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Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan
a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que
fuesen hechos conforme a la imagen de su Hijo, para que él sea el
primogénito entre muchos hermanos.
Romanos 8:28-29
Entrenamiento Formación del Carácter
Iglesia Cristiana Internacional Cielo Nuevo y Tierra Nueva
Tema 1
Que es el Carácter.
Introducción:
Es entendido y aceptado comúnmente que la vida cristiana no tiene su fin en el nuevo nacimiento, ya
que esto solo es el inicio de un caminar o crecer “hasta que todos lleguemos...a la medida de la
estatura de la plenitud de Cristo (Ef. 4:13). Cuando una persona acepta a Cristo; nace en la familia
de Dios (Jn 1:11,12). Y su estado espiritual es el de un bebe. En la situación cada bebe espiritual está
en la capacidad de crecer, no de una manera deformada, sino integralmente así como “el autor y
consumado de la fe” esto es Cristo. Por lo tanto la vida del Creyente tiene que ser Formada,
Moldeada, y Grabada a la Imagen de Cristo. En términos generales se podría decir: que el
carácter que Cristo reflejo en su estancia aquí en la tierra; debe ser el mismo que cada cristiano
debe reflejar.
Para un mejor entendimiento de lo que es el carácter Cristiano lo definiremos bajo tres puntos:
I. Definición de Carácter
a). La palabra Carácter viene del vocablo griego “Charakter” o “Charassa”, que significa Grabador.
Y literalmente significa “la marca grabada en una cosa que la distingue de las demás. Carácter
Significa: Señal o marca que se imprime, pinta o esculpe. En el sentido de cualidad moral se refiere
al modo de ser peculiar y privativo de cada persona. El modo de ser es el conjunto de rasgos y
costumbres adquirido por herencia, salud, educación, amigos, el medio ambiente y otras
influencias.
b). cristiano: el término “cristiano” viene del vocablo griego “Cristianos” que significa perteneciente
a la vida de Cristo. C. Resumiendo las dos palabras: Carácter Cristiano es grabar o esculpir la vida
de Cristo en el Creyente, a fin de que refleje a Cristo en cada área de su vida.
II. Definición Bíblica
En este punto analizaremos algunos términos Bíblicos que nos dan ideas claves acerca de la
formación del carácter de Cristo en Los Creyentes
a). Crezcáis 1 Pedro 2:2 Esta raíz griega “Auxano” que significa: “Crecer, aumenta, multiplicar”.
Este término se refiere al crecimiento saludable de un organismo, hasta dar el fruto deseado o
esperado. En una planta ella debe de crecer hasta el momento de llegar a dar el fruto esperado, En
un ser vivo, su crecimiento es hasta llegar al punto de reproducirse. La vida cristiana normal debe
ser una vida de crecimiento. El plan de Dios es que el creyente avance de fe en fe (Rom. 1:17), Dé la
infancia a la madurez hasta el punto de poder reproducirse en otras personas.
b) Formando o Transformar Gálatas 4:19; Romanos 12:2; Colosenses 1:27-28. Esta raíz griega
“Morpho” que significa “Formar” En este término está implícito un cambio de carácter esencial a
semejanza de Cristo. Nosotros concebimos la vida cristiana como una “vida Transformada”, pero no
es eso. La vida que Cristo nos ofrece es una “vida intercambiada”, en el sentido de que ya no es la
nuestra, sino la de Cristo Reproducida o formada en nosotros. Esta no es una vida que tengamos
que reproducir nosotros. Es la vida de Cristo reproducida en nosotros (Gal. 2:20). Con
sus características y sus obras (Mat 11:29; Jn 14:12). La imagen de esta palabra es la de
un alfarero dando forma o labrando la arcilla. (Is 45:9)
c) Vestirse o Revestirse Colosenses 3:10-15 El concepto que presenta Pablo en este término es el
de despojarse de la ropa sucia o viejo hombre (Características de la forma de vida antigua), y
vestirse del Nuevo (las características del nuevo). Implica un cambio de actitudes según Cristo.
(Rom. 13:14) Estos tres términos Crecer, formar, y vestirse son las bases principales para enseñar
que la vida cristiana implica una semejanza con Cristo o manifestar en nuestras vidas el
carácter de Cristo.
III. Definición Descriptiva
Carácter Cristiano es grabar o formar la vida de Cristo en el Creyente, a fin de reflejar a Cristo en
cada acto nuestro y cumplir el propósito que Dios mismo ha marcado para nosotros. En esto
conocerán todos que sois mis discípulos, si tuvieres amor los unos con los otros Juan 13:35 esta
es la marca grabada en cada creyente que en verdad a gustado de la gracia del Señor.
Etimología bíblica : Existen dos palabras en el Nuevo Testamento griego que están traducidas ambas
al castellano, en la versión Reina Valera ’60, por “imagen” ; una es “eikono” (se pronuncia “icono”),
y la otra “jaracter” (que ya vimos que su castellanización es “carácter”). Esta última aparece una
sola vez en el N.T. en Hebreos 1.3, donde hablando de Cristo dice: “el cual, siendo el resplandor de
su gloria, y la misma imagen de su sustancia”. La NVI la traduce: “la fiel imagen de lo que él es”.
Como esa palabra imagen es “carácter”, significa que Cristo tiene exactamente el mismo
carácter que el Padre. Todas las virtudes morales del Padre están en el Hijo. Las otras
expresiones de “imagen = eikono” están en Rom. 8.29; 2 Cor.4.4; 4 Col.1.15; 3.10, etc. El hombre
creado a la “imagen” de Dios: “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó...”
(Gen.1.27) ¿En qué consiste esta imagen de Dios en el hombre? Obviamente no es física, sino
espiritual. Esto significa, entre otras cosas, que Dios creo al hombre con el mismo carácter moral
que él. Con las mismas virtudes morales de Dios. Esto revela que el plan original de Dios es que
todos los descendientes de Adán y Eva tuviésemos el carácter moral de Dios. Fuimos predestinados
no solo a ser hijos de Dios sino a ser hechos conformes a la imagen de su Hijo. - Romanos 8.29 -
2 Corintios 3.18 - Colos.3.10 Estos textos nos revelan que a pesar de haber pecado y perdido la
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imagen de Dios, el plan redentor de Dios en Cristo es transformarnos hasta formar nuevamente
en nosotros el carácter de Cristo. Fuimos escogidos antes de la fundación del mundo no
meramente para ser salvos sino para ser santos delante de Dios en toda nuestra manera de vivir. -
Efesios 1.4 - 1 Pedro 1.15-16 Fuimos llamados no solo a tener a Dios como Padre sino a ser
perfectos como El - Mateo 5.48 - Colos. 1.28 - Colos. 4.12 El término “perfecto” en estos textos
es la traducción de la palabra griega “teleios”, el cual no se refiere a una perfección absoluta.
Teleios significa: Acabado, completo, completado. / Que ha alcanzado su pleno desarrollo, maduro,
adulto. Cumplido, realizado. Esto significa que el plan de Dios es edificarnos en todos los aspectos
de nuestra vida y carácter. No es suficiente solo nacer sino crecer hasta llegar a la medida de la
estatura de Cristo. - Efesios 4.13-15 Este es el propósito de Dios en establecer todos los dones
ministeriales en la iglesia.
Conclusión:
Por carácter cristiano se debe entender la semejanza nuestra con Jesucristo, lo que implica el reto
más importante de la vida Cristiana, siendo también nuestro mayor objetivo. Ya que lo que nos
identifica como hijos de Dios habitados por el Espíritu Santo no son los Dones, sino los frutos los
cuales revelan que hay sabia Divina corriendo en nuestro Ser. Sea pues nuestra meta ser un
retrato viviente de Cristo en esta tierra 1 Juan 3:2-3.
Tarea.
Realice una lista de las características de Cristo que encuentra en los evangelios, citar el texto.
¿En cuáles de ellas cree usted que debe crecer más?
Clase 2
Factores que influyen pero NO determinan el carácter de una persona.
Romanos 8:28-29
Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a
los que conforme a su propósito son llamados. Porque a los que antes conoció,
también los predestinó para que fuesen hechos conforme a la imagen de su Hijo, para
que él sea el primogénito entre muchos hermanos.
1 - LA HERENCIA GENÉTICA:
Cuando Adán y Eva pecaron aún sus genes fueron afectados; desde entonces todos sus
descendientes heredamos una naturaleza pecaminosa a la que la Biblia la llama: “carne”. Todos
nacemos con esa fortísima influencia interior a pecar. Pero, a pesar de que todos hemos pecado,
sin embargo no estamos condenados a ser vencidos por el pecado. Pues, además de la realidad del
pecado y de la carne, está la realidad del Señor quien está cercano a los que le invocan para
salvarlos y hacerlos vencedores sobre el pecado.
Esto lo que podemos constatar en la vida de tantos hombres que vivieron en santidad a pesar de
tener la misma herencia genética de todos los seres humanos. Job 1 Hombre recto delante de Dios
2 - LA CRIANZA:
Es obvia la tremenda importancia de este factor en la formación del carácter de un niño desde el
día de su nacimiento, especialmente en los primeros 5 ó 6 años de su vida. La responsabilidad
educadora de los padres es fundamental. Sin embargo este es otro factor que influye enormemente
pero no determina. Más que por argumentos esto también se puede constatar por ejemplos tanto
bíblicos como de la vida real antigua o contemporánea. Caín y Abel. Mismos padres, diferente forma
de actuar.
- Isaac se dejó influir por un mal ejemplo de Abraham, y repitió el mismo error que su padre. La
mentira.
- Jacob recibió la influencia de su madre Rebeca en dos rasgos negativos de carácter:
MENTIRA Y FALTA DE SUJECION A LA AUTORIDAD
- Pero José, hijo de Jacob, no se dejó influir con esos rasgos negativos.
- Samuel no se dejó influir por los malos ejemplos de los hijos de Elí.
- Los hijos de Samuel no siguieron el buen ejemplo de su padre. 1 Samuel 8:1-10
- Judas Iscariote no siguió el buen ejemplo de Jesús y de sus once compañeros.
Es poderosa la influencia de los principados, potestades, y las huestes de maldad. Pero mayor es el
que está en nosotros que el que está en el mundo.
Ejemplos bíblicos:
- Ananías y Safira. (Hechos 5)
- Simón el mago (Hechos 8.17-24)
OTRAS FACTORES QUE PRESIONAN, PERO QUE DE NINGUN MODO NOS JUSTIFICAN PARA NO
HACER LA VOLUNTAD DE DIOS:
2 - LA NEGLIGENCIA: Los sacerdotes Nadab y Abiú que entraron con fuego extraño al santuario.
Levítico 10.1 -11. ¿Qué sucedió con ellos?
3 - EL DESCUIDO: Moisés golpeó la roca con la vara la segunda vez, cuando Dios le había dicho que
le hablara a la roca. Números 20.1-13. ¿Qué le dijo Dios?
4 - LAS PRESIONES: Ante la presión de las circunstancias, Saúl se impacientó e hizo el sacrificio y
no esperó a Samuel para iniciar la guerra. 1 Sam. 13.1-14. ¿Qué le dijo el profeta?
Tarea
Agregue el pasaje bíblico donde evidencia que estos hombres eran justos ante Dios
- Abel: ___________________________________
- Enoc: ___________________________________
- Job: ____________________________________
- Samuel: _________________________________
- Daniel: __________________________________
Cuáles de los rasgos dados en clase han influenciado en su vida, diga él porque.
Cree usted que hay vacíos de carácter en su vida. ¿Cuales?
Nombre 2 ejemplos donde los hijos tuvieron los mismos padres pero fueron muy diferentes, nombre
las diferencias que hubo entre ellos. Nota ejemplos que no se hayan dado en la clase.
Quien fue su mayor influencia en su niñez, explique en qué áreas fue la influencia.
Clase 3
Factores determinantes de la formación del Carácter.
LA RESPONSABILIDAD PERSONAL:
El hombre fue creado a imagen de Dios. Entre otras cosas esto significa que, a diferencia de los
animales, Dios hizo al hombre un ser responsable. Este es un factor decisivo en la formación del
carácter cristiano, y es un punto muy débil en nuestra sociedad occidental.
