You are on page 1of 16

Dación en pago

Derecho
Privado II
Dación en pago
Definición
“La obligación se extingue cuando el acreedor voluntariamente acepta en pago
una prestación diversa de la adeudada”1. El cambio de la prestación se produce
en el momento de la ejecución o cumplimiento de la obligación.

Originariamente, el Código Civil (Ley N° 340) sólo preveía la dación como la


extinción de la obligación de dar sumas de dinero por la entrega de bienes, pero
el nuevo Código amplía la noción al cambio de la prestación de cualquier tipo,
tal como lo sostenía la doctrina y la jurisprudencia.

Naturaleza jurídica
Santarelli (2014), cita a Llambías, aclara que la dación en pago supone una
novación objetiva, en donde el acreedor ha consentido reemplazar su crédito
antiguo por uno nuevo con objeto diferente. Así es que la figura condensa la
novación aludida y el pago de la obligación sustitutiva de aquella.

Pizarro y Vallespinos (2014) sostienen que la dación en pago es una figura


compleja, en la que convergen la novación y el pago inmediato de la nueva
obligación. El fundamento lo encuentran en que cuando el acreedor acepta,
tácitamente manifiesta su voluntad de sustituir la prestación originaria.

Requisitos
1. Existencia de una obligación válida.

2. Cumplimiento de una prestación distinta de la debida: de cualquier


naturaleza: dar, hacer, no hacer.

3. Acuerdo de voluntades entre acreedor y deudor: en virtud del principio


de autonomía de la voluntad. Se produce mediante la oferta de pago del
deudor de una prestación distinta y la aceptación por el acreedor.

4. Intención de pagar del deudor: es decir, de cumplir la obligación.

5. Capacidad: según las normas de los contratos.

1
Art. 942 – Ley N° 26.994 (2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación. (Lo
resaltado es propio).
Reglas aplicables según el Código Civil y Comercial
La dación en pago se rige por las reglas aplicables al contrato con el que tenga
mayor afinidad, es decir, según cuál sea el objeto de la prestación nueva: si es
una cosa, por las reglas de la compraventa; si es un crédito por otro, de la
cesión de créditos; etcétera.

Efectos
El principal efecto de la dación en pago es la extinción de la obligación (con
todos sus accesorios). Sin embargo, cabe tener presente que el “deudor
responde por la evicción y los vicios redhibitorios de lo entregado; estos efectos
no hacen renacer la obligación primitiva, excepto pacto expreso y sin perjuicio
de terceros”2.

En consecuencia, si el deudor entregó, a cambio de la suma de dinero que


debía, una heladera o un auto, deberá responder ante el acreedor si luego éstos
presentan vicios que eran imposibles de advertir con la entrega, y que hacen
que la cosa sea impropia para su uso, etcétera (arts. 1051 y subsiguientes –ss.- y
cds.).

Si bien el deudor deberá responder por estos defectos, esto no implica que
renazca la obligación, salvo que las partes así lo hubieran pactado y siempre
que no perjudique a terceros.

Comparación con la novación y el pago

 Con la novación por cambio de objeto: la novación crea una nueva


obligación, la dación en pago es extintiva de la única obligación existente.

 Con el pago: este es un acto jurídico unilateral en el que se cumple con la


misma prestación que se acordó (principio de identidad); en la dación
en pago se presenta un acuerdo de voluntades y una prestación
diferente, exceptuándose la identidad por expresa aceptación del
acreedor.

Renuncia de derechos
Definición. Caracteres
Pizarro y Vallespinos (2014) explican que la renuncia puede ser entendida en
dos sentidos:

2
Art. 943. Ley N° 26.994. Op. cit.
 Amplio: es el acto por el cual una persona, en forma libre y espontánea,
abdica de un derecho disponible, cualquiera sea su naturaleza, por su
exclusivo interés.
 Restringido: es el acto de abdicación voluntario y espontáneo de un
derecho de crédito. Esta es la denominada “remisión de deuda”.

Resulta necesario tener presente que la renuncia a derechos está expresamente


prevista en el “Título Preliminar” del Código, que forma su “núcleo duro”. El art.
13 admite expresamente la posibilidad de renunciar a los efectos de la ley en
el caso particular, “excepto” que el ordenamiento jurídico lo prohíba, y
específicamente impide la “renuncia general de las leyes”3.

