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Mecanismo de activación de la respuesta inmune

La activación de la respuesta inmune,- natural o adquirida-, se produce por una


serie de mecanismos que, de forma coordinada, activan diferentes poblaciones
celulares y la secreción de diferentes moléculas, con la finalidad de eliminar el
agente extraño.

En los diferentes capítulos previos hemos podido observar como el sistema


inmune dispone de diferentes poblaciones celulares (linfocitos T y B,
macrófagos, células presentadoras, células NK, etc.) y moléculas (anticuerpos,
citoquinas y complemento) que de forma coordinada son capaces de
responder ante la entrada de un agente extraño. Vimos como para entrar y
progresar en la infección, un agente extraño tiene que superar diferentes etapas,
en las cuales intervienen distintos mecanismos de protección.

La activación de la fagocitosis se realiza en cuatro fases 1 quimiotaxisis, 2


adherencia, 3 ingestión y 4 destrucción.

Comenzando con las barreras físicas (piel, secreciones de las mucosas, enzimas
proteolíticas, pH del estómago, etc.), que permiten rechazar un gran número de
ellos. Seguido de la respuesta natural o innata que es la primera barrera
inmunológica no específica del cerdo, la cual mediante la activación de
factores humorales como el complemento o celularescomo la fagocitosis o la
activación de las células NK, presentan una alta capacidad de eliminación de
agentes infecciosos, para terminar, en caso necesario (no siempre hace falta, ya
que muchas infecciones no progresan) con la inmunidad adquirida, colofón de la
respuesta inmune, que debido a su especificidad y memoria (características del
sistema inmune) presenta una mayor eficacia y sobre todo, permite al sistema
inmune recordar el agente extraño para futuras infecciones.

MECANISMOS DE DEFENSA
BARRERAS FÍSICAS Y QUÍMICAS
- PIEL
- SECRECIONES
- pH DEL ESTOMAGO
- ENZIMAS
RESPUESTA NATURAL O INNATA (RESPUESTA INMUNE NO ESPECÍFICA)
(FACTORES HUMORALES Y CELULARES):
- COMPLEMENTO VÍA ALTERNATIVA
- FAGOCITOSIS
- ACTIVACIÓN DE LAS CÉLULAS NK
- CITOQUINAS
RESPUESTA ADQUIRIDA (RESPUESTA INMUNE ESPECÍFICA)
(FACTORES HUMORALES Y CELULARES)
- ANTICUERPOS
- COMPLEMENTO VÍA CLÁSICA
- CITOQUINAS
- CITOTOXICIDAD: ADCC y CD 8+

En este capítulo repasaremos los diferentes mecanismos de activación de la


respuesta inmune frente a los diversos tipos de infecciones.

¿Cómo funciona el sistema inmune en las infecciones?

Si un microorganismo atraviesa las barreras físicas (piel), químicas (pH


gástrico, enzimas, etc) o biológicas (microorganismos saprofitos de intestino,
etc) de defensa no inmune y no específica de un animal, se podrán en
marcha una serie de mecanismos inmunológicos (humorales y celulares)
que de forma consecutiva y coordinada responderán a la infección. La
primera respuesta, está mediada por los diferentes mecanismos de la respuesta
natural que se inician de forma inmediata tras la entrada de un agente extraño (4
minutos a 4 horas).

La respuesta natural o innata.

La respuesta natural o innata es la primera barrera inmunológica NO


ESPECIFICA del sistema inmune, está mediada por una serie de mecanismos
humorales (activación del complemento y algunas citoquinas)
y celulares (activación de macrófagos y células NK) que, dependiendo de su
secuencia de actuación, podemos agruparlos en:

A. Actuación rápida (entre los 4 minutos y las 4 horas) mediada por:


1. Activación del complemento por la vía alternativa.
2. Activación de los macrófagos.
B. Actuación media y lenta (entre las 4 horas y los 4 días) mediada por:
1. La inflamación.
2. La activación de las células NK.
3. La producción y liberación de Interferón.

A.1.Activación del complemento. Se conoce como el sistema del complemento


a un conjunto de proteínas plasmáticas y proteínas de membrana que se
activan en cascada y que tienen como finalidad la eliminación del agente
extraño, o bien de forma directa, mediante la lisis del microorganismo; o de
forma indirecta, mediante la fagocitosis de los agentes extraños, la activación
de la inflamación (con la atracción de diferentes células y moléculas que
ayudaran a la eliminación) y la eliminación de los inmunocomplejos antígeno-
anticuerpo. El complemento es uno de los mecanismos de defensa más
importante con los que cuenta el sistema inmune, tanto en la respuesta
natural como en la adquirida. Sus mecanismos de activación pueden llevarse a
cabo por las siguientes vías:

 Vía clásica.

 Vía alternativa.

 Vía de las lectinas.

A.2. Activación de los macrófagos.

Los macrófagos realizan funciones de fagocitosis y de lisis de microorganismos,


ya sea de forma directa (inmunidad natural o innata) a través de sus receptores
para el complemento (C3b) o bien en la respuesta adquirida mediante sus
receptores para la fracción Fc de las inmunoglobulinas. Es decir, los
macrófagos son activados en la respuesta natural por su receptor para el
complemento y en la respuesta adquirida por su fracción para el fragmento
Fc de las inmunoglobulinas. La activación de los macrófagos puede verse
favorecida con la liberación de varias citoquinas como por ejemplo el interferón y
a su vez, su propia activación, producirá más citoquinas que inducirán inflamación,
pasando a la segunda fase de la respuesta natural.

Macrófago fagocitando células de Candida albicans


(152 Kb) © James A. Sullivan, Cells Alive!
Las citoquinas juegan un papel fundamental en la respuesta natural
mediante mecanismos de acción directa frente al agente invasor (evitando la
infección de las células por diferentes virus) o mediante mecanismos de
activación celular (NK y macrófagos) que a su vez liberan más citoquinas

La inflamación. Los macrófagos y las células NK estimuladas liberan


diversas citoquinas que inducen inflamación local, y otras acciones de
carácter general, como la elevación de la temperatura corporal. Estas acciones
juegan un papel defensivo muy importante en la respuesta natural, ya que
estimulan la atracción de las células inmunes a la zona afectada. Las principales
citoquinas que intervienen en este tipo de respuesta las vimos en: ¿Cómo
intervienen las citoquinas en la respuesta natural o innata?. En ese mismo
capítulo también revisamos la activación de las células NK y la producción y
actuación del interferón.

Si a pesar de la activación de todos estos mecanismos de la respuesta natural la infección si


el sistema inmune pondrá en marcha los mecanismos de la respuesta adquirida.

La respuesta adquirida
Mecanismos de presentación de antígenos. Cooperación celular entre las
células presentadoras de antígeno y los linfocitos T CD4 y los B. La
actuación de diferentes citoquinas es fundamental en el proceso.

La respuesta inmune adquirida es una respuesta ESPECÍFICA inducida por


un antígeno concreto que genera una respuesta para ese antígeno. Se pone
en marcha tras el fracaso de la respuesta natural y sus primeras acciones
comienzan ha observarse entre las 96 y las 120 horas post infección. Los agentes
extraños o antígenos, no eliminados durante la respuesta natural, son llevados
por los macrófagos desde la puerta de entrada hasta los órganos linfoides
secundarios (ganglios linfáticos) donde las células presentadoras comenzaran
su procesamiento del antígeno para iniciar la presentación a los linfocitos T CD 4+
(¿cómo se estimulan los linfocitos B?)

y estimulación de los linfocitos B gracias a la cooperación de los linfocitos Th 2 y


la posterior para la producción de anticuerpos. Este tipo de respuesta puede
ser primaria o secundaria. Durante la respuesta primaria se producirán
los linfocitos memoria, que permitirán al sistema inmune reaccionar de forma
más rápida y eficaz ante otra posible infección del mismo antígeno, en la
respuesta secundaria. Gracias a este tipo de respuesta inmune los animales
vencen las infecciones que no han podido ser cortadas por la respuesta
inmune natural y gracias a la memoria que persiste les puede hacer
resistentes a futuras reinfecciones.

En la técnica de seroneutralización, se valora la capacidad del suero


problema (a diferentes diluciones) para neutralizar la infectividad de un
virus, sobre una línea celular sensible. Si el anticuerpo problema neutraliza
el virus, no habrá replicación viral (ausencia de efecto citopático) si no lo
neutraliza, habrá replicación viral (efecto citopático). En los virus que no
producen efecto citopático, la posible replicación viral se observa mediante
técnicas de inmunofluorescencia o peroxidasa.

Los anticuerpos inducidos en la respuesta inmune adquirida podrán reaccionar


frente al antígeno y poner en marcha diferentes funciones biológicas tales
como:

La activación del complemento por la vía clásica.

La aglutinación,

La neutralización (seroneutralización)

La citotoxicidad ADCC,

La activación de la fagocitosis, etc.


Además, de la citotoxicidad inducida por los anticuerpos (ADCC) y por la
activación del complemento por la vía clásica, en la respuesta adquirida
intervienen otros procesos citotóxicos mediados por los linfocitos CD 8+ que
están especializados en eliminar células que expresan fragmentos de antígenos
en su membrana asociados al SLA I. Gracias al reconocimiento por parte del TcR
del complejo antígeno-SLA I, los linfocitos CD 8+ pueden diferenciar las células
infectadas de las normales.

Por último, al igual que en la respuesta inmune natural, en la respuesta inmune


adquirida intervienen un gran número de citoquinas.

Respuesta humoral y celular

Como hemos visto en la descripción de los mecanismos inmunitarios de la


inmunidad natural y adquirida en ambos tipos de respuestas intervienen
factores humorales y celulares, por lo que también se puede hablar de una
respuesta inmune humoral y otra celular; aunque en realidad ambos
mecanismos actúan de forma coordinada. En la respuesta natural el
mecanismo humoral más importante es el complemento (vía alternativa)
mientras que en la respuesta adquirida son los anticuerpos. En cuanto a
los mecanismos celulares en la respuesta natural el mecanismo más
importante es la activación de los macrófagos y las células NK, mientras
que en la inmunidad adquirida es la activación de los linfocitos CD 4 + y CD 8
+. En ambas respuestas, juegan un papel de gran importancia las citoquinas.
Esquema de la estructura de las inmunoglobulinas.

Respuestas inmunes innata y adaptativa

Dra. Rosa Castellanos Martínez, 1 Dra. Mercedes Guevara Rosales, 2 Dra. Rosa
Robinson Rodríguez 3 y Dra. CM Loida Vázquez Ríos. 4

Resumen

Se hizo una revisión bibliográfica acerca de las respuestas inmunes innata y


adaptativa del organismo contra los agentes patógenos invasores, de donde se
derivó que si bien la primera actúa contra las infecciones en su fase inicial, la
segunda protege contra la reinfección por el mismo microorganismo, además de
eliminarlo, de manera que ambos tipos de inmunidad son los principales
mecanismos de defensa del huésped contra los procesos infecciosos de cualquier
índole.

Descriptores:INMUNIDAD; INFECCIÓN; RECURRENCIA.

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Inicialmente, la inmunología se describió como el estudio de las reacciones


antígeno-anticuerpo, en las que el hospedero se hacía resistente a la enfermedad
y al término determinaba una defensa beneficiosa para éste, inducida por el
antígeno. A este tipo de inmunidad se le ha denominado específica o adaptativa;
pero hay otro tipo de respuesta defensiva no específica para el antígeno o
microorganismo, que se conoce como inmunidad innata o natural.

Basándonos en la información sobre los distintos elementos que permiten el


funcionamiento del sistema inmune, creemos importante analizar los mecanismos
de defensa que nos protegen de la diversidad de formas parasitarias patógenas
existentes en el mundo que nos rodea.