El hombre es un ser responsable porque fue creado a imagen de Dios. Es un ser que tiene
entendimiento y voluntad. Puede entender lo que Dios le comunica, puede conocer la voluntad de
Dios; y al conocerla tiene la responsabilidad de cumplirla. Los animales no tienen responsabilidad
moral. Un perro ve a una perra en celo y se va detrás de ella. Al hombre no le es permitido tal
comportamiento. Dios le dijo al hombre lo que tiene que hacer, lo que puede hacer, y lo que no debe
hacer.
La raíz de la palabra “responsabilidad” es el verbo “responder”. El significado es que todos
debemos responder a alguien por todo lo que hacemos y somos. Todo hombre es responsable ante
Dios y debe responder ante él por sus actos, actitudes, palabras, conducta, pensamientos,
sentimientos, deseos e intenciones.
John Stott dice en su libro “La cruz de Cristo”: “Nuestra responsabilidad delante de Dios es un
aspecto inalienable de nuestra dignidad humana. Su expresión final se verá en el día del juicio.”
Stott también cita a Emil Brunner quien dice : “La responsabilidad no es un atributo, es la sustancia
de la existencia humana. Lo contiene todo,... es lo que distingue al hombre de todas las otras
criaturas.”
Según Génesis caps. 1 y 2, en los dos relatos de la creación del hombre y de la mujer, observemos la
responsabilidad del hombre en las diferentes áreas de su vida:
1 - La responsabilidad espiritual.
¿Cuál es la responsabilidad principal del ser humano ante Dios?
La palabra menciona que Dios nos pedirá cuentas a cada uno en lo individual por las cosas que
hayamos realizado en nuestras vidas, en el caso de los creyentes ya no será para juicio, sino para
recibir coronas y galardones, los cuales serán presentados a los pies de Cristo. Dependiendo de
qué es lo que hayamos construido con nuestras vidas seremos pasados por fuego, de algunos
perdurara la obra que hayan construido, pero muchos de nosotros entraremos “como por fuego”
permaneciendo solamente el cimiento que es Cristo.
2 - ¿La responsabilidad del hombre y de la mujer en relación a la misión que Dios les dio?
Génesis 1:26
Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y
señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo
animal que se arrastra sobre la tierra.
Según mi entender, hay sólo una declaración acerca del matrimonio que Dios incluye cuatro veces
en la Biblia. Ella se encuentra en Génesis 2.24, Mateo 19.5, Marcos 10.7, 8 y Efesios 5.31. Esta
declaración dice así: «Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos
serán una sola carne»
Otra responsabilidad es multiplicarse y sojuzgar la tierra.
(Según toda la Biblia)
4 - La responsabilidad laboral.
Efesios 6:5-8
Todo creyente debe ser responsable en su labor laboral, se tiene un mal concepto de que el trabajo
es algo secular, la palabra secular significa sin Dios y estoy totalmente seguro que en sus trabajos
Dios también esta con ustedes. Por ende debe ser ejemplo en todo lo que hace, ser fiel, leal,
honrado, agradecido y entendiendo que todo lo que se hace se debe hacer como para el Señor.
En el lugar de trabajo es una gran oportunidad para mostrar quien es Dios y mostrar de que el
cambia vidas.
5 - La responsabilidad moral.
La moral tiene que ver con el bien y el mal. Dios le prohibió al hombre comer del árbol del
conocimiento del bien y del mal. El único que tiene la facultad de establecer qué está bien y qué está
mal es Dios. El hombre se toma atribuciones que solo le corresponden a Dios cuando pretende
determinar por sí mismo lo que está bien y lo que está mal. La responsabilidad moral del hombre es
obedecer lo que Dios ha establecido.
6 - La responsabilidad social.
Mt 15:32-38 Jesús siempre tuvo una responsabilidad social y ayudo a todo el que tenía a su
alrededor su compasión lo llevo ayudar a el prójimo.
LA RENDICIÓN DE CUENTAS:
Dios le pidió rendición de cuentas a Adán cuando este pecó. “¿Dónde estás? ¿Comiste del fruto
prohibido?”. Lo mismo hizo con Eva.
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Dios interpeló a Caín cuando este mató a su hermano. A Saúl, cuando desobedeció. A David, cuando
adulteró. A Ananías y Safira, cuando mintieron. A Saulo, cuando perseguía a los cristianos... Un día
todo debemos rendir cuentas ante aquel que conoce todas las cosas. “Porque es necesario que
todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que
haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo” (2 Cor.5.10).
El punto es que somos entrenados al dar cuentas a todo aquel que está en autoridad sobre
nosotros, si no eres bueno para dar cuentas en lo natural, como será en lo espiritual, si te molesta
que en lo natural te disciplinen, te formen, te guíen, no es nada diferente en lo espiritual.
Adán no asumió su responsabilidad cuando Dios le pidió cuentas. Hizo tal como solemos
hacer hoy, acusó a su mujer y dijo: “La mujer que me diste por compañera medio del árbol, y
yo comí”. Adán se presentó como víctima debilitando su responsabilidad.
Dios llamó a Eva y le dijo: “¿Qué hiciste?”, y Eva tampoco asumió su responsabilidad y acusó a la
serpiente. Hoy muchas veces les pasamos la responsabilidad de nuestra conducta a los
demonios.
La operación de Satanás existe, la actividad de los demonios es una realidad, la debilidad de nuestra
carne es indiscutible. Tampoco podemos negar la influencia que ejerce sobre nosotros la maldad de
los hombres, la presión del mundo, o las circunstancias adversas.
Pero nada de todo esto nos exime de nuestra responsabilidad personal. Menos aún hoy en día,
porque Dios, a través de Jesucristo, nos proveyó todo lo que necesitamos para vivir en victoria
sobre Satanás, los demonios, la carne, el pecado, la tentación, el mundo, y sobre todas las
circunstancias por más adversas que sean. La gracia de Dios nos proveyó todo lo que
necesitamos para ser más que vencedores en todas las cosas... No vamos a avanzar si
presentamos excusas, solo nos engañaremos a nosotros mismos, porque delante de Dios las
excusas no tienen ningún valor.
Sería necio negar la influencia de nuestra herencia genética, nuestra crianza, los traumas que se
traen desde la niñez, etc., sobre nuestro comportamiento, influyen, pero no determinan.
El factor determinante de nuestra manera de ser y de vivir, de nuestro carácter y conducta
pasa por nuestra responsabilidad personal.
Los factores genéticos, formativos, sociales, culturales, diabólicos, son reales; pero ellos sólo nos
marcan tendencias, pero depende de cada uno de nosotros que nos entreguemos a esas tendencias
o que las resistamos en el nombre de Jesús, mediante el poder del Espíritu Santo.
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La vana manera de vivir la recibimos de nuestros padres pero hemos sido rescatados por la sangre
de nuestro Señor Jesucristo. “El que está en Cristo nueva criatura es, las cosas viejas pasaron”,
Todo lo viejo fue sepultado en la muerte de Cristo, y nosotros nos hemos unido a él en el bautismo,
por la fe. Ahora el nuevo hombre está siendo formado en nosotros. Tenemos los genes de Dios en
nosotros, la simiente incorruptible. La palabra de Dios generó en nosotros la misma naturaleza de
Jesús. Y es nuestra responsabilidad entregarnos a esta nueva tendencia que está en nosotros por
el Espíritu Santo.
Por la gracia de Dios nosotros podemos cambiar, por su gracia nuestro carácter puede ser
refinado. Los rasgos de carácter de la vieja naturaleza pueden ser acabados, nuestra conducta
puede mejorar. Podemos ser más humildes, más amables, podemos ser el marido ideal, la esposa
maravillosa, podemos ser santos y puros. Dios en Cristo ya nos proveyó todo, ahora depende de
nuestra responsabilidad personal, de nuestra fe y obediencia.
LA OBEDIENCIA DEBIDA. Una de las mayores virtudes de un hijo de Dios es la obediencia, todo
aquel que ha desarrollado carácter es capaz de obedecer a Dios y a sus autoridades. La palabra
está llena de circunstancias donde el hombre prefiere obedecer que ir en contra de su Dios. Los
tres compañeros de Daniel no se sometieron a la orden del rey en adorar la estatua de oro. Daniel
3
La obediencia debida (también llamada obediencia jerárquica, cumplimiento de mandatos
antijurídicos o cumplimiento de órdenes antijurídicas), en Derecho penal, es una situación que
exime de responsabilidad penal por delitos cometidos en el cumplimiento de una orden impartida
por un superior jerárquico; el subordinado, autor material de los hechos, se beneficia de esta
eximente, dejando subsistente la sanción penal de su superior.
Tarea.
1) Con sus propias palabras díganos en cuál de las responsabilidades que se trataron en clase son
las que más ha desarrollado para su beneficio y los demás.
2) con sus palabras exprésenos cuales de las responsabilidades antes expuestas son las más
débiles y bíblicamente como podría trabajar en ellas para cambiarlas.
3) diga tres ejemplos bíblicos donde el Hombre debe rendirle cuentas a Dios.
4) denos tres ejemplos bíblicos donde el Hombre debe entregarle cuentas a los hombres.
5) les es fácil reconocer su responsabilidad cuando falla, es usted una persona que le es fácil
entregar cuentas. ¿Por qué?
Clase 4
TENER UN MODELO.
El apóstol Pablo dice: “Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo” (1 Cor.11.1)
Y también: “Lo que aprendisteis, y recibisteis, oísteis, y visteis en mí, esto haced.”
(Filip. 4.9). Él tenía muy claro el principio de que la iglesia se edifica por modelos.
Cristo es el modelo perfecto y absoluto, pero entre Cristo y los nuevos discípulos es necesario que
los discípulos más crecidos sean ejemplo.
Teniendo en cuenta esto, el apóstol le dice a su discípulo Timoteo: “Ninguno tenga en poco tu
juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza” (1 Tim.
4.12).
Pedro le dice a los presbíteros : “Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros... siendo
ejemplos de la grey” (1 Ped. 5.2-3)
Por esta misma razón, cuando Pablo escribe, en 1 Timoteo y Tito, sobre los requisitos para los
reconocimientos de pastores exige principalmente cualidades de carácter. Los hombres que
predican y enseñan deben ser modelos vivos ante la hermandad.
(Rom. 8.29).
Consciente de ello Jesús dijo: “Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón” (Mateo
11.29).
“El que quiere ser el primero entre vosotros será vuestro siervo; como el Hijo del Hombre no vino
para ser servido sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos” (Mat.20.27-28).
“Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis” (Juan 13.15).
“Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os
améis unos a otros” (Juan 13.34).
Pedro presenta a Cristo como nuestro gran modelo, cuando declara: “Pues para esto fuisteis
llamados ; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus
pisadas ; el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca ; quien cuando le maldecían no
respondía con maldición ; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga
justamente...” (1 Ped. 2.21-23)
DEBEMOS “CONOCER” A CRISTO, NUESTRO MODELO, PARA LLEGAR A SER COMO EL:
“Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento (epignosis) del Hijo de Dios, a un
varón perfecto (teleios), a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo.” (Efes. 4.13).
El plan de Dios es que todos lleguemos a la estatura plena de Cristo, a ser hombres y mujeres
maduros, completos, perfectos, “teleios”, con todas las virtudes del carácter de Cristo.
Este versículo nos sugiere que tal estatura se alcanza mediante la unidad de la fe y del “epignosis” -
conocimiento pleno - del Hijo de Dios. De modo que el factor indicado aquí para llegar a la estatura
de Cristo es conocer plenamente al Hijo de Dios, en unidad con todos nuestros hermanos.
En Occidente hemos heredado más bien el concepto griego de esta palabra que equivale a un
conocimiento intelectual, o a adquirir información.
Pero en la Biblia predomina la concepción hebrea de esta palabra. En Génesis 4.1, dice: “Conoció
Adán a su mujer Eva, la cual concibió y dio a luz a Caín”.
Cuando el ángel anunció a María que sería madre del Salvador, ella preguntó: ¿”Cómo será esto?
pues no conozco varón” (Luc. 1.34)
El concepto hebreo se refiere a un conocimiento experimental, integral, total, participativo. Incluye
lo intelectual pero no se limita a ella. “Conocer” significa hacerse uno con el que se quiere conocer.
Adán se hizo uno con su mujer.
Según esta comprensión “conocer” a Cristo significa hacernos plenamente uno con él. Nosotros en
él, y él en nosotros. Es una experiencia gradual y creciente, hasta que sus sentimientos sean
nuestros sentimientos; sus pensamientos, nuestros pensamientos; sus actitudes, nuestras
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actitudes; su voluntad, la nuestra. Hasta que todas sus virtudes lleguen a ser nuestras virtudes.
“Porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos. Por eso dejará el hombre a
su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne. Grande es este
misterio; pero yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia” (Efes.5.30-31)”.
“Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. Por tanto,
nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos
transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor” (2 Cor.
3.17-18).
Actividad en casa.
Clase 5
RECIBIR INSTRUCCIÓN BAJO EL SEÑORÍO DE CRISTO
EL SEÑORÍO DE CRISTO
Desde hace muchos años la mayoría de los predicadores evangélicos vienen predicando que la
condición para que una persona sea salva es que acepte a Jesucristo como su Salvador personal.
Por supuesto que Jesucristo es el único Salvador; la Biblia enseña con suficiente claridad que fuera
de él no hay salvación (Hechos 4.12). Pero eso no es lo que está en cuestión, sino cuál es la
condición para ser salvo. No existe ni un solo versículo en las Escrituras que afirme que Jesucristo
me salva cuando lo reconozco como mi Salvador.
El apóstol Pablo en Romanos 10.8-9, declara: “Esta es la palabra de fe que predicamos; que si
confesaras con tu boca que Jesús es el SEÑOR (el Kyrios), y creyeres en tu corazón que Dios le
levantó de los muertos, serás salvo”.
No sólo este versículo, sino un cuidadoso estudio a través de todo el Nuevo Testamento nos revela
que la condición para ser salvo es reconocer a Jesucristo como el “Kyrios”.
Kyrios es la palabra griega traducida al castellano como “Señor”; y significa: Jefe, dueño, amo,
máxima autoridad. Todo esclavo (“doulos”) tenía un “kyrios”, quien era su amo y propietario. En el
imperio romano se la daba al César el máximo título de Kyrios, pues él era el soberano, la máxima
autoridad y el dueño de todo el imperio.
En la Septuaginta, versión griega del Antiguo Testamento, la palabra hebrea “Adonaí” está traducida
por “Kyirios”. Adonaí significa “mi Dios y mi Dueño”. En Filipenses 2.9-11, Pablo proclama que Dios
exaltó a Cristo “hasta lo sumo y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre
de Jesús se doble toda rodilla... y toda lengua confiese que JESUCRISTO ES EL KYRIOS para gloria
de Dios Padre”.
Pedro en Pentecostés concluye su predicación, diciendo: “A este Jesús a quien vosotros
crucificasteis, Dios le ha hecho Kyrios y Cristo” (Hechos 2.36).
Pablo le dice al carcelero de Filipos: “Cree en el Kyrios Jesucristo, y serás salvo tú y tu casa”
(Hechos 16.31).
El término Kyrios, con referencia a Cristo, aparece en el Nuevo Testamento, más de 600 veces,
mientras que el término “Soter” = Salvador, sólo se encuentra 16 veces. ¿Es esto una mera
cuestión de términos? De ningún modo. Es un asunto fundamental en relación a la salvación que nos
ayuda a comprender en que consiste la verdadera conversión.
El kerigma apostólico presenta a Jesús como el Hijo de Dios, que murió, resucitó, y es el Señor.
Para ser salvo, el pecador debe creer y proclamarlo como Señor, con todo lo que ello implica.
Aceptar a Cristo meramente como Salvador sería pretender recibir el perdón, la salvación, la paz,
la felicidad y la vida eterna, sin una verdadera sujeción a su señorío, y tal cosa no coincide con las
enseñanzas del Nuevo Testamento. Cristo me salva y me da todos los beneficios de la salvación,
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cuando doblo mis rodillas ante él y lo reconozco como Señor. Esto indica el fin de mi rebelión y la
aceptación incondicional de su gobierno y autoridad sobre mi vida. Es la entrega de todo lo que soy
y tengo, incluyendo mi familia, mi casa, mis bienes, mi dinero, mi tiempo, mis planes y sobre todo mi
voluntad.
Reconocer a Cristo como Señor no solamente es la condición para la salvación, sino también es lo
que hará posible que el nuevo discípulo al ser instruido sea edificado y formado a la imagen de
Jesús.
Las misma palabras de Jesucristo son claras y terminantes al respecto. En (Mateo 7.21-27)
EL DISCÍPULO DE JESUCRISTO
Un discípulo es, justamente, aquel que aceptó a Jesús como su Señor. Es alguien que
verdaderamente se ha arrepentido y ha cambiado de actitud ante Dios: Antes vivía según sus
propios criterios y hacía su propia voluntad, pero ahora está sujeto a la autoridad de Cristo, y por
ende, a todas sus enseñanzas. Al bautizarse se ha definido como discípulo de Jesucristo, su antigua
vida ha sido sepultada en la muerte de Cristo, y ha resucitado con él para vivir una vida nueva. La
predicación del Evangelio del Reino de Dios y la acción del Espíritu Santo, han producido en él una
verdadera conversión: se ha convertido en un discípulo de Jesucristo.
En un sentido práctico, un discípulo es un aprendiz, alguien que tiene un corazón manso y humilde
ante la instrucción de la palabra de Dios. Tiene avidez por aprender, por conocer la voluntad de su
Señor para vivir conforme a ella. Un discípulo recibe con fe y mansedumbre la enseñanza. Acepta la
corrección, imita el buen ejemplo anhela progresar. Tiene un solo objetivo en su vida: ser como su
Maestro, tanto en conducta como en apostolado.
LA DIDAKÉ
“Didaké” es un término griego traducido en nuestras versiones como “doctrina”. Aparece 30 veces
en el Nuevo Testamento y significa enseñanza o instrucción. Su contenido consiste en
mandamientos que revelan la voluntad de Dios (Mt.7.28; Mc. 12.38; Hechos. 2.42)
Otro término que es sinónimo “Didaskalía”, también traducido por “doctrina”. Aparece 21 veces en
el A. T. (Mc. 7.7; Rom. 12.7; Tito 2.1, 7,10). Ambos términos vienen del verbo, “didaskein” (101 veces
en el NT), traducido al castellano por “enseñar”.
- “Si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras
ofensas”.
2) Es simple y clara:
- “Hijos, obedeced a vuestros padres”.
- “Bendecid a los que os maldicen”.
- “El que repudia a su mujer y se casa con otra comete adulterio”.
3) Ordena la relación profunda del hombre con Dios, consigo mismo y con su prójimo:
- “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón....
- “Ninguno tenga más alto concepto de sí que el que debe tener”.
- “Sed pacientes para con todos”.
4) Su tono es generalmente imperativo, pues Cristo es nuestro Maestro y Señor. Sus enseñanzas no
son sugerencias o consejos, son órdenes, mandamientos.
8) Es Cristo céntrica, pues Cristo es la fuente y la ejemplificación de toda la didaké, Jesús fue la
encarnación de todas sus enseñanzas. Él pudo decir: “Aprended de mí que soy manso y humilde de
corazón”.
9) Su contenido equivale a la parte moral de la ley (Ej. los 10 mandamientos, o Lev.19.13-18)
10) El objetivo de la didaké es hacernos semejantes a Jesús. Es frecuente la expresión “como
Cristo”.
11) Es palabra de Dios, por lo tanto es inmutable. Su contenido no puede ser modificado, disminuido,
o aumentado. “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán...”
12) Es universal, sus mandamientos revelan la voluntad de Dios para todos los hombres de todos los
tiempos. Mateo 28.19-20.
13) Su contenido no se impone por la lógica sino por la autoridad de Jesús. En la aparente ilógica de
sus mandamientos está escondida la sabiduría de Dios para sanar los males que adolece la
sociedad.
14) Es necesario conocerla, vivirla y divulgarla. Es necesario recordarla y ser renovado en ella
mediante la repetición. (2 Ped. 1.12-15)
15) Tan solo podemos obedecer la didaké en el poder del Espíritu Santo (Ezequiel 36: 26 y 27). Esto
lo veremos más ampliamente en el próximo capítulo.
TAREA:
1) Escriba 30 mandamientos de la didaké:
2) Señale qué virtud de carácter formarán en Ud. la práctica diaria de cada uno de esos 30
mandamientos.
3) A modo de confesión y de testimonio explique qué correcciones decide hacer en su propia vida
para que este factor (el “recibir instrucción bajo el señorío de Cristo”) opere más eficazmente en
Ud. para la transformación de su carácter.
Clase 6
VIVIR LLENOS DEL PODER QUE TRANSFORMA.
Los doce discípulos de Jesús tuvieron ante ellos el modelo perfecto y también recibieron
instrucción bajo el Señorío de Cristo, sin embargo estas dos cosas, si bien necesarias, no fueron
suficientes. Para que la conducta y el carácter de ellos cambiara necesitaron, ser llenos del
Espíritu Santo, y vivir entregados a ese poder transformador. Veamos por qué.
LA CONDICION HUMANA
- Por causa del pecado, el ser humano se ha envanecido y pervertido (Rom.1.21, 28-32).
- La ira de Dios se revela contra todo pecado e injusticia de los hombres (Rom.1.18).
- Todos los hombres pecamos y estamos destituidos de la gloria de Dios (Rom. 3.23).
- Todos estamos bajo pecado y expuestos a la ira y al juicio de Dios (Rom. 2.1-5; 3,19)
- Por causa del pecado, quedamos constituidos en enemigos de Dios (Rom.5.10).
- Quedamos espiritualmente muertos: Separados de Dios (Rom.5.12; Efes.2.1).
Un día moriremos físicamente: El alma se separará del cuerpo (Heb.9.27).
Estábamos condenados a la muerte eterna: La separación eterna de Dios (Apoc.21.8).
- Vivíamos bajo la potestad de las tinieblas (Col.1.13).
Bajo el dominio del que tenía el imperio de la muerte (Heb.2.14)
Sujetos a esclavitud por el temor de la muerte (Heb.2.15)
- La Biblia define al estado natural del hombre después de la caída como “estar en la carne”. Esto
no se refiere a nuestro cuerpo físico sino a nuestra condición espiritual; a nuestra naturaleza
pecaminosa, a nuestra debilidad y corruptibilidad.
En el mejor de los casos, aquel que vive según la carne procura hacer la voluntad de Dios
con sus propios recursos, para fracasar vez tras vez. Pablo describe claramente esta condición
humana en Rom. 7.14-25...“Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero eso
hago...” “Y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios” (Rom.8.8).
Y en el peor de los casos, es dar rienda suelta a la maldad potencial que hay en el hombre (Gal.
5.19-21); influenciado y potenciado por el príncipe de las tinieblas (Efes.2.1-3).
LA FUNCION DE LA LEY
La ley de Dios es justa, buena y santa (Rom.7.12).
La ley revela la voluntad de Dios para todos los hombres.
La ley consiste básicamente en mandamientos, y exige su obediencia.
La ley culpa y condena al trasgresor. El que no cumple con las exigencias de la ley está bajo
maldición (Gál.3.10).
La ley es como la plomada del albañil, que muestra si la pared está derecha o torcida, pero en el
caso de estar torcida no la puede enderezar.
La ley es nuestro guía para llevarnos a Cristo (Gál.3.24). Sirve para mostrarnos que necesitamos
indispensablemente de un Salvador.
En el capítulo anterior dijimos que la didaké equivale a la parte moral de la ley, ya que la
didaké consiste principalmente de mandamientos. Ahora bien, si nosotros recibimos únicamente
instrucción (didaké) bajo el Señorío de Cristo, sin recibir a la vez el poder de Cristo mediante el
Espíritu Santo, nos sentiremos más frustrados y condenados que antes. Por eso señalamos que
otro factor indispensable para la transformación de nuestro carácter es Vivir llenos del poder
(‘dynamis’) que transforma. Ese poder que necesitamos es Cristo, quien llega a nosotros por la
acción conjunta del Kerigma y del Espíritu Santo.
EL KERIGMA
1 Corintios 1.18 al 2.5:
“Porque la palabra (logos) de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto
es, a nosotros, es poder (dynamis) de Dios...” (1.18).
“Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, agradó a
Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación (Kerigma). Porque los judíos piden
señales, y los griegos sabiduría; pero nosotros predicamos (kerissein) a Cristo crucificado, para
los judíos tropezadero (skándalo), y para los gentiles locura; mas para los llamados, así judíos como
griegos, Cristo poder (dynamis) de Dios y sabiduría de Dios (1.21-24).
“Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, no fui con
excelencia de palabras o de sabiduría. Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a
Jesucristo, y a éste crucificado. Y estuve entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor; y
ni mi palabra (logos) ni mi predicación (kerigma) fue con palabras persuasivas de humana
sabiduría, sino con demostración del Espíritu (pneuma) y de poder (dynamis), para que vuestra
fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder (dynamis) de Dios (2.1-5).
El kerigma apela a la fe, pues proclama la verdad, el testimonio de Dios. Esa verdad es Cristo.
Cuando alguien oye la verdad y la cree, está recibiendo la verdad, está recibiendo a Cristo por el
“oír con fe” (Gálatas 3: 2 -5). El kerigma provoca e infunde fe, gracia y experiencia. Proclama
que todo ya fue hecho por la muerte y resurrección de Jesús. Y el que oye con fe, participa de lo
hecho y lo experimenta en su propia vida.
Esta es la dinámica del kerigma. “Agradó a Dios salvar a los que creen por la locura del kerigma”.
Tanto el kerigma como la didaké son palabra de Dios, ‘logos’. El kerigma tiene que ver con la
verdad, y la didaké con los mandamientos. El primero apela a la fe y el segundo a la
obediencia. Ambas tienen que ir juntas como la locomotora y los vagones del tren. El poder está en
la locomotora. Es ella la que hace posible que los vagones sean transportados. El kerigma es la
locomotora, y los vagones, la didaké.
- “En Cristo” - 2 Cor. 5.17; Filip. 4.13; Rom. 8.1. (Más de 160 veces).
- “Con Cristo” - Rom. 6.8; Gál. 2.20; Ef. 2.5-6
- “Cristo en nosotros” - Col. 1.27; 1 Juan 4.4
Ahora, si Cristo está en los cielos a la diestra del Padre, y nosotros aquí en la tierra, ¿de qué modo
estamos tan íntimamente unidos a Cristo?
entendimiento, la vida en abundancia, el amor- ágape de Dios, los ríos de agua viva corriendo por
nuestro interior, y la osadía para dar a todos testimonio de Jesús.
Por eso Jesús les dijo a sus discípulos “que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la
promesa del Padre...” “Pero recibiréis poder (dynamis) cuando haya venido sobre vosotros el
Espíritu Santo, y me seréis testigos...” (Hech.1.4, 8)
Cada discípulo tiene que recibir el bautismo del Espíritu Santo, el cual es un don de Dios para todos
sus hijos, (Hech.2.38-39).
Y luego, vivir cada día lleno del poder que transforma, que es el poder del Espíritu.
Lo que acciona ese poder (dynamis) en nosotros es la fe, y lo que acciona la fe es el kerigma.
EL VIVIR EN EL ESPIRITU
Vivamos según el Espíritu y no según la carne. Dejémonos llevar por el Espíritu en todo lo que
hagamos, pensemos o sintamos. No procuremos obedecer a Dios con nuestras fuerzas, sino en el
poder del Espíritu. Vivamos en el Espíritu las 24 horas del día. Si nos bajamos a la carne,
confesemos, perdonemos, rechacemos la mentira, proclamemos la verdad, o hagamos lo que haga
falta, pero volvamos a la vida en el Espíritu. Todo pensamiento, sentimiento o actitud carnal que
percibamos dentro de nosotros matémoslo en el poder de la muerte de Jesús. Cortemos toda
acción o conducta carnal apenas tenga conciencia de ello. “Si por el Espíritu hacéis morir las obras
de la carne, viviréis” (Rom.8.13).
“Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que
pedimos o entendemos, según el poder (dynamis) que actúa en nosotros, a él sea gloria en la iglesia
en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén” (Efes.3.20-21).
Tarea.
VERDADES SOBRE TODO LO QUE SOMOS Y TENEMOS EN CRISTO, CON CRISTO, POR CRISTO,
SEGÚN EL TESTIMONIO DE DIOS
(Completar todo con versículos bíblicos. Escriba la frase central del versículo y la cita)
(1)
(2)
(3)
(4)
(5)
(6)
(7)
(8)
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(9)
(10)
Creamos estas verdades y otras similares. Aprendámoslas de memoria. Meditemos en ellas, demos
gracias, pidamos revelación. Proclamémoslas cada día, y a cada rato.
Creámoslas con todo nuestro corazón, alegrémonos en la verdad, cantémoslas, proclamémoslas a
los hermanos, proclamémoslas al diablo y huirá de nosotros, alabemos y adoremos a Dios con ellas
(Colos...3.16-17; Efes.5.18-20).
Clase 7
OTROS FACTORES IMPORTANTES EN LA FORMACIÓN DEL CARÁCTER.
Para ser amado, conocido, enseñado, animado, sostenido, protegido, orientado, contenido, alentado,
aconsejado, instruido, corregido, reprendido y, si fuera necesario, disciplinado. Allí cada discípulo,
al ser conocido y amado, puede ser ayudado, especialmente por los hermanos que los presiden en
el Señor. (1 Tes.5.12-14).
Jesús no prometió a sus discípulos una vida sin padecimientos. Lo que sí nos prometió es paz y
victoria en medio de las aflicciones (Juan 16.33).
Hoy pareciera que muchos valores del mundo son las pautas del éxito ministerial dinero, fama,
popularidad, prosperidad, números, gente, poder...
¡Qué poco se habla de la cruz, del sufrimiento, de la disciplina, del vituperio, del sacrificio...!
a - Rebelarnos, amargarnos y quejarnos, como Israel en el desierto: Éxodo 15.22- 24; 16.2-3 y 8;
17.2-3; Núm.14.1-3.
b - Resignarnos sin entender el propósito, como lo hizo Job Al principio bendijo a Dios, pero
finalmente se deprimió y maldijo el haber nacido: Job 1.20-22; 2.9-10; 3.1-26 y Job quedó
confundido por querer y meter el obrar soberano de Dios en su pequeño esquema racional; y
también por la ecuación simple y errada de sus amigos: “si te toca sufrir es porque pecaste”. Hasta
que Dios le habló, y Job se arrepintió: 38.1- 4 y 40.1-8... 41.10-11; 42.1-6.
c - Aceptarlo como el plan de Dios, como lo hizo José hijo de Jacob. Él tuvo que sufrir muchas
injusticias y sufrimientos: Fue odiado por sus hermanos, vendido a los ismaelitas, encarcelado por
las calumnias de la esposa de Potifar, lejos de sus padres y de su tierra...Pero no se amargó. Él
sabía que “Jehová estaba con él”. Veintidós años después pudo decirle sin rencor a sus hermanos:
“No os entristezcáis, ni os pese de haberme vendido acá; porque para preservación de vida me
envió Dios delante de vosotros... Así, pues, no me enviasteis acá vosotros, sino Dios...”
Para mí, uno de los versículos más difíciles del Nuevo Testamento es Hebreos 5.8 “Y aunque era
Hijo, por lo que padeció, aprendió la obediencia”.
Si el Hijo de Dios necesitó padecer para aprender obediencia, ¡cuánto más nosotros! Dios usa el
dolor para nuestra santificación, perfección y transformación; para que seamos conformados a la
imagen de Cristo, Rom.8.28-29.
El sufrimiento nos ayuda a ser más humildes, más humanos, más sensibles, pacientes compasivos,
misericordiosos, obedientes, dependientes de Dios. Es decir, a parecernos más Jesús. Dios usa el
sufrimiento para producir en nosotros “un cada vez más excelente y eterno peso de gloria” (2ª
Cor. 4.17).
Según el testimonio de Pablo en 2 Cor. 12.7-10, Dios usa el dolor, “el aguijón en la carne” (sea cual
fuere), para mantenernos humildes (v.7).y para que en nuestra debilidad confiemos por entero en la
gracia y en el poder de Dios.
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“Hermanos míos. Tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la
prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis
perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna” Santiago 1.2-4.
Clase 8
VIRTUDES DEL CARÁCTER CRISTIANO.
Si hiciéramos una síntesis para describir el carácter que cada uno de nosotros debemos tener,
según el proyecto de Dios, es que seamos como Cristo, es decir, que tengamos el mismo carácter
del Hijo de Dios, que seamos perfectos como nuestro Padre. Para ello debemos crecer hasta llegar
a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo.
“Ser como Cristo” es la gran síntesis que resume todas las virtudes de carácter. Esto significa
tener “el mismo sentir que hubo en Cristo” (Fil.2.5); tener “la mente de Cristo” (1 Cor. 2.16); y
“andar como él anduvo” (1 Juan 2.6). Ser como él para andar como él; carácter y conducta.
.
El análisis de esta definición consistiría en describir cada una de las cualidades o virtudes del
carácter de Cristo reveladas en las Escrituras. Ese es el proyecto total de lo que Dios quiere
formar en cada uno de sus hijos. El resto de este capítulo está dedicado a hacer ese análisis. Como
la Biblia es un libro testimonial y no aborda ningún asunto con un tratamiento sistemático,
usaremos diferentes textos para hacer este análisis.
En realidad estas bienaventuranzas son la descripción de las virtudes del carácter de Jesús; y eso
es lo que Dios quiere formar en nosotros. Todo lo que Jesús enseñaba era la descripción de su
manera de ser y de vivir.
Esta es la primera cualidad de carácter que Jesús señala. Los pobres en espíritu son aquellos que
son conscientes de que no tienen nada y de que nada son. La humildad de corazón es la piedra
fundamental de la construcción y formación del carácter. Todo se inicia allí. Todo pecado comenzó
con orgullo, el de Lucifer, y el de Adán y Eva, y eso trajo como consecuencia la rebelión contra Dios.
Ellos quisieron ser como Dios.
La humildad es la primera cualidad inherente a nuestra condición humana. ¿Qué somos?, polvo de la
tierra, nada, todo lo que tenemos y somos es una dádiva, una gracia de Dios. No hay nada en
nosotros por nuestra propia virtud. La humildad es la cualidad más lógica, más natural, más
inherente y propia de la naturaleza humana.
El orgullo, la soberbia, la vanidad, la arrogancia, la autosuficiencia es necedad, y sin embargo es la
característica más sobresaliente de los hombres.
¿Cómo se comporta el orgulloso?
El orgulloso desprecia a su prójimo, lo critica, se burla de él. Discute, pelea, es sabio en su propia
opinión, no le gusta pedir perdón, siempre cree tener la razón, no sabe perder, es muy difícil la
convivencia con él. El problema básico de nuestro carácter y conducta comienza allí.
El orgulloso habla mucho y escucha poco, es duro, inflexible, monopoliza la conversación, exagera,
miente, esconde sus defectos, cae en la hipocresía.
Todos los hijos de Adán somos orgullosos, esa es nuestra naturaleza después de la caída. Pero el
orgulloso puede humillarse. Y la primera condición para humillarse es reconocer aquello que soy.
Jesús dijo: “aquel que se humilla, será exaltado”. El orgulloso puede humillarse y ser transformado
a la imagen de Jesús.
La palabra “misericordia” está formada por dos palabras del latín; una es la palabra miseria, y la
otra es la palabra cordia, que quiere decir corazón. Significa tener el corazón abierto para aquel
que está en la miseria, para aquel que está mal, para aquel que está sufriendo o tiene alguna
necesidad.
Misericordia significa tratar a otros como Dios nos trata a nosotros.
El misericordioso tiene una actitud positiva para con todos, es amable, bueno, perdona, ama, sirve,
sonríe ; y no deja de hacerlo aunque las personas no le correspondan del mismo modo.
Pero el aspecto más específico es su generosidad y su servicio desinteresado para con el carente
o con el que sufre, como el ejemplo del buen samaritano.
En realidad todas estas son cualidades del corazón, los humildes de corazón, los mansos de
corazón, los que tienen sed de justicia, los misericordiosos y los de limpio corazón.
¿Qué es tener un corazón limpio? Nosotros pecadores, con un corazón engañoso y perverso,
¿Cómo podemos tener un corazón limpio? Sólo a través de Jesús, él es el único que puede cambiar
nuestro corazón. Debemos desechar de nuestro corazón todo fingimiento, hipocresía, engaño y
mentira. Si nuestro corazón es impuro y está sucio, puede ser limpiado. La condición es andar en
luz, vivir con sinceridad, en transparencia confesar nuestros pecados, no ocultar nada. Y en esa
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Tenemos que ser hombres y mujeres de paz. Es difícil pelear con un pacificador. Uno lo ofende, y él
perdona y ama. Uno lo ataca y él no reacciona. Uno le habla airado, y él responde con tranquilidad,
no entra en la lucha de la discusión. Uno lo agrede, y él lo disimula. El pacificador perdona, cede,
prefiere perder, devuelve bien por mal.
