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Dos reportes interesantes por si no los vieron.

Una entrevista sobre espacios de


corrupción estatal y la forma de enfrentarlos. Tengo muchas críticas a Cilloniz en otros
temas, pero estas medidas son interesantes y relevantes por lo que nos muestran
respecto a espacios de corrupción y su profundidad. Y el reporte sobre tráfico de
terrenos también muestra los vínculos estatales en actividades que requieren cierta
complicidad de funcionarios camino a su formalización. Me comentaban que las
políticas de entrega de títulos pueden terminar beneficiando (en muchos casos sin
querer) a estas actividades. Para ir pensando su examen final.

Fernando Cillóniz describe su labor como gobernador de


Ica y los problemas de corrupción que hay en su región y
en el Estado Peruano.

— Ya son tres años y medio de tu gestión. ¿Estás satisfecho con lo que


has podido hacer?
Siento que hemos podido haber hecho más. Sin embargo, creo que hemos
avanzado mucho y en espacios que jamás había imaginado poder mejorar el
bienestar de la ciudadanía, como en salud. Todos tenemos la imagen de una
salud pública caótica, cruel, maltratadora, que se grafica en las colas de
amanecida. El paciente, generalmente una persona pobre, tiene que hacer
colas de amanecida y con la incertidumbre de si va a ser tratado o no al día
siguiente. Eso, para una persona enferma, accidentada o herida, es cruel. Eso
ha desaparecido en Ica. Esas colas se debían principalmente a la corrupción
de algunos malos médicos que abandonaban sus consultorios, sus guardias, a
media mañana para ir a atender prácticas privadas. Ese es un vicio, un cáncer
que existe en todos los hospitales del país. Nosotros lo hemos extirpado con
sanciones administrativas que han resultado en la destitución, bajo la Ley
Servir, de casi treinta médicos con veinte o treinta años de servicio. Además,
hemos instalado tecnología digital que programa muy bien las citas y se evitan
las colas.

— ¿El gremio de los médicos no protestó?


Lo increíble fue que el Colegio Médico de Ica se puso del lado de los médicos
corruptos, al igual que los congresistas por Ica, algunos otros congresistas y el
Consejo Regional de Ica. La mafia, como yo la llamo, que tiene muchos
vínculos con ciertos periodistas en Ica, y se defienden entre sí. La mafia está
enquistada en todos los espacios de poder.

—¿Entonces cómo has podido hacer estos cambios si tienes a todo el


mundo en contra?
No, no es todo el mundo. En realidad, es un grupo muy dominante, muy
mandón como se dice, que no son todos ni remotamente. ¿Cómo lo hemos
hecho? Recurriendo a Servir, que ha sido un gran aporte. Nosotros debemos
tener unos veinte, treinta gerentes públicos de Servir. La revolución de la salud
pública en Ica tiene mucho que ver con los profesionales que Servir ha puesto
a nuestra disposición.
— ¿Los médicos que no fueron despedidos trabajan a gusto o a
regañadientes?
Algunos a regañadientes, pero en general la actitud, el ambiente han mejorado.
Por ejemplo, la directora del Hospital Regional de Ica, que fue la que puso
orden en el hospital, recibió una muestra de cariño masiva de los médicos,
enfermeras y técnicos en el Día de la Madre. Entonces, sí creo que hemos
sacado la podredumbre, y lo penoso es ver cómo el Colegio Médico, algunos
congresistas y el Consejo Regional de Ica defienden lo indefendible.

— ¿Puedes dar los nombres de esos congresistas?


Sí, sí. Betty Ananculi, César Segura, Alberto Oliva y el mismo Miguel Elías.
Elías, a través de cartas, me exigía la destitución de los directores que estaban
poniendo orden, y los otros acogieron abiertamente en el Congreso a los
médicos sancionados, poniéndose de su lado. La Comisión de Salud, de Ética,
han citado de una manera abusiva a nuestros directores que están poniendo
orden.

— En la Dirección de Transportes hubo también una gran batalla ¿no?


En Transportes la mafia de los brevetes también era bravísima. Está en todo el
país y nosotros la hemos decapitado. Destituimos a seis o siete funcionarios de
la Dirección Regional de Transportes, mafiosos completos articulados con la
fiscalía, los jueces, los periodistas y congresistas. El congresista César Segura
ha sido un defensor de la corrupción en Transportes. Él mismo ha pedido la
destitución de la directora, porque no fue atendido con un duplicado de un
brevete falso para su hija. Uno asume que los padres de la patria deben estar
del lado de la ley, pero es todo lo contrario. Es lo impensado.

