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ACERCA DEL CONCEPTO DE HISTORIA


No debemos confundir las palabras pasado e historia: el pasado nos
da la idea de algo muerto, algo cuyo estudio sólo interesaría por mera
curiosidad; en cambio la Historia no solamente hace referencia al pasado,
sino que nos ayuda a entender el presente, señalándonos con advertencia
el futuro. Es imposible independizarnos de ella y dejar de prestarle
atención. Hay una frase muy conocida en Latín (idioma que se habló en casi
toda Europa desde el siglo I al siglo XV) que de alguna manera nos da la
pauta de esto: Historia magíster viítæ: La Historia es maestra de la vida.
“Pueblo que no sabe su historia – ha dicho el Historiador Ricardo Levene –
no sabe dónde va, porque ignora de dónde viene”.
En sentido general podemos señalar que la historia es el desarrollo de
la vida del hombre sobre la tierra luego de la Creación. Pero en sentido
estricto, la historia es una ciencia, es decir, un conocimiento ordenado de
un objeto según un método, aunque ese método no es el de las ciencias
naturales, ni se subordina a él. El objeto que la historia estudia es el
pasado del hombre, pero en sus aspectos relevantes. Incluimos en ese
pasado del hombre no sólo los hechos que específicamente le conciernen,
sino todas las relaciones que existan entre ellos (causas, consecuencias,
análisis, síntesis, procesos sincrónicos – sucedidos en el mismo tiempo- o
diacrónicos – sucedidos en tiempos diferentes-, etc.).

El objeto y las fuentes de la historia

Cuando hablamos de QUÉ estudia la historia, estamos hablando de su


OBJETO de estudio. Por eso no todos los hechos interesan a la Historia con
“mayúsculas”, es decir, a la que importa a nuestro estudio. Por ejemplo: un
escrito de un mozo de cuerda a su patrón en el siglo XVI no es relevante,
por lo tanto no es parte del estudio científico de la historia. Sin embargo,
un decreto de gobierno de un rey sí nos interesa, porque es de carácter
trascendente. Esto hoy está discutido y existe tan gran variedad de
métodos y consideraciones sobre la historia que no se ha podido escapar a
la incertidumbre. Pero el saber humano no puede reposar en la
incertidumbre. Por lo tanto el sentido común nos dice que no pueden
confundirse tanto las cosas como para negar el ser de las mismas. Ni
tampoco la certeza puede venir del acuerdo de los historiadores sobre lo
que les parece que es la historia en una época dada, pues la verdad no
nace del consenso. Por eso definimos las cosas y nos acotamos al objeto
que enunciamos.
El Objeto de la Historia lo constituyen todos los hechos que tuvieron
alguna importancia en el pasado del hombre, y sus relaciones. Pues no son
los hechos solos los que constituyen la historia, sino también su relación e
interpretación.
Por ejemplo: si analizo estos hechos por separado:
o El gobierno argentino pide entre 1880 y 1890 una serie de
préstamos a los bancos ingleses.
o La Argentina sufre una gran crisis económica en los primeros
meses de 1890
o El presidente argentino Juárez Celman renuncia a la
presidencia de la Nación
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Sin hacer un análisis, uno puede creer que estos tres hechos no tienen
relación. Si yo solamente nombro los hechos en forma separada, no estoy
haciendo historia, sino una crónica de hechos. Pero si intento relacionar
los tres hechos, investigando lo sucedido, buscando más información,
viendo los archivos de la época, etc., puedo realizar un análisis histórico,
que será más serio mientras más investigue y mientras esa investigación
se haga honestamente.
En el ejemplo anterior, si investigara, me daría cuenta de que los tres
hechos citados guardan mucha relación: debido a que el gobierno
argentino pidió muchos préstamos a los bancos ingleses, éstos terminaron
dominando la economía argentina, lo cual tuvo como consecuencia una
gran crisis económica, que obligó al presidente J. Celman a renunciar,
creyendo muchos que así se acabaría la crisis.
¿CON QUÉ trabaja el historiador? Esto nos lleva a hablar de las
FUENTES. Las fuentes para el historiador son como la arcilla para el
alfarero. Por eso, mientras más fuentes tengamos, y de mejor calidad (es
decir, mientras más fieles sean), mejor va a ser la obra final.
Cuando hablamos de fuentes históricas, siempre se nos viene a la
cabeza la imagen del archivo, con miles y miles de papeles. Verdad es que
la mayoría de los historiadores trabajan con FUENTES ESCRITAS, como
por ejemplo, documentos del gobierno, leyes, estadísticas, cartas,
publicaciones, encíclicas, testamentos, etc. Pero ¿qué pasa con las
civilizaciones cuyos registros escritos son muy pocos o nulos? Aquí el
historiador recurrirá a otros tipos de fuentes, los TESTIMONIOS ORALES y
TRADICIONES. Y a falta de ellos, los OBJETOS MATERIALES: monedas,
utensilios, viviendas, etc. Para esto recurrimos a la ayuda de una ciencia
que se ocupa especialmente de estas cosas: la Arqueología.
Sin embargo, el conocimiento que podemos obtener de los elementos
materiales por sí solos es limitado. Es muy difícil establecer cómo pensaba
un pueblo, o cómo era su religión, analizando sus lugares de culto y sus
elementos materiales solamente. Imaginen ustedes que una civilización del
futuro encontrara una iglesia abandonada, sin ninguna otra referencia.
¿Hubiera sabido algo de lo que constituye el Cristianismo? Realmente muy
poco. Además está el peligro de interpretaciones erróneas lejanas de la
verdad. Este riesgo se acentúa en los estudios históricos de pueblos
desaparecidos o de épocas muy antiguas.
Existe hoy una tendencia a menospreciar el valor de los testimonios y
tradiciones orales, por ser según algunos, de poca fiabilidad. Sin embargo,
aquí se nos hace forzoso recordar lo que nos decía el historiador inglés
Hillaire Belloc, que una tradición oral no puede falsificarse
intencionalmente como sí puede hacerse con un documento. La tradición
oral está salvaguardada por el testimonio y la buena fe de los que la
transmitieron. Que pueda llegar a ser más o menos verídica es posible,
pero no se puede crear una tradición sobre una mentira intencional.
Entonces, las fuentes más importantes del historiador son:
 Los documentos escritos (generalmente los más usados)
 Los testimonios orales
 Los objetos materiales de variado tipo

La Historia y el historiador

De más está decir que cuando hablamos de historia, no podemos dejar


de hablar de los historiadores. Toda escritura de la historia está hecha por
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el hombre. Por ello siempre nos encontramos con que las ideas propias de
cada historiador influyen sobre lo que se escribe. Miles de veces
percibimos diferentes miradas sobre un mismo acontecimiento. Hay cosas
que se pueden interpretar de manera diferente, pero otras no. Algunos
historiadores, para defender ciertas ideas, o para demostrar ciertas otras,
ocultan información, o muestran sólo una sola cara de las cosas. Muchas
veces hay fuertes intereses para que una cosa se diga de cierta manera, sin
importar que sea verdad. Así se crean las llamadas “leyendas negras”, que
son creídas por la gente que no investiga, sino que cree sin investigar las
cosas que se repiten cientos de veces, por esa sola razón, la repetición. Así
hemos oído hablar de que Jesucristo no existió realmente, que la Edad
Media es una época “oscura” de la historia, o que el hombre evolucionó del
mono. Entre otras muchas inexactitudes más que se derriban con sólo
investigar y razonar un poco.
Por eso es muy sabia la frase: “quien maneja el pasado maneja el
presente”, del escritor G. Orwell. Es decir, que si yo puedo hacer creer a la
gente que el pasado fue de tal manera, puedo influir en la visión que la
gente tenga del presente, sin importar que sea verdad. Pues bien, eso es
falta de honestidad. De tal manera que en estas épocas de intereses
creados y difusión masiva a través de los medios de comunicación, es
recomendable investigar los sucesos históricos, y no quedarse con una
sola versión de las cosas.
No se puede negar que lo que sucedió no cambia, pero sí cambian los
historiadores, que son hombres como cualquiera de nosotros, y los hay más
y menos honestos.

EL PROBLEMA DE LOS ORÍGENES Y EL


CONCEPTO DE PREHISTORIA
Si hay un tema que siempre ha traído problemas a los investigadores
científicos es el del origen de la civilización humana. Ahora bien, es
necesario aclarar algunas cuestiones.
Preguntarse sobre los orígenes, las causas, los principios y los fines de
las cosas pertenece a una ciencia, la madre de todas ellas, que es la
filosofía. Las ciencias experimentales poseen, por el hecho mismo de ser
experimentales, una limitación natural: deben sujetarse a la experiencia,
según el método que las caracteriza.
Hacia el siglo XIX habían madurado las ideas llamadas “Ilustradas” o
“Iluministas”, ideas que suponían no sólo que el Hombre era el ser
supremo de todo el Universo, y que la Razón pasaba a ser la medida de
todas las cosas, sino también que las ciencias experimentales eran las
únicas que verdaderamente podían llamarse “ciencias”. Es decir, todo
aquello que no se podía demostrar experimentalmente no tenía existencia.
O mejor dicho, se empezó a querer explicar todo a través de las ciencias
experimentales. En este contexto, de supresión de las ciencias llamadas
especulativas como la filosofía, nacieron las teorías Evolucionistas, que
van a intentar, negando los principios filosóficos básicos del conocimiento
de la realidad, explicar el origen de las cosas y cambiar todas las nociones
que se tenían del pasado remoto del hombre.
Partimos del principio que el origen de la naturaleza y el hombre como
queramos entenderlo, no puede demostrarse experimentalmente, sólo
pertenece al ámbito de las ciencias especulativas. No corresponde al
campo de la biología, ni al de la física, ni la química ni las matemáticas.
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El Evolucionismo no es una teoría única, y hay que distinguir


diferencias entre ellas. Las principales son las siguientes:
 Hay quienes creen que todas las especies animales y vegetales
tienen un origen común, y se han ido formando a partir de especies
inferiores con el paso del tiempo. Incluido el hombre, animal que sería
más evolucionado. Algunos sostienen que el hombre evolucionó
directamente del mono, y otros (la más común) que el hombre y el
mono evolucionaron de un animal antepasado común. EVOLUCIÓN DE
LAS ESPECIES
 Hay quienes extienden la evolución aún a las formas inorgánicas
(reino mineral), por generación espontánea y de allí habrían
evolucionado todas las especies. MONISMO
 Algunos sostienen que el MODO de evolución fue lenta, otros que fue
debido a “saltos evolutivos” rápidos.
 Algunos atribuyen la CAUSA de la evolución a factores internos
(teoría de Lamarck), como la necesidad; y otros a factores externos
(teoría de Darwin), como el clima, relaciones con otras especies
(selección natural). Otros unen los dos factores, externos e internos
(Wasmann, Gemelli), lo cual complica más la teoría.
Las teorías evolucionistas han ido agregando nuevos datos, sin que
hayan modificado los principios, es decir, la negación de un principio
inteligente como causa del orden natural.
Hoy ha sobrevivido una especie de mezcla de todas las teorías
evolucionistas y monistas que se da en llamar “sintética” y puede resumirse
así: las especies animales evolucionaron las unas de las otras a partir de
cambios y adaptaciones casuales o por azar. Se estableció incluso una
cadena evolutiva según la cual habían existido primero formas simples de
vida, luego algas, luego vegetales y animales pequeños, luego peces, luego
reptiles, luego aves, luego mamíferos, y por fin el hombre. TODAS LAS
ESPECIES DEL PLANETA HABRÍAN EVOLUCIONADO, DURANTE
MILLONES DE AÑOS, DE UNA SOLA CÉLULA, QUE SE FORMÓ DE POR
UNIÓN AZAROSA DE ELEMENTOS INORGÁNICOS. Aunque parezca una
broma, esos son los fundamentos finales de la teoría, que aún es sostenida
por una enorme cantidad de científicos por el solo hecho de que pretende
“demostrar” que no hay una Causa Primera.
Para sostener semejante cosa, hay que pasar por alto o negar al menos
tres principios del orden constitutivo de los seres que estudia la filosofía en
una rama llamada Metafísica. Principios lógicos y básicos sin los cuales no
podría ni siquiera razonarse por ser evidentes e indemostrables, es decir,
carentes de todo elemento de orden superior que pueda “probarlos”. Se
presentan con claridad a la inteligencia, como ya los griegos
(particularmente Aristóteles) sabían y nos enseñaron. Por ejemplo el
principio de identidad “todo ser es idéntico a sí mismo” o “el ser es”. Bien,
suponer que todo el orden natural es formado solo por obra del azar
partiendo de lo menos complejo a lo más complejo, rompe al menos estos
tres axiomas o principios constitutivos de la realidad de los seres:
El orden no puede ser consecuencia del azar. Supone necesariamente
una inteligencia que ordena. Suponer que todo el orden existente en los
seres vivos sea obra de la casualidad, es un absurdo tan grande, que no
resiste al menor razonamiento. No es del orden de lo posible que el azar
produzca el orden.
- Distínguense dos tipos de cambio o “Motus”: el cambio en orden
cuantitativo (en orden a la cantidad o los accidentes) y el cambio en
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orden cualitativo (en orden a la cualidad o sustancial). El primero de


por sí no puede originar al otro. Es decir, no se puede explicar el
paso de un ser a otro por cambios en los accidentes materiales
(cambios en los órganos no pueden explicar el paso de una especie a
otra)
- La consecuencia está contenida en la causa: no puede un ser
engendrar a otro superior a sí mismo, pues nadie da lo que no tiene.
Con lo dicho ya bastaría. No obstante vamos a señalar los principales
problemas que nunca podrán superar las teorías evolucionistas, y que son
consecuencia de los errores en los principios o argumentaciones fuera de
toda lógica:
 Miles de moléculas de proteínas complejas componen la célula. Las
proteínas son moléculas gigantes consistentes de unidades más
pequeñas llamadas "aminoácidos", los cuales están dispuestos en una
secuencia particular La molécula más simple se compone de 50
aminoácidos, pero hay algunas que se componen de miles de
aminoácidos. El punto crucial es: la ausencia, la adición o el reemplazo
de un solo aminoácido en la estructura de la proteína provoca que se
convierta en un amontonamiento molecular inservible. Cada
aminoácido tiene que estar en el lugar correcto y en el orden correcto.
La teoría de la evolución, que supone que la vida emergió como
resultado de una casualidad, se desespera frente a este orden, dado
que es demasiado elevado para ser explicado por medio de la
casualidad. Una molécula de proteína promedio está compuesta de 288
aminoácidos, de los cuales 12 son de tipos distintos. Esto se puede
disponer u ordenar en 10300 modos distintos (Se trata de un número
consistente de un "uno" seguido de 300 ceros). De todas esas
secuencias u órdenes, sólo una forma la molécula de proteína deseada.
El resto constituyen cadenas de aminoácidos que, o son inservibles o
son potencialmente dañinas para la vida. ¿Puede una sola célula
formarse de casualidad?
 ¿Cómo hizo esa célula para sobrevivir y alimentarse en medios tan
hostiles como se supone que era la tierra en ese entonces?
 ¿Por qué las plantas siguen siendo plantas y no se han transformado
en otra cosa, puesto que los vegetales habrían dado origen a los
animales?
 Nunca se vio la transformación de una especie en otra desde que el
hombre vive en la tierra. Incluso todas las especies animales y
vegetales han cambiado casi nada desde hace 10.000 años a esta parte.
¿La evolución ya se terminó?
 Ningún animal ni vegetal sería lo que es, sino un intermedio entre una
especie que vendría luego, ya que seguiría evolucionando.
 Si los peces se transformaron en reptiles y los reptiles en aves ¿Por
qué siguen existiendo peces y reptiles y no se transformaron en otra
cosa?
 Todas las mutaciones genéticas, son perjudiciales o neutras, nunca
beneficiosas. Los experimentos muestran que las mutaciones por azar
son en general deformantes.
 Si, por ejemplo, las aves evolucionaron de los reptiles en forma lenta
(es decir, cada generación nacería un reptil más parecido a un ave, con
patas que se hacen alas y escamas que se hacen plumas, entre otros
miles de diferencias que hay entre los reptiles y las aves): ¿dónde están
todos los animales intermedios, medio reptil, medio ave, con patas no
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totalmente transformadas en alas y escamas no totalmente


transformadas en plumas? Nunca se encontró un fósil de esas
características. Tendría que haber infinita cantidad de especies
intermedias, varias para cada una de las especies que existen.
 Si la evolución fue rápida como dicen otros científicos (una o dos
generaciones hubieran transformado una especie en otra. Ej. Abuelo
reptil, nieto ave) ¿cómo se formaron justo dos animales para que la
especie sobreviva (macho y hembra), y en el mismo lugar, así podían
procrear? ¿por casualidad?
 ¿Y el caso de las especies que se necesitan una a la otra? Por ejemplo:
la abeja no sobrevive sin el polen, y ciertas plantas no se reproducen si
la abeja no traslada el polen de una flor a la otra.
 ¿Cómo se formaron los órganos muy complejos? Por ejemplo, el ojo,
que consta de infinita cantidad de partes, que sólo sirven cuando el ojo
está completo. O se formaron todas juntas, o el ojo debería haber
“esperado” a que se formaran las otras partes, para así poder ver. Eso
repugna al azar y a la casualidad. Necesariamente hubo una
inteligencia que creó los órganos y todos los seres vivientes.
[Argumentos tomados mayormente de las obras de Raúl
Leguizamón citadas en la bibliografía].
Por ello el evolucionismo no pertenece al orden de los conocimientos
ciertos y ni siquiera al de los probables o posibles, pues primero escapa al
estudio de las ciencias experimentales con las que se pretende probar; y
luego, niega principios esenciales del orden constitutivo de los seres, que le
impide ser especulativamente posible.

El hombre y la “prehistoria”

Descartado como punto de partida ideológico el evolucionismo o las


teorías evolucionistas, todo lo que está ligado a ellas queda también
cuestionado.
La primera de las consideraciones es aquélla según la cual
necesariamente en la historia del hombre tenemos que partir de lo más
“primitivo” o rudimentario hacia lo más complejo o desarrollado. Ese
prejuicio ha creado la noción de “Hombre Primitivo” y de “Prehistoria”.
Lejos de ser una cosa demostrada con las ciencias experimentales (ya
dijimos que no se puede), ha pasado a ser una especulación a partir de la
suposición inicial de la animalidad del hombre y su necesario avance hacia
el “Homo Sapiens” u Hombre Inteligente.
De allí las consideraciones arbitrarias como llamar “Historia” al
período que va desde la “aparición” de la escritura. No se sabe ni se puede
saber cuándo el hombre comenzó a escribir, si es que ese momento existió.
Es una pura especulación. Los restos de material escrito más antiguos que
tenemos hoy no explican ni suponen de ningún modo que ése haya sido el
comienzo de la escritura. Además aún se supiera con fecha cierta eso no
indica que el hombre haya escalado un paso cualitativo suficiente como
para marcar un antes y un después. Los poemas homéricos (la Ilíada y la
Odisea) son de tradición oral y no se pasó ninguna barrera de lo
infrahumano a lo humano por haberlos puesto por escrito.
Por eso cuestionado el evolucionismo se cuestiona también el concepto
de “Prehistoria” como período infrahumano del hombre.
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Uno podría preguntarse ¿y los restos de los llamados “Homínidos”


(supuestas formas prehumanas y animales del hombre)? Eso es otro tema
que tiene su explicación.
Los evolucionistas del pasado suponían una transformación de ciertas
especies de mono hacia el hombre. Más recientemente dicen que el mono y
el hombre descenderían de un animal antecesor común.
Poco de científico y de experimental tiene el tema de los hallazgos de
restos, asunto muy controvertido que incluso tiene dos o tres historias de
fraudes probados. Se sostiene que por similitud genéticas, y por el parecido
de los cuerpos entre el hombre y el mono, se deduciría que uno evolucionó
del otro. No obstante, un evolucionista llamado Sir Solly Zuckerman
sostuvo lo siguiente:
“Los parentescos en base a la anatomía comparada, no
necesariamente corresponden a verdaderos parentescos genéticos... las
inferencias evolucionistas (o sea parentescos) que basamos en
comparación estructurales son, en última instancia, sólo especulaciones”.
(Zuckerman, Solly. “Beyond the Ivory Tower”. (Taplinger, N. York, 1971) p.
64 y 74). De hecho, remitimos al libro “Fosiles Polémicos” del Dr. Raúl
Leguizamón citado en la bibliografía para ampliar este tema.
Los supuestos fósiles de “homínidos” 1, se han ido cayendo con el pasar
del tiempo, y todas las evidencias contrarias a la teoría son desechadas por
los científicos que no quieren abandonar la teoría. Estos serían los
supuestos fósiles de hombres-mono2:
* Hombre de Neandertal: el primero de los neandertales se descubrió en
Gibraltar en el año 1848, el hallazgo que le dio su nombre fue el realizado
en el fondo de una cueva en el valle del río Neander, cerca de Düsseldorf ,
Alemania en el año 1856. Aún en la actualidad es posible observar en
museos, series televisivas y publicaciones de distinto tipo, modelos de
Hombre de Neanderthal en que éste aparece a la entrada de su caverna, en
actitud semiencorvada, con sus cabellos desgreñados , una expresión feroz
y estúpida en la mirada, el torso peludo, etc., es decir reflejando fielmente
esta idea de un ser bestial en transición del mono al hombre. Y sin embargo
hoy sabemos que la mayor parte de toda esta interpretación pertenecía al
frágil terreno de las conclusiones apresuradas y un ejemplo elocuente del
daño a la verdad que puede resultar cuando la idea evolucionista es
aceptada como verdad de antemano. Las supuestas deformaciones de la
columna atribuidas al hombre-mono de Neandertal, eran sólo el producto
de una enfermedad (artritis y raquitismo) sufrida por éste, que lo había
deformado simulando una postura semiencorvada.
* Pithecanthropus Erectus (Hombre de Java): Otro de los hallazgos
también muy famosos y que marcó toda una época de la antropología, fue
el del conocido Pithecanthropus Erectus. Hallado en 1890 por Eugene
Dubois, quien iba a buscar el “eslabón intermedio” para el que ya tenía
nombre propio y todo: Pitencatropo (hombre - mono). Dubois, “apenas
sabía nada de fósiles” y “nunca había visto de cerca un fósil de homínido”,
pero sí tenía espíritu de aventura y con un entusiasmo a toda prueba . “El
hallazgo original (del Pithecanthropus Erectus) consistía meramente de
una bóveda craneal con la cual más o menos dudosamente asociados un
fémur y varios dientes...” Es decir, que los restos fueron encontrados en
1
Remitimos al libro “El Hombre Fósil” de Frank Cousins, Ed. Evolution Protest
Movement, 1981
2
Ejemplos entresacados de la obra de Raúl Leguizamón, “Fósiles Polémicos”, ed.
Esclarecimiento y difusión, 2002.
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distintos lugares, y el investigador supuso que eran de la misma especie.


Algo increíble y deshonesto para la investigación científica. El fémur no era
del mismo individuo, sino de un hombre. Las demás partes, de un mono.
“Pero cuando uno observa las láminas en libros y revistas o las
reconstrucciones en cera en los museos de nuestro buen amigo
Pitecantropo, en que hasta el color de sus ojos, la expresión de su rostro y,
si me apuran, el modelo de taparrabo que usaba, están representados,
¿cómo podría uno sospechar siquiera remotamente que lo que en realidad
está mirando es un trozo de cráneo y un pedazo de mandíbula y algunos
dientes?” (R. L.).
* Sinanthropus Pekinensis (Hombre de Pekín): Estamos en
condiciones de afirmar que si hay un fósil a quien legítimamente le
corresponde el título de “eslabón perdido” ese es sin lugar a dudas el
Hombre de Pekín. Efectivamente, se ha perdido. Me refiero a que todo el
material fósil sobre el que se basa la existencia de este “homínido”,
encontrado durante la década del 30 en Chukutien, a unos 50 km. de Pekín
ha desaparecido por completo y nadie tiene la menor idea de dónde puede
estar. Y esto no se dice en las “publicaciones científicas”. Casi toda la
pretensión de que los restos del Sinantropo eran de algo más que un mono,
se basó en la coexistencia en el lugar, de fósiles simiescos con huellas de
fuego. Si a Ud. le parece un poco exagerado concluir que porque los restos
de un mono coexistan con evidencia de fuego, el mono es el autor del
fuego, al menos somos dos. Bien, así piensan los que son llamados
“científicos”, “antropólogos”, “arqueólogos”, de prestigio. Si para colmo de
desgracias quiere la mala suerte que además se encuentren restos
humanos, como sucedió en Chukutien, entonces el caso está concluido y
hay que dejarse de inventarle toda suerte de inclinaciones artesanales y
pirotécnicas al mono y atribuírselas a su legítimo autor, o sea el hombre.
Eso es lo que descalifica al supuesto “hombre de Pekín”. Además, en la
“misteriosa desaparición” de los restos, se vieron involucrados científicos
como Pei, y el hereje sacerdote Teilhard de Chardin, un “católico
evolucionista”, aunque Ud. no lo crea. Un verdadero fraude.
* Los Australopitecos: La historia de estos hallazgos se inicia en 1924
cuando Raymond Dart, profesor de anatomía, anuncia el descubrimiento,
en la localidad de Taung, de un cráneo infantil que mostraba - según pensó
Dart - una mezcla de rasgos simiescos y humanos y que aun cuando lo
bautizó con el nombre de Australopithecus Africanus (mono de Africa
austral), decidió poco más tarde que no era un mono sino un homínido y
antepasado del hombre. Hallazgos adicionales fueron luego realizados por
Robert Broom en Sterkfontein (1936) y en Kromdraai (1938), por Dart
nuevamente en Makapan (1947) y por Broom y Robinson en Swartkrans
(1948). Nuevamente se pretendió atribuir el hallazgo de fuego cerca de los
fósiles, a estos monos y no al hombre, como es probable que suceda. La
postura bípeda y erguida de estos fósiles se deben más a especulaciones de
los investigadores (todos evolucionistas, por supuesto), que a evidencias
claras en los huesos. Incluso en éstos se puede observar que tenían el
quinto dedo prensil, tal como los monos. La capacidad craneana de los
australopitecos, de alrededor de 500 cc. (90) o sea un tercio de la del Homo
Sapiens (1.500 cc.) nos indica claramente que estos seres tenían en forma
incuestionable la capacidad craneana de los monos (chimpancé, gorila,
orangután) y de ninguna manera algo que se aproxime siquiera a la del
hombre. Todas las pruebas se acumulan en contra de toda pretensión de
humanidad de los australopitecos.
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En 1974 se encontró un fósil de muchos años de antigüedad al que se


llamó “LUCY”. Se quiso llamar al descubrimiento “el eslabón perdido”,
como siempre, pero… ¿qué fue lo que se encontró?. Bien, el “esqueleto” de
Lucy contaba con: varios fragmentos de cráneo, una tibia dañada, un
fragmento de pelvis y… una rótula encontrada un año antes y a 80 m. más
abajo del nivel de “Lucy”. Con esto nos quieren hacer creer que caminaba
como bípedo, que elaboraba instrumentos, etc. Todas las elucubraciones de
los “científicos”, tienen este tipo de deformaciones... dan tienda suelta a su
imaginación, y de paso, le hacen creer al hombre común e ignorante que
“venimos del mono”, como se atreve hoy a decir cualquiera.

Pero hablamos más arriba de fraudes probados. Serían los siguientes:


 EL HOMBRE DE PILTDOWN. En 1912 se anunció el descubrimiento
del eslabón perdido. Lo hicieron Charles Dawson, con la colaboración de
Sir Arthur Smith Woodward y Teilhard de Chardin. Fue expuesto en el
Museo Británico durante más de cuarenta años, sin permitir analizarlo. En
1953 tres científicos de la Universidad de Oxford, J. Weiner, K. Oakley y W.
Le Gros Clark, consiguen finalmente los originales y descubren que todo
ha sido un fraude. El cráneo - de un hombre moderno - había sido tratado
con sustancias químicas para simular edad y “plantado” en el sitio del
hallazgo junto con la mandíbula de un orangután, con los dientes
limados para disimular un desgaste de tipo humano.
 EL HOMBRE DE NEBRASKA (Hesperopitecus) de 1922: Quizá un
ejemplo clásico de esta clase de reconstrucción falaz gira en torno a la
aparición y desaparición del Hesperopithecus. En 1922 se encontró un
molar solitario en un depósito del Plioceno en Nebraska. El Profesor
Osborn lo describió como perteneciente a un tipo primitivo de
pitecantropoide, y lo designó como Hesperopithecus. Al mismo tiempo el
eminente Elliott Smith en Inglaterra indujo a la revista Illustrated London
News a publicar una reconstrucción a doble página del señor y la señora
Hesperopithecus —todo en base a la evidencia de este pequeño diente.
Posteriormente se estableció que el diente pertenecía a un pecarí, y el
Hesperopithecus desapareció de la escena. Sin embargo, en la 14 edición
de la Encyclopedia Britannica fue necesario hacer alguna referencia al
hecho de que este espécimen había desaparecido, debido a que la edición
anterior había presentado al Hesperopithecus con todos los honores. Pero
se ocultó la terrible verdad en todo lo posible al comunicar tan solo que el
diente resultó pertenecer a «un ser de otro orden», que es otra forma de
decir “un cerdo salvaje”.
Y hay más todavía. Cuando los “científicos” encontraron restos de
Homo Sapiens (nombre de nuestra especie) en depósitos más antiguos que
los restos anteriormente nombrados… LOS OCULTARON. Casi nadie los
conoce por el solo hecho de que acabarían con la teoría de la evolución del
hombre. ¿Puede llamarse científico a esto?:
 El Cráneo de Castenedolo: En 1860 se descubre en Castenedolo,
Italia, y en depósitos del Plioceno (¡terciario!), un cráneo de Homo
Sapiens. Sergio Sergi, profesor de Antropología en la Universidad de
Roma, confirma la antigüedad y validez del hallazgo, pero éste es
desechado por la comunidad antropológica. Nadie habla hoy de este fósil.
 La Mandíbula de Abbeville: Encontrada en 1863 por el famoso
Boucher de Perthes en depósitos del Pleistoceno temprano de Francia. La
mandíbula es perfectamente humana, moderna. Como en esa época está
vigente la leyenda del Hombre de Neanderthal, esta mandíbula es
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rechazada pues obviamente los evolucionistas no podían aceptar que


fuese más antigua que el Hombre de Neanderthal.
 La Mandíbula de Foxhall: Esta otra mandíbula humana - sapiens -
se descubre también en 1863 en Foshall, Inglaterra, en depósitos del
Plioceno. Loren Eiseley de la Universidad de Pennsylvania dice al
respecto: “... el interés (sobre la mandíbula) declinó en gran medida
porque era de aspecto moderno... Como no había nada respecto de ella
que los anatomistas pudiesen considerar como primitivo, el interés
rápidamente desapareció. Sólo el tiempo dirá cuentos otros restos
humanos antiguos han sido desechados simplemente porque no encajaban
en el esquema evolucionista preconcebido”. (Eiseley, Loren. “The Inmense
Journey”. (Random House, 1957), p. 18)
 El Cráneo de Bald Hill (Calavera): En 1866 se descubre en Bald
Hill, California, también en un depósito pliocénico, otro cráneo de Homo
Sapiens. Fue rechazado porque era demasiado “moderno”, y no encajaba
en la evolución.
 El Esqueleto de Galley Hill: Este esqueleto Homo Sapiens es
encontrado en Galley Hill, Inglaterra, en 1888, en depósitos del
Pleistoceno temprano. John Weiner de la Universidad de Oxford dice en
relación a este esqueleto: “éste y otros hallazgos fueron entonces
inaceptables, en gran medida porque la opinión general en esa época no
admitía la aparición del Homo Sapiens más tempranamente que el
Hombre de Neandrethal”. Estos restos son directamente sapiens; igual a
nosotros.
 En 1977 Mary Leakey anuncia el sensacional descubrimiento en
Laetolil, Africa, de huellas fósiles humanas de una antigüedad superior a
la de cualquier resto antes descubierto. Incluso había huellas de
dinosaurio muy cerca, de la misma antigüedad. La autenticidad de estas
hu ellas daría muy buenas razones para suponer que los grupos animales
básicos y el hombre siempre han coexistido - como ahora - no habiéndose
originado por transformaciones sucesivas de unos en otros sino que
representan grupos paralelos de desarrollo, sin relación genealógica entre
sí.
Lo cual de más está decir, sería el fin del evolucionismo.
No obstante todo esto, se mantienen los fraudes, y se ocultan los
hechos, cuando éstos contradicen al evolucionismo. No está de más cerrar
con las palabras de San Pablo en carta a Timoteo:
“Vendrá un tiempo en que no soportarán la sana doctrina; antes,
deseosos de novedades, se amontonarán maestros conforme a sus pasiones
y apartarán los oídos de la verdad para volverlos a las fábulas. Pero tú vela
en todo… haz obra de evangelista, cumple tu ministerio” (II Tim. 4, 3-5).
Por todo esto partiremos en el análisis histórico desde los pueblos y
culturas de los cuales tenemos registro, posterior al cataclismo sufrido por
el planeta hace aproximadamente 5000 años. Ello nos lleva a la
Mesopotamia asiática y los pueblos que allí vivieron.

DESDE LOS ORÍGENES DE LA HISTORIA HASTA


ABRAHAM
CRONOLOGÍA
11

Una cronología de los tiempos históricos desde el origen, podría


resumirse del siguiente modo:
Período Antediluviano (4963 a.C.- 3308 a.C.): Corresponde a la
época de los Patriarcas. Desde Adán hasta Sem, durante cuyo patriarcado
sucede el cataclismo natural conocido como Diluvio.
Período Posterior al Diluvio (3308 a.C. – 2296 a.C.): Época de
confusión para los hombres, y de reorganización. Todo lo destruido por el
diluvio debe ser reinventado y reconstruido a partir de muy pocas
personas. Esto termina con la llamada de Dios a Abraham.
Desde allí en adelante, seguiremos viendo la historia particular del
pueblo de Abraham, cuando veamos a los hebreos.

Sobre los tiempos anteriores al diluvio, podemos afirmar que, si bien


todas las artes fueron practicadas por el hombre: poesía, escritura, música,
artesanía, navegación, etc.; muy poco es lo que se conoce, salvo los relatos
más recientes. Los hombres estaban organizados en familias, gobernadas
por Patriarcas. La religión era muy básica, sin templos, y de sacrificios
esporádicos.
El diluvio disminuyó muchísimo tanto la capacidad de los hombres
(cuyo promedio de vida se reduce hasta casi el de la actualidad), como la
enormidad de la flora y la fauna. La atmósfera cambió, y el hombre
necesitó de la alimentación de los animales, que antes no le era necesaria.
Es profundamente llamativo, para contrarrestar lo que se afirma en
contra de la veracidad de lo revelado por Dios, que no hay restos de
actividad cultural del hombre (escritura, ciudades, templos, etc.) anteriores
al cuarto milenio. A lo que se pretende dar mayor antigüedad, son a los
objetos analizados con los riesgosos e inseguros métodos de datación
llamados “carbono-14” y “potasio-argón”3. En realidad, salvo lo revelado,
poco es lo que se sabe de la historia antes del cataclismo del diluvio, que
poco dejó en pie. El resto son suposiciones especulativas basadas en la idea
apriorística de la evolución.

Después de consumado el Diluvio, se sucedieron una serie de


Patriarcas, los cuales fueron los siguientes: Arfaxad, Salé, Heber, Faleg
(durante su reinado se produjo la confusión y la dispersión de los hombres
en la Torre de Babel), Reu, Sarug, Nacor, Taré, y Abraham, cuya vocación y
alianza se produce en 2296 a.C.

El pueblo Hebreo desde la Vocación de Abraham, hasta Moisés


(2296 a.C. – 1725 a.C.)

Sería muy difícil entender la historia del pueblo hebreo sin tener en
consideración la alianza que Dios Nuestro Señor estableció con ellos desde
los tiempos del patriarca Abraham, hasta la Encarnación de Nuestro Señor;
el cual les estuvo anunciado claramente por los Profetas como Mesías, pero
que la mayor parte de su pueblo no aceptó hasta el día de hoy, lo que les
valió la ruptura de la Alianza con Dios Creador, y la posibilidad de
Salvación para los demás pueblos.
A estas épocas corresponde la invención de las religiones idólatras y
falsas por parte de los hombres, y sólo los fieles descendientes de Abraham
mantuvieron la adoración al Dios creador. Dios le dice a Abraham que “en
3
Cf. “Las Dataciones Radiométricas – Crítica”, Harold S. Slusher, SEDIN, Girona,
2003
12

él serán benditas las naciones de la tierra”. De los hijos de Abraham,


Ismael e Isaac (este último concebido fuera de tiempo), sólo Isaac fue
reconocido como patriarca legítimo. De los descendientes de Ismael, se
originaron los árabes. De Isaac reinaron luego Jacob y José.

Destrucción de Sodoma y Gomorra


Lot, compañero de Abraham y hombre justo, vivía en una ciudad llamada Sodoma, que
estaba cerca de otra llamada Gomorra. Sus gobernantes eran ambiciosos y malvados, y los
habitantes de esa ciudad, cometían pecados de aquellos que claman al cielo. Ese clamor
llegó hasta Dios, quien avisó a Abraham y a Lot sobre la destrucción total de las ciudades.
Intercedió Abraham para mover la misericordia de Dios, pero no encontró ni siquiera diez
justos que justificaran la salvación de tales ciudades. Avisados los habitantes por Lot, se
burlaban. Todo fue destruido por fuego y azufre (probablemente un volcán), hasta la
vegetación, y así quedaron las características del que hoy se conoce como Lago Asfáltides, o
Mar Muerto. Ordenó Dios no mirar hacia atrás a Lot y su mujer, pero ésta miró, y fue
convertida en estatua de sal.

Hacia el 2076 a.C., a la muerte de José, que era ministro del Faraón de
Egipto, los hebreos quedaron presos y esclavos de los egipcios. Los
faraones Tebanos no toleraron la antigua amistad de los hebreos, que a fin
de cuentas eran extranjeros. Hasta 1645 a.C. tuvieron sometidos en ese
país. Pero Dios no abandonó a Su pueblo, y encomendó a Moisés el escape
o “Éxodo” de Egipto hacia Canaán, entre 1645 y 1605 a.C. Allí le dio las
tablas de las leyes por las cuales se debían regir, y castigó severamente a
su pueblo porque estaban adorando al dios del dinero, el “Becerro de Oro”.
Con Moisés se establece la “Ley Judía”, que es la que mantienen
actualmente los judíos.

LAS TABLAS DE LA LEY


Estas tablas, base de los mandamientos cristianos, que Cristo vino a completar, fueron revelados a Moisés de la siguiente
manera:
1) Yo soy el Señor, tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de la casa de la esclavitud. No tendrás dioses ajenos
delante de mí, ni los adorarás.
2) No tomarás el nombre del Señor, tu Dios, en vano;
3) Acuérdate de santificar el día del sábado (equivalente a nuestro Domingo)
4) Honra a tu padre y a tu madre, para que vivas largo tiempo en la tierra que el Señor, tu Dios te dará.
5) No matarás
6) No fornicarás
7) No hurtarás
8) No darás contra tu prójimo falso testimonio
9) No desearás la mujer de tu prójimo
10) No codiciarás su casa, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni cosa que sea suya.

En el período que va desde 1605 a 1085 a.C., los hebreos tuvieron que
sufrir la servidumbre de los pueblos cananeos y filisteos que habitaban la
región, y que eran más que ellos. Poco a poco lo fueron logrando,
demostrando la tenacidad y perseverancia que caracterizó siempre a ese
pueblo. Fue la llamada “Época de los Jueces”.
Hacia el 1085 a.C., las 12 tribus en las que estaba dividido el pueblo
hebreo, se unifican bajo el mando de un solo Rey. El primero de ellos fue
Saúl, sucedido por David (el que venció a Goliat, y el autor de los 150
Salmos de alabanza a Dios). Durante su reinado se fundó la ciudad de
Jerusalén, y se reinstaló el “Arca de la Alianza”, donde se guardaban los 10
Mandamientos de la Ley de Dios dados a Moisés. Su hijo Salomón
construyó el Templo que llevó su nombre hasta que fue por dos veces
destruido. Fue la época de gloria del pueblo judío, hasta el 962 a.C..
13

El hijo de Salomón, Roboam, sufrió una revuelta de las 10 tribus del


norte, por lo que el reino quedó separado en dos (reino de Israel –10
tribus-, y reino de Judá –2 tribus restantes-). Los asirios llegaron a tomar el
primer reino.
En el 606 a.C. fueron invadidos por los Babilonios, cuyo rey
Nabucodonosor destruyó el Templo y la ciudad de Jerusalén, capital del
reino de Judá. Desde allí en más comenzó la Diáspora, o disgregación del
pueblo judío por el mundo. Toda la historia del pueblo hebreo puede leerse
en los libros históricos del Antiguo Testamento. (Jueces, Reyes, Ruth,
Samuel, etc.)

Gobierno: Los hebreos estaban divididos, como contamos


anteriormente, en 12 tribus, cada uno de los cuales estaba gobernado por
un “Juez”, que se encargaba de mantener el orden político, y de guardar el
cumplimiento de la Ley. Pero después de la unificación, el poder pasó a
manos de un solo Rey, de carácter hereditario, y con poderes bastante
importantes.
Estaba asistido por un consejo llamado “Sanedrín”, que estaba
compuesto por los intérpretes de la Ley de Moisés, sacerdotes de Dios.
Ellos eran los verdaderos portadores del poder real del reino judío. La
existencia de ese Sanedrín siguió a pesar del paso de los años.
La Ley política era la misma que la Ley religiosa. Nunca se entendió
que la Ley pudiera separarse de Dios. Tengamos en cuenta que la
existencia de leyes “civiles”, como son las nuestras, es un invento del siglo
XIX de nuestra era. Por eso debemos hablar más sobre la Ley religiosa
hebrea.

La Fe del Pueblo Elegido: Como dijimos más arriba, Dios se mantuvo


fiel con Su pueblo mientras Su pueblo se mantuvo fiel a Dios. El pueblo
hebreo fue el único pueblo que no adoró a los Ídolos, y mantuvo la Fe
verdadera hasta la llegada de Nuestro Señor Jesucristo. Por eso fue difícil
el mantenimiento de la Fe entre tantos pueblos que llegaban a adorar hasta
las piedras. Por eso fue importantísimo el valor de la Ley.
La Ley de Moisés tenía como base las tablas de los 10 mandamientos,
pilar de nuestra Religión Cristiana. Pero además Moisés estableció la
TORÁ, que vienen a ser los primeros 5 libros de nuestra Sagrada Biblia: el
Génesis y el Éxodo, en donde se relata desde la Creación hasta la época
de Moisés; y los tres libros de leyes y sentencias, que son: Levítico,
Números y Deuteronomio.
Las interpretaciones por parte de los rabinos de la Torá, constituyó el
TALMUD, que es de origen posterior (siglo II- III d.C.). el conjunto de Torá
y talmud constituyen el TANAJ.
La principal fiesta de los judíos es la Pascua, en la que se recuerda el
“paso” desde Egipto a Canaán. Es muy diferente de nuestra Pascua de
Resurrección. Los templos judíos se llaman Sinagogas, y su día sagrado es
el “Sabbath” que significa “descanso” y de donde viene el nombre de
nuestro día sábado. Durante ese día los judíos no pueden realizar tarea
alguna.
El Mesías: Durante las mejores épocas del pueblo hebreo, se
encargaron de mantener la fe hombres elegidos por Dios para tal tarea,
entre los que se destacaron los “Profetas”. Los principales fueron Elías,
Daniel, Jeremías, Isaías y Ezequiel. Ellos profetizaron claramente la llegada
14

del Mesías, es decir del Salvador, que redimiría a su pueblo y lo llevaría a


la Gloria.
Fijémonos con la claridad con que el Profeta Isaías se refiere a
Jesucristo en estas sentencias:
“Despreciado, desechado por los hombres, abrumado de dolores y habituado al
sufrimiento, …tan despreciado que lo tuvimos por nada. Pero Él soportaba nuestros
sufrimientos y cargaba con nuestras dolencias… Él fue traspasado por nuestras rebeldías y
triturado por nuestras iniquidades. El castigo que nos da la paz recayó sobre él y por sus
heridas fuimos sanados… Al ser maltratado se humillaba y ni siquiera abría su boca: como un
cordero llevado al matadero, como una oveja muda ante el que la esquila, él no abría su boca.
Fue detenido y juzgado injustamente, y ¿quién se preocupó de su suerte?. Porque fue
arrancado de la tierra de los vivientes y golpeado por la rebeldía de mi pueblo. Se le dio un
sepulcro entre los malhechores y una tumba con los impíos, aunque no había cometido
violencia ni había engaño en su boca.…Si ofrece Su vida en sacrificio de reparación, verá Su
descendencia, prolongará Sus días, y la voluntad del Señor se cumplirá por medio de Él.”
(ISAÍAS, 53, 2-10).
Es sorprendentemente clara la referencia del profeta Isaías a la Pasión y Muerte de Jesucristo
cientos de años antes que sucediera

LA MESOPOTAMIA
Los territorios en los que estaban asentados los pueblos que veremos,
están comprendidos entre los ríos Tigris y Eúfrates, el actual sur de Irak
(ver mapa). Esta es la zona sur de lo que también se conoce como
Mesopotamia (que significa en griego: “entre ríos”), o también llamado
Creciente Fértil (por la forma de las tierras fértiles, que se asemejan a
una media luna). Sin embargo esta zona carece totalmente de materias
primas (piedra, metales y madera), la cual se buscó en otros lugares.
Los registros escritos más antiguos de que se conservan restos, son del
4° milenio. En el cambio de milenio, en torno al 3000, comienza el período
que se prolonga hasta el año 2300 a.C. y pertenece a los pueblos llamados
Sumerios. Organizados primeramente sobre una ciudad llamada Ur (que
en antiguo idioma indoeuropeo quiere decir “Señor”).
Durante esta misma época se produce el origen del Antiguo Reino
Egipcio.

Los Sumerios (3200 a.C.-2300 a.C.)


Ubicación e Historia:
Los sumerios se establecen al Sur de Mesopotamia. Los pueblos de
origen indoeuropeo o ario, como las tribus asentadas en el valle de Súmer,
a los que se llama Sumerios; tienen una organización típica. La unidad
esencial de la sociedad es la familia, constituida por los descendientes de
un antepasado común conocido. Las familias se agrupan en tribus, por
15

descendencia común, y la base de las mismas es una especie de culto a los


antepasados, realizado en el hogar bajo el sacerdocio paterno. Las tribus
tenían igualmente un padre común que era también su jefe político y
sacerdote.
Así nace la Urbe o Ciudad. Unión de tribus bajo un culto común a un
antepasado o héroe histórico que comúnmente da el nombre a la ciudad.
Los nombres de las ciudades más importantes sumerias son: Lagash, Kish,
Nippur, Umma, Uruk, entre otras. Cada una de ellas rodeada de una serie
de pequeños campos.
La actividad política es de carácter sagrado, directamente ligada con la
prosperidad y conservación del linaje y el culto patriótico. Por eso todos los
reyes antiguos guardaban el carácter sacerdotal.
Hacia el 2700 aC, las ciudades, como Uruk, se fortifican con potentes
murallas. La construcción de esta ciudad se atribuye a un personaje
legendario, llamado Gilgamesh, un héroe sumerio.
Distintas ciudades van a tener un esplendor particular, según la época
de su florecimiento. Hacia el 2500 a.C., la ciudad de Ur y la de Lagash, se
tienen como las más importantes.

Forma de Gobierno y División de la Sociedad

Dijimos que la ciudad es el conjunto de tribus ligada por un culto


común y que tiene un jefe o Rey que es Sumo Sacerdote. Los términos
empleados para llamar al rey eran diferentes según la función que tuviera:
podía llamárselo "En", que significa “gran sacerdote”, "Ensi", que significa
“agente del dios”, y "Lugal", que significa “rey o jefe militar”. Ser un “EN”
no era lo mismo que ser un “LUGAL”, ya que uno tenía funciones religiosas,
y el otro no.
La función del rey es, pues, ser el juez supremo y jefe militar de su
territorio, conservar y promover el bien común, y ser puente entre los
Dioses y los hombres.

Sociedad Sumeria
Como en todas las civilizaciones de la historia, no todas las personas
eran iguales. La sociedad se dividía según su prestigio, que estaba dado
por la descendencia. Esta división se llama “por ESTATUTOS o
ESTAMENTOS”. Es decir, que cada sector social posee derechos y
obligaciones DIFERENTES según la función que cumpla. Hay funciones
más delicadas y menos delicadas hay otras de mayor prestigio, y otras de
menor prestigio, y hay personas aptas para cierta función social (rey o
gobernante), y otras que no lo son. Por eso, todas las personas no eran
iguales, idea diferente a la concepción social moderna. La sociedad
sumeria, como la de todos los pueblos de la antigüedad, era una sociedad
ORDENADA y JERÁRQUICA (ya que hay funciones más importantes y
delicadas, los que ocupan esas funciones, deben tener más obligaciones, y
más derechos que los que cumplen funciones de menor importancia).
Los estamentos, en orden de importancia eran: El Rey y su familia, eran
el estamento o estatuto superior. Luego, los grupos sociales más
prestigiosos eran los grandes señores (nobles y guerreros) y los sacerdotes.
El conjunto de administradores y escribas (únicas personas que sabían
escribir), eran gente de muy alto prestigio. La tradición era oral y la
escritura se reservaba para funciones religiosas o administrativas.
16

La mayor parte de la población de la ciudad se dedicaba a la


agricultura, y trabajaba en las tierras de los señores a cambio de
protección y de mantenimiento. También había comerciantes y artesanos.
La esclavitud no estaba muy extendida aunque existía, constituida sobre
todo por prisioneros de guerra o cautivos por deudas sin pagar.

Economía

Las sociedades mesopotámicas en general viven de las producciones


agrícolas, es decir, del cultivo de la tierra. Hay algo importante para tener
en cuenta. Las sociedades antiguas, como las de la Mesopotamia, buscaban
la AUTOSUFICIENCIA; es decir, subsistir por sus propios medios, sin
depender de los demás pueblos. Sólo en caso de necesidad, se recurría al
intercambio de productos o comercio con los pueblos vecinos. Esto no
impedía que hubiera comerciantes que, lejos de preocuparse por el
bienestar de la población, buscaban la ganancia personal, comprando
productos de lujo a bajo precio en otras tierras, para venderlas a precio
alto en sus propias ciudades.

La Cultura Sumeria: escritura y arte

Veamos sus características más importantes.


No podemos entender la cultura sumeria sin referirnos a la religión. El
hombre estaba hecho para servir a los dioses (aunque se trataba de ídolos
con formas humanas), para que fueran benévolos con ellos, no los dioses
para servir al hombre. Toda su cultura se entiende de esta manera. No
existía, como hoy lamentablemente existe, gente que presumiera que Dios
no existía. Era algo absurdo e incomprensible.
Los sumerios fueron grandes constructores, sin embargo la poca
utilización de la piedra (no había materiales) y el uso común del adobe ha
provocado que no nos haya llegado ninguna gran obra en buenas
condiciones. Las ciudades eran construidas con poderosas murallas
alrededor, para evitar las invasiones. Cada ciudad tenía un Zigurat
(pirámide escalonada para observar los astros y hogar del dios de la
ciudad), un Palacio para el rey, un Templo, y asentamientos agrícolas en las
afueras.
Lo que sí nos ha llegado en abundancia han sido los sellos y relieves en
piedra. Gracias a estos elementos conocemos la mayor parte de la vida de
los sumerios, desde el trabajo en el campo o la ciudad hasta las guerras.
Las estatuillas de ofrendas eran muy comunes y representaban a las
personas rezando.
El legado de los sumerios es importante en muchos aspectos pero el
más destacado sin duda fue el de la ESCRITURA.
Los registros escritos más antiguos que se conservan datan del 3.500
a.C. en Uruk. Se escribía sobre tablillas de barro, a las que luego se cocía
para endurecerlas. La impresión escrita se realizaba con una caña afilada
en la punta llamada “estilete”.
Existieron dos tipos de escrituras en la zona, no necesariamente una
derivada de la otra: una escritura ideográfica, es decir, cada signo
representaba una idea o una cosa. Y la escritura que se llama Fonográfica
o Silábica, donde la imagen pasa a significar solamente un sonido,
conformando palabras. Esta última es la escritura sumeria.
17

El modo de escribir era presionando una pequeña cuña en el barro con


el estilete, que hacía un surco. De aquí viene el nombre que recibe este
forma de la escritura: cuneiforme.
Es decir, el TIPO de escritura sumeria era silábica, y la FORMA de
escritura era cuneiforme.
La lengua sumeria no tuvo parentesco con ninguna otra de su época, no
ha habido ningún vocabulario en el mundo que se le pareciera. Era una
lengua en la que una palabra consta de una raíz que expresa un concepto y
una partícula anexa que le da el significado (como el turco o finlandés).
También se formaban palabras con dos raíces, lu=hombre + gal=grande,
lugal=hombre grande=rey.
Hacia el 2.700 ya había una importante literatura, de distintas
temáticas. Ej.: los relatos del Diluvio como castigo a los hombres, la
búsqueda de la fama por el héroe Gilgamesh, el infierno, las fábulas, los
proverbios, etc....

Hacia el 2410-2360aC se produce una invasión que termina con la


destrucción de Lagash: se trataba de las tropas del Imperio Acadio,
liderado por su rey Sargón. Todas las ciudades se proponen entonces
unificarse, para resistir al invasor, pero son vencidas. Los templos son
destruidos, los dioses derribados, y llegan al gobierno los hombres del
imperio de Acad, crueles y sanguinarios.

LOS ACADIOS O AMORREOS (2300 a.C- 2100 a.C.)


La dinastía acadia, o amorrea, dirige los destinos de Mesopotamia por
medio del imperio fundado por el rey Sargón, lo que le permite
proclamarse “rey de las cuatro regiones”, equivalente a rey del universo.
Comenzó el predominio cultural de la raza semita frente al pueblo
sumerio que era de raza blanca o aria.
Aquí se nota una tendencia diferente de la de los sumerios o pueblos
arios. El linaje familiar y la organización urbana se ven sometidos a una de
las familias que se impone sobre las demás. El poder pasa a centralizarse y
las atribuciones del rey crecen hasta la idolatría.

Organización Política y Económica

El imperio de Acad ejerce su autoridad sobre un territorio


relativamente amplio que cada rey que llega al poder tiene que
reconquistar, pues sus dominios se quieren independizar. Estas conquistas
fueron posibles gracias a la creación de un gran y poderoso ejército y la
aplicación de nuevas tácticas militares. También se utilizó el ejército para
campañas militares destinadas a conseguir, las materias primas que
escaseaban por esta región.
El Imperio estaba dividido en provincias al mando de gobernadores.
Por lo general, estos gobernadores son acadios, hombres de confianza del
rey.
El dominio sobre las ciudades garantiza el control económico de todos
los territorios sometidos, a los que se imponen tributos (impuestos). La
fuerza militar garantiza el pago de los impuestos.
En el REY es el hombre que más poder tiene y por tanto el que más
trabajadores posee. Ninguna persona puede alcanzar el prestigio del rey.
Hay una diferencia grande con los sumerios. Para los acadios, el rey es el
18

ser supremo. No se debe obedecer más que a él. Esto hizo que la religión
familiar cediera a la religión pública o idolátrica. La palabra del rey era
sagrada. La base de su poder era él mismo.
Consecuencia de los fines a los que se ordenaban los acadios fue la
pobreza de su cultura, sólo dedicada a los fines de la guerra.
La dificultad para controlar todos los territorios de forma efectiva
provocó una inestabilidad cuyas consecuencias empezaron a percibirse al
final del reinado de Sargón y fueron fatales para el gobierno de los reyes
sucesores. Así se produce la caída del Imperio Acadio en manos de la
Tercera Dinastía de Ur, un conjunto de reyes sumerios que toman el
poder en 2050 a.C..

ÉPOCA NEOSUMERIA O III DINASTÍA UR (2050


a.C. – 1850 a.C.)
Hacia el 2050 aC, un gobernador de la ciudad sumeria de Ur, se rebela
y crea la III Dinastía de Ur, que domina toda la zona. Establecen un
gobierno unificado bajo un gobierno central, ya que comprendieron que
unidos eran más fuertes para defenderse del exterior. Sin embargo, el
excesivo poder terminó relajando a los soberanos de Ur, a tal punto que se
llegó casi a la divinización del rey.
Se conserva de este pueblo un código escrito de leyes (Código de Ur-
Nammu) aplicable a todo el imperio. Eso no quiere decir que antes no
haya habido códigos de leyes. Sucede que eran trasmitidos muchas veces
de manera oral, o sencillamente, se han perdido los registros escritos.
Han quedado muchas construcciones de esta época, lo cual nos dice
algo de la capacidad de estos pueblos para la construcción y las artesanías.
De esta manera, podemos apreciar la cultura material sumeria, a diferencia
de las épocas anteriores, de las cuales poco queda en pie.
Se conservan de esta época gloriosa para la cultura sumeria, obras de
poetas y de eruditos. Se destacan las historias épicas como la vida del
héroe "Gilgamesh", que aún se conservan.
En los siglos XX y XIX aC., los pueblos Amorreas y los Elamitas
invaden el imperio de Ur. Durante 18 años, Ur resiste, pero al final cae. Su
caída señala el fin de Súmer. El imperio se disgrega en pequeños reinos.

IMPERIO BABILÓNICO (1850 a.C.- 1600 a.C.)


Los pueblos Amorreos, semitas, formarán un reino que se asentará en
la ciudad de Babilonia, a orillas del río Éufrates. Fueron herederos de la
cultura de los sumerios, como se nota en la escritura.
El rey más conocido del Imperio Babilónico, es el célebre Hammurabi.
Bajo su reinado se produjo una compilación de leyes en el famoso “Código
de Hammurabi”.
Con este rey se logró también la obediencia de todas las ciudades
mesopotámicas, y la guerra pasó a ser una constante en esta época
turbulenta. Lejos estamos de la época de paz de los reyes sumerios de Ur.
La ciudad de Babilonia pasó a ser la más bella de la Mesopotamia, y
todos los reyes ayudaron a su embellecimiento.
Su cultura fue muy rica, y entre sus elementos debemos contar:
 La simplificación de la escritura cuneiforme (signos más
simples).
19

 La aparición del sistema sexagesimal (con el cual contamos las


horas y los minutos, o los grados de los ángulos). Su origen parte de
la división del año en 360 días.
 La exacta observación de los astros, conocimientos que serían
transmitidos a todas las regiones vecinas. Además su religión se
vinculaba a ellos.
Hablaremos de ello cuando estudiemos el segundo imperio
Babilónico, del que se conservan más datos.
Hacia el siglo XVII a.C. (1600), las tribus Hititas y Casitas, invaden la
zona, con lo cual desaparece el primer Imperio Babilónico.

Documento: el Código de Hammurabi

El código incluye disposiciones tanto de lo que nosotros llamaríamos


derecho civil (que reglamenta la vida pública) como de derecho penal
(que establece las penas para los delitos), regulándose comercio, trabajo
asalariado, préstamos, alquileres, herencias, divorcios, propiedad privada,
penas por delitos de robo, asesinato, etc. La mayoría de las penas son
pecuniarias (multas), aunque también existe pena de destierro, mutilación
y muerte. En algunos casos la ley opta por aplicar la llamada “ley del
talión”, es decir, hacer al agresor lo mismo que él hizo a su víctima
siempre que ambos sean de la misma categoría social. Se hacía distinción
para las penas, según uno fuera: hombre libre, individuo común o
esclavo. Como ya dijimos anteriormente, estos pueblos tenían en cuenta la
desigualdad de los hombres.
Además, el código distingue si hay intencionalidad o no, y cuál es la
«categoría» de la víctima y la del agresor.

«Si un hombre ha reventado el ojo de un hombre, se le reventará un


ojo.»
«Si revienta el ojo de un individuo común... pagará una mina de plata.»
«Si ha reventado el ojo de un esclavo de un hombre, pagará la mitad de
su precio (del precio del esclavo)».
«Si un hombre golpea a otro hombre en una disputa y le causa una
herida, aquel hombre jurará 'Aseguro que no lo golpeé adrede' y pagará el
médico».
«Si un hombre ha ejercido el bandidaje y se le encuentra, será
condenado a muerte.»
«Si un hombre ha acusado a otro hombre y le ha atribuido un asesinato
y éste no ha sido probado en su contra, su acusador será condenado a
muerte.»
«Si un hombre se casa con su hija, se desterrará a ese hombre de la
ciudad.»
«Si un hombre, tras la muerte de su padre, se casa con su madre, se los
quemará a ambos.»
«Si un hijo ha golpeado a su padre se le cortará la mano».
"Si un hombre quiere desheredar a su hijo y afirma ante los jueces
'Quiero desheredar a mi hijo', los jueces determinarán los hechos de su caso
y, si él no ha demostrado las razones de la desheredación, el padre no
puede desheredar a su hijo.»
«Si una mujer odia a su marido y afirma 'No estarás más junto a mí', se
determinarán los hechos de su caso en un juicio y, si se ha mantenido casta
y sin falta en tanto que su marido es convicto de abandono y agravio, esa
20

mujer no sufrirá castigo, tomará su dote (sheriktu) y marchará a la casa de


su padre.»

LOS ASIRIOS (1300 a.C.- 630 a.C.)


Hacia el 2500 a.C.. Los asirios, pueblo semita, mezclado con otras
razas de la región, se instalan en la zona junto al Tigris, la “tierra de Asur”
(de allí viene el nombre “asirio”). Sus primeros reyes son súbditos de los
sumerios y de los acadios.
Aproximadamente en 1700 a.C. pasan a depender de los babilonios.
Poco tiempo después, nuevamente los asirios se independizan, pero son
vencidos por los Mitanios e Hititas, que dominan la zona, hasta que se
desarrolle su imperio.
Creían ser descendientes de los acadios, de los cuales tomaron algunos
reyes nombre, como por ejemplo Sargón II, rey asirio. Prácticamente no se
distinguían de los Acadios en sus modos y costumbres.

Cronología
 1112-728 a.C.: Época de predominio asirio bajo Tiglathpileser I.
Durante los reinado de Tiglathpileser III y IV, se domina a medos, fenicios,
y hebreos, entre otros pueblos menores. Se llega a formar gran imperio
(745 aC.).
 727-668 a.C.: Época de esplendor del llamado IMPERIO NUEVO,
porque sus reyes hacen prosperar a los territorios conquistados.
 688-630 a.C.: Período de mayor gloria del imperio asirio, bajo su rey
Assurbanipal; sus dominios comprenden Asiria, Mesopotamia, Siria y
Egipto. Recordemos que lo que los asirios entendían por gloria, significaba
sufrimiento para sus conquistados, ya que eran muy crueles. A la muerte
de ese rey, se desmiembra el imperio.

Características del Reino Asirio

Las características del Reino Asirio tendrán su época de apogeo


alrededor del siglo X a.C.
El fundamento del poder asirio será, pues, el EJÉRCITO, que acapara la
mayor atención y esfuerzo por parte del gobierno. El ejército va a ser la
base de las políticas de terror que aplicarían a los pueblos vencidos. Sus
métodos de conquista eran brutales y ausentes de toda piedad. Cada rey
fundaba una nueva capital, entre las que se destacaba Nínive, la ciudad
más hermosa de este pueblo.
Las conquistas fueron muy numerosas, parecidas a las de la época de
los Acadios. Cada vez que dominaban a un pueblo, exigían enormes
tributos de guerra. La economía asiria casi se basaba solamente en esos
tributos a sus dominados.
Fueron eficaces en la explotación de la tierra, pues permitieron hacer
crecer la población a través del incremento de la producción agrícola. El
campo estaba habitado y cultivado por campesinos dependientes,
esclavos o semilibres, frente a las comunidades de aldeas de ciudadanos
independientes.
Poco a poco, se consolida una monarquía absoluta. Nuevamente el
mismo problema de los acadios: el gobierno no se somete a la religión, sino
que los reyes gobiernan a su antojo. Esto los llevó a la rápida decadencia.
21

Eso no significa que no tuvieran religión. Solamente se trataba de que la


religión era una costumbre privada, pero no el fundamento de las leyes y el
gobierno, que es algo muy distinto.
En el año 701 a.C., el rey Senaquerib de asiria invade las ciudades del
reino de Judá, al mando por entonces del rey Ezequías. Ya se había
apoderado del Reino de Israel en tiempos del rey Osee (718 a.C.). Ezequías,
hijo del impío Acab, fue un buen rey, al punto que restableció el culto de
Dios y destruyó el de los ídolos.
Senaquerib mandó un ejército, que a la par que conquistaba,
blasfemaba contra Dios. Consultando al profeta Isaías para que rogase al
Señor, éste le dijo: “No temas, Ezequías, porque el Señor dice esto del rey
de los Asirios: “No entrará en esta ciudad, ni disparará flechas contra ella, ni
escudo la ocupará, ni la cercará trinchera. Por el camino que vino se volverá
y no entrará en esta ciudad”. La noche siguiente el Ángel del Señor
exterminó a 185.000 soldados del ejército de Senaquerib. Despavorido por
semejante carnicería, Senaquerib volvió a Nínive, donde fue apuñalado por
sus propios hijos. Esto está relatado en las Sagradas Escrituras (2 Reyes, 18-
19), y enseña cómo perecen las naciones que luchan contra Dios.
Babilonia, enemiga de los asirios, hacia el 630 a.C., se alía con los
pueblos Medos, que hasta entonces se habían visto sometidos por Asiria.
De este modo el reino asirio deja de existir y las naciones vencedoras,
Media y Babilonia, se reparten sus antiguas posesiones. La destrucción de
Nínive, postergada desde los tiempos del profeta Jonás, fue hasta tal punto
destructiva, que fue arrasada completamente, los animales habitaron en
sus ruinas, y quedó convertida en un desierto. Por eso estas ruinas fueron
descubiertas recién en el siglo XIX.

IMPERIO CALDEO O NEOBABILÓNICO (640 - 539


a.C.)
Hacia 640 aC. los caldeos, pueblo semítico procedente de la zona de
Caldea, se establecen en Babilonia. Por la división acordada con los Medos,
les tocó Siria, Palestina y Mesopotamia. Su rey más importante será
Nabucodonosor, quien incluso vencerá a los egipcios. Nabucodonosor II
se dedica a embellecer Babilonia, convirtiéndola en una de las ciudades
más destacadas del mundo antiguo. Reconstruye los templos destruidos,
amplía el palacio real y prosigue la construcción de su legendaria torre,
comenzada por su padre; destacan también los llamados jardines
colgantes, que se hallan en un edificio abovedado, sostenido por columnas
de 65 m, y con grandes terrazas ajardinadas. 562 a.C. Sin embargo,
Nabucodonosor era un rey soberbio e impío, que no tuvo piedad con Dios, y
hasta llegó a hacerse adorar en vida. Este monarca toma Jerusalén, y se
lleva a tres mil de los más virtuosos hebreos, entre ellos Daniel, Ananás,
Misael y Azarías. Allí comienzan los setenta años de cautividad de los
hebreos. El reino de Judá fue destruido, y los habitantes trasladados a
Babilonia.
Los tres jóvenes en el horno
La soberbia de Nabucodonosor, si bien contaba con el auxilio del profeta Daniel,
fue excesiva. Cuenta este Profeta (Dn. III), que hizo construir una estatua de oro que
representaba al rey, para que al sonar una trompeta, todo el pueblo lo adorara.
Tres hebreos virtuosos, llamados Sidrac, Misac y Abdenago, que vivían en
Babilonia, fieles a Dios, se negaron a adorar la estatua, por lo cual fueron
condenados a morir entrando en un horno. El Ángel del Señor entró con ellos, y
22

ninguna llama los tocó. Los jóvenes en tanto, se desplazaban sobre las llamas
haciendo cánticos en honor de Dios.
Sorprendido el rey por esto, mandó que sacasen a los jóvenes, y que se adorara
a Dios en todo el Imperio. Eso no le duró mucho, volvió a ofender a Dios, por lo cual
enloqueció, y terminó viviendo como un animal.
Al morir Nabucodonosor, su imperio fue terriblemente castigado, hasta
que en el 539 a.C. los persas, al mando de su rey Ciro. Así terminaron las
constantes ofensas a Dios por parte de Babilonia, tierra de riquezas, pero
también de impiedad.

Características Políticas, Sociales, Económicas y Culturales

La política babilonia era manejada por el REY, de carácter hereditario y


sin límite de poder. Sin embargo, la poderosa creencia en las divinidades
astrales, hizo que los sacerdotes y adivinos, intérpretes de los astros y de
los ídolos, tuvieran una influencia muy grande en el gobierno. El dios
principal dependía de la ciudad o pueblo que dominara. En el caso de los
Caldeos, el culto principal de Babilonia era el de Marduk, dios en forma de
hombre.
La ciudad principal era Babilonia, donde vive el Rey, quien aseguraba
el abastecimiento de recursos necesarios para el ejército y las obras
públicas.
La Astrología (ciencia del estudio de los astros) luego de una época de
esplendor derivó en una práctica supersticiosa ejercida por los sacerdotes
y adivinos caldeos. Sin embargo el estudio del firmamento les hizo conocer
bastante sobre los astros. Podían predecir los eclipses con bastante
exactitud. Determinaron las fechas de los solsticios y los equinoccios,
trazaron las órbitas del sol, de la luna, dividieron la eclíptica en las doce
constelaciones. Todos esos conocimientos se fueron perfeccionando desde
la época de los amorreos. Poseían además un calendario preciso. El día era
dividido en 24 horas, y la hora en sesenta minutos.
Usaron y perfeccionaron el sistema sexagesimal (que tiene como base
el número “6”). Dividieron la circunferencia en 360 grados, y el año en 360
días. El sistema monetario también era sexagesimal.
Para contar idearon el ábaco, que les permitía hacer fácilmente las
sumas; y la tabla pitagórica, para realizar las multiplicaciones.
Algo muy curioso entre los babilonios era que poseían una detallada
biblioteca que servía para que los sacerdotes instruyeran a los jóvenes
sobre el pasado. Gracias a esto se puede conocer bastante sobre los
sumerios y los pueblos anteriores a los caldeos. Como puede verse, la
educación estaba a cargo de los sacerdotes, como lo fue siempre a lo largo
de la historia, salvo el siglo XX.

EL Imperio Persa (650 a. C. - 331 a.C.)


En los países situados al este de Mesopotamia se ha ido produciendo
lentamente, desde antes del cambio de Milenio, la penetración de los
pueblos indoiranios, de entre los que van a destacar dos pueblos
asentados en la parte occidental del Irán: los medos y los persas, que
relativamente pronto se van a organizar bajo la forma monárquica.
A finales del siglo VII el reino medo comienza a intervenir activamente
en Mesopotamia, y gracias a su alianza con Babilonia consigue tomar
23

Nínive en 612 a.C., lo que marca el fin de Asiria y el auge de Media y


Babilonia.
Sin embargo, a mediados del siglo VI a.C., Media es gobernada por la
dinastía Aqueménida, la principal del Imperio Persa, que comienza así una
irresistible expansión y que culmina antes de fines del siglo VII a.C. con la
conquista de todos los territorios que forman parte del Próximo Oriente,
incluido Egipto, que ya antes había experimentado la conquista asiria.
El rey Ciro el grande, es quien toma todos los territorios de
Mesopotamia y parte de la península de Anatolia, dominando en forma
bastante compasiva con sus súbditos. Sus sucesores, Cambises, Darío I,
Jerjes y Artajerjes, engrandecerán el Imperio que incluso querrá tomar
Grecia, en las fallidas “Guerras Médicas” (490 – 436 a.C.), que veremos
más adelante.

La Política del Imperio Persa:

El Gobierno estaba encabezado por el rey, de carácter absoluto. Era


llamado “Gran Rey”. En la época del rey Darío I (c. 490 a.C.) se dividió al
Gran Imperio en 23 Satrapías, especie de provincias. Cada satrapía era
gobernada por un Sátrapa, o gobernador designado por el rey. Estos
gobernadores podían decidir cuestiones de justicia, economía y
reclutamiento de tropas. Pero debido a que el comportamiento de los
sátrapas no era del todo fiel al Gran Rey, se enviaba a espías, llamados
“ojos y oídos del rey”, que en forma secreta vigilaban a los sátrapas e
informaban al rey de sus actividades. Cualquier desobediencia era
castigada con la peor de las muertes.
De más está decir que el poder de los persas se basaba en la fortaleza
de su ejército. Éste estaba formado por distintos cuerpos (infantería
pesada, ligera, caballería, arqueros, etc.), pero de todos ellos el más
importante era el de los Diez mil Inmortales. Se trataba de los 10.000
mejores soldados, que defendían al rey y se decía que eran inmortales
porque el número permanecía siempre fijo, reemplazándose
inmediatamente a quien caía en batalla. La marina de guerra estaba
compuesta por los fenicios, conquistados rápidamente por el imperio.
El imperio persa tenía cuatro capitales: Ecbatana, Susa, Persépolis y
Pasargada. Otras ciudades importantes eran las conquistadas Babilonia y
Nínive.