¿Quién de nosotros es así? Yo conozco sólo uno, se llama Jesús.
Pacificador también significa que es un instrumento de paz entre los hombres, es un puente de
reconciliación entre aquellos que están enemistados.
Él no va hablando chismes de aquí para allá, hablando mal de un hermano a otro, al contrario, busca
la paz y la unidad entre los hermanos. Los tales serán llamados hijos de Dios.
Finalmente la última cualidad de carácter que señala Jesús es la de tener alegría a pesar de
padecer sufrimientos injustos, persecuciones, vituperios y calumnias por causa de Jesús.
Nuestra alegría no está condicionada por las circunstancias favorables ni perjudicada por las
circunstancias desfavorables; nuestra alegría depende no de lo que ocurre a nuestro alrededor,
sino de aquello que ocurre en nuestro interior.
El amar a Dios con todo nuestro ser es el primero y el mayor de todos los mandamientos, por lo
tanto el amor a Dios es el mayor de todas las virtudes que podemos tener.
El amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos es el segundo mandamiento; por lo tanto,
es la mayor de todas las virtudes en las relaciones interpersonales. Todos los mandamientos
referidos a las relaciones con nuestros semejantes están comprendidos en esta virtud. Ver 1 Cor.
13.4 -7; Rom. 12 .8 -10.
- El servir a los hermanos: Mateo 20. 25-28; Mateo 25.31-46; Juan 13.13-17
El servir es la virtud resultante de la combinación de otras dos virtudes: el amor y la humildad.
- Laboriosidad. Proverbios 6.6-11/2ª Tesalonicenses 3.7-12
- Diligencia. Proverbios 10.4/13.4
- Constancia. 2ª Tim. 3.14
- Autodisciplina. 1ª Cor. 9.25-27
- Responsabilidad. 1ª Tim. 3.4/ 1ª Tes. 4.11
- Estabilidad. Ef. 4.14
- Firmeza. Ef. 6.11
- Valentía. Josué 1.6-9
- Sinceridad. Heb.10.22
- Honradez. 1ª Tes. 4.6
- Integridad. Salmo 15.2
- Imparcialidad. 1ª Tim. 5.21/ Lev. 19.15
- Respetuoso 1ª Ped. 2.17
Tarea.
Tomando como guía el sermón del monte.
1) ¿Cuáles son los mandamientos que nos ayudarán a formarnos en estos rasgos de
carácter?
2) Nombre en cuales de estas características usted es más fuerte y porque.
3) Nombre 3 experiencias en las cuales usted puede ver que ha practicado estas
características antes nombradas.
Clase 9
CARACTERÍSTICAS DE UN CRISTIANO
1 Timoteo 3:2-7.
“Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio,
prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar; no dado al vino, no pendenciero, no
codicioso de ganancias deshonestas, sino amable, apacible, no avaro; que gobierne bien su
casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad (pues el que no sabe gobernar
su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?)…”
INTRODUCCIÓN: Viendo la sección de anuncios para empleos en uno de los periódicos de mayor
circulación de esta ciudad, me llamo poderosamente la atención la diversidad de puestos de trabajo
que se ofrecen cada día. Hay una gran variedad de tamaños de requisitos y beneficios. Los más
pequeños dicen algo así como: " Se necesita joven de iniciativa para hacer mandados". Y no da
mayores detalles.
Pero hay otros anuncios que llenan toda la página, y dicen en letras grandes "Empresa de sólido
prestigio internacional contratará a un gerente general para el área Centroamericana", y aparecen
los beneficios que recibirá la persona que ocupe este puesto. Uno piensa, que va hacer esa persona
con tanto dinero. Pero al ver la lista de los requisitos, uno sabe que muy pocas personas podrán
optar el cargo, pues los requisitos van desde tener dos títulos universitarios, conocimiento de tres
idiomas, experiencia en puestos similares de varios años y veinte condiciones más. Sucede que si
esa persona no está capacitada para el puesto podría echar a perder muchos millones de dólares o
posiblemente toda la empresa.
No cualquier persona puede establecer una clínica médica, o establecer una firma de ingenieros o
arquitectos. Las personas que quieran ejercer dichas profesiones, deben haber cursado estudios
universitarios acerca de la materia. De lo contrario un falso médico podría matar a muchas
personas, o un supuesto ingeniero podría diseñar edificios que se caigan y matar a mucha gente. La
obra de Dios es mucho más delicada que estas profesiones, existen algunas características que se
deben poseer para poder ministrar en la casa de Dios, de lo contrario todo será un caos.
I. NATURALEZA DEL TRABAJO: Veamos la descripción del trabajo a realizar.
A. BUENA OBRA DESEA:
Desde la antigüedad Satanás ha tratado de denigrar al obrero cristiano, haciéndolo quedar como un
ridículo que no tiene otra cosa que hacer, o una persona ambicioso de poder. La verdad es que el
enemigo sabe lo útil que es un individuo en las manos de Dios. Pablo dignifica aquí el trabajo del
hombre de Dios, afirmando que es una buena obra, la mejor obra que el ser humano pueda hacer.
B. OBISPADO:
La palabra obispo viene de la unión de dos palabras griegas que son Epi = sobre y
Scopos = vista. De lo cual deducimos que un Episcopo es aquel que tiene la vista
sobre otros, Si usted ha sido llamado a trabajar por el
señor en el liderazgo, usted ha sido llamado a ser Episcopo, es decir, a velar por
la vida espiritual de otras personas. , •
Pero si usted va a velar por otros usted debe entonces ser un cristiano ejemplar.
Veamos cuales son las características que debe poseer un obispo.
2. Marido de una sola mujer el hombre de Dios debe ser un ejemplo de moralidad; su vida
sentimental debe ser ordenada y digna de imitar: si es casado debe respetar a su esposo (a) y
guardarse de la poligamia o de la promiscuidad (adulterio o fornicación).
Si es soltero debe igualmente cuidar la manera en que se conduzca sentimentalmente pues sería
muy penoso que se mostrara inestable emocionalmente o que se comporte con un novio o novia
como si fuera su esposo o esposa. El noviazgo de un líder debe también ser ejemplar. CASADO UNA
SOLA VEZ.
3. Sobrio: Sobrio significa actuar con mesura en todo, aun en el hablar y en el vestir. El antónimo
de sobrio es ebrio. Un ebrio no tiene control de sí mismo, por lo que hace y dice cosas de las cuales
después tiene que arrepentirse. Es necesario que el creyente sea sobrio, es decir dueño de sí
mismo, evitando los extremismos emocionales, desarrollar dominio propio, que nada lo haga perder
la compostura.
4. Prudente: La prudencia implica sabiduría y discreción, la sabiduría no es acumulación de
conocimiento Bíblico, es la aplicación de ese conocimiento a la vida real. La discreción debe ser
parte de la vida del hijo de Dios. Muchas veces, a través de una consejería, usted se enterará de
cosas que nadie debe saber, y usted, debe ser una tumba que no deje escapar ninguna información,
eso es prudencia. Es la virtud de vivir de forma justa y con cautela. Debemos ser prudentes en
nuestro hablar y nuestro actuar.
5. Decoroso: Esta característica tiene que ver con la imagen que el hijo de Dios proyecta a la
comunidad. Debe ser una persona honorable digna de respeto. Tiene mucho que ver con el arreglo
personal. Debe dar una imagen de limpieza y orden interior. Que sea ordenado en toda su vida
diaria que siga buenas costumbres y mostrando buenos hábitos. Esto tiene que tocar aun el área
sexual.
6. Hospedador: En aquellos días de persecución, la hospitalidad era vital para La sobre vivencia y
una de las marcas del siervo de Dios. Hoy en día es necesario que usted tenga un corazón abierto
para brindar ayuda al que la necesite, material o espiritualmente hablando. Ser capaz de recibir a
quien lo necesiten en su casa para recibir un consejo, mostrar amor por los desconocidos.
7. Apto para enseñar: Esto nos habla de la habilidad que debe tener el Hijo de Dios para manejar
las Escrituras. El hombre de Dios debe ser diestro en el manejo y la exposición de la escritura, para
poder alimentar a su rebaño. Ahora no se trata solo de tener una habilidad para dar una enseñanza,
sino que también trata de enseñar con su ejemplo y porque ama las escrituras y las medita de dia y
de noche.
8. No dado al vino: No podemos concebir a un líder de Dios ebrio, pues la Ebriedad viola los
preceptos de Dios para aún el cristiano. (Romanos 13:12, 1 Corintios 5:11, Efesios 5:13, 1 Pedro 4:1-5).
Debemos abstenernos de ser tropiezo para los demás.
9. No pendenciero: La Escritura aquí se refiere a aquellas personas que siempre están listas a
responder a una agresión física o verbalmente. El pendenciero es un pleitista. El hombre de Dios
debe ser una persona de paz, que sepa controlarse en momentos de tensión. Debe reflejar la paz
con Dios. No puedo ser causante de conflictos por el contrario estamos llamados a ser
pacificadores, como hijos de Dios necesitamos mostrar la Paz de Cristo en nosotros. A PAZ NOS
LLAMO EL SEÑOR.
10. No codicioso de ganancias deshonestas : Sería muy peligroso que un siervo de Dios deseara
tanto el dinero, que estuviera dispuesto a hacer cualquier cosa, aun ser deshonesto, con tal de
conseguirlo. Aun en nuestra vida económica debemos ser ejemplo, pedir dinero prestado sin
pagarlo es deshonestidad, girar un cheque sin fondos, tomar algo a crédito y no pagarlo es
deshonestidad, no debemos participar de ningún negocio de dudosa procedencia.
11. Amable: La palabra que se traduce como amable es "epiekeia" que significa ceder o abstenerse,
y hace referencia a que el hombre de Dios debe saber aplicar, no la ley en seco, sino el espíritu de
la ley. Un buen siervo sabe cuándo se rompe una regla, por amor a uno de sus seguidores. No
debemos ser tan radicales que con las reglas causemos dolor a las ovejas del Señor, si hay algo
que debemos discutir podemos hacerlo en base a las reglas o en base al amor. Ser amable es saber
aplicar el amor. Ser amable es comportarse con agrado y buen trato a los demás.
12. Apacible: Apacible es un hombre que destila e irradia paz. Ser apacible es la capacidad de
tolerar y aceptar el punto de vista de otros. Un siervo sin esta característica, creará divisiones en
el mismo cuerpo de Cristo. Esta tolerancia no se refiere a tolerar falsas doctrinas, sino algunas
diferencias no fundamentales dentro de la familia de Dios, el que es apacible es manso, tranquilo,
libre de violencia.
13. No avaro: La avaricia es idolatrar las cosas terrenales y en un mayor grado el dinero. Hay
personas que aman tanto el dinero que lo han convertido en su Dios. No es que el dinero sea malo
en sí mismo, sino el amor al dinero es el pecado. Nosotros debemos saber que el dinero es solo un
medio de vida y no un fin en sí mismo; todo lo que vemos le pertenece sólo a Dios; "Cuando Él nos
pide es porque nos quiere dar, y cuando nos da, es que nos quiere pedir". Debemos ser ejemplo de
generosidad.
B. CARACTERÍSTICAS DE SU VIDA EN EL HOGAR:
Que gobierne bien su casa: Llama poderosamente la atención que el apóstol Pablo, no enfatiza en
que seamos unos buenos trabajadores, un buen estudiante o un empresario de éxito, sino no que
gobierne bien su casa, porque la iglesia no es una empresa o asociación, sino una familia. Si las
personas quieren ver cómo será usted para el servicio de Dios solo deben observar su familia vs.
5 "Pues el que no sabe gobernar su casa, como cuidará de la iglesia de Dios". Una de las
características fundamentales para que un hombre de Dios tenga éxito en su vida, es que cumpla
bien su función en el hogar, si usted es padre, tiene que tener a sus hijos en sujeción, si es madre
debe cumplir su papel de ayuda idónea, si es hijo debe desempeñar bien ese papel respetando,
honrando y obedeciendo a sus padres.