Por su parte, la renuncia es regulada por el Código como uno de los “otros
modos extintivos” de las obligaciones (en los arts. 944 a 954) juntamente con la
remisión de deuda.

Renuncia y remisión de la deuda. Diferencias


Santarelli (2014) explica que las figuras deben ser explicadas desde la relación
entre “género” y “especie”; pues la renuncia abarca “todos” los derechos
susceptibles de abandono y, la remisión “ sólo el derecho de crédito” (Pizarro
y Vallespinos, 2014).

Cabe aclarar que, para su perfeccionamiento y efecto extintivo, tal como se


estudiará, ambas requieren la aceptación del deudor.

Naturaleza jurídica. Distintas doctrinas


Con respecto a la naturaleza jurídica de la renuncia, se debatía si ésta se trataba
de un acto jurídico unilateral (por ejemplo: Pizarro y Vallespinos, 2014) o
bilateral (por ejemplo: Moisset de Espanés, 2004), según se requiriera sólo la
voluntad del acreedor o la de éste y el deudor, respectivamente.

El Código unificado define el debate al exigir, a los fines de la extinción de la


obligación por medio de la renuncia, la aceptación de ésta por el deudor
(beneficiario) (art. 946).

En síntesis, la renuncia es un acto jurídico bilateral, pues para tener efectos


extintivos requiere la aceptación.

Especies
La renuncia puede ser:

 Mortis causa: en este caso, es una renuncia impropia pues, en realidad,


es una liberalidad y se rige por las normas de ésta.

3
Art. 13. Ley N° 26.994. Op. cit. (Lo remarcado es propio).
 Por acto entre vivos: por manifestación del acreedor y posterior
aceptación del beneficiario.

Además, esta última puede ser, de acuerdo con el art. 945:

 Gratuita: se realiza sin ningún beneficio ni contraprestación a cambio.


Sólo puede realizarla quien tiene capacidad para donar, es decir, quienes
pueden disponer de sus bienes (art. 1548).

 Onerosa: si se hace por un precio o a cambio de una ventaja cualquiera. En


este caso, se rige por las reglas de los contratos onerosos. Pizarro y
Vallespinos (2014) entienden que este supuesto no sería una renuncia, pues
pierde tipicidad.

Elementos (Capacidad. Objeto. Principio general.


Excepciones. Derechos irrenunciables. Aceptación.
Retractación)
1. La capacidad requerida para realizar la renuncia dependerá del tipo de
que se trate: si es gratuita, será la necesaria para donar; y si es onerosa,
la contractual.

2. El objeto puede ser cualquier derecho conferido por ley, siempre que:

o no esté prohibido. Por ejemplo: alimentos, derechos


personalísimos, etcétera.

o sólo afecte intereses privados: es decir que no puede estar el


orden público de por medio.

El art. 944 prohíbe expresamente la renuncia anticipada de las


defensas que pueden hacerse valer en juicio.

3- En cuanto a la forma, “La renuncia no está sujeta a formas especiales,


aun cuando se refiera a derechos que constan en un instrumento
público”4. Es decir, no es un acto formal, puede ser escrita o verbal,
rige el principio de libertad de formas.

Prueba
La regla es que la voluntad de renunciar no se presume y la interpretación de
los actos que permiten inducirla es restrictiva. El fundamento es que se trata de
un acto por el cual se extingue un derecho de modo definitivo, y en principio,
sin contraprestación alguna (gratuita), por lo que no se admite su presunción.

A tal fin, al ser no formal, puede ser probado por cualquier medio de prueba,
pero si es por medio de un contrato, deberá ser por escrito.

4
Art. 949. Ley N° 26.994. Op. cit.
Efectos
El principal efecto de la renuncia es la extinción de la obligación con todos sus
accesorios, a cuyo fin es imprescindible la aceptación por parte del beneficiario
(art. 946).

Hasta que el deudor no acepte, el acreedor tiene derecho a retractarse de la


renuncia (art. 947), siempre que no se perjudiquen derechos de terceros.

Remisión de deuda
Definición
Es el acto jurídico por el cual el acreedor abdica su derecho de crédito, y
provoca la extinción de la obligación, sin satisfacción del interés del acreedor y
con liberación del deudor (Pizarro y Vallespinos, 2014).

Moisset de Espanés afirma que la remisión tiene lugar cuando el “acreedor


perdona la deuda” (Moisset de Espanés, 2004, p. 151).