La Religión de los Persas: el Mazdeísmo o Zoroastrismo:


La religión persa, llamada Mazdeísmo, tenía características muy
particulares. En primer lugar, creían en un dios creador, llamado Ahura
Mazda, figura principal del culto persa. Sin embargo, también existía una
lucha permanente entre dos divinidades, que en alguna medida se
confundían con Ahura Mazda: la del bien, llamada Ormuz, y la del mal,
llamada Ahrimán. Esta lucha se manifestaba dentro de cada hombre, y
hacía buena o mala a la persona según el dios que predominara.
Las enseñanzas de esta religión fueron propagadas y compiladas por un
sabio llamado Zoroastro o Zaratustra, quien elaboró un libro llamado
Zend-Avesta, base del culto persa.
Los sacerdotes eran llamados “Magos” y se vestían de vivos colores.
Sus ceremonias se basaban en el mantenimiento del elemento sagrado que
era el fuego, que debía permanecer encendido siempre. Como también la
24

tierra era sagrada, a los cuerpos no se los podía ni enterrar ni cremar, por
lo cual eran puestos en torres altas para que se descompusieran.
La religión persa era moralmente muy sana, pero era humanista y
espiritualista a la vez, y había perdido la noción de Dios Trascendente.
Luego, con el pasar de los siglos, casi desapareció por la difusión del
Cristianismo.

LA ADORACIÓN DE LOS MAGOS


“Cuando nació Jesús, en Belén de Judea, …unos magos de Oriente …
preguntaron: ¿Dónde está el Rey de los Judíos que acaba de nacer? Porque
vimos su estrella y hemos venido a adorarlo… La estrella que habían visto
en Oriente los precedía, hasta que se detuvo en el lugar donde estaba el
niño …y al entrar en la casa, encontraron al Niño con María, su madre, y
postrándose, le rindieron homenaje.” (Mateo, 2, 1-11).
Este relato del Evangelio se refiere a la llamada “Adoración de los
Magos”, que eran sacerdotes persas, y que nosotros los católicos
festejamos como la fiesta de la Epifanía, del 6 de Enero. La tradición
popular luego les dio los nombres de Melchor, Gaspar y Baltasar. Su
significado es claro, indica la adoración de todo el mundo a Nuestro Señor,
es decir, de las naciones paganas. Desafortunadamente hoy hay sectas que
quieren reavivar el culto mazdeísta, sin reconocer al Dios Verdadero, y la
adoración que los magos persas le hicieron.

Pero todo este enorme imperio persa, tenía una gran debilidad: al estar
compuesto por tantos pueblos distintos, carecía de coherencia y unidad.
Este será el punto débil que aprovechará el fulminante avance del ejército
macedónico de Alejandro Magno. El triunfo del macedonio aún es causa
de asombro, pues el potencial y el poderío del Gran Rey eran tan
abismalmente enormes pero sólo lo acompañaba el poder del número.
Como muchas veces se ha demostrado en la Historia, el número no es la
causa de la victoria, sino el orden, la calidad y el amor a las cosas
trascendentes, que los helenos poseían a diferencia de los persas.

EGIPTO, IMPERIO ANTIGUO, MEDIO y BAJO (3100


- 331 a.C.)
Situado en un valle de unos 1.000 km. de longitud, Egipto debe su
fertilidad a los depósitos de la inundación anual del río Nilo (de julio a
octubre) cuando se deshielan las montañas de Etiopía.
En este país podemos distinguir dos regiones: El Bajo Egipto o Delta,
al Norte, región fértil y poblada, y el Alto Egipto, al Sur, o Valle del Nilo,
estrecha faja de tierra fértil que limitaba al este y al oeste con los desiertos
arábigo y líbico;
Hacia el 3000 a.C., se produciría la unificación del Alto y el Bajo Egipto.
Ello marcará el inicio del primer reino de la historia egipcia: el Imperio
Antiguo
25

PERÍODOS HISTÓRICOS DE EGIPTO


Los reyes de Egipto se ordenaban en XXVI, Dinastías (Una “dinastía”
es el conjunto de reyes –en este caso Faraones- de una misma Familia.
Cambia la dinastía cuando cambia la familia del nuevo rey)
Los períodos en los que podemos dividir la historia de Egipto son los
siguientes:
 IMPERIO ANTIGUO: (3000 a.C. – 2150 a.C.) Abarca los
primeros 1500 años. Su primera capital fue Tinis, (IMPERIO TINITA) y
posteriormente Menfis (IMPERIO MENFITA), al Norte. Fue una etapa de
organización y fortalecimiento. A esta época le corresponde la
construcción de las grandes pirámides, y otras obras gigantescas.
 PRIMER PERÍODO INTERMEDIO: (2150 a.C.– 2000 a.C.) Es
una época en la cual Egipto sufre invasiones por parte de tribus libias. Se
produce por tanto una descentralización del poder.
 IMPERIO MEDIO: (2000 a.C.– 1700 a.C.) Es una nueva época
de unificación, en la cual la capital se fija en Tebas (IMPERIO TEBANO).
es una época de reorganización, en la cual las dinastías alcanzan nuevo
prestigio y control de los territorios bajo un mismo gobierno. Sin
embargo, hacia el 1700 a.C., sufren la invasión de un pueblo de origen
semita mesopotámico, y que ellos llamaron “Hicsos” (reyes pastores).
Allí comienza otra época de anarquía y descentralización.
 SEGUNDO PERÍODO INTERMEDIO: (1700 a.C. – 1500 a.C.)
Durante esta época se producen varias invasiones y migraciones del Asia
Menor (entre ellos los Hebreos). Hasta que se vuelve a producir un golpe
de Estado por parte de los reyes de Tebas.
 IMPERIO NUEVO: (1500 a.C.– 1000 a.C.) Es la época más
floreciente de la cultura y la civilización egipcia. Los faraones tebanos,
entre los que se destacaba Tuthmosis III, Amenofis III y IV, y Ramsés
II. En esta época se produce la máxima expansión de Egipto, y el
sometimiento de todos sus pueblos vecinos. Egipto se convierte en una
de las civilizaciones más poderosas del viejo mundo.
 TERCER PERÍODO INTERMEDIO: (1000 a.C. – 700 a.C.) Una
serie de invasiones (Etíopes y de Asia Menor), no pueden ser contenidas
por las estructuras de poder tebanas. Comienza la decadencia de
Egipto.
 BAJO IMPERIO: (700 a.C.– 50 a.C.) Es una época de conquistas
de Egipto por parte de los Sudaneses, Asirios, Persas, y posteriormente
por las tropas de Alejandro Magno. Hacia el 50 a.C. son dominados por
Julio César, príncipe romano. Adquieren las estructuras de gobierno de
los pueblos conquistadores.

ORGANIZACIÓN POLÍTICA

Los egipcios ubican la mayoría de sus ciudades y pueblos en las


cercanías del río, o a una distancia considerable, o sino elevadas sobre
montículos, intentando en ambos casos evitar los efectos de la inundación.
26

Las principales ciudades eran las elegidas por el faraón como capital -
Menfis, Tebas, o Sais. Todas ellas estaban organizadas de manera algo
imprecisa, tomando como centro los edificios públicos.
Cuando se produce la unificación (3000 a.C.), el sistema de gobierno
pasa a ser la Monarquía, con las siguientes características.
- TEOCRÁTICA: Porque el Rey (Faraón), era considerado un dios.
- ABSOLUTA: Ya que tenía todo el poder.
- HEREDITARIA: Porque la descendencia era de Padre a Hijo (Así se
formaban las Dinastías).
En la concepción de los egipcios el faraón se encuentra fuera del orden
social pues en realidad pertenece al ámbito divino, por eso se encarga del
buen funcionamiento del culto. Cualquier acto contra la voluntad del
soberano era considerado como un gran sacrilegio.

ORGANIZACIÓN SOCIAL

En términos generales se trata de una sociedad dedicada a actividades


agrícolas.
La sociedad egipcia manifiesta un elevado grado de jerarquización y
dependencia, ocupando la posición más alta el Faraón.
Luego estaban los sacerdotes que no eran más que delegados que
actúan en nombre del faraón, el único que puede construir edificios
sagrados.
Los miembros de la administración (escribas) constituían las elites de
la sociedad.
Por debajo encontramos a los sirvientes: a cambio de una pequeña
retribución realizaban todo tipo de trabajos, considerándose personas
libres pero dependientes de su señor.
Los campesinos serían la siguiente clase social. Los pequeños
propietarios debían entregar la mayor parte de sus cosechas al Estado o los
templos en calidad de tributos.
Los artesanos se encuentran en la clase intermedia, habitando en su
mayoría en las ciudades. También estaban obligados a realizar los trabajos
comunitarios pero podían pagar a alguien que los sustituyera.
Los esclavos ocupaban la posición más baja. En su mayoría procedían
de otros países, capturados en la guerra o vendidos por mercaderes
especializados en este "producto". El esclavo se podía dedicar a todo tipo
de trabajos, agrícolas o domésticos, teniendo derecho su dueño a venderlo,
cederlo o alquilarlo.

ECONOMÍA

La vida en Egipto está determinada por las crecidas del Nilo. El


aumento del cauce del río provoca la inundación de las zonas adyacentes,
permitiendo así el desarrollo de la agricultura. A su alrededor nos
encontramos con el desierto.
Otra importante actividad agraria es la ganadería, que ocupa una
buena cantidad de mano de obra. Tienen como función abastecer de carne
a la corte y sus dependientes.
No obstante, la caza y la pesca aún participan activamente en la dieta
alimenticia de los egipcios, especialmente entre los dependientes. Las
contribuciones a las que están sometidas todos garantizan a la corona la
27

obtención de un extraordinario excedente que se destina tanto para


provecho del templo, como para asegurar los intercambios.

LA RELIGIÓN

El clero de Amón

El clero de Amón era el conjunto de sacerdotes del dios Amón, uno de


los principales en la enorme cantidad de dioses egipcios. Estaba dirigido
por un gran sacerdote llamado el "primer profeta de Amón" que
paulatinamente alcanzará mayor peso político en la vida de Egipto. El alto
clero lo integraban los "sacerdotes divinos" y tenían exclusividad en la
participación de los sacrificios. El bajo clero estaba formado por los
purificadores y los sacerdotes lectores que se encargaban del ritual. Entre
los sacerdotes existían jerarquías. Los sacerdotes de Amón estaban entre
los más ricos de Egipto ya que contaban con tierras, depósitos, tributos
llegados de las provincias y ganados, contando con un amplio número de
trabajadores a su cargo. Esta riqueza favorecerá el incremento de poder
del clero de Amón.
Nos encontramos ante una religión politeísta al adorar a numerosos
dioses, la mayoría de ellos relacionados con la naturaleza. El faraón era el
único regulador del culto y debía proporcionar los templos necesarios a los
dioses de los diferentes territorios. Los sacerdotes locales cuidaban la
religión de cada dios ya que no se trata de una religión unificada sino más
bien un conjunto de creencias y mitos que cada uno puede interpretar de
manera diferente. El panteón egipcio (totalidad de los dioses) es bastante
amplio:
 Amón es el dios de Tebas;
 Anubis es el dios de Cinópolis;
 Imhotep fue un arquitecto adorado como un dios.
 Isis es considerada la esposa de
 Osiris, dios de los muertos, y la madre de
 Horus.

Ni los egipcios ni las egipcias podían entrar en los templos,


conformándose con situarse en las explanadas a la hora de realizar el culto.
Sin embargo, en algunas ocasiones los dioses salían de sus escondites y sus
estatuas eran sacadas en procesión, realizándose fiestas relacionadas con
estas salidas. Se actuaba de manera diferente en los pequeños santuarios
donde sí podían entrar a realizar sus plegarias
El culto a los antepasados era también importante en Egipto,
encontrándose nichos en las casas donde se situaban las estatuas
protectoras de la familia. No obstante estaba subordinado al culto público.
La muerte es uno de los elementos más importantes de la religión, e
intenta dar a los creyentes una visión de la vida futura. En Egipto, tras la
muerte, el muerto comparecía ante el tribunal de Osiris para responder de
sus acciones. Los que habían cometido malos actos serían castigados
mientras que los justos entrarían en el reino de Osiris donde llevarían una
vida placentera, comiendo y bebiendo por lo que era necesario dejar
ofrendas ante el muerto. Como era necesario un cuerpo en ese otro mundo,
los egipcios eran embalsamados con el fin de conservar el cuerpo intacto.
Otra fórmula era utilizar una estatua representativa del muerto.
28

El arte egipcio

El arte egipcio estará definido por los deseos de los faraones de


construir obras eternas y pasar a la posteridad como sus inspiradores. Las
construcciones eran en su mayoría en adobe, material creado con paja y
barro, debido a la ausencia de piedras y madera en la zona. Sólo los
grandes templos y las construcciones funerarias utilizaban piedra sacada
de las canteras de zonas cercanas a las fronteras. Al ser el adobe un
producto débil, cuando se desmoronaba una parte de la construcción se
levantaba sobre esa base el nuevo edificio, aportando una mayor elevación
necesaria para controlar el proceso de la inundación.
Las principales construcciones eran:
 Los TEMPLOS, donde se honra a los dioses, y las tumbas, donde
se perpetua la memoria de los difuntos. Estos edificios están
profusamente decorados bien con elementos vegetales, animales,
jeroglíficos, escenas históricas, etc. La mayoría de estas decoraciones
se realizan en relieve, siendo una de las principales fuentes para el
conocimiento de la historia de Egipto. Los templos son construidos por
los faraones para sus eternos padres. Además de los templos
construidos se realizaron algunos excavados en la roca. Reciben el
nombre griego de speos que quiere decir cueva.
 Los EDIFICIOS MONUMENTALES eran magníficos, lo cual
tenía que ver con la concepción cosmológica que manejaban los
egipcios.
- LAS PIRÁMIDES: Eran construcciones majestuosas, de perfecta
estructura y una precisión respecto a la posición de los astros
verdaderamente admirable. Se destacan las tres grandes pirámides
del Valle de Gizeh: Keops, Kefrén y Micerinos.
 Los EDIFICIOS FUNERARIOS:
a- MASTABAS: Eran construcciones en forma de mesa (de allí su
nombre). Contenían una cámara subterránea donde se depositaba el
cadáver.
b- HIPOGEOS: En el periodo tebano se renuncia a las grandes
edificaciones para construir las tumbas. En la roca se excavan
numerosos corredores con diversas salas y una cámara funeraria.
Este tipo de tumba excavada se denomina hipogeo. Eran
construcciones subterráneas, generalmente construidas para
preservarlas de los robos que se hacían, ya que el muerto era
inhumado con gran cantidad de riquezas. La famosa tumba de
Tutankhamón era un hipogeo.
Respecto a la ESCULTURA egipcia, nos encontramos con una cualidad
muy significativa: las estatuas que representan a los dioses y los faraones
son tremendamente estáticas, mostrando una absoluta rigidez. Los brazos
se pegan al cuerpo y una de las piernas avanza sin abandonar la rigidez
habitual, eliminando toda referencia a la realidad. Una de las preferencias
del escultor es el relieve, utilizando el bajorrelieve. La temática de estos
relieves está normalmente relacionada con la vida de ultratumba o con
imágenes relacionadas con el difunto, por lo que gracias a estas escenas se
puede conocer con mayor facilidad el Egipto antiguo.
La pintura está muy relacionada con el relieve ya que mantiene la
ausencia de perspectiva, la representación de la figura y la ubicación de los
escenarios. Utilizan colores planos y tienen carácter decorativo, narrando
asuntos como fiestas, cacerías o actuaciones musicales.
29

La escritura egipcia

La escritura jeroglífica egipcia es conocida desde el año 2500 a.C.


aproximadamente. La evolución de la lengua egipcia es muy complicada,
dividiéndose en diferentes periodos: el egipcio antiguo, el clásico, el
neoegipcio, el demótico y el copto. Sólo el 1% de la población sabía leer y
escribir. En sus orígenes era un sistema ideográfico en el que la imagen
indicaba el objeto representado. En su desarrollo los objetos se fueron
convirtiendo en fonogramas, imágenes que identificaban el sonido que
tuviera la palabra en la antigua lengua egipcia.
El sistema jeroglífico no indica las vocales ni separa las palabras y
puede leerse en diferentes sentidos, según como esté colocado el signo que
representa un ser humano o un animal quienes miran en la dirección que
se debe leer. Cuando dos palabras se escribían o leían igual se colocaba un
signo determinativo que aclaraba su significado.
La escritura se realizaba con una caña similar a un pincel, con una
punta suave y deshilachada. Al ser adaptada la escritura al papiro que se
utilizaba como soporte se produjo un cambio denominado "escritura
hierática", una versión en cursiva de la escritura jeroglífica que se
mantenían para escribir en los templos y en las estelas.
El faraón Psamético I introdujo un importante cambio al promover la
escritura demótica, simplificación en cursiva del hierático añadiéndose
nuevos signos. Esto indica una masificación de la escritura. El francés Jean-
François Champollion fue el quien descifró los jeroglíficos gracias al
descubrimiento en 1799 por las tropas de Napoleón de la llamada Piedra
de Rosetta, un gran bloque negro en el que aparecía un decreto del Faraón
Ptolomeo V, escrito en jeroglífico, demótico y griego.

EL FIN DE UNA GRAN CIVILIZACIÓN

El llamado BAJO IMPERIO corresponde a las dinastías XXVI, durante


la cual se produce el renacimiento saíta; XXVII, compuesta por los grandes
reyes persas, y otras tres dinastías de corta duración con faraones egipcios
que recuperan la independencia. Desde la conquista de Alejandro (331
a.C.), se abre el período ptolemaico, nombre debido al general de
Alejandro que se quedó con Egipto, Ptolomeo.

LAS CIVILIZACIONES DEL MEDITERRÁNEO

La gran vinculación de las civilizaciones que veremos a continuación


con el medio marítimo, tiene que ver con la enormidad del Mar
Mediterráneo, y por sus características geográficas propias; que llevaron a
los pueblos que habitaron a su alrededor a depender notablemente de las
actividades relacionadas con el mar: navegación, comercio, pesca, etc. Ello
además condicionó a dichos pueblos a mirar preferentemente hacia afuera
30

que hacia adentro, en lo que respecta al comercio y las conquistas


militares.
Pocos son los puntos de contacto entre la civilización fenicia y la griega,
pero ambas compartían el legado del mar Mediterráneo, que contribuyó a
expandir sus culturas más allá de sus propios territorios.

Civilización Fenicia (1000 a. C. - 500 d.C.)

La historia de los fenicios se reconstruye, principalmente, con fuentes


indirectas, como las fuentes egipcias, mesopotámicas, la Biblia, y las
aportaciones de historiadores clásicos como Flavio Josefo. Hacia el 1200,
logran diferenciarse, elementos religiosos, artísticos y políticos propios.
Podemos decir que los fenicios son de origen cananeo (pueblo semita
de la costa del Mediterráneo). Su nombre provine del griego s
(foinikes), rojo púrpura, por los tintes empleados en sus tejidos. No era el
nombre que se daban ellos mismos.
Sus ciudades más importantes son tres: Biblos, Sidón y Tiro.
Las relaciones exteriores de las ciudades fenicias tienen esencialmente
cuatro ejes, conectados entre sí, que conviene tener presentes. Por una
parte, sus relaciones con Asiria, en general hostiles. Luego, su expansión
por el Mediterráneo. En tercer lugar, su relación con Egipto. Y, por último,
sus relaciones con Israel.
Resulta importante constatar como Fenicia es, hasta el siglo X,
exportadora (vendedora) de productos agrícolas; pero a partir de esa fecha
se convierte en importadora (compradora) de alimentos que intercambia
por productos elaborados, lo que la obliga a lanzarse a la aventura del mar.
Luego será común el establecimiento de colonias. Es precisamente por
esas fechas cuando surge el protagonismo de Tiro.
La organización política era urbana, y basada en el palacio, que
controla las materias primas, tiene a su servicio muchos trabajadores, para
cualquier tipo de actividad: expediciones comerciales en el extranjero o
actividades artesanales. Un conflicto entre grupos aristocráticos rivales
resulta en la fundación de la ciudad de Cartago, que habría de convertirse
en la ciudad rectora de los fenicios occidentales. Durante el siglo IX y la
primera mitad del VIII, las ciudades fenicias viven con tranquilidad, lo que
propicia su difusión cultural; así, su alfabeto es adoptado por judíos y
arameos. Tiglatpileser III, Sargón II y Senaquerib (reyes asirios), logran
dominar de a poco a las ciudades fenicias.
Las guerras provocan que mucha gente se radique en las ciudades, que
se desbordan en población. Esto genera la creación de colonias de
poblamiento en distintos lugares del Mediterráneo, pero sobre todo en la
costa sur de España. Recién a finales del siglo VII las ciudades fenicias se
liberan del poder asirio. Pero sólo fue una situación pasajera, pues
Nabucodonosor, rey babilonio, sometió a las ciudades en 573 a.C.
Asimismo, la monarquía seguía siendo la forma de gobierno de Tiro. La
monarquía se mantuvo hasta el siglo IV, aunque algunas ciudades
conocieran gobiernos no monárquicos, con magistrados llamados sufetes.
A finales del siglo VI pasó a ser satrapía persa y la flota fenicia
constituyó la base del poder marítimo persa en el Mediterráneo (lo
veremos en las Guerras Médicas contra Grecia).
El avance triunfal de Alejandro Magno (s. IV), será visto, en
consecuencia, como una liberación por numerosas ciudades fenicias. Tan
sólo Tiro intenta oponerse al jefe macedonio, pero no logra soportar su
31

capacidad, y tras varios meses de asedio se rinde. De este modo Fenicia


pierde su independencia política, aunque los rasgos característicos de su
cultura persistirán durante algún tiempo, extendida por la llamada koiné
cultural greco-romana.

Introducción a la Ciudad antigua

Grecia y Roma son las dos únicas que merecen el nombre de civilizaciones en el mundo antiguo,
Grecia por el desarrollo del logos y la filosofía; y Roma por la vida cívica y las leyes, sostén de su
estructura política; estas civilizaciones han sido la base de nuestra civilización que recibe acertadamente
el nombre de Grecorromana en sus orígenes.
Hablando de Grecia, nos damos cuenta que sus maravillosos filósofos y pensadores fueron la base
de la vida intelectual humana, pues descubrieron los principios de la más alta de las ciencias, la Filosofía,
los cuales conforman juntamente a su desarrollo ulterior, lo que se llama “Filosofía Perenne”.
Roma, la cual será luego materia de nuestro estudio, nos legó lo que propiamente puede llamarse
CIVILIZACIÓN, es decir, el orden del hombre cívico u hombre político.
Entramos en el estudio del Mundo Clásico, cuyos principios son base y modelo del hombre civilizado

La Organización Familiar en el Mundo Antiguo


CREENCIAS ANTIGUAS

Hasta los últimos tiempos de la historia de Grecia y Roma se vio


persistir entre un conjunto de costumbres, que indudablemente, procedían
de una época remotísima. De ellos podemos inferir las opiniones que el
hombre se formó sobre el orden natural que como ser racional pudo
conocer, sobre su alma y sobre el misterio de su muerte.
Las generaciones antiguas, mucho antes que hubiera filósofos, supieron
de una segunda existencia después de la actual, consideraron la muerte, no
como una disolución del ser, sino como un mero cambio de vida.
Según las más antiguas creencias de los griegos y de los italianos, no
era en un mundo extraño el presente a donde el alma iba a pasar su
segunda existencia, permanecía cerca de los hombres y continuaba
viviendo bajo la tierra (sub terra censabant reliqium vitam agi mortorum).
También se creyó durante mucho tiempo que en esa segunda existencia
el alma permanecía asociada al cuerpo. Nacida con el, la muerte no los
separaba y con el se encerraba en la tumba; cuando se colocaba un cuerpo
en el sepulcro, se creía que era algo viviente lo que ahí se colocaba.
Era costumbre, al fin de la ceremonia fúnebre, llamar tres veces al
alma del muerto por el nombre que había llevado. Se le deseaba vivir feliz
bajo tierra; se escribía en la tumba que él reposaba allí. Se tuvo noción
desde el principio del sentido sacrificial de los ritos: de allí la costumbre de
ofrecer alimentos y otros elementos en honor de las almas de los difuntos.
De esta creencia primitiva nació la antiquísima costumbre de la
sepultura. Para que el alma permaneciera en esta morada subterránea, que
le convenía para su segunda vida, era necesario a que el cuerpo al que
estaba ligada quedase recubierto de tierra. El alma que carecía de tumba
no tenia morada, vivía errante, se convertía pronto en malhechora.
La antigüedad entera estaba persuadida de que sin la sepultura el alma
era miserable, y que por la sepultura adquiría la eterna felicidad,
esperando la unión o regeneración de los cuerpos en vida unidos
substancialmente a ella. Se rodeaba a la tumba de grandes guirnaldas de
32

hierba y flores, que se depositaban tortas, frutas, sal, se derramaba leche,


vino, y a veces la sangre de alguna víctima.
En las ciudades antiguas la ley infligía a los grandes culpables un
castigo reputado como terrible: la privación de la sepultura.

El culto de los antepasados

Entre los griegos había entre cada tumba un emplazamiento destinado


a la inmolación de las víctimas y a la cocción de su carne. La tumba romana
también tenia su culina, especie de cocina de un género particular, y para
el exclusivo uso de los muertos. Era un deber de los vivos el rendir culto a
los antepasados.
Los muertos eran considerados seres sagrados, los antiguos les
otorgaban los más respetuosos epítetos que podían encontrar: llamándoles
bienaventurados, buenos, santos. Para ellos tenían toda la veneración que
el hombre pueda sentir por la divinidad que ama o teme. No se daba
distinción entre los muertos. Los griegos daban de buen grado el nombre
de dioses subterráneos, los romanos les daban el nombre de dioses
“manes”. Las tumbas eran los templos de estas divinidades. Pero estas
divinidades no eran lo que hoy entendemos por Dios, sino seres que están
en un nivel ulterior a los vivientes, los cuales disponen del poder de
interceder para bien o para mal en la vida de los vivos.
Si el muerto al que se olvidaba era un malhechor, aquel al que se
honraba era un dios tutelar, que amaba a los que ofrecían el sustento. Estas
almas humanas divinizadas por la muerte, eran lo que los griegos llamaban
demonios o héroes, los romanos le dieron el nombre de lares y manes.
Esta religión de los antepasados ES LA BASE DE LA SOCIEDAD
ANTIGUA, DE SU CIUDAD, DE SUS LEYES, QUE EMANAN DEL HOGAR O
EL CULTO FAMILIAR.

El fuego sagrado
La casa de un griego o romano encerraba un altar. En este altar tenía
que haber un poco de ceniza y carbones encendidos, era una obligación
sagrada para el jefe de la casa el conservar el fuego de día y noche. No era
lícito alimentar ese fuego con cualquier clase de madera, pues este fuego
debía conservarse siempre puro. De hecho no podía cometerse ningún acto
impuro en el hogar, pues era considerado un sacrilegio, el ultraje a la
sacralizad del hogar.
Había un día del año, que para los romanos era el 1 de mayo, en que
cada familia tenía que extender su fuego sagrado y encender otro
inmediatamente, pero para obtener el nuevo fuego era preciso observar
escrupulosamente algunos ritos. El fuego tenia algo de divino, era la
presencia viva del linaje familiar.
Jamás salía el hombre sin dirigir una oración a su hogar; al regreso
antes de ver a su mujer y de abrazar a sus hijos debía inclinarse ante el
hogar e invocarlo, el fuego del hogar era pues la providencia de la familia.
El culto del fuego sagrado no solo pertenecía Grecia y Roma, sino que
también se encontraba en oriente, entre los indos suele llamarse agni.
El hombre culpable no podía acercarse a su hogar, hasta que se
purificara de la mancha.
El nombre del fuego sagrado recibía el nombre de Vesta. Se represento
a esta divinidad con rasgos de mujer, porque la palabra con que se designo
al altar era de género femenino. Vesta fue la diosa virgen, que no
33

representaba en el mundo la fecundidad ni el poder, fue el orden, la ley


imperiosa y fatal, que gobernaba todos los órdenes de la vida.
Se puede pensar que el hogar doméstico sólo fue, en su origen, el
símbolo del culto de los muertos, que bajo la piedra del hogar descansaba
un antepasado, que el fuego se encendía allí para honrarle y, que este
fuego parecía conservar en el la vida o representaba a su alma siempre
vigilante.

La religión domestica

Si bien el hombre desde el principio conoció lo que se llama RELIGIÓN


(es decir, re-unión con el Dios con el cual hubo una separación original),
poco a poco fue sustituyendo la importancia de esa religión natural, por
aquélla que evocaba el misterio de la muerte.
En esta religión primitiva cada antepasado solo podía ser adorado por
una familia. La religión era puramente doméstica. Una de las reglas de
aquel culto, era que cada familia solo podía rendir culto a los muertos que
le pertenecían por la sangre, por eso la ley prohibía que un extranjero se
acercase a una tumba: tocar con el pie, aún por descuido una sepultura era
un acto impío.
En Grecia y Roma así como en la India, el hijo tenía el deber de hacer
las libaciones (ofrecimiento de Aceite o Vino) y sacrificio a los manes de sus
padres y de todos los abuelos.
Entre los vivos y los muertos de cada familia existía un cambio
perpetuo de buenos oficios. El muerto no podía prescindir del vivo, ni éste
del muerto.
Cada familia tenia su tumba, donde los muertos descansaban en su
tumba unos al lado de otros, siempre juntos. El culto no era público, al
contrario las ceremonias solo se celebraban por los miembros de la familia.
Para esta religión domestica, no había reglas uniforme, ni ritual común.
Cada familia poseía la más completa independencia. Ningún poder estatal
podía regular su culto o su creencia. No existía otro sacerdote que el
Padre.
Esta religión solo podía propagarse por la generación. La religión
domestica solo se transmitía de varón en varón (de allí la palabra
“Tradición”).
Pues bien. Toda la organización social descansa en esta religión
doméstica. La Patria (“las cosas de los padres”) es sagrada, el suelo lo es
también.
La autoridad por lo tanto es de carácter religioso. El padre es la
autoridad de la familia, como el jefe de la tribu o el rey de la urbe o
polis (ciudad). La política es el arte de lograr el bien común y la
prosperidad pública de la Patria, conservando la herencia de los
antepasados. Por eso el gobierno tiene cierto aspecto religioso. Ser
ciudadano no es una cosa ligada a la naturaleza individual, sino un
derecho heredado del culto. Por eso no todos eran ciudadanos, no
por segregación social, sino porque la ciudad se define como la
unidad religiosa de las familias que rinden culto a un antepasado o
héroe común. Por eso cada ciudad tiene su dios cuyo fuego
mantiene encendido en el templo permanentemente.
Si no comprendemos esto, no podemos estudiar con honestidad la
historia Helena y Romana, y nunca entenderemos su desarrollo y sus crisis,
así como sus problemas políticos y sociales.
34

LA CIVILIZACION GRIEGA
LA CIVILIZACIÓN A ORILLAS DEL EGEO

En tiempos de las grandes civilizaciones de Mesopotamia y Egipto, un


pueblo marino: los PELASGOS (que significa “pueblo de mar”) prosperaba
con centro en la Isla de Creta, la más grande de las del Mar Egeo. Este mar
posee dos conjuntos de islas o archipiélagos: las Cícladas, y las Espóradas.
La proximidad de las islas favorece la navegación entre ellas.
Entre sus reyes conocemos al célebre Minos, aquél que encargara al
arquitecto Dédalo a construir un Laberinto de la ciudad capital: Knossos.
Por eso a la civilización se la suele también llamar “minoica”.
Tres grandes ciudades daban esplendor a la civilización: Knossos (la
capital), Fæstos, y Hagia Triada. Las influencias de la cultura cretense se
extendieron hacia Egipto, y Asia Menor, donde uno de los pueblos
derivados de los Pelasgos, los Philistinos o Filisteos, se asentaron en lo que
hoy es Palestina.
Cultura: Las casas eran de dos, tres y hasta cinco plantas; y se
decoraban todas con bajorrelieves y pinturas en las paredes. También así
lucían los templos y palacios.
Los cretenses eran amantes de los deportes y de juegos similares al
ajedrez. Entre los deportes se destacaban: el Pugilato o Boxeo (que se
practicaba también con los pies), la cacería, las carreras, y la Tauromaquia,
que consistía en la realización de acrobacias brincando sobre los toros.
Todo esto se representaba en los frescos o pinturas en las paredes. La
música era una de sus actividades preferidas.
El toro era un animal que se vinculaba mucho con el culto, que incluía
además a dioses que luego quedaron entre los griegos, como Hefesto, dios
de las profundidades. La antigua historia monoica relata que un hijo del rey
Minos, resultado del amor entre el dios representado como toro y su
esposa, llamado Minotauro, vivía en el laberinto de Knossos y devoraba
doncellas de las ciudades dominadas por Creta. El rey Teseo, de Atenas, lo
mató, según cuenta el mito.
La gran civilización cretense fue sometida por dos tribus: la de los
dorios y la de los aqueos, ambas de origen indoeuropeo, es decir, ario. El
choque cultural fue muy enriquecedor, pero significó el sometimiento
militar de los cretenses por los Helenos, superiores militarmente.

LOS HELENOS Y EL DESARROLLO DE LA GRECIA HEROICA (s.


XII – IX a.C.)

En Europa, la llegada de los pueblos de raza aria, siguieron tres


caminos: uno al norte, formando el conjunto de pueblos germánicos y
celtas; otro hacia Italia, formando los pueblos Itálicos; y el resto a Grecia.
Allí se dividieron en los siguientes pueblos: los Aqueos, que se ubicaron en
la península del Peloponeso; los Jonios, que se ubicaron en el centro y en
las islas del Egeo; los Dorios, al norte, en Iliria y Macedonia; y los Eolios,
en la zona de Etolia. Todos ellos constituían a los HELENOS, que dan el
nombre de Hélade a la región, y de s al país actual.
Todos los modos políticos y culturales se organizaban conforme a una
de las actividades que más caracterizaron a los pueblos indoeuropeos, que
35

es la Guerra. De allí nació el concepto de asamblea. La Virtud (areté, de


donde deriva aristos: el mejor), los valores y el honor que hacía al héroe
(epós), se derivaban de la valentía demostrada en la guerra que era la
defensa de las tradiciones patrióticas.
Los Aqueos, pronto dominaron a todos los demás pueblos, y basaron su
poder en los reyes de las ciudades de Tirinto, y Micenas. Hay que recordar
que si bien las ciudades de la Hélade eran independientes políticamente,
tenían una unión cultural entre ellas, que se derivaba de descender de un
antepasado común, por lo tanto constituían una NACIÓN, en el sentido
exacto de la palabra que deriva de Nascere (nacer).

La guerra de Troya
Durante diez años se vivió uno de los dramas más conocidos de la
historia mundial, la guerra entre las polites Aqueas (principalmente Esparta
y Micenas) y la de Troya, a orillas del Mediterráneo oriental, en lo que hoy
sería la Turquía asiática.
Hacia el siglo XIII a.C. (aproximadamente en el 1250 aC), se produce el
rapto de Helena, esposa de Menelao de Esparta, por parte de Paris, uno de
los hijos del rey troyano Príamo. Ello llevó al sitio de la polis por diez años.
La fortaleza de las murallas y los soldados troyanos impidieron su caída, no
obstante contar los Aqueos con personajes de la talla de Aquiles, Ayax,
Agamenón y Odiseo. Éste último, conocido por su astucia ideó la
estratagema del Caballo de Troya, relatada con detalles en el poema latino
la Eneida. Tomada a partir de la introducción de ese caballo de madera lleno
de soldados aqueos dentro de sus murallas, Troya se transformará en la
cuna de una nueva población cuyos dioses trasladó Eneas a Italia,
conformando posteriormente a los latinos.
Los poemas Homéricos (la Ilíada y la Odisea) y el gran poema Latino de
la Eneida, cantados en honor de esta guerra, fueron los pilares de la
formación didáctica de las generaciones helenas y latinas, pues enseñaban
el valor de la defensa de lo que ellos llamaban PATRIA: sus costumbres y
leyes emanadas del altar paterno.

LA INVASIÓN DE LOS DORIOS Y LAS COLONIAS (s. IX – VI a.C.)

Hacia el siglo IX a.C., se produce en la Hélade, la invasión de los Dorios


hacia el sur. Ocuparon militarmente todos los territorios, incluidas las islas
de Creta y Rodas. Ello provocó un cambio en las costumbres y la
civilización helenas, dominadas ahora por los descendientes del héroe
antiguo Heracles. Esta época se conoce como Etapa Oscura, pues hay
pocos datos precisos de su historia y coincidió con un período de guerras y
reacomodamientos que opacaron la cultura helena.
La emigración, que no había sido notable en tiempos anteriores,
comenzó a crecer a partir del siglo VII a.C.; allí se produjo la ocupación,
por parte de los Eolios y los Jonios, de los territorios de Asia Menor (donde
florecieron las ciudades de Éfeso, Mileto, Halicarnaso, y Esmirna, entre
otras); y del sur de Italia (la “Magna Grecia”), en la que sobresalieron
ciudades como Agrigento, Siracusa, Messina, Tarento, y Nápoles. Además
establecieron colonias en el Mar Negro, como Sestos y Abydos, en el Mar
de Mármara, y construyeron Bizancio, en el Helesponto. Con todo, la
industria y el comercio adquirieron un rápido y eficaz desarrollo. Incluso
hubo circulación de monedas.
36

Con la expansión que significaba la apertura del comercio hacia los


distintos territorios aledaños a la Grecia original, se desarrolló la primera
colonización griega (a estas colonias se las llamó  -apoikía-, que
quiere decir “hogar afuera”: traslado del fuego familiar a otra tierra. Se las
consideraba unidas a su ciudad natal por razón del culto que las originó. La
colonización griega difiere mucho de las de los fenicios, cuyas colonias
eran sólo centros comerciales.
El Heleno nunca se mezcló con las poblaciones no griegas, a las que
indistintamente aplicó el nombre de “bárbaros”. Un griego de Massilia, o
de Cirenaica, en nada se diferenciaba de uno de Atenas o de Corinto. Una
íntima unión cultural, un sentimiento poderoso de pertenencia a
antepasados comunes existió, por sobre las diferencias políticas que
separaron a las ciudades griegas.

LA POLIS

La vida política es hija del altar doméstico. Por ello los pueblos
indoeuropeos (desde los Sumerios en adelante) fueron urbanos, es decir,
conformaban tribus unidas por un culto común el cual era el fundamento
de la vida ciudadana.
Esta unidad religioso-política independiente se llamaba POLIS
(Territorio sagrado, lugar de la Patria). Las ciudades que nacieron en lo
que hoy conocemos como Grecia, siempre tenían en la parte más alta el
trazado original amurallado, que era el territorio que conformaba la Patria.
En estas ciudadelas, llamadas acrópolis, estaban los grandes templos, y
allí ardía el fuego nacional.
Las Polites que tomarán relevancia en esta época son Atenas, Esparta,
Argos y Corinto. A causa de lo explicado anteriormente no se habla de
Atenas o Lacedemonia (Esparta), sino de atenienses y lacedemonios.
Cuando el griego defendía la Polis, combatía siempre por su hogar. La
región natal y la patria formaban para el un todo inseparable.
ACTIVIDAD POLÍTICA: Los habitantes de las ciudades se entregaban
en cuerpo y alma a los debates políticos, actividad que se desenvolvía en
calles y plazas públicas. Y más allá de sus divisiones, en los momentos
críticos de su historia, cuando un peligro urgente los amenazaba desde el
exterior, sabían unir sus fuerzas y luchar por el origen común. La Hélade
abarcaba gran número de pequeños estados y en ellos cada ciudadano
podía hacerse oír.
Las familias organizadas en lo que dio en llamarse "gens"
constituyeron grupos familiares-religiosos considerando a los partícipes
ciudadanos de origen. Se llamaban a los pertenecientes a estas familias
grandes “eupátridas”, es decir de buena tradición paterna. La ciudadanía
es su obligación.

ATENAS: DESDE SUS ORÍGENES HASTA LA REVOLUCIÓN

El genio griego adquirió su vuelo en la Acrópolis. En la historia de


Grecia, Esparta, situada tierras adentro, representa la estricta disciplina,
mientras que Atenas, ciudad de marinos, estuvo siempre más abierta a las
37

novedades del mundo. Más que ninguna otra polis de la Hélade, Atenas era
la cuna de la Política, pero recordemos, entendida ésta como una
participación del hombre en lo sagrado para llevar adelante la prosperidad
patriótica.
En los estados griegos más antiguos, el rey (basileus), era reconocido
como sacerdote principal y comandante de las guerras o juez supremo.
En Atenas, la primera forma de gobierno fue la monarquía. El rey era
concebido como el Sumo Sacerdote y comandante del ejército. La
estructura religiosa de los nobles atenienses creó posteriormente el
Arcontado, compuesto por nueve arcontes que cumplían las funciones de
sumo sacerdote (Arconte Basiléus –Rey-), de comandante en jefe del
ejército en tiempos de guerra (Arconte Polemarco), de asistente de
gobierno interno de la polis (Arconte Epónimo) y de juez supremo
(Arcontes Tesmotetes que eran seis). Los jefes de familias de las GENTES
(plural de Gens4) formaban el consejo del rey, "Los ancianos", como se les
llamaba. Este cuerpo colegiado era llamado Areópago, cuyos miembros
eran elegidos de por vida.
Los jueces conformaban el Tribunal de los Heliastas hasta un
número de 6000. Se cuenta que ellos, cuando debían sentenciar un juicio,
se reunían por la noche para no ablandarse viendo a los acusados.

Las reformas políticas-Primera Revolución

Había dos modelos de polis en la sociedad ateniense que por ser en


cierta medida contrapuestos van a chocar más adelante conforme crezca la
prosperidad material de la polis ateniense.
Según la estructura religiosa original, los descendientes de atenienses
(los Eupátridas) eran los encargados de sostener el culto, la guerra y el
gobierno de la polis, entendido como algo sagrado. De la misma manera
eran las familias las propietarias de las tierras del Oikos (Hogar: en sentido
amplio el territorio estricto de la polis), pues la tierra era elemento sagrado
y sólo habitado por los dioses tutelares de la familia. Se consideraba
profanación que un extraño a la familia o la gens tuviera contacto con la
tierra perteneciente al recinto sagrado.
Esa organización religiosa de la sociedad establecía que los no
pertenecientes a las Gentes, se establecieran fuera del recinto sagrado del
Oikos, por ello se les llamaba “Metecos” (Meta-Oikos: más allá de la polis).
No eran segregados y podían dedicarse a todos los oficios que quisieran,
pero no podían ser propietarios de las tierras dentro de la polis. En este
sector se encontraban los comerciantes, banqueros y adinerados de
distinta índole que rechazaban la estructura religiosa de la sociedad y
preferían gobiernos centralizados como en oriente, donde había triunfado
esta concepción de organización social. Son los que abogaron por una
monarquía fuerte y luego van a favorecer los gobiernos de los Tiranos,
apoyados por los imperios orientales como el persa.
La confrontación entre estos dos modelos sociales (religioso-
aristocrático por un lado y secular-monárquico/democrático por el otro), se
va a vivir en Atenas de una manera dramática, terminando con el triunfo de
esta última facción luego de las guerras contra los persas, y la disolución
final en la guerra civil.

4
Se dice Gens a las familias descendientes de un antepasado común fundador del
linaje al cual se rinde culto
38

Las Leyes de Dracón (621 a.C.)

El malestar social se originaba a veces en Atenas por el incumplimiento


de las leyes tradicionales atenienses o su olvido o menosprecio. El arconte
tesmotetes Dracón intentó cuidar la estructura religioso-aristocrática
ateniense al redactar por escrito las leyes tradicionales, para evitar su
incumplimiento. Mirado según las reformas posteriores, el código
draconiano parecía duro, de allí que se use ese adjetivo con el significado
de “severo” hasta el día de hoy.
Sin embargo, esto no conformó al sector adinerado que siguió
promoviendo la lucha social para alcanzar la ruptura de las leyes religiosas
atenienses.

Solón (594 a.C.)

Solón era considerado uno de los siete sabios de Grecia, pero


ampliamente favorable a la secularización de la sociedad ateniense. Si bien
era eupátrida de nacimiento, había hecho su fortuna como comerciante y
en consecuencia se hallaba también, muy vinculado a los mercaderes y
comerciantes de Atenas.
Los eupátridas decidieron poner como árbitro de las cuestiones sociales
a este personaje que fue nombrado arconte con plenos poderes.
Su primera medida fue anular definitivamente todas las deudas sobre
los agricultores, y ordenar que todos los esclavos por deudas fueran
liberados. Pero dio un duro golpe a la organización milenaria de la sociedad
ateniense dividiéndola según la fortuna de cada ciudadano, en cuatro
grupos. Era el dinero el que marcaba el rango social, no más el culto. Si
bien esto estaba restringido a ciertas cuestiones, el golpe había sido dado,
y nada volvería a ser como antes.
Solón también concedió derechos políticos. Todo ateniense con veinte
años cumplidos tenía el derecho de participar en la Asamblea popular
(Ecclesia), creada por él a esos efectos, en donde eran elegidos todos los
funcionarios, incluso los arcontes; pero solamente los miembros de los tres
primeros grupos podían ser elegidos para una función pública. Se pasó de
la aristocracia a la plutocracia (gobierno de los ricos). También creó el
Consejo de los 400, encargado de elaborar las leyes que serían aprobadas
por la asamblea.
Además, quiso refrenar el deseo de lujo de los atenienses y con otras
ordenanzas acabar con la excesiva fastuosidad de los funerales.
Como toda revolución, agravó los males que pretendía acabar, pues sus
reformas terminaron por provocar el descontento de toda la polis, tanto de
los humildes como de los ricos. Finalmente Solón se cansó de los reproches
que le llegaban de todas partes y realizó un viaje de diez años para conocer
otros países.

Pisístrato y la Tiranía (561-528 a.C.)

El turbulento pueblo de Atenas se mantuvo bastante tranquilo durante


varios años, pero ya estaba sembrada la discordia, pues había sucedido lo
que luego Platón estimaría la peor de las conmociones: cuando la ciudad se
vuelve contra sí misma: se habían formado partidos: de un lado el partido
39

noble o eupátrida y del otro el partido de los ricos, curiosamente llamado


“popular” por decir apoyarse en el elemento pobre de la polis.
Pisístrato, hombre de ilustre familia pero ligado al “partido popular”
apoyado por los persas, consiguió tomar el poder. Se proclamó defensor de
los oprimidos.
Eran en Grecia, llamados tiranos aquellos ciudadanos que se
apoderaban del poder por la violencia o por la astucia, y que por lo tanto
gobernaban sin arreglo a las costumbres, validos exclusivamente de la
fuerza, y todos los casos de las polites helenas, del apoyo extranjero de los
persas.
Pisístrato, por eso no modificó las leyes de Solón. Halló el modo de
cambiar la mala visión que se tenía de él, y logró que su mandato fuera
encuadrado como un período de decadencia moral de Atenas a cambio del
bienestar material.
Supo dominar todos los disturbios, dio facilidades al comercio y a la
industria para su desarrollo, aumentó el bienestar material de la polis por
el apoyo de los adinerados.
Los hijos de Pisístrato (Hiparco e Hipias) diferían de su padre en un
punto: siendo éste soberano absoluto, se conducía como un ciudadano
normal, mientras que ellos se creían dotados de poderes especiales. Se
decía que habían heredado de su padre el poder, pero no el genio ni la
astucia. La tiranía de Pisístrato y sus hijos había durado medio siglo (560 -
510 a.C.). Luego de un gobierno impopular, Hipias abandonará el poder
luego de ser asesinado su hermano Hiparco.

Clístenes y la Democracia (508 a.C.)

Clístenes de origen noble, fue encargado de revisar las leyes de Solón y


las modificó en un sentido llamado democrático.
Rompió definitivamente la estructura gentilicia sostenida en el culto
patriótico a los antepasados. Dividió el Ática en 100 distritos territoriales
llamadas demos, que, a su vez, constituían diez ciudades superiores,
llamadas tribus. En las tribus se mezclaban todos los atenienses, sin
distinción de linaje.
El Consejo de los Cuatrocientos pasó a tener Quinientos miembros; el
ejército se dividió en diez regimientos, cada uno de los cuales estaba
mandado por un general, con el título de Estratega y finalmente, se
eligieron 5.000 jueces para integrar los tribunales populares.
Temeroso de que volviera la tiranía, Clístenes estableció un curioso
sistema para prevenirla. La Asamblea podía votar el destierro por 10 años
de todo ciudadano que amenazara con convertirse en tirano. Todos los años
debía celebrarse una sesión especial a efectos de analizar esta votación que
se decidía por la tiranía del número. El destierro, así resuelto, se llamaba
ostracismo, nombre derivado del adobe (en griego, ostrakon) en que los
ciudadanos escribían sus votos. Este destierro tenía un alcance puramente
político, y no era deshonroso ni significaba la pérdida alguna de sus bienes.
De más está decir que el primer magistrado en ser desterrado fue el mismo
Clístenes. Con el tiempo el ostracismo se convirtió en la manera de
expulsar de Atenas a todo ciudadano destacado que se distinguiera del
resto (ver sino el caso de Arístides, llamado “el justo” y desterrado por
envidia). La tiranía de las mayorías es el reino de la mediocridad.
Con el efectivo sistema del ostracismo, el sistema de la plutocracia
apoyada en la apariencia de las mayorías y el número llevó a Atenas a la
40

primera consecuencia del dominio del Dinero: el imperialismo o


sometimiento de las demás polites del Ática y el Egeo.

ESPARTA, UN ESTADO MILITAR Y ARISTOCRÁTICO

Esparta, situada en el valle del río Eurotas, era en otro tiempo la ciudad
más poderosa de la Hélade. Lo que constituía su fuerza no eran las
murallas, pues no las tenía, sino el valor y la unidad de todos sus
ciudadanos. Si se preguntaba a un espartano por qué su ciudad no tenía
muros como las demás, respondía con orgullo: "El pecho de nuestros
ciudadanos es la mejor muralla". Además estaba bastante protegida por las
altas cumbres que rodean el valle.
La Esparta de la Antigüedad, no era una ciudad homogénea, sino un
conjunto de varios villorrios.
A la base legal del pueblo la fortalecía el código espartano. Ello fue el
resultado natural de un pueblo que ha ocupado un puesto de honor en la
Historia por su valor y patriotismo. La tradición atribuye esta legislación
espartana al sabio Licurgo. Era un sistema social en el cual la
individualidad era considerada de menor importancia que el bienestar
general. El problema estaba en que los dorios, tuvieron que someter a
poblaciones de origen Mesenio que ocupaban Lacedemonia, y ante las
reiteradas sublevaciones de éstas, Licurgo optó por el estado militarizado
para poder continuar con las tradiciones patrióticas.
Los espartanos repartieron el rico valle de Eurotas en parcelas iguales
que como era el régimen de propiedad en la antigüedad, no podían ser
divididas sino que las heredaba íntegras el hijo mayor; cuando un hombre
tenía más de un hijo, todos heredaban un terreno indiviso (sin posibilidad
de dividirse).
Según Plutarco5, Licurgo quería repartir las tierras de tal modo que
"desaparecieran por completo las consecuencias vergonzosas de la riqueza
y de la pobreza". Esparta, a diferencia de otras ciudades, decidió fijar
legalmente la igualdad económica y social.
Existía en Esparta, un grupo social conocido como ilotas. Eran los
descendientes de los pueblos mesenios vencidos cuando los Dorios
conquistaron la región. Debían trabajar, como pueblo sometido y vencido,
para el Estado. Les estaba prohibido abandonar la parcela que le había sido
asignada para trabajar.
Pero los espartanos se mostraban duros consigo mismos. Era la base de
su disciplina. En tiempos de guerra los ilotas participaban también de la
guerra. De más estaba decir que los ilotas eran considerados nobles, pero
sometidos por haberse rebelado.
El sector social equivalente a los Metecos atenienses era el de los
Periecos (Peri-oikos: alrededor del recinto sagrado), que eran libres y
propietarios, pero no parte de la nobleza militar.
El espartano consideraba indigno de él la artesanía, el comercio y la
agricultura y las leyes les prohibían en absoluto el trabajo manual: debía
entregarse por entero al oficio de las armas y la política. La profesión de
artesanos y comerciantes las desempeñaban los periecos. El comercio se
limitaba casi exclusivamente a la provincia de Laconia, y consistía casi
exclusivamente en transacciones, lo que eventualmente restaba
importancia al dinero. No era una sociedad gobernada por la riqueza.
5
Plutarco (120 – 47 a.C.) Historiador griego. Famoso por sus biografías, a las cuales
comparaba de a dos (Vidas Paralelas).
41

Las leyes y la organización social de Esparta tenían por objeto la


formación de un poderoso pueblo de guerreros. La disciplina forjaba al
ciudadano, y el Estado disponía del joven espartano desde su nacimiento.
Se practicaba la Eugenesia (solamente sobrevivían los individuos
robustos).
Cuando cumplía siete años se quitaba el niño a sus padres para evitar
que lo malcriaran y la Polis se hacía cargo de su educación. Debían
entrenarse para soportar el dolor, el hambre y el frío; tenían que bañarse
en el río Eurotas todos los días del año y vestían las mismas ropas en
invierno que en verano. Se les daba una alimentación muy sobria y a
menudo insuficiente; no obstante les estaba permitido practicar la rapiña
para apaciguar el hambre, pero debían ser sagaces, porque eran
descubiertos, se los castigaba con severidad.
La educación intelectual de los jóvenes espartanos consistía en unas
nociones de lectura y escritura, pero sobre todo, se les enseñaba a decir las
cosas con muy pocas palabras. Todavía hoy se califica de lacónica esta
forma de hablar. No obstante la base educativa la constituían los poemas
homéricos.
A los veinte años el espartano era considerado apto para llevar las
armas y desde ese momento comenzaba su instrucción militar; su servicio
armado, que no era visto como una carga, sino como un honor, no concluía
hasta los sesenta años.
Los jóvenes eran educados en grupos; asimismo los hombres vivían en
tiendas de campaña, en compartimentos de quince. Allí hacían sus
comidas, famosas por su frugalidad y su célebre "sopa negra', que se
componía de tocino, sangre, vinagre y sal. Los atenienses ironizaban
diciendo que "Después de probarla se comprende por qué los espartanos
van con tanta alegría a la muerte". Plutarco, por su parte, nos relata el caso
de un rey del Asia Menor quien, habiendo oído hablar de la susodicha sopa,
hasta contrató a un cocinero espartano para que se la preparara. Luego de
la primera cucharada, parece que el buen monarca montó en tal cólera que
casi se come al cocinero. El pobre, para salir del paso, no encontró mejor
excusa que decir: "¡Majestad! ¡Lo que sucede es que a esta sopa hay que
ingerirla luego de bañarse en el Eurotas!". Todas las actividades del
espartano convergían en un solo objetivo: estar preparado para la guerra.
Tal disciplina hizo de los espartanos los mejores soldados de toda
Grecia.
Los espartanos estaban obligados a casarse con mujeres capaces de
dar al mundo hijos robustos.
Para preparar a las jóvenes madres espartanas, se les daba también
una educación con competiciones deportivas destinadas a disciplinarlas.
Los atenienses solían burlarse de la falta de femineidad de las espartanas,
pero preferían confiar sus hijos a nodrizas espartanas y respetaban a estas
madres que, colocaban por encima de todo, el interés común. En Esparta la
mujer era más considerada y gozaba de más amplia libertad que en los
otros estados griegos, en dónde, el menos en la época Homérica, las
mujeres llevaban una vida reducida al gineceo (sector del hogar
correspondiente a la mujer).
GOBIERNO: Esparta era el único estado de Grecia que no tuvo
conmociones sociales, y mantuvo la monarquía, siendo realmente una
república aristocrática con dos reyes que no eran más que sumos
sacerdotes y presidentes del consejo, cargo que se transmitía de padres a
hijos.
42

El gobierno real del país estaba en manos de un consejo de ancianos


llamado Gerusía, compuesto por veintiocho miembros que constituían,
además, el más alto tribunal de apelación. Este consejo se componía de los
nobles mayores de setenta años, elegidos de por vida por la Asamblea
popular (asamblea de iguales o de la aristocracia), que nombraban también
los demás magistrados. Esta asamblea era llamada Apella, y funcionaba
como un consejo de guerra que tenía funciones de asesoramiento y de
consejo ante casos de interés público. Se componía de todos los espartanos
que habían alcanzado los treinta años de edad.
El más alto organismo de este estado aristocrático eran los Éforos,
institución típicamente espartana. Los éforos (celadores) eran cinco
personas con atribuciones muy extensas, elegidos por la Asamblea, que
tenían la misión de mantener la estructura religioso-aristocrática de la
Polis y protegerla del poder del dinero. Los éforos velaban por la educación
de la juventud, el mantenimiento del orden y convocaban a la Asamblea.
En Laconia todos llevaban una vida dura, y se consideraban superiores
a los no espartanos. La base de la subsistencia de dicha disciplina dependía
del límite que se diera al contacto con otros pueblos, por lo cual en el resto
de la Hélade eran mal considerados.
Fuera de consideraciones hechas desde el nuestras concepciones
actuales, Esparta era un modelo de sociedad aristocrática y llegó a ser
admirada por algunos sabios de la talla del historiador Jenofonte y el
filósofo Platón.

LAS GUERRAS MÉDICAS

Entre los siglos VIII y VI a.C., los griegos habían extendido sus colonias
por todo el Mediterráneo, desde España hasta el Mar Egeo. El inmenso
imperio Persa, luego de someter a todos los estados civilizados del
Cercano Oriente extendió sus fronteras hasta los confines de la India, en
Asia, y hasta las tierras de Tracia en Europa.
A principios del siglo V a.C., pues, dos grandes civilizaciones se
hallaban frente a frente a lo largo del Mar Egeo: una la griega,
políticamente dividida en ciudades independientes; la otra persa,
organizada en un estado unificado.
Primera Guerra Médica (490 a.C.)
Diversos factores hacían inminente un choque entre ambas
civilizaciones. Este choque entre Helenos y Persas, conocido con el nombre
de guerras médicas, se produjo en la primera mitad del siglo V a.C. y marcó
una etapa decisiva en la historia del mundo antiguo.
El nombre de Médicas deriva de la denominación "medos", que daban
los griegos a los persas.
Tras las conquistas de Ciro y Darío, el imperio persa se convirtió en
tierra fronteriza de Grecia. Para los poderosos reyes persas, la conquista de
las pequeñas y florecientes ciudades griegas se presentaba como un asunto
fácil y tentador.
Otra causa ocasional de las guerras médicas fue la revolución de
ciertas ciudades contra Darío, las cuales vivían insatisfechas ante la
dominación persa. Una pequeña flota ateniense quiso detener el problema,
pero fue vencida por los persas. Asimismo, las intenciones de los persas era
dominar toda la costa de las ciudades griegas.
43

La primera expedición de Darío fue acompañada de una enorme flota.


Pero una providencial tempestad la destruyó, estrellándola contra la costa.
El esfuerzo de Atenas salvó a Grecia de la invasión; el ejército persa, de
100.000 hombres, se enfrentó al ejército ateniense de 10.000, al mando de
Milcíades. En las llanuras de Maratón6 se enfrentaron, con un heroico
triunfo griego. Sin embargo, las demás ciudades no quisieron colaborar con
Atenas en esta
2° y 3° Guerras Médicas (480 – 450 a.C.)
La segunda guerra médica tuvo lugar diez años después, de la mano de
Jerjes, hijo de Darío, que se propuso la conquista de Grecia para lo cual
preparó una formidable expedición, con casi un millón de hombres, y una
flota de 4000 barcos. Avanzaron casi sin resistencia por todo el norte
heleno (Macedonia). Los griegos, se habían aliado ante el peligro de la
invasión, y sería la brava Esparta la que comandaría las tropas, en
coalición con Atenas y Corinto.
El Combate en el desfiladero de las Termópilas : Tomado de Denes
Martos, “Los Espartanos”
Pero en cercanía de los festejos de los Juegos Olímpicos, se dio uno de
los episodios más heroicos de la historia. En el “desfiladero de las
Termópilas”, que es un sitio de la ruta por tierra hacia Atenas en dónde las
montañas se acercan tanto al mar que apenas si queda un estrecho
desfiladero muy fácil de cerrar.
Por lo tanto, plan de batalla era, según Euribíades:
· Cerrar las Termópilas y frenar al ejército persa por tierra.
· Destruir la armada persa en Artemisión.
· Llevar las fuerzas liberadas luego de la batalla naval de Artemisión
hasta las Termópilas y tomar al ejército persa entre dos fuegos.
Detrás de las vallas que cerraban el desfiladero de las Termópilas había
apenas 7.000 griegos. Los comandaba el rey de Esparta, Leonidas, que
había traído consigo a 300 espartanos.
Cuando los exploradores persas inspeccionaron la zona para averiguar
el número de las fuerzas griegas, lo único que consiguieron ver fue,
precisamente, a los espartanos. Estaban delante de la valla. Delante. No
detrás. Habían apoyado sus armas contra el muro y algunos hacían
gimnasia mientras los otros se peinaban el cabello.
Cuando se informó de esto a Jerjes, el Gran Rey no entendió nada.
Tuvieron que explicárselo: los espartanos, antes de combatir, hacían
gimnasia para estar en forma y, antes de morir, se arreglaban como
corresponde porque en Esparta no se estilaba ir a la muerte hecho un
zarrapastroso. Jerjes creyó que era una bravuconada. Se equivocó.
Cuando, al quinto día, dio la orden de ataque, la aplanadora persa de
175.000 hombres se estrelló contra la formación griega. Hora tras hora,
oleada tras oleada, a lo largo de todo el día, las formaciones del ejército
persa trataron de romper el frente heleno. En vano. Clavados en sus
puestos, los griegos resistieron como un bloque de granito y causaron
terribles bajas, sobre todo entre los medos.
Jerjes montó en cólera. Al día siguiente decidió lanzar sus mejores
tropas. Según cuenta la historia, les decían "Los Inmortales" porque su
6
Cuenta la historia que Milcíades, luego de la victoria envió un mensajero, Filípides, a
comunicarlo a Atenas. El corredor era célebre por sus hazañas en los juegos Panhelénicos u
Olímpicos, y solía recorrer corriendo grandes distancias en poco tiempo. Luego de la batalla
realizó en tiempo muy breve un recorrido de 42 Km., y cayó muerto al gritar ¡Victoria!. En
recuerdo de este episodio, hoy se realizan en los Juegos Olímpicos, la prueba llamada
“Maratón”, que recorre exactamente esa distancia.
44

número era constante: a las bajas producidas por el combate o por la


enfermedad se las cubría inmediatamente. De este modo, el número del
contingente era siempre estable. Ascendía a 10.000 hombres.
Y tampoco pudieron. Sus lanzas eran más cortas. No tenían espacio
para maniobrar a fin de hacer valer su número. Además, no tenían ni el
adiestramiento ni la disciplina de los lacedemonios. Durante la batalla, los
espartanos jugaron con ellos al gato y al ratón, empleando una táctica que,
más tarde, sería la favorita de Atila y sus hunos: a la vista de un ataque
enemigo, las tropas espartanas simulaban batirse en retirada como presas
del pánico. El enemigo, creyendo que huían, se les tiraba encima
desordenadamente. En el último momento, sin embargo, las formaciones
espartanas daban media vuelta, tomaban posición y se lanzaban al ataque
tomando a todo el mundo de sorpresa. Los perseguidores, antes de darse
cuenta, se transformaban en perseguidos. La mayoría de ellos, en
perseguidos muertos.
A lo largo de todo el segundo día los persas, con sus tropas de élite,
trataron de forzar la resistencia de los griegos. Sin éxito. Las vallas
seguían allí y, delante de ellas, los espartanos encabezados por Leónidas no
cedieron ni un milímetro. Iban 48 horas de combate. Desde el amanecer
hasta la caída del sol. Pero nadie abandona su puesto. Al camarada que cae
adelante lo vengan los que vienen atrás. Los persas se estrellan contra la
falange erizada de lanzas. No pasan. No pueden pasar. No deben pasar. Si
pasaran, quedarían a la retaguardia de la flota.
No pasaron. Cayó la noche y Jerjes tuvo que admitirlo: estaba atascado.
Atascado en las Termópilas. ¿De qué sirven 175.000 hombres si no se tiene
entre ellos a un Leónidas con 300 espartanos? ¿De qué sirve el número
cuando no se tiene la calidad?
Los persas - los auténticos persas - eran, en realidad, tan escasos como
los espartanos. Se habían conquistado un Imperio y ahora arreaban delante
de si a una masa de otros pueblos, con la esperanza de lograr la fuerza por
la cantidad. ¡Oh la cantidad!
Jerjes, sin duda, se dio cuenta de ello después de 48 horas de mandar a
una masa a estrellarse contra las aristas de un diamante. Estaba realmente
empantanado. Al tercer día hasta esta esperanza se le desvaneció. Los
barcos que debían dar la vuelta a Eubea fueron sorprendidos por otra
tormenta y no quedaba ya casi nada de ellos.
Las opciones se reducen. En realidad, queda sólo una: ¡forzar las
Termópilas! Es la única forma de saber si Artemisión es, o no, una trampa.
Después de dos días enteros de combate estos griegos tienen que estar
cansados.
La aplanadora persa volvió a ponerse en movimiento. Imposible. Las
formaciones griegas resisten. Los espartanos parecen estar en todas partes
y, dónde están, los otros los imitan. Las formaciones permanecen cerradas.
No hay un hueco en toda la línea y, cuando lo hay, es una trampa que se
traga decenas y decenas de persas. Los mejores hombres de Persia caen en
primera fila y los que vienen detrás no están a la altura de sus jefes. La
masa vacila. Retrocede. Los griegos atacan. Retirada.
Tres días de combate. Tensiones sobrehumanas y breves minutos de
relajamiento. Luego, otra vez a lo mismo. Y en ese momento, cuando -
según Heródoto - el Gran Rey ya no sabía cómo salir de la situación, un
factor inesperado vino en su ayuda. Apareció un traidor llamado Efialtes.
Apareció un griego que le reveló el camino por el cual se podía rodear
a las Termópilas y llegar a espaldas de Leónidas y su gente. Yo lo llamo
45

traidor pero sé que hoy muchos lo llamarían tan sólo un tipo inteligente. La
recompensa debe haber sido jugosa. Lo que no sé es si la disfrutó. Murió
asesinado.
Jerjes destacó a su General Hidarnes con un ejército para que avanzara
por el paso que el traidor había revelado y apareciese por la retaguardia de
Leónidas. Consiguió engañar a los focenses encargados de guardar ese
paso y amenazaba ya con atrapar a los espartanos entre dos fuegos.
Al amanecer, en el campamento griego podía verse la larga fila de
enemigos descendiendo de la montaña. Era el fin. Pocas horas más y el
camino a Atenas quedaría cerrado. Las Termópilas se convertirían en una
trampa mortal.
Leónidas supo entonces que le quedaba poco tiempo. Muy poco tiempo.
Leónidas levantó la cabeza, vio el sol que nacía, escuchó los augurios -que
eran pésimos - se enteró de que algunos griegos de entre los presentes
estaban pensando en retirarse, miró a sus hombres, y con voz tranquila
comenzó a dar órdenes.
Todo el mundo me levanta campamento y se retira hacia el Sur
mientras el camino todavía está libre. Los tebanos se quedan. Esparta se
queda. Los demás: ¡fuera de aquí!. ¿Alguna pregunta?
No hubo preguntas. Pero 700 tespios no se fueron. Le pidieron a
Leónidas su autorización para quedarse y tener el honor de morir con él.
¿Locura?, ¿Histeria colectiva? ¿Insensatez? Lo que sucedió aquella mañana
con los tespios en las Termópilas fue simplemente el fenómeno de
resonancia. ¿Esparta se queda? Pues Tespia se queda también, ¡qué tanto
embromar! Entre valientes el coraje es contagioso.
A las diez de la mañana de ese día comenzó el último acto en las
Termópilas. Poco a poco y lentamente, los barcos griegos fueron
desfilando. Porque allá, en las Termópilas, Leonidas y sus espartanos no
esperaron a que llegara Hidarnes y se cerrara la ratonera por delante y por
detrás. Salieron, se pusieron en formación de combate sobre una lomada
delante de las vallas y avanzaron contra las tropas de Jerjes. ¿Quedó claro?
¡Contra las de Jerjes! Es decir; se lanzaron ¡hacia adelante!
Se trataba de algo similar a lo que sucedió en medio de la batalla de
Waterloo cuando el Mariscal Ney se puso a juntar las tropas dispersas y en
retirada gritándoles: "¡Vengan a ver cómo muere un mariscal de Francia!".
Se trataba del final. Y cuando llega el final, los hombres de verdad siempre
quieren que sea a toda orquesta.
Lo fue. Los persas cayeron sobre los espartanos como langostas. Pero
esta vez los jefes persas no iban adelante. Venían atrás, arreando a la
masa. ¡A latigazos! Heródoto nos cuenta que a la masa del ejército persa
hubo que empujarla a los latigazos para que enfrentara a los espartanos.
Arreados como una manada de búfalos, muchos persas cayeron al mar.
Otros perecieron pisoteados por su propia tropa.
Los espartanos resistieron a pie firme la avalancha hasta que se les
quebraron las lanzas. Después, desenvainaron sus cortas espadas y se
tiraron sobre el enemigo.
Ése fue el momento en que cayó Leonidas.
Alrededor de su cadáver se produjo un tumulto infernal. Los espartanos
defendían el cadáver mientras miles de persas trataban de llegar hasta él.
Dos hermanos de Jerjes: Abrocomas e Hiperantes, cayeron muertos en
el mismo lugar. Y, aunque parezca increíble, los espartanos llegaron a
rescatar el cadáver de su Jefe. No sólo eso: batieron a los persas en
retirada cuatro veces. ¡Cuatro veces!
46

Pero, por último, llega Hidarnes y es - definitivamente - el fin. Para no


quedar completamente entre dos fuegos, el puñado de tespios y espartanos
que aun resiste se repliega contra un farallón. De espaldas al mismo, deben
soportar una lluvia de proyectiles. Sí: ¡proyectiles! Más de 100.000
hombres contra un centenar, apretado contra la espada y la pared en el
más literal de los sentidos, y todavía se los remata a flechazos y a lanzazos.
¿Es que todavía los persas no se atrevían a acercarse?
No. No se atrevieron. Esa es la verdad. Para eso son héroes. Por eso
existen. Por eso, hace ya más de 2400 años, alguien colocó un león de
piedra sobre la tumba de Leónidas. Por eso, desde hace más de 2400 años,
los que pasan por el lugar en que se batieron los 300 espartanos se
encuentran con aquella vieja, triste, terrible pero hermosa inscripción:
Viajero: Si vas para Esparta, dile a los espartanos
que aquí yacen sus hijos,
caídos en el cumplimiento de su deber.7
En Salamina, la flota de los atenienses desempeñó una brillante
batalla, y su jefe, Temístocles fue considerado por toda Grecia como un
héroe, e incluso los espartanos le entregaron como recompensa una corona
de olivo. Luego, en las batallas de Mícala y Platea, y otras dos más, se
conjuró definitivamente el peligro persa.
A pesar de que el peligro del asedio persa había pasado.
Las guerras médicas habían paralizado la expansión persa por el lado
europeo. El fracaso de la invasión persa contra Grecia, tuvo importancia
decisiva en los destinos del pueblo helénico, pues salvó su civilización
amenazada por la absorción del extranjero permitiéndole en cambio
desenvolver lo que quedaba de sus gloriosas tradiciones, defendiendo el
altar y sus costumbres.
La consecuencia principal la constituye el encumbramiento decisivo del
poder del dinero en Atenas, pasando a ser la jefa de las ciudades
confederadas en lo que se conoció como la Liga de Delos. El propósito de
la Liga en un principio era la defensa común contra los ataques de los
persas y su organización estuvo coordinada por Arístides, brillante caudillo
militar y ciudadano de gran reputación por su espíritu de justicia; quien
además, conduciría la reconstrucción de Atenas. Pero luego fue un
instrumento del dominio del dinero ateniense, que no sólo provocó el
destierro de Arístides, sino el dominio del Mediterráneo oriental por parte
de los comerciantes y banqueros atenienses.

PERICLES; "EL PRIMER CIUDADANO DEL ESTADO".

Las guerras médicas favorecieron al progreso de las clases adineradas


de Atenas. Pericles, la personalidad de más relieve en la vida política de
Atenas, que organizaría definitivamente la democracia ateniense acabando
con la estructura aristocrática basada en el culto.

7
Uno de los casos más típicos es el que relata Heródoto del espartano Diénekes. Poco antes
de la batalla de las Termópilas, un individuo de las tropas aliadas que estaban junto a los
espartanos comentó visiblemente preocupado: "Cuando los persas lanzan sus flechas, se
produce una nube tan grande que tapa la luz del sol". Diénekes, haciéndose cargo
instantáneamente de una situación que podía degenerar en pánico colectivo, se volvió hacia
los espartanos y comentó: "¿Oyeron? .¡Vamos a pelear a la sombra! (Tomado de Denes
Martos, “Los Espartanos”)
47

Desde el año 445 a.C., Pericles fue elegido repetidas veces estratega,
cargo que le aseguró una gran autoridad oficial. Los estrategas gozaban de
gran poder y no solo comandaban al ejército y a la flota, sino que
intervenían además, en la hacienda pública, en política internacional y en
la dirección del imperio ateniense.
Pericles fue el hombre más influyente en la Grecia de su tiempo, y por
ello suele llamarse a ese período "época de Pericles".
Pero 30 años después empiezan las guerras civiles. El orden del
reinado de lo material es siempre efímero, pues Atenas estaba dividida en
partidos, lo cual contribuyó decisivamente a minar la unidad que existiera
en otro tiempo.
Pericles restringió la obtención de la ciudadanía,
estableciendo que sólo serían considerados ciudadanos los
nacidos de padre y madre atenienses. Valiéndose del dinero que
los aliados de Atenas daban al tesoro común, financió la
construcción de nuevos templos en la Acrópolis, especialmente
el Partenón, que con la dirección del escultor Fidias se levantó
en honor de la diosa Atenea.

