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POESÍAS Y APARTE

EL LIBRO Y SU AUTOR

Selección de
Betty Goldman y Enrique Epelbon

© CREACIONES LITERARIAS

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POESÍAS Y APARTE

EL LIBRO Y SU AUTOR

Selección de
Betty Goldman y Enrique Epelbon

© CREACIONES LITERARIAS

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Prólogo
Poesías y aparte es un proyecto mancomunado de
escritores en habla castellana de diferentes países, distintas
culturas y experiencias de vida que, a través de la palabra escrita,
desean compartir con los lectores universales.
Es un viaje que se inicia en el deseo de unir las voces del
mundo entero, acercarnos mediante la escritura con el fin de
conocernos, aunque no de un modo físico, sí con el alma y las
letras.
A pesar de la diferencia en ciertos aspectos de la lengua – la
forma de escritura y los modismos propios de cada país – todos
hablan el mismo idioma, el de la sensibilidad, el buen tino y la
inacabada imaginación que encuentra su cauce en la amplitud de
estas hojas. Las dudas que muchos escritores se plantean
frente a sus obras son infinitas: si será posible transmitir las ideas
tal cual son descriptas, si las historias que se vuelcan en pocas
líneas cobrarán vida cuando comiencen a ser transitados los
caminos de la lectura o se perderán en las oscuras capas de la
incomprensión, si los mensajes fueron captados, si los escritos
aportan, seducen, generan, cuestionan, permiten… Si de algún
modo inquietan y causan el efecto que cada uno se impone al
comenzar su trabajo.
Coincidimos en que sería un error tomar en cuenta dichas
apreciaciones que sólo llevan al fracaso, como así también explicar
los contenidos por el mero temor de no ser comprendidos. De
inmediato se pierde el encanto y el deseo se evapora.
Con esta base y el toque mágico, único y personal de quienes
lograron captar la idea inicial – una escritura libre de preconceptos -
seleccionamos los trabajos para la antología.
Poesías y aparte expone una variedad de matices en
relatos, fruto de la imaginación, el talento y la creación. Su
versatilidad en temas y situaciones es justamente el encanto que
proporciona esta recopilación.
Abrimos las puertas de este proyecto para ofrecer a nuestros
lectores la oportunidad de leer los trabajos, para que puedan
apreciar y valorar sus contenidos, para intercambiar las múltiples
ideas que en ellos se traslucen.
Creaciones Literarias extendió su mano al mundo y recibió las
voces de quienes nos ayudaron a crear esta antología.
Nuestro más profundo agradecimiento a los escritores que
participaron en ella.
Enrique Epelbon – Betty Goldman

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Arturo Agosto

Entre Sueños

En mis noches de pensarte te he soñado

pasión del sentimiento y el destino

que trajo tu esencia a mi camino

y hasta en sueños me tiene enamorado

Hoy rescato, mi amor, lo que has dejado

son la tinta y el papel donde te escribo

has hallado donde yo creí perdido

lo que tanto sin ver, había ganado

Me empujaste a poder tomar la pluma

y a poder levantarme entre la bruma

del camino sinuoso que era incierto

Mas en mi alma siento tanto tu presencia

son recuerdos lo que guardo de tu ausencia

que me invitan a soñarte aún despierto.

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Claudia Armua

Pasó un cortejo pobre


detrás de unos pasos invisibles
sólo los siguió mi honda condolencia.
Pasaste enamorado,
con tus dedos entre otras manos,
y pretendiste un saludo,
una sonrisa de incienso.

Me reincorporé del escalofrío,


de las lágrimas ajenas
del despecho.
Sentí hervir mi frente
y me pregunté:
¿Por qué echarte flores
si no fui yo quien provocó la muerte?

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II

Tormentos
Restauro esqueletos ocultos en el mar
sus partes, sus carnes, sus huesos
sólo falta el corazón.
Angustia
los peces llenaron los blancos
el aroma infértil los petrificó
sólo flotan algunos recuerdos.
Impaciente
las olas no me conceden su espuma
no hay lugar en el fondo
loco, fuiste loco, no cambiarás.

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Antonio Azar

Mi cuerpo vacío

Mi cuerpo se ha quedado contigo


casi como un descuidado olvido,
así lo han dejado
pensamientos que hace tiempo se han ido
persiguiendo sus sueños…
como si acaso fueran de ellos mendigos.

Sólo te ha quedado mi cuerpo vacío


en la vaga vigilia a veces dormido,
así se ha quedado
ausente el alma que también le ha partido
esperando que regrese un día...
con aquellos de sus amores perdidos.

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Ma. Alejandra Baños Gudiño
Ivan de Jesús Tapia Guerrero

Sedúceme

¿Qué son tus manos?


Seres alados que recorren presurosos mi piel.
Ávidas gaviotas que se sumergen
en el cabo estrecho de humedades y perfumes
Manos de artista
manos de músico,
cobras que se deslizan
por valles y montañas de mi cuerpo.

Quiero tomarte
poseer cada rincón de tu reino.
Disfrutar el placer que me causa tu perfume.
Seducirte lentamente.
No te separes,
aun no es tiempo.

Tomaré de tus labios


el dulce tormento que rueda por mi espalda.
Rojo de sándalo en flor,
perlas torturando mi pecho desnudo,
vino espumoso que embriaga
y sacia mi sed…
sed de tus caricias.

Dame oportunidad de llevarte


persuadir tu boca y escuchar melodías
con pasos lentos, no te detengas.
Lleguemos al final
terminemos el recorrido
entre un mundo que tiembla seducido por el placer.

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Vicente Barberá Alabat

Creación (dos mundos)

Y de la noche temblorosa y vana


como unas sombras de castillos viejos
lamentos de insatisfacción profunda
de los inhóspitos abismos negros,

Y de soles de brillos diamantinos


en aquel día añil, hermoso y bello
estallidos de dulces primaveras
como guirnaldas áureas en el viento,

salían laterales sombras sucias


en la escatológica noche fría
como agujas clavadas en la sangre
por la pérfida y cruel melancolía.

salían los perfumes de lavanda


con bellas amapolas a porfía,
en el ufano monte amanecidos,
con colores de sol y de alegría.

Lucifer preparaba sus festines


de inevitables irredentas muertes
las brujas murmuraban en la sombra
y los cuervos graznaban locamente.

Las hadas preparaban sus luceros


y los cielos se abrían nuevamente
como soles en pleno mediodía
coloreando los pétalos turgentes.

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¿Qué hacer, amigo?
¿Dónde estás?
¿Entrando en el averno o tocando
las mieles de la gloría?
¿Qué hiciste tú?

Mis curvos pensamientos imparables


me lanzan al vacío impenitente
en busca de un amor sin desenfreno
en las vacías charcas de la muerte.

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Susana Barrios

Futuro incierto

Los recuerdos surgen confusos.