Desarrollo

Una respuesta inmune específica que provoca la formación de un efector contra


un patógeno en particular, recibe el nombre de respuesta inmune adaptativa,
puesto que ocurre durante el tiempo de vida de un individuo como adaptación a
las infecciones por patógenos. En muchos casos, esta respuesta garantiza un
largo período de protección o inmunidad a la reinfección por el mismo agente.

La inmunidad innata, sin embargo, conocida por los trabajos de Elie Metchnicoff,
actúa siempre de igual forma. Este inmunólogo ruso descubrió que muchos
microorganismos podían ser ingeridos y digeridos por células fagocíticas, a las
que llamó macrófagos, las cuales actúan siempre sin variaciones ante cualquier
microorganismo, en contraste con los anticuerpos, que solo responden ante
sustancias específicas que generan su producción.

Ambas respuestas defensivas: innata y adaptativa, dependen de las actividades


de las células blancas o leucocitos. La inmunidad innata (II) está mediada por los
granulocitos y macrófagos; la adaptativa (IA), por la acción de los linfocitos,
además de proteger prolongadamente después de padecer una enfermedad
infecciosa o vacunación. Los dos sistemas constituyen una efectiva defensa
contra la gran cantidad de patógenos que nos rodean.

Los fagocitos del sistema inmune innato constituyen la primera línea defensiva
contra muchos microorganismos comunes, pero no siempre pueden eliminar al
agente infeccioso e incluso hay algunos patógenos que ellos no pueden
reconocer. Los linfocitos de la inmunidad adaptativa han desarrollado medios más
versátiles de defensa, que incrementan el nivel de protección ante la reinfección
por el mismo agente. Las células de la II desempeñan una función crucial en el
control de la infección al inicio del proceso y seguidamente se desarrolla la IA. 1

INMUNIDAD INNATA

La defensa innata ante las infecciones tiene como principio el reconocimiento de lo


ajeno o extraño, pero de forma inespecífica; es decir, actúa igual ante cualquier
agente agresor y no varía la intensidad de su respuesta aunque se repita la
agresión más de una vez. Forman parte de la II:
Defensa de superficie
Factores humorales
Fagocitosis
Respuesta inflamatoria
Acción de los interferones
Acción de la célula NK.

DEFENSA DE SUPERFICIE

Para que un agente biológico produzca infección, debe atravesar primeramente


una importante barrera defensiva superficial, conformada por la piel y las mucosas
de los tractus gastrointestinal, respiratorio y genitourinario, la cual funciona
siempre que los tejidos intactos del cuerpo se enfrenten al ambiente externo.

El pH ácido del sudor, como elemento defensivo, se debe al contenido en ácidos


grasos, láctico y acético; inhibe el crecimiento microbiano y destruye a los agentes
agresores.

Todas las aberturas naturales de nuestro cuerpo están tapizadas por membranas
mucosas que segregan mucus y poseen, algunas de ellas, células ciliadas
capaces de desplazar a los microorganismos patógenos hacia los sitios de
expulsión. Las personas con defectos en las secreciones mucosas o inhibición del
movimiento ciliar experimentan frecuentes infecciones pulmonares. 2

Además de funcionar como barrera física, la superficie epitelial produce sustancias


químicas que son microbicidas e inhiben el crecimiento microbiano como
la lisozima (enzima catiónica presente en las lágrimas, saliva, secreciones
nasales y conjuntivales, leche materna, moco cervical e intestinal, etc.), que
reduce la concentración local de agentes patógenos susceptibles al atacar los
mucopéptidos de sus paredes celulares, especialmente de bacterias
grampositivas.

La lactoferrina es una proteína que enlaza el hierro y mantiene la concentración


de éste por debajo de los niveles a los cuales crecen muchas
bacterias. 3 Los glucolípidos salivales previenen la adherencia de bacterias
cariogénicas a la superficie de las células epiteliales de la boca, mediante una
inhibición competitiva. 4, 5

La saliva y la leche materna contienen un sistema de lactoperoxidasa con


actividad antimicrobiana. La leche humana también posee lipasa, con capacidad
destructora sobre los trofozoitos de Giardia lamblia y Entamoeba histolytica. 5
En el estómago, el ácido clorhídrico secretado es suficiente para destruir muchos
agentes patógenos gastrointestinales; la acidez gástrica retarda, además, el
acceso al intestino de la Salmonella tiphy y el Vibrium cholerae, así como también
de los virus con cubierta. La espermina es una poliamina prostática potente,
inhibidora de microorganismos gramnegativos, que se encuentra en el semen. El
moco secretado por el cuello uterino tiene propiedades bactericidas; su viscosidad,
por sí sola, representa una importante barrera defensiva. 5, 6

Dentro del mecanismo de defensa de superficie reviste particular importancia la


INTERFERENCIA MICROBIANA; fenómeno que ocurre cuando dos o más
agentes biológicos establecen relación, de manera que uno de ellos actúa como
dominante y el otro como suprimido o dominado.

Muchas superficies corporales expuestas al medio externo son colonizadas por


microorganismos no patógenos o débilmente patógenos, que constituyen la flora
normal, los cuales “compiten” con los agresores por los sitios de fijación y los
nutrientes, además de elaborar sustancias antimicrobianas como el plicin y
anticuerpos (Ig A secretoria) en las superficies mucosas. La flora normal de la piel
retarda la colonización por Staphylococcus aureus y Streptococcus
pyogenes mediante la producción de lípidos cutáneos
antibacterianos. El Streptococcus viridans, residente de la faringe, previene el
desarrollo local de los neumococos. El Staphylococcus epidermidis y los
Difteroides, en el vestíbulo nasal, demoran la colonización del S. aureus. Si la
flora normal altera por cualquier causa, entonces los agentes patógenos pueden
multiplicarse e invadir los tejidos del hospedero. 5 - 7

Forman parte, además, de la defensa en la superficie las diversas vías de salida


de los microorganismos del cuerpo, a través de las cuales se eliminan del
hospedero; por ejemplo, se conoce que las células ciliadas de la mucosa
respiratoria arrastran un gran número de microorganismos hacia la bucofaringe y
la nariz, de donde son expulsados mediante la tos y el estornudo o deglutidos y
excretados con el contenido intestinal. La salivación y la lagrimación también
permiten expulsar muchos agentes infecciosos.

La descamación de la piel y otras formas de recambio celular en las superficies


corporales, remueven un sinnúmero de microorganismos adheridos. La
defecación posibilita eliminar aproximadamente 10 12 bacterias diariamente y la
micción erradicar las que colonizan el epitelio uretral. Existen factores capaces de
impedir la eliminación adecuada de algunos agentes, entre ellos los medicamentos
que inhiben la movilidad intestinal y la acidez gástrica (antiácidos, bloqueadores
H2, antidiarreicos, etc.), así como la hipertrofia prostática, al obstaculizar el libre
paso de la orina en los ancianos. En estos casos puede aumentar la
susceptibilidad del hospedero a infecciones por patógenos entéricos y del tractus
genitourinario. 5

En las superficies mucosas, la respuesta de anticuerpos está mediada,


fundamentalmente, por la actividad de la inmunoglobulina A secretora (Ig As), la
que al unirse a antígenos específicos, puede neutralizar la acción de virus y
enterotoxinas bacterianas. La Ig A secretora, que se produce en las placas de
Peyer del intestino, el apéndice y los nódulos linfáticos de la mucosa colónica,
inhibe además la movilidad y adherencia de algunas especies; potencia el efecto
bacteriostático de la proteína fijadora de hierro (lactoferrina), que abunda en las
secreciones, y priva así a los microorganismos del hierro necesario para
multiplicarse. Su función esencial ante la infección bacteriana consiste en prevenir
la adherencia de bacterias a las células de las mucosas e impedir su penetración.

En las vías respiratorias bajas y mucosas de los genitales femeninos,


cuantitativamente la principal inmunoglobulina es la Ig G, lo cual se piensa que se
debe a trasudación de la Ig G sérica; aunque investigaciones recientes sugieren
que esta última puede ser producida localmente. Las secreciones mucosas
también contienen pequeñas cantidades de Ig M, que difiere de la Ig M sérica. En
pacientes con deficiencia de Ig A, generalmente existe un incremento de la Ig M
secretora, 6, 8, 9

FACTORES HUMORALES

En los vertebrados, las formas de defensa de aparición más temprana en la


evolución son los factores humorales inespecíficos. Entre tales sustancias se
destaca el sistema de complemento, constituido por proteínas plasmáticas,
capaces de ser activadas, por la vía alterna, por determinadas estructuras
microbianas, que una vez que entran en acción adquieren actividad enzimática,
provocan la lisis de los microorganismos y liberan los péptidos, que contribuyen a
facilitar la fagocitosis, estimular la quimiotaxis y propiciar la inflamación. Los
componentes activados de mayor importancia en esta fase son: C3b, que
opsoniza al patógeno y facilita su reconocimiento por el fagocito; y C3a como
mediador de inflamación local. 7, 10 - 13

FAGOCITOSIS

Mecanismo más elaborado y eficaz, que interviene cuando los patógenos o


cualquier sustancia extraña ha sobrepasado la barrera epitelial. Es llevado a cabo
por células especializadas, denominadas fagocitos: leucocitos polifornucleares
(PMN), monocitos circulantes y macrófagos fijos en los tejidos, que están
capacitadas para ingerir partículas opsonizadas con anticuerpos o componentes
del complemento y además pueden identificar e ingerir muchos microorganismos
directamente; todo lo cual logran por poseer receptores en la superficie de sus
membranas, que reconocen al fragmento Fc de las inmunoglobulinas, a
componentes comunes de numerosos patógenos y a componentes activados del
complemento.

Cuando el agente atraviesa la barrera epitelial, se produce inmediatamente una


reorganización de fagocitos en el epitelio conectivo, con tres consecuencias
importantes:

1. El reconocimiento, la ingestión y la destrucción del patógeno por los


macrófagos, así como migración de PMN hacia el área (este proceso suele
ser suficiente para prevenir la infección que comienza). Ahora bien, los
microorganismos pueden protegerse de la acción de los fagocitos
evadiéndolos, como lo hacen los de vida extracelular al recubrirse de
polisacáridos capsulares que dificultan su identificación, o logrando
sobrevivir dentro del fagosoma como las micobacterias intracelulares.
2. La secreción de citocinas: importantes componentes que actúan para
desencadenar la próxima fase de defensa del hospedero.
3. Los macrófagos (no los neutrófilos) devienen células presentadoras del
antígeno (CPA) y asumen el importante papel de inducir la respuesta
inmune adaptativa, mediante la concentración y el procesamiento de los
antígenos extraños, unidos a los propios (clase I ó II) del complejo mayor de
histocompatibilidad, estimulando de esta forma a los linfocitos; en tanto la
liberación de citocinas determina la forma o el tipo de respuesta adaptativa
que se desarrollará. 5, 14 - 16

RESPUESTA INFLAMATORIA

Otra función sobresaliente de la respuesta inmune innata es el reclutamiento de


muchas células fagocíticas y moléculas efectoras al sitio de la infección, a través
de la liberación de citocinas segregadas por los fagocitos, las cuales constituyen
una diversidad de sustancias mediadoras de inflamación, entre las que se
encuentran: interleukina = 1 (IL = 1), interleukina = 6 (IL = 6), interleukina = 8 (IL =
8), interleukina = 12 (IL = 12) y factor de necrosis tumoral (TNF). Los fagocitos
liberan otras proteínas con potente efecto local, tales como la enzima activadora
de plasminógeno y fosfolipasa prostaglandina, radicales de oxígeno, peróxidos,
ácido nítrico, leucotreno (B4) y factor activador de plaquetas.

