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INGENIERIA DE MINAS
TRBAJO ENCARGADO
SEMESTRE : II
GRUPO :B
PUNO-PERU
2014
HISTORIA DE LA MINERIA
EDAD DE PIEDRA:
es el período de la Prehistoria que abarca desde que los seres humanos empezaron a
elaborar herramientas de piedra hasta el descubrimiento y uso de metales. La madera,
los huesos y otros materiales también fueron
utilizados (cuernas, cestos, cuerdas, cuero,etc), pero
la piedra (y, en particular, diversas rocas de rotura
concoidea, como el sílex, el cuarzo, la cuarcita,
la obsidiana) fue utilizada para fabricar herramientas
y armas, de corte o percusión. Sin embargo, ésta es
una circunstancia necesaria, pero insuficiente para la
definición de este período, ya que en él tuvieron lugar
fenómenos fundamentales para lo que sería nuestro
futuro: la evolución humana, las grandes
adquisiciones tecnológicas
(fuego, herramientas, vestimenta), la evolución
social, los cambios climáticos, la diáspora del ser
humano por todo el mundo habitable (ecúmene),
desde su cuna africana, y la revolución económica
desde un sistema recolector-cazador, hasta un
sistema parcialmente productor (entre otras cosas).
El rango de tiempo que abarca este período es
ambiguo, disputado y variable según la región en
cuestión. Aunque es posible hablar de este período
en concreto, para el conjunto de la humanidad: no hay que olvidar que algunos grupos
humanos nunca desarrollaron la tecnología de la fundición de metales y por tanto quedaron
sumidos en una edad de piedra hasta que se encontraron con culturas tecnológicamente más
desarrolladas. Sin embargo, en general, se considera que este período comenzó en África
hace 2,8 millones de años, con la aparición de la primera herramienta humana (o pre-
humana).2 A este período le siguió el Calcolítico o Edad del Cobre y, sobre todo, la Edad de
Bronce, durante la cual, las herramientas de esta aleación llegaron a ser comunes; esta
transición ocurrió entre 6000 a. C. y 2500 a. C.
EPOCA PRE-INCA:
El aprovechamiento de los recursos minerales está presente en la vida del hombre desde las más
remotas edades. En las exploraciones realizadas por el arqueólogo Cardich en Lauricocha, entre
Cerro de Pasco y Huánuco, encontró cadáveres de niños de 8,000 años a.C., recubiertos con tierra
de color ocre, ostentando collares con cuentas de turquesa y hierro granulado con magnetita.
Asimismo, se hallaron en Lauricocha instrumentos de sílex con mejor acabado, tales como
retoques bifaciales, puntas triangulares, etc (6,000 y 3,000 años a.C).
La cultura Chimú (1,200-1,460 d.C.) destacó por su metalurgia, con una de las más avanzadas
técnicas del oro al que trataron por fundición al martillo, soldadura, remache y repujado. En la
preparación de objetos metálicos aplicaron el laminado, alcanzando notable perfección. Ellos
conocieron el dorado y plateado a fuego por amalgamación y alcanzaron un apreciable grado de
desarrollo en el enchape con plata y oro, plata sobre cobre y oro sobre plata y cobre
EPOCA INCA:
El Imperio Incaico aplicó el concepto de racionalidad para el manejo de las minas, estableciendo
períodos estacionales de explotación, turnos de trabajo y elaborada organización estatal para evitar
robos. Los recursos minerales fueron administrados, explotados, transportados, acumulados,
transformados, redistribuidos y conservados de forma sistemática: Se instauró la propiedad de los
recursos, crearon categorías de trabajadores mineros y metalúrgicos, asignaron áreas de
explotación en determinadas zonas y se vigiló la seguridad del producto resultante.
Según Fray Diego de Mendoza, es aquí que se produce la mayor riqueza de oro, plata, estaño,
cobre y otros metales, en los yacimientos de Potosí, Chichas, Lipes, charcas, Oruro, Carangas,
Berenguela, Sicasica, Pacajes, Tiahuanaco, Larecaja, San
Antonio de Esquilache, Cailloma, Lampa, Pomasi, Santa
Lucía, Condoroma, Vilcabamba y Carabaya. Según
Medardo Echegaray Rosales, los incas obtuvieron oro de los
ríos Sandia, Carabaya, Apurímac, Santa, Tablachaca y
Tumbes (Puyango) y de los socavones de las minas de
Paucartambo, Marcapata y Collquemarca. Palomo Caredo
habla de minas de plata en: Áncash, Cajamarca, Cailloma,
Cerrolindo, Cusco, Charcas, Chincha, Guanesa, Huamanga,
Huaraz, Oruro, Porco, Tarapacá, entre otros.