— ¿Esta mafia en Transportes qué efectos tenía en el otorgamiento de


brevetes para el ciudadano?
Se entregaban brevetes a cambio de dinero a gente y a conductores de
autobuses y de camiones que no saben manejar. Los accidentes de tránsito en
el Perú tienen mucho que ver con que hay mucha gente que está manejando
sin saber manejar. Por otro lado, era comodísimo para los pudientes pagar mil
soles y recibir un brevete a domicilio, pero la gente pobre también tenía que
pagar para acceder a un brevete. Ahora tienen que dar todos los exámenes y el
brevete se entrega apenas se termina de aprobar el examen de manejo, en el
acto.

— ¿En educación hay corrupción?


Sí, debe haber diez maestros y directores destituidos. Hay maestros que
cobran por aprobar a alumnos y lo que es terrible en el Perú son los
tocamientos, supuestas violaciones. En la propia sede del Gobierno Regional
de Ica, hemos destituido también a unos seis u ocho funcionarios,
principalmente por rendir cuentas de viáticos con facturas falsas. Existe un
mercado, y en todo el Perú, de venta de facturas de restaurantes y de hoteles,
que uno llena a su antojo y le roba al Estado 50 soles, 70 soles, 120 soles, pero
de manera sistemática. Llamas a la Sunat y descubres que la numeración no
coincide. O al establecimiento. Eso a la larga suma un montón de dinero y hay
muchos funcionarios que estaban acostumbrados a duplicar sus sueldos, que
son muy bajos, es cierto. Yo estoy convencido de que un porcentaje muy
significativo del gasto público y, por ende, del déficit fiscal, es fraudulento.

— Lamentablemente, no puede haber reelección. Entonces, todos tus


avances en este terreno pueden deshacerse con el próximo gobernador
regional.
Ojalá no. Es cierto que todos los poderes están infestados. El Ejecutivo, los
gobiernos regionales y municipales, el Ministerio Público y el Poder Judicial y el
propio Congreso están infestados de gente corrupta. Pero he llegado a la
conclusión de que sí se puede confrontar la corrupción, y que hay muchos
funcionarios honestos, eficientes, que están dispuestos a dar la lucha. La
frustración, sin embargo, es que todo esto lo hemos puesto en consideración
del Ministerio Público y no pasa nada. No hay sanción, hay impunidad. El
sistema de justicia de nuestro país es muy poco efectivo. Me refiero a la policía,
al Ministerio Público, la contraloría. La contraloría no detecta estos casos que
son flagrantes y masivos.

— ¿Hay impunidad por la corrupción de esos poderes o por su


ineficiencia?
Hay corrupción, pero también hay indolencia, ineptitud y también hay boicot. El
Estado se ha llenado de elementos contrarios al servicio público. Nosotros
tenemos gente, funcionarios, que ingresan a los sistemas digitales a tratar de
tumbarse procesos de subastas públicas. Quieren el fracaso del gobernador...

— Ah, por intereses políticos o para defender corruptelas, pero tienen


estabilidad laboral absoluta…
El Estado está atiborrado de gente que nunca debió haber ingresado. Hay
mucho funcionario que está ahí por favores políticos y que no tienen las
capacidades ni la ética. Pero sí se los puede despedir cuando cometen una
falta, inclusive por agredir a usuarios y a compañeros de trabajo. Yo pensé que
no se podía sancionar, pero sí se puede. La Ley Servir lo permite y el tribunal
Servir ratifica o corrige la sanción.

— ¿El tribunal Servir es mucho más efectivo que la contraloría?


Mucho más efectivo. Servir es una institución que destaca.

— ¿Cómo va la doble pista a Ica?


Nosotros logramos adelantar los plazos, pero el Ministerio de Transportes es
muy lento con las expropiaciones. Es un asunto de gestión, porque la ley las
facilita.

— ¿Incapacidad de gestión del Ministerio de Transportes?


Sí, pero cuidado. Yo veo buena fe en el presidente, en los ministros,
viceministros, inclusive en directores generales. Donde el Perú está
absolutamente trabado –porque los ministros son efímeros y cuando alguien
pretende poner un mínimo de orden, lo sacan– es en ese quinto nivel, en la
costra del quinto nivel. Eso explica la traba de la reconstrucción. Hay
corrupción, chantaje. Hay muchos funcionarios que han entrado con padrinos
del humalismo, padrinos de todos los gobiernos, y tienen como consigna
política boicotear el proceso de la gestión pública. En el Hospital Regional de
Ica, por ejemplo, el boicot se manifestaba en atoros provocados de las redes
de desagüe para que se inundara el hospital. Le meten batas de cirujanos y
taponean el desagüe. O ponen cucarachas en el comedor, en la cocina, y
llevan a periodistas a fotografiar las cucarachas. Entonces, eso es puro boicot.

— ¿Y qué hacer con este quinto nivel?