Las imágenes revolotean en mi mente, aparecen y se
esfuman.
El horror persiste, sin embargo.
Mis pasos van y vienen alrededor de las ruinas y en las ruinas
mismas, como si quisiera a través de un soplido o un milagro
encontrar vida
donde, tal vez, no hay,
entre los escombros, las piedras y hojas,
algunos que otros vidrios rotos que aun no fueron recogidos.
Intento atrapar las frases sueltas que mis oídos captan con
cierta dificultad, por los gritos y el silencio, la amnesia
inconsciente,
la endeble esperanza que me aferra y me transporta…
Me tienta la locura con sus garras;
se ofrece pura y dadivosa
extendiendo su manto del olvido
y los hechos a resguardo,
protegidos en un mundo fuera de todo equilibrio.
La gravidez de la tierra me sostiene y se afianza;
busco el eco de algún llanto bajo las profundidades,
un indicio que me alcance, una mano que se extienda
y se acurruque entre las mías…
La soledad logra invadirme;
el espanto de las horas transcurridas no se aleja.
Los despojos, infinitos restos de una explosión ardiente
ya son huellas que persisten
y se afianzan en la tierra, en la vida, en mi mente…

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Ana Basanta Díaz
Triste y sola
Triste y sola
como la escuela vacía que nada enseña,
así fue nuestra historia.
Jóvenes promesas que nada hicieron
noches amargas que no disfrutamos.

Fracasé de nuevo, contigo


me consumió el dolor, sin ti
olías a traición, junto a mi
amé y no fui amada
pobre de mi.

Y que todavía piense en ti.


De locos, sí.
Después de todo, tramo que no acabe.

Derrotada y sin admitir la derrota,


qué penosa situación.
Cuál animal herido que agoniza
y hace de su cojera un ritmo nuevo.

No encuentro versos que me calmen


ni canciones que me alienten
tan solo nudos que me aprietan.

¿Dónde están los poetas felices?


¿A caso existen?
El poeta arrastra soledad,
el que es feliz,
no tiene tiempo para versos.

Existe un lugar

Existe un lugar
en el que los amantes
conectan al mirarse
y muestran sus deseos
con solo rozarse.

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Mejilla con mejilla
suspiro con sollozo
mordisco con cuello
senos con espalda
sincero y tierno abrazo.

Llegar a ese lugar


vivir cada momento
lograr que sea único
oler cada segundo
y retenerlo.

Pocos lo alcanzan
menos lo reconocen
porque caer profundo cuesta
porque alejarse tortura
porque hablar de ello es incómodo.

Busqué ese lugar


creí compartirlo contigo
recordé las mejillas en la espalda
el mordisco y el cuello
pero, oh, Tan sólo lo imaginé.

Creí llegar contigo


pense que era divino
soñé que me querías
que querías verme, tenerme,
sólo yo lo imaginé.

Me quedé sin ese lugar


quizás para siempre,
quizás no,
y ahora sólo pregunto
si pesa más el dolor o la traición.

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Ime Biassoni

Tala

El dolor se acuesta en el quebrachal


Cuando gimen las maderas
por el sueño de lo que fueron…
Marrón gris y tierra
es el verde más verde que queda
Si hasta el cielo llora sin lágrimas
el tormento y queja de la tala…
Raíces en años, desnudas ahora
tristes caminos sin sombras…
No hay más cunas para pájaros
y la oscuridad no implora fantasmas de hojas,
llora fantasmas de silencios
sin aromas, sin auroras
devueltos en gritos de alerta.
¿Qué responsabilidad le cabe al hachero?
¿Es su pedazo de pan?
Y se agiganta el llanto
mientras el verde
poco a poco…
muere…

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Contranatural

Chimeneas que vomitan


el dolor ajeno
en la urbe dilatada
del pavimento y el progreso

El humo se dispersa
y no contrae formas,
deambulando aires
intoxicando edificios.

Lejos quedó la natura


doliendo silencios
por un afán sucinto
insultante y mezquino.

Ya la flor no perfuma
el agua no se bebe
y de los ojos de Dios
lágrimas penden.

Denuncio la falta de amor


mientras la naturaleza muere
y la ausencia de esperanza
seca torrentes.

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Rodó Blanco - Labardén

A mi R. O. del U.
(República Oriental Del Uruguay)

"-Adiós mi Uruguay querido-"


te dije ahogándome en llanto
y alcé el vuelo titilando
como gorrión malherido.

El ser mal o bien nacido


no es mérito paternal,
cómo se vive y se muere
es cuestión de cada cual.

Por eso ser Uruguayo


o da lo mismo Oriental,
no basta el haber nacido
o ser oriundo de Uruguay

Se dice que hay que vivirlo


para poderlo sentir
y hay quienes, aún sintiendo
no pueden "ser" ni "vivir".

Hay otros que solo nacen


pero no llegan a ser
y los que siendo no llegan
pues no supieron nacer.

Saber, Querer y Poder


son hermanados criterios,
y con honor, el que quiera
sólo puede saber serlo.

Uruguayos son los peces


remontando el río Uruguay.
uruguayas son las flores

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las aves y el robledal.

Pero Uruguayo de Ley


Derecho, a carta cabal
es aquel que desde el ¡vamos!
marcha recto,... a lo Oriental.

Parafraseando al poeta
que cantó a su tierra amada
en una copla tan buena
que hoy se la pido prestada...

"Si al grito ¡Viva Uruguay!


otro ¡viva! no responde,
si es hombre, no es de Uruguay
y si es Oriental no es hombre"

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Carlos Justino Caballero

Éxtasis

Allí donde se juntan


la esencia del hombre
y su raíz corpórea
con la mujer perfecta,
se sublima la pasión
del ser y de su sangre.
Excelsa vivencia
de lo trascendente.
La felicidad se concreta
en el éxtasis.
En el punto culminante
del amor humano.

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Antonio Calle González

Cinco sentidos

Desnudo he bajado al abismo de un sueño roto


para no encontrar el cielo en la Tierra
y en él caminos de ubicuas piedras,
gemas, diamantes, cantos rodados, la filosofal,
las muchas trabas de mi piedra angular.
En ellos he encontrado hombres que se arrancaban el rostro,
hombres sin cara vomitando áridas sonrisas.
Y en desconsuelo he alzado la vista para pedir la Luna, y
entre un manto de nubes secas, en brazos de la luna vieja,
frunciéndome el ceño he descubierto a su hijo; él, espurio
descendiente de Selene,
yo, el bastardo vástago de Erato;
él, mácula en la plateada superficie,
yo, nigérrima mancilla en el populoso desierto.
Y así he escuchado el sonoro silencio, las calladas palabras
el mutado grito en el oído, el susurro en la distancia.
Sin comulgar de la siempre humana eucaristía,
he recibido la elocuencia de apóstoles sin evangelio.
He cantado mis cien y una verdades
desafinando la nota dominante,
pues mis ojos han visto lo nunca visto
y lo miraron sin mirarlo nunca;
He sentido el amor que no quiere.
He olido la fresca flor que no huele.
He deseado con manos llenas de vacío.
Palpables he hecho las formas del ensueño,

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tocando mis castillos etéreos, mis inertes quimeras
Y en el tardío, azabache, extremo del día,
he observado la sorpresa cotidiana de una fuente.
Subir y bajar del origen de la vida,
diminutos embriones con muecas de cristal.
Cuatro dobleces he hecho de mis sentimientos
para guardarlos en un bolsillo del alma,
para saber que he vivido un día más,
para saber que le he ganado un día a mi muerte.

