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Relaciones

en público
Microestudios del
orden público
Erving Goffman

Andrea Abad Núñez

Teoría Sociológica Contemporánea

Grado en Sociología

Año 2013-2014

G.2.4

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ÍNDICE

Biografía……………………………………………………………Pág. 2
Relaciones en público………………………...…………….……Pág. 3

1. El individuo como unidad……………………………………...Pág. 3

2. Los territorios del yo…………………………………………...Pág. 4


2.1. Las reservas……………………………………………...Pág. 4
2.2. Las señales………………………………………….……Pág. 5
2.3. Modalidades de infracción……………………………...Pág. 6

3. Intercambios de apoyo……………………………………….. Pág. 6


4. Intercambios correctores………………………………………Pág. 7
4.1. Rituales correctores……………………………….…….Pág. 8
4.2. La labor correctora……………………………………….Pág. 8
4.3. La glosa corporal …………………………………...……Pág. 8

5. Signos de vinculación……………………………………..……Pág. 9
5.1. Las relaciones sociales………………………………….Pág. 9
5.2. Los signos de vinculación……………………………….Pág. 9

6. Las apariencias normales………………………………..……Pág. 9

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ERVING GOFFMAN (1922-1982)

Erving Goffman, eminente sociólogo, nació en


Manville, Canadá, en 1922 y murió en Filadelfia en
el año 1982.

Obtuvo su Maestría en Arte, en la Universidad de


Toronto, en 1945, sin embargo, su carrera y su
doctorado los cursó en la Universidad de Chicago
en 1949 y 1953. Durante esta etapa, conoció al
antropólogo social Charles William Norton Hart,
discípulo de Radcliffe Brown, quien le transmitió
la importancia del funcionalismo de Émile
Durkheim y la idea de que “todo está
determinado socialmente”.

Este es el principio que determinó los estudios y


las aportaciones de Erving Goffman, tanto a la
sociología como a la antropología social. Tal
concepción académica es el pilar fundamental de
la sociología goffmaniana para explicar el interaccionismo simbólico. Tiene influencias teóricas
determinadas por las estructuras sociales, cuya interesante fusión de postulados teóricos da lugar a lo
que se ha denominado microfuncionalismo, y posteriormente a los estudios microsociológicos.

En 1982, fue nombrado presidente de la American Sociological Association. El 19 de Noviembre de este


mismo año, Erving Goffman murió de cáncer estomacal.

Goffman es autor de varios artículos y reseñas bibliografías, aparecidos en Pshyquiatry, Americal Journal
Of. Sociology y otras publicaciones periódicas. Entre sus obras más importantes podemos encontrar La
presentación de la persona en la vida Cotidiana (1959) y Estigma, la identidad deteriorada (1963).

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RELACIONES EN PÚBLICO.

En su obra, Relaciones en Público, Goffman muestra especial interés por el estudio del «orden público»,
vinculado a las relaciones en público, interacción social y a la coexistencia.

Goffman a lo largo de esta obra analiza una cuestión conceptualmente delicada: las relaciones entre un
elemento de la estructura social, en este caso las relaciones existentes entre las relaciones sociales y la
vida pública. El libro está compuesto por seis estudios con perspectivas diferentes, pero que sin embargo,
tienen una relación secuencial. El autor presta especial atención, a los aspectos de las relaciones sociales,
cuando las personas están unas en presencia de otras y responden a una serie de normas de interacción.
Así, en una situación de interacción, un sujeto puede impedir que otro individuo se incorpore a la
interacción, ignorarle o incluso hacerle sentir ridículo.

En definitiva, Relaciones en Público se trata de un estudio sobre la coexistencia pública de las personas en
su vida cotidiana, que conforma y sustenta la estructura social.

1. EL INDIVIDUO COMO UNIDAD


EL INDIVIDUO COMO UNIDAD.
En los estudios de interacción directa es inevitable el uso del término “individuo”, sin embargo el primero
de estos estudios, el autor presenta al individuo en dos facetas diferentes:

 EL INDIVIDUO COMO UNIDAD.


Los individuos como unidades vehiculares, son cuerpos en movimiento que transitan por avenidas,
calles y aceras siguiendo unas pautas de conducta o un código de circulación, donde se establecen
las bases normativas de orden público.

Siguiendo estas pautas, los individuos evitan choques entre los peatones, y se acercan lo suficientemente a
otras personas sin violar los territorios del yo, que son pautas interactivas para el establecer el cerca o el
lejos, que explicaré más adelante.

