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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior

Universidad José Antonio Páez

Facultad de Ingeniería

Escuela de Ingeniería civil

Cátedra de Seminario

Problema de las viviendas en Venezuela

Profesor: Alumno:

José Antonio Ruíz Luisa Fernández

CI.25.521.612

San Diego, mayo de 2019


Introducción

En todo país existe un porcentaje de la población que está en una situación de


déficit de vivienda, esto quiere decir que no posee las condiciones adecuadas de
un hogar o residencia en buenas condiciones y con todos los servicios
disponibles en ella. El acceso a una vivienda digna es un derecho humano
fundamental y satisfacer esta demanda social representa un gran desafío para
los gobiernos que deberían promover programas de vivienda orientados a
garantizar este derecho y abatir la desigualdad social.

En los últimos años, el Estado venezolano se olvidó del problema del habitad
y se dedicó a construir viviendas con lo cual se han agudizado las problemáticas
de seguridad, salubridad, servicios, atención de salud primaria, escolaridad,
transporte, aguas servidas, corrupción, etc. La construcción de viviendas por
parte del Estado venezolano, a través de la denominada Gran Misión Vivienda
Venezuela, se ha convertido en los últimos años en la política más emblemática
del gobierno actual.

Se calcula que en el mundo viven en asentamientos marginales más de mil


millones de personas. Los urbanistas brasileños temen que los barrios de favelas
pronto van a ser "más grandes y populosos que las ciudades donde se
establecieron".
Problema de las viviendas en Venezuela

La falta de vivienda es uno de los principales problemas que aqueja a los


venezolanos y, en algunos casos, varias generaciones de familiares viven bajo
un mismo techo o en improvisadas construcciones en terrenos vulnerables. Para
entrar en contexto se debe conocer el listado actualizado con la población de los
estados de Venezuela según las proyecciones de población para el año 2019 del
Instituto Nacional de Estadística venezolano; dentro del mismo podemos
destacar los siguientes estados que cuentan con mayor población encabezado
por Zulia con una cantidad de habitantes de 4. 311. 625, seguido por Miranda
cuya población es de 3. 292. 731, Carabobo con 2. 543. 595 habitantes, Lara la
cual cuenta con 2. 047. 825 de personas y Distrito Capital con una población de
2. 089. 012. De acuerdo se puede establecer una relación entre los kilómetros
cuadrados que ofrece el estado y su número de habitantes, de allí poder deducir
si existe una sobrepoblación que a su vez genera como se ha podido observar
durante los últimos años invasiones, construcciones de riesgo, insalubres, hasta
el no tener un techo digno donde habitar. Pero ello no es solo ocasionado por lo
antes expresado, el gobierno forma parte fundamental de esta gran
problemática, ya que es su deber velar por el bienestar de cada ciudadano del
país.

Representantes del Gobierno del presidente Hugo Chávez, así como sus
críticos coinciden en que el déficit habitacional es de unos 2 millones de
viviendas, en un país de unos 29 millones de habitantes.

El Gobierno acusa a sus antecesores del problema y la oposición alega que es


una muestra del fracaso de la gestión del socialista Chávez, quien lleva 12 años
al mando del país miembro de la Organización de Países Exportadores de
Petróleo (OPEP).En este escenario, el militar retirado lanzó a inicios de mayo la
“Misión Vivienda Venezuela” (MVV) como una iniciativa para cubrir el déficit
habitacional, poner en movimiento a la economía y generar empleo mientras el
Producto Interno Bruto (PIB) comienza a recuperarse de una fase recesiva.

La oposición duda de la efectividad del plan y acusa a Chávez de hacerlo con


miras a los comicios presidenciales del 2012, en los que ha dicho que buscará
la reelección para continuar con un mandato que comenzó en febrero de 1999.
Durante su gestión, Chávez ha presentado al menos ocho planes para acabar
con la crisis habitacional del país petrolero, la mayoría de ellos con pobres
resultados. El primer intento por disminuir los extensos cinturones de pobreza
que rodean a las ciudades se dio en el 2002, cuando procuró ejecutar un plan
para asegurar a los ocupantes de los barrios la tenencia de la tierra y su sucesiva
organización.
Al menos un 50 por ciento de la población de la capital Caracas vive en barrios
pobres, situación que puede extrapolarse al resto del país, cuyas cifras de
pobreza son parte de la disyuntiva y polarización entre el Gobierno y la oposición.
El Gobierno sostiene que la pobreza total ha disminuido a menos del 30 por
ciento, desde los niveles del 70 por ciento en el 2006. Pero la oposición no cree
en esas cifras y sostiene que la mayoría en Venezuela no tiene para cubrir sus
necesidades básicas.

Entre los variopintos planes presentados por el “Comandante” destacan las


“Petrocasas”, hechas de un material plástico derivado del petróleo (PVC); la
sustitución de casas de zinc por viviendas mejor construida y otras dos misiones
que antecedieron a la presente: Misión Villanueva en el 2007 y Misión Vivienda
y Hábitat en el 2004. En 12 años de gestión, el Gobierno ha construido 284.000
viviendas, un gran déficit si se toman como base estudios privados que señalan
que para cubrirlo y solucionar el problema se deben edificar 120.000 soluciones
habitacionales por año.