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Gabriela Campos

Sinceridad

Llega la noche y sólo puedo recordarte…


No te tengo al lado mío y siento que volveré a encontrarte
Esa mentira es la que me da fuerza… y me miento.

Tarde me di cuenta que no ibas a cambiar, en vano fue


intentar ayudarte,
parece que tu pasado no podés olvidar,
yo no puedo esperar y decido alejarte.

Tus ojos ya no muestran sinceridad, busca mi interior poder


creerte;
Más sólo encuentra una intensa crueldad y pienso que hago
bien al no querer verte.

Siento que perdí mi identidad,


no me reconozco frente al espejo,
nunca traté a alguien con agresividad, mejor dejarlo así y
decir….me alejo.

Sólo el tiempo sabio y eterno


podrá dilucidar todas mis dudas;
sólo el milagro de la vida con su magia, podrá sacarme de
éstas horas en penumbras.

Guardo un secreto que nadie conoce,


lo resguardo, cual enorme pecado cometido,
es el amor que mi corazón siente
y el enorme rechazo con el que es recibido.

Quizás mañana todo sea olvidado,


ese mañana incierto que recrea tanta ansiedad,

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espero te des cuenta alguna vez, ser amado,
que sólo intenté brindarte felicidad.

Sólo el tiempo sabio y eterno


podrá dilucidar todas mis dudas;
sólo el milagro de la vida con su magia, podrá sacarme de
éstas horas en penumbras.

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Vanesa Ivana Contreras

Pecados del pensamiento

¡Cuántas solitarias noches!

la cabeza pensativa
erigió blancos imperios
en honor a los narcisos
que el humano lleva dentro.

¡Cuántas solitarias noches!

la cabeza pensativa
pactó con Mefistófeles
quitándole el lugar a Fausto
Ignorando que aquella sabiduría no es eterna, sino efímera.

¡Cuántas solitarias noches!

la cabeza pensativa
poseída por Eva
buscó a Adán en el silencio
para invitarlo a comer del árbol de la vida.

¡Cuántas solitarias noches!

la cabeza pensativa
profanó las palabras
que sólo a Zaratustra, el ateo, se le están permitidas.

¡Cuántas solitarias noches!

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la cabeza pensativa
hundió el pensamiento
en un acto de ablución con sus lágrimas suplicando:

¡Perdón, Divinidad Absoluta! ¡Soy humana! ¡Soy mortal!

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Juan Carlos Coronel Maldonado

El viento en la cara

Aquí la vida golpea desenfundada en la más ardiente caricia.


En estas huellas de tiempos asesinos, se acomodan con
trancos de gorriones envenenados la profecía de los templos.
A favor de mi presbicia, trae el viento la arena de patios
desencantados y me envuelven olorosas vendas para el
comienzo de la momificación de mi destino.
De pronto el invencible viento de todas las edades se yergue y
no me deja señales de probabilidades para mi rescate final
ante los jueces.
El viento fanático, el de las sentencias, el de las superficies, el
de los mares, el que reseca la piel y me convierte en miasma.
Y en las fotos busco el reverso de la luz.
Y asciendo a los infiernos azules por las columnas de
sorpresivas enredaderas que me tapian los pasos y soy un
huracán de preguntas sobre el espejo que me devuelve al
niño ausente en las mañanas de viento.
Sé de tardes y aridez como los desiertos patagónicos y
escondo entre los notros y calafates dientes de ballenas y
costillas de centauros.
Bellos cuerpos desgarrados por la mica entre las convulsiones
me mantienen de pie.
Aúlla por la nariz el lagarto asustadizo y mi piel es honrada
con las visitas de las piedras.
Acumulo desgarramientos, y en cada mano los proverbios del
bien y la locura.
En cada intriga la intención de seguir.
De mi calavera se disciplinan las fortalezas de la obtusa
respiración del viento sobre la cara de bestia mas
abandonada.

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Lidia Corcione Crescini

A la espera

La memoria de mis manos


te acaricia

Mi pensamiento
con su aroma
llega hasta ti

Y mi beso esclavo
noble
de tu antojo
aguarda desnudo
en el secreto que se redime
para soltar
mis palabras presas

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Prisma

¿Qué es lo que hago

o dejo de hacer

para ser aprobada o reprobada?

-¡Al ojo de quien lo mira!

Me bañé en el río

atravesé los mares

viajé a las fronteras

para borrar demarcaciones

el vacío

me dijo

que no existían normas

Todo me presiente

El aroma de mis lágrimas

se evapora

el sabor de mi risa

se lo bebe el eco

el calor de mi abrazo

se dibuja en las caricias

y mi sueño clandestino

reposa en el horizonte

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Carmen Crespo Ruíz

He Aquí la enfermera espera.

He aquí la enferma espera,


los desahucios de un rincón sin razones
y un deseo impronunciable.
Hemos de estar aquí los condenados al vacío,
quienes de tanto aletear nuestro pecho,
nos hemos quedado sordos de pensamiento.
Han de aquí permanecer
los bastos vicios;
que encierran la futura sombra
de la infinita soledad humana.
Hubiesen aquí, podido entonar,
las frágiles letras del escritor
de páginas en blanco.
Más porque la pena aún no es consciente
de su brillo intangible,
que por la ausencia de tinta bajo su discípula identidad.

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Pamela De Battista

Plegaria

Hasta donde tu cuerpo se envuelve con luces pequeñas


mi fantasma llega como un grito volcado,
como un credo enfurecido me golpea el alma
y te llega,
me suplica y te suplica el desequilibrio.
Siempre las mismas voces te nombran,
siempre mis animales caminan sobre tu sombra.
Desde las hojas caen los rugidos,
los lamidos secos de mi soledad.
En la perpetuidad de las bocas que se abren hasta expeler el alma
la ceremonia de perder a gritos el trueno,
la angustia de la atadura en la noche,
la tensa vanidad de querer quebrar los giros,
la otredad.

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Susana Della Latta

La mancha

vómitos
un golpe al lado izquierdo
te despiertas
no aceptas
la mancha oscura
en tu orina.
el niño pronto
perderá su madre
rápido, inesperado
mientras que la tierra
en el gigante
ni siquiera
generaba
un movimiento.

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Ledy Raúl Díaz González

Estaciones

Cuando era tiempo para esperar


apareciste
blanca la sonrisa luz voz.
Atrevimientos de fin de tarde
complicidad de los teléfonos
roce de miradas.
Tu olor sobre mi piel
llenando tu espacio
abrazos que no pude dar.

Cuando solo mirar pudiera ser todo


cuando la música es para dos
cuando ya jugamos a tocarnos
cuando la frente espera el beso
cuando nos habla el delfín
cuando veo calcomanías
cuando sueño al revés
cuando mis libros siguen raros
cuando vuelvo mis manos al teclado
cuando comienza el invierno
quedo recordando el beso…
del que quizás no te hablé.

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Retrato y muchacha

Mis pasos
conocen sus ruidos
años de compañía
besos de sombra.
Pude haberlos contado
ignoré todas las metas
aún son las mismas
debajo
no están tus huellas.

Caminar no cura la incertidumbre


siempre estuviste
llena de señales
esperando en silencio
olvidada de placeres
con sabor a libertad.
Ahora me acerco
pretendiendo borrar tus marcas
limpio
sintiendo cada mirada
sensaciones de eternidad
absorbiendo tu olor
descuidado sobre la sábana
pensando en voces
y una mariposa technicolor.

44
Ignacio Oscar Díaz

Te extraño…

Te extraño;
Mis mentiras añoran tus verdades,
mis abrazos extrañan a tus manos,
mi boca para siempre será tu boca,
mi camino no es el mismo sin tus pasos.

Te extraño;
tu renuncia, el quedarnos con la duda,
y mis ojos son ajenos sin tus labios
rememoran la calma de tus noches,
están muertos, son dos puntos solitarios.

Te extraño;
la sombra de tu ausencia me provoca,
siento que muero, no puedo, sigo vivo,
me resisto a naufragar en el olvido,
mi corazón me reprocha cuando río,
y cuando duermo lo único que sueño es contigo.

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Eliana Drajer

Pacto y Diábolo

“Padre Nuestro que estás en los cielos.


Quédate allí”.
Jacques Prévert.

Pacto

I
Ayer fui a la virgen
a gritarle que me zurcieron el pasado
y ella
le mordió la inconciencia toda la noche

II
Hoy fui al diablo
a decirle que después del purgatorio
lo espere
y bailó con la cicatriz metida en su cuerno

III
Mañana iré a dios
a pedirle que mariposas negras
tapen su ojo
y cojan el rezago de mi piedad

IV
Siempre iré a Juan
y lo haré virgen

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V
Entonces
ya desnuda
veré a dios
a la virgen
y al diablo
mientras lo llevan.

Diábolo

Abre la ventana
y pide aire
o que te tiren la soga

Ya sabrás lo del pacto

Mientras tanto
consuélate
con el tedio
o con la brisa

O si quieres
no pidas aire

y cierra la ventana.

48
Alcides César Dupuy

Rostros Arcanos

Llora la tierra sobre mis células y las desvanece


una a una, sin alivio,
sin demora las hechiza y las recubre.
Corrompe el alma inquieta y la sostiene
entre negros signos y enormes grietas,
afilados túneles y oxidados clavos,
Y ahí te encontraré, sediento de sexo
y de hambrientas vírgenes
entre orgasmos y dedos.
No dejes que calle
no dejes que aturda las absurdas señales
ni que me azoten entre espinas y violetas.
Penétrame en el borde de la llaga
en el ardor del hastío,
en la herida hasta le médula.
Ya no hay aliento en las guaridas
ni tactos, ni rancios miembros
que vicien aun más el aire enrarecido,
ya no hay oráculos ni antorchas
ni savia en las profundidades del abismo
que alimente hoy mi voz, que se extingue dividida.

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50
Cristina Etchegaray

Poema 1

Siempre creo estar en otra escena


Y encuentro mi lugar en la que ya he perdido.
Es por eso tal vez,
que nunca estoy en parte alguna.

Me pregunto si alguien, alguna vez,


podrá imaginarme, como yo no puedo.

Palabras como objetos numerados


que en algún sitio debo armar
pero siempre una pieza abre
un nuevo laberinto
hacia otro centro

Tal vez la muerte, un día, suprimirá


el espacio en que dialogan
las sombras fieles de quienes nunca fuimos.

51
52
Cristina Fernández Argudo

Amanecer

Conquistaste mi nombre
lo llenaste de libertad,
fantasía del cuerpo
sobre la cárcel de tus ojos.

Cortos los días de humillación,


cuando la eternidad echa promesa
huye lentamente
sobre las horas de la soledad.

Vivir a veces,
otras sólo morir,
nueve las puertas ante tus pies
impar sonrisa,
en el incierto despertar del misterio.

La tristeza de un concierto vacío


corredores del dolor,
mientras enloquezco
sin ojos, pero lloviendo huesos.

Dejándose amar por el viento


que nunca te hará esperar.

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54
Raquel Fernández

Nosotros

A Alejandra Pizarnik

Nosotros nos casamos, Alejandra,

tenemos un hijo,

tenemos un auto,

tenemos un perro,

y salimos de vacaciones cada verano.

Pero un agujero nos perfora el estómago

como si una mano negra con garras afiladas

nos hubiera profanado las entrañas

y nos hubiera arrancado una a una las vísceras humeantes.

Y nos pesa el corazón como una piedra.

Nosotros, Alejandra, corremos detrás de los relojes,

lloramos en silencio cada noche la vacuidad del día

y masticamos la rutina hasta la náusea.

Y nos duele el poema,

nos duelen los espejos,

nos duelen las cenizas de la infancia

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esparcidas sobre unos ojos muertos

y el vértigo de las lilas que se deshojan

en el dulce abandono del crepúsculo.

Nosotros, Alejandra, sabemos que el amor

es una ceremonia inútil

y que cada emoción desemboca en la lasitud,

en la inevitable fatiga.

Y nos suicidamos cada día

con sobredosis de corazones estropeados,

pulmones estrangulados con humo rancio,

autopistas jamás saciadas de sangre

y células marchitas.

Nosotros, Alejandra,

somos nuestro propio París errante e iniciático

y nuestra propia sala de psicopatología.

Y conocemos el miedo.

Y también estamos cansados de Dios

y de los vasos vacíos.

56
Marianne Gambell

Ser poeta

Entre brumas de cascabeles


Sedientos…
Entre endiabladas luciérnagas
doradas…
Entre un sin fin de estrellas
tintineantes…
Nace un arrullo,
crece una flor,
vibra un campanario,
se estremece un niño
en brazos de su madre,
o brinda el árbol
un lecho de arreboles.

Crear – Crecer – Amar.


Crear a cada día fantasía,
crecer con cada mediodía
y amar todas las noches
en la espesura del silencio.

Vivir en medio de brisas


y de vientos.
Embriagarse de soles
y de mares.

Fluctuar entre las olas.


Despertar en la playa,
sobre la arena tibia,
cubierto con el velo de la luz
y por música de fondo
el canto de los pájaros.

57
El verdadero poeta traspasa
toda noción de tiempo y espacio.
Es infinito.
Es universal.
No tiene un punto fijo
ni al nacer, ni al morir.
No tiene edad.
Queda flotando en el aire
sin principio, ni fin.
Queda impregnado
en los recintos
y su voz es eterna.
Su canto
es un canto a la vida;
es esperanza, es sufrimiento;
lo es a la vez todo o nada.
Puede ser etéreo o tan real
Como la soledad del alma.

Ser poeta
es tener el espíritu gitano
y las alas de Mercurio en las sandalias.
Es recorrer el mundo
sin más compañía que su sombra.
Es comunicarse con el hombre
y con la bestia.
Es sentirse inmensamente
grande
e inmensamente blanco.
Ser poeta
¡Es a la vez llanto y alegría!

58
Silvana Gil

Que Es…

Y que es vivir sin tener a quien amar al lado,


Que es morir sin una enfermedad,
Soñar con algo que no existe,
Morir sin libertad.

Que los Demás no sepan comprender,


No me va a importar.
Yo no busco su aprobación,
Solo quiero vivir y aprender.

Que la vida me pone obstáculos,


De esos que pensas que ya no se puede
Y no te dejan avanzar
Pero yo se que triunfare.

