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TRILLA | EL PROFESOR Y LOS VALORES CONTROVERTIDOS.

NEUTRALIDAD Y BELIGERANCIA EN LA EDUCACIÓN

ACOTACIÓN INICIAL DE LOS CONCEPTOS DE NEUTRALIDAD Y BELIGERANCIA

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El diccionario Casares dice del término “neutral” lo siguiente: “Que no es ni de uno ni de otro; que no se inclina a un
lado ni a otro”. Sin apartarnos básicamente de esta noción de diccionario, entenderemos que asume una postura de
neutralidad aquella instancia que, ante un conjunto de opciones existentes respecto de un objeto determinado

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no apoya a una (o unas) de ellas por encima de las demás.

La postura contraria u opuesta a la de la neutralidad la designaremos [con el concepto de] beligerancia, que es uno de
sus antónimos, junto a “partidismo”, “parcialidad”, “sectarismo”, “tendenciosidad”, etc. En el contexto de las
discusiones pedagógicas aparecen también como contrapuestos a “neutralidad” conceptos como “adoctrinamiento”,
“manipulación”, “propaganda”, “proselitismo”, etc. [A diferencia de todos esos conceptos, el de beligerancia] está
menos viciada por el uso y resulta valorativamente más aséptica.

En todo caso, entenderemos que el adoctrinamiento, la manipulación o la propaganda son, entre otras, algunas de las
formas posibles que puede adoptar una postura beligerante. […] es beligerante aquella instancia que, ante un conjunto
de opciones existentes respecto de un objeto determinado, apoya a una (o unas) de ellas por encima de las demás.

[Estas] definiciones estipulativas […] resultan todavía insuficientes para acotar convenientemente el uso que haremos
[…] de las palabras “neutralidad” y “beligerancia”. […] es preciso determinar a qué clase de objetos las referimos, a qué
sujetos atribuimos estas maneras de actuar y en qué situaciones pueden ser pertinentes las reflexiones que hagamos.

1. Delimitación del objeto.

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[…] nos referiremos no tanto a cuestiones de hecho cuanto a cuestiones de valor. Es decir, no a problemas la veracidad
de cuya solución se empíricamente comprobable, sino a cuestiones que impliquen distintas valoraciones y que la
superioridad de unas respecto a las otras no sea, en un momento dado, discernible científicamnte. En definitiva, se trata
de temas penetrados por contenidos de carácter moral, político, religioso, estético y, en general, ideológico. […] a lo
que referiremos fundamentalmente el problema educativo de la neutralidad/beligerancia es a aquellas cuestiones que
en un momento dado se presentan en el plano social como opinables, públicamente discutibles o […] controvertidas.
[…] a aquellos valores que se perciben en conflicto.

2. Delimitación del sujeto. ¿Neutralidad/beligerancia de quién? […] nos referiremos fundamentalmente al


educador docente y a las instituciones escolares en sus diversos niveles.

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3. Delimitación del contexto. […] de lo que trataremos aquí es de la neutralidad/beligerancia del educador en
cuanto actúa en el contexto institucional. O, dicho de otro modo, cuando ejerce el rol educativo que le asigna
la institución.

a) Neutralidad y beligerancia no son tanto maneras genéricas de ser o de pensar cuanto maneras de actuar en
determinadas situaciones. Asumir una postura de neutralidad o de beligerancia no se refiere necesariamente
al hecho de tener o no preferencias personales frente al objeto de que se trate, sino al hecho de manifestarlas
o no, y de actuar o no en función de tales preferencias en el contexto de la actividad educativa. […] la neutralidad
es un procedimiento, una estrategia,

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y no un atributo de la persona. […] “cuando se habla de neutralidad en educación se apunta exclusivamente a su forma
externa”.

b) Neutralidad no es necesariamente igual a inactividad, inhibición, no intervención, abstención, etc. [No tiene] un
significado antagónico a “actividad”. Quien asume una postura de neutralidad puede intervenir y, además,
hacerlo de forma muy activa en ciertos aspectos; lo que ocurre es que interviene sobre la forma, sobre el
procedimiento de la discusión y, si lo hace sobre el contenido, omite juicios de valor sobre las opciones
enfrentadas.
c) Neutralidad tampoco presupone impotencia, “mutilación” o “falta de humanidad” en el agente. […] la
neutralidad como opción responsable y consciente -que como tal y no como fatalidad la consideraremos-
supone una decisión explícita y comprometida del agente; supone que el educador se implica personalmente,
pero en aquel momento no en el contenido y sí en el procedimiento.