No un neófito: Hay personas que a pesar de estar por mucho tiempo en las filas del ejército del
señor, nunca maduran. Siempre son niños espirituales; esos no son aptos para servir en la iglesia,
quien va a servir no debe ser un neófito es decir un nuevo inmaduro, sino debe ser una persona con
madurez cristiana. De lo contrario siempre habrá el peligro que caiga en el lazo del diablo por
desánimo o por orgullo. La madurez viene como resultado de nuestro sometimiento a Dios y de la
disposición nuestra a que él obre en nuestras vidas.
D. CARACTERÍSTICAS DE SU VIDA EN LA CALLE.
Buen testimonio de los de afuera: El último de los requisitos es que los de
afuera tengan un buen concepto del que va a ser puesto como siervo en la iglesia.
Qué triste seria que los vecinos y amigos del nuevo líder fueran los primeros
sorprendidos al saber que él ha sido ordenado como líder. Debemos ser
ejemplo no solo en la iglesia sino fuera de ella. Nuestros compañeros de trabajo
y compañeros de estudio deben reconocer que en nosotros hay algo especial: la
presencia del Espíritu Santo.
Quise poner algunas características más a este listado.
No Soberbio: soberbio es la persona que tiene un concepto muy alto de sí mismo, fue el manto que
cubrió a satanás, Dios mira de lejos a los soberbios. La persona que es soberbia siempre va a llevar
por delante el YO. Y no reconocen la obra de Cristo.
Justo. 1 corintios 6: 4-9
Ser justo es aplicar la justicia de Dios sobre un asunto, ser objetivos y no entrar injusticias, no
siempre tenemos la razón. No favorecer a nadie así sea de nuestro agrado.
No Calumniadoras. Levítico 19:16 Estas son personas inclinadas a buscar los defectos y los
errores de las demás personas de la congregación. Son personas intemperantes, crueles y
aborrecedoras. Solo están viendo lo malo de los demás y en muy pocas ocasiones reconocen las
cosas valiosas de los demás.
Debe ser un Reformador. Reformador es la persona que no está cómodo con lo que vive, es una
persona que trae renuevo, progreso y libertad. Son personas que pasan de tradición a vivir en el
Reino.
"sin doblez". La palabra griega para decir "sin doblez" es dilogos, la cual es compuesta de dos
palabras: dos, y palabra. Otras versiones dicen, "no de dos lenguas", "no de lengua doble", "no
dobles en la palabra", "no con duplicidad de lengua", "exentos de doblez"
La persona de doble habla dice una cosa a una persona, y luego dice otra cosa diferente a otra
persona, o dice alguna cosa pero da a entender otra cosa. Es hipócrita, engañador, y por eso,
mentiroso. No habla la misma verdad exacta. Promete y no cumple. No es confiable.
Ser Ejemplo en el Vestir. Tu vestidura habla de tu identidad, como hijos de Dios nuestra vestidura
debe ser solo para agradar a nuestra pareja y los solteros para agradar a Dios.
Ezequiel 44:19 las vestidura santifica al pueblo.
Job 30:18 la vestidura se deforma.
Deuteronomio 22:5 cada uno debe vestir conforme a su género.
Éxodo 29:29 con sus vestiduras sus hijos son consagrados y ungidos.
Que nuestra vestidura refleje a Cristo.
Ser Lleno del Espíritu Santo. Es necesario manifestar la vida del Espíritu Santo en nosotros.
CONCLUSIÓN: Entregue al Señor las áreas que usted necesita mejorar, y ponga todo su empeño en
corregir esas cosas. Cuando trabajamos en nosotros, en nuestro carácter, entonces nos
convertimos en candidatos idóneos para glorificar a Dios con nuestro servicio. Adelante, Dios está
para guiarnos.
Tarea.
1) Por favor lea de nuevo la clase y saque una lista de cuales de estas características son las
más débiles, y de un texto bíblico donde muestra cómo se puede mejorar.
Clase 10
Sometiéndome a La Autoridad.
Romanos 13.
Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte
de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas. La rebeldía es el principio básico de
este mundo, mientras que el principio básico de los hijos de Dios es la obediencia. El obedecer
a Dios y someterse a Su autoridad es el deber de cada creyente.
¿Qué es la autoridad?
La Biblia presenta a la autoridad como una función derivada de la voluntad de Dios. Es dada por Dios
para asegurar el orden, la paz y el bienestar. "Los que tienen autoridad son llamados
bienhechores", dice Lucas (22.25). La autoridad rige con relación a lo espiritual (1 Pe. 3.2), a lo
humano (Ro. 13.1) y aun a lo físico (Ge. 1.28; 9.2).
El buen uso de la autoridad contribuye a controlar la conducta individual y la colectiva; por otro
lado, es factor imprescindible a todos los niveles de la actividad humana.
Dios tiene la autoridad suprema, por derecho propio, emanada de la perfección y esencia
misma de su glorioso ser. Más que tener autoridad. Dios es autoridad. Todo grado de
autoridad que existe es sólo, una delegación de autoridad de parte de Dios (Ro. 13.1). Jesucristo es
el Creador de todas las cosas, visibles e invisibles, y entre ellas algunas formas de autoridad tales
como tronos, dominios, principados y potestades, las cuales, además, subsisten en El. (Col. 1.15-17).
Una autoridad delegada es una persona que recibe y representa la autoridad de Dios. Toda la
autoridad pertenece a Dios, pero Dios tiene dos maneras de ejercer Su autoridad
1. Autoridad directa. Esto significa que Dios nos dice directamente a través de Su Palabra o a
través del Espíritu Santo lo que Él desea que hagamos.
2. La autoridad delegada. Esto significa que Dios elige a determinadas personas para que lo
representen y ejerzan Su autoridad.
A.-Dios no sólo nos guía personalmente, sino que también nos dirige a través de Su autoridad
delegada. Padres, profesores, policías, jefes, gobernantes, etc. son autoridades delegadas.
B.-Puesto que una autoridad delegada es alguien que representa la autoridad de Dios, esa persona
debe ser obedecida.
C.-Ser irrespetuoso o desobediente a la autoridad delegada por Dios es semejante a
ser irrespetuoso o desobediente con Dios mismo
LA FAMILIA
Lo que Dios dispuso para la familia es que el padre sea la cabeza del hogar bajo Dios. La esposa
debe estar sujeta a su esposo y los hijos sujetos a sus padres. La Biblia dice:
Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor (Efesios 5:22).
Hijos, obedeced a vuestros padres en todo. . . (Colosenses 3:20).
En la familia, Dios ha puesto Su autoridad en los padres. Puesto que los padres representan la
autoridad de Dios en el hogar, lo correcto es que sean obedecidos.
La Biblia dice:
Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo (Efesios 6:1).
Muchas veces los jóvenes quisieran cambiar la Palabra de Dios para su conveniencia. Por
ejemplo:
“Obedece a tus padres:
Si tienen razón. . . o
Si tú Crees que tienen razón. . . o
Si no se interponen a lo que quieres hacer. . . o
Si te mandan hacer las cosas en una forma amable y agradable. . .”
Pero el joven que desea agradar a Dios no usará estas excusas. En cambio, escogerá
obedecer a sus padres porque es correcto hacerlo.
El padre ha sido señalado por Dios como cabeza de la familia, pero no debe ser un dictador.
Debe amar a su esposa y a sus hijos, La biblia dice:
Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por
ella (Efesios 5:25).
Padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor
(Efesios 6:4).
Y ser un ejemplo para ellos. También él es responsable ante Dios de educar a sus hijos en
los caminos del Señor. La Biblia dice:
“Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y
hablaras de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes.
Y las ataras como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; y las escribirás
en los postes de tu casa, y en tus puertas,” (Deut. 6:6-9).
EL GOBIERNO
Debido a la naturaleza pecaminosa y rebelde del hombre, Dios estableció las leyes y el
gobierno humano.
1. Dios dio a los hombres la autoridad para hacer cumplir Sus leyes.
2. Lo hizo para nuestra protección y para nuestro bien.
3. Las autoridades civiles son la provisión de Dios para limitar el mal a fin de que podamos vivir en
paz y tranquilidad y en toda piedad y decoro (Ver 1 Timoteo 2:2).
Profesores, policías, jueces y funcionarios locales y federales, todos son autoridades delegadas
por Dios.
Puesto que representan la autoridad de Dios, debemos obedecerles. La Biblia dice:
Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de
Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas (Romanos 13:1).
De aquí Parto si los Maestros son una institución Educativa y son una autoridad puesta por
Dios, dejemos que ellos arreglen sus asuntos, en toda casa hay desavenencias, y el dialogo
lo solucionará. Hay terceros implicados, la sociedad, perjudicada, pero los cristianos que no
son parte de este escenario, no están invitados a participar de ello. Pero si, su deber es
ORAR por nuestras autoridades…
LA IGLESIA
El plan de Dios es que Cristo sea la Cabeza de cada iglesia.
²Bajo la autoridad de Cristo están los líderes designados por Dios, tales como:
²Apostoles,
²Ancianos,
²Pastores,
²Diáconos y
²Maestros.
Debemos someternos a las autoridades de la iglesia, delegadas por Dios. La Biblia dice:
Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas,
como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose.
(Hebreos 13:17).
Aquellos que tienen autoridad en la iglesia no deben imponerse al pueblo de Dios, sino en cambio,
servirlos y ser ejemplo para ellos. Respecto a los ancianos, la Biblia dice:
Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino
voluntariamente; no por ganancia deshonesta [dinero], sino con ánimo pronto; no como teniendo
señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey
(1 Pedro 5:2–3).
EL TRABAJO
Nuestro jefe o “patrón” representa la autoridad delegada de Dios en el trabajo. Honramos a Dios
cuando hacemos nuestro trabajo lo mejor posible por causa del Señor. Dios no se complace
cuando hacemos nuestro trabajo en forma: descuidada y a medias.
Él quiere que lo hagamos de todo corazón. La Biblia dice:
Siervos, obedeced en todo a vuestros amos terrenales, no sirviendo al ojo, como los que quieren
agradar a los hombres, sino con corazón sincero, temiendo a Dios (Colosenses 3:22).
Aquí la palabra “siervo” significa sencillamente un empleado, una persona que es empleada por
otra. La Biblia nos dice que los empleados deben estar sujetos a sus jefes, no sólo a los que son
bondadosos y gentiles, sino también a aquellos con quienes es difícil llevarse bien. La Biblia dice:
Criados, estad sujetos con todo respeto a vuestros amos; no solamente a los buenos y afables, sino
también a los difíciles de soportar (1 Pedro 2:18).
Con relación a nuestros empleos, Dios quiere que cada creyente trabaje como si lo estuviera
haciendo para el Señor Jesús.
Un joven tenía dificultades para desempeñar su trabajo. Su actitud no era buena y la calidad
de su trabajo era tal que su patrón no estaba contento con él.
Un día, el consejero de la Sociedad de Jóvenes le hizo esta pregunta: “Supongamos que
Jesucristo mismo fuera el gerente de esa empresa. ¿Cambiaría eso la calidad de tu
trabajo?”
Él contestó: “¡Desde luego que sí! Lo haría lo mejor posible todo el tiempo”.
El consejero le dijo: “¿Sabes que Dios quiere que con sinceridad tú hagas tu trabajo como para el
Señor Jesús?” Luego, leyeron este versículo:
Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor, y no para los hombres; sabiendo que
del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís
(Colosenses 3:23–24).
La Biblia dice que los jefes también tienen responsabilidad ante Dios. Deben ser buenos con quienes
trabajan para ellos, reconociendo que tienen un Señor en el Cielo. La Biblia dice:
Y vosotros, amos, haced con ellos lo mismo (sed amables y considerados), dejando las amenazas,
sabiendo que el Señor de ellos y vuestro está en los cielos, y que para él no hay acepción de
personas (Efesios 6:9).
Tarea.
Mirando los 4 tipos de autoridad ¿A cuál es el que más se le dificulta obedecer?
En los tipos de autoridad en cuál de estas usted es autoridad.
¿Tiene usted problemas con la sujeción?
Antes de esta clase cuál era su concepto sobre autoridad.
¿En que puede ayudar la autoridad para usted crecer en su carácter?
Clase 11 <
La Prueba y El Carácter.
Dios es la persona que ha pasado la mayor prueba posible cuando aceptó que Su Hijo unigénito,
quien se ofrecía voluntariamente, viniese al mundo enemigo, dejando Su trono de gloria junto al
Padre y muriera en la Cruz del Gólgota por los pecados del mundo, por nosotros que hemos
recibido el don de la fe y hemos creído en Él estando en nuestros pecados, no mereciendo la
reconciliación con Dios.