El Código regula la remisión en los arts. 950 a 954, luego de la renuncia.

El art. 950 establece expresamente como supuesto se considera remitida la


deuda cuando “el acreedor entrega voluntariamente al deudor el documento
original en que consta la deuda”5 (por ejemplo: pagaré sin que haya sido
cumplido).

La norma aclara que si el documento es un instrumento protocolizado y su


testimonio o copia se halla en poder del deudor, sin anotación del pago o
remisión, y tampoco consta el pago o la remisión en el documento original, el
“deudor debe probar que el acreedor le entregó el testimonio de la copia como
remisión de la deuda”6.

Régimen jurídico aplicable


A la remisión de deuda se le aplican las disposiciones relativas a la renuncia
(arts. 944 a 949), por expresa manda legal del art. 951.

Efectos
La remisión de deuda produce como regla los efectos del pago, es decir, la
extinción de la obligación (cabe recordar que, tal como la renuncia, requiere la
aceptación por el beneficiario).

5
Art. 950. Ley N° 26.994. Op. cit.
6
Art. 950. Ley N° 26.994. Op. cit.
Supuestos especiales:

 El art. 952 aclara que en caso de remisión de una deuda en la que


existen fiadores, la remisión en favor del fiador no aprovecha al deudor,
y “la hecha a favor de uno de varios fiadores no aprovecha a los demás”7.
Se trata de un efecto personal que no propaga los efectos por su carácter
restrictivo.

 Por otro lado, se aclara que si un “fiador que pagó una parte de la deuda
antes de la remisión hecha al deudor, no puede repetir el pago contra el
acreedor”8.

 En caso de obligación garantizada con el derecho real de prenda, si el


acreedor hace entrega de la cosa dada en prenda (por ejemplo:
automotor), existe la remisión de la prenda, pero no la remisión de la
deuda principal. Es una aplicación de la interpretación restrictiva de la
remisión. Además, Pizarro y Vallespinos (2014) afirman que la prenda es
un accesorio, y la remisión de éste no puede extenderse a lo principal.

Modos extintivos de las


obligaciones

Imposibilidad de cumplimiento
Definición
Este tema comenzó a desarrollarse junto a la mora y el incumplimiento, ya que
guardan estrecha relación. Son tópicos con los que debe estudiarse
conjuntamente.

En dicha oportunidad, se estudió sobre la existencia de dos manifestaciones del


incumplimiento con efectos distintos según el caso (Pizarro y Vallespinos, 2014),
y que el incumplimiento absoluto: es definitivo, la prestación no es susceptible
de ser específicamente cumplida. Es material, jurídica u objetivamente
imposible. Es una situación “irreversible”. En materia de resolución contractual,
es un requisito que el incumplimiento sea “esencial”, y éste se define en el art.
1084, que debe ser relacionado con el “absoluto”, pues los supuestos se
reiteran, y se especificó que los casos eran:

 Imposibilidad sobrevenida, objetiva y absoluta, no imputable al deudor


(art. 955). El efecto es la extinción de la obligación, sin responsabilidad
para el deudor.

7
Art. 952. Ley N° 26.994. Op. cit.
8
Art. 953. Ley N° 26.994. Op. cit.
 En caso de que la imposibilidad cumpla los mismos requisitos, pero sea
“imputable al deudor” (subjetiva u objetivamente), la obligación modifica
su objeto al de pagar indemnización por los daños y perjuicios. Si se trata
de una obligación contractual, también existirá la facultad resolutoria.

 Imposibilidad sobrevenida, objetiva, absoluta y excesivamente


prolongada, en caso de plazo esencial (art. 956). Su efecto es la extinción
de la obligación.

 Imposibilidad sobrevenida, objetiva, absoluta y excesivamente


prolongada, que provoca la frustración irreversible del interés del
acreedor (art. 956): se extingue la obligación.

 Voluntad manifiesta del deudor de no cumplir, en cuyo caso, si el


acreedor mantiene interés, puede exigir el cumplimiento forzoso.

El art. 955 brinda una definición, los requisitos y efectos de imposibilidad de


cumplimiento en los siguientes términos:

La imposibilidad sobrevenida, objetiva, absoluta y definitiva de la


prestación, producida por caso fortuito o fuerza mayor, extingue
la obligación, sin responsabilidad. Si la imposibilidad sobreviene
debido a causas imputables al deudor, la obligación modifica su
objeto y se convierte en la de pagar una indemnización de los
daños causados9.