Yo creo que hay que sacar la mitad. Hay unos cientos de miles de burócratas
que no entraron por méritos, sino por la puerta falsa, con un tarjetazo o
comprando el puesto, o falsificando certificados de estudios, engañando al
Estado. Nosotros hemos destituido a médicos que tenían certificado médico
falsos. Llamas a Sunedu y resulta que es falso. ¡Estaban atendiendo a
pacientes no siendo médicos! También hay certificados de trabajo falsos. Uno
llama al establecimiento, resulta que nunca trabajó ahí. Es el mundo de la
mentira.
— ¿La contraloría no debería hacer ese trabajo de verificación general de
certificados de estudios o trabajo en todo el Estado?
Yo creo que sí. Y yo confío en el contralor. Nos espera una guerra para
eliminar la corrupción, que está enquistada en todos lados. Es un cáncer y hay
que extirparlo. Hay que elegir a autoridades que estén dispuestas a comprarse
el pleito. El problema es que nadie quiere comprarse el pleito. Entonces, están
flotando ahí y es un gravísimo error porque el corrupto te come, te gana, si no
lo confrontas.
— ¿La descentralización funciona?
Hay muy poca autonomía. Yo creo que es un fracaso la regionalización. En
realidad, el Estado Peruano es un fracaso. La economía peruana es un éxito
gracias a la Constitución del 93, pero la administración de los tributos que la
economía genera es un fracaso. No hay servicios, no hay orden, no hay
justicia.
“Podemos empoderar a la ciudadanía”
— Hay muchos problemas con las empresas municipales de agua
potable, las EPS. ¿Cómo funcionan en Ica?
Muy mal. La gestión del agua potable en el país es un fracaso. La gestión del
agua potable hay que retirarla de la gestión municipal y concesionarla a
empresas especializadas. Otro fracaso municipal es la gestión de la basura. Ica
y Chincha son unos basurales.
— ¿No hay rellenos sanitarios?
Son todos botaderos clandestinos, los propios alcaldes los promueven.
— ¿Quién debería manejar la basura?
La basura tiene que concesionarse. O es el Ministerio de Salud o es el
Ministerio de Vivienda. Pero no puede ser una gestión municipal, ha fracasado.
— En Ica había muchos problemas de seguridad, extorsión, usurpación
de tierras…
La madre del cordero es la corrupción. Yo valoro mucho a la Policía Nacional y
a nosotros nos ha ayudado enormemente en poner orden. Sin embargo,
¿cuántos policías están metidos en la mafia del tráfico de tierras y en las
mafias de los sicarios y de narcotraficantes? Entonces, también hablando con
el general de la policía de la región Ica, que es una persona correcta, y el
coronel que ve Ica, ellos reconocen el daño que hace la corrupción en el
interior de la institución.
— ¿Y no pueden hacer nada?
Dicen que están sancionando, pero yo creo que esto tiene que ser una guerra
efectivamente liderada por una institución como la contraloría, que ojalá tenga
respaldo de los gobernadores y de los alcaldes, esa es mi duda. Uno lo ve en
estas campañas, hay mafias que están postulando. Entonces, si llegan, es
imposible controlar la corrupción, porque son ellos la corrupción. Pero no quiero
transmitir tanto pesimismo. Yo creo que tenemos que empoderar a la
ciudadanía. Nosotros en Ica tenemos un programa muy interesante que se
llama Tecnológica, para generar ideas y ‘start-ups’, incubadoras de ideas
brillantes. Lo estamos haciendo con Fundación Telefónica y el Banco
Interamericano de Desarrollo. Yo estoy pidiendo a los chicos que inventen un
sistema de detección de corrupción y maltrato de funcionarios. Yo tengo mucha
esperanza en la juventud.
— Debería haber un sistema de denuncias.
Sí, pero confío poco en el sistema. Confío más en la prensa objetiva,
independiente y veraz. En Ica hay muy buenos periodistas, y existen muy
buenos periodistas chantajistas. El chantaje periodístico es una práctica
recurrente en todo el Perú. Pero hay muy buenos periodistas también.
— ¿La seguridad ha mejorado?
Sí, sí ha mejorado. Y lo dice el Instituto Nacional de Estadística e Informática.
Yo participo todos los meses en el Comité Regional de Seguridad Ciudadana
(Coresec). Y asistimos las cabezas, nosotros no delegamos. A mí me parece
que estas megaoperaciones en Ica han funcionado, y eso es mérito del ministro
Basombrío y los que lo han sucedido.
— ¿Qué fue del proyecto de Agua Grande?
Nosotros hemos construido 53 reservorios en la sierra y vamos a terminar con
cientos. Y estamos fascinados con la iniciativa privada cofinanciada que está
siendo desarrollada para afianzar Ica y Pisco, el Agua Grande. Una vez que se
