el interés
público.

Por otro lado, la capacidad de hecho o de ejercicio es la aptitud o grado de aptitud de las personas
físicas para ejercer los derechos de los que se es titular o para ejercer por sí los actos de la vida civil. Es
decir que, en este caso, sí se pudieron adquirir ciertos derechos, pero, por alguna situación en especial,
no se los puede ejercer si no es a través de un representante.

Capacidad de hecho:(o de obrar) (Art. 23) “Capacidad de ejercicio. Toda persona humana puede
ejercer por sí misma sus derechos, excepto las limitaciones expresamente previstas en este Código y
en una sentencia judicial”.

Limitaciones el Código:

Art 24.-Personas incapaces de ejercicio. Son incapaces de ejercicio: a) la persona por nacer; b) la
persona que no cuenta con la edad y grado de madurez suficiente, con el alcance dispuesto en la
Sección 2ª de este Capítulo; c) la persona declarada incapaz por sentencia judicial, en la extensión
dispuesta en esa decisión.

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➢ . Estado civil
El estado es un atributo propio de las personas físicas y hace referencia a la posición o
rol que ocupa una persona en la sociedad

Caracteres

● las normas que regulan el estado de las personas son de orden público; no pueden ser
modificadas por la voluntad de los interesados;
● es indivisible y oponible erga omnes;
● generalmente es recíproco o correlativo, porque a cada estado de una persona le corresponde
el de otro que resulta correlativo;
● es inalienable, es decir intransmisible;
● es necesario, indisponible y único, es decir que no se puede tener dos estados correlativos a
la vez (por ejemplo, ser casado y soltero al mismo tiempo, ser padre e hijo al mismo tiempo).
Efectos:

● El estado genera deberes jurídicos. ( Como el de usar un apellido o suministrar alimentos; en el


ámbito del derecho procesal es causal de excusación o de recusación de los jueces o
funcionarios, quienes no podrán entender en aquellos pleitos en que intervengan parientes
que se hallen en los grados previstos en las leyes rituales; en el ámbito penal es agravante o
eximente de penas)
● Se relaciona con los otros atributos (por ejemplo, en el matrimonio (estado: casado), los
esposos tienen limitaciones entre sí para ciertos contratos; o por caso los padres no pueden
contratar con sus hijos sometidos a responsabilidad parental. Además, si se logra el
reconocimiento de un hijo extramatrimonial por el padre, este reconocimiento cambia el
estado del hijo reconocido y del padre que reconoce.)
Acciones: Los efectos de este atributo son importantes a la hora de los reclamos patrimoniales o de
deberes correspondientes al estado que se posea, para lo cual la ley establece una serie de normas que
lo protegen. A las personas les reconoce dos acciones:

1) De reclamación de estado: que son acciones que persiguen un reconocimiento (por ejemplo las
acciones de filiación).
2) De impugnación de estado: que son acciones que persiguen un desconocimiento de un estado
ostentado hasta entonces (por ejemplo, la que le corresponde al padre con respecto al hijo
nacido en matrimonio y que no es suyo).

➢ Personas por Nacer

Diferencia entre persona y vida humana. Persona: categoría jurídica (ser portador de derechos)
Vida humana: es un suceso de la naturaleza.

Importancia jurídica de la concepción:

El artículo 19 del Código Civil y Comercial prevé: “Comienzo de la existencia. La existencia de la persona
humana comienza con la concepción”. La concepción determina el momento a partir del cual se es
persona, es decir que el sujeto tiene personalidad jurídica y goza de protección de la ley. El Código Civil y
Comercial reconociendo su comienzo en el momento mismo de la concepción. Se considera que hay
persona durante todo el proceso de gestación: desde su inicio hasta el nacimiento y, luego, habrá
persona física desde ese instante hasta la muerte. Pacto de San José donde establece esta postura de
considerar a la persona desde la concepción y tiene derecho a que se respete su vida. Este derecho estará
protegido por la ley y, en general, a partir del momento de la concepción. El art. 75 inc. 22 CN asigna
tutela jurídica a la vida humana desde este momento de la concepción. La Convención de los Derechos del
Niño en su art. 1°, establece que “niño” es todo ser humano menor de dieciocho años de edad. Con

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respecto al comienzo de la vida, la Convención nada aclara, pero sí lo hace la ley 23.849 –la de ratificación
del Tratado– en su art. 2, el cual declara que: con relación al artículo 1º de la Convención sobre los
Derechos del Niño, la República Argentina entiendo por niño a todo ser humano desde el momento de la
concepción y hasta los 18 años. Repárese que lo que goza de jerarquía constitucional es el texto de la
Convención junto a la ley de ratificación. Duración del embarazo: Art. 20.-Duración del embarazo. Época
de la concepción. Época de la concepción es el lapso entre el máximo y el mínimo fijados para la
duración del embarazo. Se presume, excepto prueba en contrario, que el máximo de tiempo del
embarazo es de trescientos días y el mínimo de ciento ochenta, excluyendo el día del nacimiento. Sin
contar el día del parto, se cuentan trescientos días hacia atrás y luego ciento ochenta días, también hacia
atrás. En el período de ciento veinte días que hay entre uno y otro término, la ley presume que se ha
producido la concepción. Entonces, se presume, salvo prueba en contrario, que la concepción se produjo
en los primeros ciento veinte días de los trescientos del embarazo, sin contar la fecha de parto. Para la
postura mayoritaria en la doctrina, la fecundación del óvulo por el espermatozoide da inicio no sólo a la
vida humana sino también a la persona humana, sea que la fecundación se hubiese producido en el seno
materno o en el laboratorio. Hemos señalado precedentemente que la jurisprudencia internacional no
participa de la postura mayoritaria en orden a que la concepción debe entenderse como fecundación.
NACIMIENTO CON VIDA: Definición El artículo 21 dispone: “Nacimiento con vida. Los derechos y
obligaciones del concebido o implantado en la mujer quedan irrevocablemente adquiridos si nace con
vida. Si no nace con vida, se considera que la persona nunca existió. El nacimiento con vida se presume.”
Los derechos y obligaciones adquiridos por el nasciturus (Persona antes de nacer, mientras permanece en
el claustro materno.) en el momento mismo de la concepción (es allí donde adquiere la calidad de
“persona”) quedan sometidos a una suerte de condición suspensiva: el nacimiento con vida. Ocurrida ella,
se produce su “adquisición irrevocable” de todos los derechos que le correspondan por filiación; por el
contrario, es decir en caso de nacer muerto o sin vida, se extinguirán retroactivamente la totalidad de los
derechos que pudo haber adquirido desde la concepción. Si el niño nace con vida, mantiene o conserva
esos derechos que adquirió desde la concepción, de manera tal que su nacimiento lo único que hace es
perfeccionar o consolidar esa personalidad que ya poseía. Prueba: la prueba por excelencia del
nacimiento, así como sus circunstancias de tiempo, lugar, sexo, nombre y filiación de las personas nacidas,
es la partida del Registro Civil. El nacimiento ocurrido en el extranjero se prueba con los instrumentos
otorgados según las leyes del lugar donde se produce, legalizado o autenticado del modo que disponen las
convenciones internacionales y, a falta de ellas, las disposiciones consulares de la República. Para el
supuesto en que no hubiera partida del Registro, porque no hay registro público o bien porque falta o es
nulo el asiento, y quisiera demostrarse el hecho del nacimiento, se podrá acreditar por cualquier otro
medio de prueba, ya sea una información pericial, testimonios de los médicos o expertos, entre otros.
Presunción El mencionado artículo 21 establece que “el nacimiento con vida se presume”; presunción que
funciona ante la hipótesis de que existieran dudas al respecto. Admite prueba en contrario, es decir que,
si alguien alegara que el niño nació muerto, debe cargar con la prueba de tal extremo

➢ Ausencia de la persona
Definición: El Código Civil y Comercial contempla en seis artículos (79 a 84) las normas sustantivas y
procedimentales correspondientes a la simple ausencia y al procedimiento previsto a los fines de
obtener tal declaración. El fin último de esta regulación es la protección del patrimonio del ausente,
pues lo que se pretende es la designación de un curador especial a los bienes para que estos puedan ser
administrados en debida forma mientras dure el estado de ausencia.

Presupuestos fácticos y jurídicos: Configuración del presupuesto de ausencia simple Art. 79. Ausencia simple. Si
una persona ha desaparecido de su domicilio, sin tenerse noticias de ella, y sin haber dejado apoderado, puede
designarse un curador a sus bienes si el cuidado de éstos lo exige. La misma regla se debe aplicar si existe
apoderado, pero sus poderes son insuficientes o no desempeña convenientemente el mandato. Entonces deben
darse los 3 presupuestos: Desaparición del domicilio sin noticias, que haya dejado bienes que exijan protección, y
que no haya dejado apoderado, o que habiéndolo dejado sus poderes resulten insuficientes, o en último término no
haya un buen desempeño de su mandato. No se exige el transcurso de un plazo para peticionar ante juez
competente, solo se impone que existan bienes para cuidar, para tomar las medidas necesarias para proteger el
patrimonio del ausente. Procedimiento: (art. 80, 81, 82,83 y 84) 1) Legitimados para iniciar el proceso de ausencia:
a) El Ministerio Publico b) Toda persona con interés legítimo respecto de los bienes del ausente. Juez competente:
art 81.- Es competente el juez del domicilio del ausente. Si éste no lo tuvo en el país, o no es conocido, es
competente el juez del lugar en donde existan bienes cuyo cuidado es necesario; si existen bienes en distintas
jurisdicciones, el que haya prevenido. 2) Petición de la declaración de ausencia: art. 82 regula el procedimiento

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para la petición de la declaración de ausencia simple, disponiendo, en primer término, que el presunto ausente
debe ser citado por edictos durante cinco días, y, si vencido el plazo no comparece, se debe dar intervención al
defensor oficial o, en su defecto, nombrarse un defensor al ausente, debiendo nombrarse un abogado de la
matrícula. Asimismo se prevé que el Ministerio Público es parte necesaria en el juicio y su intervención resulta
imprescindible. “En caso de urgencia, el juez puede designar un administrador provisional o adoptar las medidas
que las circunstancias aconsejan” a fin de la preservación del patrimonio. Una vez oído el defensor y producida la
prueba correspondiente, que tendrá por fin acreditar la desaparición del ausente y que podrá rendirse por cualquier
medio, si concurren los extremos legales, el juez estará en condiciones de dictar la sentencia de declaración de
ausencia simple y designar al curador.3) Efectos: Dictada la sentencia de simple ausencia, se designará un curador a
fin de que realice los actos de conservación y administración ordinaria de los bienes. Para el supuesto de que deba
realizar un acto que exceda la administración ordinaria, deberá requerir autorización al juez, la que debe ser
otorgada sólo en caso de necesidad evidente e impostergable. La curatela del ausente termina por su presentación
personalmente o por apoderado; por su muerte o por su fallecimiento presunto declarado judicialmente (art. 84).

➢ Muerte presunta
Régimen legal. Casos y términos. La presunción de fallecimiento: al igual que la muerte, constituyen
supuestos jurídicos extintivos de la persona humana. Así, los efectos de la sentencia judicial que declara
el fallecimiento presunto son idénticos a los de la muerte, pero la ley establece diferencias fundadas en
la eventual reaparición del declarado muerto presunto y en la necesidad de proteger sus intereses.

Distintos supuestos: el Código contempla:

● Art 85.- Caso ordinario. La ausencia de una persona de su domicilio sin que se tenga noticia de ella por
el término de tres años, causa la presunción de su fallecimiento aunque haya dejado apoderado. El
plazo debe contarse desde la fecha de la última noticia del ausente.
● Ar 86.- Casos extraordinarios. Se presume también el fallecimiento de un ausente: a. si por última vez
se encontró en el lugar de un incendio, terremoto, acción de guerra u otro suceso semejante, susceptible
de ocasionar la muerte, o participó de una actividad que implique el mismo riesgo, y no se tiene noticia
de él por el término de dos años, contados desde el día en que el suceso ocurrió o pudo
haber ocurrido; b. si encontrándose en un buque o aeronave naufragados o perdidos, no se tuviese
noticia de su existencia por el término de seis meses desde el día en que el suceso ocurrió o pudo haber
ocurrido.

Procedimiento para su declaración: 1) Plazos: caso ordinario: tres años desde la última noticia. Caso
extraordinario: dos años desde la última noticia. La disminución de los plazos en los casos extraordinarios en
relación al supuesto ordinario, se debe a que se trata de hipótesis que se sustentan en circunstancias particulares,
en las que las posibilidades de supervivencia resultan ínfimas. 2) Legitimados: art. 87, cualquier persona que tenga
“algún derecho subordinado a la muerte de la persona de que se trate, puede pedir la declaración de
fallecimiento presunto, justificando los extremos legales y la realización de diligencias tendientes a la
averiguación de la existencia del ausente” que arrojen resultado negativo. 3) Juez competente: juez del domicilio
del ausente. 4) El artículo 88 prescribe el procedimiento al trámite del pedido de declaración de fallecimiento
presunto. El juez deberá nombrar un defensor al ausente a fin de garantizarle el derecho de defensa durante la
tramitación del juicio. Deberá citarse al ausente por edictos que se publicarán una vez por mes durante seis meses,
publicación que deberá disponerse en el Boletín Oficial y en otro que resulte de importancia. En el supuesto de que
existan bienes y no haya mandatario, o, si el que hubiere, ejerciera incorrectamente el mandato, deberá nombrarse
un curador a sus bienes a los fines de que los administre y conserve. 5) Efectos de la declaración: el artículo 88
aclara que la declaración de simple ausencia no constituye presupuesto necesario para la declaración de
fallecimiento presunto, ni suple la comprobación de las diligencias realizadas para conocer la existencia del ausente.
Pasados los seis meses –tiempo en que se publican los edictos–, recibida la prueba que acredite que la búsqueda
del ausente dio resultado negativo y oído el defensor, el juez debe declarar el fallecimiento presuntivo si están
acreditados los extremos legales, fijar el día presuntivo del fallecimiento y disponer la inscripción de la sentencia en
el Registro Civil. Sobre los efectos patrimoniales, los artículos 90 y 91 regulan sobre el punto. Dictada la
declaratoria, el juez mandará abrir, si existiese, el testamento que hubiese dejado el desaparecido; los herederos y
los legatarios deben recibir los bienes del declarado presuntamente fallecido, previo inventario. El dominio se
inscribirá en el registro correspondiente (Registro de la Propiedad, Registro de la Propiedad del Automotor) con la
prenotación del caso, a nombre de los herederos o legatarios que podrán hacer partición de los mismos, pero no
enajenarlos ni gravarlos sin autorización judicial. Ahora bien, si, entregados los bienes, aparece el ausente o se tiene

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noticia cierta de su existencia, queda sin efecto la declaración de fallecimiento, procediéndose a la devolución de
aquéllos a petición del interesado. La conclusión de la prenotación se encuentra regulada en el art. 92. Éste prevé
que la prenotación queda sin efecto transcurridos cinco años desde la fecha presuntiva del fallecimiento u ochenta
años desde el nacimiento de la persona. Desde ese momento puede disponerse libremente de los bienes, es decir
que los herederos y legatarios pasan a tener el dominio pleno. Efectos sobre el matrimonio: según el art. 435 inc.
“b”, la declaración de ausencia con presunción de fallecimiento es una causal de disolución del matrimonio, por lo
que el otro cónyuge podrá contraer nuevo matrimonio.

Día presuntivo de fallecimiento. Art. 90

Deberá fijarse como día presuntivo del fallecimiento:

a) en el caso ordinario, el último día del primer año y medio;

b) en el primero de los casos extraordinarios, el día del suceso y si no está determinado, el día del término medio
de la época en que ocurrió o pudo haber ocurrido;

c) en el segundo caso extraordinario, el último día en que se tuvo noticia del buque o aeronave perdidos;

d) si es posible, la sentencia debe determinar también la hora presuntiva del fallecimiento; en caso contrario, se
tiene por sucedido a la expiración del día declarado como presuntivo del fallecimiento.

Reaparición del presunto muerto:

Puede reclamar a) la entrega de los bienes que existen en el estado en que se encuentran .b) el
adquirido con el valor de los que faltan c) el precio adeudado de los enajenados d) los frutos no
consumidos.

Muerte comprobada

El art. 93 CCCN dice “la existencia de la persona humana termina con su muerte” Hecho que será
comprobado según el art.94 de acuerdo a los estándares médicos aceptados, aplicándose la legislación
especial en caso de ablación de órganos del cadáver. La ley 24193 art 23 establece que la persona ha
fallecido cuando se verifiquen de modo acumulativo los siguientes signos. Art. 23. — El fallecimiento de
una persona se considerará tal cuando se verifiquen de modo acumulativo los siguientes signos, que deberán
persistir ininterrumpidamente seis (6) horas después de su constatación conjunta: a) Ausencia irreversible de
respuesta cerebral, con pérdida absoluta de conciencia; b) Ausencia de respiración espontánea; c) Ausencia de
reflejos cefálicos y constatación de pupilas fijas no reactivas; d) Inactividad encefálica corroborada por medios
técnicos y/o instrumentales adecuados a las diversas situaciones clínicas, cuya nómina será periódicamente
actualizada por el Ministerio de Salud y Acción Social con el asesoramiento del Instituto Nacional Central Único
Coordinador de Ablación e Implante (INCUCAI).

Certificación de fallecimiento: debe ser realizada por dos médicos, en los que figurara por lo menos un neurólogo o
neurocirujano y que ninguno de ellos integre el equipo que realice ablaciones o implantes de órganos del fallecido.
Prueba La muerte se prueba con la partida del Registro Civil el art 296 “En el Registro Civil se inscribirán a) todas
las defunciones que ocurran en la Nación b) todas aquellas cuyo registro sea ordenado por jue competente c) las
sentencias que declaren desaparición forzada de personas. d) las que ocurran a buques o aeronaves de bandera
argentina, ante el oficial público del primer puerto o aeropuerto argentino de arribo f) las que ocurran en lugares
bajo jurisdicción Nacional.” Muerte sucedida en el extranjero (art 97) debe otorgarse por los instrumentos
otorgados según las leyes del lugar donde acaece. Los que deberán legalizarse o autenticarse según lo disponen las
convenciones internacionales. Prueba supletoria: art. 98. CCC- Falta de registro o nulidad del asiento. Si no hay
registro público o falta o es nulo el asiento, el nacimiento y la muerte pueden acreditarse por otros medios de
prueba. Si el cadáver de una persona no es hallado o no puede ser identificado, el juez puede tener por
comprobada la muerte y disponer la pertinente inscripción en el registro, si la desaparición se produjo en
circunstancias tales que la muerte debe ser tenida como cierta. Conmoriencia: art.95Se presume que mueren al
mismo tiempo las personas que perecen en un desastre común o en cualquier otra circunstancia, si no puede
determinarse lo contrario.

EJE TEMÁTICO 2: LA INCAPACIDAD


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➢ Incapacidades.
Noción

Además de las capacidades, existen las incapacidades de derecho y de hecho.

● Las “incapacidades de derecho”, son incompatibilidades o prohibiciones que la ley prevé en


casos concretos para evitar un daño al interés público.(mal llamadas incapacidades de
derecho).Son restricciones a la aptitud genérica para ser titular de ciertos derechos en una
determinada relación jurídica. El fin concreto de estas prohibiciones es ése: proteger el interés
público y castigar al incapaz para evitar que cometa actos o hechos que puedan ser
perjudiciales para otras personas.
● La incapacidad de hecho se comprueban cuando determinada persona no tiene aptitud para
ejercer por sí misma determinados actos de la vida civil, osea se trata de una persona
necesitada de un régimen de protección jurídica que la ampare y que impida el
aprovechamiento, por parte de terceros, de esa situación de debilidad.

La incapacidad de derecho: se presentan como prohibiciones o restricciones impuestas por la ley teniendo en
cuenta distintas circunstancias e implican la total imposibilidad de adquirir el derecho, contraer el deber o realizar el
acto prohibido, no solamente por actuación propia sino también por intermedio de otra persona. Caracteres:
acerca de los casos de incapacidad de derecho: a) Son excepcionales. La regla es la capacidad; sólo por
excepción se establecen ciertas incapacidades de derecho en forma de prohibiciones de realizar determinados
“hechos, simples actos, o actos jurídicos determinados”, las que suelen ser precisas, es decir sin tener carácter
general. b) Obedecen siempre a una causa grave: la restricción a la capacidad de derecho responde siempre a
un interés superior o una razón moral y de buenas costumbres. c) No pueden suplirse por representación: la
incapacidad de derecho no puede subsanarse por representación como se prevé para los incapaces de hecho
(Borda, 2008).

Enunciación ejemplificativa de las incapacidades de derecho:

Las incapacidades de derecho no están sistematizadas en el Código Civil y Comercial, sino que aparecen
diseminadas. Se refieren a prohibiciones o restricciones en relación con:

a) la calidad de las personas que intervienen en el acto

b) las cosas que constituyen su objeto

c) la clase de acto de acto de que se trate.

a)La calidad de las personas que intervienen en el acto : un ejemplo de incapacidades en razón de la
calidad de las personas que intervienen es el art. 689 del Código Civil y Comercial, que refiere a los
contratos que tienen prohibido celebrar los progenitores con el hijo que está bajo su responsabilidad.
Por caso, no pueden comprar por sí ni por persona interpuesta bienes de su hijo, ni constituirse en
cesionarios de créditos, derechos o acciones contra su hijo, ni hacer partición privada con su hijo de la
herencia del progenitor prefallecido, entre otros actos.

b) Un ejemplo de prohibiciones en relación a las cosas: es el art. 1002 del código único,
que señala que: No pueden contratar en interés propio:
a) los funcionarios públicos, respecto de bienes de cuya administración o enajenación están o han
estado encargados;

b) los jueces, funcionarios y auxiliares de la justicia, los árbitros y mediadores, y sus auxiliares,
respecto de bienes relacionados con procesos en los que intervienen o han intervenido;

c) los abogados y procuradores, respecto de bienes litigiosos en procesos en los que intervienen
o han intervenido;

d) los cónyuges, bajo el régimen de comunidad, entre sí.

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Los albaceas que no son herederos no pueden celebrar contrato de compraventa sobre los bienes
de las testamentarias que estén a su cargo.

c) En lo que toca a prohibiciones con relación a ciertos actos, podemos citar el art. 120,
que prevé los actos prohibidos del tutor; el art. 1646 inc. “b”, que establece que no pueden
hacer transacciones “los padres, tutores o curadores respecto de las cuentas de su gestión, ni
siquiera con autorización judicial”.

Incapacidad de ejercicio (o de hecho): (art. 24 CCCN Personas incapaces de ejercicio. Son


incapaces de ejercicio: a. la persona por nacer. la persona que no cuenta con la edad y grado de
madurez suficiente, con el alcance dispuesto en la Sección 2ª de este Capítulo; c. la persona
declarada incapaz por sentencia judicial, en la extensión dispuesta en esa decisión.) Entonces
Consiste en la falta de aptitud o en la imposibilidad del sujeto para realizar por sí mismo actos
jurídicos válidos, pero esta ineptitud legal puede suplirse a través del instituto de la
representación, previsto en los arts. 100 y 101 del código único. Las incapacidades de hecho
han sido establecidas en interés mismo del incapaz y por ello la ley ha procedido con un criterio
tutelar. Una persona puede carecer de capacidad de hecho de manera absoluta, o bien, sólo
para determinados actos jurídicos.

Enumeración legal (según art. 24 CCCN)

a.) La persona por nacer, que es la persona que está concebida en el seno materno y aún no ha
nacido; para que sus derechos y obligaciones queden irrevocablemente adquiridos, debe nacer con vida,
pues, de lo contrario, se considerará que ella nunca existió.

b.) Menores de edad y mayores que no cuentan con edad y grado de madurez suficiente.
Este inciso debe estudiarse en correlación con lo dispuesto en el art. 25, el que dispone que “menor de
edad es la persona que no ha cumplido dieciocho años”. En efecto, el supuesto de análisis refiere que son
incapaces de ejercicio las personas “que no cuentan con la edad y grado de madurez suficiente”, por
lo que incluye a todas las personas que no han cumplido los dieciocho años, salvo: 1) el supuesto de
los adolescentes en relación a los tratamientos no invasivos (que veremos más adelante); 2) el caso de
los menores emancipados por matrimonio que gozan de plena capacidad de ejercicio con las limitaciones
previstas (arts. 27 y 28) y 3) la persona menor de edad con título profesional habilitante que puede ejercer
profesión sin necesidad de previa autorización (art. 30). 4) También son considerados incapaces de obrar
las personas mayores de edad que no cuenten con madurez suficiente, pues el artículo utiliza la
conjunción “y”, requiriéndose ambos requisitos para que alguien sea considerado capaz. En definitiva:
Fuera de estas situaciones excepcionales, la regla es que las personas, para gozar de la plena facultad
para ejercer los derechos, deben ser mayores de dieciocho años. Las dos pautas, edad y madurez
suficiente, predeterminan el límite. Si la persona tiene edad y madurez suficiente, puede validar su
actuación autónoma; de lo contrario es incapaz de ejercicio.

c.) La persona incapaz por sentencia judicial. Este supuesto implica que, mediante sentencia, se
puede restringir la capacidad para determinados actos, debiendo partirse siempre del presupuesto de la
capacidad, y que sus limitaciones son de carácter excepcional. Cuando la persona se encuentre
absolutamente imposibilitada de interaccionar y expresar su voluntad, el sentenciante puede declarar la
incapacidad y designar un curador. Por último, comprende a los inhabilitados por prodigalidad, a quienes
se les designará un apoyo para el otorgamiento de actos de disposición.

