Professional Documents
Culture Documents
net/publication/321936677
CITATIONS READS
0 70
2 authors:
Some of the authors of this publication are also working on these related projects:
La representación artística de la locura. Interpretaciones metaforológicas contemporáneas a través de la Nave de los locos View project
All content following this page was uploaded by Carles Mendez on 20 December 2017.
Ramón Chavira
Di rector G enera l d e Di f us i ón C ul tura l
y Di v ul ga ci ón C i entí f i ca
LA
La originalidad en la cultura de la copia
Primera edición: 2017
D.R. © Universidad Autónoma
de Ciudad Juárez
Av. Plutarco Elías Calles 1210,
Fovissste Chamizal, C.P. 32310
Ciudad Juárez, Chih., México
ISBN: 978-607-520-232-7
Impreso el 31 de enero de 2017 en los talleres IMAP Color ubicados en Octavio Paz 185, Complejo
Industrial Chihuahua, 31136 Chihuahua, Chihuahua, México, con un tiraje de 500 ejemplares.
Sobre clonación y
223 restauración arquitectónica:
El original es la copia
Ilia Galán
Obra gráfica
267
DE LA ORIGINALIDAD
COMO PROBLEMA
Carles Méndez Llopis
Ca rles Ménd ez
L
a originalidad –o cualquiera de cuando este imperio de la originalidad
sus nódulos terminológicos ad- aviva su propio cuestionamiento al ubi-
heridos a su concepción– ha sido carse en un contexto de masificación y
citada, esgrimida y monopolizada superproducción propio de las socieda-
en una inabarcable lista de publicacio- des actuales, donde esa “impersonali-
nes de cualquier campo del conocimien- dad” de la copia prevalece de forma de-
to. Es así como, hoy en día, y siguiendo terminante en la actividad popular.
en parte esta tradición heredada, la idea Surgen así nuevas prefiguracio-
de originalidad u original suele ceñirse nes de la originalidad a contemplar,
a aquello diferente, ideado, creado, in- cuyas mutaciones dependen de elemen-
ventado o producido (sea objeto o con- tos socioculturales e ideológicos que la
cepto), a partir del cual pueden generar- hacen dinámica per se. Pasaríamos por
se una serie de discursos o entidades tanto, del acto excepcional –mayormen-
tomando ese primero como patrón. No te individual y creativo–, único y singu-
podremos entonces evitar, al revisar el lar, a otro cuya superación se basa en
término en retrospectiva, y tomándolo el entendimiento de la inevitabilidad de
como agente diferenciador, que la ori- las cargas referenciales, de sus diálogos
ginalidad nos muestre su indispensable heredados y sus discontinuidades. Ecos
unión con la autenticidad y la singulari- que se deben a su insuficiencia para se-
dad, representando una explícita pugna guir en la búsqueda e indagación de su
dialéctica entre ella y la tradición, al ba- multiplicidad.
sarse ella misma en conexiones históri- Es así, que encontramos cohe-
cas insalvables y rasgos convencionales rente proyectar esta investigación como
que la hacen “comprensible”. Conven- debate, discusión y puesta en común de
cionalismos contra los que la origina- la originalidad en la cultura de la copia,
lidad se posiciona, al tiempo que sólo de su continua transformación respec-
puede ser válida en ellos. to del arte, la cultura, las humanidades
Bajo estas consideraciones, y las diferentes esferas comunicativas.