En definitiva, si se produce alguno de los supuestos de imposibilidad de


cumplimiento, el efecto es la extinción de la obligación, con o sin
responsabilidad del deudor según el caso, y por ello su estudio en esta unidad.

Método del Código Civil y Comercial


El Código Civil y Comercial sistematiza la imposibilidad de cumplimiento como
“otros modos extintivos” de las obligaciones, es decir, en el Libro Tercero,
Título I, Capítulo 5, arts. 955 y 956.

Requisitos
La imposibilidad de cumplimiento puede ser de dos tipos: definitiva, es decir,
que ya no admite posibilidad de cumplimiento de modo irreversible; o
temporaria, si bien podría llegar a superarse y el deudor podría cumplir, por
tratarse de una obligación con plazo esencial, o sin serlo, su prolongación
excesiva en el tiempo afecta el interés del acreedor, quien lo pierde, se torna
en un supuesto de imposibilidad de cumplimiento.

9
Art. 955. Ley N° 26.994. Op. cit.
En consecuencia, los requisitos de la imposibilidad son:

1. Sobrevenida: debe surgir con posterioridad al nacimiento de la


obligación, de lo contrario, no se cumpliría con el requisito del objeto:
que la prestación sea posible material y jurídicamente.

2. Objetiva: debe ser independiente del sujeto del deudor, es decir, que
cualquier persona que se encuentre en su situación se vería
imposibilitado de cumplir.

3. a) Absoluta y definitiva: en el primer caso, no es susceptible de


cumplimiento de modo irreversible, no puede ser superada.

b) Temporaria en caso de plazo esencial o que frustre el interés del


acreedor: si bien al inicio es transitoria, y podría ser superada, se
produce la imposibilidad por:

o tratarse de una obligación con plazo esencial: ante su vencimiento,


sin que se haya cumplido la prestación. Por ejemplo: traslado en
avión de un disertante para un Congreso, que por razones
climáticas no puede despegar de su ciudad. Aunque pudiera viajar
al día siguiente, ya no llega para la conferencia el día que
correspondía.

o excesiva prolongación en el tiempo que frustra el interés del


acreedor (ya no le sirve que cumpla). Por ejemplo: compraventa
por boleto de un lote en barrio cerrado que requiere habilitación
municipal, si los trámites se prolongan por más de diez años, sin
que consiga la habilitación por razones ajenas a la voluntad o
diligencia del desarrollista, el comprador (acreedor de la escritura)
puede ver frustrado irreversiblemente su interés si ya no le
sirve, pues tuvo que construir su hogar en otro lugar, porque
necesitaba solicitar un préstamo y sin escritura no se lo conceden.

Prueba de imposibilidad sobrevenida


La regla es que quien alega la imposibilidad debe probar su existencia, en
principio, con libertad de medios probatorios para ello.

En consecuencia, será el deudor quien alegará, ante el reclamo de


cumplimiento, que no cumplió por imposibilidad ajena a su voluntad, y debe
acreditar cuáles son las causales, por ejemplo: caso fortuito, fuerza mayor.

Efectos que produce la imposibilidad sobrevenida de la


prestación
La imposibilidad del cumplimiento (en sus dos alternativas) es una causal de
extinción de la obligación, siempre que resulte inimputable al deudor, por lo
que no será responsable por ello por no presentarse los presupuestos de la
responsabilidad (se estudiarán más adelante).
Por el contrario, tal como explica Santarelli (en Rivera, 2012), si la imposibilidad
de cumplimiento deviene por causas imputables al deudor, se ingresa en el
escenario de la responsabilidad, se modifica el objeto de la obligación originaria
por el de indemnizar los daños producidos por el incumplimiento (se sugiere
relacionar con la modificación de la obligación en la Unidad 15). Esta regla surge
expresamente del art. 955.

Transacción
Definición. Método. Caracteres
La transacción es estudiada como uno de los modos extintivos de las
obligaciones, pues a pesar de ser un “contrato especial” (que será analizado en
la materia pertinente y que en ésta adquiere gran relevancia) pues es otra de
las formas de extinguir obligaciones, concretamente las que son de carácter
dudoso o litigioso.