Me alimento de su crueldad,
De este obstáculo
Soy más fuerte con mi verdad,
Y más frágil al soñar…

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60
Isabel Guzmán Naranjo

Despedida

Gotas,
perlas,
ojos que caen bajo lágrimas lunares,
simiente que empaña el sepulcro con el último hálito de vida,
cristal de horrores y cantos macabros...
¿Veré tu sombra reflejada
en las gotas perladas, suspendidas sobre tu propia tumba?
Tiempo que transcurre sobre el cristal y las lágrimas.

Nebulosas de rocío
tu mirada,
universo conjugado en la negrura de tus ojos
donde me encuentro perdida
vagando
entre perlas diáfanas
sobre valles boscosos
donde trashuman
las sombras

Vagando entre las lívidas flores del espacio


recogiendo hebras doradas
que conforman tu sonrisa.

Haces luminosos de estrellas lejanas


unidos en mis manos,
trenzados y etéreos
en un nexo inquebrantable
con eterna armonía.

61
62
Raúl Oscar Ifrán

Si en este día...

Si en este día indolentemente goteado,


crucificado en la madera oscura
del otoño que viene a deshojarnos

no nos sentimos un caudal de savia,


no nos ponemos ramas en las nubes,
no despedimos cada hoja que rueda
no le escupimos trementina al viento,

no le ocultamos un nido al pavoroso


zarpazo del océano,
no le oponemos nombres y saetas
al incendio del miedo,

si en este día pálido de incienso


no hay un columpio en nuestro brazo,
ni un temblor asombrado en las raíces,
ni una gota tardía de rocío

¿qué haremos por favor en este día?


¿qué le diremos al señor del sueño?
¿con qué alimentaremos la esperanza?

Ven para ser conmigo canto y fruto


o perderemos todo en este día,
ven y luchemos juntos
con este vendaval de abriles de oro

63
ven y reza conmigo
el salmo original del bosque eterno,
siente que en la tormenta
tu cintura es un junco.

Si en este día no nos sentimos árbol,


simplemente,
¡amor!
en esta ráfaga de otoño
perderemos el alma para siempre.

64
Abelardo Leal Hernández

A grito herido

A grito herido
He ido buscando mi rostro,
Deformado en el flujo de las calles
Y la lluvia de los días.
Comprimido en el silencio,
Como un túnel,
He asaltado el secreto de su esperma
Y construido el tiempo con la sed de mis pasos
Y bajado aromas de otros rostros
Y otros pasos que besan mi suerte
- Una tea ardiendo en el alma-
Y apuntalan la soledad o el vértigo.
Compañero de los pinos donde pastan los cuervos,
Concubino de la noche ambigua
- Filosa de recuerdos-
Y del aroma de muchachas frescas y melosas como brevas,
Voy hilando el mundo para hilarme,
Voy buscando perdidos acentos
Que alguna vez tuve
Y fueron mi corazón, la música deseada,
Y ahora andan
Corriendo con el viento,
Uniendo bocas, costas y horas desfogadas,
Desnudas en su belleza intacta,
Pero sólo aprehensibles con su mismo brillo
Caro como profundo

65
66
Oscar Legua Ychillumpa

Renacer

Nube sabe a donde va:


a perderse entre aires de una ciudad,
de luces guía en el día un resplandor
quiere acercarse ocultar al interior,
callado el retorno volverá
desde aquel origen no creado surgirá:
un momento hecho se hará;
abandonados los cuerpos lamentaran no ser
como Nube sabe a donde va intentan volver a despertar;
callado el origen surgirá,
¡el cielo maldito que callara!

Surge una idea


se inicia el dolor,
quiere volver a encontrar lo que dejo:
cerca un mendigo,
lejos ayer
Nube intentara nacer,
se moverá inquebrantable en despertar;
callado el origen no dirá,
¡el cielo maldito que se hará!

Deja un espacio el lamento


a otro vendrá en un tiempo
comenzando las trompetas de noche guían las luces un
resplandor,
quiere acercarse oculta al interior
con brillos conocidos se hará en mundos
estará surgiendo Nube
a despertar en crisis de un exterior
incapaz de ver para juzgar;
olvidado momento surgirá,
¡el cielo maldito seguirá!

67
68
Virginia Leiln Piacentini

Zahorí

Sagaz, verosímil,

indispensable

y, a la vez, imperceptible.

Estuviste dependiendo de mí

todo este tiempo

sin ni siquiera presentirlo.

Capaz de descubrir

debajo del asfalto

tu sonrisa eterna,

sin muerte y sin edad.

Tan sólo concentrándome

en el manantial irreprochable

que sucumbe ante mis ojos

pero que intuí

durante siglos.

69
La vara mágica de mis sueños

se posó justo

sobre el lugar indicado.

De allí brotaron

hilos de agua

que luego fueron el mar.

El mar gélido, fantástico,

al pie de la montaña

en cuya cima espero verte llegar.

70
Abigail López Torres

Cuando me dormí

Cuando me Dormí,

Me susurraste palabras al oído.,

Me preguntabas: ¿que sueñas?

Y otras dudas que se te antojaban en la noche.

Acariciabas mis pezones con la yema de tus dedos,

Jugueteabas con ellos como un niño,

Ilusionado con algún capricho nuevo.

Yo estaba completamente dormida

La pastilla hizo efecto y tus caricias tan tiernas

Anestesiaban ese dolor eterno.

Nunca olvidaré esa noche,

En la que me dormí acurrucada entre tu cuerpo y tus


preguntas.

Preguntas que nunca te respondí.

-¿Quieres saber con que Sueño?, ¿De veras lo quieres saber?

Sueño con tus cabellos enredados en mis manos,

Sueño con tu éxtasis desasiéndose en mi Boca,

71
Sueño que te poseo,

Que te tengo cuando quiero

Y como tenerte quiero siempre

Siempre que quiero te tengo.

Sueño que me desnudas,

Alma, cuerpo y pensamiento,

Sueño que me despiertas,

Sueño que ya estas dentro,

Sueño que me atormentas,

Con tus líos, con tus miedos,

Sueño que calmas mi llanto,

Cubriéndolo con tus Besos.

72
Marisa Martino

Mi vaticinio

No verá tu tortura
otro rostro que el mío,
ni sabrá tu agonía
de otro fruto tardío.

No tendrás en tu anhelo
el sosiego del día
y las noches, cual brujas,
fatigarán tu hombría.

Y has de llorar doliente


los recuerdos perdidos
y has de clamar demente
por los días vividos.

No ha de tornar mi beso
a tu labio dormido,
ni envolverá tu brazo
el cuerpo prometido.

Deambularán tus pasos


por una calle oscura
y buscarás mi imagen
con mueca de locura.

Y sentirás entonces
que el amor que has mentido,
se te mete en la sangre

73
y te bebe el sentido.

Y vivirás cual trance


las penas que no cejan
y escucharás las voces
que ríen y se alejan.

Y has de gritar mi nombre


de dolor poseído.
¡Has de gritar mi nombre
y nadie te habrá oído!..

74
Silvia Estela Mottes

Desde hoy

Desde esta tarde hasta el fin de mis días


Creeré en cada nuevo pensamiento:
Como algo tan concreto como el viento
Como algo tan efímero como la lluvia
Como algo tan caliente como el fuego
Como algo tan frió como el hielo

Desde esta hermosa tarde, hasta el fin de mis tardes


tendré como consuelo el no saber y el enterarme.
El aceptar la ignorancia de lo nuevo,
el permitir errar y no sufrir por ello.

