You are on page 1of 2

La copia de los hechos.

La biomedicina,
el poder y sus encubrimientos

Angel Martinez Hernaez

Alumno: Arturo Pardo Navarrete

Curso: Antropología de la Salud

La historia nos muestra como las ciencias sociales, ha venido buscando como explicar los
hechos intentando reflejar su naturaleza de la manera lo más real posible. Por otro lado, la
biomedicina emplea un lenguaje científico que no intenta explicar los hechos desde el punto
de vista social y cultural, sino específicamente como un evento científico per se, lo cual, pone a
ambos espacios en contraposición. Esta contraposición está basada principalmente en los
artificios que usa la biomedicina para disociar a la persona de la enfermedad, con la finalidad
de centrarse únicamente en la corporalidad del sujeto, reflejada en sus signos clínicos, dejando
de lado, su dimensión cultural y social. En otras palabras, la biomedicina a través del uso de su
lenguaje científico niega su naturaleza social y política; no intenta ser una copia de los hechos,
sino que se convierte más bien en una representación de estos, como una estrategia de
ocultación de su dimensión sociopolítica.

Este enfoque despersonaliza al sujeto, priorizando la enfermedad (objeto) reduciendo a una


situación presocial basado únicamente en cuestiones corpóreas, desprendido del contexto
social de su propia historia de vida personal. De esta forma la desocialización (paciente ya
convertido en enfermedad) evitando la interpelación sobre el aspecto social (privilegiando lo
clínico). En este aspecto la biomedicina busca reconvertir los síntomas (que tienen una carga
de las percepciones del paciente, su quehacer social) en signos (que son características
netamente físicas en la manifestación de la enfermedad) la a través de la anulación
interpretativa de los procesos sociales.

Poniendo en valor lo señalado en el texto, considero que una de las razones que
principalmente en ámbitos rurales se encuentra determinada resistencia de la población a
acercarse a la oferta de la biomedicina, pasa por el hecho de sentirse visto como objeto y no
como sujeto, lo que puede explicar que determinados problemas de salud no se hayan superar
al día de hoy, por ejemplo, la prevalencia de la anemia, en la que el niño es tratado
básicamente como un número estadístico, lo que incide en la poca adherencia a los esquemas
preventivos y terapéuticos. Probablemente, repensar los esquemas de atención de salud en
los que se privilegie a la persona como un sujeto con derechos y una cultura e historia
personal, puede redundar en mejores resultados en términos de salud pública.

You might also like