Además de estos productos liberados por los fagocitos, la activación del


complemento por los agentes infecciosos contribuye a la inflamación mediante el
C5a (el más potente), el C3a y en menor cuantía el C4a. El C5a es capaz de
activar a los mastocitos y liberar sus gránulos, que contienen sustancias
vasoactivas (histamina, serotonina, bradiquinina) y pueden modificar el endotelio
vascular en el lugar de la infección. Los efectos locales de todos estos
mediadores da como resultado la respuesta inflamatoria, que se caracteriza por
los signos clínicos de dolor, calor, enrojecimiento y aumento de
volumen. Consiste en una serie de fenómenos fisiológicos y morfológicos que
influyen directamente sobre vasos sanguíneos, células de la sangre y tejido
conectivo adyacente. 5, 10, 17

Durante la inflamación es posible observar fenómenos vasculares y


extravasculares, todos producidos por la combinación local de los mediadores de
inflamación ya mencionados, citocinas y otros.

Los fenómenos vasculares son los primeros: ocurre una vasodilatación con
reducción de la velocidad del flujo sanguíneo y, como consecuencia, se lleva a
cabo la marginación o pavimentación de los leucocitos sobre el endotelio vascular,
lo cual se debe a que los citados mediadores inducen la expresión de moléculas
de adhesión sobre las células endoteliales del vaso sanguíneo local, así como
cambios en dichas moléculas, expresados sobre los leucocitos, inicialmente
neutrófilos y posteriormente monocitos. Se facilita así el paso de las células
fagocíticas: monocitos y gran cantidad de neutrófilos, a través de la pared del vaso
(diapédesis); pero emigran también otras células e incluso plasma contentivo de
inmunoglobulinas, complemento y otras proteínas de la sangre hacia el sitio de la
infección, constituyendo en su totalidad el infiltrado inflamatorio, lo cual justifica el
aumento de volumen y el dolor.

Otros cambios moleculares provocados por los mediadores de inflamación en la


superficie de las células endoteliales inducen a la expresión de moléculas que
activan los mecanismos de coagulación en los pequeños vasos, ocluyen el flujo
sanguíneo y mantienen localizada la infección. Se ha comprobado que dentro de
los mediadores que determinan el efecto sobre la coagulación, el TNF-alfa reviste
una particular importancia; ahora bien, si la infección es tal que disemina los
agentes patógenos por el torrente sanguíneo y da lugar a una sepsis generalizada,
se produce una gran liberación de TNF-alfa por los macrófagos en el hígado, bazo
y otros sitios, que provoca entonces un efecto sistémico desencadenante de
vasodilatación y coagulación intravascular diseminada, con un notable consumo
de proteínas plasmáticas de coagulación, conducente a un fallo de órganos vitales
o choque séptico. 17, 18

La inflamación eleva la temperatura (fiebre) por la acción de sustancias


pirogénicas (citocinas, como IL-1, IL-6, TNF) liberadas por los leucocitos sobre los
centros termorreguladores del hipotálamo y es causa de acidosis e hipoxia tisular,
lo que tiene un efecto perjudicial sobre los microorganismos; además, la respuesta
inmune adaptativa se torna más intensa cuando aumenta la temperatura. 18
Algunas de las citocinas liberadas en respuesta a la infección pertenecen a una
familia de proteínas denominadas quimiokinas (pequeños polipéptidos),
sintetizadas por fagocitos, células endoteliales, keratocitos de la piel y fibroblastos
de las células musculares del tejido conectivo. La IL-8 forma parte de este
subgrupo de citocinas, cuya función principal se basa en la quimioatracción de las
células fagocíticas desde el interior de los vasos hacia el sitio de la infección.

INTERFERONES

La infección viral de las células promueve la producción de proteínas llamadas


interferones (IFNs), capaces de interferir la replicación de los virus. Son de tres
tipos: alfa, beta y gamma; los IFNs alfa y beta son elaborados por células
infectadas y protegen a las sanas de las tres formas siguientes:

1. Ofrecen resistencia a la replicación viral por activación de los genes que


destruyen el RNA de doble cadena de los virus e inhiben, además su
traslación.
2. Inducen la expresión de los antígenos clase I del complejo mayor de
histocompatibilidad (CMH-I), lo cual incrementa la posibilidad de la célula
infectada del hospedero para presentar los péptidos virales y que éstos
sean reconocidos por los linfocitos T CD8, que ejercerá una función
citotóxica. Este aumento en la célula no infectada, la protege contra el
ataque de las células NK (natural killer o asesinas naturales).
3. Activan a las células NK, las cuales destruyen a las infectadas por virus de
forma selectiva. 19

ACCIÓN DE LAS CÉLULAS NATURAL KILLER (NK O ASESINAS


NATURALES)

Estas células actúan en etapas tempranas del proceso infeccioso causado por
patógenos intracelulares como virus del herpes, Listeria monocytogenes, etc., y
ejercen su acción citotóxica o destructiva sobre células infectadas y tumorales,
que incluso se incrementa entre 20 a 100 veces por las influencias de los IFNs alfa
y beta, así como de la IL-12, la cual sinergia su efecto con el IFN-alfa y obliga a la
célula NK a producir gran cantidad de IFN-gamma; fenómeno crucial para
controlar la infección antes de que la célula T haya sido activada. 20 - 22

INMUNIDAD ADAPTATIVA

La inmunidad adaptativa, que se desarrolla cuando los agentes infecciosos logran


evadir los mecanismos innatos de defensa y está generada por la penetración de
una dosis inicial de antígenos, se hace efectiva sólo después de varios días;
tiempo requerido para que los linfocitos T y B reconozcan a dichos antígenos, se
diferencien y se conviertan en células efectoras.
Sus características, a diferencia de la inmunidad innata son:

Especificidad : Debido a que este tipo de respuesta va dirigida específicamente a


determinada molécula antigénica, la porción del antígeno que es reconocida por
los linfocitos se denomina determinante antigénica o epítope. Esta fina
especificidad existe porque los linfocitos contienen receptores de membranas
capaces de identificar y distinguir sutiles diferencias entre diversos antígenos. Se
plantea que todos los individuos tienen numerosos clones (conjunto de células
derivadas de un precursor simple), cuya progenie cuenta con los receptores de
superficie de la célula que les dio origen y pueden responder a determinantes
antigénicos específicos para ellas. Así, el desarrollo de clones antígeno-
específicos ocurre previo o independiente a la exposición del antígeno, el cual
selecciona un clon específico preexistente y lo activa hasta provocar su
proliferación y diferenciación.

Memoria: Se refiere al incremento en la intensidad de respuesta ante los


subsiguientes contactos con el mismo Ag.

Heterogeneidad o diversidad: El número total de linfocitos con diferentes


especificidades en un individuo ha recibido el nombre de repertorio linfocítico, cuya
extraordinaria diversidad es el resultado de la variabilidad en la estructura de los
sitios donde se unen los antígenos en los receptores linfocíticos.

Multifactorialidad: La respuesta inmune depende de múltiples factores, tanto del


agente biológico que la origina como del hospedero que responde. Así, por
ejemplo, el tipo, la virulencia, la cantidad o la dosis del agente agresor y su vía de
penetración pueden generar varios tipos de respuestas; pero también la edad y
conformación genética del hospedero pueden ser elementos determinantes. 23

La respuesta inmune adaptativa se desarrolla mediante dos mecanismos


fundamentales: respuesta inmune humoral, donde los linfocitos B juegan un papel
preponderante; y respuesta inmune celular, donde los linfocitos T son las células
fundamentales.

Ambas respuestas comienzan con la activación de los linfocitos en los órganos


periféricos, causada por la CPA, que alcanza a estos órganos a través de la
circulación linfática y desencadena las siguientes fases:

1. Fase de reconocimiento: Consiste en la unión del antígeno extraño a los


receptores específicos existentes en la membrana de los linfocitos maduros. Los
linfocitos B que median la inmunidad humoral, expresan moléculas de anticuerpos
sobre su superficie, las cuales se unen a proteínas extrañas, polisacáridos o
lípidos en su forma soluble; los linfocitos T, responsables de la inmunidad celular,
expresan los llamados receptores de célula T (TCR), que reconocen pequeñas
secuencias de péptidos antigénicos, pero solamente si éstos se encuentran unidos
a moléculas del complejo mayor de histocompatibilidad (MHC) sobre la CPA. Los
primeros en efectuar este reconocimiento son los linfocitos T CD4.

2. Fase de activación: Secuencia de eventos que se producen en los linfocitos


como resultado del reconocimiento antigénico específico. Todos los linfocitos
experimentan dos cambios fundamentales:

a) Proliferación: Expansión de los clones antígeno-específicos y


amplificación de la respuesta protectora, en la que asume una función
preponderante el linfocito T CD4, capaz de activar a los linfocitos B y T CD8.

b) Diferenciación: Etapa en la cual se forman las células efectoras y las de


memoria. Las primeras producen diversas sustancias que pueden interactuar
con el antígeno, como los anticuerpos y linfocinas; las segundas son los
linfocitos parcialmente diferenciados, es decir, que no llegan a convertirse en
células efectoras.

3. Fase efectora: En esta fase, los linfocitos T diferenciados en células efectoras


migran hacia los sitios de agresión, donde desarrollan sus funciones de
eliminación de los patógenos, mientras los linfocitos B las ejecutan en los propios
órganos periféricos. Muchas de estas acciones efectoras promueven la
participación de células no linfoides y de mecanismos de inmunidad innata, a
saber: anticuerpos opsonizantes que favorecen la fagocitosis por parte de
macrófagos y neutrófilos PMN; anticuerpos que activan el sistema de
complemento; inmunoglobulinas E que estimulan la desgranulación de los
mastocitos; citocinas segregadas por los linfocitos T, necesarios para estimular la
inmunidad natural. 24

MEMORIA INMUNOLÓGICA

Una de las consecuencias más importantes de la respuesta inmune adaptativa es


el establecimiento del estado de memoria inmunológica, que estriba en la
habilidad del sistema inmune para responder más rápida y eficazmente a
microorganismos que han infectado previamente al hospedero y refleja la
preexistencia de una población clonalmente expandida de linfocitos antígeno-
específicos. La respuesta de memoria, conocida también como respuesta
secundaria, terciaria, etc., en dependencia del número de exposiciones al mismo
antígeno, difiere cualitativamente de la respuesta primaria.

Cuando un parásito penetra en el hospedero, debe transcurrir cierto tiempo antes


de que se produzca una enfermedad. Este período de latencia es de duración
variable, con límites definidos e incluso específico para un determinado sistema
hospedero-parásito. Durante ese intervalo o fase de incubación, el parásito puede
diseminarse e involucrar uno de sus órganos preferidos; y esa proliferación, ya sea
en un órgano elegido, en todo el organismo o sólo en el punto de entrada, implica
algo más que una simple compatibilidad nutritiva, especialmente si el agente
agresor origina un proceso infeccioso.