Desde este día, cual otro día más, pero el primero


decido que lo importante es lo más ligero.
Que lo pesado es lastre y hay que perderlo,
que la pregunta tiene valor cuando es a tiempo.

Desde esta única noche elegiré por pantalla el cielo,


veré cada estrella con nuevo celo
y al fin sabré de las constelaciones
de aquel pequeño rito su gran secreto.

75
Desde hoy decido que nada puede cambiar los versos,
que me propongo dar al mundo con gran recelo.
Que cada quien se pueda nutrir de ellos
Y que yo satisfecha me sentiré, por cierto.

76
Ricardo Nani

Gracias por tu mirada

Gracias por tu mirada


Fundida en la mía,
Sin que nadie lo advirtiese
Trajiste alivio a mis días
En que,
La soledad se hizo dueña,
De mi espíritu que sueña,
Al menos con una salida.

Gracias por tu mirada


Fundida en la mía.
¿Por qué mi amor a ti
Sabe a fruta prohibida?
No importa los tiempos
Ni la edad perdida,
Ni tus calores,
Ni tu cara sombría.
Me encuentro con tus penas,
Tu mano abierta y partida,
Devoto de ti, pienso besarla
Para sanar tus heridas,
Que no son mías, sino tuyas,
No huyas de mis días,
Porque beberé tú sangre señora
Hasta que seas mía.

Gracias por tu mirada


Fundida en la mía.
Busco más que tu cuerpo
Hasta tu alma querría,
Porque no tengo nada,
Sólo tu mirada,
Tu mirada sufrida.

77
78
Raúl Francisco Ojeda

Poesía N 1 Testamento

No tanto por el dolor que experimento

al saber que me alejo de esta vida

son estas tristes palabras,

mis penas hechas rimas

ilusión de poeta enajenado.

Busqué la libertad

en todo aquello razonable

y estos me ahogaron

en un cielo imaginario.

Tal vez porque no pude amarte

como hubiera querido.

Y aún aquí, con esta envidia

a aquellos que aman y lo ostentan

me siento tan arrepentido

si

79
y además humillado

porque pude haberlo logrado

porque pude contener más pasión y entusiasmo

como hombre alguno ha contenido

porque me siento joven

aún frágil y arrugado...

...pero se que ya es tarde,

y veo ahora mis manos

mis largos y finos dedos

acaricio mis cabellos blancos

y ya siento en este lecho

que me muero.

Tal vez porque no pude amarte

como hubiera querido

y porque siento en mí el peso

de aquel cruel destino

te dejo estas simples letras

vida

para que cuando ya me haya ido

tú junto al silencio de mi cama las leas.

80
Ángel Darío Oliva

Reloj de arena

Un reloj de arena sin arena


Suspendido en el espacio infinito
Una espada atravesando el cuerpo
Sombrío de la rosa
El goteo de sangre
En el desierto de la no arena
La irrompible imagen del vacío
Donde el tiempo cae imperceptible
Y otra nada de mí que me completa
Tal vez la duda a la existencia
O la angustia
De no ser la espada ni la rosa ni la arena
Sino el desierto en el desierto interminable
En ese laberinto de la humana conciencia
O en la de Dios que descree
Del mito de grandeza
Y está por encima del reloj de los ojos
De lo libre lo más alto
Y como yo - sin ser yo-
Es invisible y es como la sangre
Brotando de mi sangre.

81
82
Mercedes Ortega Rubio

Era un ser hambriento,


te percibí.
Entraste en mi mundo,
entraste en mi.
Te mezclaste, profundo,
mi alimento.
Invadiste mi alma,
salvaje viento.

Aún me seduces,
eres mi pasión.
Mi gozo, mi fuerza,
mi luz, mi riqueza.
Océano de dulzura,
mágica explosión.
Más, más y más
es este amor.

Fluye, rompe, llora,


gota a gota.
Quema, inunda poco a poco,
ardor loco.
Fuego infinito, consume,
sacia, satisface.
Abrazo que estalla,
revienta, se expande.

Dolor, grandeza,
sabor sublime.
Suspira, lamenta,
para siempre,
eternamente,
contracorriente.

83
84
Luciano Pamucio

Lucidez (Poema escrito con pocas luces)

Llegas hasta el día proveniente de la noche.

Desde una zona oscura vienes

como el recuerdo involuntario

de una niña en el vivero

con un plantín estrangulado entre sus dedos.

Me arrancas groseramente los parpados,

me ofrendas un sol virgen danzando para mí.

Refugiarme en las actividades del día no servirá de nada.

¡Desvalida labor de mosquiteros y persianas!

¡Ay! Que ganas de gritar,

siempre las mismas ganas de gritar,

o acudir a la variante de la decantación y el apaciguamiento

para contabilizar suspiros (con éste ya van dos partiendo del


anterior).

Del margen una frase se desprende:

Blindado es el cuerpo de un hombre

después del deshielo y

de escurrir las medias.

Para que agregar más.

85
86
Gabriel Pantoja

(Nostalgias)

Habrá habido un vuelo que no supo dar con su pájaro


Y un don que no ha sido entrega en ninguna mano
Y habrá habido una palabra que no ha sabido acertar con su aliento
Y una soledad que se ha quedado sin descansos
Y acaso una historia que se ha contado sin guerras.
O es que todo es al revés
Y entonces el aliento, el pájaro y la mano,
La soledad y la historia esperan otra cosa
Que acostarse en esos nombres?
¿Y si hubiera entre la mano y la soledad
Otro destino que el de la entrega,
Y entre la historia y la palabra
Otro don que el del aliento?
¿Y si hubiera entre el pájaro y el descanso
Otro juego que la guerra?
¿Y si fuera ésta, la guerra del nombre y las cosas?
¿Cómo dejarlas en paz?
¿Cómo no inquietarlas de una vez y encontrar,
Por ejemplo,
En la guerra el don de los pájaros,
Y en la historia el aliento de la palabra,
Y en la palabra la soledad del vuelo?
Voy a buscar detrás, hoy.
Aunque hoy y detrás tal vez sean el destino de otra guerra.
Otra guerra, como otra soledad, que no descanse en su derrota.

87
88
Ricardo José Pérez Segura

Más cerca de la lejanía

Escucho truenos en mi cabeza


Los ojos se cierran a este mundo
Por las inciertas nauseas
Del capricornio galopante
Sobre olimpos chichimecas
Transfigurando mi estadía
A la morada de ensueño
Confundiendo locura por cordura
En la personal quimera
De mi confundida visión

No todo el cielo es azul


Ni todo el mar, profundo
Pero si así lo piensas
Así debe ser

Realidad o percepción
Nadie sabe la diferencia
Lo único reprobable
Es callar tu mente
Con falsos testimonios
De pretextos convenientes

89
90
M. Aranzazu Polo Margareto

VIVIR

Si nos atormenta,

el perdido pasado,

que vuela ligero,

sobre la hoja seca,

del árbol de la vida.

Si nos desespera,

el incierto futuro,

que aún no ha nacido,

sobre las alas del tiempo.

