Universidad Simón Bolívar Sede Litoral

Alumno: Christopher Rodríguez

Carnet: 15-03851
Sección: 4

Los cuatro acuerdos de Miguel Ruiz.

Hemos establecido miles de acuerdos con nosotros mismos, con otras personas,
con Dios, con la sociedad, etc. Todos nosotros podemos ser felices y alcanzar las
metas que nos tracemos. Lo importante es no dejarse influenciar por todo lo que nos
rodea ya que tenemos muchos acuerdos que nos hacen sufrir y nos hacen fracasar.

Nuestro sistema de creencias es como el Libro de la Ley que gobierna nuestra

mente y no es cuestionable y basamos todos nuestros juicios en él. Esa ley dirige
nuestro sueño y nuestro jurado interior juzga todo en base a esa ley, La sabiduría
de los antiguos toltecas. Relata la manera en la que un humano puede estar en
equilibrio con sus sueños. en primer lugar, entender que todos los humanos tienen
un complejo sistema de creencias y que con frecuencia dichas creencias adquiridas
los perturban mental y emocionalmente, creando infelicidad; en segundo lugar,
aprender que se puede modificar el sistema de creencias para conseguir el equilibrio
interior que lleva a la felicidad.

Sé impecable con tus palabras

“Si eres impecable con tus palabras solo podrás engendrar belleza, amor y el
Cielo en la Tierra”.
La palabra puedes influir directamente en tu entorno y en todos los seres que te
rodean. Ser impecable con tus palabras es no utilizarlas contra ti mismo, Durante
años, las palabras de los demás nos han transmitido chismes y nos han lanzado
hechizos, pero lo mismo ha hecho la manera en que utilizamos las palabras con
nosotros mismos, causándonos daño al aceptar decisiones que ni siquiera hemos

Christopher Rodríguez
tomado por eso al ser impecables asumimos la responsabilidad de nuestros actos
sin culparnos ni juzgarnos.

Esto se consigue amándote a ti mismo. Cuando te amas a ti mismo, expresarás

ese amor en tu relación con los demás y serás impecable con tus palabras. Si amas,
te amarán. Si insultas, te insultarán.

No te tomes nada personalmente

“La importancia personal, esto es, tomarse todo personalmente, es la expresión

máxima del egoísmo pues implica la creencia de que todo gira a nuestro alrededor”.
Sea lo que sea lo que la gente haga, piense o diga, no te lo tomes
personalmente. Si te dice que eres maravilloso, no lo dice por ti. Tú sabes que eres
maravilloso. No es necesario que otras personas te lo digan para creerlo. No te
tomes nada personalmente.

Este acuerdo es el que nos protege del poder de las palabras de otras personas.
No debemos tomarnos nada personalmente, Tomarnos personalmente algo que
otros nos dice implica tomarnos su veneno, su magia negra y de esa manera nos
convertimos en presa de esa opinión.

El amor propio y la confianza no deben depender de la visión única de los demás

si no de la que uno tiene de si mismo que te permitirá moverte por el mundo con un
corazón abierto que también podrá soportar las heridas que te intenten infringir.

No hagas suposiciones

“Todo nuestro sueño del Infierno se basa en suposiciones”

Cuando hacemos suposiciones nuestra imaginación nos juega en contra y

creamos una ola de veneno que defendemos ya que literalmente nosotros la
creamos. Muchas veces, suponemos que las personas con que nos relacionamos
saben lo que pensamos y lo que queremos porque nos conocen. Hacemos la
suposición de cómo van a actuar, y si no es como supusimos, nos sentimos heridos

Christopher Rodríguez
por lo que han hecho. La comunicación es el camino para no hacer ese tipo de
suposiciones, que terminan creando un drama por nada.

Haz siempre lo máximo que puedas

“Es la acción lo que nos hará sentir felices”.

Haz siempre lo máximo que puedas en cada momento, Si haces menos de lo que
puedes, no estarás aprovechando tu energía en obtener lo que deseas. Si haces
más de lo que puedes, agotarás tu energía de una forma no productiva, y tardarás
más en conseguir tu objetivo. Hacer el máximo esfuerzo implica actuar por amor, no
por recompensa. Si emprendes la acción por el puro placer de hacerlo, sin esperar
una recompensa, descubrirás que disfrutas de cada cosa que llevas a cabo. Las
recompensas llegarán, pero té no estarás apegado a ellas. Si no esperas una
recompensa, es posible que incluso llegues a conseguir más de lo que hubieses
imaginado.

Christopher Rodríguez