Jesucristo ha pasado también otra prueba de igual magnitud, teniendo que ofrecerse al Padre en
nuestro lugar, ofrecerse por muchos que Le aborrecen, pero viendo el resultado en todos aquellos
que Le amamos fue movido a misericordia, y esa misericordia, ese amor de Dios por nosotros fue
más fuerte que la prueba y la aceptó. La aceptación de morir en la Cruz la hizo antes de la
fundación del mundo, 1Pedro 1:19-20.
El Espíritu Santo también está pasando cada día la prueba con y por cada uno de nosotros,
intercediendo por nosotros, luchando contra nuestra carne, contra nuestra mente, contra nuestra
debilidad espiritual para llevarnos adelante en el Camino a Dios, en Cristo, hasta Su venida. Todo el
mérito de nuestra vida cristiana es Suyo, quien cada día nos cuida, nos protege, nos perdona, nos
consuela, intercede por nosotros y nos ama. Esta es la obra de Dios, que creamos en Su Hijo
Jesucristo, y de la mano de Su Espíritu vivamos una vida de plenitud espiritual.
Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, han decidido pasar por estas pruebas tan grandes, aun estando en
Su Deidad pero viniendo a nuestra carnalidad, desde Su Reino, con Su paz y vida santa, no
escatimando nada para venir por una humanidad rebelde y contraria a Dios; pero Dios tiene una
característica especial que hace falta en nuestra sociedad y que solo la Iglesia puede transmitir
para cambiar a las personas que oyen con fe: el amor de Dios. Un amor que pasa todas las pruebas
porque tiene la mira puesta en algo más alto que uno mismo, a Dios y al prójimo para formar parte
de un Reino eterno y justo.
La prueba es el horno de fuego de Dios, "...Daniel..." es la escuela del cristiano, la forma de
forjar un corazón nuevo a la imagen y semejanza de Dios. No es posible superarnos como hijos
de Dios sin ser probados. Jesús fue probado, Nosotros del mismo modo seremos entregados a la
prueba pero no nos sobrevendrá ninguna que no podamos resistir, las pruebas son la forma de
forjarnos en nuestro interior. Abraham fue probado cuando le fue concedido Isaac, cuando Dios le
pidió que se lo ofreciera en sacrificio. Veamos en qué circunstancias nos prueba Dios.
En nuestra elección del conocimiento y a quién nos sujetaremos, a Dios o a nuestra mente, a
nuestro propio criterio. De la elección de Eva, figura de nuestra mente, podemos ver el resultado
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del mundo hasta nuestros días, la destrucción de la humanidad rebelde a Dios y alejada de Su
presencia, el primer Adán opto por someterse a el conocimiento del bien y del mal, hoy día sigue
siendo igual se le da más culto al conocimiento humano que a la revelación de Dios. Aun como hijos
de Dios en muchas ocasiones preferimos seguir nuestros pensamientos y no obedecer a la voz de
Dios. Muchos hasta honran más a los que tienen estudios académicos y menosprecian a los que
traen revelación de Dios.
En nuestra bendición y victoria seremos probados y tendremos que elegir de nuevo a Dios, una vez
que nos concede lo que más queríamos, debemos quitarlo del primer lugar de nuestro corazón. En
ocasiones la bendición o las posesiones tratan de desviarnos y quitar el primer lugar a Dios. Si hay
algo en nuestro corazón que este ocupando el lugar de Dios quizás él nos lo pida para probarnos.
Alguna relación, algún bien material, aun el apego a algo o a alguien.
EL ALMA. Génesis 37
Una de las mayores pruebas narradas en la Biblia es sin duda la vida de José, el preferido de su
padre Jacob y envidiado por ello por sus hermanos, su alma fue afrentada por los suyos y aun por
los que estaban cerca de El luego de su estadía como esclavo.
Este ejemplo de la vida en el mundo no da una perspectiva de lo que Dios puede hacer en nuestras
vidas cotidianas, en Sus planes para que llevemos Su testimonio alrededor donde convivimos con
aquellos que no Le conocen. En situaciones difíciles donde pensamos que Dios se ha olvidado de
nosotros, donde nuestros planes no han prosperado y experiencias desconocidas se abren ante
nosotros, el Señor tiene un plan para nuestras vidas por amor de Su pueblo y de nosotros mismos.
Esta es una gran prueba para Moisés, y para todos nosotros. De igual modo que lo será para todos
los que Dios ha puesto a pastorear a Su pueblo, las congregaciones, las iglesias. Cuando los hijos de
Dios pecan y se apartan y no obedecen, hay dos opciones: la primera reacción puede ser: ¡Que la ira
de Dios esté sobre ellos pues se han apartado de Dios, y el castigo que les venga, es de parte de
Dios! La otra reacción, la de aquellos que tienen un corazón como el de Cristo, es interceder ante el
Padre por ellos para que Él haga la obra en sus corazones porque: ...juicio sin misericordia se hará
con aquel que no hiciere misericordia; y la misericordia triunfa sobre el juicio.
Cuando somos probados por interceder y servir a otros en la Iglesia, sobre todo cuando
intercedemos por los que son más débiles en la fe, por los que fallan, los que pecan y se
arrepienten, somos edificados como sacerdotes ante Dios.
Cuando tenemos todos los recursos que nos dan la confianza para conseguir llevar a cabo nuestros
proyectos, es cuando Dios nos pide que no dependamos de ellos, sino de Él. Sea en lo económico, en
lo sentimental, en lo espiritual. Nos despojaremos de lo que sea necesario para depender de Dios,
una tarea realmente difícil para nuestro corazón. ¿Cómo es que Dios le pide a Gedeón que
disminuya su ejército a un número mucho menor que el de su enemigo?
Allí fue probada su fe, en este pasaje podemos ver realmente donde estaba la confianza de Gedeón.
Jesucristo mismo fue perseguido por su propia nación, por su propio pueblo, por los sacerdotes,
por todo lo establecido y que debía haberle recibido, pues es el verdadero Rey de Reyes. No
obstante Él nos dio el mejor ejemplo de templanza, de paciencia, de fortaleza en medio de la prueba
cuando era despreciado hasta la Cruz. La claridad de nuestro propósito en servir a Dios en Cristo
nos dará fuerza en medio de la prueba de nuestra fe cuando nuestros seres amados, nuestros
familiares y nuestros hermanos en la fe se vuelvan nuestros enemigos. Esto fue anunciado por
Jesús, por lo tanto si esto sufre, no se sorprenda, porque por causa del nombre de Jesucristo y
por causa de Su Palabra somos perseguidos o despreciados. Mateo 10:34.
Si alguna vez ha sido perseguido por aquellos a los que ha honrado y servido, no piense que es su
culpa, sino que la batalla espiritual está activa contra los justos de Dios. Si su conciencia está
tranquila ante Dios y los que están por encima suyo, en lo espiritual, en lo profesional, en lo civil, se
erigen en enemigos suyos, sepa que el Señor está trabajando por Ud. y pronto verá la mano de Dios
en esta prueba. No se rinda y siga tratando a todos como Jesucristo nos ha enseñado.
Cuando los líderes espirituales que son puestos por Dios son enviados a depender de meros
creyentes y sin recursos para no perder la noción del pueblo de Dios, los profetas, los ancianos de
la Iglesia, los que reciben las revelaciones, las visiones de Dios para guiar a la Iglesia, como antes
los profetas al pueblo de Dios, necesitan ser probados en esto para bajarles de la "nube" del Señor,
nube simbólica, nube santa de la presencia de Dios, pero nube que siendo todavía terrenales, nos
aleja de la realidad de la necesidad de nuestro prójimo que necesitan encontrar el Camino a Dios en
Cristo, o que aunque lo han encontrado, están en un desierto de su vida. A éstos son enviados y
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deben obedecer los que reciben la orden del Señor para servir a pocos y humildes, aunque el
enviado tenga un alto nivel espiritual. Elías siendo el profeta de Dios, enviado al rey para anunciarle
los tres años y medio de sequía. Dios envía a Elías a la casa de una viuda sin recursos. La prueba
sería una bendición para él y para ella, en su fe.
Si solo amamos a Dios cuando nos bendice, cuando todo va estupendamente, nuestra fe puede ser
interesada. La prueba para un corazón habituado a la bendición de Dios por mucho tiempo es
perderlo todo. Dios conoce si somos suyos o no y hasta donde podemos ser probados ante la
petición de Satanás dentro de sus dominios temporales cuando nos pide para tentarnos y tratar de
apartarnos de Dios. Es nuestra respuesta radical y sin doblez hasta la muerte, la que demanda Dios
de nosotros. Por otra parte, cuando creemos que somos justos - que lo somos, cuando la Sangre
de Cristo ha sido aceptada por nosotros por nuestro pecado - pero nos elevamos en nuestra propia
justicia, pensando que por nuestros méritos, esfuerzos o santidad andamos en esa santidad, en la
perfección, todo va muy bien en la vida, es entonces cuando el creyente ha perdido el norte
espiritual, y su yo, su ego, se ha elevado, y aunque sea justo y santo, ha olvidado su dependencia de
Dios, la necesidad de humildad delante de él, y delante de los hermanos; ahí el Señor no tiene más
remedio que pasar al Job de turno por la prueba de su vida, la prueba completa. Todo perdido
menos Dios. Luego que recupera la humildad las bendiciones sobreabundan.
Lucas 22:31.
No dice Jesús que ha orado para que no seamos zarandeados, sino para que seamos fortalecidos y
nos hagamos más fuertes espiritualmente, y más humildes en la carne y dependientes de Dios.
LA CONFIANZA EN DIOS.
Cuando somos probados siendo justos. El hombre de Dios, justo y recto ante Dios es echado en el
horno de fuego y luego en el foso de los leones. Dos pruebas sin duda cargadas de significado. La
primera nos cambia totalmente cuando vemos que somos entregados al castigo por los enemigos, y
como Dios hace un milagro en nuestra vida. La segunda es para probarnos una vez hemos visto que
Dios está con nosotros, para que no perdamos la fe en medio de la adversidad. Sin embargo el
corazón del hombre es tan duro que después de grandes vivencias con Dios, de esta magnitud,
muchos todavía dudan, y lo hacen en cosas pequeñas. Todos tenemos momentos de flaqueza de la
fe, pero busquemos la presencia de Dios. Si Dios nos pone en el horno o foso será por la victoria en
la Gran Comisión, sirviendo en el Reino de Dios.
Mateo 1:18.
¿Cómo se sintió María ante poder ser, no solo repudiada, sino lapidada? Pero creyó al ángel del
Señor y fue bendecida grandemente entre las mujeres.
Los Gentiles se salvan y reciben el Espíritu Santo como los judíos, por la fe en Cristo, no por la
descendencia o la religión. Gran lección para Pedro y para todos. Hoy los Judíos Mesiánicos en el
último tiempo para Israel, que de nuevo tiene nación tras casi dos mil años, se dividen entre los que
creen en el protagonismo de la nación Judía en el regreso del Mesías y los que no lo creen. Entre
los que creen que hay que guardar todas las tradiciones judías y toda la Ley aunque se sea
cristiano. También está en el punto de mira de la controversia, el cristianismo que rechaza que
Israel pueda formar parte de plan de Dios,
Jesús ya había mostrado un comportamiento sin acepción de personas cuando hablaba con la
mujer samaritana. Una mujer, separada, que estaba sola cuando hablaba con el Maestro,
samaritana, con tradiciones diferentes, a la que Jesús toca de tal modo que su experiencia levanta
no solo a su familia, sino a toda Samaria, algo que la religión tradicional no podía hacer, sólo el Hijo
de Dios en persona. También Jesús usa el famoso ejemplo del buen samaritano para hacer
comprender quien es nuestro prójimo. Juan 4 y Lucas 10:33.