Si dejamos pasar,

cada instante mágico,

del presente que nos pertenece.

Jamás viviremos,

la vida que no tenemos

y que ansiamos alcanzar,

al pensar en el futuro,

y que creemos sentir,

al recordar el pasado

91
92
Jahziel Ponce Sánchez

Recetario

para mis días de asueto


paseos sin gente en las calles
monumentos abstractos
y comida para llevar

para mis días de nostalgia


fotos viejas
fotos con dedicatorias
boletos del cine
y botellas de tequila

para mis días de lágrimas


cuartos vacíos
recuerdos dolorosos
sillas para descansar
y compañeros
que traten de consolarme

para mis días de angustia


recibos con números negros
esperanzas de vida
paseos en colectivos
y mochila al hombro

para mis días de ilusiones


regalos perfectos
abrazos de felicitaciones
tarjetas con palabras
que no son de las que
se lleva el viento

para mis días de alegría


tu presencia en el teléfono
tu presencia en todos lados
tu sonrisa al verme frente de ti
tu perdón al saber
que todo lo hice
sólo porque te quiero

93
94
Martín Reta

Simbiosis urgente

Espero, entonces: Te creo.


Tus movimientos son lentos,
tus manos se hacen pan entre mis dedos: te creo.

(Espera...)

De pausas y de espacios se alimentan mis horas,


todo pasa alrededor, todo; te invento.
Creás un ritmo y bailo tu idioma.

(Pausa...)

En la estación, al lado del teléfono, cerca de las nueve lunas;


antes del final: No me decepcionarás...
Lo sé, nos une una simbiosis indecible, transparente.

(Paz...)

Respiro noche, quietud, y aromas de silencio;


atento como un búho, espero un azar cómplice
de dados salvajes -enemigos perfectos-.

(Sin prisa...)

Me besaste los pasos, imploraste más tiempo,


te escuché atento;
Hoy te añoro y grito: ¡No me abandones!

(Calma...)

Siento; sufro, tolero,


una pausa tan pausada, tan eterna.
¿Será que mi destino es una sola espera?

Debo confesarte Paciencia:


sos mi aliada, mi amante,
mi compañera de viaje;
pero también mi asesina,
y mi ruina.

95
96
Marta Alejandra Roldán

Pueblerino:

Olor a verde recién cortado,


todas las casas están de acuerdo con los horarios.
Más transparente que puro
el aire aromatizado.
Lleno de sol y de tiempo,
lleno de píos
es este día primaveral y pueblerino.
Olor a pasto movilizado
por el metal que lo limitó.
Olor a pasto truncado.
Y todo el pueblo se ha perfumado
con verde hierba emparejada,
con verde árbol podado.
El tiempo-aire
se puso verde
y volvió al pasado.

97
98
José Ruíz del Amor

Sátira de España

Ingrata entre las tierras eres, España,

A tu dócil pueblo traicionan y engañan

Innumerables próceres, fiera alimañas,

Soplándole al sordo oído épicas hazañas

Jamás realizadas: reales y grandes patrañas,

En tanto siembran el fértil campo de cizaña

Sin que tú te apercibas de sus cochinas mañas

Mientras en aguas mediterráneas te bañas

Y, junto contigo, más de cien mil pirañas

Que, como falsos amantes, te acompañan,

A los cuales tus gentes les son extrañas,

Que alimentan a base del palo y la caña

Y visten de mugre, pus, basura y legañas

En tanto hurgan en tus profundas entrañas,

En mares, ríos, valles, huertas, montañas…

Con destructiva e indescriptible saña,

Viviendo agazapados entre sutiles telarañas

Aguardando la caída de presas en la maraña

Para devorarlas con la voracidad de una araña.

99
Estos tales son los que tu rostro empañan,

La faz tuya y, también, la de la otra España.

¿Hay dos, o una?... ¡Qué mentira tan tamaña!

El que bien la sepa, que ese mismo la taña.

Ya que al final la calaña se irá a tomar castaña.

100
María Carolina Ruiz Ortegón

Muero en vida

Quisiera escapar
Mi sangre me ahoga
Tantas preguntas, tan pocas respuestas
Te deje escapar
Muero sin encontrarte
Mis lágrimas son rojas como la sangre
Me ahogan los ojos
Entre esta oscuridad eterna del mal
Solo escapa un gemido de dolor
“lo siento”
Aun te sigo amando
Hay tantos infiernos por vivir
Escapo de tu mal
Odio tu amor
Si me dejaras ver la luz
Tu amor un maravilloso paraíso
Tu amor un asfixiante infierno
Lo sé. Sólo tu me haces feliz
También sé que sólo por ti he llorado
Me cegaste
Me mataste y no puedo renacer
Quisiera morir, no lo logro
Quisiera vivir, imposible
Tú eras mi vida
Solo encuentro tu recuerdo
Te marchaste
Estoy muerta en vida
Tú el culpable
Me robaste mis sueños
Las ganas de vivir
En el sofoco me pierdo sin palabras
Muero cada día
Quisiera que supieras
Aun muero por ti
Sigo con este amor eterno

101
102
Sol Santamaría Cid

"Y los sueños, sueños son"

Soñar es dejar el alma volar


Por oníricos caminos de misterio,
Jugar con la luz de luna al azar,
Asir del universo un lucero.
Ese soñar consciente
Que disfruta del antaño,
Atrae un momento errante
Atrapado en el pasado lejano.
Ocurre cuando el alma está oprimida,
Ha perdido la esperanza,
El aburrimiento anida,
Y la rutina danza.
Es cerrar los ojos y revivir
Una maravillosa luz de alba,
Que un día nos hizo percibir
El cielo, cuando nos iluminaba.

Mas, ¡ay!, ese soñar inconsciente


Que permanece escondido,
Retales de pasado y presente

103
Trenzados en pozo profundo.
Surge entre brumas pesadas,
Rememora instantes perdidos,
Sueños de vivencias olvidadas
Mezcladas con los vividos.
Crece en su real crisol la fantasía,
La conciencia se libera a su son,
Ilusión que fluye con alegría,
Ilusión que fluye con alegría,
"pues los sueños, sueños son"
(decía Calderón de la Barca)

104
Omar Alberto Santos Balán

A veces los muertos

Los muertos a veces se levantan,


entierran sus veladoras,
leen sus poemas del jueves.
Y entre nubes y horóscopos
hurgan cristales o azules de un lejano
porvenir.
Ya no discuten sobre el tiempo
o sobre la luna que lloraron en el pozo.
Ignoran la ofensa, no saben
más de la incapacidad.
Ya ni voltean a ver la piedra
de los castigados
o la enorme hiedra que cubre la fuente.
Conformes se entregan a la libertad
de la palabra o al prodigio del polvo.
En el solar comparten sus pergaminos
acerca de la doncella,
el antiguo escapulario de sus hazañas.
A veces los muertos creen que el amor
es una criatura débil que llegará por su lámpara,
a veces los muertos piensan que llegará el aroma,
el cascabel inconfundible de la amada,
y dormirán tranquilos, y pensarán en la salvación.

105
106
Edgar Solís Guzmán

Con los ojos cerrados

A siete días, después de ti.