vemos que la originalidad se ha obser- Un desafío sin designación territorial,
vado tanto como imperativo –e impo- transversal a las disciplinas heredadas,
sición “moderna”–, como aspiración que pretende superar los márgenes para
de formas y expresiones “nuevas”, con transitar desde y entre la filosofía esté-
el propósito de entablar heterogéneos tica, los estudios culturales, la creación
enfrentamientos con la repetición y el plástica, sociología, antropología o edu-
entumecimiento de estas expresiones, cación, entre otros, para establecer re-
en su sentido de “diferencia”. Por ello, laciones fronterizas sustentables como
sea como aspiración, tendencia o cuali- ámbitos de encuentro intersecos. Para
dad, la originalidad está dialécticamen- ello, quizás debiéramos robustecer estas
te unida a su contrario, la tradición, para primeras páginas mediante un examen
establecerse como criterio de validez de cómo hemos llegado a un mundo
absoluto. Sin embargo, poco ha sido el “reproducible”, lleno de conocimientos
desvelo por adentrarse en su pasado multiplicados en incontables ocasiones
y su presente como problemática, o al y dispersados globalmente. De cómo la
menos, como constructo a redefinir, ac- reproductibilidad digital puede reiterar
tualizar, revincular o evaluar. Y más aún, hasta la infinitud cualquier objeto y teo-
8
De l a o r ig in al id ad co m o p ro bl ema
9
Ca rles Ménd ez
que difícilmente coexiste con el consu- dos por la organización disciplinar, pero
mo particular de formas singulares que que finalmente elaboran un análisis
había dominado anteriormente. Y es en desde múltiples posicionamientos teóri-
esta compleja urdimbre de doctrinas, cos y filosóficos en relación con los ele-
contradicciones y superaciones, en la mentos que componen el concepto de
disolución de fronteras entre la realidad originalidad y sus inherentes relaciones
y su representación, donde se ubica la culturales, sociales y mediáticas: como
descontextualización del concepto de el de singularidad, individualidad, inno-
originalidad. Por lo que, el asunto no vación, autoría, sujeto, objeto, origen,
sería tanto salvar la distancia, por ejem- inventiva, creatividad, autenticidad, no-
plo, entre original y copia, sino de abrir vedad, modelo, singularidad, reproduc-
una práctica consciente de sí misma, tibilidad, etcétera. Constructos que en
cuya batalla es transferirse territorial- el contexto citado, permanecen impre-
mente, donde lo original es un proceso cisos, en constante actualización dentro
hacia la copia y viceversa. Así, nuestra de la cultura, el pensamiento y la vida
problemática se centrará en continuar social –únicamente clasificables dentro
con la aproximación a la idea de origi- de periodos históricos, momentos artís-
nalidad en un momento global tendente ticos o insertos a ciertas actitudes filo-
hacia la copia, y seguir con el debate sóficas– y envueltos en el dinamismo
acerca de una de las nociones más dis- que la descentralización de la autoridad
cutidas, controvertidas y castigadas del intelectual y científica propicia.
campo creativo, sea teórico o plástico. Precisamente entonces, para
Observamos por tanto, una si- cimentar esta idea de originalidad con-
tuación compleja que tiende, además, temporánea reivindicamos el fomentar
a la relatividad de una época sumida perspectivas (re)interpretativas apropia-
en constantes cambios y en una revolu- das a las culturas actuales que se des-
ción tecnológica de relevantes implica- vinculen de manipulaciones e intereses
ciones culturales. Escenario en el que ajenos a la propia problemática. Por lo
este proyecto ha asumido la postura de que partimos de un concepto de origina-
reconsiderar la caducidad manifiesta lidad no exclusivo de ningún campo del
de un concepto cuya tradición –norma- conocimiento específico, que extiende
lizadora– lo entreteje a varios niveles y su herencia a toda la creación física e
correspondencias sociales y contextua- intangible, así como de una necesidad
les necesariamente diversas, y que lo reflexiva teórico-práctica que exponga
hace transitar entre disciplinas: desde los actuales procesos socioculturales
la teoría crítica e histórica o los estudios focalizándolos como parte del conflicto.
