You are on page 1of 10

Un cuento de navidad

Escena I (oficina)
Narradora: Llagada otra vez la Navidad en Pochongo, Zacatecas vivía un hombre llamado
Roque Jumbroso. Era un hombre muy trabajador, pero al mismo tiempo era conocido como
una persona malvada, codiciosa, cruel y tacaña, que no sabía lo que significaba ni el amor ni
la generosidad.

Narradora: El día de la Nochebuena Don Roque y su empleado, Eficacio Godinez se


encontraban trabajando en su oficina. Como de costumbre, Don Roque contaba su dinero
mientras Eficacio contaba los minutos para regresar a su hogar con su familia.

Eficacio: ¡Vaya! siempre hace frío en esta oficina, pero Don Roque no quiere comprar Leña,
dice que es un desperdicio de dinero.

(De repente se abre la puerta y entra su sobrino)

Felizando: ¡Feliz Navidad, Tío!

Roque: ¿Navidad? ¡Tonterías! La Navidad es sólo una mentira.

Felizando: No lo dices en serio Tío.

Roque: Claro que lo digo en serio. La Navidad, es sólo una excusa para no trabajar. Además,
¿qué motivos tienes tú para ser feliz? ¡Eres tan pobre!

Felizando: Y, ¿qué motivos tiene tú para estar triste? ¡Eres tan rico!

Roque: ¡Bah!

Felizando: No te enojes Tío.

Roque: ¿Por qué no habría de enojarme? Vivo en un mundo loco rodeado de tontos. ¡Feliz
Navidad! ¿Qué es la Navidad? Sólo una época para pagar cuentas con dinero que no tienes.
Donde te ves a ti mismo un año más viejo, y no más rico. Una época en la que se compran
regalos que no se pueden pagar.

Felizando: ¡Pero Tío!

Roque: Vete a celebrar la Navidad a tu manera, y déjame a mi celebrar a mi manera.

Felizando: Sé que hay algunas cosas que no hice bien, que no supe aprovechar, pero la
Navidad, es el único día en que la gente parece llevarse bien. Es un momento para perdonar,
amar y ser caritativos. Y la gente abre sus corazones, Tal vez, la Navidad no me ha dado una
moneda de oro o plata, pero me hace sentir bien, por eso digo: ¡Bendita sea la Navidad!

Roque: ¡Oh! ¡Vaya discurso maravilloso! ¿Me pregunto por qué no trabajas para el gobierno?

1 de 10
Felizando: No te enojes tío y ven a mi casa esta noche. Mi esposa y yo estamos preparando
una cena deliciosa, tú serás nuestro invitado especial.

Roque: Gracias, pero ¡no!

Felizando: ¿Por qué tío?

Roque: ¿Por qué tuviste que casarte?

Felizando: Porque me enamoré

Roque: ¿Por qué te enamoraste? ¡Que tengas un buen día!

Felizando: Pero, tío, nunca has venido a mi casa, y estás utilizando mi matrimonio como una
excusa. Eso no es justo.

Roque: ¡Que tengas un buen día!

Felizando: No necesito nada de ti. Nada te pido. ¿Por qué no podemos ser amigos?

Roque: ¡Que tengas un buen día!

Felizando: Siento que hayas tomado esa decisión, pero insisto en celebrar la Navidad, así
que, ¡Feliz Navidad tío!

Roque: Que tengas un buen día, y ¡adiós!.

Felizando: Como quieras, y tú Eficacio que pases una Feliz Navidad.

Eficacio: Deseo lo mismo para usted, adiós señor.

Roque: ¿Qué te parece? Un empleado que gana el salario mínimo, con esposa e hijos,
hablando de una Feliz Navidad. ¡Debe estar loco!

Eficacio: Señor, revisé ya todas las cartas, terminé de archivar, traje más leña y barrí las
cenizas. Y ya es hora de cerrar, así que…

Roque: Bien, si ya terminaste tu trabajo, te puedes ir

Eficacio: ¿don Roque? Mañana es Navidad, un día para pasarlo con la familia y…

Roque: ¿Supongo que quieres el día libre?