termine la ingeniería, que puede tomar seis meses o un año, se convoca a
concurso público.
El cruel negocio del tráfico de terrenos: un lucrativo delito
se expande
Cada mafia de tráfico de terrenos puede acumular S/20 millones al año, según la fiscalía.
Organizaciones criminales operan principalmente en Lima y la costa norte y sur del país
A las 4:35 a.m. del pasado 20 de marzo, William Merma Valencia, sindicado como el mayor
traficante de tierras en Arequipa, fue capturado en uno de los 450 lotes que ofertaba dentro de un
predio de 18 hectáreas, usurpado a una familia de esa región.
Desde hace 10 años, Merma encabezaba un grupo delincuencial que anualmente reunía casi S/15
millones, producto de estafas y extorsiones. El nombre con que la policía bautizó a esta
organización criminal definía la procedencia y crueldad de sus integrantes: Los Malditos de
Chumbivilcas.
Siempre bajo la fachada de una asociación de vivienda, la mafia invadía cualquier terreno
desguarnecido, lo lotizaba y luego vendía cada parcela a bajos precios.
Los compradores –en su mayoría personas humildes y desesperadas por una vivienda– eran
obligados a construir sus casas con materiales y albañiles que la propia mafia asignaba, y a pagar
por servicios básicos o de seguridad que nunca llegaban a tener. Ante la extorsión, terminaban
huyendo o eran expulsados a balazos.
Con Merma cayeron 26 de sus cómplices, entre invasores, sicarios, jueces y funcionarios
municipales que validaban las ocupaciones.
Los Malditos de Chumbivilcas habían llegado a controlar 500 hectáreas de terrenos privados y del
Estado en Arequipa. En esa región, la Oficina de Ordenamiento Territorial tiene registradas 6.000
hectáreas usurpadas. Sin embargo, Arequipa no es una de las regiones más azotadas por
el tráfico de tierras.
La Superintendencia de Bienes Nacionales (SBN) informó a este Diario que Lima, Piura, Áncash,
Moquegua e Ica concentran la mayoría de áreas recuperadas del dominio de los traficantes.
Según dijo el procurador de la SBN, Carlos Rodríguez, desde el 2014, cuando se emitió la Ley
30230, que permite a la Procuraduría Pública de la SBN retomar terrenos estatales de forma
extrajudicial, 1.066 hectáreas de esas regiones han regresado a poder del Estado.
–Delito avasallador–
En el Perú, el tráfico de terrenos es el segundo delito (después del narcotráfico y junto con la
trata de personas y la minería ilegal) que actualmente genera mayores ganancias a las
organizaciones criminales y, en consecuencia, el que más ha estado creciendo, reveló el
coordinador de las fiscalías contra el crimen organizado, Jorge Chávez Cotrina.
El fiscal señaló que cada una de estas redes de traficantes de terrenos puede movilizar hasta
S/20 millones al año, básicamente, por las ventas sucesivas de un mismo terreno o lo que se
conoce como ‘ruleteo’.
Rubén Vargas, ex viceministro de Orden Interno, señaló que recién desde hace dos años, con el
desarrollo de los megaoperativos policiales, ha sido posible identificar que detrás de las
invasiones siempre había mafias bien montadas y coludidas con autoridades.
Además, si bien el tráfico de tierras era allí el delito principal, este se complementaba a partir
de la extorsión y el sicariato. “El 90% de invasiones en Lima y la costa norte ha sido dirigido por
organizaciones criminales”, dijo Vargas.
Desde el 2016, la policía y fiscalía han realizado 120 megaoperativos. La mitad sirvieron para
desbaratar redes de usurpadores y traficantes de tierras. Chávez Cotrina estimó que hay al
menos 45 procesos judiciales en marcha contra cabecillas y lugartenientes. Ninguno ha sido
sentenciado todavía.
El megaoperativo contra Los Malditos de Chumbivilcas fue el último que se ha ejecutado contra
mafias de tráfico de terrenos. El fiscal Chávez Cotrina explicó que en abril hubo menos golpes al
crimen organizado debido a la crisis política que derivó en el cambio de presidente de la República.
Este mes hubo cuatro megaoperativos, todos ellos contra mafias dedicadas al cobro de cupos en
construcciones, otro delito arraigado en varias ciudades del país.Antes de terminar su gestión, a
fines de marzo, Rubén Vargas indicó a El Comercio que de otros 120 megaoperativos ya
diseñados y con carpetas fiscales listas, al menos 48 tenían el objetivo de atacar a organizaciones
de tráfico de tierras, cuyo ámbito de acción está en Lima y la costa norte del país.

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