➢ Distinción entre Menor de edad y adolescencia


Menor de edad: Definición (art 25 CCCN) menor de edad es la persona que no ha cumplido dieciocho años y
adolescente, la persona menor de edad que cumplió trece años. Distinción entre menor de edad y adolescente:
Entonces las personas que desde su nacimiento hasta que cumplen dieciocho años, son “menores de edad”,
especificando la denominación de “adolescente” a la persona menor de edad que ha cumplido la edad de trece
años.

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Modo de ejercer los derechos los menores de edad

A través de sus representantes legales, que son los padres, tutor o curador. Sin embargo, la persona menor de edad
que cuenta con edad y grado de madurez suficiente puede ejercer por sí los actos que le son permitidos por el
ordenamiento jurídico, salvo que hubiere conflicto de intereses con sus representantes legales, en los que ejercerán
sus derechos mediante asistencia letrada. Alguno de los derechos que pueden ejercer los menores de edad sin
necesidad de que intervengan sus representantes legales son: a) El menor de edad que ha obtenido título
habilitante puede ejercer la profesión por cuenta propia (art. 30). b) La persona mayor de dieciséis años es
considerada adulta para las decisiones sobre su propio cuerpo, así como el adolescente tiene aptitud para decidir
sobre tratamientos que no resulten invasivos, ni comprometan su estado o provoquen un riesgo grave para su vida
o integridad física (art. 26). c) El adoptado con edad y grado de madurez suficiente tiene derecho a conocer los
datos relativos a su origen y puede acceder a ellos cuando así lo requiera (art. 596). d) Los progenitores
adolescentes, estén o no casados, ejercen la responsabilidad parental de sus hijos, pudiendo decidir y realizar por sí
mismos las tareas necesarias para su cuidado, educación y salud (art. 644). e) El hijo menor de edad puede reclamar
a sus progenitores por sus propios intereses sin previa autorización judicial, si cuenta con la edad y grado de
madurez suficiente y asistencia letrada (art. 679). f) El hijo adolescente no precisa autorización de sus progenitores
para estar en juicio cuando sea acusado criminalmente (art. 680). En definitiva, la persona menor de edad debe
actuar por medio de sus representantes legales, salvo en los casos en que el Código establezca que pueden hacerlo
por sí solos (art. 26).

➢ El derecho a ser oído


El artículo 26 del Código Civil y Comercial, en concordancia con el art. 12 de la Convención de los
Derechos del Niño y con la ley 26.061, consagra el derecho de los menores a ser oídos, el que implica
que, siempre que los menores tengan edad para poder expresar una opinión con fundamento, deben
ser escuchados y debe ser tenido en cuenta su parecer. De esta forma, se contempla y reafirma un
importante protagonismo del niño, en cuanto se le reconoce mayor intervención en los actos que le
competen y afectan. Este reconocimiento implica destacar la autonomía de la voluntad del sujeto, a
pesar de su condición de menor. En resumen, se establecen las condiciones de participación de los
menores en los procesos judiciales que le conciernen, teniendo en cuenta el juez el grado de madurez,
reconociendo en forma progresiva su capacidad sobre la base de la regla del discernimiento, en
particular en aquellos casos en los que pudiera haber conflictos de intereses entre el menor y sus
representantes legales.

Las decisiones de los menores en el ámbito de la salud

a) Tratamientos no invasivos: El artículo 26 del código unificado establece una presunción de que el
adolescente de entre trece y dieciséis años puede y se considera facultado para aceptar y consentir por sí mismo
ciertos tratamientos, siempre que estos no resulten invasivos ni comprometan su estado de salud o provoquen un
riesgo grave en su vida o integridad física. Esta presunción funcionará siempre que el adolescente pueda
comprender los aspectos esenciales relativos a la práctica propuesta, aunque, de ser necesario, una última
determinación siempre quedará en manos de los tribunales, la lex artis y la costumbre, y, por lo general, será el
médico tratante quien decida acerca de la aptitud del tratamiento, con base en criterios que desde el ámbito
médico se van pautando.

b) Tratamientos que comprometen la salud del menor: si se trata de un tratamiento que compromete su
estado de salud o está en riesgo su vida, el adolescente debe prestar su consentimiento con la asistencia de sus
progenitores, y, en caso de existir un conflicto entre ambos, se resolverá judicialmente teniendo en cuenta el
interés superior del niño y la opinión médica respecto de las consecuencias de la realización del acto.

c) Los cuidados del propio cuerpo del mayor de dieciséis años: el art. 26 establece que la persona mayor de
dieciséis años es considerada como un adulto para las decisiones sobre el cuidado de su propio cuerpo. Se reconoce
una anticipación de la capacidad de los menores para dar consentimiento o asentimiento para ciertos actos de
intrusión en su cuerpo. En el caso de desacuerdo entre el menor, el médico y los padres, deberá intervenir la justicia
a fin de que se valore la situación concreta del sujeto.

La persona menor de edad con título profesional habilitante. La persona menor de edad que ha obtenido un título
habilitante para ejercer la profesión puede ejercerla por cuenta propia sin necesidad de previa autorización;
consecuentemente, se le otorga la facultad de administración y disposición de los bienes que adquiera con el
producto de aquélla, pudiendo también estar en juicio civil o penal por cuestiones vinculadas con dicho ejercicio

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(art. 30 CCCN). Por el contrario, en los casos del menor sin título habilitante debe tenerse en cuenta las
prohibiciones de la ley 26.390 de Prohibición de Trabajo Infantil y Protección del Trabajo Adolescente. Así, cabe
destacar que la ley laboral prohíbe trabajar a los menores de 16 años; luego de esa edad, sólo pueden hacerlo,
hasta los 18, si cuentan con autorización de los padres, tal como lo prevé el art. 32 de la ley 20.744.Importante:
debemos destacar que los bienes adquiridos por el menor con su trabajo constituyen un patrimonio especial que
queda bajo su libre administración y disposición, mientras que los bienes del patrimonio general siguen bajo la
administración del representante legal.

➢ Personas con capacidad restringida


Noción de persona con capacidad restringida y con incapacidad. Distinción:

El art. 31 del Código Civil y Comercial establece reglas generales en materia de restricción a la capacidad.

Reglas generales. La restricción al ejercicio de la capacidad jurídica se rige por las siguientes reglas generales:

a) la capacidad general de ejercicio de la persona humana se presume, aun cuando se encuentre internada en un
establecimiento asistencial; b) las limitaciones a la capacidad son de carácter excepcional y se imponen siempre
en beneficio de la persona; c) la intervención estatal tiene siempre carácter interdisciplinario, tanto en el
tratamiento como en el proceso judicial; d) la persona tiene derecho a recibir información a través de medios y
tecnologías adecuadas para su comprensión; e) la persona tiene derecho a participar en el proceso judicial con
asistencia letrada que debe ser proporcionada por el Estado si carece de medios; f) deben priorizarse las
alternativas terapéuticas menos restrictivas de los derechos y libertades .

Estas reglas generales que se agrupan en la norma rigen todo lo referido a las restricciones al ejercicio
de la capacidad jurídica de las personas, y son producto especialmente de la aprobación de la
Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (ley 26.378) y de la Ley Nacional de
Salud Mental (ley 26.557). Manteniendo el criterio biológico-jurídico, el art. 32 del código unificado
prevé dos supuestos diferenciados:

● a) incapacidad de ejercicio relativa, que alcanza los actos señalados en cada


sentencia.
● b) incapacidad de ejercicio absoluta.
Se puede restringir judicialmente la capacidad de una persona: (art. 32 del Código) a partir de los trece
años cuando ésta padece una adicción o alteración mental permanente o prolongada de entidad
suficiente – elemento biológico- y se estime que de no restringirle la capacidad pueda ocasionar un
daño a su persona o a sus bienes – elemento jurídico; o excepcionalmente declarar la incapacidad :
“cuando la persona se encuentre absolutamente imposibilitada de interaccionar con su entorno y expresar su
voluntad por cualquier modo, medio o formato adecuado y el sistema de apoyos resulte ineficaz” .

Presupuestos jurídicos y fácticos

La persona con capacidad restringida es, por regla, una persona capaz y sólo no podrá ejercer por sí sola
determinados actos que se especifiquen en la sentencia (art. 24 inc. “c”). El juez, en la sentencia, debe designar el o
los apoyos que estime convenientes, siempre tratando de limitar lo menos posible la autonomía de la persona,
favorecer las decisiones que respondan a las preferencias de la persona tutelada y, de esta manera, garantizar el
respeto de los derechos de la persona protegida. El o los apoyos que se designen no tienen por misión sustituir la
voluntad del sujeto, sino todo lo contrario; promueven la libertad, la autonomía, “la comunicación, la
comprensión y la manifestación de la voluntad de la persona para el ejercicio de sus derechos” (art32).

Persona incapaz de ejercicio absoluta. Se da cuando:

a) se encuentre imposibilitada de interaccionar con su entorno y expresar su voluntad por cualquier


modo, medio o formato adecuado.

b) el sistema de apoyos cualquiera que fuere resulte ineficaz. En este supuesto, el juez deberá
designarle un curador para que represente al incapaz, siendo de aplicación los arts. 138 a 140 (curatela).

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Si no se dieran estos requisitos esenciales, corresponderá una sentencia de capacidad restringida y no
una declaración de incapacidad absoluta.

Procedimiento para su declaración:

Medios de protección: de la persona que padece de alguna discapacidad, son: a) La declaración de capacidad
restringida; b) la incapacidad, cuando la persona padece una incapacidad absoluta, es decir que no puede
accionar con el medio que la circunda y los medios de apoyo son ineficaces y c) Como veremos más adelante, la
declaración de inhabilitación en el caso del pródigo. Personas legitimadas: La declaración de incapacidad, sea ésta
absoluta o restringida a determinados actos, no procede de oficio, es necesario que las personas legitimadas a tal
fin lo soliciten. El Código Civil y Comercial lo establece en el art. 33, 1) El propio interesado (deberá presentarse con
abogado; de no hacerlo, se le deberá nombrar un asesor que lo represente), 2) El cónyuge no separado de hecho y
el conviviente mientras la convivencia no haya cesado (osea la unión basada en relaciones afectivas de carácter
singular, público, notorio, estable y permanente de dos personas que conviven y comparten un proyecto de vida
común, sean del mismo o diferente sexo (art. 509), 3) los parientes dentro del cuarto grado (sea que se trate de un
parentesco por naturaleza, por métodos de reproducción humana asistida o por adopción) en línea recta o colateral
y, si fueran por afinidad, sólo hasta el segundo grado, 4) el Ministerio Público.

Se sostiene que la enumeración que realiza el mencionado artículo es taxativa de las personas que se hallan
facultadas para peticionar la declaración de incapacidad. Sin embargo, en caso de tratarse de personas que no
están legitimadas para iniciar la acción, podrán hacer una presentación ante el Ministerio Público, a fin de que
evalúe la posibilidad de iniciar el proceso. Entrevista personal. El conocimiento personal del juez con el interesado
debe ser obligatorio y no facultativo. Es por ello que la entrevista personal prevista en el art. 35 del CCCN no será
una facultad sino un deber indelegable en cabeza del juez , quien deberá asegurarla en cada proceso y previo a
dictar cualquier resolución, salvo las medidas cautelares que puede ordenar en caso de urgencia para garantizar los
derechos personales y patrimoniales de la persona (art. 34). En la audiencia, deberán concurrir el interesado, el
Ministerio Público y al menos un letrado que ejerza la defensa técnica de la persona. El juez tomará contacto
personal con el padeciente para garantizarle el goce o ejercicio en igualdad de condiciones con los demás y para
darle un trato más personalizado y humanitario, así como la garantía de acceso directo al órgano de decisión.
Intervención del interesado. Podrá comparecer con un abogado particular y, en caso de no hacerlo,
necesariamente se le deberá designar un defensor que ejerza su defensa técnica desde el inicio del proceso.
Prueba: rige el principio de amplitud probatoria, pudiendo aportar todos los elementos que hagan a su defensa.
Competencia procesal: (art.36) El juez competente para entender en la causa es el correspondiente al del domicilio
de la persona o el de su lugar de internación. Valor del dictamen del equipo interdisciplinario: Previo al dictado de
la sentencia es imprescindible el dictamen de un equipo interdisciplinario. Este dictamen es una prueba necesaria;
sin su realización, no podrá arribarse luego al dictado de una sentencia válida. Los equipos interdisciplinarios para
realizar la evaluación incluyen: las áreas de psicología, psiquiatría, trabajo social, enfermería, terapia ocupacional y
otras disciplinas o campos pertinentes. Sentencia. Luego de la valoración del dictamen interdisciplinario, junto con
los otros elementos traídos al proceso el juez debe resolver con relación al ejercicio de la capacidad jurídica,
considerando especialmente la voluntad, deseos y preferencias de la persona, y procurando que la afectación de la
autonomía personal sea la menor posible. De tal modo, la sentencia puede: a) desestimar la acción; b) restringir la
capacidad del sujeto ó c) declarar la incapacidad. La sentencia que limite o restrinja la capacidad: debe señalar los
actos y funciones que la persona no puede realizar por sí misma y, a fin de que tome las decisiones pertinentes, le
designará los apoyos que considere necesarios e indicará la modalidad de actuación, es decir, si la función debe ser
cumplida por dos o más personas, si la actuación debe ser conjunta o indistinta, o si la validez de los actos jurídicos
requieren del asentimiento otorgado por el apoyo. La sentencia que disponga la incapacidad: deberá indicar los
curadores que se designan (puede ser una o más personas), permitiendo que la persona capaz pueda designar
quién ejercerá su curatela, ya sea mediante una directiva anticipada (art. 60) o descubriendo su verdadera voluntad
por alguna manifestación (art. 43). La sentencia que limite la capacidad, ya sea en forma total o parcial, es un
verdadero estatuto de cómo debe actuar la persona del incapaz. Registración de la sentencia: La sentencia que
restrinja la capacidad y los sistemas de apoyo que se designen deben ser inscriptos en el Registro de Estado Civil y
Capacidad de las Personas, debiendo dejar constancia marginal en la partida de nacimiento de la persona. Este
régimen, lo que pretende es dar publicidad de la sentencia y, a su vez, resguardar los derechos de terceros que
contraten con la persona a la que se le ha restringido su capacidad jurídica. Una vez que las restricciones sean
dejadas sin efecto, o bien modificadas por una nueva sentencia dictada, se deberá ordenar la inmediata cancelación
o inscripción registral, respectivamente. Revisión: La sentencia puede ser revisada en cualquier momento, a
instancias del interesado. Se impone al juez la carga de impulsar de oficio la revisión de los términos de la sentencia

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en un plazo no mayor a tres años, a partir de la realización de nuevas evaluaciones interdisciplinarias y tras haber
entrevistado nuevamente en forma personal al interesado; de lo que se desprende el rol activo que se le asigna al
juez. En caso de que ello no ocurra, será el Ministerio Público quien deberá instar a que se lleve a cabo la revisión. El
plazo de los tres años es un plazo máximo; es posible instar su revisión con anterioridad si las circunstancias del
caso así lo aconsejan.

Cese de la incapacidad

El cese de la incapacidad o de la restricción a la capacidad debe decretarse por el juez que la declaró, previo
examen de un equipo interdisciplinario integrado, que dictamine sobre el restablecimiento de la persona. El juez
competente para declarar el cese de las restricciones será el mismo que en su momento las había impuesto. El
juez, ante la solicitud de los legitimados –quienes podrán promover un nuevo procedimiento para determinar el
cese de las restricciones a través del dictado de una nueva sentencia–, podrá disponer el cese total de las
restricciones, o bien, que éste sea sólo sea parcial, en cuyo caso se podrá ampliar la nómina de actos y funciones
que la persona podrá realizar por sí misma o con asistencia de los apoyos. Cuando la sentencia haya sido de
incapacidad, se podrá dictar una nueva sentencia: a) que resuelva el cese total y definitivo de la incapacidad; b) que
confirme la situación actual; o c) que convierte la incapacidad en capacidad restringida, debiendo especificar las
restricciones y nombrando el o los apoyos necesarios. Cuándo la sentencia haya sido de “capacidad restringida”, la
nueva sentencia podrá: 1) resolver el cese total de las restricciones; 2) ampliar o disminuir la nómina de actos que la
persona podrá realizar por sí sola y si requiere de nuevos apoyos; 3) mantener la situación actual sin
modificaciones. De acuerdo a lo dicho anteriormente, sea la sentencia que se dicte deberá inscribirse en el
Registro de Estado Civil y Capacidad de las Personas para la debida oponibilidad a terceros.

➢ Inhabilitados
Noción. Presupuestos fácticos. De conformidad al art. 48 del Código Civil y Comercial, podrán ser inhabilitados: los
pródigos: aquellos a quienes, por la mala gestión de sus bienes, en el sentido de dilapidar, malgastar, expongan el
patrimonio familiar a que se vea menoscabado. Definición del art.48 de Pródigo: como aquella persona que
padece una alteración funcional permanente o prolongada, física o mental, que, en relación a su edad y medio
social, implica desventajas considerables para su integración familiar, social, educacional o laboral. La ley pretende
proteger al grupo familiar de la pérdida del patrimonio, legitimando a promover la inhabilitación al cónyuge,
conviviente, ascendientes y descendientes. Para que proceda la inhabilitación se requiere dos situaciones: 1)
personas a quienes proteger y 2) prodigalidad en la gestión del patrimonio por parte de la persona que se pretende
inhabilitar. Procedimiento de la declaración. Los legitimados son: el cónyuge, conviviente, ascendientes y
descendientes, sin establecer la norma distinción de grados ni edad, por lo que debe interpretarse que, cualquiera
fuere la edad o el grado, podrán iniciar la acción. Juez competente: el juez del domicilio de la persona que se
pretende inhabilitar. También se deberá acompañar los elementos probatorios. Si bien no está prevista la
evaluación interdisciplinaria dentro del proceso, podría realizarse por interpretación analógica con lo normado en el
art. 50, donde sí se exige en el marco del proceso para disponer el cese de la inhabilitación. Cabe señalar que
deben aplicarse supletoriamente las normas previstas sobre incapacidad o capacidad restringida en la medida en
que no sean incompatibles. Efectos de la declaración: Declarada la inhabilitación, se restringe la capacidad jurídica
de la persona, quien ya no podrá ejercer libremente determinados actos por sí misma. No podrá ejercer actos de
disposición entre vivos, sí los de última voluntad, y para aquéllos requerirá contar con un apoyo que lo asista.
Además de estos actos, el apoyo deberá asistir al inhabilitado en todos aquellos actos que hayan sido indicados por
el juez en su sentencia de inhabilitación. La figura del apoyo: es necesaria a fin de evitar que el inhabilitado realice
actos de otorgamiento que puedan perjudicar la integridad del patrimonio y perjudicar así a las personas del
cónyuge, conviviente e hijos menores o con discapacidad. La sentencia, deberá establecer las condiciones de validez
de los actos y la modalidad de actuación del apoyo, debiendo inscribirse esta sentencia en el Registro de Estado
Civil y Capacidad de las Personas a fin de resguardar a los terceros que contratan con la persona del inhabilitado.

Cese de la inhabilitación: El mismo juez que declaró la inhabilitación será el encargado de decretar el cese,
previo examen interdisciplinario que dictamine sobre el restablecimiento de la persona. La sentencia que se dicte
podrá: 1) ordenar el cese total de la inhabilitación, recuperando la plena capacidad jurídica la persona del
inhabilitado, 2) podrá disponer ampliar la nómina de actos que la persona puede realizar por sí o con apoyo, o 3)
bien mantener las restricciones que se habían impuesto sin modificaciones. (Dependerá fundamentalmente de lo
que aconseje el examen de facultativos, el que, si bien no será vinculante para el juez, tendrá fundamental
importancia).

➢ La representación y asistencia de los incapaces

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La representación necesaria. Definición. El artículo 100 del Código Civil y Comercial establece que las personas
incapaces ejercen, por medio de sus representantes, los derechos que no pueden ejercer por sí. Estos incapaces a
los que refiere son única y exclusivamente los incapaces de obrar o de hecho, quienes no podrán obrar por sí
mismos, pero sí a través del instituto de la representación.

La relación entre representante y representado puede provenir de: A) la ley –que es la representación legal o
necesaria– ó B) Voluntaria: de la voluntad del representado.

La representación que veremos es: 1) Necesaria, pues no puede faltar; 2) Es legal, pues se impone con
prescindencia de la voluntad del representado; 3) Es conjunta, pues se complementa con la actuación del
Ministerio Público.

Responsabilidad parental. Tutela. Curatela. Régimen legal.

El artículo 101 del código unificado nos dice quiénes son los representantes legales de los incapaces y comprende
tres instituciones: 1) La responsabilidad parental, 2) La tutela, 3) La curatela. Son representantes: a) Los padres de
las personas por nacer; b) Los padres de las personas menores de edad no emancipadas; c) El tutor o los tutores que
se designen, en caso de falta de padres, o si ambos son incapaces o privados de la responsabilidad parental o
suspendidos en su ejercicio; d) El o los apoyos designados de las personas con capacidad restringida cuando,
conforme la sentencia, estos tengan representación para determinados actos; e) El curador de las personas
incapaces en los términos del art. 32 del código unificado.

EJE TEMÁTICO 3: PERSONA JURÍDICA

➢ Persona jurídica
Noción: “Son personas jurídicas todos los entes a los cuales el ordenamiento jurídico les confiere
aptitud para adquirir derechos y contraer obligaciones para el cumplimiento de su objeto y los fines
de su creación” (Art. 141 CCC). Según Buteler Cáceres (2000), las personas de existencia ideal son
abstracciones que se originan en la realidad social y representan la posibilidad de los hombres de unir
sus esfuerzos en pos de un fin común; por ello, estos entes se encuentran provistos de personalidad
jurídica y están dotados de capacidad para adquirir derechos y contraer obligaciones.

o Naturaleza jurídica:
Tres grandes posturas a lo largo de la historia trataron de descifrar la naturaleza jurídica de estos entes
de existencia ideal; Buteler Cáceres (2000), las clasifica o agrupa de la siguiente manera:

▪ a) La teoría de la ficción: elaborada por Savigny, parte que el derecho


subjetivo es un poder que se sustenta en la voluntad moral, por lo tanto, la
única persona que lo puede detentar es la real, la persona física. Pero la
realidad demuestra la necesidad de los hombres de actuar conjuntamente y
administrar bienes durante esa actuación, por lo tanto sólo pueden lograrlo a
través de la creación de un ente artificial, producto de la ficción, al que
denomina “sujeto del derecho de bienes”; este sujeto no tiene voluntad
propia, por eso actúan por el mismo las personas físicas que lo representan.
▪ b. Las teorías negatorias de la personalidad jurídica: estas teorías parten de
la base de que estos sujetos que se unen para lograr sus objetivos no logran
crear un sujeto distinto, por lo tanto ese sujeto no existe; la base para lograr
la protección de la ley es sólo que estos grupos persiguen fines de acuerdo a
la solidaridad social.

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▪ c. Las teorías realistas: éstas reconocen que el sujeto creado por sus
miembros conforma un ente diferente. Estas teorías a su vez presentan
diferentes posturas. Por ejemplo, las que se fundan en la voluntad: sostienen
que la persona jurídica es un verdadero ente semejante al organismo de las
personas físicas, se basa en una fantasía que asimila biológica y
orgánicamente a las personas físicas y jurídicas. Este grupo a su vez tienen
un subgrupo: a) La teoría del órgano: este es un concepto que se toma en la
actualidad y reemplaza el concepto de la representación de la persona jurídica
por el del órgano de voluntad de la misma, b) Las que se basan en los
intereses: sostienen que las personas jurídicas poseen un interés distinto al de
los miembros que las componen, entonces este ente representa la
configuración jurídica legal de ese interés, c) La teoría de la institución: de
Hauriou, sostiene que la persona jurídica es una institución, es una idea de
obra o de empresa que se realiza y dura jurídicamente en un medio social.
Entre los miembros del grupo social interesado en la realización de la idea, se
producen manifestaciones de comunión dirigidas por órganos de poder y
reglamentadas por procedimientos. El elemento más importante de toda
institución corporativa: 1) es la idea de la obra a realizar. La idea de la
empresa es el objeto de la empresa, porque la empresa tiene por objeto
realizar la idea. 2) Es un poder de gobierno: organizado para la realización de
la idea de la empresa, y que está a su servicio. 3) El tercer elemento es la
"manifestación de comunión" de los miembros del cuerpo y también de los
órganos de gobierno, tanto en la idea de la obra a realizar como en los
medios a emplear.
Buteler Cáceres adhiere a la concepción realista, destacando que la persona jurídica
es una realidad, pero es tan sólo realidad-idea, realidad que vive en el mundo del
pensamiento jurídico.