La viabilidad de las normas de paso se basa en dos procesos que son importantes de la organización: la
externalización o glosa corporal y el ojeo. Con el término de externalización, Goffman hace referencia al
proceso mediante el cual una persona utiliza claramente los gestos corporales generales para que se
puedan deducir otros aspectos, así por ejemplo el individuo al andar, se conduce a sí mismo pudiendo
deducir su dirección. Por otro lado el individuo al avanzar tiende a mantener una zona de ojeo o de
comprobación al mover la cabeza, de esta manera ya hecha la comprobación, se puede permitir que se
acerquen sin que ello sea motivo de preocupación por un choque. En general, cabe decir que existe un
sistema de circulación peatonal, en el cual el propio individuo es la unidad vehicular.

 Los individuos como unidades de participación, son los individuos que pertenecen a un grupo de
dos o más personas, e interactúan entre ellos, acudiendo a sitios públicos y desempeñando
diferentes papeles, siendo así fundamentales para la vida pública. Estas unidades de participación
se vinculan directamente con tres conceptos: la rutina diaria, la parada de servicio y expedición, y
la incursión o no rutina.

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2. LOS TERRITORIOS DEL YO
EL INDIVIDUO COMO UNIDAD.
En este estudio, Goffman hace un hace un análisis de situaciones, tan cotidianas, tan corrientes como el
uso
eñ de un ascensor, de un banco público... analizando nuestro comportamiento ante estas situaciones y
descubriendo la complejidad de las normas sociales por las que diariamente nos guiamos, aceptando estas
normas o actuaciones no tanto como normales, sino más bien como provenientes de un necesario orden
social. EL INDIVIDUO COMO UNIDAD.
En el centro de la organización social, Goffman considera de relevancia el término de reivindicación, que
define como el derecho de un individuo a poseer, controlar, utilizar o transferir un bien.

2.1 LAS RESERVAS


Erving Goffman, expone que un individuo reivindica su propio espacio durante las interacciones. En este
sentido, el autor señala que, hay ocho tipos de reservas o territorios del yo a preservar:

1. El espacio personal, que se refiere específicamente al entorno que rodea el cuerpo de los
individuos. Por ejemplo.: Cuando vamos caminando y sentimos que una persona que viene detrás
de nosotros ya está “demasiado” cerca y sentimos que está invadiendo nuestro espacio personal.

2. El recinto, que se refiere a la apropiación de un espacio determinado que a pesar de no ser de


nuestra propiedad legalmente, lo utilizaremos durante un lapso de tiempo, como si fuese nuestro.
Por ejemplo: una mesa en un restaurante o los asientos en el cine.

3. El espacio de uso, el cual hace referencia al espacio necesario para que un individuo lleve a cabo
determinada actividad. Por ejemplo, quien acude a una galería de arte puede prever que otros
clientes pasen por fuera de su línea de visión o se disculpen por bloquear esta línea de forma
momentánea.

4. El turno, ordena la mayor parte de nuestras acciones, generalmente cuando llegamos a un lugar
tratamos de identificar el orden que sigue dicho espacio y buscamos un turno para acceder al
servicio prestado. Ejemplo.: Cuando esperamos la cola del autobús.

Las siguientes tres reservas, pueden ser consideradas como extensiones del cuerpo, es decir, remiten a
objetos cargados de la “agencia” de sus poseedores.

5. El envoltorio del cuerpo, asociado a la ropa que lleva puesta un individuo. Goffman considera a
este territorio como el tipo más puro de territorialidad egocéntrica.

6. El territorio de posesión, que se identifica generalmente con los objetos personales. Por ejemplo:
unos guantes, un mechero…

7. Las reservas de información, es decir aquellos datos personales, sobre los cuales los individuos
quieren tener el control y que únicamente se puede acceder a ellos mediante preguntas indiscretas
o hurgando en los efectos personales. Por ejemplo: El contenido de un bolso.

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8. Por último la última de las reservas, es la reserva de conversación, que se refiere al derecho para
ejercer el control en una conversación, protegiendo así la entrada o escucha de otros individuos. la
elección de no regular el espacio.

Estos territorios del yo, para el autor varían en función del poder y del rango que tiene el individuo. De tal
forma, que en general, cuanto más alto sea el cargo, mayor será el tamaño de todos los territorios del yo, y
mayor será el control de sus fronteras. Sin embargo, el autor al estudiar «las pequeñas reservas de
situación» y «egocéntricas del yo», hace notar cómo éstas respecto del territorio, no reflejan sino el centro
del sentimiento subjetivo que el individuo tiene de su yo, su ego; es decir, la parte de sí mismo con la que
identifica sus sentimientos positivos y por tanto no se habla ya tanto del individuo como tal, sino más bien
el papel que se permite al individuo en cuanto a determinar lo que reivindica. Y es precisamente en esta
dualidad en la que Goffman hace residir la posibilidad de conceder significado a los acontecimientos
territoriales y a la viabilidad de concedérselo.