EL SIGLO DE ORO

La prosperidad económica, resultante de las victorias sobre los persas,


aceleró ese rápido crecimiento material de Atenas.
Durante los siguientes cincuenta años (450-400 a.C.), los atenienses
trabajaron en el embellecimiento de su cuidad, construyendo templos,
altares, teatros, gimnasios y pórticos.
Las grandes construcciones atenienses se ejecutaron en la época de
Pericles. Éste aconsejó al pueblo que el dinero proveniente del tributo
pagado por las ciudades aliadas de Atenas debería emplearse en el
embellecimiento artístico de la ciudad.
También debe otorgarse reconocimiento por haberse convertido en la
capital intelectual de la Hélade, por el prestigio de grandes autores
teatrales: Esquilo, Sófocles, Eurípides, Aristófanes y de su gran
pensador Sócrates.
La superación artística iniciada en tiempos de Pericles, llegó a su
apogeo en el siglo V a.C., llamado el Siglo de Oro, y constituye uno de los
períodos más brillantes en la historia del arte. El desarrollo de las
actividades intelectuales y espirituales en la Atenas de esta época generó
un tipo de educación refinada.
El amor a lo bello inspiró a los griegos obras de arte que, por su
perfección, constituyen el legado más acabado y rico que jamás pueblo
alguno haya sido capaz de crear. Es sorprendente la rapidez con que los
griegos evolucionaron en materia artística, desde lo más primitivo hasta la
más perfecta maestría.

LA RELIGIÓN PÚBLICA DE LOS GRIEGOS.

Cada Polis tenía sus propias manifestaciones religiosas y divinidades


locales, sin embargo todos los helenos rendían culto a los dioses olímpicos,
los principales del Panteón Griego. Probablemente héroes de épocas muy
remotas que pasaron a ser objeto de culto particular en algunas regiones.
48

Ese era el politeísmo griego. Los dioses intervenían en los asuntos de


los hombres, tomando partido por unos u otros. Podían incluso, tener hijos
con los mortales. Esos hijos eran los héroes, semidioses que habían
realizado hazañas sobrehumanas y a quienes se les rendía culto después de
la muerte.
La religión estaba presente en cada uno de los actos que realizaban los
griegos. Por eso, cuando tenían que tomar alguna decisión importante
acostumbraban a consultar a los Oráculos. Los griegos pensaban que a
través de ellos los dioses comunicaban su voluntad a los hombres. El
oráculo más popular era el templo consagrado al dios Apolo, en la ciudad
de Delfos.
Allí, una pitonisa, que hacía de intermediaria entre la divinidad y los
hombres, pronunciaba las palabras que, interpretadas luego por los
sacerdotes, daban respuestas a las inquietudes de los consultantes.
Los griegos creían que los templos eran los lugares donde vivían los
dioses. Por eso no realizaban ceremonias religiosas en su interior. El
edificio servía para guardar la imagen de la divinidad y el tesoro que se le
había consagrado.
Para honrar a los dioses, los griegos rezaban oraciones, hacían
ofrendas, entonaban cánticos y realizaban sacrificios. Las fiestas también
formaban parte del culto.
En las fiestas nacionales intervenían los ciudadanos de una
determinada ciudad - estado. Las más conocidas eran las Panateneas,
consagradas a la diosa Atenea y las Dionisíacas, en honor a Dionisios.
Ambas tenían lugar en Atenas.
Las fiestas Panhelénicas, en cambio, congregaban a todos los griegos.
Las más importantes eran los Juegos Olímpicos realizados cada cuatro años
en honor a Zeus (los primeros fueron en el 776 a.C.). Éstos servían como
referencias para las fechas (Ej: dos años de la octava olimpíada: 746 aC).

LA GUERRAS CIVILES (450-350 a.C.)

Las guerras médicas provocaron la unión pasajera de los más


importantes estados de Grecia, que sumaron sus fuerzas para luchar contra
los persas.
Pero esta unión duró tanto como la inminencia del peligro, y la hora de
la victoria definitiva, encontró a los griegos separados nuevamente.
Esparta y sus aliados no quisieron participar de la empresa de proseguir la
guerra por el mar.
Atenas, en cambio, unió a las ciudades de las islas y las de Asia en una
liga anti-pérsica, la Liga de Delos, que procuró y consiguió expulsar a los
persas del mar Egeo. La realización triunfal de esa política dio a Atenas los
elementos necesarios para crear un fuerte imperio marítimo y convertirse
en la ciudad más importante de Grecia, desde un punto de vista intelectual
y artístico.
A Esparta, los años siguientes a las guerras médicas no le depararon la
misma suerte. Tuvo que hacer frente a una terrible rebelión de los ilotas
(464 a.C.), y sólo a duras penas consiguió reprimir ese movimiento que la
llevó al borde de la ruina.
Obtuvo, sin más la victoria, y gracias a ella, pudo mantener su
hegemonía en el Peloponeso. De modo, pues, que en la época
inmediatamente posterior a las guerras médicas, la Hélade estaba
49

repartida en dos zonas de influencia: una de predominio ateniense y otra


de predominio espartano.
La supremacía de Atenas tuvo por escenario el mar, y por instrumento
su poderosa flota, la más fuerte de toda Grecia. La supremacía espartana
tuvo por escenario la tierra, y por instrumento los contingentes hoplitas
(soldado armado con lanza y espada), reputados invencibles.
Entre estas dos potencias, una militar y continental y otra naval y
marítima, estalló una terrible contienda llamada la Guerra del
Peloponeso (431-404 a.C.), a consecuencia de la cual Atenas perdió su
imperio y Esparta obtuvo la hegemonía (dominio) sobre la Hélade. Pero las
ciudades que intervinieron como aliadas de Esparta en la guerra habían
luchado contra Atenas, que amenazaba su independencia, y no para
sustituirlo por otro más fuerte todavía.
De aquí que cuando Esparta quiso gobernar las ciudades de Grecia,
como dueña, levantó contra ella la misma resistencia que había logrado
Atenas.
Esta guerra, que duró veintisiete años, fue conocida por los
historiadores, como ya hemos dicho, como Guerra del Peloponeso,
denominación que le diera Tucídides, consagrado como uno de los más
grandes historiadores griegos por la obra que redactó sobre el tema.
Después de diez años de lucha Atenas sucumbió ante Esparta y perdió
la guerra a raíz de una decisiva derrota en el mar, que provocó su rendición
incondicional (404 a.C.). Pero otras luces se veían al final del túnel.
Una ciudad hasta entonces en segundo plano, Tebas, aprovechó este
odio contra Esparta a la que logró derrotar, imponiendo, a su vez, una
nueva hegemonía (371-362 a.C.). El triunfo se debió a su Gran General
Epaminondas, quien creó un arma más poderosa que el ejército de
hoplitas: la Falange. La dominación tebana provocó, también, luchas
violentas a consecuencias a raíz de las cuales cayó. La batalla de Mantinea
(362 a.C. ) marcó la supremacía tebana, pero también su fin, ya que allí
murió su jefe Epaminondas y con él acabó el predominio de Tebas.
Los persas volverían entonces a ser un peligro para los helenos,
divididos en discordias civiles. Pero de Macedonia llegaría la salvación del
mundo heleno y clásico en su conjunto.

FILIPO DE MACEDONIA

En los momentos en que las ciudades griegas se hallaban debilitadas


por sus constantes guerras, y divididas por la violencia de su antagonismo,
apareció en escena el rey Filipo de Macedonia.
En las tierras al norte de Grecia, había un territorio extenso llamado
Macedonia. Lo poblaban descendientes de tribus dorias, pastoras, que
asimismo eran griegos.
Filipo, rey de Macedonia (Filipo II), fue llevado como rehén a Tebas, en
épocas de la Guerra del Peloponeso. De Epaminondas aprendió las tácticas
de combate de la llamada Falange. Allí también conoció Filipo las virtudes y
debilidades de los griegos, y juzgó que la mejor manera de hacer sobrevivir
a estos pueblos del dominio persa era dominarlos bajo un mismo gobierno.
Pero una de las cosas que mejor fruto sacó de su estadía en Tebas, fue
la organización militar.
Así, logró formar, inspirándose en la Falange tebana, la llamada
“Falange Macedónica”, que consistía en un conjunto de 256 columnas de
soldados de frente, y 16 filas de soldados de fondo, armados con espada y
50

lanza. Pero la lanza macedonia, medía 6,30 metros, y era llamada “Sarica”.
Ésta sobresalía del cuerpo de los soldados de la primera fila. De suerte que
se trataba de una fortaleza enorme de púas. Cuatro Falanges (16.384
soldados), eran acompañadas de la caballería y la infantería, que
“empujaban” a las tropas enemigas contra las falanges.
Además, incorporó elementos y armas para sitiar ciudades, aún
desconocidas para los griegos. Todo ello hizo invencible al ejército
macedonio.
Ante esta fortaleza, muchos atenienses, temerosos de Macedonia,
comenzaron a inquietarse. Entre ellos estaba el famoso orador
Demóstenes, quien insistía en alejar el peligro de los “bárbaros”
macedonios. En cambio, otros preferían el gobierno macedonio que
unificara Grecia y no la dejara a merced de los Persas.
De a poco comenzó Filipo a entrometerse en la política ateniense,
conquistando las ciudades atenienses de Foción, Olintia, Potidea y Platea.
Atenas se alió con Tebas, a instancias de Demóstenes, y se enfrentaron en
Queronea (338 a.C.), con un triunfo claro de los macedonios. A su fin, se
formó una Confederación griega, con objetivo de luchar contra los persas, y
acabar con sus nuevas pretensiones sobre tierra helena. Pero
imprevistamente fue asesinado.

EL MAYOR DE TODOS LOS EMPERADORES: ALEJANDRO


MAGNO

Solamente 20 años tenía el bravo Alejandro III de Macedonia cuando


se hizo cargo del reino de su padre. Había sido educado por el gran filósofo
Aristóteles, en todas las ciencias. Además, se había mostrado como un
inteligentísimo combatiente en Queronea. Su más alto anhelo era imitar a
su héroe, Aquiles, inmortalizado por Homero en la Ilíada.
Descreídos de su poder, las ciudades griegas pensaron que se podían
deshacer fácilmente del poder macedónico. Aprovechando una campaña al
norte, lo dieron por muerto, y se sublevaron varias ciudades griegas bajo el
mando de Tebas. Alejandro volvió rápidamente, y, ante la terca resistencia
de Tebas, destruyó la ciudad entera, salvo la casa del poeta Píndaro. Por
poco se salvó Atenas de lo mismo.
Al poco tiempo, con un ejército de 40.000 hombres, cruzó el
Helesponto, y se dirigió a Asia, para acabar de una vez con el Imperio
Persa.
En la primera batalla, la del Río Gránico, venció a las tropas del
imperio, y volvió a vencer a un ejército de 500.000 hombres al año
siguiente en Issos. Asimismo, no logró atrapar al rey persa Darío, que
escapó.
Alejandro siempre fue muy respetuoso con sus rivales, y para la lucha,
era el primero en pelear, y el que con más valentía empujaba al enemigo.
Además, era el último en beber y comer cuando escaseaban los víveres.
Luego bajó por toda la costa mediterránea de Siria y Fenicia, tomando
Damasco y Tiro. Luego, tomó Egipto, declarándose Faraón e hijo del Dios
Amón. A orillas del mar fundó la actual ciudad de Alejandría, una de las
más prestigiosas de toda la Antigüedad.
Darío, mientras tanto, logró formar un enorme ejército, de casi un
millón de hombres. Pero en Gaugamela, la falange macedonia y la
voluntad de sus guerreros volvieron a ser más que el ejército persa. No
pudo alcanzar al Gran Rey, que fue asesinado. Alejandro lo hubiera tratado
51

con todos los honores, como digno enemigo. Luego se coronó como rey del
Imperio Persa, que ocupaba una extensión de más de 5.000.000 de Km2.
Asimismo, adquirió las costumbres del pueblo vencido, y se casó con
una princesa persa.
Luego se dedicó a la conquista de toda el Asia Central (lo que hoy es
Irán, Afganistán, Turkmenistán, Uzbekistán y Pakistán). Fundó allí 11
alejandrías (varias de las cuales subsisten hoy), y algunas ciudades más, y
se dedicó a extender los conocimientos y la cultura griegos, con la ayuda
de los colaboradores que llevó (historiadores, zoólogos, botánicos, etc.).
Informaba de cada cosa que encontraba a su maestro Aristóteles, incluso
de las leyes orientales.
En el año 327 a.C., llegó hasta las márgenes del río Indo, pero ya su
tropa se negó a seguirle. Quería seguir, con fuerza imparable, incluso hasta
China, pero sus tropas estaban exhaustas, y muy lejos de su Patria.
Mientras emprendían el camino de regreso, en Babilonia, murió. Tenía
sólo 33 años. Algunos dicen que fue por una descompostura producida por
su supuesta vida desordenada (en contradicción con la disciplina que dio
fruto en él). Otros creen que fue asesinado, o envenenado, pues había
sobrevivido a varios atentados contra su vida en años anteriores. En
realidad parece ser que murió de paludismo por rodear la ciudad de
Babilonia por la zona de los pantanos. Fue uno de los imperios más
majestuosos de la historia, conquistado en menos de 15 años. Abarcaba
desde Grecia hasta la India, y por el sur llegaba hasta Egipto; por el norte,
llegaba hasta el Cáucaso.
Toda la voluntad, la magnanimidad, y la entrega completa que
caracterizaron a Alejandro, hicieron que se lo recordara como “el Magno”
(grande). Asimismo, tenía rasgos muy particulares en su persona: uno de
ellos era la facilidad con la que se transformaba y se llenaba de ira. Una
vez mató de un lanzazo a uno de sus generales porque se había burlado de
él. Pero eran superiores en él los buenos actos, y nunca se vengó de ningún
enemigo, ni trató injustamente a nadie.
Una vez muerto Alejandro, sus generales se repartieron los territorios
con celeridad. El reparto fue el siguiente:
Antípater: recibió Grecia; Ptolomeo, recibió Egipto y llevó toda la
cultura griega a Alejandría; Seleuco, recibió Siria y Fenicia; Antíoco,
gobernó sobre la Mesopotamia y Palestina; Leonato, Lisímaco y otros se
repartieron el resto. La difusión en estos reinos de la cultura griega, que se
fusionó con las culturas locales, se llamó Helenismo, y significó un gran
hecho para la cultura occidental.

LA HERENCIA GRIEGA

La herencia griega no ha llegado íntegra hasta nosotros. Ni muchos


menos. Nada hemos recibido de la música ni de la pintura; la arquitectura
nos ha dejado ruinas abundantes y maravillosas, pero ruinas al fin y al
cabo. Faltan obras muy importantes y podemos considerarnos felices con
haber logrado recuperar de ellas unos pocos fragmentos.
Como puede verse, dos estantes de biblioteca bastan para contener
entera toda la herencia literaria de Grecia. Pero dos grandes edificios no
bastarían para encerrar todo cuanto, siglo tras siglo, se ha trabajado y se
ha comentado acerca de ella: todas las obras que ha inspirado.
Esto sirve para recordarnos que una civilización no se cuenta, sino que
se valora.
52

En cambio, cuando la fuerza creadora llega a perderse, cuando los


mediocres empiezan a embarazar la vida del espíritu, esto significa que una
civilización se halla en trance de caer. El mundo helenístico y el bizantino
nos han dejado mas nombres que la Grecia clásica. Pero lo que alimento su
obra, fue siempre el manantial que brotaba de la cima de la montaña
griega.
En este tiempo en el que la vida ha adquirido un ritmo catastrófico; en
este tiempo de destrucción y de muerte; en este tiempo en el que acaba de
cerrarse un gran ciclo de la historia y en el que asistimos a la agonía de
una civilización, la herencia griega nos devuelve a lo que es constante, a lo
que es primordial y permanente, a lo que es eterno.
La educación clásica: el conocimiento de los historiadores, de los
filósofos y de los poetas griegos: nos ayudara a lograrlo. Del mismo modo
que había ayudado a nuestros padres a practicar una política de hombres
cultos; en tanto que nuestros contemporáneos, sometidos a la influencia de
las pasiones populares y de los intereses materiales, obran bajo el reino del
dinero.
Tenemos, finalmente, mas necesidad que nunca de volver a esos
sentimientos primarios y simples: a esos grandes lugares comunes que
continúan siendo la inspiración de todo pensamiento, de toda poesía y de
todo arte: la tierra, la familia, la patria, el amor, la divinidad. En las obras
que los helenos nos han legado, les encontraremos. Esto refuerza el valor
educativo de la herencia griega. Ya que una civilización que no eleva al
hombre hacia lo superior, no puede llamarse civilización.
Desde que los intereses económicos priman sobre todos los demás, se
ha producido una transposición de valores humanos.
La gloria de los helenos consiste en haber puesto en todas partes orden
y claridad.

LA CIVILIZACIÓN ROMANA
Somos deudores de la gran civilización clásica que antiguamente bañó
la práctica totalidad del Mar Mediterráneo, se extendió hasta las brumosas
colinas de las Islas Británicas, o más allá de la desembocadura del Rin y del
Danubio. Roma, con su lengua, su organización y su técnica, cambió para
siempre el curso de la historia de la humanidad occidental, y su influencia
todavía persistía en los siglos que siguieron a su desaparición, en las ideas
culturales y filosóficas que venían expresadas en latín desde las más
prestigiosas universidades europeas. Roma, la mayor civilización de todos
los tiempos, durará la enorme cifra de casi mil años su hegemonía sobre el
continente.
Además de ello, se produjo en el Imperio Romano, el acontecimiento
más trascendental de toda la historia de la humanidad: La Encarnación y el
Nacimiento de Dios hecho Hombre, del Verbo Encarnado, Jesús, el Cristo,
quien redimió con Su Sangre a los hombres del mundo.
53

Roma comparte virtudes y defectos con nuestra civilización occidental,


por eso hay que aprender de sus peripecias históricas.
Por la riqueza de su historia, y por lo que nos enseña, su civilización
ejemplar toma el acertado nombre de "clásica".

LA FUNDACIÓN DE ROMA
El origen de Roma está aun envuelto en las tinieblas, no ha sido posible
determinar los momentos en que han ocurrido los acontecimientos, sean o
no reales. Sin embargo, sabemos que antes de la fundación de Roma, parte
de la Península Itálica estaba habitada por los Etruscos.
Los Etruscos, pueblo del que lamentablemente tenemos poca
información sobre su procedencia, encuadraron los albores de la nueva
civilización que pretendía gestarse en las tierras de la actual Italia.
No se conoce la época precisa del establecimiento de los etruscos en la
península. Algunos estudiosos suponen que eran de Asia Menor, de la
región de Frigia, de donde debieron emigrar como consecuencia de las
invasiones que agitaron el mundo Egeo a fines del segundo milenio a.C.
Habrían llegado por mar, a la costa del Tirreno, estableciéndose en las
tierras del norte del Tíber, en la comarca que tomó de ellos el nombre de
Etruria. Su llegada se produjo alrededor del año 1000 a.C., posiblemente
antes de la llegada de los griegos o los fenicios.
Los etruscos vivían en ciudades que, como las griegas, constituían
pequeños estados independientes vinculados entre sí por lazos culturales y
religiosos. Su gobierno estaba, por lo general en manos de un grupo de
nobles poderosos que integraban las magistraturas y ejercían su poder
sobre los demás.
La principal industria de los etruscos consistió en la elaboración de
objetos de bronce y de hierro, especialmente armas variadas, corazas,
espadas, cascos y carros de guerra cuyo uso difundieron en Italia.
El comercio se realizó en el mar Tirreno, cuyas aguas surcaron todas
direcciones. Entraron allí, en contacto con otros pueblos navegantes, cuyas
colonias (como hemos visto en la primera parte) empezaban a expandirse
por las costas occidentales de Italia.

LATINOS Y SABINOS

Hacia los primeros años del siglo IX a.C., se produce la llegada de los
latinos y sabinos. Estos pueblos fueron parte de las grandes migraciones
indoeuropeas o arias que llegaron a la península itálica y coinciden con las
migraciones dóricas en Grecia, y las celtas en España.
Sus descendientes fundaron la ciudad de Alba Longa, que llegó a ser la
más importante del Lacio, y en ella reinaron durante varias generaciones.
La LEYENDA de la fundación nos dice lo siguiente: Eneas, príncipe
troyano, obedeciendo órdenes divinas consigue huir con sus hombres del
saqueo e incendio de Troya (vencida por los griegos) y anda vagando por el
Mediterráneo (esta historia es descripta por Virgilio en “La Eneida”). En el
Lacio, el país de los latinos, los sabinos y los umbrios, había varias
ciudades y una de las más antiguas era “Alba Longa”, a la que ya nos
referimos. Un rey descendiente de Eneas en el s. VIII a. C., llamado
Numitor fue desterrado por su hermano Amulio y consagró su hija a la
54

diosa Vesta (protectora de la familia y del hogar) para que Numitor no


tenga herederos.
Su hija estaba obligada a una rigurosa castidad. Pero Marte (Dios de la
Guerra) se enamoró de la princesa (Rea Silvia) se unieron y tuvieron a
Rómulo y Remo. Amulio mandó a matar a la hija y puso a los gemelos en
una canasta a orillas del río Tíber. Estos fueron amamantados por una loba
y luego los recogió un pastor. Grandes, y enterados de su origen mataron a
Amulio y devolvieron el trono a su abuelo Numitor. Como recompensa su
abuelo lo dejó fundar una ciudad en el Monte Palatino.
Realizado este acto de justicia, los dos hermanos abandonaron el hogar
de sus antepasados, y al frente de un grupo de compañeros emigraron de
Alba para fundar una ciudad en las riberas del Tíber, a unos 20 kilómetros
de la desembocadura, allí mismo donde años antes habían escapado
providencialmente de la muerte. En ese paraje, un grupo de siete pequeñas
colinas domina la orilla izquierda del río. Una de esas elevaciones, el
monte Palatino, fue elegida como asiento para la futura ciudad.
Para resolver quién era el jefe consultaron la voluntad de sus ídolos o
dioses, expresada por el vuelo de los pájaros. Rómulo contó 12 buitres y
Remo 6. La fundación se realizó en un acto religioso bajo el ritual etrusco
el 21 de abril del año 753 a. C.
Rómulo pues, dirigió la fundación de la ciudad. Con un arado trazó en la
tierra el surco que fijaba sus límites y el emplazamiento de la murallas,
invocando al mismo tiempo la maldición divina contra cualquiera que
violara la frontera sagrada. Según cuenta la leyenda, Remo desafió la
invocación saltando por encima del surco y pagó, allí mismo, con la vida, su
acto temerario.
La “civitas” o ciudad-Estado de Roma estaba protegida por un recinto
amurallado (pomerium), el cual encerraba en su seno los templos
religiosos, en lugar de gobierno político y el de reunión de las asambleas
populares y del Senado. A su alrededor, se extendían los campos de
pastoreo y de cultivo (ager publicus), donde tenían lugar las casas de
labranza. Originalmente, los colonos que después formarían Roma
procederían de diversas "gentes" latinas, y administrativamente
dependerían de la ciudad de “Alba Longa”.
Hay que recordar que en el Lacio, convivían tres pueblos: los Latinos
Umbrios y Sabinos, de origen germánico, y los etruscos, cuyo origen no
se conoce con certeza. De la mezcla de los dos primeros, nace el Romano.

LA ETAPA DE LA MONARQUÍA (753 a.C. – 509 a.C.)


Las características culturales de los etruscos, chocaban de manera
especial con la concepción romana de la austeridad y la vida espartana y
guerrera que llevaban. Ambos mundos chocaron en un enfrentamiento, en
el que los romanos recibirían alguna que otra severa derrota, como el tener
que verse sometidos a reyes extranjeros durante un tiempo, pero que,
gracias a la energía y la tenacidad que demostraban tener, pudieron
expulsarlos de su territorio, borrando a los etruscos de la faz de la tierra.
La primera forma de gobierno de la antigua Ciudad fue, la monarquía.
Según la tradición, existieron siete reyes en Roma, los cuatro primeros
latino-sabinos, y los tres últimos etruscos.
Los Reyes sucesivos de Roma fueron:
 RÓMULO
 NUMA POMPILIO
55

 TULIO HOSTILIO
 ANCO MARCIO
 TARQUINO EL ANTIGUO
 SERVIO TULIO
 TARQUINO EL SOBERBIO

Después de Rómulo reinó Numa Pompilio, monarca pacífico de origen


sabino, cuya prudencia y sabiduría destaca la historia y a quien los
romanos atribuían el establecimiento de sus principales instituciones.
A Numa le correspondió la organización política y religiosa de la
“civitas” romana. Él compiló los principios cívicos fundamentales, organizó
la ciudad, sus magistraturas y sus leyes básicas. Debido a eso, el
historiador heleno Plutarco lo compara con el genial Licurgo, rey
espartano.
Después de Numa gobernaron sucesivamente, Tulio Hostilio y Anco
Marcio, durante cuyos reinados ocurrieron dos hechos importantes: la
conquista de Alba Longa y la fundación del pueblo de Ostia, que aseguró a
Roma la posesión de las bocas del Tíber.
Los romanos, acabaron expulsando al último de ellos, Tarquino el
Soberbio.
Se cuenta que la Sibila (especie de intérprete de la voluntad de los
dioses) de Cumas le ofreció a este rey una colección de nueve Libros
Sagrados, que contenían todas las verdades que conducirían a la sabiduría.
Como el precio le pareció mucho al rey, la sibila comenzó a quemar de a
tres. Sólo el último tercio se salvó de las llamas, por lo cual fueron
depositados en el Templo de Júpiter, dios principal de los romanos.
Expulsado el último representante de una etnia distinta al pueblo
romano, éste resolvió que en adelante el régimen que debía gobernar la
Urbe sería el de una "Cosa Pública", (Res Publica), término que ha pasado
a nuestra lengua como "República".

TAREA: REALIZAR UN MAPA DE ITALIA DURANTE LA ÉPOCA DE LA


MONARQUÍA ROMANA (SIGLOS VIII-VI a.C.)

LA SOCIEDAD DE LA ÉPOCA MONÁRQUICA


Los más antiguos de los campesinos romanos, descendientes de los
fundadores, iban a formar el grupo social de los patricios, considerada
como la de más alta dignidad. Los patricios romanos, como los eupátridas
atenienses, constituían una clase noble, poderosa y rica, cuyos miembros
eran descendientes de los fundadores y primeros pobladores de Roma. Sólo
los patricios era verdaderos ciudadanos romanos, pues sólo ellos podían
intervenir en la elección de magistrados y desempeñar los cargos
importantes de gobierno, lo cual era natural. También les correspondía
exclusivamente, el ejercicio de los cargos sacerdotales y el cuidado de
todos los asuntos religiosos.
El resto va a ser considerado parte de la plebs, de donde deriva el
vocablo “plebeyo”. El plebeyo era ante todo el habitante que llegó después
de la fundación de Roma a habitarla. Era lógico que no tuviera derechos
políticos, pues en general eran extranjeros.
Por último, los esclavos, que eran quienes habían perdido sus derechos
por caer prisioneros en la guerra, o por caer en deudas impagables. En la
Roma primitiva, los esclavos fueron muy escasos. Eran considerados como
56

propiedad de la familia y se les encargaba el cumplimiento de las tareas


domésticas.
Poco a poco se fue formando una relación personal entre los patricios y
el resto, que no lo era: esta relación se llamó “clientela”. Entre el patrón
(que deriva de pater, de la cual deriva también “patricio”) y los "clientes"
había derechos y obligaciones recíprocas: era obligación del cliente
acompañar al patrón en las guerras, ayudarle en cualquier circunstancia,
trabajar sus tierras y sobre todo serle incondicionalmente fiel. El patrón
debía, a su vez, proteger al cliente, defenderlo en los tribunales, asegurar
su subsistencia y considerarlo como de su familia. Más adelante veremos
que el vínculo feudal de la época medieval era similar.
No olvidemos la procedencia germánica de los latinos, pues la
existencia de vínculos personales fue típico de los pueblos germanos.

LA ÉPOCA DE LA REPÚBLICA (510 a.C. –


27 a.C.)
Después de la deposición de Tarquino y del establecimiento de la
República, el poder real fue sustituido por el de dos magistrados de
duración anual llamados cónsules .
La autoridad de los cónsules era tan grande como la de los antiguos
reyes, ya que como ellos, ejercían la autoridad suprema en Roma; aunque
con la diferencia de que ésta no era, vitalicia ni unipersonal, y duraba sólo
un año, compartida entre dos magistrados.
Los dos cónsules tenían la misma categoría y ejercían idénticos poderes.
Aparentemente, cada uno actuaba con independencia del otro, pues podía
decidir e imponerse sin necesidad de tener la aceptación del segundo.
En realidad, ambos magistrados, se fiscalizaban en el ejercicio de sus
funciones, pues podía ocurrir que no estuvieran de acuerdo y paralizaran
así cualquier iniciativa que no fuera de su agrado.
La más alta magistratura (cargo de gobierno) del Estado estaría
compartida entre dos cónsules colegiados, ostentando la suprema jefatura
política y militar.
Hacia el 451 antes de nuestra Era, diez ciudadanos de entre los más
ilustres, y de costumbres ejemplares, los decemviros, redactan lo que va a
constituir el primer texto de leyes de importancia en todo el Occidente, las
Doce Tablas.
Este gran texto es considerado como la Base de todo el Derecho civil
de Roma.

LA VIDA REPUBLICANA
En los primeros tiempos de la República la vida económica y social era
sencilla y rústica.
La ciudad era una comunidad de labriegos (campesinos), como lo
habían sido las ciudades helénicas antes de la época de colonización
Mediterránea. La mayoría de los pobladores se dedicaban a tareas rurales,
mientras la industria y el comercio estaban escasamente desarrollados.
Roma tenía su propio barrio comercial en la parte baja de la ciudad y se
llamaba Foro. Allí se abrían las tiendas de los mercaderes, y en los días de
57

feria se congregaban los paisanos de los alrededores para comerciar los


productos de sus granjas.
Las transacciones consistían en simples trueques, ya que los romanos
no acuñaron monedas hasta bastante tiempo después de la caída de los
reyes.
El valor de las cosas se fijaba en relación a los productos de la
ganadería, ovinos o vacunos, lo que era lógico en un pueblo de vida rural,
para el cual el ganado constituía la principal riqueza.
Ese concepto de la riqueza perduró en el lenguaje romano, donde la
palabra pecunia, equivalente a la fortuna, provenía de pecus que
significaba ganado.
Cuando aparezca la moneda, Roma comenzará a sufrir los mismos
avatares que Atenas, ya que su economía pasará a estar dominada por el
dinero, y los mercaderes y banqueros manejarán la política e influirán en
las costumbres.

LUCHAS ENTRE PATRICIOS Y PLEBEYOS


Las luchas internas civiles entre los grupos de los patricios, los
primitivos padres de la patria, cuyo elemento constituía la institución del
Senado, y los plebeyos, que generalmente votaban en las asambleas
populares (los "plebiscitos"), hay que saber analizarlas. No hay que creer
que los patricios eran todos los ricos y los plebeyos todos los pobres. Esa es
una división moderna, que nada tiene que ver con la historia romana. Los
grupos sociales no se separaban por la riqueza. Que los patricios fueran
ricos era una consecuencia de su origen, no su razón de ser. Había
plebeyos muy adinerados. Sucedía que las actividades comerciales y
bancarias, eran ejercidas por ellos, ya que el patricio no se dedicaba más
que a la guerra, a la hacienda y a la política. Como va a suceder varias
veces más en la historia, esta elite del dinero, que pronto comenzó a
enriquecerse, va a querer integrar los puestos políticos. Entonces
recurrieron a sus “pares”, la muchedumbre, la plebe, que al ser tan
“plebeyos” como ellos, pero estando en situación mísera, eran fácilmente
movilizables para manifestar luchas contra las “injusticias de los patricios”.
De esta manera, el poder del dinero pudo llegar al poder. Desde allí
influirían en todas las cuestiones de la vida de Roma. En el futuro,
terminarán acabando con todas las tradiciones romanas. Hay que recordar
que a la aristocracia del dinero le molestan las costumbres y los valores
tradicionales, basados en el patriotismo y el honor.
La necesidad que tenían todos de los plebeyos, hizo cambiar a la vieja
aristocracia patricia, al surgir la idea de incurrir a la huelga militar y a la
amenaza de deserción colectiva, de parte de los líderes plebeyos.
Así, hacia 494 a.C., surgió una insurrección de la plebe. Abandonaron la
ciudad y se fueron a habitar el Monte Sacro, en las afueras de Roma.
Debido a la necesidad evidente, se llego a un acuerdo. Apareció en escena
una nueva magistratura: el Tribunado Romano, llamado “Tribuno de la
Plebe”, que era una institución destinada a defender a la plebe. se crea la
figura del "tribuno de la plebe", aceptada por el Senado, y con derecho a
anular las leyes que no convinieran a la plebe.
Simultáneamente con el establecimiento del tribunado, adquirieron los
plebeyos el derecho a nombrar dos ediles que ayudaban a los tribunos en
sus funciones, especialmente en lo concerniente al cuidado de la ciudad.
58

Después del triunfo obtenido por la plebe a raíz de la secesión del


monte Sacro, siguió una prolongada serie de conflictos que, con
intermitencias, duró alrededor de dos siglos. Durante ese período los
plebeyos adinerados fueron logrando participación política y ciudadana.
En un primer momento, se obtuvieron leyes comunes referentes de la
organización de la propiedad y de la familia. En 445 a.C. la "lex Canuleia"
acaba con la prohibición de matrimonios entre patricios y plebeyos.
Los plebeyos habían solicitado, además de la igualdad de matrimonio, el
acceso al consulado. Las leyes "Liciniae Sextiae", del 367 a.C. establecían
que uno de los dos cónsules de Roma fuera plebeyo, y les permitía integrar
los Colegios Sacerdotales.
Mientras que la ley "Hortensia" igualaba los plebiscitos de la plebe a
las leyes votadas en los comicios centuriados, los cuales eran patrimonio
de la aristocracia patricia.
Pero como suele suceder, no se logró un bienestar general de la plebe,
que siguió siendo tan pobre como antes, sólo que ahora se le hacía creer
que en realidad participaba de la política y eran todos iguales ante la ley.
Lo que sucedió fue que este sector adinerado de la plebe, constituyó una
nueva aristocracia, plebeya, que pasará a ser la aristocracia del dinero
(plutocracia).

LAS AUTORIDADES Y MAGISTRATURAS ROMANAS DE LA


ÉPOCA DE LA REPÚBLICA
Por tanto, centrándonos en el período central o clásico de Roma,
podremos detectar y analizar las principales Instituciones y autoridades
que formaban el pilar del Estado, que podremos dividir en tres: Las
magistraturas de poder, el Senado y las Asambleas populares.

I) Las Magistraturas durante la época Republicana

Las MAGISTRATURAS romanas se dividían en ordinarias y


extraordinarias. Analicemos ahora brevemente las magistraturas
ordinarias. Éstas eran:
-El consulado. Formado por dos integrantes (colegas), elegidos por un
año, tenían atribuido el mando supremo en la guerra y en tiempos de paz.
- El pretor. Considerado como "collega minor" de los cónsules, su
función más relevante consistía en la administración de justicia, pudiendo
dictar Edictos.
- La cuestura. Los cuestores eran ayudantes técnicos de los cónsules,
destacando entre sus funciones la fiscal , investigación y persecución de los
"crimina", así como la hacienda pública (aerarium).
-Los ediles. Siendo su ámbito de aplicación lo que era el municipio y la
colonia romana, los ediles podían dedicarse tanto al abastecimiento de
víveres y comestibles (annonae), como a desempeñar tareas de policía
(curia urbis), y organización de festejos (ludorum).
-El tribuno de la plebe. Disponía del poder de veto, llamado
"intercessio", frente a actos de los demás magistrados, así como podía
auxiliar a algunos ciudadanos, pudiendo convocar tanto a la plebe como al
Senado para asuntos de interés.
59

- El censor. Nombrado de entre los ex cónsules, entre sus funciones


destacaba la de elaborar el censo de los ciudadanos, y asimismo teniendo la
importante misión de vigilar la pureza de las costumbres de la patria.
- Por último, como magistratura extraordinaria y no permanente
tenemos al dictador. Nombrado en circunstancias de grave peligro y
calamidad para la República y los ciudadanos, podía concentrar todos los
poderes civiles y militares, ejercer un liderazgo de la comunidad política, y
suspender temporalmente las garantías de los ciudadanos, para salvar a la
patria y al Estado. El dictador era designado por el Senado, y durante seis
meses tenía todo el poder sobre la ciudad y las legiones, aunque cuando
acababa el período debía cesar en el ejercicio de su autoridad y devolver de
nuevo las libertades y garantías al pueblo y el Senado romanos.

II) El Senado de Roma

La más famosa de las Instituciones, es, sin duda alguna, el Senado.


Supremo órgano consultivo, y de decisión, en la constitución de la
República, formaban parte del mismo tanto los patricios (patres) como los
plebeyos que se le agregaron después (conscripti). Sus funciones tenían
la máxima importancia política, por cuanto le correspondía celebrar
tratados de paz, declarar el estado de guerra, vigilar las ceremonias y los
actos públicos, administrar correctamente las finanzas y nombrar a los
mandos militares de las legiones. El Senado ejercía también la potestad
legislativa, a través de los senadoconsultos, decisiones senatoriales que
eran de obligado cumplimiento para todas las autoridades y funcionarios de
la República.

III) Las Asambleas populares.

La constitución romana era mixta, porque combinaba instituciones


populares con las propias del mando y la jerarquía. Las Asambleas
populares arrancan de las famosas rebeliones entre patricios y plebeyos,
con la retirada de éstos a los montes Sacro y Aventino, y el dictado
posterior de leyes que irían reconociendo la participación política de los
plebeyos en los asuntos de Estado.
El famoso S.P.Q.R. (Senatus PopulusQue Romanus) designa
precisamente esta admirable mezcla de clases sociales, pues significa la
autoridad máxima que proviene tanto del Senado como del Pueblo de
Roma. Estas siglas acompañaron siempre a las Águilas de las Legiones, y
fueron símbolo de la superioridad moral, política y organizativa de los
romanos.
Esta lucha por la patria romana, se basaba en un logradísimo equilibrio
entre todas las instituciones, de modo que ninguna se superponía a la otra,
sino que todas colaboraban y ayudaban en la común tarea de
engrandecimiento de la común Patria de los romanos.
Hubo períodos de agitación, como la de los hermanos GRACO, (123
a.C.), quienes quisieron recurrir a medidas inconstitucionales para
eliminar a sus adversarios políticos, los patricios. El genio romano,
empero, iba a evolucionar conforme el destino de la primitiva ciudad la
llevaría a obtener el máximo poder en Occidente, como consecuencia de las
guerras que iba a sostener con sus vecinos, y el rápido expansionismo
bélico de sus ejércitos.
60

"LA FAMILIA Y LA TRADICIÓN ROMANAS"

La concepción de la vida familiar.

En las sociedades tradicionales todavía no atacadas por el


individualismo y el hedonismo, que son la muerte de civilizaciones como la
capitalista occidental, permanece un principio básico de mantenimiento de
la solidaridad interna entre los seres humanos, atendiendo a las más
elementales reglas de la ética social y moral imperantes. La institución de
la Familia es, de entre todos esos lazos sociales, el de mayor arraigo e
importancia en todas las culturas humanas, y su sostenimiento por los
gobiernos, ha sido en sociedades normales, la garantía de la estabilidad y
la prosperidad de la Nación entera, mientras que su descuido y abandono
han arruinado a las repúblicas y a los ciudadanos, convertidos ya, y nunca
mejor dicho, en desarraigados. La Familia ha sido la institución Solidaria
por excelencia, porque a través de ella, aprendemos a convivir con
nuestros semejantes, vecinos, compatriotas o conciudadanos.
Como en cualquier sociedad tradicional de origen indoeuropeo, la
romana cimentó toda su fuerza interna en el desarrollo y propagación de la
estirpe a través de la Familia.
La gens era, pues, el grupo de familias a las que vinculaban un culto
común celebrado en honor del héroe fundador del linaje gentilicio a quien
se llamaba el genio. El nombre de ese personaje heroico era llevado con
orgullo por las familias que constituían el grupo gentilicio, si bien cada una
de ellas para distinguirse de las demás, agregaba, a ese nombre, otro
particular.
Por eso los nombres romanos están compuestos de tres partes, como
se ve en los de Lucio Cornelio Sila, Marco Tulio Cicerón, Cayo Julio César,
que corresponden a famosos personajes de la historia de Roma. La primera
parte del nombre era el individual de la persona; la segunda, el gentilicio; y
la tercera el correspondiente a la familia en particular.
Las gentes (plural de gens) tenían sus dioses, sus recursos propios y sus
autoridades.
Por esto, su importancia política fue muy grande. En verdad, el gobierno
romano y la base de la religiosidad y piedad populares se basó en la
organización gentilicia.
En principio, los ciudadanos romanos eran los que procedían de la
"gens", aunque siglos después, como es sabido, este título podía ser
comprado por cualquier mercader con dinero suficiente para costearlo, lo
que ya sucedió en la Roma de la decadencia, con la famosa Constitución
de Caracalla (emperador) (212 a.C.).

EL CASAMIENTO

Siguiendo los antecedentes helénicos, la ceremonia romana del


casamiento o boda seguía tres fases, que tendremos ocasión a continuación
de analizar: TRADITIO, DEDUCTIO IN DOMUM, CONFARREATIO.
En la primera de las fases, la joven que va a ser dada en matrimonio,
abandona el hogar paterno. Ello significa que, en el futuro, cambiará la
lealtad hacia la divinidad doméstica del marido, en lugar de su padre. La
TRADITIO (o tradición) era el rito formal que la desligaba de esa autoridad
paterna. Posteriormente, en la DEDUCTIO IN DOMUM, se conducía a la
novia hacia la casa del futuro esposo, y se canta en su honor un himno
61

religioso, allí se efectuaban votos para que el linaje resultante de la unión


conyugal fuese aceptable a los dioses. Por último, la ceremonia más
importante, la CONFARREATIO, ya unidos los esposos, celebraban un
sacrificio común a los dioses Penates y ante todas las imágenes de los
antepasados, dispuestos ante el fuego del hogar y efectuando una libación
y oraciones juntos, y comiendo una torta de flor de harina.
Esta torta nupcial, contribuye a hacer santa la unión de marido y mujer.
Del matrimonio seguirán consecuencias jurídicas derivadas del derecho de
propiedad, a la herencia o sucesión, además se concebía al mismo como un
orden sacralizado, es decir, como una participación del ser humano
(hombre o mujer) en la divinidad. Sólo de esta manera podríamos entender
que el fruto de esa convivencia sacralizada, el matrimonio, que eran
naturalmente los hijos, pudieran, a su vez, ser partícipes de todos los
derechos y obligaciones de ciudadanos libres romanos.

DE LA CONTINUIDAD DE LA ESTIRPE

Siguiendo con esta antigua concepción indoeuropea, el mundo clásico


se preocupaba por la continuidad del lazo nacional a través de leyes que
protegían la esfera privada de las personas. Al igual de lo que sucedía en
la India o Grecia.
Así pues, la institución del matrimonio, no tenía por fin conseguir un
placer pasajero, una moda o un sentimiento, sino que, principalmente,
tenía por finalidad asegurar firmemente las bases de la perdurabilidad del
pueblo, del linaje y de los privilegios conquistados por los antepasados y
que debían mantenerse a toda costa, pues ahí radicaba la médula espinal
del honor nacional.
Tanto griegos como romanos consideraban a los hijos que no procedían
del matrimonio bendecido por los dioses como "espúreos" o "bastardos",
esto es, como hijos también, aunque no partícipes en los derechos y
obligaciones de la continuidad en el linaje.

El culto doméstico

El fuego que debía ser mantenido en el hogar simbolizaba la fuerza


vital inherente a las generaciones pasadas y futuras, los "Genios" tutelares
de la estirpe, (palabra cuya raíz está emparentada con "gens"). El Genio, o
"daimon" en griego, es la interna virtud de origen olímpico, divina, la llama
de la vida que se transmite de padres a hijos y que forman el "tesoro" de la
raza, aquello que debe ser guardado y mantenido puro y sin tachas y
defendido aun con la última gota de la sangre. La "Gens" se solidarizaba
internamente con cada individuo integrante de la misma. Unidos por las
mismas ceremonias sagradas, por una misma estirpe o raza, se impone
entre todos el deber de auxilio mutuo en todas las necesidades de la vida.
El espíritu nacional se hacía presente en cada momento de sus vidas.
La religión primordial romana era, por tanto, tradicional y olímpica,
esto es, heroica. Sus cultos, como hemos tenido ocasión de analizar,
tenían por objeto la comunión mística con la gran cadena de los
antepasados divinos.
De ahí que la mezcla con otros pueblos se considerase, como semejante
a destruir el edificio moral de los antepasados, y la aniquilación nacional
por cultos extraños que no eran portadores del "genio" innato y
sobrenatural del pueblo romano.
62

EL DERECHO QUIRITARIO.

Se conoce con el nombre de "derecho quiritario" al Ordenamiento


jurídico de los ciudadanos romanos, cuya vigencia abarca más de diez
siglos, desde el 753 a.C. fecha de la fundación de Roma por Rómulo, hasta
565 d.C. con la muerte del emperador Justiniano. A pesar de todas las
transformaciones que, a lo largo del tiempo, sufrió la sociedad romana,
subsistió siempre una cierta concepción de las normas básicas del Derecho,
por "consuetudo", es decir, por costumbre, y que ello debía de afectar a la
familia.

LOS BIENES EN LA FAMILIA ROMANA

La Familia, como hemos visto, no era manejada por las leyes dadas en
los Foros o Asambleas públicas, ni por los integrantes del Senado, ni
tampoco por el dictado de los mercaderes y tratantes de moneda. Si ellos
hubieran tenido poder para influir en las costumbres familiares habrían
suprimido gran parte de su tradición.
Por eso se pudo mantener:
 La indivisibilidad del patrimonio familiar
 El carácter intangible de las herencias y de la propiedad
privada
 Los bienes que, tradicionalmente, servían al sustento de los
hijos o de las viudas.

Si no se hubiera mantenido estos principios, probablemente las tierras y


el patrimonio de los romanos hubieran pasado a manos de los prestamistas
y los mercaderes.
Considerada en sí misma, la propiedad no es más que una cualidad de
dominio que una persona o un grupo de personas despliegan sobre una o
varias cosas externas. Por ello se habla de "patrimonio", esto es, como
conjunto de bienes cuyo dominio corresponde a lo paterno, a lo heredado
por los antepasados. Por eso, sólo el primer hijo (el primogénito) era quien
heredaba el patrimonio.
Entre el cabeza de familia, padre, y los descendientes o hijos legítimos
habidos dentro del matrimonio, existe un deber recíproco de piedad
(pietas filii) y de solidaridad mutuas. El Paterfamilias era, en la antigua
sociedad romana, el sumo sacerdote de la religión del hogar, y su Autoridad
sobre la mujer o los hijos derivaba de su responsabilidad por mantener el
elevado código moral de los antepasados y educar a los demás miembros
de la familia en las obligaciones inherentes a su condición. Además, era el
"dominus" o señor del patrimonio, (conjunto de propiedades). Dicha
Autoridad no podía ser discutida ni siquiera por los políticos o los oradores
del Foro, no era una ley impuesta desde la ciudad o por un partido.
Cuando le llegue la hora de su muerte, o tránsito, seguirá velando desde
el otro mundo por el bienestar de los suyos, ya hecho un dios Lar. Era
natural que en una esfera tan privada, las leyes externas de la República
hicieran bien en no meterse, como se hace en la actualidad, casi siempre
con el fin de destruir la unidad interna de la familia, provocando el natural
desarraigo en los individuos.
La "potestad" (poder) del Padre incluía: el derecho de repudio de la
mujer, en caso de esterilidad (no conviene que la Familia se extinga) o
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también en el de adulterio (infracción del deber de fidelidad al esposo);


derecho de casamiento de la hija; Derecho de independizar a los hijos;
Derecho de adoptar, esto es, de incluir a un extraño en el culto doméstico;
Derecho de reconocer al propio hijo o rechazarlo, por falta muy grave de
lealtad o de piedad; Derecho de designar un tutor a la mujer y los hijos en
el testamento, etc.
En cuanto al papel de la mujer como madre de la familia, era
considerado de la más alta dignidad, pues participaba junto con el padre en
igualdad de condiciones en las honras a los antepasados, el mantenimiento
del fuego del hogar y en el cuidado y la educación de los hijos, pudiendo a
su vez administrar sus propios bienes y también teniendo derecho a
recuperar la Dote entregada al marido en caso de un divorcio originado por
culpa del marido.

LOS VÍNCULOS

Existía la posibilidad, en la familia romana, de adoptar (adoptio)


personas en el culto familiar, reconociéndolas como hijos.
Por lo tanto, había dos tipos de vínculos: La agnación, que es el
reconocimiento de alguien fuera de la familia dentro de la autoridad
paterna. Y la Cognación, parentesco consanguíneo.

LA FAMILIA EN EL MUNDO CONTEMPORÁNEO.


Los tiempos que nos toca vivir, dominados por el capital y el
materialismo globalizante, con una juventud que se va por los extremos, o
bien se entrega a su auto-destrucción, no nos sentimos herederos del
Imperio de Roma.
En las condiciones actuales, en que la desintegración de los tejidos
sociales y culturales de los pueblos occidentales merced al poder
internacional del dinero se hace clara, deberíamos fortalecer los vínculos
que un pueblo supo mantener hasta sus períodos de decadencia, justo en
los cuales esta idea de familia se transformó. Nosotros contamos además
con la imagen de la Sagrada Familia, modelo de convivencia cristiana, del
cual cada día nos alejan más la TV, el cine y los demás medios de
comunicación.

LA RELIGIÓN PÚBLICA ROMANA


Además del culto a los antepasados Lares y Penates, había una
Religión (de Re-ligio, que significa ligazón, vínculo con dios) que era
pública, y consistía en un conjunto de ritos de diverso origen. En general
se asimilaron los dioses griegos, con nombres romanos. Incluso luego, con
la extensión del Imperio, muchos dioses orientales se agregarán al panteón
romano, deformando la religión originaria.
En realidad, los valores morales más importantes se guardaban en el
culto privado, del hogar.
Entre los sacerdotes, que dirigían este culto público, se destacaban los
Pontífices, liderados por el Pontífice Máximo.
También había sacerdotisas, que se consagraban a la diosa Vesta, del
fuego sagrado, llamadas Vestales. Debían dedicar sus vidas a la protección
del fuego y los recintos sagrados de la diosa. Los Flamines, eran los
sacerdotes de Júpiter.
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Luego estaban los augures y arúspices, quienes consultaban la


voluntad de los dioses a partir del vuelo de las aves y el análisis de las
entrañas de becerros, como en Grecia. Éstas eran prácticas de origen
etrusco, que sobrevivían como supersticiones.

EL CALENDARIO ROMANO

Era fijado por el Pontífice Máximo, dividía los días en Fastos y Nefastos
(favorables y desfavorables). Tenía 12 meses lunares. Sólo tres fechas
tenían nombre. El primer día (Calendas), el séptimo (Nonas), y el
decimoquinto (Idus). Todos los demás días se nombraban con referencia a
estos tres (ej.: seis días antes de las calendas de Febrero: 26 de Enero).
Julio César reformó el calendario, haciéndolo de 365 días, con un día
agregado cada cuatro años (año Bisiesto). Además instituyó el quinto mes
en honor a su nombre, llamado Julius (Julio). Para no irle en zaga, el
emperador Augusto, llamó al mes sexto, Augustus (Agosto). Recordemos
que el primer mes del calendario era Marzo.
Los meses derivan su nombre del calendario romano: Januarius (mes
de Jano): Enero; Februarius (de Februare: purificar): Febrero; Martius
(mes de Marte, dios de la guerra): Marzo; Aprilis (de aperire: abrir): Abril;
Maius (de maius: mayor, mes de crecimiento de las plantas): Mayo; Junius
(mes de Juno, esposa de Júpiter): Juno; Julius (mes de Julio César): Julio;
Augustus (mes de Augusto): Agosto; September (mes séptimo):
Septiembre; October (mes octavo): Octubre; November (mes noveno):
Noviembre; y December (mes décimo): Diciembre.

LAS CAMPAÑAS MILITARES REPUBLICANAS


El ejército romano

Sólo cuando Roma comenzó a defenderse de los pueblos vecinos y


realizar conquistas, se crearon los llamados “Ejércitos Permanentes”.
En principio, los combatientes debían provenir de los patricios,
principalmente, porque eran los más educados en los cultos familiares y
patrióticos, y por tanto, los que mejor podían defender a la patria romana.
La unidad del ejército romano era la LEGIÓN, cuerpo de 4000 ó 5000
hombres, divididos en Centurias (en principio de 100 hombres). Integraban
las tropas del ejército los ciudadanos entre 17 y 46 años de edad.
Cada legión tenía, además, un cuerpo de jinetes (equites) y de vélites
(infantería ligera).
En la época de la república, los Cónsules eran los que tenían el mando
supremo (luego pasaría a ser el Imperator o Emperador. Luego estaban los
Tribunos Militares. Centuriones, Decuriones y Optiones, conformaban los
cargos de Oficiales más bajos.
Generalmente, en las Campañas Militares, se levantaban campamentos,
tiendas de cuero, separadas por dos calles (vías). Muchas veces estos
campamentos se convirtieron en colonias militares, y a veces en Ciudades.
Para exaltar el valor militar, los romanos honraban los actos de los
guerreros que se distinguían en el campo de batalla, entregándoles una
ceremonia pública, coronas cívicas (con hojas de encina) o placas
recordatorias de sus hazañas. Los generales también eran objeto de
grandes demostraciones de aprecio popular, y según la importancia de
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éstas se las llamaba de GRAN TRIUNFO o de PEQUEÑO TRIUNFO.


Consistía en un desfile triunfal en Roma. El jefe era paseado en un carro,
seguido de su ejército y su botín y prisioneros capturados.

Las Conquistas Militares

Entre los siglos V y III a.C., Roma debió sostener incesantes luchas con
los demás pueblos de Italia. En esas guerras, si bien a veces fue derrotada,
logró imponerse de tal modo que al cabo de dos siglos toda la península
quedó sometida bajo su dominación.
Así fue como la modesta ciudad de la zona del Lacio, se convirtió en la
poderosa metrópoli de Italia.
Los etruscos, los ecuos y los volscos, pueblos montañeses y belicosos
mantuvieron durante años intrincadas luchas con los romanos quienes no
se dejaron dominar por los enemigos y sometieron a las tribus itálicas que
amenazaban su seguridad. Allí descolló la actuación del dictador T. Quincio
Cincinato, quien en el 431 a.C. devolvió a las legiones romanas el triunfo.
Marco Furio Camilo, otro gran dictador, fue quien estableció la llamada
“soldada”, es decir, el pago a los soldados por su trabajo, algo que antes no
contaba.
Así, ocurrió también con los galos (390 a.C.), quienes tras haber vencido
las barreras romanas se atrevieron a inundar la ciudad y a saquearla por
completo. Los romanos entregaron todo lo que tenían y se vieron libres de
sus atacantes, pero la noticia de su humillación terminó por ahogar las
esperanzas del floreciente pueblo y fue el momento aprovechado por los
adinerados plebeyos para intensificar su lucha.
Los galos, al mando de su temible jefe Breno, ya había sometido a todo el norte
itálico, cuando se decidieron marchar sobre Roma. Cuentan que cuando los galos
intentaron escalar el Capitolio (sede del Gobierno), los gansos consagrados a la
diosa Juno despertaron a Manlio Capitolino, quien rechazó el ataque. Se cuenta
también que los senadores, a pesar de que todo el pueblo había huido, se quedaron
estoicamente en sus asientos. Uno de ellos, Papirio, al ser molestado por un galo, le
tiró en la cara su cetro de marfil.
Los galos prendieron fuego a la ciudad, y exigieron una fuerte suma de oro a
cambio de abandonar Roma. Se cuenta que al pesarlo en una balanza en forma de
libra, el jefe galo echó su espada en los pesos diciendo “Vae victis” (¡ay de los
vencidos!), y allí apareció Marco Furio Camilo diciendo: “Non auro, sed ferro,
recuperanda est patria” (No con el oro sino con el hierro se ha de recuperar la
Patria). Y echó de la ciudad a los invasores.
Extraído del libro “Historia de Roma” del historiador Indro Montanelli.

Se sucedieron luego, otras tantas batallas, en las que Roma anexionó


territorios y le demostró a sus adversarios que sus épocas de debilidad
habían terminado (al menos por el momento). Se destacan las famosas
“Guerras Samnitas”, pueblo que llamó a Roma como auxilio contra los
galos, pero la traicionó luego. Estas guerras duraron desde el 343 al 305
a.C. y fueron heroicas hasta el punto que su cónsul Publio Decio, enfrentó
solo al ejército enemigo, porque los augures vaticinaron que su sacrificio
salvaría a la Patria. De esta manera los romanos alcanzaron las costas del
mar Adriático.
Luego vinieron las guerras de Pirro en el sur de Italia (la Magna Grecia)
contra la ciudad de Tarento. Utilizó elefantes en sus empresas, lo cual
impresionó al enemigo. Pero las pérdidas de Pirro fueron tan grandes que
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le quitaron el sabor de la victoria. De allí viene el dicho “una victoria


pírrica”. Hacia el 250 a.C. todo el centro y sur de Italia era romano.
A diferencia de otros pueblos, que jamás abrieron las puertas a los
pueblos dominados por ellas, Roma los asoció generosamente a su destino,
otorgándoles idénticos o parecidos derechos que a sus ciudadanos. Ello
traería funestas consecuencias en el futuro.
Desde el punto de vista político, la Italia romana formaba un mosaico de
ciudades, pues la situación de cada una de ellas frente a Roma era
extremadamente variada.
Cada ciudad aliada tenía un régimen distinto, fijado por el tratado que
la vinculaba a la ciudad que la había conquistado y que contenía, según los
casos, mayor o menor cantidad de privilegios y concesiones.
Para asegurar más aún su dominación sobre Italia, los romanos se
preocuparon por unir los puntos extremos de la península mediante la
construcción de buenos caminos que facilitaran el desplazamiento de la
tropas. La más importante y antigua de esas rutas fue la vía Apia,
construida en una de las guerras samnitas, para alcanzar las regiones del
Mar Adriático, a través de las vertientes abruptas de los Apeninos.
Así quedó determinada una admirable red de caminos y cuenta la
tradición que de aquella magnífica conexión de la metrópoli romana surgió
la famosa frase “todos los caminos conducen a Roma”.
La unificación de Italia estimuló las relaciones mercantiles entre las
distintas zonas de la península. Roma comenzó a adquirir entonces
importancia comercial, pues su posición dominante la convertía en centro
económico de primera magnitud. Los mercaderes y banqueros romanos
ampliaron notablemente sus actividades, extendiendo sus negocios por
toda Italia.
Un síntoma evidente del cambio económico producido en Roma por la
conquista de Italia fue la acuñación de monedas de plata , cosa que
hasta entonces no se había hecho en la ciudad del Tíber. La figura de la
rústica moneda tenía en su interior la imagen del dios Juno, y su uso se
generalizó rápidamente. Eran el sestercio que valía dos ases y medio; el
quinario, que valía cinco ases, y el denario, que valía diez. Del nombre de
este último deriva, precisamente, la palabra dinero.
El predominio militar de Roma produjo gradualmente la unificación
lingüística de aquéllos, que poco a poco adoptaron como lengua nacional el
idioma latino de la ciudad vencedora. Sin embargo, Roma sufrió la
influencia de la civilización helénica que se propagó por toda la península.
De aquí que helenismo y latinidad fueron los dos elementos básicos de la
unidad cultural forjada en Italia como consecuencia de la conquista
romana.
Esa superioridad militar, que les valió más tarde la conquista de un
magnífico imperio, fue el resultado de un lento proceso de mejoramiento.
Gradualmente por medio de mejoras y ajustes, los romanos modificaron la
estructura de su ejército, proporcionándole poderío bélico y sobre todo,
una agilidad de maniobra nunca vistos hasta entonces.

LAS GUERRAS PÚNICAS


Luego de la conquista de toda la península Itálica (aproximadamente en
el siglo III a.C.), ocurrieron una serie de guerras conocidas como Guerras
Púnicas. Se llamaron así porque el enemigo en este caso fue la ciudad de
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Cartago, de origen Fenicio (phoinikés, en griego), de donde deriva


“Púnico”.
Ciudad fundada por la hija del rey de Tiro, Dido, quien luego de
embarcarse por el Mediterráneo, encontró este enclave en las costas del
actual Túnez, y la llamó “Ciudad Nueva”, al igual que lo que significa
Nápoles, o Nueva York. En su idioma se decía Kart Hadasht, de donde
derivó Cartago.
Tremendos navegantes, y ávidos comerciantes, recurrían a cualquier
medio para lograr sus objetivos. Eran conocidos como estafadores, pero
también como valerosos navegantes. Pronto adquirieron el dominio del
comercio mediterráneo, y su ciudad se había convertido en un centro
comercial casi universal. Pero como sucede generalmente, en ese tipo de
ciudades abundan los excesos morales, hijos del dinero.
Su existencia molestaba en dos sentidos a Roma: a los romanos
tradicionales, que temían que la influencia moral cartaginesa invadiera
Roma, y a los mercaderes romanos, que veían en Cartago un competidor
temible, que ponía en duda el predominio comercial romano.

1° GUERRA PÚNICA

Mercenarios italianos controlados por Siracusa se sublevaron y


ocuparon Mesina. Un ejército cartaginés, aliado de Siracusa, puso sitio a la
ciudad. Los habitantes de Mesina solicitaron , entonces, el auxilio de Roma.
El Senado vaciló sobre la política a seguir y resolvió someter el problema a
la decisión de los ciudadanos que se pronunciaron por la guerra
Así comenzó la primera lucha que duró veintitrés años.
Los romanos enviaron tropas a Sicilia y desalojaron a los cartagineses,
con relativa facilidad, de sus principales posesiones en la isla, El triunfo fue
seguido de otro más importantes en el mar, donde la flota romana,
comandada por el cónsul Duilio, derrotó la escuadra cartaginesa de Miles,
cerca de Mesina (260 a.C.).
La victoria de Miles entusiasmó a los romanos y los indujo a intentar
una ataque directo contra Cartago. Una flota dirigida por el cónsul Régulo
desembarcó importantes fuerzas en las costas africanas, pero el
comandante fue derrotado y hecho prisionero por Jantipo, un espartano
mercenario al servicio de Cartago.
Después de este fracaso, la guerra se localizó otra vez en Sicilia, donde
el general cartaginés Amílcar Barca mantuvo en jaque a las fuerzas
romanas por varios años. Al fin , los romanos buscaron la definición de la
larga contienda en una batalla naval. Equiparon una poderosa flota que
destrozó a la escuadra cartaginesa en el combate de las islas Egates (241
a.C.); archipiélago vecino a las costas de Sicilia.
Después de esta derrota, Cartago, extenuada, solicitó la paz.
Roma, finalmente, arrebató a ésta las islas de Córcega y Cerdeña, con lo
cual el mar Tirreno quedó definitivamente convertido en un mar romano.

2° GUERRA PÚNICA

Después de su derrota frente a Roma, Cartago debió soportar una


terrible lucha civil, pues las tropas mercenarias que regresaban de Sicilia y
a las que no pudieron pagar sus salarios se sublevaron, arrastrando en su
movimiento a las tribus africanas de la costa. Así se inició una terrible e
implacable guerra en la que vencieron los cartagineses comandado por
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Amílcar Barca, cuyo genio militar ya se había revelado en la lucha contra


los romanos. Amílcar, tras doblegar la sublevación y restaurar la
tranquilidad en Cartago, marchó hacia España al frente de un ejército y
conquistó la región oriental de la Península Ibérica.
Fue, en efecto, Amílcar quien instauró la dominación militar en esa
comarca.
A su muerte (228 a.C.), le sucedió en el mando su yerno quien fundó la
ciudad de Nueva Cartago (Cartagena) y extendió el poder cartaginés
hacia el interior de la península ibérica.
Sin embargo éste pereció asesinado al poco tiempo y el ejército fue
designado al hijo de Amílcar, un joven llamado Aníbal.

Las grandes campañas de Aníbal

La tradición cuenta que desde niño, Amílcar le inculcó a su hijo el odio a


los romanos , y a los nueve años de edad le hizo jurar, sobre un altar, que
dedicaría toda su vida a combatirlos sin piedad. Hizo honor a su juramento,
pues fue el adversario más tenaz e implacable que jamás encontraron los
romanos.
Aníbal, verdadero rey sin corona de España, seguro de la fidelidad de
sus tropas, resolvió provocar a Roma. El acto inicial de su política belicosa
fue el ataque a Sagunto, ciudad que estaba bajo la protección de Roma.
Tras esta contienda inicial, Aníbal tenía pensado ingresar al territorio
italiano, pero comprendió que no podría hacerlo por mar, y por esta razón
resolvió comenzar una arriesgada empresa que pretendía alcanzar Italia
través de los Alpes.
Aníbal disponía de un poderoso ejército en el que figuraban además de
los cartagineses, la reputada caballería de los númidas de la costa africana
y los expertos honderos y hábiles jinetes ibéricos que actuaban como
auxiliares.
En el verano del año -218, Aníbal partió a Cartagena al frente de un
ejército de 90.000 hombres de infantería y otros 12.000 de caballería.
Después de atravesar el Ebro y los Pirineos, se abrió camino entre los
galos de la Transalpina, cruzó el río Ródano y llegó a las laderas de los
Alpes. Ningún ejército regular había cruzado jamás esas montañas, pero
Anibal consiguió triunfar a pesar de las dificultades de su descabellado
plan.
La ascensión fue penosísima. Las nieves otoñales hacían aún más
impracticables los senderos escarpados de las altas cumbres. El hambre y
el frío castigaban a los soldados y tras cinco meses de travesía y con ayuda
de los galos, logró Aníbal derrotar a los romanos en las márgenes de la
ciudad de Trebbia. Después se produce el encuentro en Trasimeno,
favorable también al cartaginés.
Hacia el año 216 a.C., en la llanura de Cannas, zona de Apulia, se
enfrentaron los dos ejércitos, romano y cartaginés. Como de costumbre, el
ejército de los romanos es dirigido por los dos cónsules, que mandan un día
cada uno. Ellos eran Lucio Emilio Paulo y Cayo Terencio Varrón.
El desarrollo de la batalla fue estudiado por los grandes generales de la
historia, porque Aníbal utilizó tácticas ejemplares para rodear al ejército
romano. Con una caballería fuerte en los flancos y una infantería débil que
se retiraba al centro; enfrentó a los 80.000 soldados romanos, cuyo fuerte
era la infantería central. Los flancos fueron fácilmente derrotados y la
caballería sumada a las tropas de refuerzo, rodearon a la infantería romana
69

por los cuatro costados, lo que le costó la muerte al cónsul, 2 procónsules,


2 cuestores, 29 tribunos, 80 senadores, 2700 equites (caballeros), y 45.000
vélites o infantes. Todos ellos murieron de la manera más valerosa, sin
rendirse. Los cartagineses perdieron solamente 8.000 de sus 40.000
hombres.
Aníbal quedó como dueño del país, demostrando que la conquista de la
Galia Cisalpina, no solo significó la victoria de su nación, sino la
vulnerabilidad de las líneas de defensa romana en ese sector.
A esta primera conquista, Aníbal sumó otras anexando territorios, lo que
preocupó notablemente a los romanos.
Para desalojar al imbatible Aníbal de sus reductos montañosos en el sur
de Italia, un joven general romano de treinta años, Publio Cornelio
Escipión, imaginó que atacar a los cartagineses en África significaría la
llegada de Aníbal a su tierra para defender a su pueblo. Escipión había
ganado reputación a lo largo de su vida como militar, y la herencia familiar
en ese cuerpo lo empujó a pensar que su hazaña llegaría a buen término.
Escipión, llamado “el africano” organizó un ejército de 30.000 hombres
y desembarcó, como lo hiciera Régulo años antes, en las costas de Cartago.
Demostrando gran habilidad política, en vez de marchar contra la capital,
buscó aliados en el resto de África, logrando la simpatía de Masinisa, rey
de los númidas, vasallo descontento de Cartago, cuya inclinación
proporcionó a los romanos el aporte invalorables de su renombrada
caballería.
Cartago envió, entonces, emisarios a Italia para solicitar el auxilio de
Aníbal, que acató enseguida el pedido de sus compatriotas, quienes
tampoco lo habían ayudado durante la larga lucha contra Roma. Hacía más
de treinta años que Aníbal no veía Cartago, y regresaba ahora con la
aureola de guerrero invicto en los campos de España, Galia e Italia.
En Zama (202 a.C.), chocaron los ejércitos de Aníbal y Escipión. Aníbal
intentó realizar la misma táctica envolvente que empleara en otras batallas,
pero el general romano, percibió pronto el despliegue de las fuerzas
adversarias y ordenó idéntica maniobra, pues él también había enseñado a
su retaguardia a ejercitar los movimientos requeridos para desplegarse, en
caso de necesidad, hacia los flancos de la línea de vanguardia. Los
veteranos de Aníbal lucharon hasta el último momento, pero los reclutas
recién incorporados no resistieron la presión romana y así el ejército de
Escipión quedó dueño del campo de batalla. El triunfo fue resonante para
los romanos.

3° GUERRA PÚNICA

Después de Zama, Aníbal, había intentado reorganizar su patria; pero


los romanos pidieron que este honorable cartaginés les fuera entregado, y
Aníbal huyó a Siria donde su acogido por el interesado rey Antíoco.
Sin embargo, reconociendo la debilidad con la que se enfrentarían ante
Roma, Aníbal y el reino de Siria, lucharon contra Roma.
En esta guerras, los romanos ganaron influencia y prestigio, pero no
territorios. Se contentaron con establecer un equilibrio entre todos los
estados, grandes y pequeños del Mediterráno oriental.
Durante el período de paz, Cartago se recuperó económicamente de las
graves pérdidas sufridas durante las dos primeras guerras púnicas, lo que
preocupó a los romanos, tanto a los comerciantes, como a los defensores de
las tradiciones romanas, que con la influencia oriental estaba cediendo.
70

Entre estos últimos se destacó Catón, el censor, que en cada una de las
sesiones del Senado, cualquiera fuera el tema del día, comenzaba su
discurso diciendo “Delenda est Carthago”.
Así comenzó a gestarse en Roma un movimeinto anticartaginés, que
convenció al senado de una acción final contra la ciudad fenicia.
Finalmente, una nueva contienda se inició con un conflicto local entre
Cartago y Numidia, quienes se habían unido en la batalla de Zama.
Roma, no quedó afuera del conflicto y destruyó Cartago y Corinto y
siguió con Numancia, en España, lo que convirtió todos esos sectores en
tierra romana. El general romano en esa oportunidad fue Escipión
Emiliano, sobrino del gran estratega de Zama.

Las consecuencias

Las guerras victoriosas emprendidas por Roma, tras la batalla de Zama,


le permitieron adueñarse de Macedonia, Grecia, Cartago y España. En poco
más de medio siglo casi toda la cuenca del Mediterráneo quedó bajo su
dominio. Un ejemplo resonante del prestigio de Roma en estos países fue la
actitud del rey Pérgamo que dejó su reino en herencia del Senado, el cual,
a la muerte del monarca, convirtió a sus territorios en la provincia romana
de Asia (133 a.C.).
Con fundada razón, pues, los romanos comenzaron a llamar al
Mediterráneo, Mare Nóstrum (Mar Nuestro).
Pero todo esto trajo consecuencias nefastas para la organización
romana.
Toda civilización, para subsistir, debe mantenerse igual a sí misma,
porque sino los cambios de identidad son rápidamente aprovechados por
los enemigos para influir en los destinos de la misma. La solución para ello
es el mantenimiento de la Tradición. Ésa fue una de las cosas que comenzó
a resquebrajarse luego de las guerras púnicas. Las influencias culturales y
morales de los pueblos vecinos, sumadas a la política de conceder
ciudadanía a las aristocracias de los países dominados, minaron a la Roma
tradicional, y a todos los elementos que unían a los ciudadanos romanos.
Este fue el comienzo de un largo período de destrucción de Roma, que se
consumará en la época del Imperio.
Las riquezas y privilegios comerciales adquiridos con la derrota del
Cartago, dieron un poder inusitado a los mercaderes y banqueros romanos.
Las tierras adquiridas por Roma fuera de Italia se convirtieron en objeto de
especulación para los dueños del dinero, y grandes latifundios se
guardaron sin ser productivos, porque lo único para lo que eran adquiridos
era para especular, no para producir. Lo peor de todo: la aristocracia
patricia se vio inmersa en el lujo y la molicie, abandonando su vocación
política y guerrera, en pos del puro enriquecimiento. El dinero comenzaba
a mandar en Roma, que se convirtió en la metrópoli económica del mundo
antiguo, ocupando el lugar que tiempo atrás había pertenecido a Atenas,
Corinto e incluso a Cartago. Podemos decir que más que el ejército fue el
dinero cartaginés el que destruyó a Roma.

