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ESTUDIO PANORÁMICO DE LA BIBLIA

Un estudio de los 39 libros del


Antiguo Testamento y 27 libros del
Nuevo Testamento en 66 semanas
LOS LIBROS DE LA BIBLIA: AT
GÉNESIS NEHEMÍAS OSEAS
ÉXODO ESTER JOEL
LEVÍTICO
JOB AMÓS
NÚMEROS
DEUTERONOMIO SALMOS ABDIAS
PROVERBIOS JONÁS
JOSUÉ ECLESIASTÉS MIQUEAS
JUECES CANTARES NAHUM
RUT HABACUC
1 Y 2 SAMUEL ISAÍAS
SOFONÍAS
1 Y 2 REYES JEREMÍAS
LAMENTACIONES HAGEO
1 CRÓNICAS ZACARÍAS
2 CRÓNICAS EZEQUIEL
DANIEL MALAQUÍAS
ESDRAS
LOS LIBROS DE LA BIBLIA: NT
MATEO
MARCOS
LUCAS
JUAN
HECHOS
ROMANOS
1
CORINTIOS
2
CORINTIOS
NOMBRE DEL LIBRO
En hebreo es: “Segunda Carta de
Pablo a los Corintios” –
‫מכתב שני של פול אל הקורינתים‬
En griego: Segunda Carta de Pablo
a los Corintios – Δεύτερη Επιστολή
του Παύλου προς Κορινθίους.
En castellano: ‘La Segunda Epístola
del Apóstol Pablo a los Corintios’.
LA EPÍSTOLA DE 2 CORINTIOS
No todos los niños son lindos e inocen-
tes, algunos causan dolor y dificultad pa-
ra quienes los cuidan. Lo mismo ocurre
con las iglesias, especialmente la iglesia
de Corinto en su relación con Pablo.
Como misionero y apóstol, Pablo tenía
que lidiar con la disciplina de vez en
cuando, pero con los Corinto, parecía
que estaba ocupado en la disciplina más
que en ninguna otra cosa.
LA EPÍSTOLA DE 2 CORINTIOS
Pablo en repetidas ocasiones tuvo que
disciplinar severamente a la iglesia, y no
por un deseo perverso de castigo, sino
por un amor sincero y una legítima preo-
cupación por la salud espiritual de la
iglesia.
Los corintos habitualmente estaban en
problemas. Si tan solo se hubieran
mantenido fieles al evangelio que Pablo
les había enseñado, todo habría estado
bien.
LA EPÍSTOLA DE 2 CORINTIOS
Los corintios eran inconstantes y con
frecuencia quedaban atrapados en un
montón de problemas. Pablo tuvo que
ser muy firme con ellos con el fin de
mantenerlos enfocados en las cosas
que eran realmente importantes.
Segunda de Corintios es una carta difícil
de leer, por su contenido sobre la disci-
plina, ¡pero es mejor aprender de la dis-
ciplina de otra persona, que tener que
experimentarla por nosotros mismos!
LA EPÍSTOLA DE 2 CORINTIOS
El autor es Pablo y la iglesia receptora
es la de Corinto. Había sido establecida
por Pablo y recibió la visita de Apolos e
incluso del apóstol Pedro.
La iglesia de Corinto estaba plagada de
problemas: mucha división, era inmoral y
orgullosa, entre otras cosas.
Al saber que algunos problemas no ha-
bían sido resueltos les escribe esta carta
para ministrarlos (entre el 56 y 57 d.C.).
LA EPÍSTOLA DE 2 CORINTIOS
Habían llegado a Corinto maestros itine-
rantes mostrando sus credenciales de
apóstoles y habían puesto en duda el
ministerio de Pablo como apóstol.
Pablo se ve forzado en esta carta a de-
mostrar su apostolado y definir lo que es
realmente el ministerio cristiano.
El énfasis de Pablo es que saquen sus
ojos de los líderes (hombres) y los colo-
quen exclusivamente en Jesús.
DIVISIONES DE 2 CORINTIOS
(1-7) MINISTERIO DE RECONCILIACIÓN
(1:1-2) Es el típico saludo paulino, donde
incluye las palabras: gracia y paz.
Aparentemente es la cuarta carta que les
escribe, Pablo tiene que recordarles su
autoridad. No le gusta hablar de sí, mas
los corintios lo dejaron sin elección.
(1:3-11) Ahora, Pablo se refiere al con-
suelo que Dios le dio. Había sufrido en
nombre de la iglesia, pero Dios usó estas
cosas para su gloria.
(1-7) MINISTERIO DE RECONCILIACIÓN
No sólo fue consolado por Dios, sino que
sabía cómo consolar a otros de la misma
manera con la que él fue consolado.
No es sino hasta después que escribe
sobre la liberación de su sufrimiento, que
ve hacia el futuro, hacia la última libera-
ción de los sufrimientos de esta vida, que
la carta comienza en serio...
(1:12-14) Pablo afirma haberse conduci-
do ante ellos ‘con sencillez y sinceridad’,
pero esto no era suficiente para ellos.
(1-7) MINISTERIO DE RECONCILIACIÓN
La vida cristiana puede ser difícil, pues se
basa en relaciones con otras personas y
estas pueden no ser sencillas.
Esto no debe de ser la razón para dejar
las cosas que Dios te ha llamado a hacer.
Sin importar a como la gente pueda reac-
cionar, haz lo que Dios te ha llamado a
hacer, confiando en que Dios te guiará y
te sostendrá aun en los momentos difíci-
les. Dios siempre nos consolará en medio
de las tribulaciones.
(1-7) MINISTERIO DE RECONCILIACIÓN
(1:15-2:4) Pablo ya había regresado a
Corinto, pero la gente esperaba que vol-
viera a visitarlos.
Pablo no hacía promesas que no pensa-
ba cumplir. Por el contrario, quería que su
sí sea sí y su no, no.
La buena noticia es que Dios es siempre
fiel y “todas las promesas de Dios son en
él Sí, y en él Amén, para la gloria de
Dios” a través de nosotros (1:20) .
(1-7) MINISTERIO DE RECONCILIACIÓN
(2:5-11) En la primera carta Pablo discipli-
nó a un hombre inmoral y la disciplina
funcionó. Esta persona se arrepintió, y
Pablo insta a la iglesia a que sea restau-
rado a la comunión con los hermanos.
Muchas veces la iglesia no perdona al
hermano caído y no busca su restaura-
ción, sino tan solo su expulsión.
La disciplina es administrada para lograr
el arrepentimiento y no como un castigo
punitivo.
(1-7) MINISTERIO DE RECONCILIACIÓN
(2:12-17) Pablo describe un desfile militar
luego de alcanzar una victoria.
“Mas a Dios gracias, que en Cristo Jesús siem-
pre nos hace salir triunfantes, y que por medio
de nosotros manifiesta en todas partes el aro-
ma de su conocimiento. Ciertamente, para Dios
somos el fragante aroma de Cristo, tanto en los
que se salvan como en los que se pierden”.
(2:14-15).
Como el incienso que se levanta al paso
de los vencedores, el Evangelio de Jesús
es aroma de vida a los que se salvan.
(1-7) MINISTERIO DE RECONCILIACIÓN
(3:1-6) Mientras que los falsos apóstoles
traían cartas de recomendación, para
Pablo los corintios eran su carta de reco-
mendacion, la prueba de su ministerio.
“Es evidente que ustedes son una carta escrita
por Cristo y expedida por nosotros; carta que
no fue escrita con tinta sino con el Espíritu del
Dios vivo, y no en tablas de piedra sino en las
tablas de corazones que sienten” (3:3).
La gente no leerá la Biblia, pero si leerá
nuestra vida, somos cartas vivas de Dios.
(1-7) MINISTERIO DE RECONCILIACIÓN
“Porque la letra mata, pero el Espíritu vivifica”
(3:6c).
(3:7-18) Pablo compara el antiguo pacto
de muerte con el nuevo pacto de vida.
Cuando alguien llega a la fe, el velo es
quitado y por primera vez, experimenta la
verdadera libertad.
“Pero cuando se conviertan al Señor, el velo se
quitará” (3:16, RV60).
“Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el
Espíritu del Señor, allí hay libertad” (3:17).
(1-7) MINISTERIO DE RECONCILIACIÓN
(4:1-6) Pablo afirma que el mensaje del
evangelio está oculto para algunos.
“Pero si nuestro evangelio está aún encubierto
lo está entre los que se pierden; pues como
ellos no creen, el dios de este siglo les ha ce-
gado el entendimiento para que no resplan-
dezca en ellos la luz del evangelio de la gloria
de Cristo...” (4:3-4, RVC).
(4:7-18) Pablo nos habla de la perseve-
rancia, a pesar de las pruebas los cre-
yentes nos mantenemos firmes en Jesús.
(1-7) MINISTERIO DE RECONCILIACIÓN
Sí, si es cierto que el creyente sufre, mas
Dios usa nuestro sufrimiento para su gloria.
“Por lo tanto, no nos desanimamos. Y aunque
por fuera nos vamos desgastando, por dentro
nos vamos renovando de día en día. Porque
estos sufrimientos insignificantes y momentá-
neos producen en nosotros una gloria cada
vez más excelsa y eterna” (4:16-17; RVC).
Sea lo que sea que estés viviendo, confía
en que Dios lo va a usar para tu bien.
Aunque no lo entiendas espera en Jesús.
(1-7) MINISTERIO DE RECONCILIACIÓN
“Por eso, no nos fijamos en las cosas que se
ven, sino en las que no se ven; porque las
cosas que se ven son temporales, pero las
que no se ven son eternas” (4:18, RVC).
(5:1-11) Todo creyente dará cuentas ante
el “tribunal de Jesucristo”.
“Porque es necesario que todos nosotros
comparezcamos ante el tribunal de Cristo,
para que cada uno reciba según lo bueno o
lo malo que haya hecho mientras estaba en
el cuerpo” (5:10, RVC).
(1-7) MINISTERIO DE RECONCILIACIÓN
(5:12-21) Pablo les había predicado el e-
vangelio: Jesús murió por ellos, se levan-
tó de los muertos, y transformó la vida de
los que creían. Todos los que entregan su
vida a Jesús se convierten en nuevas
criaturas, y son reconciliados con Dios.
“De modo que si alguno está en Cristo, ya es
una nueva creación; atrás ha quedado lo viejo:
¡ahora ya todo es nuevo!” (5:17).
“Al que no cometió pecado, por nosotros lo hi-
zo pecado, para que en él nosotros fuéramos
hechos justicia de Dios” (5:21)
(1-7) MINISTERIO DE RECONCILIACIÓN
(6:1-13) Pablo soportó innumerables difi-
cultades con el fin de garantizar el evan-
gelio de Jesús puro y sin mancha.
(6:14-7:1) Pablo les recuerda que como
hijos de Dios no pueden caminar en
inmoralidad.
“No se unan con los incrédulos en un yu-
go desigual. Pues ¿qué tiene en común
la justicia con la injusticia? ¿O qué rela-
ción puede haber entre la luz y las tinie-
blas?” (6:14; RVC).
(1-7) MINISTERIO DE RECONCILIACIÓN
(7:2-16) Cuando Pablo fue a Macedonia,
Tito le dio noticias del arrepentimiento de
los corintios y esto le trajo gozo.
“La tristeza que viene de Dios produce arre-
pentimiento para salvación, y de ésta no hay
que arrepentirse, pero la tristeza que proviene
del mundo produce muerte” (7:10).
La tristeza del mundo produce resultados
mundanos y temporales. La disciplina se-
gún Dios produce tristeza que conduce a
un verdadero arrepentimiento.
(8-13) EL MINISTERIO DE PABLO
(8:1-24) Los capítulos 8 y 9 hablan de
una ofrenda que Pablo estaba recogien-
do para los cristianos en Jerusalén.
Pablo animó a todas las iglesias que él
había fundado a contribuir.
Durante su tercer viaje misionero visitaría
todas estas iglesias, recibirá la ofrenda, y
las llevaría a Jerusalén.
Pablo escribe de la generosidad de las
iglesias de Macedonia, quienes a pesar
de su pobreza dieron en abundancia.
(8-13) EL MINISTERIO DE PABLO
Los macedonios entendieron que el ofren-
dar era un acto de adoración al Señor, y
esta es exactamente la forma que debería
ser para los corintios y para nosotros.
La razón por la que los corintios debían
dar, era porque seguían el ejemplo de
Jesús, quien lo dio todo por nosotros.
Pablo escribe que aunque Jesús era rico,
se hizo pobre, para que nosotros poda-
mos llegar a ser ricos en Él (8:9).
(8-13) EL MINISTERIO DE PABLO
(9:1-15) En cuanto a la forma de hacerlo,
tenían que empezar ahora, y no esperar
hasta el último minuto.
Pablo no quería llegar y sorprenderlos, al
encontrarlos no preparados.
Si cada semana separaban un poco de
manera regular, el dar sería para ellos un
motivo de gozo y no una obligación.
Pablo los anima a dar con generosidad y
alegría.
(8-13) EL MINISTERIO DE PABLO
“Pero recuerden esto: El que poco siembra,
poco cosecha; y el que mucho siembra, mucho
cosecha. Cada uno debe dar según se lo haya
propuesto en su corazón, y no debe dar con
tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama a
quien da con alegría” (9:6-7).
¡Esto es dar en el NT! No es una obliga-
ción ni una manipulación. Es un acto de
adoración, es confiar en el Señor, es
adorar a Jesús con alegría en todos los
aspectos de nuestra vida, incluyendo
nuestras finanzas.
(8-13) EL MINISTERIO DE PABLO
(10:1-18) Pablo vuelve al tema de su au-
toridad; los falsos maestros, podían vol-
ver, y los corintios ya habían sido enga-
ñados una vez y Pablo quería evitar que
esto vuelva a ocurrir.
Exteriormente, Pablo parecía débil. Expe-
rimentó sufrimiento, no alardeaba de sí
mismo, ni hablaba con elocuencia.
Pablo deliberadamente eligió ser humilde
y no quería presumir, pues era mejor glo-
riarse en el Señor.
(8-13) EL MINISTERIO DE PABLO
“Las armas con las que luchamos no son las
de este mundo, sino las poderosas armas de
Dios, capaces de destruir fortalezas y de des-
baratar argumentos y toda altivez que se le-
vanta contra el conocimiento de Dios, y de lle-
var cautivo todo pensamiento a la obediencia a
Cristo” (10:4-5).
“Pero si alguno quiere jactarse, que lo
haga en el Señor; porque no es aprobado
el que se alaba a sí mismo, sino aquel a
quien Dios alaba” (10:17-18).
(8-13) EL MINISTERIO DE PABLO
(11:1-15) La iglesia de Corinto resultó ser
peligrosamente ingenua, recibía a cual-
quier maestro al punto de poder encon-
trarse recibiendo un evangelio diferente.
“Porque si alguno llega predicando a un Jesús
diferente del que les hemos predicado, o si us-
tedes reciben a otro espíritu diferente del que
han recibido, u otro evangelio diferente del que
han aceptado, ustedes lo toleran bien” (11:4).
Pablo nunca tomó ventaja de los corintios
a diferencia de los falsos maestros.
(8-13) EL MINISTERIO DE PABLO
“Porque ellos son falsos apóstoles, obreros
fraudulentos que se disfrazan de apóstoles de
Cristo. Y esto no debe sorprendernos, porque
hasta Satanás mismo se disfraza de ángel de
luz. Así que, tampoco es una sorpresa que sus
ministros se disfracen de administradores de
justicia, pero tal como sus obras, así será su
fin” (11:13-15; RVC).
(11:16-33) Tenemos información biográ-
fica detallada de Pablo en sus propias
palabras. Sus sufrimientos aumentaron
considerablemente con el tiempo.
(8-13) EL MINISTERIO DE PABLO
Fue encarcelado, golpeado, naufragó va-
rias veces, y en constante peligro. Estos
eran los verdaderos atributos de un após-
tol del Señor Jesús.
Además de todas estas cosas, Pablo to-
davía tenía la preocupación por las igle-
sias. Esto es lo que Dios le había dado
para hacer, y estaba contento en hacer
esto. Por eso, le rompió el corazón cuan-
do su preocupación por la iglesia fue re-
chazada por los corintios.
(8-13) EL MINISTERIO DE PABLO
(12:1-10) Pablo se jacta ante los súper
apóstoles de la experiencia personal que
tuvo en el cielo (v.1-6).
“Y para que la grandeza de las revelaciones no
me exaltase desmedidamente, me fue dado un
aguijón en mi carne...” (12:7a).
Dios le dio una revelación, instruyendo a
confiar en la gracia de Jesús.
“Y me ha dicho: Bástate mi gracia; por-
que mi poder se perfecciona en la debili-
dad. Por tanto, de buena gana…”
(8-13) EL MINISTERIO DE PABLO
“…me gloriaré más bien en mis debilidades,
para que repose sobre mí el poder de Cris-
to. Por lo cual, por amor a Cristo me gozo
en las debilidades, en afrentas, en necesi-
dades, en persecuciones, en angustias; por-
que cuando soy débil, entonces soy fuerte”
(12:9-10).
¡Es en su gracia donde está la verdadera
fortaleza! ¿De qué podemos alardear que
no sea del amor y la gracia de Jesús?
¡Fuera de Él, no tenemos nada!
(8-13) EL MINISTERIO DE PABLO
(12:11-21) Pablo amaba a esta iglesia y
prometió volver a visitarlos. Su único de-
seo era que su arrepentimiento perma-
nezca, y que los que aún no se habían
arrepentido lo hagan.
(13:1-10) Cuando Pablo regrese, no lo
hará en humildad. Si lo obligan a mostrar
su autoridad, la demostrará. No es lo que
Pablo desea hacer, pero no dudará en
hacerlo si lo cree necesario. Espera que
esto no ocurra.
(8-13) EL MINISTERIO DE PABLO
Los corintios necesitan examinarse para
ver si aun están en la fe (v.5).
(13:11-14) Esta es una corta despedida,
Pablo los encomienda a Dios, y los
exhorta a ser fieles en la unidad, el amor
y la paz.
“Por lo demás, hermanos, regocíjense,
perfecciónense, consuélense; sean de un
mismo sentir, y vivan en paz. Y el Dios de
paz y amor estará con ustedes” (13:11).
CONCLUSIÓN
Es una carta dura, pero necesaria no sólo
para los corintios, sino para la iglesia en
la actualidad.
Muchos cristianos se apartan fácilmente
de la doctrina bíblica para seguir cual-
quier enseñanza que supuestamente nos
hace aceptables al mundo. Tengan cuida-
do de no apartarse de la verdad. No de-
jes lo que sabes que es verdadero.
Muchos cristianos se hallan en el lugar
de Pablo, atravesando por sufrimientos.
CONCLUSIÓN
Necesitas confiar en el consuelo de Cris-
to, aférrate a lo que Él ha hecho por ti en
la cruz, y recuerda que su gracia es
suficiente para ti.
¡Sí lo tienes a Él, no necesitas nada mas,
lo tienes todo!
No te desanimes. De hecho, es en nuestra
debilidad que Cristo nos hace fuertes.
Nuestros sufrimientos son sólo momentá-
neos, y un día vamos a estar en la presencia
de nuestro Señor. ¡Espera y confiar en Él!
luchogarcia@graciacalvarychapel.org
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Twitter Iglesia: @gcalvarychapel
Twitter pastor: @luchogarciaperu
Gracia Calvary Chapel

Lima, 28 febrero, 2016

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