La MVV tiene como meta construir 2 millones de viviendas hasta el 2017. El


plan de acción contempla edificar 150.000 unidades en el 2011, 200.000 en el
2012 y 300.000 anuales desde el 2013 hasta el 2017. Desde el sector público
la iniciativa será financiada por los altos precios del crudo y un nuevo impuesto
petrolero. El ministro de Energía, Rafael Ramírez, dijo que la primera etapa de
la MVV costará 60.000 millones de bolívares (unos 14.000 millones de dólares).

Existe un divorcio entre el Gobierno y algunos constructores, a los que ha


acusado de estafar a los compradores. A finales del 2010, Chávez ordenó la
expropiación de varios proyectos de vivienda que habían incumplido los plazos
de entrega o inflaron sus precios originales de venta. Muchos constructores y
representantes de firmas inmobiliarias abandonaron el país, otros fueron
detenidos. En su defensa dicen que las demoras y los reajustes de precio fueron
causados por la falta de materiales de construcción en el mercado, a causa de
la estatización de cementeras y productoras de cabillas. Según datos de la
Cámara de la Construcción de Venezuela, la actividad en el sector decayó hasta
en un 30 por ciento en el primer trimestre del 2011. El gremio que agrupa a parte
de los contratistas que planean trabajar para el Estado en el marco de la MVV
dijo que el año pasado se construyeron unas 61.000 casas, de las cuales 16.000
fueron promovidas por el sector público. La MVV comenzó con un censo para
conocer el número de familias sin casa o que viven en zonas con riesgo de
desastre. El primer fin de semana fueron registradas 102.000 familias, mientras
que a mediados de mayo la cantidad llegó a alcanzar unas 500.000. Ante la
masiva respuesta al censo, el Gobierno aclaró que priorizará la entrega de
viviendas a las personas calificadas como las más necesitadas y no por orden
de inscripción.
El mercado inmobiliario se ha visto golpeado debido a que la demanda de
compra de viviendas supera con creces a la oferta, lo que dispara los precios y
hace casi imposible fijar un precio por metro cuadrado de construcción. La falta
de vivienda desencadena problemas en el arriendo de inmuebles, mercado
enrevesado por leyes y reformas que benefician al inquilino en desmedro del
propietario. El Gobierno ha dicho que los desalojos no están prohibidos, pero
que trabaja para proteger los derechos de los propietarios.

En el censo del 2001, el último realizado, fueron estimadas unas 600.000


viviendas en alquiler, pero, según la Cámara Inmobiliaria, en el 2010 esa
cantidad disminuyó a entre un 5 y un 6 por ciento de las viviendas totales, es
decir, a unas 250.000 unidades. Para el 2011 se calcula que la oferta de
viviendas en alquiler bajó a un 2 por ciento del total.

Esta administración logra que cada año más de 65.000 venezolanos no


cuenten con un techo. Cada año se ve con mayor claridad los efectos y
resultados de toda esta situación. Son muchos los planes que se pueden tomar
para contrarrestar el problema, pero estos pueden seguir las siguientes pautas
tomadas de algunos proyectos que tuvieron otros países en una situación similar
y obtuvieron resultados positivos:

1. El Estado concentró sus esfuerzos de vivienda en los que menos


tienen complementándose con el esfuerzo privado
-No hay mercado de financiamiento ni de construcción para los más
pobres. El Estado asume el financiamiento para la construcción de estas
viviendas.
-Las viviendas construidas (financiadas) por el Estado son construidas
realmente por el sector privado bajo contrato.

2. El Estado subsidia a la demanda


-Los subsidios son a la demanda y no a la oferta ni a los insumos ni a los
materiales.
-Los ciudadanos escogen cual es la vivienda que desean comprar y el
Estado les facilita el subsidio.
-Las empresas de construcción privadas compiten para ganarse la
preferencia de los consumidores.

3. La asignación de viviendas por parte del Estado es transparente y


estimula el ahorro
-Existe una lista pública con elaborada con base en criterios de puntaje
claros.
-El ahorro y la bancarización son obligatorios para estar en la lista.
-La prioridad se otorga con base en el ahorro, el número de familiares y
antigüedad en el programa.

4. Un manejo exitoso de la inflación y crecimiento económico


-Expresión del valor de la vivienda en Unidades de Fomento con el
objetivo de considerar la inflación.
-Abatimiento de la inflación.
-Despegue del crecimiento económico.

5. Crecimiento masivo del financiamiento a la construcción y compra


de vivienda
-Existencia de fondos privados dispuestos a invertir en el largo plazo
(vivienda), tales como fondo de pensiones y empresas de seguro.
-Titularización de hipotecas y desarrollo del mercado de capitales.

La situación de la vivienda está asimismo muy relacionada con la inseguridad.


En entornos donde se malvive hacinado, sin servicios y teniendo que recorrer
oscuros y peligrosos callejones en los que no entra la policía es casi imposible
impedir la criminalidad. Así que ambos problemas pueden compartir al menos
parcialmente una misma solución. Con las alturas suficientes y dejando la mitad
del suelo para calles, parques y respetando los grados del pendiente se puede
edificar en la misma superficie más de siete apartamentos por cada rancho
previamente existente, es decir, con el suelo de unos 140.000 ranchos es posible
construir más de un millón de apartamentos decentes, en un entorno adecuado
y más seguro. Las estimaciones indican que para esto se requerirían unas 1.250
hectáreas, en las que se sustituirían mayoritariamente y de forma progresiva los
ranchos por nuevas viviendas, sin requerir de expropiación alguna. Construir un
millón de viviendas, urbanizando y con el beneficio al promotor, puede requerir
de unos 70.000 millones de dólares, una minucia comparado con lo que se ha
regalado al exterior y lo que se ha perdido entre los dedos de algunas manos,
sobre todo si se toma en cuenta que se resuelve totalmente el problema de
vivienda a la clase más necesitadas.

El pago puede reconocer un 10% o 15% por el aporte del suelo y la demolición
del rancho. El resto podría ser pagado por el propietario a 30 años a un tipo de
interés igual al que obtendría el Estado para financiar las obras, con una cuota
que nunca podría superar un porcentaje del salario mínimo. Es posible edificar
un millón de viviendas adicionales en menos de 10 años a un costo final para el
Estado de 10.000 millones de dólares, logrando un enorme impacto en la
economía con la creación de miles de empleos. Un gobierno preocupado por el
país eliminaría las barreras políticas y económicas que limitan la construcción de
viviendas y comenzaría a desarrollar de una vez un plan.
En los últimos años, el Estado venezolano se olvidó del problema del habitad
y se dedicó a construir viviendas con lo cual se han agudizado las problemáticas
de seguridad, salubridad, servicios, atención de salud primaria, escolaridad,
transporte, aguas servidas, corrupción, etc. La construcción de viviendas por
parte del Estado venezolano, a través de la denominada Gran Misión Vivienda
Venezuela, se ha convertido en los últimos años en la política más emblemática
del gobierno actual. Pese a ello, no ha escapado de la realidad política, social y
económica del país, denuncias de corrupción e irregularidades en cuanto a
eficiencia de la política, y en general cuestionamientos acerca del cumplimiento
de la garantía del derecho a una vivienda adecuada según los estándares
internacionales establecidos en la Observación General Nº 4 del Comité de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las Naciones Unidas. Para julio
de 2015, el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las
Naciones Unidas manifestó su preocupación con respecto a la política en materia
de vivienda, específicamente sobre la persistencia de asentamientos informales
y el constante déficit de vivienda en el Estado parte, así como la información
sobre las deficiencias de las viviendas construidas y el deterioro del medio
urbano. En cuanto al presupuesto destinado a la política pública en materia de
vivienda, se destinó un monto de Bs. 13.651 millones, lo que significa una
disminución real del 90% con respecto al total gastado para el año 2015. Dichos
proyectos deben tener un enfoque a futuro, que sea de crecimiento y proyección,
que no sea un plan para resolver un problema y salir de él. De manera que en
los próximos años no terminen siendo un fracaso y zonas en la que no merezca
la pena adquirir una vivienda.
Conclusión

El problema de vivienda en Venezuela es la insuficiencia de viviendas


adecuadas y la vulnerabilidad del hábitat, son reflejo de la difícil situación
económica y social que vive buena parte de la población venezolana.

También se deben realizar proyectos de ciudades que tengan un buen diseño


de urbanismos, para que a futuro no tengan deficiencias en servicios básicos
como agua, luz, aseo urbano, etc. como los tienen muchos sectores que al
formarse no tuvieron ningún orden de distribución ni nada similar, y solo se
limitaron a colocar un hogar encima de otro colapsando todas las redes que
proveen de todas las necesidades de un hábitat óptimo.

La pobreza espiritual y de conocimiento o ambas, de una porción


indeterminada de la dirigencia venezolana, desde el pasado hasta el presente,
han influido en el lento avance que se ha alcanzado hasta ahora. En el modelo
de Estado androcéntrico, rentista petrolero, básicamente mono exportador y de
“economía de puertos”, variable independiente, podemos encontrar las raíces de
las causas a la problemática de vivienda y hábitat en Venezuela; cuya
vertebración originaria en el territorio estuvo condicionada por la extracción de
materias primas hacia el centro del poder monárquico, conllevando a ese modo
de ocupación del territorio. La excesiva concentración de la población en el eje
norte-costero del país, de manera abrupta y sin planificación y ejecución de los
urbanismos necesarios correspondientes, trajo como resultado esa anárquica
distribución de viviendas, junto al grave déficit que se acumula en el periodo
(1984-2012); que junto a la informalidad del empleo y el desempleo abierto, con
bajos ingresos y desinversión masiva hacia la necesidad mayoritaria de vivienda
social (variable dependiente) han provocado la actual situación . Con esto se
corrobora la correlación entre el modelo de Estado y su implicación sobre la
problemática de vivienda en Venezuela.

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