Eficacio: Sí, señor al fin y al cabo es Navidad.

Roque: ¿Navidad?, Está bien. Tómate el día libre mañana, pero llegas temprano al siguiente.

Eficacio: Sí, señor. Feliz Navidad

2 de 10
Roque: ¡Estupideces!

Escena II (casa rica)

Narradora: Eficacio se fue a su casa. Y Don Roque regreso a su escritorio para terminar sus
cuentas del día. Al cabo de unas horas, cerró sus libros de contabilidad y cerró la oficina. Ya
en su casa subió las escaleras para ir a su dormitorio, se sentó en una silla a lado del fuego y
comenzó a cenar. De repente escuchó el sonido de unas viejas campanas y un ruido fuerte y
extraño que parecía provenía del exterior.

Roque: ¡¿Quién está haciendo ese ruido?! O ¡Me habré quedado dormido!

Narradora: El extraño ruido continuó, hasta que pudo ver a un raro personaje que
atravesaba la puerta del dormitorio.

Roque: ¡Creo que estoy soñando!

Prócoro: ¡Esto, no es un sueño!

Roque: ¡Te conozco! Eres Prócoro mi socio, pero… ¿Qué quieres de mí?

Prócoro: ¡Quiero mucho de ti! ¿Ves estas cadenas? Estoy encadenado a todos mis pecados,
mis culpas y mi maldad.

Roque: ¿De qué pecados hablas? Fuiste muy trabajador y un buen empresario

Prócoro: ¿Empresario? ¡Me aproveché de la gente!... Mientras estuve vivo, nunca aprendí el
valor del amor y de la caridad. Ahora, tengo que vagar por la tierra, sin encontrar la paz.
¡Escúchame Roque, he venido esta noche para advertirte! Aún tienes la oportunidad de
cambiar, y si no lo haces, tendrás la misma suerte que yo. Escúchame bien, esta noche te
visitaran tres ángeles, El primero llegará cuando el reloj marqué las 10, El segundo llegará a
las 11 y El tercero cuando el reloj de la última campanada de las doce. No lo olvides, es tú
última oportunidad para cambiar… (sale de escena)

Escena III

Narradora: El espíritu salió de la habitación a través de una ventana. Don Roque se cubrió
con una cobija temblando, y se durmió. Pasando los minutos el reloj marcó las 10 y una
extraña criatura ya estaba junto a él.

Roque: ¿Quién eres?

Ángel I (Navidad pasada): Soy un compañero de viaje, estaremos juntos una hora, por lo
pronto, olvídate de tus miedos y temores, y acompáñame.

Narradora: El Ángel llevó a Roque hasta un pequeño pueblo donde empezó a recordar.
Recordó las casas, la iglesia, el río, el puente y la gente.

3 de 10
Ángel I (Navidad pasada): No tengas miedo… Aquí nadie puede vernos ni oírnos. Sólo son
sombras del pasado. Solamente observa todo lo que está alrededor. Mira, la escuela no está
vacía. Hay un niño pequeño, solo, olvidado por todos, por sus amigos. Lo conozco pobre niño.
Ahora vamos a ver cómo festejan la Navidad.

Roque: Esta casa me parece conocida, ¡Es mi casa! Donde me críe.

Ángel I (Navidad pasada): ¿Y reconoces a ese niño que está allí leyendo, solo?

Roque: Soy yo de niño, pero… ¿Por qué esta solo?

Ángel I (Navidad pasada): Tú debes saber la respuesta

Roque: Porque mis padres estaban trabajando, por eso siempre estaba solo. Por eso mis
Navidades eran tristes y solitarias.

Ángel I (Navidad pasada): Ven, sígueme, no tenemos mucho tiempo…

Roque: ¡No, ya he visto suficiente! ¡No me tortures!