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d) Neutralidad y beligerancia no necesariamente se corresponden respectivamente con relativismo y absolutismo


axiológicos. [Se pueden] adoptar posturas de neutralidad sin ser necesariamente neutral interna o
personalmente en relación al objeto de que se trate. Por tanto, las concepciones morales, políticas o religiosas
que se tengan son, parcialmente al menos, independientes de la decisión procedimental que se asuma en torno
a la neutralidad y la beligerancia.

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[…] neutralidad y beligerancia son opciones antagónicas y excluyentes en un mismo acto del agente pero que no son
incompatibles en el marco general de su tarea educativa.

[Diferenciemos neutralidad de imparcialidad y objetividad:]

[Imparcialidad] es la “falta de prejuicio favorable o adverso a personas o cosas, de que resulta poder juzgar u obrar con
rectitud”. […] podría advertirse ya un leve maíz diferencial respecto a “neutralidad”. […] el imparcial no lo es en cuanto
valora, juzga, reparte, da o quita razón en un conflicto o frente a una alternativa; lo que ocurre es que todo ello lo hace
sin prejuicios sobre las partes en litigio, equitativamente. El neutral, en cambio, se abstiene de entrar en la valoración
del contenido del conflicto, no…

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...evalúa, ni juzga, ni da o quita razones. Esto no significa […] que la neutralidad suponga necesariamente inhibirse o no
actuar: el neutral puede intervenir, pero no en el contenido, en la valoración o en la resolución, sino en el proceso y en
la forma de llegar a ellas. […] el árbitro imparcial decide, pero sin favoritismos. El árbitro neutral, en cambio, no decidirá:
en todo caso, se limitaría a moderar la discusión […].
En cuanto al término “objetividad”, la distancia semántica respecto a “neutralidad” es probablemente aún mayor.
“Objetividad” se refiere a la relación entre un enunciado y la realidad que éste intenta expresar; es un concepto
básicamente gnoseológico. Se es “objetivo” cuando el discurso expresa verídicamente la realidad a la que pretende
referirse […]. Por lo que se refiere a la relación entre objetividad y neutralidad, en cierto modo, podría decirse que la
primera se aplica a la relación entre el sujeto y el objeto, mientras que la segunda habla de la relación entre el sujeto y
un litigio ante un objeto. […] un profesor que…

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… pretende actuar con neutralidad ante una cuestión controvertida intentará ser objetivo en la narración de la
controversia (explicará las opciones existentes tal y como las presentan quienes las defienden), pero no evaluará la
objetividad de los argumentos o de las pruebas que aducen las partes que intervienen en la controversia. […] el
problema de la neutralidad es pedagógicamente relevante frente a objetos en los que la objetividad es difícil (o
imposible) […].

LA DISCUSIÓN EN TORNO A LA POSIBILIDAD Y DESEABILIDAD DE LA NEUTRALIDAD Y LA BELIGERANCIA


[…] lo que pretendemos defender en este trabajo es que la neutralidad y la beligerancia no deberían tomarse como
posturas incompatibles en el marco general de la intervención educativa, es necesario demostrar previamente que
ambas son lógica y prácticamente posibles y que ninguna de ellas es en principio y genéricamente indeseable.

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[…] el objetivo de este apartado es mostrar que ni la neutralidad ni la beligerancia son opciones globalmente
rechazables; que no existen razones (ni lógicas, ni prácticas, ni éticas, ni pedagógicas) que invaliden definitivamente a
ninguna de estas dos formas de afrontar el problema de la función del agente educativo en la adquisición de valores
por parte del educando.