Llamamos, pues, respuesta inmune primaria a aquella que da el organismo al


ponerse en contacto por primera vez con un agente extraño y de la cual se deriva
una serie de eventos que incluyen los mecanismos de defensa innatos
inespecíficos y los de respuesta adaptativa, si el patógeno logra sobrevivir a los
primeros. Comienzan los macrófagos, como células especializadas en reconocer,
internalizar y exponer las determinantes antigénicas de los microorganismos en su
superficie, unidas a antígenos propios del complejo mayor de histocompatibilidad;
forma en que los antígenos extraños son identificados por los linfocitos TCD4, los
cuales se van a diferenciar en 2 clases de células efectoras: TH1 y TH2. El modo
como surgen ambas líneas celulares no ha sido totalmente definido, pero si está
clara la influencia de citocinas. Así tenemos que la IL-12 y el IFN-gamma,
producidos por macrófagos y células NK, en fases tempranas de la infección y
como respuesta a virus y bacterias intracelulares suelen desarrollar las células
TH1. Si la célula TCD4 es activada en presencia de IL-4 e IL-6, tiende a
diferenciarse en TH2 y se inhibe la elaboración de TH1.

Si los microorganismos agresores estimulan la vía humoral de defensa, la


subclase TCD4 que predomina es la TH2, cuya función será activar a los linfocitos
B, que entonces proliferarán y se diferenciarán en células plasmáticas productoras
de anticuerpos.

La producción de inmunoglobulinas durante la respuesta primaria será


pobre, de baja afinidad con los antígenos correspondientes, con predominio
de IgM, siendo su duración corta en el tiempo.

Durante el primer contacto con el agente patógeno aparecerá una población de


células B, que no llegarán a convertirse en células plasmáticas porque se
diferenciarán parcialmente: son las llamadas células de memoria. Ahora bien,
para que éstas logren su total diferenciación, se impone un segundo contacto con
el mismo agente, que de no ocurrir, ellas quedan circulando, listas para completar
su maduración.

Si los antígenos extraños desencadenan la respuesta celular, la subclase TCD4


predominante será la célula TH1, que actuará de dos formas:

Produciendo linfocinas capaces de reclutar a las células fagocitarias en el lugar de


agresión y de activarlas para que potencien su acción, por ejemplo: factor
activador de macrófagos (MAF), factor inhibidor de migración (MIF), etc. Este
proceso, conocido como reclutamiento celular, es crucial para la defensa del
organismo contra virus, hongos, micobacterias y otros microorganismos con
replicación intracelular. La acumulación y mantenimiento de todas las células
reclutadas en el sitio de agresión, es uno de los fenómenos que intervienen en la
aparición del granuloma.

Las células TH1 pueden también activar a los linfocitos TCD8, que proliferan y se
diferencian en TCD8 citotóxicos para actuar directamente en la destrucción de las
células infectadas por patógenos intracelulares.

De igual manera, a través del mecanismo de defensa celular se producen células


de memoria que completan su diferenciación ante un nuevo contacto con el mismo
agente patógeno. Cuando esto sucede, se inicia la respuesta de memoria o
secundaria, con la cual se obtiene más rápidamente una mayor población de
células efectoras y, en correspondencia, una respuesta más intensa. 24 - 27

Podemos, por tanto, establecer diferencias bien definidas entre ambas respuestas:

Respuesta inmune primaria Respuesta inmune secundaria

Período de latencia variable Período de latencia acortado


Pobre producción de anticuerpos Producción de anticuerpos elevada
Baja afinidad de los anticuerpos con Afinidad incrementada de los anticuerpos
sus antígenos con sus antígenos
Predominio de Ig M Predominio de Ig G
Corta duración en circulación Duración prolongada en circulación

Conclusiones

La inmunidad innata desempeña una importante función en la fase inicial de las


infecciones y en el desarrollo posterior de la inmunidad adaptativa; actúa
inmediatamente que los agentes patógenos se ponen en contacto con el
organismo, sin variar su forma de proceder e intensidad; y no confiere protección a
la reinfección.

La inmunidad adaptativa constituye una protección efectiva del hospedero contra


los microorganismos patógenos, cuando éstos han evadido los mecanismos
innatos de defensa, y además de eliminar al agente infeccioso, le confiere
protección al hospedero contra la reinfección por el mismo agente, lo cual se
garantiza por la existencia de una gran población de células de memoria.

Abstract

Innate and Adaptative Immune Responses

A bibliographical review was made on innate and adaptative immune responses of


the organism against the invasive pathogens. It was concluded that although the
first one acts against infections in their initial phase, the second protects against
reinfection from the same microorganism and also eliminates it, so that both types
of immunity are the main mechanisms of the host defense against the infectious
processes of any nature.

Subject headings: IMMUNITY; INFECTION; RECURRENCE.

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27. Griffiths GM. the cell bipligy of CTL killing. Curr Opin Immunol 1995;7:343-
8.

El sistema inmunitario: Información acerca de linfocitos, células dendríticas,


macrófagos y leucocitos

El sistema inmunitario es una red compleja de células (como los linfocitos) y


órganos que trabajan juntos para defender al cuerpo de sustancias extrañas
(antígenos) tales como las bacterias, los virus o las células tumorales. Cuando el
cuerpo descubre una sustancia extraña, varios tipos de células entran en acción
en lo que se denomina respuesta inmune. A continuación se describen algunas de
las células que forman parte del sistema inmunitario.
Linfocitos
Los linfocitos son uno de los principales tipos de células inmunitarias. Los linfocitos
se dividen principalmente en células B y T.

 Los linfocitos B producen anticuerpos, proteínas (gamma-globulinas), que


reconocen sustancias extrañas (antígenos) y se unen a ellas. Los linfocitos
B (o células B) están programados para hacer un anticuerpo
específico. Cuando una célula B se encuentra con su antígeno
desencadenante, ésta produce muchas células grandes conocidas como
células plasmáticas. Cada célula plasmática es esencialmente una fábrica
para producir anticuerpos. Un anticuerpo corresponde a un antígeno de la
misma manera que una llave lo hace con su cerradura. Siempre que el
anticuerpo y el antígeno se corresponden, el anticuerpo marca el antígeno
para su destrucción. Los linfocitos B no pueden penetrar en las células, de
manera que el trabajo de atacar estas células diana se deja a los linfocitos
T.
 Los linfocitos T son células que están programadas para reconocer,
responder a y recordar antígenos. Los linfocitos T (o células T) contribuyen
a las defensas inmunitarias de dos formas principales. Algunos dirigen y
regulan las respuestas inmunes. Cuando son estimulados por el material
antigénico presentado por los macrófagos, las células T forman linfocinas
que alertan a otras células. Otros linfocitos T pueden destruir células diana
(dianocitos) al entrar en contacto directo con ellas.

Macrófagos
Los macrófagos son la primera línea de defensa del cuerpo y cumplen muchas
funciones. Un macrófago es la primera célula en reconocer y envolver sustancias
extrañas (antígenos). Los macrófagos descomponen estas sustancias y presentan
las proteínas más pequeñas a los linfocitos T. (Las células T están programadas
para reconocer, responder a y recordar antígenos.) Los macrófagos también
producen sustancias llamadas citocinas que ayudan a regular la actividad de los
linfocitos.
Células dendríticas
Las células dendríticas se conocen como el tipo de célula más eficiente en la
presentación de antígenos, y tienen la capacidad de interactuar con las células T e
iniciar una respuesta inmune. Las células dendríticas están recibiendo cada vez
más atención científica y clínica debido a su función clave en la respuesta inmune
y su posible uso en las vacunas antitumorales.
Leucocitos
Hay diferentes tipos de leucocitos que forman parte de la respuesta inmune. Los
granulocitos neutrófilos son las células inmunitarias más comunes del cuerpo. En
una infección, su número aumenta rápidamente. Son los principales componentes
del pus y se encuentran alrededor de las inflamaciones más comunes. Su función
es ingerir y destruir el material extraño. Los basófilos y eosinófilos son leucocitos
que contienen grandes gránulos dentro de la célula. Estos interactúan con
determinados materiales extraños. Un aumento de su actividad puede provocar
una reacción alérgica.
La respuesta inmune es un esfuerzo coordinado. Todas las células inmunitarias
trabajan juntas, por lo que necesitan comunicarse entre sí. Esta comunicación se
logra mediante la secreción de mayores niveles de una molécula proteica especial
llamada citocina, que actúa sobre otras células. Hay muchos tipos diferentes de
citocinas. Ejemplos de éstas son las interleucinas, los interferones, los factores de
necrosis tumoral y los factores estimulantes de colonias. Algunas estrategias de
tratamiento con inmunoterapia incluyen la administración de mayores cantidades
de estas proteínas mediante inyección o infusión. Esto se realiza para estimular
las células del sistema inmunitario a fin de que actúen de manera más eficaz o
para hacer que las células tumorales sean más reconocibles para el sistema
inmunitario.
Advertencia: Hay personas que promocionan terapias no comprobadas como
potenciadores del sistema inmunitario. Sea cuidadoso al evaluar estas
afirmaciones. Los siguientes son tipos de inmunoterapia que se usan con
frecuencia y de manera legítima en la práctica médica científica y tradicional.

Qué es: Respuesta inflamatoria

Respuesta inflamatoria o respuesta inmunitaria es la forma como el cuerpo


reconoce y se defiende a sí mismo contra bacterias, virus y sustancias que
parecen extrañas y dañinas.

Información

El sistema inmunitario protege al organismo de sustancias potencialmente nocivas


al reconocer y responder a los antígenos, que son moléculas (usualmente
proteínas) que se encuentran en la superficie de las células, los virus, los hongos
o las bacterias. Las sustancias inertes como toxinas, químicos, drogas y partículas
extrañas (como una astilla) también pueden ser antígenos. El sistema inmunitario
reconoce y destruye sustancias que contengan estos antígenos.
Incluso las propias células corporales tienen proteínas que son antígenos. Éstos
incluyen un grupo de antígenos llamados antígenos HLA. El sistema inmunitario
aprende a ver estos antígenos como normales y usualmente no reacciona contra
ellos.

INMUNIDAD INNATA

La inmunidad innata, o inespecífica, es un sistema de defensa con el cual usted


nació y que lo protege contra todos los antígenos. La inmunidad innata consiste en
barreras que impiden que los materiales dañinos ingresen al cuerpo. Estas
barreras forman la primera línea de defensa en la respuesta inmunitaria. Ejemplos
de inmunidad innata abarcan:

 El reflejo de la tos
 Enzimas en las lágrimas y en los aceites de la piel
 Moco que atrapa bacterias y partículas pequeñas
 Piel
 Ácido estomacal
La inmunidad innata también viene en forma de químico proteínico, llamado
inmunidad humoral innata. Los ejemplos abarcan: el sistema de complementos del
cuerpo y sustancias llamadas interferón e interleucina 1 (que causa la fiebre).

Si un antígeno traspasa estas barreras, es atacado y destruido por otras partes del
sistema inmunitario.

INMUNIDAD ADQUIRIDA

Es la inmunidad que se desarrolla con la exposición a diversos antígenos. El


sistema inmunitario de la persona construye una defensa que es específica para
ese antígeno.

INMUNIDAD PASIVA

Se debe a anticuerpos que se producen en un cuerpo diferente al nuestro. Los


bebés tienen inmunidad pasiva, dado que nacen con los anticuerpos que la madre
les transfiere a través de la placenta. Estos anticuerpos desaparecen entre los 6 y
12 meses de edad.
La inmunización pasiva también puede deberse a la inyección de antisuero, que
contiene anticuerpos formados por otra persona o animal. Esto brinda protección
inmediata contra un antígeno, pero no suministra una protección duradera. La
inmunoglobulina sérica (administrada para la exposición a la hepatitis) y la
antitoxina para el tétanos son ejemplos de inmunización pasiva.

COMPONENTES DE LA SANGRE

El sistema inmunitario incluye ciertos tipos de glóbulos blancos, al igual que


sustancias químicas y proteínas en la sangre, como anticuerpos, proteínas del
complemento e interferón. Algunas de éstas atacan directamente a las sustancias
extrañas en el cuerpo, mientras que otras trabajan juntas para ayudar a las células
del sistema inmunitario.