2.2 LAS SEÑALES

La reivindicación de una reserva por parte de un individuo, se hace visible a través de un tipo de “señal”, es
decir, un individuo usa una posesión personal como una señal de espacio personal. Las señales son de
diversos tipos:

 Señales centrales: son objetos que anuncian una reivindicación territorial, y cuyo territorio
irradia a partir de ellas, como por ejemplo, cuando una persona reivindica una silla en la playa con
unas gafas de sol y una loción.

 Señales de límites: son objetos que señalan la línea entre dos territorios adyacentes. Por
ejemplo el brazo compartido en dos asientos de un cine, o el listón que se utiliza en la caja de los
supermercados para separar los artículos comprados de un cliente de los del siguiente.

 Señales de oído: Firmas incrustadas en un objeto para reivindicarlo como parte del territorio de
posesión del firmante (sistema de referencias.)

 Señales de compañía: Establecen quién está en compañía de otra persona.

 Señales de relación: Establece una reivindicación de la relación.

La cuestión de este sistema de referencia resulta especialmente delicada en relación con el


funcionamiento territorial del cuerpo. El cuerpo no es solo una reserva, sino también una señal central de
diversas reservas: espacio personal, turno, recinto y efectos personales.

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2.3 MODALIDADES DE INFRACCIÓN

Goffman considera que si las reservas de tipo territorial son la reivindicación clave en el estudio de la
coexistencia, entonces el delito principal es la incursión, la intrusión, la invasión, la presunción, la calumnia,
el ensuciamiento, la contaminación…, en resumen la infracción. El autor pasa así a considerar los agentes
humanos de la infracción y a examinar las distintas modalidades de infracción que cometen las personas:

 Colocación ecológica del cuerpo en relación con el territorio reivindicado. Es el modelo de las
relaciones clásicas de las “castas indias”

 El cuerpo, incluidas las manos, como algo que puede tocas y en consecuencia manchar el envoltorio
o las posesiones del otro.

 EL ojeo, la mirada, la penetración visual.

 Interferencia del sonido, son los ruidos que hace una persona y que los presentes consideran como
una intrusión por exigir demasiado espacio sonoro para él solo.

 La forma o manera de dirigir la palabra.

 Los desechos corporales: excrementos corporales, olores, calor corporal…

3. INTERCAMBIOS DE APOYO
EL INDIVIDUO COMO UNIDAD.
El tercer estudio trata sobre los Intercambios de Apoyo. Para empezar Goffman define el término ritual

como «un acto formal convencionalizado, mediante el cual un individuo refleja su respeto y su considera-
ción por algún objeto de valor o a su representante».
EL INDIVIDUO COMO UNIDAD.
Y siguiendo la línea de Durkheim, distingue el ritual en dos clases diferentes:

 Los ritos negativos, son los modos de evitación y de aplicar distancia como los ocho territorios del
yo. Su realización incorrecta conlleva a una violación.

 Los ritos positivos, son los que rinden homenajes mediante ofrendas de diversos tipos. Estos ritos
apoyan la relación social entre el actor y el receptor, y su realización incorrecta se considera un
desprecio.

Sin embargo, Goffman considera que este tipo de rituales ya no se dan en toda su complejidad, sino que se
han convertido en rituales interpersonales, pero no han dejado de tener una gran importancia en la vida
social, sobre todo los ritos negativos que pasan, para el autor, a ser «un mecanismo central de organiza-
ción del orden público ».

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 Saludos
Rituales de acceso:
 Despedidas

Rituales de apoyo: Consisten en


reunir actos fenoménicamente  Atención
diferentes que tengan un tema  Solidaridad
interpersonal compartido,  Buena voluntad
apoyando así, las relaciones  Conexos: Prestaciones y
Rituales ofrecimientos
sociales.
interpersonales

 Exhibiciones de seguridad
Rituales de ratificación: Se
 Contabilidad
ofrecen para otro individuo que
 Transacciones “a ciegas”
ha modificado de algún modo su
 De mantenimiento
condición, es decir, sus
 De presentación y
perspectivas o su orientación de
apaciguamiento
la vida

4. INTERCAMBIOS CORRECTORES
EL INDIVIDUO COMO UNIDAD.
En el cuarto estudio, Goffman se centra en las normas que reglamentan la vida pública, en especial la

coexistencia entre individuos, tanto conocidos como desconocidos. Define así el concepto de norma social,
como el tipo de guía que deben seguir los individuos, que se apoyan en sanciones sociales, que pueden ser:
EL INDIVIDUO COMO UNIDAD.
 Sanciones positivas: Recompensas por un cumplimiento ejemplar.

 Sanciones negativas: Consecuencias de una infracción.

El sistema de sanción conexo a una regla es eficaz ya que proclama la medida en que un individuo ha
llegado o no a realizar lo que él y los otros creen que debería ser.