Frente a los diferentes tipos de personas jurídicas privadas que contempla el código, la forma de
constitución de dichas personas dependerá en cada caso del tipo de que se trate.

o Concepción de la personalidad de las personas jurídicas


Cuando hablamos de persona jurídica hacemos referencia a un ente ideal distinto de los socios que lo
componen. Este ente cuenta con capacidad jurídica plena para el cumplimiento de su objeto y los
fines de su creación y, por ende, puede adquirir compromisos propios frente a los terceros y
constituye un centro de imputación distinto del patrimonio de los socios. El Art. 143 del código
establece que la persona jurídica tiene una personalidad jurídica distinta de la de sus miembros y ellos
no responden por las obligaciones contraídas por la persona jurídica, salvo en los casos previstos en la
ley. Esto responde al principio de separación de patrimonios entre la persona jurídica y sus miembros,
que es uno de los ejes rectores de la personalidad de las personas jurídicas. Este principio opera en
relación a los bienes de titularidad de la persona jurídica, que, por ende, no pertenecen a ninguno ni a
todos sus miembros, y en relación a las obligaciones, ya que ninguno de sus miembros, ni el conjunto de
ellos, es responsable por éstas. (Este principio sólo se puede dejar de lado ante circunstancias
excepcionales previstas en el Código Civil y Comercial o en otras leyes especiales o generales, como la
Ley 19.550 de Sociedades o la Ley 24.522 de Concursos y Quiebras.)

o Inoponibilidad de la personalidad jurídica


Cuando el accionar de la persona jurídica esté destinada a la consecución de fines ajenos a la persona
jurídica o constituya un recurso para violar la ley, el orden público y la buena fe, o para frustrar derechos
de cualquier persona, procede la inoponibilidad de la persona jurídica, es decir que, en tales casos, la
actuación del ente se imputará directamente a los socios, asociados, miembros, controlantes directos e
indirectos que la hicieron posible, quienes responderán solidaria e ilimitadamente por los perjuicios
causados (art. 144 CCCN). Opera en un doble sentido: a) la imputación diferenciada: atribuye la

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actuación al miembro del ente en su propia persona; b) la limitación de la responsabilidad, debiendo
responder el miembro ilimitada y solidariamente por los daños causados.

o Clasificación de las personas jurídicas


Se clasifican en públicas y privadas

Personas jurídicas públicas

La persona jurídica pública es aquélla cuya existencia y funcionamiento dependen del derecho
público, aunque parte de su actividad esté regulada por el derecho privado. Así, para determinar el
carácter público de un ente es necesario: 1) la obligación de la persona jurídica hacia el Estado de
cumplir sus fines propios; 2) el control estatal de la gestión de la entidad; 3) el ejercicio de potestades de
imperio.

o Clases de Personas jurídicas Públicas (146 CCC) :

▪ a) El Estado nacional, las Provincias, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, los municipios, las
entidades autárquicas y las demás organizaciones constituidas en la República a las que el
ordenamiento jurídico atribuya ese carácter (Cuando el artículo, en el inciso “a”, refiere a “las
demás organizaciones constituidas en la República a las que el ordenamiento jurídico atribuye ese
carácter”, debe entenderse que abarca los entes públicos no estatales, como lo son los sindicatos, las
obras sociales sindicales, las empresas del Estado, los partidos políticos, entre otras entidades.)
▪ b) Los Estados extranjeros, las organizaciones a las que el derecho internacional público
reconozca personalidad jurídica y toda otra persona jurídica constituida en el extranjero cuyo
carácter público resulte de su derecho aplicable (La alusión a los estados extranjeros debe
entenderse comprensiva de los estados provincial y municipal, organizaciones internacionales,
supranacionales o regionales, como la Organización de las Naciones Unidas, Organización de Estados
Americanos, la Cruz Roja Internacional, la Organización Mundial de la Salud).
▪ c) La Iglesia Católica. (Debiendo entenderse que se trata de la religión Católica Apostólica
Romana, cuya personería está expresamente reconocida en la Constitución Nacional)
Esta enumeración no es taxativa.

o Personas jurídicas privadas


Las personas jurídicas privadas son aquéllas que tienen reglamentada su existencia y actividades por
el derecho privado aunque dependan de una autorización especial para funcionar. Es decir que, dentro
de las personas jurídicas privadas, tendremos aquellas que requieren autorización para funcionar, como
es el caso de las asociaciones civiles o las fundaciones, y las que no, como por ejemplo las sociedades
comerciales, el consorcio de propietarios, entre otros.

o Enunciación (art 148). Son personas jurídicas privadas:

● a) las sociedades;
● b) las asociaciones civiles;
● c) las simples asociaciones;
● d) las fundaciones;
● e) las iglesias, confesiones, comunidades o entidades religiosas;
● f) las mutuales;
● g) las cooperativas;
● h) el consorcio de propiedad horizontal;
● i) toda otra contemplada en disposiciones de este Código o en otras leyes y cuyo
carácter de tal se establece o resulta de su finalidad y normas de funcionamiento.
La enumeración que realiza este artículo es meramente enunciativa.

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a) la Ley 26.994 (ley que aprueba la reforma del Código Civil y Comercial) sustituye el texto del art. 1
de la Ley 19.550 (Ley de Sociedades) por el siguiente: “Habrá sociedad si una o más personas en forma
organizada conforme a uno de los tipos previstos en esta ley, se obligan a realizar aportes para
aplicarlos a la producción o intercambio de bienes o servicios, participando de los beneficios y
soportando las pérdidas. La sociedad unipersonal sólo se podrá constituir como sociedad anónima. La
sociedad unipersonal no puede constituirse por una sociedad unipersonal”. En los hechos, la sociedad
unipersonal sólo se podrá constituir como sociedad anónima y como sociedad de responsabilidad
limitada.

El artículo 149 del código único señala que la participación del Estado en una persona jurídica privada
no transforma la calidad de ésta, la que sigue siendo privada sin importar el grado de participación del
Estado y sin perjuicio de que se prevea un régimen especial en materia de derechos y obligaciones.
Esta norma se aplica no sólo a las sociedades, sino a todo tipo de personas jurídicas de carácter
privado.

h) En el inciso “h” se incluye como personas jurídicas privadas al “Consorcio de propiedad horizontal”, y
en las disposiciones del Título V del Libro cuarto, denominado “Propiedad Horizontal”, refiere su
naturaleza jurídica y regula su funcionamiento. Dentro de ese Título, el artículo 2044 dispone que el
conjunto de propietarios de las unidades funcionales constituye la persona jurídica “consorcio”, es decir
que éste es un sujeto de derecho distinto de los copropietarios de las diversas unidades funcionales que
lo componen.

o Asociaciones civiles
Las asociaciones civiles son un tipo de personas jurídicas privadas (inc. “b” del art. 148) a través de las
cuales se puede realizar múltiples actividades. Constitución, las asociaciones deben cumplir ciertos
requisitos y formalidades objeto principal el bien común, el interés general, es decir un espíritu
altruista. Presupuesto Sin fines de lucro (lo que las distingue de las sociedades comerciales. Pero
pueden realizar actos dirigidos a obtener ganancias que sirvan para seguir cumpliendo con su finalidad
específica. Art168 del CCCN prevé “No puede perseguir el lucro como fin principal, ni puede tener por
fin el lucro para sus miembros o terceros”, el fin de obtener réditos económicos no debe ser el principal
objetivo de la asociación civil. Requisitos de formación: La forma instrumental para constituirse las
asociaciones civiles es la escritura pública, la que deberá ser inscripta una vez que haya sido otorgada la
autorización estatal para funcionar. Lo que dará nacimiento a la asociación civil como tal es la
inscripción en el registro correspondiente; hasta tanto acaezca dicha inscripción, serán aplicables las
normas de la simple asociación. Contenido del acto constitutivo (art. 170 del Código), 1) La
identificación de los constituyentes 2) El nombre de la asociación con el aditamento “Asociación Civil”
antepuesto o pospuesto 3) el objeto 4) domicilio social 5) el plazo de duración 6) las causales de
disolución 7) las contribuciones que conforman el patrimonio inicial de la asociación 8) el régimen de
administración y representación, entre otros recaudos que establece. Las partes libremente establecer
cualquier otra cuestión que sea útil para reglar y cumplir los fines de la asociación, teniendo como único
límite la no afectación del orden público, la moral y las buenas costumbres.

o Simples asociaciones
Las simples asociaciones también son personas jurídicas privadas (art. 148, inc. “c”), que no requieren
autorización estatal alguna para funcionar. Constitución: puede ser por instrumento público o por
instrumento privado con firma certificada por escribano público, debiendo consignarse el aditamento
“simple asociación” o “asociación civil”. Comienzo de la existencia: comienzan su existencia como
personas jurídicas a partir de la fecha del acto constitutivo, es decir que, una vez otorgada la escritura
pública o el instrumento privado con firmas certificadas, estos sujetos de derechos gozan de
personalidad jurídica. Están reguladas en los arts. 187 a 192 del Código Civil y Comercial y en cuanto a su
constitución, gobierno, administración, socios, órgano de fiscalización y funcionamiento, se rigen por lo
dispuesto para las asociaciones civiles, es decir remite a los arts. 168 a 186.

o Fundaciones

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Las fundaciones son personas jurídicas con propósito de bien común, sin fines de lucro, que se
constituyen con el aporte patrimonial de una o más personas, destinado a hacer posibles sus fines.
Estos entes carecen de miembros, sólo tiene órganos de conducción y beneficiarios. Para su
nacimiento solo se requiere la existencia de un sujeto de derecho que es la persona del fundador, quien
se convierte en un extraño cuando la fundación obtiene la autorización para funcionar. Constitución:
Las fundaciones deben constituirse necesariamente mediante instrumento público y solicitar y
obtener autorización del Estado para funcionar. Este acto constitutivo que crea la fundación debe ser
otorgado por el o los fundadores o apoderado con poder especial, si se hace por acto entre vivos o por
el autorizado por el juez del sucesorio si es por disposición de última voluntad y debe contener: a) La
identificación de los fundadores, sean personas físicas o jurídicas; b) Nombre y domicilio de la
fundación; c) Objeto preciso y determinado que propenda al bien común; d) Patrimonio inicial,
integración y recursos futuros; e) Plazo de duración; f) Organización del consejo de administración,
duración de los cargos, régimen de reuniones y procedimiento para la designación de sus miembros; g)
Cláusulas atinentes a su funcionamiento; h) Procedimiento y régimen para la reforma del estatuto; i)
Fecha de cierre del ejercicio anual; j) Cláusulas de disolución y liquidación y el destino de los bienes; k)
Plan trienal de actividades. Confeccionado el instrumento de constitución, deberá ser presentado ante
la autoridad de contralor para su aprobación y una vez aprobada, adquirirá personalidad jurídica.

➢ Atributos de las personas jurídicas


La persona jurídica resulta no sólo una regulación del derecho constitucional de asociarse con fines
útiles y una forma de ejercer libremente una actividad económica, sino que constituye una realidad
jurídica que la ley reconoce como medio técnico para que todo grupo de individuos pueda realizar el
fin lícito que se propone. Tiene personalidad jurídica y por ende, posee atributos: 1) el nombre para
individualizarse, 2) el domicilio para determinar la ley aplicable y la jurisdicción donde puede demandar
o ser demandada, 3) la capacidad siempre de derecho y limitada al objeto para el que se constituyó y 4)
el patrimonio, a los fines del cumplimiento de sus fines.

o Nombre.
Régimen legal: El nombre o razón social es un atributo de las personas jurídicas, toda vez que es
necesario a los fines de su individualización y designación que permita distinguirlas.

De acuerdo a lo normado en el art. 151 del Código, el nombre debe reunir los siguientes requisitos:

a) aditamento de la forma jurídica utilizada para que los terceros conozcan la naturaleza y extensión de la
responsabilidad, por ejemplo “SRL”, “SA”.

b) cumplir con los recaudos de veracidad, novedad y aptitud distintiva, ello así a los fines de que se distingan
entre las personas jurídicas.

c) no contener términos contrarios a la ley, el orden público o las buenas costumbres.

d) no inducir a error sobre la clase u objeto de la persona jurídica.

e) la inclusión en el nombre de la persona jurídica del nombre de personas humanas requiere la conformidad de
éstas, que se presume si son sus miembros.

o Domicilio y sede social (art 152 del Código Civil y Comercial).


Distinción. El término “domicilio” remite a la indicación genérica de la ciudad, localidad o región donde
se ha constituido la sociedad. El término “sede” alude al lugar geográfico concreto (dirección) donde se
ha instalado la persona jurídica. Por ejemplo, Córdoba capital es el domicilio y Bv. San Juan 710 es la
sede. En el estatuto de las personas jurídicas deberá consignarse obligatoriamente el domicilio y la
sede o dirección. No sólo la ciudad o localidad sino también la calle, número y designación de la unidad
funcional si la hubiera. Si posee muchos establecimientos o sucursales: tiene su domicilio especial en el
lugar de dichos establecimientos, pero sólo para la ejecución de las obligaciones allí contraídas. Para
cambiar el domicilio, debe modificarse el estatuto, y, si se quiere cambiar la sede, puede ser resuelto

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por el órgano de administración. Las notificaciones que se realicen en la sede inscripta de la persona
jurídica: serán vinculantes, aunque ya no funcione allí, pues lo que se pretende es proteger los derechos
de terceros que contraten con el ente social.

o Patrimonio
El patrimonio constituye un elemento esencial de la persona jurídica; es un atributo y,
consecuentemente, no se concibe la idea de persona jurídica sin patrimonio. El artículo 154 del código
nos dice: “la persona jurídica debe tener un patrimonio”. Este comienza a formarse desde el mismo
momento en que los socios se comprometen a realizar aportes. Patrimonio: es el conjunto de bienes de
la persona jurídica con el cual la sociedad actúa y afronta el pasivo que lo integra. Este patrimonio no se
confunde con el de los individuos que concurren a conformar el sustrato material de la entidad.

o Capacidad
La capacidad vinculada a las personas jurídicas se refiere sólo a la capacidad de derecho o aptitud para
ser titular de derechos y deberes jurídicos y ejercer por sí o por otros los actos inherentes a los
derechos de los que se es titular. La noción de capacidad de obrar es absolutamente ajena, pues estos
sujetos de derechos siempre actuarán a través de sus órganos o representantes. La regla general es que
tienen capacidad de derecho para todos los actos y todos los derechos que no les estén expresamente
prohibidos.

Esta capacidad, sin embargo, tiene sus limitaciones en razón del principio de especialidad y de la
naturaleza de las cosas.

● El principio de la especialidad: significa que las personas jurídicas tienen capacidad


para celebrar aquellos actos inherentes a la finalidad para la que ha sido creadas, es
decir, en función de su objeto y su fin. De tal modo, no pueden celebrar actos que
nada tengan que ver son su objeto de creación, pero ello no significa que no puedan
ejecutar los que son convenientes o necesarios para la mejor obtención de aquél.
● b) Limitaciones impuestas por la naturaleza de las cosas: las personas jurídicas no
pueden ser titulares, por ejemplo, de los derechos potestativos.
o Representación
Las personas jurídicas desarrollan su actividad por medio de personas físicas que actúan en su
nombre y por su cuenta, de modo tal que su gestión es atribuida a la misma entidad. Así, las personas
jurídicas actúan a través de sus órganos, es decir aquellas personas autorizadas a manifestar la
voluntad del ente y a desarrollar la actividad jurídica necesaria para la consecución de sus fines. El
artículo 159 dispone que los administradores deben obrar con lealtad con la persona que les encarga la
función de administrar sus intereses y con diligencia, es decir con idoneidad, con aptitud profesional
para el exitoso desenvolvimiento de la clase de actividad que constituye el objeto social. El deber de
obrar con lealtad tiene por fundamento la obligación de fidelidad del mandatario (art. 1324 CCCN), que
se extiende a todos los casos de representación de intereses ajenos, y el deber de buena fe (art. 9
CCCN). El administrador se debe conducir con la corrección de un hombre honrado, en defensa de los
intereses cuya administración se le ha confiado, por encima de cualquier otra consideración, evitando
obtener un beneficio particular a expensas de la persona jurídica. Tiene prohibido contratar con ésta,
salvo que se trate de contratos referidos a su actividad ordinaria y en las mismas condiciones en que el
ente lo hubiera hecho con terceros. Deberá abstenerse de intervenir en la toma de decisiones en las que
tenga un interés contrario a la persona jurídica y no podrá competir con ella.

El art. 159 menciona las siguientes reglas de conducta:

1) El administrador no puede perseguir ni favorecer intereses contrarios a los de la persona


jurídica.

2) Si, en determinada operación, los tuviera por sí o por interpósita persona, debe hacerlo
saber a los demás miembros del órgano de administración o en su caso al órgano de gobierno,
y abstenerse de cualquier intervención relacionada con dicha operación. En estos supuestos se

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encuentra comprometido el deber de lealtad, más allá de que se puedan incorporar
situaciones no contempladas normativamente. El deber del administrador de actuar con
diligencia debe examinarse según las circunstancias de las personas, el tiempo y el lugar,
debiendo tenerse en cuenta los siguientes aspectos: 1) La dimensión de la sociedad. 2) El
objeto social.3) Las funciones genéricas que le incumben y las específicas que le hubieran
confiado.4) Las circunstancias en que debió actuar. 5) La aptitud que es común encontrar en
personas que administran negocios similares.

➢ Responsabilidad contractual y extracontractual


La responsabilidad civil por daño, entendida en sentido amplio, incluye tanto la responsabilidad
dimanada del incumplimiento de obligaciones contractuales cuanto la proveniente de los daños
causados por los actos ilícitos obrados por los administradores o representantes de la persona jurídica.
Los administradores y representantes de la persona jurídica son responsables ilimitada y
solidariamente frente a la persona jurídica, sus miembros y terceros, por los daños causados por su
culpa en el ejercicio o con ocasión de sus funciones (arts. 160 y 1763 del CCCN). Responderán
ilimitadamente con todo su patrimonio por los daños que produzcan a la persona jurídica, pues quien
causa un daño debe repararlo, y solidariamente entre los administradores que faltaren a sus
obligaciones de lealtad y diligencia en los casos de administración plural. Para que surja la
responsabilidad, es necesario que hayan ocasionado un daño causado ya sea por dolo o culpa, en el
ejercicio o con ocasión de sus funciones. El daño se considera ocasionado en ejercicio de la función:
cuando existe congruencia entre el daño y la actuación propia de la esfera de competencia del órgano,
cuando es el resultado directo del desempeño de la función. Por último, debemos señalar que la
responsabilidad de los administradores respecto a la persona jurídica es de naturaleza contractual, y
es extracontractual respecto de los terceros.

EJE TEMÁTICO 4: EL OBJETO DE LA RELACIÓN JURÍDICA PRIVADA


➢ El objeto
Puesto que las relaciones jurídicas y los derechos subjetivos que ellas contienen son de diferente
naturaleza, el objeto variará según la clase de relación y de derecho subjetivo de que se trate. Objeto de
las relaciones jurídicas puede ser: cosas, hechos u objetos inmateriales.

En las relaciones que tienen por contenido los derechos personalísimos o los derechos humanos, el
objeto está dado por las diversas manifestaciones o proyecciones que integran la personalidad de la
persona física, como su honor, libertad, integridad física o espiritual.

En las que tienen por contenido los derechos subjetivos potestativos, el objeto está dado por el
conjunto de deberes y prerrogativas de los padres para la educación y pleno desarrollo de la
personalidad de sus hijos.

En las que tienen por contenido los derechos reales, el objeto es la cosa: objeto material susceptible de
valor, sobre las que se ejercen las facultades o prerrogativas del titular.

Las relaciones jurídicas que recaen sobre derechos personales o de crédito, el objeto: se proyecta sobre
la conducta del deudor, denominada prestación.

27
En los derechos intelectuales el objeto: es la obra científica, literaria o artística, la expresión de ideas,
procedimientos, es decir, el producto del intelecto humano.

➢ bienes y cosas

● Bien está noción está estrechamente vinculada al enfoque económico y, por lo tanto, no
podría aplicarse a los bienes ambientales, o al cuerpo, o partes del cadáver.
● En relación a las cosas, se las define como los objetos materiales susceptibles de tener un
valor.
Desde el punto de vista físico, es todo lo que existe; no sólo los objetos que pueden ser
propiedad del hombre, sino también todo lo que en la naturaleza escapa a esta apropiación
exclusiva: el mar, el aire, el sol, etc.
Desde el punto de vista jurídico, “debemos limitar la extensión de esta palabra a todo lo que tiene
un valor entre los bienes de los particulares”.

ARTÍCULO 15.- Titularidad de derechos. Las personas son titulares de los derechos individuales sobre los bienes que
integran su patrimonio conforme con lo que se establece en este Código.

ARTÍCULO 16.- Bienes y cosas. Los derechos referidos en el primer párrafo del artículo 15 pueden recaer sobre
bienes susceptibles de valor económico. Los bienes materiales se llaman cosas. Las disposiciones referentes a las
cosas son aplicables a la energía y a las fuerzas naturales susceptibles de ser puestas al servicio del hombre

o Clasificaciones
El Código Civil y Comercial contiene varias clasificaciones de las cosas:

a) muebles e inmuebles;

b) cosas divisibles e indivisibles;

c) cosas principales y accesorias;

d) cosas consumibles y no consumibles;

e) cosas fungibles y no fungibles.

La importancia de estas clasificaciones radica en que, según el estatuto que reciba la cosa, el régimen
jurídico que se le aplique variará.

➢ Criterios de distinción
El Código Civil y Comercial realiza una clasificación de las cosas:

a) Cosas consideradas en sí mismas; distingue inmuebles y muebles, cosas fungibles y no fungibles,


cosas principales y accesorias, cosas consumibles y no consumibles, frutos y productos, entre otros.

b) Bienes con relación a las personas; distingue los bienes pertenecientes al dominio público, al
dominio privado del Estado y los bienes de los particulares.

c) Bienes con relación a los derechos de incidencia colectiva; relativizando los derechos individuales en
función de la protección de los derechos de incidencia colectiva.

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o Inmuebles y muebles.
• Art. 225: Inmuebles por su naturaleza. Son inmuebles por su naturaleza el suelo, las cosas incorporadas a él de
una manera orgánica y las que se encuentran bajo el suelo sin el hecho del hombre.

Entonces son inmuebles por su naturaleza: el suelo, es decir la corteza terrestre, lo incorporado
orgánicamente a él, como los vegetales, y lo que está debajo de él, es decir los árboles, ríos, minerales
enterrados, etc.

• Art. 226: Inmuebles por accesión. Son inmuebles por accesión las cosas muebles que se encuentran
inmovilizadas por su adhesión física al suelo, con carácter perdurable. En este caso, los muebles forman un todo
con el inmueble y no pueden ser objeto de un derecho separado sin la voluntad del propietario. No se consideran
inmuebles por accesión las cosas afectadas a la explotación del inmueble o a la actividad del propietario.

Son inmuebles por accesión: las cosas muebles que se encuentran inmovilizadas por su adhesión física al
suelo con carácter de perdurabilidad, como son todas las clases de construcciones, casas, edificios,
obras de infraestructuras en general. Las cosas muebles que se incorporan de manera permanente a
todas estas construcciones, como las estufas de una casa, las ventanas de un edificio, las barandas, etc.
son también inmuebles por accesión, mientras permanezcan en esa condición. El precepto mencionado
(art. 226) establece la regla general de que “los muebles forman un todo con el inmueble y no pueden
ser objeto de un derecho separado sin la voluntad”, por lo que, celebrado un negocio jurídico sobre el
inmueble, todo lo que esté en él, adherido e inmovilizado con carácter perdurable, forma parte de la
contratación, salvo acuerdo en contrario.

No se consideran inmuebles por accesión las cosas que se adhieren transitoriamente al suelo (una
carpa), ni las afectadas a la explotación del inmueble o a la actividad del propietario, como ser las
semillas puestas intencionalmente por el dueño del inmueble, o los utensilios o máquinas de labranza,
los animales puestos para el cultivo, entre otros.