Los linfocitos son un tipo de glóbulos blancos y los hay del tipo B y T.

 Las células B producen anticuerpos, los cuales se adhieren a un antígeno


específico y facilitan la destrucción del antígeno por parte de las células
inmunitarias.
 Las células T atacan los antígenos directamente y ayudan a controlar la respuesta
inmunitaria. Ellas también liberan químicos, conocidos como citoquinas, los
cuales controlan toda la respuesta inmunitaria.
A medida que los linfocitos se desarrollan, aprenden normalmente a diferenciar
entre los tejidos corporales propios y las sustancias que normalmente no se
encuentran en el cuerpo. Una vez que se forman las células B y T, algunas de
ellas se multiplican y brindan “memoria” para su sistema inmunitario, lo que le
permite responder más rápida y eficientemente la próxima vez que usted esté
expuesto al mismo antígeno y, en muchos casos, impide que usted se enferme.
Por ejemplo, un individuo que haya padecido o que haya sido vacunado contra la
varicela es inmune a contraer esta enfermedad de nuevo.

Mire éste video sobre: Respuesta inmunológica

INFLAMACIÓN

La respuesta inflamatoria (inflamación) se presenta cuando los tejidos son


lesionados por bacterias, traumatismo, toxinas, calor o cualquier otra causa. El
tejido dañado libera químicos, incluyendo histamina, bradiquinina y
prostaglandinas. Estos químicos hacen que los vasos sanguíneos dejen escapar
líquido hacia los tejidos, causando inflamación. Esto ayuda a aislar la sustancia
extraña del contacto posterior con tejidos corporales.

Los químicos también atraen a los glóbulos blancos llamados fagocitos que se
“comen” a los microorganismos y células muertas o dañadas. Este proceso se
denomina fagocitosis. Los fagocitos finalmente mueren. El pus se forma debido a
la acumulación de tejido muerto, bacterias muertas y fagocitos vivos y muertos.

Mire éste video sobre: Fagocitosis

TRASTORNOS DEL SISTEMA INMUNITARIO Y ALERGIAS

Los trastornos del sistema inmunitario ocurren cuando la respuesta inmunitaria es


inadecuada, excesiva o no se presenta. Las alergias involucran una respuesta
inmunitaria a una sustancia que los cuerpos de la mayoría de las personas
perciben como inofensiva.

Para mayor información, ver los artículos sobre:

 Alergias
 Trastornos autoinmunitarios
 Trastornos por inmunodeficiencia
INMUNIZACIÓN

La vacunación (inmunización) es una forma de desencadenar la respuesta


inmunitaria. Se suministran pequeñas dosis de un antígeno, como virus vivos
debilitados o muertos, para activar la “memoria” del sistema inmunitario (linfocitos
B activados y linfocitos T sensibilizados). Dicha memoria le permite al cuerpo
reaccionar rápida y eficientemente a exposiciones futuras.

Mire éste video sobre: Vacunas


COMPLICACIONES DEBIDO A UNA RESPUESTA INMUNITARIA ALTERADA

Una respuesta inmunitaria eficiente protege contra muchas enfermedades y


trastornos, mientras que la respuesta inmunitaria ineficiente permite que las
enfermedades se desarrollen. La respuesta inmunitaria inadecuada, inapropiada o
excesiva causa trastornos en el sistema inmunitario.

Las complicaciones relacionadas con la alteración de la respuesta inmunitaria son,


entre otras:

 Alergia o hipersensibilidad
 Anafilaxia
 Trastornos autoinmunitarios
 Reacción a transfusión de sangre
 Desarrollo de enfermedad
 Enfermedad injerto contra huésped
 Trastornos por inmunodeficiencia
 Enfermedad del suero
 Rechazo al trasplante

Temas relacionados sobre Respuesta inflamatoria


 Enfermedades del sistema inmune
 Gripe
 Gripe por el virus H1N1 (porcina)
 Influenza aviaria

Nombres alternativos a Respuesta inflamatoria

Inmunidad innata, Inmunidad humoral, Inmunidad celular, Inmunidad,


Respuesta inmunológica, Respuesta inmunitaria, Inmunidad adquirida
(adaptable)
Referencias sobre Respuesta inflamatoria

Firestein GS. The inflammatory response. En: Goldman L, Ausiello D, eds. Cecil
Medicina. 23rd ed. Philadelphia, Pa: Saunders Elsevier;2007:chap 45.

Goronzy JJ, Weyand CM. The innate y adaptive immune systems. En: Goldman L,
Ausiello D, eds. Cecil Medicina. 23rd ed. Philadelphia, Pa: Saunders
Elsevier;2007:chap 42.

Contenido: 5 de febrero de 2010

Versión del inglés revisada por: David C. Dugdale, III, MD, Profesor de Medicina,
División de Medicina General, Departamento de Medicina, Universidad de
Washington Facultad de Medicina; y Stuart I. Henochowicz, MD, FACP, Profesor
Clínico Asociado de Medicina, División de Alergias, Inmunología y Reumatología,
Georgetown Universidad de Facultad de Medicina. También se examinó por David
Zieve, MD, MHA, Director Médico, ADAM, Inc. Traducido por: DrTango, Inc.

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Capítulo 8. 1.
Inmunidad:
Inmunodeficiencias

1. INTRODUCCION AL
SISTEMA INMUNE

Los seres superiores defienden constantemente su integridad


biológica frente a agresiones, procedentes del exterior así como
del propio organismo. De no ser así, morirían como
consecuencia de tumores e infecciones de bacterias, virus,
hongos, etc. Para que estos fenómenos de defensa se lleven a
cabo, los organismos disponen de un conjunto de elementos
especiales, conocido como sistema inmune. La capacidad de
defensa se adquiere antes de nacer y se madura y consolida en
los primeros años de la vida fuera del seno materno.

La respuesta inmune inespecífica es la primera barrera


defensiva del organismo y no requiere sensibilizacion previa.
Este tipo de respuesta es mediada por células con capacidad
fagocítica y células asesinas naturales.

La respuesta específica o adquirida se desarrolla solo frente a


la sustancia que indujo su iniciación y en ella participan
prioritariamente los linfocitosy los elementos solubles liberadas
por los mismos, anticuerpos y linfocinas. Todas las sustancias
que se comportan como extrañas a un organismo frente a las
cuales éste desarrolla una respuesta inmune específica, se
conocen como antígenos. Generalmente el sistema inmune
responde de forma unitaria, por lo que la división en respuesta
inespecífica y específica es más teórica que real. Lo que sí
ocurre es que, dependiendo de las circunstancias, en unos
casos predomina una u otra de estas formas de respuesta.

Permanentemente el individuo esta recibiendo contagios de


elementos patógenos que, de no existir el sistema inmune,
invadirían toda la economía con la consiguiente muerte del
individuo. También el sistema inmune está protegiendo al
individuo frente a la formación y crecimiento de células
neoplásicas. Sin embargo, hay multitud de casos en los que los
sistemas de defensa son en sí causa de enfermedad. Esto es,
por ejemplo, lo que ocurre cuando el individuo reacciona incluso
frente a sustancias, en principio inocuas, como el polen de
plantas, etc. Entonces se habla de reacciones de
hipersensibilidad. En otros casos, por razones todavía no muy
bien conocidas, el sistema inmune reacciona frente a
componentes propios, que destruye, ocasionando graves
trastornos, o incluso la muerte. Se trata de las enfermedades
autoinmunes, que pueden afectar a cualquier componente del
organismo.

También a veces, las células encargadas de la defensa inmune,


proliferan descontroladamente produciendose entonces los
sindromes linfoproliferativos entre los que los mas frecuentes
son las leucemias.

1.1. RESPUESTA INMUNE INESPECIFICA

La respuesta inespecífica representa la primera barrera


defensiva del organismo y es de especial significación frente a
la protección del mismo ante infecciones y cáncer. Las células
que mediatizan esta respuesta, son los PMN neutrófilos y
macrófagos, celulas que se caracterizan por activarse de forma
inmediata siempre que cualquier sustancia extraña penetra en
el organismo, como, por ejemplo, después de una herida, en
cuyo caso estas células se movilizan hacia dicho foco,
reconocen y toman contacto con la sustancia extraña, que
destruyen mediante el proceso de fagocitosis y posterior lisis
intracelular. En el enfermo crítico, la ausencia o disminucion
funcional de este tipo de respuesta tiene especial significación y
trascendencia como se verá en detalle después. También en
este tipo de respuesta participan las células asesinas naturales,
conocidas como natural killer o NK.

Los mecanismos de defensa inespecíficos aportan un buen


sistema de protección. Sin embargo, en muchas ocasiones no
es suficiente para defender eficazmente al organismo. Por
fortuna éste dispone de otros mecanismos de defensa, como es
la respuesta inmune específica.

1.2. RESPUESTA INMUNE ESPECIFICA

La respuesta inmune específica se caracteriza porque es


efectiva ante aquellos antígenos frente a los cuales se ha
iniciado y desarrollado. Este tipo de respuesta es mediada por
los linfocitos. Los linfocitos son de dos tipos: linfocitos
B y linfocitos T. Los linfocitos T, a su vez, pueden ser linfocitos
T colaboradores (Th), linfocitos T citotóxicos (Tc) y por algunos
autores tambien se proponen los linfocitos T
supresores/reguladores (Ts).

La respuesta inmune especifica, se considera que puede ser de


dos tipos:humoral y celular. Aunque la separación de ambos
tipos de respuesta es mas de tipo didáctico que real, en general
se considera que cuando el elemento efector final son las
inmunoglobulinas formadas por los linfocitos B se trata de
una respuesta tipo humoral, mientras que cuando participan los
linfocitos T tanto colaboradores (Th) como citotóxicos (Tc), se
trata de una respuesta tipo celular.

Para que se inicie una u otra respuesta inmune se requiere el


reconocimiento del antígeno y activación de los linfocitos. Los
linfocitos B reconocen el antígenos mediante inmunoglobulinas
de membrana (Igs) mientras que los linfocitos T lo reconocen
mediante una estructura especializada a tal fin conocida como
receptor de linfocitos T (TcR). Para que los linfocitos se activen,
se requiere además del reconocimiento del antígeno por los
receptores T, la participación de otras moléculas como son
las moléculas accesorias y las interleucinas. Si participa solo el
RcT se produce una anergia (no respuesta).

1.2.1. Respuesta inmune humoral

La ausencia de este tipo de respuesta deja al individuo tan


indefenso frente a toda clase de gérmenes patógenos y otras
agresiones, que es incompatible con la vida si no se instaura a
tiempo un tratamiento adecuado.

La respuesta inmune humoral es mediatizada por los linfocitos


B, que como se ha dicho anteriormente reconocen al antigeno a
través de las inmunoglobulinas de membrana. Sin embargo este
estimulo no es suficiente para que se inicien los procesos de
proliferación de estas células. Para ello es necesario que los
linfocitos B además del estimulo antigénico reciban el estimulo
de ciertas interleucinas.

El elemento efector final de la respuesta humoral son


las inmunoglobulinas. El termino inmunoglobulina fue propuesto
por Heberman para designar a todas las sustancias con
capacidad de anticuerpo, esto es con capacidad de
anteponerse al antigeno. Las inmunoglobulinas son de cinco
clases: inmunoglobulina M (IgM), inmunoglobulina A (IgA),
inmunoglobulina G (IgG), inmunoglobulina D (IgD) e
inmunoglobulina E (IgE). Las inmunoglobulinas tienen la
propiedad de unirse específicamente al antígeno que indujo su
formación.

