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20, nº 140
Octubre, noviembre, diciembre de 1970
607-7
INTRODUCCIÓN
Por estabilización del suelo con cemento se entiende, como se sabe, un procedimiento se-
gún el cual, de suelos heterogéneos y sueltos puede hacerse un nuevo material, resisten-
te al agua y a las heladas y que, además, acusa una suficiente resistencia a la compresión.
Para ello, se mezcla el suelo con el cemento y se le compacta con el contenido de agua
óptimo (según Proctor).
Entre estabilización del suelo con cemento y hormigón existen diferencias técnicas funda-
mentales, por lo cual las pruebas de la calidad también se efectuarán de forma total-
mente distinta.
Con hormigón se supone siempre una compactación prácticamente absoluta, de modo que
los huecos entre los diferentes granos de grava y arena se hallan casi totalmente rellenos
de pasta de conglomerante. Por lo tanto, el determinante de la calidad del hormigón es la
pasta de cemento, es decir, la relación agua/cemento.
En estabilizaciones de suelo no se consigue una compactación prácticamente total. A la
composición granulométrica del suelo no se le puede exigir aquí nada especial con res-
pecto a un mínimo de huecos. Por consiguiente, quedan en la estructura del grano más
huecos que con hormigón, incluso habiendo hecho una buena compactación. Así, por
ejemplo, arenas de grano homogéneo, después de la compactación con contenido de agua
óptimo todavía tienen inclusiones de aire entre 10 y 15 %. En estabilizaciones de suelos
se añade también mucho menos cemento (de acuerdo con el suelo, de 80 a 220 kg por m^),
precisamente el suficiente para que el suelo se endurezca convirtiéndose en un material
consistente y con la suficiente resisteincia a las heladas. En estabilizaciones de suelos el
cemento ya no envuelve los granos, sino que los aglutina únicamente en distintos puntos.
Incluso con arena gruesa bien escalonada queda todavía del 3 al 5 % de aire ocluido, es
decir, más del doble que en el hormigón (1 a 2 %).
En estabilizaciones de suelo, por lo tanto, además de
1) Contenido de agua y
2) contenido de cemento,
3) la medida de la compactación
Condición previa y decisiva para la prueba de calidad es que la muestra que se analiza
sea característica del suelo a estabilizar en el lugar de la obra.
Si son de esperar oscilaciones en las propiedades del suelo, hay que tomar varias mues-
tras, acaso una media y dos extremas, y se las analiza por separado. Como quiera que las
propiedades del suelo oscilan frecuentemente con más intensidad en el lugar de la obra,
es mejor ensayar varias muestras en un análisis sencillo, que con una sola muestra reali-
zar un amplio trabajo de laboratorio. El tamaño de las muestras necesarias para la prue-
ba de calidad se tomará de la tabla 1.
T ABL A 1
SECAR A ^ 60°C
JL
TAMIZ DE 6 0 m m J - * • PESAR LA FRACCIÓN > 6 0 m m - ^ POSIBLE AVERÍA
DE LOS
MEZCLADORES
X INADECUADO PORQUE
-PESAR FRACCIÓN < 5mm—•^cJOr.- • HAY DEMASIADO
r^
TAMIZ DE 5mm
¡TAMIZADO DE ENSAYO POCO MORTERO
CALCULAR
CONTENIDO DE
PORCIÓN DE 2 0 / 6 0 , S U S T I T U I R \ C E M E N T 0 Z^
5/20 m'.m-
POR IGUAL CANTIDAD DE 5/20
CONFECaONAR TRES
CILINDROS DE
PROCTOR DE CADA
•2%
IfU *2%
RESISTENCIA A LA
COMPRESIÓN A LOS
7 PtA?
DETERMINAR CONTENIDO
DE CEMENTO "
Z(kg/m3). ^000^r(k9/dm3)-Z(%)
^0.5% \ *J% \ f2% 100*Z(%)
CONTENIDO DE CEMENTO
M.V. -- Z:f(= / . - M -
Z(%)
T A B L A 3
%
(%) (kg/m3)
T ABL A 4
2 100
5 300
20 750
60 3.000
(*) Estas cantidades de muestra son en parte mayores que las indicadas en (3), porque se-
gún la experiencia en el cilindro Proctor es donde el agua se distribuye más irregular-
mente.
