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NATURALEZA Y CREATIVIDAD LITERARIA

Gutemberg Aliaga Zegarra

El cuento, considerado por algunos estudiosos, como una expresión


sociológica de la imaginación, recurre a varios factores, entre ellos, los socio -
telúricos que en este caso, podríamos decir, que se dan con millonaria
generosidad para ser captados y adecuados a la creatividad, en todos los campos
del saber humano.

A veces, uno se queda maravillado, diríamos mejor, absortos, ante un


grandioso espectáculo que nos ofrece como premio divino, nuestra madre
naturaleza en todos los confines que Dios creó. No hay que olvidar que la
naturaleza fue siempre una fuerza superior al hombre; y, por lo tanto, nos
da sabias enseñanzas.

La compleja sicología de los moradores de determinada región y la


naturaleza; en el caso mío, la provincia de Celendín; y para ser más puntual,
mi ciudad natal Sucre, antes Huauco; forman un sólido binomio que constituye
un inagotable venero de motivos, de personajes y sugerencias. A todo esto,
los que de alguna forma nos convertimos en captores, a través de la escritura
literaria, de la forma oral, individual o colectiva de los pobladores; y le
ponemos por cierto un poquito de emoción humana para de esta manera poder
rescatar y reflejar dolorosas situaciones sociales.

El trabajo mío, como maestro, son escritos sin pretensiones literarias,


sólo con una amorosa fidelidad al paisaje, a las costumbres, al suceso pequeño
o grande, alegre o doloroso, trascendente o fugaz, que hacen historia en mi
pueblo.

En cierta oportunidad el laureado escritor celendino Alfonso Peláez


Bazán, trasmitió lo dicho por un ejemplar hijo huauqueño, cuando éste, definió
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a su terruño diciendo: “Soy de la tierra donde nacen el rayo y la tempestad”.


A lo que Peláez Bazán agregó: Sucre tierra bella y brava, tierra de habla
fuerte, expresiva, gráfica y rica en metáforas. Sucre, inagotable filón para la
inquietud literaria.

No hay que olvidar también, que todos los pueblos tienen una historia
oficial, general, que alberga una serie de episodios y acontecimientos formales
y establecidos. Pero, los pueblos de una larga trayectoria en el tiempo, tienen
otra historia, una historia popular y simple; cuyos protagonistas son habitantes
modestos que ejercen un repentinismo dentro de anécdotas y tradiciones de
diverso matiz y nivel.

Permítame, amables lectores, ranscribirles en verso y prosa la vida y


pasión de dos seres humanos: uno, sordo y mudo y el otro mudo de nacimiento.
Personajes, como se dice, de la noche a la mañana aparecieron por las calles
de los apacibles pueblos de Sucre y José Gálvez. A uno de ellos se le conoce
por José o Mudo Pepe; el otro se llama Rosario y el título del relato es; El
Rosario de un Mudo.
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EL MUDO PEPE

¿de dónde vino?...


¿a dónde el camino irá?...
el mudito Pepe meditabundo está

Un día de Dios
apareció el mudo Pepe
con sus pertrechos bajo el brazo
exhibiendo el verde-mustio
en el fulgor jubiloso
de sus apacibles ojos

Los huérfanos bolsillos


de su andrajosa vestimenta
permanecen arracimados
en un mutismo absoluto
de su tosca humanidad

A intervalos se escucha
un sordo y débil pujido
y una torpe sonrisa
devolviéndole a la gente
un atisbo de su gratitud

Cuando el sol del mediodía


se aploma en las calles soledosas
el pueblo se amodorra…
entonces… el mudo Pepe
esbozando una mueca de tristeza
y gritando pobreza en su vestir
a paso lento va…
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bajo la mirada piadosa de Dios

En la maraña de la noche
busca abrigo por doquier
ovillándose en el suelo
con sus reales vestimentas
desgarrada por los años
bajo el manto protector
del Eterno Hacedor.

EL ROSARIO DE UN MUDO

La noticia se esparció por la campiña como reguero de pólvora… “¡Han


capado a un mudo!... ¡Han capado a un mudo!”… Era la frase que repetían
todos, pasando del estupor a la rabia.

