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Hay fuentes termales antiquísimas que eran conocidas y utilizadas por las etnias
originarias y que hoy siguen funcionando; la industria salitrera en el siglo pasado y la
actividad cuprífera en la II Región han sido posibles gracias a la existencia del agua
subterránea. Lo mismo puede decirse de las industrias y de la agricultura y de
numerosas actividades de servicio en todo el país.
Optar por una captación de agua subterránea (noria, dren, pozos) es una decisión que
debe ser estudiada con detenimiento, pues a menudo se constituye en la única fuente
de abastecimiento disponible. Además suele ser una inversión importante. A menudo se
opta por la construcción de un pozo sin considerar todas las variables que inciden en un
resultado exitoso, lo que se traduce en frustraciones y errores económicos de
significación.
Además el costo del metro cúbico de agua suele ser mucho menor que algunas de las
fuentes alternativas.
2. Ventajas
El agua subterránea tiene ciertas propiedades importantes algunas de las cuales son las
siguientes:
2.4. Saludable
Para ciertos usos es una ventaja importante la ausencia casi total de masa biótica que
pudiera requerir de pesticidas y similares en el caso de aplicarla al regadío agrícola.
Una ventaja interesante es que el agua subterránea captada correctamente está exenta
de partículas como arenas las que causarían serios problemas en bombas, conductos y
artefactos.
Si bien las sequías afectan los embalses subterráneos haciendo descender los niveles,
por el gran tamaño de los embalses estos registran su inercia de res-puesta es
muchísimo mayor que la de los embalses superficiales. En una sequía un cauce
superficial o un embalse pueden secarse completamente. Un pozo no, en la inmensa
mayoría de los casos.
3. Problemas
Varios son los problemas que registra el agua subterránea en Chile, problemas que son
conocidos por los actores y pese a lo cual, aún persisten con la agravan-te que el paso
del tiempo los complica cada vez más. Estos problemas no son conocidos por el común
de las personas.
Para poder explotar legalmente una captación de agua subterránea se requiere obtener
un permiso que es otorgado por la Dirección General de Aguas del MOP. y para pedir el
derecho primero se debe construir la captación. Pese a lo que se establece en el Código
de Aguas, nadie puede tener la certeza de cuán-do va obtener un derecho de
aprovechamiento aunque haya dado pleno y cabal cumplimiento a las exigencias
legales. El trámite puede demorar años y los proyectos no pueden esperar tanto.
Fuente: El Mercurio
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El agua existe en la Tierra en tres estados: sólido (hielo, nieve), líquido y gas (vapor de agua). Océanos, ríos,
nubes y lluvia están en constante cambio: el agua de la superficie se evapora, el agua de las nubes
precipita, la lluvia se filtra por la tierra, etc. Sin embargo, la cantidad total de agua en el planeta no
cambia. La circulación y conservación de agua en la Tierra se llama ciclo hidrológico, o ciclo del agua.
Cuando se formó, hace aproximadamente cuatro mil quinientos millones de años, la Tierra ya tenía en su
interior vapor de agua. En un principio, era una enorme bola en constante fusión con cientos de volcanes
activos en su superficie. El magma, cargado de gases con vapor de agua, emergió a la superficie gracias a las
constantes erupciones. Luego la Tierra se enfrió, el vapor de agua se condensó y cayó nuevamente al suelo
en forma de lluvia.
El ciclo hidrológico comienza con la evaporación del agua desde la superficie del océano. A medida que se
eleva, el aire humedecido se enfría y el vapor se transforma en agua: es la condensación. Las gotas se
juntan y forman una nube. Luego, caen por su propio peso: es la precipitación. Si en la atmósfera hace
mucho frío, el agua cae como nieve o granizo. Si es más cálida, caerán gotas de lluvia.
Una parte del agua que llega a la tierra será aprovechada por los seres vivos; otra escurrirá por el terreno
hasta llegar a un río, un lago o el océano. A este fenómeno se le conoce como escorrentía. Otro poco del
agua se filtrará a través del suelo, formando capas de agua subterránea. Este proceso es la percolación. Más
tarde o más temprano, toda esta agua volverá nuevamente a la atmósfera, debido principalmente a la
evaporación.
Al evaporarse, el agua deja atrás todos los elementos que la contaminan o la hacen no apta para beber
(sales minerales, químicos, desechos). Por eso el ciclo del agua nos entrega un elemento puro. Pero hay otro
proceso que también purifica el agua, y es parte del ciclo: la transpiración de las plantas.
Las raíces de las plantas absorben el agua, la cual se desplaza hacia arriba a través de los tallos o troncos,
movilizando consigo a los elementos que necesita la planta para nutrirse. Al llegar a las hojas y flores, se
evapora hacia el aire en forma de vapor de agua. Este fenómeno es la transpiración.
El sol dirige el ciclo calentando el agua de los océanos. Parte de este agua se
evapora en vapor de agua. El hielo y la nieve pueden sublimar directamente en
vapor de agua. Las corrientes de aire ascendentes toman el vapor de la atmósfera,
junto con el agua de evapotranspiración, que es el agua procedente de las plantas y
la evaporación del suelo. El vapor se eleva en el aire, donde las temperaturas más
frías hacen que se condense en nubes. Las corrientes de aire mueven las nubes
alrededor del globo. Las partículas de las nubes chocan, crecen y caen del cielo
como precipitación. Algunas caen como precipitaciones de nieve y pueden
acumularse como casquetes polares y glaciares, que almacenan el agua congelada
durante miles de años. En climas más cálidos, los bloques de nieve a menudo se
descongelan y se derriten cuando llega la primavera, y el agua derretida fluye por la
tierra. La mayor parte de la precipitación cae sobre los océanos o la tierra, donde,
debido a la gravedad, fluye sobre la superficie. Una parte de ese agua entra en los
ríos a través de valles en el paisaje, y la corriente mueve el agua hacia los océanos.
El agua filtrada pasa a las aguas subterráneas, que se acumulan y son almacenadas
como agua dulce en lagos. No toda el agua fluye por los ríos. La mayor parte de ella
empapa la tierra como infiltración. Un poco de agua se infiltra profundamente en la
tierra y rellena acuíferos (roca subsuperficial saturada), que almacenan cantidades
enormes de agua dulce durante períodos largos del tiempo. Algunas infiltraciones
permanecen cerca de la superficie de la tierra y pueden emerger, acabando como
agua superficial (y oceánica). Algunas aguas subterráneas encuentran grietas en la
tierra y emergen. Con el tiempo, el agua sigue fluyendo, para entrar de nuevo en el
océano, donde el ciclo se renueva.
Acuífero
Esquema de un acuífero.
[editar] Estructura
Un acuífero es un terreno rocoso permeable dispuesto bajo la superficie, en donde se
acumula y por donde circula el agua subterránea.
Cuando la roca permeable donde se acumula el agua se localiza entre dos capas
impermeables, que puede tener forma de U o no, vimos que era un acuífero cautivo o
confinado. En este caso, el agua se encuentra sometida a una presión mayor que la
atmosférica, y si se perfora la capa superior o exterior del terreno, fluye como un surtidor,
tipo pozo artesiano.