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INDICE

RESUMEN ......................................................................................................................................... 2
I. QUE ES POLITICA ......................................................................................................................... 2
II. QUE ES FILOSOFIA ....................................................................................................................... 3
III. RELACION ................................................................................................................................ 3
IV. ES NECESARIA LA FILOSOFIA EN LA POLITICA? ....................................................................... 5
BIBLIOGRAFÍA ...................................................................................................................................... 8

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RESUMEN
El artículo busca establecer las relaciones entre la política, entendida en su uso
más común, y la filosofía. Para ello, se analizan e interpretan algunos fragmentos
de Heráclito sobre "lo común" (Xunón) y las afirmaciones y experiencias de otros
filósofos, como Nietzsche y Platón. En esta comparación se determinan rasgos
esenciales tanto de la política como de la filosofía y se responde a lo que puede
ser una relación no distorsionada entre ambas.

I. QUE ES POLITICA
La política es la ciencia de la gobernación de un Estado o nación, y
también un arte de negociación para conciliar intereses.
El término proviene del latín politicus y este término del griego politiká,
una derivación de polis que designa aquello que es público, o politikós,
que significa 'civil, relativo al ordenamiento de la ciudad o los asuntos
del ciudadano'.
El significado de política es muy amplio y está relacionado, en general, a
lo que se refiere al espacio público.
En la ciencia política, se trata de la forma de actuación de un gobierno
frente a determinados temas sociales y económicos de interés público:
la política de educación, la política de seguridad, la política salarial, la
política de vivienda, la política de medio ambiente, etc, las cuales se
generalizan en el término políticas públicas. (Ruiz Lopéz)
El sistema político es una forma de gobierno que engloba las
instituciones políticas para gobernar una nación. La monarquía y la
República son los sistemas políticos tradicionales.

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II. QUE ES FILOSOFIA
La filosofía es aquella ciencia que tiene como fin responder a grandes
interrogantes que cautivan al hombre (como por ejemplo el origen del
universo; el origen del hombre) para alcanzar la sabiduría. Es por esto,
que se debe poner en marcha un análisis coherente, así como racional
para alcanzar un planteo y una respuesta (sobre cualquier cuestión).
La filosofía tiene sus orígenes en el siglo VII antes de Cristo en Grecia.
La etimología de la palabra filosofía proviene de las raíces griegas philos
(que significa amor) y sophia (que significa sabiduría). Es por esto que la
filosofía significa “amor a la sabiduría”. (Quiles, 2014)
Un filósofo es una persona que busca desesperadamente el saber por el
saber mismo. Su motivación suele ser la curiosidad, que lo lleva a

indagar acerca de los principios sobre la realidad y existencia humana .

III. RELACION
Existe alguna relación entre la filosofía y la política? Y de ser así, ¿cuál
es esa relación? ¿Cuáles las características que permite establecerla con
aceptable precisión? A primera vista parecieran dos dominios del
conocimiento y acción humanas completamente diferentes, pues
mientras la filosofía busca la verdad, la política busca el poder y con no
poca frecuencia, poder y verdad resultan dos categorías contrapuestas.

No obstante, convendría recordar que en la civilización occidental, desde


sus orígenes griegos hasta hoy, la filosofía ha pretendido ser la razón de
la política y ésta la práctica de la razón. Una deseada unidad indisoluble
entre teoría y práctica, razón y acción, logos y praxis, de tal manera que
la una no sea posible sin la otra.

La razón es una forma de la realidad y la realidad es la forma tangible de


la razón. Todo lo real es racional y todo lo racional es real, afirmó Hegel
dándole a su filosofía una consistencia dialéctica sin precedentes. De ahí

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que la ética, conjunto de reglas prácticas que debe conducir el
comportamiento de los seres humanos, sea un compuesto indisociable
entre la acción y la razón que la sustenta y guía.

La razón sin acción es teoría hueca, el espectro de la idea vaciada de


contenido, y la acción sin razón es barbarie, instinto zoológico sin
sentido, dirección y finalidad humanas. Me viene a la mente aquella frase
de Henri Bergson, el gran filósofo francés, que dice: “Piensa como
hombre de acción y actúa como hombre de pensamiento” que sintetiza
de manera admirable esta doble condición entre el pensamiento y la
acción, la teoría y la práctica, la razón y la realidad.

La política para los griegos es la forma más elevada de lo social y esto es


la condición de la vida humana. Pero el relacionar la política con el bien
común, el definir la vida individual como resultado de la vida social, el
determinar las formas y sistemas de gobierno y el tratar de justificar el
poder como una forma necesaria de cohesión social regida por la
voluntad comunitaria y el derecho, es y ha sido tarea de la filosofía. De
ahí su intrínseca e indisoluble unidad.

Como expresa Paul Ricoeur en su obra Historia y Verdad: “Toda gran


filosofía quiere comprender la realidad política para comprenderse a sí
misma “pues bien, la política no revela su sentido más que si su objetivo
su telo puede vincularse a la intención fundamental de la filosofía misma,
al bien y a la felicidad”. Y en otra parte expresa: “Lo que sigue siendo
admirable en el pensamiento político de los griegos es que ningún
filósofo entre ellos a no ser, quizás, Epicuro se resignó a excluir la
política de lo razonable que ellos exploraba”

Aristóteles en el inicio de La Política dice: “Todo Estado tal como lo


conocemos es una sociedad, la esperanza de un bien y su principio,
como lo es toda asociación, ya que todas las acciones de los hombres
tienen como fin lo que ellos juzgan que es un bien”

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El genio de los griegos consistió, precisamente en transformar la política
en una categoría filosófica, en pensarla como una creación de la razón
para alcanzar el bien y la felicidad como fin universal de toda la sociedad.

La filosofía ha dado dignidad a la política en tanto le ha asignado un fin


universal como proyecto de la inteligencia y de la voluntad. Cualquier
práctica fuera de la razón, la voluntad, la ley y el fin colectivo carece de
legitimidad histórica y de dignidad humana.

La política, pues, aunque haya degenerado mil veces en prácticas


brutales que desmienten su finalidad, o quizás, precisamente por eso,
debe ser lucha para recuperar su condición humana y vencer el reino de
los instintos, la ambición, la corrupción, la brutalidad y el ejercicio ciego e
ilegítimo del poder.

Ningún mecanismo, llámese Estado absoluto o mercado total puede


sustituir el concepto de la política como expresión de la libertad, la
voluntad y la razón. Ése es el sentido que le imprimieron los filósofos
griegos del siglo IV antes de Cristo al definirla como el arte del bien
común y ésa es la lucha que en medio de victorias y derrotas, miserias y
grandezas, ha combatido y sigue combatiendo el pensamiento y la
filosofía por la humanidad de la política y la dignidad del ser humano.

IV. ES NECESARIA LA FILOSOFIA EN LA


POLITICA?
Siempre he pensado que es necesaria la participación de los
intelectuales e ideólogos en política. Se hace urgente esa necesidad, de
incluir a individuos que no sólo practiquen la política sino que la
reflexionen, y esa sea su tarea principal al interior de los institutos
políticos y los gobiernos, por supuesto, con miras a influir en los
preceptos de los primeros y, en los planes de acción de los segundos.

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Navegando por la red, encontré un libro muy interesante titulado
Filopolítica: Filosofía para la política.

En el prólogo, Victoria Camps, da un preámbulo del porqué la


importancia de la Filopolítica como concepto independiente, y plantea al
lector una realidad de nuestros días: “A diario se expresan voces que
lamentan la falta de liderazgo político efectivo, la cortedad moral de los
gobernantes, su nula visión del futuro, la confusión de la política con la
mera gestión, y aún ésta a menudo ineficiente.” Basta con revisar las
redes sociales para comprobarlo.

En el mismo libro, en una parte señala que la política se está quedando


“huérfana de filósofos en un inexorable y preocupante éxodo del discurso
moral.”

La propuesta se enfoca en cómo debe influir el ejercicio de la


introspección en la personalidad de quienes toman las decisiones
importantes. Considera al pensamiento como una herramienta poderosa
que los conduzca a actuar conforme a la virtud y le otorga, un papel
preponderante al lenguaje dentro de ese proceso. Para ello se apoya en
Confucio, y destaca que éste “se empeñó en subrayar el valor
preponderante de las palabras pensadas y examinadas porque, de no
ser así, la comunicación no funciona, no transmite nada, el lenguaje es
impreciso, se nota que lo dicho no está suficientemente meditado ni
discutido”.

Pero, ¿a qué se le llama Filopolítica? A los modos de devolverle a la


política la dignidad que ha perdido y la sustancia que debería recuperar
para conseguir un mínimo de credibilidad y respeto, el camino para
dignificarla recibe el nombre de ‘Filopolítica’. Como su composición
lingüística lo indica es dotar de filosofía a la política.

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El planteamiento esencial se concentra en el desplazamiento que ha
padecido la teoría y la contemplación en el mundo ‘de lo político rayando
en su ausencia y sustitución por un pragmatismo libertino.

Hoy día, los políticos, encumbran el presente, lo viven de forma absoluta


sin detenerse a calibrar las consecuencias del futuro. Han dejado en un
rincón el pensamiento, la meditación, el logos de los griegos, la palabra y
el razonamiento.

A esto, el texto de Gutiérrez- Rubí, en palabras de quien prologa el libro-


el qué decir o el cómo hacer política se vuelve improbable a causa del
excesivo protagonismo de los políticos, de querer estar
permanentemente en los medios de comunicación, necesidad que
sustituye el lenguaje profundo y pensado por uno que logre mayor
cantidad de “likes”. Y al decir profundo, no significa, necesariamente,
complejo. En ese sentido, la propuesta del autor, es acertada.

Y, ¿a qué se refiere con dotar de filosofía a la política? Bueno, se refieren


a la introducción de mayor meditación en las decisiones de quienes la
ejercen y para ello, es necesario centrarse en la figura del político, en lo
que el político debe conocer y comprender para lograr una mayor
trascendencia. Es por eso la afirmación de que una política digna
requiere de espiritualidad- no en el sentido religioso- sino en el de la
formación ética y moral.

Para el autor (y para muchos de nosotros) un gestor público debe ser


una persona de densidad moral y ética, y para ello es imprescindible una
actitud reflexiva y pausada y una vida interior rica y equilibrada. De no
ser así, corremos el riesgo como sucede cotidianamente, de tener en los
cargos más sobresalientes, a personas frívolas. Persona que creen,
firmemente, que los ostentan hasta por derecho, por herencia o porque
son tan “inteligentes” que se los merecen.

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BIBLIOGRAFÍA
Quiles, I. (2014). Obtenido de http://www.filosofia.org/aut/002/quiles54.htm

Ruiz Lopéz, D. (s.f.). Obtenido de


http://www.unla.mx/iusunla18/reflexion/QUE%20ES%20UNA%20POLITICA%20PUBLICA%
20web.htm

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