LA HELENIZACIÓN ROMANA
España y Grecia fueron los objetivos posteriores en el Mediterráneo. En
España (Hispania), por ejemplo, luego de la destrucción de Cartago, las
legiones romanas arribaron bajo el mando de Escipión Emiliano. Si bien la
71

provincia española era pacífica, en el Norte, en cambio, las necesidades


bélicas hicieron que muchas tropas fueran destinadas permanentemente a
la defensa de las rutas y vías comerciales. Famosas ciudades fundadas y
mantenidas por las legiones romanas en Hispania fueron León (Legio VII),
Pamplona o Zaragoza (Caesaraugusta).
Macedonia, cuna de Alejandro Magno, era la zona en donde residía el
poder helénico. Corinto, por otra parte, era la ciudad más activa de la
Hélade, y había aventajado en el comercio a Atenas.
La causa sustancial del conflicto fue la desobediencia del rey Filipo V,
que desafió a Roma.
Los romanos validos del apoyo que les prestaron en Grecia los etolios,
enemigos de Macedonia, se establecieron en las costas de la actual
Albania, con lo cual ocuparon la salida al Adriático.
Se produjo finalmente la contienda entre ambos bandos, en la cual el
ejército romano derrotó decisivamente a los macedonios en Cinocéfalos
(197 a.C.), y Filipo se vio obligado a firmar la paz. En ella los romanos
exigían una serie de territorios y beneficios que prácticamente colocaban a
Macedonia bajo su tutela. En cuanto a los estados griegos, se les reconoció
absoluta independencia. Se pudo ver la definitiva superioridad de la Legión
romana sobre la Falange macedónica.
Así como las conquistas contribuyeron a producir notables cambios en
las costumbres y en la vida material de los romanos, transformaron
también sensiblemente su vida cultural.
Sus triunfos en Macedonia, Grecia y Asia, los pusieron en contacto con
la civilización del mundo helénico, y así nació entre los romanos una
ferviente admiración por aquella cultura, unida al deseo de comprenderla e
imitarla.
Todo contribuyó rápidamente a difundir la preferencia por el helenismo.
Abundaban en Roma los prisioneros griegos que habían sido vendidos
como esclavos. Muchos de ellos eran personas instruidas, que servían a los
romanos pudientes de secretarios, médicos, confidentes y aún de
preceptores de sus hijos, y que propagaban en el seno de las familias de
Roma el idioma, las costumbres y las ideas de su patria de origen.
Una estadía de varios meses en Atenas, Rodas o Alejandría, fue
considerada el complemento necesario de una buena educación, y por eso
los romanos jóvenes se dirigían en gran número a dichas ciudades, para
asistir a los cursos de filosofía y retórica que dictaban en ellas afamados
profesores.
Esta tendencia entusiasta hacia todo los griego impregnó cada vez más
a la civilización romana, al punto tal que ésta fue también conocida como la
civilización grecorromana.
Bajo la acción de las nuevas corrientes espirituales procedentes de la
Hélade, la EDUCACIÓN, especialmente la de los adolescentes, tomó otro
rumbo, dando cabida al estudio de la literatura y también de la filosofía
griega.
La enseñanza comprendía dos etapas. En una primera, de los 7 a los 13
años de edad, el alumno aprendía lectura, escritura y cálculo. En un
segundo período, que iba de los 13 a los 16 años, los maestros iniciaban a
los adolescentes en el conocimiento de la literatura y de las leyes. La tercer
etapa comprendía el aprendizaje de retórica, que generó en Roma una
especie de sofística, pues enseñaba a argumentar, tanto a favor como en
contra de la misma tesis.
72

Así, los romanos vencedores en Grecia por las armas, fueron a su vez
conquistados culturalmente por sus vencidos. Esto en latín se decía:
Grætia capta, cœpit captor.

TAREA: REALIZAR UN MAPA DE LAS CONQUISTAS DE LA ÉPOCA


REPUBLICANA

LAS ÚLTIMAS ÉPOCAS DE LA REPÚBLICA: LOS HERMANOS


GRACO. MARIO Y SILA (S. II – I A.C.)
Ya mencionamos que paralelamente a los patricios, surgió un nuevo
sector social, sumamente influyente y poderosa, formada por los
especuladores y comerciantes, que gracias a las guerras, lograron atesorar
cuantiosas fortunas. Constituían dentro de la sociedad romana un grupo
aparte, separado, tanto de los ciudadanos sin fortuna, como de los
gobernantes. Se les llamaba caballeros e integraban la denominada orden
ecuestre.
Los nobles monopolizaban los cargos senatoriales y las magistraturas,
los caballeros, en cambio, acaparaban los grandes negocios y constituían la
aristocracia del dinero.
Los caballeros estaban desplazados del gobierno por la nobleza, pero su
dinero les permitía comprar la buena voluntad de algunos políticos de
prestigio y así, de manera indirecta, intervenían decisivamente, en la vida
política romana. Podemos decir que eran consecuencia de la relajación
moral romana.
En tanto, los que cada vez eran más en la sociedad, pero vivían peor,
veían que, de seguir las cosas así, los prestamistas terminarían
apropiándose de todo lo que quedaba, incluso de las personas, que eran
sometidas a esclavitud por deudas.
Contra esta situación habrían de reaccionar dos jóvenes de origen
patricio: Los Hermanos Graco.
El estado social, económico y político de Roma exigía serias reformas.
Era necesario limitar la omnipotencia política y económica de la
aristocracia del dinero.
Los gobernantes de Roma permanecían, sin embargo, indiferentes a
estos males, porque se beneficiaban con este sistema que los enriquecía a
cambio de quedarse callados. Pero las iniciativas reformistas, que no supo
propiciar el Senado, fueron planteadas con energía por un joven tribuno
romano, llamado Tiberio Graco.
Pertenecía éste a una encumbrada familia de la aristocracia patricia. Su
madre era Cornelia, hija de Escipión, el vencedor de Aníbal y su padre,
Tiberio, que culminó como censor una brillante carrera política. A los 20
años, Tiberio ya se había distinguido por su valor en la conquista de
Cartago.
Tiberio, comprendió que la única manera de aliviar la situación de la
plebe miserable que pululaba en Roma, enviciada por el ocio y la pobreza,
consistía en atraerla de nuevo a las faenas rurales, repartiendo tierras para
trabajar los latifundios improductivos entre quienes querían trabajarlas
para el bien de Roma.
73

Al cruzar Italia, de vuelta de la guerra, le impresionó profundamente la


despoblación de los campos, convertidos en extensos latifundios, y la
indigencia en la que vivían los trabajadores rurales.
Para Tiberio, sólo contaba la pobreza de la plebe, e inspirado por su
afán de remediarla propuso ante la Asamblea popular una ley agraria de
reparto gratuito de tierras.
Eran las tierras que habían sido conseguidas durante las conquistas,
que sin embargo, no eran del gobierno, sino de los ecuestres que se habían
adueñado de ellas, generalmente para especular.
Para impedir la aprobación del proyecto de Tiberio, que como era de
esperar, contaba con la mayoría segura de la Asamblea, lograron que el
tribuno Octavio, interpusiera su anulación o veto como ellos lo llamaban.
El veto tribunicio paralizaba las leyes y Tiberio vio frustrado su triunfo
cuando ya lo veía asegurado. No quiso resignarse, sin embargo, y para
vencer a la oposición de su colega lo hizo deponer por la Asamblea. Así se
pudo aprobar la ley. Pero Tiberio, había usado un arma peligrosa al atentar
contra la invulnerabilidad de los tribunos, y ello habría de resultarle fatal.
Lo tildaron de tirano. Declararon que la reelección estaba prohibida por
las leyes de Roma y que quien se animara a quebrantarlas merecería la
muerte. Llegado el momento de la elección provocaron tal desorden que el
acto debió suspenderse.
Al día siguiente, unos cuantos ecuestres, seguidos por esclavos armados
atacaron a los partidarios de Tiberio, que se hallaban reunidos en el
Capitolio y mataron al tribuno junto con trescientos compañeros. El
cadáver de Tiberio fue ultrajado y arrojado a las aguas del Tíber.
Diez años después de la muerte de Tiberio, el pueblo eligió tribuno a su
hermano menor, Cayo Graco. Era éste un joven impetuoso, de carácter
violento, animado, además, por el afán de venganza contra la injusta
muerte de su hermano. Tenía grandes condiciones para la política y una
elocuencia que le hizo ganar popularidad. Subió el tribunado lleno de
rencor contra la aristocracia del dinero y dispuesto a continuar, frente al
Senado, la política iniciada por Tiberio.
Lo primero que hizo aprobar fue la ley frumentaria (palabra que
proviene de frumentun, que significa trigo), que acrecentó su prestigio
entre los pobres, porque en ella se disponía la venta de trigo a bajo precio
por el estado, a los ciudadanos de escasos recursos. Luego, para extender
aún más la política de beneficios iniciada por Tiberio, hizo votar la
fundación de colonias, en las que se concedían tierras a los ciudadanos que
quisieran establecerse en ellas.
Cayo Graco, mostrando sus relevantes condiciones de estadista,
deseaba incluir a todos los italianos en el gobierno y convertirlos en
ciudadanos romanos. Este error fue la excusa para su oposición. Este tema
se transformó en el centro de las discusiones, desviando la intención real,
que era acabar con las reformas económicas.
Este proyecto chocó con la resistencia de todos los romanos. Pobres y
ricos coincidieron por igual en dicha oposición, y por supuesto, los
plutócratas (miembros de la aristocracia del dinero) aprovecharon para
socavar la popularidad de Cayo, convenciendo a los pobres de que la
ciudadanía para todos los italianos, les quitaría los beneficios que había
obtenido anteriormente.
La plebe romana, lo abandonó ingratamente, en virtud de una maniobra
de los senadores, en especial por Livio Druso quien estaba empeñado en
superarlo a toda costa.
74

El prestigio de Cayo se vio afectado por esta política de competencia.


Justamente en ese momento, cometió la imprudencia de marchar a Cartago
a dirigir la creación de una colonia romana que se había resuelto a levantar
allí.
Su ausencia lo perjudicó, y a su regreso a Roma no logró obtener la
reelección para un nuevo tribunado.

MARIO

Pronto surgirá otro caudillo popular. Este hombre fue Cayo Mario, un
gran caudillo militar, de origen plebeyo, cuyas gloriosas victorias lo
convirtieron en el ídolo de las muchedumbres romanas y le dieron la fuerza
necesaria para desafiar el poderío de la plutocracia.
Mario procedía de una familia de campesinos del Lacio. Era poco
instruido, pero laborioso y tenaz, Su verdadero talento se reveló en la
guerra, donde se destacó como uno de los grandes generales romanos.
Hizo sus primeras armas en España, con Escipión, a cuyas órdenes sirvió
en la toma de Numancia. Luego se inició en la vida polítca y fue elegido
tribuno, y más tarde, pretor. Dado su origen le hubiera sido difícil alcanzar
las más altas dignidades en la carrera de los honores, pero su intervención
en la guerra contra Yugurta le abrió el camino del consulado y de los altos
grados militares.
Yugurta era el rey de Numidia, el estado africano que se había
convertido en protectorado de Roma, hacía ya bastante tiempo atrás.
Yugurta era un monarca cruel, astuto, inteligente y con su ingenio
intentó sustraerse del dominio romano, mediante un plan que consistía en
asesinar a sus propios familiares, para que éstos no lo reemplazaran jamás
en el trono.
Tras tal acto, que contenía intenciones rebeldes contra Roma, el Senado
le declaró la guerra y se designó a Mario como lugarteniente contra el rey
Numidia.
En un comienzo, no derrotó a Yugurta, pero tras haber sido elegido
cónsul y haber reorganizado el ejército, Mario salió airoso del combate.
Cuando Mario volvió a Roma, después de su campaña triunfal, se le
recibió como un héroe. Violando, una vez más, las viejas costumbres que
impedían la reelección de un magistrado, se le designó cónsul por sexta vez
consecutiva.
Ahora los plutócratas o caballeros respetaban a Mario y éste tuvo la
oportunidad de terminar con los abusos existentes, continuando la obra de
los Graco.
Apoyado por los senadores y caballeros, él mismo se encargó, más
tarde, de perseguir y eliminar a los caudillos revolucionarios que surgieron
en contra de su buena acción.
Sin embargo, esta conducta debilitó su prestigio. Criticado por todos
abandonó Roma y se retiró al interior de Italia. En un año había perdido su
popularidad y contribuido, él, que surgiera de las filas del pueblo, a
consolidar otra vez el poder senatorial.
Diez años después de estos sucesos, sucedió un levantamiento en Roma.
Los italianos querían acceder al gobierno romano, cosa que
deliberadamente molestaba al viejo patriciado, que ya no quería más
concesiones. Los caballeros o plutócratas sí querían dar la ciudadanía a los
extranjeros, para que fueran desplazadas definitivamente las familias
75

patricias, pudiendo dominar con el dinero a los “nuevos ciudadanos”.


Sucedió lo mismo que otrora con los plebeyos.
Los italianos resolvieron imponer sus pretensiones por las armas y en el
año 90 a.C. se sublevaron contra Roma. La insurrección se generalizó
rápidamente en toda Italia Central, la que se organizó como un estado
independiente. Las fuerzas en pugna eran parejas, pero Roma podía
extraer de las provincias recursos que no poseían los itálicos. Además, los
romanos dominaban el mar. Estas circunstancias favorables les
permitieron, al cabo de un año de lucha, obtener una leve ventaja sobre los
rebeldes. Sin embargo, la situación amenazaba agravarse, porque,
aprovechando la guerra que asolaba a Italia, un rey de Asia Menor, llamado
Mitrídates, preparaba en oriente una rebelión contra el poder romano. Se
cree que los banqueros romanos conspiraron en esta rebelión.
Los patricios romanos comprendieron, entonces, que debían hacer
concesiones con Italia para obtener de éstos ayuda en la batalla que se
aproximaba.
Fue en ese momento cuando se les entregó la ciudadanía a todos los
italianos, lo que dio el triunfo a los plutócratas romanos.

PRIMERA GUERRA CIVIL: EL ENFRENTAMIENTO ENTRE


SILA Y MARIO.

Los principales generales romanos que actuaron en aquella guerra


fueron Mario y Lucio Cornelio Sila, destacado dirigente de las familias
patricias.
La actuación militar de Sila fue más brillante y decisiva que la del
veterano caudillo vencedor de los cimbrios y teutones.
La rivalidad no era sólo entre personas. Detrás se escondían dos
opciones: la restauración romana republicana, u otro triunfo de la
plutocracia, o aristocracia del dinero.
Por eso, los senadores vieron en Sila al hombre necesario para la
defensa del patriciado romano, y a raíz de la guerra civil italiana,
contribuyeron, con su influencia a elevarlo al consulado (88 a.C.).
En el mismo momento en que Sila era elegido cónsul, estallaba en
Oriente, la revuelta antirromana, pacientemente preparada por Mitrídates,
con la complicidad de los plutócratas.
El Senado, entonces, designó a Sila para dirigir la guerra contra
Mitrídates. Sila ratificó en esa empresa sus condiciones de militar eficaz y
hábil, logrando derrotar a Mitrídates, pero los acontecimientos que
mientras tanto se producían en Roma lo obligaron a concertar la paz con el
sanguinario rey del Ponto.
Después de hacer la paz con Mitrídates, Sila volvió apresuradamente a
Italia, donde sus partidarios requerían su presencia para defender sus
posiciones políticas amenazadas por el partido “popular”.
En efecto, aprovechando el alejamiento de Sila, Mario, decepcionado
por no haber sido el encargado la dirección de la guerra en Oriente,
reanudó su vieja vinculación al partido popular. Recurriendo a la violencia
se hizo cargo del poder. Los partidarios de Mario desencadenaron una
brutal reacción contra el Senado, matando o desterrando a las principales
figuras de la vieja aristocracia.
Como premio a este sangriento movimiento, Mario obtuvo el consulado
por séptima vez, pero no alcanzó a ejercerlo ya que murió pocos días
76

después de asumir. Sila volvía a Italia para defender a su partido con la


fuerza de su ejército victorioso. La suerte de las armas decidiría a quien
debía corresponder el gobierno de Roma, si a las fuerzas del dinero o al
partido senatorial.
La guerra civil que asolaba a Italia terminó rápidamente con la llegada
de Sila. En el año 84 a.C. entró en la península como en tierra conquistada.
Persiguió y exterminó a los secuaces de Mario y luego se hizo nombrar
dictador por medio de un plebiscito (82 a.C.).
La dictadura convirtió a Sila en un verdadero monarca de Roma. Su
autoridad era imponente, y, a diferencia de los antiguos dictadores
romanos, no estaba condicionada a plazo alguno.
Sila se valió de su poder para realizar, fundamentalmente, dos
propósitos: la destrucción del partido popular y la restauración del poder
senatorial.
Sila no aspiraba a perpetuarse en el gobierno pues, era un hombre de
partido deseoso de consolidar el predominio político de la gente de su
clase, el patriciado senatorial.
Para ello promulgó nuevas leyes tendientes a asegurar el poder del
Senado. Una vez que creyó logrado tal propósito, y eliminada
definitivamente la posibilidad de un desquite, renunció a la dictadura y se
retiró a una residencia campestre en Campaña, donde murió un año
después (78 a.C.).
Las reformas de Sila, que parecían tan firmemente asentadas, fueron,
sin embargo, impugnadas enseguida de su muerte y abolidas antes de que
transcurrieran dos años.
Desde la época de los Graco, la política romana estuvo regulada por la
acción de tres tendencias: el partido de los nobles (patricio), el partido de
los caballeros (de la plutocracia) y el partido popular (dominado por la
plutocracia después de la derrota de los Graco).
Para comprender debidamente la política romana, después de Sila,
conviene establecer las aspiraciones de cada uno de esos partidos.
El partido de los nobles constituía una fuerza conservadora, cuyo
programa de acción se concretaba en al manteniemiento del gobierno
senatorial y, por consiguiente, en la defensa de las reformar políticas
efectuadas por Sila, que tanto favorecían al Senado. El partido popular,
por el contrario, deseaba terminar con los privilegios políticos de los
patricios, convertir a los comicios en el órgano supremo del gobierno
romano (donde el dinero podía gobernar más fácilmente), escondiéndose
detrás de supuestos beneficios a la plebe.
El partido de los caballeros formado directamente por los plutócratas
de gran fortuna, dominaba al partido popular, pero también quedaba bien
con los patricios según la ocasión.

ÚLTIMA GUERRA CIVIL REPUBLICANA: POMPEYO Y JULIO


CÉSAR
Las reformas de Sila dieron al Senado la dirección absoluta del gobierno
romano. Pero pronto se comprobó la falta de solidez de ese poder, ya
dominado por el dinero.
En efecto, casi enseguida de la muerte de Sila, estallaron diversas
guerras en distintos puntos de los dominios romanos, y para conjurarlas el
Senado debió conferir amplísimos poderes a los generales, a quienes confió
el mando de los ejércitos.
77

El primero de estos generales, fue Cneo Pompeyo. Éste era un joven


militar, que había hecho sus primeras armas junto a Sila.
Fue un protegido del dictador, cuya buena voluntad supo ganarse
plegándosele, cuando aquel desembarcó en Italia. De regreso de la
campaña de Mitrídates, Pompeyo regresó victorioso a Italia donde llegó a
tiempo para terminar con una tremenda rebelión de esclavos que había
estallado en la península (71 a.C.).
Pompeyo respondió ampliamente a la confianza depositada en él; en
menos de dos meses limpió de piratas el Mediterráneo Oriental. La lucha
contra Mitrídates fue muy penosa pero Pompeyo lo acosó de tal modo que
lo obligó a huir de su país.
Desesperado por el fracaso, Mitrídates se suicidó.
Durante la ausencia de Pompeyo el antagonismo entre el partido
senatorial y el popular, había alcanzado su máximo grado de tirantez. Dos
personajes se destacaban netamente como las figuras de más relieve en los
partidos anteriormente nombrados. Marco Tulio Cicerón, en las filas
senatoriales y Cayo Julio César en las populares.
El primero era un famoso orador, escritor y abogado, que había
cimentado su prestigio público con su valiente actitud en el proceso
seguido a un procónsul de Sicilia, que se había enriquecido explotando a
los provinciales.
Cicerón se acercó cada vez más a las filas de la aristocracia donde el
prestigio le aseguró muy pronto una posición como dirigente.
Cayo Julio César pertenecía a una familia de origen patricio pero sus
ideas políticas lo alejaron de la nobleza y lo impulsaron, como a los Graco,
hacia las filas del partido popular.
Era un hombre muy inteligente y enérgico. Tenía, en esta época,
alrededor de cuarenta años de edad, y si bien había ejercido ya todas la
magistraturas inferiores al consulado, y figuraba en los primeros rangos
del partido popular, su ambición política, no estaba colmada, porque
soñaba con más altos destinos que, por el momento, parecían irrealizables.
Se cuenta que años antes, contemplando un busto de Alejandro, se
lamentó amargamente de su suerte que no le había permitido realizar aún
nada memorable a una edad en que el jefe macedonio ya había cumplido
sus más grandes hazañas.
Los patricios le consideraban su más audaz y decidido adversario.
En circunstancias normales, le hubiera sido difícil, quebrar la oposición
del patriciado, al que pertenecía por origen pero del que lo separaba un
abismo político.
La vuelta de Pompeyo fue el acontecimiento que le brindó la ansiada
ocasión de iniciar una carrera de triunfos que habrían de culminar, más
tarde, con el ejercicio de la dictadura.

LA CONQUISTA DE LAS GALIAS Y LA DESAPARICIÓN DE LA


REPÚBLICA

Las Galias era el nombre que los romanos daban a un extenso


territorio habitado por tribus célticas (los Celtas eran un gran pueblo de
origen germano) que comprendía:
Norte de Italia: Galia Cisalpina, comprendía pueblos celtas varios
Centro de Francia: Galia Céltica, compuesta por tribus como los
Secuanos, los Helvecios, los Auvernos, los Eduos, etc.
78

Norte de Francia, Bélgica, Holanda, Suiza, y parte de Alemania: Galia


Bélgica, compuesto, entre otros, por los Belgas, los Nervios, los Morinos,
etc.
Sudeste de Francia, Galia Narbonense, que componen pueblos
Narbonenses; y
Sudoeste de Francia, Aquitania, dominado por los Aquitanos, (vascos,
que no eran celtas).
Si bien eran pueblos con tradición cultural, religiosa y racial común;
vivían en continuas disputas entre ellos, lo cual fue inteligentemente
aprovechado por Julio César, general designado por el Senado como
gobernador de la Galia Cisalpina. La poca unidad entre pueblos hermanos
decidió la lucha a favor de los romanos, más allá de que el guerrero galo
era superior al romano.
Sólo a fines de la conquista, hacia el año 53 a.C., Vercingétorix, jefe de
los auvernios, reunió a los Druidas (sacerdotes y jefes espirituales de los
galos) de las diferentes tribus y enfrentó a los romanos, pero las divisiones
y traiciones hicieron que se lo sitiara y derrotara.
Durante nueve años las campañas de César en Galia lo habían alejado
de la política romana, por lo que su proconsulado se había prorrogado por
cinco años más, y era sabido por César que si su ausencia perisitía, quedar
desamparado de las fuerzas que lo habían apoyado.
César pretendía ser nombrado cónsul antes de abandonar las Galia,
pero ni el Senado ni Pompeyo vieron con buenos ojos las intenciones de
éste.
Pompeyo temía que la creciente figura de Julio César le quitase el poder
y fue así como decidió afirmar aún más las relaciones con el Senado.
Estas desigualdades entre quienes eran y serían miembros del gobierno
de Roma, determinaron nuevas guerras civiles, que vieron enfrentados a
Pompeyo y a Julio César. A pesar de que éste último sólo contaba con la
región de las Galias, venció a Pompeyo tras la decisiva batalla de Farsalia,
en la que la facción pompeyana sería definitivamente derrotada.
A estas características de su victoria se recuerda frecuentemente con la
frase "Veni, vidi, vici"; pues estaba tan contento con su triunfo que fue de
ese modo como comunicó la noticia de su victoria. (La traducción significa
“Llegué, vi, vencí”).
Tras otras batallas cerca de Cartago e incluso en España, César regresó
a Roma después de tres años de guerra civil, convertido en el dominador
absoluto del mundo romano.
La victoria sobre sus enemigos dio a César el poder supremo, tras ser
nombrado dictador perpetuo, con plenos poderes para gobernar el
estado.
César no suprimió ni las asambleas ni las magistraturas republicanas.
Respetó las formas aparentes del gobierno romano; pero, en realidad,
reorganizó una verdadera monarquía, porque concentró en sus manos la
autoridad afectiva.
No quiso tomar nunca el título de rey, que era odioso para los romanos,
y cuando uno de sus lugartenientes, Marco Antonio, le ofreció la corona, la
rechazó.
Pero de hecho y no de nombre, César instauró una monarquía en Roma,
llamada Principado.
Tuvo muy poco tiempo para consolidar el nuevo régimen iniciado con su
dictadura, pues apenas un año después de terminada la guerra civil fue
79

asesinado por un grupo de senadores en los idus del mes de Marzo del 44
a.C..
Sin embargo, en ese breve plazo realizó importantes reformas, cuyo
acertado fundamento demuestra que César fue tan hábil gobernante como
militar de genio.
La personalidad de esta figura, es tan atrayente como sorprendente y
fue recordado por sus pares como un hombre tolerante y humano en el
ejercicio del poder dictatorial y no como lo recuerda la aristocracia, la cual
lo define como un tirano que atentó contra la patria.
Las medidas adoptadas por César durante su efímero gobierno revelan,
en su mayoría, un mismo propósito: corregir los abusos más graves del
régimen existente. Así, en lo social procuró remediar la miseria y el
parasitismo vicioso de la plebe romana, atrayéndola al trabajo rural.
Para ello repartió tierras y estableció numerosas colonias, dos de las
cuales se ubicaron junto a las ruinas de Cartago y Corinto, ciudades que
habían sido arrasadas por Roma, y eran ahora restauradas como símbolo
de paz y prosperidad.
César obligó, también, a los latifundistas de Italia, a que la tercera parte
de los trabajadores de sus dominios fueran hombres libres, lo que significó
una prudente reacción contra el desarrollo creciente de la esclavitud.
Comienza a nacer el campesino llamado “colonus”.
Además, limitó el poder incontrolado que ejercían los gobernadores en
las provincias e incorporó una modificación en el calendario, ejecutada, a
su pedido, por el astrónomo Sosígenes.
El calendario Juliano, como se lo denominó, sustituyó al antiguo
calendario romano de meses lunares por otro basado en los movimientos
del sol, como el que desde hacía siglos empleaban los egipcios.

EL ESTABLECIMIENTO DEL IMPERIO


Tras las muerte de César, es Octavio quien ingresa en la escena política
de Roma, después de vencer a sus enemigos en Accio, eliminando el último
obstáculo que lo separaba del gobierno de la nación.
Los sectores poderosos se hallaban dispuestos a aceptar una autoridad
personal y fuerte, que terminara para siempre con los disturbios sociales y
las guerras civiles. El pueblo, se encontraba cansado de luchar, y anhelaba
profundamente la seguridad, el orden y la paz que faltaban desde hacía ya
tanto tiempo. Las propias circunstancias, impulsaron a Octavio a la
monarquía. Sin embargo, éste, en lugar de imitar a César, imponiéndose
como dictador perpetuo, empleó una táctica política muy diferente a la de
su padre adoptivo.
Con sagaz diplomacia, tranquilizó a los partidarios del viejo régimen
romano, respetando las formas de las antiguas instituciones; pero, al
mismo tiempo, acumuló sobre su persona tal suma de poderes, que
prácticamente se convirtió en un verdadero monarca.
La habilidad política de Octavio consistió en imponer la monarquía,
disimulada bajo un ropaje republicano. Esta táctica cautelosa y prudente
fue la que inspiró a los actos de Octavio, que más adelante recibió el nuevo
título de “Augusto”, que significa majestuoso o venerable.
Así, el día en que Octavio se transformó en Augusto, la República
Romana, nominalmente establecida, dejó realmente de existir, y en su
lugar, surgió el IMPERIUM.
80

Augusto cuidó de no tomar el título de rey, ni de dictador y adoptó, en


cambio, en título de IMPERATOR (emperador), con el que los soldados
aclamaban a los generales triunfadores y al que iba unida la idea de mando
militar.
De este título de Imperator derivó el nombre de Imperio, con el que
históricamente se conoce al régimen fundado por Augusto.
Atributos del Emperador: Las dos magistraturas básicas de su
autoridad fueron el consulado, que le otorgaba el poder militar, y la
censura que le confería la facultad de nombrar o destruir a los senadores y
de vigilar, en general, los actos de todos los ciudadanos.
Fue además, tribuno, lo cual lo hacía inviolable y estuvo a cargo de
desempeñar el cargo de pontífice máximo, que lo convirtió en le jefe de la
religión romana.
El propio Augusto, celoso de respetar estrictamente estas formas, se
ajustaba, en su vida pública y privada, a las costumbres sencillas de un
modesto ciudadano.
Cumplía prolijamente todos los deberes cívicos, y habitaba en el
Palatino, una mansión menos suntuosa que la de muchos ricos de Roma, y
a la que tenían acceso, por igual, todos sus conciudadanos.
Con la llegada de Augusto al poder se inició un período de
inninterrumpida tranquilidad interna, lo que favoreció de modo
extraordinario la prosperidad material.
Las provincias empezaron a ser bien administradas. Se reorganizó el
ejército y la marina. Se aseguraron las comunicaciones, se ejecutaron
numerosas obras públicas y gracias a la pacífica gestión del prudente
emperador, renació la confianza, se restableció el crédito y adquirieron
notable desarrollo la industria y el comercio. Los sectores plutocráticos o
del orden ecuestre, prosperaron sumamente.
La larga duración del reinado de Augusto contribuyó a consolidar esta
obra de resurgimiento.
El emperador, pretendió reaccionar contra la creciente desmoralización
de la sociedad romana especialmente marcada por las clases dirigentes.
Sin embargo, lejos estaban de las austeras costumbres de las primeras
épocas republicanas.
Así se desarrollaron el gusto inmoderado por el lujo y los placeres, el
escepticismo, la falta de un ideal superior al del puro deleite personal,
todos los males, etc. Por otra parte la práctica generalizada del divorcio
había quebrantado la estabilidad y el espíritu hogareño de la vieja familia
patriarcal8.
Augusto pretendió reorganizar la quebrantada vida familiar de las
clases dirigentes restringiendo los divorcios, estimulando el matrimonio y
la natalidad, para lo cual gravó impuestos especiales para los solteros y
para los matrimonios sin descendientes y otorgó privilegios a los padres
que tenían más de dos hijos.
Una de las divinidades más honradas por Augusto fue Venus, pues la
familia Julia, a la que él pertenecía por línea materna y también por
adopción como hijo de Julio César, pretendía descender del héroe troyano
que nombramos en un principio, Eneas, nacido de la unión de un mortal
con una diosa.

8
Comparémoslo con nuestros tiempos, y el daño que la Ley de divorcio generó a
las familias.
81

De la misma manera que enalteció el origen de su familia, prestigiando


el culto de Venus, exaltó la memoria de su padre adoptivo, dedicándole
templos y tributándole honores divinos.
Uno de los mayores beneficios que aportó al mundo romano el régimen
inaugurado por Augusto, fue la corrección del defectuoso y abusivo sistema
de administración provincial, para lo cual confió su administración a
funcionarios nombrados por él y que debían informarle de todas sus
acciones, las cuales serían eficaces y correctas.
Para la política militar, Augusto reforzó las fronteras débiles del
imperio, para lo cual anexó las tierras del sur del Danubio, con lo cual los
dominios romanos en Europa quedaron delimitados por una doble línea
fluvial, la del Rin.
La prosperidad de la que disfrutó el Imperio bajo el gobierno de
Augusto fue un poderoso estímulo para el progreso de las artes y las letras.
El propio emperador, por otra parte, brindó su decidido apoyo a los
artistas y escritores, porque comprendió, inteligentemente, que su
colaboración realzaba la gloria y la majestad de su reinado.
Las artes plásticas recibieron un vigoroso impulso como consecuencia
de la política edilicia de Augusto, quien deseaba transformar , como el
decía, a la antigua Roma de ladrillos, en una ciudad de mármol.
Como Atenas en tiempos de Pericles, la Roma de Augusto se pobló de
suntuosos y magníficos templos y edificios públicos, en cuya construcción y
ornamenta pudieron revelar su habilidad y su gusto los arquitectos y
escultores romanos.
La literatura alcanzó, también, un magnífico vuelo. Fue entonces que
vivieron los más grandes escritores latinos Virgilio, Ovidio y Horacio.
PERO EL ACONTECIMIENTO MÁS RELEVANTE DEL REINADO DE
AUGUSTO, SERÁ EL NACIMIENTO DE JESÚS, EL CRISTO, EL MESÍAS
PROMETIDO, EL VERBO ENCARNADO. DIOS SE HIZO HOMBRE Y DESDE
ALLÍ FLORECERÁ EL CRISTIANISMO, RELIGIÓN QUE PASARÁ LUEGO A
SER OFICIAL DEL IMPERIO.

LA CIVILIZACIÓN Y LA CULTURA ROMANAS


Los cinco primeros siglos de la historia de Roma carecieron de
importancia literaria: la rica historia militar y política de la ciudad del Tíber
contrasta con la pobreza de su historia literaria.
De ésta época penas quedaron documentos legislativos, recopilaciones
de nombres de magistrados, elogios fúnebres y cantos satíricos. Este
panorama cambió con la conquista del Mediterráneo.
Los romanos entraron en contacto con las refinadas civilizaciones de
Grecia y Oriente. De ello resultó el comienzo de la actividad literaria.
Aparecieron cronistas como Ennio, Catón y Polibio; historiadores como
César, Salustio y Tito Livio; autores teatrales como Plauto y Terencio.
Pero la mayor parte de las obras de este período se han perdido.
El largo período de paz exterior e interior iniciado por Augusto continuó
durante casi doscientos años: la prosperidad y el bienestar crecieron
rápidamente y la civilización y la cultura llegaron a su apogeo. Así, las artes
y las letras produjeron las obras más renombradas del genio romano y la
filosofía alcanzó un importante desarrollo.
En todo este desarrollo de la cultura desempeñaron un papel
fundamental los provinciales y, en forma muy especial, los nativos de
Grecia y España.
82

LA POESÍA ÉPICA: En los últimos tiempos de la República , y en los


primeros años del Imperio, aparecieron algunos eminentes poetas épicos
que fueron singularmente apreciados por los romanos. Entre ellos se
destacaron Lucrecio, Virgilio y Lucano.
LA POESÍA LÍRICA: Las poesía líricas son las "Odas", famosas por su
gracia y su elegancia. Hay en ellas un estudio minucioso del detalle y una
expresión precisa y brillante, un estilo pulido e ideas nobles y dignas.
Horacio fue el más notable de los líricos romanos.
Cantó los dulces lazos de amistad, los años que huyen, la vuelta de la
primavera, las victorias de Augusto, a quién celebró por su obra de
restauración de las tradiciones y virtudes romanas.
LA POESÍA SATÍRICA: Horacio escribió numerosas sátiras en las que
atacó con suavidad y moderación , los defectos y la corrupción de sus
contemporáneos. Supo adaptar a las distintas circunstancias, con
jovialidad, sus reprimendas y sus consejos.
En la época imperial dos corrientes filosóficas de origen griego se
disputaron la supremacía: la de los estoicos y la de los epicúreos. En
ambas, se nota la ausencia de todo criterio final que trascienda al hombre.
Como el hombre era el fin del Universo, toda la especulación se halló
dominada por la búsqueda de la solución del problema de la felicidad
humana.
El estoicismo, representado por Séneca, Epicteto y Marco Aurelio,
decía que el hombre debía huir del placer y buscar el dolor. Esta filosofía,
de origen griego (helénica), entiende el sentido de sacrificio,
materialmente igual que el sentido cristiano, pero finalmente distinto, pues
el sacrificio era buscado teniendo como primer fundamento al hombre.
El epicureísmo, en cambio, doctrina inmoral y licenciosa, establecía
que el fundamento de la felicidad humana estribaba en la búsqueda del
placer sensible. Su lema era: “huid del dolor y buscad el placer”. Fue
seguido por todos los cobardes y atorrantes de Roma, que se jactaban de
filosofar mientras practicaban toda serie de desmanes, comilonas y orgías.
Hoy está en plena vigencia.
La civilización imperial fue, pues, una mezcla de elementos romanos y
griegos, por lo que cabe aplicarle, con toda propiedad, el calificativo de
civilización grecorromana.
Este carácter de civilización imperial se observa particularmente en la
lengua, pues el mundo romano fue bilingüe; se hablaron, simultáneamente
dos idiomas: el latín y el griego.
La paz interna, además facilitó enormemente el comercio y la industria,
ya que se podía viajar casi en cualquier dirección por todos los rincones del
Imperio.
Los romanos construyeron extensos y adecuados caminos, aprovecharon
todos los beneficios de su ubicación y por lo tanto las grandes flotas se
convirtieron en las dominadoras del Mediterráneo.
Este desarrollo favoreció el nacimiento de centros urbanos y la
construcción de obras públicas que embellecieron singularmente a Roma
como fueron los anfiteatros, circos, templos, basílicas, termas, arcos de
triunfo y columnas conmemorativas.
Todo esto no sólo contribuyó a la modificación estilística de Roma, sino
que también le brindó características que aún hoy en día hacen de ella el
referente obligado de ciertas tendencias.
Las fronteras del Imperio Romano eran sumamente extensas y, por lo
tanto, requirieron una numerosa guardia permanente, lo que contribuyó a
83

la formación del poderoso ejército del que hemos hecho mención en los
temas anteriores. Gran parte de la historia de Roma se ciñe en torno a su
magnífico desarrollo en el arte de la guerra y a las gloriosas conquistas de
las que se vio dueña a lo largo de toda su historia.
A pesar de que ya no quedan grandes testimonios del desenvolvimiento
de las artes y la literatura, o lo que de ellas existe aún es muy poco, la
arquitectura romana fue una de las actividades artísticas que más
descollaron los romanos, y que, invariablemente, resistieron el tiempo y
persisten como obras manifiestas de un temperamento preciso, metódico y
ordenado.

EL IMPERIO ROMANO EN LOS SIGLOS I Y II d.C.


Augusto falleció a los 76 años de edad, en el año 14 de la era cristiana,
después de haber gobernado el imperio durante casi medio siglo. Sus
últimos años fueron amargados por la muerte de sus descendientes
varones, esfumándose así su esperanza de legar el poder a un sucesor de
su misma sangre.
En consecuencia, debió elegir, como candidato para sucederlo, a su
hijastro Tiberio, hijo del primer matrimonio de su esposa Livia, quien era,
por parentesco político, su más próximo allegado.
Tiberio pertenecía a la antiquísima y noble familia de los Claudio,
aunque a pesar de esta condición no podía heredar el poder de Augusto,
pues estos resultaban de la acumulación de magistraturas electivas, que
debían mantener ese carácter.
A pesar de todo, a la muerte de Augusto, Tiberio gozaba de todos los
privilegios, e incluso con el favor del Senado.
El régimen imperial fundado por Augusto funcionó así, de hecho, como
si fuera hereditario, lo que explica que sus inmediatos sucesores hayan
pertenecido todos a la misma familia de los Claudio.
Ellos fueron Tiberio (14/37), Calígula (37/41), Claudio (41/54) y
Nerón (54/68). Estos emperadores formaron una verdadera dinastía, cuyo
origen se hallaba en Augusto, a quien estaban emparentados los Claudio,
por cuya circunstancia se la designa con el doble calificativo de dinastía
JULIO - CLAUDIA.

TIBERIO (14 - 37)

A la muerte de Augusto, Tiberio quedó dueño de la situación. El Senado


le concedió inmediatamente los mismos poderes de su padrastro y
antecesor, sin limitación alguna en el tiempo.
El gobierno de Tiberio fue, al principio, prudente y justo. El nuevo
emperador administró escrupulosamente sus dominios y cuidó del
bienestar de las provincias.
Pero no fue nunca popular en Roma, donde disgustó a la muchedumbre,
porque no se preocupó de reunir a los comicios para enterarlos de sus
decisiones, y porque restringió las fiestas de gladiadores y los juegos
extravagantes que apasionaban al pueblo romano.
El emperador sabía que era impopular, y su temor a las conspiraciones
lo impulsó a defenderse, rodeándose de espías y delatores, cuyas denuncias
llevaron a la muerte a algunos culpables; pero, también, a muchísimos
inocentes. Moralmente fue, como la mayoría, moralmente licencioso.
84

Fue Tiberio quien promulgó una ley llamada "ley de majestad", que
penaba severamente a cualquiera que hiciese referencias ofensivas para el
emperador. Terminó por abandonar Roma y se fue a vivir a la pequeña isla
de Capri, frente a las riberas del Golfo de Nápoles.
(En las postrimetrías del reinado de Tiberio (año 33) se produjo, en
Palestina, la Pasión, Crucifixión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo).

CALÍGULA (37 - 41)

A la muerte de Tiberio, el Senado eligió emperador a su sobrino nieto,


Cayo César, apodado Calígula (nombre que deriva de caliga, que era la
forma en la que se nominaba al calzado de los soldados).
Éste formuló numerosas promesas de buen gobierno y distribuyó ricas
gratificaciones entre los soldados y el pueblo de Roma. Pero sus primeros
actos demostraron que el Imperio había caído en las manos de un
desequilibrado.
Pretendió que se le adorara en vida y afirmaba que conversaba con los
dioses. Dilapidó localmente el tesoro público. Ordenó construir una
caballeriza de mármol para su caballo preferido, Incitato, al cual intentó
nombrar cónsul. Se valió de la ley de la majestad para castigar a los
miembros de las familias senatoriales, y llegó a decir que lamentaba que el
pueblo romano no tuviera sólo una cabeza, para cortársela de un golpe.
Al cabo de cuatro años de gobierno desorbitado y tiránico, fue asesinado
por algunos oficiales de la guardia pretoriana (guardia del Emperador),
que se conjuraron para eliminarlo (41).

CLAUDIO (41 - 54)

Los pretorianos que dieron muerte a Calígula determinaron también


quien habría de sucederle. En efecto, mientras el Senado discutía la
conveniencia de restablecer la República, ellos proclamaron emperador a
Claudio, tío del gobernador asesinado, a quien habían encontrado
escondido bajo unos tapices mientras saqueaban el palacio imperial. El
Senado se vio obligado a acatar la decisión de los soldados, confirmando a
Claudio en el cargo de emperador.
Claudio era considerado, por sus propios familiares, como un hombre de
escasa inteligencia y débil carácter. Contrajo matrimonio cuatro veces
consecutivas, y fue siempre juguete de sus esposas.
La última de ellas, llamada Agripina, fue quien realmente gobernó, en
su nombre, en los últimos años de su reinado. Agripina, mandó a envenenar
a Claudio para que Nerón, hijo de su primer matrimonio a quien Claudio
había adoptado, pudiera llegar al trono.
A pesar de todo, el gobierno de Claudio, favoreció el desarrollo del
Imperio: las provincias fueron bien administradas, y se hicieron
importantes obras públicas, entre las que se destacaron la construcción de
dos acueductos, destinado a abastecer de agua a la ciudad de Roma y el
mejoramiento de las instalaciones del puerto de Ostia, en la
desembocadura del Tíber.

NERÓN (54 - 68)

Nerón era aún muy joven, sólo contaba con 17 años cuando fue
designado emperador. Había sido educado por el filósofo Séneca, quien
85

ejerció una influencia favorable sobre él, en los primeros tiempos de su


gobierno.
Pero el carácter cruel y vanidoso de Nerón se puso pronto de
manifiesto. Prescindió de su bien intencionado consejero Séneca, y libre de
todo obstáculo, se entregó a una vida caprichosa y desarreglada.
Su crueldad despiadada superó a la de su propia madre, a la que no
vaciló en mandar a asesinar para librarse de la tutela que ella pretendía
ejercer sobre su hijo.
Las arbitrariedades de Nerón y su cruel tiranía, que evocaban el penoso
recuerdo de Calígula, desvanecieron muy pronto la simpatía popular que
despertara, al principio, el joven emperador.
Nerón se creía poeta eminente y gran artista y le gustaba presentarse
en el teatro como actor y cantante, lo que contribuyó a desacreditarlo
todavía más frente a su pueblo, pues los romanos despreciaban la profesión
teatral, juzgándola propia de libertos y de esclavos.
En el año 64, un terrible incendio, que duró siete días consecutivos
devastó Roma. Después de la catástrofe se divulgó el rumor de que el
propio Nerón había dado la orden de quemar la ciudad para que mientras
él contemplaba tal desastre pudiera recitar, acompañado de su lira, un
poema de la guerra de Troya. Más tarde, para dispersar las dudas sobre su
culpabilidad en el hecho, Nerón culpó a los cristianos del incendio e inició
una persecución contra ellos. Muchos de los capturados fueron quemados
vivos y utilizados como antorchas para iluminar las carreras de carros de
las que Nerón fue partícipe.
Los pretorianos abandonaron al emperador, y el Senado los colocó fuera
de la ley. Nerón, entonces, viéndose desprotegido, se hizo matar por un
esclavo y se dice que mientras moría pronunció las siguientes palabras:
Quod ártifex pereo! "¡Qué gran artista muere conmigo!", frase que
demostró su indiscutible cinismo y locura.
Con la muerte de Nerón, se extinguió la familia Julio - Claudia y el
Senado podía elegir, ahora, libremente como emperador a cualquier
ciudadano; pero las luchas por alcanzar el poder retomaron su lugar en la
escena y se desencadenó la guerra civil.
Tras un año de anarquía imperial, pues la sucesión de emperadores fue
sistemática, se estableció una nueva dinastía conocida como la de los
FLAVIOS.

VESPASIANO (69 - 79)

Fue éste un hábil gobernante que reparó los males provocados por la
desordenada administración de Nerón. Además, concedió la ciudadanía
romana a muchísimos provinciales y eligiendo a algunos de ellos para
llenar las vacantes producidas en el Senado. Ello traerías las sabidas
consecuencias en el futuro.
Vespasiano adoptó el nombre de César que, desde entonces fue llevado
por todos los emperadores, con lo cual el nombre de la familia de César,
Augusto y sus sucesores se convirtió en título expresivo de la dignidad
imperial.

TITO (79 - 81) y DOMICIANO (81 - 96)

El prestigio logrado por Vespasiano consolidó a su familia en el poder y,


a su muerte, el Senado eligió emperador a su hijo Tito.
86

Éste sólo gobernó dos años siguiendo la política prudente de su padre.


Al fallecer lo sucedió su hermano Domiciano, que comprometió
gravemente la obra de sus antecesores, pues siguiendo el camino de Nerón
y Calígula desató una ola de persecuciones y muerte, que determinaron la
suya propia a manos de unos oficiales de su guardia.
Para finalizar este período del desarrollo del Imperio romano, nos
referiremos exclusivamente al apogeo del Imperio en el siglo II d.C.
Desde la fundación del imperio hasta la muerte de Domiciano, es decir,
durante el siglo I de la era cristiana, figuraron entre los emperadores
romanos personajes de muy distintos valores: unos, como Augusto o
Vespasiano, fueron gobernantes hábiles y prudentes; otros, como Calígula,
Nerón o Domiciano, gobernaron de manera arbitraria y cruel, y revelaron
en sus actos el predominio de las más bajas pasiones.
Pero ni aún los excesos de los emperadores citados en último término
alcanzaron a quebrantar mayormente la prosperidad de las provincias, que
no se vieron afectadas.
El progreso alcanzado por el Imperio, a pesar del gobierno de algunos
malos emperadores, se acentuó notablemente durante el siglo II de la era
cristiana, gracias a las eminentes cualidades de los gobernantes que
rigieron los destinos de Roma en esa centuria.
Dichos gobernantes constituyen la llamada dinastía de los
ANTONINOS y fueron : Nerva (96-98), Trajano (98-117), Adriano (117-
138), Antonio Pío (138-161), quien dio su nombre a la dinastía, Marco
Aurelio (161-180) y Cómodo (180 - 193).
Con la excepción de Cómodo, que fue hijo de Marco Aurelio y un pésimo
gobernante, los cinco anteriores no estuvieron vinculados por los lazos de
sangre, pero sí de adopción.
Esos cinco primeros emperadores de la dinastía, fueron hombres de
grandes condiciones y virtudes con cuya dirección el imperio romano
conoció una tranquilidad y prosperidad no logradas jamás, hasta entonces,
en el mundo antiguo.

TAREA: REALIZAR UN MAPA DEL IMPERIO ROMANO

CONQUISTAS IMPERIALES
El imperio se extendió mucho más allá que en la época republicana. En
Germania las permanentes escaramuzas con las tribus "bárbaras"
llevarían también a los romanos a sostener líneas de defensa y ciudades-
fortaleza bajo protección militar, como Colonia, Bonn o Viena. Sería a
partir de estos puntos claves del centro de Europa desde donde se
extendería después la civilización y alfabetización de los pueblos
nórdicos y germánicos, pues los romanos dejaron allí importantes obras
públicas como carreteras, canalización de aguas, etc. así como dejaron
viñedos y campos de labranza que iban a convertirse en base de la riqueza
de aquellas regiones.
Otra ciudad importante refundada por veteranos de las legiones fue
Barcelona, que en el espacio del Mediterráneo occidental iba a ocupar un
privilegiado lugar en la llamada Via Augusta, que conectaba directamente
con la capital del Imperio.
Otras regiones conquistadas fueron las del Oriente Próximo,
Mesopotamia y Persia, que pasaron a ser posesiones de poca duración en
algunos casos.
87

Así pues, detrás de las legiones romanas se establecían colonias y


establecimientos de la civilización clásica, siendo el resultado de una
general prosperidad para las poblaciones donde se instalaron
permanentemente campamentos militares.

EL NACIMIENTO, VIDA Y MUERTE DE NUESTRO SEÑOR


JESUCRISTO
Cómo será la importancia que tuvo el Nacimiento de Nuestro Salvador,
que marcó el comienzo de Nuestra Era, ocurrida en el año 1.
Encarnado en el seno de la Virgen María, por obra del Espíritu Santo;
Jesús había sido anunciado como el Mesías Prometido por Dios a Su Pueblo
Israelita. Ello fue certeramente anunciado por los Profetas Isaías, Ezequiel
y Daniel, principalmente.
Fijémonos con la claridad con que el Profeta Isaías se refiere a
Jesucristo en estas sentencias:
“Despreciado, desechado por los hombres, abrumado de
dolores y habituado al sufrimiento, …tan despreciado que lo
tuvimos por nada. Pero Él soportaba nuestros sufrimientos y
cargaba con nuestras dolencias… Él fue traspasado por
nuestras rebeldías y triturado por nuestras iniquidades. El
castigo que nos da la paz recayó sobre él y por sus heridas
fuimos sanados… Al ser maltratado se humillaba y ni siquiera
abría su boca: como un cordero llevado al matadero, como una
oveja muda ante el que la esquila, él no abría su boca.
Fue detenido y juzgado injustamente, y ¿quién se preocupó de
su suerte?. Porque fue arrancado de la tierra de los vivientes y
golpeado por la rebeldía de mi pueblo. Se le dio un sepulcro
entre los malhechores y una tumba con los impíos, aunque no
había cometido violencia ni había engaño en su boca.…Si
ofrece Su vida en sacrificio de reparación, verá Su
descendencia, prolongará Sus días, y la voluntad del Señor se
cumplirá por medio de Él.” (ISAÍAS, 53, 2-10).
Es sorprendentemente clara la referencia del profeta Isaías a la Pasión y
Muerte de Nuestro Señor por mano de su propio pueblo, para poder
redimir todos los pecados del hombre.

Desafortunadamente, los descreídos y maliciosos, han llegado hasta a


negar la existencia de Jesús, hartamente atestiguada, no sólo por los
Evangelios de Mateo, Marcos, Lucas y Juan; sino por autores romanos
como Suetonio y Tácito. Además, estos ataques han surgido de parte de los
ateos y enemigos de la Cristiandad, a los cuales se les han sumado los que
toman por verdaderos los testimonios falsos, y por falsos los verdaderos.
Recordemos que esta barbarie llegó hasta a querer cambiar el calendario y
la cuenta de los años, como ocurrió en la sangrienta y anticristiana
Revolución Francesa, en 1789.
Nació en épocas del Emperador Augusto, en la ciudad de Belén,
Palestina, territorio conquistado por las tropas romanas en el 70 a.C..
Jesús, no manifestó su Misión y Predicación hasta los 30 años. Sin
embargo, la mayor parte de los jefes y sacerdotes hebreos (en especial
88

Fariseos y Saduceos), no solamente no lo reconocieron, más allá de los


milagros, anuncios, curaciones, resurrecciones, multiplicaciones, etc.; sino
que lo persiguieron hasta Su Pasión y Muerte en la Cruz.
Gobernaba en aquella época Poncio Pilatos, ante el cual el Sanedrín lo
acusó injustamente. Éste, en principio indiferente de lo que sucedía entre
los Hebreos, se interesó en Cristo, pero no hizo nada para rebatir las
calumnias de los acusadores y las constantes peticiones de crucifixión que
le realizaban. Fue azotado crudelísimamente, coronado de espinas, y hecho
cargar su propia Cruz hasta el lugar de su Suplicio, en donde fue
crucificado junto a dos ladrones comunes. Ése fue el acto cumbre del Hijo
de Dios, que se entregó para Redimir nuestros pecados, y poder salvar a
todos los hombres que creyeran en él.
Para que ello se pudiera extender hasta el Fin de los Tiempos, fundó
una Iglesia, que depositó a sus apóstoles, con el Primado de San Pedro,
primer Papa y Vicario de Cristo en la tierra.
Desde allí sus discípulos fueron enviados a llevar la Doctrina Cristiana
por el mundo.
Las primeras épocas del Cristianismo, no fueron de las más auspiciosas.
La exitosa prédica de San Pablo por Grecia y Roma, no encontró en los
emperadores romanos más que oposición a lo que suponían que era una
secta fácil de eliminar.
Es por ello que el emperador Nerón culpó a los cristianos del incendio
de Roma. No por persecución a los cristianos, sino por encontrar un
culpable a una decisión bastante osada del emperador: embellecer la
ciudad.
Proclamada como “religión católica” (universal), no hizo menoscabo de
personas para la obra de la Salvación. No fue casualidad la elección del
Imperio Romano (el más grande de la historia) como sede del Salvador; una
Roma que se moría moral y biológicamente.
Fue el comienzo de otra época, y la revitalización que logró del Imperio
Romano, que se convertirá en religión tolerada por el Edicto de
Constantino de 313. Y en religión oficial en 380, el Emperador
Teodosio.

LA CRISIS DEL IMPERIO ROMANO DE


OCCIDENTE (s. III a V)
Para entender por qué podemos decir que hay un cambio real entre el
mundo romano y el mundo medieval, o gótico, tenemos que analizar una
serie de procesos de distinta duración, que tienen lugar entre los siglos III
y V de nuestra era.
El Imperio Romano era como un gran cuerpo que se venía
descomponiendo, y que sobrevivía solamente por la vitalidad que le daba el
Cristianismo en los lugares en que era mayoritario.
Muchas son las causas que ocasionaron esta descomposición, que va a
ser rematada con la oleada de invasiones y migraciones de los pueblos
llamados “bárbaros”: germanos, asiáticos e indoiranios, que dieron el golpe
de gracia a las estructuras políticas romanas.

Problemas políticos:
89

Cuando nos ponemos a pensar en un Imperio tan inmenso como el


romano, lo primero que nos viene a la cabeza es la dificultad de gobernar
tantos territorios, máxime teniendo en cuenta que algunas de las provincias
romanas distaban a varios miles de kilómetros de la capital: Roma. Los
problemas políticos que van a molestar desde el mismo siglo III serán los
siguientes:
 La Ciudadanía, antes sólo concedida a los romanos de
nacimiento (durante la época de la República y las primeras del
Imperio), ahora podía ser adquirida con mucha facilidad. El
emperador Caracalla en el 212, estableció la ciudadanía para todos
las provincias romanas. Ello afectó enormemente el manejo político,
pues ahora ciertas decisiones políticas podían pasar a manos de
ciudadanos a los que poco les importaban los destinos del Imperio.
 El Ejército: sucedió algo parecido: como empezó a estar
compuesto por muchos extranjeros (ni siquiera miembros de las
provincias del imperio), en especial germanos que cuidaban las
fronteras, la UNIDAD necesaria para cualquier fuerza armada se
debilitó. A todo ello se sumó lo costoso que significaba mantener
soldados que combatían a cambio de dinero o tierras.
 Los gobernadores de provincia, lejos de la capital, se
entregaban a toda clase de abusos de poder y conspiraciones para
obtener el mando del imperio. Varios emperadores fueron muertos
de esta manera por conjuras de gobernadores militares.
Un intento de solucionar esto agravó las cosas: el sangriento emperador
Diocleciano (284-305), conocido por la inhumana persecución a los
cristianos, dividió al imperio en cuatro sedes administrativas: dos al
oriente, y dos al occidente. La capital de occidente pasó a ser Rávena
(luego se trasladaría a Milán), y la de oriente pasó a ser Nicomedia (luego
se trasladaría a Constantinopla). Ello fue conocido como la TETRARQUÍA.
En Agosto del año 410, Roma es saqueda durante tres espantosos días
por los Visigodos. Este episodio aislado (ya que los bárbaros abandonaron
seguidamente la ciudad) afectó a todo el mundo, pues no fue más que el
anuncio definitivo del hundimiento del Imperio Romano.
A la muerte del emperador Teodosio (395) se produce una división del
Imperio entre Roma y Constantinopla. De allí en más, y no se habla más de
un solo imperio, sino de dos: el IMPERIO ROMANO DE OCCIDENTE y el
IMPERIO ROMANO DE ORIENTE. El Imperio de Occidente desaparecería
un siglo más tarde, tras una larga agonía.
En efecto, durante el siglo V, Roma sufrirá tres saqueos consecutivos: en
el año 410, a manos de los visigodos de Alarico; en el 445, por los
Vándalos de Genserico; y, por último, en el 472, a cargo de las tropas de
Ricimero y Olibrio.
Finalmente, es Odoacro, un jefe germánico, el que da el golpe definitivo
y destituye al último emperador romano Rómulo Augústulo.
Coincidentemente, el primero y el último rey romano, se llamaron de igual
manera. Y fueron los únicos con esos nombres.

Problemas económicos:
Como sabemos, las sociedades antiguas vivían de dos actividades
principalmente: la agricultura y el comercio. En Roma la agricultura era la
base de la riqueza del estado, porque todo terrateniente debía pagar un
canon o renta al estado romano. Pero en el siglo III hubo una serie de
malas cosechas, y a la vez, debido a que las fronteras se estaban volviendo
90

inseguras por las invasiones de los Hunos, el estado exigió más rentas a los
campesinos, para pagar los ejércitos. Esto golpeó duramente al sector
productivo del imperio, lo cual produjo una seria crisis económica.

Cambios sociales:
La mezcla de los romanos con los pueblos germanos y orientales, van a
hacer aparecer nuevos grupos sociales, que se denominarán distinto: el
grupo conocido como PATRICIO, va a perder el significado que tenía
(descendiente de los Padres fundadores de Roma), y va a pasar a significar
solamente miembro de la Aristocracia, o de nivel económico acomodado.
Pero el patriciado que se dedique especialmente a la guerra va a adquirir
otro nombre: NOBLE, palabra que caracteriza al caballero de guerra, y de
origen familiar distinguido.
Otro término que va a desaparecer es PLEBEYO. Como éstos fueron
alcanzando la ciudadanía y luego también los extranjeros del imperio, las
distinciones sociales se perdieron. Ahora aparecerán otros nombres como
el de COLONO, que pasará a ser el esclavo liberado o el campesino que
cultiva tierra en arrendamiento (alquiler), o tierra de un noble.
Con la penetración de las costumbres germanas, la esclavitud va a
desaparecer prácticamente, creándose otra categoría social, mucho más
digna, que es la de SIERVO.
Otro grupo que va a tener evidente prestigio será el de los miembros de
la Iglesia Católica, es decir, el CLERO, sacerdotes y obispos que dependen
del Papa u Obispo de Roma.

Pero la crisis fue moral principalmente

De todos los elementos de crisis, el más importante fue el MORAL. El


Imperio Romano se destruyó a sí mismo por haber perdido los valores
propios de la república, porque el elemento más importante de la Nación,
la Familia, se destruyó. Al igual que ahora. Una cultura que perdió el
sentido de su tradición, y que se dejó influir por culturas extrañas, muchas
veces contrarias al espíritu romano.
Y no hay que dejar de considerar los factores humanos y biológicos de
la desaparición del Imperio Romano: las altas familias de la aristocracia,
donde generalmente se encuentra el patriotismo, se relajaron, se llenaron
de vicios, y se componían de extranjeros que no tenían el carácter romano.
Pero sobre todo dejaron de existir en la realidad, por las prácticas
abortivas, y de restricción de la natalidad, algo de lo que nosotros, en el
siglo XXI, debemos cuidarnos.
El vacío religioso, religión en la que no creía ya nadie, fue llenado por el
Cristianismo, cuya vitalidad y verdad, sumado a la obra de la Providencia
de Dios, pudo sobrevivir a esta y a muchas crisis más a lo largo de la
Historia.

Sin embargo el Imperio Romano siguió existiendo como símbolo de


poder, de extensión, de invencibilidad, y muchas otras cosas más. Por eso lo
veremos renacer varias veces más, pero como algo distinto a lo que fue, tal
vez no peor, pero sí distinto.

EL CRISTIANISMO PRIMITIVO HASTA EL SIGLO V


91

El libro de los Hechos de los Apóstoles, del Nuevo Testamento, escrito


bajo Inspiración Divina por San Lucas, nos cuentan la vida de la Iglesia
desde la Ascensión de Nuestro Señor a los Cielos. Desde aquí en adelante
los cristianos deberán sufrir muchas calamidades, pero contarán siempre
con la ayuda de Nuestro Señor y de sus Ángeles protectores. Las
principales de ellas tendrán que ver con las persecuciones de los romanos,
hasta que llega Constantino como Emperador, y desde siempre los
problemas se ocasionarán dentro de la misma Iglesia, con los que planteen
doctrinas contrarias a la Verdad revelada por los Evangelios. A éstos se les
llamará Herejes, término que viene del griego jáiresis, y significa “partido”
o “parte”, es decir que el hereje es el que toma una parte de la Fe y
desecha el resto.
Veremos ahora la organización de la Iglesia.

Organización de la Iglesia de los primeros siglos


Las primeras comunidades cristianas se concentraban alrededor de los
ancianos (que es lo que significa en griego el término Presbítero, que hoy
alude al sacerdote). Cada distrito de comunidades era dirigido por un
Obispo (del griego episcopos), que vendrían a ser los sucesores de los
Apóstoles.
Generalmente, para tareas de ayuda, y de manera corriente, se
ordenaban Diáconos, que eran menores a los presbíteros en jerarquía.
Más adelante se exigirá una preparación para el diaconado.
Entonces teníamos comunidades de fieles, diáconos, y presbíteros,
organizados en episcopados, cuyo gobierno estaba en manos de un sólo
Obispo.
Más allá de las persecuciones, la Iglesia seguía creciendo, aunque ello
costara la sangre de los muchos mártires que dieron su vida por defender
la Verdad.
Los episcopados se dividían en Parroquias, cada una de ellas con una o
varias iglesias según su tamaño.
Pronto, los obispos más prestigiosos (de Roma o alguna ciudad
importante), adquirían la jerarquía de Patriarca, término que ya no está en
uso, salvo en las iglesias ortodoxas separadas.
Como la Iglesia es un reino a imagen y semejanza del Reino Celestial,
pero en la tierra, se supuso que si el Rey de los Cielos es uno sólo, también
el gobierno de la Iglesia debía ser sólo uno. Entonces nació el Primado, es
decir, el título de Vicario de Cristo para el Obispo más importante, es decir,
el Obispo de Roma, al cual se llamó Papa y se le concedió el gobierno
temporal y espiritual de la Iglesia. Esta etapa es conocida como la etapa de
los PADRES APOSTÓLICOS.

Las Persecuciones a los cristianos (s. II y s. III):


Las primeras persecuciones a los cristianos fueron encabezadas
por los hebreos, que viendo su doctrina en peligro, acusaban a los
cristianos con las autoridades, como hicieron contra San Pablo,
acusando a éste de ir contra el César y reconocer a otro rey en su
lugar, diciéndolo por Jesús. Sobre estas intrigas y calumnias nos da
noticia el Nuevo Testamento de la sagrada Biblia.
Los romanos en general eran tolerantes en materia religiosa, tanto que
emperador Tiberio hizo publicar un edicto amenazando de muerte a los que
92

acusen a los cristianos (Citado en Tertuliano, Apologeticum, Libro V;


Orsio, Libro VII, Cap. II.)
Sin embargo, las intrigas fueron las causantes de las mayores
persecuciones romanas:

a) Septimio Severo (193-211): prohibió el proselitismo cristiano


bajo pena de graves castigos; y prohibió también el catecumenado,
es decir, la preparación de los adultos paganos que querían recibir el
bautismo. Durante esta persecución murieron mártires santas
Perpetua y Felicidad, bautizadas en la cárcel (202).
b) Decio (249-251): obligó a todos los ciudadanos a sacrificar a
los dioses del imperio y pidió un certificado de haberlo hecho.
Algunos cristianos desertaron y sacrificaron a los dioses. A éstos se
les llamó “lapsi” (los caídos).
c) Valeriano (253-260): pretendió dar un golpe fatal a la Iglesia,
orientando el ataque hacia los puntos neurálgicos de la estructura
cristiana. Por eso, tomó medidas contra el clero, prohibiendo el culto
y las reuniones en los cementerios o catacumbas. Quienes no
sacrificaban a los dioses, debían morir. Murieron Cipriano de
Cartago, Sixto, Papa y obispo de Roma y su diácono Lorenzo.
d) Diocleciano (285): la última y la más terrible de las
persecuciones fue la de Diocleciano, aunque su esposa y su hija eran
cristianas. Prohibió las reuniones de los cristianos. Mandó destruir
los libros sagrados, los lugares de culto; pérdida de derechos
jurídicos de los cristianos, condena a las minas o a la muerte. Infligió
suplicios terribles: hachazos en Arabia; fuego lento en Antioquía;
cortar pies en Capadocia; colgar la cabeza en un brasero ardiendo en
Mesopotamia; meter trocitos de caña entre carne y uña; quemar las
entrañas con plomo derretido en el Ponto; echar los cadáveres a los
perros en Cesarea, decapitar y crucificar a muchos. En este tiempo
el número de los cristianos alcanzaba ya el 50 por ciento de la
población.

Otras persecuciones terribles fueron las de Tito, Maximino y


Diocleciano, entre otras más; por lo cual podemos decir que la cristiandad
fue bendecida desde un principio con la sangre de los mártires.
En el año 313 el emperador Constantino declara en Milán el Edicto
Perpetuo, que autoriza la práctica libre del Cristianismo. En el 385 la
religión cristiana se declara religión oficial del Imperio Romano, por obra
de Teodosio.

ÉPOCA DE LA CRISTIANDAD (s. V – s. XV)

EL CRISTIANISMO

VIDA DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO


Las Profecías sobre Nuestro Señor Jesucristo pueden encontrarse de
manera clara en muchos de los libros del Antiguo Testamento, el cual es
93

una prefiguración del Mesías, el Hijo de Dios. Todos los acontecimientos


registrados en la Historia Sagrada del pueblo hebreo, sin dejar de ser
reales e históricos, anuncian y figuran la Vida de Cristo y la Iglesia
Católica.
A ello se suman los claros datos sobre el Salvador. En este cuadro
veremos cómo se anunciaron: su descendencia, su lugar de nacimiento, la
adoración de los Reyes Magos, la matanza de los inocentes, la huída a
Egipto, la predicación, su carácter, los detalles de la Pasión: el Domingo de
Ramos, la traición de Judas, la crucifixión, su destino entre dos
malhechores… y hasta la fecha precisa de su nacimiento. Después
recordaremos cómo se verificaron históricamente tales profecías.

LA HISTORIA DEL CRISTIANISMO


El libro de los Hechos de los Apóstoles, del Nuevo Testamento, escrito
bajo Inspiración Divina por San Lucas, nos cuentan la vida de la Iglesia
desde la Ascensión de Nuestro Señor a los Cielos. Desde aquí en adelante
los cristianos deberán sufrir muchas calamidades, pero contarán siempre
con la ayuda de Nuestro Señor y de sus Ángeles protectores. Las
principales de ellas tendrán que ver con las persecuciones de los romanos,
terminadas en el siglo IV, en que el Emperador Constantino se convierte a
la fe católica.
Desde los comienzos deberá luchar la Iglesia contra los herejes, es
decir, aquéllos que quieren cambiar o desviar la doctrina cristiana revelada
por los Evangelios.

La historia de la Iglesia se puede dividir en las siguientes etapas:


1) 1º Etapa: de las Persecuciones o de los Mártires (desde Pentecostés
hasta el año 313 en que el Imperio Romano deja de perseguir a los
Cristianos)
2) 2º Etapa: de la Expansión y Predicación del Cristianismo (desde el
año 313 hasta el surgimiento del Islamismo en el siglo VII)
3) 3º Etapa: de la Cristiandad (desde el siglo VII hasta el cuarto
Concilio de Letrán en 1215)
4) 4º Etapa: desde el cuarto Concilio de Letrán hasta el Cisma de
Lutero (1517)
5) 5º Etapa: desde el Cisma de Lutero (1517) hasta la muerte de Pío
VI en 1799
6) 6º Etapa: desde la muerte de Pío VI hasta el Concilio Vaticano II
(1962)
7) 7º Etapa: desde el Concilio Vaticano II (1962) hasta la actualidad
Nosotros revisaremos paralelamente con la Historia Universal las cuatro
primeras etapas de la Iglesia, ya que es imposible entender la llamada
Época de la Cristiandad sin seguir de cerca la historia de la Iglesia
Católica, que tuvo un papel destacadísimo.

LAS PRIMERAS ETAPAS DEL CRISTIANISMO: LOS


PADRES DE LA IGLESIA
Se llama “Padres de la Iglesia” al conjunto de hombres virtuosos y santos
que dieron testimonio de la Fe católica y ayudaron a desarrollar fielmente
los principios de la Iglesia legados por Jesucristo a los Apóstoles. Ellos
94

fueron los que distinguieron las doctrinas falsas de las verdaderas, los
Evangelios verdaderos de los Apócrifos (no inspirados por Dios), e hicieron
las bases de la Organización de la Iglesia en el mundo.
Ésta es la lista de los principales Padres de la Iglesia. No hay distinción
entre los Padres Orientales (que hablaban en lengua griega), de los
Occidentales (que hablaban la lengua latina)
Papías (+ 100?) Paladio (+425)
S. Clemente Romano (+ 99-101 ) Teodoro de Mopsuestia (350-428)
S. Ignacio de Antioquía (+ 106-107) S. Agustín (354-430)
Cuadrato (hacia el 124) S. Paulino de Nola (353-431)
Pastor de Hermas (141-155) Juan Casiano (360-435)
S. Clemente (hacia 150) Rábulas de Edesa (+435j
S. Policarpo de Esmirna (+ 155) S. Mesrop armeno (+441)
S. Justino (100?-165) S. Cirilo de Alejandría (+ 444)
Taciano (hacia 170) Teodoto de Ancira (+ 446)
Minucio Félix (177?) S. Isidoro de Pelusio (+449)
Atenágoras (hacia el 178) S. Pedro Crisólogo (+ 458?)
S. Teófilo de Antioquía (+ 180?) S. León Magno (+461)
Melitón de Sardes ( 2° mitad del s. II) Diádoco de Fotica (400-474)
S. Ireneo de Lyon (140-202) S. Vicente de Lerins (+ 450)
Clemente de Alejandría (150?-215) S. Máximo de Turín (+ 423-465)
Tertuliano (155-225) Salviano de Marsella (2° mitad s. V)
S. Hipólito (+ 235) S. Próspero de Aquitania (+463)
Orígenes (185-253) Juan Mandakuni (+ 490)
S. Gregorio el Taumaturgo (213-270) Himno Akathistos (finales del s. V)
S. Dionisio de Alejandría (200-264) Santiago de Sarug (451-521)
S. Cipriano (205-258) Boecio (470-525)
Lactancio (250-317?) S. Fulgencio de Ruspe (467-533)
S. Atanasio (295-373) Pseudo-Dionisio Areopagita (480-530)
Eusebio de Cesarea (+339) Leoncio de Bizancio (+542)
S. Hilario (315-367) S. Cesáreo de Arlés (470-543)
S. Zenón de Verona (+ 371 ?) S. Romano el Cantor (491-560?)
S. Efrén de Siria (306?-373) Casiodoro (477-570)
S. Basilio el Grande (330-379) S. Martín de Braga (+580)
Dídimo el Ciego (313-398) S. Gregorio de Tours (+594)
S. Cirilo de Jerusalén (313-387) S. Gregorio Magno (540-604)
S. Gregorio Nacianceno (330-390) S. Isidoro de Sevilla (560?-636)
S. Gregorio de Nisa (335-394) S. Sofronio de Jerusalén (+ 638)
S. Ambrosio (333?-397) S. Juan Clímaco (579-649)
S. Paciano de Barcelona (f. del s. IV) S. Máximo el Confesor (580-662)
S. Epifanio de Salamina (315-403) S. Ildefonso de Toledo (+ 667)
S. Cromacio de Aquileya (+407) S. Anastasio Sinaíta (+ 700)
S. Juan Crisóstomo (344-407) S. Andrés de Creta (660-720)
Rufino deAquileia (+413) S. Germán deConstantinopla (635-733)
S. Jerónimo (347-420) S. Juan Damasceno (675-749)

Primera Época de la Iglesia (Siglo I al año 313)

Organización de la Iglesia

Esta primera época de la Iglesia es conocida como la etapa de las


persecuciones y los Mártires.
La Jerarquía de la Iglesia, constituida por N. S. Jesucristo y completada
por la Iglesia es la siguiente:
1) El PAPA, que es el Obispo de los Obispos (Sumo Pontífice) y que
tiene el poder del Primado, es decir, que es la cabeza de la Iglesia
visible en la tierra. San Pedro (y sus sucesores) fue constituido por
95

N. S. Jesucristo como Vicario de Cristo en la tierra, y pastor de la


Iglesia (Cf. Mt. 16, 18-19; Jn. 21, 15-17). El Papa es a su vez Obispo
de Roma. Los primeros sucesores de San Pedro fueron San Lino,
San Cleto, San Clemente y San Evaristo.
2) Los CARDENALES: Encargados de elegir al Sumo Pontífice, y
acompañarlo en la administración de la Iglesia. Creados en el siglo
XI
3) Los PATRIARCAS o PRIMADOS, que están a la cabeza de varias
provincias.
4) Los ARZOBISPOS, encargados de gobernar las diócesis
pertenecientes a una provincia
5) Los OBISPOS (del griego episcopos, que significa protector,
guardián). Son los sucesores de los Apóstoles, encargados de
gobernar una Diócesis (conjunto de parroquias de una región), de
ordenar sacerdotes y de transmitir la sucesión apostólica.
6) Los SACERDOTES (también llamados Presbíteros), que entre otras
tareas deben rezar el Santo Sacrificio de la Misa, y el sacramento de
la Penitencia. Algunos de ellos son Párrocos, o encargados de las
parroquias que componen las diócesis.
7) Los Diáconos y Subdiáconos. Ayudantes de los sacerdotes hasta que
son ordenados.
8) Las llamadas Órdenes Menores: Acólitos, Lectores, Exorcistas y
Hostiarios. Son ejercidas por los clérigos o seminaristas conforme
van avanzando en su preparación al sacerdocio.
Hay que recordar que al comienzo no existía una organización tan
variada, la cual se fue logrando conforme fue creciendo en importancia la
estructura de la Iglesia.