[…] afirmar que la neutralidad ideológica es una ideología supone admitir que la no-neutralidad ideológica (esto es, la
beligerancia) es otra ideología. O sea, que tendríamos dos ideologías (o, mejor, dos metaideologías): la metaideología
de la neutralidad ideológica y la metaideología de la no-neutralidad (o beligerancia) ideológica. Con ello, pues, no sólo
no se invalida sino que se confir-…

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…ma la posibilidad lógica de la neutralidad ideológica, y, en principio, deja la controversia en el mismo sitio que estaba
antes: ¿cuál de las dos metaideologías es pedagógicamente la más deseable o apropiada?

a) METAIDEOLOGÍA Y VALORES IMPLÍCITOS EN LA NEUTRALIDAD

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[…] para mostrar un ejemplo más de los contenidos propios de ciertas formas legítimas de la metaideología de la
neutralidad, cabría citar que ésta también se fundamenta en la confianza del educador en que una de las maneras de
facilitar el desarrollo autónomo del juicio moral es asumiendo, en determinadas ocasiones, procedimientos de
neutralidad. Dicho de otro modo, la confianza en las posibilidades del razonamiento moral autónomo de los educandos
y en el diálogo entre iguales sustentan también tales formas neutralistas. Así pues, la metaideología de la neutralidad
[…] tiene componentes sociopolíticos (democracia), epistemológicos (racionalidad) y antropológicos (confianza en la
capacidad dialógica y el discernimiento moral autónomo del sujeto educando). […] independientemente de los
contenidos valorativos concretos que acabamos de comentar […] interesaba sólo en este momento ejemplificar cómo
ciertamente la neutralidad y la beligerancia suponen sendas metaideologías que será bueno desentrañar en cada caso.

b) LAS CONCEPCIONES INGENUAS Y TRAMPOSAS DE LA NEUTRALIDAD

Para Freire […] el reconocimiento de que la educación tiene siempre un alcance político significa afirmar la imposibilidad
de que la educación sea neutral. No existe una práctica educativa pura, autónoma, desligada realmente de opciones
políticas, sociales, ideológicas. […] “quienes hablan de neutralidad, son, precisamente, los que temen […] perder el
derecho de usar su no neutralidad en su favor”. Así pues, para él, la neutralidad es también una ideología; pero
“ideología”, en este caso, en el sentido peyorativo -el marxista- del término: un discurso que oculta, que enmascara la
realidad. En definitiva, existen dos especies de neutralidad: en sus propios términos, una ingenua y otra astuta.

[…] creemos que con ello Freire contribuye muy lúcidamente a desenmascarar ciertas concepciones y prácticas
indeseables de neutralidad: la neutralidad ideológica ingenua o ignorante que desconoce su metaideología, y la astuta
que, de hecho, es una beligerancia que engañosamente se disfraza de neutralidad.

Cabe decidirse por la neutralidad asumiendo perfectamente […] el carácter metaideológico de la misma; esto es,
reconociendo la metabeligerancia que suponen los valores insertos en el procedimiento conscientemente neutral. Con
ello, la neutralidad deja de ser una práctica educativa inge…

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…nua. Y tampoco el intentar proceder neutralmente tiene por qué ser necesariamente una manera astuta, tramposa,
de ocultar la beligerancia real para así tornarla más efectiva. El neutralismo legítimo no oculta la opción consciente de
valor que está presente en el propio procedimiento, pero pretende actuar neutralmente en relación a determinados
contenidos controvertidos. Y ésta puede ser, además de no ingenua, una pretensión posible y también sincera. Por otro
lado […] el docente que opte por la neutralidad como procedimiento debe explicitar ante los educandos su propósito
de actuar neutralmente, de forma y manera que también su presunta actuación neutral pueda someterse a crítica. Por
tanto, la neutralidad no es necesariamente -aunque a veces sí lo sea- una práctica tramposa, enmascaradamente
manipuladora y astutamente fraudulenta; puede ser un procedimiento honrado, transparente, expuesto
intencionalmente a la crítica, e, incluso, políticamente comprometido por lo que se refiere a los valores implícitos en él.

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BELIGERANCIA DE LA FAMILIA VERSUS BELIGERANCIA DE LA ESCUELA. UNA COLISIÓN ENTRE
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A) LA CRÍTICA

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D) ADOCTRINAMIENTO

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E) LA MANIPULACIÓN

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NEUTRALIDAD Y BELIGERANCIA COMO OBJETIVO Y COMO ESTRATEGIA
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CLASES DE VALORES Y CUESTIONES CONTROVERTIDAS
1. VALORES COMPARTIDOS Y VALORES NO COMPARTIDOS

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CONFLICTOS ENTRE VALORES Y CUESTIONES SOCIALMENTE CONTROVERTIDAS
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PROPUESTA DE OBJETIVOS

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NEUTRALIDAD Y BELIGERANCIA EN LAS INSTITUCIONES

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NEUTRALIDAD Y BELIGERANCIA DEL PROFESOR

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