You are on page 1of 1

El “educado” beso del ministro de Educación

Por: Wilfredo Pérez Ruiz (*)

Dos recientes sucesos me brindan elementos para analizar la vigencia de comportamientos


impropios. El nuevo titular de Educación, Idel Vexler, al concluir la ceremonia de
transferencia se dirigió a Marilú Martens y le dijo: “Muchas gracias Marilú por tu trabajo.
Y esta es tu casa, ven cuando quieras. Quiero que me visites lo más que puedas; es más, con
una ministra tan hermosa” y procedió a besarla en la cara.

Probablemente fue una manifestación de afabilidad. Tratándose de una actividad que


amerita estrictas formalidades, resultó indudable la contrariedad de Martens. Al respecto, la
saliente funcionaria aseveró: “…Justo lo conversaba con mis hijos. Esos son atributos
machistas de generaciones como las del ministro Vexler, que ya los chicos de ahora los
rechazan y que no deben darse en estos espacios de trabajo. Fue incómodo, estábamos en
un espacio de trabajo. No creo que la intención del ministro haya sido mala, pero creo que
nunca me referiría así a un ministro al que le hago la transferencia. Creo que uno se puede
referir a atributos más importantes".

En sus primeras declaraciones, en lugar de exponer asuntos del sector, el ministro ha debido
rectificarse diciendo: “Quiero expresar que guardo el más profundo respeto por las mujeres
y que rechazo el acoso en cualquiera de sus formas”. Ha inaugurado su gestión aclarando
un incidente ausente de miramiento, más aún con su amplia experiencia en la esfera estatal.

Por protocolo, el ministro Idel Vexler debió extender la mano y la ex ministra Marilú
Martens debió complementar el saludo.
El error claramente fue sobrepasar la confianza, y decir: Quiero que me visites lo más que
puedas; es más, con una ministra tan hermosa”. En una ceremonia de transferencia el
comentario estuvo fuera de lugar, lo ideal es solo agradecer y elogiar el trabajo de la ex
ministra o de lo contrario lo mejor era quedarse callado.
Y el otro error fue jalarla y darle un beso.
Marilú Martens se quedó con una sonrisa congelada y para no hacer un desplante al
ministro, solo optó por dejar pasar el momento, pero claramente se nota la incomodidad en
su rostro.

You might also like