Las Persecuciones a los Cristianos (s. I a 313)

Las primeras persecuciones a los cristianos fueron encabezadas


por los hebreos, que viendo su doctrina en peligro, acusaban a los
cristianos con las autoridades, como hicieron contra San Pablo,
acusando a éste de ir contra el César y reconocer a otro rey en su
lugar, diciéndolo por Jesús. Sobre estas intrigas nos da noticia el
Nuevo Testamento, especialmente el libro de los Hechos de los
Apóstoles, que cuenta la historia del martirio de San Esteban,
diácono que recibió la corona del martirio siendo lapidado después
de hablar de Cristo en el templo e increpar a los fariseos por haberlo
mandado a crucificar.
Los romanos en general eran tolerantes en materia religiosa, tanto que
emperador Tiberio hizo publicar un edicto amenazando de muerte a los que
acusen a los cristianos (Citado en Tertuliano, Apologeticum, Libro V; Orsio,
Libro VII, Cap. II.). Sin embargo, muchos de los emperadores no
soportaron la prédica de los apóstoles cristianos, y los persiguieron
acusándolos de desobedecer las leyes del Imperio, que no permitían nuevas
religiones sin la aprobación del estado. Pero en casi todos los casos
recurrieron a las calumnias y falsos testimonios para apresarlos y
ejecutarlos.
Las grandes persecuciones fueron diez, y cobraron la vida de cientos de
miles de cristianos, que la Iglesia recuerda con el título de Mártires,
96

palabra griega que significa “testigo”. En este caso, dieron testimonio de la


Fe católica.
e) Nerón (64-68). Desequilibrado emperador romano que quiso
ver arder Roma por gusto artístico, no tuvo mejor idea que
acusar a los cristianos, condenándolos a muerte. En esta
persecución murieron los Apóstoles San Pedro y San Pablo.
f) Domiciano (90-93). Llamado el segundo Nerón mandó a matar
al jefe de los Cristianos, que era el Papa San Cleto, creyendo
que así se acabaría el Cristianismo.
g) Trajano (100-114). Injustamente recordado como buen
emperador, este hombre mandó a matar con crueldad a los
cristianos. En esta persecución murieron entre otros el Papa
San Anacleto, San Simeón (de 120 años de edad, último testigo
de vista de N.S. Jesucristo) y San Ignacio de Antioquía.
h) Marco Aurelio (fines S. II). Se cometieron tales violencias que
hasta los verdugos se impresionaban de la atrocidad de los
tormentos a los mártires. Entre ellos se cuentan el Papa San
Pío I, San Policarpo, Santa Felicidad y sus siete hijos.
i) Septimio Severo (202-211). Ordenó dar honores divinos a la
imagen del emperador bajo pena de muerte. Prohibió también
el catecumenado, es decir, la preparación de los que querían
recibir el bautismo. Durante esta persecución murieron
mártires santas Perpetua y Felicidad, bautizadas en la cárcel
(202).
j) Maximino (237-238). Echó la culpa a los cristianos de las
guerras, las carestías, los terremotos y todas las calamidades.
Fueron martirizados San Ponciano, San Antero y Santa
Bárbara.
k) Decio (249-253). Obligó a todos los ciudadanos a sacrificar a
los dioses del imperio y pidió un certificado de haberlo hecho.
Azotes, garfios, fuego, bestias feroces, tenazas incandescentes,
etc. fueron puestos para los mártires. Fue innumerable el
número de ellos. Se distinguieron San Fabián y Sánta Águeda.
l) Valeriano (253-260). Pretendió dar un golpe fatal a la Iglesia,
atacando los puntos claves de la Iglesia. Por eso, tomó medidas
contra el clero, prohibiendo el culto y las reuniones en los
cementerios o catacumbas. Quienes no sacrificaban a los
dioses, debían morir. Murieron San Cipriano de Cartago, el
Papa San Sixto II y su diácono San Lorenzo.
m) Aureliano (273-275). Dio un edicto contra los cristianos, que
demoró en firmar porque un rayo cayó a sus pies y lo
aterrorizó. Luego fue asesinado por su secretario.
n) Diocleciano (284-303). La última y la más terrible de las
persecuciones fue la de Diocleciano, aunque su esposa y su hija
eran cristianas. Mandó destruir los libros sagrados, los lugares
de culto. Infligió suplicios terribles: hachazos, fuego lento,
podotomía, braseros ardientes, plomo derretido, echar los
cadáveres a los perros y otras torturas atroces. En ellas murió
la excelsa mártir y virgen Santa Filomena, San Marcelino y
97

toda la legión Tebana. Su cruel reinado fue conocido como la


“Era de los Mártires”.

Los relatos de algunos martirios nos han quedado, ya que los


diáconos y subdiáconos se encargaban de hacer actas de los
martirios que presenciaban por orden del Papa.

EL MARTIRIO DE LOS SANTOS MÁRTIRES JUSTINO, CARITÓN, CARIDAD,


EVELPISTO, HIERAX, PEÓN Y LIBERIANO.

En tiempo de los inicuos defensores de la idolatría, publicábanse, por ciudades y


lugares, impíos edictos contra los piadosos cristianos, con el fin de obligarles a
sacrificar a los ídolos vanos. Prendidos, pues, los santos arriba citados, fueron
presentados al prefecto de Roma, por nombre Rústico.
Venidos ante el tribunal, el prefecto Rústico dijo a Justino: —En primer lugar, cree en
los dioses y obedece a los emperadores.
Justino respondió:
—Lo irreprochable, y que no admite condenación, es obedecer a los mandatos de
nuestro Salvador Jesucristo.
El prefecto Rústico dijo:
—¿Qué doctrina profesas?
Justino respondió:
—He procurado tener noticia de todo linaje de doctrinas; pero sólo me he adherido
a las doctrinas de los cristianos, que son las verdaderas, por más que no sean
gratas a quienes siguen falsas opiniones. […]
El prefecto Rústico dijo:
—¿Qué dogma es ése?
Justino respondió:
El dogma que nos enseña a dar culto al Dios de los cristianos, al que tenemos por
Dios único, el que desde el principio es hacedor y artífice de toda la creación, visible
e invisible; y al Señor Jesucristo, por hijo de Dios, el que de antemano predicaron
los profetas que había de venir al género humano, como pregonero de salvación y
maestro de bellas enseñanzas. […]
El prefecto dijo a Justino:
-Luego, en definitiva, ¿eres cristiano?
Justino respondió:
-Sí, soy cristiano. […]
-Escucha tú, que pasas por hombre culto y crees conocer las verdaderas doctrinas.
Si después de azotado te mando cortar la cabeza, ¿estás cierto que has de subir al
cielo?
Justino respondió:
-Si sufro eso que tú dices, espero alcanzar los dones de Dios; y sé, además, que a
todos los que hayan vivido rectamente, les espera la dádiva divina hasta la
conflagración de todo el mundo.
El prefecto Rústico dijo:
—Así, pues, en resumidas cuentas, te imaginas que has de subir a los cielos a
recibir allí no sé qué buenas recompensas. Justino respondió:
-No me lo imagino, sino que lo sé a ciencia cierta, y de ello tengo plena certeza.
El prefecto Rústico dijo:
-Vengamos ya al asunto propuesto, a la cuestión necesaria y urgente. Poneos, pues,
juntos, y unánimemente sacrificad a los dioses.
Justino dijo:
—Nadie que esté en su cabal juicio se pasa de la piedad a la impiedad.
El prefecto Rústico dijo:
- Si no obedecéis, seréis inexorablemente castigados. Justino dijo:
98

—Nuestro más ardiente deseo es sufrir por amor de nuestro Señor Jesucristo para
salvarnos, pues este sufrimiento se nos convertirá en motivo de salvación y
confianza ante el tremendo y universal tribunal de nuestro Señor y Salvador.
En el mismo sentido hablaron los demás mártires:
—Haz lo que tú quieras; porque nosotros somos cristianos y no sacrificamos a los
ídolos.
El prefecto Rústico pronunció la sentencia, diciendo:
«Los que no han querido sacrificar a los dioses ni obedecer al mandato del
emperador, sean, después de azotados, conducidos al suplicio, sufriendo la pena
capital, conforme a las leyes».
Los santos mártires, glorificando a Dios, salieron al lugar acostumbrado, y,
cortándoles allí las cabezas, consumaron su martirio en la confesión de nuestro
Salvador. Mas algunos de los fieles tomaron a escondidas los cuerpos de ellos y los
depositaron en lugar conveniente, cooperando con ellos la gracia de nuestro Señor
Jesucristo, a quien sea gloria por los siglos de los siglos. Amén.

MARTIRIO DE SANTA CECILIA

“…Llevada por Almaquio a su tribunal se invitó a Cecilia a no obstinarse en el


Cristianismo, pero contestó:
- Yo me considero dichosa de confesar a Jesucristo dondequiera y a despecho de
todos los peligros; ni temo poder alguno contrario a las leyes de mi Dios
- ¿Ignoras acaso que nuestros invictos emperadores y nuestras leyes castigan con
la muerte a los que se declaran cristianos, al paso que premian a los que niegan
esa religión?
- Tú y tus emperadores cometéis un error indecible; y la ley que proclamas sólo
prueba que vosotros sois crueles y nosotros inocentes…
- Vamos, doncella miserable, ¿no sabes que nuestros invictos príncipes han puesto
en mis manos el poder de vida y muerte? ¿Cómo te atreves a hablarme con tanta
arrogancia?
- Te he hablado con firmeza, no con arrogancia; además tú has dicho que te han
dado el poder de vida y muerte; eso es falso. Tú no tienes más poder que el de dar
la muerte; puedes quitar la vida a los vivos, pero no dársela a los muertos
- Vamos, concluye. Sacrifica a los dioses y salva tu vida. Ahí tienes las estatuas que
debes incensar
- Yo no veo aquí más que piedras, bronce y algún otro metal… que no merecen más
honor que ser arrojados al fuego. En cuanto a mí, creo que únicamente Jesucristo
puede librar mi alma del fuego eterno”
Santa Cecilia fue arrojada a una estufa de vapor, pero no sólo no murió, sino que
fue confortada con la presencia de Nuestro Señor Jesucristo. Al saber Almaquio
esto, mandó cortarle la cabeza, pero no pudieron ni al tercer golpe separar la
cabeza del cuerpo. Después de una agonía de tres días, en que fue asistida por el
Papa San Urbano, su alma voló al cielo en el 232
Extraído de la Historia Eclesiástica de San Juan Bosco, p. 70.

En las primeras épocas, los fieles cristianos solían reunirse en las


catacumbas, donde reposaban los restos de los santos apóstoles y
mártires, sobre cuyas tumbas los sacerdotes rezaban el Santo
Sacrificio de la Misa. Durante la época de las persecuciones, las
catacumbas fueron usadas como lugar de refugio.
Los martirios, lejos de asustar a los cristianos, les dio un auge
increíble, y su número se multiplicaba día a día. Incluso los verdugos
y asistentes se convertían, sabiendo que nadie da la vida por algo
falso o dudoso. Puede decirse con Tertuliano que “la sangre de los
mártires era semilla de nuevos cristianos”.
99

Constantino el Grande y el fin de las persecuciones

Hijo de Constancio Cloro y Santa Elena, fue proclamado


emperador por sus soldados. En un enfrentamiento con Majencio,
hombre cruel y enemigo de los cristianos, las fuerzas eran tan
desiguales (180.000 hombres contra 40.000 de Constantino), que el
emperador se sintió vencido. Pero hacia el mediodía (cuenta el
historiador Eusebio de Cesarea), vio descender del cielo una cruz
brillante que llevaba la inscripción “In hoc signo vinces” (Con este
signo vencerás). Cristo se le apareció y le ordenó hacer estandartes
con el signo de la Cruz. Este estandarte se conoció con el nombre de
“Lábaro”. Desde allí en adelante las legiones romanas luchaban con
ese estandarte imperial. Durante su reinado también fue encontrada
la Santa Cruz por su madre Santa Elena.
La estima que Constantino mostró a la Iglesia se manifestó en el
año 313. El emperador declaró en Milán el Edicto Perpetuo, que
autorizaba la práctica libre del Cristianismo9.
Los sucesores de Constantino fueron sus hijos Constancio y
Constante.
En el 380 la religión cristiana fue declarada religión oficial del
Imperio Romano, por obra del emperador Teodosio el Grande, por
medio del Edicto de Tesalónica.

Los Sínodos y los Concilios: Para dirimir cuestiones de Fe y de vida de la Iglesia (cuestiones
pastorales), se comenzaron a celebrar desde épocas muy tempranas los Sínodos y los Concilios.
La palabra griega sinodos (desin, “con” y odos, “camino”) y castellana sínodo significa reunión,
asamblea, consejo. Con el tiempo en el ámbito cristiano se fue aplicando a las reuniones de obispos
que gobernaban cada una de las iglesias locales.
Cuando el Papa quiere tomar una decisión que abarca a toda la cristiandad -proclamar un dogma,
modificar la organización de la Iglesia o condenar una herejía -, puede convocar un concilium (Concilio).
Estas reuniones tenían algunas características de las reuniones romanas. La forma no impidió, sin
embargo, que esencialmente fueran reuniones que buscaban la guía del Espíritu, la voluntad del Padre.
Los antiguos concilios se los suele clasificar por la circunscripción eclesiástica a la que corresponden:,
generales o ecuménicos (de toda la iglesia o de Oriente o de Occidente) extraterritoriales (de varias
provincias eclesiásticas), patriarcales o plenarios (en un patriarcado) y provinciales (de una provincia
eclesiástica).
El primer concilio ecuménico fue el de Nicea, en el 325.

LAS HEREJÍAS
Prácticamente no hubo siglo en el que no existiera una herejía. El
término “herejía” proviene del griego Háiresis, y significa “partido” o
“parte”, es decir que el hereje es el que toma una parte de la Fe y desecha
el resto. La insistencia de N. S. Jesucristo en dejar claro a los apóstoles que
debían mantener la doctrina recibida (a la cual ni siquiera una sola jota
puede cambiarse -Mt. 5, 18); ha llevado a la Iglesia, a través del Sumo

9
Ya el emperador Galerio (perseguidor de la Iglesia) había dado una libertad
parcial en el 311, pero no fue respetada por Diocleciano.
100

Pontífice, a defender celosamente el depósito de fe recibido, el cual puede


desarrollarse en el mismo sentido, pero no cambiarse. Por eso la herejía,
que es una novedad en la doctrina, amenazaba con destruir todo el edificio
de la fe.
Las herejías fueron muy variadas, y su dificultad estaba en que muchas
de ellas se producían dentro de la Iglesia Católica, pero con diferencias
muy sutiles, de las cuales la gente casi no se daba cuenta. Podemos
dividirlas en dos: las que se originaron por influencias extrañas al
Cristianismo (concepciones paganas, especialmente de filósofos griegos) y
las herejías que se originaron por corrupción de la doctrina católica.
Ahora bien, todas se pueden resumir en una tendencia o una especie de
concepción antropoteísta (que diviniza al hombre), y que podemos nombrar
como GNOSIS.
La Gnosis: Es muy antigua, y casi podemos decir que viene desde Adán. Pretende llegar a la
divinización del hombre por medio del conocimiento. La gnosis es un conocimiento que
diviniza al hombre o más exactamente es el conocimiento por el cual el hombre descubre su
divinidad. La gnosis es el conocimiento por el cual el hombre alcanza lo divino que habría en él.
Por lo tanto el hombre, con el paso del tiempo iría perfeccionándose a sí mismo hasta lograr la
sabiduría perfecta sin necesidad de recibirla desde fuera. Este gnosticismo podríamos decir que
de una manera u otra está presente en todas las herejías de la historia, y especialmente en los
errores modernos tales como el Liberalismo, el Naturalismo y el Progresismo.
1) Por influencias extrañas al Cristianismo: Observaremos:
 Neopitagóricos: Intentaban resurgir las ideas del sabio griego Pitágoras y mezclarlas
con el Cristianismo. Se basaba en una especie de fusión de ideas filosóficas griegas con
elementos orientales.
 Neoplatónicos: Principalmente obra de Porfirio, Plotino y Jámblico. Caían
generalmente en el panteísmo, pues creían que todas las cosas eran emanación de la
sustancia de Dios (por lo tanto todas las cosas eran Dios)
 .
 Maniqueísmo: Supervivencia de creencias persas, que creen que hay dos divinidades:
la del bien y la del mal en constante lucha. Aparecerán más adelante en otras herejías.
2) Dentro del Cristianismo: Podemos nombrar:
 El pelagianismo.
Pelagio, monje nacido en la actual Inglaterra,
enseñaba que el hombre puede evitar el pecado sin ayuda de
la gracia divina. Por tanto, exaltaba la eficacia del esfuerzo
humano en la práctica de la virtud. Rechazaba también los
efectos del pecado original, reduciendo este pecado a un mal
ejemplo dado a la humanidad por Adán y Eva. Además, y
como consecuencia de lo anterior, el bautismo sólo
perdonaba los pecados personales; por tanto, no era
necesario bautizar a los niños.
 Tertulianismo, Priscilianismo, Monarquismo, entre otras más.
Todas ellas fueron condenadas por los Padres de la Iglesia y por el Magisterio
(enseñanza) de los Papas.
HEREJÍAS CRISTOLÓGICAS: Fueron herejías sobre la persona de Nuestro Señor
Jesucristo. Algunas fueron tan grandes que merecen más extensión.
 Arrianismo: Doctrina del Obispo Arrio. Planteaba la unidad absoluta de Dios,
negando la Trinidad y considerando a Cristo Nuestro Señor solamente la más excelsa
de las criaturas, pero de ninguna manera poseedor de una condición divina. Fue
condenado por el CONCILIO DE NICEA (325), r eunido por el Emperador
Constantino.
101

 Nestorianismo: Negaba también las dos naturalezas de Jesucristo, y también,


por consiguiente, la consideración de María Santísima como Theotokos (Madre de Dios).
Su propulsor fue el Obispo Nestorio de Siria. Fue condenado por el CONCILIO DE
ÉFESO (431), convocado por el Papa San Celestino I.
 Monofisismo: Establecía que una era la naturaleza de Jesús: divina, no humana.
Por lo tanto no puede haber Santísima Trinidad, sino un único Dios, en una sola
Persona. Fue condenado por el CONCILIO DE CALCEDONIA (451), convocado
por el Papa San León I Magno.

Época de los Padres Apologistas, Defensores de la Fe


(S. III a S. VI)

Ante las herejías, hubo una reacción magnífica de parte de la


Iglesia Católica. Esta etapa fue conocida como la de los PADRES
APOLOGISTAS (que proviene de la palabra griega “apología”, que
significa “defensa”), y tuvo su apogeo en el siglo V. Durante este
período los dogmas de la Iglesia Católica se desarrollaron y se
aclararon para ser entendidos por la luz de la razón, evitando así que
los fieles cayeran en errores y herejías. Es el siglo de los grandes
Padres de la Iglesia, obispos y sacerdotes, hombres santos y bien
preparados que supieron defender y explicar la Fe.
Una de las obras más importantes que acompañó a esta época de
defensa de la Fe, fue la cristianización de la cultura europea. Ello
hizo florecer la lengua latina y la griega.
Estos Santos Padres son testigos eminentes de la tradición de la
Iglesia.
Entre los santos Padres de lengua griega, como ya dijimos
anteriormente, sobresalieron: San Atanasio, San Basilio, San
Gregorio Nacianceno, San Gregorio de Nisa, San Juan Crisóstomo,
San Cirilo de Jerusalén y San Cirilo de Alejandría.
Entre los santos Padres de lengua latina sobresalieron: San
Ambrosio, San Jerónimo (tradujo la Biblia al Latín, versión llamada
“la Vulgata”), San Agustín, San León Magno, y San Gregorio Magno,
entre otros.
Entre los Santos Padres, destacaremos a uno en especial, por la
importancia de sus escritos y de su predicación contra las herejías de
los Donatistas y Pelagianos. Estamos hablando de San Agustín de
Hipona.
Nacido en 354, este santo varón llevó una vida desarreglada en su
juventud, pero gracias a las oraciones y lágrimas de su madre, Santa
Mónica, pudo convertirse. Se cuenta que una vez iba caminando por
un jardín cuando oyó una voz que le decía: “Agustín, toma y lee”. Se
acercó a leer a una mesa, y abriendo el primer libro que tenía en sus
manos, encuentra las palabras de San Pablo que dicen “ni los
impúdicos, ni los golosos alcanzarán el Reino delos Cielos”. Pronto
recibió el bautismo de manos de San Ambrosio. Luego fue ordenado
sacerdote, y posteriormente nombrado Obispo de Hipona, ciudad en
la que murió el 28 de agosto de 430.
102

Gran teólogo y excelente filósofo, fue llamado el “Doctor de la


Caridad”, pues sus escritos y su vida toda se basó en esa virtud: la
Caridad, que es el amor a Dios por sobre todas las cosas.
De su enorme volumen de escritos se conocen las “Confesiones”,
los “Soliloquios”, y la gran obra de “La Ciudad de Dios”.

LA CRISIS DEL IMPERIO ROMANO DE


OCCIDENTE (s. III a V)
Para entender por qué podemos decir que hay un cambio real entre el
mundo romano y el mundo de la Cristiandad, tenemos que referirnos
necesariamente a la caída del Imperio Romano como estructura política.
Esta caída se produjo por una serie de procesos de distinta duración, que
tienen lugar entre los siglos III y V de nuestra era.
El Imperio Romano era como un gran cuerpo que se venía
descomponiendo, y que sobrevivía solamente por la vitalidad que le daba el
Cristianismo en los lugares en que era mayoritario.
Muchas son las causas que ocasionaron esta descomposición, que va a
ser rematada con la oleada de invasiones y migraciones de los pueblos
llamados “bárbaros”: germanos, asiáticos e indoiranios, que dieron el golpe
de gracia a las estructuras políticas romanas.

Problemas políticos

Cuando nos ponemos a pensar en un Imperio tan inmenso como el


romano, lo primero que nos viene a la cabeza es la dificultad de gobernar
tantos territorios, máxime teniendo en cuenta que algunas de las provincias
romanas distaban a varios miles de kilómetros de la capital: Roma. Los
problemas políticos que van a molestar desde el mismo siglo III serán los
siguientes:
 La Ciudadanía, antes sólo concedida a los romanos de
nacimiento (durante la época de la República y las primeras del
Imperio), ahora podía ser adquirida con mucha facilidad. El
emperador Caracalla en el 212, estableció la ciudadanía para todos
las provincias romanas. Ello afectó enormemente el manejo político,
pues ahora ciertas decisiones políticas podían pasar a manos de
ciudadanos a los que poco les importaban los destinos del Imperio.
 En el Ejército sucedió algo parecido: como empezó a estar
compuesto por muchos extranjeros (ni siquiera miembros de las
provincias del imperio), en especial germanos que cuidaban las
fronteras, la UNIDAD necesaria para cualquier fuerza armada se
debilitó. A todo ello se sumó lo costoso que significaba mantener
soldados que combatían a cambio de dinero o tierras.
 Los gobernadores de provincia, lejos de la capital, se
entregaban a toda clase de abusos de poder y conspiraciones para
obtener el mando del imperio. Varios emperadores fueron muertos
de esta manera por conjuras de gobernadores militares.
Un intento de solucionar esto agravó las cosas: el sangriento emperador
Diocleciano (284-303), a quien conocimos por la inhumana persecución a
los cristianos, dividió al imperio en dos zonas administrativas: Oriente y
Occidente, y a cada una de ellas en dos Prefecturas con un “César” que las
103

gobernaba. La capital de occidente pasó a ser Rávena, y la de oriente pasó


a ser Nicomedia. Esto fue conocido como la TETRARQUÍA (del griego
tethares, “cuatro” y arjé, “gobierno”). De allí en más, y no se habla más de
un solo imperio, sino de dos: el IMPERIO ROMANO DE OCCIDENTE y el
IMPERIO ROMANO DE ORIENTE.
Luego Constantino trasladó la capital del Imperio a Bizancio,
ciudad que posteriormente sería conocida como Constantinópolis o
Constantinopla. Roma y sus alrededores fueron confiados al Sumo
Pontífice. Emprendió además una reforma administrativa, dividiendo
las prefecturas en 14 diócesis cada una, y éstas a su vez en
Provincias.
No obstante estas reformas sólo duraban lo que duraba la vida de
algún buen emperador. A la muerte de éste, todo volvía al caos.

Problemas económicos

Como sabemos, las sociedades antiguas vivían de dos actividades


principalmente: la agricultura y el comercio. En Roma la agricultura era la
base de la riqueza del estado, porque todo terrateniente debía pagar un
canon o renta al estado romano. Pero en el siglo III hubo una serie de
malas cosechas, y a la vez, debido a que las fronteras se estaban volviendo
inseguras por las invasiones de los Hunos, el estado exigió más rentas a los
campesinos, para pagar los ejércitos. Esto golpeó duramente al sector
productivo del imperio, lo cual produjo una seria crisis económica. Esta
crisis económica favoreció a los publicanos y prestamistas que se abusaban
impunemente de los sectores productivos del imperio. La sed de
especulación y enriquecimiento modificaron la tradicional laboriosidad del
romano. La mayor parte no trabajaba, y los que tenían algún talento no
dudaban en hacerse clientes de los poderosos, viviendo a costa de las
espórtulas (cesta de provisiones), que el patrón les daba cada día..

Pero la crisis fue moral principalmente

De todos los elementos de crisis, el más importante fue el MORAL. El


Imperio Romano se destruyó a sí mismo por haber perdido los valores
propios de sus tradiciones, porque el elemento más importante de la
Nación, la Familia, se destruyó. Al igual que en nuestros tiempos. Una
cultura que perdió el sentido de su tradición, y que se dejó influir por lo
peor de las culturas extrañas, muchas veces contrarias al espíritu romano.
Y esto dio como consecuencia males humanos que aceleraron la
desaparición del Imperio Romano: las altas familias de la aristocracia,
encargadas en otro tiempo de defender y gobernar la Patria, se relajaron,
se llenaron de vicios, y lejos estaban del modelo patricio de los primeros
tiempos romanos. Pero sobre todo disminuyeron su número, por las
prácticas abortivas, y de restricción de la natalidad, algo a lo que nosotros,
en el siglo XXI, debemos llamar la atención. El egoísmo de los hombres y
mujeres romanas, llevaba a no querer tener hijos, y a divorciarse por
motivos insignificantes. Los intentos de Augusto en el siglo I de frenar esto
no dieron resultado. Era exagerado el lujo reinante, tanto que muchos de
los nobles romanos elegían el retiro de los monasterios para huir de un
mundo corrupto y peligroso, como el caso de San Paulino de Nola,
contemporáneo de San Agustín y San Jerónimo. Los espectáculos públicos
104

variaban entre la violencia exagerada, la morbosidad, y la inmoralidad. Las


tabernas y los locales de bailes orientales se llenaban, como así también las
inmorales termas de baños públicos.
Los juegos y entretenimientos en el fin del Imperio
Estos juegos eran generalmente representados en el anfiteatro (de los cuales el más conocido era el
Coliseo). Los juegos consistían en ver cómo se mataban entre sí los gladiadores, luchando solos, o en
grupos, con armas distintas. Los esclavos retiraban los cadáveres tirando con ganchos. A los heridos se
les daba muerte inmediatamente. Algunas veces los gladiadores luchaban con fieras salvajes, y otras
eran largados sin armas a la voracidad de las bestias (especialmente los mártires cristianos). Los
emperadores no vacilaban en dar rienda suelta a la sed de sangre del público. En ocasiones se llenaba la
arena del anfiteatro con agua y se simulaban batallas navales en las que el número de muertos era
considerable.
El vacío religioso, religión en la que no creía ya nadie, fue llenado por el
Cristianismo, cuya vitalidad y verdad, sumado a la obra de la Providencia
de Dios, pudo sobrevivir a esta y a muchas crisis más a lo largo de la
Historia.

LAS INVASIONES BÁRBARAS Y LA CAÍDA DE ROMA


(410-476)
El siglo V está caracterizado también por el incontenible avance de
los bárbaros que derrumbaron al Imperio Romano.
Si bien hubo grandes invasiones militares, no fueron las únicas
causas de la llegada de los pueblos bárbaros a la Europa romana.
También hubo migraciones sucesivas, que en gran parte se debía a la
debilidad del ejército romano que necesitaba contratar a los
bárbaros para que defendieran las fronteras. Ya los romanos no
querían servir en el ejército, lo que antes era un honor, ahora era
dejado de lado. Esa incorporación sucesiva de los bárbaros terminó
viniéndoseles en contra a los romanos. Cuando estos pueblos veían la
oportunidad, se lanzaban sobre Roma, pero sin tomarla
definitivamente.
Atila y los Hunos
Atila, rey de los Hunos (pueblo de origen mongol que dio origen junto a otros pueblos a los húngaros),
llamado el “azote de Dios” por la destrucción que sembraban sus huestes 10, desaprovechó
inexplicablemente la oportunidad de tomar Roma. Habiendo tomado Milán, Pavía y Aquileya, se dirigió a
la capital del Imperio. San León I, vestido de Pontifical, salió al encuentro del caudillo, cerca de la ciudad
de Mantua. Escuchó al Sumo Pontífice y aceptó sin oposición las condiciones del Papa. Sus generales lo
increparon por semejante humillación, pero él contestó que mientras hablaba con San León vio sobre él
la imagen de un hombre vestido con traje sacerdotal que lo amenazaba con una espada si no obedecía al
Papa. Por eso cruzó los Alpes y dejó Italia.

Las ventajas de los Bárbaros


Estos pueblos eran generalmente de origen asiático, y
centroeuropeo, y predominaban por la superioridad militar que
mostraron ante las débiles tropas romanas, de las que sin embargo
habían aprendido. Esto lo demuestra el hecho de que en el siglo II,
cuando los germanos teutones quisieron invadir la frontera del Rhin,
el Emperador Marco Aurelio los derrotó fácilmente. Luego, el mismo
pueblo no podrá ser resistido en el siglo V.
Otra característica superior de estos pueblos la constituía la gran
capacidad de alear metales, haciendo armas más fuertes y
resistentes que los romanos. Además, entre los pueblos germanos, el
10
La palabra “Ogro” deriva de Huno o Hungrio como se conocían a las huestes de
Atila
105

arma y el guerrero son inseparables, algo típico del futuro noble de


la Cristiandad.

Los acuerdos con los romanos


Salvo pueblos muy guerreros como los Vándalos o los Hunos, una
buena parte de los pueblos “bárbaros” hicieron acuerdos con el
gobierno romano. Uno de esos acuerdos era la HOSPITALIDAD
(Hospitalitas en latín), que aseguraba partir las tierras con los
residentes a cambio de servicios militares y respeto de las leyes
romanas. De esta manera los pueblos obtenían un FEUDO, es decir,
un tratado que permitía el asentamiento de los bárbaros en tierras
abandonadas o tierras de grandes dominios confiscados a los
propietarios romanos o propiedad del Estado. Generalmente los
tratados eran para defender las fronteras de otros enemigos peores.
Los orígenes de los invasores eran los siguientes:
§ PUEBLOS IRANIOS DE RAZA BLANCA:
 Procedentes de Asia central: Escitas, Sármatas y Alanos principalmente.
§ PUEBLOS ASIÁTICOS DE RAZA AMARILLA:
 Hunos, Turcos y Ávaros, provenían del extremo oriente, Asia Centro-oriental,
China y Mongolia
§ PUEBLOS GERMANOS DE RAZA BLANCA:
 Los Suevos: que arribaron en el año 400, y se instalaron en el oeste de España
y Portugal.
 Los Godos: que se dividieron en dos: Visigodos (godos del oeste), que se
instalaron en Francia y España; y los Ostrogodos (godos del este), que se instalaron en
Italia del norte.
 Los Vándalos: atravesaron España, permanecieron en el sur (en Vandalucía,
hoy Andalucía) y prosiguieron hacia África del Norte.
 Los Hérulos, llegados en el 400 también, permanecieron en Italia, que les fue
arrebatada por los ostrogodos en el 493.
 Los Burgundios y los Francos: se ubicaron en Francia.
 Los Sajones y los Anglos: invadieron Gran Bretaña y se mezclaron con sus
pobladores, los bretones.
 Los Lombardos: Llegaron posteriormente y se asentaron en Italia del norte,
sacando a los Ostrogodos.
Alarico, rey godo, en 410, y Genserico, vándalo, en 456, cayeron
sobre Roma. Odoacro, jefe de los hérulos, destituyó en 476 a
Rómulo Augústulo, que fue el último emperador romano en
occidente. Curiosamente, el mismo nombre que el primero de los
reyes romanos: Rómulo. El Imperio de Oriente logró resistir las
invasiones, y cayó recién en 1453. fue conocido como Imperio
Bizantino.
Estos pueblos germanos formarán reinos, algunos bastante prósperos, y
progresivamente se fueron convirtiendo al Cristianismo (algunos al
Arrianismo), lo que les permitió constituir estructuras estables: se les llamó
REINOS ROMANO-CRISTIANO-GERMÁNICOS, porque se mezclaron los
elementos culturales Romanos, los propios Germanos y constituyeron
106

países Católicos, lo cual dio como resultado la espléndida sociedad llamada


de la CRISTIANDAD.

LA PRIMERA ETAPA DE LA CRISTIANDAD (S. V


– S. X)
Muchos historiadores y escritores, desde aproximadamente el siglo XVI,
empezaron a referirse a la época comprendida entre los siglos V y XV con
el despectivo nombre de “Edad Media”, “Época medieval” o “Medioevo”.
Suponían que había sido una época oscura y decadente para el hombre. Sin
embargo, nada más erróneo: fue una época de esplendor de los valores
cristianos, y en la cual podemos decir que, con todas las imperfecciones de
los hombres, Cristo reinaba en las naciones. Como nunca hubo clérigos y
santos. Como nunca tantas almas buscaron la verdad en Dios. Todas las
cosas: sabiduría, ciencia, saber, etc; se pusieron al servicio de Dios, y del
fin al que todos los hombres estamos llamados: el de alcanzar la Salvación
Eterna.
La denominación en “edades” o “eras”, es fruto de las teorías de la
Evolución que suponen que la naturaleza y la inteligencia del hombre van
evolucionando y progresando con el paso del tiempo. Esa afirmación es
falsa desde todo punto de vista, ya que ambas, naturaleza e inteligencia,
han sido la misma siempre.
Si tomamos como criterio el pensamiento, no parece que un filósofo
actual sea mejor o superior a un Aristóteles o a un Santo Tomás de Aquino.
Eso no significa que haya apoyo en los conocimientos anteriores para
solucionar nuevos problemas.
Desde el ámbito de la técnica, tampoco. Los árabes del siglo X y los
chinos del siglo II eran superiores técnicamente a los pueblos americanos
del siglo XV, o a los mismos europeos de tal siglo. Los alejandrinos del siglo
III a.C. tenían un nivel técnico y tecnológico sorprendente. Ni hablar desde
el punto moral y ético, en los que hoy asistimos a una regresión
significativa.
Sin embargo, predomina en casi todos los libros de historia, la
despectiva denominación de “edad media”, que nosotros no usaremos,
dado que fue creada por los que sólo ven lo bueno del hombre en su
adelanto técnico, sin tener en cuenta los principios trascendentes dados al
hombre por Dios. Por eso nos referiremos a la época comprendida entre los
siglos V y XV como LA CRISTIANDAD, a la cual dividiremos en dos partes:
una entre el siglo V y X; y la otra desde el siglo X y XV. Más adelante
veremos las causas de tal división.

LOS REINOS ROMANO- GERMÁNICOS:


LOS GRANDES REINOS DE LOS VISIGODOS Y DE LOS
FRANCOS (S. VI - VIII)
Entre los Reinos, se pueden destacar, por su perdurabilidad, grandeza de
estructuras, y apego a las tradiciones cristianas, el Reino Visigodo, que
durará hasta la invasión Árabe en el 711, y el Reino Franco, que perdurará
107

a través de los siglos, transformándose luego en Imperio Carolingio, y


luego en el Reino de Francia.
Los demás reinos fueron:
REINO VÁNDALO: Reino muy guerrero, casi sin estructuras políticas,
fue fácilmente vencido por los Bizantinos en el año 534. Se negaron a ser
cristianos, y persiguieron duramente a éstos.
REINO LOMBARDO: Llegaron casi al mismo tiempo que los Bizantinos.
Sus reyes, reacios al Cristianismo (se convirtieron al arrianismo), fueron
muy feroces, y terminaron desapareciendo hacia el 750, destruidos por los
Francos y los Bizantinos.
REINOS ANGLOSAJONES: Llegan a Inglaterra en forma de migraciones
de comunidades libres, de tribus lideradas por un Jefe y una nobleza
militar. De a poco se irían formando reinos más poderosos que dominarían
a los demás. Fueron rápidamente convertidos y evangelizados.

EL REINO VISIGODO
Los Visigodos habían saqueado Roma en el 410. luego, por un Feudo, se
establecieron en el Sur de Francia, y fundaron un reino con capital en
Toulouse, que se extendió bastante hacia el sur.
Pero una derrota tremenda a manos de los Francos, los desplazó hasta
España, donde se enfrentaron a los Suevos, a los Vascos y a los Bizantinos.
Finalmente el rey Leovigildo, unificó políticamente el reino y estableció la
capital en Toledo.
De ser paganos, habían adoptado la herejía arriana. Eso convirtió a los
reyes visigodos en enemigos del Catolicismo.
En 586, entronizado el Rey Recaredo, éste se convierte al Catolicismo,
por obra del Obispo de Sevilla, San Leandro; por lo tanto todo sus súbditos
también se convirtieron. La legislación eclesiástica comenzó a ser aplicada
en sus menores detalles. Algunos sucesores fueron muy severos, como
Sisebuto (612-620).
Pero la grandeza católica de los Visigodos llega a su esplendor con los
sucesivos Concilios de Toledo, obras maestras de la legislación
eclesiástica. Los concilios nacionales y provinciales del Reino Visigodo se
transformaron con el correr del tiempo en fuente de consulta para la
liturgia, la disciplina y la práctica pastoral de la Iglesia.
En esos concilios sobresalió la obra del magnífico Obispo de Sevilla, San
Isidoro. Esta colección va a regir a la Iglesia española hasta la reforma
gregoriana.

San Isidoro de Sevilla, Obispo modelo y educador


El menor de los cuatro hijos de Severiano, funcionario imperial, todos los cuales fueron santos; fue Isidoro. Nació en Sevilla, donde la
familia se había refugiado de las invasiones godas. Huérfano muy pronto, el niño fue educado por los cuidados de su hermano y de su hermana
mayores, San Leandro y Santa Florentina. Ellos lo confiaron a un monasterio, donde inmediatamente se apasionó el escolar por las letras y la
teología.
Desde muy joven fue un arduo luchador contra la herejía arriana. Recaredo, hermano de San Hermenegildo, convencido por los milagros
que se realizaban en la tumba del príncipe mártir, pensó como unirse a la Fe católica. Para justificar a los ojos del pueblo este cambio, propuso
una controversia pública en la que serían demostradas la legitimidad y la superioridad del catolicismo. Esto fue el tercer Concilio de Toledo
bajo la presidencia de San Leandro. Con el rey y la reina, muchos dignatarios y los obispos arrianos abjuraron la herejía, arrastrando consigo a la
masa del pueblo godo.
Isidoro entró entonces al claustro para consagrarse allí a la oración, a la penitencia y al estudio. De allí salió para suplantar a su hermano en
la Sede de Sevilla.
Isidoro, que había fundado ya en su ciudad un colegio para la educación de jóvenes clérigos, decidió que se abriera un colegio en cada
diócesis de Hispania (futura España).
El relato de sus últimos días, revela su alma de santo: “ sintiendo aproximarse su fin, multiplicó sus limosnas con tal profusión que durante
los últimos meses de su vida se vio acudir a él, de todos lados, una muchedumbre de pobres desde el amanecer hasta el anochecer. Algunos
días antes de su muerte llamó a dos obispos, Juan y Eparquio, fue con ellos a la Iglesia, seguido de su clero y del pueblo. En medio del coro, uno
de los obispos puso sobre él un cilicio, y el otro ceniza. Isidro, levantando las manos al cielo, oró, se encomendó a las oraciones de los
108

asistentes, en alta voz pidió perdón de sus pecados; luego recibió de manos de los obispos el Cuerpo y la Sangre de Cristo; en fin, les perdonó a
sus deudores sus obligaciones, y distribuyó entre los pobres todo el dinero que le quedaba. De retorno en su casa, expiró apaciblemente el 4 de
abril de 636” (Cellier, Histoire générale des auteurs sacrés et ecclésiastiques ).
Conocido por ser un gran erudito y enciclopedista, extraordinariamente inteligente, de un estilo claro y rápido. Tuvo el mérito de preparar la
transmisión a sus contemporáneos y a las generaciones futuras de los que él había aprendido en los clásicos griegos y romanos y los Santos
Padres (Daniel-Rops, L’Eglise des temps barbares , p. 367, 446). Fue nombrado Doctor de la Iglesia en 1722.

Pero no todo fue orden dentro del Reino Visigodo. Los enemigos del
cristianismo comenzaron a intrigar entre dos herederos de la Corona, que
deberían suceder al rey Witiza. Los pretendientes eran: Akhila y Rodrigo.
Los consejeros del primero, a los que no les importaba el reino, llamaron a
los árabes para luchar, y les abrieron las puertas para que destruyeran el
reino Visigodo. La derrota de la Batalla de Janda (711), dio el mando al
árabe Al- Tarik, que tomó la península. Casi ocho siglos tardará la España
Visigoda católica en reconquistar los territorios de los Árabes, que
comenzarían a invadir el mundo Cristiano.

EL REINO FRANCO
El caso del Reino Franco es muy particular. A fines del siglo V, llegados
del norte del río Rhin, penetraron por territorios de la actual Francia hasta
encontrarse con pueblos Burgundios y Turingios. Su rey, Clodoveo, fue
convertido tempranamente al Catolicismo (a fines del siglo V), y desde allí
contó con el apoyo de los Obispos y del Papado de Roma. Pronto derrotaron
a los Visigodos, echándolos a España (507).
El Bautismo de Clodoveo : La historia de los Francos cuenta que en el momento en que el Santo Padre bautizó al Rey
Clodoveo luego de su conversión al Catolicismo, sucedió un prodigio: una paloma trajo del Cielo una ampolla, conteniendo el
óleo consagrado que, mezclado con el agua, había servido para el Bautismo de Clodoveo. Ese óleo será mezclado con el
Crisma que se usará en la Unción Real de todos los reyes posteriores de Francia. El último Rey con que se la usó fue Luis XVI,
ya que fue destruida en 1793 por los miembros de la Revolución Francesa.
Ese óleo les daba poder de sanación. Por eso se llamó a los reyes franceses, “Reyes Taumaturgos” (taumaturgo es el que
cura con la imposición de las manos).
La conversión de Clodoveo tuvo una inmensa resonancia: era el primer
monarca germánico que abrazaba el catolicismo. La Iglesia merovingia,
tras el bautismo de Clodoveo, emprendió la evangelización de las tribus
francas, una tarea que exigió largo tiempo y se prolongó hasta mediados
del siglo VII. En esta labor destacaron varios obispos de la Galia (así se
suele llamar a Francia), entre los cuales el más famoso fue San Amando
(594-684), apóstol de Bélgica y del norte francés.
La organización del Reino Franco era la de un Rey con gran poder, y
una Gran Corte de Notables o Nobles (llamados leudes). Dentro de estos
Nobles se destacaban los Duques (del Latín Dux, “conductor”),
comandantes del ejército; y los Hombres de Palacio, es decir, personas de
gran confianza del Rey. El resto eran campesinos y guerreros.
Los sucesores de Clodoveo, constituirán una dinastía nueva: los
Merovingios, que conquistarán todo el Sur de Francia (derrotaron a los
Burgundios), luego a Italia, y después al Sur de Alemania. Todo esto hizo de
los territorios francos un gran Imperio, el mayor de toda Europa.
Pero los Merovingios se disolvieron en disputas entre familiares. Esta
situación fue aprovechada por el grupo de los Hombres de Palacio, cuyo
líder, Pipino de Heristal, tomaría el reino en 714, fundando la dinastía de
los Carolingios.

LA EVANGELIZACIÓN Y CIVILIZACIÓN DE EUROPA


109

Los encargados de evangelizar y también civilizar a los pueblos bárbaros


transmitiendo las costumbres romanas, fueron los monjes. La palabra
“monje” deriva del latín monachus que significa “solitario” 11. En tiempos de
N. S. Jesucristo bajaron del Monte Carmelo de Palestina los “Carmelitas”,
orden religiosa muy conocida en nuestros tiempos. San Juan Bautista
también se retiró al desierto a orar y hacer penitencia, lo cual fue hecho
también por Nuestro Señor.
Fue San Pablo el Ermitaño quien comenzó a poner en práctica normal el
retiro a los desiertos. Imitado por San Antonio Abad y San Atanasio, pronto
se crearon verdaderas comunidades monacales, cuyos integrantes son
conocidos como “Padres del Desierto”. San Martín de Tours extendió los
monasterios por España, Gran Bretaña y la Galia.
Sin embargo la figura máxima es San Benito de Nursia, padre del
monacato occidental. Harto de ver la vida relajada que se llevaba en Roma,
decide abandonarlo todo e irse a las montañas a hacer penitencia. Pero su
fama de santidad fue tan grande que no pudo evitar que lo siguiera un gran
número de discípulos. Por eso decidió organizarlos en trece Monasterios,
con escuelas monacales para niños, de los cuales el más importante fue el
de Montecasino, en el Norte de Italia.
La vida del monje ha sido siempre muy dura, dado que deja el mundo
para entregarse totalmente a Dios a través del trabajo, la oración y la
penitencia. Hacían los tres votos de pobreza, castidad y obediencia. El
lema de la orden Benedictina (la de San Benito) era “ORA ET LABORA”, es
decir, “ora y trabaja”. El santo también creó una Regla, especie de estatuto
que contenía todo lo concerniente a la vida del monje, y era una guía tanto
para los monjes como para los superiores. Esta regla, si bien inspirada en
otras reglas de santos anteriores a San Benito, como San Pancomio y San
Agustín, debe su redacción al santo de Nursia. Fue el modelo de todas las
órdenes religiosas de monjes que aparecieron con posterioridad.
Por eso se llama al conjunto de los que viven en los monasterios Clero
Regular (proviene del latín Regula, “regla”), dado que viven retirados y
sometidos a una regla, en oposición al Clero Secular (del latín Seculum,
“siglo” o “mundo”), que son los clérigos y curas comunes, que viven “en el
siglo” o “en el mundo”.
Todo monasterio estaba dirigido por un Abad o Prior, al que se debía
obediencia irrestricta. Veamos qué decía San Benito en su regla sobre las
clases de monjes y las funciones de cada uno en el monasterio:
ESCUCHA, hijo, los preceptos del Maestro, e inclina el oído de tu corazón […] En todo tiempo, pues, debemos obedecerle
con los bienes suyos que Él depositó en nosotros, de tal modo que nunca, como padre airado, desherede a sus hijos, […]
Es sabido que hay cuatro clases de monjes. La primera es la de los cenobitas, esto es, la de aquellos que viven en un
monasterio y que militan bajo una regla y un abad.
La segunda clase es la de los anacoretas o ermitaños, quienes, después de una larga probación en el monasterio
aprendieron a pelear contra el diablo […] para la lucha solitaria del desierto […] contra los vicios de la carne y de los
pensamientos.
La tercera, es una pésima clase de monjes: la de los sarabaítas. Éstos […] guardan en sus obras fidelidad al mundo, y
mienten a Dios con su tonsura. […] Su ley es la satisfacción de sus gustos: llaman santo a lo que se les ocurre o eligen, y
consideran ilícito lo que no les gusta.
La cuarta clase […] es la de los giróvagos, que se pasan la vida viviendo en diferentes provincias, hospedándose tres o
cuatro días en distintos monasterios. […] Son esclavos de sus deseos y de los placeres de la gula, y peores en todo que los
sarabaítas.

COMO DEBE SER EL ABAD

11
De allí derivan términos como monacal, monacato, monasterio, monástico,
Mónaco, Mónica, entre otros.
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Un abad digno de presidir un monasterio […] hace las veces de Cristo en el monasterio, puesto que se lo llama con ese
nombre, según lo que dice el Apóstol: "Recibieron el espíritu de adopción de hijos, por el cual clamamos: Abba, Padre".
Recuerde siempre el abad que se le pedirá cuenta en el tremendo juicio de Dios de estas dos cosas: de su doctrina, y de la
obediencia de sus discípulos. Y sepa el abad que el pastor será el culpable del daño que el Padre de familias encuentre en sus
ovejas.
No disimule los pecados de los transgresores, sino que, cuando empiecen a brotar, córtelos de raíz en cuanto pueda […] a
los malos, a los duros, a los soberbios y a los desobedientes reprímalos en el comienzo del pecado con azotes y otro castigo
corporal, sabiendo que está escrito: "Al necio no se lo corrige con palabras",
La orden de San Benito (“Benedictinos”) tuvo un gran auge hasta el siglo
XII en Italia, Francia, Alemania, Gran Bretaña, Irlanda, etc. Varios Papas y
numerosos obispos salieron de sus filas. En ellos floreció el canto
religioso que ellos mismos practicaban diariamente. Desarrollaron un
papel importantísimo en la evangelización de Europa que veremos
posteriormente.

TRABAJO TEÓRICO- PRÁCTICO: DOCUMENTO: LA REGLA DE SAN BENITO


(Fragmento)

LOS INSTRUMENTOS DE LAS BUENAS OBRAS


1. Primero, amar al Señor Dios con todo el corazón, con mismo;
toda el alma y con todas las fuerzas; 43. En cambio, sepa que el mal siempre lo ha hecho él, e
2. Después, al prójimo como a sí mismo. impúteselo a sí mismo.
3. Luego, no matar; 44. Temer el día del juicio,
4. No cometer adulterio, 45. Sentir terror del infierno,
5. No hurtar, 46. Desear la vida eterna con la mayor avidez espiritual,
6. No codiciar, 47. Tener la muerte presente a los ojos cada día.
7. No levantar falso testimonio, 48. Velar a toda hora sobre las acciones de su vida,
8. Honrar a todos los hombres, 49. Saber de cierto que, en todo lugar, Dios lo está
9. No hacer a otro lo que no quiere para sí. mirando.
10. Negarse a sí mismo para seguir a Cristo. 51. Guardar su boca de conversación mala o perversa,
11. Castigar el cuerpo, 52. No amar hablar mucho,
12. No entregarse a los deleites, 53. No hablar palabras vanas o que mueven a risa
13. Amar el ayuno. 54. No amar la risa excesiva o destemplada.
14. Alegrar a los pobres, 55. Oír con gusto las lecturas santas,
15. Vestir al desnudo, 56. Darse frecuentemente a la oración,
16. Visitar al enfermo, 57. Confesar diariamente a Dios en la oración, con
17. Sepultar al muerto. lágrimas y gemidos, las culpas pasadas,
18. Socorrer al atribulado, 58. Enmendarse en adelante de esas mismas faltas.
19. Consolar al afligido. 59. No ceder a los deseos de la carne, […]
20. Hacerse extraño al proceder del mundo, 61. Obedecer en todo los preceptos del abad, aun cuando
21. no anteponer nada al amor de Cristo. él - lo que no suceda - obre de otro modo, acordándose de
22. No ceder a la ira, aquel precepto del Señor: "Hagan lo que ellos dicen, pero
23. No guardar rencor. no lo que ellos hacen".
24. No tener dolo en el corazón, 62. No querer ser llamado santo antes de serlo, sino serlo
25. No dar paz falsa. primero para que lo digan con verdad. […]
26. No abandonar la caridad. 64. Amar la castidad,
27. No jurar, no sea que acaso perjure […] 65. No odiar a nadie,
29. No devolver mal por mal. 66. No tener celos,
30. No hacer injurias, sino soportar pacientemente las que le 67. No tener envidia,
hicieren. 68. No amar la contienda,
31. Amar a los enemigos. 69. Huir la vanagloria.
32. No maldecir a los que lo maldicen, sino más bien 70. Venerar a los ancianos,
bendecirlos. 71. Amar a los más jóvenes.
33. Sufrir persecución por la justicia. 73. Reconciliarse antes de la puesta del sol con quien se
34. No ser soberbio, haya tenido alguna discordia.
35. Ni aficionado al vino, 74. Y no desesperar nunca de la misericordia de Dios. […]
36. Ni glotón
37. Ni dormilón,
38. Ni perezoso,
39. Ni murmurador,
40. Ni detractor.
41. Poner su esperanza en Dios.
42. Cuando viere en sí algo bueno, atribúyalo a Dios, no a sí
CUADERNILLO DE HISTORIA
2º Año
MODO DE ORAR: Si cuando queremos sugerir algo a hombres poderosos, no osamos hacerlo sino con humildad y
reverencia, con cuánta mayor razón se ha de suplicar al Señor Dios de todas las cosas con toda humildad y pura devoción. […]
MODO DE DORMIR: Duerman vestidos, y ceñidos con cintos o cuerdas. […]
DEL SERVIR: Sírvanse los hermanos unos a otros, de tal modo que nadie se dispense del trabajo de la cocina, […] porque
de ahí se adquiere el premio de una caridad muy grande. […]
DE LA BEBIDA: Aunque leemos que el vino en modo alguno es propio de los monjes, […] convengamos al menos en no
beber hasta la saciedad sino moderadamente, porque "el vino hace apostatar hasta a los sabios". […]
VESTIDO: Por nuestra parte, sin embargo, creemos que en lugares templados a cada monje le basta tener cogulla y túnica
(
la cogulla velluda en invierno, y ligera y usada en verano), un escapulario para el trabajo, y medias y zapatos para los pies. No
se quejen los monjes del color o de la tosquedad de estas prendas, sino acéptenlas tales cuales se puedan conseguir en la
provincia donde vivan, o que puedan comprarse más baratas […]

San Gregorio Magno, un gran Papa (540-604)

Fue un Papa providencial en una de las épocas más agitadas de la


historia: la evangelización de Europa.
Muy de joven, San Gregorio dejó sus cargos mundanos para ingresar en
la orden benedictina. Fue elegido Papa en el 590, hubo que insistirle para
que aceptara, dada su gran humildad. Su pontificado ha sido uno de los
más esplendorosos de la historia. Impulsó la propagación de la fe,
principalmente en Inglaterra. Promovió la vida monástica, reformó el clero,
organizó la liturgia y formó la “schola cantorum” romana, origen del Canto
Gregoriano. Él fue, junto al Papa San Dámaso, quien dio forma definitiva
al Canon de la Misa. El Canon es el conjunto de oraciones que preparan,
producen y rodean a la Consagración en el Sacrificio de la Misa.
Se cuenta que habiendo afligido una epidemia a Roma, por la cual
morían con sólo estornudar, San Gregorio implementó la costumbre de
decir tras el estornudo la palabra “Ave”, haciéndoles cruces sobre la boca.
De esta manera curaban. Otra vez, dado que una feligresa no creía en la
presencia real de Cristo en la Hostia, ésta se hizo carne visiblemente al
serle dada la Comunión.
Siguió siendo aún de Papa muy humilde, y se distinguió por el cuidado y
amor a los pobres, con los que almorzaba y cenaba muchas veces.

LA SOCIEDAD DE LA ÉPOCA DE LA CRISTIANDAD


La sociedad de estos siglos era una sociedad naturalmente ordenada.
Lejos de la utopía del igualitarismo moderno, prevalecía la jerarquía y el
orden. Cada sector social era llamado “estatuto” o “estamento”. Según
este ordenamiento, cada uno de ellos cumplía una función diferente, a
consecuencia de lo cual, poseían obligaciones y derechos distintas.
Semejante a un cuerpo, en el cual cada órgano cumple una función distinta,
y cada uno está compuesto de tejidos diversos, más delicados si su función
es delicada (como el cerebro, que se asemeja al gobierno); más fuertes si
su tarea es la resistencia (como los huesos). De igual manera, cada órgano
debe ser irrigado por el torrente sanguíneo de diferente manera (eso serían
las riquezas), sin que ninguna se quede sin sangre, pero tenga lo suficiente
para su buen funcionamiento. El gobierno será tanto mejor cuanto asegure
el buen funcionamiento de todo el cuerpo social, el cual depende de que
cada órgano funcione como debe. Ése es el fin del gobernante: el BIEN
COMÚN.
En la sociedad de la Cristiandad, organizada según estos principios,
todos tenían garantizados los derechos naturales propios de todo hombre:
derecho a nacer, a tener sustento, a elegir el estado, a recibir los

111
CUADERNILLO DE HISTORIA
2º Año
Sacramentos. Pero los demás derechos dependían y nacían de las
obligaciones que se cumplían. A mayor cantidad e importancia de las
obligaciones, mayores derechos. Así, cada sector social era dependiente del
otro, y todos eran necesarios e imprescindibles. Por eso existían vínculos
personales, que ampliaremos cuando veamos vasallaje.
En la sociedad regida por el Estatuto, la base de la transmisión de los
conocimientos propios de cada oficio era la Familia, soporte de la sociedad.
Por eso los oficios y ocupaciones eran HEREDITARIOS, ya que el niño y el
joven eran formados por sus padres. Ya distinguiremos en cada estamento
el modo de vida.
Los estatutos de la Cristiandad eran, según los escritos del monje
Adalberón de Laón, del siglo X, los siguientes:
1) “Los que Oran” “Oratores” - (Corresponde al Clero): eran los que
tenían la función de Salvar las almas, entregando a todos los
Sacramentos necesarios. Además eran los encargados de la
educación de la población. Por eso eran insustituibles. Como bien se
sabía en esta época, que lo espiritual que no muere es superior a lo
temporal que pasa, les correspondía el primer lugar en la jerarquía
social. Ya distinguimos entre el Clero Secular y el Clero Regular.
2) “Los que guerrean” - “Bellatores” – (Corresponde a la Nobleza):
eran los encargados de gobernar y defender la comunidad,
organizándola políticamente. La nobleza era un estatuto que poseía
grandes obligaciones, y por lo tanto le correspondía mayor cantidad
de derechos. El noble debía practicar antes que nadie el espíritu
caballeresco. Por eso es tan conocida la frase “nobleza obliga”.
Podíamos distinguir entre la Alta Nobleza (reyes, príncipes,
notables), y Baja Nobleza (hidalgos, segundones, caballeros
menores).
3) “Los que trabajan” – “Laboratores” –(Sector amplio que abarcaba a
los que trabajaban manualmente: Campesinos y artesanos en
principio): Eran los encargados de producir los alimentos y
productos necesarios para la comunidad. Dado que sus obligaciones
eran menores, también los eran sus derechos. Al contrario que en la
época moderna, el trabajo manual era considerado de menor
jerarquía que los demás que requerían más instrucción y eran
mucho más delicados (como gobernar, educar, administrar, salvar
las almas, etc.) Los artesanos merecen un tratamiento aparte. Entre
los campesinos podíamos distinguir los Campesinos comunes y los
Siervos (según dependieran más o menos del Señor).
Como podemos ver, ninguno podía existir sin el otro, porque si no había
sacerdotes, nadie puede transmitir la Gracia de Dios y ser fuente de la
educación; sin nobles, quedarían sin gobierno y a merced de cualquier
pueblo vecino que los invada o domine; y sin trabajadores, no se conseguía
el alimento ni el vestido.

LA ECONOMÍA DESDE EL SIGLO VI HASTA EL SIGLO X:


EL SEÑORÍO
Al hablar de la economía de la época de la Cristiandad, muchos suelen
hablar de “atraso” o de “precariedad”. Eso sucede cuando analizamos las
cosas desde nuestro siglo XXI, con todos los avances tecnológicos que

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CUADERNILLO DE HISTORIA
2º Año
hacen la vida mucho mejor, y generan una situación de abundancia de
alimentos.
Sin embargo, en varias cosas nos aventajaba la economía de la
Cristiandad: en primer lugar, la distribución era mucho más equitativa que
ahora, por lo cual había hambrunas, pero por falta de alimentos. Hoy la
cantidad de hambrientos es mucho mayor, y en un mundo en el cual los
alimentos sobran, pues los rendimientos agrícolas son espectaculares con
las nuevas técnicas. En segundo lugar, la causa de que la distribución haya
sido mejor tiene que ver con esto: poco era el comercio en la Europa de los
caballeros, y no estaba permitida la USURA, es decir, el préstamo a interés.
Hoy, las grandes redes bancarias son las que manejan toda la economía del
mundo, por eso se da la sorprendente situación del hambre en la
abundancia.

La economía de la Cristiandad estaba destinada a la SUBSISTENCIA, no


al enriquecimiento personal. Toda la producción estaba sujeta a la TIERRA.
La tierra pertenecía a los nobles, pero no en carácter de propiedad como
ahora. El noble disponía de las tierras, pero como no las trabajaba, debía
sostener familias de trabajadores a los que no podía echar a su antojo. El
campesino libre podía, si quería, cambiar de señor, pero no el siervo, al
cual no se lo podía echar de la tierra por capricho. No se podían usar las
tierras para especular, porque normalmente no se vendían y compraban
por dinero, sino que se conquistaban o se heredaban. También los Obispos
podían llegar a tener tierras de dos maneras: por donación de algún rey o
porque uno de los abades era noble. Con el viejo derecho romano, se
llegaron a comprar algunas tierras, pero la costumbre se fue perdiendo
hacia el siglo IX.
Podemos distinguir dos tipos de propiedades agrícolas en los siglos VI-X:
el SEÑORÍO, y las COMUNIDADES DE CAMPESINOS INDEPENDIENTES.

a) El SEÑORÍO: Conjunto de tierras de unas 20.000 Ha de superficie,


que generalmente estaban manejadas por Señores (Nobles) o Abadías de
monjes. Recibe el nombre de Señorío, Gran Dominio, o Villa, según la
región. Estaba dividido en 3 partes:
 La Reserva, o Manso Dominical: Zona principal del
Dominio. Era donde habitaba el Señor y donde tenía sus tierras. Allí se
encontraban todos los talleres artesanales, establos y habitaciones de
los siervos del Señor. En el caso de que fuera un Dominio eclesial, la
reserva era el Monasterio y las tierras que trabajaban los monjes.
 Los Mansos: Eran las propiedades de los campesinos que
dependían del Señor o el Abad. Más adelante se las conocerá con el
nombre genérico de Feudo. Eran trabajadas por campesinos libres o
siervos, pero bajo dependencia del señor a quien debían pagar un
tributo en especie (parte de la cosecha), por la protección y
administración. Los siervos debían realizar trabajos adicionales en la
Reserva.
 Los Bosques y Pastos: Las tierras de pastoreo, para
conseguir madera o animales de caza, entre otras cosas; eran de uso
común.

b) Las COMUNIDADES DE CAMPESINOS LIBRES: Eran tierras de


campesinos libres, agrupados en tribus o clanes que tenían sus propias
tierras, sin depender de ningún Señor. Sin embargo, estaban más
expuestos a invasiones, porque no tenían protección de los nobles. Eran

113
CUADERNILLO DE HISTORIA
2º Año
muy escasas, y sólo se han conocido por testimonios indirectos e
investigaciones recientes.

EL IMPERIO CAROLINGIO: LOS COMIENZOS DEL


FEUDALISMO
El reino de los Francos, liderado por los Hombres de Palacio, va a tener
un desarrollo diferente del de los Merovingios. Pipino de Heristal,
reunificará el reino, y será durante la regencia de su hijo, Carlos Martel,
que se logrará una Providencial gloria para el Reino. El rey era Childerico
III.
LA BATALLA DE POITIERS (732): Aunque hoy nos parezca una batalla más, esta lucha, liderada providencialmente por
los soldados francos, evitó el avance musulmán por Europa, que ya había hecho caer a España.
Valiente lucha por la defensa de la Cristiandad lideró este rey católico, que estuvo al frente de las tropas, y que peleó con
decisión. Vale la pena decir que el Título que el Papa le entregara luego, no sería inmerecido: “Defensor de la Cristiandad”.
Luego de algunas peleas por el gobierno de Francia, éste cayó en manos
del hijo de Carlos, Pipino el Breve, quien entre otras cosas, destronó al
rey Childerico que no era más que una figura, y se hizo coronar “Rey de los
Francos” en el 751. el Papa le dio tal potestad. Hizo una alianza con el
Papado, y fue ungido por el Sumo Pontífice.
Su reino cayó providencialmente en uno de sus hijos, Carlos, llamado
más adelante Carlomagno.

LAS INVASIONES DEL SIGLO IX-X: Por esa época, se dieron en Europa una serie de invasiones del exterior, entre las
cuales cabe nombrar la de los Normandos o Vikingos a Francia (Bretaña) e Inglaterra, los Húngaros al Este europeo, Italia y
Francia; los Sarracenos al Sur de Italia, etc.
Todo esto dio más de vivir a los nobles guerreros cristianos, y más trabajo a los misioneros católicos.

LOS ICONOCLASTAS: LA GUERRA A LAS IMÁGENES


Luego de haber sufrido bastante por la herejía de los Monotelitas
(similar al monofisismo), otra herejía vino a agitar las aguas del Imperio
Bizantino. Cuando llegaron al poder los emperadores de la dinastía Isauria,
de origen sirio: León III (714-741), Constantino Coprónimo (741-775) y
Nicéforo I (802-807); toda una serie de influencias hebreas y musulmanas
entraron a la corte bizantina. De allí se originaron los Iconoclastas.
Sostenían éstos que de ningún modo se deben venerar las sagradas
imágenes, y no sólo las despreciaban, sino que las destruían. Cada Iglesia
que caía en sus manos era despojada y destruida, sin contar las crueldades
que cometían contra los cristianos.
Cuando subió al trono la emperatriz Irene, rogó al Papa Adriano I que
convocara a un Concilio. Éste se celebró en el 786, y se llamó Niceno-
Constantinopolitano, ya que las sedes fueron las ciudades de
Constantinopla y Nicea. Los 350 obispos presentes junto al Sumo Pontífice
condenaron a los iconoclastas y aprobaron como práctica recomendable el
uso de imágenes para el culto y también en las calles públicas.

El gobierno era dirigido por el Emperador, cuyo poder era bastante más amplio
que en Occidente.

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CUADERNILLO DE HISTORIA
2º Año
LA SEGUNDA ÉPOCA DE LA
CRISTIANDAD
(Siglos X – XV)
EL FEUDALISMO EN EUROPA OCCIDENTAL (S. X–S. XIII)

El sistema Feudal: Definición y características


En algunas sociedades que hemos visto anteriormente, se dieron algunas
características de lo que se llama “Feudalismo”: establecimiento de
costumbres, carácter hereditario de feudos y cargos, conexión entre poder
guerrero, nobleza y tierra, etc.
Sin embargo, el feudalismo europeo tuvo una diferencia: fue
transformado por el Cristianismo. Ello le dio características nuevas y
diferentes, pero sobre todo le otorgó perdurabilidad, pues fue un sistema
que duró casi ocho siglos.
Podemos llamar “Feudalismo” al sistema de ordenamiento jurídico,
político, social y económico de Europa nacido en el siglo X, y basado en las
leyes del Cristianismo: respeto del orden y la jerarquía, concepción de la
sociedad dividida según la función en órdenes estatutos (cada estatuto
posee una función social diferente), presencia de la moral caballeresca, y
economía de subsistencia ligada a la tierra.
En cada uno de los territorios de Europa, el feudalismo se dio de manera
diferente: cambian los nombres de los cargos, o las funciones, o el régimen
de propiedad, etc. Pero la base era la misma, pues el Cristianismo era
común a todas las sociedades de la Europa de la Cristiandad.

EL VASALLAJE

Era un vínculo recíproco entre una persona de una jerarquía mayor


(SEÑOR) y uno de jerarquía menor (VASALLO). No necesariamente uno era
noble y el otro campesino, como se cree habitualmente. Podía ser entre dos
nobles, entre dos terratenientes, entre un Obispo y un Sacerdote, o entre
un Abad y un Monje. Siempre el Señor es el de mayor jerarquía y el Vasallo
el de menor. El acto de sumisión se hacía con una ceremonia:
 El vasallo se arrodilla a los pies del Señor, y pone sus manos
entre las de él. (Homenaje)
 Se realiza el ósculo de paz, que era un beso (inclinación mutua
hacia los costados) de fidelidad y respeto, como el ósculo de la misa.
(Ósculo)
 Ante las Reliquias de un Santo, el vasallo jura fidelidad a su
Señor, y éste le concede la investidura del Beneficio o Feudo que le
entregara a cambio. Generalmente se simbolizaba con un poco de
tierra o un estandarte. (Investidura)
Deberes Recíprocos: Los deberes y los derechos correspondían a
ambos, y unos complementaban a los otros.
Los deberes del Señor eran: Dar al vasallo armadura, y medios para
subsistir él y toda su familia; dar un Beneficio, que comúnmente era
llamado “Feudo”, y que consistía en territorios, parcelas de tierra,

115
CUADERNILLO DE HISTORIA
2º Año
funciones o cargos administrativos; además de brindar protección en todo
sentido y garantizar la recepción de todos los Sacramentos.
Los deberes del Vasallo eran: Prometer fidelidad, dar “Servicium”, es
decir, aparecer en la corte y el tribunal del señor para dar consejo
(Consilium), y ayuda militar, que era proporcional al feudo.
Generalmente en un territorio se creaban redes de vasallaje, cuya cúspide estaba liderada por un rey, al cual
rendían vasallaje todos en orden decreciente. Así se formarán los famosos Reinos Feudales . El reino feudal tiene
la característica de tener el poder disperso y localizado, ya que dentro de cada feudo, la ley y las costumbres las
legislaba el señor local, no el rey.
Los reinos feudales más famosos fueron los de Francia y el Sacro Imperio Romano Germánico.

LA VIDA SOCIAL EN LA SEGUNDA ÉPOCA DE LA


CRISTIANDAD
La Nobleza: Recordemos que los nobles son ante todo guerreros. Así
han obtenido su fama, y así van a seguir por tradición familiar, salvo que su
honor se vea manchado de una manera tal que se retiren sus privilegios.
También van a dedicarse al gobierno.
Pero hay que hacer una aclaración: solamente el hijo mayor es el que
hereda el prestigio y la orden de caballería para transformarse en el
sucesor de la familia. Es quien generalmente contrae matrimonio, y como
el patrimonio no se divide, le corresponde a él en su totalidad a la muerte
de su padre. La madre es la encargada de transmitirle el conjunto de
principios fundamentales del noble, por eso la mujer cristiana cumple una
función delicadísima: es la nodriza del caballero, a quien más estima se le
tendrá, y cuyo honor tendrá que mantener incólume.
El resto de los hijos podía optar por el sacerdocio (generalmente el
monacato), o transformarse en Caballero Andante o Errante, en busca de
aventuras y guerra. En España se llamaban Fijos d’algo (Hijos de algo =
hidalgos) a estos nobles de “segunda”.
Hay que eliminar una imagen que falsos historiadores han construido: el
noble no es una persona que vive en la abundancia. Tiene lo que necesita
conforme a su oficio. No es un explotador de los campesinos, sino que es el
administrador, y quien conoce lo suficiente como para ejercer el oficio de
las armas: general, estratega, etc. Además, es el más valiente de todos. El
noble, no va a la guerra en un carro suntuoso. Combate a caballo en la
línea principal. Ha habido enorme cantidad de casos de reyes que, por su
tremenda bravura y valentía, han combatido hasta el límite de la
imprudencia, llegando a morir en batalla.
El rey vive en el castillo, junto con su corte. Recordemos que hasta que
los reyes no sean corrompidos por el dinero, no va a haber palacios de
fastuosos, sino que eran fortalezas de guerra, principalmente.
Los nobles más importantes además del Rey son los Príncipes (hijos del
Rey), los Duques, los Condes y los Marqueses. Nobles de menor jerarquía
son los Barones, que posteriormente conformarán una nobleza que no es de
nacimiento ni por mérito: se debe al enriquecimiento personal por tareas
como el comercio y el préstamo.
La caza era otra de las actividades preferidas de los nobles de Europa
cristiana.

Los Villanos: Entre la gente que no pertenecía a la nobleza, ni hacía


votos religiosos, se encontraban dos tipos, preferentemente en las Villas, o
feudos nobles: Libres y Siervos. La libertad radicaba en la posibilidad de

116
CUADERNILLO DE HISTORIA
2º Año
abandonar a su señor o no. Muchas causas eran justificativas de esto:
dependencia por injurias, por familia o por delitos. Los campesinos
llevaban una vida muy dura, pero no era menos dura la vida del noble (que
además de estar en las cuestiones del gobierno, debe estar preparándose
para la guerra, para las relaciones con los otros reinos, etc.), o la de los
monjes, que vivían adscriptos a ayunos y reglas monásticas (volvamos a
leer la Regla de San Benito).
La vida en la época de la Cristiandad era dura en sí, no porque no
hubiera capacidad para hacerla mejor, sino que en todos estaba la sana
idea de que la vida es algo pasajero, que la que importa realmente es la
“otra”, y que hacerse esclavo de las cosas “del mundo” no era buen
negocio, porque uno al morir lo único que se lleva es la fe del alma y los
pecados cometidos en vida. Por eso, antes de emitir juicios sobre esta
época, miremos sus concepciones más profundas, para comprenderlos.
Nadie se atrevería hoy, conociendo realmente al hombre de la época de la
cristiandad, a considerarlo como alguien inferior o menos “evolucionado”
que el hombre actual, esclavo de las cosas, preso de sus más bajos
instintos, y con la soberbia suficiente como para creerse el centro de la
Creación y negar a Dios.
Los Artesanos: La artesanía se organizó por oficio en los llamados
Gremios o Cofradías, de las cuales hablaremos más adelante, en la
siguiente etapa, pero no eran tantos como lo van a ser en la Modernidad.

Los Burgueses

Hacia el siglo XII empieza a surgir un personaje mal considerado por la


sociedad cristiana: el burgués. Como recordaremos, el comercio
especulativo (el que no busca sino revender un producto que no tiene
utilidad primordial para la sociedad, ej: artículos de lujo) no era
considerado como un trabajo productivo, ya que el especulador busca sólo
la reventa, que es una especie de interés, que resulta de la compra de un
objeto a un precio para revenderlo a uno mucho mayor. Esta ganancia,
además era prestada a interés. Por lo tanto, de comerciante se transforma
en Prestamista, o usurero. Esta actividad fue repetidamente condenada por
el Magisterio de la Iglesia. Éstas son las actividades que caracterizan al
burgués.
La palabra burgués proviene del germánico antiguo Bŭrgs, que significa
“ciudad pequeña”, “fuerte”, dado que el lugar donde habita el burgués es
la ciudad. El burgués prefiere la ciudad, donde puede llevar mejor sus
negocios. Es el enamorado del mundo. Para él la castidad, la pobreza, el
ayuno y las restricciones de esta vida, y la esperanza en la vida eterna;
eran algo vacío, sin sentido. Su única riqueza la constituye el dinero, que
con el tiempo transformarán en instrumento de poder.
El fundamental interés de los burgueses va a ser instalar en la
mentalidad de la sociedad que el dinero sea la medida de todas las cosas, y
que las actividades de los prestamistas sean vistas como algo natural y
normal. Cuando logren poder, con el paso de los siglos, la burguesía se
convertirá en la principal enemiga de los “privilegios” del Clero y de la
Nobleza, queriendo igualarse en sus derechos, pero no en sus obligaciones.
Todos los movimientos revolucionarios de los siglos siguientes serán
encabezados por la burguesía, ya convertida en el “Poder del Dinero”.

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CUADERNILLO DE HISTORIA
2º Año
LOS REINOS FEUDALES Y LA RECONQUISTA ESPAÑOLA
(S. X- S. XIII)
Entre los reinos feudales vamos a destacar tres: el Sacro Imperio
Romano Germánico, Francia e Inglaterra. Luego nos referiremos a la
enorme y grandiosa empresa de la Reconquista Española de la invasión
árabe.

EL SACRO IMPERIO ROMANO- GERMÁNICO

Después del Tratado de Verdún, la Casa carolingia siguió gobernando,


formándose 5 grandes Ducados: Suabia, Baviera, Lorena, Franconia y
Sajonia. Un rey de la Casa de Sajonia, Otón I el Grande, tomó posesión del
poder y unificó los 5 ducados, apoyándose en la autoridad de los Obispos, y
aprovechándose del poder que le otorgaban las victorias contra las
invasiones húngaras.
Logró Otón invadir Italia, y llegado a Roma el Papa Juan XII lo coronó
Emperador (962). Este imperio sobrevivirá hasta 1806, cuando Napoleón lo
disgregue.
Sin embargo, no todas eran luces en el Imperio, ya que la disgregación
del poder daba autoridad a los Señores Feudales y nobles, lo cual disminuía
el accionar del emperador. De las dinastías que siguieron, Franconia y
Hohenstaufen, el rey que más se destacó fue Federico I Barbarroja. Este
monarca defendió la autoridad imperial, pero se vio dificultado por el
accionar de las ciudades italianas ricas: Milán, Venecia, Verona, Génova,
Florencia, etc. Perdió en batallas con estas ciudades, que además contaban
con el apoyo Papal, ya que Federico gustaba entrometerse en cuestiones de
la Iglesia (nombrando Obispos y Cardenales propios). Murió en camino a
Jerusalén en una de las Cruzadas (1190). Luego de este rey no hubo
grandeza en el Imperio Germánico, que se vio reducido a disgregaciones de
su poder.
El feudalismo alemán: Podríamos decir que el Feudalismo Alemán
dependía del Emperador. Cuando el poder de éste se reducía, el imperio se
transformaba en una serie de luchas ininterrumpidas de los nobles entre sí.

TAREA: REALIZAR UN MAPA DEL SACRO IMPERIO ROMANO-


GERMÁNICO

EL REINO DE FRANCIA

Luego del Tratado de Verdún (843), Francia continuó bajo el poder de los
Carolingios por un siglo más. La Dinastía que continuó fue la de los
Capetos, y fue elegido rey Hugo Capeto en 987.
Nuevamente hay que señalar que el poderío de los Señores Feudales de
Francia hizo peligrar la unidad del Reino, y la gran división del territorio en
Condados (Flandes, Champagne, Anjou, y Blois) y Ducados (Normandía,
Bretaña, Gascuña y Aquitania), redujo la autoridad de los Reyes. No por
casualidad los dominios del rey se llamaban “L´ile-de-France” (la isla de
Francia). Hubo veces en que los nobles mismos elegían a un Rey distinto

118
CUADERNILLO DE HISTORIA
2º Año
del legítimo para la descendencia. Ello trajo como consecuencia muchas
luchas internas.
Vamos a notar que en el lenguaje de la Francia feudal, sobreviven los
términos carolingios: Villa se llamará a los Señoríos, Vassi Dominici a los
Vasallos, y serán nobles de primera categoría los Condes y Duques, títulos
de la época carolingia.
No obstante la fortaleza de los Señores franceses, la dinastía Capeto fue
logrando una centralización del poder cada vez mayor, lo cual le dio
fortaleza a la Monarquía, que, recordemos, contaba con la Unción Sagrada
desde Clodoveo.
Los Normandos y la Guerra de los 100 años: Invasores de la Francia
noroeste, se dedicaron a emprender expediciones guerreras hacia Italia del
Sur, contra los Sarracenos; y contra Inglaterra, en la que un Normando,
William the Conqueror (Guillermo el Conquistador), se proclamó rey,
iniciando un gran problema que desembocaría en la Guerra de los 100
años. El problema estaba en que Guillermo era vasallo del rey de Francia.
Más adelante, el Rey francés Luis VII, se casó con Leonor de Aquitania,
cuyo matrimonio luego deshizo por considerar que había un parentesco
prohibido entre ambos. Leonor se casó con Enrique Plantagenet, que al
llegar a ser rey inglés, heredó todos los ducados del oeste de Francia. Ello
desató una guerra que duraría desde 1154 a 1258 y fue llamada “de los
cien años”, aunque hubo en el siglo XV otra de igual nombre . Felipe
Augusto y San Luis IX, llevarían a la victoria a Francia.

EL REINO DE INGLATERRA

En el siglo XI existían en las Islas Británicas, cuatro reinos: Irlanda,


Gales y Escocia, de raza y tradición celtas, cristianizadas en el siglo V; y el
reino de Inglaterra, mezcla de Anglos, Sajones y Celtas. Todos estos reinos
salvo Escocia, fueron dominados por Eduardo el Confesor, sajón. A su
muerte, en el 1066, Guillermo el Conquistador derrotó a su sucesor
Haroldo en la batalla de Hastings, y se proclamó rey. El inglés fue
reemplazado por el francés, y la nobleza francesa- normanda se separó de
la inglesa. El inglés sería restaurado recién en el siglo XIII.
En 1154, como ya vimos, sube al trono Enrique II de la familia
Plantagenet, con quien empieza la primera “Guerra de los 100 años”.

LA CARTA MAGNA Y EL PARLAMENTO


En la época del infausto rey inglés Juan sin Tierra (1199-1216), Inglaterra debió a su monarca dos caídas: fue
sometido como vasallo por Papa Inocencio III, dado que le discutió la elección el Arzobispo de Canterbury. Además
perdió todos los territorios en Francia, cuando fue aplastado por Felipe Augusto. Dadas tales circunstancias, sufrió
un levantamiento de parte de los barones, con el fuerte apoyo de los burgueses. De esta manera lograron la
reducción del poder del rey con la Carta Magna (1215). De aquí en más el rey debe aceptar las “leyes de la
comarca”, impuesta por los nobles y el clero. No hace falta decir que quienes se vieron beneficiados con todo esto
fueron los burgueses, que con esta intervención consiguieron entrar en la política del reino (lo cual les estaba
prohibido). Además, comenzaron a usar una táctica formidable: hacer luchar a los estamentos de la sociedad para
ganar poder. “Divide y reinarás”, dice el adagio.
El triunfo de los burgueses se vislumbrará más adelante. Durante el reinado de Enrique III, sucesor de Juan “sin
tierra”, hubo una sublevación de su cuñado, el Duque de Leicester. El monarca fue obligado a respetar los
“Estatutos de Oxford” (1258), según los cuales debía gobernar con el consejo de los barones. Pero más adelante
se originó una guerra civil, en la que el duque, con gran apoyo económico de la burguesía, obligó en 1265 a la
creación de un Parlamento (palabra que deriva del francés parler, “hablar”), es decir, de una asamblea que discutía
los problemas políticos junto con el rey, y que debía estar compuesto por los Barones, el Clero, dos caballeros por
cada condado, y dos burgueses por cada ciudad.

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CUADERNILLO DE HISTORIA
2º Año
Los parlamentarios lograron su consolidación bajo el reinado de Eduardo I, y luego, en el siglo XIV, dividieron el
Parlamento en dos cámaras: la Cámara de los Lores (nobleza y clero) y la Cámara de los Comunes
(“representantes del pueblo”: burgueses en su mayoría, o nobles de origen burgués).
Bajo el reinado de Eduardo I y Eduardo II (Príncipe de Gales, título que
tendrán desde 1282 los herederos a la Corona) se impuso nuevamente la
cultura inglesa en la corte de los Plantagenet.

ESPAÑA: LA RECONQUISTA DEL TERRITORIO INVADIDO


POR LOS MUSULMANES (718-1492)
Se llama Reconquista a una gloriosa serie de campañas militares que va
desde el levantamiento del rey visigodo de Asturias, Pelayo en 718, hasta la
toma de Granada, por parte de los Reyes Católicos en 1492; y que significó
la expulsión de los invasores musulmanes del territorio español.
Durante estos ocho siglos, se fueron formando, a partir de las líneas
defensivas, reinos que, en el futuro, constituirán el Reino de España. La
estrategia combinó dos tácticas: el avance palmo a palmo sobre el
territorio hacia el Sur, y la descomposición interna del sistema musulmán.
La epopeya se divide en tres períodos:
 1° Período: Del año 718 al 1085: Se inicia la recuperación del
territorio. Las tropas de Al- Tarik, relegaron a los visigodos a la zona
de Asturias, Galicia y Cantabria. Desde allí lanza el grito de guerra el
Conde Pelayo, con la flagrante victoria de Guadalete, que tuvo una
sobrenatural intervención de la Virgen María. Después, los reyes
Alfonso I “el Católico”; Alfonso II “el Casto”, durante cuyo reinado se
encontró el sepulcro del Apóstol Santiago en Compostela (811); y
Ramiro I, siguieron el camino de sus predecesores.

En la batalla de Clavijo, se pudo ver al Apóstol Santiago montado en un Caballo Blanco, combatiendo con las
huestes cristianas. De allí viene la imagen de “Santiago Matamoros”. Otra intervención del Apóstol la relatarán las
crónicas en la batalla de Calatañaza (1002).
Después de ello se vio un resurgir musulmán, que más allá de las
victorias del rey León Ramiro II y la conquista de Madrid, lograron
saquear León (987) y Santiago de Compostela (997), llevando muchos
prisioneros mártires. En Calatañaza murió Almanzor, el gran caudillo
musulmán.
Este período se cierra con la magnífica reconquista de Toledo, y hace
llegar las fronteras cristianas hasta el río Tajo.
 2° Período: siglos XII y XIII: Los Musulmanes piden refuerzos a dos
tribus del norte de África: los Almorávides y los Almohades, que
organizarán una tenaz resistencia. Es la época del Cid Campeador,
Don Rodrigo Díaz de Vivar, quien conquista Valencia (1094). Las
órdenes religioso militares hacen su aparición.
De los monjes cistercienses nace la Orden Religioso- Caballeresca de
Calatrava.
A mediados del siglo XIII teníamos los reinos de Navarra, Aragón,
Castilla, León y Portugal, los cuales muchas veces peleaban entre sí,
pero durante el siglo XIII se unen. Esto da un impulso decisivo, y se
suceden las batallas de Navas de Tolosa, toma de Córdoba (1236), y
las islas Baleares. A fines del siglo XIII, sólo queda Granada en manos
de los musulmanes, en el sur de España.
 3° Período, hasta 1492: Hay una detención de la conquista cristiana.
Luchas internas y el apoyo de los Benimerines, retrasan la toma

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CUADERNILLO DE HISTORIA
2º Año
definitiva. Se pueden resaltar los triunfos de Huéscar y de Huelva, y la
toma de Gibraltar (1462). Finalmente, por obra de los Reyes Fernando
e Isabel la Católica, se logra tomar Granada, y expulsar
definitivamente a todo moro que no se convirtiera.
No se puede dejar de resaltar dos cosas además de la valentía y decisión
de los soldados visigodos de España: la acción de los Papas Alejandro I e
Inocencio III, que dieron todo el apoyo posible, incluso dando la jerarquía
de “cruzada” a la contienda; y la obra de la Providencia, con las
Apariciones Marianas y del Apóstol Santiago, que daba ánimos y protección
a los soldados.

LA OBRA DE LA IGLESIA CATÓLICA ENTRE LOS SIGLOS


X Y XIII
EL PAPA SAN NICOLÁS MAGNO: “CRISTO DEBE REINAR”

En este siglo IX, el Papa San Nicolás I comenzó a aclarar una doctrina
perteneciente a la Tradición Católica, pero que estaba siendo olvidada por
los reyes cristianos: “Es necesario que Cristo Reine”, es decir, el dogma de
Fe según el cual todo poder terrenal provenía de Dios, por lo cual debía
someterse a sus leyes y a Su Verdad, cuyo custodio y depositario era la
Iglesia. San Nicolás se portó en el gobierno de la Iglesia como verdadero
Vicario de Cristo, dictando leyes y condiciones a obispos y emperadores,
que cuando podían, desobedecían y sobrepasaban sus atribuciones.
La desobediencia de los reyes: Como ya vimos, el Papa Juan XII, para
librarse de la violencia de las familias nobles romanas, pidió ayuda al
Emperador Otón. Éste efectivamente ayudó al Papa, pero exigió que todo
emperador germano ejerciera una función de vigilancia sobre la
administración de los territorios de la iglesia romana y, que controlara las
elecciones de los papas, los cuales una vez elegidos, deberían jurar
fidelidad al emperador. Así, el Papa cedió poderes que no le correspondía
ceder: Cristo es el Rey de las Naciones, y si bien todo emperador tiene una
función temporal propia (gobernar), debe someterse a lo que Cristo manda,
cuyo Vicario es el Papa. Naturalmente que el Papa tiene aún más
responsabilidad que el Rey, pues él debe mantener íntegro el depósito
sagrado de la Fe.

LA IGLESIA AFRONTA DOS GRAVES PROBLEMAS: LA SIMONÍA Y


EL NICOLAÍSMO

Durante este siglo X, algunos obispos, impuestos muchas veces por los
señores feudales, fueron o mediocres o indignos. El clero estaba muy
relajado, en un porcentaje, que sin ser mayoritario, preocupaba. Cundían
dos graves pecados: Simonia (compraventa de cargos eclesiásticos); y
Nicolaísmo (concubinato de los sacerdotes). (Ver Documentos sobre
Simonía y Nicolaísmo).
¿Cómo respondían los Papas a estos graves problemas?

NUEVAS ÓRDENES RELIGIOSAS


Los problemas graves se solucionaron con una fuerza espiritual de
renovación. Ésta surgió en su mayor esplendor: LA ORDEN DE CLUNY.

121
CUADERNILLO DE HISTORIA
2º Año
La restauración provino de la abadía de Cluny en el 910, mediante la
creación de monasterios en los que se observara estrictamente las reglas
monásticas dejadas por San Benito. Además, a las abadías dependientes de
Cluny se les concedió la dependencia directa del Papa. En los siglos XI y XII
se convierte Cluny en la cabeza de una serie de monasterios que se
extienden por toda Europa. En sus mejores días llega a haber más de
50.000 monjes repartidos en 2000 monasterios. El éxito de Cluny se debió
sin duda a la vida espiritual que infundió en sus monasterios y a la
disciplina y buena organización que impuso. Pero al tiempo, la decadencia
invadió a Cluny, acabando con la humildad, y provocando el
aburguesamiento.
Por eso nacen nuevas órdenes religiosas, que volvieran a la sintonía de la
pobreza. Primero fueron los CAMANDULENSES y los
VALLOMBROSIANOS. San Bruno estableció luego LA CARTUJA, para
que sus miembros dedicaran su vida a la oración en silencio y soledad, aún
viviendo en vida de comunidad. Sus miembros vivían en continuo silencio,
teniendo como principal y casi exclusiva ocupación la contemplación
divina. También esa forma de vida religiosa que es la reclusión. La reclusa
o el recluso se encierra por el resto de sus días en una celda construida al
lado de una Iglesia, con una ventanilla que permite escuchar los oficios y
recibir algún alimento.

LA ORDEN DEL CISTER Y SAN BERNARDO DE CLARAVAL

El Abad Roberto abandonó el monasterio de Molesmes, y con un grupo


de monjes benedictinos intentó volver al rigor que Cluny parecía haber
olvidado a finales del siglo XI. Así fundó la abadía de Citeaux –Císter- en
1098. Es una vuelta a la pobreza de hábito –lana sin teñir-, de alimentación
y de edificios, a la sencillez y a la soledad en medio de los bosques. Para
dedicarse especialmente a las labores agrícolas en las tierras del
monasterio, el Cister creó una nueva clase de monjes, los legos o hermanos
conversos, que estaban dispensados de varias obligaciones, entre ellas la
asistencia al coro. Cada monasterio conservó su independencia en lo
espiritual y en lo temporal.
Esta orden recibió un formidable impulso con la llegada de un joven
señor, San Bernardo de Claraval, cuyo influjo fue inconmensurable. La
historia de este santo es sorprendente. Toda su familia, cinco hermanos, su
padre y su cuñado, abandonan el mundo para dedicarse a la vida religiosa.
Todos ellos hoy han sido nombrados santos por la Iglesia. Veremos
aparecer a San Bernardo más adelante, por ejemplo, predicando una de las
cruzadas. Él fue el encargado de la creación de las Órdenes religiosas de
caballería. Entre ellas las de los Templarios, los Hospitalarios y los
Teutones. Su profunda devoción a la Virgen María lo hizo acreedor de la
terminación de la oración que hoy rezamos con el nombre de “Salve
Regina”.

LA TREGUA DE DIOS Y LA GUERRA

Aunque poco ha reconocido la historia de esto a la Iglesia Católica, se


estableció, hacia el 1041, una limitación a uno de los deportes de los
caballeros de la época: la Guerra.
Por eso se quiso instaurar la llamada “Paz de Dios”, que prohibía la
guerra entre caballeros católicos. Como no fue oída, un Concilio local
instauró la Tregua de Dios, que prohibía el derramamiento de sangre y la

122
CUADERNILLO DE HISTORIA
2º Año
portación de armas desde la tarde del miércoles, hasta la mañana del lunes
todo el año; durante todos los días en el Adviento, Cuaresma, y desde la
Ascensión hasta Pentecostés, incluyendo Témporas y Vigilias. Además, se
prohibía matar o mutilar a los siervos, y protección para los niños y
mujeres. Aunque parezca irreal, casi todos los reyes cristianos lo
cumplieron mientras se vigiló su cumplimiento.

EL CISMA DE ORIENTE
Lo más triste de este siglo para la Iglesia fue el cisma de Oriente en
1054, entre el patriarca de Constantinopla, Miguel Cerulario, y el Papa
León IX. Aquel patriarca no aceptaba la costumbre occidental de consagrar
panes ázimos (sin levadura) en la Misa, además de los otros asuntos
litúrgicos y dogmáticos más importantes: la no aceptación de que el
Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo, la solicitud sobre el celibato de
los sacerdotes, entre otras cosas más.
El Papa León IX mandó sus legados para arreglar esta cuestión. Como
Miguel no cedía, Humberto lo excomulgó, depositando una bula el 16 de
julio de 1054, sobre el altar de la catedral de Santa Sofía. Cerulario y su
sínodo patriarcal respondieron el 24 del mismo mes excomulgando a los
legados y a quienes les habían enviado. Así empezó la separación del
Imperio Bizantino, Bulgaria, Rumania y pueblos eslavos de la Iglesia
Católica.
El cisma quedaba así formalmente consumado, y la vuelta a la unión
constituyó desde entonces un objetivo permanente de la Iglesia (II concilio
de Lyon [1274] y el de Florencia [1439-1445]).
Las principales diferencias que separan a las iglesias Ortodoxas (así se
llaman), de la Iglesia Católica son:
 Algunas iglesias Ortodoxas no aceptan algunos libros del Antiguo
Testamento
 Sólo aceptan 7 Concilios ecuménicos (contra 14 de los católicos)
 Problema de Focio: para los ortodoxos el Espíritu Santo procede
solamente del Padre, no del Hijo (aunque lo contrario fue
reconocido al menos dos veces por los Patriarcas ortodoxos)
 No consideran la Perpetua virginidad de María
 Diferencias en la aplicación y concepción de los sacramentos
 No obedecen una sola autoridad, por lo cual hay diferencias entre
las diversas iglesias ortodoxas nacionales
Bula de excomunión a Miguel Cerulario

Humberto, por la gracia de Dios cardenal obispo de la santa Iglesia romana; Pedro, arzobispo de los amalfitanos; Federico,
diácono y canciller, a todos los hijos de la Iglesia católica.
La Santa Sede apostólica romana, primera de todas las sedes, a la cual, en su calidad de cabeza, compete más especialmente
la solicitud de todas las Iglesias, se ha dignado enviarnos como sus apocrisarios [embajadores] a esta ciudad imperial para
procurar la paz y la utilidad de la Iglesia, para ver si eran fundadas sobre la verdad las voces que desde una ciudad tan
importante habían llegado a sus oídos con insistencia. Ante todo que los gloriosos emperadores, el clero y el pueblo de esta
ciudad de Constantinopla, y toda la Iglesia católica, sepan que nosotros hemos encontrado aquí un fuerte motivo de alegría en el
Señor y un gran motivo de tristeza al mismo tiempo. … Pero en cuanto a Miguel, a quien se da abusivamente el título de
Patriarca, y a los partidarios de su extravío, ellos siembran cada día en su seno una abundante cizaña de herejías. Como los
simoníacos, venden el don de Dios; como los valesianos, hacen eunucos a sus huéspedes para después elevarlos no sólo a la
clericatura, sino incluso al episcopado; como los arrianos rebautizan a aquellos que han sido bautizados en el nombre de la santa
Trinidad, y sobre todo a los latinos; como los donatistas, afirman que fuera de la Iglesia griega han desaparecido del mundo
entero la verdadera Iglesia de Cristo, el verdadero sacrificio y su verdadero bautismo; como los nicolaítas, permiten a los
ministros del santo altar el contraer matrimonio y reivindican para ellos tal derecho; como los severianos, declaran maldita la ley
de Moisés; como los pneumatómacos, han suprimido del Símbolo la procesión del Espíritu Santo a filio (del Hijo); como los
maniqueos, declaran entre otras cosas que el pan fermentado está animado; como los nazarenos, dan tal importancia a la pureza

123
CUADERNILLO DE HISTORIA
2º Año
legal de los judíos que rehúsan bautizar a los niños antes del octavo día, incluso si están en peligro de muerte; rehúsan la
comunión o, si todavía son paganas, el bautismo a las mujeres en los días que siguen al parto o en los períodos de sus reglas,
incluso si se encuentran en el mismo peligro de muerte; además, dejándose crecer la barba y los cabellos, rehúsan la comunión
a quienes, siguiendo la costumbre de la Iglesia romana, se afeitan la barba y se cortan el pelo. Después de haber recibido las
admoniciones escritas de nuestro Señor el Papa León, por todos estos errores y otros muchos actos culpables, Miguel ha
desdeñado arrepentirse. Además, a nosotros, los legados, que con perfecto derecho queríamos poner un término a tan graves
abusos, ha rehusado concedernos audiencia y nos ha prohibido decir la misa en las Iglesias. Con anterioridad a esto, había
ordenado el cierre de las Iglesias de los latinos, a los que trataba de acimitas y perseguía por todas partes, de palabra y de obra,
llegando a anatematizar a la sede apostólica en sus hijos y osando atribuirse el título de patriarca ecuménico contra la voluntad
de esta misma Santa Sede. Por eso, no pudiendo soportar estas injurias inauditas y estos ultrajes dirigidos a la primera Sede
apostólica y viendo que con ello la fe católica recibía múltiples y graves daños, por la autoridad de la Trinidad santa e indivisible,
de la Sede apostólica de la que somos embajadores, de todos los santos Padres ortodoxos de los siete concilios y de toda la
Iglesia católica, firmamos contra Miguel y sus partidarios el anatema que nuestro reverendísimo Papa había pronunciado contra
ellos en el caso de que no se arrepintieran.…
Y todos aquellos que los siguen en los antedichos errores y presuntuosas temeridades, que todos ellos caigan bajo el anatema,
Maranatha, con los simoníacos, valesianos, arrianos, donatistas, nicolaítas, severianos, pneumatómacos, maniqueos y
nazarenos y con todos los herejes, más aún, con el diablo y sus ángeles, a menos que se conviertan. Amén, amén, amén. Quien
se obstine en atacar la fe de la santa Iglesia romana y su sacrificio, sea anatema, Maranatha, y no sea considerado como
cristiano católico, sino como hereje procimita. Fiat, fiat, fiat

EL GRAN PAPA GREGORIO VII Y EL PROBLEMA DE LAS


INVESTIDURAS

Este siglo XI será el siglo de Gregorio VII. Era un monje llamado


Hildebrando (Aldobrandeschi), que esquivó el cargo de Papa por
veinticinco años. Silenciosamente se constituyó en el alma de seis Papas
consecutivos para realizar la reforma moral en la Iglesia. Muerto el Papa
Alejandro II, Cardenales, clero y pueblo lo eligen por aclamación el 22 de
abril de 1073.
Era hombre de vida santa; su indomable energía y su firmeza de carácter
lo orientaron a la reforma de la Iglesia, que se llamará “reforma
gregoriana”. Luchó por extirpar la costumbre de que los señores feudales
nombraran los puestos eclesiásticos. A esto se llamó la LUCHA CONTRA
LAS INVESTIDURAS, y tenía como finalidad liberar a la Iglesia del poder
feudal. Bajo pena de excomunión prohibió a los eclesiásticos recibir cargos
–investiduras- de señor feudal cualquiera. Así que escribió de puño y letra a
casi todos los obispos, abades y reyes Católicos. Quería defender los
derechos de la Iglesia y promover una reforma de costumbres.
De allí la lucha que entabló con el emperador alemán Enrique IV, que se
opuso al Papa en materia de elección Papal, disciplina y moral eclesiástica.
Gregorio lo excomulgó y le exigió hacer penitencia en Canosa para recibir
la absolución. Reconciliado, volvió a las mismas andadas, convocó un
concilio en Maguncia, y nombró un anti Papa con el nombre de Clemente
III. Después Enrique bajó a Italia para sitiar Roma. Gregorio VII se retiró a
Salerno, donde falleció el 25 de mayo de 1085. Levantó la excomunión a
todos, menos a Enrique IV y al antipapa.
Sus sucesores Víctor III y Urbano II fueron dignos sucesores. Éste dio a
conocer su programa: Continuó la lucha contra la compraventa de cargos, y
continuó la reforma de la Iglesia.
Finalmente, con el Papa Calixto II a la cabeza, se organizó el
Concordato de Worms (1122), donde el emperador Enrique V, hijo de
Enrique IV de Alemania, aceptó no inmiscuirse más en la elección de los
prelados. El concilio I de Letrán, el primero de los ecuménicos celebrados
en Occidente, se reunió al siguiente año 1123 y sancionó los acuerdos de
Worms.

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CUADERNILLO DE HISTORIA
2º Año
LA EXCOMUNIÓN Y EL ENTREDICHO
El Sacro Imperio Romano Germánico trajo grandes problemas a la Iglesia, hasta el punto de ser más adelante la
sede de varias herejías más.
Los Obispos y especialmente el Sumo Pontífice tienen dos armas espirituales para luchar contra los herejes y
los alborotadores. Ellas son la Excomunión y el Entredicho.
La Excomunión es la separación de una persona, una diócesis o un reino de la Comunión con la Iglesia. Por lo
tanto queda fuera de Ella hasta que sea levantada. También se llama “anatema”. Si bien muchas veces fue aplicada
injustamente (el caso de San Atanasio y San Sofronio, que fueron excomulgados fuera de toda Justicia, debido a
malas informaciones por parte de las autoridades); en general es el castigo más grave que se aplica.
El Entredicho (del latín Interdictus, “prohibido”) es la suspensión de las ceremonias religiosas en una diócesis,
arquidiócesis o provincia eclesiástica. Por lo tanto se suspenden los sacramentos. Además, ya que el Vasallaje era
una ceremonia religiosa, con el Entredicho quedaban desligados todos los vínculos de obediencia debidos a los
sancionados.

CARTA DE ENRIQUE IV CONTRA EL PAPA GREGORIO VII

Enrique, […] por ordenación de Dios, a Hildebrando, que ya no es Papa, sino falso monje.
Este saludo es el que tú has merecido para tu confusión, porque no has honrado ningún orden en la Iglesia, sino que has
llevado la injuria en vez del honor; la maldición, en vez de la bendición. Pues […], no sólo no has vacilado en avasallar a los
rectores de la Santa Iglesia, […] sino que los has pisoteado como siervos que no saben lo que su señor haga de ellos. […] Has
creído que ninguno de esos sabe nada y que sólo tú lo sabes todo, pero has procurado usar esa ciencia no para edificación, sino
para destrucción; […]
Y nosotros hemos aguantado todo esto intentando mantener el honor de la sede apostólica. Pero tú entendiste que nuestra
humildad era temor y no vacilaste en alzarte contra la misma potestad regia concedida por Dios a nosotros y te has atrevido a
amenazarnos con quitárnosla; como si nosotros hubiésemos recibido de ti el reino, como si el reino y el imperio estuviesen en tu
mano y no en la mano de Dios. El cual Señor nuestro Jesucristo nos ha llamado al reino, pero no te ha llamado a ti al sacerdocio.
Tú, en efecto, has ascendido por los grados siguientes: por la astucia, aun cuando es contraria a la profesión monacal, has
obtenido dinero; por dinero has obtenido merced; por merced, hierro; por hierro, la sede de la paz, y desde la sede de la paz has
perturbado la paz armando a los súbditos contra los prepuestos; enseñándoles a despreciar a los obispos nuestros, llamados por
Dios, tú que no has sido llamado por Dios; […]. A mí mismo, que aunque indigno he sido ungido entre los cristianos para reinar,
me has acometido; a mí, que según la tradición de los Santos Padres sólo puedo ser juzgado por Dios y no puedo ser depuesto
por otro crimen que por el de apartarme de la fe, lo que está muy lejos de mí. Pues ni a Juliano el Apóstata la prudencia de los
Santos Padres se atrevió a deponerlo, sino que dejó a Dios sólo esta misión. El verdadero Papa, el beato Pedro, exclama:
Temed a Dios y honrad al rey. Pero tú, que no temes a Dios, me deshonras a mí, que he sido constituido por Dios. Por eso el
beato Pablo, en donde no exceptúa al ángel del cielo si predicase otra cosa, no te ha exceptuado a ti, que en la tierra predicas
otra cosa. Pues dice: “Si alguien, yo, o un ángel del cielo, os predicase otra cosa de la que os ha sido predicada, sea anatema”.
Pero tú, condenado por este anatema y por el juicio de todos nuestros obispos y por el nuestro también, desciende y abandona la
sede apostólica que te has apropiado; sólo debe ascender a la sede de San Pedro quien no oculte violencia de guerra tras la
religión y sólo enseñe la sana doctrina del beato Pedro. Yo, Enrique, por la gracia de Dios rey, con todos nuestros obispos te
decimos: desciende, desciende, tú que estás condenado por los siglos de los siglos .

Sentencia DEL PAPA GREGORIO VII A ENRIQUE IV (1076)


Bienaventurado Pedro, príncipe de los apóstoles, préstame, te lo pido, oído favorable; […] . Tú eres mi testigo […] de que la
santa Iglesia Romana me ha llevado a pesar mío a su gobierno y que no he mirado como una conquista el hecho de subir a tu
sede. Hubiera preferido terminar mi vida como humilde peregrino más que tomar tu lugar por un sentimiento de gloria mundana y
con la preocupación de un seglar. Si te ha agradado y si te agrada todavía que el pueblo cristiano, especialmente confiado a tu
cuidado me obedezca, es […] porque soy tu representante que tu gracia ha descendido sobre mi, y esta gracia es el poder dado
por Dios de atar y desatar en el cielo y en la tierra.
Fuerte por esta confianza, por el honor y la defensa de tu Iglesia, en nombre de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu
Santo, en virtud de tu poder y de tu autoridad, pongo en entredicho al hijo del emperador Enrique, que se ha levantado contra tu
Iglesia con una insolencia inaudita en el gobierno de todo el reino de los teutones y de Italia; y desligo a todos los cristianos del
juramento que le han prestado o que le prestan; prohíbo a toda persona que le obedezca como a rey. Es justo, en efecto, que
aquel que se esfuerza por aminorar el honor de tu Iglesia pierda él mismo el honor que parece tener. Como él ha desdeñado de
obedecer como cristiano y no se ha vuelto al Señor, a quien ha abandonado comunicándose con los excomulgados, volviéndose
culpable de muchas iniquidades, despreciando los avisos que le he dado para su salvación, tú lo sabes, y separándose de tu
Iglesia que ha querido desgarrar, yo lo ato, en tu nombre, con la atadura del anatema. Yo lo ato sobre la fe de tu poder, para
que las naciones sepan y constaten que tú eres Pedro y que sobre esta piedra el Hijo de Dios vivo ha levantado su Iglesia, contra
la cual las puertas del infierno no prevalecerán jamás

125
CUADERNILLO DE HISTORIA
2º Año
CONCORDATO DE WORMS (1123)
PRIVILEGIUM IMPERATORIS

En el nombre de la santa e indivisible Trinidad. Yo Enrique, por la gracia de Dios augusto emperador de los Romanos, por
amor de Dios y de la Santa Iglesia Romana y de nuestro Papa Calixto y por la salvación de mi alma cedo a Dios y a sus
santos apóstoles Pedro y Pablo y a la Santa Iglesia Católica toda investidura con anillo y [báculo] pastoral , y concedo
que en todas las iglesias existentes en mi reino y en mi imperio las elecciones se hagan libre y canónicamente.
Restituyo a la misma Santa Iglesia Romana las posesiones y regalías del bienaventurado Pedro, que le fueron quitadas
desde el inicio de esta controversia hasta hoy, […]. Del mismo modo entregaré, con el consejo de los príncipes y conforme a
justicia, las posesiones de todas las otras iglesias y de los príncipes y de los otros clérigos o laicos perdidas en esta guerra y que
se encuentran en mi mano[…].
Y aseguro una sincera paz a nuestro Papa Calixto y a la Santa Iglesia Romana y todos aquellos que han estado de su
parte. Fielmente daré mi ayuda cuando la Santa Iglesia Romana me la pida, y le haré justicia si me presentase quejas. Todo esto
ha sido redactado con el consentimiento y el consejo de los príncipes […]
Yo Federico, arzobispo de Colonia y gran canciller he revisado la presente.

PRIVILEGIUM PONTIFICIS

Yo Calixto obispo, siervo de los siervos de Dios, concedo a ti, dilecto hijo Enrique, por la gracia de Dios augusto emperador
de los Romanos, que las elecciones de obispos y abades de Alemania que toquen al reino sean hechas en tu
presencia, sin simonía y sin ninguna violencia ; […]. El electo reciba de ti las regalías por medio del cetro y por ellas cumpla
según la justicia sus deberes hacia ti.
En cambio, aquel que es consagrado en las otras regiones del Imperio reciba de ti las regalías dentro de los seis meses
[de la consagración] […].
Según el deber de mi oficio te prestaré ayuda en todo aquello sobre lo que me presentes quejas o me pidas socorro. Te
aseguro una paz sincera, a ti y a todos aquellos que están o han estado de tu parte durante esta discordia.

Documento del Magisterio: CALIXTO II, 1119­1124
PRIMER CONCILIO DE LETRAN, 1123
IX ecuménico (sobre las investiduras)
Ante la relajación de costumbres y de la disciplina, la Iglesia convocó, bajo el Papa Calixto II, el
primer concilio de Letrán (1123), para atajar dos lacras terribles:  simonía  y el  nicolaísmo. Confirmó
también   el  Concordato   de   Worms,   es   decir,   la   no   intromisión   de   los   señores   feudales   en   asuntos
eclesiásticos.  
Ante las herejías, también la Iglesia reaccionó con mucho cuidado y firmeza, pues convocó el segundo
concilio   de   Letrán  (1139).   Y   renovó   las   condena,   entre   otras   cosas,   de   la   usura,   los   torneos   y   el
nicolaísmo.
Y contra la herejía de los albigenses, vino en ayuda el tercer concilio de Letrán (1179), que legisló en
contra de la acumulación de prebendas y fijó que los Papas deberían ser elegidos por una mayoría de dos
tercios de los votantes. Ya en el siglo XIII se atacará más fuertemente esta herejía cátara o albigense.

Sobre la simonía, el celibato, la Investidura y el incesto 
Can. 1. Siguiendo los ejemplos de los Santos Padres y renovándolos por exigencia de nuestro deber,
por autoridad de la Sede Apostólica prohibimos de todo punto que nadie sea ordenado o promovido por
dinero en la Iglesia de Dios. Y si alguno hubiere de ese modo adquirido la ordenación o promoción en la
Iglesia, sea absolutamente privado de su dignidad.
Can.   3.   Prohibimos   absolutamente   a   los   presbíteros,   diáconos   y   subdiáconos   la   compañía   de
concubinas y esposas, y la cohabitación con otras mujeres fuera de las que permitió el Concilio de Nicea
que habitaran por el solo motivo de parentesco, la madre, la hermana, la tía materna o paterna y otras
semejantes, sobre las que no puede darse justa sospecha alguna [v. 52 b s].

126
CUADERNILLO DE HISTORIA
2º Año
Can. 4. Además, de acuerdo con la sanción del beatísimo Papa Esteban, estatuimos, que los laicos,
aun cuando sean religiosos, no tengan facultad alguna de disponer de las cosas eclesiásticas, sino que,
según los cánones de los Apóstoles, tenga el obispo el cuidado de todos los negocios eclesiásticos y los
administre con el pensamiento de que Dios le contempla. Consiguientemente, si algún príncipe u otro
laico se arrogare la administración o donación de las cosas o bienes de la Iglesia, ha de ser juzgado como
sacrílego.
Can. 5. Prohibimos que se den uniones entre  consanguíneos, porque las prohiben tanto las leyes
divinas como las del siglo. Las leyes divinas, en efecto, a quienes así obran y a quienes de ellos proceden,
no sólo los rechazan,  sino que los llaman malditos, y las leyes del  siglo los notan de infames y los
excluyen   de   la   herencia.   Nosotros,   pues,   siguiendo   a   nuestros   Padres,   los   notamos   de   infamia   y
estimamos que son infames.
Can. 10. Nadie ponga sus manos para consagrar a un obispo, si éste no hubiere sido canónicamente
elegido. Y si osare hacerlo, tanto el consagrante como el consagrado, sean depuestos sin esperanza de
recuperación.

INOCENCIO II, 1130­1143
II CONCILIO DE LETRAN, 1139
X ecuménico (contra los falsos pontífices)
De la simonía, la usura, falsas penitencias y sacramentos 
Can.   2.   Si   alguno,   interviniendo   el   execrable   ardor   de   la   avaricia,   ha   adquirido   por   dinero   una
prebenda, o priorato, o decanato, u honor, o promoción alguna eclesiástica, o cualquier sacramento de la
Iglesia, como el crisma y óleo santo, la consagración de altares o de Iglesias; sea privado del honor mal
adquirido, y comprador, vendedor e interventor sean marcados con nota de infamia. Y ni por razón de
manutención ni con pretexto de costumbre alguna, antes o después, se exija nada de nadie, ni nadie se
atreva a dar, porque es cosa simoníaca;  antes bien, libremente y sin disminución alguna, goce de la
dignidad y beneficio que se le ha conferido.
Can.   13.   Condenamos,   además,   aquella   detestable   e   ignominiosa   rapacidad   insaciable   de   los
prestamistas, rechazada por las leyes humanas y divinas por medio de la Escritura en el Antiguo y Nuevo
Testamento y la separamos  de todo consuelo de la Iglesia, mandando que ningún arzobispo, ningún
obispo o abad de cualquier orden, quienquiera que sea en el orden o el clero, se atreva a recibir a los
usurarios, si no es con suma cautela, antes bien, en toda su vida sean éstos tenidos por infames y, si no se
arrepienten, sean privados de sepultura eclesiástica .
Can. 22. Como quiera que entre las otras cosas hay una que sobre todo perturba a la Santa Iglesia, que
es la falsa penitencia, avisamos a nuestros hermanos y presbíteros que no permitan que sean engañadas
las almas de los laicos por las falsas penitencias y arrastradas al infierno. Ahora bien, consta que hay falsa
penitencia, cuando despreciados muchos pecados, se hace penitencia de uno solo, o cuando de tal modo
se hace de uno, que no se apartan de otro. De ahí que está escrito: Quien observa toda la ley, pero peca
en un solo punto, se ha hecho reo de toda la ley [Stg. 2, 10]; es decir, en cuanto a la vida eterna. Porque,
en efecto, lo mismo si se halla envuelto en toda clase de pecados que en uno solo, no entrará por la puerta
de la vida eterna. Se hace también falsa penitencia, cuando el penitente no se aparta de su cargo en la
curia o de su negocio, que no puede en modo alguno ejercer sin pecado; o si se lleva odio en el corazón, o
si no se satisface al ofendido, o si el ofendido no perdona al ofensor, o si uno lleva armas contra la justicia
.
Can. 23. A aquellos, empero, que simulando apariencia de religiosidad, condenan el sacramento del
cuerpo y de la sangre del Señor, el bautismo de los niños, el sacerdocio y demás órdenes eclesiásticas, así

127
CUADERNILLO DE HISTORIA
2º Año
como los pactos de las legitimas nupcias, los arrojamos de la Iglesia y condenamos como herejes, y
mandamos que sean reprimidos por los poderes exteriores. A sus defensores, también, los ligamos con el
vínculo de la misma condenación.

LAS HEREJÍAS DE LOS SIGLOS XIII Y XIV


Nuevamente las herejías. Desafortunadamente, desgarraron a la Iglesia
y a las naciones europeas. Hoy no podemos valorar el impacto que una
herejía significaba para la sociedad cristiana. No se trataba solamente de
alguien que desobedecía lo que los dogmas establecían. Se trataba de una
especie de revolución, que atentaba contra las costumbres, contra las
festividades, contra el ciclo mismo de vida de la gente. La herejía
trastornaba el orden natural de la sociedad de la Cristiandad. Rompía el
equilibrio entre los órdenes y estatutos, y destruía a la familia y la tradición
de cada pueblo. Todo eso no era poco.
Generalmente los herejes acusaban los errores de la Iglesia, por lo que
parecían piadosos e inclinados a la virtud. Pero detrás de esas protestas se
escondían deseos de aplicar reformas radicales, no de restaurar las cosas
como antes, que fue la práctica constante de la Iglesia (“Instaurare Omnia
in Christo”, como decía San Pablo en Ef. 1, 10). Las herejías de estos siglos
XIII y XIV fueron los más fuertes intentos de desestructurar la sociedad
cristiana.
Por eso las herejías en estos siglos fueron duramente perseguidas
cuando no se las pudo desarraigar con la predicación y la conversión. El
problema es cuando los herejes tenían apoyos económicos fuertes, o
conseguían engañar a algunos nobles interesados en el poder que les
prometían.
Hubo muchos movimientos heréticos en todos los siglos, pero se
limitaban a una región, y desaparecieron fácilmente, pero en el siglo XIII
aparecerán tres herejías más grandes y peligrosas.
Las principales fueron:
 LOS ALBIGENSES O CÁTAROS: Desarrollada también en Francia,
especialmente en la ciudad de Albi, de allí que algunos les llamen
“albigenses”. Otras veces se llamaron “cátaros”, que significa “puros”.
Adoptaban el Maniqueísmo, y creían que el mal era inevitable.
Los cátaros fueron pocos en número. El grueso de los creyentes no
estaban iniciados en la doctrina en absoluto, simplemente fueron
liberados de cualquier prohibición moral u obligación religiosa a
condición de que prometieran, mediante una ceremonia, convertirse en
cátaros mediante la recepción del consolamentum, un supuesto bautismo
del Espíritu Santo, antes de su muerte. Como vemos, con tan pocos
deberes, era muy tentadora la herejía.
Constituían una revolución en al menos cuatro aspectos: Revolución
Teológica, Filosófica, Política y Social.
Teológica: Basada en la creencia de que el universo estaba compuesto
por dos mundos independientes en conflicto, uno espiritual creado por
Dios (bueno) y el otro material forjado por Satán (malo). Creían además
en la libre interpretación de la Biblia. Los “perfectos” huían de todo deseo
material: comidas, placeres, etc. Creían que todo lo placentero era malo
en sí mismo. Pero se lo permitían a los demás, que no eran perfectos.
Negaban el infierno, el Purgatorio, y los sacramentos como el matrimonio,
el Orden Sacerdotal, etc. Cristo no era sino una ilusión, pues no podría

128
CUADERNILLO DE HISTORIA
2º Año
haberse encarnado en la materia. Pero no era Dios tampoco, sino sólo un
“iluminado”.
Filosófica: Porque negaban la posibilidad de que el pensamiento
(espiritual), pudiera conocer el mundo material. Todo lo que nuestros
sentidos nos dicen es una especie de ilusión. Este conjunto de ideas será
tomado por la filosofía moderna.
Política: El poder político no debe obedecer los principios Dios, sino que
como la política es algo perteneciente al mundo, debe venir del mundo:
por lo tanto las leyes y los principios provienen de los hombres, que deben
ceder el poder a sus superiores. Había que eliminar por tanto a los reyes,
y a toda la jerarquía política y religiosa.
Social: Igualdad radical entre los ciudadanos y entre el hombre y la
mujer. Sin distinción de naturaleza de ningún tipo. Se prohibía tener hijos,
y se favorecían todos los métodos anticonceptivos. No existía la propiedad
privada, sino que todos los bienes debían ser administrados por los
“perfectos”, así la gente no entraba en contacto con todos las propiedades
materiales.
Como vemos, significaba esta herejía una revolución contra toda la
Cristiandad. Por eso la Iglesia se preocupó durante tanto tiempo en
eliminarla. Además, usaban el poder del arte para difundir sus ideas. Los
trovadores y juglares de la zona Occitana de Francia intercalaban mensajes
cátaros en las canciones populares. Es el primer antecedente del uso de los
métodos subliminales. Se les predicó constantemente, principalmente por
obra de Santo Domingo de Guzmán. Pero al poco tiempo se infiltraron en la
jerarquía eclesiástica. Por ello se los combatió duramente. Se crearon
tribunales especiales para descubrir a los infiltrados y juzgarlos antes de
que interviniera el poder civil, que era más duro aún. El Papa Inocencio III
ordenó una Cruzada de diez años contra estos herejes, que además
contaban con el apoyo del Rey de Aragón, el catalán Pedro, y del Conde de
Tolosa, Raimundo VI.
Gran parte de la contienda se decidió en la batalla de Muret, el 12 de
septiembre de 1213, en la que el rey catalán, defensor de Raimundo VI y de
los albigenses, fue vencido. Fue una batalla magnífica: sólo 10.000
soldados católicos, liderados por Simón de Montfort, vencieron a casi
100.000 adversarios. No hay que olvidar la acción apostólica y valerosa de
dos de los más grandes santos católicos de la historia: San Bernardo de
Claraval, y Santo Domingo de Guzmán.
Desde 1213 declinó el poder cátaro, aunque surgieron luego en otras
zonas con otros nombres. Hoy sobreviven en algunas ideas de la New Age.
 LOS VALDENSES: Pedro Valdo, comerciante de Lyon, de gran
fortuna, asustado por la muerte súbita de un amigo en un banquete; se
puso a predicar solo el Evangelio en su zona (los fieles no podían leer
públicamente sin permiso el Evangelio, por riesgo a las malas
interpretaciones). Pero pronto se alejó de la creencia católica. Negó el
Dogma de la Inmaculada Concepción (algo común en los herejes), los
sacramentos, la ordenación de sacerdotes, y su función de intermediarios;
bastando sólo la oración y algunas prácticas menores. Negaba la
veneración de las imágenes. Fue condenado por la Iglesia Católica.
Sobrevivieron infiltrándose en la Iglesia Católica, hasta que en el siglo
XVII se unieron al calvinismo.

Documentos del Papado contra la herejía Valdense

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CUADERNILLO DE HISTORIA
2º Año
INOCENCIO III, 1198­1216
Profesión de fe propuesta a Durando de Huesca y a sus compañeros valdenses 
[De la carta Eius exemplo al arzobispo de Tarragona, de 18 de diciembre de 1208]

De corazón creemos y con la boca confesamos una sola Iglesia no de herejes, sino la Santa, Romana,
Católica y Apostólica, fuera de la cual creemos que nadie se salva.
En   nada   tampoco   reprobamos   los   sacramentos   que   en   ella   se   celebran,   por   cooperación   de   la
inestimable   e   invisible   virtud   del   Espíritu   Santo,   aun   cuando   sean   administrados   por   un   sacerdote
pecador, mientras la Iglesia lo reciba, … pues no daña la maldad del obispo o del presbítero ni para el
bautismo   del   niño   ni   para   la   consagración   de   la   Eucaristía   ni   para   los   demás   oficios   eclesiásticos
celebrados para los súbditos. … Firme e indudablemente con puro corazón creemos y sencillamente con
fieles palabras afirmamos que el sacrificio, es decir, el pan y el vino [v. 1.: que en el sacrificio de la
Eucaristía, lo que antes de la consagración era pan y vino], después de la consagración son el verdadero
cuerpo y la verdadera sangre de nuestro Señor Jesucristo, y en este sacrificio creemos que ni el buen
sacerdote hace más ni el malo menos, pues no se realiza por el mérito del consagrante, sino por la palabra
del Creador y la virtud del Espíritu Santo. … Para este oficio tres cosas son, como creemos, necesarias:
persona cierta, esto es, un presbítero constituido propiamente para ese oficio por el obispo, como antes
hemos dicho; las solemnes palabras que fueron expresadas por los Santos Padres en el canon, y la
fiel   intención   del   que   las   profiere.   …   Creemos   que   Dios   concede   el   perdón   a   los   pecadores
verdaderamente arrepentidos y con ellos comunicamos de muy buena gana. Veneramos la unción de los
enfermos con óleo consagrado. …
Creemos  que  la  predicación   es  muy  necesaria   y laudable;  pero   creemos  que  ha  de  ejercerse  por
autoridad o licencia del Sumo Pontífice o con permiso de los prelados. Mas en todos los lugares donde los
herejes manifiestamente persisten, y reniegan y blasfeman de Dios y de la fe de la Santa Iglesia Romana,
creemos es nuestro deber confundirlos de todos los modos según Dios, disputando y exhortando y, por la
palabra del Señor, como contra adversarios de Cristo y de la Iglesia, ir contra ellos con frente libre hasta
la muerte. …
Creemos que el diablo se hizo malo no por naturaleza, sino por albedrío. De corazón creemos y con la
boca   confesamos   la   resurrección   de   esta   carne   que   llevamos   y   no   de   otra.   Firmemente   creemos   y
afirmamos también que el juicio se hará por Jesucristo y que cada uno recibirá castigo o premio por lo
que hubiere hecho en esta carne. Creemos que las limosnas, el sacrificio y demás obras buenas pueden
aprovechar a los fieles difuntos. Confesamos y creemos que los que se quedan en el mundo y poseen sus
bienes,   pueden   salvarse   haciendo   de   sus   bienes   limosnas   y   demás   obras   buenas   y   guardando   los
mandamientos del Señor. Creemos que por precepto del Señor han de pagarse a los clérigos los diezmos,
primicias y oblaciones.

IV CONCILIO DE LETRAN, 1215
XII ecuménico (contra los albigenses, Joaquín, los valdenses, etc.)

Cap. 3. De los herejes (valdenses) 
[Necesidad de una misión canónica]
Mas como algunos, bajo apariencia de piedad (como dice el Apóstol), reniegan de la virtud de ella [2
Tim. 3, 5] y se arrogan la autoridad de predicar, cuando el mismo Apóstol dice: ¿Cómo... predicarán, si
no son enviados  [Rom. 10, 15], todos los que con prohibición o sin misión, osaren usurpar pública o

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CUADERNILLO DE HISTORIA
2º Año
privadamente el oficio de la predicación, sin recibir la autoridad de la Sede Apostólica o del obispo
católico del lugar, sean ligados con vínculos de excomunión, y si cuanto antes no se arrepintieren, sean
castigados con otra pena competente.

LAS ÓRDENES MENDICANTES


Ante la relajación de algunos eclesiásticos, Dios hizo surgir las órdenes
mendicantes. Sus fundadores quisieron responder a la llamada del
evangelio y a las necesidades de su tiempo. Fueron especialmente sensibles
al desarrollo de la herejía, al movimiento urbano y a la fermentación
intelectual.
Las órdenes mendicantes se llamaban así, porque en un tiempo en que
algunos pastores de la iglesia se enriquecen siempre más, y los burgueses
de las ciudades se desviven por aumentar sus ganancias, ellos hacen voto
de perfecta pobreza. Viven de la limosna. Ya no se llaman monjes, sino
hermanos. Las principales órdenes mendicantes fueron la de los
franciscanos y la de los dominicos.
LOS DOMINICOS: es la llamada Orden de los Predicadores, apoyada
por el gran Papa Inocencio III y aprobada por Honorio III en 1216. Fue
fundada por Santo Domingo de Guzmán, nacido en España hacia el año
1170.
Sale al encuentro de los herejes cátaros y valdenses, imitando la pobreza
de Cristo pobre y aceptando los problemas dogmáticos con ellos.
Su programa regular es hacer los tres votos de pobreza, castidad y
obediencia; ir a pie, predicar la sana doctrina, vivir la pobreza de Jesús,
alimentándose con lo que les dan. Dedicaron, pues, los dominicos especial
atención al estudio. En la universidad de París brillaron de manera especial
San Alberto Magno y Santo Tomás de Aquino, ambos Dominicos.
No disponen de las rentas ni los cánones, como las abadías 12, sino que
obtienen de las limosnas los medios de subsistencia. Se dirigen
especialmente a las gentes de la ciudad. El Papa Gregorio IX les encarga la
responsabilidad de la inquisición eclesial, de la que hablaremos más
tarde.
LOS FRANCISCANOS: Francisco, nacido en Asís (Italia) hacia el año
1181, era hijo de un rico mercader, y en el año 1205 abandona sus sueños
de caballería para consagrarse a la Pobreza. Más tarde comprenderá que
Dios le llama a la reforma de la Iglesia, en la que se filtran abusos. Después
de devolver todos sus bienes e incluso sus vestidos, pide como limosna la
comida y los materiales de construcción. Pero en 1208, oye el evangelio en
la iglesia de la Porciúncula: “Id, proclamad que está cerca el reino de Dios.
No llevéis oro ni plata...”. Con algunos compañeros, va por los caminos
proclamando con alegría la buena nueva de la paz. Predica sin ser
sacerdote. Se sentía indigno de serlo, y nunca quiso recibir la ordenación
sacerdotal.
Su lema es: “paz y bien”. Pide tan sólo un espacio de libertad para vivir
según el evangelio. El Papa Inocencio III aprueba en 1209 el género de vida
de los que desean estar entre los más pobres. En 1209, Francisco tiene

12
No hay que ver por esto a los Benedictinos y Cartujos como decadentes por el
hecho de tener y trabajar la tierra. Son funciones distintas: la penitencia en el
trabajo y la contemplación para unos, la limosna y la predicación para otros.

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CUADERNILLO DE HISTORIA
2º Año
doce compañeros; diez años más tarde son 3.000. En 1212, Santa Clara y
sus compañeras siguen el ejemplo de Francisco y así fundan la orden de las
Clarisas. En 1224 adquiere los estigmas de Cristo. Muere en 1226. Dos
años más tarde es canonizado.
La orden de hermanos menores tuvo un diverso modo de interpretar la
fidelidad a su fundador. A pesar de ello, Francisco siguió siendo el santo
más popular de la Cristiandad, y su Orden una de las más prósperas en
vocaciones.

LAS LIBERTADES Y LOS FUEROS: EL CRECIMIENTO DE LAS


CIUDADES

Como a los burgueses les disgustaba la obediencia a los nobles,


comenzaron a alejarse del campo, para habitar en las ciudades. Las
ciudades se convirtieron pronto en centros de riqueza. Pero la ambición los
llevó a protestar por los tributos de los nobles. Entonces surgen las
Libertades, en forma de Cartas o Fueros. Éstos eran exenciones de pago
de impuestos y de dependencia de los nobles. Los burgueses lo lograron de
distintas maneras: sobornando a los reyes con pago de sumas de dinero,
comprando ejércitos de mercenarios para que luchen contra los reyes, o
mediante la infiltración en las familias nobles mediante matrimonios o
extorsiones. De esa manera, en las zonas feudales se produce una especie
de resurgimiento de las ciudades, y en el sur, donde siempre existieron
grandes ciudades, herencia de los romanos, su enriquecimiento.
Pronto, las ciudades más ricas, al mando de nobles menores, intentaron
romper todo vínculo con la nobleza, y constituir ciudades- estado, con
gobiernos “democráticos”, es decir, bajo el convencimiento del pueblo a
partir del dinero. Ésta fue la resurrección de la República.

LAS CRUZADAS
Las Cruzadas fueron un acontecimiento de real importancia en la
historia europea y mundial. Ya se había vivido la invasión de los infieles
musulmanes en España, y en plena Reconquista, se produce la invasión,
por parte de los Turcos Seljúcidas, tribu de raza amarilla convertida al
Islam, de toda la Costa del Mediterráneo, lo cual incluía Tierra Santa. Eso
fue una provocación enorme para los nobles católicos de Europa, altamente
susceptibles para la guerra.
El Papa Urbano II, a instancias de su antecesor Gregorio VII, convocó a
las Cruzadas por medio de una Bula 13 dada en la ciudad de Clermont, en el
Sur de Francia (1095). En ella se instó a los príncipes católicos a recuperar
Tierra Santa. Los soldados se llamaron Cruzados porque llevaban una Cruz
en medio de su pecho, que los distinguía. Fueron varias las expediciones:
1° Cruzada (1095-1097): Predicada por Pedro el Ermitaño, intentó
llevar a campesinos y villanos a la expedición, y fueron agitados por la Fe y
la Piedad. Llegaron a duras penas a Tierra Santa, en donde fueron
fácilmente vencidos por los turcos.
La Cruzada de los Caballeros: hacia 1096, se dirigieron a
Constantinopla los más grandes nobles de Europa: Godofredo de Bouillon,
Raimundo de Tolosa, los hermanos del Rey de Francia, y otros Duques y
Príncipes principalmente franceses y normandos. Rápidamente sacados de
13
Se llama Bula al Documento Papal que tiene un sello de plomo con el nombre
del Pontífice, de donde deriva su nombre.

132
CUADERNILLO DE HISTORIA
2º Año
encima por los bizantinos, llegaron a Asia Menor. Valientes victorias
condujeron a la victoria, en cuya ayuda acudió el Apóstol Andrés, y el
descubrimiento de la Lanza que hirió a Nuestro Señor. Conquistaron
Jerusalén, y constituyeron el “Reino de Jerusalén”, conjunto de feudos.
Medio siglo duraría esta recuperación de Tierra Santa. En 1144 los turcos
arrebataron Edesa a los Cristianos, lo cual hizo necesaria otra expedición.
2° Cruzada (1147-1149): Predicada por San Bernardo, contó con la
participación de dos reyes: Conrado III del Sacro Imperio Germánico, y
Luis VII de Francia. Por no unir sus fuerzas, no lograron su cometido.
3° Cruzada (1189- 1192): El Sultán Saladino se apoderó de Jerusalén
en 1187. Esto enervó a los reyes más poderosos de la época: Federico
Barbarroja, germano; Felipe Augusto, de Francia, y Ricardo Corazón de
León, de Inglaterra.
4° Cruzada (1202-1204): Predicada por Inocencio III, terminó
deformando su verdadero origen. Los mercaderes venecianos (en esa época
los mayores banqueros y comerciantes estaban en esa ciudad), terminó
llevando a una falsa cruzada contra el Imperio Bizantino. Se atacó su
capital y se formó el Imperio Latino de Constantinopla. El objetivo principal
de tal desvío, era controlar las rutas marítimas hacia oriente. Es
vergonzosa la actitud del Ducado de Venecia, que siendo supuestamente
católico, traicionaba a los cristianos comerciando con los turcos, y
atacando a los cristianos de oriente. Además, “compraron” a los nobles
católicos con tierras en esa zona, para que se olvidaran de recuperar Tierra
Santa. Este imperio duró hasta 1261, en que los bizantinos se aliaron con
Génova (rival de Venecia en el comercio y la banca), y recuperaron el
territorio.
Últimas Cruzadas: Si bien el ánimo no fue el mismo que el de las
primeras, hubo reyes dispuestos a luchar por recuperar las tierras
arrebatadas por los Turcos. Hubo una 5° Cruzada contra Egipto de parte
del rey Andrés de Hungría, y una 6° contra Palestina, por el excomulgado
Federico II Hohenstaufen; ambas fueron nulas en sus resultados.
La 7° y la 8° Cruzadas, fueron lideradas por el Santo Rey de Francia
Luis IX, que en 1248 intentó tomar Egipto, y en 1270 murió de peste
mientras sitiaba Túnez. Así terminaron las expediciones contra el Islam,
que no se vio disminuido por todas estas cruzadas que valientemente
encararon los cristianos.
Uno de los tantas consecuencias que trajeron las cruzadas fueron las de
orden económico. Desafortunadamente, estas expediciones terminaron
debilitando a las monarquías feudales y dieron mucho más poder a los
banqueros y comerciantes, que se enriquecieron a expensas de los reyes y
la Cristiandad. A ellos lo único que les interesó fue su beneficio económico.
La piedad y austeridad cristiana comenzaría a cambiar a través de un
lento pero eficaz proceso de enriquecimiento de los hombres, refinamiento,
afán de lucro, y relajamiento de las costumbres. Comenzaba el reinado del
dinero.
El cautiverio de los papas en Avignon (1309-1377): En el año 1309,
el Papa Clemente V, trasladó la Santa Sede a la ciudad francesa de Avignon,
lo cual significaba el abandono de la Sede Romana. Eso hizo que los papas
fueran “influenciados” por los reyes franceses, lo cual originó el designio de
tal período como “el cautiverio”. En 1377, el Papa Gregorio XI volvió a Roma
al Papado.
El Cisma de Occidente (1378-1417): Elegido Urbano VI como Papa, los
franceses eligieron a otro Papa, Clemente VII, que no fue aceptado salvo por

133
CUADERNILLO DE HISTORIA
2º Año
los franceses. Se generó un movimiento de separación y división, del que se
logró salir con el Concilio de Constanza entre 1415 y 1417, que estableció a
Martín V como Papa único. Fueron momentos difíciles para el Papado
Católico.

TRABAJO TEÓRICO- PRÁCTICO: EL ORDO DE 1250 : UN RITUAL DE CORONACIÓN DEL REY DE


FRANCIA EN EL SIGLO XIII
(fragmentos)
El “despertar” del Rey y su introducción al lugar sagrado

1. Comienza el ritual para la consagración y coronación del Rey.


2. En primer lugar se prepara un solio en medio del coro. Cuando el Rey se levanta del lecho, la siguiente oración es
dicha por uno de los obispos.

Omnipotente sempiterno Dios, que te has dignado elevar a tu siervo N. al vértice del Reino, concédele, te
pedimos, que durante el decurso de este mundo, de tal manera disponga lo común para el provecho de todos, que
no se aparte del camino de tu verdad. Por [Cristo...].
3. Luego es conducido procesionalmente a la iglesia, cantando este responsorio:
He aquí que envío mi ángel, para que te preceda y custodie siempre; observa y oye mi voz y seré
enemigo de tus enemigos y afligiré a los que te aflijan. Y mi ángel te precederá. …
5. Ante la puerta de la iglesia esperen el arzobispo y los obispos. Y el arzobispo diga la siguiente oración:
El Señor esté con vosotros.

Oremos
Dios, que sabes que el género humano no puede subsistir por sus propias fuerzas, concede propicio, que
este siervo tuyo N. al que quisiste poner al frente de tu pueblo, de tal modo sea sostenido por [tu] ayuda, que en la
medida que los pudo presidir, también pueda serles de provecho. Por [Cristo...]

Preparación del espacio y de los elementos “consecratorios”

8. El Rey debe ir a la iglesia antes de que se bendiga el agua, y deben prepararse sedes alrededor del altar, en
las que se sentarán honoríficamente los arzobispos y obispos, y los pares del Reino se sentarán aparte, del otro
lado del altar. Entre [la hora] prima y la tercia, el abad de San Remigio de Reims debe traer con suma reverencia la
Sagrada Ampolla procesionalmente con cruces y cirios, bajo un palio de seda con cuatro varas, sostenido por cuatro
monjes revestidos con albas. Cuando el arzobispo llega al altar, él mismo o bien alguno de los obispos, en nombre
de todos y de todas las iglesias que le están sujetas, debe solicitar al Rey que prometa y afirme bajo juramento que
observará no sólo los derechos de los obispos, sino también el de las iglesias hablando de este modo:

Interrogatorio y juramento del Rey. Asentimiento del Pueblo


9. Os solicitamos que nos otorguéis a nosotros y a nuestras iglesias el privilegio canónico, y que conservéis
y defendáis la debida ley y la justicia.
10. Respuesta del Rey.
Os prometo, que observaré en favor vuestro y de vuestras iglesias el privilegio canónico y la debida ley y
justicia. Y defenderé, en cuanto esté en mi poder, con la ayuda de Dios, como un Rey debe hacer según la justicia
en su Reino, a cada obispo y a las iglesias a ellos encomendadas.
11. Después de esto dos obispos pidan en alta voz el asentimiento del Pueblo, obtenido el cual, canten el “Te
Deum”. Y [el Rey] póstrese hasta el fin del “Te Deum”. Una vez cantado el “Te Deum laudamus”, el Rey sea
levantado del suelo por los obispos y bajo promesa diga lo siguiente:
12. Estas tres cosas prometo en el nombre de Cristo al pueblo cristiano a mí sometido: En primer lugar, que
todo el pueblo cristiano conservará en todo tiempo, por nuestra voluntad, la verdadera paz de la Iglesia de Dios. En

134
CUADERNILLO DE HISTORIA
2º Año
segundo lugar, que prohibiré todo tipo de rapacidad e iniquidad. En tercer lugar, que en todos los juicios observaré
la equidad y la justicia. Todos digan: Amén.
13. Luego, el Rey se postra humildemente por completo en forma de cruz con los obispos y presbíteros
postrados aquí y allí. Mientras los demás brevemente cantan en el coro la letanía que sigue:
14. Señor ten piedad...
20. Terminada la letanía, pónganse de pie. Levantado el príncipe, sea interrogado de este modo por el señor
metropolitano:
¿Quieres retener la santa fe que te ha sido entregada por los santos varones y observarla con obras
justas? Respuesta del Rey: Quiero.

Nuevamente [pregunta] el metropolitano: ¿Quieres ser el protector y defensor de las santas iglesias y de
sus ministros? Respuesta del Rey: Quiero.

Nuevamente [pregunta] el metropolitano: ¿Quieres regir y defender tu Reino, concedido por Dios, según la
justicia de tus padres? Respuesta del Rey: Quiero. Y en cuanto gozare de la ayuda divina y contare con el consuelo
de todos los suyos, prometo fielmente que así lo haré en todas las cosas...
Entrega de las insignias regias y unción real
24. Después, puestos sobre el altar la corona real, la espada en la vaina, las espuelas de oro, el cetro dorado y
una vara de cuarenta y cinco centímetros o más, la cual tendrá encima una mano de marfil. Del mismo modo,
sandalias de seda tejidas bordadas por completo con jacintos y lirios de oro, y una túnica del mismo color obra, con
la forma de la túnica que viste el subdiácono en la misa. También un manto enteramente hecho con el mismo color
y obra, el cual debe hacerse casi a modo de una capa de seda sin capucha. Todo lo cual debe traer de su
monasterio a Reims el abad de San Dionisio de París, y debe custodiarlas estando de pie junto al altar.
25. El Rey, de pie ante el altar, deja sus vestiduras, salvo la túnica de seda bien abierta por delante en el pecho
y detrás en la espalda. Esto es, con las aberturas de la túnica entre los hombros unidas entre sí con pasadores de
plata. Entonces, en primer lugar allí sea calzado el Rey con dichas sandalias por el gran Camarero de Francia. Y
luego se le ciñan en los pies, y se le sujeten al punto las espuelas por el duque de Borgoña. Luego, el rey sea
ceñido solo por el arzobispo con la espada con su vaina. Ceñida la cual, inmediatamente el arzobispo extrae la
espada de la vaina, y puesta la vaina sobre el altar, le es dada [la espada] en sus manos por el arzobispo, la cual el
Rey debe llevar humildemente al altar. Y a continuación retomarla de manos del obispo. Y darla seguidamente al
Senescal de Francia para que la lleve delante de sí, en la iglesia hasta el final de la misa, y después de la misa
cuando va hacia el palacio.
26. Hechas estas cosas, estando preparado sobre el altar el crisma sobre una patena consagrada, el arzobispo
debe abrir sobre el altar la sacrosanta Ampolla, y de allí, con una aguja de oro sacar un poco del óleo enviado desde
el cielo, y mezclarlo diligentemente con el crisma preparado para ungir al Rey, el cual es el único entre todos los
reyes de la tierra que resplandece con este glorioso privilegio, de ser ungido de forma singular con un óleo enviado
desde el cielo. Entonces desprendidos los pasadores de las aberturas de delante y de detrás, y puestas las rodillas
en tierra, el arzobispo en primer lugar unge al Rey en la extremidad de la cabeza, en segundo lugar en el pecho, en
tercer lugar entre las espaldas, en cuarto lugar en las espaldas, en quinto lugar en la articulación de los brazos,
diciendo:
27. Te unjo como rey con óleo santificado, en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo . Todos digan:
Amén...
Entrega de la espada
39. Luego reciba la espada de los obispos y según las palabras antes dichas, sepa que con la espada se le
confía todo el Reino para que lo rija fielmente, mientras el metropolitano dice:
Recibe la espada a través de las manos de los obispos, que aunque indignas, están consagradas en lugar y
con la autoridad de los apóstoles, y que te es impuesta regiamente y con la bendición de nuestro oficio, divinamente
destinada a defender la Santa Iglesia de Dios. Y recuerda lo que profetizó el salmista diciendo: “ciñe con poder la
espada sobre tu pierna”, para que desempeñes tu función por la misma fuerza de la equidad, destruyas
potentemente la mole de la iniquidad, y defiendas y protejas a la Santa Iglesia de Dios y a sus fieles, y también
para que abomines y destruyas guiado por la fe a los enemigos falsos que se ocultan bajo el nombre de cristianos,
para que ayudes y defiendas con clemencia a las viudas y a los niños, restaures las cosas desoladas, conserves las
restauradas, castigues las cosas injustas, confirmes las cosas bien dispuestas, hasta que, haciendo tales cosas,
glorioso por el triunfo de la virtud y como cultor egregio de la justicia, merezcas reinar sin fin con el Salvador del
mundo cuya imagen llevas en el nombre. El cual con el Padre etc.