Generalmente, en el ensayo Proctor se compacta varias veces la misma muestra con con-
tenido de agua creciente, sin intercalar ninguna pausa de trabajo. En suelos sin gravas de
más de 5 mm, pesa esta muestra corrientemente 3.500 g. Si el suelo contiene grano más
grueso, se necesitan 5.500 g. Si existen granos quebradizos que quedan destruidos al es-
tamparlos, para cada ensayo parcial hay que tomar una nueva muestra del suelo de 2.400
ó 3.300 g cada una. Para determinar el contenido de agua se toma del centro de cada cuer-
po Proctor una muestra parcial (según tabla 4) y se la seca en estufa. En el último ensa-
yo parcial ha de conservarse el cilindro de la muestra, para poder comprobar al día si-
guiente si se produce un endurecimiento normal. Por eso se toma la muestra de contenido
de agua después de introducir la segunda capa de la mezcla restante.
Para la ejecución de la obra suministra el ensayo Proctor el contenido de agua que se
persigue, el cual se indica como en la mecánica del suelo en partes en peso referidas a
100 partes de peso de sustancias sólidas o bien en por ciento, con la diferencia de que aquí
se cuenta entre las sustancias sólidas no solamente el suelo, sino también el cemento con-
siderado en estado anhidro. En suelos granulosos se queda, en la ejecución de la obra, la
mayoría de las veces, escaso en el contenido de agua óptimo; en suelos coherentes el so-
brepasar el contenido de agua óptimo es favorable para la resistencia a las heladas, siem-
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2 4
CONTENIDO DE CEMENTO (EN 7o)
Fig. 4.—Inñuencla del contenido de cemento en la capacidad resistente
de grava arcillosa estabilizante (con 6 % de cemento resistente a las
heladas), (5).
Por lo tanto, en lugar de los costosos ensayos de resistencia a las heladas se emplea, ac-
tualmente, la resistencia a la compresión, mucho más fácil de realizar, no siendo esta re-
sistencia más que un índice de calidad fácil de comprobar sin importancia directa para
el valor de utilización de la capa estabilizada.
Es esencial el que se haya alcanzado con seguridad la resistencia a las heladas y un endu-
recimiento permanente, a pesar de las mayores irregularidades naturales de la estabili-
zación del suelo.
Si se pudiera hacer una estabilización de cemento con resistencia uniforme, es decir, sin
dispersiones, bastaría en la carretera, según el tipo de subsuelo, movimiento de las obras
e influencia de las heladas, una resistencia a la compresión de unos 10 a 15 kp/cm^ des-
pués de 7 días. Claro es que hay que prever seguridades para que la capa estabilizada se
endurezca perfectamente en toda su extensión. Esta seguridad ha de ser mayor en carre-
teras de primer orden y, en este caso, se exigen frecuentemente resistencias a la compre-
sión a los 7 días de 30 kp/cm^, lo que conduce a resistencias a los 28 días de unos 50
kilopondios/cm^. En carreteras secundarias y caminos son más bajas las resistencias y
el contenido de cemento, con el ñn de que las grietas de enfriamiento no penetren tan
fácilmente por la delgada capa bituminosa. En este caso se han generalizado resisten-
cias a 7 días de 18 kp/cm^, correspondientes a una resistencia a 28 días de unos 30
kilopondios/cm^.
