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¿CÓMO ESCRIBIR

LA INTRODUCCIÓN
DE UN ENSAYO?

ÁREA DE INGENIERÍA
Redacción y Técnicas de
Comunicación Efectiva II
LOGRO DE LA SESIÓN
• Al finalizar la sesión, el estudiante será
capaz de identificar la estructura de una
Introducción; y estar en condiciones de
redactar una.
La función
de una
introducción es:
1) generar interés en el lector y

2) presentarle el tema o tesis


que se explicará en el cuerpo
del texto.
Estructura: cohesión de tres partes

(1) Contextualización del


tema:
La función de esta primera parte es plantear la
controversia y su contexto, en otras palabras,
explicar qué está ocurriendo al respecto de este
tema, cuándo y dónde y qué posibles
posturas se enfrentan frente a aquel tema.
(2) Anunciar la tesis:
Es decir, presentar cuál es
la postura que el emisor o
redactor del texto sostiene
frente a la controversia
que ha sustentado
previamente.

Esta tesis debe estar


formulada de manera
sumamente clara y precisa.
(3) Adelanto de los argumentos que se
desarrollarán en los párrafos que vienen:

Esto significa que se mencionarán las ideas que


validan aquella tesis formulada, pero se debe
tener en cuenta que todavía no se explican,
pues esta es función de los párrafos de
desarrollo.
Características lingüísticas
• La persona gramatical de la
Introducción puede ser primera
persona del singular, primera
del plural o impersonal.
• El receptor o destinatario es el
verdadero protagonista, pues la
finalidad es influir en su forma
de pensar y de actuar.
• A diferencia de los textos
expositivos, en los
argumentativos predomina la
connotación.
Se puede empezar a redactar la
Introducción de varias maneras:
• Aclarando el concepto central del tema.
• Con un concepto relacionado o contrario al
concepto central del tema.
• Con un dicho, una frase célebre, un refrán.
• Con una mención a eventos importantes
contemporáneos relacionados con su tema.
• Con una explicación histórica del tema.
• Con un relato de cómo le surgió el interés por
el tema.
Ejemplo de Introducción
La existencia de argumentos emocionales
(1) Claramente no puede haber duda o cavilación acerca de la presencia de emociones
en la argumentación. Todos los estudiosos del tema reconocen que algunos
argumentos son emocionales, a veces muy emocionales. Sin embargo, y aquí
llegamos al quid del asunto, un gran número de especialistas afirma que para entender
la argumentación tenemos que eliminar, analizar hasta hacer desaparecer, o de alguna
otra manera filtrar el componente emocional. La argumentación debe de ser
encontrada en las palabras o las estructuras, pero no en los sentimientos de los
participantes. En otras palabras, el verdadero debate no se centra sobre la pregunta de
si existen o no argumentos emocionales, sino sobre si los argumentos emocionales
necesitan ser purificados, o, por lo menos, descontaminados, antes de pasar a su
investigación. Las posiciones en este respecto van desde aquellos que parecen pensar
que las emociones no tienen lugar alguno en la argumentación, hasta aquellos que no
sienten que haya problema si existe algo de contenido emocional, siempre que éste no
se convierta en el foco principal, u oscurezca la estructura lógica o la naturaleza
dialéctica de la empresa argumentativa.(2) Yo pienso que estas posiciones son
demasiado estrechas, y argumentaré que varias técnicas y sugerencias puestas a nuestra
disposición por la teoría de la argumentación dan mayor cabida a la argumentación
emocional de lo que puede suponerse.(3) Haré un recuento de esas técnicas, y luego
aduciré que hay muy buenas razones para pensar que ignorar el contenido emocional de un
argumento puede llevarnos a analizarlo incorrectamente (Gilbert 63).
Referencias
• Martínez, Ana Lucía y Aldana, Julio. “¿Cómo redactar la
introducción de un texto argumentativo?” PUCP [Web].
• Gilbert, Michael A. “¿Qué es un argumento emocional?, o
¿por qué los teóricos de la argumentación disputan con sus
parejas?”. En: Introducción a la teoría de la argumentación,
Leal Carretero, Ramírez González, Favila Vega (coords.).
Guadalajara, México: Editorial Universitaria, 2010. 61-72.
• “Cómo escribir la introducción de un ensayo”. Universidad de
Rosario, Argentina [Web].
• “El Texto”. Escuela2punto0.educarex.es [Web].

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