Tras la unión antígeno-anticuerpo (Ag-Ac), las sustancias


extrañas (o antígenos) son destruídas por las inmunoglobulinas
a través de mecanismos, que pueden ser diferentes según el
tipo de inmunoglobulina que participa. Esto se debe a que
aunque las distintas clases de inmunoglobulinas tienen una
estrucutura igual en ciertas partes de la molecula, en otras
partes presentan una estrucura distinta. Podemos decir que las
inmunoglobulinas, al detectar al antígeno y unirse a el, actúan
como transductores de la información de la presencia de los
mismos, que serán posteriormente destruidos por el mecanismo
más idoneo, en el que colaborarán además del propio
anticuerpo el sistema del complemento, macrófagos, los
polimorfonucleares o células K.

El término complemento engloba, una gran variedad de


proteinas, que interactúan en un determinado orden, se
representan por C' y se encuentran en el suero. Cuando se
produce la activación del C' se pone en marcha una serie de
reacciones, en forma de "cascada", de tal forma que se van
generando productos activos que además de influir en que la
reacción prosiga tienen diferentes acciones biológicas
importantes en la defensa del organismo.

1.2.2. Respuesta inmune celular

La respuesta inmune de tipo celular cubre una importante


función como mecanismo inmunológico de defensa, actuando
principalmente frente a bacterias y virus, así como evitando la
aparición y desarrollo de células tumorales. Sin embargo, este
tipo de respuesta representa una seria limitación en la práctica
de trasplantes por ser el principal mecanismo implicado en el
rechazo de los mismos.

La respuesta inmune de tipo celular es compleja en sus efectos


y acciones finales, así como en su iniciación y desarrollo. En
ella participan esencialmente los linfocitos T colaboradores y
citotóxicos. Tal como se ha dicho anteriormente, los linfocitos
reconocen el antigeno mediante el receptor T (TcR) y lo hacen
solo cuando el antigeno es degradado y procesado en el interior
de las células presentadoras de antígeno (APC) y su
determinantes antigéncios son expuestos en la superficie de
estas células en el seno de una molécula del complejo principal
de histocompatibilidad.
Las moléculas del Complejo Mayor de Histocompatibilidad
(MHC) son una serie de glicoproteínas presentes en las
membranas de todas las células nucleadas, entre las que se
encuentran las células inmunocompetentes. estas moléculas
son esencialmente de dos tipos o clases, clase I y clase II y
tienen entre otras funciones las de presentar el antígeno a los
linfocitos así como participar en el proceso de maduración de
los linfocitos en el timo.

Las células presentadoras de antígeno tienen como misión


captar, procesar y presentar el antígeno a los linfocitos T. El
reconocimiento del antígeno por las células T exige que
previamente sea procesado proteolíticamente en el interior de
las células presentadoras de antígeno. Aunque existen
excepciones, la separación de las funciones de los linfocitos T
colaboradores CD4+ y CD8+ viene dada por el origen de los
antígenos que reconocen y, en último término, por donde han
sido procesados por vía exógena en el sistema endosomal de
las células presentadoras de antígeno y expresados en
superficie por el producto de los genes MHC de clase II. Los
linfocitos citolíticos CD8+ reconocen a los antígenos que han
sido procesados endógenamente en el citosol de la célula
infectada y presentados en superficie por moléculas MHC de
clase I, mientras que los linfocitos CD4+ interaccionan con el
antígeno en el conctexto de moléculas de case II.

Este fenómeno se conoce como restricción por el MHC, es


decir, que el TcR que reconoce especificamente el antigeno ha
de encontrarlo presentado en el contecto de moleculas MHC
propias. En el proceso de reconocimiento e interaccion de una
celula con otra intervienen, además, toda una serie de
moléculas llamadas moléculas accesorias que se encuentran
bien en la superficie de los linfocitos T o en las células
presentadoras de antígeno. Estas moléculas interaccionan entre
sí o con otros ligandos reforzando la unión entre el receptor de
las células T y el complejo MHC-péptido e incrementando así la
adherencia intercelular y su afinidad.

Cuando tiene lugar el reconocimiento antigénico entre el TcR y


la molécula MHC que porta el antígeno, se desencadena una
cascada de reacciones bioquímicas en el citoplasma de la
célula T, dando así lugar al proceso de activación, proliferación
y diferenciación celular. Estos mecanismos implican la
participación de una serie de sustancias intracitoplasmáticas,
conocidas como segundos mensajeros y que son ciertas
sustancias de caracter lipídico y proteínas que adquieren sus
caracter funcional al fosforilizarse esencialmente en los
aminoacidos serina y treonina. Como consecuencia de estos
eventos se predecirá finalmente la activación de la transcripción
de los genes implicados en la síntesis de la proteína y factor
implicado en una determinada función, tal como la síntensis de
interleucina 2 u otros factores.

La consecuencia final de este tipo de respuesta es la formación


de cedulas Th activas productoras de inteleucinas y celulas
citotóxicas (CTL) que posen capacidad de lisar a las cedulas
que portan el antigeno que indujo su activación. Este tipo de
respuesta requiere varios días para su desarrollo. Ante, por
ejemplo, un contagio viral, la acción del interferón y de las
celulas NK antecede al de las células CTL.

1.3. CARACTERÍSTICAS RESPUESTA INMUNE ESPECÍFICA

La respuesta inmune especifica se caracteriza por ser de


caracter clonal, especifica, desarrollar memoria y ser regulable.

Especificidad. Se sabe que cada antígeno estimula solo a


aquel linfocito o grupo de linfocitos que han desarrollado y en
consecuencia poseen en su membrana los receptores capaces
de reconocer y unirse específicamente a él. Estos receptores,
tal como se ha indicado anteriormente, son las
inmunoglobulinas de superficie cuando se trata de linfocitos B o
el TcR cuando se trata de linfocitos T.

Clonalidad. Cuando un linfocito o grupo de linfocitos es


activado, este prolifera y se diferencia en múltiples cedulas
derivadas, todas ellas con idénticos receptores de superficie. se
dice entonces que todas estas cedulas constituyen lo que se
denomina clon celular. Tanto la especificidad como la clonalidad
de la respuesta inmune fue originariamente definidos en los
años cincuenta por varios inmunólogos entre los que se
encontraba Burnet y se conoció después por la teoría de
selección clonal de Burnet. Esta teoria decía que cada antígeno
estimulará a aquel linfocito o grupo de linfocitos que poseen en
su membrana receptores capaces de reconocer y unirse
específicamente a él y que como consecuencia se producía su
proliferación y diferenciación en células con las mismas
características de reconocimiento que los linfocitos originales.

Memoria Inmunológica. Otra característica importante de este


tipo de repuesta es que el organismo mantiene memoria de un
estímulo a otro cuando son de la misma índole. Eso se debe a
la permanencia de linfocitos sensibilizados de larga vida
después de un estímulo antigénico.

Regulación. Este tipo de respuesta dispone de mecanismos


internos de control, de tal forma que la intensidad de la misma
se regula por acción de diversos tipos de moléculas entre las
que destacan las inmunoglobulinas y sobre todo las citocinas.

1.4. CITOCINAS

Las citocinas son una serie de sustancias producidas por


células en respuesta a una gran variedad de estímulos y que
son capaces de regular el funcionamiento de otras células. La
naturaleza de las células sobre las que ejercen su efecto viene
determinado por la presencia de receptores específicos. Estas
sustancias pueden ser de diversos tipos entre los que se
encuentran los denominados Factores de
crecimiento, polipéptidos que estimulan la proliferacion de
diferentes tipos celulares; las Linfocinas, producidas por
linfocitos y de gran importancia en la regulación del sistema
inmune. Aunque todas las celulas del sitema inmune producen
algun tipo de inteleucinas, es el linfocito Th la celula con mayor
grado de participacion en la regulacion del sitema inmune a
traves de las interleucinas que produce. La familia globalmente
denominada Interferones, fueron originalmente identificadas
como agentes capaces de proteger a las células frente
infecciones virales. Hoy se sabe que los interferones tienen
otras muchas funciones, tales como actuar en los procesos de
diferenciación y proliferación celular así como en la modulación
del sistema inmunológico. Los interferones pueden ser de
tipo , ß y .

1.5. ANTIGENOS DE DIFERENCIACION LEUCOCITARIA

En los últimos años y gracias a la disponibilidad de


los anticuerpos monoclonales (AcMo) se han podido identificar
múltiples moléculas presentes en la membrana plasmática de
los linfocitos. Muchas de las moléculas identificadas con estos
AcMo han sido caracterizadas y se les denominan
genéricamente como antígenos de diferenciación (CD). El
interes de los antigenos de diferenciacion radica en que su
identificacion permite profundizar en los mecanismos precisos
por los que las celulas del sistema inmune se relacionan entre si
y con el entorno, llevando a termino final la respuesta inmune.
Asi mismo su concocimiento detallado abre el horizonte de la
intervencion terapeutica sobre mecanismos muy concretos del
sistema inmune que en un futuro, no lejano, permitira modular al
alza o la baja, la actividad del propio sistema.

Cuál es Autoinmunidad?

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Por el Dr. Ananya Mandal, DOCTOR EN MEDICINA

La autoinmunidad del término refiere a un incidente del sistema inmune del cuerpo
de reconocer sus propias células y tejidos como “uno mismo”. En Lugar, las
inmunorespuestas se ponen en marcha contra estas células y tejidos como si
fueran cuerpos no nativos o invasores.

El sistema inmune existe en casi todos los formularios de vida complejos. Las
funciones principales del sistema inmune son defender el cuerpo de los gérmenes
y de otros invasores no nativos. El sistema inmune se compone de las células y de
los órganos especiales que juntos montan un ataque inmune contra las
substancias químicas, los virus, las bacterias, o polen no nativas.

Una célula llamada un linfocito de B se convierte en una célula de plasma, que


produce los anticuerpos para luchar lejos a tales invasores. Tal substancia que
acciona una inmunorespuesta de esta manera se refiere como antígeno. Para Que
el sistema inmune funcione apropiadamente, debe poder distinguir las células que
son las substancias del formulario del “uno mismo” que son no-uno mismo o no
nativas. La Autoinmunidad se refiere cuando el sistema inmune no puede hacer
esto y en lugar de otro produce los anticuerpos que se dirigen hacia los propios
tejidos del cuerpo. Éstos se llaman los autoanticuerpos.

Algunos de los ejemplos principales de desordenes autoinmunes incluyen la


tiroiditis mellitus del tipo 1 de la diabetes (IDDM), eritematosa de lupus (SLE)
sistémico, de Hashimoto, la enfermedad de Sepulcros de la tiroides, del síndrome
de Sjögren, del Síndrome de Churg-Strauss, de la enfermedad Celiaca, de la
artritis reumatoide (RA), y de la púrpura thrombocytopenic idiopática.
En años pasados, una idea falsa existió que el cuerpo no era capaz de reconocer
los antígenos del “uno mismo”. Al inicio del siglo XX, Paul Ehrlich describió el
concepto de “autotoxicus del horror,” que se refirió a cómo un cuerpo normal no
crearía un ataque inmune contra su propio tejido. Por Lo Tanto, tales reacciones
eran consideradas anormales y un señal de la enfermedad. Ahora, sin embargo,
sabemos que la autoinmunidad es una parte fundamental del sistema inmune
vertebrado, pero que es mantenida generalmente la inspección por una tolerancia
inmunológica de los antígenos que son “uno mismo.”

