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ALEJANDRO CUSSIANOVICH VILLARÁN

Alejandro Cussianovich es ordenado sacerdote en 1965 por la Orden Salesiana. Se gradúa


como profesor de Educación Primaria, estudia tres años de Filosofía y luego cuatro años
de Teología, en la House for Theological Studies en Inglaterra y en l’École Supérieure de
Théologie en Lyon, Francia. (Morsolin, 2015)

Trabaja con las mujeres migrantes y trabajadoras domésticas extranjeras en Francia y


acompaña a las jóvenes obreras de los años 60 de la Juventud Obrera Cristiana (JOC), lo
que constituye una matriz social definitiva en su orientación profesional y pastoral.

Promueve la creación de la primera organización autónoma en manos de los propios


niños, niñas y adolescentes trabajadores, germen de un proceso de organización
latinoamericano e internacional de niños, niñas y adolescentes trabajadores.

Alejandro Cussianovich forma parte de lo que en Perú se conoció como el Movimiento


Sacerdotal Onis, entre cuyos miembros fundadores estaba el teólogo Gustavo Gutiérrez,
Jorge Álvarez Calderón, Ricardo Antoncich, Romeo Luna Victoria, Julián Salvador,
Wenceslao Calderón, entre otros.

Es parte de quienes en el país fueron aportando a la elaboración de Teología de la


Liberación. Escribe, en 1975, el libro “Desde los Pobres de la Tierra, una teología de la
liberación de la vida religiosa”, declarado herético por la autoridad religiosa y que
acarrearía en 1980 su suspensión ad divinis y posterior expulsión de la Congregación
Salesiana. (Morsolin, 2015)

El doctor Cussianovich fue miembro de la Asociación Internacional de Teólogos de la


Liberación.

Para definir Alejandro Cussianovich, voy a mencionar las palabras de Ronald Álex
Gamarra Herrera, (catedrático de la facultad de Derecho y Ciencia Política de la
Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM): “Hay un hombre que, a lo largo
de las muchas décadas de su vida, ha permanecido leal a sus convicciones y a una
profunda vocación de servicio a los que nada tienen, con la idea de contribuir a una
sociedad mejor. Un utópico, se diría en el mundo pragmático y oportunista de hoy. Ese
hombre cargado de años ha conservado el espíritu “joven para siempre”, como quería Bob
Dylan en una canción memorable. No lo han abandonado la ilusión ni el optimismo, ni el
ímpetu, ni la tenacidad. A una edad en la que uno espera merecer deferencia y elogios por
el camino recorrido, él sigue buscando desafíos, proyectos, tareas. En su caso, la madurez
tiene el impulso de un eterno adolescente. Le ha dedicado su vida especialmente a la niñez
y la juventud. A esa niñez en abandono, a los niños que trabajan, a los niños sin familia,
a los niños de la calle. Ha defendido los derechos y la dignidad de esos niños, pero sobre
todo ha querido hacer de ellos los protagonistas de su propia lucha y destino en la vida.
Es un maestro que no educa para amaestrar sino para liberar capacidades. Su recorrido
vital va de la mano con una intensa reflexión religiosa que lo llevó tempranamente al
sacerdocio. A un sacerdocio que él quiso no ritual ni decorativo, sino comprometido.
Impulsor originario de la Teología de la Liberación junto a Gustavo Gutiérrez, ha sufrido
censura, sanciones y marginación al igual que otros miembros de esta corriente de
reflexión teológica que intentó renovar una Iglesia anquilosada. (Morsolin, 2015)

“Discreto, modesto, no le gusta hacerse notar. Pero es de aquellos que han luchado toda
la vida, los indispensables, según la frase atribuida a Brecht. Alguna vez le preguntaron
qué ha ganado con tanta lucha y respondió: “Uno no se mete a pelear porque va a ganar,
sino por dignidad”. Le dicen Chito, como a cualquier chiquillo, tal vez porque conserva
el alma primaveral, y se llama Alejandro Cussianovich”.

Hoy Alejandro es profesor de la Maestría de Políticas Sociales y Promoción de la Infancia


y en la de Psicología Educativa en la UNMSM - Universidad San Marcos de Lima y
coordinador del Instituto de formación IFEJANT de Lima.

Ha publicado diversos libros entre los cuales destacamos: “Historia del pensamiento
social sobre la infancia”, “Ensayo sobre Infancia. Sujeto de derechos y protagonista I y
II”, “Niños trabajadores y protagonismo de la infancia” y “Jóvenes y niños trabajadores:
sujetos sociales, ser protagonistas”, Aprender la Condición Humana. Ensayo sobre
pedagogía de la ternura (2010). (Morsolin, 2015)
Bibliografía
Morsolin, C. (12 de 08 de 2015). alai . Obtenido de
https://www.alainet.org/es/articulo/171697

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