Cuando Dios prueba al anciano reconocido con el nuevo convertido de dudosa procedencia pero
escogido por Dios como instrumento especial de gran fruto. Muchos pastores, ancianos, líderes de
ministerios, no solo ahora sino durante la historia, tienen gran dificultad en reconocer a grandes
siervos de Dios porque vienen de ninguna parte, o tienen mala reputación por su pasado antes de
convertirse, o no son conocidos, o no tiene las credenciales de los hombres, el reconocimiento de
los hombres y no los reciben. Estos se pierden la bendición. Con los años, la prueba les hará darse
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cuenta que precisamente aquello que traía en revelación aquel desconocido siervo de Dios, es lo
que Dios está haciendo y ellos se lo han perdido y se han opuesto a Dios por un tiempo. Esta es la
prueba del ministerio, para recordarnos que es Dios quien escoge y que nosotros debemos estar
alerta para reconocer y saber diferenciar quienes son verdaderos enviados de Dios a nosotros,
sean de nuestra congregación o no.
Gran lección ésta y difícil de aprender, gran prueba para los ancianos de la Iglesia. Pero esta no es
sólo una gran lección para los reconocidos, los Pedros, sino que también lo es para los Pablos, los
no reconocidos, los que reciben una misión de Dios y serán probados por el rechazo de los
reconocidos, aborrecidos por ellos, despreciados y apartados de todo ministerio porque ellos
tendrán que obedecer a Dios, no a los hombres y cumplir con su parte de la Gran Comisión. Si Pablo
no hubiera seguido el llamamiento y se hubiese doblegado a la jerarquía, su gran obra de esparcir
el Evangelio por el mundo tendría que haber sido encomendada a otro, pero fue fiel y cumplió su
ministerio. Más tarde sería reconocido por el concilio y por todos los ancianos. Él no buscaba el
reconocimiento, había crecido espiritualmente, sabía que había sido el Señor, el Maestro quien le
encomendó la obra y no dudó en cumplirla. Aprendamos pues de Pablo y cumplamos también
aquellos ministerios que Dios nos da aunque los demás hermanos no nos reciban en ello, es ante
Dios que daremos cuenta.
Pedro era un discípulo escogido por el Señor, amado por el Señor y parte de los tres escogidos de
Su intimidad, columna de la Iglesia, anciano entre ancianos, no obstante tuvo que ser reprendido
por Pablo, un fariseo reprendiendo al pescador que había compartido la vida con el Maestro tenía
que soportar la reprensión de un doctor de la Ley y prepotente que había perseguido a los
Cristianos y que había recibido una visión. Pues sí, el mismo Pedro fue grandemente bendecido por
Pablo y viceversa. Pedro reconoció al amado Pablo en sus cartas y fue ayudado a recibir a los
Gentiles por el ministerio de Pablo quien le ayudó a abrir los ojos de su espíritu.
TAREA.
CLASE 12
EL FRUTO DEL ESPÍRITU SANTO
El Espíritu Santo nos guiará a ver más bien lo que somos que lo que hacemos. A través de la obra
del Espíritu, Dios nos guiará para que lleguemos a ser la expresión de su gloria. Él desea imprimir
en nosotros su carácter, lo que Él es, en y a través nuestro.
Dios desea usar los dones y talentos que nos ha otorgado:
“Podemos ser mucho por lo que hacemos, pero podemos ser deficientes por lo que somos”.
Necesitamos aprender a vivir lo que creemos, poner en práctica la Palabra de Dios y así llevar
fruto y llegar a ser como Él en la vida diaria.
El fruto es el carácter de Cristo producido en nosotros, para que podamos demostrarle al
mundo como Él es.
El fruto del Espíritu se compone de varias cualidades de carácter, pero es un fruto; no puede ser
separado, es una sola cosa. Puede resumirse en la palabra AMOR.
Así como una naranja está cubierta y protegida por una cáscara exterior, el amor es la dimensión
unificadora del fruto espiritual.
El fruto es entonces el carácter de Cristo: SU AMOR, SU BONDAD, SU PUREZA, SU PAZ, SU
MANSEDUMBRE, SU TEMPLANZA, SU PACIENCIA, SU GOZO Y SU PAZ.
Todas estas características van siendo reproducidas a medida que el cristiano se somete a la guía
del Espíritu Santo que vive en él.
Cristo crucificado es la vid verdadera, y obtuvo nuestra justicia y vida eterna para todos aquellos
que le aceptan como su Salvador viviente.
Y en esa cruz Él sepultó las características de nuestra vieja naturaleza, (Las obras de la
carne, Gálatas 5:19-20), y conquistó con su muerte y resurrección una nueva vida en Cristo
Jesús (el fruto del Espíritu, Gálatas 5:22-23).
Nuestra vida es como un huerto o un jardín
(Gálatas 6:7-8; Mateo 7:16-20).
¿Si plantas una rosa que crecerá?
¿Si plantas una semilla de maíz, qué cosecharás?
¿Si plantas una papa?
Es una ley natural, pero es una lección que nos puede hacer ver qué clase de semilla estamos
sembrando.
Si descuidamos el huerto o el jardín, comenzarán a crecer las malezas, y entonces puede ocurrir
que no sólo las dejemos crecer sino también las fertilizamos.
¿Qué significa esto?
Hablamos de practicar las obras de la carne. Pidámosle a Dios que él nos ayude a llevar fruto,
porque dice (Gálatas 5:21); que los que practican tales cosas no heredarán el Reino de Dios.
Hay una lucha espiritual, una batalla que se libra entre nuestra vieja naturaleza carnal y la
naturaleza divina (Gálatas 5:16-17).
Muchas veces vemos en nuestra vida como si Dios hubiera pasado con sus tijeras de podar y queda
nuestra planta sin hojas, ni ramas, nada, solo el tronco; más nuestro sabio Dios sabe que es
necesario, pues una cuidadosa poda producirá abundante fruto.
Compare estos pasajes:
Gálatas 5:19-21 // Gálatas 5:22-23
Romanos 1:29-31 // 1 Corintios 13:4-7
Efesios 4:17-32 // 2 Pedro 1:5-7
Gálatas 5:15
Es un contraste entre la vieja naturaleza y la nueva.
Características del fruto del Espíritu
Estas características las estudiaremos individualmente y en detalle.
Podemos dividirlas en tres grupos:
Amor, gozo, paz: Son el resultado directo de nuestra relación con Dios o nuestra vida
ascendente.
Paciencia, benignidad, bondad: Se desarrollan a través de nuestra relación con otras
personas. Es nuestra vida exterior.
Fe, mansedumbre, templanza: Estas cualidades reflejan nuestra vida interior.
Todas estas cualidades del carácter cristiano son reproducidas en el creyente al someterse a la
dirección del Espíritu Santo que mora en él.
La verdad ilustrada: Jesús la vida verdadera
Si mi corazón se une a Cristo, quien vive dentro de mí por su Espíritu, el fruto de esta
relación será un carácter como el de Jesús, la santa naturaleza de Dios en mi vida.
El fruto de estar unido a Cristo se expresa en Gálatas 5:22-23.
Disfrutemos de la maravillosa vida en el ESPÍRITU, estamos caminando en esta bendita senda y
nuestro carácter, querido hermano puede y será transformando.
Está en nosotros el buscarlo con todo nuestro corazón...
Así como él murió al pecado y ahora vive para Dios, nosotros debemos aceptar por fe que estamos
muertos al pecado y que vivimos para Dios.
El poder de su muerte puede manifestarse en nosotros en tanto que el Espíritu Santo mortifica
constantemente las obras de la carne.
¿Para qué debemos producir fruto?
* Porque Dios quiere una familia de muchos hijos iguales a Jesús (Romanos 8:29).
* Para que el mundo crea (Juan 13:15; Juan 17:21-23).
* Para que tu esposo/a y tus hijos crean.
* Para que el nombre de Dios sea glorificado y santificado a través de nuestras vidas (Juan 15:8;
Mateo 6:9).
¿Cómo seremos transformados?
¿Mirándonos a nosotros mismos? NO
¿Mirando al de al lado? NO
“Por tanto nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor,
somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor” (2
Corintios 3:18).
Gálatas 5:19-20
19 Las obras de la naturaleza pecaminosa se conocen bien: inmoralidad sexual, impureza y
libertinaje; 20 idolatría y brujería; odio, discordia, celos, arrebatos de ira, rivalidades, disensiones,
sectarismos.
Gálatas 5:22-23
22 En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, 23
humildad y dominio propio. No hay ley que condene estas cosas.
Gálatas 6:7-8
7 No se engañen: de Dios nadie se burla. Cada uno cosecha lo que siembra.8 El que siembra para
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les habló y enseñó de Jesús según la verdad que está en él.22Con respecto a la vida que antes
llevaban, se les enseñó que debían quitarse el ropaje de la vieja naturaleza, la cual está corrompida
por los deseos engañosos; 23 ser renovados en la actitud de su mente; 24 y ponerse el ropaje de la
nueva naturaleza, creada a imagen de Dios, en verdadera justicia y santidad. 25 Por lo tanto,
dejando la mentira, hable cada uno a su prójimo con la verdad, porque todos somos miembros de un
mismo cuerpo.26 «Si se enojan, no pequen.» No dejen que el sol se ponga estando aún enojados,27
ni den cabida al diablo.28 El que robaba, que no robe más, sino que trabaje honradamente con las
manos para tener qué compartir con los necesitados. 29 Eviten toda conversación obscena. Por el
contrario, que sus palabras contribuyan a la necesaria edificación y sean de bendición para quienes
escuchan.30 No agravien al Espíritu Santo de Dios, con el cual fueron sellados para el día de la
redención.31 Abandonen toda amargura, ira y enojo, gritos y calumnias, y toda forma de malicia.32
Más bien, sean bondadosos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, así como Dios
los perdonó a ustedes en Cristo.
2 Pedro 1:5-7
5 Precisamente por eso, esfuércense por añadir a su fe, virtud; a su virtud, entendimiento; 6 al
entendimiento, dominio propio; al dominio propio, constancia; a la constancia, devoción a Dios; 7 a la
devoción a Dios, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor.
Gálatas 5:15 (BLS)
15 Les advierto que, si se pelean y se hacen daño, terminarán por destruirse unos a otros.
Juan 15:1-17 (BLS)
Juan 15:2
Toda rama que en mí no da fruto, la corta; pero toda rama que da fruto la poda[a] para que dé más
fruto todavía.
Isaías 5:4-5
¿Qué más se podría hacer por mi viña que yo no lo haya hecho?
Yo esperaba que diera buenas uvas; ¿por qué dio uvas agrias?
Voy a decirles lo que haré con mi viña:
Le quitaré su cerco, y será destruida; derribaré su muro, y será pisoteada.
Juan 15:4-6
Permanezcan en mí, y yo permaneceré en ustedes. Así como ninguna rama puede dar fruto por sí
misma, sino que tiene que permanecer en la vid, así tampoco ustedes pueden dar fruto si no
permanecen en mí.
Yo soy la vid y ustedes son las ramas. El que permanece en mí, como yo en él, dará mucho fruto;
separados de mí no pueden ustedes hacer nada.6El que no permanece en mí es desechado y se
seca, como las ramas que se recogen, se arrojan al fuego y se queman.
2 Tesalonicenses 2:13
Nosotros, en cambio, siempre debemos dar gracias a Dios por ustedes, hermanos amados por el
Señor, porque desde el principio Dios los escogió[a] para ser salvos, mediante la obra santificadora
del Espíritu y la fe que tienen en la verdad.
Romanos 8:29
Porque a los que Dios conoció de antemano, también los predestinó a ser transformados según la
imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.
Juan 13:15
Les he puesto el ejemplo, para que hagan lo mismo que yo he hecho con ustedes.
Juan 17:21-23
21 para que todos sean uno. Padre, así como tú estás en mí y yo en ti, permite que ellos también
estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado.22 Yo les he dado la gloria que
me diste, para que sean uno, así como nosotros somos uno: 23 yo en ellos y tú en mí. Permite que
alcancen la perfección en la unidad, y así el mundo reconozca que tú me enviaste y que los has
amado a ellos tal como me has amado a mí.
Juan 15:8
Mi Padre es glorificado cuando ustedes dan mucho fruto y muestran así que son mis discípulos.
2 Corintios 3:18
Así, todos nosotros, que con el rostro descubierto reflejamos[a] como en un espejo la gloria del
Señor, somos transformados a su semejanza con más y más gloria por la acción del Señor, que es
el Espíritu.
Una verdadera transformación la encontraremos delante de la presencia de Dios.
Tarea.
Explique en que consiste el fruto del Espíritu Santo y cuáles de ellos son los más desarrollados y
cuáles son los menos desarrollados. Y en que se compromete para crecer y fortalecerlos.