culturales y visuales hasta las últimas Una vez impuesta la exigencia
disposiciones legales y jurídicas de au- de consumar una investigación inclu-
toría, que actualmente se han sumido siva, que funja como núcleo de debate
en la confusión proporcionada por el intercultural y transdisciplinar, reuni-
expansivo escenario técnico y de la tele- mos aquí tanto los aportes teóricos de
comunicación. especialistas en diferentes áreas de la
De este modo, la pretensión tam- creación (arte, diseño, arquitectura, li-
bién es la de avecinar e indagar en aque- teratura, estética, sociología, antropolo-
llos documentos relevantes, distancia- gía, etcétera), como las interpretaciones
10
De l a o r ig in al id ad co m o p ro bl ema
11
LA COPIA (IN)EVITABLE
DE LA ORIGINALIDAD Y LO
MÚLTIPLE EN LA GRÁFICA
REPRODUCIBLE
Carles Méndez Llopis y Hortensia Mínguez García
E corporación de lo electrónico-di-
gital en la vida cotidiana han
revolucionado todo estrato de
conocimiento, relaciones sociales y for-
mas de experimentar. En el campo ar-
nal, así como en la viabilidad de su que-
brantamiento a través del concepto de
lo múltiple en la actualidad. Sería ilógi-
co acotar la gráfica reproducible a partir
estándares de comercialización someti-
tístico, aparte de añadir numerosísimas dos a exigencias de un (cierto) mercado,
herramientas y procedimientos, esta pero en este sentido, sí habremos de
situación ha complejizado y ampliado ser conscientes de los alegatos unifor-
de forma globalizada e interactiva la mizantes de éste, que han limitado y
multiplicidad en los procesos creativos colmado de formulaciones y medidas de
y en sus resultados. El mundo se torna control mercantil a aquella, en un campo
además repetible y multiplicable, pre- plagado de “originales” que no admite
misa que ha obligado a la gráfica múl- copias –no certificadas al menos–. Algo
tiple a enfrentar simultáneamente dos poco concebible en contextos de alta
escenarios desde hace un tiempo: por reproductibilidad, donde la repetición
un lado, cierta desubicación valorativa de la imagen y su democratización –“ile-
respecto al legado que determinaba su gal” o no– es precisamente el desafío de
reproductibilidad, seriación y exigencia estos sistemas organizacionales.
técnica como mecanismo tradicional Del mismo modo, tampoco pode-
de definición y diferenciación; y por mos negar cierta duplicidad de posturas
otro, una incontrolable expansión de en nuestra concepción múltiple de lo co-
sus limitaciones con el advenimiento, tidiano, pues a efectos prácticos, cuan-
primero, de “materiales” provenientes do observamos un cartel o leemos un
de la industria y las tecnologías de (re) libro, cuando adquirimos unos zapatos,
producción, y de la experimentación de etcétera, somos perfectamente cons-
ellos dentro de su lenguaje, después. cientes de que aquello es múltiple, de
En cualquier caso, todo ello ha que estamos presenciando una copia de
alterado el sistema en el que estaba muchas, sin embargo, no necesitamos
localizada, así como también parte de saber del resto, no damos importancia
sus parámetros mercantiles de heren- a su cantidad, y mucho menos exigiría-
cia histórica –ya superados industrial y mos el molde, prototipo o matriz original
conceptualmente–, representando para de un coche o de una moneda (Castro,
la gráfica múltiple una expansión de las 2007). Aquello nos es único, y lo hace-
limitaciones materiales y reproductivas, mos original en su multiplicidad porque,
pudiéndose centrar en una búsqueda aun siendo un objeto reproducido, para
“poética” de autodeterminación y auto- nosotros convive en él su ser-copia y su
comprensión no coercitiva. ser-original, sin que haya por eso una
Y aunque sería viable –a la vez exclusión interna. Cada quien ubica su
que desafiante– la crítica por medio de importancia en el uso y en el valor con-
la oposición simbólica entre la singula- ferido como propiedad –quizás en pe-
ridad y la repetición de la seriación, o queñas modificaciones sobre modelos
la ausencia y presencia de la huella del estereotipados, seriados y de calidad
grabado, nos centraremos en ese espa- estandarizada–, una búsqueda de la ori-
cio fronterizo –de eterna dualidad– en ginalidad a través de la copia en un con-
112
La co p ia ( i n ) ev itabl e
texto, que sin embargo, sigue insistien- de la producción artística? Cuestión que
do en el discurso de la unicidad como ya ha merecido –y lo sigue haciendo–,
elemento indispensable de originalidad capítulos enteros dedicados a dinami-
y autenticidad. zar anclados estatutos adheridos a las
Son, por tanto, varios los escena- bases de originalidad, autoría, autenti-
rios que han atestado de interrogantes cidad, etcétera; habría que añadir ¿dón-
la práctica de la gráfica múltiple actual, de ubicaríamos entonces aquella de la
en muchos aspectos y hasta hace rela- gráfica múltiple?