Con respecto al método, cabe aclarar que el Código de Vélez regulaba la


transacción como uno de los modos extintivos de las obligaciones (en los arts.
832 y siguientes), pero el nuevo Código, en atención a la naturaleza jurídica del
instituto (contrato extintivo de obligaciones dudosas o litigiosas), lo traslada a
los contratos en particular, en los arts. 1641 a 1648. En consecuencia, se rige
por las reglas especiales allí establecidas y, subsidiariamente, por las normas
generales relativas a los contratos que son su “género”.

“La transacción es un contrato por el cual las partes, para evitar un


litigio, o ponerle fin, haciéndose concesiones recíprocas, extinguen
obligaciones dudosas o litigiosas”10, tal como la define el art. 1641
del Código.

La importancia de esta figura radica en que a través de ella se confiere


“certidumbre” a los derechos o situaciones jurídicas litigiosas o dudosas, a fin
de extinguir obligaciones. Por ejemplo: en caso de incertidumbre sobre las
causas del daño ocurrido en la pared medianera de un inmueble (es decir, a
cuál de los inmuebles es atribuible el daño), antes de ir a juicio, las partes
pueden acordar que los gastos de la reparación sean afrontados en partes
iguales o en una proporción determinada (transacción extrajudicial). O en caso
de juicio por mala praxis, si durante el proceso las partes llegan a un acuerdo, el
demandado ofrece pagar menos del monto objeto de la demanda, pero al actor
le conforma y satisface su interés, pueden realizar el contrato y presentarlo al
juez para poner fin al litigio (transacción judicial).

10
Art. 1.641. Ley N° 26.994. Op. cit.
Los caracteres de la transacción son:

 Contractual: requiere acuerdo de voluntades de las partes con el fin de


extinguir las obligaciones dudosas o litigiosas (art. 1641).

 De interpretación restrictiva: pues al tratarse de renuncia a derechos,


como especie del género, sólo comprende la de los derechos
expresamente consagrados en el contrato, y en caso de duda sobre algún
derecho, no habrá transacción sobre este (art. 1642). Frustragli y Arias
(en Lorenzetti, 2015) afirman que no se presumen las renuncias,
desistimientos o pérdidas de derechos que forman la sustancia de ella, y
que debe estarse a los términos literales empleados por las partes. Esto
último se condice con el art. 1062 del Código.

 Formal: se impone la forma escrita (art. 1643), que es requisito para toda
clase de transacción, y, además, en caso de la judicial, se exige la
presentación del contrato ante el juez donde tramita la causa.

 Declarativa: pues brinda certidumbre a la situación dudosa o litigiosa.

Naturaleza jurídica
La doctrina nacional debatía la naturaleza jurídica de la transacción, si se trataba
de un acto jurídico bilateral, de un contrato, de una convención liberatoria,
etcétera.

Sin embargo, el nuevo Código resuelve definitivamente la cuestión al encuadrarla


como un contrato y regularla como uno “especial”.

En definitiva, y tal como señalaban Pizarro y Vallespinos (2014), la transacción


es un contrato extintivo de obligación por fijación de certidumbre de la
situación entre las partes, y es no satisfactivo del interés del acreedor en forma
total, pues éste abdica de parte de su derecho para poner fin a la cuestión.

Clases de transacción
De conformidad con la regulación legal de la transacción, se advierte que
pueden ser de dos clases:
 Judicial: recae sobre derechos que se debaten en un proceso judicial,
por eso se los denomina “litigioso”. Las partes llegan a un “acuerdo”
antes del dictado de la sentencia y le ponen fin al proceso.

 Extrajudicial: tiene por objeto la extinción de derechos dudosos entre las


partes, pero sin que exista juicio todavía. El objetivo de la transacción, en
este caso, es precisamente evitar el litigio.

Elementos
Los elementos necesarios para que se configure la transacción son:
1. Acuerdo entre partes: sobre todos los puntos discutidos que se traducen
en el contenido del contrato, con la finalidad de extinguir obligaciones.

2. Concesiones recíprocas: cada parte debe abdicar parcialmente a su


pretensión originaria. Debe existir un sacrificio de ambas partes y no de
una sola, esto la distingue claramente del reconocimiento de derechos.
Las concesiones pueden ser en las proporciones que las partes negocien,
no es necesario que sean en partes iguales ni equivalentes.