Ángel I (Navidad pasada): No me eches la culpa. Te dije que todo eran sombras del las cosas
que fueron.

Roque: ¡Llévame de regreso!

Ángel I (Navidad pasada): Sólo nos queda una última parada, nuestro tiempo se acaba.

Narradora: Don Roque aparece en un jardín, cuando todavía era un hombre joven al lado de
una hermosa dama, que tristemente le decía

Filomena: No puedo casarme contigo Roque, hay algo que siempre has amado más que a mí.

Roque: Tonterías, no amo a ninguna otra mujer, lo sabes bien Filomena

Filomena: ¡No! Tú amas el dinero, Lo amas más que a nada en el mundo

Roque: No hay nada de malo en amar el dinero

Filomena: Cuando nos comprometimos éramos pobres y felices, pero tú cambiaste, espero
que seas feliz con la vida que escogiste.

Narradora: La mujer se alejó corriendo del jardín. Don Roque y el Ángel la siguieron, y
pudieron ver cuál sería el futuro de ella.

Niña I: ¿Me detienes mi bolsa mamá?

Roque: ¿Son sus hijos?

Ángel I (Navidad pasada): Así es, pero pudieron haber sido tuyos.

4 de 10
Niña II: ¡Papá! (lo abraza)

Roque: ¡Basta! Regrésame a mi casa (Regresan) Gracias a Dios todo fue un sueño.

Escena IV

Narradora: Entonces volvieron a sonar las campanadas del reloj

Ángel II (Navidad presente): No, Roque, no fue un sueño.

Roque: ¿Supongo que eres el nuevo acompañante?

Ángel II (Navidad presente): Así es, soy tu nuevo compañero y tengo mucho que mostrarte.
¡Apúrate no podemos llegar tarde!

Narradora: Caminaron juntos hasta una calle con mucho movimiento. Iniciaron un
recorrido por todo el mundo y encontraron mucha gente comprando regalos de último
momento, las tiendas permanecían abiertas, la gente cocinaba sus mejores platillos, las
campanas de la iglesia sonaban. Todos asistían al templo con sus mejores ropas. Todos
sonreían

Roque: Todos parecen tan felices.

Ángel II (Navidad presente): Es Navidad ¿Qué esperabas?

Roque: ¿Quieres decir que están felices sólo por que es 25 de Diciembre?

Ángel II (Navidad presente): Sí, Hoy pueden dejar de lado sus problemas y estar con sus
familias. Se dedican a disfrutar la comida y sentirse contentos de todas las bendiciones que
reciben.

(casa pobre)

Narradora: Pronto llegaron a la casa de Eficacio y se quedaron parados frente a la puerta, el


Ángel bendijo la humilde casa y Don Roque vio a Eficacio jugando con sus hijos

Roque: ¿Es aquí donde vive Eficacio?

Ángel II (Navidad presente): Claro, con su salario, es todo lo que puede pagar.

(Rosa entra al comedor llevando un pequeño pavo en una bandeja)

Roque: ¡Parecen tan pobres! Sus ropas son viejas

Ángel II (Navidad presente): Si observas bien, notarías todo el amor que se puede sentir
aquí.

5 de 10
(Eficacio levanta al niño de una silla y lo lleva hasta la mesa. El niño es pálido delgado y lleva
una muleta)

Roque: ¿Qué le sucede? ¿Por qué no camina?

Ángel II (Navidad presente): Está muy enfermo. Su nombre es Pablo y sus padres no tienen
dinero para pagar un doctor, así que, tal vez muera.

Roque: Pero debe haber algo que pueda hacerse. Por Favor, dime que no morirá.

Ángel II (Navidad presente): Si el futuro no cambia con seguridad morirá.

Roque: ¡No! ¡No!

Ángel II (Navidad presente): De todos modos ¿qué te importa? Eso hará que disminuya la
población mundial, ¿No es cierto?

