La palabra adorar realmente en el texto original significa
bajarse del trono y dejar que Dios se siente sobre el trono de tu vida.
Hoy les quiero dar tres beneficios de por qué adoramos a
Dios.
1. La adoración corrige nuestra perspectiva:
No podemos enfocarnos solo en los problemas porque los
hacemos más grandes de lo que en realidad son:
En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he
vencido al mundo. Juan 16:33 (b)
La adoración nos recuerda que nuestro problema no es tan
grande como nosotros lo vemos. (Ejemplo chapitas botellas)
Todos y cada uno de nosotros tenemos problemas, tenemos
desafíos, algunos grandes y otros pequeños, pero todos los tenemos. No se olvide el versículo que dice: En el mundo tendrás aflicciones. Esas son palabras textuales de Jesucristo, es una promesa que nos hizo el Señor. Pero Él no termina el versículo ahí, Él termina diciendo que tengamos confianza porque Él ha vencido al mundo. La idea es que si nos tomamos de la mano de Él también vamos nosotros a vencer cada uno de nuestros problemas.
2. La adoración nos permite mantener un espíritu de
agradecimiento:
“Entrad por sus puertas con acción de gracias, por sus
atrios con alabanza; alabadle, bendecid su nombre”. Salmo 100:4 ¿Conoces a alguien gruñón? Al cielo no entran los gruñones. ¿Cuánta gente agradecida hay aquí? Testimonio personal.
3. La adoración moviliza los ejercitó de Dios a mi
favor:
Él se conmueve cuando le adoramos en medio de nuestras
situaciones difíciles y se encarga de nuestros problemas.