Su cadencioso andar paquidérmico habíase tornado en lento y doloroso


caminar, por efecto de la herida dejada por el bisturí de algún aspirante a
galeno.

Sus grasientos y ensangrentados andrajos, con olor a la pobreza, habían


quedado allá en aquella choza, como únicos testigos de tan condenable crimen.

Su mirada habíase tornado esquiva y torva, como la de un anciano de


setenta años. Y, por las órbitas lacrimales fluían gotas de llanto, que se
deslizaban por los cetrinos pómulos, como impotente expresión de su
infortunio.
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Se empezó a lanzar improperios por parte de los curiosos que nos


habíamos dado cita frente al puesto de la Guardia Civil de Sucre, al conocer
la noticia.

- Tenemos la truza ensangrentada como muestra irrefutable de este


crimen.
- Comentó un custodio del orden público.
- Quien más, quien menos, esperábamos saber quién o quiénes eran los
actores de tan inhumano crimen, y esto habría sucedido, siempre y
cuando no tuvieran tanto de añejos la coima, el soborno y la injusticia.

Nada… Nada se supo de la suerte que corrió el pobre mudo Maximino,


después de la salvaje amputación; solamente quedaron las conjeturas y el
oportuno verso que lanzó como protesta el viejo inmenso de don Quirino
Araujo, y que el mismo entonó con ocasión de una breve “bomba” fajada en
las fiestas carnavalescas, guitarra en mano desde luego:
Chaquil querido,
tierra de mis amores.
Tierra donde han nacido,
los mejores capadores.
_ . _

Dicen que han capado un mudo


y eso nadie lo adivina,
será por muy troludo
o pa´ llevarlo a la Argentina.

Algunos meses después de bajado el telón, culminado el primer acto del


drama trágico del “Mudo”, y cuando ya las gentes habían echado buena porción
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de tierra sobre tan chismeado atropello, reaparece el mudo, luciendo saco nuevo
y alba camisa, correteando detrás de los becerros y vacas de su sempiterno
“amo”, siempre faite y siempre guiñando a las buenasmozas que con él
coincidían en la verde y fraganciosa campiña, sabe Dios si añorando la posesión
de aquel atributo viril que, maldita la hora de atender los ruegos eróticos de
una solterona.

Pocos días después las conjeturas del primer momento quedaron


confirmadas: La castración del mudo fue un acto cruel de venganza. Se supo
entonces que el mudo fue seducido por una dama ya de edad, que un día de
ordeño mañanero le hizo conocer el clímax del amor.

REFERENCIAS DEL AUTOR: GUTEMBERG ALIAGA ZEGARRA

Sucreño de nacimiento, profesor de educación secundaria. A través de sus


narraciones ha logrado presentarnos la idiosincrasia risueña de su pueblo (Sucre-
Celendín), según la cultura, la edad o la época de sus protagonistas.

Ha participado como ponente en varios encuentros literarios a nivel nacional y


regional. Es un activo Promotor Cultural de su pueblo, gestor de una de las
más implementadas Bibliotecas Populares de Celendín.

Integrante de la Asociación de Poetas y Escritores de Cajamarca.

En 1989, obtuvo Mención Honrosa en el Concurso Nacional de Cuentos Andinos,


realizado por el Ministerio de Educación y el Proyecto FAO-Holanda.

En 1991, obtuvo el Primer Puesto en el concurso de Cuento Alfonso Peláez


Bazán, organizado por la Asociación Celendina, de residentes en Lima.
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En 1992, obtuvo Mención Honrosa en Cuento en los Juegos Florales César


Vallejo, organizado por la Universidad Nacional de Cajamarca.

Ha publicado:
 El Sueño del Floripondio - 1999 (Cuentos).
 Fibras del Tiempo - 2003 ( Versos).
 Personajes de la Historia Sucrense - 2007 – Primera Edición
(Crónicas) Coautor: Olindo Aliaga Rojas.
 Personajes de la Historia Sucrense – 2009 – Segunda Edición
por la Municipalidad de Cajamarca (Crónicas) Coautor: Olindo Aliaga.
 Avatares…y relatos al paso – 2011 (Cuentos).

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