Estas bases de eficacia se basan en la idea fundamental de responsabilidad moral, ya que los individuos
normalmente cuando no cumplen una regla determinada, se debe a olvidos momentáneos, o por defectos
de carácter.

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4.1 RITUALES CORRECTORES
Goffman desarrolla el concepto de rituales correctores como aquellos que restablecen el orden social
después de la violación de una norma, restableciendo también la relación del infractor consigo mismo
dado el esfuerzo que representa la disociación de su yo para expresar arrepentimiento.

Ejemplos de rituales correctores son las disculpas, las solicitudes de permiso, las preguntas de carácter
cortés y los actos de rendición al final de un conflicto, que pueden ser mutuos en caso de negociación.

Es decir, que el individuo no es libre en su vida cotidiana, no puede hacer lo que quiere, sino que se ve
obligado por circunstancias que le modifican de una u otra forma su comportamiento.

4.2 LA LABOR CORRECTORA

La labor correctora tiene como función principal modificar el sentido de un acto, transformando lo que
podría entenderse como infracción en algo que puede entenderse como aceptable. Esta transformación
puede llevarse a cabo mediante tres mecanismos principales:

 Explicaciones: El individuo puede introducir una objeción o una réplica afirmando que el acto del
que se le acusa no ha ocurrido verdaderamente. Por otro lado, también puede aceptar que el acto
ha ocurrido y afirmar que él mismo no tuvo nada que ver, afirmando de hecho que se ha acusado a
una persona inocente.

 Petición de perdón: Gesto por el cual un individuo se divide en dos partes: la parte que es culpable
de una infracción y la parte que se disocia del delito, afirmando su creencia en la regla infringida.

 Solicitudes: El individuo demuestra que tiene plena conciencia del carácter posiblemente ofensivo
de su acto propuesto, y solicita que se le permita.

4.3 LA GLOSA CORPORAL

Goffman define el concepto de glosa corporal, como los gestos relativamente conscientes que puede hacer
un individuo con todo el cuerpo, con el objetivo de dar datos claros acerca de una cuestión pasajera de la
que se trata.

Glosa de orientación

Glosa corporal Glosa de circunspección

Glosa de exageración

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5. SIGNOS DE VINCULACIÓN

5.1. LAS RELACIONES SOCIALES


En su quinto estudio, Goffman considera que el individuo se encuentra vinculado a la sociedad de dos ma-
neras distintas: las colectividades de las cuales forma parte y los individuos en sus relaciones sociales.
Es en esta vinculación del individuo con la sociedad, donde se puede observar la interacción de los indivi-
duos, y dependiendo de cómo sean estas relaciones podremos dividirlas en relaciones ancladas y anóni-
mas.

 Las relaciones anónimas, son aquellas relaciones en las cuales se da un trato entre dos individuos
que se estructura únicamente en torno a su identidad social, sin embargo las considera bastante
irrelevantes.

 Las relaciones ancladas, son esas relaciones que se dan entre dos personas cuando se establece un
marco de conocimiento mutuo. Cada relación anclada tiene su propio historial y una evolución na-
tural.

5.2 LOS SIGNOS DE VINCULACIÓN


Los signos de vinculación son los elementos de información que nos permiten saber si la relación entre
dos individuos es anclada o anónima. Estos signos también nos permiten si se trata de una relación fami-
liar, de amistad, etc.

Los signos de vinculación forman un lenguaje de relaciones, es decir, son los medios que nos permiten
adoptar una postura en una situación determinada y al mismo tiempo, dar pruebas que hemos tomado esa
postura.

6. LAS APARIENCIAS NORMALES


Goffman desarrolla su concepto «Unwelt» o «entorno del momento», como una zona egocéntrica fija
entorno a un reivindicador, que generalmente es un individuo. Sin embargo, los individuos no están inmó-
viles, de forma que el Unwelt también se desplaza. Así pues el unwelt es la esfera que se encuentra en-
torno al individuo, ocupando un radio de sólo unos metros, en el cual se originan los signos y fuentes de
alarma.

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Constantemente una persona, vigila lo que sucede en su entorno, evaluando a los otros por medio de una
distancia crítica que marca la frontera permitida entre él y el mundo exterior. Es decir, el entorno del mo-
mento sería un entorno de supervivencia de una persona, como una “armadura simbólica” que reivindica
los territorios del yo y lo defiende contra los abusos de otros individuos.

Cuando este entorno, no presagia nada fuera de lo normal podemos continuar con nuestras actividades
rutinarias. Sin embargo, existe una gama de peligros que percibimos por medio de signos de alarma como:
olores, ruidos, visiones, contactos, presiones, etc.; que nos llevan a tener una extrema vigilancia del en-
torno y la preparación para una posible defensa del espacio

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