Revisado por Sally Robertson, BSCA

Fuentes

1. http://www.oucom.ohiou.edu/dbms-
grijalva/Teaching/Slides/PDF/Lecture17_autoimmunity2xpg.pdf
2. http://www.kau.edu.sa/Files/0001735/Files/20287_LECTURE_7_AUTOIMM
UNITY_AND_AUTOIMMUNE_DISEASE_Part1.pdf
3. http://omicsonline.org/autoimmune-disorders-an-overview-of-molecular-and-
cellular-basis-in-todays-perspective-2155-9899.S10-003.pdf
4. http://www.st-
andrews.ac.uk/~gdk/bl4217web/Gp2RefList/autoimmune_path.pdf
5. http://www.kims.org.kw/bulletin/Issues/Issue9/Autoimmunity_I.PDF

[Lectura Adicional: Autoinmunidad]

Tejido linfoide asociado a las mucosas


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mucosas (discusión).
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Tejido linfoide asociado a las mucosas

Un tipo de tejido linfoide: placas de Peyer en el


intestino.

Latín Textus lymphoideus adjunctus


mucosae

TH H3.10.03.0.03005

Sistema Linfático

[editar datos en Wikidata]

El tejido linfoide asociado a las mucosas (MALT, por sus siglas


en inglés: Mucosa-associated lymphoid tissue) o folículos linfáticos es un tipo de
agrupación de células linfoides sin organización o estructura, que se encuentra
asociado a la mucosa y que forma parte de una serie de localizaciones linfoides
repartidas por el organismo. Son un depósito de tejido linfático, incluido en fibras
elásticas y músculo liso y que, a diferencia de los ganglios linfáticos, no tienen una
cápsula de tejido conectivo.
Los MALT se disponen de varias formas en el organismo: aislados en la lámina
propia y submucosa de los órganos de los sistemas digestivo, respiratorio y
genitourinario, formando estructuras más complejas, asociadas con el tubo
digestivo (como las amígdalas, las placas de Peyer en el intestino y el apéndice
cecal) y constituyendo los órganos linfáticos como el bazo y los ganglios linfáticos.
Los ganglios linfáticos estructuras encapsuladas reniformes es decir de forma
parecida a un riñón, son los únicos órganos linfáticos interpuestos en el trayecto
de los vasos linfáticos mayores, por lo que poseen vasos linfáticos aferentes y
eferentes. Las amígdalas, el bazo y el timo tienen vasos eferentes que salen de
ellos, pero que no se relacionan con vasos linfáticos aferentes.

Hay cuatro tipos según el tipo de mucosa:

 Tejido linfoide asociado a los bronquios o BALT (bronchus-associated


lymphoid tissue). se encuentra en la mucosa que recubre las vías respiratorias.
Contiene linfocitos B y T.
 Tejido linfoide asociado al tubo digestivo o GALT (gut-associated lymphoid
tissue). Se compone de folículos linfoides a todo lo largo del tubo
gastrointestinal casi todos están aislados entre sí. Destacan las placas de
Peyer, situadas en la lámina propia de la mucosa del intestino delgado.
 Tejido linfoide asociado a la nariz o NALT (nose-associated lymphoid tissue).
 Tejido linfoide asociado a la conjuntiva o CALT (conjunctiva-associated
lymphoide tissue).

Definición de Inflamación

La Inflamación es un proceso que lleva a cabo normalmente el organismo con la


finalidad de defenderse o protegerse ante determinadas situaciones de alerta,
como son la agresión por microorganismos causantes de infecciones como los
virus, bacterias, parásitos y hongos, traumatismos, contacto con radiaciones, frío,
calor, irritantes químicos, venenos y toxinas.

Algunas condiciones propias del organismo como las enfermedades de las


arterias, hemorragias, infartos, problemas de tipo autoinmune (donde el organismo
se agrede a sí mismo), los tumores y el estrés son también capaces de activar los
mecanismos que producen inflamación.

La inflamación se reconoce por la presencia de cuatro manifestaciones


características como son el aumento de volumen, enrojecimiento, calor y dolor.
Estos síntomas son producto de la activación de una serie de procesos químicos
que llevan a la producción de unas sustancias llamadas prostaglandinas que son
capaces de activar al sistema circulatorio y al sistema inmune con el fin de que
todas las células que intervienen en los procesos de defensa puedan llegar al
lugar en donde se inicio la señal de alerta.

Este proceso suele iniciarse por activación de la membrana celular de células del
sistema inmune como los macrófagos y los mastocitos, lo que lleva a la
producción de prostaglandinas y una serie de sustancias mediadoras de la
inflamación, esto tiene como finalidad de que las células del sistema inmune se
dirijan al sitio de la lesión y comiencen las actividades de defensa como es el caso
de eliminación de virus o bacterias por parte de los glóbulos blancos neutrófilos.

Este proceso se mantiene en el tiempo hasta que logra eliminarse el agente o bien
se produce la reparación del tejido dañado por un traumatismo, quemadura,
fractura o cualquier otra causa. En la fase final de la inflamación se repara el tejido
o bien se sustituye por un tejido fibroso cicatrizal, lo cual puede originar secuelas o
consecuencias, como es el caso de la limitación para el movimiento o rigidez de la
estructura cuando ocurre en el aparato locomotor, o bien la insuficiencia de un
órgano o una estructura cuando la inflamación ocurre en un órgano interno.

En inflamaciones de tipo leve o de curso corto por lo general el proceso se limita


en el tiempo lográndose la total reparación de la estructura inflamada sin secuelas.
En el caso de inflamaciones crónicas pueden ocurrir cambios permanentes en la
arquitectura de la estructura lesionada producto del desarrollo de fibrosis para
sustituir al tejido dañado.

Una vez iniciado el proceso inflamatorio el sistema nervioso es capaz de mantener


esta respuesta en el tiempo o bien frenarla mediante la secreción de hormonas, en
este sentido puede producirse la Hormona Corticotropa a nivel del hipotálamo en
las fases iniciales para activar la inflamación, mientras que a nivel de las
suprarrenales se secreta el Cortisol, hormona con gran poder antiinflamatorio
capaz de limitar y frenar este proceso.

La inflamación tiene una finalidad protectora y reparadora en el organismo, el uso


de medicamentos antiinflamatorios de forma indiscriminada puede afectarlo. Un
ejemplo de esto es en el caso de las lesiones óseas y fracturas en donde no
deben emplearse antiinflamatorios ya que estos afectan la formación del callo y
por ende la consolidación de la fractura.

... via Definicion ABC https://www.definicionabc.com/salud/inflamacion.php


Definición de Sistema Inmunológico (Inmunitario)

El Sistema Inmune es el sistema de defensas del cuerpo, la palabra “Inmune”


viene del latín y significa “libre de” por lo que el sistema inmune es el encargado
de mantener el organismo libre de agentes externos o internos capaces de
producir alteraciones o enfermedades. Por su parte, Inmunitario e Inmunológico
comparten origen en el latín y griego en cuanto a una forma que se engloba
conjuntamente en un marco de salud que abordamos en este análisis.

Para que este sistema funcione requiere de señales químicas, sobre la membrana
celular de todas y cada una de las células del cuerpo existen unas sustancias del
tipo proteínas que son leídas por las células del sistema inmune y actúan como
una especie de marca personal, esto permite reconocerlas como propias; toda
célula, microorganismo, virus, batería, parasito u hongo que no tenga esta marca
es reconocido como extraño y pasa a ser un antígeno, todo antígeno por ser
extraño es reconocido como potencialmente peligroso por lo que es capaz de
iniciar una serie de eventos que constituyen la respuesta inmunológica que tiene
como fin eliminarlo.

Todo agente externo que ingresa al organismo constituye un antígeno, incluso


órganos provenientes de donantes si bien no son agentes infecciosos son
extraños y el Sistema Inmunológico los identifica como ajenos produciéndose el
fenómeno conocido como rechazo al trasplante, esto también ocurre con las
células tumorales, el cáncer hace que las células sufran cambios que las llevan a
ser irreconocibles como propias por el Sistema Inmunológico.

En las llamadas enfermedades autoinmunes, como la artritis reumatoide, la


tiroiditis y el lupus, entre otras, el Sistema Inmunológico por razones aun no muy
claras reconoce algunos tipos de células como extrañas e inicia una respuesta
inmune que lleva a su destrucción lo cual produce las manifestaciones propias de
estas enfermedades. El Factor Reumatoide, que es una prueba de laboratorio que
se solicita para descartar la presencia de artritis es un autoanticuerpo.

El Sistema Inmunológico a diferencia de los demás sistemas está conformado por


un grupo de órganos llamados órganos linfoides que abarcan los ganglios
linfáticos y el tejido linfático localizado en las amígdalas, adenoides y el apéndice,
así como por células con la capacidad de movilizarse por todo el organismo,
empleando para ello el sistema circulatorio.

Las células integrantes del Sistema Inmunológico son de varios tipos:

Glóbulos Blancos: Los Glóbulos Blancos o lLeucocitos son células que se


encuentran en la sangre, son de dos tipos principales los Neutrófilos o
Polimorfonucleares y los Linfocitos. Los Linfocitos son las células más importantes
del Sistema Inmunológico y son de dos tipos Linfocitos T y Linfocitos B. Los
Linfocitos T actúan reconociendo los antígenos, hasta que el linfocito T no da la
orden no se inicia ningún tipo de respuesta inmune, estos linfocitos son capaces
de reconocer hasta 100 millones de antígenos; los Linfocitos B también pueden
reconocer antígenos pero necesitan que el Linfocito T de inicio al proceso, los
Linfocitos B son las células que producen los anticuerpos o inmunoglobulinas que
son el arsenal con el cual el sistema inmune combate a los antígenos. Los
Polimorfonucleares son células vigilantes, son las primeras que se activan cuando
hay una infección y son capaces de atacar a los microorganismos, a diferencia de
los Linfocitos los Polimorfonucleares son inespecíficos, ellos constituyen la primera
línea de defensa mientras se activan respuestas específicas mediadas por los
anticuerpos.

Monocitos: Los monocitos son unas células sanguíneas que tienen la capacidad
de una vez activadas salir del torrente circulatorio y pasar a los tejidos en donde
se convierten en una célula llamada Macrófago, el término fago significa comer y
es precisamente lo que esta célula es capaz de hacer, una vez que entra en
contacto con un microorganismo emite unas prolongaciones o pseudópodos que lo
atrapan tragándolo, una vez en el interior del Macrófago son destruidos por la
acción de unas enzimas que los digieren.

Células NK: Estas células reciben su nombre de sus siglas en ingles: Natural
Killers, que significa asesinas naturales. Las células NK tienen especificidad por
las células infectadas o células tumorales, al reconocerlas entra en contacto con
ellas y desencadenan una reacción que inicia su proceso de autodestrucción.

La respuesta inmune es un proceso complejo que relaciona todos estos tipos de


células, para ello es necesario que haya un sistema de información, una vez que
se reconoce algo extraño o antígeno los Polimorfonucleares localizados en el
torrente sanguíneo comienzan el proceso de neutralización lo que explica porque
aumentan los glóbulos blancos en la sangre cuando hay una infección. Parte de
los antígenos al alcanzar los ganglios linfáticos mediante la circulación de un fluido
llamado linfa, allí son capaces de activar a los Linfocitos T, que al reconocer algo
extraño comienzan a replicarse aumentando su número lo cual hace que los
ganglios cercanos al lugar en donde se encuentran los gérmenes aumenten de
tamaño y se inflamen. Cada linfocito T es especifico para un antígeno y la
replicación da origen a una serie de clones que luego pasaran a la sangre en
donde liberan las sustancias mensajeras que hacen que se activen los Linfocitos
B, los macrófagos y las células NK para que realicen las funciones propias de
cada uno de ellos, estos mensajeros químicos son unas sustancias llamadas
citoquinas que son de varios tipos, ellas son capaces además de activar algunas
neuronas poniendo así al sistema nervioso en conocimiento de lo que está
sucediendo. Las citoquinas son capaces tanto de activar como de finalizar la
respuesta inmune, limitando el proceso.