Narradora: Don Roque se dio cuenta que eran sus propias palabras y sintió lastima por sí
mismo. Entonces escucho su nombre

Eficacio: Don Roque ¡Felicidades! Gracias a usted tenemos esta cena

Rosa: ¡vaya! ojalá pudiera verlo y agradecerle personalmente

Eficacio: Querida… olvida los rencores… ¡Es Navidad!

Rosa: Lo sé querido, tienes razón espero que tenga una Feliz Navidad y un Próspero Año
Nuevo

Eficacio: Vamos a brindar por nuestra Navidad, y por todos los demás, ¡Feliz Navidad y que
Dios nos bendiga a todos!

Narradora: Como se hacía tarde el Ángel llevó a Don Roque por diferentes lugares del
mundo, para que pudiera ver como se celebra la Navidad, algunos, aunque pobres eran
felices y disfrutaban estar en familia y con amigos…

Felizardo: vengan… escuchen todo lo que dijo mi tío

Roque: Reconozco esa voz. Es mi sobrino está en una fiesta

Felizando: Jajajaja… además dijo que la Navidad era sólo una mentira.

Berthina: Debería sentirse avergonzado.

Dulcina: Pero que hombre tan negativo

Felizando: Es muy divertido, pero no es una persona agradable.

Berthina: Me dijiste que es muy rico.

6 de 10
Felizando: ¿Y eso qué querida? No le sirve de nada su riqueza. No hace nada con su dinero.

Abundino: No vino a cenar con nosotros esta noche porque está muy ocupado contando su
dinero jajajaja…

Felizando: Prefirió enojarse con nosotros que venir a divertirse.

Roque: No les agrado.

Ángel II (Navidad presente): No al menos que el futuro cambie.

Roque: ¿Y cómo puedo cambiar el futuro?

Ángel II (Navidad presente): Eso sólo tú debes saberlo

Escena V

Narradora: Continuaron su viaje. Visitaron muchos países y Don Roque se sintió cansado
después de una hora muy larga.

Roque: ¡Vaya! Nuevamente estoy en mi casa

Narradora: Al llegar otro Ángel ya lo esperaba

Roque: ¿Quién eres? ¿Estás aquí para mostrarme como puedo cambiar el futuro?

Narradora: El Ángel no respondió, se dirigió hacia la puerta y señaló a dos hombres que
hablaban.

Roque: Los conozco. Hago negocios con ellos. Somos amigos. Les caigo bien desde siempre.

Hombre 1: Pobre viejo, nadie lo quiere

Hombre 2: Lo sé, me da mucha pena, pero es tan perverso

Hombre 1: Me dijeron que está muy enfermo, y por eso podríamos aprovecharnos

Hombre 2: ¿Quién lo cuida?, ¿no tiene sirvientes?

Hombre 1: Nadie. Ya sabes que siempre quiso vivir solo, así que podemos robarlo

Hombre 2: ¡Hum! tampoco tiene amigos y como nadie lo visita…

(El Ángel camina y Roque lo sigue hasta una pequeña casa)

(casa pobre)

Roque: Ya hemos estado aquí antes. Es la casa de Eficacio

7 de 10
(Allí se encontraba Eficacio junto a su hijo. El niño estaba muy enfermo)

Roque: Pero… ¿Por qué está llorando? La última vez que los ví estaban muy felices.

Narradora: El niño estaba muy enfermo, dormido, más delgado y muy pálido.

Rosa: Querido ¿Qué vamos a hacer? ¿Le pediste ayuda a Don Roque?

Eficacio: Sí, pero no puede ayudarnos. Pero Felizando nos ayudará, estoy seguro.

Rosa: Espero que no sea demasiado tarde ¿qué haremos sin nuestro hijo?

Roque: Dime qué le sucede al pequeño. ¿Acaso va a morir? ¿Qué puedo hacer para ayudarlo?
Por Favor, ¡dime!