3. Debe recaer sobre obligaciones litigiosas o dudosas: se requiere de una


situación previa de incertidumbre, que es despejada por la transacción.
Ya se dijo que “litigio” significa “juicio”, es decir, requiere una demanda
judicial ante un Tribunal. Por su parte, “dudosas” importa que,
subjetivamente, las partes consideren que le corresponden derechos
distintos, sin ponerse de acuerdo sobre la magnitud de cada uno de los
mismos, sin que puedan tener certeza al respecto.

La incertidumbre puede ser:

o Objetiva: la cuestión está sujeta a juicio y por ende a un


pronunciamiento judicial.

o Subjetiva: se ponderan las dudas que las partes puedan tener con
respecto a la existencia o extensión de un derecho, no sujeto a
controversia judicial.

4. Capacidad para transar: como regla, la necesaria para disponer o


enajenar bienes. El Código prohíbe expresamente transar a
determinados sujetos (art. 1646):

a. las personas que no puedan enajenar el derecho respectivo;


[es la regla general a la inversa].

b. los padres, tutores o curadores respecto de las cuentas de su


gestión, ni siquiera con autorización judicial;

c. los albaceas, en cuanto a los derechos y obligaciones que


confiere el testamento, sin la autorización del juez de la
sucesión11

5. Objeto: se rige por las reglas aplicables al objeto de los actos jurídicos
en general, y de los contratos en particular (Frustragli y Arias, 2014). El
art. 1644 plantea, expresamente, como regla general, que puede ser
cualquier tipo de derecho de contenido patrimonial, dudoso o litigioso.
Existen excepciones: está prohibido transar en los siguientes supuestos:

o Orden público de por medio: principio general del derecho


reiterado en diversos artículos del Código: 12, 279, 1004, 1644,
etcétera.

11
Art. 1.646. Ley N° 26.994. Op. cit.
o Derechos irrenunciables: por expresa manda legal. Por ejemplo:
renuncia general a las leyes (art. 13 del Código).

o Derechos que versan sobre relaciones de familia o estado de las


personas. Por ejemplo: patria potestad. Esta excepción tiene a su
vez una excepción, pues sí admite la transacción sobre derechos
patrimoniales derivados de éstos o cuando el Código
expresamente lo permite.

6. Forma: se requiere que sea por escrito (art. 1643) para toda clase de
transacción. En caso de ser judicial, también se exige la presentación del
contrato ante el juez donde tramita la causa para tener eficacia plena.

En este último caso, como consecuencia de este requisito, las partes


pueden desistir de la transacción, dejándola sin efecto, hasta antes de la
presentación ante el juez.

Frustragli y Arias (en Lorenzetti, 2015) señalan que es un contrato formal


no solemne, pues la forma escrita no se exige bajo pena de nulidad, y
por ello, si es celebrada verbalmente, o en instrumento privado en caso
de inmuebles, vale como acto en el que las partes se han obligado a
cumplir las formalidades que exige la ley y una vez verificadas tiene
plena eficacia (arts. 285, 384 y 1018).

Nulidad de la obligación transada


Al ser la transacción un contrato que tiene por objeto extinguir obligaciones
(dudosas o litigiosas), se requiere que estas sean válidas. Esta cuestión se
encuentra regulada en el art. 1645.

De lo contrario, si adolecen de algún vicio en alguno de sus elementos


esenciales (sujeto, objeto, vínculo, causa fuente) que causa la nulidad absoluta
de la obligación, la transacción es inválida.

Si el vicio de la obligación ocasiona una nulidad relativa, si las partes a pesar de


conocer el vicio deciden transar, el contrato será válido, pues mediante este
confirmaron el defecto que afecta a la obligación.

Se trata de la invalidez de la transacción por vía “indirecta” por la nulidad de la


obligación que es su objeto.

Nulidad de la transacción
Una situación diferente se presenta cuando la nulidad es “directa”, pues afecta
al propio contrato de transacción.

El art. 1647 establece que, sin perjuicio de la nulidad prevista en el


Código respecto de los actos jurídicos, la transacción es nula en los siguientes
casos:

1 “si alguna de las partes invoca títulos total o parcialmente inexistentes o


ineficaces”12: hay ausencia de causa fuente.

2 “si, al celebrarla, una de las partes ignora que el derecho que transa
tiene otro título mejor”13: incurre en error esencial, vicia el
consentimiento.

3 “si versa sobre un pleito ya resuelto por sentencia firme, siempre que la
parte que la impugna lo haya ignorado”14.