Cuando las funciones propias del sistema inmunológico no se llevan a cabo de


forma eficaz se produce lo que se conoce como inmunodeficiencia, que es un
estado patológico en el que hay una mayor predisposición a sufrir infecciones,
esto puede ocurrir por varias razones, siendo hoy en día la más frecuente la
infección por el virus de inmunodeficiencia humana o VIH, este es capaz de
afectar a los linfocitos que son las células más importantes de este sistema ya que
son ellas precisamente las únicas capaces de activar la respuesta inmune
específica.

... via Definicion ABC https://www.definicionabc.com/salud/sistema-


inmunologico.php

La alergia a implantes y a biológicos, en alza

Volver a Alergias

Raquel Serrano
Miercoles, 25 de Enero de 2012 - 01:00
Los nuevos procedimientos médicos y manejos farmacológicos están variando los
objetivos y retos de los alergólogos. Cada vez se observan más reacciones no
típicas.
En los últimos años se está detectando un aumento en el número de casos de
reacciones alérgicas a implantes, tanto metálicos, que incluyen todas las prótesis
ortopédicas, como intravasculares -endoprótesis-, que se emplean para el
tratamiento de las obstrucciones arteriales. A pesar de que las aleaciones de
metales de las que están compuestas son cada vez más seguras, es inevitable
que se liberen algunos en la sangre, como el níquel, lo que puede conducir a que
algunas personas reaccionen y presenten trastornos sistémicos o en el propio
implante.
"El hecho es que tales procedimientos son cada vez más frecuentes, por lo que
este tipo de reacciones pueden incrementarse, aunque se desconoce la causa
concreta de por qué afectan a unas personas y a otras no. La tarea pendiente
sería realizar el diagnóstico adecuado, lo que no es fácil, porque las
consecuencias son graves: recubrir los implantes con ciertas sustancias o incluso
retirarlos en algunas ocasiones", ha señalado a DM Joaquín Sastre, jefe del
Servicio de Alergia de la Fundación Jiménez Díaz, de Madrid, que, junto a
Montserrat Fernández Rivas, alergóloga del Hospital Clínico de Madrid, y Luis
Prieto, de la Universidad de Valencia, han coordinado la VIII Reunión Internacional
sobre Controversias y Novedades en Alergia (CYNA) que se ha celebrado en
Madrid. También se están registrando reacciones a sustancias que se inyectan en
determinados procedimientos estéticos.
Según Sastre, lo que todavía no se tiene muy claro es si sería necesario realizar
estudios previos antes de efectuar implantes de prótesis metálicas, sobre todo en
personas que han mostrado alteraciones predisponentes, como podrían ser
reacciones a metales como el níquel, que en el caso de las mujeres asciende
hasta un 10 por ciento, aunque también está aumentando en hombres.
Otro de los aspectos a los que han empezado a hacer frente los profesionales es
el derivado de la alergia a medicamentos, pero no inmediata ni mediada por IgE.
Se encuadra aquí todo el arsenal de agentes biológicos empleados cada vez más
en reumatología, oncología e incluso en neumología para terapia contra el asma.
"El uso de estos tratamientos biológicos está creciendo de manera espectacular,
pues representan el 75 por ciento del gasto farmacéutico en hospitales terciarios.
Ahora empiezan a observarse reacciones", según ha dicho Fernández Rivas.
Algunas de ellas son inmediatas, pero no muy comunes, y también las hay a largo
plazo.
Reto próximo
"La mayoría de estos fármacos son inmunomoduladores, por lo que su diagnóstico
es más complejo. No es tan fácil como puede ocurrir en el caso de una reacción
inmediata a un antiinflamatorio o a un antibiótico, por ejemplo". A su juicio, se trata
de un fenómeno al que en los próximos años deberán enfrentarse con mayor
frecuencia. "Se produce además en un tipo de paciente especial: los que tienen
enfermedades inmunológicas u oncológicas de base. Su evaluación adecuada va
a ser un reto".
Otras reacciones alérgicas no mediadas por IgE son las cutáneas graves
inducidas por fármacos. Se trata de enfermedades raras, casi excepcionales, pues
afectan a una persona por millón de ciudadanos, pero de extrema gravedad, ya
que el 25 por ciento de los afectados mueren por su causa. Los profesionales
internacionales que han participado en la reunión, que ha contado con la
colaboración de GlaxoSmithKline (GSK), han expuesto la situación de este cuadro
en Europa, y Fernández Rivas también ha indicado que, en España, la Comunidad
de Madrid cuenta con una iniciativa conjunta de alergólogos y dermatólogos.
Prieto se ha referido también a la importancia de la detección de fenotipos en
asma, motivo de la conferencia de su descubridor, Ian Pavord, del Hospital
Glenfield, de Leicester, en Gran Bretaña. El manejo de fenotipos presupone que el
asma no es una única enfermedad y que, por tanto, su tratamiento no debería ser
igual en todos los pacientes "si fuésemos capaces de identificar los fenotipos de la
enfermedad y aplicar en cada situación la terapia más conveniente, eficaz o
indicada".
Detrás del asma, la EPOC también se presenta como diferente en cada paciente.
"Muchas veces, asma y EPOC están superpuestas, por lo que es totalmente
necesario contemplar los endotipos de ambas patologías y, si fuera de forma
conjunta, mucho mejor, porque es un hecho trascendente para el tratamiento".

Id: lil-716983
Autor: Contreras, Julio J; Sepúlveda, Miguel.
Título: Bases moleculares de la infección asociada a implantes
ortopédicos / The molecular basis of infections associated to
orthopedic implants
Fonte: Rev. chil. infectol;31(3):309-322, jun. 2014. ilus.
Idioma: es.
Resumo: Infections associated with the use of orthopedic implants are still
the major complication associated with these devices and an
unsolved challenge. The frequency of infection associated with
orthopedic implant is relatively low, estimated to range between 0.5
to 5%. However, it has devastating consequences for the patient
and health institutions. The majority of infections is secondary to
gram-positive aerobic microorganisms belonging to the genus
Staphylococcus. These bacteria establish chronic infections due to
its ability of adhesion and biofilm formation. Biofilms are complex
communities in a polysaccharide matrix. This structure retains
nutrients and protects the bacteria against the immune response
and antimicrobial agents. The study of molecular characteristics
and biofilm formation regulation is vital for the understanding of
judicious clinical management and the development of novel
strategies for the prevention of infection.

La infección asociada a la utilización de implantes ortopédicos es la


principal complicación asociada a estos dispositivos y es un
desafío aún sin resolver. La frecuencia de infección asociada a
implante ortopédico es relativamente baja, estimada en un rango
de 0,5 a 5%. Sin embargo, sus consecuencias son devastadoras
para el paciente y las instituciones de salud. La mayoría de las
infecciones son causadas por microorganismos aerobios
grampositivos pertenecientes al género Staphylococcus. Estas
bacterias establecen infecciones crónicas gracias a su capacidad
de adhesión y formación de biopelículas, complejas comunidades
en una matriz de polisacáridos. La biopelícula retiene nutrientes y
protege a las bacterias contra la respuesta inmune y agentes
antimicrobianos. El estudio de las características moleculares y la
regulación de la formación de biopelículas es vital para el
entendimiento del manejo clínico juicioso y el desarrollo de
estrategias novedosas para la prevención de infección.
Descritores: Aderência Bacteriana/genética
Biofilmes/crescimento & desenvolvimento
Infecções por Bactérias Gram-Negativas/microbiologia
Infecções por Bactérias Gram-Positivas/microbiologia
Infecções Relacionadas à Prótese/microbiologia
Limites: Humanos
Tipo de Publ: Revisão
Responsável: CL1.1 - Biblioteca Central

Presentación del tema: "CONTRIBUYEN A LA INMUNIDAD INESPECÍFICA Y


NATURAL"— Transcripción de la presentación:

1 CONTRIBUYEN A LA INMUNIDAD INESPECÍFICA Y NATURAL


4. LA DEFENSA CONTRA LAS INFECCIONES El sistema inmunológico de las
personas: conjunto de defensas que el organismo utiliza para protegerse de los
agentes patógenos Mecanismos inespecíficosBarrera primaria del sistema
inmunológico.La pielEl sudorLos ácidos grasosLágrimas, orina, salivaMucosa
(secreción de sustancias viscosas)Barrera secundaria del sistema
inmunológico.La inflamaciónFagocitosis- Neutrófilos- MacrófagosLa
fiebreCONTRIBUYEN A LA INMUNIDAD INESPECÍFICA Y NATURAL1

2 Macrófago 2

3 Barrera secundaria….

4 Médula ósea de los huesos largos SS linfático (función inmunológica):


4.3 Mecanismos específicos Barrera terciaria del sistema inmunológico:
CONSTITUYE LA INMUNIDAD ESPECÍFICA ÚLTIMA LINEA DE DEFENSA del
organismoSe encuentra en:Médula ósea de los huesos largosSS linfático (función
inmunológica):TimoBazoGanglios linfáticos.4

55

6 Producen y completan el desarrollo de dos clases de leucocitos:


linfocitos Blinfocitos TLinfocitos B: maduran en la médula ósea, bazo y ganglios
linfáticos. Dan lugar a 2 tipos de células:Células plasmáticas: sintetizan y liberan a
la sangre anticuerpos frente a los antígenos.Células de memoria
inmunológica:guardan información sobre un antígenogeneran los anticuerpos en
futuras infecciones.6

7 Linfocitos B…. ANTÍGENOS


Moléculas extrañas al organismo, que se unen a anticuerpos específicos, uno para
cada uno de ellos.ANTICUERPOSMoléculas proteicas liberadas por los linfocitos
B. Su función es reconocer y unirse al antígeno para la posterior destrucción de
éste, que será destruido por los fagocitos.

88

9 Linfocitos T: maduran en el Timo. Son activados por los macrófagos


Linfocitos T: maduran en el Timo. Son activados por los macrófagos. Atacan o
destruyen células propias, tumorales o infectadas.FUNCIÓNCITOTÓXICA (Ltc):
emiten toxinas contra la célula infectada (por ej. por un virus). Responsables de
los rechazos de trasplantes. Destruyen células tumorales.AUXILIAR (Lta): liberan
sustancias necesarias para la proliferación y maduración de linfocitos B
productores de anticuerpos.Linfocitos B y T se encuentran estratégicamente
ubicados en los ganglios linfáticos distribuidos por todo el cuerpo (axilas, cuello,
ingle)

11 11

12 12

13 Características de la respuesta inmune:


Especificidad: Un millón de anticuerpos en una vidaMemoria
inmunológicaCapacidad de reconocimiento de lo propio frente a lo extraño
(tolerancia)13

14 Respuesta Inmune:Casi toda la respuesta inmune se produce gracias a que los


macrófagos hacen de intermediarios, pues la mayoría de los antígenos sólo
estimulan a los linfocitos a través de los macrófagos.Los macrófagos son células
presentadoras de antígenos14

15 Trastornos del sistema inmunológico


Enfermedades autoinmunes:El sistema inmune reconoce como extrañas a células
del propio organismo. Se destruyen tejidos normales del cuerpo.diabetes juvenil,
esclerosis múltiple, artritis reumatoide, psoriasis…15

16 AlergiasEl sistema inmune se activa frente a sustancias inocuas: alergias


(polen, polvo… etc…)Es una respuesta excesiva del s. inmunológico

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