Muebles: Art. 227: “Cosas muebles. Son cosas muebles las que pueden desplazarse por sí mismas o
por una fuerza externa”. Este concepto engloba las cosas que pueden transportarse fácilmente de un
lugar a otro, movidas ya por una influencia extraña, como son los automóviles, o por sí mismas, como
son los animales que se denominan semovientes.

o Cosas divisibles y no divisibles


Cosas divisibles. Son cosas divisibles las que pueden ser divididas en porciones reales sin ser destruidas,
cada de las cuales forma un todo homogéneo y análogo tanto a las otras partes como a la cosa misma.

Presupuestos:

• Que la cosa pueda dividirse de hecho.

• Que las cosas obtenidas formen un todo homogéneo.

• Que sean análogas a las demás partes y a toda la cosa.

Todas estas particularidades deben presentarse conjuntamente, pues, de lo contrario, podría llegarse a
conclusiones desacertadas, como sostener que un automóvil es divisible pues se pueden separar el volante, las
ruedas, las puertas y esos objetos forman un todo homogéneo. Pero falta el requisito de que sean análogas en
todas las partes y a toda la cosa, por lo que no es una cosa divisible. Son cosas divisibles el dinero, en general los
granos, los líquidos; y no son divisibles, por ejemplo, los libros. (Rivera y Medina, 2014, p. 507).

Cosas indivisibles si su fraccionamiento convierte en antieconómico su uso y aprovechamiento. En


materia de inmuebles, la reglamentación del fraccionamiento parcelario corresponde a las autoridades

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locales. Por ejemplo: Esto puede ocurrir con una colección de monedas, por ejemplo, Cosas principales
y accesorias

o Cosas Principales y Accesorias


Cosas principales: El artículo 229 dispone: “Cosas principales. Son cosas principales las que pueden existir por
sí mismas”.

Así, son cosas principales las que tienen una existencia propia e independiente de cualquier otra (por
ejemplo un auto)

Cosas accesorias art. 230 prevé: Cosas accesorias. Son cosas accesorias aquellas cuya existencia y naturaleza
son determinadas por otra cosa de la cual dependen o a la cual están adheridas. Su régimen jurídico es el de la
cosa principal, excepto disposición legal en contrario. Si las cosas muebles se adhieren entre sí para formar un
todo sin que sea posible distinguir la accesoria de la principal, es principal la de mayor valor. Si son del mismo
valor no hay cosa principal ni accesoria.

Son cosas accesorias las que jurídicamente carecen de existencia propia por depender de otras, por ello
siguen la suerte de la principal.

La calidad de accesorias de las cosas puede manifestarse:

a) Por la accesión física: es el caso de las cosas que natural o artificialmente están adheridas al suelo del que son
accesorias, por ejemplo un edificio.

b) Por la dependencia: es el caso de las cosas muebles adheridas a otras cosas muebles con el fin de uso,
adorno, complemento o conservación. Así, en los anteojos, las lentes son lo principal y el marco lo accesorio. La
calidad de accesorio se determina por la función o el fin para el que se ha unido, y sólo cuando no pueda
distinguirse la cosa principal de la accesoria se tendrá por principal la de mayor valor, y si son iguales, no habrá cosa
principal o accesoria.

o Cosas consumibles y no consumibles


Dispone el art. 231: Cosas consumibles. Son cosas consumibles aquellas cuya existencia termina con el
primer uso. Son cosas no consumibles las que no dejan de existir por el primer uso que de ellas se
hace, aunque sean susceptibles de consumirse o deteriorarse después de algún tiempo.

Existen dos clases de cosas consumibles:

a) Las cosas que se extinguen con el uso que de ellas se haga, como los alimentos.

b) Las que dejan de existir para su propietario, como el dinero.

Las cosas no consumibles no se extinguen con el primer uso, aunque puedan consumirse o deteriorarse
por el uso más o menos prologado, como los muebles de una casa, la vestimenta, etc.

o Cosas fungibles y no fungibles


Art. 232: “Cosas fungibles. Son cosas fungibles aquellas en que todo individuo de la especie equivale a
otro individuo de la misma especie, y pueden sustituirse por otras de la misma calidad y en igual
cantidad”.

De la definición legal resulta que la expresión “fungibles” significa “equivalentes”, “sustituibles”´,

Las cosas fungibles presentan dos características esenciales:

● 1) cada cosa es perfectamente equivalente a otra

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● 2) pueden ser sustituidas las unas por las otras, siendo de la misma especie y calidad.
Así, una tonelada de arroz o diez kilos de azúcar de determinada marca son fungibles. Ahora
bien, este carácter no sólo está dado por la naturaleza de la cosa, sino también depende de la
voluntad del sujeto, pues un libro nuevo es equivalente a otro de iguales características, pero
no lo es si se trata de un ejemplar con una especial dedicatoria.

No son fungibles aquellas cosas que tienen características que las hacen únicas y, por ende, no pueden
ser sustituidas por otras de características exactamente idénticas, como ser un caballo de carrera,
puesto que éste tiene particularidades.

o Frutos y productos
Dispone el art. 233: Frutos y productos. Frutos son los objetos que un bien produce, de modo renovable, sin
que se altere o disminuya su sustancia.

Frutos naturales son las producciones espontáneas de la naturaleza.

Frutos industriales son los que se producen por la industria del hombre o la cultura de la tierra.

Frutos civiles son las rentas que la cosa produce.

Las remuneraciones del trabajo se asimilan a los frutos civiles.

Productos son los objetos no renovables que separados o sacados de la cosa alteran o disminuyen su sustancia.

Los frutos naturales e industriales y los productos forman un todo con la cosa, si no son separados.

Los frutos y los productos son cosas que produce la cosa.

Pero existen diferencias sustanciales:

Los frutos se producen y reproducen en forma Los productos no se reproducen.


periódica y regular.
La extracción de los frutos no altera ni disminuye La extracción de los productos, trae como
la sustancia de la cosa, que continua siendo la consecuencia la extinción paulatina de la cosa
misma

Por ejemplo, una vaca produce leche como fruto y carne como producto.

Clasificación los frutos en:

Frutos naturales: son los que la cosa produce espontáneamente, como las crías de ganado, la leche de
los animales. Frutos industriales: son los que se producen por la industria del hombre o de la cultura de
la tierra, como ser la soja o el trigo que se obtienen de una cosecha. Frutos civiles: las rentas de una
cosa, como el alquiler de un inmueble.

Los frutos naturales e industriales y los productos no son accesorios de la cosa, sino que forman un
todo con ella mientras estén unidos. Una vez separados, adquieren existencia propia e independiente y
deben ser considerados cosas principales.

➢ El patrimonio
Definición. Caracteres

El patrimonio constituye una unidad jurídica compuesta por elementos singulares que lo integran, los
cuales pueden ingresar o egresar, aumentar o disminuir o aun ser nulos, sin que el patrimonio deje de
ser tal.

El patrimonio como universalidad jurídica está integrado:

● Por los bienes materiales (cosas)

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● bienes inmateriales (prestaciones, derechos)
● y por las relaciones jurídicas y derechos que se ejercen sobre ellos, existiendo acuerdo en que
integran la categoría de derechos patrimoniales: los derechos crediticios, reales, y de
propiedad intelectual.
El patrimonio General: conjunto de bienes susceptibles de valoración económica del que es titular la
persona, junto con las cargas que lo gravan.

Patrimonios especiales, conjunto de bienes afectados a un fin determinado y sometidos a un régimen


especial.

El patrimonio general. Caracteres:

● Es único e indivisible: la persona no puede ser titular de más de un patrimonio general.


● Es inalienable e intransmisible: no puede ser enajenado ni transmitido en su totalidad como
unidad. Es idéntico a sí mismo: las variaciones en los elementos singulares que lo componen no
alteran al patrimonio como unidad o universalidad jurídica.

Patrimonios especiales. Caracteres:

● Su existencia depende de la ley: la voluntad del titular de los bienes no es suficiente por sí sola
para crear un patrimonio especial, sino que se trata de supuestos previstos por la ley.
● Está sujeto a un régimen legal especial: el patrimonio especial es independiente del patrimonio
general, los bienes que lo integran sólo responden por determinadas deudas.
Ejemplos de patrimonios especiales, el patrimonio de la sociedad, el patrimonio del causante mientras
se mantiene separado del patrimonio de los herederos, el patrimonio del emancipado constituido por
los bienes recibidos a título gratuito, el patrimonio del declarado presuntamente fallecido durante el
período de prenotación, entre otros.

➢ Vivienda
Definición: vivienda 'cosas con que o en que se ha de vivir'(Real academia española). la casa es mucho
más que un simple techo, ya que es allí donde el hombre realiza y vive su propia vida, crece, se educa,
construye también su identidad más profunda, sus relaciones con los otros y la unión fundamental de
su existencia que es la familia. Ello demuestra la importancia que tiene la propiedad de la vivienda
para el desarrollo integral de la persona humana y más específicamente de la familia. (Borda 2012)

o Régimen de afectación: presupuestos fácticos


ARTÍCULO 244.- Afectación. Puede afectarse al régimen previsto en este Capítulo, un inmueble destinado a
vivienda, por su totalidad o hasta una parte de su valor. Esta protección no excluye la concedida por otras
disposiciones legales.

La afectación se inscribe en el registro de la propiedad inmueble según las formas previstas en las reglas locales, y
la prioridad temporal se rige por las normas contenidas en la ley nacional del registro inmobiliario.

No puede afectarse más de un inmueble. Si alguien resulta ser propietario único de dos o más inmuebles
afectados, debe optar por la subsistencia de uno solo en ese carácter dentro del plazo que fije la autoridad de
aplicación, bajo apercibimiento de considerarse afectado el constituido en primer término.

o La característica fundamental de este régimen


Es que, una vez afectada la vivienda e inscripta en el Registro de la Propiedad, la misma se torna
inembargable e inejecutable por deudas que contraiga su titular, aun en caso de concurso o quiebra e
independientemente de cuál sea la causa de la obligación, si ésta es posterior a la afectación. Puede
afectarse un inmueble destinado a vivienda por su totalidad o hasta una parte de su valor. Es decir
que la ley permite una protección parcial a quien posee un inmueble de gran valor, lo que, por un lado,
asegura la vivienda y, por otro, evita el abuso que significa proteger la vida lujosa del deudor mientras su
acreedor no puede cobrar lo que es legítimamente debido. Tampoco puede afectarse más de un
inmueble, por lo que, si alguien es propietario único de dos o más inmuebles, debe optar por la

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subsistencia de uno solo dentro del plazo que fije la autoridad de aplicación, so pena de considerar
afectado el constituido en primer término.

o Inscripción en el registro de la propiedad


La afectación del inmueble al régimen de vivienda debe inscribirse en el registro de la propiedad
inmueble para su adecuada publicidad frente a terceros. Asimismo, la inscripción produce el efecto de
prioridad temporal de la afectación, la que se rige por las normas contenidas en la ley nacional del
registro inmobiliario (ley 17.801); de esta manera se permite la retroactividad de la registración a través
del sistema de reserva de prioridad regulado en dicha normativa.

o Legitimados
Según el art. 245 del CCCN, la afectación de la vivienda puede constituirse: a) Por actos entre vivos. En
este caso se requiere ser titular dominial o, si hay condominio, la solicitud debe ser efectuada por todos
los cotitulares. b) Mortis causa. Se prevé que la constitución puede hacerse por actos de última voluntad
y, aunque el Código no lo diga, el único acto por el que podría hacerse la afectación es a través de
testamento. En este caso, el juez debe ordenar la inscripción a pedido de cualquiera de los beneficiarios,
del Ministerio Público o de oficio en el caso de que hubiere incapaces o personas con capacidad
restringida. c) Constitución judicial. Finalmente, se prevé que la afectación pueda ser decidida por el
juez, a petición de parte, en la resolución que atribuye la vivienda en el juicio de divorcio o que resuelve
las cuestiones relativas a la conclusión de la convivencia, si hay beneficiarios incapaces o con capacidad
restringida.

o Beneficiarios
Según el art. 246 del CCCN, Beneficiarios. Son beneficiarios de la afectación:

a. el propietario constituyente, su cónyuge, su conviviente, sus ascendientes o descendientes;

b. en defecto de ellos, sus parientes colaterales dentro del tercer grado que convivan con el constituyente.

o Desafectación y cancelación de la inscripción.


ARTÍCULO 255.- Desafectación y cancelación de la inscripción. La desafectación y la cancelación de la inscripción
proceden:

a. A solicitud del constituyente; si está casado o vive en unión convivencial inscripta se requiere el asentimiento
del cónyuge o del conviviente; si éste se opone, falta, es incapaz o tiene capacidad restringida, la desafectación
debe ser autorizada judicialmente;

b. A solicitud de la mayoría de los herederos, si la constitución se dispuso por acto de última voluntad, excepto
que medie disconformidad del cónyuge supérstite, del conviviente inscripto, o existan beneficiarios incapaces o
con capacidad restringida, caso en el cual el juez debe resolver lo que sea más conveniente para el interés de
éstos;

c. A requerimiento de la mayoría de los condóminos computada en proporción a sus respectivas partes indivisas,
con los mismos límites expresados en el inciso anterior;

d. A instancia de cualquier interesado o de oficio, si no subsisten los recaudos previstos en este Capítulo, o
fallecen el constituyente y todos los beneficiarios;

e. en caso de expropiación, reivindicación o ejecución autorizada por este Capítulo, con los límites indicados en el
artículo 249.

EJE TEMÁTICO 5: LA CAUSA FUENTE DEL ACTO JURÍDICO


➢ Los hechos jurídicos

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El hecho jurídico Los hechos jurídicos son todos los acontecimientos que, según el ordenamiento
jurídico, producen el nacimiento, modificación o extinción de relaciones o situaciones jurídicas (art. 257
CCCN). La causa eficiente, en virtud de la cual las relaciones jurídicas nacen, se modifican, transforman,
transmiten o extinguen.

o Hechos jurídicos como causa eficiente:


Debe entenderse que el suceso o acontecimiento está previsto de antemano por la ley, para que,
según las circunstancias y siempre que se reúnan los requisitos que impone una determinada norma,
produzca efectos jurídicos. Por ejemplo, el nacimiento con vida es causa eficiente porque, luego de que
se produce, el ser humano adquiere automáticamente, con carácter definitivo e irrevocable, la
personalidad jurídica.

o Se clasifican en :
1) Hechos externos o naturales: son aquellos en los que no interviene la conducta humana. Por ejemplo
el nacimiento, la muerte, la destrucción natural de una cosa, el derrumbe de un edificio por un
terremoto, etc. Estos, si bien son hechos en los que no intervino la voluntad del hombre, son jurídicos
en tanto producen consecuencias para el derecho.

2) Hechos humanos. Los hechos jurídicos humanos son voluntarios o involuntarios.

Voluntarios: si son realizados con discernimiento (capacidad general de razonar, de conocer, que
aumenta a medida que el sujeto crece o madura), intención (la posibilidad de dirigir la voluntad hacia lo
querido o deseado sobre la base del discernimiento) y libertad (la posibilidad de movimiento, libertad
física, y la posibilidad de decidir sin presión externa, libertad moral). A su vez, se dividen en lícitos e
ilícitos (según sean conformes o contrarios a la ley.) Los lícitos son los actos jurídicos y pueden ser los
simples actos lícitos. Los hechos voluntarios ilícitos pueden ser: delitos (se supone la intención de
causar un daño) o cuasidelitos (se causa el daño aunque no haya habido intención; es por culpa:
imprudencia, negligencia o impericia)

Los hechos involuntarios, son los ejecutados sin discernimiento o sin intención o sin libertad. No
producen obligaciones salvo que causaran daño en otro y se enriqueciera con ello el autor del hecho; la
obligación se producirá según la medida de ese enriquecimiento.

➢ Diferencia entre simple acto lícito y acto jurídico


Acto licito Acto jurídico
El artículo 258 define al simple acto lícito “como Art. 259 “es el acto voluntario lícito que tiene
la acción voluntaria no prohibida por la ley, de por fin inmediato la adquisición, modificación o
la que resulta alguna adquisición, modificación extinción de relaciones o situaciones jurídicas.”
o extinción de relaciones o situaciones jurídicas”
No tiene por fin inmediato crear, modificar o Los actos jurídicos tienen por fin inmediato
extinguir relaciones o situaciones jurídicas. adquirir, modificar, extinguir relaciones o
Carece de este fin inmediato. situaciones jurídicas.
Sus efectos jurídicos: se darán prescindiendo de Es decir que el acto jurídico es el acto de
la voluntad del agente y por la simple autonomía privada mediante el cual
circunstancia de haberse colocado en la situación simplemente se persigue un fin práctico
prevista por la norma como supuesto de hecho. autorizado por el ordenamiento.
Por ejemplo el que hace reparaciones urgentes
en la propiedad de un amigo ausente no tiene
por fin inmediato entablar una relación jurídica
(el arreglo de una casa), sino simplemente
prevenir un perjuicio patrimonial al amigo
ausente. La ley es entonces la que establece, más

34
allá de la intención de esta persona, que el
beneficiado por esa reparación debe indemnizar
al amigo benefactor y dentro de la medida del
beneficio que obtuvo por los gastos hechos por
su amigo.
Es indiferente la voluntad, requiriéndose cuanto Siempre es voluntario
mucho que el sujeto cuente con discernimiento.

➢ La voluntad jurídica
Definición. Buteler Cáceres (2000) explica que, si partimos de los atributos de las personas y, dentro de ello, de la
capacidad, se advierte que la voluntad o la aptitud de voluntad es el presupuesto primario, indispensable de la
capacidad de hecho. La voluntad individual, mirada en sí misma y a través de su ejercicio efectivo, a través de su
declaración y condicionada de antemano por la ley, es el factor predominante destinado a reglar las relaciones
jurídicas de carácter privado.

o Enunciación de los elementos internos y externos


Elementos de la Voluntad jurídica:

● Internos: discernimiento, intensión y libertad


● Externos: Manifestación de la voluntad
ARTÍCULO 260 CCCN.- Acto voluntario. El acto voluntario es el ejecutado con discernimiento, intención y
libertad, que se manifiesta por un hecho exterior.

➢ El discernimiento.
Definición: Se refiere a la aptitud general de conocer, es decir, a la madurez intelectual para razonar,
comprender y valorar el acto y sus consecuencias.

Es tener una conciencia cabal de nuestras propias acciones, de su conveniencia e inconveniencia, de su


bondad o maldad, de su licitud o ilicitud (Buteler Cáceres, 2000). Esta aptitud depende del grado de
madurez que se haya alcanzado y puede faltar por la edad o por cuestiones de salud mental.

Diferencia

Discernimiento Capacidad
es una cualidad o aptitud natural del sujeto de La capacidad es la cualidad o aptitud jurídica de
conocer, razonar y comprender obrar, de ejercer actos válidos.
se puede tener discernimiento y ser sin embargo
incapaz
Ej: menores mayores de diez años que, conforme
la ley (art. 261, inc. “b” del CCCN), poseen
discernimiento para ejecutar actos ilícitos y por
ende son responsables de sus consecuencias, y
sin embargo son incapaces de obrar, por lo que
no pueden celebrar actos jurídicos válidos por sí
mismos.

➢ Causas obstativas del discernimiento


El artículo 261 del código único reza:

Acto involuntario. Es involuntario por falta de discernimiento:

a) el acto de quien, al momento de realizarlo, está privado de la razón;

b) el acto ilícito de la persona menor de edad que no hay cumplido diez años;

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c) el acto lícito de la persona menor de edad que no ha cumplido trece años, sin perjuicio de lo establecido en
disposiciones especiales.

El discernimiento es uno de los elementos necesarios para que exista voluntad jurídica, por lo que la
ausencia de éste conlleva la involuntariedad del acto. La falta de discernimiento determina la falta de
aptitud del sujeto para hacer uso de la autonomía privada. No se produce a raíz de vicio alguno sino
por una circunstancia inherente a la aptitud intelectual general del sujeto.

Las causas que obstan el discernimiento pueden agruparse en dos grandes grupos:

● A) aquellas que presuponen un desenvolvimiento insuficiente de la inteligencia (minoridad,


en tanto inmadurez; puntos “b” y “c”). En relación a la edad, debe señalarse que, de acuerdo
al sistema que adopta el Código Civil y Comercial, según el cual se presume, sin admitir
prueba en contrario, que las personas obran con discernimiento a partir de determinadas
edades, éstas deben ser capaces de distinguir entre actos lícitos y actos ilícitos. En el caso de
actos ilícitos, la ley ha entendido que el ser humano capta antes la noción de lo bueno y de lo
malo que la apreciación de lo que para él puede ser conveniente o inconveniente y, por ello,
presume, sin admitir prueba en contrario, que los menores mayores de diez años tienen
discernimiento para ejecutar actos ilícitos y por ende habrán de responder por sus
consecuencias, es decir que responderán civilmente con su propio patrimonio. Esto, sin
perjuicio de la responsabilidad de los padres y del derecho de repetición que, en razón de este
discernimiento, estos tienen contra sus hijos (art. 1754 CCCN). En cambio, respecto de los
actos lícitos, la ley considera que se tiene discernimiento desde los trece años, pero no para
todos los actos, sino sólo para aquellos que la ley expresamente les permite realizar, como
ser: la persona adolescente de entre trece y dieciséis años puede tomar decisiones respecto de
aquellos tratamientos que no resultan invasivos; a partir de los dieciséis años, el adolescente
puede tomar decisiones sobre el cuidado del propio cuerpo (art. 26 CCCN); puede ejercer
profesión si ha obtenido título habilitante aunque sea menor de edad (art. 30 CCCN).

● B) las que importan considerar que el sujeto no estaba en pleno uso de sus facultades
intelectuales al realizar el acto (privación de la razón, punto “a”). Respecto a la privación de
razón, ésta puede ser de dos clases según: 1) la falta de razón refleje alguna clase de patología
más o menos permanente o 2) bien un oscurecimiento del intelecto temporal o accidental y
sólo relacionado con el acto en cuestión;

➢ La intención.
Se ha definido la intención como el discernimiento aplicado al acto concreto de que se trata. Es
representarse los motivos determinantes de la acción y tener conocimiento concreto del estado de
casos (Buteler Caceres, 2000). En una palabra, es la conciencia plena y cabal del acto y de los alcances de
un acto determinado.

➢ La libertad.
Consiste en la posibilidad de elegir entre distintas opciones sin presiones de ninguna naturaleza. Este
concepto comprende dos aspectos: la libertad física y la libertad moral o libre albedrío. La libertad física
es el poder material de hacer lo que de antemano se ha resuelto hacer, o bien, abstenerse de hacer lo
que de antemano se ha resuelto no hacer. La libertad moral: es la espontaneidad en la determinación
adoptada por la persona, sin ningún influjo extraño que pueda torcerla o desvirtuarla.

➢ Elemento externo
La manifestación de la voluntad: La voluntad jurídica debe manifestarse a través de un hecho exterior.
Esta exigencia luce razonable, dado que, de no existir alguna exteriorización, el mero suceso interno no
puede ser valorado por el ordenamiento. Es decir que una voluntad no manifestada no es de interés
para el derecho, ya que, sin exteriorización, no sólo no puede haber hecho voluntario, sino tampoco

36
involuntario: a los efectos legales, en ambos casos no habría modificación alguna susceptible de ser
aprehendida por el derecho (Rivera y Medina, 2014).

o La teoría de la voluntad y la teoría de la declaración.


Cuando se plantean cuestiones relativas a la posibilidad que no se exteriorizo realmente lo que se quiso
internamente. Respecto de este dilema se han planteado teorías que trataron de dar respuesta y que
son explicadas con gran claridad por Tagle (2002). Señala la mencionada autora que, en la doctrina
jurídica moderna, el problema de la divergencia es resuelto por dos teorías opuestas: la teoría de la
voluntad y la teoría de la declaración.