Efectos de la transacción
El principal efecto de la transacción es la extinción de las obligaciones dudosas
o litigiosas que son objeto del contrato (art. 1641). Los efectos son declarativos
como regla, pues reconoce derechos y les concede certidumbre, sin crear un
título nuevo y, excepcionalmente, puede tener efecto traslativo, si atribuye un
derecho de una parte a favor de la otra en materia que no era objeto de
controversia o duda (constitutivo).

En consecuencia, si luego alguna de las partes pretendiera desconocer el


acuerdo y reabrir el conflicto, sería procedente el planteo de la transacción
como excepción para el progreso de la acción (Frustragli y Arias, en Lorenzetti,
2015).

Además, el Código expresamente señala que “produce los efectos de la “cosa


juzgada” sin necesidad de homologación judicial”15.

El fundamento de esta manda se encuentra en que la homologación judicial


sólo habilita la ejecutoriedad del acuerdo a través del procedimiento de
ejecución de sentencia, pero no constituye un requisito de eficacia del contrato
(Frustragli y Arias, en Lorenzetti, 2015).

En consecuencia, si no es homologada, será válida y eficaz, pero las partes


podrán requerir el cumplimiento por vía ordinaria, salvo que el instrumento en
el que consta traiga aparejada ejecución (Pizarro y Vallespinos, 2014).

En este sentido, se comparte la opinión de Andrada (en Rivera, 2012), quien


explica que existen diferencias entre la transacción y la cosa juzgada:

La transacción puede ser extrajudicial, mientras que la cosa


juzgada es predicable de un decisorio firme emanado en un
proceso judicial; la transacción es producto y resultado de la
autonomía privada, al tiempo de que la cosa juzgada dimana de
un decisorio dictado por un magistrado judicial; la transacción
puede ser impugnada por vicios de la voluntad, mientras que la
sentencia de la que emana la cosa juzgada se encuentra regida

12
Art. 1.647. Ley N° 26.994. Op. cit.
13
Art. 1.647. Ley N° 26.994. Op. cit.
14
Art. 1.647. Ley N° 26.994. Op. cit.
15
Art. 1.642. Ley N° 26.994. Op. cit.
por otras reglas; la transacción es impugnable por acción de
nulidad; la sentencia, en cambio, por vía de recurso o de
incidente de nulidad; la sentencia lleva ínsita la fuerza coactiva
del imperium, de la que no está provista la transacción. (Rivera,
2012, p. 754).

En consecuencia, y tal como señala Andrada, para una importante doctrina, sólo
la transacción judicial homologada adquiere la autoridad de la cosa juzgada, lo
que resulta lógico porque ocurre dentro de un proceso y es una resolución
judicial que puede adquirir tal carácter.

Las partes pueden presentar un pedido judicial de homologación de un acuerdo


judicial o extrajudicial, pero por sí sólo, y antes de ello, no puede tener efectos
de cosa juzgada, por tratarse de una calidad de la sentencia y que requiere
procesalmente de determinados requisitos.

Errores aritméticos
En el supuesto de que de los términos de la transacción se advierta que existe
uno o más errores aritméticos, el art. 1648 establece que estos “no obstan a la
validez de la transacción, pero las partes tienen derecho a obtener la
rectificación correspondiente”16.

16
Art. 1.648. Ley N° 26.994. Op. cit.
Referencias
Ley Nº 340 (1869) Código Civil de la Nación. Honorable Congreso de la Nación.

Ley Nº 26.994 (2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la


Nación.

Lorenzetti, R. (Director) (2015). Código Civil y Comercial de la Nación Comentado.


Tomo VIII. Argentina: Rubinzal Culzoni.

Moisset de Espanés, L. (2004). Curso de obligaciones. Tomo 3. Argentina: Zavalía.

Pizarro, R. y Vallespinos, C. (2014). Compendio de obligaciones. Tomo 1 y 2. Argentina:


Hammurabi.

Rivera, J. C. (Director) (2012). Comentarios al Proyecto de Código Civil y Comercial de la


Nación. Argentina: Abeledo Perrot.

Santarelli, Fulvio. (2012). “La extinción de las obligaciones”. En Rivera, J. C. (Director).


Comentarios al Proyecto de Código Civil y Comercial de la Nación. Argentina: Abeledo
Perrot.

You might also like