Narradora: El Ángel no respondió, siguió caminando seguido por Don Roque hasta que
apareció en un lugar frío y neblinoso.

Roque: ¿Dónde estamos? ¡Esto es un cementerio! ¿Por qué me trajiste a este lugar?

(El Ángel le mostró a Roque una tumba, Roque se acerca a observar la tumba. Y ahí grabado
estaba su nombre)

Roque: ¡No! ¡No! ¡Escúchame he cambiado! Por favor, dime que puedo cambiar. Honraré la
Navidad en mi corazón. No olvidaré las lecciones que todos me han enseñado por favor, dime
que puedo borrar mi nombre se esa tumba.

(casa rica)

(Angustiado, tomó la mano del Ángel pero este la rechaza, Roque desesperado se lleva las
manos a la cara e inesperadamente despertó en su casa)

(Escena VI)

Roque: ¿Qué pasa?... ¡Oh gracias! ¡Me han concedido otra oportunidad! No sé cuánto tiempo
ha pasado, pero…

(Entonces escuchó que sonaban las campanas de la iglesia vio a una niña en la calle y gritó)

Roque: ¡Oye tú! ¿Qué día es hoy?

Niña: Es Navidad, señor. La mañana de Navidad.

Roque: ¡Muy bien! No ha pasado mucho tiempo todavía…

(Entonces sacó una bolsa de dinero y llenó de monedas la mano de la niña)

Roque: Mira muchacha, hay un pavo grande y jugoso en la carnicería que está al final de la
calle. Cómpralo y llévalo a la casa de Eficacio mi empleado, ¿lo conoces?

8 de 10
Niña: ¡Sí señor!

Roque: ¡Oh! ¡Niña espera…!

Niña: ¿Dígame señor?

Roque: ¡Que tengas una Feliz Navidad!

Niña: Gracias, Señor. Que usted también tenga una feliz Navidad.

(casa mediana)

Narradora: Vestido con su mejor ropa, se dirigió hacia la casa de su sobrino. Se sentía
realmente feliz y emocionado. Saludaba a todos y los trataba con amabilidad.

Roque: Niño toma este dinero cómprate y comparte dulces de Navidad.

Niño: Gracias señor.

Roque: Feliz Navidad

Narradora: cuando llegó a la casa de su sobrino éste se sorprendió al verlo.

Felizando: ¡Tío estoy feliz de verte! Me alegra que hayas cambiado de opnión y vengas a
celebrar la Navidad con nosotros.

Roque: Gracias por aceptarme.

Berthina: ¡Don Roque bienvenido! Estamos felices de tenerlo aquí. Ha llegado justo a tiempo
para el pavo.

Roque: Gracias. Nunca había comido una cena tan deliciosa. Pero ahora tengo que irme tengo
tantas cosas que hacer y mucha gente que visitar.

(casa pobre)

Narradora: Don Roque fue rápidamente hacia la casa de Eficacio, Rosa no podía creer ver a
Don Roque parado frente a ella.

Rosa: Don Roque, pero… ¡Que sorpresa! Queremos agradecerle por el enorme pavo que nos
envió.

Roque: Fue un placer para mí.

Eficacio: No sabe usted cuanto se lo agradecemos Don Roque

Roque: Mira Eficacio, sé que has trabajado largas jornadas durante muchos años sin
quejarte, por lo tanto debes saber que te subiré el sueldo y también ayudaré a sostener a tu
familia.

9 de 10
Efiacio: ¡Gracias Don Roque, usted siempre será bienvenido en esta familia!

Rosa: ¡Feliz Navidad! (Se abrazan todos)

Narradora: Don Roque hizo más de lo que dijo, cuidó al Pablo como si fuera su segundo
padre. Había cambiado, ahora tenía muchos amigos y estaba muy cerca de su familia. Y cada
vez que convivía con alguien siempre decía…

Roque: Que Dios nos bendiga a todos. Que Dios bendiga a cada familia.

FIN

10 de 10

You might also like