Todavía, no despierto del letargo que me dejo tu partida;


mientras la nostalgia, se mofa de mi tristeza.
tu ausencia le dice a mi corazón;
que la esperanza en pro de encontrar el verdadero; amor,
termino su búsqueda.

Todavía, sorprendido, todavía incrédulo;


Intento explicar, esta irreal forma de querer,
Irreal forma de necesitar de ti, irreal forma de amar;
Irreal; por ser tan divino, tan sagrado;
cual mas bello sentimiento en el cielo, tan honesto, tan puro.

Todavía estoy aquí; contigo.


es el perfume de tu piel, que decidió quedarse; quedarse en
mi colchón, y recordarme; cada minuto, cada hora, cada día.
recordarme; que no estoy solo,
que hay alguien ocupando la mitad de cama;
pero ocupando todo mi corazón.

Todavía estas aquí; conmigo.


cada mañana, cada tarde, cada noche,
basta recordar, tu dulce sonrisa y saber que soy dueño de tus
labios;
porque me diste de beber del carmín de los mismos;
dueño de tus besos,
porque sellaste mis labios y yo los tuyos.

Todavía estamos confundidos;


confundidos en un abrazo; de esos que se dan con el corazón;
con el corazón en la mano, una sonrisa, dos flores;
y todo el amor del mundo.

107
Estoy que me muero;
me muero del dolor de no tenerte,
de no tocarte, de no besarte, de no sentirte;
de saber que estas conmigo;
sin estarlo.

A siete días, después de ti.

No quiero abrir los ojos;


porque solo así, puedo tenerte, tenerte muy cerca de mi,
muy cerca al corazón; donde quiero tenerte.

108
Viviana Tagar

La casa

La casa soberbia
La casa impactante
La casa vestida con las mejores telas
La casa pulcra
La casa callada
¿Dónde están los niños?
¿Dónde están las risas?
La casa en silencio
Las mucamas la rondan,
la cuidan, la habitan,
los patrones la evaden,
huyen, se huyen.
El silencio se ha instalado.
La cálida brisa que manea las largas cortinas
trae recuerdos, de días pasados,
de fiestas vividas, de amores sentidos.
De perfumes y pasiones.
La casa espléndida y solitaria,
como una mujer abandonada.
La casa ya no vivida,
pide ser descubierta
Pero está cerrada,
aunque las puertas permanecen abiertas.

109
110
Pilar Torrijos López

Septiembre

Septiembre, mes de proyectos,

Mes de nuevos comienzos,

De nuevos objetivos ponerse,

De nuevas metas imponerse.

Nuevos alientos inyectados

En la anterior vida agitada.

Existe la intención

De arraigar eternamente

En un mundo diferente

Y olvidar las anécdotas pasadas.

111
El reloj

El reloj, contenedor

Del tiempo,

Un tiempo que huye,

Corre, vuela fugaz,

Que no se para, sagaz,

Mientras el portador

Se debate entre la censura

Del mundo, inerte figura

Y la dulzura

De lo que es merecedor.

112
Miuler Vásquez González

Soy

Soy, la parte oscura de las sombras,


el vacío que no existe,
el viento frío de la noche;
soy, esa canción que a lo lejos
se pierde entre rumores.

Soy el destino inconcluso


del fuego que no quema,
de esos rayos que congelan,
de la esperanza rota.

Soy el que fue vencido,


el que no soportó el dolor,
el que vio su vida esfumarse,
el cobarde suicida.

Ese soy yo,


el que alguna vez
en un día soleado
se tragó la paz.

Soy... no sé lo que soy,


talvez no sea nadie,
talvez, mi cuerpo ya no esté
y mis palabras no existan…

113
114
Juan Carlos Vásquez

Tenderloin (San Francisco)

Muertos moviendo,
desnudos crepitando en el desfile del amor,
el regreso de las ambulancias
sin pistas,
cuando estoy al borde celebre
y quiero por lo tanto caricias,
ayúdame a dormir noche,
de seis a 6 han pasado meses
entre inciensos sobre sepulturas,
ascua astral,
Júpiter compacto en pipas,
no puede ser mi rostro ese,
el rostro del domingo al mediodía.
Sino fueran las doce y tuviera
algo que hacer estas malditas sirenas
de ambulancia no me atormentarían
con sus lamentos,
como recobrar a puñetazos
el silencio de las calles,
como destruir con un pico
la vena de los recuerdos
sin meterme a la bañera
y masturbarme.
Hay un horrible olor a cerveza,
tan romántico y patético,
ideas de escape,
frases cursis de despedida.
Si tuviera un perro el a ladridos
me convenciera pero no tengo perro,
solo noches que se relamen
con desprecio
y en vez de protestar
todo me causa una terrible
y angustiosa risa.

115
116
Rosane Marta Zanini

No te olvides

Hoy no te puedo
no te quiero
olvidar.

Hoy te necesito
te extraño
te añoro.

Hoy me muero
de ganas de verte
hablarte amarte
refugiarme en tus brazos.

Hoy no te quiero olvidar


solo te puedo querer.

Pero solamente hoy


¡no te olvides!

117
Lleno de tempestad

Como en una noche


de verano
mi rostro
lleno de tempestad
llora
como un río.

Lleno de tempestad
mi rostro
llora como un río
sus sueños
de verano.

Como un río
lleno de tempestad
mi rostro
llora sus sueños
lejanos.

Mi rostro llora
sus sueños lejanos
de una noche
de verano.

118
Índice
Agosto Arturo
Armúa Claudia
Azar Antonio
Baños Gudiño, Ma. Alejandro - Tapia Guerrero, Iván de
Jesús
Barberá Alabat, Vicente
Barrios, Susana
Basanta Díaz, Ana
Biassoni, Ime
Blanco Labardén, Rodó
Caballero, Carlos Justino
Calle González, Antonio
Campos, Gabriela
Contreras, Vanesa Ivana
Coronel Maldonado, Juan Carlos
Crescini Corciones, Lidia
Crespo Ruíz, Carmen
De Battista, Pamela
Della Latta, Susana
Díaz González, Ledy Raúl
Díaz, Ignacio Oscar
Drajer, Eliana
Dupuy, Alcides César
Etchegaray, Cristina
Fernández Argudo, Cristina
Fernández, Raquel
Gambell Marianne
Gil, Silvana
Guzmán Naranjo, Isabel
Ifrán, Raúl Oscar
Leal Hernández, Abelardo
Legua Ychillumpa, Oscar
Leiln Piacentini, Virginia
López Torres, Abigail
Martino, Marisa
Mottes, Silvia Estela
Nani, Ricardo
Ojeda, Raúl Francisco
Oliva, Ángel Darío
Ortega Rubio, Mercedes

119
Pamucio, Luciano
Pantoja, Gabriel
Pérez Segura, Ricardo José
Polo Margareto, M Aranzazu

Ponce Sánchez, Jahziel


Reta, Martín
Roldán, Marta Alejandra
Ruiz del Amor, José
Ruiz Ortegón, María Carolina
Santamaría Cid, Sol
Santos Balán, Omar Alberto
Solis Guzmán, Edgar
Tagar, Viviana
Torrijos López, Pilar
Vásquez González, Miuler
Vásquez, Juan Carlos
Zanini, Rosane Marta

120
121
122
123
124

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