Si hay que alcanzar resistencias de 30 kp/cm^ después de 7 días, por ejemplo en la esta-
bilización de capas protectoras contra heladas de autopistas, se toma entonces el contenido
del cemento con el que los cilindros de ensayo han dado esta resistencia y se le aumenta
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100
M.V. = Z : K = 1 : k = 1
Z (%)
El contenido de cemento ha de ser en obra, con mezcladoras de varios pasos, por lo menos
de 105 kg/m^; en mezcladoras de un paso, por lo menos de 100 kg/m^; y en mezcladoras
forzadas fijas, como mínimo de 80 kg/m^, ya que, en caso contrario, no se garantiza, in
situ, una mezcla uniforme.
SUELO:
ARENA DE GNEISS
A LA INTEMPERIE
CON 1 9 , 6 % DE LIMO
10 20 30
MO 50 60 10 80 90 100
TIEMPO (EN h 1
Fig. 5.—Elevaciones o esponjamientos por heladas en u n suelo estabilizado, (6).
Desde 1935 se prueba en USA la resistencia a las heladas por medio de un ensayo en el
que los cilindros, después de 7 días de endurecimiento, colocados sobre ñeltro mojado, se
congelan 12 veces cada 24 horas en aire a — 23°C y a continuación vuelven a desconge-
larse durante 24 horas en el recinto húmedo
a + 21°C. Este ensayo se describe en la nor-
ma ASTMD 560-57, (8), y se reproduce bre-
vemente en (9) y (10). Al principio, los cilin-
dros se cepillaban después de cada período
de descongelación para eliminar las partícu-
las superficiales sueltas, prescribiéndose que
durante los 12 cambios de congelación-des-
congelación, y de acuerdo con la clase del
suelo, sólo debe de perderse, como máximo,
7 al 14 % del peso, (9). Hoy en día, se em-
plea un criterio más sencillo: no se cepillan
los cilindros, sino que se mide su longitud
después de la primera y después de la duo-
décima congelación (fig. 6). Si el alarga-
miento en dirección longitudinal no sobrepa-
sa el 1 %o, es decir, 0,12 mm, es suficiente el ^. ' \ ^ ^. .- ^ , . , „,^„^-« !«.
' ' ' Fig. 6.—^Medición de variaciones longitudinales
c o n t e n i d o d e c e m e n t o , (11). en el ensayo de ciclos de hielo-deshielo.
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4.3. Trituración
En suelos coherentes surge la cuestión de a qué tamaño hay que desmenuzar los diversos
terrones del suelo. Aquí hay que tener cuidado, ya que el grado de trituración puede alte-
rar muchísimo el resultado del ensayo en el laboratorio y la calidad en la obra. Cuanto
mejor se tritura, tanto mayores son la consistencia a las heladas y la resistencia.
Normalmente se prescribe que en el lugar de la obra ha de pasar por la criba de 5 mm,
por lo menos el 80 % de la mezcla suelo-cemento, escogiéndose aquí granos de grava que
queden sobre la criba y que no cuentan. También en la prueba de calidad se aspira a un
paso de 80 %. Después del mezclado no deben existir ya trozos de material conglomerado
mayores de 20 mm. Además, todos los trozos coherentes han de estar húmedos interior-
mente (véase 3.4).
EESUMEN
En la prueba de calidad se determina:
m el contenido óptimo de agua con el que ha de compactarse en el lugar de la obra;
J la densidad Proctor que ha de alcanzarse aquí;
1 el contenido de cemento con el que la capa estabilizada se endurece con resisten-
• cia a las heladas.
Los cilindros de ensayo (h = 12 cm, d = 10 cm) de mezcla de suelo-cemento se compactan
con el contenido óptimo de agua como en el ensayo Proctor y se los almacena húmedos
durante 7 días. Antes del ensayo de resistencia a la compresión se los mantiene durante
4 horas bajo agua. Suelos granulosos estabilizados con cemento son resistentes a las hela-
das cuando la resistencia a la compresión a los 7 días es de 18 kp/cm^. En carreteras pa-
ra tráfico pesado se determina el contenido de cemento necesario con arreglo a una mayor
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