135
CUADERNILLO DE HISTORIA
2º Año
Tarea de los alumnos:
1) Observar cómo era la Coronación de un Rey Cristiano.
2) Leer con atención las palabras que se les hace repetir, con mucho
cuidado
3) Comparar con las livianas ceremonias que se hacen actualmente con
gobernantes “elegidos por el pueblo”, desprovistas de toda seriedad y
esmero.
4) Los alumnos podrán optar, si el tiempo lo permite, por dramatizar o
simular una coronación en una clase a tales fines.

LA IGLESIA, GUARDIANA Y FOMENTADORA DE LA


CULTURA: LA ESCOLÁSTICA, LAS UNIVERSIDADES Y LAS
ESCUELAS MUNICIPALES
La vida intelectual de la época de la Cristiandad, se caracterizó por su
riqueza. A contralor de lo que muchos modernistas afirman, no fue una
época negra ni oscura, sino que brillaron los conocimientos filosóficos y
literarios. Sucede que era una filosofía centrada en el hombre en tanto
creación de Dios, y con una noción de Verdad que hoy se ha perdido. La
recuperación de las obras de la antigüedad clásica (especialmente de
Aristóteles), enriqueció la cultura de la Cristiandad.

LAS ESCUELAS MONACALES Y EPISCOPALES

Las Escuelas Monacales salvaron de la destrucción a la sabiduría y las


obras clásicas. La obra de los monjes copitas, poco valorada en la
actualidad, salvaron el pasado griego y romano. Aparecieron también las
Escuelas Episcopales, anexas a la catedrales. Que dependían de los
Obispos. En esas escuelas se enseñaban las ciencias madres del saber: la
Teología y la Filosofía.
En este ambiente cultural nació la ESCOLÁSTICA y los grandes
teólogos. En el siglo XII nació el método escolástico, propiamente dicho:
Este método, nacido en las Escuelas Episcopales, constaba de los
siguientes pasos:
a) Lectio: se realiza una lectura de las Sagradas Escrituras, a cargo del
superior de la Escuela.
b) Questio: Era la “cuestión”, es decir, la proposición del o de los temas
a discutir en el siguiente paso.
c) Disputatio: Se “disputan” los temas propuestos por el Superior, a
través de razonamientos silogísticos.
d) Algunas veces al año se realizaban las llamadas “Questiones
Quodlibetatis”, y que se trataba del planteamiento de cuestiones
sobre distintos temas.
Este nuevo modo de pensar se introdujo en las escuelas episcopales, en
las escuelas monacales y luego en las universitarias. Nacido en estas
escuelas, tomó el nombre de ESCOLÁSTICA.
Pero su florecimiento se dio en las universidades, que tuvieron su origen
en la Iglesia, sobre todo cuando llegaron a sus cátedras los talentos de las
órdenes mendicantes (dominicos y franciscanos).
Es la llamada edad de oro de la teología católica. Éstos pertenecen
propiamente al siglo siguiente y son los franciscanos: Alejandro de Hales

136
CUADERNILLO DE HISTORIA
2º Año
(1245), San Buenaventura –general de la orden franciscana (1274),
Rogelio Bacon (1294) y Juan Duns Escoto, profesor en Oxford, París y
Colonia. Los talentos dominicos son: San Alberto Magno (1280) y el mejor
filósofo y teólogo de toda la historia de la humanidad, llamado el “Doctor
Angélico”: Santo Tomás de Aquino (1274). Fue Santo Tomás el titán que
supo armonizar la filosofía de Aristóteles con el pensamiento cristiano. Un
Aristóteles recibido por conducto de Averroes (filósofo árabe) y adobado
de racionalismo y panteísmo averroísta, constituía un peligro considerable.
Las obras más importantes de Santo Tomás fueron: La Suma contra los
Gentiles, una apologética frente a la filosofía musulmana; y la Suma
Teológica, magna enciclopedia del saber teológico. Consta de tres partes:
Dios, principio de todas las cosas; Dios, fin del hombre; Cristo, camino de la
salvación. Fue una mente excepcional capaz de realizar una síntesis
doctrinal, destinada a perdurar a través de los siglos, en una vida corta que
no alcanzó los cincuenta años.
Otros talentos son: San Anselmo, que incentivó a la razón en la
explicación de la fe; Pedro Lombardo, llamado el Maestro de las
Sentencias; Abelardo buscó con precisión la traducción de la Biblia y de
los textos de los Santos Padres. San Bernardo de Claraval, teólogo y
maestro de la vida espiritual, del que ya hablamos. Se hizo célebre su frase:
“La medida del amor a Dios consiste en amar a Dios sin medida”. Propagó
la devoción a la Virgen María.

ESPLENDOR DE LA ESCOLÁSTICA. LAS


UNIVERSIDADES
Surgidas generalmente de la unión de varias escuelas catedralicias o
episcopales, o de la acción de los Papas para sacar a sus alumnos de las
garras de las ciudades mercantiles italianas; las Universidades se
convirtieron en el lugar de formación del hombre cristiano por excelencia.
Maestros y escolares de ciertas disciplinas comenzaron a agruparse
libremente, con el fin de organizar las enseñanzas. Llegó un momento en
que la “universidad”, la corporación de profesores y alumnos, constituyó un
estudio general y recibió el reconocimiento público de la autoridad
eclesiástica y civil.
La enseñanza universitaria tenía dos niveles, y se impartía en
Facultades, que generalmente eran cuatro:
- La FACULTAD DE ARTES (Nivel Inferior): Allí se seguían los cursos
del Trivium (gramática latina, retórica y dialéctica), y el Quatrivium
(aritmética, geometría, astronomía y música). Hacia los 19 años, el
estudiante se convertía en un noble, pues se le otorgaba el título de
Bass- Chevallier (Bajo Caballero), es decir, Bachiller. Luego de dos
años más, se transformaba en Licenciado.
- Las FACULTADES ESPECIALIZADAS: Eran tres: Teología,
Derecho y Medicina, luego de lo cual se terminaba con el título de
“Doctor”.
Las escuelas pronto no pudieron dar abasto a la gran actividad
intelectual europea. Hacía falta preparar a los clérigos y los nobles, para
que fueran dignos funcionarios para el bien de las almas y la comunidad.
Primeramente se formaron gremios de profesores (maestros) y alumnos
(aprendices), que elaboraban estatutos para organizar los estudios,
parecido a los artesanos de oficios. Pronto los reyes y los Papas dieron
apoyos a estas cofradías de maestros y aprendices. Así se constituyeron las

137
CUADERNILLO DE HISTORIA
2º Año
Universidades. La primera fue la de París ya organizada en el año 1200 a
partir de tres escuelas. El número de Universidades creció pronto en Italia,
Francia, Inglaterra, España. Descollaron las de Oxford, Cambridge,
Montpellier, Toulouse, Orleáns, Nápoles, Bologna, Salamanca, Valladolid,
Palencia, Valencia y Lisboa. Las universidades eran obra de la Iglesia y
reflejo del espíritu universalista de la Cristiandad.
La universidad era una institución propiamente eclesiástica. Clérigos
eran la mayor parte de los profesores y tonsurados 14, cuando menos, los
escolares.
Desafortunadamente, con el tiempo entraron en decadencia, debido a las
doctrinas modernas, entre ellas el racionalismo cartesiano (siglos XVI y
XVII), que rompieron la armonía entre la Fe y la Razón que se logró
construir entre los siglos XI y XIII.

LAS ESCUELAS MUNICIPALES

Otra institución de enseñanza existente en estas épocas, eran las


Escuelas Municipales. En ellas se formaba a los mercaderes y hombres de
“negocios”, y allí la filosofía y la teología no eran parte de la enseñanza.
Sólo se les enseñaba Cálculo y Derecho.
Fueron las primeras instituciones laicas, sin depender de los Obispos ni
de los reyes. Dependían directamente del Municipio, generalmente
manejado por los burgueses. Como el municipio tenía libertades o fueros
de los reyes, nadie podía intervenir en ellas.
Las principales fueron las de las ciudades del norte italiano: Venecia,
Florencia, Pisa, Génova, etc.
La Segunda Guerra de los Cien Años
Esta fue la época de Santa Juana de Arco, campesina de Domrémy, que defendió
valientemente la integridad del reino francés. Devota, con un ardiente celo por Dios,
por los Sacramentos, encontró en el Rey francés Carlos VII un monarca débil y con
poca determinación. Luchó valientemente contra las hordas inglesas, que estaba
sitiando Orleáns, cerca de París. Fue injustamente acusada de herejía, y castigada con la
pena de la hoguera por los tribunales civiles de Borgoña, aliados a Inglaterra, con la
aceptación del obispo borgoñón. Fue canonizada por el Papa Pío XI en el siglo XX.

EL FIN DE UNA ÉPOCA: EL SIGLO XV Y LOS CAMBIOS QUE


HICIERON DECLINAR LA CRISTIANDAD
La pérdida de los ideales cristianos, el cambio de una sociedad que va a
pasar a estar dirigida por el poder del dinero; serán causantes del paso a
una nueva etapa de la historia.
Pronto los reyes se alejarán de los campos de batalla, se enriquecerán, y
se distanciarán de sus súbditos en muchas ocasiones. Los títulos de nobleza
van a poder ser comprados por cualquier burgués con dinero, y el mundo
de la abundancia terrenal va a suplir al mundo cristiano, austero y piadoso.
Los dogmas y preceptos morales se adaptarán al hombre, en vez de el
hombre adaptarse a los preceptos de Dios. El mundo seducirá a los
hombres.

14
Tonsura significa el corte total del cabello en el círculo superior de la cabeza que
se hacía a los sacerdotes como signo distintivo desde la época de San Pedro.

138
CUADERNILLO DE HISTORIA
2º Año
Todos estos cambios no se producen de un día para el otro. Tardan siglos
en consumarse, y recién hoy, en el siglo XXI, estamos viendo sus resultados
más patentes. Las ciudades del norte de Italia, ricas, opulentes, y las del
norte de Alemania desafiarán todas las leyes para imponer las del dinero, y
la del hombre como centro del Universo. Pero varias circunstancias
explicarán estos cambios.
LA PESTE NEGRA: Como si fuera una maldición, fueron precisamente
los comerciantes genoveses los que trajeron esta espantosa enfermedad a
todos los países de Europa. La Peste Bubónica era una enfermedad
violenta, que mataba en tres días, y era transmitida por el piojo de la rata.
Síntomas terribles, entre los que se pueden contar la aparición de bubones
de sangre putrefacta en distintas partes del cuerpo, terminaban
seguramente en la muerte. Además, era transmisiva por vía aérea. Lo cual
la hacía imposible de prevenir.
La peste mató a un quinto de la población de Europa Occidental, siendo
una enfermedad oriental, que nada tenía que ver con occidente. Las
crónicas relatan muertos en las calles, sin sepultura, contagiando hasta a
los animales; bandas de flagelantes, y confesionarios atestados por el
miedo un fin que se veía cerca. Infinidades de penitencias: deudas
perdonadas, pecados confesados a viva voz… lo que sucede cuando la
muerte apremia: la soberbia humana se postra a los pies de Dios rogando
misericordia.
Casi ningún país se salvó, pero al poco tiempo, las cosas volvieron a su
ritmo habitual.

EL CAPITALISMO: De la mano de los mercaderes y banqueros, nace


este sistema, que si bien existió de manera diferente en otras civilizaciones,
adquirió un perfil muy particular. Los cambios que significó fueron los
siguientes:
 El Tráfico Mercantil: Como una consecuencia no querida de las
Cruzadas, los mercaderes de Génova, Venecia, Florencia, Pisa, Amalfi,
Verona, etc., vieron en oriente la oportunidad de enriquecerse con
facilidad. Sabiendo que los productos lujosos seducían a los nobles y a
sus esposas, comenzaron a traficar piedras preciosas, telas finas,
perfumes, especies y sobre todo oro y plata. Esos productos,
conseguidos a bajo precio, eran vendido carísimos a los ingenuos
nobles adinerados. Además, ese dinero ganado, era invertido en
préstamos a interés de lo que hablaremos a continuación.
 La Banca y la Moneda: Pronto, las casas comerciales se transformaron
también en bancos. Su surgimiento era el siguiente: un prestigioso
comerciante (o joyero), guardaba depósitos de oro, dando un recibo a
cambio, para que no se tuviera que cargar con el oro (parecido a lo
que se conoce como “cheque”). Esa persona, si el banquero era
reconocido, podía comprar cosas con ese papel, que pronto pasó a ser
considerado de igual valor que su equivalente en metal. Ése es el
origen del billete. Pero luego el banquero se dio cuenta de una cosa.
Que si el oro permanecía allí en el banco, podía prestarlo a otro, con
un interés que le daría ganancia. Pero pronto ganó la avaricia. Como
los movimientos del total de dinero guardado no sobrepasaba el 10 %
del mismo (es decir, que si el banquero tenía 100.000 monedas de oro,
a lo sumo en el mes, salían y entraban 1000; el resto permanecía fijo),
comenzaron a prestar más dinero del que tenían realmente, ya que lo
hacían con sólo firmar un papel. Lo que había que procurar era que
los movimientos de dinero no sobrepasaran los depósitos reales (en el

139
CUADERNILLO DE HISTORIA
2º Año
caso anterior, si sólo salían y entraban 1000 de los 100.000, entonces,
podía hacer creer que tenía 1.000.000, y prestar a interés ese valor en
papeles, total, durante el mes va a entrar y salir el 10 % de ese valor,
que son los 100.000 que realmente tengo). Una verdadera estafa, que
hoy realizan los bancos sin que nos demos cuenta. Eso generó el
rápido enriquecimiento de las grandes familias de banqueros (Médici,
Fugger, Pazzi, etc.), y pronto toda la economía comenzó a depender de
los préstamos de estos traficantes de dinero.
 El Campo: Comienza a depender de la ciudad, que era el centro de las
actividades monetarias, necesarias para pagar las deudas, que ya no
se hacen con parte de la cosecha, sino con dinero. Los señoríos se
despueblan y las tierras se rematan a bajo precio, y son compradas
por burgueses adinerados, que sólo especulaban con ellas, tratando
de venderlas a un precio “conveniente”. Eso se llama especulación.
 Las Ciudades: Centro de la banca y el comercio, se ensanchan, atraen
a los campesinos, y se convierten en el centro de la vida del hombre.

Por eso podemos decir que estamos dando paso a una nueva época, que
va a ser llamada la “MODERNIDAD”.

LA MODERNIDAD
Suele llamarse Modernidad al período posterior a la Época de la
Cristiandad. Es difícil decir cuándo comienza o termina una época
histórica, pero para llegar a un acuerdo, vamos a llamar Modernidad o
Época Moderna al período comprendido entre los siglos XV y XVIII, hasta
las Revoluciones Burguesas o Liberales.

SENSIBLE MODIFICACIÓN DEL


PENSAMIENTO DEL HOMBRE: EL
HUMANISMO ANTROPOCÉNTRICO
EL HUMANISMO
El rápido enriquecimiento de las ciudades del Norte Italiano, absorbidas
por el poder del dinero, y en manos de las comunas y municipios
burgueses, sumado al declive del poder de los Señores Feudales (en
muchas oportunidades endeudados con ellos); dieron difusión a formas de
pensamiento y mentalidades sensiblemente diferentes a los de la época de
la Cristiandad.
Cuando el dinero es el que rige la vida de los hombres, la vida terrestre
se hace mucho más atractiva, por lo cual, el hombre comienza a olvidarse
de la Salvación y la Vida Eterna.
Así, no se vive ya con preocupaciones referidas a la Fe y a la vida
piadosa enseñada durante siglos por la Iglesia de Cristo, sino que coloca en
el centro cuestiones humanas y materiales, relegando a un segundo
plano las cuestiones de Fe. El dinero hace que el hombre busque el paraíso
en la tierra, no en el Cielo.

140
CUADERNILLO DE HISTORIA
2º Año
De esta manera, las filosofías “nuevas”, no se van a preocupar por la
Verdad y la búsqueda de Dios, sino que van a tratar sobre temas como la
Libertad, la Percepción, los Sentidos y el Placer. El centro de todo, y de la
Creación misma, pasará a ser el hombre. Luego veremos las consecuencias
que tal forma de pensamiento trajo a la humanidad.
Estos temas van a constituir lo que se llamó Humanismo, y que algunos
prefieren llamar ANTROPOCENTRISMO (con centro en el hombre),
diferenciándolo del TEOCENTRISMO (con centro en Dios) del hombre
cristiano.
La excusa de todos los pensadores humanistas va a ser poner como
centro la “libertad” o “liberación” del hombre, que ya no necesitaba largas
horas de oraciones, ayunos y límites morales, sino que todas estas cosas se
debían adecuar al hombre, para poder satisfacerlo mejor. De allí la
importancia dada a los bienes materiales. Todo lo que no se adapte al
hombre y lo haga sensiblemente feliz, debe ser dejado de lado. Esto
es muy evidente en la actualidad, en el cual el pensamiento
antropocéntrico ocupa las aulas de las escuelas, de las universidades, de
todas las publicaciones científicas; por eso, el número de ateos y agnósticos
aumenta, ocupándose el vacío con el afán de riqueza, único fin de muchas
de las personas que pueblan hoy el mundo.
Hay que distinguir el humanismo antropocéntrico de otras formas
de humanismo, en el cual el hombre es considerado el “rey de la
Creación”, pero sin dejar de considerar que es Creación de Dios a
quien debe respeto de sus mandamientos. Ese humanismo no pone
como FIN al hombre, sino como CREATURA PRIVILEGIADA.
Pues bien, el antropocentrismo se vinculará rápidamente con el
“materialismo”, doctrina que postula a la materia como principio y fin del
universo, despreciando todo lo que no tenga existencia física material. Éste
es el principio del Ateísmo y el Agnosticismo.
Pero este cambio no se produce de un día para el otro, y el espíritu
cristiano va a seguir predominando varios siglos más, especialmente en
países como España o Francia. Es sólo el comienzo de un gran cambio del
pensamiento occidental, puntapié inicial para entender al hombre actual.
Dentro del pensamiento Humanista, desarrollado especialmente en las
Universidades de las ciudades mercantiles (como la de Bolonia, Florencia),
y en las Escuelas Municipales (como las de Parma y Salerno, que luego se
transformarán en Universidades), se va a destacar la admiración y
recuperación de las obras y el pensamiento pagano grecorromano, en gran
parte recuperado por los monjes copistas, y en parte traído desde Oriente
(Bizancio y los Árabes). Este pensamiento se opuso a la Escolástica, y
revivió la Filosofía, las ciencias y la literatura de autores Griegos y
Romanos paganos desconocidos durante la época de la Cristiandad, y
muchas veces de dudosa rectitud moral (Mitología Griega, obras de
escritores de la época del Imperio Romano: Ovidio, Virgilio, Horacio, etc.).
Las características del HUMANISMO fueron:
 Oposición al pensamiento cristiano
 Cultivo de la Erudición, la Filología (estudio de textos clásicos), y las
Letras Clásicas paganas
 Restauración del Latín Imperial o Clásico (del s. I a.C.), y estudio de
lenguas orientales como el Griego y el Hebreo.
 Crítica a los documentos y a los textos: nacimiento de la Diplomática
(estudio de documentos antiguos) y la crítica documental.

141
CUADERNILLO DE HISTORIA
2º Año
Sus principales representantes fueron: los escritores italianos Dante
Alighieri, Francisco Petrarca y Giovanni Bocaccio. La mayoría de éstos era
de origen Florentino (de Florencia o Firenze, ciudad del Norte Italiano),
ciudad que va a ser la cumbre del pensamiento humanista.

EL RENACIMIENTO
Muy vinculado al humanismo, surge el RENACIMIENTO, que vendría a
ser la versión artística del humanismo. También se desarrolla en Italia,
zona en el cual los artistas van a recibir la protección y el mantenimiento
económico de los llamados “Mecenas”15.
El “Mecenas” era generalmente un rico comerciante o banquero que,
debido a la gran cantidad de dinero que acumulaba, contribuía al fomento
del pensamiento humanista, admirador de la cultura grecorromana;
ayudando y manteniendo a los artistas plásticos (preferentemente pintores
y escultores) con el dinero que necesitaban. Ente éstos podemos nombrar a
Lorenzo el Magnífico, la familia Sforza y la familia Médici, entre otros.
Esto facilitó el surgimiento de artistas como Boticcelli, Donatello,
Miguel Ángel, Leonardo de Vinci, Rafael Sanzio, etc.
Los temas artísticos reflejan lo anteriormente dicho: Admiración por el
cuerpo humano, hedonismo, sensualidad, imágenes de la mitología y de los
dioses romanos y griegos, etc. Esto trajo como evidente consecuencia, la
relajación de la moral y las costumbres. De esta manera “renacieron” todos
los vicios de las peores épocas de la Antigüedad Clásica: el lujo, las orgías,
vicios, asesinatos, etc.
No por casualidad es la época en que Nicolás Maquiavelo escribe su
obra “El Príncipe”, en la cual explica, sin tapujos, el arte de la corrupción
política. Así habrían de reflejarlo también fuentes como los cantares del
Carmina Burana, la "Descripción de Florencia" de Dante, o los escritos
posteriores de Erasmo de Rotterdam, en uno de los cuales se lamenta de
que "todo el mundo obedece al dinero".
Por eso aquí nace esa concepción según la cual la época de la
Cristiandad habría sido el “Medioevo”, o la “Edad Oscura”. Desde el siglo
XV, la religiosidad disminuiría hasta los extremos de hoy.

EL CISMA PROTESTANTE: SE ROMPE LA UNIDAD


CRISTIANA (S. XVI)
Las ideas antropocéntricas y renacentistas tuvieron que llegar
indefectiblemente a la Iglesia de Cristo. La Religión y Liturgia Católicas
eran totalmente contrarias al antropocentrismo, y sobre todo: la condena
de la usura, la actividad de las órdenes mendicantes, la vida de los santos,
el combate de algunos Papas, etc.; molestaban a los burgueses que
necesitaban una “religión hecha para el hombre” en sus puntos
fundamentales.
El problema iba a estallar ante la primera excusa. La Iglesia siempre ha
tenido papas excelentes, y otros que dejaron mucho que desear. Sin
embargo, eso no afecta nada a la santidad del Pontificado (de la misma
manera que la muerte o el mal comportamiento de un rey no afecta a la
Monarquía como forma de gobierno). Las épocas anteriores a 1517 fueron

15
Mecenas era el nombre de un protector de artistas en la época de Augusto
(Roma, s.I)

142
CUADERNILLO DE HISTORIA
2º Año
épocas difíciles para el Papado, pero es un error decir que todo era
corrupción y caos en la Iglesia. Al igual que hoy, los defectos, atribuibles al
Papa surgían a pesar del Papado como Sede de Pedro.
Al Papa León X, se le ocurrió, debido a la presión en la que se
encontraba por una serie de deudas, hacer una especie de “promoción” de
Indulgencias16 a cambio de dinero para terminar la Basílica de San Pedro.
Por eso, el 31 de Octubre de 1517, Martín Lutero, monje agustino de
Sajonia, justamente indignado por esos errores, escribió 95 tesis contra las
indulgencias en la puerta de la iglesia en Wittenberg.
Tentado por la euforia, y el apoyo de todos los que deseaban un
relajamiento antropocéntrico de la Iglesia, comenzó el cisma (separación
voluntaria).
Así se inició la Reforma. Difundida y propagada por obra de la
Imprenta17. Después veremos cómo ciertas proposiciones de Lutero eran
beneficiosas para los grandes burgueses europeos, que así llegaron al
encuentro de una religión cristiana a su medida.
La consecuencia más importante que tuvo esta ruptura de Lutero con la
Iglesia fue la siguiente: destruyó la unidad de la cristiandad occidental. Sus
cambios, considerados herejías, fueron:
 Sólo la Fe basta. Las obras no son necesarias para la Salvación.
La santidad es imposible para el hombre (en efecto era imposible para
él), por lo tanto, todo hombre debe tener confianza (ésa es la fe
protestante) en que Cristo nos salvó a todos ya en la Cruz. No hace falta
nada más.
 Libre interpretación de los textos bíblicos. Supuestamente el
Espíritu Santo ilumina a todo lector de la Biblia, aunque interprete lo
que quiera.
 Eliminación de los textos bíblicos que no coincidían con sus
afirmaciones. Así, recortó de las Sagradas Escrituras los libros de los
Macabeos (I y II), el Eclesiastés, Tobías, Judit, Baruc, y el Libro de la
Sabiduría, y algunos la Carta del Apóstol Santiago, que habla de las
obras para la salvación.
 Tradujo la Biblia al alemán. Algunas de sus traducciones fueron
revisadas. Así y sin temor de rubor, muchos de los términos originales
fueron cambiados (permutados) a capricho del traductor protestante,
haciendo traducciones deliberadamente erróneas, cambiando así el
mensaje real y extirpando de estas traducciones la doctrina original de
Jesucristo, trasmitida fielmente por la Iglesia Católica.
De esta forma, por ejemplo, el termino "ídolos" lo tradujeron de una
forma capciosa por "imágenes" forjando así un eficaz instrumento contra
el culto de los santos y de la Santa humanidad de Cristo. El termino
"confesar" que podía sugerir el sacramento de la penitencia, se mal
tradujo por "reconocer".. Las grandes palabras claves del Evangelio
"gracia" y "salvación" se mal tradujeron por "favor" y "salud". El termino
"sacerdote" fue cambiado por el de "anciano"-elder-. El termino "iglesia"
se tradujo por "asamblea"...; y otros tantos términos traducidos de forma
errónea. Veamos por ejemplo, en el consejo apostólico de la epístola de
Santiago: "¿Alguno de entre vosotros está enfermo? Que llame a los
sacerdotes de la Iglesia y que estos recen por él después de haberle
16
La Indulgencia es el perdón de la pena temporal de los pecados (lo que no se
borra con la Confesión), y sólo puede ser concedida por el Papa.
17
A mediados del S. XV, Gutemberg, ideó los tipos móviles para la impresión de
textos, que de esa manera agilizaba la copia de libros. El valor de la imprenta era
enorme, porque su manejo garantizaba la posibilidad de hacer propaganda masiva.

143
CUADERNILLO DE HISTORIA
2º Año
dado la unción de aceite en nombre del Señor." Es muy evidente que la
referencia al sacramento de la extremaunción podía ser mantenido y por
ello en su traducción protestante se ve cómo:"los sacerdotes de la
Iglesia" se tornaron en "ancianos de la Asamblea".
 Eliminó los intercesores entre el individuo y Dios; por eso negó el
Orden Sagrado y la Consagración Episcopal (sacerdotes y obispos). Se
abolió el uso de sotana y de toda distinción.
 Se negó la Autoridad Papal, como se deduce de lo anterior.
 Por lo tanto tampoco era necesario confesar las penas para
reconciliarse con Dios, entonces negó la Confesión Sacramental.
 El principal cambio fue que negó la Transubstanciación de
Nuestro Señor en la Eucaristía, estableciendo que era una especie de
“Consubstanciación”, y que bajo sucesores como Zwinglio, terminará
negándose totalmente, quedando la Eucaristía sólo como un símbolo de
la Última Cena.
 Por eso se cambió la misa.
Veamos algunas de sus afirmaciones, tal y como se encuentran en sus
escritos:
..."Cuando hayamos aniquilado la Misa, habremos aniquilado el Papado
en su totalidad. Porque es sobre la Misa, como sobre una Roca que el
Papado se apoya con sus monasterios, sus obispados, sus colegios, sus
altares, sus ministros y sus doctrinas. Todos estos caerán cuando su
sacrílega y abominable Misa haya sido reducida a polvo".
..."Sin embargo, para conseguir este fin con éxito y sin peligro, será
necesario preservar algunas de las ceremonias de la misa antigua para
los de mente débil, quienes se escandalizarían con un cambio muy
rápido".
Atendiendo al ruego ardiente de sus primeros discípulos, Lutero escribió
su famosa "Formula Missae". Con relación a ésta nos dice: "Debemos
declarar en primer lugar que nuestra intención jamás ha sido abolir la
adoración a Dios, sino únicamente purgar la forma que se usa de todas
las adiciones que la han mancillado. Me refiero a ese abominable Cánon
que es una confluencia de lagunas repugnantes; han hecho de la Misa un
Sacrificio, le han agregado ofertorios. La Misa no es un sacrificio, no es
el acto de un sacerdote supremo ofreciendo un sacrificio.
Considerémosla como un sacramento, o un testamento. Llamémosla una
bendición, o eucaristía, o la Mesa del Señor, o el memorial del Señor. O
démosle cualquier título que nos guste, con la condición de que no se
mancille con el término de sacrificio o representación. Al descartar el
Cánon, descartemos todo lo que implica Oblación, y nos quedamos con
lo que es puro y Santo". (Recordemos que estas son las palabras de un
sacerdote Católico legítimamente ordenado).
Por eso quitó el sentido de la Misa como Sacrificio, y pasó a ser una
celebración de la Palabra, y conmemoración del banquete de la Última
Cena. El pastor (un fiel como cualquier otro), pasó a recitar la “misa”
(sin Ofertorio ni Consagración) en idioma vernáculo (se abandonó el
Latín), los altares se transformaron en mesas, y la ceremonia se
orientaba hacia el pueblo, la comunión se hacía con las manos, y se
suprimieron todas las imágenes, especialmente las que hacían alusión al
Sacrificio, como el Crucifijo.
 Se negó la Intercesión de la Virgen María, los Ángeles y los
Santos, considerados como personas comunes. Se prohibió el rezo a los
difuntos y la existencia del Purgatorio.

144
CUADERNILLO DE HISTORIA
2º Año
La pregunta que uno se hace es ¿la intención de Lutero era
realizar todos estos cambios desde un principio, buscando una
excusa con las indulgencias? ¿O fue un cambio fruto de las
presiones de quienes lo apoyaron en Alemania y Suiza, lo cual lo
ensoberbeció?. Parece más creíble la segunda proposición.
Lutero fue excomulgado recién en 1520, con una Bula Papal
(Exsurge Domine), que el cismático quemó públicamente. Por esa
época, el Sacro Imperio Romano- Germánico pertenecía, junto con
España, Flandes y otros territorios, a la corona de Carlos V
Habsburgo, quien luchó contra Federico III y los “nacionalistas”
(luteranos), y cuya guerra le fue boicoteada por los grandes
banqueros europeos.
El problema mayor vino con posterioridad a los cambios protestantes: si
sólo la fe salva, el ámbito moral era dejado a libre conciencia, por lo tanto
me era lícito hacer lo que mi conciencia me dictaba como bueno.
Muchas cosas más podríamos decir de los orígenes del protestantismo y
de sus primeros fundadores, así como de sus doctrinas iniciales que en
muchos casos han sido repugnantes incluso a la propia conciencia natural.
Pongamos por ejemplo las palabras de Lutero:"Cree de firme y peca más de
firme" (Pecca fortiter, sed credere fortius) (texto de una carta dirigida a
Melanchthon), en esa carta dice Lutero: "Sé pecador, y peca fuertemente y
alégrate en Cristo, que es vencedor de la muerte y del mundo. Hay que
pecar mientras aquí estemos. Basta que conozcamos, por la riqueza de la
gloria de Dios, al cordero que quita los pecados del mundo, no nos
separará de él el pecado, aunque en un día forniquemos y matemos mil
veces". En la lectura de esta carta disparatada que escribe Lutero, nos
damos cuenta perfectamente que aquí él pretende decir que las obras no
son necesarias para salvarse, no dice que el Evangelio no nos exige buenas
obras, antes en tal caso las condena. Este y otros principios de este mismo
estilo es pauta de todos los reformadores protestantes.

Zwinglio y Calvino
Luego de Lutero llegó Zwinglio. Este hereje protestante llega con su
doctrina a las blasfemias: "Dios es el primer principio del pecado". Este
hereje suizo terminó por radicalizar los cambios luteranos, y junto con el
francés Calvino, terminaron postulando la llamada “Predestinación”: las
almas ya están marcadas de antemano por la Salvación o la Condenación,
luego, de nada me vale ser bueno en la tierra, tanto esté salvado como no.
Pero la predestinación de origen, que también era promulgada por Lutero,
llegó a suprimir el Libre Albedrío o libertad. Para estos “teólogos”, Dios es
el que obra en lugar del hombre. Tanto el bien y el mal son obrados por
Dios a través del hombre, por lo tanto no hay culpa. Una verdadera
aberración que ignoran la mayoría de las personas que pertenecen de
buena fe a las sectas inspiradas en el Calvinismo. De este modo, Calvino
afirma esto así: "Dios excita al hombre a violar sus leyes, y que el hombre
cae, porque así Dios lo ha ordenado".
Algo importante para el mundo económico: las antiguas restricciones a
la usura fueron abandonadas, y la riqueza fue considerada una señal de
predestinación: aquél al que Dios lo enriquecía, quería decir que estaba
predestinado a salvarse. Como vemos, una religión demasiado adaptada al
capitalismo. Por eso el calvinismo llegará a ser el movimiento protestante

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CUADERNILLO DE HISTORIA
2º Año
de mayor fuerza, y tendrá particular influencia en Suiza, Francia, los Países
Bajos, Hungría, Polonia, Inglaterra, Escocia y Norte América.

La Reforma Inglesa
En Inglaterra, la ocasión para el cisma se produjo por el intento de
anulación del Matrimonio del Rey Enrique VIII, años antes condecorado
por León X como “Defensor Fidei” (Defensor de la Fe).
El 23 de mayo de 1533 un tribunal eclesiástico, presidido por Thomas
Cranmer, Arzobispo de Cantorbery, declaró nulo el matrimonio del rey
Enrique VIII con Catalina de Aragón. En sus dieciocho años de casados
habían tenido seis hijos. El Papa Clemente VII se negó a anular esta unión
y, por tal motivo, Enrique VIII recurrió a los buenos oficios del episcopado
inglés. Tenía prisa porque su amante Ana Bolena esperaba un hijo. (La
futura reina Isabel nacería el 7 de septiembre). Clemente VII dejó pasar un
año antes de excomulgar a Enrique VIII, así le daba tiempo de separarse de
Ana Bolena; el rey se proclamó jefe de la Iglesia de Inglaterra arrastrando
a su país al cisma.
Inmediatamente después de la ruptura con Roma, la elite del
luteranismo y el calvinismo acudió a Londres. El ataque se dirigió, de
inmediato, al punto esencial: la Misa. Los luteranos comenzaron por pedir
al jefe de la Iglesia de Inglaterra que suprimiera las Misas privadas.
Sin embargo, Enrique era católico, y no quería la serie de cambios que
los luteranos le pedían. Se niega a abolir el celibato eclesiástico. Por un
edicto del 19 de noviembre de 1537, se ordena a los obispos que procesen
a "los sacerdotes que se han atrevido a casarse contra el uso de nuestra
Iglesia de Inglaterra y nuestra voluntad". Enrique VIII murió el 18 de enero
de 1547 recomendando educaran a su hijo en la religión católica.
El nuevo jefe de la Iglesia de Inglaterra es un niño de diez años, es
Eduardo VI, nacido del matrimonio de Enrique con Jane Seymour. Edward
Seymour, su tío materno, se apoderará del trono fraudulentamente a
despecho del testamento de Enrique VIII. Desde allí, Inglaterra se hace
hereje. Los cambios más radicales no tardaron en venir.
La iglesia cismática, sería llamada Anglicana: se disolvieron las órdenes
religiosas, apropiándose la burguesía de las propiedades eclesiásticas, se
eliminó finalmente el celibato eclesiástico, , se tradujo la Biblia al inglés,
etc.
La destrucción de la Misa es una figura de la manera en que se
corrompió la Fe: primero se suprimió el latín, luego se rezó la misa sin
Ofertorio, después se suprimió el Confiteor privado, que pasó a ser público;
con posterioridad se agregó una lectura del Antiguo Testamento los
Domingos, se comulgaba bajo las dos especies, etc, etc, etc, hasta que de
golpe se suprimieron las imágenes, y el Arzobispo anglicano Cranmer,
publicó un Nuevo Orden de la Misa. Una herejía total.
Hubo gran persecución contra los disidentes católicos. Aquí es cuando se
produce la condena a muerte de Santo Tomás Moro, quien se negaba a
reconocer a la iglesia hereje. Una de las primeras acciones políticas de la
iglesia “separada”, fue también conseguir de los comerciantes de la City de
Londres un préstamo al diez por ciento anual, aprobando así la usura en
Inglaterra.

Así bien y a consecuencia de las traducciones tendenciosas de la


Biblia y del principio de la libre interpretación, surgió lo inevitable

146
CUADERNILLO DE HISTORIA
2º Año
entre los protestantes: LA DIVISIÓN, de la que uno de sus artífices
se queja con estas palabras:"El azote de la división, tal como no se
había visto desde tiempos de la pasión de Cristo, ha sobrevenido en
nuestra Iglesia reformada, por instigación del diablo, porque no
hemos sido oyentes diligentes de la Palabra de Dios, ni de su
verdaderos predicadores,..."(Cramer).
Otro reformado expresaba: "He aquí arrianos, marcionistas,
libertinos, davistas y semejantes monstruosidades en gran número;
nos hace falta ayuda contra los sectarios y los epicúreos y los seudo-
evangelistas, que han comenzado a sacudir nuestras iglesias con una
violencia más fuerte que nunca" (carta original relativa a la reforma
inglesa-Micronius a Bullinger ,año 1550,reformadores protestantes).
Es así, como hoy se ve, bien puede decirse que hay muchas
sectas protestantes, pero no una iglesia protestante digna de tal
nombre.

LA REFORMA CATÓLICA Y EL CONCILIO DE TRENTO

Dios hizo surgir la Reforma Católica, no sólo para combatir al


protestantismo, sino para afirmar con más claridad la doctrina de la
Iglesia católica.
A todo esto es a lo que se da a veces el nombre de contrarreforma.
No es exacta la expresión contrarreforma porque parecería que
aprobase la de reforma de Lutero, que en realidad no fue reforma
sino un cisma. Además, para reformar la Iglesia no es necesario
destruirla ni separarse de ella, como hizo Lutero, sino permanecer
fiel a ella. Tampoco es una mera reacción contra el protestantismo, y
hubiera sido necesaria incluso sin el cisma luterano.
La Iglesia católica convocó el CONCILIO DE TRENTO (1545-
1563), bajo los papas Paulo III , Julio III y Pío IV.
El fin y el objeto de Trento fue salvar la ortodoxia de las
costumbres, mantener la unidad de la Iglesia, reanimar la santidad
en el clero y el pueblo. El concilio además de abocarse a la reforma
de las costumbres, se centró sobre todo en aclarar la doctrina
católica, negada por Lutero.
Dieciocho años pasaron desde su inauguración. Pío IV confirmó los
decretos conciliares mediante la Bula “Benedictus Deus” (1564) e
instituyó la Congregación del Concilio para la mejor interpretación
de los mismos y su ejecución. Aquí están resumidos los principales
puntos doctrinales del concilio de Trento :
- Declaró que las fuentes de la revelación son las Escrituras y la
Tradición de la Iglesia. De esta manera la Iglesia contestaba la
doctrina de Lutero que todo lo cifraba en la sola Escritura.
- Fijó los libros de la Biblia o canon: son 73 libros; 46 del Antiguo
Testamento y 27 del Nuevo Testamento. Los protestantes aceptan
siete menos que los católicos.
- Explicó la doctrina del pecado original, la gracia y los
sacramentos, que en pocas palabras se resume así: El hombre

147
CUADERNILLO DE HISTORIA
2º Año
nace herido con el pecado original, pero no corrompido. Dicho
pecado se borra totalmente con el bautismo, aunque queda la
concupiscencia o la tendencia o inclinación al pecado. Así daba
contestación al protestantismo que decía que el hombre estaba
totalmente corrompido y era incapaz de hacer el bien, aunque
haya recibido el bautismo.
- Reafirmó la existencia de los siete sacramentos.
- Afirmó que sólo la fe en Jesucristo salva, pero que las obras
buenas son necesarias para la Salvación. Los protestantes decían
que sólo la fe salva, pues todas las obras hechas por el hombre son
obras empecatadas y no agradables a Dios.
- Volvió a enseñar el valor de las indulgencias, el culto a los
santos, el celibato, la vida religiosa, la existencia del purgatorio.
Para ganar las indulgencias se necesita, además de la obra de
caridad a la que está ligada, tener un corazón contrito, que
rechaza el pecado. Ese espíritu penitencial se debe manifestar
confesándose, recibiendo la comunión y rezando por las
intenciones del Papa.
- Publicó el catecismo romano, destinado a los párrocos, para
ayudarles en su predicación y en la enseñanza del catecismo a los
niños.
- Además, se impulsó la creación de las Órdenes de Jesuitas
(Compañía de Jesús), fundada por San Ignacio de Loyola y la
de los Teatinos fundada por San Cayetano. La segunda no
perduró, pero la primera se convirtió en el orgullo de la Iglesia
Católica, por su obra misionera, y dogmática. Los jesuitas
realizaban un voto especial de obediencia además de los tres de
siempre.

En consecuencia, el concilio de Trento imprimió un nuevo rumbo a


la Iglesia; afirmó la ortodoxia y devolvió al pueblo la confianza en sus
pastores. Desde Trento, el obispo y el párroco deberán vivir con el
pueblo.

LA ECONOMÍA MODERNA: DEL CAPITALISMO COMERICIAL


AL CAPITALISMO FINANCIERO
En los últimos 5 siglos de la Cristiandad, la trayectoria de los
mercaderes en territorio europeo se verá envuelta en una compleja
sucesión de éxitos económicos y de problemas políticos muy diversos.
Generalmente, debido a la prohibición de la usura, los comerciantes y
banqueros eran tenidos como gente de poca confianza, timadores, poco
religiosos y dispuestos a la traición.
Pero su poder, debido al dinero obtenido por el comercio, creció hasta el
punto de poder afirmarse que con el accionar de estos comerciantes y
banqueros se inició el capitalismo renacentista y moderno. Tales fueron,
de un lado, los mercaderes florentinos, y de otro, los grandes empresarios
genoveses y venecianos. En cualquier caso, la preponderancia económica

148
CUADERNILLO DE HISTORIA
2º Año
alcanzada por todos ellos a partir del siglo XIV se hizo evidente también en
países como Alemania, Francia o Inglaterra18.
El mercader florentino y el mercader veneciano
Si fuese preciso citar un nombre paradigmático de la influencia y el
poderío alcanzados por los magnates florentinos, éste no podría ser otro
que el de la familia Médicis, cuya trayectoria e intereses estuvieron
íntimamente ligados a los del Estado Vaticano. Juan de Médicis, fundador
de la dinastía, fue el banquero oficial de los Papas Juan XXII y Martín V.
Pero el momento de máximo esplendor de la familia se iba a alcanzar con
un biznieto de Juan de Médicis, Lorenzo el Magnífico, aunque el poco
acierto que demostró en tales ocupaciones le acarreó un cúmulo de reveses
y enemistades que acabarían con el clan. Pese a todo, los Médicis aún
sobrevivieron durante largos años a su decadencia. Más que comerciantes,
pues, fueron traficantes en dinero, es decir, banqueros.
Las particularidades propias del mercader- banquero, llamadas a
veces “virtudes burguesas”, bien podría decirse que alcanzaron en
los negociantes florentinos su mejor manifestación.
Una de las frases que denotan el espíritu mercantil la pronunció
un florentino, G. Alberti: "Hijos míos, … preferid el amigo afortunado
al desgraciado, y el rico al pobre. El mayor arte de la vida consiste
en parecer caritativo y superar al astuto en astucia". De allí que el
espíritu católico y honesto propia del caballero cristiano les
pareciera absurda.
Toda caracterización vendrá siempre marcada por una visión
economicista, utilitarista y materialista de la existencia.
Con todo, el acontecimiento más significativo de la mentalidad
económica surgida en la época renacentista no sería tanto el auge
mercantil como la aparición del préstamo vinculado al comercio. Una
práctica hasta entonces secundaria y casi restringida a un pequeño
círculo. Iniciaba el capitalismo financiero, que no representa sino un
eslabón superior del capitalismo comercial, y cuyas consecuencias habrían
de hacerse bien patentes con el transcurso del tiempo.
En el capitalismo financiero, el acto económico se convierte en algo de
naturaleza puramente abstracta, ya que lo que les confiere a los
banqueros el poder, no es solamente traficar con el dinero ajeno
(prestarlo), sino incluso crearlo de la nada.
La parte más “guerrera” del capitalismo comercial y financiero se
mostraría en los comerciantes venecianos.
Los inicios del auge comercial veneciano se remontan al siglo XI,
durante el cual el Imperio Bizantino concedió a los negociantes de esa
ciudad el derecho a establecer en sus dominios agencias comerciales libres
de tasas. Pero fue en el siglo XIII, cuando la flota veneciana pasó a
convertirse poco menos que en la dueña del comercio marítimo
mediterráneo.
Si hay un rasgo que singulariza a los empresarios- navegantes
venecianos, distinguiéndoles así del proceder florentino, fue su recurso a
la acción militar para llevar a cabo sus proyectos de expansión comercial.
En el proceder de los magnates venecianos, el pillaje y la piratería
alcanzaron una organización verdaderamente empresarial, minuciosamente

18
En esos lugares se conocía a los prestamistas usurarios con el nombre de
“lombardos”

149
CUADERNILLO DE HISTORIA
2º Año
estructurado19. Estas prácticas, compartidas igualmente por otras ciudades
italianas (Génova, Pisa, Amalfi), se extendieron con el transcurso del
tiempo a varios países europeos: Francia, Holanda y, muy especialmente,
Inglaterra..

LA INDUSTRIA: LOS GREMIOS O CORPORACIONES


ARTESANALES
La industria, desde la época de la Cristiandad, era principalmente
manual, y en pequeña escala. Se realizaba en los talleres, sitios pequeños
y mal iluminados. Allí se elaboraba TODO el producto, que llevaba el sello
personal. Los artesanos de la misma industria (albañiles, carpinteros,
herreros, etc.), constituían en todas las ciudades un Gremio o
Corporación, asociación obligatoria regida por un estatuto, que
reglamentaba desde los salarios, hasta la manera de realizar cada
producto. Establecía deberes y derechos al trabajador, vigilándolos a través
de los jurados, que controlaban los abusos.
Sus autoridades eran electivas, el tesoro estaba formado por las cuotas
de los trabajadores, y cada uno poseía su bandera y su santo protector. El
hecho de tener estas características, le daba un sentido religioso a los
gremios, distintos de los gremios actuales, a los que nadie impide el
enriquecimiento de sus autoridades, a costa de los demás compañeros. El
gremio de los siglos X a XVII es ante todo obra de la caridad y el orden en
el trabajo manual.
Había tres grados o jerarquías:
 MAESTRO: era quien tenía un taller propio, y para llegar a serlo
debía mostrar pericia en su oficio realizando un trabajo especial u “obra
maestra”
 OFICIAL O COMPAÑERO: trabajaba a cambio de un salario, y
conocía lo suficiente del oficio, algo parecido a un encargado.
Generalmente había sido educado por el maestro.
 APRENDIZ: alojado en casa del patrón, quien le enseñaba el oficio,
y para quien debía trabajar (en compensación), gratuitamente unos
años.

HACIA EL DESCUBRIMIENTO DEL NUEVO


MUNDO
El proceso de descubrimiento, evangelización y civilización de
América, marca un hito en la historia. Gesta tan grande como ésta no
fue repetida por nación alguna desde que el hombre fue creado. La
vocación de un país que no era colonialista ni comerciante, sino
caballero y católico, sumado a las condiciones en las que se logra
realizar el gran viaje de Cristóbal Colón; nos hablan a las claras de la
actuación de la Providencia.
Una España unida, a fines del siglo XV había logrado expulsar
definitivamente todos los obstáculos para que los reinos ibéricos se
19
Tanto es así que el término "corsar" (corsario) fue utilizado en las actas
mercantiles venecianas de forma absolutamente natural, sin el menor matiz
infamante o peyorativo.

150
CUADERNILLO DE HISTORIA
2º Año
mantuvieran bajo la misma corona. No pasó ni un año de la toma del
último bastión musulmán, que era Granada, cuando un Navegante,
de pasado dinámico y futuro glorioso, encuentra el apoyo que
necesitaba ante unos reyes que ven con ansias la existencia de
tierras a las cuales llevar el mensaje divino del Redentor.
Tiempo hacía ya que la navegación hacia Oriente, estaba
interrumpida, lo cual paralizaba el negocio de la venta de productos,
como la seda y las especies aromatizadoras y conservadoras; y el
aprovisionamiento de Oro y Plata, que incrementaba la cantidad de
préstamos y movimientos de dinero a través de los banqueros. ¿Qué
había pasado? Los Turcos, bajo las órdenes de Osmán u Otmán,
habían fundado el gran Imperio Otomano, a costa de las tierras
cristianas del Imperio Bizantino.
Muchas almas estaban cayendo en la infidelidad, sin hablar de las
que estaban por caer en el protestantismo. Por eso la Providencia le
da al único gran reino que no va a ser afectado por el cisma, la
posibilidad de evangelizar todo un continente nuevo.
Sin duda la principal causa del descubrimiento de América las
encontramos en la España del siglo XV, fervientemente católica, y
gobernada por reyes ejemplares, dignos de ser llamados “Reyes
Católicos”. Sin embargo, junto al trigo, fue sembrada la cizaña, y no
faltó quién viera en las riquezas del nuevo continente una manera de
contribuir al enriquecimiento particular.
Pero ello no fue el motor que llevó a enorme cantidad de nobles a
exponer sus vidas para llevar la Fe al Nuevo Mundo, de nada vale
dar la vida por riquezas que no se van a poder utilizar. Lo que le dio
sentido a la obra civilizadora y evangelizadora de España en
América, fue lo mismo que había generado la Reconquista española
contra los árabes: la sed de avanzar en la construcción de la “Ciudad
de Dios”. Pasemos a analizarla en detalle.

TAREA: REALIZAR UN MAPA DEL IMPERIO OTOMANO

Los redescubrimientos e inventos de la navegación y la


geografía del siglo XV
Debido a que los comerciantes tenían que buscar nuevos horizontes,
comienzan a producirse redescubrimientos e inventos técnicos que
permitieran a las embarcaciones animarse a expediciones más largas y
riesgosas. A varios de ellos les llamamos “redescubrimientos” por haber ya
sido inventados en otras épocas, o en otros pueblos. Los demás fueron
“inventos” e innovaciones que en fin, permitieron mejorar la navegación:
 La BRÚJULA (del Italiano bússola). La propiedad de apuntar siempre al
norte que posee la aguja imantada, ya era conocida por los chinos y los
árabes. Pero un amalfitano, Gioia, la encerró en una caja. Sirvió para
orientar a los navegantes en alta mar.
 El SEXTANTE y el ASTROLABIO. Conocido desde el s. XIII, el
astrolabio permitía conocer la altura de los astros, y así, medir distancias.
El sextante medía la posición de las estrellas.

151
CUADERNILLO DE HISTORIA
2º Año
 La CARABELA. Embarcación a vela (casi no existía la propulsión a
vela), de fácil maniobra.
 PROGRESOS GEOGRÁFICOS: Un mejor manejo de la Cartografía y de
los mapas del mundo conocido aseguró las travesías.
 La PÓLVORA. Conocida por los chinos y los árabes. Permitió crear
armas de fuego. Facilitó la conquista de los lugares que se resistieran a
comerciar o entregar su oro.
Todo esto, junto a otras cosas más, facilitó enormemente la tarea de los
navegantes y los mercaderes, que comenzaron a navegar fuera del Mar
Mediterráneo.

LAS EXPEDICIONES PORTUGUESAS


Los comerciantes genoveses instalados en Portugal, fueron los primeros
en alentar las exploraciones de mares extraños para la época, y se
dedicaron a establecer factorías (enclaves comerciales), a lo largo de la
costa de África, e incluso llegaron hasta el Cabo de Buena Esperanza (Hoy
Ciudad del Cabo, Sudáfrica), lo que les permitió navegar luego por el
Océano Índico hasta la India.
Hasta ese lugar es donde pretendían llegar los mercaderes vinculados
con el comercio del oro, alimento del poder financiero. Sin embargo, de
los males Dios saca cosas buenas. Esas expediciones permitieron
evangelizar los territorios descubiertos.
Las naves portuguesas descubrieron los archipiélagos de Madera, Azores
y Cabo Verde, así como las costas del Sáhara y del Senegal. Poco después
alcanzaron el golfo de Guinea y la costa del Congo. Finalmente en 1488,
Bartolomé Díaz rodeaba el cabo de Buena Esperanza, y abría así por el sur
de Africa la navegación hacia el Oriente. Diez años después, Vasco de
Gama arribaba a la India.
Y en 1506, al derrotar los portugueses a la flota egipcia, quedaron como
dueños únicos del Indico. Pudieron así establecerse en Goa y Malaca,
arribar a las Molucas -las Islas de las especias- y a las costas del Mar de la
China. Esta epopeya marinera de los portugueses, junto al espíritu de
aventura y de lucro, reveló también su formidable espíritu apostólico y
misionero, encarnado sobre todo en los miembros de la Orden de Cristo.
Bajo el reinado de Juan I, su hijo Enrique el Navegante (1394-1460),
fundó en Segres la primera escuela naval del mundo, y alentó a la Corona y
a su pueblo en los viajes y descubrimientos, así como en las luchas contra
el Islam y en la difusión misionera de la fe. Desde su convento de Thomar,
abierto al Atlántico, en directa dependencia del Papa y sin mediación de
ningún obispo, Enrique rigió las iglesias locales de todos los territorios
descubiertos y evangelizados.
Posteriormente, llegarían al Brasil, tierra que rápidamente será
conquistada y evangelizada desde la costa atlántica.

ESPAÑA EN EL SIGLO XV
Vamos a ver a la España de la época de la conquista de América, tal
como era su situación en el siglo XV.
Recordemos que ya había sucedido la Reconquista de los territorios
invadidos por los árabes.

152
CUADERNILLO DE HISTORIA
2º Año
España era un conjunto de reinos de considerable extensión, con
la misma tradición católica, pero desunidos políticamente. Estos
reinos eran:
- CASTILLA: Reino del famoso rey visigodo Alfonso X, “el Sabio”,
constituido por León, Castilla la Vieja y Castilla la Nueva. Se
gobernaban con un sistema llamado “Cortes”, reunidas por el Rey, y
compuesto por cuatro “órdenes”: el Clero, los Grandes (Nobles), los
Hidalgos (Baja Nobleza), y los Procuradores (representantes de los
Municipios). Las Cortes eran consultoras del Rey.
- ARAGÓN: Poseían el sur de Italia y Sicilia, y disputaban también su
poder con los nobles y el clero.
- NAVARRA: Reino independiente hasta 1503, en que se anexa a
Castilla.
- GRANADA: Último bastión de los moros (árabes) hasta 1492, fecha
en que termina la Reconquista, y es anexada a Castilla también.

Los Reyes Católicos

Pocos realmente conocen la historia real de los Reyes Católicos. Se


limitan a leer falsedades e inexactitudes en los diarios y las revistas,
cuando no en la televisión. Todos esos medios de comunicación no
tienen la menor idea de quiénes fueron los reyes españoles a los que
se llamó Católicos.
Nadie sabe tampoco que Isabel de Castilla tiene abierta una causa
de beatificación, por su incansable lucha por la instauración del
reinado social de Cristo en la tierra. Pocos saben de la valentía y
capacidad de Fernando de Aragón. En fin, pasaremos a ver quiénes
eran estos reyes.
Los reinos de Castilla y Aragón estaban pasando por una época
verdaderamente desastrosa. La victoria casi definitiva sobre los
moros, que sólo estaban en Granada, había debilitado a los nobles,
que en el mejor de los casos, se dedicaban a la rapiña y al maltrato
de sus súbditos, con la complicidad y el apoyo de los burgueses, que
entretenían con la riqueza a los reyes, y demás nobles.
Fernando, nacido en 1452, era hijo de Juan II, rey de Aragón. Para
entonces, los nobles aragoneses, con ayuda de los prestamistas y
usureros burgueses, se hallaban en guerra con el rey. Sin embargo,
su madre, Juana Henríquez, velaba siempre por él, y le hizo un
verdadero caballero. A tal punto que un día, con tan sólo 14 años,
venció en un torneo a un experto en tales certámenes.
Isabel, nacida en 1451, era la segunda hija de los reyes de Castilla.
Su hermano, ante la muerte temprana del padre, tomó posesión del
trono como Enrique IV. Mal dado y estéril, siguió la vida de sus
antecesores: entregándose a toda clase de excesos, mientras los
habitantes pasaban la miseria más espantosa. Los cobradores de
impuestos (generalmente usureros), lograban la simpatía del rey
para desplumar a los campesinos y pobladores castellanos. Fue
llevada a un convento, y allí tuvo una esmerada educación, con otras
niñas nobles y distinguidas.

153
CUADERNILLO DE HISTORIA
2º Año
Quisieron casarla con un soberano austríaco, sin embargo el
fallecimiento de éste la víspera de la boda frustró el intento. Hacia
1467 es propuesta como esposa del heredero de Aragón, Fernando.
El matrimonio se produce dos años más tarde. Se habla siempre de
Isabel como una persona muy devota de los Sacramentos y la piedad
católicas. Los testimonios los obtenemos de las cartas que ella misma
mandó a sus tres confesores: Fray Tomás de Torquemada, Fray
Hernando de Talavera y Fray Jiménez de Cisneros. Este hombre,
en extremo humilde y mortificado, fue un verdadero guía espiritual
de la España, pues fue Inquisidor General, e incluso llegó a ser
regente cuando murió Fernando. No obstante, era tan humilde, que
nunca dejó de llevar cilicios debajo de su vestimenta episcopal, de la
que no se consideraba digno, pero sin embargo lo era de más.
De este modo al heredar cada uno su trono, entre los años 1474 y
1477, se produjo, la Unificación Política de lo que sería luego el
Reino de España20.
Lo primero que intentaron hacer fue restituir la autoridad real en
ambos reinos españoles. Fue algo difícil luchar contra los nobles y
burgueses acomodados en sus prácticas injustas. Para ello,
realizaron varias reformas:
 Implementaron el Consejo Real. Éste era un órgano
consultivo que reunía periódicamente a los estamentos útiles a los
fines del gobierno: alta nobleza, baja nobleza (hidalgos), clero,
artesanos y campesinos. Así los reyes escuchaban a los estatutos
sociales, y luego tomaban la decisión más prudente.
 Crearon a los Corregidores (que controlaban los municipios).
En materia judicial, los días viernes, los reyes se dedicaban a
juzgar personalmente los casos mayores y menores (sobre todo
los casos de abusos de poder) en la mayoría de los pueblos de
cada reino, aprovechando alguna campaña militar, o simplemente
viajando a tales fines.
 Organizaron la Santa Hermandad, especie de policía
militarizada para juzgar los abusos de los nobles y los casos de
usura.
 Crearon la Universidad de Alcalá, puesta en manos del
Arzobispo Cisneros.
 Corrigieron al clero. Isabel había tenido experiencias en los
conventos, viendo la mala conducta de monjas y frailes. Cada vez
que Isabel oía de algún convento que escandalizara con su
conducta, se internaba allí, y dando ejemplo de pureza y
laboriosidad, restituía la moral de las monjas. Para toda la obra de
restauración del clero encargó a Fray Jiménez de Cisneros,
Arzobispo de Toledo una reforma general del clero. Tuvo siempre
la ayuda del Papa, Alejandro VI. Crearon también los reyes el
Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición, para interrogar,
investigar y juzgar a los herejes y a los “criptocatólicos” personas
20
Cada uno de ellos gobernaba su propio reino, pero con la misma política (de allí
se habla de unificación). El Reino de España se constituirá recién en 1516 cuando
herede el trono Carlos I, nieto de los reyes.

154
CUADERNILLO DE HISTORIA
2º Año
de otras religiones que se convertían falsamente al Catolicismo,
para infiltrarse como destructores de la Iglesia por dentro. De ello
hablaremos luego.
Militarmente, las campañas de Fernando fueron brillantes. En
primer lugar vencieron a los portugueses, que aliados con los nobles
del reino, intentaron frustrar la unificación lograda a través del
matrimonio. Desde 1481 iniciaron la lucha final contra los moros,
para expulsarlos definitivamente de España el 2 de enero de 1492.
Se sabe que la misma reina iba a la mayoría de las campañas
militares. Ella se encargaba de las misiones diplomáticas, y más de
una vez se dedicaba a predicar entre las tropas de los enemigos
vencidos, en las que lograba numerosas conversiones.
Además, luego de haberles dado reiteradas oportunidades,
decretaron la expulsión de los judíos y a los moros (musulmanes) que
no se convirtieran, por sus actividades usurarias, por promover las
conversiones a otras religiones y herejías, y por aliarse con los
enemigos de la corona.
De esta manera se logró la Unificación Política, Religiosa, Militar y
Económica.
Isabel y Fernando sufrieron mucho, pues desafortunadamente
perdieron dos hijos. Uno de ellos, Juan, había sido preparado
esmeradamente como monarca. Ello entristeció sobremanera a
Isabel, que aparte de todas las actividades que realizaba, fue una
madre y una esposa ejemplar, dedicada a los quehaceres de su hogar,
y a la crianza de los hijos. Isabel muere en 1504, pidiendo días antes
de morir que realizaran un boquete en su habitación para que
pudiera contemplar el Santísimo, al cual no podía acercarse ya
devotamente para adorar.
Su otra hija, Juana, casada con Felipe el Hermoso de Austria,
enloqueció de celos, pero dieron como fruto a un hijo, Carlos, quien
gobernaría con gloria un reino inmenso.
Ésta es la España a la cual Dios eligió para que fuera la encargada de
Descubrir, Conquistar, Evangelizar y Civilizar el continente americano.

LA INQUISICIÓN ESPAÑOLA: MITOS Y LEYENDAS NEGRAS

En cuanto a la Inquisición española, tan trillada hoy en día, en honor a la verdad, hay que hacer varias
aclaraciones:
Bien, en primer lugar, se le acusa de haber practicado, en algunos casos peligrosos, torturas físicas. Éstas, eran
algo normal en los juicios civiles, y lo siguen siendo 21, más aún, la Iglesia no recurría a la tortura sino
excepcionalmente, reduciendo al máximo su aplicación. Hacía falta un permiso especial, no se podía aplicar a las
mujeres embarazadas, ni a los enfermos, ni producir la amputación de un miembro ni la muerte. Recordemos
además que la mortificación corporal era frecuentemente utilizada por los monjes y sacerdotes, como manera de
disciplinar el cuerpo (autoflagelación, que fue practicada por muchos Santos y Santas). En la Inquisición española,
la más calumniada, no se podía aprisionar a nadie hasta que no hubiese tales pruebas que fuese evidente el delito.
Se necesitaban por lo menos siete testigos juramentados ante Notario. No se admitían denuncias anónimas. Si se
confesaban y se arrepentían antes de dar la sentencia definitiva, se les absolvía con un castigo mayor o menor
según lo que hubiesen tardado. El reo tenía derecho a presentar cuantos testigos quisiese. El reo podía estar en la
cárcel, si era casado, con su mujer; si tenía criados le podían servir. Si era culpable, el tribunal dictaba la sentencia,
21
El Estado de Israel, uno de los que más recuerda la “inquisición”, abolió
legalmente (no prácticamente) la tortura en 1999. Otros estados también la
permiten. Aclaremos que las formas han “evolucionado”.

155
CUADERNILLO DE HISTORIA
2º Año
que debía ser confirmada por el Tribunal Supremo, al que se podía apelar y se le entregaba al Estado, el cual se
encargaba de cumplir la sentencia. Las penas eran las más usuales entonces.
Recordemos otra cosa que dijimos en otra oportunidad: el hereje era ante todo un subversivo del orden estatal.
Recordemos lo que causaban los enemigos del catolicismo. Las religiones eran toleradas, hasta que no atentaban
contra el Estado. Por eso se aplicó cuando los judíos y los moriscos trataron más de una vez de que los turcos
invadieran España, o cuando infiltraron sacerdotes y obispos para destruir la Iglesia desde adentro.
Por eso en España no tuvimos protestantismo, ni guerras religiosas.
Por último, hablemos de números: La Inquisición en España, celebró entre 1540 y 1700 44.674 juicios. Los
acusados condenados a muerte fueron del 1,8% y de ellos el 1,7% fueron condenados en «contumacia», es decir,
no pudieron ser ajusticiados por estar en paradero desconocido y en su lugar se quemaba o ahorcaba a muñecos.
El número de protestantes condenados a muerte, desde 1520 hasta 1820 en que fue suprimida, o sea en 300 años,
según el investigador protestante alemán que se especializó en este tema, Schafer, fue de 220; de ellos sólo 12
fueron quemados. Ya ve: no toca ni a uno por año. ¿Qué pasa con la imagen del inquisidor parado en frente de
hileras interminables de piras con condenados? Pasa que es mentira.
Desafortunadamente, los comunistas, que en nuestro siglo XX se quejan de las supuestas violaciones a los
derechos humanos de la inquisición española, están de acuerdo con los comunistas que mataron sacerdotes en
España durante la Guerra Civil, por el solo hecho de ser sacerdotes. Ellos mismos (principalmente comunistas y
liberales), son los que acusan a la Iglesia de asesina, para que la gente, que en general no se toma el tiempo de
investigar esto, se entretenga discutiendo sobre falsedades, y no vea lo que tiene ante sus propios ojos.

AMÉRICA ANTES DE LA LLEGADA DE LOS


EUROPEOS
Para el análisis de las civilizaciones americanas, vamos a referirnos
solamente a los Mayas, los Aztecas y los Incas. El resto de las poblaciones,
además de no ser relevante en cuanto a su desarrollo, no son conocidas
sino a través de restos arqueológicos que son muy difíciles de interpretar
cuando no sobrevive de ellos más que restos, nada de escritos ni pruebas
concretas.

LOS MAYAS

Las tribus mayas ocuparon el territorio perteneciente a la Península de


Yucatán, y Guatemala.
Cada una de las tribus constituía un centro político diferenciado,
liderado por un jefe. Éste poseía asistentes, entre los que se cuenta al
Nacón, que organizaba todo lo referente a la guerra.
Socialmente, formaban familias, en principio, monogámicas. A los
20 años el joven debía casarse, e ir a habitar en la casa del padre de
la esposa, para quien debía trabajar.
El juez se llamaba Batab, y castigaba las penas, mayormente por
compensación. El adulterio era severamente castigado.
En cuanto a su economía, era mayormente agrícola (cultivo del
maíz). La tierra era propiedad comunal, y la trabajaban todos.
Además cultivaban algodón, del cual se abastecían para realizar los
magníficos tejidos que caracterizan al pueblo. Eran industriosos, y
procesaban el cacao.
Eran guerreros por excelencia, y tenían una organización militar de
excelencia. Pero el desconocimiento de Cristo los llevó a la horrenda
práctica de los sacrificios de los jefes capturados.

156
CUADERNILLO DE HISTORIA
2º Año
Su religión era politeísta, con una gran cantidad de dioses: mayores y
menores. A ellos dedicaban sus hermosos templos. La diosa principal era
Itzamma. El calendario maya era ejemplar.
Sus libros sagrados eran principalmente dos: el Popol Vuh y el
Chilam Balam, gracias a esos libros conocemos mucho de la
historia maya.
Sus ciudades principales eran: Chichén Itzá, Mayapán y Uxmal.
No es conocida todavía la causa principal de su desaparición,
hacia el siglo XII de nuestra era. Asimismo, pueblos distintos de la
región adquirieron sus costumbres y elementos culturales, pero sin
llegar al esplendor maya.

LOS AZTECAS
En el inmenso territorio que llamamos México, habían de distinguirse
muy especialmente los aztecas, que procedentes del norte, fueron
descendiendo hacia los grandes lagos mexicanos, hacia la región de
Anáhuac. Conducidos por su dios Huitzilopochtli -para los españoles,
Huichilobos-, dios guerrero y terrible, llegaron en 1168 al valle de México
(término que procede de Mexitli, nombre con el que también se llamaba
Huitzilopochtli), y establecieron en Tenochtitlán, isla sobre el lago
Texcoco (hoy disecado, donde está la actual ciudad de México DF).
De este modo, el pueblo azteca, convencido de haber sido elegido por los
dioses para una misión grandiosa, fue desplazando a otros pueblos, y ya
para 1400 toda la tierra vecina del lago estaba en sus manos.
El pueblo azteca llevó a síntesis lo mejor de las culturas creadas por
otros pueblos, como los teotihuacanos y los toltecas. Organizado en clanes,
bajo un emperador poderoso (llamado Tlatoani) y varios señores, fue
desarrollándose con gran prosperidad.
Por otra parte, los aztecas, aunque no conocían la rueda ni tenían
animales de tracción, construyeron con gran destreza caminos y puentes,
casas, acueductos y grandiosos templos piramidales. Ignoraban la moneda,
pero dispusieron con mucho orden enormes mercados o tianguis. Tampoco
conocían el arado -pinchaban la tierra con una especie de lanza-, pero
hicieron buenos cultivos, aunque reducidos, ingeniándose también para
cultivar en chinampas o islas artificiales.
La educación azteca era también profundamente religiosa. Junto a
ciertos conocimientos manuales, guerreros, musicales o astrológicos, o de
higiene, cortesía y oratoria, se iniciaba a los muchachos, entre los 10 y los
20 años, en la oración, en el servicio a los ídolos, en la castidad, con muy
severas prácticas penitenciales. Y la ascesis era tanto más dura cuanto más
alta era la condición social de los muchachos. En la alta sociedad, por
ejemplo, la embriaguez podía ser castigada con la muerte.
A la multitud de dioses y templos mexicanos correspondía una
cantidad innumerable de sacerdotes. Solamente en este templo mayor
había unos 5.000, y según dice Trueba, «no había menos de un millón en
todo el imperio». Entre estos sacerdotes existían jerarquías y grados
diversos, y todos ellos se tiznaban diariamente de hollín, vestían mantas
largas, se dejaban crecer los cabellos indefinidamente, los trenzaban y los
untaban con tinta y sangre. Su aspecto era tan espantoso como
impresionante.
La sociedad azteca era interesante. Sólo eran privilegiados ciertos
sectores de la sociedad, generalmente asociados a la Guerra, la Justicia y el

157
CUADERNILLO DE HISTORIA
2º Año
Gobierno, pero sus privilegios duraban hasta la muerte, no eran
hereditarios. Asimismo, había esclavos, pero a diferencia de los pueblos del
viejo mundo, la esclavitud no era sobre la persona, sino sobre el trabajo de
la persona, por lo cual tampoco era hereditaria, y muchas veces era
temporal.
Los aztecas vivían regidos continuamente por un Calendario religioso de
18 meses, compuesto cada uno de 20 días, y muchas de las celebraciones
litúrgicas incluían sacrificios humanos. Otros acontecimientos, como la
inauguración de templos, también exigían ser santificados con sangre
humana. Por ejemplo, cuando se inauguró el Calendario Azteca, esa
enorme y preciosa piedra de 25 toneladas que es hoy admiración de los
turistas, se sacrificaron 700 víctimas. Y poco después Ahítzotl, para
inaugurar su reinado, en 1487, consagró el gran teocali de Tenochtitlán. En
catorce templos y durante cuatro días, ante los señores de Tezcoco y
Tlacopan, que habían sido invitados a la solemne ceremonia, se sacrificaron
innumerables prisioneros, hombres, mujeres y niños, quizá 20.000.
Treinta años después, cuando llegaron los soldados españoles a la aún
no conquistada Tenechtitlan, pudieron ver con indecible espanto cómo un
grupo de compañeros apresados en combate eran sacrificados al modo
ritual. Bernal Díaz del Castillo, sin poder reprimir un temblor retrospectivo,
hace de aquellos sacrificios humanos una descripción alucinante:
«Tenían una piedra larga, la mitad hincada en tierra, en lo alto encima
de las gradas, delante del altar de los ídolos. En esta piedra tendían a los
desventurados de espaldas para los sacrificar, y el pecho muy tenso,
porque los tenían atados los pies y las manos, y el principal sacerdote de
los ídolos o su lugarteniente, que eran los que más ordinariamente
sacrificaban, y si algunas veces había tantos que sacrificar que éstos se
cansasen, entraban otros que estaban ya diestros en el sacrificio, y de
presto con una piedra de pedernal, hecho un navajón como hierro de lanza,
con aquel cruel navajón, con mucha fuerza abrían al desventurado y de
presto sacábanle el corazón, y el oficial de esta maldad daba con el corazón
encima del umbral del altar de parte de fuera, y allí dejaba hecha una
mancha de sangre; y caído el corazón, estaba un poco bullendo en la tierra,
y luego poníanle en una escudilla [cuauhxicalli] delante del altar.
«Otras veces tomaban el corazón y levantábanle hacia el sol, y a las
veces untaban los labios de los ídolos con la sangre. Los corazones a las
veces los comían los ministros viejos; otras los enterraban, y luego
tomaban el cuerpo y echábanle por la gradas abajo a rodar; y allegado
abajo, si era de los presos en guerra, el que lo prendió, con sus amigos y
parientes, llevábanlo, y aparejaban aquella carne humana con otras
comidas, y otro día hacían fiesta y le comían; y si el sacrificado era esclavo
no le echaban a rodar, sino abajábanle a brazos, y hacían la misma fiesta y
convite que con el preso en guerra.
Profecías certeras vaticinaban el regreso del Dios Quetzalcóatl, famoso
por su ira, convertido en hombre, al cierre de uno de los ciclos, que
coincidirá misteriosamente con la llegada de los españoles, en 1519, a
quienes tomaron como huestes del dios. Fueron rápidamente
cristianizados.