La teoría de la la teoría de la teorías intermedias el Código Civil y


voluntad declaración, Comercial Argentino
También conocida como O teoría alemana, Advierten que, llevadas a Diversas disposiciones
teoría francesa, expuesta sostiene que la voluntad sus extremos, la teoría de demuestran que se ha
originariamente por el interna carece de la voluntad real y la de la acogido como principio
alemán Savigny, relevancia jurídica puesto declaración resultan rector la doctrina de la
considera que el efecto que no es conocida por el inaceptables; la primera voluntad, haciendo
jurídico se produce por derecho sino a través de porque protege predominar la voluntad
consecuencia de la sus manifestaciones exclusivamente el interés real del agente sobre la
voluntad interna y no por exteriores, por lo que del autor de la declaración.
la declaración que de ella sólo la declaración de declaración, dándole la
se hace. Es decir que, voluntad tiene valor y posibilidad de impugnarla Sin embargo, este
para este teoría, el merece respeto cuando no coincide con la principio de respeto a la
elemento importante es voluntad interna, lo que voluntad interna se
el elemento interno o atenta contra la encuentra atenuado en
voluntad real, en tanto seguridad jurídica. La diversas disposiciones
que la declaración o segunda, a la inversa, particulares, en
elemento externo no es lesiona el principio de resguardo del valor
más que el medio de dar autonomía de la voluntad seguridad en el tráfico
a conocer la voluntad sobre el que se construye jurídico, y tienen eficacia
real, por lo que, en caso toda la teoría del acto ciertas declaraciones de
de divergencia, debe jurídico. la voluntad no obstante
darse preeminencia a la Las teorías intermedias, su discordancia con el
intención efectiva del partiendo de uno u otro íntimo querer del sujeto
agente punto, elaboran que las realiza.
soluciones que combinan
la necesidad de respetar Por ejemplo, en
la real intención de las diversas normas, la ley
partes con la seguridad y hace prevalecer la
confianza que deben
buena fe, la confianza
prevalecer en las
o la responsabilidad a
relaciones jurídicas. Así,
la teoría de la fin de proteger al
responsabilidad: destinatario de la
considera que debe declaración. Ello
respetarse la voluntad sucede en la adopción
interna, a menos que la del error reconocible
divergencia entre la (arts. 265 y 266),
manifestación y la
voluntad real sea
producto de la
negligencia del
declarante, en cuyo caso,
éste deberá soportar las
consecuencias.
La teoría de la
confianza afirma que
la declaración debe
prevalecer sobre la
voluntad interna
cuando haya suscitado

37
legítima expectativa en
el destinatario, y
siempre que éste no
haya obrado
culposamente al no
poner la debida
atención que le habría
permitido captar los
elementos objetivos
que indicaban la falta
de voluntad.

o Los diversos modos de manifestación de la voluntad


El elemento externo es la declaración de voluntad, la conducta por la cual el sujeto exterioriza o
manifiesta su voluntad. A este elemento alude el art. 262 del Código Civil y Comercial “Manifestación de
la voluntad. Los actos pueden exteriorizarse oralmente, por escrito, por signos inequívocos o por la ejecución de
un hecho material”.

Esta declaración positiva puede concretarse a través de:

a) Manifestación verbal. La manifestación de la voluntad por medio de la palabra hablada, si bien es un medio
que traduce exactamente la voluntad interna del emisor, tiene el inconveniente de que éste puede más tarde negar
o alterar lo dicho, haciendo muy difícil probar su existencia, por lo que sólo se utiliza en actos de menor
importancia.

b) Manifestación escrita. Ésta se traduce en la exteriorización de la voluntad en un cuerpo de escritura que


contiene la voluntad de quien la emite. Es la que mayores garantías ofrece, ya que da certeza plena, pudiendo estar
contenida en instrumento público o privado. Facilita la prueba de la declaración de voluntad.

c) Manifestación por signos. Esta declaración consiste en la utilización de gestos o actitudes dirigidos a otro u
otros respecto de determinados objetos, permitiendo lograr un significado único e inconfundible. Es decir, hay una
actitud física del sujeto que no deja lugar a dudas sobre su voluntad interna. Por ejemplo, quien levanta la mano
en un remate para hacer una postura, o quien levanta la mano en la votación de una asamblea.

d) La última parte del artículo 262 alude a “hechos materiales”; aquí salimos, sin embargo, del campo de las
declaraciones para pasar al de la mera manifestación, con lo cual se ingresa al terreno de la exteriorización tácita de
la voluntad (Rivera y Medina, 2014, p. 602). En continuidad con este punto tenemos la manifestación tácita o
indirecta de la voluntad, que, a diferencia de la positiva, no tiene por fin dar a conocer la voluntad de manera
directa, sino que ésta se infiere del comportamiento del sujeto. El artículo 264, prevé: “Manifestación tácita de la
voluntad. La manifestación tácita de la voluntad resulta de los actos por los cuales se la puede conocer con
certidumbre. Carece de eficacia cuando la ley o la convención exigen una manifestación expresa”. Debemos
señalar que, para que exista manifestación tácita de la voluntad, hay tres condiciones que deben darse: a) que se
trate de actos por los que se puede conocer con certidumbre la existencia de la voluntad, es decir que se pueda
inferir la existencia de una voluntad en determinado sentido; b) que no se exija una expresión positiva y c) que no
haya una declaración expresa contraria. Ejemplos de este tipo de manifestación son la remisión de deuda del
acreedor que devuelve a su deudor el pagaré sin protesta o reserva, la adquisición por parte de quien ha recibido
mercadería y la consume, llevar materiales al lugar de una obra para realizarla.

El silencio como manifestación de voluntad. En primer lugar, debemos decir que hay silencio en sentido
jurídico cuando una persona no manifiesta su voluntad con relación a un acto jurídico, ni por una acción especial
destinada a este efecto ni por una acción de la que se pueda inferir la voluntad. Es decir, es la abstención, la
omisión, callar. El artículo 263 del Código Civil y Comercial: Silencio como manifestación de la voluntad. El
silencio opuesto a actos o a una interrogación no es considerado como una manifestación de voluntad conforme al
acto o la interrogación, excepto en los casos en que haya un deber de expedirse que puede resultar de la ley, de la
voluntad de las partes, de los usos y prácticas, o de una relación entre el silencio actual y las declaraciones
precedentes.

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Conocemos el viejo adagio que dice “el que calla, otorga”. Este adagio no tiene vigencia dentro del
orden jurídico, donde la regla es que el silencio es un signo negativo: el que calla ni afirma ni niega.

El silencio sólo excepcionalmente puede constituir un modo de manifestación o declaración de la


voluntad tácita. Estos casos de excepción son:

● a) Cuando haya obligación legal de expedirse. Cuando la ley impone la obligación de


pronunciarse y el obligado guarda silencio, éste es considerado como una manifestación de
voluntad. Por ejemplo, quien, debiendo absolver posiciones, no concurre o se niega a
responder, queda confeso en todos los hechos que surgen de la relación de preguntas (art. 417
del CPCCN).
● b) Cuando las partes hubieren dispuesto un deber de expedirse en el marco de un contrato.
Si nos inclinamos por el efecto obligatorio de los contratos, estaríamos frente a un supuesto
similar al primero; sin embargo, también es posible considerar que ese silencio es una
declaración, ya que podría haberse pactado que el silencio tenga ese valor, en tanto signo
inequívoco particular (Rivera y Medina, 2014).
● c) Cuando los usos y costumbres impongan el deber de expedirse. En los casos donde el
ordenamiento positivo prevé que la costumbre es fuente de derecho (art. 1) e impone el deber
de pronunciarse, el silencio será considerado como manifestación tácita de voluntad. Es decir,
nuevamente estaríamos ante un caso donde hay deber legal de manifestarse.
● d) Cuando hay una obligación de explicarse a causa de una relación entre el silencio actual y
las declaraciones precedentes. Cuando se puede relacionar el silencio actual con la conducta
precedente del sujeto, las circunstancias autorizan a presumir que el silencio importa una
manifestación de voluntad concordante con sus manifestaciones precedentes. Así, por ejemplo,
si me proveo de libros con una de las tantas editoriales que trabajan en Córdoba y tengo de
antemano este trato: que todas las obras de derecho civil que aparezcan mes a mes, me las
deben enviar; si al mes siguiente no las devuelvo, ello significará que las he comprado y
deberán cargarlos en mi cuenta. El silencio está de antemano erigido en declaración de
voluntad.

➢ Vicios de los actos voluntarios

Los vicios de la voluntad:

Nociones

Voluntad: es la voluntad sana y manifestada que genera, modifica, transforma o extingue relaciones o
situaciones jurídicas. La trinidad de: discernimiento, intención y libertad.

● El discernimiento: es la aptitud general de conocer, la facultad de discurrir, es tener


conocimiento pleno de las consecuencias de los actos. Este existe o no en caso de que hayan
causas obstativas, pero no es pasible de vicios.
● La intención, pueden afectarla los vicios de error o ignorancia o el vicio del dolo. En estos
casos, no habrá intención.
● La libertad, pueden concurrir la fuerza irresistible o la intimidación.

➢ El error. Noción
Afecta la intención, y consiste en un conocimiento inexacto de la realidad. Es el falso conocimiento o la
falsa noción acerca de alguno de los elementos de las circunstancias vinculadas al acto que se ejecuta
o a su régimen legal.

o Hay que distinguir entre error de derecho y error de hecho

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El error de derecho. Definición. Consiste en desconocer la existencia o contenido de una norma
jurídica, o interpretar su significado de una manera distinta a la real, o hacer una aplicación inexacta
de esa norma a una situación jurídica que no la regula, o atribuir a un hecho o una situación jurídica
una calificación jurídica incorrecta, o suponer en vigor una norma inexistente. Es la defectuosa
imputación de las consecuencias jurídicas vinculadas a una determinada relación o negocio, en razón de
una falsa noción sobre el alcance, sentido y significación de la ley.

o Principio general
El artículo 8 del Código Civil y Comercial dispone “Principio de inexcusabilidad. La ignorancia de las leyes no
sirve de excusa para su cumplimiento, si la excepción no está autorizada por el ordenamiento jurídico”.

El precepto establece el principio general: que nadie, so pretexto de ignorancia, podrá impedir la
fuerza obligatoria de la ley o eludir las sanciones o responsabilidades que la ley impone en razón de
nuestros propios actos. Ello así, pues, si a cada uno le fuese permitido aducir el desconocimiento de las
leyes para eludir las consecuencias que emanan de sus prescripciones (para sustraerse de las
obligaciones que la ley impone), estaríamos ante un verdadero caos jurídico, pues ningún derecho
podría subsistir y no habría seguridad jurídica.

El Error de hecho. Definición. Como dijimos es la falsa noción que recae sobre los elementos o
circunstancias fácticas vinculadas al negocio o a la relación jurídica de que se trate. Pero este puede
recaer en el contenido o presupuesto del acto, así como en la identidad de las personas, en la naturaleza
o características de las cosas o los hechos materiales constitutivos de la conducta. El art. 265 del código
único, prevé “Error de hecho. El error de hecho esencial vicia la voluntad y causa la nulidad del acto. Si el acto es
bilateral o unilateral recepticio, el error debe, además, ser reconocible por el destinatario para causar la nulidad”.

● Caracteres:
Para que el error de hecho pueda ser invocado por quien lo ha sufrido debe tratarse de un error:

● a)Esencial
● b) espontáneo
● c) reconocible.
a)El error es esencial : si recae sobre la naturaleza del acto, sobre un bien o un hecho diverso o de
distinta especie que el que se pretendió designar, o una calidad, extensión o suma diversa a la
querida; sobre la cualidad sustancial del bien que haya sido determinante de la voluntad jurídica según
la apreciación común o las circunstancias del caso; sobre los motivos personales relevantes que hayan
sido incorporados expresa o tácitamente; sobre la persona con la cual se celebró o a la cual se refiere el
acto si ella fue determinante para su celebración (art. 267 del CCCN); en una palabra, sobre los aspectos
primordiales del acto.

b) El error es espontáneo si se ha cometido por una falsa noción de la persona misma y no porque la
otra parte del negocio jurídico la indujo a error, pues sería un error provocado.

c) Es reconocible (art. 266 del CCCN) El error es reconocible cuando el destinatario de la declaración lo
pudo conocer según la naturaleza del acto, las circunstancias de persona, tiempo y lugar.

Significa que cada persona debe comportarse diligentemente, y sólo se habilita la anulación del acto a
favor del emisor cuando el yerro tendría que haber sido conocido por el receptor de haber actuado con
diligencia.

Es decir que lo que hay que determinar es si la persona afectada por la declaración del que yerra
estuvo o no en condiciones de percibir que el emisor se había equivocado y, en consecuencia, de

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haberle advertido, ya que, de ser efectivamente así y no haberlo hecho, sería anulable el acto por haber
actuado de mala fe.

o Clases de error. Efectos.

Dentro del error de hecho hay dos categorías. A) Error


esencial

B) Error
accidental

o Error esencial
ARTÍCULO 267.- Supuestos de error esencial. El error de hecho es esencial cuando recae sobre:

a. la naturaleza del acto;

b. un bien o un hecho diverso o de distinta especie que el que se pretendió designar, o una calidad, extensión o
suma diversa a la querida;

c. la cualidad sustancial del bien que haya sido determinante de la voluntad jurídica según la apreciación común o
las circunstancias del caso;

d. los motivos personales relevantes que hayan sido incorporados expresa o tácitamente;

e. la persona con la cual se celebró o a la cual se refiere el acto si ella fue determinante para su celebración.

A) Error en la naturaleza del acto: es aquel que recae sobre la especie jurídica del acto que se celebra,
produciéndose una divergencia o falta de concordancia entre la declaración o comportamiento de una de las partes
y la representación de lo declarado o actuado. Por ejemplo, cuando alguien presta algo a quien entiende que se lo
están regalando.

B) Error sobre el objeto: este error se produce cuando el sujeto cree celebrar un negocio jurídico respecto de un
determinado objeto o de un determinado hecho y, en realidad, se trata de una cosa o hecho distinto. Puede afectar
la individualidad de la cosa, por ejemplo: creo estar comprando un terreno en un determinado lugar y lo estoy
comprando en otro; en su especie: por ejemplo, en una venta de granos, el vendedor ha entendido que se trata de
cebada y el comprador de trigo; error sobre la cantidad, extensión o suma, este error de cantidad no debe consistir
en un mero error en el cálculo.

C) Error en la sustancia: debe entenderse por sustancia o cualidades sustanciales de una cosa, todas las partes y
todas las propiedades de una cosa, sin las cuales dejaría de ser lo que ella es. Es decir, no sólo debe tratarse de una
cualidad de la cosa sino que esa cualidad se ha tenido en mira al contratar, es decir, no debe ser accidental. En una
palabra, habrá que ver en cada caso cuáles son las cualidades esenciales de la cosa, que son aquellas que las partes
esperaron encontrar en el objeto adquirido y que fueron especialmente tenidas en cuenta, como también el
supuesto de que, sin esas cualidades, el acto no se habría celebrado, cuestión que debe ser apreciada conforme a
las circunstancias del caso.

D) Error en la causa: se trata del error que recae sobre el elemento moral, es decir, el motivo interno que ha
inclinado a ejecutar el acto. Al pertenecer al fuero interno de cada sujeto, los motivos sólo pueden llevar a una
anulación cuando surjan expresa o implícitamente del acto, ya que, de lo contrario, se estaría perjudicando a la otra
parte, que no tiene forma de conocer lo que pensaba el otro. Así, quien compra un automóvil creyendo por error
que el suyo no tiene arreglo no podría, una vez advertido de la realidad de las cosas, demandar la nulidad del acto,
ya que se trata de motivos ajenos al vendedor.

E) Error en la persona: el error sobre la persona es aquel que recae sobre alguno de los sujetos o partes del
negocio, ya sea respecto de la identidad de uno de ellos o de sus cualidades. Este error es causa de nulidad
solamente cuando la consideración de la persona ha sido causa determinante para su celebración, como la

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donación hecha a una persona a quien se toma por otra, o en las obligaciones intuitae personae; pero no es causa
de nulidad cuando la persona del contratante es indiferente, como en el caso de un prestamista, vendedor o
locador.

ARTÍCULO 270.- Error en la declaración. Las disposiciones de los artículos de este Capítulo son aplicables al error
en la declaración de voluntad y en su transmisión

.1) El Error en la declaración consiste en que lo querido queda desvirtuado en su manifestación externa por
distracción, apresuramiento o inadvertencia. Esta categoría tiene dos variantes: la primera, cuando hay una
divergencia entre la voluntad interna y la declaración, que puede darse al haber escrito algo incorrecto (lapsus
calami) o empleado palabras no queridas (lapsus linguae), por ejemplo, si escribo “compro” cuando, en realidad,
quiero decir “vendo”. La segunda variante se da cuando ni siquiera tenía la intención de manifestar algo, por
ejemplo: si alguien ingresa a una sala de remate y levanta la mano para saludar, y se interpreta que está ofertando.

2) Error en la transmisión se origina en una persona distinta del emisor que, encargada de trasmitir la declaración
de voluntad del sujeto dueño del negocio jurídico, la expresa desvirtuándola. Ambos errores, tanto en la
declaración como en la transmisión, pueden referirse a cualquiera de los casos de error esencial y, por ende,
invalidar el acto. (Rivera y Medina, 2014).

Hay que señalar que el error de hecho esencial y reconocible es el que justifica la nulidad del acto y por
ende puede ser invocado por quien lo ha sufrido a fin de que se deje sin efecto el acto celebrado, pues
se ha viciado la voluntad o, más precisamente, el elemento interno “intención”. Si la otra persona
afectada por el acto acepta realizarlo en la manera en que la entendió el otro, el error en la práctica desaparece y el
negocio deviene exactamente lo que la víctima del yerro pensaba celebrar desde un principio. Así las cosas,
desaparecido el error, desaparece la causa que da origen a la anulación y el consecuente derecho a reclamarla por
parte de quien antes se veía afectado, todo ello de conformidad al art. 269 del código único.

o B) Error accidental
ARTÍCULO 268.- Error de cálculo. El error de cálculo no da lugar a la nulidad del acto, sino solamente a su
rectificación, excepto que sea determinante del consentimiento.

El error accidental es el que recae sobre las cualidades no sustanciales de las cosas o sobre los motivos
no determinantes del acto, por lo que no acarrea la nulidad.

El error de cálculo es un tipo de error accidental que se da cuando, en el acto, se establecen las bases
para fijar el precio, pero se realiza mal el cálculo para fijarlo, se adicionan mal las cuotas que integran el
saldo del precio, etc. En la práctica, este error no invalida el negocio jurídico, pues del acto mismo se
puede llegar a la voluntad real y determinar que es un error. Esto es así siempre que no fuera
determinante del consentimiento, pues en ese caso se convertiría en error esencial y habilitaría a la
nulidad del acto (Rivera y Medina, 2014).

➢ El dolo. Diversas acepciones


La palabra dolo tiene en derecho distintas acepciones:

● a) como elemento intencional del acto ilícito, es la intención o propósito de causar un


daño;
● b) en el ámbito obligacional, el dolo es la deliberada intención de no cumplir
pudiendo hacerlo
● c) como vicio de la voluntad, en tanto interviene en la formación del acto jurídico,
consiste en maniobras engañosas empleadas por una de las partes para inducir a la
otra a celebrar un determinado acto jurídico.

➢ Definición de dolo como vicio de la voluntad.


Art 271 CCC.- Acción y omisión dolosa. Acción dolosa es toda aserción de lo falso o disimulación de lo verdadero,
cualquier artificio, astucia o maquinación que se emplee para la celebración del acto. La omisión dolosa causa los
mismos efectos que la acción dolosa, cuando el acto no se habría realizado sin la reticencia u ocultación.

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Art 272 CCC- Dolo esencial. El dolo es esencial y causa la nulidad del acto si es grave, es determinante de la
voluntad, causa un daño importante y no ha habido dolo por ambas partes.

Art. 273 CCC.- Dolo incidental. El dolo incidental no es determinante de la voluntad; en consecuencia, no afecta la
validez del acto.

Art.274 CCC.- Sujetos. El autor del dolo esencial y del dolo incidental puede ser una de las partes del acto o un
tercero.

Art.275 CCC.- Responsabilidad por los daños causados. El autor del dolo esencial o incidental debe reparar el daño
causado. Responde solidariamente la parte que al tiempo de la celebración del acto tuvo conocimiento del dolo del
tercero.

El dolo es toda maniobra tendiente a engañar, a fin de inducir a alguien a la realización de un acto que
no habría sido celebrado de no mediar este vicio.

Puede consistir:

● 1) en una acción
● 2) en una omisión dolosa.
1) Acción dolosa se realizan maniobras o ardides destinados a provocar una falsa visión en la víctima para que
realice un acto que, de otra manera, no habría decidido ejecutar;

2) Omisión dolosa: se aprovecha el engaño de otro, pese a no haber realizado nada concreto para que cayera en el
mismo.

Para que el dolo provoque la invalidez del negocio jurídico, será imprescindible que concurran las siguientes
circunstancias:

a) Que el dolo haya sido esencial, es decir grave, determinante de la voluntad.

b) Que haya ocasionado un daño importante.

c) Que no haya habido dolo recíproco, es decir de ambas partes.

➢ Dolo esencial. Efectos


Art 272 CCC- Dolo esencial. El dolo es esencial y causa la nulidad del acto si es grave, es determinante de la
voluntad, causa un daño importante y no ha habido dolo por ambas partes.

Para determinar si el dolo es esencial, habrá que verificar que se reúnan los cuatro requisitos que fija el
precepto:

1) Que sea grave: la gravedad del dolo alude a la entidad del engaño, astucia o ardid. La conducta o maniobra
empleada debe ser apta para inducir a engaño a una persona que pone la diligencia necesaria en los asuntos,
calidad que ha de ser evaluada en función de las circunstancias y condiciones personales del sujeto engañado.

2) Debe ser determinante de la voluntad: ello es así cuando, de no haber mediado el engaño, el sujeto no
hubiere celebrado el negocio jurídico. Ésta es la principal diferencia con el dolo incidental que seguidamente
veremos.

3) Debe probar un daño importante: osea, con cierta significación para la persona que lo sufre, pero no sólo de
significación económica, pues puede tratarse de un daño moral.

4) Ausencia de dolo de ambas partes: “quien juega sucio no tiene derecho a exigir juego limpio”. El que obra
con dolo no puede pretender que se anule el acto alegando el cometido en su perjuicio por la otra parte. Ello así,
pues se trata de una exigencia negativa, cuyo fundamento radica en la regla de que nadie puede alegar la propia
torpeza.

➢ Dolo incidental. Efectos.


Art. 273 CCC.- Dolo incidental. El dolo incidental no es determinante de la voluntad; en consecuencia, no afecta la
validez del acto.

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El dolo incidental es aquel en el que le faltan uno o más requisitos que exige el art. 272 para que el
dolo sea apto para actuar como vicio.

● No afecta la celebración del acto. Afecta sus condiciones.

● La parte que lo sufre lo habría celebrado aun de no haber mediado el engaño, aunque en
condiciones distintas; por ende, no es causa de invalidez del acto, aunque quien lo comete
debe resarcir los daños causados de conformidad al art. 275 del Código Civil y Comercial.
El dolo esencial y el dolo incidental pueden ser:

● 1) directo si es cometido por una de las partes del acto jurídico, su dependiente o representante;
● 2) indirecto, si proviene de la conducta de un tercero ajeno a la relación de que se trata para beneficiar a
alguna de las partes. Una y otra clase de dolo afecta la validez del acto.

➢ La violencia
La violencia en términos jurídicos es la coerción que por distintos medios se emplea sobre una persona
para obligarla a ejecutar un acto que no estaba dispuesta realizar: Excluye la libertad.

➢ Principio general: inexcusable


La violencia se presenta como:

● La fuerza irresistible, La fuerza irresistible es la coacción física o material que suprime la libertad
constriñendo al sujeto a obrar en determinado sentido o a dejar de hacerlo. Se trata de una fuerza
suficientemente grave como para impedir a la víctima repelerla (Tagle, 2002). Indiscutiblemente invalida
el acto jurídico.

● La intimidación o amenazas (o violencia moral) que consiste en inspirar temor por medio de
amenazas para infundir miedo, alterando el ánimo y la libertad de obrar para que el amenazado ceda en
perjuicio de sus propios intereses. Estas amenazas deben ser graves, (art. 276 del CCCN). La gravedad se
valorará teniendo en cuenta los bienes jurídicos –que pueden ser de naturaleza patrimonial o no; la vida,
la salud, la honra, la reputación, la intimidad, etc.– del propio amenazado, así como de cualquier otro
sujeto en tanto y en cuanto se demuestren aptos para alterar la conducta del afectado. El mal amenazado
ha de ser inminente, no necesariamente presente o actual, pero sí de realización en un lapso más o
menos próximo, de modo que no pueda evitarse a tiempo ni reclamarse el auxilio de la autoridad
pública para impedir la amenaza o defenderse de ella. Lo relevante no es siempre la temporalidad
próxima, sino la convicción de la dificultad o imposibilidad para contrarrestarlas o evitarlas.

Tanto la fuerza irresistible como las amenazas pueden provenir de una de las partes del acto o de un
tercero (art. 277 del CCCN) y el autor debe reparar los daños (art. 278 del CCCN).

A diferencia de lo que ocurre con el dolo, la existencia de daños no es un requisito para que se
configure el vicio de violencia. Sin embargo, en la práctica al ser un ataque a la integridad de la persona,
la violencia siempre apareja un daño al menos de naturaleza moral. Quien deberá resarcir será la parte
del acto o el tercero autor de la violencia; ahora bien, si proviene de un tercero, pero ésta era conocida
por la otra parte, se le atribuye la condición de cómplice y responde solidariamente, aun cuando hubiera
tomado conocimiento a posteriori y guardara silencio al respecto.

SUB EJE 6: LOS ACTOS JURÍDICOS


➢ Los actos jurídicos
Acto jurídico

Definición. Caracteres

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El artículo 259 CCCN “El acto jurídico es el acto voluntario lícito que tiene por fin inmediato la adquisición,
modificación o extinción de relaciones o situaciones jurídicas”.

● Los caracteres que presenta el acto jurídico:


1) Es un acto voluntario: el acto jurídico es en esencia un acto voluntario, es decir ejecutado con discernimiento,
intención y libertad. Esta voluntad interna debe traducirse en una acción material que la dé a conocer.

2) Acto lícito: el acto jurídico debe ser conforme a los preceptos del derecho, pues no podría concebirse que el
ordenamiento tutelara actos contrarios al ordenamiento mismo. De modo que, cuando aparece en sus elementos lo
contrario a la ley, al orden público o a las buenas costumbres, la ilicitud se comunica a todo el acto que, en
consecuencia, es inválido.

3) El fin jurídico inmediato: el fin jurídico es la realización de un interés que la ley considera digno de tutela,
característica sobresaliente del acto jurídico porque en ella se manifiesta el aspecto funcional del negocio jurídico
como instrumento destinado a cumplir una función económica social. Este aspecto funcional es el que permite
distinguir el acto jurídico de otros actos que, siendo voluntarios y lícitos, no son actos jurídicos, ya que la voluntad
no está encaminada a establecer relaciones jurídicas, o no tiene por objeto inmediato la producción de efectos
jurídicos (Tagle, 2002).

● Elementos esenciales
A) En relación al sujeto:

a) Voluntad,

b) capacidad,

c) parte

d) otorgante

e) representante

Los elementos esenciales que, por ser tales, constituyen el negocio jurídico. Ellos son: los sujetos, el objeto, la causa
y la forma. Diferentes personas o sujetos pueden intervenir en el otorgamiento de un acto jurídico, por lo que
corresponde distinguir entre 1) partes, 2) otorgantes y 3) representantes. 1) Las partes: son las personas o sujetos
que, con la declaración de voluntad, ejercen una prerrogativa jurídica que les es propia, por repercutir
directamente en su esfera de interés patrimonial o extrapatrimonial. Son aquellos cuyos derechos se crean,
modifican, transfieren, extinguen, etc.2) otorgantes son quienes intervienen en la celebración de un acto emitiendo
la declaración de voluntad que conforma su contenido. Generalmente, quien otorga el acto es la parte, pero en
muchas ocasiones ocurre que quien otorga el acto no es la parte, sino otro sujeto que obra en su representación.3)
Los representantes: son quienes, en virtud de una autorización legal o convencional, emiten una declaración de
voluntad en nombre, por cuenta y en interés de otra, denominada representado. Según la naturaleza de la
autorización para obrar en nombre de otro, los representantes son legales o voluntarios.

Ahora bien, la validez del acto jurídico en relación a los sujetos depende de dos requisitos: a) la capacidad .La
exigencia de la capacidad supone la aptitud para ejercer por sí mismos actos jurídicos válidos (capacidad de
ejercicio); b) la voluntariedad. (En cuanto a la voluntariedad, supone que el sujeto haya obrado con discernimiento,
intención y libertad)

B) En relación al objeto

En cuanto al objeto del acto jurídico, el art. 279 del Código Civil y Comercial dispone que:

El objeto del acto jurídico no debe ser un hecho imposible o prohibido por la ley, contrario a la moral, a las
buenas costumbres, al orden público o lesivo de los derechos ajenos o de la dignidad humana. Tampoco puede
ser un bien que por un motivo especial se haya prohibido que lo sea.

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Requisitos del objeto de los actos jurídicos son:

a) Posibilidad: el objeto del acto jurídico no debe ser imposible, requisito que se predica no sólo de los
hechos sino también de los bienes. La imposibilidad para causar la nulidad del acto debe ser: originaria,
es decir, debe estar presente desde que el acto se celebró, sin perjuicio del supuesto de convalidación
previsto para los actos jurídicos sujetos a plazo o condición suspensiva (art. 280); absoluta, el objeto
debe ser imposible para todos y no sólo para el sujeto obligado. Si la imposibilidad es parcial, el acto no
es necesariamente nulo; quien pretendió adquirir un derecho sobre un objeto parcialmente imposible
puede dejar sin efecto el contrato o demandar la parte que existiese (art. 1130).

b) Determinabilidad: el objeto del acto jurídico debe ser determinado o determinable. Este requisito
surge de los arts. 1005 y 1006 del CCCN, que regulan el objeto de los contratos. Así, es determinado
permitan precisarlo en el momento del cumplimiento del acto y es determinable cuando se establecen
los criterios suficientes para su individualización. En caso de que el objeto fuera absolutamente
indeterminable, el acto podrá ser declarado nulo.

c) Licitud: cuando la conducta que constituye el objeto del negocio está prohibida, el acto tiene un
objeto ilícito.

d) Hechos contrarios a la moral, a las buenas costumbres y al orden público: este recaudo impone la
conformidad del objeto con la moral, las buenas costumbres y el orden público. Generalmente, el
concepto de buenas costumbres se identifica con la moral, y respecto al orden público se ha entendido
que es lo esencial para la convivencia que puede variar en el tiempo y en el espacio. En estos supuestos,
la sanción será la nulidad absoluta.

e) No lesivos de los derechos ajenos a la dignidad humana: serían hechos lesivos de los derechos
ajenos, por ejemplo, los actos fraudulentos, debiendo señalar que en tal caso el acto es inoponible, y no
nulo. Por otro lado, los hechos lesivos de la dignidad humana, quedan comprendidos entre otros
supuestos, los actos cuyo objeto lesione la intimidad personal o familiar, la honra, la reputación, es
decir, cualquier derecho personalísimo.

f) “un bien que por un motivo especial se haya prohibido que sea”: hace referencia por ejemplo a las
cosas muebles que no pueden hipotecarse o los inmuebles que no pueden prendarse. Este recaudo,
supone falta de idoneidad del objeto, es decir, imposibilidad jurídica. Asimismo, están comprendidos
en este supuesto, aquellos bienes cuya comercialización está prohibida, armas, algunos medicamentos,
estupefacientes, etc.

Importante: si el objeto del acto jurídico no cumpliere los recaudos señalados, podrá ser declarado nulo.
La nulidad absoluta o relativa, como ya veremos, dependerá de qué tipo de interés se vea afectado,
pues, si se afecta el interés general, será absoluta, y relativa si es particular.

C) En relación a la causa: causa del acto jurídico


Art. 281.- Causa. La causa es el fin inmediato autorizado por el ordenamiento jurídico que ha sido determinante de la voluntad.
También integran la causa los motivos exteriorizados cuando sean lícitos y hayan sido incorporados al acto en forma expresa, o
tácitamente si son esenciales para ambas partes.

El Código toma en cuenta la causa en tanto fin inmediato autorizado por el ordenamiento jurídico que
ha sido determinante de la voluntad, como así también los motivos exteriorizados cuando sean lícitos y
hayan sido incorporados al acto en forma expresa, o tácitamente si son esenciales para ambas partes.

La causa es un elemento esencial del negocio jurídico, lo que surge de los artículos 1013 y 1014 del
Código.

ARTÍCULO 1013.- Necesidad. La causa debe existir en la formación del contrato y durante su celebración y subsistir durante su
ejecución. La falta de causa da lugar, según los casos, a la nulidad, adecuación o extinción del contrato.

ARTÍCULO 1014.- Causa ilícita. El contrato es nulo cuando: a. su causa es contraria a la moral, al orden público o a las buenas
costumbres; b. ambas partes lo han concluido por un motivo ilícito o inmoral común. Si sólo una de ellas ha obrado por un

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motivo ilícito o inmoral, no tiene derecho a invocar el contrato frente a la otra, pero ésta puede reclamar lo que ha dado, sin
obligación de cumplir lo que ha ofrecido

Estos artículos reafirman los principios de necesidad de causa, que debe existir en la formación,
subsistir durante su celebración y mantenerse durante la ejecución del contrato.

Determinando que la falta de causa implicará, según los casos, la nulidad, adecuación o extinción del
contrato.

El art. 1014 sanciona con nulidad a todo contrato con causa contraria a la moral, al orden público o a
las buenas costumbres, sanción que se extiende al supuesto en que ambas partes lo hubieran concluido
por un motivo ilícito o inmoral, dejando a salvo el caso en que, si sólo una de ellas hubiera obrado por
un motivo ilícito o inmoral, carecerá de derecho a invocarlo frente a la otra parte, pero la parte inocente
podrá reclamar lo que ha dado sin obligación de cumplir lo que ha ofrecido.

o Presunción.
El artículo 282 del Código Civil y Comercial introduce el principio de presunción de causa fin, según el
cual el acto es válido aunque la causa –final– no esté expresada o sea falsa pero esté fundada en otra
verdadera.

ARTÍCULO 282.- Presunción de causa. Aunque la causa no esté expresada en el acto se presume que existe mientras no se pruebe
lo contrario. El acto es válido aunque la causa expresada sea falsa si se funda en otra causa verdadera.

Se presume la existencia de causa aunque no esté explicitada en el negocio, mientras no se demuestre


lo contrario. El acto es válido aunque la causa sea falsa si se funda en otra verdadera. De tal forma, la
falsedad de la causa no provoca por sí misma la invalidez del negocio sino que invierte la carga de la
prueba. Acreditado que la causa es falsa, quien pretende mantener el acto deberá probar que el negocio
tiene causa y que ella es lícita.

En relación al acto abstracto l art. 283 del CCCN:

ARTÍCULO 283.- Acto abstracto. La inexistencia, falsedad o ilicitud de la causa no son discutibles en el
acto abstracto mientras no se haya cumplido, excepto que la ley lo autorice.

Acto abstracto: es aquél en el cual la causa no está presente o visible y, en principio, no influye en su
validez o eficacia, pero no significa que no la haya.

En los actos causados, la carencia, ilicitud o falsedad de causa determina su invalidez; en los abstractos,
esas circunstancias no juegan inicialmente cuando el acreedor pretende el cumplimiento –es decir, el
deudor no podría invocarlas como defensas frente a la acción del acreedor–, pero, una vez que ha
pagado lo que se le reclamaba, puede accionar contra el acreedor para obtener la restitución de lo
pagado. No se trata de que el acto abstracto no tenga causa fin, sino de que lo relativo a ella no obsta al
éxito de un reclamo del acreedor fundado en un título suficiente, lo que será debatido con posterioridad
e independientemente de aquel reclamo.

Se cita como ejemplo el caso del firmante de un título circulatorio comercial, como un cheque, pagaré o
una acción de sociedad anónima, especialmente cuando son al portador, cuya negociación se efectúa en
instrumentos en los que no consta la causa y su circulación va a tener eficacia con prescindencia de la
causa.

Actos causados 282 CCCN Actos abstractos 283 CCCN


se presume la existencia de causa aunque no esté es aquél en el cual la causa no está presente o
explicitada en el negocio visible y, en principio, no influye en su validez o
eficacia
el acto es válido aunque la causa sea falsa si se
funda en otra verdadera

47
, la carencia, ilicitud o falsedad de causa la carencia, ilicitud o falsedad de causa determina
determina su invalidez su invalidez no juegan inicialmente cuando el
acreedor pretende el cumplimiento

D) En relación a la forma:
La forma como elemento esencial del acto jurídico es el modo de exteriorización de la voluntad o de las voluntades
jurídicas, el elemento exterior y sensible por el que se manifiesta el contenido inmaterial que es la voluntad o
voluntades orientadas a producir efectos jurídicos. La forma en sentido estricto, forma impuesta o legal, es el
conjunto de las prescripciones de la ley respecto de las modalidades que deben observarse en la celebración de
ciertos actos jurídicos bajo pena de invalidez.

➢ Clasificación de los actos según la forma

Actos jurídicos según la forma Actos


jurídicos
Legal Solemnidad absoluta
formales
O
convencional

Solemnidad relativa

No solemne
Actos
jurídicos de
forma
impuesta

Los actos jurídicos según la forma se dividen entre A) actos jurídicos formales o de forma impuesta –legal o
convencional–: aquellos que en virtud de la ley o de la voluntad de las partes deben ser otorgados para
determinadas solemnidades, y los actos jurídicos B) no formales o de forma libre, que pueden realizarse bajo
cualquiera de las formalidades idóneas para exteriorizar la voluntad.

A) Los actos jurídicos de forma impuesta (art.285) se dividen en: 1) actos formales de solemnidad
absoluta y 2) actos formales de solemnidad relativa 3) actos formales no solemnes.
● 1) Los actos formales de solemnidad absoluta: son aquellos cuya eficacia depende del estricto
cumplimiento de las formalidades legalmente impuestas, de modo que la inobservancia de la
forma prescripta acarrea la nulidad del acto, privándolo de todo efecto jurídico. Por ejemplo, el
matrimonio (art. 406 CCCN), la donación de inmuebles (art. 1522 CCCN), el testamento (art.
2462 CCCN).
● 2)los actos formales de solemnidad relativa: son aquellos en los que la eficacia del acto
depende del cumplimiento de una formalidad determinada cuya inobservancia, si bien priva
al acto de sus efectos propios, no impide que produzca otros efectos jurídicos previstos en la
ley, como sucede por ejemplo con la transmisión de la propiedad de cosas inmuebles.
La regla es que los contratos que tienen por objeto la adquisición, modificación o extinción de
derechos reales sobre inmuebles deben ser otorgados por escritura pública (art. 1017 CCCN). Ahora
bien, si la compraventa se realiza mediante boleto privado de compraventa (art. 1170), no es que el
contrato será nulo, sino que se generará en la persona del vendedor una obligación de hacer: la de
otorgar la escritura pública (art. 1018). Lo mismo acontece con las convenciones matrimoniales (art.
448), la constitución de renta vitalicia (art. 1601), entre otros. En estos supuestos, el
incumplimiento de la formalidad exigida –la escritura pública– impide que el acto produzca sus
efectos propios, pero se produce la conversión del negocio pues la ley le reconoce la eficacia de
otro negocio jurídico distinto.

● 3) Los actos formales no solemnes: son los que pueden ser otorgados bajo cualquier
formalidad, aunque la prueba de su celebración depende del cumplimiento de la formalidad
exigida por la ley.

48
Por ejemplo, la forma escrita se requiere para acreditar el pacto de retroventa (art. 1163 CCCN), el
pacto de preferencia (art. 1165 CCCN), el contrato por tiempo indeterminado (art. 1183 CCCN),
entre otros.

B )Los actos no formales son aquellos en los que las partes pueden elegir libremente el modo en el que
han de expresar su voluntad, rigiendo el principio de libertad de formas, pues se trata de actos con
forma libre y es lo que prevé el art. 284 del CCCN.-

o Principio general
Art. 284. CCCN.- Libertad de formas. Si la ley no designa una forma determinada para la exteriorización
de la voluntad, las partes pueden utilizar la que estimen conveniente. Las partes pueden convenir una
forma más exigente que la impuesta por la ley.

El precepto mencionado consagra que la fuerza jurídica de las convenciones emerge de la voluntad
individual, con excepción de aquellos casos especiales que, en razón de la seguridad o finalidad,
requieren de forma impuesta. La regla de la libertad de formas no es absoluta y reconoce excepciones,
como son los casos de forma impuesta, ya sea exigida por la ley o por la voluntad de las partes.

o El art. 285 del Código prevé:


Forma impuesta. El acto que no se otorga en la forma exigida por la ley no queda concluido como tal mientras no se haya
otorgado el instrumento previsto, peo vale como acto en el que las partes se ha obligado a cumplir con la expresada formalidad,
excepto que ella se exija bajo sanción de nulidad.

El acto que no sigue la forma impuesta no queda concluido, mientras no se haya otorgado el
instrumento previsto. El hecho de haberse otorgado el acto sin forma, no le quita al mismo validez, sino
que lo considera como acto en que las partes se han obligado a cumplir con la expresada formalidad
instrumental en algún momento y tiempo, como es el caso que hemos señalado de la transmisión de
dominio de un inmueble por boleto privado de compraventa. Pero el supuesto en que la forma sea
exigida como condición del nacimiento del acto, la misma no podrá ser suplida ni ser sometida a una
obligación posterior, y ese acto carecerá de efectos por una causa imputable al momento de su
nacimiento, que es lo que se conoce como acto formal de solemnidad absoluta.

o Expresión escrita: modalidades


Según el art. 286 del Código Civil y Comercial:

Expresión escrita. La expresión escrita puede tener lugar por instrumentos públicos, o por instrumentos particulares firmados o
no firmados, excepto en los casos en que determinada instrumentación sea impuesta. Puede hacerse constar en cualquier
soporte, siempre que su contenido sea representado con texto inteligible, aunque su lectura exija medios técnicos .

La expresión escrita puede tener lugar:

● por instrumentos públicos


● o por instrumentos particulares firmados o no firmados.

La excepción: está dada cuando determinada instrumentación sea impuesta, ya sea legalmente o por
voluntad de las partes.

El soporte del instrumento: elemento material sobre el que se asienta o material del que está
constituido, puede ser papel, cds, correos electrónicos, etc., siempre con texto inteligible, a pesar de
que para su lectura puedan ser necesarios diversos medios técnicos en materia de firma digital, por
ejemplo la lectura tanto de la clave pública como la clave privada

● Elementos accidentales: modalidades: Se denominan modalidades o elementos accidentales


del acto jurídico aquellas disposiciones accesorias introducidas por las partes, que modifican los
efectos normales del tipo legal, subordinando a un acontecimiento futuro la adquisición de un

49
derecho o la resolución de un derecho ya adquirido, postergando su exigibilidad, o imponiendo
un deber jurídico excepcional y accesorio al adquirente de un derecho.

Las modalidades que las partes, de conformidad a la autonomía de la voluntad, pueden introducir a los
actos jurídicos son:

a) condición;

b) plazo;

c) cargo.

➢ La condición:
El artículo 343 del CCCN establece:

Alcance y especies. Se denomina condición a la cláusula de los actos jurídicos, por la cual las partes subordinan su plena eficacia
o resolución a un hecho futuro e incierto. Las disposiciones de este capítulo son aplicables, en cuanto fueran compatibles, a la
cláusula por la cual las partes sujetan la adquisición o extinción de un derecho a hechos presentes o pasados ignorados.

La condición: Concepto como la cláusula por la que las partes subordinan su plena eficacia o resolución
a un hecho futuro e incierto. Caracteres de la condición: a) debe ser un hecho futuro: el hecho previsto
como condición ha de ser futuro, lo que le da incertidumbre. Si se tratara de un hecho pasado o
presente no habría incertidumbre. Aunque puede ocurrir que las partes ignoren que el hecho ya ha
ocurrido; aquél sería incierto subjetivamente, pero ello no basta para que exista condición. b) incierto. El
acontecimiento al que se subordina la eficacia o resolución de un derecho ya adquirido debe ser
incierto, contingente, “que puede o no llegar a suceder”, característica esencial y propia de la condición

o Clases de condición
La condición suspensiva (art la condición es resolutoria las condiciones Condiciones no escritas
343) (art.343) prohibidas,(el art. 344) (art 344)
Supedita la plena eficacia de Cuando lo que depende del , art. 344 disponiendo la Las que afecten de modo
la relación jurídica a la hecho incierto y futuro es la nulidad del acto jurídico grave las libertades de la
realización de un hecho extinción del derecho ya cuando se haya establecido persona, como la de elegir
futuro e incierto previsto adquirido. Ello implica que el acto sujeto a un hecho domicilio o religión, o decidir
como condición, con lo cual los efectos del acto imposible, contrario a la sobre su estado civil;
se origina un derecho comienzan a producirse moral y a las buenas debiendo entender que el
eventual ya que, si la desde el momento mismo de costumbres, prohibido por el dispositivo es meramente
condición no se cumple, el la celebración del acto, pero ordenamiento jurídico o que enunciativo y por lo tanto
acto jurídico no podrá cesan si la condición no tiene dependa exclusivamente de comprensivo de otros
perfeccionarse. Es decir, lugar. la voluntad del obligado. casuismos que impliquen
cuando la condición es También establece que la afectar las libertades
suspensiva, el acto no condición de no hacer una individuales.
produce sus efectos sino a cosa imposible no perjudica
partir del momento en que la validez de la obligación si
aquélla se cumple. ella fuera pactada bajo
modalidad suspensiva, pues
ello supone que, nada se ha
constituido, y tal obligación
se considera pura y simple,
sin que nada pueda afectar
su existencia. Cabe señalar
que, si se hubiere pactado
una obligación de no hacer
una cosa imposible como
condición resolutoria, ésta
anula la obligación.

o Efectos
De acuerdo al art. 346 del CCCN, la regla general es que, cumplida la condición, sea ésta suspensiva o
resolutoria, produce efectos hacia el futuro, lo que implica que el acto jurídico bajo la modalidad

50
suspensiva cobrará eficacia el día del suceso previsto como condición; en el caso del negocio jurídico bajo
condición resolutoria, producido el acontecimiento, se extinguirán los efectos a partir de ese momento.
La excepción es que las partes libremente modifiquen dicho efecto hacia el futuro, dándole a la
condición –suspensiva o resolutoria– efectos retroactivos.

● Conforme al artículo 348 del Código, el cumplimiento de la condición suspensiva convierte en puro y
simple el derecho del acreedor. Esa conversión produce efectos desde el momento mismo en que se
cumple la condición. Acaecido el hecho futuro e incierto previsto como condición suspensiva, el sujeto
que tenía un derecho eventual pasa a tener un derecho efectivo y, por ende, podrá hacer valer las
prerrogativas que ese derecho conlleve, de acuerdo a la naturaleza, los fines y el objeto del negocio
jurídico celebrado.

● El acto sujeto a condición resolutoria, cumplida la condición se produce el aniquilamiento del derecho
constituido. Es decir: desaparecen los efectos jurídicos del negocio para el futuro, en virtud del art. 346 de
este cuerpo legal, y, consecuentemente, la otra parte pasa a ser titular de este nuevo derecho, pudiendo
exigir todas las facultades que ese derecho le genera, de acuerdo a la naturaleza, los fines y el objeto del
acto jurídico.
Si las partes hubieren pactado libremente darle a la condición efecto retroactivo, en el caso de la
condición suspensiva, el derecho se adquiere desde la fecha de la celebración del acto y, en el caso de la
condición resolutoria, el derecho se extingue, considerándose como si nunca hubiese existido.

➢ El plazo:

El plazo es “la fijación en el tiempo del momento a partir del cual el acto jurídico comenzará a producir
efectos, o dejará de producirlos” (Bustamante Alsina, 2005, p. 228).

El plazo es la modalidad de los actos jurídicos por la cual las partes subordinan, a un acontecimiento que
es futuro pero que fatalmente se ha de producir, la exigibilidad o la aniquilación de los derechos.

o Caracteres:
a) ha de ser un hecho futuro.

b) ha de ser un hecho fatal.

o Especies
El plazo puede ser:

Suspensivo o extintivo cierto o incierto indeterminado


El plazo suspensivo es el que El plazo cierto es aquél en el El plazo es indeterminado
produce la postergación o cual el día, mes y año del cuando no está determinado en
difiere la exigibilidad de la vencimiento están predefinidos el acto, por lo que deberá el
obligación hasta el de antemano; juez determinar la fecha de
acaecimiento del término, por Es incierto cuando el día del cumplimiento en el marco del
ejemplo la obligación de pagar vencimiento se ignora y no se proceso más breve que prevea
una suma de dinero en el sabe cuándo ocurrirá (por la ley adjetiva local (arts. 2559,
término de noventa días; ejemplo: te pagaré cuando 871, 887 y cons. del Código Civil
El extintivo o resolutivo: es el Pedro muera; en algún y Comercial).
que limita hasta cierto momento Pedro morirá y por lo
momento los efectos del acto, tanto el hecho va a ocurrir,
como por ejemplo la obligación pero no se sabe cuándo).
de restituir la cosa locada al
vencimiento del contrato de
arrendamiento.

o Efectos

51
El plazo, al igual que la condición, opera sus efectos hacia el futuro a partir de su vencimiento, por lo
que deja subsistentes las consecuencias ya producidas.

o Caducidad de plazo
El artículo 353 del CCCN establece los distintos supuestos en que, aun estando pendiente de
cumplimiento el plazo, la ley determina su decaimiento, es decir que el deudor no puede invocar la
pendencia del plazo. Los distintos casos son:

a) si se ha declarado su quiebra: ello así, pues la quiebra produce el vencimiento de todos los plazos de
las obligaciones del fallido.

b) La disminución, por acto propio del deudor, de las seguridades concedidas al acreedor para el
cumplimiento de la obligación, también genera la caducidad del plazo, pues el deudor a través de estos
hechos pone en peligro el pago de la acreencia. Por ejemplo, si el deudor había constituido caución real
o personal para garantizar el cumplimiento de la obligación y luego las revoca.

c) Si el deudor no ha constituido las garantías prometidas: este supuesto prevé por ejemplo la hipótesis
en que el deudor se comprometió a otorgar una determinada garantía, sea ésta personal –por ejemplo
fianza, aval– o real –por ejemplo prenda, hipoteca, anticresis– y omite constituir las garantías a los fines
de asegurar la acreencia.

La diferencia entre la condición y el plazo


Condición Plazo
los derechos condicionales son eventuales, pues su Los derechos sujetos a plazo son efectivos, pues no
misma existencia está pendiente de definición – hay duda sobre su existencia aunque el titular deba
condición suspensiva– o amenazados –condición esperar cierto tiempo para entrar en el pleno ejercicio
resolutoria–, de sus prerrogativas o éstas estén limitadas en el
tiempo.

➢ El cargo:
El cargo es la obligación accesoria y excepcional que se impone al adquirente de un derecho. Por
ejemplo, el legado con el cargo de mantener a ciertos parientes del testador.

Caracteres

a) es una obligación que grava a una de las partes interesadas;

b) es una obligación accesoria a la adquisición de un derecho, es decir que está


anexado al derecho al cual accede, de manera tal que no es posible adquirir el derecho sin
asumir el cargo que importa y, por ende, actúa como un límite al beneficio del adquirente del
derecho.

c) es excepcional, es decir que no deriva ordinariamente del acto jurídico realizado,


sino que es la voluntad del enajenante quien dispone la vinculación entre el derecho principal y
el cargo.

o Efectos
Principio general es que el cargo es simple, lo que significa que el incumplimiento del cargo faculta al
respectivo acreedor para el ejercicio de las medidas compulsivas pertinentes.

52
El principio general que gobierna el instituto es que la inejecución del cargo en nada afecta el derecho
principal, salvo los casos en que se hubiere estipulado como cargo condicional suspensivo o resolutorio.
Pero, fuera de esos casos, el cargo en su dinamismo ordinario no influye en la pérdida del derecho al
cual accede.

1. En el primer caso (se hubiere estipulado como condición suspensiva)


el incumplimiento del cargo impedirá que se puedan cumplir los
efectos normales del acto jurídico hasta tanto no se cumpla con el
cargo.
2. En el segundo, (se hubiere estipulado como condición resolutoria) si
el adquirente del derecho principal no cumple con la obligación que
le fue impuesta como accesoria, se le cancelará el derecho
adquirido.

o La transmisibilidad del cargo


La regla es que el cargo sea transmisible a los sucesores del obligado, ya sea por actos entre vivos o por
causa de muerte; consecuentemente, el sucesor resulta obligado a cumplir el cargo aún no ejecutado.

Excepción: no es transmisible si sólo puede ser ejecutado el cargo por quien se obligó inicialmente a
cumplirlo. Es decir que el cargo es intransmisible cuando es inherente al obligado, ya que se han tenido
en cuenta sus calidades personales. En efecto, en el caso de que el deudor fallezca y no hubiere
cumplido el cargo, la adquisición del derecho queda revocada, volviendo los bienes al titular originario o
a sus herederos. Ello significa que los cargos intransmisibles son siempre resolutorios, habiéndose
efectuado la enajenación del derecho principal bajo la condición resolutoria de no cumplirse el cargo..

o Forma y prueba de los actos jurídicos


La forma: como elemento esencial del acto jurídico alude al modo de exteriorización de la voluntad. Es
la manera como se exterioriza la voluntad del sujeto respecto del objeto, en orden a la consecución del
fin jurídico propuesto.

o Los conceptos de forma y prueba. Conceptos diferentes

forma Prueba
la forma constituye el elemento externo del acto La prueba se erige como medio no necesariamente
instrumental que sirve para demostrar la verdad del
hecho de haberse efectivamente realizado el acto
jurídico (puede ser escrita, confesional, testimonial,
etc.).
es contemporánea del acto Mientras que la prueba puede no serlo.
En materia de prueba en los contratos, el art. 1019 del
CCCN, por ejemplo, establece que los contratos
pueden ser probados por todos los medios aptos para
llegar a una razonable convicción según las reglas de la
sana crítica racional.

➢ Vicios de los actos jurídicos


Definición y fundamento

53
Los vicios de los actos jurídicos son defectos, imperfecciones o anomalías susceptibles de provocar la
ineficacia del negocio, por atentar contra la licitud, la buena fe o perjudicar los intereses de terceros.
Son vicios propios de los actos jurídicos la lesión, la simulación y el fraude.

La lesión

El artículo 332 dispone:

Lesión. Puede demandarse la nulidad o la modificación de los actos jurídicos cuando una de las partes explotando la necesidad,
debilidad síquica o inexperiencia de la otra, obtuviera por medio de ellos una ventaja patrimonial evidentemente
desproporcionada y sin justificación. Se presume, excepto prueba en contrario, que existe tal explotación en caso de notable
desproporción de las prestaciones. Los cálculos deben hacerse según valores al tiempo del acto y la desproporción debe subsistir
en el momento de la demanda. El afectado tiene opción para demandar la nulidad o un reajuste equitativo del convenio, pero la
primera de estas acciones se debe transformar en acción de reajuste si éste es ofrecido por el demandado al contestar la
demanda. Sólo el lesionado o sus herederos pueden ejercer la acción.

El fundamento de la norma está dado, por un lado, por: a) la existencia de la voluntad viciada en el
sujeto pasivo; por el otro, b) por el principio de buena fe que debe primar en todo convenio.

o Presupuestos de procedencia
Para que se configure la figura de la “lesión subjetiva-objetiva”, es necesario que concurran:

a) la grave desproporción en las prestaciones que debe existir al momento de la celebración del
negocio jurídico –elemento objetivo–

b) el elemento subjetivo, que es la explotación por parte del beneficiario de la “necesidad”,


“debilidad síquica” o “inexperiencia” del lesionado.

a)El elemento objetivo: “la ventaja patrimonial evidentemente desproporcionada y sin justificación”,
éste debe ser concomitante a la celebración del negocio y la desarmonía entre las prestaciones debe ser
“evidente” a la época en que el negocio tuvo nacimiento y no surgir con posterioridad por
acontecimientos ajenos a la voluntad de las partes y que no eran previsibles al tiempo de celebrarse el
acto, pues, en tal caso, se podrá revisar el negocio por aplicación de la cláusula rebus sic statibus (López
Mesa, 2008). Se exige que esa ventaja excesiva se obtenga sin justificación, lo que implica efectuar una
indagación acerca de la causa fin del negocio, pues, si quien celebró el negocio pretendió efectuar una
liberalidad, dicho acto jurídico escapará a la teoría de la lesión. Por ultimo “la desproporción debe
subsistir en el momento de la demanda”, por ende, si, al momento de entablarse la acción, las
prestaciones por diversas circunstancias se tornaron equivalentes, desaparece el interés jurídicamente
protegido para promoverla.

b) El elemento subjetivo: deben coexistir dos presupuestos:

1) la necesidad, debilidad síquica o inexperiencia en el lesionado, a) Necesidad: significa falta de las


cosas que son menester para la conservación de la vida, lo que traduce una situación de angustia y
agobio derivada de la falta de medios elementales para subsistir, de lo imprescindible o necesario,
teniendo en cuenta las circunstancias propias de cada persona. b) Debilidad síquica: se trata de
trastornos síquicos de conducta que, por razones ajenas a la voluntad de quien los padece, lo colocan en
una situación de inferioridad. c) Inexperiencia: importa la falta de conocimientos que tiene el sujeto
respecto del acto en el momento de su celebración.

2) el aprovechamiento de esa situación de inferioridad por parte del lesionante o sujeto activo
constituye un acto de mala fe, que presupone la intención de obtener una ventaja desproporcionada, ya
que el estado de inferioridad no basta por sí solo para nulificar o modificar el acto jurídico.

o Prueba. Presunción :

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El artículo 332 del Código establece una presunción iuris tantum de la explotación en caso de “notable
desproporción”. Es decir que, probada la notable desproporción de las prestaciones, se genera una
presunción iuris tantum sobre la existencia del vicio, es decir que quedan acreditados o presumidos los
dos elementos subjetivos que figuran en el articulado, el aprovechamiento y la situación de inferioridad
de la víctima. La carga de la prueba para sostener la ausencia de esos requisitos incumbe al que
sostenga lo contrario.

o Acciones del lesionado. Efectos


Legitimados activos: Sólo el lesionado o sus herederos pueden ejercer la acción.

Acciones: por vía de acción como de excepción, la nulidad (“nulidad relativa” en los términos de los
arts. 386 y 388 del Código Civil y Comercial,) como la modificación del acto lesivo, es decir, un reajuste
equitativo del convenio. Si el lesionado opta por esta segunda opción, el litigio queda “trabado” en ese
aspecto y el demandado no puede reconvenir por nulidad. Ahora bien, en el caso de que el lesionante
demande por nulidad, el demandado puede, al contestar la demanda, modificar dicho reclamo en
acción de reajuste, si ofrece suprimir la desproporción de las prestaciones.

o Prescripción
EL plazo es de dos años y comenzará a computarse desde la fecha en que la obligación a cargo del
lesionado debía ser cumplida

La simulación

Art. 333 del Código Civil y Comercial, que dispone:

Caracterización. La simulación tiene lugar cuando se encubre el carácter jurídico de un acto bajo la apariencia de otro, o cuando
el acto contiene cláusulas que no son sinceras, o fechas que no son verdaderas, o cuando por él se constituyen o transmiten
derechos o personas interpuestas, que no son aquellas para quienes en realidad se constituyen o transmiten .

Hay simulación cuando los contratantes crean, con su declaración, sólo la apariencia exterior de un
contrato del que no quieren los efectos, o cuando crean la apariencia exterior de un contrato diverso del
querido por ellos.

Elementos del negocio simulado

Los elementos del negocio simulado son:

a) la declaración deliberadamente disconforme con la verdadera intención de las partes;

b) el acuerdo de partes sobre la falsa declaración y

c) el propósito de engañar a terceros.

a) El primer recaudo supone que la disconformidad entre la voluntad interna y la declarada por las partes es intencional, no es
producto del error, sino que es querida y conocida por ambas partes. En otras palabras, en el acuerdo simulatorio, la voluntad
interna y declarada coinciden; las partes, de común acuerdo, producen la apariencia externa de un negocio jurídico ficticio para
engañar a terceros, sin pretender dar lugar al efecto jurídico de dicho negocio.

b) El segundo presupuesto supone la conformidad de todos los otorgantes del acto en el negocio simulado sobre la
disconformidad entre lo querido y lo declarado, y se caracteriza por el querer común de no atribuir al acto aparente efectos
vinculatorios.

c) Por último, la acción de simulación requiere el propósito de engañar, que no necesariamente implica ocasionar un perjuicio
jurídico a terceros (porque su causa puede ser inocua, en cuyo caso estaremos en presencia de una simulación lícita) o bien, puede
sí implicarlo, es decir puede existir el fin de defraudar a terceros –quienes desconocen que el acto es falso– o el de ocultar una
violencia legal.

La enumeración de los supuestos de negocio simulado que realiza el artículo 333 del CCCN es meramente
ejemplificativa.

55
o Clases de simulación: Debe señalarse que la enumeración de los supuestos de negocio
simulado que realiza el artículo 333 del CCCN es meramente ejemplificativa.
Tenemos la simulación absoluta y relativa:

Absoluta: tiene lugar cuando se celebra un acto jurídico que nada tiene de real; el acto es completamente ficticio, irreal. Las
partes no quieren en realidad celebrar ningún negocio jurídico, sino que quieren modificar la apariencia de una disminución del
activo o un amento ficticio del pasivo de una de las partes, en perjuicio de los acreedores; aunque a veces puede ser una
simulación lícita.

Simulación relativa: las partes encubren la verdadera naturaleza del acto, es decir, se disimula lo que verdaderamente es. Esta
simulación puede versar sobre: la naturaleza, cuando “se encubre el carácter jurídico de un acto bajo la apariencia de otro”, por
ejemplo: una donación bajo el ropaje jurídico de una compraventa; sobre “cláusulas que no son sinceras”, por ejemplo: se expresa
un precio que no es el real; o bien, sobre “fechas que no son verdaderas”.

La simulación se clasifica en lícita e ilícita:

La causa simulandi es el interés que induce a las partes a dar apariencia a un negocio jurídico que no
existe, o a presentarlo en forma distinta de lo que verdaderamente es. Esta razón que tuvieron para
celebrar el negocio aparente puede ser perfectamente inocente o bien perjudicial a terceros, lo que
reviste fundamental importancia para distinguir la simulación lícita de la ilícita.

La simulación ilícita se verifica cuando el negocio jurídico tiene como fin perjudicar a terceros o
quebrantar el ordenamiento jurídico, hipótesis, ésta última, en que se habla de “fraude a la ley”. Este
tipo de simulación causa la nulidad –relativa– del acto ostensible.

La simulación es lícita cuando el negocio simulado no es ilícito ni perjudica a un tercero.

La simulación puede ser total o parcial.

Es total cuando abarca íntegramente al negocio, viciándolo en su esencia;

Es parcial cuando sólo recae sobre una parte del acto, sin que sea necesario que destruya los aspectos
reales del acto.

Acción entre partes.

El artículo 335 del Código Civil y Comercial regula esta cuestión. Así prevé:

Acción entre las partes. Contradocumento. Los que otorgan un acto simulado ilícito o que perjudica a terceros no pueden ejercer
acción alguna el uno contra el otro sobre la simulación, excepto que las partes no puedan obtener beneficio alguno de las resultas
del ejercicio de la acción de simulación. La simulación alegada por las partes debe probarse mediante el respectivo
contradocumento. Puede prescindirse de él, cuando la parte justifica las razones por las cuales no existe o no puede ser
presentado y median circunstancias que hacen inequívoca la simulación.

El principio general es que los simuladores del negocio jurídico carecen de toda acción entre ellos.

Ello es así, toda vez que las partes se pusieron de acuerdo en eludir una prohibición legal o perjudicar a
terceros, por lo que pierden, en principio, el derecho de impugnar el acto por el vicio de simulación.

Sí se podrá entablar acción de simulación cuando el simulador se haya arrepentido de su acto y quiera
recuperar el bien para entregarlo a sus acreedores. En este supuesto, quien acciona pidiendo la
declaración de invalidez del acto simulado lo hace no ya para consumar el perjuicio a los terceros o el
fraude a la ley, sino porque, arrepentido, quiere recuperar los bienes aparentemente enajenados para
afrontar con ellos el pago de sus obligaciones. En este supuesto, la acción es admisible siempre que se
tenga un propósito sincero y no interesado de volver las cosas al estado anterior.

o El contradocumento
El contradocumento es la prueba por excelencia entre las partes de la simulación.

56
Es la constancia escrita –ya sea mediante instrumento público o privado– en el cual las partes
manifiestan el verdadero carácter del acto que ellas han celebrado, por lo que deviene innecesario el
aporte de indicios y presunciones que corroboren la realidad a que se refiere.

Si fuera realizado mediante instrumento público, debe recurrirse a los arts. 289 a 298 del Código, en
tanto se prevén los requisitos, los presupuestos de validez del instrumento y su eficacia probatoria.
Incluso el art. 298 prevé que el contradocumento particular que altera lo expresado en un instrumento
público puede ser invocado por las partes, pero no es oponible respecto a terceros interesados de
buena fe.

Para el supuesto en que el contradocumento fuera confeccionado en instrumento privado, debe


recurrirse a los arts. 313 a 319 del Código Civil y Comercial, toda vez que allí se regula en relación a los
instrumentos privados y particulares y su valor probatorio.

Si no existiera contradocumento donde las partes hayan exteriorizado la verdadera voluntad, siempre
que haya una prueba incontrovertible, cierta, inequívoca de simulación, es lógico admitir la acción.
Asimismo, deberá probarse la imposibilidad de obtener el contradocumento, sea por su inexistencia
lógica o por su desaparición posterior, es decir, se deberá justificar por qué no pudo realizarse el
contradocumento.

o Acción interpuesta por terceros.


El art. 336 del código único establece “Acción de terceros. Los terceros cuyos derechos o intereses legítimos son
afectados por el acto simulado pueden demandar su nulidad. Pueden acreditar la simulación por cualquier medio de prueba.”

Los terceros titulares de un derecho subjetivo o de un interés legítimo amenazado por un negocio
simulado pueden deducir acción de simulación, debiendo demostrar la existencia de daño sufrido
como consecuencia de la incertidumbre que el estado de cosas provoca en el demandante. Se exige la
existencia de daño –actual o potencial– aunque se trate de derechos litigiosos o dudosos. El tercero
que ejerza la acción debe demandar a ambas partes del acto simulado; si la simulación fuese por
interpósita persona, también al prestanombre, conformándose un litisconsorcio pasivo con todos ellos.

La prueba por excelencia en la acción de simulación es el contradocumento. En este supuesto carece


de la exigencia de éste debido a su carácter reservado y a la imposibilidad de su obtención, por lo que el
tercero que entable la acción podrá acreditar la apariencia del negocio jurídico mediante cualquier
medio de prueba, incluso testigos, indicios y presunciones.

o Efectos de la acción de simulación


Contra quién procede la acción

● la acción de simulación no procede contra los acreedores adquirentes de buena fe que


hubiesen ejecutado los bienes simuladamente enajenados.
● En relación al subadquirente que adquirió a título gratuito o de mala fe, sí procede la acción
de simulación;
● La invalidez del negocio simulado no alcanza a los terceros subadquirentes de buena fe –es
decir, quien, al momento de la transmisión, ignorase que el derecho tiene como antecedente
un acto simulado– y a título oneroso, respecto a los cuales la sentencia resulta inoponible.
Subadquirentes de mala fe: aquellos que conocieron o pudieron conocer, obrando con cuidado y
previsión, la simulación.

o Efectos
-Todo tercero que se ha visto perjudicado por la simulación tiene derecho a ser resarcido del daño
sufrido.

-En el supuesto en que, promovida la acción por el acreedor, el bien se haya enajenado a un
subadquirente de buena fe y a título oneroso, por lo que no le alcanza la oponibilidad del
pronunciamiento judicial. Éste podrá demandar tanto a quien contrató con él como al subadquirente –
ambos de mala fe– por daños y perjuicios, quienes responderán de manera solidaria.

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-El supuesto que el acreedor promueva acción en contra de subadquirente de buena fe pero a título
gratuito, éste responderá sólo en la medida de su enriquecimiento.

o Prescripción
Es de dos años: (arts. 2562 y 2563 incisos “b” y “c”CCC)

En la simulación entre partes se computa desde que, requerida una de ellas, se negó a dejar sin efecto el
acto simulado;

En la simulación ejercida por tercero, desde que conoció o pudo conocer el vicio del acto jurídico.

➢ El fraude
Implica una inmediata referencia al engaño, al acto contrario a la verdad y al recto proceder. El fraude
supone una conducta tendiente a eludir los efectos de una norma imperativa o de origen convencional,
utilizando otra vía negocial no reprobada por ley. Se configura mediante actos reales, serios y no
aparentes, no simulados. No diverge la voluntad de la realidad declarada. Este fraude no es otro que el
fraude a la ley y que está contemplado en el art. 12 del Código Civil y Comercial.

o El fraude a los acreedores


El fraude a los acreedores es la provocación o agravación de la insolvencia del deudor mediante actos u omisiones
del deudor en perjuicio de sus acreedores, sustrayendo bienes de su patrimonio.

Tres caracteres

a) Otorgamiento por el deudor de actos o negocios jurídicos; b) provocación o agravación de la insolvencia del
deudor y c) sustracción de bienes del patrimonio del deudor en perjuicio de los derechos de los acreedores.

o La acción de inoponibilidad

- el efecto de la acción de fraude no es la nulidad, sino la inoponibilidad. Este efecto implica que
el acto otorgado por el deudor en fraude a los acreedores es válido entre éste y el tercero con
quien celebró el acto y sólo queda privado de eficacia frente al acreedor que acciona, es decir
que no puede hacerse valer contra él en la medida necesaria para la satisfacción de su crédito.

o Procedencia de esta acción: Titulares de la acción


Todo acreedor puede solicitar la declaración de inoponibilidad de los actos celebrados por su deudor en fraude de sus
derechos, y de las renuncias al ejercicio de derechos o facultades con los que hubiese podido mejorar o evitarlo empeorar su
estado de fortuna. (art.338 CCC)

Legitimados: cualquier acreedor, incluso los acreedores con privilegio general, especial, condicionales, a
plazo, etc., puedan incoar la acción, pues sólo deberán acreditar su calidad de acreedor y los requisitos
que prevé el artículo 339 del CCCN.

o Actos revocables
Todos los actos que signifiquen un perjuicio para los acreedores son revocables, sea que produzcan un
empobrecimiento del deudor o impidan su enriquecimiento.

El artículo 338 alude a que, mediante la acción de inoponibilidad, se puede revocar una renuncia a un derecho que
hubiera podido mejorar la situación del deudor, o bien un acto jurídico que empeoró su situación patrimonial. Osea,
todos los actos que causan perjuicio a los acreedores al determinar o incrementar su insolvencia, ya sea porque
importan la salida de un bien de su patrimonio o impiden el ingreso al mismo de algún derecho, son revocables.

Excepciones. Hay consenso en la doctrina en que no pueden atacarse, por los acreedores, los actos que implican
una renuncia a derechos personalísimos, tales como pedir la revocación de una donación por una causa de

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ingratitud del donatario, una causa de indignidad para suceder, la renuncia a ejercer acción de resarcimiento por
daño moral, etc.

o Requisitos de procedencia
El artículo 339 del código unificado establece las condiciones generales para la procedencia de la acción
de inoponibilidad. Dispone:

Requisitos.

Son requisitos de procedencia de la acción de declaración de inoponibilidad: a) que el crédito sea de causa anterior al acto
impugnado, excepto que el deudor haya actuado con el propósito de defraudar a futuros acreedores; b) que el acto haya
causado o agravado la insolvencia del deudor; c) que quien contrató con el deudor a título oneroso haya conocido o debido
conocer que el acto provocaba o agravaba la insolvencia.

Tres condiciones de procedencia de la acción de inoponibilidad.

a. El crédito por el que se acciona debe ser anterior al acto.

b. Relación de causalidad entre la insolvencia y el acto del deudor.

c. Mala fe del tercero contratante.

o Ejercicio de la acción contra los subadquirentes

- el fraude no puede oponerse a los acreedores que, de buena fe, hubieran ejecutado los bienes objeto del
negocio jurídico fraudulento (igual regla veíamos en la acción de simulación.)
- la acción contra el subadquirente procede en los casos en que en el tercero haya adquirido a título
gratuito o bien haya obrado de mala fe, es decir, con conocimiento de la insolvencia del deudor, al
tiempo de celebrar el acto.
- Si los dos negocios son a título gratuito, es viable la revocatoria contra el subadquirente; si el primero fue
a título oneroso con mala fe y el segundo a título gratuito, también es viable; así como en el caso del
primero gratuito y el segundo oneroso, pero sin buena fe del subadquirente.
Tanto el tercero contratante como el subadquirente de mala fe, responden solidariamente por los daños
ocasionados al acreedor que interpuso la acción en los siguientes supuestos:

a) cuando la cosa fue enajenada a un adquirente de buena fe y a título oneroso contra quien –como ya se señaló–
no procede la acción y, por ende, el acreedor no puede ejecutar el bien y satisfacer su acreencia;

b) cuando el bien se haya perdido o deteriorado.

Por su parte, el tercero contratante de buena fe y a título gratuito responde en la medida de su enriquecimiento.

o Efectos de la revocación. Extensión


El artículo 342 “Extensión de la inoponibilidad. La declaración de inoponibilidad se pronuncia exclusivamente en interés de los
acreedores que la promueven, y hasta el importe de sus respectivos créditos.”

El acto realizado en fraude a los acreedores debe dejarse sin efecto en la medida del perjuicio que se les ha
ocasionado. Así, el progreso en justicia de la acción hace efectiva la inoponibilidad al acreedor demandante del
negocio impugnado, del cual se ha admitido que fue en fraude a sus derechos. Es decir que, reconocido el fraude
por sentencia, esa inoponibilidad lo coloca en la posición de poder reclamar su crédito sobre el bien objeto del
negocio, dado que, a partir de allí, éste no tiene eficacia a su respecto. Ello implica la posibilidad de actuar en
derecho como si el acto impugnado no se hubiese celebrado.

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Desde esta perspectiva, el triunfo de la acción le permitirá al acreedor ejecutar su crédito sobre los bienes que
fueron objeto del negocio, hasta la concurrencia de su crédito.

Dicho derechamente, la acción de fraude no beneficia a todos los acreedores, sino sólo a quien transitó los carriles
legales para hacer valer sus derechos, y sólo procede hasta el importe de su crédito.

Como consecuencia de ello, si, después de ejecutados los bienes materia del acto fraudulento y satisfecho el crédito
del acreedor que ejerció la acción, quedara un remanente, como el acto jurídico es válido entre quienes lo
celebraron, aquél pertenece al tercer adquirente.

o Extinción de la acción. Plazo de prescripción


De acuerdo al art. 341 del Código, la acción de los acreedores cesa si el adquirente de los bienes transmitidos por el deudor los
desinteresa o les da garantías suficientes.

El tercero adquirente del bien transmitido por el deudor puede hacer cesar los efectos de la acción, satisfaciendo el
crédito de los que se hubiesen presentando o bien constituyendo a su favor garantías suficientes –las que pueden
ser reales o personales– del pago íntegro de sus créditos.

Ello así, pues, si los acreedores son desinteresados, desaparece su interés de accionar y sin interés no hay acción.

o Prescripción
Por último, cabe referir al término de la prescripción, la que, según los arts. 2562 inc. “f” y 2563 inc. “f”
del Código, es de dos años, contados desde que se conoció o pudo conocer el vicio del acto.

➢ Ineficacia de los actos jurídicos


La validez del negocio jurídico no se confunde con su eficacia, aunque la eficacia del acto jurídico
presupone su validez. El acto jurídico es válido cuando está perfectamente conformado, cuando no
presenta vicios o defectos congénitos que afectan su estructura. Sin embargo, un acto jurídico válido
puede ser ineficaz o devenir ineficaz.

Cuando hablamos de “ineficacia” hacemos referencia a la privación o disminución de los efectos propios
de un determinado negocio jurídico, que las partes tuvieron en cuenta al momento de su celebración.
Ahora bien, la ineficacia puede ser considerada estructural o funcional. En el primero de los supuestos,
la privación de los efectos propios de un negocio jurídico se produce por defectos en su estructura y
existentes desde el momento mismo de celebrarse el acto, primando la idea de nulidad; en cambio la
ineficacia es funcional cuando el negocio deja de ser apto para satisfacer los fines o interés prácticos que
los sujetos se propusieron alcanzar en virtud de una causa extrínseca a la estructura del negocio y
sobrevinientes a su constitución.

o Noción de acto indirecto


El artículo 385 del Código Civil y Comercial dispone:
Acto indirecto. Un acto jurídico celebrado para obtener un resultado que es propio de los efectos de otro acto, es válido si no se
otorga para eludir una prohibición de la ley o para perjudicar a un tercero.

El acto indirecto es una modalidad negocial a la que recurren los particulares valiéndose de un negocio
jurídico típico, cuyas consecuencias normales aceptan con el propósito de obtener una finalidad ulterior
distinta. Por ejemplo, son negocios indirectos la venta que se realiza no para transmitir la propiedad de
una cosa, sino con fin de garantía; la cesión de derechos también con finalidad de asegurar derechos;
entre otros. Finalidad del negocio indirecto siempre debe ser lícita, pues, si el negocio está dirigido a
eludir normas imperativas (es decir, cuando se lo emplea para lograr, a través de una vía oblicua, fines
que no se pueden obtener directamente), el acto constituirá un fraude a la ley.

o Nulidad

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Al hablar de la ineficacia estructural de los actos jurídicos, que dicho concepto de carácter amplio
comprende las situaciones de invalidez, caracterizadas por los supuestos en los cuales el acto se ve
privado de producir sus efectos normales por la existencia de un vicio originario, es decir, un defecto
presente en su estructura desde el momento de la celebración del negocio jurídico; un defecto
constitutivo.

Desde esta perspectiva, un acto jurídico está afectado de nulidad cuando la ley, en virtud de causas existentes
desde el origen mismo del acto, le priva de los efectos que regularmente debía producir. La nulidad es una sanción
legal que priva de sus efectos normales a un acto jurídico en virtud de una causa originaria, es decir, existente en el
momento de su celebración, y es también una ineficacia absoluta en tanto, a diferencia de la inoponibilidad, el acto
jurídico inválido es completamente ineficaz no sólo respecto de terceros sino también entre las mismas partes que
lo celebraron.

Características Generales de la nulidad,

● La nulidad es una sanción. La nulidad tiene naturaleza de sanción en tanto nos encontramos frente a la
reacción del ordenamiento jurídico por la violación de sus normas. Se trata entonces de una sanción
legal, pena que consiste en la privación al acto jurídico de los efectos propios. • Es de carácter legal, en
tanto debe provenir necesariamente de la ley, es decir que ni los jueces ni las partes en ejercicio de su
voluntad pueden crear nulidades diferentes a las específicamente estipuladas por ley.
● La nulidad se genera frente a la existencia de un vicio o defecto en la estructura del negocio jurídico, que
debe estar presente a la celebración del acto. En efecto, la nulidad se caracteriza por la presencia de
defectos originarios, intrínsecos y esenciales.
● la nulidad trae como consecuencia el resultado de privar al acto jurídico de los efectos normales que
estaba destinado a producir y que las partes habían tenido en cuenta al momento de celebrarlo. Como
ya dijimos, a diferencia de la inoponibilidad, en la nulidad, la privación de efectos es de carácter absoluta,
afectando en consecuencia tanto a las partes como a los terceros.
o Clasificación de las nulidades. Criterios de distinción
1) Actos de nulidad absoluta y actos de nulidad relativa (arts. 387 y 388 del CCCN);

2) Actos de nulidad total o parcial (art. 389 del CCCN).

o Nulidades absolutas y nulidades relativas.


La distinción entre las de carácter absoluto y las de carácter relativo responde a una causal de naturaleza sustancial,
en tanto, para poder determinar frente a qué tipo de nulidad nos encontramos, es necesario verificar el interés
jurídico lesionado por el vicio.

Absolutas Relativas
el vicio que afecta al acto jurídico que se reputa a diferencia de los casos de nulidades relativas, en los
inválido lesiona un interés general, es decir que se cuales se afecta un interés particular, individual de los
encuentra de por medio el orden público sujetos que forman parte del negocio jurídico
ha sido establecida por el legislador en defensa del La nulidad es relativa cuando sólo se está afectando el
orden público, para proteger el orden social y las interés particular de algunos de los contratantes.
buenas costumbres y, al contrario,
La nulidad absoluta puede ser declarada de oficio por Nulidad relativa, la situación es diferente; al
el juez sin que medie petición de parte. encontrarse de por medio intereses particulares de las
. También puede ser solicitada por el Ministerio partes, la nulidad no puede ser declarada de oficio por
Público y por cualquier interesado, salvo quien haya el juez, sino que corresponde que sea pedida por la
dado lugar a la nulidad (art. 387 del CCCN). parte en cuyo beneficio se establece.
Excepcionalmente puede invocarla la otra parte si es
de buena fe y ha experimentado un perjuicio
importante (art. 388 del CCCN
El acto afectado por una nulidad absoluta no es si se trata de una nulidad relativa, al estar en juego un
confirmable. por estar de por medio un interés de interés de carácter particular, el vicio del que adolece
carácter general, es la misma sociedad la interesada en el acto jurídico sí puede ser confirmado; ello es
su invalidez, por lo que el acto podrá llevarse a cabo consagrado en el art. 388 del CCCN
nuevamente sin el vicio que afecta al anterior y sin que
sea posible su confirmación.
la acción derivada de la nulidad absoluta es La nulidad relativa puede sanearse por prescripción.

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imprescriptible

o Nulidades totales y parciales


Teniendo en cuenta como criterio de distinción el alcance de la sanción de nulidad, podemos decir que
estamos frente a una nulidad total cuando los efectos de ineficacia se propagan a la totalidad del acto
jurídico; y estamos frente a una nulidad parcial cuando sólo una cláusula o disposición resulta ineficaz,
sin afectar la validez de aquellas partes no alcanzadas por la nulidad.

En esta línea, cabe tener en cuenta el art. 389 del Código, que dispone:

Principio. Integración. Nulidad total es la que se extiende a todo el acto. Nulidad parcial es la que afecta a una o varias de sus
disposiciones. La nulidad de una disposición no afecta a las otras disposiciones válidas, si son separables. Si no son separables
porque el acto no puede subsistir sin cumplir su finalidad, se declara la nulidad total. En la nulidad parcial, en caso de ser
necesario, el juez debe integrar el acto de acuerdo a su naturaleza y los intereses que razonablemente puedan considerarse
perseguidos por las partes.

N.Totales. N. Parciales.
Nulidad total es la que se extiende a todo el acto Cuando sólo una cláusula o disposición resulta ineficaz,
sin afectar la validez de aquellas partes no alcanzadas
por la nulidad.
Depende de que la cláusula o disposición respecto de
la cual se declara la invalidez sea separable de las otras
disposiciones, pues, de lo contrario, debe declararse la
nulidad total
La condición para que un acto jurídico pueda ser sólo
parcialmente nulo, es que sus diversas disposiciones, o
mejor dicho, los diversos actos de disposición que él
encierra, sean separables

o Efectos de la nulidad: entre partes y con relación a terceros


Cabe estudiar ahora los efectos que la acción de nulidad produce tanto respecto de las partes que intervienen en el
negocio jurídico, como de los terceros.

En primer lugar, el efecto propio que se deriva del análisis que hemos efectuado se centra en la idea de que un acto
jurídico, al ser declarado nulo, no podrá producir los efectos normales que se tuvieron en cuenta al momento de
celebrarlo. Es decir, tiene como consecuencia privarlo de sus efectos como si nunca hubiere existido.

Ahora bien, el Código Civil y Comercial ha receptado jurídicamente esta problemática analizando adecuadamente
los efectos producidos por la nulidad de los actos jurídicos en los arts. 390 a 392.

El art. 390 del Código estipula la regla general en materia de efectos de la sentencia de nulidad de los actos
jurídicos, en cuanto dispone que la nulidad pronunciada por los jueces vuelve las cosas al mismo estado en que se
hallaban antes del acto declarado nulo y obliga a las partes a restituirse mutuamente lo que han recibido.

o Efectos de la nulidad entre las partes


Ahora bien, con respecto a los efectos que la nulidad del negocio jurídico genera en relación a las partes
contratantes, es preciso diferenciar si nos hallamos en supuestos en los cuales el acto defectuoso tuvo principio de
ejecución o no.

Así, si el acto no fue ejecutado, una vez dictada la sentencia que declare su nulidad, las partes no podrán exigir o
demandar su cumplimiento. En cambio, si el acto jurídico tuvo principio de ejecución o se ejecutó en su totalidad, al
declararse su invalidez corresponde la aplicación del art. 390 del Código; las partes deben restituirse mutuamente lo
obtenido en virtud del acto anulado, a fin de volver las cosas al estado anterior al del acto inválido.

Por otro lado, debemos señalar que una o ambas partes del acto nulo por sentencia pueden haber sufrido daños
como resultado de la invalidez del acto jurídico; daños materiales y aun morales que es preciso reparar para lograr
que la situación jurídica de las partes retorne al estado anterior a la celebración del acto.

En esta línea, el art. 391 del Código expresa:

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“Hechos simples. Los actos jurídicos nulos, aunque no produzcan los efectos de los actos válidos, dan lugar en su caso a las
consecuencias de los hechos en general y a las reparaciones que correspondan.”

Desde esta perspectiva, analizando los efectos con miras al futuro, por más que el acto sea declarado nulo y, con
ello, se impida la producción de los efectos propios que se tuvieron en cuenta al momento de celebrarlo, en función
de la norma transcripta se considera el negocio jurídico anulado como un acto ilícito o hecho jurídico en general. Es
por ello que corresponde indemnizar los daños y perjuicios que hayan ocasionado, en tanto se genera la obligación
de reparar el daño causado.

Es decir que, además de la restitución, se estipula la indemnización de daños y perjuicios como acción
complementaria.

➢ Efectos de la nulidad frente a terceros


Es necesario precisar que la declaración de nulidad de un determinado acto jurídico puede generar
efectos no sólo en relación a las partes sino también con respecto a terceros.

Así, el art. 392 del Código Civil y Comercial dispone:

Efectos respecto de terceros en cosas registrables. Todos los derechos reales o personales transmitidos a terceros sobre un
inmueble o mueble registrable, por una persona que ha resultado adquirente en virtud de un acto nulo, quedan sin ningún
valor, y pueden ser reclamados directamente del tercero, excepto contra el subadquirente de derechos reales o personales de
buena fe y a título oneroso. Los subadquirentes no pueden ampararse en su buena fe y a título oneroso si el acto se ha
realizado sin intervención del titular del derecho.

Se advierte que la problemática se genera con relación a los subadquirentes, es decir aquellas personas que, en
función de un acto jurídico celebrado entre las partes, que es nulo, adquirieron un derecho real o personal,
generándose el problema en torno a si recae sobre ellos la obligación de restituir lo que hubiesen recibido en
función a dicho acto.

En esta línea, el efecto retroactivo de la sentencia de nulidad, que constituye la regla general en materia de
efectos, no sólo resulta aplicable en relación a las partes del negocio jurídico, sino también con respecto a los
terceros. Es decir que se aplica el efecto retroactivo de la sentencia de nulidad respecto de los terceros en cosas
registrables. El tercero a quien el adquirente por acto nulo ha transferido la propiedad de una cosa registrable y
otro derecho sobre la materia es alcanzado por la sentencia de nulidad y privado de esos derechos.

Ahora bien, el artículo 392 establece una limitación a la obligación de restitución que recae sobre los terceros.
Respecto de terceros subadquirentes de derechos reales o personales sobre cosas registrables, de buena fe y a
título oneroso, no procede la obligación de restitución.

Cabe precisar que, para que funcione tal protección de los subadquirentes de buena fe y a título oneroso, es
necesario que se cumplan ciertos recaudos: a) debe ser invocada por un subadquirente, b) ha de referirse a
derechos reales o personales sobre inmuebles o muebles registrables, c) título oneroso y d) buena fe.

La falta de alguno de los requisitos antes mencionados significa volver al principio general establecido y, en
consecuencia, el subadquirente estará obligado a la restitución de la cosa registrable al primer enajenante.

Por último, el precepto mencionado recepta los casos en que la transmisión de la cosa haya sido otorgada por quien
no es el titular del derecho de propiedad ni se encuentra legitimado para representarlo. Es decir, aquellos supuestos
en que el verdadero propietario no participa de la transmisión al adquirente.

En estos casos, el subadquirente de buena fe y a título oneroso no puede ampararse en la protección, pues la
primitiva enajenación ha sido realizada por quien no era su propietario.

➢ Confirmación de los actos jurídicos inválidos


La confirmación es una especie de convalidación de un acto jurídico inválido sujeto a una causal de nulidad
relativa. Es un negocio integrativo, unilateral, no recepticio, de declaración o de actuación, otorgado por aquel a
quien corresponde el derecho de demandar la nulidad del acto y que está en condiciones de concluir válidamente el
negocio principal.

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Además de la confirmación, existen otras especies de convalidación, como la ratificación (art. 369 del
CCCN), la conversión (art. 384 del CCCN) y la prescripción liberatoria (art. 2554 y ss. del CCCN).

La ratificación es una declaración de voluntad del representado que suple los defectos de representación y que
vendrá a purgar los defectos de que adolezca un acto llevado a cabo por un representante vicioso.

En relación a la conversión, decimos que, cuando se trata de un negocio jurídico formal no solemne o de
solemnidad relativa y las partes omiten darle la forma que se requiere por el ordenamiento jurídico, no por ello
se acarrea la nulidad del acto, sino que el ordenamiento le reconoce la eficacia de otro negocio jurídico con
requisitos formales menores. Tal es el caso que veíamos cuando estudiábamos “la forma de los actos jurídicos”, de
la transmisión de un inmueble por boleto privado de compraventa. Si bien la ley ordena que se realice por escritura
pública, la transmisión por boleto privado de compraventa no provoca la nulidad del acto jurídico, sino que impone
en cabeza del otorgante la obligación de escriturar.

En otro orden de ideas, la prescripción liberatoria importa la convalidación del acto viciado en virtud
del no ejercicio de la acción tendiente a demandar la declaración de nulidad.

Ahora bien, el artículo 393 del Código Civil y Comercial recepta la confirmación y dispone:

Requisitos. Hay confirmación cuando la parte que puede articular la nulidad relativa manifiesta expresa o tácitamente su
voluntad de tener el acto por válido, después de haber desaparecido la causa de nulidad. El acto de confirmación no requiere la
conformidad de la otra parte.

o En relación a los requisitos para que proceda la confirmación,


Debe tratarse de actos inválidos por vicios que causan nulidad relativa, pues en ella sólo se encuentran
afectados intereses particulares; no así en los actos con vicios de nulidad absoluta, que son
inconfirmables pues está de por medio el interés general.

a) Basta la voluntad de la persona facultada para confirmar, sin que sea necesaria la conformidad de la
otra, por lo que, una vez manifestada la voluntad de confirmar, es irrevocable y no puede argumentarse
la falta de aceptación de la otra parte.

b) La causal de nulidad debe haber desaparecido. Es decir que el defecto que afectaba la validez del acto
jurídico no debe subsistir. Por ejemplo, el menor de edad no puede confirmar por sí mismo un acto
jurídico hasta alcanzar la mayoría de edad.

c) El acto de confirmación no debe adolecer, a su vez, de otra causal de nulidad: de ser idóneo el acto de
confirmación, no sería idóneo para otorgar eficacia definitiva al acto inválido que se pretende confirmar.

d) El sujeto debe estar legitimado para confirmar: están facultados para confirmar los actos jurídicos los
mismos sujetos que se encuentran legitimados para solicitar la nulidad relativa (art. 388 del CCCN)
(Rivera y Medina, 2014).

o Diferencias con la conversión


Tal como hemos señalado, la conversión y la confirmación son modos de convalidación del acto jurídico.

a) Ahora bien, la conversión procede en aquellos supuestos en que el negocio fue celebrado con una forma
insuficiente, pero valdrá como causa fuente de la obligación de elevarlo a la forma legal. Es decir, se constituye una
obligación de hacer que, en caso de no cumplirse, podrá ser demandada judicialmente.

b) Para que proceda la conversión, es necesario que concurran dos requisitos:

c) que el acto nulo reúna los requisitos de forma y sustancia de otro acto (requisito objetivo);

d) que las partes hubieran querido al otro acto de haber previsto la nulidad (requisito subjetivo).

o Forma
De acuerdo a la forma, la confirmación puede ser expresa o tácita.

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Expresa Tacita
La confirmación expresa es la que resulta de la “La confirmación tácita resulta del cumplimiento total o
manifestación expresa de la voluntad del sujeto parcial del acto nulo realizado con conocimiento de la causa
legitimado para confirmar y se realiza mediante un de nulidad o de otro acto del que se deriva la voluntad
inequívoca de sanear el vicio del acto.” (at.394CCC)
acto escrito, sea un instrumento público o privado
La confirmación tácita es la que resulta de otros actos y
hechos de los cuales se derive la voluntad inequívoca de
sanear el vicio del acto. Por ejemplo, el pago voluntario total
o parcial, o la ejecución voluntaria de un convenio prestando
el consentimiento.

Requisitos Requisitos

a) El instrumento en el que conste la confirmación a) que la causa o causas de la nulidad hayan cesado; b)
debe reunir las formas exigidas para el acto que se que no concurra en el acto de confirmación tácita
pretende confirmar. Este recaudo sólo es exigible a los ninguna otra causal que pueda producir su nulidad;
actos jurídicos formales solemnes. No es necesario que c) que la parte confirmante tenga pleno conocimiento
el acto de confirmación sea otorgado en la misma del vicio del que adolecía el acto;
forma que el acto que se confirma, por lo que la d) que tenga, inequívocamente, intención de
confirmación puede hacerse por cualquier clase de repararlo.
instrumento.
b) La mención de la causa de la nulidad y su
desaparición: el instrumento por el que se confirma el
acto debe contener la mención precisa de la causa de
la nulidad, dejándose constancia de su desaparición.
c) La voluntad de confirmar el acto: se trata de
expresar el propósito puntual de renunciar al derecho
de invocar la nulidad relativa, es decir, de impugnar el
acto. El acto de confirmación debe contener
indicaciones precisas que individualicen al sujeto
legitimado para confirmar, a los fines de no dejar lugar
a dudas

o Efectos
El artículo 395 del Código Civil y Comercial dispone:

Efecto retroactivo. La confirmación del acto entre vivos originalmente nulo tiene efecto retroactivo a la fecha en que se celebró.
La confirmación de disposiciones de última voluntad opera desde la muerte del causante. La retroactividad de la confirmación
no perjudica los derechos de terceros de buena fe.

De la norma transcripta surge que la confirmación tiene efecto retroactivo al día en que tuvo lugar el acto. Así, si el
acto se ejecutó o tuvo principio de ejecución, la confirmación impide que el acto sea impugnable en el futuro; en
cambio, si no se ejecutó, luego de la confirmación se podrá exigir el cumplimiento.

Por otro lado, en las disposiciones de última voluntad, la confirmación opera desde la muerte del causante, pues es
la fecha a partir del cual tales disposiciones adquieren eficacia.

Por último, la norma establece que el efecto retroactivo de la confirmación no perjudica los derechos de los
terceros, es decir que dicho efecto les es inoponible. Los terceros protegidos son los sucesores a título singular de
derechos reales transmitidos válidamente por quien pudo demandar la nulidad en el período transcurrido entre la
celebración del acto inválido –ya cesada la causal de invalidez– y su confirmación; en relación a estos terceros, la
confirmación es inoponible.

Por ejemplo, cuando una persona ha confirmado en la mayor edad la venta de un inmueble hecha en la minoridad,
esta confirmación no tiene efecto respecto de un segundo adquirente al cual el que era menor hubiese traspasado
la propiedad siendo mayor y antes de la confirmación de la primera venta (Tagle, 2002).

Finalmente, debe señalarse que, en cuanto a los acreedores de la parte que confirma el acto inválido, quedan
alcanzados por el efecto retroactivo de la confirmación y, por ende, excluidos de la salvedad que consagra el último
párrafo del artículo.

65
o La inoponibilidad
Definición. La inoponibilidad implica la existencia de vicisitudes extrañas al negocio jurídico que se producen con
posterioridad a su constitución. Presupone un acto válido y está enderezada a la protección de los terceros, por lo
que la privación de los efectos es sólo relativa.

La inoponibilidad es un supuesto de ineficacia que implica que el acto jurídico es válido y eficaz entre las partes
pero no produce efectos frente a determinados terceros, protegidos por la ley.

En efecto, es la sanción establecida por la ley a un acto válido en sus comienzos, pero que se torna ineficaz por
incumplimiento de algún requisito adicional que le es exigido por la ley para la producción plena de sus efectos,
especialmente en relación a determinados terceros interesados.

Diferencia oponibilidad-nulidad:

Oponibilidad Nulidad
ambos configuran supuestos de ineficacia ambos configuran supuestos de ineficacia
El acto jurídico es perfectamente válido entre las En los supuestos de nulidad, el acto no sólo es ineficaz
partes pero no produce efectos respecto de terceros respecto de los terceros sino también con relación a
salvo en los casos previstos por la ley, en función de las partes, en tanto la privación de efectos se produce
una causa extrínseca o posterior a la celebración del por un defecto existente en la estructura misma del
acto, constituyendo por ello una ineficacia de carácter acto y desde su origen, es decir, desde el momento
funcional y relativa. mismo de su celebración, constituyendo una ineficacia
de carácter estructural y absoluta.
Se alude a dos tipos de inoponibilidad: Absoluta o relativa./Totales o parciales
1)la inoponibilidad positiva, en los casos de actos
válidos y eficaces en general, pero ineficaces frente a
ciertos terceros (por ejemplo, el acto fraudulento es
inoponible al acreedor que triunfó en la acción de
declaración de inoponibilidad, como consta en el art.
342 del CCCN)
2) la inoponibilidad negativa, cuando es inválido o
ineficaz entre partes, pero esa ineficacia no es
oponible frente a ciertos terceros (por ejemplo, en el
supuesto que prevé el art. 392 del CCCN, que impide
hacer valer la nulidad frente al subadquirente a título
oneroso de buena fe).

o Efectos
la inoponibilidad priva al acto jurídico de eficacia sólo en relación a determinados terceros a quienes la ley brinda
protección; pero el acto inoponible es válido y eficaz erga omnes (entre las partes y en relación a terceros en
general), salvo aquellos terceros prefijados por la ley (terceros interesados).

o Oportunidad para invocar la acción


La inoponibilidad puede hacerse valer en cualquier momento, sin perjuicio de la otra parte a oponer la prescripción o la
caducidad (art. 397 del CCCN).

o Legitimados
- El tercero interesado puede recurrir a la justicia para hacer cesar los efectos propios del acto que lo
perjudica, sea por vía de acción o de excepción.
- La acción de inoponibilidad es prescriptible. Por ejemplo, en el caso de la declaración de inoponibilidad
en el fraude, la acción prescribe a los dos años desde que se conoció o pudo conocer el vicio del acto, por
lo que, intentada la acción después de ese plazo, se podrá interponer la defensa de prescripción.
- La acción de inoponibilidad es renunciable y el acto inoponible puede sanearse y tornarse plenamente
eficaz. Por ejemplo, el instrumento privado sin fecha cierta es inoponible a los terceros (Art. 317 del
CCCN), pero, por ejemplo, una vez presentado en juicio, adquiere fecha cierta y se torna oponible a
terceros.

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