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El regionalismo en nuestra época

(Columnista invitado: José Carlos Mariátegui)

Escribe
ALBERTO VERGARA PANIAGUA
Politólogo

N ingún regionalista inteligente preten-


derá que las regiones están demarca-
das por nuestra organización política, esto
juzgarlos, en última instancia, como una pa-
rodia absurda de descentralización.
¿Cómo se plantea, en nuestra época, la
[…] El carácter impreciso y nebuloso del re-
gionalismo peruano y de sus reivindicacio-
nes no es sino una consecuencia de la falta
es, que las “regiones” son los “departamen- cuestión del regionalismo? En algunos de- de regiones bien definidas.
tos”. El departamento es un término político partamentos, sobre todo en los del sur, es Uno de los hechos que más vigorosamen-
que no designa una realidad y menos aún demasiado evidente la existencia de un sen- te sostienen y amparan esta tesis me parece
una unidad económica e histórica. El depar- timiento regionalista. Pero las aspiraciones el hecho de que el regionalismo no sea en
tamento, sobre todo, es una convención que regionalistas son imprecisas, indefinidas; ninguna parte tan sincera y profundamente
no corresponde sino a una necesidad o un no se concretan en categóricas y vigorosas sentido como en el sur y, más precisamente,
criterio funcional del centralismo. Y no con- reivindicaciones. El regionalismo no es en el en los departamentos del Cuzco, Arequipa,
cibo un regionalismo que condene abstracta- Perú un movimiento, una corriente, un pro- Puno y Apurímac. Estos departamentos
mente el régimen centralista sin objetar con- grama. No es sino la expresión vaga de un constituyen la más definida y orgánica de
cretamente su peculiar división territorial. malestar y de un descontento. nuestras regiones. Entre estos departamentos
[…] es difícil definir y demarcar en el La región tiene generalmente raíces más el intercambio y la vinculación mantienen
viva una vieja unidad: la heredada de los
tiempos de la civilización inkaica. En el sur,
"Los partidos han adoptado varias veces, por la “región” reposa sólidamente en la piedra
histórica. Los Andes son sus bastiones. […]
oportunismo, la tesis de la descentralización. Pero, [En el sur] las ciudades no se han formado
cuando han intentado aplicarla, no han sabido en la costa sino en la sierra. En la costa sur
no hay sino puertos y caletas. El sur ha po-
moverse fuera de la práctica centralista". dido conservarse serrano, si no indígena, a
pesar de la Conquista, del Virreinato y de la
República. […] El sentimiento regionalista,
en las ciudades o circunscripciones donde es
más profundo, donde no traduce sólo [SIC]
Perú regiones existentes históricamente antiguas que la nación misma. Para reivin- un simple descontento de una parte del ga-
como tales. Los departamentos descienden dicar un poco de autonomía de ésta [SIC], monalismo, se alimenta evidente, aunque
de las artificiales intendencias del Virreina- necesita precisamente existir como región. inconscientemente, de ese contraste entre la
to. No tienen por consiguiente una tradición En Francia nadie puede contestar el derecho costa y la sierra. El regionalismo cuando res-
ni una realidad genuinamente emanadas de de la Provenza, de la Alsacia Lorena, de la ponde a estos impulsos, más que un conflicto
la gente y la historia peruanas. […] se ha Bretaña, etc., a sentirse y llamarse regiones. entre la capital y las provincias, denuncia el
querido experimentar, sin demora, el siste- No hablemos de España, donde la unidad conflicto entre el Perú costeño y español y el
ma de los congresos regionales. Estos parla- nacional es menos sólida, ni de Italia, don- Perú serrano e indígena.
mentos del norte, el centro y el sur, son una de es menos vieja. En España y en Italia las La sierra y la costa, geográfica y socioló-
especie de hijuelas del parlamento nacional. regiones se diferencian netamente por la tra- gicamente, son dos regiones; pero no pueden
[…] Seis años de experiencia bastan para dición, el carácter, la gente y hasta la lengua. serlo política y administrativamente. Las

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distancias interandinas son mayores que las Los federalistas sinceros, además de ser muy vivencia más orgánica y menos coercitiva.
distancias entre la sierra y la costa. El movi- pocos, distribuidos en diversos partidos, no Regionalismo no quiere decir separatismo.
miento espontáneo de la economía peruana ejercían influencia efectiva sobre la opinión. […] La descentralización, actuada sin otro
trabaja por la comunicación trasandina. No representaban un anhelo popular. […] El propósito que el de otorgar a las regiones o
Tienen plena razón las regiones, las pro- federalismo no aparece en nuestra historia a los departamentos una autonomía más o
vincias, cuando condenan el centralismo, sus como una reivindicación popular, sino más menos amplia, aumentaría el poder del ga-
métodos y sus instituciones. Tienen plena bien como una reivindicación del gamona- monalismo contra una solución inspirada en
razón cuando denuncian una organización lismo y de su clientela. [El debate entre fede- el interés de las masas indígenas.
que concentra en la capital la administra- ralismo y centralismo] era una especulación El Perú actual es una formación coste-
ción de la república. Pero no tienen razón teórica. […] La idea federalista no ha susci- ña. La actual peruanidad se ha sedimentado
absolutamente cuando, engañadas por un tado ni ardorosas y explícitas resistencias ni en la tierra baja. […] En un mapa del Perú,
miraje, creen que la descentralización bas- enérgicas y apasionadas adhesiones. Ha sido mejor que en cualquier confusa o abstracta
taría para resolver sus problemas esenciales. un lema o un principio sin valor y sin efica- teoría, se encuentra así explicado el regiona-
Los partidos y los caudillos han adop- cia para, por sí solo, significar el programa de lismo peruano.
tado varias veces, por oportunismo, la tesis un movimiento o de un partido.
de la descentralización. Pero, cuando han El fin histórico de una descentraliza- [Con excepción del título, absolutamente
intentado aplicarla, no han sabido ni han ción no es secesionista sino, por el contrario, todo tijereteado de José Carlos Mariátegui,
podido moverse fuera de la práctica cen- unionista. Se descentraliza no para separar “Regionalismo y centralismo”, en Siete en-
tralista. […] En realidad, los partidos no y dividir a las regiones sino para asegurar y sayos de interpretación de la realidad perua-
sentían urgencia de liquidar el centralismo. perfeccionar su unidad dentro de una con- na, 1928].

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