Los incas manejaban un conjunto de técnicas mineras y metalúrgicas, calificados por Luis
Valcárcel como elementos propios de la subcultura Inca, tales como: Instalaciones para el lavado
del oro, explotación de minas con penetración a profundidad, hornos de fundición (Huayrachira),
sopladores de tubos de cobre, aleación de cobre y estaño (bronce), técnica del cobre martillado en
frío, técnica del oro en delgadas hojas, vaciados de oro y plata en moldes con el procedimiento de
la cera perdida y diversos métodos para el dorado. Los metalurgistas incas trabajaron las
aleaciones tumbagas tanto binarias (cobre-oro) llamado punin, como termarias (cobre-oro-plata).
EPOCA COLONIAL:
Los yacimientos más ricos fueron: Potosí (fundada el 19 de abril de 1545); Huancavelica (fundada
el 4 de agosto de 1571, sobre yacimientos de azogue. Su rendimiento fue aproximadamente de 1
millón 115 mil quintales con un valor de 82 millones de pesos, siendo una de las tres minas más
importantes del mundo); Castrovirreyna (fundada en 1594, rica en Plata); Cerro de Pasco (fundada
en 1771, la extracción de plata llegó a 14 mil toneladas con un valor de 100 millones de libras
esterlinas); Lairacota (Puno, rica en plata); Hualgayoc (fundada en Cajamarca en 1771, fue rica en
plata con una producción de 38 millones 28 mil 780 libras esterlinas hasta el año 1800).
La producción de oro fue menos relevante que la de plata. Al inicio se explotaron los yacimientos
de Carabaya, Oruro, Asillo y Azángaro; luego Sandia, San Gabán, Collay, Chimbo, Zaruma,
Popayán, Quixos, Canchis, San Juan de Oro y Vilcabamba. En 1612 se descubrió la mina de oro
cerca a Cotahuasi. Luego vendrían Chorunga (Ocoña) en 1750, Chalhuani en 1775, La Convención
y Paucartambo. Se calcula que el oro extraído en la Colonia fue de 393 millones de pesos de oro
equivalente a 16 mil millones de dólares actuales.
EPOCA REPUBLICANA:
En 1821 (año de la Independencia), los españoles se llevaron lo que tenían y podían, haciendo de
la minería una actividad sin método ni planeamiento adecuado. Hacia finales de la Colonia las
únicas minas que rendían fueron Cerro de Pasco, Hualgayoc y Puno, que sirvieron en la guerra
para comprar material, alimento, armas y financiar la campaña.
La campaña de 1824 encontró una tierra arrasada en zonas de importancia minera. El mayor daño
lo sufrirían las minas de plata que durante el Virreynato producían más de 500 mil marcos al año, y
entre 1821 y 1825 disminuyó a casi 150 mil. En los siguientes años se recupera gracias a la
gestión de Rivero y Ustariz, director general de Minería, alcanzando su mayor producción entre
1841 y 1845, pero durante la guerra con Chile tuvo otra reducción. Evolución similar tuvo el oro que
de 320 Kg anuales durante la década de 1821-1830 subió a 750 Kg al año en la década siguiente,
para luego bajar a 600 Kg en los siguientes años y llegando a lo más bajo en la posguerra.
Otro tipo de explotación minera se inicio con el salitre que empezó en 1830 de forma clandestina y
de 1830 a 1839 excedió el millón de quintales, incrementándose en los años siguientes,
despertando la codicia de Chile, lo que originó fricciones con Bolivia y que arrastraría al Perú al
conflicto, por un tratado secreto con Bolivia, el 5 de abril de 1879. Terminada la Guerra del
Pacífico, empieza la reconstrucción y recuperación del país, con la minería como el principal
apoyo.
El auge del cobre originó una acelerada construcción de fundiciones como Casapalca (1889),
marcando el inicio de la metalurgia moderna en el Perú. En 1906 empezó a funcionar la fundición
de Tinyahuarco de la Cerro Mining Co., primer establecimiento de su género en América del Sur,
para tratar minerales de baja ley con promedios de 5% de cobre. La participación creciente de la
minería peruana en los mercados mundiales, estuvo presente en la primera Gran Guerra de 1914,
durante ese período el precio de los materiales de trabajo aumentó y los costos eran mayores, la
moneda de los compradores perdió solidez, resultando un sobreprecio a favor de nuestra moneda.
La Primera Guerra Mundial puso término al régimen metálico. Las condiciones del trabajo minero
se regían en la República por el llamado sistema de “enganche” con salarios insuficientes. La
jornada de las ocho horas quedó consagrada a nivel nacional en 1919, a raíz de un paro general
que paralizó la capital por tres días consecutivos. Restablecida la paz mundial en 1945, la minería
se vio nuevamente favorecida por la tendencia alcista de los metales; sin embargo, la producción
minera no alcanzó el crecimiento debido y en muchos casos se contrajo la producción del oro y la
del cobre.
DATOS: