Hablar hoy del Liberador y del Cruce de los Andes, para la
independencia de tres países sudamericanos es una empresa sumamente difícil, por cuanto un sin número de investigadores e historiadores han explorado en documentación y antecedentes. El Cruce de los Andes es la más importante campaña desde los acontecimientos ocurridos en Rancagua, Chile, continuando con sus actividades en la Provincia de Mendoza hasta su alejamiento definitivo hacia el viejo continente. Hoy se observa cómo está convulsionado el mundo, y por ende nuestra Argentina, siempre se quiere resaltar los valores, las virtudes, los consejos, los ejemplos y los principios morales que nos dejó el Padre de la Patria, para que sirvan como guía a todos los argentinos, y especialmente a los jóvenes que necesitan, hoy más que nunca, de modelos limpios, claros y fuertes. Seguramente San Martín en su vida privada tuvo virtudes y defectos, y como hombre público, ciertamente tuvo páginas brillantes, otras con clarososcuros. En mi espíritu formado dentro de una profunda admiración por el prócer, y teniendo en cuenta el objetivo de la Gesta Libertadora, es imprescindible reafirmar los principios morales que forjaron nuestra nacionalidad y que deben seguir siendo ejemplo para la generación presente y también para las futuras. ¿Por qué hay que tratar especialmente la trascendencia sanmartiniana en Malargüe y América Latina? Porque esta región geográfica está ocupada por hombres y mujeres trabajadores y amantes de la paz y la libertad, y con esperanzas de progresar y continuar adelante. Si nos remontamos un poco hacia atrás en el tiempo, podemos recordar que esta región estuvo poblada por aborígenes: los Pehuenches. Luego nació la cultura social del Gaucho Argentino. Este pueblo fue conquistado y colonizado por los españoles que pertenecieron a la Capitanía General de Chile. Sus habitantes hablaban en principio su idioma ancestral y fueron asimilando el español, e inclusive acuñando nuevos términos propios de la zona, también practicaron y practican costumbres traída por los colonizadores, con la inmigración se incorporaron nuevos giros idiomáticos y hábitos traídos de tierras lejanas pero que hicieron una simbiosis con los autóctonos formando una sola síntesis. Este pueblo hoy cultiva sus tradiciones, ama a su tierra, venera a sus próceres: San Martín, Belgrano, Güemes, y a sus héroes de Malvinas. Su gente recuerda con admiración la gesta de la libertad americana. Y por tener una cultura de la historia, este pueblo, hoy sigue sintiéndose protagonista de la historia actual y local, en vistas a escribir la historia nacional en las decisiones fundamentales para la vida. Este pueblo, tiene una historia cubierta de laureles. Sus habitantes se encuentran unidos entrañablemente con sus hermanos chilenos, por Ramón Freire y por el brazo gigantesco que extiende la Cordillera de los Andes. Para Malargüe, de igual forma la Provincia de Mendoza y la Argentina, este es un mensaje de cariño, y la esperanza de que estas palabras proporcionen la oportunidad de profundizar, aún más, el amor hacia aquel Hombre que en aquel tiempo y con aquella sociedad, nos dio la libertad, y que nos guía y guiará por siempre con su talento y su ejemplo. Muchas gracias y VIVA LA PATRIA…
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