Importancia del Capital Humano

Si nos remontamos a los años 40’ encontramos que para aquel entonces se

asociaba al capital con factores físicos de producción como son las maquinas,

inmuebles, equipos diversos, etc. A partir de la siguiente década diversos autores

empezaron a conceptualizar el término Capital Humano.

A pesar de la incidencia directa que tiene la educación en el desarrollo de

los pueblos, la misma no ejerce un papel decisivo en el crecimiento de una nación

viéndose incluso a los trabajadores como un costo en muchos casos innecesario.

Es entonces a principio de 1950 donde se empieza a notar la dificultad de

exponer el crecimiento económico, y se comienza a valorar el peso que

representan los trabajadores en el entorno económico, así como la importancia

que puede resultar para un ente productivo todo el conocimiento y el saber-hacer

que aportan determinados trabajadores. Es en esa década donde comienza a

gestarse lo que hoy llamamos “capital humano”, y se empieza a mirar al ser

humano como un elemento vital en la producción empresarial y en el crecimiento

económico.

Definimos Capital Humano como los instrucciones en calificación y

capacitación, el estilo, las circunstancias de salud, etc., que dan cabidas y

prácticas, para convertir económicamente productiva y competente las personas,

dentro de una determinada industria. No obstante, aunque la teoría del capital

humano ha aportado al análisis económico del crecimiento y al desarrollo de las

naciones, se han derivado teorías críticas como la hipótesis de la señalización.

Cuando decimos capital humano no solo estamos hablando de educación,

también envuelve otro elemento importante: la experiencia, y el entrenamiento

relacionado por la aplicación laboral, para obtener entonces un capital humano

fundamentado en el conocimiento dado en la educación formal y en el día a día.

En la reflexión empírica, la experiencia laboral es valorada por los

empresarios por ser un factor que contribuye a conocimientos técnicos de las

personas en su diario profesional, y en algún momento, puede llegar a convertirse

en un factor que promueva gratificaciones al individuo.

Las verdaderas habilidades y el conocimiento se adquieren a base de

educación y entrenamiento, tanto formal como informal. Sin embargo, las

habilidades específicas del trabajo, el saber donde y cuando reportarse y qué

hacer en caso de emergencia, la familiaridad con cierto tipo de trabajos y de

edificios, igual que muchos otros factores de experiencia, conduce a los

empleados a una productividad más elevada, todo eso forma parte del capital

humano de un hombre (Thurow, 1978: 61).

El conocimiento adquirido empíricamente a lo largo de los años,

proporciona más seguridad en la realización del trabajo y en la toma de

decisiones, logrando mayor productividad laboral; es el capital humano adquirido a

través de la experiencia, el cual se aprende en el lugar de trabajo y en el día a día

y es diferente al capital humano que se desarrolla en el sistema educativo a través

de niveles de escolaridad, pero ambos son importantes para el desarrollo de

competencias laborales y evolución de la vida profesional de la persona. Sin

embargo, la experiencia es una característica con la cual se eleva el desempeño

laboral, además de dar una mayor probabilidad de conseguir empleo.

El estudio del capital humano empieza con la afirmación de que las

personas escogen sobre su formación, preparación, cuidado médico, etc.

Para la educación esto no es menos importante. A pesar de que en las

instituciones educativas no se trabaja con “productos” tangibles, se forman seres

humanos para el futuro y el Capital Humano que se involucra en este proceso, es

sin lugar a dudas el recursos más importante partiendo desde los docentes hasta

los actores que se encargan de la de administración, de mantenimiento, etc.

Todos estos incluidos en el capital Humano.

Se puede definir a la escuela como “una institución especializada en la

producción de capacidades”, diferenciándola de una organización que se base en

la producción de bienes tangibles. Aquí es donde encontramos un ejemplo de

inversión al capital humano, ya que a través de este se alcanza un aprendizaje

que le permitirá tener resultados en base a lo humano: mejores ciudadanos, mejor

formación de personas, etc.

Invertir en capital humano causa tanto beneficios privados como sociales.

Jacob Mincer (2014), dice que “a nivel macroeconómico la acumulación de capital

humano y su crecimiento son procesos centrales para el crecimiento económico. A

nivel microeconómico, las diferencias entre los individuos explican la variación en

la estructura salarial y la distribución personal del ingreso”.

Es innegable la importancia que presenta la educación como un proceso

reformador de la sociedad, en la medida en que crea economías externas y

posibilita a los seres humanos a tener acceso al bienestar, y al brindar mayor valor

agregado, logrando de esta forma alcanzar mejores niveles de ingreso.

En resumen, la educación es un elemento vital para la reducción de la

pobreza y el incremento de crecimiento económico, la educación general debe ser

propia de todos los seres humanos para tener las competencias básicas que les

permitan ser productivas. Aunque de igual modo, es preciso profundizar en la

experiencia como el segundo componente en la teoría del capital humano: la

experiencia y su incidencia en el análisis empírico.

La importancia básica del Capital Humano en la educación radica en que

sin el mismo los demás recursos no funcionan, están nulos, toda organización,

incluyendo las educativas depende en primera instancia del capital humano para

poder funcionar.
 BIBLIOGRAFÍA

Becker, Gary. Capital Humano. Estados Unidos: The University of Chicago

Press, 2010.

----- “Capital Humano y educación ”. En Universidad de Montevideo [En

línea]. Disponible:

http://www.um.edu.uy/docs/revistafcee/2002/humancapitalBecker.pdf [Consultado

el 25 mayo, 2014].

----- “El poder del Capital Humano” (Marzo 2015). En World Bank. [En

línea]. Disponible en: http://www-

wds.worldbank.org/external/default/WDSContentServer/WDSP/IB/1995/03/01/0000

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Mincer, Jacob. “Capital Humano y economía” (Noviembre 2011).

Disponible: http://www.nber.org/papers/w0803.pdf?new_window=1