El concepto de infinito

Nombre: Jorge Rojas.

Fecha: 13/05/2019

Asignatura: Desarrollo de la matemática.

Profesora de cátedra: Valentina Toro.

Carrera: Pedagogía en Matemática.

El concepto de infinito: ¿Qué es el infinito?

Etimológicamente proviene del latín “Infinitus”- que quiere decir que no tiene
final o fin – y es un concepto que es ocupado en distintos ámbitos científicos, como lo
es la matemática, la física, la astronomía, etc. Y también ha sido de forma implícita
heredado al vocabulario actual teniendo diversos significados sintácticos. Sin embargo
en esta ocasión hemos de prescindir de esto último, para referirnos más bien a la
connotación científica de este concepto infinito.

Como seres humanos nos es difícil acceder a ciertos conceptos que la

matemática nos ofrece, sin embargo la reflexión, el pensamiento y la observación del
medio han formulado interrogantes fundamentales. El humano por su cualidad de ser
mortal, es capaz de reconocer aquello que tiene fin; como su tiempo de vida, como la
cantidad de alumnos en una sala, etc. Sin embargo si pensamos en la cantidad de
estrellas que posee el cielo nocturno, seguramente nos detendríamos de contar al ya
estar extenuados y aun así seguiríamos encontrando más estrellas en el firmamento.
Este último caso de incapacidad para poder definir una cantidad gigantesca es la que
conllevó al hombre a definir el concepto de “Infinito”, y representa una cantidad
indefinida pero imposible de cuantificar verbalmente para nuestras cualidades
humanas.

Los primeros en darle una vuelta a este eje temático fueron los griegos en el
siglo VI y V a.C en la escuela filosófica eleática, en la cual Parménides era la cabeza.
Este sostenía que el ser no nace ni muere, si no, que es eterno finalmente uniéndose
con el todo. Pero que este todo, es incomprensible a través de nuestros sentidos.
Zenón, discípulo de Parménides dio a conocer mediante varias paradojas el concepto
llamado “Series infinitas”, desglosándose de la paradoja de la “tortuga y Aquiles“, en la
que Zenón falla pero concluye que todo numero finito se puede dividir en un número
infinito de veces. Aristóteles en el siglo IV a.C nos dice que el infinito no existe, no está
afuera esperándonos, solo es concebible en potencia. San Agustín, por su parte post la
llegada y expansión del cristianismo define el infinito como un ser supremo poseedor
de un conocimiento inagotable. ¿Dios?

En las matemáticas podemos darnos cuenta que es una cantidad indefinida, por
ende, es un concepto y no un número; pero sí tiene antecesor y sucesor, ambos
también infinitos. De esto podemos desprender que existen infinitos más grandes que
otros.

En teoría de conjuntos, podemos decir que el infinito de los enteros es más

grande que el de los naturales, ya que el conjunto de los enteros posee elementos
tanto negativos como positivos; de esto desglosamos que el conjunto de los enteros
posee más elementos que el de los naturales a pesar de que ambos son conjuntos
infinitos. Así mismo pasa con el conjunto de los números racionales que por
“densidad” sabemos que agrega también más elementos por ende tiene más
elementos que los anteriores. Finalmente comprendemos que infinito es una forma de
describir aquello de gigantesca magnitud tal que no somos capaces de nombrar.

Otro caso lo vemos en un gran salto en tiempo al siglo XIX por el astrónomo
alemán Heinrich Wilhelm Olbers quien le mostró al mundo en ese entonces la famosa
“Paradoja de Olvers”. Está asociada al cielo nocturno, cuestionaba que si existen
infinitas estrellas emanando luz en el universo, ¿por qué nuestro cielo nocturno es
negro al caer la noche? ¿Acaso no debería verse iluminado siempre por la cantidad
infinita de luz emanando de aquellas estrellas?

Este último argumento se puede demostrar matemáticamente de esta forma:

Imaginemos un universo del tipo mencionado, poseedor de una densidad constante de
estrellas. En una superficie esférica centrada en el observador a una distancia 2r uno
puede encontrar 4 veces más estrellas que en una situada a una distancia r. Pero a su
vez el flujo de luz recibido de una estrella a distancia 2r es exactamente 4 veces menor,
entonces la cantidad de luz recibida de las esferas situada a distancias r y 2r serían
equivalentes. Si sumamos por tanto las contribuciones de todas las esferas situadas a
cualquier distancia del observador, tendríamos una cantidad infinita de luz recibida, lo
que es como pueden apreciar realmente, una gran contradicción frente a lo que vemos
al observar el firmamento. Lo más que podría uno hacer para salvar un poco la
situación, sería eliminar la luz interceptada por los discos estelares que se encuentran
más cerca del observador. Incluso así el resultado arrojaría que nuestra temperatura
terrestre seria casi la misma que la del sol correspondiendo a unos 6000ºC y el cielo
brillante, tan brillante como nuestra enana solar.

Existen entonces a través de la historia diversas formas donde el infinito se ha

presentado golpeando lo implícito del aprendizaje que el medio nos da. Es de
observarse que mediante la lógica el infinito tiene también sus propiedades y
actualmente es usado de forma universal dentro del estudio del campo matemático.
Sin embargo aun sigue dándonos que pensar puesto que lo más cercano al infinito en
la realidad seria el universo mismo lo cual no podemos afirmar que realmente no tiene
fin. Sin embargo la interrogante ha hecho que distintos estudiosos se tomen el tiempo
de analizar con cuidado este tópico.

Desde un punto de vista más personal; la matemática, el concepto del todo y la

nada son casi divinos. Muchas de las conclusiones actuales sobre el concepto del
infinito y están relacionadas con el cristianismo, proviene del platonismo y el universo
de las ideas perfectas. ¿Será realmente que el infinito es una cantidad
inconmensurable, o será que la mente humana ha construido el mundo en razón a
una ciencia que puede funcionar únicamente para los humanos? De ser así el universo
estaría formado por una cantidad aleatoria de propiedades completamente
desconocidas las que arbitrariamente hemos explicado de forma errónea con las leyes
físicas y matemáticas. Quizá entre la inmensidad del universo exista un infinito capaz
de solventar la creación misma, sin embargo siendo humano y finito, solo
incertidumbre es lo que he de encontrar frente a esta interrogante.