LOS INCAS
El mayor y el más breve de los imperios que los españoles hallaron en
América fue el de los incas. Se extendía desde más arriba de Quito hasta

158
CUADERNILLO DE HISTORIA
2º Año
más abajo de la ciudad chilena de Talca. Abarcaba, pues, lo que hoy es el
sur de Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y más de la mitad de Chile. Allí,
entre los Andes y el Pacífico, vivieron entre 15 y 30 millones de indios,
orgánicamente unidos bajo la capital incaica de Cuzco.
Antiguas leyendas, en las que sin duda hay un fondo histórico, hablan de
los incas como de un pueblo fuerte y guerrero, que conducidos por un Hijo
del Sol, desciende en el siglo XII de las altiplanicies andinas -la zona del
lago Titicaca- emigrando a tierras bajas de mayor riqueza agrícola. Se
instalan, con guerras de conquista, entre pueblos afines, asimilan otras
culturas, como las de Chavín, Tiahuanaco, Moche, Nazca, y llegan así a
establecer en el siglo XV un gran imperio, cuya capital es el Cuzco, que
significa “punto central”.
Desde el Cuzco, ciudad sagrada del Sol, situada a 3.500 metros de
altura, salían al norte, sur y este una red de caminos que se calcula en unos
40.000 kilómetros. Cada dos o tres kilómetros había un tambo, almacén y
puesto de relevos. Allí vivían dos chaskis, y si llegaban paquetes o
mensajes, uno de ellos lo llevaba corriendo hasta el próximo tambo, y así
era posible trasladar por todo el imperio cosas o documentos a unos diez
kilómetros por hora. Esta facilidad para las comunicaciones permitía al
Inca gobernar eficazmente la gran extensión del imperio, el
Tahuantinsuyu, que estaba dividido en cuatro grandes suyus o regiones.
Una mitad era Hanan, compuesto al norte por Chinchay-Suyu, y por el Anti-
Suyu, al este montañoso. Y la otra mitad, Hurin, estaba formada por Cunti-
Suyu, al poniente, y Colla-Suyu al sur.
Los Incas constituyeron un imperio enorme y poderoso que comprendía
una buena parte del territorio de Ecuador, Perú, parte de Chile y todo
Bolivia. Incluso parte del poder del Inca llegó hasta el noroeste de
Argentina, e influyó en culturas de la zona.
El imperio inca se configura exactamente según una idea previa. El
individuo, queda absorbido en un Estado que le garantiza el pan y la
seguridad, y una autoridad política absoluta, servida por innumerables
funcionarios, interviene hasta las más nimias modalidades de la vida social.
Una parte de la tierra se dedica al culto religioso, otra parte es
propiedad del Inca, y según explica el jesuita José de Acosta (1540-1600)
«la tercera parte de tierra daba el Inca para la comunidad. De esta tercera
parte ningún particular poseía cosa propia, ni jamás poseyeron los indios
cosa propia, si no era por merced especial del Inca, y aquello no se podía
enajenar, ni aun dividir entre dos herederos. Estas tierras de comunidad se
repartían cada año, según era la familia, para lo cual había ya sus medidas
determinadas» (Historia natural VI, 15).
Como el Inca era considerado un dios, la obediencia cívica adquiere una
significación profundamente religiosa, y toda resistencia a los decretos
reales es un sacrilegio, no sólo un delito.
Su idioma era el Keshua o Quechua, cuya influencia se notó también en
los dialectos de los pueblos conquistados.
Los niños incas debían ser educados, ya desde su primera infancia, en la
vida disciplinada que habían de llevar siendo adultos. Las madres no los
tomaban nunca en brazos, les daban baños de agua fría, no les toleraban
caprichos ni rebeldías, y quizá por motivo estético, les deformaban el
cráneo, apretándolo entre dos planchas. El incesto era proscrito al pueblo
con pena de muerte, pero en cambio, era obligado que el Inca se casara
con una hermana carnal. A esta norma contraria a la naturaleza atribuye
en parte el padre Acosta la caída del imperio incaico (Hist. natural VI,18).

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CUADERNILLO DE HISTORIA
2º Año
Debían casarse después de los 20 años (hombres) y 18 años (mujeres). El
novio compraba el derecho al padre de su futura esposa.
Los esclavos eran llamados yanacunas, a diferencia de los servidores,
no estaban registrados, ya que el Estado no los consideraba personas, sino
cosas de sus dueños. A veces procedían de origen hereditario, y en
ocasiones se trataba de prisioneros de guerra no sacrificados. Su número,
para atender las necesidades políticas o productivas, fue creciendo al paso
de los siglos.
Los incas cultivaban en Terrazas, en los valles de las montañas. Los
sistemas de riego eran bastante avanzados.
El Ejército, estaba compuesto por un gran número de personas. Estaban
obligados a él todos los hombres entre los 25 y los 50 años. Se dividían por
ayllu. Las avanzadas en territorios conquistados se llamaban “pucarás”, y
eran fortificaciones de piedra.
La religión, era politeísta, y cada uno de los ayllu (clanes) tenía su
divinidad. El cóndor, la serpiente, los ríos y el jaguar eran considerados
dioses. El Sol era la divinidad principal, junto a la esposa (la luna), y a
Viracocha, héroe mitológico, sobre el cual había también una leyenda que
decía que se había ido por occidente, de donde regresaría algún día para
revelar verdades nuevas. También se creyó en Viracocha cuando llegaron
los españoles en 1520.
Llegó a hacerse sacrificios humanos, generalmente de niñas, colocadas
en la cima de las montañas. Algunos pueblos vinculados a los incas
practicaban la antropofagia. Esto también asustó mucho a los españoles.
Hay datos suficientes -escribe Salvador de Madariaga- para probar la
omnipresencia del canibalismo en las Indias antes de la conquista. Unas
veces limitado a ceremonias religiosas, otras veces revestido de religión
para cubrir usos más amplios, y otras franco y abierto, sin relación
necesaria con sacrificio alguno a los dioses, la costumbre de comer carne
humana era general en los naturales del Nuevo Mundo al llegar los
españoles. Los mismos incas que lucharon contra la costumbre, no
consiguieron siempre arrancarla de raíz.

COLÓN Y LA EXPEDICIÓN HACIA AMÉRICA

En 1492 se inicia el encuentro entre dos mundos sumamente diferentes


en su desarrollo cultural y técnico. Europa halla en América dos culturas
notables, la mayo-azteca, en México y América central, y la incaica en Perú,
y un conjunto de pueblos sumidos en condiciones sumamente primitivas.
En la América hispana se realizó algo infinitamente complejo y difícil: la
fusión de dos mundos inmensamente diversos en mentalidad, costumbres,
religiosidad, hábitos familiares y laborales, económicos y políticos. En este
encuentro se inició un inmenso proceso de mestizaje racial y cultural, que
dio lugar a un Mundo Nuevo.

El conocido Cristóbal Colón (1456-1506), era, según se cree, originario


de Génova. Poco se sabe de sus primeros pasos como navegante. Sí se sabe
que hacia 1470 frecuentaba la corte de Portugal en busca de apoyo a la
tesis de llegar a la India a través del Atlántico.
Colón se reúne en 1482 con los miembros del Consejo Real de Castilla en
Córdoba y les explica el proyecto. El Consejo lo rechaza, no porque no
supieran que la tierra era esférica (una gran mentira difundida

160
CUADERNILLO DE HISTORIA
2º Año
inexplicablemente), sino porque los cálculos de Colón fallaban, pues
consideraba mucho menor el tamaño de la tierra, y se basaba en cálculos
erróneos. En cambio, los monjes de la Rábida se basaban en los exactos
cálculos de Eratóstenes de Alejandría. Si América no hubiera existido, no
habría habido manera de llegar a la India desde Europa. Era seguro el
naufragio.
Algunos suponen la insistencia de Colón por el hecho de que éste
conocía la existencia de tierras relativamente cercanas hacia el oeste. La
discusión está aún en pie.
En enero de 1492 se vuelve a reunir con los reyes, gracias a la
protección de un duque; pero éstos renuevan la negativa a Colón.
Entonces, Luis de Santiángel, amigo de Colón, que era responsable del
tesoro de la Reina Isabel, ayuda al navegante, e intercede ante los reyes.
Así, el 17-4-1492, Joan de Coloma, secretario del rey de España, y
Cristóbal Colón, firman en Barcelona las llamadas Capitulaciones de
Santa Fe. Estas Capitulaciones otorgan a Colón, ante el eventual viaje,
amplios poderes y honores, para él y para todos sus descendientes: le
otorgaron el título de Almirante, Virrey y Gobernador General de las tierras
descubiertas; el título de “Don”, y otros beneficios económicos.
En la preparación del viaje participaron varios nobles de origen
portugués, establecidos en Barcelona, como Pero Vasques Saavedra, Joan
d'Almada o los propios hermanos Pinzón, así como el catalán Joan de la
Cossa.
La financiación corrió a cargo la corona de Castilla, la que avanzó
17,000 ducados. El resto lo puso el propio Colón.
El total del coste de la expedición fue de 24.456 ducados o
9.171.000 maravedíes (3,62 millones de dólares actuales según el
cálculo de economistas expertos).
Colón zarpó del Puerto de Palos (Girona) el 3 de agosto de 1492, con
un barco al que rebautizó como "Santa María", y otros dos barcos,
propiedad de los hermanos Pinzón, llamados "Niña" y "Pinta".
Tras muchos días de zozobra, porque la tierra no aparecía, y luego de
tener que arreglar motines a bordo, se llega el 12 de octubre de 1492 a una
isla de las actuales Bahamas, y luego arriba a Cuba (llamada “Juana”) y a la
isla de Haití (“La Española”). Allí funda el llamado “Fuerte de Navidad” el
25 de diciembre. Deja a 40 hombres y vuelve. Tres viajes más completaron
la expedición, en los dos años siguientes.
La intención inicial de España fue sin duda la propagación de la Fe
Católica (basta leer el testamento de la reina Isabel). Sin embargo, como
siempre sucede en la historia, algunos intentarán buscar en América
riquezas personales, a lo cual estaban atentos los banqueros y
comerciantes europeos, a quienes el oro y la plata americanos darían
amplias posibilidades de desarrollo (a través de agentes Españoles y
Portugueses).
No obstante eso, no son ellos los que llenan las páginas de historia, ni los
autores de las epopeyas de la conquista. Además, fueron severamente
castigados todos los ilícitos cometidos, en tanto se pudieron juzgar.

EL TRATADO DE TORDESILLAS
Los portugueses, que deseaban más espacio para su ruta a la India y que pretendían también extender su
dominio sobre el Brasil, negociaron laboriosamente, hasta conseguir con los Reyes de Castilla en 1494 el Tratado
de Tordesillas, que alejaba la línea referida bastante más allá, a 370 leguas de las Azores. En términos actuales,
esta línea partía verticalmente el Brasil por el meridiano 46º 37', es decir, dejaba en zona española por el sur Sao
Paulo, y por el norte Belém.

161
CUADERNILLO DE HISTORIA
2º Año
LA ORGANIZACIÓN INICIAL DEL TERRITORIO
Los sucesivos viajes de Cristóbal Colón, establecieron poblaciones
rudimentarias, que generalmente fueron abatidas por los indígenas. Pero
ya para 1513 había en la isla de la Española (hoy Haití), unas 17
poblaciones que tenían el privilegio de ciudades. Asimismo, se ocuparon el
resto de las islas grandes del Caribe.
Los primeros funcionarios nombrados por la Corona para el
descubrimiento, conquista y colonización, fueron los Adelantados. El
adelantado era una institución que venía de la época de la Reconquista,
época de aventureros segundones de la nobleza, en busca de gloria y
prestigio caballeresco. A cambio de los servicios, se les daba tierras y
cargos: gobernador, capitán general y alguacil mayor. El tratado que se
firmaba entre el adelantado y el rey se llamaba capitulación, y establecía
las condiciones de la empresa. Hay que aclarar que muchos de los
adelantados se aprovecharon de la poca vigilancia española en los primeros
50 años de conquista, y se libraron a abusos, pero esto lo hacían
desobedeciendo los mandatos españoles y eclesiales, no cumpliéndolos.
Generalmente eran castigados, ya que la obediencia era algo fundamental
para el español.
Pronto empezaron a llegar también las empresas particulares, con
ejércitos solventados (al igual que en la época de la Cristiandad) por los
burgueses o nobles adinerados.
Los derechos de la Corona española referentes a la colonización y
evangelización de los territorios ocupados, se establecieron en los
Requerimientos, documento de la época de la Cristiandad, que establecía
el poder de la Iglesia de Cristo sobre las tierras conquistadas. Estos
requerimientos eran leídos a los jefes o caciques. Si no se aceptaban, los
adelantados tenían órdenes de hacer la guerra, según estaba escrito en las
capitulaciones. No obstante, se utilizaron en casos de problemas graves de
supervivencia.
Los indios fueron desde el principio protegidos con el sistema de
ENCOMIENDA, que era bastante parecido al vínculo de vasallaje: el
indígena y su familia debían prestar servicio y trabajo al encomendero, a
cambio del sustento, la evangelización y la educación de los
encomendados.

TESTAMENTO DE ISABEL LA CATÓLICA (Fragmento)

…Item, por cuanto al tiempo que nos fueron concedidas por la Santa Sede Apostólica las Islas y Tierra Firme
del Mar Océano, descubiertas y por descubrir, nuestra principal intención fue al tiempo que lo suplicamos al Papa
Alejandro Sexto, de buena memoria, que nos hizo la dicha concesión, de procurar inducir y traer los pueblos de ellas
y convertirlos a nuestra santa fe católica, y enviar a las dichas Islas y Tierra Firme, prelados y religiosos y otras
personas doctas y temerosas de Dios, para instruir [a] los vecinos y moradores de ellas en la fe católica, y
enseñarlos y doctrinarlos [en] las buenas costumbres, y poner en ello la diligencia debida, según más largamente en
las letras de la dicha concesión se contiene; por ende suplico al Rey mi señor muy afectuosamente, y encargo y
mando a la dicha Princesa mi hija y al dicho Príncipe su marido, que así lo hagan y cumplan y que este sea su
principal fin, y en ello pongan mucha diligencia, y no consientan ni den lugar que los Indios vecinos y moradores de
las dichas Indias y Tierra Firme, ganadas y por ganar, reciban agravio alguno en sus personas ni bienes, mas
manden que sean bien y justamente tratados, y si algún agravio han recibido lo remedien y provean por manera que
no se exceda en cosa alguna lo que por las letras apostólicas de la dicha concesión nos es infungido y mandado.…

LA EVANGELIZACIÓN DEL NUEVO MUNDO

162
CUADERNILLO DE HISTORIA
2º Año
Al descubrimiento de América, propulsado por España y Portugal, los
Papas dieron su aprobación y su apoyo, mandando sus misioneros.
Tenemos las dos Bulas “Inter Coetera” (1493) del Papa Alejandro VI
antes del segundo viaje de Colón. Cuando los Reyes Católicos piden al Papa
Alejandro VI que les conceda las tierras recién descubiertas, le manifiestan
que lo que pretenden en primer lugar es que se conviertan sus pobladores
y sean educados en buenas y sanas costumbres. El Papa se lo recordará
una y otra vez: “Os exhortamos … tengáis la voluntad y el deber de
procurar que los pobladores de tales islas y tierras abracen la religión
cristiana... a tenor de la presente, donamos, concedemos y asignamos todas
las islas y tierras firmes descubiertas y por descubrir a vos y a vuestros
herederos. Y al mismo tiempo en virtud de santa obediencia, el Papa
dispone que los reyes castellanos han de destinar varones probos y
temerosos de Dios, doctos, peritos y expertos para instruir a los residentes
y habitantes citados en la fe católica e inculcarles buenas costumbres” (A.
Gutiérrez, América 122-123). Roma, pues, envía claramente España a
América, y en el nombre de Dios se la da para que la evangelice. En otras
palabras, el único título legítimo de dominio de España sobre el inmenso
continente americano reside en la misión evangelizadora .
El Papa Julio II, en la bula Universalis Ecclesiae, ya en el siglo XVI,
concedida a la Corona de Castilla, en la persona de Fernando el Católico,
dio forma definitiva al Patronato Real, es decir, el modo en que se articuló
la misión de España en las Indias, con sus derechos y deberes. El Patronato
real consistió en el conjunto de privilegios y facultades especiales que los
Papas concedieron a los Reyes de España y Portugal a cambio de que estos
apoyaran la evangelización y el establecimiento de la Iglesia en América.
Entre estos privilegios constaban el nombramiento de Obispos y demás
dignidades eclesiásticas y la recaudación de los diezmos y otras
contribuciones de los fieles. El Patronato real permitió que la Iglesia
contara con numerosos misioneros, dispusiera de los recursos económicos
y financieros necesarios y, sobre todo, facilitara su movilización y
distribución.
Dado que al inicio no existía una organización legal, ni se conocían las
tierras, algunas veces el personalismo anárquico y la improvisación, la
codicia y la violencia, amenazaron con pervertir en su misma raíz una
acción grandiosa y noble. Hay que comprender que en ningún momento la
Corona Española consintió que los indígenas fueran mal tratados como se
postula reiteradamente. Entre las indicaciones que les dieron los Reyes
Católicos fue que trataran bien, como vasallos libres, a los indios. Estas son
las palabras del testamento de la reina Isabel, que ya leímos.
No se crean que el mundo que los europeos hallaron en las Indias era
una especie de paraíso, habitado por buenitos salvajes que no dañaban a
nadie. Al contrario: vieron opresión de los ricos, poligamia, religiones
demoníacas, sacrificios humanos, antropofagia, crueldades indecibles,
guerras continuas, esclavitud, tiranía de un pueblo sobre otros...
Los aullidos de las víctimas horrorizadas, los cuerpos descabezados que
los aztecas bajaban rodando por las gradas cubiertas por una alfombra de
sangre pestilente, los danzantes revestidos con el pellejo de las víctimas,
los bailes y evoluciones de cientos de hombres y mujeres al son de músicas
enajenantes... no podían ser sino la acción desaforada del Demonio. Eso fue
lo que los españoles trataron de corregir, evangelizando el territorio.

163
CUADERNILLO DE HISTORIA
2º Año
Evangelización portentosamente rápida

Las esperanzas de aquellos evangelizadores se cumplieron en las Indias.


Adelantaremos aquí solamente unos cuantos datos significativos:
-Imperio azteca.
1487. Solemne inauguración del teocali de Tenochtitlán, en lo que había
de ser la ciudad de México, con decenas de miles de sacrificios humanos,
seguidos de banquetes rituales antropofágicos.
1520. En Tlaxcala, en una hermosa pila bautismal, fueron bautizados los
cuatro señores tlaxcaltecas, que habían de facilitar a Hernán Cortés la
entrada de los españoles en México.
1521. Caída de Tenochtitlán.
1527. Martirio de los tres niños tlaxcaltecas, descrito en 1539 por
Motolinía, y que fueron beatificados por Juan Pablo II en 1990.
1531. El indio Cuauhtlatóhuac, nacido en 1474, es bautizado en 1524
con el nombre de Juan Diego. A los cincuenta años de edad, en 1531, tiene
las visiones de la Virgen de Guadalupe, que hacia 1540-1545 son narradas,
en lengua náhuatl, en el Nican Mopohua. Fue beatificado en 1990.
1536. «Yo creo -dice Motolinía- que después que la tierra [de México] se
ganó, que fue el año 1521, hasta el tiempo que esto escribo, que es en el
año 1536, más de cuatro millones de ánimas [se han bautizado]» (Historia
II,2, 208).
-Imperio inca.
1535. En el antiguo imperio de los incas, Pizarro funda la ciudad de
Lima, capital del virreinato del Perú, una ciudad, a pesar de sus revueltas,
netamente cristiana.
1600. Cuando Diego de Ocaña la visita en 1600, afirma impresionado:
«Es mucho de ver donde ahora sesenta años no se conocía el verdadero
Dios y que estén las cosas de la fe católica tan adelante» (A través cp.18).
Son años en que en la ciudad de Lima conviven cinco grandes santos: el
arzobispo Santo Toribio de Mogrovejo (+1606), el franciscano San
Francisco Solano (+1610), la terciaria dominica Santa Rosa de Lima
(+1617), el hermano dominico San Martín de Porres (+1639) -estos dos
nativos-, y el hermano dominico San Juan Macías (+1645).
Todo, pues, parece indicar, como dice el franciscano Mendieta, que «los
indios estaban dispuestos a recibir la fe católica», sobre todo porque «no
tenían fundamento para defender sus idolatrías, y fácilmente las fueron
poco a poco dejando» (Hª ecl. indiana cp.45).
Así las cosas, cuando Cristo llegó a las Indias en 1492, hace ahora cinco
siglos, fue bien recibido.

LA ORGANIZACIÓN DE LA EMPRESA EVANGELIZADORA

Los sacerdotes presentes en América se dividían en:


Parroquiales, Doctrineros y Misioneros.
La obra de la Iglesia en América se dedicó a dos cuestiones
principalmente: la Evangelización y la Educación. Muchas veces
incluso protegieron a los indígenas frente a los abusos de los
mercaderes y encomenderos españoles. Las Órdenes Religiosas
cumplieron gran parte de este rol en América.

164
CUADERNILLO DE HISTORIA
2º Año
El Santo Oficio de la Inquisición fue establecido en América en
el Siglo XVI, y sólo podía juzgar a los españoles. Duró hasta la época
de la Independencia.
Los numerosos misioneros que llegan a América no sólo se preocupan de
adoctrinar a los indios en la religión cristiana, sino que promueven entre
ellos el conocimiento de no pocos oficios, artes y las letras. El colegio de
Santiago de Tlatelolco, de los franciscanos, es el primero que se crea en
Nueva España; los agustinos levantan otro en Tiripitío, y Vasco de Quiroga
uno más para la formación de clérigos en Pátzcuaro de Michoacán. De
1551 son las Reales Cédulas por las que se fundan las Universidades de
México y de Lima, a cargo principalmente de obispos, clérigos y
religiosos. Esto derriba seriamente las acusaciones que de parte de los
escritores e historiadores antihispanistas y anticatólicos se hacía de
España, que habría sometido a América en forma de colonia.
La Iglesia puso en cada encomienda a un fraile para que llevara a cabo
la evangelización. Los frailes tuvieron que afrontar el desafío de la
evangelización de varios pueblos, adaptando muchas veces el idioma de los
evangelios a los idiomas indígenas. Más tarde, en 1622, la Santa Sede creó
la Congregación de Propaganda Fide, que puso a disposición de los
misioneros los medios necesarios para las misiones: imprenta políglota,
seminarios, universidades, creación de vicarios apostólicos y obispos
misioneros dependientes directamente del Papa.

BULA “SUBLIMIS DEUS” DEL PAPA PABLO III, Alentando la conversión pacífica de los indígenas

Nos pues, que aunque indignos hacemos en la tierra las veces de Nuestro Señor, y que con todo el esfuerzo
procuramos llevar a su redil las ovejas de su grey que nos han sido encomendadas y que están fuera de su rebaño,
prestando atención a los mismos indios que como verdaderos hombres que son, no sólo son capaces de recibir
la fe cristiana, sino que según se nos ha informado corren con prontitud hacia la misma; y queriendo proveer sobre
esto con remedios oportunos, haciendo uso de la Autoridad apostólica, determinamos y declaramos por las
presentes letras que dichos Indios, y todas las gentes que en el futuro llegasen al conocimiento de los cristianos,
aunque vivan fuera de la fe cristiana, pueden usar, poseer y gozar libre y lícitamente de su libertad y del
dominio de sus propiedades, que no deben ser reducidos a servidumbre y que todo lo que se hubiese hecho
de otro modo es nulo y sin valor, [asimismo declaramos] que dichos indios y demás gentes deben ser invitados a
abrazar la fe de Cristo a través de la predicación de la Palabra de Dios y con el ejemplo de una vida
buena, no obstando nada en contrario.

Dado en Roma en el año 1537, el cuarto día de las nonas de junio [2 de junio], en el tercer año de nuestro
pontificado.

LAS REDUCCIONES Y LAS MISIONES

Una de las primeras obras de los religiosos en América, fue la de


intentar organizar reducciones de indios en un territorio definido,
para luego organizar una verdadera misión evangelizadora.
Generalmente dos o varios religiosos hacían la punta metiéndose en
territorio indio. Las reacciones de los indios eran muy variadas. En
un primer momento solían acercarse llenos de curiosidad, pero
pronto, aunque no hubiera escolta, sentían temor ante lo nuevo, y
desaparecían. Si se esperaba con paciencia, era normal verles
regresar al tiempo, ganados por la atracción de la curiosidad. Poco a
poco se iban familiarizando con los visitantes, y se entablaba el
diálogo, con todas las dificultades del caso. La música fue en no

165
CUADERNILLO DE HISTORIA
2º Año
pocos casos un argumento decisivo, como en la Verapaz o entre los
guaraníes. Y cualquier incidente podía espantarlos definitivamente o
suscitar un ataque que hiciera correr la sangre...
Una vez reducidos, comenzaba la evangelización, la misión. En ello
los Jesuitas fueron verdaderos maestros. El orden de las diversas
reducciones era prácticamente el mismo. La iglesia, el corazón del
poblado, con media docena de campanas al menos, solía ser de
piedra, al menos la parte inferior, y sumamente grandiosa. A su
frente se abría a una gran plaza, de unos 100 por 130 metros,
rectangular, rodeada de árboles, con una gran cruz en sus cuatro
ángulos, una fuente y la estatua de la Virgen. Cerraban la plaza los
edificios públicos, ayuntamiento, escuela, vivienda de los padres,
talleres artesanos, graneros y almacenes, asilo y hospital, casa de
viudas, y tras la residencia de los padres una huerta y un gran jardín
botánico, de mucha importancia para la selección de semillas y
aclimatación de especies. De la plaza, trazadas a cordel, salían las
calles, y en filas paralelas se ordenaban las casas de los indios.
Manzanas de seis o siete casas quedaban unidas por pórticos, que
protegían del sol y de la lluvia; por estas galerías podía recorrerse a
cubierto toda la ciudad.
Los jesuitas, no pocos de ellos procedentes de ilustres familias
europeas o criollas, hicieron con los indios de albañiles, carpinteros,
tejeros y arquitectos. Los indios, por este aislamiento autónomo, no
sólamente se vieron libres de muchos vicios y tentaciones,
escándalos y abusos, sino que también tuvieron ocasión de cobrar
identidad propia.
Pronto se instalaron en las reducciones molinos de viento o de
agua, fábricas de azúcar y de aceite, de ladrillos y de tejidos. En las
herrerías y fundiciones, se produjeron en seguida campanas, con
mineral local o importado, y en cuanto hubo autorización para armar
a los indios, también se fabricaron armas y municiones. Los
funcionarios o misioneros que llegaban a las reducciones quedaban
asombrados al ver relojes, órganos y toda suerte de instrumentos
musicales o esferas astronómicas, fabricados completamente por los
indios.
Los indios de América, en general, con sus pobres instrumentos
ancestrales, no conocían apenas las maravillas del mundo de la
música, y quedaban absolutamente fascinados cuando entraban en
él. El sonido de las campanas, del violín o del órgano creaban para
ellos un mundo mágico, apenas creíble. Fueron grandes las misiones
en cuanto a la música, con instrumentos fabricados allí mismo.
Las congregaciones de Jesuitas, Dominicos, Mercedarios y
Franciscanos, fueron todos creadores de misiones, pero la mayor
obra fue la de los Jesuitas, principalmente en los territorios del
Paraguay y Misiones.
LOS TERRITORIOS AMERICANOS FUERON CONSIDERADOS CON EL ESTATUTO DE
REINO DE INDIAS, CON EL MISMO ESTATUS QUE EL REINO DE ESPAÑA. POR ESO ES UN
ERROR HABLAR DE “COLONIAS” Y “COLONIZACIÓN”.

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CUADERNILLO DE HISTORIA
2º Año
A la labor evangelizadora de franciscanos, dominicos, agustinos, jesuitas
y clérigos regulares, se une la labor legislativa que se resume en las
Ordenaciones de nuevos descubrimientos y poblaciones, promulgadas por
Felipe II en 1573 y en la Recopilación de Leyes de Indias.

El fruto de la Evangelización y Civilización americanas


“Por sus frutos los conoceréis” dice Nuestro Señor en el Evangelio de
San Juan. Y en verdad fueron grandiosos: frutos materiales, ya que los
indios abandonan su incipiente arte pictográfico, conocen el milagro de la
escritura, de la imprenta, de los libros. Ya no fabrican pirámides
pesadísimas, sino que, una vez conocida la construcción del arco y de otras
técnicas para los edificios, ellos mismos, superado el asombro inicial,
elevan bóvedas formidables, sostenidas por misteriosas leyes físicas sobre
sus cabezas. La desnudez huye avergonzada ante la elocuencia no verbal
de los vestidos. Ya no se cultivan pequeños campos, arando la tierra con un
bastón punzante endurecido al fuego, sino que, con menos esfuerzo, se
labran inmensas extensiones gracias a los arados y a los animales de
tracción, antes desconocidos.
Pero también frutos espirituales: la perversión de la poligamia, no puede
menos de desaparecer ante la verdad del matrimonio monogámico. El
politeísmo, los torpes ídolos de piedra o de madera, la adoración
ignominiosa de huesos, piedras o animales, ante la majestuosa veracidad
del Dios único, creador del cielo y de la tierra, no pueden menos de
difuminarse hasta una desaparición total.
¿Qué queda entonces de las antiguas culturas indígenas?... Permanece lo
más importante: sobreviven los valores espirituales indios más genuinos, el
trabajo y la paciencia, la abnegación familiar y el amor a los mayores y a
los hijos, la capacidad de silencio contemplativo, el sentido de la gratuidad
y de la fiesta, y tantos otros valores, todos purificados y elevados por el
cristianismo. Sobrevive todo aquello que, como la artesanía, el folklore y el
arte, da un color, un sentimiento, un perfume peculiar, al Mundo Nuevo que
se impone y nace.

PARA REFLEXIONAR: “ESPAÑA Y LA LEYENDA NEGRA DE


AMÉRICA”
Por: Vittorio Messori
Tomado del libro “Leyendas Negras de la Iglesia”.

Todos hemos oído hablar de la terrible matanza de indios por parte de


los españoles, que habrían, según cuenta la leyenda, gustado en masacrar
a los indígenas a los que consideraban cosas, dignas de ser esclavizadas.
Sin embargo, esa historia es más una leyenda sin fundamento, que ha sido
repetida sin cesar por los medios de comunicación y por los ámbitos
científicos ateos, que ven en esto una buena manera de luchar contra la
religión católica, aunque sea a partir de mentiras.
Leamos al historiador italiano Vittorio Messori, que nos cuenta el origen
y la inexactitud de la leyenda negra de la católica España:
“Desde el siglo XVI las potencias nórdicas reformadas --Gran Bretaña y
Holanda in primis-- iniciaron en sus dominios de ultramar una guerra
psicológica al inventarse la «leyenda negra» de la barbarie y la opresión
practicadas por España, con la que estaban en lucha por el predominio
marítimo.[…]

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CUADERNILLO DE HISTORIA
2º Año
“Pierre Chaunu, historiador de hoy, escribió: «La leyenda antihispánica
en su versión norteamericana ha desempeñado el saludable papel de
válvula de escape. La pretendida matanza de los indios por parte de los
españoles en el siglo XVI encubrió la matanza norteamericana de la
frontera Oeste, que tuvo lugar en el siglo XIX. La América protestante
logró librarse de este modo de su crimen lanzándolo de nuevo sobre la
América católica.» […]
“En historia resulta impracticable la edificante exhortación de «que cada
uno se quede en su tierra sin invadir la ajena». No es practicable no sólo
porque de ese modo se negaría todo dinamismo a las vicisitudes humanas,
sino porque toda civilización es fruto de una mezcla que nunca fue pacífica.
[…] Las almas bondadosas que reniegan de los malvados usurpadores de
las Américas olvidan, entre otras cosas, que a su llegada, aquellos
europeos se encontraron a su vez con otros usurpadores. El imperio de los
aztecas y el de los incas se había creado con violencia y se mantenía
gracias a la sanguinaria opresión de los pueblos invasores que habían
sometido a los nativos a la esclavitud.
“A menudo se finge ignorar que las increíbles victorias de un puñado de
españoles contra miles de guerreros no estuvieron determinadas ni por los
arcabuces ni por los escasísimos cañones (que con frecuencia resultaban
inútiles en aquellos climas porque la humedad neutralizaba la pólvora) ni
por los caballos (que en la selva no podían ser lanzados a la carga).
“Aquellos triunfos se debieron sobre todo al apoyo de los indígenas
oprimidos por los incas y los aztecas. Por lo tanto, más que como
usurpadores, los ibéricos fueron saludados en muchos lugares como
liberadores. Y esperemos ahora a que los historiadores iluminados nos
expliquen cómo es posible que en más de tres siglos de dominio hispánico
no se produjesen revueltas contra los nuevos dominadores, a pesar de su
número reducido y a pesar de que por este hecho estaban expuestos al
peligro de ser eliminados de la faz del nuevo continente al mínimo
movimiento. La imagen de la invasión de América del Sur desaparece de
inmediato en contacto con las cifras: en los cincuenta años que van de
1509 a 1559, es decir, en el período de la conquista desde Florida al
estrecho de Magallanes, los españoles que llegaron a las Indias
Occidentales fueron poco más de quinientos (¡sí, sí quinientos!) por año. En
total, 27 787 personas en ese medio siglo. […]
“En la zona mexicana, en la andina y en muchos territorios brasileños,
casi el noventa por ciento de la población o bien desciende directamente
de los antiguos habitantes o es fruto de la mezcla entre los indígenas y los
nuevos pobladores. Es más, […] la mezcla no sólo fue demográfica sino que
dio origen a una cultura y una sociedad nuevas, de características
inconfundibles.
“Sin duda, esto [la diferencia entre la presencia indígena en los
territorios americanos españoles de los ingleses u holandeses] […] también
se debe a un planteamiento religioso distinto. A diferencia de los católicos
españoles y portugueses, que no dudaban en casarse con las indias en las
que veían seres humanos iguales a ellos, a los protestantes […] los animaba
una especie de «racismo» o al menos, el sentido de superioridad, de
«estirpe elegida», […]. Esto, sumado a la teología de la predestinación (el
indio es subdesarrollado porque está predestinado a la condenación, el
blanco es desarrollado como signo de elección divina) hacía que la mezcla
étnica e incluso la cultural fueran consideradas como una violación del
plan providencial divino.

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CUADERNILLO DE HISTORIA
2º Año
“Así ocurrió no sólo en América y con los ingleses sino en todas las
demás zonas del mundo a las que llegaron los europeos de tradición
protestante. […]
“Se reflexiona poco sobre el hecho de que España (a diferencia de Gran
Bretaña) no organizó nunca su imperio americano en colonias, sino en
provincias. Y que el rey de España no se ciñó nunca la corona de
emperador de las Indias, a diferencia de cuanto hará, incluso a principios
del siglo XX, la monarquía inglesa.
“El régimen de suelos instaurado en las distintas zonas americanas
confirma esta diferencia de las perspectivas y explica los distintos
resultados: en el sur se recurrió al sistema de la encomienda, figura
jurídica de inspiración feudal, por la cual el soberano concedía a un
particular un territorio con su población incluida, cuyos derechos eran
tutelados por la Corona, que seguía siendo la verdadera propietaria. No
ocurrió lo mismo en el norte, donde primero los ingleses y después el
gobierno federal de Estados Unidos se declararon propietarios absolutos
de los territorios ocupados y por ocupar; […] En cuanto a los indios que
podían habitar esas tierras, correspondía a los colonos alejarlos o mejor
aún, exterminarlos, con la ayuda del ejército si era preciso. […]
“Se trataba pues de una práctica que en la América católica no sólo era
desconocida sino que, de haber tratado alguien de introducirla de forma
abusiva, habría provocado no sólo la indignación de los religiosos, siempre
presentes al lado de los colonizadores, sino también las severas penas
establecidas por los reyes para tutelar el derecho a la vida de los indios.
“Sin embargo, se dice que millones de indios murieron también en
América Central y del Sur. Murieron, qué duda cabe, pero no como para
estar al borde de la desaparición como en el norte. Su exterminio no se
debió exclusivamente a las espadas de acero de Toledo y a las armas de
fuego (que, como ya vimos, casi siempre fallaban), sino a los invisibles y
letales virus procedentes del Viejo Mundo. […]
“Pero resulta evidente que no se puede responsabilizar de ello a los
europeos, víctimas de las enfermedades tropicales a las que los indios
resistían mejor.”
Hay que recordar que la esclavitud era algo que no existía en la época de
la Cristiandad, pero que fue resucitada por los mercaderes y burgueses,
especialmente los ingleses y holandeses, que empezarán un activo tráfico
de esclavos desde África hacia América, dado que no se permitía esclavizar
a los indios.

CONQUISTA Y CIVILIZACIÓN DE AMÉRICA


Al Descubrimiento siguió la Conquista, que se realizó con una gran
rapidez, en unos veinticinco años (1518-1555), y que no fue tanto una
conquista de armas, como una conquista de fascinación. La España
cristiana atrajo sobremanera a los indígenas americanos. Sin embargo, los
ejércitos tuvieron un papel importante. Pero fue la Providencia la que
acompañó a estos soldados, que como veremos, fueron más soldados de
Cristo que de España.
La conquista, como vimos, no se produjo tanto por la superioridad bélica,
sino más bien, como veíamos, por la fascinación y, al mismo tiempo, por el
desfallecimiento de los indios ante la irrupción brusca, de un mundo nuevo
y superior, al que ellos querían pertenecer.

169
CUADERNILLO DE HISTORIA
2º Año
LAS DIFERENTES CONQUISTAS Y OCUPACIONES

La Conquista de México
Antiguas tradiciones de México, hablaban de Quetzalcóatl, «hombre
justo, santo y bueno… de aspecto grave, blanco y barbado », que predicó y
se volvió por la misma parte donde había venido, asegurando que «en un
año que se llamaría ce ácatl volvería, y entonces su doctrina sería recibida,
y sus hijos serían señores y poseerían la tierra». El año aludido, ce ácatl,
era el 1519.
Un día, finalmente, comunican a Moctezuma que en la orilla del mar
«han venido no sé que gente, las carnes de ellos muy blancas, y todos los
más tienen barba larga».
Una vez más los adivinos defraudan al tlatoani: «¿qué podemos decir?»,
y éste, perdiendo ya los nervios, manda arrasar sus casas y matar sus
familias.
Hernán Cortés, en 1504 se embarcó para las Indias (a los 19 años). Se
hace con el mando de una expedición autorizada, más o menos, por
Velázquez, gobernador de Cuba y financiada en gran parte por el propio
Cortés. El 10 de febrero de 1519, se hace a la vela hacia México con once
navíos, quinientos ochenta soldados y capitanes, cien marineros, dieciséis
caballos y diez cañones. Cortés era, por otra parte, hombre muy religioso.
Si bien la primera intención era la evangelización de los indígenas, la
justificación de la guerra contra los aztecas radicaba en las incursiones de
éstos quienes, para «solemnizar sus fiestas y honrar sus templos andaban
por muchas partes haciendo guerra y salteando hombres para sacrificar a
los demonios y ofrecer corazones y sangre humana; por la cual causa
padecían muchos inocentes, y no parece ser pequeña causa de hacer
guerra a los que ansí oprimen y matan los inocentes»
El 12 de marzo de 1519 fondean en Tabasco, al oeste de Yucatán, y a los
requerimientos y teologías de los españoles, los indios responden esta vez
con una lluvia de flechas.
Ya en tratos de paz, Cortés les pide a los indios dos cosas: la primera,
que vuelvan a las casas los que huyeron, como así se hizo; y «lo otro, que
dejasen sus ídolos y sacrificios, y respondieron que así lo harían». En
seguida, Cortés les habló del Dios verdadero, de la santa fe, de la Virgen.
Los de Tabasco se declararon dispuestos a ser vasallos de Carlos I, y
ofrecieron presentes de oro y veinte mujeres, entre ellas Doña Marina, que,
con otros, se bautizó.
Todo esto llegaba a oídos de Moctezuma. El tlatoani azteca envió
hechiceros que probaran con los españoles sus poderes, pero fue inútil.
Entonces «comenzó a temer y a sentir gran angustia» (12,6-7). Los
españoles llegan a San Juan de Ulúa, fundan Villa Rica de la Vera Cruz.
Llega un día a los españoles una embajada de totonacas, quejándose de
Moctezuma y de sus gobernadores y «con lágrimas y suspiros» contaban
cómo «cada año les demandaban muchos hijos e hijas para sacrificar, y
otros para servir en sus casas y sementeras; y que les tomaban sus mujeres
e hijas si eran hermosas, y las forzaban; y que otro tanto hacían en toda
aquella tierra de la lengua totonaque, que eran más de treinta pueblos». En
eso llegaron cinco recaudadores de Moctezuma, que exigieron «veinte
indios e indias para sacrificar a Huichilobos, porque les dé victoria contra
nosotros» (cp.46). Cortés, ante el espanto de los totonacas, mandó que no
les pagaran ningún tributo, más aún, que los apresaran inmediatamente.

170
CUADERNILLO DE HISTORIA
2º Año
Entonces los totonacas, resolvieron sacrificar a los recaudadores, pero
Cortés lo impidió, poniendo a éstos bajo la guardia de sus soldados. Y por
la noche, secretamente, liberó a dos de ellos, para que contasen lo
sucedido a Moctezuma, y le asegurasen que él era su amigo y que cuidaría
de los tres calpixques restantes...
Dice Bernal «Hallamos en el pueblo de Tlaxcala casas de madera llenas
de indios e indias que tenían dentro encarcelados y a cebo, hasta que
estuviesen gordos para comer y sacrificar: las cuales cárceles las
quebramos y deshicimos para que se fuesen los presos que en ellas
estaban, y los tristes indios no osaban ir a cabo ninguno, sino estarse allí
con nosotros, y así escaparon las vidas; y de allí en adelante en todos los
pueblos que entrábamos lo primero que mandaba nuestro capitán eran
quebrarles las tales cárceles y echar fuera los prisioneros, y comúnmente
en todas estas tierras los tenían» (cp.78).
Cuando van a la tierra de los Cholulecas, desbaratan una traición que
estaban tramando. Cuando éste se enteró, los mandó a matar. Sobre este
asunto el exageradísimo Obispo Bartolomé de las Casas aduce que
mataban sin causa ninguna, sino por pasatiempo, y porque se les antojó, se
hizo aquel castigo... siendo todo al revés, y no pasó como lo escribe
(contesta Bernal). Y añade: «Si por ventura no se hiciera aquel castigo,
nuestras vidas estaban en mucho peligro».
Moctezuma en tanto envió mensajeros para que invitaran a Cortés a
entrar en México. Los embajadores aztecas recomendaron con sospechosa
insistencia un camino, pero Cortés no se fió. Allí habitaba Moctezuma, en
su inmenso palacio, con una corte de varios miles de personas principales,
servidores y mujeres. Cuando salía al exterior, era llevado en andas, o
ponían alfombras para que sus pies no tocaran la miserable tierra, y nadie
podía mirarle, sino todos debían mantener la cabeza baja. Tenía recintos
para aves, para fieras diversas, e incluso coleccionaba hombres de distintas
formas y colores, o víctimas de alguna deformidad que los hacía curiosos.
Hernán Cortés le visita en su palacio, y éste, con su corte, le recibe con
gran cortesía. Lo primero que le dice Cortés es que vienen de parte del
Rey, que son cristianos, y empieza una especie de catecismo, indicando que
los dioses que ellos adoraban no eran sino demonios.
Cuando Cortés visitó el templo de Huichilobos, se dio con el aspecto
horrible de estos dioses, y la enorme cantidad de sangre que cubría a las
estatuas. Entonces mandó a sacar todos esos ídolos, temiendo la adoración
al demonio, y traer las imágenes de Cristo y María. Cortés, teniendo ya a
Moctezuma como prisionero, le trataba con gran amabilidad. Todos
aceptaron luego prestar obediencia al Emperador Carlos I «con muchas
lágrimas y suspiros, y Montezuma muchas más...».
De pronto, los sucesos se precipitan en la tragedia. Desembarca en
Veracruz, con grandes fuerzas, Pánfilo de Narváez, enviado por el
gobernador Velázquez para apresar a Cortés, que había desbordado en su
empresa las autorizaciones recibidas. Cortés abandona la ciudad de México
y vence a Narváez. Entre tanto, el cruel Alvarado, en un suceso confuso,
produce en Tenochtilán una gran matanza -por la que se le hizo después
juicio de residencia-, y estalla una rebelión incontenible. Vuelve
apresuradamente Cortés, y Moctezuma, trata de calmar, desde la terraza
del palacio, al pueblo amotinado; llueven sobre él insultos, flechas y
pedradas, y tres días después muere de tétanos. Se ven precisados los
españoles a abandonar la ciudad, en el episodio terrible de la Noche
Triste. Comienza la guerra. Muchos pueblos indios oprimidos, se unirán a

171
CUADERNILLO DE HISTORIA
2º Año
los españoles para derribar el imperio azteca. El nuevo tlatoani
Cuauhtemoc (Guatimozín), presenta resistencia.
Comienza el asalto de la ciudad lacustre el 28 de julio de 1521, y la
guerra fue durísima, tanto que al final de ella, como escribe Cortés en su
III Carta al emperador, «ya nosotros teníamos más que hacer en estorbar
a nuestros amigos que no matasen ni hiciesen tanta crueldad que no en
pelear con los indios... [Pero] en ninguna manera les podíamos resistir,
porque nosotros éramos novecientos españoles y ellos más de ciento y
cincuenta mil hombres». La caída de Tenochtitlán fue el 13 de agosto de
1521, fecha en que nace Nueva España. La guerra fue prácticamente de
indios contra indios.
En 1524 vienen los misioneros franciscanos para terminar la
evangelización. Cortés los recibe con mucha reverencia. Luego pide más
misioneros. Incluso muchos de los soldados de Cortés abandonaron todo y
se hicieron monjes. El más famoso de ellos fue sin duda Fray Alonso de
Aguilar, quien escribió luego la Relación breve de la conquista de la
Nueva España, testimonio valiosísimo.
En 1528 visitó Cortés a Carlos I, y no consiguió el gobierno de la Nueva
España, pues no se quería dar gobierno a los conquistadores, no creyeran
éstos que les era debido. Pero el rey le hizo Marqués del Valle de Oaxaca,
con muy amplias propiedades. Cortés participó luego de la defensa de
Argelia, y murió en 1547.

La Conquista de Perú
Las primeras expediciones españolas en el Perú consiguen sólo
aproximarse al imperio de los Incas, pero pasan por calamidades durísimas,
casi insuperables. Pero en septiembre de 1527, decide Francisco de Pizarro
jugarse el todo por el todo. La expedición se inicia en enero de 1531.
Pizarro, que tiene entonces unos 56 años, se hace a la mar en tres navíos,
acompañado de tres frailes, 180 soldados y 37 caballos. Llegan a un
imperio inca que estaba en grave crisis.
En efecto, Huayna Capac, antes de morir en 1523, hace reconocer en el
Cuzco como sucesor suyo a su hijo Huáscar. Pero deja como gobernador
del norte, a su otro hijo Atahualpa. Éste se alza en guerra contra su
hermano y prevalece sobre él.. Así están las cosas en el Perú cuando en
1532 llega Pizarro con su hueste mínima. El Inca usurpador recibe en ese
tiempo, sin especiales alarmas, noticias de los visitantes. El 24 de
septiembre sale Pizarro con sus hombres a su encuentro, hacia Cajamarca.
El Inca duda entre eliminarlos sin más, o dejarles entrar primero, recibir de
ellos noticias y obsequios, y suprimirlos después. Aconsejado por su corte,
decide lo segundo.
Conocemos bien los detalles del primer encuentro entre Atahualpa y
Pizarro, que se produjo en Cajamarca, pues tuvo cronistas, como Francisco
de Xerez y Diego Trujillo, que fueron testigos presenciales. El Inca, llevado
en litera, se presentó en toda su majestad ante un grupo deslucido de unos
170 barbudos. El padre Valverde, dominico, inició su discurso religioso, y
presentó al Inca su breviario, pero Atahualpa tiró el libro al suelo, con
desprecio. Entonces Pizarro se armó rápidamente de espada y adarga,
«entró por medio de los indios, y con mucho ánimo, con solos cuatro
hombres que le pudieron seguir, allegó hasta la litera donde Atahualpa
estaba, y sin temor le echó mano del brazo, diciendo: "Santiago". Luego

172
CUADERNILLO DE HISTORIA
2º Año
soltaron los tiros y tocaron las trompetas, y salió la gente de pie y de
caballo...
Los indios se asustaron por los caballos, y de esta manera, después de
«poco más de media hora» de combate, el imperio formidable de los Incas,
tras un siglo de existencia, quedó sujeto a la Corona española. Era el 15 de
noviembre de 1532.
Como sucedió en México, donde los aztecas creyeron al principio que
los españoles eran divinos (teúles), también en el Perú, según afirma el
padre Acosta, los incas, sobrecogidos ante el poder nuevo de los españoles,
«los llamaron Viracochas, creyendo que era gente enviada por Dios, y así
se introdujo este nombre hasta el día de hoy, que llaman a los españoles
Viracochas». Por otra parte, los jefes españoles -también a semejanza de lo
ocurrido antes en México, con Moctezuma-, tratan cortésmente con
Atahualpa.
En esta situación, el Inca sigue ejerciendo cierta autoridad sobre el
imperio. Rodeado de sus familiares y siervos, manda que su hermano
Huáscar sea asesinado. Y tres ejércitos incaicos, en Quito, Cuzco y Jauja,
reciben todavía órdenes suyas, en las que más de una vez, como es natural,
ordena la eliminación de los españoles. Una vez descubierto esto, se
procedió a votar por la muerte o no de Atahualpa. En la votación, 350 votos
contra 50 deciden la muerte del Inca, y Pizarro cede de mala gana. La
ejecución se produce el 24 de junio de 1533, y Carlos I, en carta de 1534, le
hace reproches a Pizarro con amargura, sobre todo porque el Inca no ha
sido muerto en guerra, sino en juicio.
Durante unos años, Pizarro consolida la conquista, domina la primera
anarquía que se produce al venirse abajo el orden imperial, vence las
sublevaciones indias alentadas por otro hijo de Huayna Capac, Manco Inca,
impulsa una primera organización mínima, manteniendo en lo posible las
estructuras incaicas ya existentes, y al norte del Cuzco, cerca del mar,
funda Lima, en 1535, la que fue llamada Ciudad de los Reyes, por haber
sido fundada en el día de la Epifanía.

Venezuela y Nueva Granada


Luego de los viajes de Colón, Américo Vespucio, Vasco Núñez de
Balboa y Ojeda penetraron en los territorios próximos al río Orinoco.
Luego de un proceso lento, hacia 1557 se comenzó la colonización de
Venezuela, con la fundación de Caracas.
Una serie de fundaciones y conquista de los nativos (Chibchas), entre
las que se destacaba la de Santa Fe de Bogotá, Santa Marta,
Cartagena, y Popayán; provocaron la creación de la Audiencia de Nueva
Granada.

LA ORGANIZACIÓN POLÍTICA

Una vez asentadas en territorio americano, las autoridades españolas


fueron efectuando divisiones territoriales para una mejor administración, y
para evitar los abusos de los conquistadores. Se hizo a través de dos
organizaciones: el VIRREINATO y la CAPITANÍA GENERAL.
El primer virreinato que se creó fue el de Nueva España, México, en
1535. Comprendía todos los territorios de México, Centroamérica hasta
Panamá, y parte de Venezuela. Luego, en 1543 se creó el de Perú, que

173
CUADERNILLO DE HISTORIA
2º Año
comprendía toda la América del Sur. Recién en el siglo XVIII se crearían
dos virreinatos más.
Pero por el aumento de la población, y para una mejor administración,
en los lugares que se hallaban lejos de las capitales virreinales, se
efectuaron nuevas divisiones, bajo el mando de otros funcionarios. Esas
fueron las Capitanías Generales, cuatro a saber: Venezuela, Guatemala,
Cuba y Chile. Además hubo divisiones más pequeñas, que fueron las
Presidencias, como la de Guadalajara, Quito y Chuquisaca. El resto se
componía de Municipios.

Las Autoridades Españolas y Americanas de Indias


Para el gobierno de América, hubo distintas autoridades, de
jerarquía y funciones diversas. Las dividimos en: residentes en
España, y residentes en América.

Residentes en España:

 Consejo de Indias: Residía en España, y se encargaba de la


fiscalización y vigilancia de los intereses americanos, dictar
leyes, y actuar como alto Tribunal de Justicia. Se encargaba del
Juicio de Residencia, que juzgaba el desempeño de las
autoridades americanas. Además tenía funciones eclesiásticas y
militares. Lo integraban funcionarios americanos que habían
tenido buen desempeño. Tenía una sección científica, que
analizaba todas las cosas nuevas de América.
 Las leyes de Indias: Las componían las Reales Cédulas, las
Reales Órdenes, las Pragmáticas, las Ordenanzas, los Autos y las
Provisiones. El Rey era quien generalmente hacía las leyes, no
sólo el Consejo de Indias.
Los Reyes españoles decretaron «que se respetase la vigencia de
las primitivas costumbres jurídicas» de los indios, en tanto no
fueran inconciliables con la legislación hispana, con lo cual los
derechos tradicionales de los indios «dejaron huella considerable
en orden a la regulación del trabajo, clases sociales, régimen de
la tierra, etc., instituciones tan representativas como los
cacicazgos, la mita y otras». Finalmente, otro rasgo muy peculiar
del derecho indiano fue que las autoridades locales, «frente a
Cédulas Reales de cumplimiento difícil, o en su concepto
peligroso, apelaron con frecuencia a la socorrida fórmula de
declarar que “se acata pero no se cumple”, explícitamente
reconocida como legítima en la Recopilación de 1680 (Leyes XXII
y XXIV, tit.I, lib.II).

Residentes en América:

 Virrey: Era la máxima representación del Rey en América


(proviene de vice- rey). Era hombre de confianza del Rey, y debía
tener antecedentes administrativos. Entendía en todas las
cuestiones, y nombraban cargos. Era jefe de las fuerzas armadas.
No podían formar familia en América, para no afincarse, así
volvían a España.

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CUADERNILLO DE HISTORIA
2º Año
 Capitanes Generales: Tenía una función similar a la del virrey,
pero en las Capitanías Generales. En principio le eran
subordinados, pero luego se estableció su autonomía.
 Gobernadores: Aparecieron en lugar de los Adelantados.
Tenían funciones varias, que fueron cambiando con el tiempo.
Eran designados por el Virrey o el Capitán General. Su función
duró hasta que en 1782 llegaron las Intendencias.
 Las Reales Audiencias: Había más de diez. Eran el máximo
tribunal de Justicia americano. Juzgaban a las autoridades en el
Juicio de Residencia, cuidaban las cárceles y la administración de
las ciudades. Sus dictados sólo se podían apelar al Consejo de
Indias.
 El Juicio de Residencia: Para garantizar el buen desempeño de
las autoridades americanas, al fin de su mandato se establecía un
Juicio, en el cual la Audiencia castigaba los delitos que hubiere
cometido el funcionario durante su gestión. La decisión final la
tenía el Consejo de Indias. Fueron varios los Juicios de
Residencia que terminaron con severos castigos por mal
desempeño de un cargo de gobierno.

El Municipio Americano, imagen del Municipio Español

Los Municipios o ciudades que se fundarán en América,


mantendrán la misma conformación que la de los Municipios
Castellanos españoles, modelo de ciudad cristiana del sur de
Europa.
A diferencia de la ciudad castellana, especie de fortaleza de combate, la
ciudad hispanoamericana será una fortaleza de evangelización.
En una ciudad americana encontramos a los Caballeros (llamados
también fijodalgos o hidalgos), que mantienen las funciones propias del
noble, y como tales usan la partícula Don, abreviatura de dóminus, señor.
Los cristianos que no son caballeros ni se encuentran sujetos a
servidumbre, forman la categoría de Hombres Libres (llamados a veces
villanos). Ganan sus vidas con las artes, de barberos a cirujanos, o profesan
en las letras como bachilleres o licenciados. No poseen tierras, pues no son
guerreros, y la tierra pertenece exclusivamente a quienes hacen la guerra.
También participaban del gobierno.
Luego están los que tienen de alguna manera una relación de
servidumbre o encomienda con el Señor, o Don. Éstos trabajan y viven
como personas comunes, salvo por el vínculo que deben cumplir con sus
patrones.
El conjunto de las autoridades del municipio acabará por recibir el
nombre de “pequeño Concejo”, luego Cabildo (que viene del latín
“capitulum”, pequeño gobierno). La ciudad está gobernada por el Cabildo
Ordinario, formado por el “regimiento” o conjunto de regidores,
generalmente en número de 24, e integrado en partes iguales por
caballeros y villanos; tiene la administración de la ciudad y Justicia. Uno de
los regidores (necesariamente un caballero) es el Alférez, que lleva el
estandarte comunal y dirige la milicia. El Procurador (también un
caballero) tiene la función de representar el conjunto de la ciudad. La
Justicia está constituida por dos o cuatro Alcaldes.

175
CUADERNILLO DE HISTORIA
2º Año
En situaciones extraordinarias (una guerra, una contribución), se llama a
“Cabildo Abierto”: reunión de los “vecinos” (ciudadanos libres afincados
en el municipio).
Tal era la situación de las ciudades fundadas por los españoles en
América.

EL MESTIZAJE

Una de las cuestiones más características de la sociedad colonial


fue el mestizaje, debido al cruce de razas que se produjo en el
continente:
Raza Blanca: Constituida por los españoles radicados en las colonias
(llamados Peninulares), y sus descendientes (Criollos)
Raza Indígena: Eran muy variadas de acuerdo a la región.
Generalmente de piel morena, eran considerados generalmente
como “Indios”
Raza Negra: Infiltrada por los Holandeses, Portugueses e Ingleses en
sus colonias, se infiltraban en las colonias españolas, hasta que Inglaterra
logró su introducción “legal” en 1713.
Cada una de sus mezclas tuvo un nombre: Entre Blanco e Indio, se llamó
MESTIZO; entre Blanco y Negro, se llamó MULATO; y entre Indio y Negro,
ZAMBO. El mestizaje fue una de las tristes realidades americanas, y que
impidió en un futuro la Unidad del Continente, y provocó problemas
culturales, que culminaron en la anulación de los caracteres propios de
cada raza.

LA ORGANIZACIÓN ECONÓMICA

La Casa de Contratación, era la institución encargada de tratar


sobre los temas de Importación y Exportación de mercaderías en
América. Tuvo su asiento en Sevilla, hasta 1718, en que se cambió
su sede a Cádiz. Vigilaba el cumplimiento de las cuestiones
económicas para la colonia, registraba los navíos, determinaba la
salida de las flotas, así como despachaban sólo las mercaderías
autorizadas.
En realidad, era el organismo encargado de vigilar todo lo relacionado
con el sistema de Monopolio, que explicaremos más adelante. Funcionaba
también como tribunal de justicia para los delitos y robos. En caso de
cuestiones que superaran los 600.000 maravedíes, se apelaba al Consejo de
Indias.
Los consulados, funcionaban en América, y se encargaban de arreglar
asuntos del comercio americano. Eran juntas de mercaderes, con
atribuciones económicas y judiciales menores. Se establecieron en varias
ciudades.

La Agricultura:
Cuando los españoles llegaron a América, introdujeron variedades
agrícolas europeas, pero sobre todo animales, ganado, que poco se conocía
en las civilizaciones precolombinas. El trigo, la avena y la cebada; el olivo,
la vid, el arroz, la caña de azúcar, entre otras más. También llevaron a
Europa el maíz, el cacao, el café, y otros cultivos propiamente americanos.

176
CUADERNILLO DE HISTORIA
2º Año
Pero España no era una sociedad agrícola (hay que recordar que Castilla es
una meseta, en la cual se practicaba más que nada la ganadería), y por eso
no transplantó cultivos, sino ganado principalmente.
La ganadería introdujo el caballo, la oveja, la vaca el buey y el cerdo,
entre otros. Pero generalmente se los usó para la extracción de cueros,
que era el principal producto ganadero; además del consumo local de
carnes. Para dicha extracción había que pedir a las autoridades “permisos
de vaquerías”.

La Minería:
Sí podemos decir que la extracción de metales fue importante, en
especial la de Oro y Plata, pero que, aunque todas las minas fueron
declaradas propiedad de la Corona, no eran manejados por ella en Europa,
sino por los mercaderes y banqueros que controlaban el tesoro español, y
lo hacían circular por toda Europa.
México y Perú eran excelentes centros mineros, y su explotación
comenzó bastante temprano. Pero la Gran Explotación Minera fue la del
Potosí, en el Alto Perú (hoy Bolivia). Fueron extraordinarias las
extracciones de plata allí. Siempre las autoridades protegieron las
extracciones. Hubo minas menores. Se incentivó la explotación privada,
con préstamos y encomiendas concedidos.

EL COMERCIO Y EL MONOPOLIO

Causas
El monopolio fue el lógico régimen de comercio que tuvo una nación
cuyo interés principal no estaba en el comercio, sino en la producción
interna y la autosuficiencia. Además, desde la derrota naval de 1588 el
poderío marítimo español se derrumbó con la casi destrucción de su flota 22.
No era negocio dejar libre el comercio, sabiendo que Inglaterra y Holanda,
países pirateros y enemigos de España, se aprovecharían de la poca
experiencia comercial de los criollos.
Por eso estableció el régimen de MONOPOLIO, cuyas características
eran:
 Comercio sólo con determinados puertos (salían de Sevilla o
Cádiz, hasta Cartagena)
 Las naves debían ser de construcción española
 Debían viajar con custodia de la escuadra de guerra
 Prohibición del comercio entre los virreinatos y capitanías
 Los intermediarios deberían ser comerciantes españoles
 Las mercaderías sufrían altos impuestos y gravámenes
Pero trajo dos consecuencias importantes: el encarecimiento de los
productos (lo cual llevó al desarrollo industrial americano) y la aparición
del Contrabando
El ataque de los barcos por los piratas y los corsarios, llevó al
establecimiento del Sistema de Flotas y Galeones, que
convenientemente custodiados partían sólo dos veces al año de un puerto
único americano -generalmente Santo Domingo- e iban hacia otro puerto
único español -casi siempre Cádiz-. La carencia de suficientes navíos de
guerra como para custodiar el tráfico comercial obligaba a este sistema.
22
En ese año España pierde con Inglaterra en la batalla de Trafalgar, y resigna su
enorme flota, llamada “La Armada Invencible”.

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CUADERNILLO DE HISTORIA
2º Año
Ya de por sí la reducción del comercio hispanoamericano a una flota
anual de galeones - y años hubo que no partió ninguno - transportando
hasta Santo Domingo los productos destinados a Nueva Granada,
Venezuela, Perú, Chile y Río de la Plata, disminuyó extraordinariamente la
dependencia hacia España de la economía americana. América se convirtió
entonces en una interesante elaboradora de productos industriales
artesanales.
Veamos esta consecuencia más importante.
El desarrollo Industrial y Artesanal
Fue lo buscado por España con el Monopolio: poder abastecer de
productos al Reino de Indias con el fruto de sus propias manos.
Las primeras industrias de cierta importancia de Hispanoamérica,
tuvieron su origen en el siglo XVII.
América alcanzó un alto grado de progreso industrial: por lo menos
desde el siglo XVII, hasta que el imperio español tambaleó al terminar el
XVIII.
En esos años la América española había llegado a bastarse a sí misma, a
la autarquía ¿La causa? El monopolio español. Pues éste produjo
industrialmente, la autonomía de América.
América tuvo que bastarse a sí misma. Y ello le significó un enorme bien:
se pobló de industrias para abastecer en su casi totalidad el mercado
interno. Malaspina, escritor del siglo XVII, nos dice que "el movimiento
fabril de México y el Perú eran notables". Habla de 150 "obrajes" en el
Perú, que a 20 telares cada uno, daban un total de 3.000 telares. Y
Cochabamba, consumía de 30 a 40 mil arrobas de algodón en sus
manufacturas.
Los “obrajes” -talleres de hilados y tejidos- se encontraban organizados
de acuerdo al tipo de trabajo artesanal: con sus maestros, oficiales y
aprendices. En las reducciones y misiones, se establecieron obrajes
indígenas para su educación, tanto en las labores agrícolas como en las
manuales.
La esclavitud no fue permitida en la América hispana hasta la guerra de
Sucesión, cuando Inglaterra impuso en el tratado de Utrecht de 1713 el
derecho a establecer sus "asientos de negros" en puertos del Atlántico.
Los negros esclavos en nuestro Río de la Plata fueron destinados casi
exclusivamente a tareas domésticas. No existió una "explotación de los
esclavos", como han repetido algunos escritores antiespañoles.
Esta técnica, tanto en los primitivos obrajes como en las posteriores
fábricas, fue la habitual en sus respectivos tipos de producción. La
maestría del artesano tuvo que suplir la falta de herramientas adecuadas,
pero los productos podían en buena ley competir con sus similares
europeos.

El Contrabando

En la Inglaterra del XVI y del XVII y, posteriormente, en sus dominios


coloniales del Estado de Nueva York, la piratería era considerada una
Industria o Negocio. De hecho, las flotillas piratas eran equipadas y
financiadas por acaudalados hombres de negocios, cuando no por la propia
Corona inglesa, y sus más destacados cabecillas fueron elevados a la
dignidad señorial (sir Francis Drake, sir Martin Frobischer, sir Richard
Grenville,etc).

178
CUADERNILLO DE HISTORIA
2º Año
No toda América estaba sujeta al Monopolio. No tenía España barcos
suficientes para vigilar las costas del Atlántico sur. Por eso, los navíos
extranjeros que no pirateaban, ejercían impunemente el contrabando. Y
este contrabando, imposible de perseguir, acabó siendo tolerado.
En Córdoba se creó la llamada Aduana seca, para impedir que los
productos introducidos por ingleses y holandeses en Buenos Aires
compitieran con los industrializados en el norte. Y que el oro y los metales
preciosos no emigraran hacia el extranjero por la boca falsa del Río de la
Plata.
Hubo así dos zonas aduaneras en la América hispana: la monopolizada y
la “libre”.
Y aquella zona -la monopolizada- fue rica; no diré riquísima, pero sí que
llegó a gozar de un alto bienestar. En cambio la región del Río de la Plata
vivió casi en la indigencia. Los contrabandistas se llevaban los cueros,
dejando en cambio sus alcoholes y ginebras. El contrabando del Sur, no
solamente evitó el establecimiento de industrias a causa de la fácil
introducción de los productos europeos, sino que los contrabandistas
acabaron por extinguir el ganado cimarrón, la gran riqueza pampeana.
Esta fue la realidad americana durante casi cuatro siglos, hasta
que cambios en la Corona española llevaron al cambio en la
constitución colonial.

BIBLIOGRAFÍA

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 HEERS, Jacques, Historia de la Edad Media, Ed. Labor
Universitaria, Madrid, 1995.
 HERÓDOTO, Los nueve libros de la Historia, Ed. Folio, 1999.
 IRABURU, R.P. José M., Hechos de los Apóstoles en América, Foro
Arbil, México, 1999
 ISERLOH, Erwin. Martín Lutero y el comienzo de la reforma
(1517-1525), tomado de Aubert Jedin “Manual de Historia de la
Iglesia” Tomo V, Barcelona, 1972
 JAEGER, W., Paideia, Ed., FCE, México, 1933
 LOZANO, Martín, El Nuevo Orden Mundial, Génesis y Desarrollo
del Capitalismo Moderno, Alba Longa Editorial, 1996.
 MAGISTERIO DE LA IGLESIA CATÓLICA, Denzinger, Ed. Digital.
 MÁRQUEZ GARABANO, Luis, Historia de las Instituciones
Políticas y Sociales Americanas, Librería del Colegio, Bs. As.,
1953.

179
CUADERNILLO DE HISTORIA
2º Año
 MESSORI, Vittorio, Leyendas Negras de la Iglesia, Ed. Vórtice,
2002
 MONTANELLI, Indro. Historia de Roma. Plaza Janés, Madrid,
1999
 MONTANELLI, Indro: Historia de los Griegos, Plaza & Janés,
Barcelona, 1999.
 MONTANELLI, Indro: Historia de Roma, Plaza & Janés,
Barcelona, 1999.
 Obras varias de los Padres de la Iglesia. http:/www.mercaba.org
 PIGANIOL, André: Historia de Roma, Eudeba, Buenos Aires, 1981.
 Revista La Aventura de la Historia, Nº 22, 30 y 31, Madrid, 2000-
2001
 SAN JUAN BOSCO. Historia de la Iglesia. Ed. Salesiana, Buenos
Aires, 1915
 SECCO ELLAURI, BARIDON, Historia Universal, Ed. Kapelusz,
1975.
 WALSH, Thomas. Isabel, la Cruzada, Colección Austral, Nº 504,
Ed. Espasa Calpe, Buenos Aires, 1945
 WOLFRAM, P. Tradición y Familia en la Roma Clásica, Ed.
Troquel, 2001.
 ZURETTI, Juan Carlos. Historia de la Educación, Ed. Itinerarium,
Buenos Aires, s/a

CONDICIONES PARA LA ENTREGA DE TRABAJOS


PRÁCTICOS DURANTE EL AÑO
 REALIZAR A MANO O EN COMPUTADORA
 LETRA “TIMES NEW ROMAN” (O SIMILAR) TAMAÑO 12
 SI ES A MANO LA LETRA DEBE SER LA MISMA
 PARRAFO: SENCILLO Y 0 PTO.
 JUSTIFICAR LOS MÁRGENES
 MÍNIMO: 5 PÁGINAS A4 (SÓLO DE TEXTO)
 NO UTILIZAR INTERNET NI ENCARTA SOLAMENTE
 SI SE USA INTERNET, SEÑALAR LAS PÁGINAS, NO LOS
BUSCADORES
 RESPONDER LAS CONSIGNAS TAL COMO SE DETALLAN Y
AGREGAR ILUSTRACIONES
 DEBE LLEVAR: CARÁTULA, ÍNDICE Y BIBLIOGRAFÍA (AL
FINAL)
 DEBE SER ENTREGADA A TIEMPO (FECHA A CONFIRMAR)
 GRUPOS DE NO MÁS DE TRES PERSONAS

180
CUADERNILLO DE HISTORIA
2º Año
Temas alternativos para trabajos prácticos (pueden ser dados a lo largo del
año por el profesor)

a) LA ILÍADA y LA ODISEA: Schliemann y el Descubrimiento de Troya


1- La Mitología Griega
2- Comentario de la Ilíada
3- Comentario de la Odisea
4- Descubrimiento de Troya por H. Schliemann

b) LA INDIA
1- El medio geográfico y los pueblos primitivos (los Drávidas)
2- La invasión aria (Brahmanes) y la sociedad de castas
3- Los Vedas y los Upanishads
4- Buda (Siddartha Gautama) y sus enseñanzas

c) CHINA
1- El Medio Geográfico
2- Las dinastías heroicas y las leyendas
3- Las dinastías Han, Song y Ming
4- El pensamiento Chino: Lao- Tse y Confucio

d) LA CULTURA HELENÍSTICA
1- La escuela de Alejandría. Su biblioteca.
2- La Ciencia: Eratóstenes, Ptolomeo, Arquímedes y Euclides
3- Filosofía: Zenón de Elea, Epicuro y los Escépticos
4- El arte helenístico

e) LOS ETRUSCOS
1- Origen y ubicación
2- Organización Política
3- La Religión y la Cultura etruscas
4- La escritura etrusca

f) LOS CELTAS
1- La Mitología Celta
2- La Historia celta en Europa
3- Los Druidas y los Bardos
4- La Guerra de las Galias contra los romanos

181

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