tivamente poco, estancada en una lidia Resulta evidente que localizar un
con los siglos. Siempre ha resultado algo lugar preciso en este punto sería inau-
extraño entrar a los centros de divulga- dito, y más en momentos de fusión. Por
ción/legitimación artística y encontrar ello nos desviaremos del discurso des-
que “de esto que percibo, existen más criptivo, que suele exponer diversos y
copias que no están frente a mí”, pues continuados intentos por precisar y aco-
tradicionalmente, la seriación como in- tar, pues para ello ya encontramos con-
tervención reproductivo-mercantil insti- cilios, reuniones y publicaciones de es-
tucionalizada no es tan común en otras pecialistas a través de los cuales se ha
disciplinas –con mayúsculas, como pue- ido tejiendo una especie de tendencia
da ser la pintura–, dada la persistencia determinista por acordonar qué es una
de singularidad que se ha consolidado obra gráfica múltiple y por ende, qué ca-
en el arte. Puede que por ello, a la larga, racterísticas la hacen o la alejan del con-
se haya insertado dicha serie de solilo- cepto de original;1 e intentaremos na-
quios confusos en la médula espinal de vegar, como decíamos, en terrenos sin
esta práctica múltiple, tendentes en su
mayoría a una oclusión de perspectivas:
Todavía hoy pudiera pensarse que el 1 Podemos fijarnos en cómo la íntima rela-
utilizar técnicas o procedimientos que ción entre la gráfica múltiple y la técnica
–así como las consecuentes posibilida-
permiten la reproductibilidad de algo
des de reproductibilidad más o menos
nos obliga a hacer una edición, some- manuales o mecánicas que cada uno de
tiéndonos con ello a un entendimiento los sistemas de reproducción permitían–,
anatómico de lo múltiple desde la mera ha supuesto la incorporación a lo largo del
multiplicación, es decir, una concepción tiempo, por parte de los especialistas, de
términos como matriz, original, copia, ori-
basada en la copia como repetición ana-
ginal-múltiple, multioriginal o “copia cer-
tómica que reitera el cuerpo, pero no su tificada”, para explicar, justificar e incluso
esencia (Schwartz, 1996); o conceptua- legitimar en cierto modo la autenticidad y
lizar lo múltiple sin concebir y atender a honestidad de sus prácticas. Si se desea
la relación dialógica de lo único (matriz) profundizar en cómo dentro de la praxis
del arte gráfico seriable y/o reproducible,
y la copia (multioriginal); o desestimar
ha ido permutando en paralelo a nuestra
incluso, el enraizar conceptualmente al forma de concebir y acotar legislativamen-
arte múltiple no solo como aquel que te estas ideas, así como la relativización
puede hacer ediciones, sino como aquel que los procesos creativos interdisciplina-
que crea obras múltiples en sí, entre mu- res del artista contemporáneo han produ-
cido respecto al concepto de obra gráfica y
chas otras visiones.
su tradicional dicotomía “copia versus ori-
Así, a los cuestionamientos de ginal-múltiple”, recomendamos la lectura
¿dónde reside entonces la originalidad de Mínguez, H. (2013).
113
Ca rles Ménd ez Ll o pis y H o r tensi a Míng u ez G a rcí a
114
La co p ia ( i n ) ev itabl e
115
Ca rles Ménd ez Ll o pis y H o r tensi a Míng u ez G a rcí a
116
La co p ia ( i n ) ev itabl e
117
Ca rles Ménd ez Ll o pis y H o r tensi a Míng u ez G a rcí a
118
La co p ia ( i n ) ev itabl e
119
Ca rles Ménd ez Ll o p is y H o r tensia Míng u ez G arcí a
120
La co p ia ( i n ) ev itabl e
des que ofrece otro tipo de existencia tra de ello podríamos observarlo a lo lar-
y acceso a la cosa, puesto que sería el go del tiempo en diversas obras desde
concepto de “copia”, de “lo igual”, de Rauschenberg a Blanca Muñoz. Desde
“lo repetible” y “reproducible” lo que esta perspectiva cualitativa, en oposi-
formaría la obra y no tanto el material ción a la operatividad tradicional, lo ori-
mismo, los procedimientos o las técni- ginal no es unidad, sino que lo singular
cas utilizadas. Lo múltiple sería conce- es lo múltiple como reacción a la simple
bido en su complejidad y multiplicidad cantidad. La originalidad se establece
–no como muchos–; y singular lo sería entonces en la misma infinitud del pro-
como diferencia o fuera de lo ordinario ceso de la obra, abierta a otros paráme-
–y no como único–, por lo que no habría tros no fundamentados en la mercantili-
ni dualidad opositiva ni solapamiento zación, aunque necesariamente inserta
enmascarado. en ella.
En la aplicación cualitativa, la
representación misma de lo múltiple se
presenta de diversos y complejos mati- HACIA UN REPLANTEAMIENTO
ces, tomando paulatinamente terreno
a la cuantitativa como firme propuesta Encontrar la originalidad en la topo-
de una expansión gráfica actual. Acción grafía de la gráfica múltiple –como en
que, a su vez, podríamos dividir en dos: cualquier otro campo–, no depende de
por un lado, aquella en la que existe una una única vía: buscarla desde la con-
coincidencia total o vinculación estrecha cepción cuantitativa es el camino más
entre la presentación de lo múltiple y su rápido, pero supone tropezar con ella de
representación, como podríamos obser- una forma ambigua y ficcional, donde lo
var desde las Cajas Brillo (1964) de Andy múltiple se reduce al uno-único multipli-
Warhol (donde la cantidad de cajas no cado dentro de una estructura estática
se refiere al número, sino a su ser múlti- de medición, estancada en la oposición
ple, a su ser “copia”, en la que cantidad de predicados asíncronos (o es uno o
y calidad se conjugan en su multiplici- es múltiple pero no pueden existir a la
dad), hasta instalaciones más actuales vez); mientras que, escudriñar la ruta
como “Causa-Efecto” (2011-12), de Ana cualitativa requiere una concepción de
Soler; y por otro lado, cuando lo múltiple lo múltiple complejo para comprender la
es representado pero no presentado, es esencia de la copia como original y vice-
decir, cuando la multiplicidad en la obra versa, así como permitir su extensión a
gráfica es de pensamiento conceptual, otros campos, a proponer perspectivas
revelándose en su contenido pero no “invasivas” a otros territorios (Deleuze,
necesariamente en su cantidad.13 Mues- 1970), métodos, técnicas, procedimien-
tos, procesos, tecnologías, etcétera,
13 Estas dos variantes y las dos subaplica-
ciones es una propuesta teórica enfoca-
da a fenómenos artísticos, en este caso, coincidencia entre presentación y repre-
gráficos, inspirada en la concepción de lo sentación de las multiplicidades), lo sin-
múltiple en los estudios de Alain Badou, gular (multiplicidades presentadas pero
quien según Roque Farrán (2008) bási- no representadas) y lo excrecente (multi-
camente realiza una “tipología triple del plicidades representadas pero no presen-
ser de lo múltiple (…): lo normal (máxima tadas)” (s/p).
121
Ca rles Ménd ez Ll o pis y H o r tensi a Míng u ez G a rcí a
122
La co p ia ( i n ) ev itabl e
BIBLIOGRAFÍA
123
Ca rles Ménd ez Ll o pis y H o r tensi a Míng u ez G a rcí a
124
O b ra g r áfica
Jonathan Lethem
Contra la originalidad
322
La o r ig in al id ad en la c u l tu ra d e la co p ia
Múltiple
Imagen digital
50 x 70 cm
2012
323
Colaboradores en el proyecto de investigación-creación
La originalidad en la cultura de la copia: