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sociología

y
política
traducción de UNIVERSALISMO EUROPEO
JOSEFINA ANAYA
El discurso del poder

por
IMMANUEL WALLERSTEIN

SIGLO

)J(<I
SIGLO

)l(J Para Anouar Abdel-Malek


que se ha pasado la vida
España
tratando de promover
México
un universalismo más universal
Argentina

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de esta obra por cualquier procedimiento (ya sea gráfico, electrónico,
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Esta edición de Siglo XXI de España Editores, S.A, ha sido


realizada con la autorización de Siglo Veintiuno Editores S.A. de C.V.

Primera edición en México, agosto de 2007


© SIGLO XXI EDITORES, S.A.
Avda. Cerro del Agua, 248. 04310 México, D.F.

Primera edición en España, septiembre de 2007


© SIGLO XXI DE ESPAÑA EDITORES, S.A.
Menéndez Pida!, 3 bis. 28036 Madrid
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Primera edición en inglés, 2006
©The New Press, Nueva Cork
Título original: European Universa/ism. The Rhetoric of Power

DERECHOS RESERVADOS CONFORME A LA LEY


Impreso y hecho en España
Printed and made in Spain

ISBN: 978-84-323-1299-1
Depósito legal: SE-4534-2007 Unión Europea

Impresión: Publidisa
AGRADECIMIENTOS

En noviembre de 2004 recibí una invitación de S t.


J ohn's College, de la Universidad de Columbia Bri-
tánica, para ser su primer Ponente Distinguido en
Perspectiva del Mundo. Me pidieron que diera una
serie de tres conferencias. Este texto es la versión
revisada de dichas conferencias, más un cuarto ca-
pítulo en el que saco las conclusiones generales de
mi argumento. Estoy sumamente agradecido con
el director de St. J ohn's, el profesor Timothy
Brook, por haberme invitado a hablar en la es-
cuela, así como por las reacciones sensibles y útiles
de los asistentes a las conferencias.

[9]
INTRODUCCIÓN
lA POÚTICA DEL UNIVERSALISMO HOY

Los encabezados de los periódicos en todo el


mundo están plagados de términos familiares: al-
Qaeda, Iraq, Kosovo, Ruanda, gulag, globalización
y terrorismo, que evocan imágenes instantáneas en
los lectores; a estas imágenes les han dado forma
para nosotros nuestros líderes políticos y los co-
mentadores de la escena mundial. Para muchos el
mundo de hoy es una lucha entre las fuerzas del
bien y las fuerzas del mal. Y todos deseamos estar
en el lado del bien. Aunque no estemos de
acuerdo con la conveniencia de ciertas políticas
para combatir el mal, tendemos a aceptar sin du-
darlo que es nuestro deber combatir el mal, y con
frecuencia no tenemos muchas dudas respecto a
quién o qué encarna el mal.
El discurso de los líderes del mundo paneuro-
peo -en especial, aunque no solamente, Estados
Unidos y la Gran Bretaña- y de los principales
medios y de los intelectuales del establishment está
lleno de llamados al universalismo como justifica-
ción fundamental de sus políticas. Y sobre todo
cuando hablan de sus políticas que se relacionan
con los "otros": los países del mundo no europeo,
las poblaciones de las naciones más pobres y
"menos desarrolladas". El tono suele ser de supe-
rioridad, intimidatorio y arrogante, pero las políti-
cas se presentan siempre como si reflejaran valores
y verdades universales.

[11]
12 INTRODUCCIÓN LA POLÍTICA DEL UNIVERSALISMO HOY 13
Existen tres principales modalidades de este lla- Examinaré, además, cómo podríamos avanzar
mado al universalismo. La primera es el argu- hacia un genuino universalismo, al que he dado el
mento de que las políticas que practican los líderes nombre de "universalismo universal".
del mundo paneuropeo son en defensa de los "de- La lucha entre el universalismo europeo y el
rechos humanos" y para impulsar algo a lo que se universalismo universal es la lucha ideológica cen-
da el nombre de "democracia". La segunda forma tral del mundo contemporáneo, y su desenlace
parte de la jerga del choque de civilizaciones, será un factor de primer orden en la determina-
donde se asume siempre que la civilización "occi- ción de la forma en que se estructure el futuro sis-
dental" es superior a "otras" civilizaciones porque tema-mundo en el que estaremos entrando dentro
es la única que ha logrado basarse en esos valores de veinticinco a cincuenta años. Es inevitable
y verdades universales. Y la tercera es la defensa de tomar partido. Y no podemos retirarnos a una pos-
las verdades científicas del mercado, el concepto tura superparticularista en la que invoquemos la
de que "no hay más alternativa" para los gobiernos misma validez de cada idea particularista que se
que aceptar las leyes de la economía neoliberal y proponga en el planeta. Porque el superparticula-
actuar con base en ellas. rismo no es más que una rendición oculta a las
Basta leer cualquier declaración de George W. fuerzas del universalismo europeo y de los pode-
Bush o de Tony Blair de los últimos años (y por rosos del presente, que están tratando de mante-
cierto de cualquiera de sus predecesores) , o de ner su sistema-mundo antiigualitario y antidemo-
cualquiera de sus múltiples acólitos, para encon- crático. Si hemos de construir una alternativa real
trar la constante reiteración de estos tres elemen- para el sistema-mundo existente debemos encon-
tos. Sin embargo, no se trata de temas nuevos. trar el camino para enunciar e institucionalizar el
Como trataré de demostrar en este libro, son universalismo universal-un universalismo que es
temas muy antiguos, que han constituido el dis- posible alcanzar pero que no adquirirá realidad au-
curso básico de los poderosos a lo largo de la his- tomática ni inevitablemente.
toria del moderno sistema-mundo, cuando menos Los conceptos de derechos humanos y de de-
desde el siglo XVI. Este discurso tiene su historia. Y mocracia, la superioridad de la civilización occi-
la oposición a este discurso también tiene su histo- dental por estar fundada en valores y verdades uni-
ria. En última instancia, el debate siempre ha gi- versales y la irremediable sumisión al "mercado" se
rado en torno al significado de universalismo. Tra- nos presentan todos como ideas incontrovertibles.
taré de mostrar que el universalismo de los Pero no lo son en absoluto. Son ideas complicadas
poderosos ha sido parcial y distorsionado, uno al que necesitan ser analizadas cuidadosamente y des-
que llamo aquí "universalismo europeo" porque pojadas de sus parámetros perniciosos y no esen-
ha sido propuesto por líderes e intelectuales pan- ciales, para poder ser evaluadas con sensatez y
europeos en su prosecución de los intereses de las puestas al servicio de todos y no de unos cuantos.
capas dominantes del moderno sistema-mundo. Comprender cómo es que estas ideas se expresa-
14 INTRODUCCIÓN

ron originalmente, por quién y con qué objeto, es


1. ¿INJERENCIA EN LOS DERECHOS
una parte indispensable en esta tarea de evalua-
DE QUIÉN? VALORES UNIVERSALES
ción, tarea a la que este libro pretende contribuir.
VS. BARBARIE

La historia del sistema-mundo moderno ha sido en


gran medida una historia de la expansión de los
estados y los pueblos europeos hacia el resto del
mundo, y ésta es una parte esencial de la construc-
ción de una economía-mundo capitalista. En la
mayoría de las regiones del mundo esta expansión
ha conllevado conquistas militares, explotación
económica e injusticias en masa. Quienes han con-
ducido y sacado el mayor provecho de esta expan-
sión la han presentado, a sus propios ojos y los ojos
del mundo, como justificable en virtud del bien
mayor que ha representado para la población
mundial. El argumento suele ser que la expansión
ha difundido algo a lo que se da diversos nombres:
civilización, crecimiento económico y desarrollo,
y progreso. Y todos estos términos han sido inter-
pretados como expresiones de valores universales,
incrustados en un supuesto derecho natural. En
consecuencia, ha llegado a afirmarse que dicha ex-
pansión no es meramente benéfica para la huma-
nidad sino también históricamente inevitable. El
lenguaje que se utiliza para describir esta actividad
a veces ha sido teológico y otras derivado de una vi-
sión filosófica y secular del mundo.
Naturalmente, la realidad social de lo ocurrido
es menos gloriosa que la imagen que nos ofrecen
las justificaciones intelectuales. La desconexión

[ 15]
16 ¿INJERENCIA EN LOS DERECHOS DE QUIÉN? ¿INJERENCIA EN LOS DERECHOS DE QUIÉN? 17
entre la realidad y las justificaciones la han experi- Bartolomé de Las Casas fue una figura canónica
mentado agudamente, y expresado en muchas for- de aquella época. Nacido en 1484, vino a América
mas, los que han pagado el precio más alto en su en 1502 y fue el primer sacerdote ordenado aquí,
vida personal y colectiva. Pero la desconexión tam- en 1510. Al principio apoyó y tomó parte en el sis-
bién ha sido observada por varios intelectuales cuyo tema de encomienda, que comprendía el "reparti-
origen social son las capas dominantes. Así, pues, la miento" de los amerindios como mano de obra
historia del sistema-mundo moderno también ha forzosa para los españoles que administraban pro-
implicado un debate intelectual continuo en torno piedades agrícolas, pastorales o mineras. Pero en
a la moralidad del sistema mismo. Uno de los prime- 1514 sufrió una "conversión" espiritual y renunció
ros y más interesantes de estos debates tuvo lugar a su participación en el sistema de encomienda, re-
hace mucho, en el contexto de la conquista espa- tornando a España para dedicarse a denunciar las
ñola de gran parte de América en el siglo XVI. injusticias fraguadas por el sistema.
En 1492, Cristóbal Colón, luego de un prolon- Las Casas intentó influir en las políticas tanto
gado y arduo viaje a través del océano Atlántico de los españoles como de la iglesia participando
con dirección a China, se topó con varias islas del en muchas comisiones y redactando memos y es-
Caribe. No encontró la China, pero sí algo inespe- cribiendo libros. Se movió en los altos círculos y
rado que hoy llamarnos América. Otros españoles fue recibido e incluso favorecido en ocasiones por
pronto le siguieron los pasos. Al cabo de unos el emperador Carlos V (Carlos 1 de España). Hubo
cuantos lustros los conquistadores españoles ya ha- algunos logros iniciales para la causa que abrazó.
bían destruido las estructuras políticas de dos de En 1537 el papa Paulo III emitió una bula, Sublimis
los más grandes imperios de América: el azteca y el Deus, en la que ordenaba que los amerindios no
inca. Inmediatamente, una variada banda de segui- fueran esclavizados y que fueran evangelizados ex-
dores reclamaron la tierra y pretendieron utilizar clusivamente por medios pacíficos. En 1543 Carlos
la mano de obra de las poblaciones en estos impe- V decretó unas Leyes Nuevas, que ponían en ejecu-
rios y en otros sitios de América, para por la fuerza ción muchas de las propuestas de Las Casas para
y despiadadamente sacar provecho de estas tierras América, incluyendo la terminación de nuevas
que se apropiaron. Medio siglo después, una gran concesiones de encomiendas. Sin embargo, tanto
parte de la población indígena había sido des- la bula papal como el decreto real se toparon con
truida por las armas o por la e nfermedad. En qué considerable resistencia de los encomenderos y de
proporción es un asunto en disputa, tanto en el
siglo XVI como en los años posteriores a 1945. Pero
la mayoría de los estudiosos concuerdan hoy en que alborotó a la opinión pública de España en aquella época.
que fue una parte extremadamente grande.* Después de 1945,la discusión sobre la aguda disminución de la
población es muy extensa. Una obra importante, que desenca·
* Bartolomé de Las Casas escribió la Brroíssima relación de la denó gran parte de la discusión reciente, es la de Sherburne F.
destrucción de las Indias (1994) en 1552, un relato devastador Cook y Woodrow Borah (1971).
18 ¿INJERENCIA EN LOS DERECHOS D E QUIÉN? ¿INJERENCIA EN LOS DERECHOS DE QUIÉN? 19
sus compinch es y partidarios en España y en la cuestión central que todavía preocupa hoy al
iglesia. Finalmente, tanto la bula papal como las mundo -quién tiene derecho de injerencia, y
Leyes Nuevas fueron susp endidas. cuándo y cómo-, vale la pena revisar sus argu-
En 1543 se le ofreció a Las Casas el obispado de mentos minuciosamente.
Cuzco, que rechazó, pero sí aceptó el obispado Sepúlveda escribió un segundo libro específi-
menor de Chiapas en Guatemala (que hoy forma camente para este debate, Demócrntes segundo
parte del sur de México). Ya obispo, insistió en una ([¿1545?] 1984). Se subtitula De las justas causas
estricta aplicación de las Leyes Nuevas ordenando de La g;uerra contra los indios. En él formula cuatro
que los confesores exigieran de los encomenderos diferentes argumentos en defensa de las políticas
la penitencia de restitución de los amerindios, in- del gobierno español, tal como las i~ terpretaro~
cluyendo su liberación de las obligaciones de la en- y aplicaron los encomenderos. A~UJO como ev~­
comienda. Esta interpretación ampliaba un tanto dencia una larga serie de referenCias a las auton-
el decreto de Carlos V, cuya finalidad no era ser dades intelectuales establecidas de la época, en
aplicado a las encomiendas concedidas con ante- especial Aristóteles, san Agustín y santo Tomás de
rioridad, y en 1546 Las Casas abandonó el obis- Aquino.
pado de Chiapas y volvió a España. El primer argumento de Sepúlveda era que los
Para entonces Las Casas ya en frentaba la tenta- amerindios son "bárbaros, simples, iletrados y sin
tiva sistemática de sus oponentes de refutar teoló- educación, bestias totalmente incapaces de apren-
gica e intelectualmente sus argumentos. Una fi- der nada que no sean habilidades mecánicas, lle-
gura clave en este esfuerzo fue Juan Ginés de n os de vicios, crueles y de tal calaña que es aconse-
Sepúlveda, la publicación de cuyo primer libro, De- jable que sean gobernados por otros". El s~gundo,
mócrates primero, escrito en 1531, fue denegada. que "los indios deben aceptar el yugo espanol, aun-
Pero Sepúlveda fue persistente. Y en 1550 Carlos que no lo deseen, como enmienda y castigo por
V convocó a una comisión juríd ica especial del sus crímenes en contra del derecho divino y natu-
Consejo de Indias a que se reuniera en Valladolid ral que los mancilla, especialmente la idolatría y la
y lo insu·uyera sobre los méritos de la controversia horrenda costumbre del sacrificio humano".
Sepúlveda-Las Casas. La junta escuchó a los dos El tercero, que los españoles están obligados
hombres sucesivamente, pero al parecer nunca dio por ley divina y natural a "prevenir el daño y las
un veredicto definitivo. Cuando Carlos V fue suce- grandes calamidades con que [los indi~s] han c~­
dido en el trono por su hijo Felipe unos años des- bierto -y que los que todavía n o han stdo someu-
pués, la visión de Las Casas perdió todo interés dos al dominio español siguen cubriendo- a un
dentro de la corte. sinnúmero de inocentes que cada año se sacrifican
Todo lo que tenemos hoy son los documentos a sus ídolos". Y el cuarto era que el dominio espa-
que los dos contrincantes prepararon para este de- ñol facilita la evangelización cristiana al permitir a
bate. En vista de que claramente plantean una los sacerdotes predicar "sin peligro, y sin que los
20 ¿INJERENCI A EN LOS DERECHOS DE QUIÉN? ¿I NJERENCIA EN LOS DERECHOS DE QUIÉN? 21
maten los gobernantes y los sacerdotes paganos, simultáneamente en contra de creencias e intere-
tal como ha ocurrido tres o cuatro veces".* ses. Ésta fue la tarea que Las Casas se impuso.
Como vemos, éstos son los cuatro argumentos Al primer argumento de que hay personas que
básicos que se han utilizado para justificar todas las naturalmente viven en la barbarie Las Casas res-
"intervenciones" subsecuentes de los "civilizados" ponde de varias formas. Una fue observar las múl-
del mundo moderno en zonas "no civilizadas" -la tiples y laxas maneras de utilizar el término barba-
barbarie de los otros, poner fin a prácticas que vio- rie. Las Casas dijo que si se define a alguien como
lan los valores universales, la defensa de los inocen- bárbaro porque presenta conductas bárbaras en-
tes mezclados con los crueles y posibilitar la difu- tonces ese tipo de personas se encuentran en el
sión de los valores universales. Pero por supuesto mundo entero. Si se considera que alguien es bár-
estas intervenciones sólo pueden instrumentarse baro porque su lengua no es escrita, dicha lengua
si alguien posee el poder político/militar para ha- podría escribirse, y al hacerlo descubriríamos que
cerlo. Esto fue lo que ocurrió con la conquista es- es tan racional como cualquiera otra lengua. Si res-
pañola de grandes porciones de América en el tringimos el término bárbaro al significado de
siglo XVI. Por sólidos que fuesen estos argumentos comportamiento verdaderamente monstruoso, sin
como incentivos morales para los que efectuaron embargo, entonces cabe decir que este tipo de
la conquista, es claro que se vieron reforzados en comportamiento es un fenómeno bastante raro y
gran medida por los beneficios materiales inme- en realidad se constriñe socialmente más o menos
diatos que las conquistas brindaron a los conquis- en la misma medida en todos los pueblos.
tadores. Ergo, para cualquiera que estuviera ubi- Lo que Las Casas objetaba en el argumento de
cado dentro de la comunidad conquistadora y Sepúlveda era que hacía extensiva a un pueblo en-
deseara refutar estos argumentos era una tarea tero o a una estructura política una conducta que
cuesta arriba. La persona tendría que argumentar cuanto más era la de una minoría, una minoría
cuya semejanza podríamos encontrar sin dificultad
en el grupo que se define como más civilizado al
* Estas citas están tomadas del resumen que hace Las Casas
( [1552] 2000: 6-8) de los argumentos de Sepúlveda. El resumen igual que en el grupo considerado en la barbarie.
es del todo fidedigno, como se puede comprobar consultando Recuerda al lector que los romanos definieron a
a Sepúlveda ([¿1545?] 1984). El índice compilado por Ángel los antepasados de los españoles como bárbaros.
Losada para esta edición de Sepúlveda contiene la siguiente en- Las Casas estaba presentan do un argumento de la
trada: "Guerra contra los indios-Justificaciones: 1) esclavitud
natural, 19-39; 2) erradicar la idolatria y los sacrificios humanos,
equivalencia moral general de todos los sistemas
39-61; 3) libertar a inocentes del sacrificio, 61-63; 4) propaga- sociales, al punto que no existe una jerarquía natu-
ción de la religión cristiana, 64" (ibid.:l52). El índice es más ral entre ellos que justificara el régimen colonial
corto que el resumen de Las Casas, pero en esencia son iguales. (Las Casas, [1552] 2000: 15-44).
Leer el texto verboso de Sepúlveda, sobre todo el de los dos pri- Si el argumento acerca de la barbarie natural
meros argumentos, no agrega gran cosa al resumen como expo-
sición de sus puntos de vista.
era abstracto, el de que los indios habían cometido
22 ¿INJERENCIA EN LOS DERECHOS DE QUIÉN? ¿ INJERENCIA EN LOS DERECHOS DE QUIÉN? 23
crín:enes y pecados que debían ser enmendados y gumento de Sepúlveda, el más severo. YLas Casas
casugados era mucho más concreto. En este caso lo abordó con prudencia. En primer lugar, insistió
particular el reclamo se centraba en la idolatría y en que la "obligación de liberar a personas inocen-
los sacrificios humanos. Aquí Las Casas se enfren- tes ... no existe cuando hay alguien más apto para
taba a cuestiones que de inmediato despertaron la liberarlas". En segundo lugar, dijo que si la iglesia
repugnancia moral de los españoles del siglo XVI, a había confiado a un soberano cristiano la tarea de
los que no les cabía que a alguien se le permitiera liberar a los inocentes, "otros no deberían empren-
ser idólatra o cometer sacrificios humanos. der acciones en este sentido, no fuera a ser que lo
El primer punto que Las Casas presentó fue la hicieran petulantemente". Pero, por último, y más
jurisdicción. Señaló, por ejemplo, que a los judíos importante, Las Casas presentó el argumento de
y los musulmanes que habitaban en países cristia- que uno debe tener cuidado de actuar en concor-
nos se les podía exigir que obedecieran las leyes dancia con el principio del daño mínimo:
del estad.o, pero no se les podía castigar por seguir
sus prop10s preceptos religiosos. Esto era cierto a Aunque reconocemos que la iglesia tiene la obligación
Jortiori si dichos judíos y musulmanes habitaban en de impedir la injusta muerte de personas inocentes, es
países que no estuvieran gobernados por un go- esencial que se haga con moderación, teniendo mucho
ber~ante cristiano. La jurisdicción de este tipo sólo cuidado de no hacer un daño mayor a otras personas
pod1a extenderse -según él- a un cristiano he- que constituyera un impedimento para su salvación e hi-
reje, porque un hereje es una persona que ha vio- ciera infructífera e irrealizada la pasión de Cristo
lado el voto solemne de ser fiel a las doctrinas de ([1552] 2000: 183) .
la iglesia. Si la iglesia no tenía jurisdicción sobre
los residentes no cristianos en países cristianos, Éste era un punto crucial para Las Casas, y lo
~nto más irrazonable resultaba alegar que la igle- ilustró con la dificil cuestión moral de los rituales
Sia tenía jurisdicción sobre quienes ni siquiera ha- en que se comía la carne de los niños sacrificados.
bían oído hablar de sus doctrinas. Por consi- Empezó apuntando que no se trataba de una cos-
guiente, la idolatría podía ser juzgada por Dios, tumbre de todos los grupos indígenas, y que los
pero no estaba sujeta a la jurisdicción de un grupo grupos que la practicaban tampoco sacrificaban a
humano externo al grupo que la practicaba. muchos niños. Pero esto podía parecer una eva-
Por supuesto, hoy podríamos considerar que el sión de la cuestión, si Las Casas no hubiera tenido
argumento de Las Casas es una defensa del relati- que hacer frente a la realidad de una elección. Y
vismo moral, o cuando menos legal. Entonces aquí presentó el principio del daño mínimo:
como ahora fue blanco del ataque de que esta
perspectiva era prueba de indiferencia frente al su- Además, es un mal incomparablemente menor que
frimiento de inocentes, las víctimas de estas prácti- mueran unos pocos inocentes a que los infieles blasfe-
cas contrarias a la ley natural. Éste fue el tercer ar- men contra el adorable nombre de Cristo, y a que la re-
24 ¿INJERENCIA EN LOS DERECHOS DE QUIÉN? ¿INJERENCIA EN LOS DERECHOS DE QUIÉN? 25
ligión cristiana sea difamada y odiada por estas personas La respuesta a esta pregunta conducía directa-
y otras que se enteren de esto, cuando oyen que muchos mente a la que Las Casas dio al último argumento
niños, viejos y mujeres de su raza han sido asesinados de Sepúlveda: facilitar la evangelización. No se
por los cristianos sin un motivo, como parte de lo que su- puede hacer que los hombres se acerquen a Dios
cede en la furia de la guerra, tal como ya ha ocurrido más que por su libre albedrío, nunca por coerción.
( ibid.: 187). Las Casas reconoció que Sepúlveda había hecho la
misma afirmación, pero se preguntaba si las políti-
Las Casas fue implacable contra lo que hoy lla- cas que Sepúlveda estaba justificando eran compa-
maríamos daño colateral: "es un pecado que me- tibles con el concepto de libre albedrío:
rece la condenación eterna agraviar y matar a ino-
centes para castigar a los culpables, pues es ¿Qué mayor coerción puede haber que la producida por
contrario a la justicia" ( imd.: 209). una fuerza armada que abre fuego con arcabuces y bom-
Y sacó a relucir una razón final por la que no bardeos, cuyo horrible ruido ensordecedor, por más que
era lícito para los españoles castigar a los indios no tenga ningún otro efecto, deja a todos sin aliento,
por los pecados que los indios pudieran estar co- por fuertes que sean, especialmente a los que no cono-
metiendo contra personas inocentes. Es "la gran cen esas armas y no saben cómo funcionan? Si las vasijas
esperanza y presunción que dichos infieles se con- de barro estallan con los bombardeos, y la tierra se estre-
vertirán y corregirán sus errores ... [puesto que] mece, y el cielo se llena de nubarrones de espeso polvo,
no cometen dichos pecados obstinadamente, sino si viejos, niños y mujeres caen y las chozas se destruyen,
seguramente ... debido a su ignorancia de Dios" y todo parece sacudido por la furia de Bellona, ¿ no po-
(imd.: 251). Y Las Casas termina su discusión con dríamos decir con verdad que esa fuerza está siendo uti-
una peroración: lizada para forzarlos a aceptar la fe? ( ibid.: 296).

Los españoles penetraron, ciertamente con gran audacia, Las Casas estaba convencido de que la guerra
esta nueva parte del mundo, de la que no habían sabido no era la forma de preparar a las almas para poner
en siglos anteriores, y en el que, en contra de la voluntad fin a la idolatría. "El evangelio no se difunde con
de su soberano, cometieron crímenes monstruosos y ex- lanzas sino con la palabra de Dios, con la vida cris-
traordinarios. Mataron a miles de hombres, quemaron tiana y la acción de la razón" (ibid.: 300) . La guerra
sus pueblos, tomaron sus rebaños, destruyeron sus ciuda- "engendra odio, no amor, por nuestra religión .. .
des y cometieron crímenes abominables sin una excusa Debe llevarse a los indios a la fe con humildad, ca-
demostrable ni específica, y con monstruosa crueldad ridad, una vida de santidad y la palabra de Dios"
hacia estas pobres personas. ¿Puede realmente decirse (ibid.: 360) .
que esos hombres sanguinarios, rapaces, crueles y sedi- Si he pasado tanto tiempo presentando en deta-
ciosos conocen a Dios, de cuya adoración quieren persua- lle los argumentos de dos teólogos del siglo XVl es
dir a los indios? (ibid.: 256). porque nada de lo que se ha dicho desde entonces
26 ¿INJERENCIA EN LOS DERECHOS DE QUIÉN? ¿INJERENCIA EN LOS DERECHOS DE QUIÉN? 27
ha añadido nada esencial al debate. En el siglo XIX telectual que los administradores coloniales bl;tá-
las potencias europeas proclamaron que tenían nicos promovieron permitió a algunos como Jawa-
una misión civilizadora en el mundo colonial (Fis- harlal Nehru sacar conclusiones diferentes res-
cher-Tiné y Mann, 2004) . Lord Curzon, virrey de la pecto a los méritos del dominio británico. O quizá,
India, expresó bien esta perspectiva ideológica en lo más devastador de todo, los hindúes estuvieron
una arenga en el club Byculla en Bombay, ell6 de de acuerdo con la famosa pulla de Gandhi cuando
noviembre de 1905, dirigida a un grupo com- respondió a la pregunta de un periodista: "Señor
puesto en su mayoría por administradores colonia- Gandhi, ¿qué piensa de la civilización occidental?"
les británicos: "Pienso -dijo Gandhi- que sería una buena
idea."
[El propósito del imperio] es pugnar por la rectitud, La segunda mitad del siglo XX fue un periodo de
execrar la imperfección, la injusticia o la mezquindad, descolonización en masa del mundo entero. La in-
no desviarse ni hacia la derecha ni hacia la izquierda, mediata causa y consecuencia de esta descoloniza-
hacer caso omiso de la adulación y el aplauso o del odio ción fue un giro importante en la dinámica del
Yla deshonra ... sino recordar que el Todopoderoso ha poder en el sistema interestatal resultante del alto
puesto vuestra mano en el más grande de Sus arados .. . grado de organización de los movimientos de libe-
para guiar un poco la cuchilla hacia adelante en vuestra ración nacional. Una tras otra, en cascada, las que
época, para sentir que en algún lugar entre todos esos habían sido colonias se convirtieron en estados in-
millones habéis dejado un poco de justicia, de felicidad dependientes, miembros de las Naciones Unidas,
o de prosperidad, una sensación de valentía o dignidad protegidos por la doctrina de no interferencia de
moral, un impulso de patriotismo, un chispazo de ilumi- Jos estados soberanos en los asuntos internos de los
nación intelectual o una incitación al deber, ahí donde otros, una doctrina contenida tanto en el derecho
antes no existía. Es suficiente. Es la justificación de un in- internacional en evolución como en la Carta de las
glés en la India (citado en Mann, 2004: 25). Naciones Unidas.
En teoría, esto debió traducirse en el fin de la
Sin duda esta justificación no era tan convin- interferencia. Pero naturalmente no fue así. Es
cent~ ~ara los hindúes como a Lord Curzon y a los claro que ya no se podía echar mano de la justifi-
admmtstradores coloniales a los que se dirigía les cación de la evangelización cristiana para legitimar
debe haber parecido, ya que los sucesores de Cur- el control imperial, ni tampoco de la de la misión
zon se vieron obligados a salir de la India menos civilizadora de las potencias coloniales, concepto
de medio siglo d~spués, en 1948. Quizá los ingleses más neutral desde el punto de vista religioso. El
d~ Curzon no deJaron suficiente justicia, felicidad lenguaje retórico dio un vuelco hacia un concepto
m prosperidad. O quizás estimularon demasiada que adquirió nuevo significado y nuevo vigor en
valentía~ ~ignidad moral, y patriotismo -para esta era poscolonial: los derechos humanos. En
con el pa1s mcorrecto. O quizá la iluminación in- 1948 las Naciones Unidas erigieron en su centro
28 ¿INJERENCIA EN LOS DERECHOS DE QUIÉN? ¿INJERENCIA EN LOS DERECHOS DE QUIÉN? 29
ideológico la Declaración Universal de los Dere- tralidad que desde hacía mucho constituía el prin-
chos Humanos, ratificada por casi todos sus miem- cipal escudo esu·atégico de la Cruz Roja Interna-
bros. No constituía una ley internacional, más bien cional.
encarnaba una serie de ideales a los que las n acio- Esta ac tividad no gubernamental alcanzó un
nes miembros se comprometieron en principio. grado limitado de éxito y en consecuencia se pro-
Ni que decir tiene que desde entonces han ocu- pagó, especialmente en los comienzos de los años
rrido actos repe tidos, difundidos y notorios que setenta. Además, este impulso de los derechos hu-
constituyeron violaciones a la declaración. Como manos recibió el ímpetu de algunas actividades
la mayoría de los gobiernos han basado su política nuevas en el plano intergubernamental. En 1975,
exterior en una supuesta perspectiva realista de las Estados Unidos, la Unión Soviética, Canadá y la
relaciones entre estados, no se ha emprendido mayoría de los países de Europa coincidieron en
prácticamente ninguna acción gubernamental de la Conferencia sobre la Seguridad y la Coopera-
la que se pudiera decir que refleja este interés en ción en Europa (cscE) y firmaron los Acuerdos de
los derechos humanos, aunque la violación de la Helsinki, que obligaban a todos los estados signa-
declaración suele invocarse continuamente como tarios a observar la Declaración Universal de los
propaganda de un gobierno para incriminar a Derechos Humanos. Como no había ningún meca-
otro. nismo para obligar a la aplicación de este acuerdo,
La virtual inexistencia de interés interguberna- sin embargo, se creó una estructura no guberna-
mental en la cuestión de los derechos humanos mental occidental, H elsinki Watch, para que asu-
propició la aparición de muchas llamadas organi- miera la tarea de presionar a los gobiernos del blo-
zaciones no gubernamentales (ONG) para llenar el que soviético a observar estos derechos.
vacío. Las ONG que asumieron las cargas de la ac- Cuando Jimmy Carter llegó a la presidencia de
ción directa para apoyar a los derechos humanos Estados Unidos, declaró que la promoción de los
en el mundo fueron principalmente de dos clases. derechos humanos sería un elemento fundamen-
Por una parte, las representadas por Amnistía In- tal de su política, y amplió el concepto, más allá de
ternacional, que se especializó en publicitar lo que su aplicación al bloque soviético (donde política-
consideraba encarcelamientos ilegítimos y abusi- mente Estados Unidos tenía poco poder de manio-
vos de los individuos. Intentó movilizar la presión bra), a los regímenes autoritarios y represivos de
de la opinión pública, directamente o por ínter- Centroamérica (donde geopolíticamente Estados
mediación de otros gobiernos, para inducir cam- Unidos tenía considerable poder de maniobra).
bios en las políticas de los gobiernos acusados. Por Sin embargo, la política de Carter no duró mucho.
otra parte, estaba la clase de acción directa que re- El poco impacto que haya podido tener en Cen-
presentaba Médicos Sin Fronteras, que intentó in- troamérica se vio revocado esencialmente durante
troducir asistencia humanitaria directa en zonas la subsecuente presidencia de Ronald Reagan.
de conflicto político, sin aceptar el manto de neu- En ese mismo periodo tuvieron lugar u·es inter-
30 ¿INJERENCIA EN LOS DERECHOS DE QUIÉN? ¿INJERENCIA EN LOS DERECHOS DE QUIÉN? 31
venciones directas importantes en África y Asia, en no legalmente justificados por el derecho interna-
las que un gobierno emprendió una acción en cional. Lo que es más, todos los interventores bus-
contra de otro con el argumento de que el país ata- caban y recibieron considerable aprobación no
cado estaba violando valores humanitarios. La pri- sólo de sus propias comunidades sino de otros lu-
mera: en 1976 un grupo de guerrilleros palestinos gares del sistema-mundo, alegando que solamente
secuestró un avión de Air France con muchos is- los medios violentos que se emplearon habrían po-
raelíes a bordo y se dirigió a Uganda, con la com- . dido erradicar el mal patente que según ellos pre-
plicidad del gobierno ugandés. Los secuestradores valecía.
exigían la liberación de ciertos palestinos en Israel Lo que presenciamos fue una inversión histó-
a cambio de la liberación de los rehenes israelíes. rica de la teorización acerca de los códigos morales
El 14 de julio de ese año comandos israelíes vola- y jurídicos del sistema-mundo. Durante un largo
ron al aeropuerto de Entebbe, mataron a unos periodo, más o menos desde el siglo XVI hasta la
guardias ugandeses y rescataron a los israelíes. La primera mitad del xx, predominó la doctrina Se-
segunda: el25 de diciembre de 1978 tropas vietna- púlveda -la legitimidad de la violencia cometida
mitas cruzaron la frontera de Camboya y derroca- contra los bárbaros y la obligación moral de evan-
ron al régimen delJemer Rojo e instalaron un go- gelizar-; las objeciones de Las Casas representa-
bierno diferente. Y la tercera: en octubre de 1978 ban una postura netamente minoritaria. Luego,
Idi Amin, de Uganda, atacó a Tanzania, que a su con las grandes revoluciones anticoloniales de me-
vez contraatacó, llegando sus tropas a la capital de diados del siglo xx, especialmente del periodo
Uganda, donde derrocaron a Idi Amin e instalaron 1945-1970, el derecho moral de los pueblos opri-
a otro presidente. midos a rechazar la supervisión paternal de los
El común denominador de estos tres ejemplos pueblos que se dicen civilizados llegó a tener
es que la justificación de los interventores fueron mayor legitimidad en las estructuras políticas del
los derechos humanos: defensa contra la toma de orbe.
rehenes en el primer caso, y la disolución de un ré- Tal vez el momento culminante de la institucio-
gimen en extremo corrupto y dictatorial en los nalización colectiva de este nuevo principio fue la
otros dos casos. Naturalmente, podríamos debatir adopción en la ONU, en 1960, de la Declaración
la solidez y la veracidad de los cargos en cada caso sobre la Concesión de la Independencia a los Paí-
y si no había una opción más legítima o pacífica. ses y Pueblos Coloniales, asunto enteramente sos-
También podríamos debatir sobre las consecuen- layado en la carta original de las Naciones Unidas,
cias de cada una de estas acciones. Pero el punto es escrita apenas quince años antes. Al parecer, final-
que los interventores alegaron que estaban ac- mente las ideas de Las Casas estaban siendo adop-
tuando a manera de maximizar la justicia, y esta- tadas por la comunidad mundial. Pero en cuanto
ban convencidos de ello, y por lo tanto moral- se oficializó la validación de la perspectiva de Las
mentejustificados por el derecho natural, aunque Casas, el nuevo énfasis en los derechos humanos
32 ¿ INJERENCIA EN LOS DERECHOS DE QUIÉN? ¿INjERENCIA EN LOS DERECHOS DE QUIÉN? 33
de los individuos y los grupos se convirtió en un cluyendo violacio~~s y a~esinatos de ci~les, se
tema prominente de la política mundial, y esto em- apeló a la intervenc10n occ1dental, ~ar~ ~acifi~a~ la
pezó a socavar el derecho de rechazar la supervi- región y garantizar un remedo deJUStloa pohuca,
sión paternal. En esencia, la campaña en pro de 0
cuando menos eso fue lo que se dijo. Esas inter-
los derechos humanos restituyó el énfasis de Sepúl- venciones tuvieron lugar más notoriamente y en
veda en el deber de los civilizados de suprimir la particular en Bosnia (con tres etnias más o ~en os
barbarie. de la misma dimensión) y Kosovo (una reg10n de
En este momento fue cuando el mundo vio el Serbia mayormente albanesa). Cuando los gobier-
desplome de la Unión Soviética y el destrona- nos occidentales vacilaron, los intelectuales y las
miento de los gobiernos comunistas de Europa oNG en estos países tenazmente presionaron a sus
central y del este. Podría pensarse aun que estos estados para que intervinieran, cosa que a la larga
acontecimientos encajan en el espíritu de la decla- hicieron.
ración de Naciones Unidas sobre el derecho a la Por varias razones, la presión no gubernamental
independencia. La subsecuente desintegración de más fuerte fue en Francia, donde un grupo de in-
Yugoslavia en las repúblicas que la constituían, em- telectuales fundó un diario llamado Le Droit d 1n-
pero, condujo a una serie de guerras o casi guerras, gérence (El Derecho de Injerencia) . Aunque estos
en las que la lucha por la independencia acabó vin- intelectuales no citaron a Sepúlveda, recurrieron a
culándose a políticas de "purificación étnica". argumentos seculares que empujaban en la misma
Todas las repúblicas constitutivas de la antigua Re- dirección. Ellos también insistían en que el "dere-
pública Federal Socialista de Yugoslavia habían te- cho natural" (aunque quizá no hayan utilizado esta
nido desde hacía mucho un claro enfoque étnico, locución) requería cierta clase de conducta univer-
pero en cada una a su vez había importantes mi- sal. Ellos también insistían en que si esta conducta
norías nacionales. Así, cuando se dividieron en es- no estaba presente o, peor, si conductas opuestas
tados separados, proceso continuo que tomó varios prevalecían en una zona dada, los defensores de la
años, se ejerció considerable presión política in- ley natural no solamente tenían el derecho moral (y
terna dentro de cada una de ellas para reducir o por su puesto político) a intervenir, sino el deber
extirpar completamente a las minorías etnonacio- moral y político a intervenir.
nales d e los nuevos estados soberanos. Esto pro- Al mismo tiempo, hubo un número de guerras
vocó conflictos y guerras en el seno de cuatro de civiles en África -Liberia, Sierra Leona, Sudán y
las antiguas repúblicas yugoslavas: Croada, Bosnia, sobre todo Ruanda, en donde tuvo lugar una masa-
Serbia y Macedonia. La historia de cada una era cre de tutsis a manos de los hutus, sin la interven-
bastante diferente, así como su desenlace, pero en ción significativa de tropas extranjeras. Ruanda, Ko-
todas la purificación étnica se convirtió en un sovo y otras zonas donde se vivió un terrible drama
asunto central. humano se convirtieron en tema de un gran debate
Debido al continuo alto nivel de violencia, in- retrospectivo acerca de qué podría o no podría ha-
34 ¿INJERENCIA EN LOS D ERECHOS DE QUIÉN?
¿INJERENCIA EN LOS DERECHOS DE QUIÉN? 35
berse hecho, o acerca de qué debió hacerse, para Siguiendo las pautas de la Unión Europea, la comu-
salvaguardar la vida humana y los derechos huma- nidad internacional debe esforzarse por resolver esta
nos en esas regiones. Finalmente, no necesito recor- contradicción inherente: ¿cómo podemos mantener la
darle a nadie lo abundantemente que se justificó la soberanía del estado y a la vez e ncontrar la forma de
necesidad de la invasión norteamericana de Iraq en tomar decisiones comunes sobre cuestiones y problemas
2003 para liberar al mundo de Saddam Hussein, un comunes? Una manera de resolver e l dilema es decir
dictador peligroso y corrupto. que la soberanía de los estados puede respetarse sola-
El 2 de marzo de 2004, Bernard Kouchner pro- mente si emana de las personas que están en el seno del
nunció la 23a. conferencia Morgenthau Memorial, estado. Si el estado es una dictadura, entonces no es en
en el Carnegie Council on Ethics and Internatio- absoluto digno del respeto de la comunidad internacio-
nal Affairs. Kouchner es hoy quizás el defensor de nal (2004: 4).
la intervención humanitaria más prominente del
mundo. Es el fundador de Médicos Sin Fronteras; Lo que Kouchner nos estaba ofreciendo es el
fue él quien acuñó la frase "le droit d'ingérence"; fue
minisu·o encargado de los derechos humanos en
equivalente de una evangelización e~ el sig~~ X:I.
En tanto que para Sepúlveda la cons1derac10n ul-
el gobierno francés; más tarde representante espe- tima era si un país o un pueblo eran cristianos o
cial del secretario general de la ONU en Kosovo; y, no, para Kouchner la consideración últim~ era si
en sus propias palabras, alguien que posee "la repu- eran democráticos o no (esto es, que no VIvan en
tación adicional de haber sido el único defensor un estado que sea una "dictadura"). Sepúlveda no
del señor Bush en Francia". Por ello resulta inte- podía lidiar con el caso de países y pueblos cristia-
resante escuchar cuál considera Kouchner, refle- nos y que no obstante cometieran actos de barba-
xionando, que es el lugar de la injerencia humani- rie, violando el derecho natural, como España y la
taria en el derecho internacional: Inquisición. Con lo que Kouchner no podía lidiar
era con el caso de un país o un pueblo con sólido
Hay un aspecto de la injerencia humanitaria que ha re- apoyo popular que no obstante cometiera actos de
sultado difícil implementar: me refiero a la tensión entre barbarie contra una minoría, tal como ocurrió en
la soberanía del estado y el derecho a interferir. La co- Ruanda, por lo tanto los ignoró enteramente. En
munidad internacional está trabajando en un nuevo sis- realidad, Kouchner se pronunció por supuesto en
tema de protección humanitaria a través del Consejo de favor de la intervención externa en Ruanda, no
Seguridad de la ONU; sin embargo, es claro que la globa- porque fuera una dictadura sino porque conside-
lización no anuncia el fin de la soberanía del estado, que raba que se cometieron actos de barbarie. Hablar
sigue siendo el bastión de un orden mundial estable. de una dictadura como principio general era que-
Para decirlo de otra forma: no podemos tener una admi- rer tapar el sol con un dedo en este respecto, apli-
nistración global ni un sistema de Naciones Unidas sin cable en algunos casos (digamos Iraq) pero cierta-
la soberanía de los estados. mente no en todos los casos en que Kouchner y
36 ¿INJERENCIA EN LOS DERECHOS DE QUIÉN? ¿INJERENCIA EN LOS DERECHOS DE QUIÉN? 37
otros consideraban moralmente imperaúvo inter- barie, es no sólo por qué se desencadenó el pro-
venir. ceso sino también hasta qué punto. Iniciar este
Supongamos que ante la "contradicción inhe- ejercicio analiúco nos desacelera, por supuesto, y
rente" mencionada por Kouchner -entre la sobe- ésta es la razón principal que se aduce para no ini-
ranía de los estados y las decisiones comunes sobre ciarlo. No hay tiempo, dicen los interventores.
derechos humanos- aplicáramos los principios de Cada momento que pasa la situación se deteriora.
Las Casas -sus cuatro respuestas a Sepúlveda- a y tal vez sea cierto. Pero avanzar a paso más lento
la situación de Kosovo o de Iraq. La primera cues- puede evitarnos cometer errores dolor~so~..
úón que abordó Las Casas fue la presunta barbarie El análisis que se desprende de los pnnetptos de
del otro contra el que se interviene. El primer pro- Las Casas nos empuja también a efectuar una com-
blema -dijo- es que nunca queda del todo claro paración. ¿Los países y los pueblos que emprenden
en estos debates quiénes son los bárbaros. En Ko- intervenciones son también culpables de cometer
sovo, ¿eran los serbios, el gobierno de Yugoslavia o actos de barbarie? Si lo son, ¿son estos actos mucho
un grupo en parúcular encabezado por Slobodan menos graves que los que se cometen en los países
Milosevié? En Iraq, ¿eran los árabes suníes, el par- y pueblos en cuestión, al grado de justificar el sen-
údo Baath o un grupo en parúcular encabezado údo de superioridad moral en que se basa cual-
por Saddam Hussein? Los interventores se movie- quier intervención? Naturalmente, dado que el
ron turbiamente entre todos estos objeúvos, rara mal existe por doquier, esta clase de comparación
vez clarificando ni haciendo distinciones, argu- podría resultar paralizadora, principal argumento
mentando siempre la urgencia de la intervención en su contra, pero también podría ser verdadera.
y alegando que de alguna manera más tarde ha- Sin embargo, el intento de comparación también
rían la distribución de la porción de culpas. Pero puede servir de freno oportuno a la arrogancia.
es claro que el más tarde nunca llega. Porque un Luego está el segundo principio de Sepúlveda:
oponente turbio le permite a uno conformar una la obligación de castigar a los que cometen críme-
coalición turbia de interventores, que estricta- nes contra el derecho natural o, como diríamos
mente pueden tener una definición diferente de hoy, crímenes contra la humanidad. Hay actos que
quiénes son los bárbaros, y por ende objeúvos po- violentan el sentido de la decencia de la gente hon-
líticos diferentes en el proceso de injerencia. rada, organizada en ese nebuloso, casi ficticio per-
Las Casas insistió en hacer una distinción desde som¡.je conocido como la "comunidad internacio-
el principio. Pues, según expuso, la verdadera bar- nal".* Y cuando eso ocurre, ¿acaso no estamos
barie es un fenómeno poco común, normalmente
constreñido por los procesos sociales de todo
*Véase el maravilloso y bastante acerbo comentario de Troui-
grupo social. Si tal es el caso, una de las preguntas llot (2004: 230) acerca de la comunidad internacional: "Pienso
que es necesario hacernos siempre, al vernos en [la comunidad internacional] como una especie de coro
frente a una situación que definimos como de bar- griego de la política contemporánea. Nunca nadie lo ha visto,
pero corea en el fondo y todo el mundo se mueve a su ritmo. "
38 ¿INJERENCIA EN LOS DERECHOS DE QUIÉN? ¿INJERENCIA EN LOS DERECHOS DE QUIÉN? 39
obligados a castigar dichos crímenes? A este argu- Milosevié, el meollo de su defensa no fue _m~ra-
mento Las Casas opuso tres preguntas: ¿quién los
mente que era inocente sino que la corte cnmmal .
definió como crímenes, y ya habían sido definidos · ternacional no había presentado . acusaoones
m .
como tales en el momento en que se cometieron? contra diversas personas de las potencias mterv~n-
¿Quién tiene jurisdicción para castigar? ¿Hay al- toras que según él también eran culpables. Mllo-
guien más capacitado que nosotros para aplicar el sevié declaró que la corte era el tribunal de los po-
castigo, si éste es merecido? derosos que acusaba a los líderes de los más débiles
La cuestión de la definición de los crímenes y militarmente, y no una corte de justicia.
de quién la hace es, claro está, un debate central, Así, teníamos dos preguntas: ¿los supuestos crí-
hoy como ayer. En los confliCtos balcánicos de los menes eran crímenes verdaderos o simplemente
años noventa indudablemente se cometieron crí- una conducta general aceptada? Ysi eran crímenes
menes en la definición de la mayoría de las perso- verdaderos, ¿se formularon acusaciones en contr~
nas, incluyendo la definición de los líderes políti- de todos los criminales, o sólo en contra de los nau-
cos de la región. Sabemos esto porque los líderes vos del país objeto de la injerencia y no de los nati-
políticos contendientes de todas las facciones se vos del país que inició la intervención?
acusaban mutuamente de crímenes, y por cierto La cuestión de la jurisdicción fue por supuesto
de la misma clase de crímenes: limpieza étnica, vio- central para el debate. Por una p~te, los q_ue in-
laciones y crueldad. El problema que encaraban sistían en el derecho y el deber de mtervemr afir-
los que eran ajenos a la región fue qué crímenes maban que la instalación de tribunales internacio-
castigar o, más bien, de qué manera estimar la res- nales era un avance para el derecho internacional.
ponsabilidad relativa de todas las partes. Pero jurídicamente estaba la cuestión no sol_a:
Los interventores foráneos emprendieron dos mente del procedimiento con que se establecw
tipos de acciones. Por un lado, emprendieron pri- dicha corte sino la reducida definición geográfica
mero la acción diplomática y luego la militar para de su potencial jurisdicción.
detener la violencia, lo que en muchos casos se u·a- Y, por último, estaba la cuestión de si había al-
dujo en tomar partido por una facción u ou·a en si- ternativas para el manejo de los crímen_es ?~ncar­
tuaciones particulares. En cierto sentido, esto impli- gados alternativos. Efectivam~nte, a pnncipws de
caba en el mejor de los casos un juicio sobre la los años noventa Estados Umdos alegaba que los
importancia relativa de los crímenes. Por otro lado, encargados adecuados eran los eu~opeos -es
los interventores foráneos establecieron tribunales decir, los europeos occidentales- debido a que los
judiciales internacionales especiales con el fin de Balcanes estaban en Europa y eran posibles miem-
castigar a ciertos individuos, así como seleccionar a bros de la Unión Europea. Pero, por razones polí-
esos individuos de entre todas las facciones. ticas y militares, los europeos vacilaron en ~sumir
De resultas, en el más espectacular proceso que esta carga sin el apoyo activo de Estados Umdos, Y
haya tenido lugar después de estos sucesos, el de finalmente fue la Organización del Tratado del
40 ¿INJERENCIA EN LOS DERECHOS DE QUIÉN? ¿INJERENCIA EN LOS DERECHOS DE QUIÉN? 41
Atlántico Norte (OTAN) la que se asignó la tarea. puesto a distribuirlas entre "terroristas" ajenos al
Pero fue la OTAN y no Naciones Unidas sobre todo gobierno.
porque los países occidentales temían, probable- En vista de la debilidad del caso, el gobierno
mente con razón, que Rusia vetara cualquier reso- norteamericano echó mano del argumento de que
lución del Consejo de Seguridad que apuntara a Saddam Hussein era un hombre malvado que per-
una acción en contra de Serbia y dejara fuera a las sonalmente había cometido crímenes contra la hu-
otras partes del conflicto. manidad y que, por consiguiente, eliminarlo del
Las mismas preguntas se hicieron, mucho más poder constituía un bien moral. Y es en este punto
nítidamente, en el momento de la intervención donde viene a colación la cuestión no solamente
norteamericana en Iraq, junto con una supuesta de la veracidad de estas afirmaciones sino, más
coalición de voluntarios. Estados Unidos intentó aún, de la jurisdicción, así como la cuestión de si
obtener la aprobación del Consejo de Seguridad los delitos morales de Saddam Hussein fueron el
para la acción militar, pero cuando se hizo evi- verdadero motivo de la intervención, en vista del
dente que no obtendría más que cuatro de los apoyo que antes le habían prestado el gobierno
quince votos para una resolución que se lo permi- norteamericano y otros, en los momentos en que
tiera, retiró su propuesta de resolución y decidió cometió precisamente los actos en que se basaba
actuar por sí solo, sin la legitimación de la ONU. La la acusación.
pregunta de Las Casas es aquí más pertinente que Una vez más, en esta como en la mayoría de las
nunca: ¿Con qué derecho asumió Estados Unidos situaciones, el argumento más sólido en pro de la
la jurisdicción en este ámbito, sobre todo en virtud injerencia fue la defensa de los inocentes -losino-
de que un gran número de países del mundo se centes musulmanes bosnios violados y masacrados,
opusieron abiertamente a sus acciones? La res- los inocentes kosovares arrojados de sus tierras y per-
puesta del gobierno norteamericano fue doble. En seguidos tras fronteras y los inocentes kurdos y chii-
primer lugar alegó autodefensa, sobre la base de tas oprimidos y asesinados por Saddam Hussein.
que el gobierno iraquí representaba una amenaza ¿Qué nos enseña la tercera respuesta de Las Casas a
inminente para Estados Unidos y el mundo, de- Sepúlveda? Las Casas insistía en el principio del
bido a su presunto arsenal de armas de destruc- "daño mínimo". Aun cuando los alegatos fueran ab-
ción masiva y a que supuestamente estaba dis- solutamente justos, ¿el castigo sería más pe¡judicial
puesto a compartirlas con "terroristas" ajenos al que lo que pretendía evitar? El principio del daño
gobierno. A la postre este argumento sería com- mínimo es la traducción que hace Las Casas del fe-
pletamente desarmado, cuando, después de la in- nómeno social colectivo de la antigua sentencia de
vasión, se supo que el gobierno iraquí no estaba Hipócrates a los médicos: "No hagas daño."
en posesión de dichas armas y debido al des- En el caso del conflicto en los Balcanes, se podría
acuerdo general con la afirmación de que si Sad- decir que el daño ha sido mínimo. La violencia ac-
dam Hussein las hubiera poseído habría estado dis- tiva se redujo considerablemente. Por otro lado, no
42 ¿INJERENCIA EN LOS DERECHOS DE QUIÉN? ¿INJERENCIA EN LOS DERECHOS DE QUIÉN? 43
se puso fin a la limpieza étnica, ni se redujo signifi- y británico, especialmente invocada por los inte-
cativamente, más bien sus resultados se institucio- lectuales neoconservadores estad unidenses y el
nalizaron en mayor o menor medida. No se restitu- primer ministro Tony Blair. Las Casas insistió en
yeron ni la propiedad ni el derecho de residencia o que no tenía sentido evangelizar a la fuerza, que
sólo mínimamente. Ylos serbios de Kosovo con toda la conversión al cristianismo tenía que ser el resul-
seguridad pensaron que su situación era peor que tado de la adhesión voluntaria que viniera del in-
antes. Cabe preguntarse si la situación habría termi- terior de la persona convertida y que la fuerza es-
nado en el mismo punto aun sin la intervención ex- taba contraindicada.
tern~: Pero no se puede decir con justeza que la si- Este mismo punto se defen dió en las críticas
tuaciOn empeoró significativamente. que se formularon a la injerencia en los Balcanes
Sin embargo, sí se puede decir en el caso de e Iraq, que se justificaba sobre la base de que
l~aq. Naturalmente, ni Saddam Hussein ni el par- ambas intervenciones promovían la democracia.
udo Baath estaban ya en el poder y no podían con- La pregunta era cómo se mide la conversión a los
tinuar cometiendo los mismos actos de opresión valores democráticos. Para Jos interventores, pare-
que antes. Si bien el país padecía por un sinnú- cía significar esencialmente la volun tad de realizar
mero de factores negativos que no existían antes elecciones en que pudieran participar muchos par-
de la intervención externa. El bienestar econó- tidos políticos o facciones, con un mínimo de civi-
mico de los ciudadanos probablemente había dis- lidad y la habilidad de realizar campañas públicas.
minuido. La violencia cotidiana se había incre- Una definición muy limitada de democracia. Ni si-
mentado masivamente. El país se convirtió en quiera en este nivel mínimo era seguro en absoluto
refugio precisamente de la clase de islamistas mili- que esto se hubiera alcanzado con algún grado de
tantes contra los que supuestamente estuvo diri- perdurabilidad en ninguna de las dos regiones.
gida la acción y que antes de la intervención no ha- Sin embargo, si por democracia se entendiera
bían podido operar dentro del país. Y la situación algo más amplio -el control genuino de la toma
civil de las mujeres iraquíes empeoró considerable- de decisiones por la mayoría de la población en la
mente. Después de !a intervención murieron estructura gubernamen tal, la capacidad real y
cuando menos cien mil iraquíes y muchos más fue- constante de toda clase de minorías de expresarse
ron.gra~emente heridos. Sin duda aquí habría sido política y culturalmen te, y la aceptación de la con-
posible mvocar el principio de daño mínimo. tinua necesidad y legitimidad del debate político
El argumento final de Sepúlveda fue el derecho franco-, es evidente que estas condiciones tienen
Y el d e ber de evangelizar, y los presuntos obstácu- que madurar internamente, en el seno de Jos paí-
los que oponían los amerindios. El equivalente en ses y las regiones, y que la inter vención externa en
el siglo XXI es_ el derecho y el deber de difundir la general está contraindicada, ya que asocia el con-
democrac~a. Esta ha sido una de las principales ar- cepto a control externo y a los factores negativos
gumentaciOnes de los gobiernos norteamericano que la intervención conlleva.
44 ¿INJERENCIA EN LOS DERECHOS DE QUIÉN? ¿INJERENCIA EN LOS DERECHOS DE QUIÉN? 45
La pregunta -¿injerencia en los derechos de do como criterio no es un universalismo global
quién?- está dirigida al meollo de la estructura sino un universalismo europeo, un conjunto de
política y moral del moderno sistema-mundo. La doctrinas y perspectivas éticas que se desprenden
intervención es, en la práctica, un derecho que se de un contexto europeo y aspiran a ser -o a ser
apropian los poderosos. Pero es un derecho dificil presentadas como- valores universales globales,
de legitimar y por ello está siempre sujeto a desa- lo que muchos de sus defensores llaman derecho
fios políticos y morales. Los interventores, cuando natural. Esto justifica simultáneamente la defensa
se los desafia, recurren siempre a la justificación de los derechos humanos de los supuestos inocen-
moral: el derecho natural y el cristianismo en el tes y la explotación material perpetrada por los po-
siglo XVI, la misión civilizadora en el siglo XIX y los derosos. Es una doctrina moralmente ambigua.
derechos humanos y la democracia a fines del siglo Ataca los crímenes de algunos y pasa por alto los
xx y principios del XXI. de otros, aun empleando los criterios de lo que
La argumentación en contra de la intervención afirma es ley natural.
~a derivado siempre de dos fuentes: de los escép- No es que no pueda haber valores universales
?cos morales entre los pueblos poderosos (los que globales. Es más bien que estamos todavía lejos de
mvocan el argumento de Las Casas) y los oponen- saber cuáles son estos valores. Los valores universa-
tes políticos entre aquellos contra los que la inter- les globales no nos son dados, somos nosotros los
vención está dirigida. El argumento moral de los que los creamos. La empresa humana de crear di-
interventores se ve siempre mancillado porque la chos valores es la gran empresa moral de la huma-
intervención sirve a los intereses de éstos. nidad. Pero sólo tendrá esperanza de realizarse
Por otra parte, los escépticos morales siempre cuando podamos salirnos de la perspectiva ideoló-
parecen estar justificando acciones que, en térmi- gica de los poderosos en dirección a una aprecia-
nos de sus propios valores, son ignominiosas. A la ción en verdad común (y por consiguiente más
defensa de los líderes políticos de las gentes contra global) del bien. Esta apreciación global necesita
las que está dirigida la intervención se opone el ar- una base concreta diferente, empero, una estruc-
gumento de que refleja los estrechos intereses per- tura mucho más equitativa que cualquiera que ha-
sonales de éstos y no los intereses del pueblo al que yamos construido hasta ahora.
gobiernan. Tal vez algún día -no muy lejano- nos aproxi-
Pero toda esta ambigüedad se da dentro del memos a esta base común. Esto depende de cómo
marco de la aceptación de los valores de los inter- salga el mundo de la actual transición de nuestro
ventores como universales. Si uno observa que sistema-mundo existente hacia uno diferente, que
estos valores universales son de la creación social será mejor o tal vez no. Sin embargo, hasta que no
de las capas dominantes de un sistema-mundo es- hayamos capeado esta transición e ingresado en
pecífico, sin embargo, entonces la cuestión se abre este mundo más igualitario, las escépticas cortapi-
más significativamente. Lo que estamos emplean- sas a nuestra impulsiva arrogancia moral, promovi-
46 ¿INJERENCIA EN LOS DERECHOS DE QUIÉN?

das por Las Casas, probablemente nos serán de 2. ¿SE PUEDE SER NO ORIENTALISTA?
mayor utilidad que las certezas morales interesadas PARTICUlARISMO ESENCIALISTA
de los Sepúlvedas de este mundo. Construir a nivel
mundial cortapisas legales a los crímenes contra la
humanidad es poco virtuoso si no son igualmente
aplicables a los poderosos y a los que conquistan.
El Consejo de Indias que se reunió en Vallado-
lid no reportó este veredicto. Sepúlveda ganó. Aún Ya para el siglo XVInlas cuestiones que debatieron
no se ha reportado el veredicto y en esta medida Sepúlveda y Las Casas habían dejado de ser motivo
Sepúlveda sigue ganando en el corto plazo. Los de rabiosas controversias. El mundo europeo se
Las Casas de este mundo han sido acusados de in- avino a la aceptación general de la legitimidad de
genuos, de facilitadores del mal, de ineficientes. su dominio colonial en América y otras partes del
Pero no dejan ~e tener algo que rseñarnos: un mundo. En la medida en que el debate público
poco de humildad para nuestt¡a .superioridad acerca de las regiones coloniales continuó en
moral, un poco de apoyo concreto a los oprimidos cierto grado, se había centrado en los derechos de
y los perseguidos, un poco de búsqueda continua autonomía de los colonos europeos en estas regio-
de un universalismo global que sea en verdad co- nes, más que en la forma en que los europeos de-
lectivo y por ende verdaderamente global. bían relacionarse con los pueblos indígenas. No
obstante, con sus expansiones, sus viajes y sus u·an-
sacciones comerciales los europeos establecían
cada vez más contacto con las poblaciones -espe-
cialmente en Asia-, ubicadas en lo que en el siglo
XIX se llamó zonas de "civilizaciones avanzadas",
concepto que incluía, entre otras, a China, la
India, Persia y el Imperio otomano.
Todas éstas eran zonas en las que en algún mo-
mento se constituyeron grandes estructuras buro-
cráticas, del tipo que solemos llamar imperios. Cada
uno de estos imperios-mundo poseía una lingua
franca con escritura y literatura. Cada uno estaba do-
minado por una religión principal que parecía pre-
valecer en la zona. Y cada uno gozaba de considera-
bles riquezas. Debido a que en el siglo XVIll la
mayoría de las potencias europeas todavía no esta-
ban en condiciones de imponerse militarmente en

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¿SE PUEDE SER NO ORIENTALISTA? ¿SE PUEDE SER NO ORIENTALISTA? 49
esas zonas, no sabían bien a bien qué pensar de anonimato, y además en Holanda, que a la sazón
ellas. Su posición inicial solía ser de curiosidad y res- era un centro de relativa libertad cultural.
peto dentro de ciertos límites, como si tuvieran algo A pesar de la ignorancia social de los europeos
que aprender de ellas. Por eso entraron en la con- en cuanto a las llamadas civilizaciones orientales
c.iencia d~ los europeos como iguales relativos, po- avanzadas, la expansión de la economía-mundo ca-
sibles socios y enemigos en potencia (enemigos en pitalista fue inexorable. El sistema-mundo domi-
el plano metafisico y en el militar). En este con- nado por Europa se extendió d~de su base euro-
texto, en 1721, el barón de Montesquieu produjo americana abarcando cada v;lz más partes del
su libro Cartas persas. mundo, con el fin de incorporarlas a su división de
Cartas persas es un conjunto ficticio de cartas su- la fuerza de trabajo. La dominación, comparada
puestamente escritas no por viajeros europeos que con el mero contacto, no resiste el sentido de
fueron a Persia sino por viajeros persas que fueron igualdad cultural. Los dominadores necesitan sen-
a Europa, en especial a París. En la carta 30, Rica tir que moral e históricamente se justifica que sean
escribe a casa que los parisienses están fascinados el grupo dominante y los principales receptores de
con el traj e exótico que porta. Al sentirse molesto los excedentes económicos producidos dentro del
por este motivo, dice que adoptó la vestimenta eu- sistema. La curiosidad y un vago sentido de la po-
ropea para poder mezclarse con la muchedumbre. sibilidad de aprender algo del contacto con las lla-
"Libre de adornos extraños, fui apreciado con madas civilizaciones avanzadas cedió a la necesidad
mayor justeza." Pero cuenta que a veces había al- de explicar por qué estas regiones habrían de estar
guno que lo reconocía y contaba a los demás que política y económicamente subordinadas a Eu-
er~ persa. La reacción inmediata era: "¡Oh, oh! ¿El ropa, pese a que se las consideraba civilizaciones
senor es persa? ¡Qué cosa más extraordinaria! "avanzadas".
¿Cómo puede alguien ser persa?" (Montesquieu El meollo de la explicación que se armó fue no-
[1721], 1993: 83). tablemente sencillo. Únicamente la "civilización"
Pregunta famosa que ha plagado la psique del europea, que tenía sus raíces en el mundo grecorro-
mundo europeo desde entonces. Lo más extraor- mano de la Antigüedad (y para algunos en el
dinario del libro de Montesquieu es que no da una mundo del Antiguo Testamento también), pudo
respuesta. Porque, supuestamente escribiendo producir la "modernidad" -término comodín
sobre las costumbres persas, a Montesquieu le inte- para un pegote de costumbres, normas y prácticas
resaba sobre todo discutir las costumbres euro- que florecieron en la economía-mundo capitalista.
peas. Expresó lo que pensaba por medio de co- Ycomo se decía que por defmición la modernidad
mentadores persas ficticios, como un artificio era la encarnación de los verdaderos valores uni-
protector que le permitiera formular una crítica versales, del universalismo, la modernidad no era
social de su propio mundo. Ciertamente fue lobas- meramente un bien moral sino una necesidad his-
tante precavido como para publicar su libro en el tórica. Debe de haber algo, siempre debe de haber
r
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e:
habido algo en las civilizaciones avanzadas no eu- fueron sometidos a una crítica escrupulosa. Por su-
ropeas incompatible con la marcha de la humani- puesto, es obvia la razón de que así fuera. Después
dad hacia la modernidad y el verdadero universa- de 1945 la geopolítica del sistema-mundo había
lismo. Al contrario de la civilización europea, de la cambiado considerablemente. La guerra contra el
que se afirmaba que era inherentemente progre- nazismo había empañado el racismo esencialista
sista, las otras civilizaciones avanzadas deben de ha- del que los nazis habían sacado sus terribles con-
berse detenido por alguna razón en su trayectoria, clusiones. Y, más importante aún, el mundo no eu-
quedando incapacitadas para transformarse en al- ropeo sobre el que los orientalistas habían estado
guna versión de modernidad sin la intromisión de escribiendo estaba en plena rebelión política con-
fuerzas externas (esto es, europeas). tra el control occidental de sus países. Surgieron
Ésta fue la tesis postulada por los académicos revoluciones anticolonialistas por toda Asia y
europeos que estudiaron estas civilizaciones avan- África, y en Latinoamérica tenían lugar transfor-
zadas, especialmente en el siglo XIX. Estos a~€-" maciones político-culturales internas.
micos recibieron el nombre de orientalistas porque En 1963, Anouar Abdel-Malek publicó un artícu-
pertenecían al Occidente, el sitio por excelencia lo que reseñaba el impacto de estos cambios polí-
de la modernidad. Los orientalistas eran una ticos en el mundo académico. Se titulaba "Orien-
banda pequeña e intrépida. No era fácil ser orien- talism in crisis" [El orientalismo en crisis]. Ahí
talista. Como estos académicos estaban estudiando analizaba las dos premisas históricas principales de
las civilizaciones avanzadas que poseían tanto lite- los orientalistas. En el plano de la problemática
ratura escrita como una religión diferente (una -afirmaba- los orientalistas habían constituido
presunta religión de irradiación mundial, pero di- como objeto de estudio una entidad abstracta, el
ferente del cristianismo), un orientalista necesi- Oriente. Y en el plano temático habían adoptado
taba aprender una lengua que resultaba difícil una concepción esencialista de este objeto. Su ata-
para un europeo, y además pergeñar textos a su que a estas dos premisas se consideró en la época
vez densos y culturalmente remotos, si quería en- intelectualmente (y políticamente) radical, aun
tender hasta cierto punto cómo se veían a sí mis- cuando ahora nos parezca casi lugar común:
mos y cómo veían al mundo las gentes de esta civi-
lización ajena. Hoy diríamos que el orientalista Llegamos así a una tipología basada en una especificidad
tenía que ser hermenéuticamente empático. Du- real pero separada de la historia, y por ende concebida
rante el siglo XIX y la primera mitad del xx no como intangible y esencial. Convierte al "objeto" estu-
hubo muchos académicos como éstos, y práctica- diado en otro, en relación con el cual el sujeto estudiante
mente todos los que lo fueron eran europeos o es- es trascendente; tendremos entonces un homo Sinicus, un
tadunidenses. homo Africans, un homo Arabicus (¿y por qué no también
Hasta después de 1945 los argumentos y las pre- un homo Aegypticus?), mientras que el hombre, el hombre
misas culturales de este grupo de académicos no "normal", es el hombre europeo del periodo histórico
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que data de la Antigüedad griega. Vemos, pues, clara-
1on ial es ignorar hasta qué punto .el .orientalismo
1
mente que entre los siglos XVIII y xx el hegemonismo de 1
justificaba por anticipado el col~matali1~mo, Ynfuo o
las minorías poseedoras denunciado por Marx y Engels contrario" (i bid. : 39). Pues "el onen smo es n-
y el antropocentrismo desmantelado por Freud van de la darnentalmente una doctrina política de~ret~d~
mano del eurocentrismo en las ciencias humanas y las so- ara el Oriente porque el Oriente era m as debll
ciales, sobre todo en las que están en relación directa con ~ue el Occidente" (ibid. : : 04). . .
los pueblos no europeos ([1972)1981: 77-78) . Lo que es más, para el el onentahsmo com o
forma de pensar es independiente y n o está
Con excepción de un reducido grupo de espe- abierto al cuestionamiento intelectual:
cialistas, sin embargo, Abdel-Maiek no fue muy
leído en el mundo paneuropeo. El libro publicado El orientalista inspeccio na al Oriente desde arriba, con
quince años más tarde por Edward W. Said, Orien- la finalidad de vislumbrar el panorama completo que se
talism ([ 1978] 2003), fue el que estimuló un am- extiende delante de sus ojos: cultura, religión, mentali-
plio debate acerca del orientalismo como modo de dad historia, sociedad. Para esto tiene que ver hasta el
saber e interpretación de la realidad de las regio- más, mínimo detalle a través del artificio de un conjunto
nes no occidentales del mundo moderno. de categorías reductoras (los semitas, la mente musul-
Este libro era un estudio del campo académico mana, el Oriente, y así sucesivamente). Como estas cate-
del orientalismo, especialmente la porción en que gorías son sobre todo esquemátic~ y eficie~te~, y c~mo
trata sobre el mundo árabe islámico. Pero, más im- se asume e n mayor o menor med1da que nmgun onen-
portante, era también un estudio de lo que Said tal puede conocerse del modo en que un .orientalista
llam ó el "significado más general" del orienta- puede conocerlo , cualquier visión del Onente a:ab~
lismo, "un estilo de pensamiento basado en una apoyándose , para su coherencia, en la person~, la ~~s,u­
distinción ontológica y epistemológica entre 'el tución 0 el discurso cuya propiedad es. Cualqmer VISIOn
Oriente' y (casi siempre) 'el Occidente"' ([1978] global es fundamentalmente conservadora, y ya hemos
2003: 2). Aunque para él el orientalismo era algo observado que en la historia de las ideas acerca del Cer-
más que un estilo de pensamiento. También era can o Oriente en el Occidente estas ideas han prevale-
-afirmó- "una institución corporativa para tratar cido independien temente de cualquier evidencia que
con el Oriente, [ ... una] disciplina enormemente las impugne. (En realidad, podemos decir que .estas
sistemática con la que la cultura europea pudo ma- ideas producen evidencia que demuestra su validez)
n ejar - e incluso producir- el Oriente, política, ( ibid.: 239).
sociológica, militar, ideológica, científica e imagi-
nativamente durante el periodo posterior a la Ilus- En el epílogo, escrito quince años después d~ la
tración" (ibid.: 3). publicación original, Said a~egura. que el enoJO Y
Y luego agregó: "Decir sencillamente que el la resistencia con que se topo este hbro y otros que
orientalismo era una justificación del dominio co- propone n tesis semejantes fue precisamente
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que "parecen minar la c:een_ci_a in~enua en una lidad de los valores universales, aunque sí a~erca
cierta positividad y una h1stonodad mmutable de de la forma en que Europa presentaba el conJunto
una cultura, una persona, una identidad nacional" de los valores universales. .
(ibid.: 332). En cambio, Said era un híbrido por excelenc1a,
En cuanto a Said, termina su libro insistiendo los mar-genes de varias identidades. Era un aca-
en que "la respuesta al orientalismo no es el occi- en . r
démico humanista muy preparado, espec1a 1sta en
dentalismo" (ibid.: 328). Yen su reflexión sobre su literatura inglesa y producto (y profesor den~o)
propio libro y en la recepción que tuvo, insistió en del sistema universitario occidental. Pero tam?1en,
una distinción entre el poscolonialismo, con el que por nacimiento y por lealtad (tanto _emocwnal
se asociaba, y el posmodernismo, que criticó por como política), palestino, al que ofendían pr~~un­
su énfasis en la desaparición de las grandes narra- damente las implicaciones intelectuales y pohucas
tivas. No así los artistas y académicos poscoloniales, del orientalismo en lo que llamaba "un estilo de
para quienes, arguye Said: pensamiento". Sostuvo que n~ había forma de que
alguien pudiera ser persa deb~d~ a que el co~cepto
Las grandes narrativas persisten, aun cuando su aplica- estilizado, el particular esencmhsta, era una ~nven­
ción y realización estén actualmente suspendidas, hayan ción del arrogante observador occidental. Sm em-
sido diferidas o se eviten. De esta diferencia decisiva bargo, se rehusó a sustituir el orientalismo por el
entre los urgentes imperativos históricos y políticos del occidentalismo, y se sintió consternado por el em-
poscolonialismo y la relativa separación del posmoder- pleo que hicieron de sus análisis. algunas personas
nismo emanan enfoques y resultados completamente di- que lo utilizaban como referenc1a. , .
ferentes, aun cuando algunos se traslapan mutuamente El propio Said hizo un uso exphoto d~: c~n­
(en la técnica del "realismo mágico", por ejemplo) (ibid.: cepto de discurso de Foucault, y su conexwn m-
349). tima con las estructuras de poder y su reflejo de
ellas. Nos dijo que el discurso esencialis~ de los
Montesquieu había hecho la pregunta: ¿cómo orientalistas estaba muy alejado de la real1dad de
puede alguien ser persa?, pero realmente no tenía las regiones acerca de las que escribían, especial-
interés en contestarla. O más bien, lo que real- mente de la forma en que esta realidad era vista y
mente le interesaba era elaborar sobre formas op- vivida por los subalternos estudiados y catalogados
cionales de ser europeo. Esta preocupación es per- por los poderosos del mundo. Estaba diciéndonos,
fectamente legítima. Pero indicaba una cierta efectivamente, que las palabras importan, que los
indiferencia respecto al tema real: cómo alcanzar conceptos y las conceptualizaciones importan, que
el equilibrio adecuado entre lo universal y lo par- nuestros marcos de saber son un factor causal en la
ticular. Montesquieu, claro, era europeo, escribió construcción de las instituciones sociales y políticas
dentro de un contexto y un marco de pensamiento desiguales -un factor causal pero para nada el
europeos, y no tenía muchas dudas acerca de la rea- único factor causal. Nos conminó a no rechazar las
r
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é.
grandes narrativas sino exactamente lo contrario, cuencia las castigará por descarriadas in~misibles.
a volver a ellas, porque hoy "están suspendidas, Quizá podemos entonces comenzar co~l argu-
han sido diferidas o se evitan".
Me parece que cuando volvemos a las grandes
mento paradójico de que no hay nada mas. ,etno- d
centrista, más particularista que la pretens10n e
narrativas estamos ante dos diferentes cuestiones. universalismo. .
Una es evaluar el mundo, el sistema-mundo, diría Sin embargo, lo extraño del moderno sistema-
yo, en que vivimos, y las pretensiones de los que mundo -lo característicamente verdadero de él-
están en el poder de ser los propietarios y los apli- es que esa duda es teóricamente legítima. Digo teó-
cadores de los valores universales. La otra es sope- ricamente porque, en la práctica, los poderosos ~el
sar si los dichos valores universales existen, y si es moderno sistema-mundo tienden a sacar las unas
así, cuándo y en qué condiciones podemos llegar de la supresión ortodoxa siempre que la duda llega
a conocerlos. Me gustaría abordar estas dos cues- al punto de socavar eficazmente algunas de las pre-
tiones sucesivamente. misas críticas del sistema.
Existe la sensación de que todos los sistemas his- Vimos esta situación en el debate Sepúlveda-Las
tóricos conocidos han proclamado estar basados Casas. Las Casas sembró dudas acerca de la pre-
en los valores universales. El sistema más introver- sunta aplicación de los valores universales~ como
tido, solipsístico, normalmente pretende estar ha- la pregonaba Sepúlveda y tal como la pracucaba~
ciendo las cosas de la única forma posible, o de la los conquistadores y los encomenderos en Ame-
única forma aceptable para los dioses. "¡Oh, oh! rica. Sin duda, Las Casas tuvo cuidado de no desa-
¿El señor es persa? ¡Qué cosa más extraordinaria! fiar la legitimidad de los actos de la corona espa-
¿Cómo puede alguien ser persa?" Esto es, las per- ñola. En realidad, apeló a la corona para que
sonas en un sistema histórico dado se embarcan en apoyara su lectura de los va.lores ~niversales_-.lec­
prácticas y ofrecen explicaciones que justifican tura que habría dado ampha cabtda a las pracuc~s
estas prácticas porque creen (se les enseña a ha- particularistas de los pueblos indígenas de Ame-
cerlo) que esas prácticas y explicaciones son la rica. Empero, seguir por la línea del argumento
norma del comportamiento humano. Estas prácti- iniciado por Las Casas tarde o temprano necesa-
cas y creencias tienden a ser consideradas eviden- riamente habría puesto en tela de juicio toda la es-
tes, y normalmente no son tema de reflexión ni de tructura de poder del emperador. De ahí las vaci-
duda. O cuando menos se considera una herejía o laciones del emperador. De ahí la indecisión de los
una blasfemia dudar de ellas, o siquiera reflexionar jueces de la junta en Valladolid. De ahí que las ob-
en ellas. Las pocas personas que se atreven a cues- jeciones de Las Casas fueran sepultadas de Jacto.
tionar las prácticas y justificaciones del sistema so- y cuando los amos europeos del sistema-mundo
cial histórico en que viven no solamente son valientes moderno se toparon con "los persas" primero r~ac­
sino también temerarias, dado que seguramente el cionaron con asombro -"¿Cómo puede algmen
grupo se volverá contra ellas y con la mayor fre- ser persa?"- y luego justificándose, al verse como
s8 ¿SE P UEDE SER NO ORIENTALISTA? ·sE pUEDE SER NO ORIENTALISTA? 59
los únicos poseedores de los valores universales. ~ África del Norte, tras acalorado debate, sin dudJ.
Ésta es la historia del orientalismo que es "un estilo ~otros diez años después el grup.o trató de re~n­
de pensamiento", que Abdel-Malek y más tarde contrar el equilibrio un poco volVIendo a cambtar
Said se esforzaron por examinar y denunciar.
de nombre, a Congreso Internacional para los Es-
l , .
Pero, ¿qué había cambiado en el sistema- tudios Asiáticos y Norafricanos. Pero e termmo
mundo de fines del siglo XX para que Said pudiera orientalista no fue resucitado. . .
hacer esto y para que en contrara una amplia au- Lo que Said hizo fue salirse de este domm10
diencia para sus análisis y sus d e nuncias? Abdel- cerrado. Se movió en el dominio más amplio d el
Malek nos dio la respuesta. Al convocar a una "re- debate intelectual general. Said navegó con la ola
visión crítica" del orientalismo dijo: de solevantamientos intelectuales generalizados que
se reflejaron y se promovieron en la revolución de
Cualquier ciencia rigurosa que aspire al e ntendimiento 1968. De manera que no se dirigía principalmente
debe someterse a dicha revisión. Sin embargo, el resur- a los orientalistas. Se dirigía más bien a dos audien-
gimiento de las nacion es y de los pueblos de Asia, África cias más extensas. En primer lugar, se dirigía a todos
y Latinoamérica durante las dos últimas generaciones es los que participaron central o aun periféric~ente
el que ha producido esta tardía y todavía reticente crisis en los múltiples movimientos sociales que surgteron
de conciencia. Una demanda escrupulosa se ha conver- de 1968, y que ya en los años setenta dirigían su
tido en una inevitable necesidad práctica, el resultado atención más de cerca a cuestiones relativas a las es-
de la influencia (decisiva) del factor político - esto es, tructuras del saber. Said estaba poniendo de realce
las victorias de los diversos movimientos de liberación para ellos los enormes peligros in~ele:tuale.s, mora-
nacional en escala mundial. les y políticos de las categorías bmanas re1ficadas,
Por el momento, es el orientalismo e l que ha experi- profundamente insertas en la geo:~ltura del mo-
mentado el mayor impacto; desde 1945 no es sólo e l derno sistema-mundo. Les estaba d1c1endo que de-
"campo" el que se le ha ido de las manos sino también bemos gritar a los cuatro vientos que no existe ~1
los "hombres", aquellos que ayer todavía eran el "objeto" persa esencial, inmutable, que carece de entendi-
de estudio y que hoy son su "sujeto" soberano ( [1972] miento acerca de los únicos valores y prácticas pre-
1981: 73). tendidamente universales.
Pero Said se dirigía también a una segunda au-
La revisión crítica que Abdel-Malek y otros pe- diencia: a todas las personas honestas y buenas en
dían en 1963 tuvo sus primeros efectos en el domi- las instituciones del saber y a las instituciones so-
nio académico cerrado de los propios orientalistas ciales incluyentes que todos habitamos. Estaba di-
profesionales. En 1973, apenas diez años después, ciéndoles: cuidado con los falsos dioses, o los pre-
el Congreso Internacional de Orientalistas se vio sun tos universalismos que no solamente ocultan
compelido a cambiar su nombre por el de Con- las estructuras de poder y sus desigualdades sino
greso Internacional de Ciencias Humanas de Asia que son los promotores principales, o los conserva-
6o ¿SE PUEDE SER NO ORIENTALISTA? ¿SE PUEDE SER NO ORIENTALISTA? 61
dores, de las inmorales polarizaciones existentes. ''Versalles palestino". No temió defender posturas
En realidad Said estaba apelando a otra interpreta- que lo ponían en entredicho frente a graQ.. parte
ción de los supuestos valores universales de estas del mundo árabe. Por ejemplo, denunció e)'revi-
personas honestas y buenas. En este sentido, estaba sionismo del holocausto, el régimen del partido
repitiendo la larga búsqueda de Las Casas. Y murió Baath en un momento en que Washington todavía
en medio de la misma sensación de frustración e lo apoyaba y la corrupción en varios regímenes
incompletud que Las Casas en su empeño. Para árabes. Pero, pese a todo, fue un defensor inque-
apreciar la naturaleza de esta búsqueda -para un brantable de un estado palestino.
verdadero equilibrio (intelectual, moral y político) Said tuvo una tercera batalla, menos vocinglera
entre lo universal y lo particular- conviene exa- pero igualmente sentida: su disputa con los pos-
minar con quién se debatía Said. En primer lugar, modernistas, que, según él, habían abandonado la
y con más estrépito y pasión, con los poderosos del búsqueda del análisis intelectual y por ende la
mundo y sus acólitos intelectuales, que no sola- transformación política. Para Said las tres cuestio-
mente justificaban las desigualdades básicas del sis- nes formaban parte de la misma búsqueda: sus ata-
tema-mundo que a Said le parecían tan patente- ques a los orientalistas académicos, la insistencia
mente injustas sino que también disfrutaban de los en una postura política moralmente congruente y
frutos de estas desigualdades. firme respecto a Palestina, y su decisión de no
Por eso estaba listo no simplemente para em- abandonar las grandes narrativas en pro de lo que
barcarse en una batalla intelectual sino también en consideraba juegos intelectuales carentes de inte-
una disputa política directa. Said fue miembro del rés e insignificantes.
Consejo Nacional Palestino y participó activa- Por consiguiente, debemos poner el libro de
mente en sus deliberaciones. Era una de las voces Said dentro del contexto de su época: primero, la
cantantes cuando éste convocó a la Organización oleada de movimientos de liberación nacional en
de Liberación Palestina (OLP) a revisar sus viejos el mundo entero en los años posteriores a 1945 y,
reclamos al anterior mandato británico en su con- segundo, la revolución mundial de 1968, expre-
junto y a reconocer el derecho de Israel a existir sión de las demandas de los pueblos olvidados del
dentro de los límites establecidos en 1967 junto a mundo para tener un lugar legítimo tanto en las
un estado palestino independiente. Como sabe- estructuras de poder del sistema-mundo como en
mos, ésta fue la postura que la OLP acabó adop- los exámenes intelectuales de las estructuras del
tando dentro de los Acuerdos de Oslo en 1993. conocimiento.
Pero cuando, dos años más tarde, Yaser Arafat Podemos resumir de la siguiente manera el re-
firmó el Oslo 2 con los israelíes, alegando que es- sultado de cincuenta años de debate: las transfor-
taba poniendo en marcha esta postura revisada de maciones del equilibrio de poder en el sistema-
la OLP, Said sintió que Oslo estaba lejos de llegar a mundo pusieron fin a las sencillas certezas acerca
un arreglo equitativo. Said lo denunció como el del universalismo que prevalecieron a lo largo de
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casi toda la historia del moderno sistema-mundo son verdaderos por una o dos razo9~s: ya sea que
que afianzaron las oposiciones binarias profunda~ nos hayan sido "revelados" por alguien o por algo
~ente arraigadas en todos nuestros marcos cogni- -un profeta, textos proféticos o instituciones que
t.J.vos y que sirvieron de justificación política e in te- afirman estar legitimadas por la autoridad de
lectual de las formas dominantes de pensamiento. algún profeta o texto profético-, o bien que, por
Lo que todavía no hemos hecho es alcanzar un ser "naturales", hayan sido "descubiertos" gracias
consenso respecto a un marco alterno, ni siquiera a la introspección de personas o grupos de perso-
una clara imagen de _él, que nos permitiera a todos nas excepcionales. Asociamos las verdades revela-
ser no orientalistas. Este es el desafío que tenemos das con las religiones, y las doctrinas del derecho
frente a nosotros para los próximos cincuenta natural con filosofías morales o políticas. La difi-
años. Ahora debemos llegar a la segunda pregunta cultad con ambas clases de alegaciones es evidente.
que se plantea cuando deseamos construir nues- Existen conocidas alegaciones contrapuestas a
tras grandes narrativas: ¿existen los valores univer- cualquier definición particular de los valores uni-
s~es realmente, y si es así, cuándo y en qué condi- versales. Existen muchas religiones y conjuntos de
ciones podemos llegar a conocerlos? Es decir, autoridades religiosas, y su universalismo no siem-
¿cómo podemos ser no orientalistas? pre es compatible con el del otro. Y existen muchas
Comencemos por el principio. ¿Cómo se puede versiones del derecho natural que suelen estar di-
pensar que se sabe cuando un valor es universal? rectamente reñidas enu·e sí.
La respuesta no está con toda seguridad en su Lo que es más, sabemos que quienes defienden
práctica universal/global. En el siglo xrx algunos el conjunto de valores universales en los que creen
antropólogos pretendían afirmar que existían a menudo defienden con pasión la exclusividad de
prácticas que todo el mundo observaba por do- la verdad que proclaman y son muy intolerantes
quier. El ejemplo más común era el tabú del in- con las versiones alternas de los valores universales.
cesto. Sin embargo, no resulta difícil encontrar Incluso la doctrina de la virtud de la tolerancia in-
con-stantemente excepciones en algún tiempo y en telectual y política de una multiplicidad de concep-
algun lugar de esta supuesta práctica social global. ciones es en sí simplemente un valor universal más,
Y naturalmente, si en realidad las prácticas fueran sujeta a impugnación, y ciertamente casi siempre
aproximadamente las mismas en todas partes, impugnada por algunos grupos dentro del sistema
nunca habría habido necesidad de proselitismos histórico dentro del que hoy vivimos.
~~ ninguna especie -ni religioso, ni secular, ni po- Claro está, podemos resolver esta incertidum-
buco--, dado que el proselitismo asume que hay bre intelectualmente imponiendo una doctrina de
perso.nas que convertir -es decir, personas que no relativismo radical y declarando que todos los siste-
pracucan el valor que los proselitistas consideran mas de valores sin excepción son creaciones subje-
universal. tivas, y que por consiguiente todos tienen la misma
Normalmente se dice que los valores universales validez, porque ninguno es en realidad un univer-
¿SE PUEDE SER NO ORIENTALISTA? ¿SE PUEDE SER NO ORIENTALISTA? 65
sal válido. Sin embargo, el hecho es que no hay ab- eran específicas del apego de Europa a los valores
solutamente nadie que esté en realidad dispuesto universalistas -desde el siglo xvm, desde el siglo
a defender el relativismo radical permanentemente. XVI, desde los siglos xm o X, poco importa. Agré-
Por un lado porque es una afirmación que se auto- guese que una momentánea coyuntura permitió a
contradice, ya que el relativismo radical, siguiendo los europeos detener este proceso en cualquier
sus propios criterios, sería solamente una posición ou·a parte del mundo, y esto es lo que explica las
po~ible, ~o más válida que cualquier otro supuesto diferencias políticas, econ ómicas y culturales del
umversalismo. Por otro, porque en la práctica todos presente. Ésta es una postura como de "podríamos
r~trocedemos ante ciertos límites de lo que estamos haberlo hecho tal como vosotros". Los "persas" hu-
dispuestos a aceptar como conducta legítima, pues bieran podido conquistar Europa, y entonces se-
de otro modo viviríamos en un mundo en verdad rían ellos los que estarían preguntando: "¡Oh , oh!
anár~u.ico, q~e pondria en peligro nuestra supervi- ¿El señor es europeo? ¡Qué cosa más extraordina-
venoa mmediata. O bien, si hay alguien que esté de ria! ¿Cómo puede alguien ser europeo?"
veras dispuesto a defender esta postura permanen- La segunda es invertir la jerarquía en el otro
temente, todos los demás probablemente tacharíamos sentido, promoviendo este argumento un poco
a dichas personas de psicóticas y las encarcelaríamos más. Los "persas" ya estaban haciendo las cosas que
por seguridad. Por eso descarto el relativismo radi- llamamos modernas o que conducen a la moderni-
cal co_mo postura posible, pues no creo que nadie dad, mucho antes que los europeos. De chiripa, los
crea smceramente en él. europeos agarraron la bola por un momento,
Pero si uno no acepta que los universales que se sobre todo en el siglo XIX y parte del xx. Pero en la
re~ela~ -~a los que se llega gracias a la percepción larga marcha de la historia fueron los "persas" y no
o mtmcwn de personas sabias de hecho son nece- los europeos los que ejemplificaron los valores uni-
sariam~n~e universales, y si tampoco cree uno que versales. Deberíamos entonces reescribir la historia
el r~latiVIsmo radical sea una postura plausible, del mundo para dejar claro que Europa fue, casi
¿que se puede decir de la relación de los universa- todo el tiempo, una zona marginal y probable-
les y los particulares, acerca de las formas en que mente esté destinada a seguir siéndolo.
uno puede ser no orientalista? Porque hay muchos Estos argumentos son los que Said llamaba "oc-
avatares del orientalismo que nos acosan. Aquellos cidentalismo" y que yo he llamado "eurocenu·ismo
~los que exasperan los universalismos europeos se antieurocéntrico" (Wallerstein, 1997). Es occiden-
Sienten tentados de invertir la jerarquía, cosa que talismo porque se basa en las mismas distinciones
hacen de dos maneras. binarias atacadas por Said. Y es eurocentrismo an-
La primera es argumentando que los supuestos tieurocéntrico porque acepta absolu tamente la de-
logros de Europa, esas cosas que reificamos como finición del marco intelectual que los europeos im-
"modernidad", eran la aspiración común de mu- pusieron al mundo moderno, en vez de reabrir
chas civilizaciones, en oposición a las cosas que completamente las cuestiones epistemológicas.
66 ¿SE PUEDE SER NO ORIENTALISTA? ¿SE PUEDE SER NO ORIENTALISTA? 67
Es de lo más útil comenzar estos análisis desde ción de capital que es su razón de ser (véase Wa-
una perspectiva realista. Existe ciertamente un sis- Uerstein, 1998). Y esto significa que estamos em-
tema-mundo moderno, en verdad distinto de plazados a no solamente remplazar este sistema-
to~os los anteriores. Es una economía-mundo capi- mundo por uno considerablemente mejor, sino a
talista, que cobró existencia en el prolongado siglo sopesar cómo podríamos reconstruir nuestras es-
XVI en Eu~opa y ~~r!ca. Y una vez que fue capaz tructuras de saber de forma que podamos conver-
de conso~darse sigmo su propia lógica interna y tirnos en no orientalistas.
su~ necesidades estructurales para expandirse geo- Ser no orientalista significa aceptar la tensión
grafic~~ente. Para hacerlo desarrolló su capaci- continua entre la necesidad de universalizar nues-
dad militar y tecnológica, y por ello pudo incorpo- tras percepciones, análisis y enunciados de valores
rarse una parte del mundo tras otra, hasta incluir y la necesidad de defender sus raíces particularistas
el pla~eta ent~ro en algún punto en el siglo XIX. de la incursión de las percepciones, los análisis y
Ademas, este Sistema-mundo operó con principios los enunciados de valores particularistas de perso-
completamente diferentes de los sistemas-mundo nas que afirman estar proponiendo universales. Es
an_teriores, aunque esto no viene al caso aquí necesario que universalicemos nuestros particula-
(vease Wallerstein, 1995). res y particularicemos nuestros universales simultá-
Entre las especificidades de la economía-mundo neamente, en una especie de intercambio dialéc-
c~pita~i~ta estuvo el desarrollo de una epistemolo- tico constante, que nos permita encontrar nuevas
g¡a ongmal, que luego utilizó como un elemento síntesis que por supuesto serán impugnadas instan-
clave para mantener su capacidad de operar. Es de táneamente. No es un juego fácil.
esta epistemología de la que he estado hablando,
que M~ntesq~ieu hi~o notar en sus Cartas persas y
que Said ataco tan VIgorosamente en Orientalism.
F~e. el ~istema-mundo moderno el que reificó las
distmcwnes binarias, sobre todo entre universa-
lismo (que según él encarnaban los elementos do-
minantes) y particularismo (que atribuía a todos
los dominados).
Pero después de 1945 este sistema-mundo es-
tu~o sometido a un fuerte ataque desde el interior.
Pnr~er_o fue parcialmente desmantelado por los
moVImt~_ntos de li_beración nacional y luego por la
revolucwn mundial de 1968. También se ha visto
afectado por el menoscabo estructural de su habi-
lidad para continuar con la interminable acumula-
¿CÓMO SABER LA VERDAD? 69
3. ¿CÓMO SABER lA VERDAD? blemente en la forma más sólida de universalismo
UNIVERSALISMO CIENTÍFICO europeo, prácticamente inimpugnada.
¿Cuál es la procedencia de este universalismo
científico? El discurso del universalismo europeo
siempre ha girado en torno a la certeza. En el sis-
tema-mundo moderno, la base teológica original
de la certeza se vio gravemente impugnada. Ypese
En el mundo moderno ha habido dos modos a que todavía había muchos para quienes los uni-
opuestos de universalismo. El orientalismo es uno: versales estaban enraizados en las verdades revela-
el modo de percibir particulares esencialistas. Sus das de los dioses, para muchos otros, especial-
raíces se hunden en una determinada versión de mente entre las élites sociales e intelectuales, los
humanismo. Su característica universal no es un dioses habían sido sustituidos por otras fuentes de
conjunt? único de valores sino la permanencia de certeza. El discurso del orientalismo versaba sobre
un co~unto de particularismos esenciales. El la certeza de particulares esencialistas -cómo es
~odo ~lternativo ha sido el opuesto, el universa- que uno es persa, cómo es que el otro es "mo-
lismo CI~ntífico y la ratificación de reglas objetivas derno". Pero cuando este discurso fue rechazado
que gobiernan a todos los fenómenos en todo mo- por puramente subjetivo y por ende susceptible de
mento en el tiempo. Cuando menos a partir de la cuestionamiento (ya sin certeza), pudo ser rempla-
segunda mitad del siglo XVIII, el modo humanista zado por las certezas de la ciencia, tal como están
fue severamente atacado. Muchos alcanzaron a encarnadas en las premisas newtonianas acerca de
percibir una debilidad interna en las reivindicacio- la linealidad, el determinismo y la reversibilidad
nes del universalismo humanista. El humanismo en el tiempo. Cultural y políticamente, esto fue tra-
dominante del mundo moderno -valores cristia- ducido por los pensadores de la Ilustración en las
nos occidentales (transmutados en valores de la certezas del progreso, especialmente el progreso
I!ustración)- era, desde el punto de vista cogni- en el conocimiento científico y sus aplicaciones
uvo, una doc~rina demostrable por sí misma, y por tecnológicas.
lo ~nto podia ser tachada de constituir un mero Para entender la importancia de esta revolución
conJu~to subjetivo de aseveraciones. Lo subjetivo epistemológica -primero la creación y la consoli-
pareCia no _tener permanencia. y como tal sus opo- dación del concepto de las llamadas dos culturas,
nent~s dec~an que no podía ser universal. A partir y luego, en el interior de éste, el triunfo del uni-
de~ siglo .XIX el otro estilo moderno principal de versalismo científico- debemos situarla dentro de
un~v.e_rsabsmo -el universalismo científico- ad- la estructura de nuestro moderno sistema-mundo.
q~mo en consecuencia una fuerza relativa en tér- Es una economía-mundo capitalista. Ha estado en
mi~os d~ aceptación social. Después de 1945, el existencia durante unos quinientos años y se ha ex-
umversalismo científico se convirtió incuestiona- pandido de su sitio original (partes de Europa y

[68]
70 ¿CÓMO SABER LA VERDAD? ¿cóMO SABER LA VERDAD? 71
partes de América) para incorporar, en el siglo XIX, nuevo. Qué brazo de la bifurcación tomará el pro-
al planeta entero en su órbita, convirtiéndose en ceso es algo inherentemente impredecible, sin em-
el único sistema histórico del orbe. Al igual que bargo, puesto que será el resultado de incontables
todos los sistemas, ha tenido una vida: su periodo factores, podría decirse que fortuitos desde un
de origen, su periodo un poco largo de funciona- punto de vista macro, pero que comprenderán
miento en curso y su actual crisis estructural ter- una serie de elecciones individuales desde un
minal. Durante su periodo de funcionamiento nor- punto de vista micro.
mal, operó siguiendo ciertas reglas o restricciones Permítaseme traducir este lenguaje abstracto en
dentro de ciertos límites físicos que se fueron ex- un breve análisis de las razones por las cuales esto
pandiendo con el tiempo. Estas características nos significa que el moderno sistema-mundo hoy por
permiten llamarlo sistema. Como todos los siste- hoy está pasando por una crisis sistémica, que esta-
mas, sin embargo, evolucionó en formas observa- mos viviendo una época caótica y bifurcan te y que,
bles que nos permiten etiquetarlo como sistema por ende, estamos colectivamente en medio de
histórico. Esto quiere decir que su descripción, una lucha global en torno a qué sistema-mundo
tanto como su itinerario, a la vez que retenía algu- deseamos construir como remplazo para el sis-
nos rasgos sistémicos básicos, estaba siempre cam- tema-mundo en que vivimos, que se está derrum-
biando o evolucionando. Podemos describir sus bando.
rasgos sistémicos en términos de ritmos cíclicos El principio fundamental de una economía-
(cambios que regresan a un equilibrio, tal vez a un mundo capitalista es la incesante acumulación de
equilibrio en movimiento) y su evolución histórica capital. Ésta es su razón de ser, y todas sus institu-
en términos de tendencias seculares (cambios que ciones están guiadas por la necesidad de perseguir
se alejan del equilibrio, a la larga mucho). este objetivo, de recompensar a los que lo hacen y
Debido a sus tendencias seculares, el sistema in- de castigar a los que no. Sin duda, el sistema está
evitablemente alcanza un punto tan alejado del compuesto por instituciones que promueven este
equilibrio que deja de funcionar adecuadamente. fin -sobre todo, una división axial del trabajo
Las oscilaciones del sistema, que anteriormente re- entre los procesos centrales de producción y los
gresaban al equilibrio en movimiento sin dema- periféricos, regulados por una red de estados so-
siada dificultad, ahora son más impredecibles y beranos que operan dentro de un sistema entre es-
caóticas. A este punto es al que hoy ha llegado el tados. Pero también requiere un andamiaje cultu-
sistema-mundo existente. El sistema ha empezado ral-intelectual para que funcione sin tropiezo. Este
a bifurcarse, lo que significa que puede ir en una andamiaje tiene tres elementos principales: una
de cuando menos dos direcciones para encontrar combinación paradójica de normas universalistas y
una nueva estabilidad, un nuevo orden que se crea- prácticas racistas-sexistas, una geocultura domi-
rá a partir del caos, y que no será solamente un nada por el liberalismo centrista y unas estructuras
viejo sistema transformado sino uno enteramente de saber, raramente notadas pero decisivas, basa-
72 ¿CÓMO SABER LA VERDAD? ·cóMO SABER LA VERDAD?
73
das en una división epistemológica entre las dos 'dt"do, para sus niveles de ganancia,
'
. en mantener
supuestas culturas. · los costos de producción. Esta es la preocupa-
baJOS
No puedo describir con detalle aquí cómo ha ., constante de los productores.
ClO 0 . · · al d
venido operando esta red de instituciones interco- En este sistema hay tres upos prmctp es e cos-
nectadas. * Me limitaré a afirmar que este sistema tos de producción: de personal, insumas e impues-
ha operado con extremada eficiencia y éxito en toS.
Cada uno constituye obviamente un paquete
términos de su objetivo conductor durante cuatro- complejo, pero es posible demostrar que, e_n pro-
cientos o quinientos años. Ha sido capaz de alcan- dio los tres han aumentado con el ttempo
me , . d
zar una expansión absolutamente extraordinaria mo porcentaies de los posibles preoos e venta,
co :J • •'
de tecnología y riqueza, pero sólo a expensas de ue en consecuencia existe hoy una restnccwn
una polarización cada vez mayor del sistema- yloba!
q de las ganancias que amenaza la capac1"dad
mundo entre un 20% superior y un 80% inferior, g ara proseguir con la acumulación de capital a un
una polarización económica, política, social y cul- priuno considerable. Esto esta' socavan d o l~ razon '
tural, todo a la vez. de ser del sistema capitalista, y ha conduodo a la
Lo que sí es urgente señalar es que las tenden- crisis estructural en que nos encontramos. A con-
cias seculares de este sistema han ocasionado que tinuación examinaré rápidamente por qué se dan
en los últimos años sus procesos se aproximen a estas tendencias alcistas seculares en los tres costos
asíntotas, que están haciendo que sea imposible de producción. .
continuar promoviendo la interminable acumula- El factor fundamental determmante de los cos-
ción de capital. Para apreciar esto es necesario olr tos de personal ha sido siempre la lucha de clas~s,
servar el proceso básico gracias al cual un proceso una lucha política tanto en el lugar de trabaJO
productivo en un sistema capitalista ha obtenido como en el terreno de la política de estado. En esta
valores excedentes o ganancias que pudieron acu- lucha la herramienta principal de los trabajadores
mularse como capital. Básicamente, las ganancias ha sido la organización sindical. La herramienta
de cualquier empresa son la diferencia entre los básica de las empresas ha sido su habilidad para
costos de producción y el precio al que el producto enconn·ar nuevos trabajadores dispuestos a aceptar
puede venderse en el mercado. Solamente produc- una paga menor. Una segunda herramienta de los
tos relativamente monopolizados han podido ven- trabajadores ha sido que a las empresas les con-
derse con grandes ganancias, dado que los produc- viene mantener una producción constante y per-
tos competitivos obligan a bajar el precio de venta. manecer en un mismo sitio mientras haya un mer-
Pero aun los productos monopolizados han depen- cado fuerte para sus productos. Una segunda
herramienta de las empresas ha sido siempre su
habilidad para reclutar a la maquinaria ~el estado
*Para una descripción gen eral de estas instituciones, véase
para reprimir las demandas de los tra~aJ~dores.
Wallerstein, 2004b. Para un recuento histórico de su desarrollo,
véase Wallerstein, 1974-1989. El juego se ha llevado a cabo de la stgmente ma-
74 ¿CÓMO SABER LA VERDAD? ·cóMO SABER LA VERDAD? 75
(.
nera: mientras hubo un mercado amplio para el ue quedan muy pocas áreas hacia las cuales poder
producto, la empresa prefirió quedarse en el lugar transferir la pro d uccwn
q ., en estos termmos.
' . y es t o
donde estaba y evitar trastornos, accediendo de ser inevitablemente se traduce en que el costo de los
necesario a las demandas de mayor compensación salarios ha ido aumentando en promedio en todo
de los trabajadores. Al mismo tiempo, esto fo- el mundo.
mentó el desarrollo de las organizaciones de tra- Si examinarnos el segundo costo básico de pro-
bajadores. Pero, al comprimirse el mercado del ducción, el costo de los insumas, veremos que se
producto, la empresa tenía motivos para reducir ha estado desarrollando un proceso paralelo. La
urgentemente los costos de personal. Si la repre- forma a que más han recurrido los productores
sión fallaba como táctica, la empresa podía consi- para mantener bajo el costo de los insumas ha sido
derar la reubicación del proceso de producción a no pagar su costo completo. La idea puede parecer
una zona de remuneración de personal más baja. absurda, pero en la práctica ha sido fácil llevarla a
La empresa podía encontrar esas zonas donde- cabo mediante lo que los economistas discreta-
quiera que hubiera un gran caudal de trabajadores mente llaman exteriorizar el costo. Hay tres clases
rurales dispuestos a aceptar un empleo mal pa- de costos que los productores han podido cargar
gado, debido a que el ingreso real resultante era sobre los hombros de otros. El primero es el costo
más elevado que el que esos trabajadores asalaria- de la destoxificación de cualquier residuo peli-
dos recién empleados habrían obtenido antes en groso generado por el proceso de producción. Al
su localidad rural. Mientras el mundo fue básica- limitarse a deshacerse de los residuos en vez de
mente rural desde el punto de vista demográfico, destoxificarlos, los productores se han ahorrado
siempre resultaba sencillo encontrar dichas zonas. gastos considerables. El segundo costo que tradi-
El único problema con esta solución fue que, tras cionalmente no ha sido visto como uno que tenga
un periodo de, digamos, veinticinco a cincuenta que asumir el productor es el remplazo o la rege-
años, los trabajadores de esta nueva zona empeza- neración de materias primas. Y el tercer costo que
ban a organizarse y a exigir una remuneración más no asume el productor, o cuanto más lo hace par-
elevada, y la empresa se encontraba de nuevo en la cialmente, ha sido el de la infraestructura necesa-
situación inicial. Lo que ocurrió en la práctica fue ria para transportar los insumas al lugar de la pro-
que tarde o temprano la empresa volvía a desplazar ducción o el producto terminado al lugar de
la producción a una nueva zona. Se puede demos- distribución.
trar que esta constante reubicación de los procesos Estos costos se han diferido casi siempre, y
de producción ha funcionado bastante bien desde cuando finalmente se asumieron fue el estado el
el punto de vista de los productores. Hoy, no obs- que lo hizo, lo que para efectos reales significa
tante, las empresas se enfrentan a un nuevo y sim- que fueron asumidos en gran parte por personas que
ple dilema. Las constantes reubicaciones han pro- no eran los productores, y éstos recibieron el bene-
vocado una desruralización del mundo, a tal grado ficio de los insumas. Pero con el paso del tiempo
76 ¿CÓMO SABER LA VERDAD?
¿cóMO SABER LA VERDAD? 77
esto es cada vez más difícil de hacer. La toxifica- de los costos de producción y de reducir los niveles
ción global ha aumentado al punto que el peligro impositivos. Durante los últimos veinticinco años
colectivo que representa se ha convertido en una el meollo del movimiento del "neoliberalismo" ha
seria preocupación y existe una exigencia social de consistido en el intento de revertir estos costos en
reparación ecológica. En la medida en que esta re- aumento. Las capas capitalistas han tenido éxitos
paración se ha hecho, ha ido seguida de una exi- periódicos y repetidos en este tipo de contraofen-
gencia de interiorización de otros costos de la des- siva. Sin embargo, la reducción de estos costos ha
toxificación. El agotamiento global de materias sido siempre menor que su aumento en un pe-
primas ha propiciado la creación de sustitutos más riodo anterior, de manera que la curva total ha ido
caros. Y debido a los costos siempre en aumento siempre hacia arriba.
de la infraestructura ha surgido la exigencia de Pero ¿qué tiene que ver la crisis estructural del
que los usuarios asuman sus costos, cuando menos sistema-mundo con las estructuras del saber, los sis-
en mayor medida. El efecto de estas tres respuestas temas universitarios en el mundo y el universa-
de la sociedad ha sido un incremento significativo lismo científico? ¡Todo! Las estructuras del saber
en el costo de los insumos. no están divorciadas de las operaciones básicas del
Finalmente, los impuestos han ido aumentando moderno sistema-mundo. Son un elemento esen-
constantemente por una sencilla razón. El mundo cial en el funcionamiento y la legitimación de las
está más democratizado como resultado tanto de la estructuras políticas, económicas y sociales del sis-
presión popular como de la necesidad de aplacar tema. Las estructuras del saber se han desarrollado
esta presión popular cumpliendo con algunas de las históricamente en formas que han resultado de lo
demandas materiales de las capas trabajadoras del más útil para el mantenimiento de nuestro sistema-
mundo. Estas demandas populares han consistido mundo existente. Examinaré ahora tres aspectos
básicamente en tres cosas: instituciones educativas, de las estructuras del saber en el moderno sistema-
servicios de salud y garantías de ingresos duraderos mundo: el moderno sistema universitario, la divi-
(pensiones de vejez, beneficios de desempleo, in- sión epistemológica entre las llamadas dos culturas
gresos durante la capacitación, y así sucesivamente). y el papel especial de las ciencias sociales. Las tres
Las cantidades mínimas de estos gastos han ido en son fundamentalmente construcciones decimonó-
constante aumento, al igual que la extensión geo- nicas. Ylas tres están hoy en la vorágine como con-
gráfica de su implementación. El resultado neto ha secuencia de la crisis estructural del moderno sis-
sido una creciente imposición tributaria a los pro- tema-mundo.
ductores en todo el mundo. Solemos hablar de la universidad como una ins-
Por supuesto, invariablemente los productores titución desarrollada en Europa occidental du-
han reaccionado en la arena política en contra del rante la Edad Media. Historia agradable que nos
aumento de estos costos -tratando de disminuir permite usar unos guantes muy elegantes en las ce-
los costos de personal, de resistir la interiorización remonias universitarias. Pero en realidad se trata
78 ¿CÓMO SABER LA VERDAD? ¿CÓMO SABER LA VERDAD? 79
de un mito. La universidad europea medieval, una semejantes prácticamente en todo el mundo.
institución clerical de la iglesia católica, desapare- No obstante, sólo después de 1945 alcanzó su
ció sobre todo con el nacimiento del moderno sis- pleno florecimiento este sistema universitario de
tema-mundo. Sobrevivió de nombre nada más del extensión mundial. Hubo una enorme expansión
siglo XVI al xvm, ya que estuvo prácticamente mo- de la economía-mundo en el periodo que corre de
ribunda durante este periodo. Ciertamente no fue 1945 a 1970. Este hecho, aunado a la constante
el centro de producción o reproducción del cono- presión desde abajo para incrementar las admisio-
cimiento en esa época. nes a las instituciones universitarias y al creciente
Se puede ubicar la fecha del resurgimiento y la sentimiento nacionalista en las zonas periféricas
transformación de la universidad en la mitad del para "nivelarse" con las zonas de avanzada del sis-
siglo XIX, aunque los comienzos de este proceso tema-mundo, condujo a una increíble expansión
datan de fines del xvm. Los rasgos clave que distin- del sistema universitario mundial, en términos del
guen a la universidad moderna de la que existió número de instituciones, de profesores y de estu-
en Europa en la Edad Media son que la moderna diantes. Por primera vez las universidades fueron
es una institución burocrática, con un profeso- algo más que el terreno reservado a una pequeña
rado pagado de tiempo completo, algún tipo de élite; se convirtieron en instituciones verdadera-
toma de decisiones centralizada sobre asuntos mente públicas.
educativos y una mayoría de estudiantes de El apoyo social para el sistema universitario
tiempo completo. En vez de que los programas de mundial provino de tres fuentes diferentes: las éli-
estudio se organicen en torno a los profesores, tes y los gobiernos, que necesitaban más personal
ahora se organizan dentro de estructuras depar- mejor adiestrado y más investigación fundamental;
tamentales que ofrecen caminos claros para la ob- las empresas productoras, que necesitaban avances
tención de grados, que a su vez fungen como cré- tecnológicos que pudieran explotar; y todos los
ditos sociales. que veían en el sistema universitario un modo de
Para fines del siglo XIX estas estructuras eran no movilidad social ascendente. La educación era po-
sólo en principio el lugar por excelencia de la re- pular, y especialmente después de 1945 la provi-
producción del cuerpo de conocimiento secular sión de educación universitaria pasó a ser conside-
entero, sino también de la investigación y por con- rada un servicio social esencial.
siguiente de la producción de conocimiento. Tanto el impulso para establecer universidades
Las nuevas clases de estructuras se difundieron modernas después de mediados del siglo XVIII
entonces desde Europa occidental y América del como el empuje para incrementar su número des-
Norte, donde se desarrollaron primero, hacia pués de 1945 plantearon la pregunta acerca de qué
otras partes del mundo, o bien se impusieron en clase de educación se ofrecería dentro de estas ins-
estas áreas como resultado del dominio occidental tituciones. El primer impulso -recrear la univer-
del sistema-mundo. Ya en 1945 había instituciones sidad- fue el resultado del nuevo debate intelec-
80 ¿CÓMO SABER LA VERDAD? ¿CÓMO SABER LA VERDAD? 81
tual que surgió en la segunda mitad del siglo XVIII. según la universidad, pero generalmente hablando
Como ya mencioné, el humanismo secular de los ya para mediados del siglo XIX la mayoría de las
filósofos había venido luchando, cuando menos universidades tenían una facultad dedicada a las cien-
durante dos siglos, más o menos con éxito, contra cias naturales y otra a lo que solía llamarse las hu-
la anterior hegemonía del saber teológico. Pero manidades, las artes, o Geisteswissenschaften.
luego fue a su vez blanco de fuertes ataques de gru- Quiero ser claro en cuanto a la n aturaleza del
pos de académicos que empezaron a darse el nom- debate epistemológico que reforzó esta separación
bre de científicos. Los científicos (el término en dos facultades. Los científicos sostenían que so-
mismo es una invención del siglo XIX) eran los lamente utilizando los métodos que ellos preferían
que concordaban con los filósofos humanistas en que -la investigación empírica basada en hipótesis ve-
el mundo era intrínsecamente cognoscible. Los rificables o que condujera a hipótesis verificables-
científicos, empero, insistían en que la verdad sólo podía llegarse a la "verdad", a una verdad que
podía ser conocida a través de la investigación em- fuera universal. Los profesionales de las humani-
pírica que condujera a leyes generales que expli- dades impugnaron fuertemente esta aseveración.
caran los fenómenos reales. Según los científicos, Ellos insistían en que el papel de la introspección
lo que los filósofos humanistas seculares ofrecían analítica, la sensibilidad hermenéutica o el Verstehen
eran meramente conocimientos especulativos que empático eran el camino que conduce a la verdad.
no diferían epistemológicarnente de lo que du- Los humanistas afirmaban que su clase de verdad
rante mucho tiempo ofrecieron los teólogos. Este era más profunda y tan universal como la yacente
saber n o podía representar la verdad, según de- tras las generalizaciones de los científicos, que en
cían, ya que no había manera de refutarla. general consideraban apresuradas. Lo que es más
Durante los siglos XIX y XX los científicos avanza- importante, empero, es que los profesionales de las
ron principalmente en una reivindicación de humanidades insistieron en la centralidad de los
apoyo de la sociedad y de prestigio social. Se las valores, del bien y la belleza, en la búsqueda de
arreglaron para producir un tipo de saber que conocimiento, mientras que los científicos aseve-
podía traducirse en tecnologías perfeccionadas raban que la ciencia está desprovista de valores, y
- cosa muy apreciada entre los que ocupaban el que no se puede decir que los valores sean verda-
poder. Así, los científicos tenían todo el interés ma- deros o falsos. Por consiguiente, según ellos los
terial y social en defender y alcanzar el supuesto valores no entran de ntro de los intereses de la
divorcio entre la ciencia y la filosofía, ruptura que ciencia.
desembocó en la institucionalización de lo que El debate se volvió más estridente con el paso de
más tarde se llamaría las dos culturas. La expresión los años; ambos bandos propendían a denigrar cual-
más concreta de este divorcio fue la fractura de la quier posible contribución del otro. Era una cues-
histórica facultad de filosofía medieval en dos. Los tión tanto de prestigio (la jerarquía que se arroga
nombres de facultades que resultaron variaron el saber) como de la asignación de recursos sociales.
82 ¿CÓMO SABER LA VERDAD? ¿CÓMO SABER LA VERDAD? 83
También era una cuestión de decidir quién tenía el nos del objeto de investigación y los métodos que
derecho a dominar la socialización de los jóvenes a se emplean para estudiar estos objetos. Todos co-
través del control del sistema educativo, en especial nocemos los nombres de las principales disciplinas
el sistema de la escuela secundaria. Lo que se puede ampliamente aceptadas: astronomía, fisica, quí-
decir sobre la historia de esta pugna es que poco a mica y biología, entre algunas de las ciencias natu-
poco los científicos ganaron la batalla social ha- rales; griego y latín (o los clásicos) , la literatura de
ciendo que cada vez más personas, particularmente diversas naciones (según los países), filología, his-
las colocadas en el poder, los tuvieran en mayor es- toria del arte y filosofia, entre otras, en las huma-
tima, en mucho mayor estima, que a los profesiona- nidades.
les del saber humanista. Después de 1945, con la La organización de disciplinas dio nacimiento
centralidad de la nueva tecnología, complicada y a otra separación del saber por encima de la divi-
costosa, en la operación del moderno sistema- sión entre dos culturas. Cada disciplina se convirtió
mundo, los científicos se dispararon a la delantera en un departamento universitario. En su mayoría,
de los humanistas. se otorgaron grados para una disciplina específica
Una tregua de Jacto se estableció en el curso de y se hicieron los nombramientos para el profeso-
los acontecimientos. A los científicos se les dio rado en un departamento en particular. Además,
prioridad en la aserción legítima de las verdades se desarrollaron estructuras organizativas transver-
-y, a los ojos de la sociedad, control exclusivo. sales, entre universidades. Se crearon publicacio-
Los profesionales del saber humanístico en su ma- nes especializadas, que publicaban artículos prin-
yoría acabaron cediendo este campo y aceptando cipal o exclusivamente redactados por personas de
permanecer en el gueto de los que buscaban, de una disciplina, artículos que versaban sobre lama-
los que meramente buscaban determinar el bien y teria que dicha disciplina pretendía cubrir y sola-
la belleza. Más que la fractura epistemológica, éste mente le interesaban a ella. Y con el paso del
fue el verdadero divorcio. Nunca antes en la histo- tiempo se fueron creando asociaciones de acadé-
ria del mundo había habido una división tan ta- micos de disciplinas particulares, nacionales e in-
jante entre la búsqueda de la verdad y la búsqueda ternacionales. Por último, y no menos importante,
del bien y la belleza. Ahora ya estaba inscrita en las hacia fines del siglo XIX las llamadas grandes biblio-
estructuras del saber y en el sistema universitario tecas empezaron a crear categorías que reflejaban
mundial. la organización disciplinaria y que a continuación
En el interior de las facultades, ahora separadas, todas las demás bibliotecas (y por cierto también
para cada una de las dos culturas tuvo luego lugar las librerías y las casas editoras) se sintieron obli-
un proceso de especialización que ha venido lla- gadas a aceptar como categorías sobre las cuales
mándose los límites de las "disciplinas". Las disci- organizar su trabajo.
plinas son reclamos de territorios, reclamos de que En esta división del mundo del saber entre cien-
resulta de utilidad unir sectores de saber en térmi- cias naturales y humanidades estaba la situación es-
84 ¿CÓMO SABER LA VERDAD?
T ¿cÓMO SABER LA VERDAD? 85
pedal y ambigua de las ciencias sociales. La Revolu- Cuando el moderno sistema-mundo empezó a
ción francesa había traído consigo la legitimación entrar en una crisis estructural, algo que personal-
general de dos conceptos que n o habían tenido mente creo que· empezó a agotarse durante y des-
amplia aceptación antes de ella: la normalidad del pués de la revolución de 1968, los tres pilares de las
cambio sociopolítico y la soberanía de "el pueblo". estructuras del saber del moderno sistema-mundo
Esto creó una urgente necesidad de que las élites empezaron a perder solidez, generando una crisis
gubernamentales comprendieran las modalidades institucional paralela e integrante de la crisis estruc-
de dicho cambio normal, y fomentó el deseo de tural del sistema-mundo. Las universidades empe-
desarrollar políticas que pudieran limitar o cuando zaron a reorientar su rol social en medio de gran in-
menos canalizar dicho cambio. La búsqueda de certidumbre en cuanto hacia dónde se dirigían o
esa:' modalidades y por extensión de las políticas debían dirigirse. La gran división de las dos culturas
socrales se convirtió en el terreno de las ciencias so- fue severamente cuestionada tanto desde las cien-
ciales, incluyendo una forma actualizada de histo- cias sociales como desde las humanidades. Y las
ria basada en la investigación empírica. ciencias sociales, que habían florecido y habían te-
. La pregunta epistemológica para las ciencias so- nido plena confianza en sí mismas como nunca
erales estaba y ha estado siempre ahí donde sus antes en los años inmediatamente posteriores a
profesionales se colocaran en la batalla de las dos 1945, se dispersaron y fragmentaron y empezaron a
culturas. La respuesta más sencilla es decir que los emitir clamorosos gemidos de incertidumbre.
científicos sociales estaban profundamente dividi- El problema básico del sistema universitario mun-
dos en cuanto a las cuestiones epistemológicas. Al- dial fue que estaba creciendo exponencialmente en
gunos pugnaron fuerte por formar parte del dimensión y costos, mientras que sus andamiajes so-
bando cientificista, y otros insistieron en formar cioeconómicos iban disminuyendo debido al pro-
parte del bando humanista. Lo que casi ninguno longado estancamiento de la economía-mundo. Esto
hi~o fue u:a~ de desarrollar una tercera postura provocó muchas presiones en diferentes direccio-
eprstemolog1ca. No solamente los científicos socia- nes. Los principales intelectuales de la academia se
les individuales tomaron partido en lo que algunos convirtieron en un raro fenómeno como porcentaje
llamaron la Methodenstreit, sino disciplinas comple- del total, simplemente porque el numerador era
~~· Casi en s~ mayoría, la economía, la ciencia po- mucho más estable que el denominador. El resul-
líuca y la sociOlogía estaban en el bando científico tado fue un incremento en el poder de negociación
(con algunos disidentes particulares, por su- y por ende en el costo de este estrato de la cúspide,
p~esto). Y la historia, la antropología y los estudios que utilizó su situación para obtener reducciones
onentales generalmente estaban en el bando hu- masivas en la carga docente así como enormes in-
manista. O al menos eso se decía hasta 1945. Des- crementos en la paga y los fondos para investigación.
pués de esta fecha, las divisiones se hicieron más Al mismo tiempo, los administradores de las univer-
borrosas (Wallerstein et al., 1996). sidades, ante la disminución de la proporción profe-
,.
86 ¿CÓMO SABER LA VERDAD? ¿CÓMO SABER LA VERDAD? 87
sores/estudiantes, trataron de incrementar, de una mientas del saber surgieron en el último tercio del
forma u otra, la carga docente, y crearon también siglo XX: estudios de complejidad en las ciencias
un sistema de profesorado de dos tercios, con un naturales y estudios culturales en las humanidades.
segmento privilegiado, de la mano de un profeso- Mientras que en la superficie parece - a los parti-
rado mal pagado y de tiempo parcial. Ésta ha sido la cipantes en estos movimientos igual que a los ana-
consecuencia de lo que yo llamo una tendencia a la listas de éstos- que son muy diferentes, y hasta an-
"secundarización" (en referencia a la escuela secun- tagónicos, existen similitudes importantes entre
daria) de la universidad, una minimización de larga ambos.
data de la investigación junto con un aumento en las Para empezar, ambos fueron movimientos de
responsabilidades docentes (sobre todo clases con protesta en contra de la posición históricamente
muchos alumnos). dominante dentro de su campo. Los estudios de
Además, debido a la restricción financiera las complejidad fueron básicamente un rechazo del
universidades se han ido desplazando en di~ec­ determinismo lineal reversible en el tiempo que
ción de convertirse en actores en el mercado prevaleció de Isaac Newton a Albert Einstein y que
vendiendo sus servicios a empresas y gobiernos; había sido la base normativa de la ciencia moderna
transformando los resultados de la investigación durante cuatro siglos. Los promotores de los estu-
de los profesores en patentes que pueden explo- dios de complejidad insistieron en que el modelo
tar (si no directamente cuando menos a través de clásico de la ciencia en realidad es un caso espe-
licencias) . Pero en la medida en que las universi- cial, y por cierto relativamente raro, de la forma
dades han seguido estos derroteros, los profeso- en que operan los sistemas naturales. Afirmaban
res como individuos han tomado distancia de las que los sistemas no son lineales sino que con el
estructuras universitarias e incluso abandonán- tiempo tienden a alejarse del equilibrio. Sostenían
dolas, ya sea para explotar los resultados de sus que es intrínseca y no extrínsecamente imposible
investigaciones por sí mismos o por el enfado determinar las trayectorias futuras de ninguna pro-
que les ocasiona el ambiente comercial de las yección. Para ellos ciencia no es reducir lo com-
universidades. Cuando este descontento se com- plejo a lo simple sino explicar capas cada vez ma-
bina con el poder de regateo del que he hablado, yores de complejidad. Y pensaron que la idea de
el resultado puede ser un éxodo de algunos de los procesos reversibles en el tiempo es una absur-
los académicos o científicos más prominentes. Si didad, ya que no existe una "flecha del tiempo"
esto s.igue .~asando, tal vez estaremos regresando que opere en todos los fenómenos, incluido el uni-
a la Situaoon que prevaleció antes del siglo XIX, verso en conjunto y hasta el último elemento mi-
e~ que la universidad no era el sitio por excelen- croscópico que hay en él.
Cia de la producción de conocimiento. Los estudios culturales fueron también un re-
Al mismo tiempo, la fractura en dos culturas chazo del concepto básico que dio forma a las hu-
empezó a desarticularse. Los dos principales moví- manidades: que existen cánones universales de be-
88 ¿CÓMO SABER LA VERDAD? ¿CÓMO SABER LA VERDAD? 89
lleza y normas del derecho natural para el bien, y que no se puede saber nada de la producción cul-
que pueden aprenderse, enseñarse, legitimarse. tural sin colocarlo dentro de su contexto social en
Aunqu~ las huma~idades afirmaron siempre que proceso de evolución, la identidad de los produc-
favoreCian los paruculares esencialistas (en contra- tores y los que participan en la producción, y la psi-
posición a los uni~ersales científicos), los propo- cología social (la mentalidad) de todos los implica-
nentes d~ los estud10s culturales insistieron en que dos. Más aún, los estudios culturales declararon
las ensenanzas tradicionales de las humanidades que la producción cultural forma parte de las es-
encarnaban los valores de un grupo en particular tructuras de poder en que está localizada, y es pro-
-:-l~s homb~es blancos, occidentales, de los grupos fundamente afectada por ellas.
etnicos dommantes- que con la mayor arrogancia En cuanto a las ciencias sociales, se encontraron
afirmaba que sus conjuntos d e valores particulares con una imagen cada vez más borrosa de las disci-
eran universales. Los estudios culturales insistie- plinas tradicionales. Prácticamente cada disciplina
ron, en cambio, en el contexto social de todos los había creado subespecialidades que añadieron el
juicios de valor, de ahí la importancia de estudiar adjetivo de otra disciplina a su nombre (por ejem-
Y valorar las contribuciones de todos los demás plo, antropología económica, historia social o so-
grupos -grupos que hubieran sido histórica- ciología histórica). Prácticamente todas las disci-
mente ignorados o denigrados. Los estudios cultu- plinas habían empezado a recurrir a una mezcla
rales profesaron el concepto demótico de que todo de metodologías, incluso las que alguna vez fueron
lector, todo observador aporta su percepción a las exclusivas de otras disciplinas. Dejó de ser posible
producciones artísticas que no sólo es diferente identificar el trabajo de archivo, la observación
sino igualmente válida. participativa o la opinión pública sondeando entre
En seg~ndo lugar, los estudios de complejidad y personas de una sola disciplina.
los estudios culturales, partiendo de diferentes De la misma manera, nuevas casi disciplinas han
puntos del espectro, concluyeron cada uno por su surgido y hasta se han fortalecido en los últimos
parte que la distinción epistemológica de las dos treinta a cincuenta años: estudios de área de múl-
c~l~uras es intelectualmente insignificante y peiju- tiple regiones, estudios sobre las mujeres y de gé-
dicial para la consecución de conocimientos útiles. nero, estudios étnicos (uno por cada grupo lobas-
En tercer lugar, ambos movimientos del saber tante fuerte políticamente para insistir en él),
acabaron colocándose en el terreno de las ciencias estudios urbanos, estudios del desarrollo y estudios
sociales, sin decirlo explícitamente. Los estudios sobre h omosexuales y lesbianas Uunto con otras
de complejidad lo hicieron insistiendo en la flecha formas de estudios alrededor de la sexualidad). En
del tiempo, en el hecho de que los sistemas socia- muchas universidades estas entidades se han con-
les son los .más. complejos de todos los sistemas y vertido en departamentos en el mismo plano que
en que la Ciencia forma parte integrante de la cul- los tradicionales, y cuando no en departamentos
tura. Los estudios culturales lo hicieron al sostener se establecieron como presuntos programas. Publi-
90 ¿CÓMO SABER LA VERDAD? ¿CÓMO SABER LA VERDAD? 91
caciones periódicas y asociaciones transversales se -importante- de la evolución del moderno sis-
han desarrollado en paralelo con asociaciones dis- tema-mundo. La crisis estructural de una es la cri-
ciplinarias más antiguas. Además de aunarse a la sis estructural de la otra. La batalla por el futuro
espiral de las ciencias sociales generando límites se peleará en ambos frentes.
que se traslapan cada vez más, también han agudi-
zado las restricciones financieras, en la medida en
que más entidades competían básicamente por el
mismo dinero.
Me queda claro que si miramos hacia los pró-
ximos veinte o cincuenta años tres cosas son posi-
bles. Es posible que la universidad moderna deje
de ser el lugar por excelencia de la producción o
siquiera de la reproducción del conocimiento,
aunque qué habría de o podría remplazada es
algo que casi nadie discute. Es posible que las
nuevas tendencias epistemológicas centrípetas de
las estructuras del saber conduzcan a una episte-
mología reunificada (diferente de las dos princi-
pales existentes) y a lo que yo pienso, quizá pro-
vincianamente, como la "cientifuación social de
todo el saber" . Y es posible que las disciplinas de
las ciencias sociales se derrumben en cuanto a su
organización y se vean sometidas o tal vez forza-
das por los administradores a una profunda reor-
ganización, cuyos contornos son por demás con-
fusos.
En pocas palabras, estoy convencido de que la
autoridad del último y más poderoso de los univer-
salismos europeos, el universalismo científico, ya
no es incuestionable. Las estructuras del saber han
entrado en un periodo de anarquía y bifurcación,
al igual que el sistema-mundo en su totalidad, y, si-
milarmente, su desenlace está todo menos deter-
minado. Estoy convencido de que la evolución de
las estructuras del saber simplemente forma parte
EL PODER DE LAS IDEAS, LAS IDEAS DE PODER 93
4. EL PODER DE lAS IDEAS, su poder, y sin los cuales no habrían podido impo-
lAS IDEAS DE PODER: nerse sobre el grupo mayor que son los domina-
¿DAR YRECIBIR? dos. Pero también necesitaban cierto grado de le-
gitimación de aquellos a los que dominaban, y est~
era mucho más dificil que obtener el consenti-
miento de los cuadros, que después de todo reci-
bieron alguna recompensa inmediata por jugar el
papel que se les pedía. .
Mi intención ha sido mostrar que durante los últi- Si examinamos los argumentos mcrustados en
mos quinientos años las realidades del poder en el las diversas doctrinas emitidas, a la postre siempre
sistema-mundo moderno han moldeado una serie buscaban demostrar la superioridad inherente de
de ideas legitimadoras que han permitido mante- los poderosos. Y de esta superioridad inherente
nerse en el poder a los que lo ocupan. Hubo tres estas doctrinas derivaban no solamente la capaci-
nociones decisivas de gran escala, todas una forma dad de dominar sino la justificación moral de su
del universalismo europeo. Las he examinado una dominación. Ganarse la aceptación del derecho
tras otra: el derecho de aquellos que creen que sos- moral a dominar ha constituido el elemento clave
tienen los valores universales a intervenir en contra para alcanzar la legitimación del poder. Y para
de los bárbaros; el particularismo esencialista del hacer tal cosa tenía que demostrarse que el efecto
orientalismo; y el universalismo científico. Estos tres a largo plazo de la dominación era en beneficio de
conjuntos de ideas en realidad estaban estrecha- los dominados, aun cuando en el corto plazo pare-
mente ligados entre sí, y la secuencia de su apari- ciera negativo.
ción como temas centrales en el mundo moderno, Naturalmente, resultaba un poco difícil soste-
y por ende en esta discusión, no fue accidental. ner esto cuando el poder brutal era el modo de do-
El sistema-mundo moderno no habría podido minación, situación que caracterizó a la conquista
crearse ni institucionalizarse sin el uso de la fuerza española de América en el siglo XVI. El derecho de
para expandir sus fronteras y controlar a grandes injerencia es una doctrina cuyo propósito es justi-
segmentos de la población. No obstante, ni la ficar el uso brutal del poder. La primera vez que
fuerza superior ni la fuerza aplastante fueron se debatió seria e intencionalmente, como vimos,
nunca suficientes para implantar una dominación fue en la discusión entre dos intelectuales españo-
duradera. Los poderosos han necesitado ganar les de aquella época: Las Casas y Sepúlveda. El
siempre una cierta legitimidad para las ventajas y tema básico de discusión era: ¿qué derechos tenían
los privilegios que vienen siempre con la domina- los conquistadores españoles en América en rela-
ción. Los poderosos necesitaban obtener esta legi- ción con las poblaciones indígenas? O, al revés:
timación en primer lugar de sus propios cuadros, ¿qué derechos tenían las poblaciones indígenas en
que eran las correas de transmisión humanas de relación con los conquistadores españoles?

[92]
94 EL PODER DE LAS IDEAS, LAS IDEAS DE PODER EL pODER DE LAS IDEAS, LAS IDEAS DE PODER 95
Sepúlveda dedujo el derecho a intervenir de la consiguientes injusticias ocasionadas por la con-
barbarie fundamental de los amerindios. Como uista así como por el establecimiento de las plan-
vimos, declaró que las prácticas de éstos era tan le- ~ciones y otras empresas de los conquistadores es-
sivas para sí mismos y para los demás que tenían pañoles. .
que ser físicamente detenidos para que no conti- Este debate no sólo se llevó a cabo en el s1glo XVI:
nuaran con ellas (lo mismo que decir que un indi- no se ha detenido desde entonces. En la "guerra al
viduo podría estar mentalmente tan desequili- terrorismo" posterior alll de septiembre, seguimos
brado que uno mismo u otras personas saldríamos oyendo las mismas justificaciones ~ara la agres~ón y
perjudicados si no fuera encerrado en una insti- la dominación militar: que preVlene los ternbles
tución) . Sepúlveda afirmó también que la presión ultrajes cometidos por otros; que el efecto de los
de convertirlos al cristianismo sería de lo más be- esfuerzos militares será llevar la "democracia" a los
néfico para los amerindios y que así su alma se sal- pueblos que no la tienen, por lo cual redundará
varía. en su propio beneficio, aun cuando en el corto
Dadas estas afirmaciones, la respuesta de Las plazo sufran todas las consecuencias del conflicto
Casas necesariamente estuvo en un nivel no sólo bélico y la dominación.
antropológico sino teológico. Negó estos derechos Hoy, al igual que en el siglo XVI, se esgrime este
a los españoles alegando que el supuesto mal era argumento para convencer a una proporción r~­
algo que ocurría en todos lados y por consiguiente zonablemente amplia de los cuadros, que consu-
no era específico de los amerindios. Y -conti- tuyen las necesarias correas de transmisión de los
nuó- la justificación de cualquier intervención poderosos, así como cuando men?s a.~lgunos de
dependía de un cálculo en el que se midiera el los receptores directos de la dommac10n. No .po-
daño infligido contra los beneficios que decía al- seemos la medida real de los grados comparauvos
canzar. Expresó sus dudas acerca de los peligros de legitimación para los siglos XVI o XXI. Pero cabe
que las prácticas de los amerindios representaban pensar que la utilidad de lo que podríamos llamar
para ellos mismos y para otros. Las Casas expresó el modo de justificación de Sepúlveda está bas~ te
dudas acerca de si el hecho de interferir en estas desgastada. Por una razón sencilla. Hemos temdo
prácticas, aun cuando fueran negativas, causaría cinco siglos para evaluar los efectos de largo plazo
más mal que bien. Y en su calidad de sacerdote in- del uso de la fuerza bruta, y la alegación de que
sistió en que cualquier cosa que se hiciera para con- estos efectos son positivos en gran medida es empí-
vertirlos con falsos pretextos sería teológicamente ricamente dudosa para un número cada vez mayor
inaceptable. Sin embargo, por detrás de estos deba- de personas. Por consiguiente, el argumento no
tes, pese al alto nivel en que Sepúlveda quería lle- sirve ya mucho para legitimar el gobierno de los
varlos, Las Casas trató de exhibir las subyacentes re- poderosos y los privilegiados. _
alidades económicas del dominio español, la cruda Por supuesto, ya para el siglo XVI_II el modo Sepul-
explotación humana que estaba ocurriendo y las veda estaba bastante deteriorado. Este es uno de los
96 EL PODER DE LAS IDEAS, LAS IDEAS DE PODER EL pODER DE LAS IDEAS, LAS IDEAS DE PODER 97
motivos de que el modo orientalista comenzara a Un nuevo argumento en pro de la dominación
tener un papel mayor. Por un lado porque era dificil política/ económica/militar1cultural esta?a sur-
n·atar a las grandes regiones herederas de imperios giendo: se justificaba que los ~oderosos tuVIeran l~
mundiales (como China y la India) como si estuvie- posición privilegiada que teman porque les permi-
ran pobladas por meros "salvajes" -cualquiera que tía ayudar a los que estaban atorados en una espe-
sea la definición que se diera al concepto de "salva- cie de callejón sin salida a salir de él. Con ayuda
jes". El hecho de que los poderosos tuvieran que re- del mundo occidental las civilizaciones orientales
currir al orientalismo como un modo de justificar su podrían trascender los límites que s~s ~:opias civi-
dominación intelectual era propiamente una señal lizaciones habían impuesto a sus pos1bihdades cul-
de reconocimiento de éstos de que tenían delante turales (y tecnológicas, claro está). Sin duda, esta
grupos capaces de una mayor resistencia inmediata dominación occidental no era, por lo tanto, un fe-
a su poder, y que eran capaces de inculcar sus cuali- nómeno temporal y transitorio, sino esencial para
dades a los propios cuadros de los poderosos. el progreso del mundo, y directamente de interés
El orientalismo era una versión más sutil de las para aquellos a los que se estaba imponiendo la do-
aseveraciones de Sepúlveda, ya que sus "estudios minación. Para poder esgrimir este argumento,
de caso" no eran unos supuestos pueblos primiti- había que "esencializar" las características peculia-
vos sino unas supuestas civilizaciones avanzadas res de aquellos a los que se describía en sus moldes
que, sin embargo, no formaban parte de la cris- "civilizatorios", y es esto lo que significa orienta-
tiandad occidental. El orientalismo era un modo lismo.
de reificar y esencializar al otro, en especial al otro Cuando el argumento en pro del derecho a in-
sofisticado y en potencia poderoso, que por ende tervenir declinó, su avatar, el orientalismo, fun-
trataba de demostrar la superioridad inherente del cionó por un tiempo -convenciendo, cuando
mundo occidental. menos en parte, tanto a los cuadros occidentales
El orientalismo era la forma de hipocresía que como a los dominados, especialmente a los cua-
el vicio debía ahora pagar a la virtud. Porque el dros de las zonas dominadas. Estos últimos fueron
meollo del argumento orientalista era que, aun si tentados con el modelo de una "modernización"
fuera cierto que las "civilizaciones" orientales eran que en la práctica era una "occidentalización", y
tan ricas y sofisticadas como la civilización cristiana adulados con las pretensiones igualitarias de la
occidental, y por ello sus iguales en cierto sentido, doctrina (culturalmente, cualquiera podía ser oc-
el caso es que poseían un defecto pequeño, pero cidental; se trataba de una mera cuestión de edu-
decisivo, el mismo en todas. Se dijo que había algo cación y de voluntad). Con el paso de los lustros,
en ellas que las hacía incapaces de pasar a la "mo- sin embargo, los que estaban en proceso de "as~­
dernidad". Se han paralizado, padecen una suerte milación" y por lo tanto convirtiéndose en occi-
de pasmo cultural, que podría considerarse una dentales, incluso en cristianos, descubrieron que
enfermedad cultural. su asimilación en realidad no conducía, como se
98 EL PODER DE LAS IDEAS, LAS IDEAS DE PODER
EL PODER DE LAS IDEAS, LAS IDEAS DE PODER 99
les había prometido, a la igualdad -ni política, ni manidades, la afirmación siguió siendo que la ver-
económica, ni, sobre todo, social. De ahí que, ya dad que es universal es la propuesta por los cientí-
en el siglo xx, la utilidad del orientalismo como ficos y no por los humanistas. Había un nuevo sub-
modo de justificación empezara a deteriorarse texto: mientras que todo el mundo podía ser
también. "humanista" y pudiera haber muchos humanis-
El orientalismo ciertamente no ha desaparecido mos, sólo podía haber una única verdad universal
del todo como argumento. Lo seguimos encon- posible. Y hasta este momento los que eran c~paces
trando hoy en el discurso sobre el "choque de civi- de descubrirla se encontraban en gran medtda en
lizaciones". Pero a la vez que este discurso ha pre- las zonas poderosas del sistema-mundo.
sentado un cierto atractivo para los cuadros El concepto de una ciencia fuera de la "cultura",
occidentales, habría que buscar largo y tendido en cierto sentido más importante que la cultura,
para encontrar adeptos en las zonas no occidenta- se convirtió en el último coto de justificación de la
les del mundo. O, más bien, la mayoría de estos legitimidad de la distribución del poder en el
adeptos en las zonas no occidentales del mundo mundo moderno. El cientificismo ha sido el modo
han invertido hoy el argumento, al juzgar que la más sutil de justificación ideológica de los podero-
civilización cristiana-occidental, que había evolu- sos, ya que presentaba el universalismo como ideo-
cionado hacia el pensamiento de la Ilustración, es lógicamente neutral, desinteresado en la "cultura"
una forma deficiente e inferior del pensamiento y por cierto de la arena política, y derivando su jus-
humano, cuya dominación debía ser combatida tificación ante todo del bien que puede ofrecer a
precisamente en nombre de este orientalismo al la humanidad a través de las aplicaciones del co-
revés. Esto es lo que se quiere decir con fundamen- nocimiento teórico que los científicos han venido
talismo -incluido, habría que agregar, el funda- adquiriendo.
mentalismo cristiano. Lo que hizo el énfasis en el universalismo cien-
De resultas del ocaso de la utilidad de los argu- tífico fue que estableció la virtud teórica de la me-
mentos orientalistas vimo~ el ascenso de los paga- ritocracia, dentro de la que se concedía una posi-
nos al universalismo científico, de la ciencia como ción exclusivamente sobre la base de la aptitud,
verdad, como el único modo significativo de en- medida con conjuntos de criterios objetivos. Y las
tender el mundo. El concepto de las dos culturas personas que así podían entrar en la arena de los
-la diferencia epistemológica fundamental entre aptos se convirtieron en los jueces autónomos de
la búsqueda de la verdad y la búsqueda de buenos su propio valor y reclutamiento. De aquí se pasó a
valores- fue el último tirón hacia el proceso de le- que, si estaban ocupando posiciones de prestigio y
gitimación . Era posible rechazar el concepto de poder en el mundo de la ciencia, era porque mo-
primitivo, y era posible dejar atrás las reificaciones ralmente tenían derecho a estar ahí. Y como la
del orientalismo. No obstante, al establecer una di- ciencia producía tecnologías útiles, el avance de
ferencia epistemológica entre la ciencia y las hu- la ciencia beneficiaba a todo el mundo.
100 EL PODER DE lAS IDEAS, lAS IDEAS DE PODER EL PODER DE lAS IDEAS, lAS IDEAS DE PODER 101
Actos de prestidigitación menos evidentes nos ¿Qué tan universal ha sido nuestro universa-
permitieron luego asumir que el acceso a todas lismo? Una vez dividido el mundo en dos culturas,
las posiciones sociales, no solamente a las del es- el universalismo se convirtió en el dominio de los
trecho campo de la ciencia, se alcanzaba de al- científicos, que insistían en una cierta metodolo-
guna manera por la vía del mérito y por lo tanto gía, en una cierta postura política (una ciencia sin
se justificaba. Y si ciertas zonas del mundo o es- valores) y un aislamiento corporativo de la evalua-
tratos en el interior del sistema recibían menos ción social directa de su trabajo. También remató
recompensas que otras zonas o estratos se debía a inevitablemente en una con centración geográfica
que no habían adquirido las habilidades objetivas del trabajo y de los trabajadores que llenaban estos
que estaban al alcance de todo el mundo. Ergo, si requisitos, y por consiguiente hasta cierto punto
uno tenía menos privilegios y poder era porque en un sesgo social real pero no admitido en el tra-
no había pasado la prueba, por la razón que bajo. Pero, sobre todo, protegió a los poderosos de
fuera: ineptitud inherente, provincialismo cultu- la crítica moralista devaluando la verosimilitud y la
ral o mala voluntad. objetividad de las críticas moralistas. Se podía ig-
Después de 1945, esgrimiendo estos argumen- norar a los humanistas, especialmente si eran hu-
tos, y con el lugar central que ocupaba la nueva manistas críticos, con el pretexto de que no eran
tecnología, compleja y costosa, en la operación del científicos en sus análisis. Fue el último clavo que
sistema-mundo moderno, los científicos rebasaron se aplicó al proceso de justificación del moderno
con mucho a los humanistas. Esto fue tanto más sistema-mundo.
fácil dadas las severas dudas que ahora surgían La cuestión a que nos enfrentamos hoy es cómo
acerca de los yarticularismos esencialistas de los podemos salir del universalismo europeo -la úl-
orientalistas. Unicamente la ciencia podía resolver tima justificación perversa del orden mundial exis-
lo que podía considerarse el aumento de los pro- tente- en dirección a algo mucho más difícil de
blemas inmediatos ocasionados por la polarización alcanzar: un universalismo universal, que rechace
del sistema-mundo. las caracterizaciones esencialistas de la realidad so-
La búsqueda del bien quedó excluida del te- cial, deje atrás tanto los universales como los par-
rreno del saber superior, lo que significa que no ticulares, reunifique lo supuestamente científico y
había una plataforma sobre la cual criticar la lógica humanístico en una epistemología única y nos per-
de estas inferencias, pues con ello se comportaba mita mirar con ojos altamente clínicos y del todo
uno como antiintelectual. Las cortapisas sociales escépticos cualquier justificación de "injerencia" a
estructurales que impidieron que las personas en- manos de los poderosos en contra de los débiles.
traran en los altos niveles de la meritocracia fueron Hace medio siglo, Léopold-Sédar Senghor con-
básicamente eliminadas del análisis, o se les per- vocó al mundo a acudir al rendez-vous du donner et
mitió entrar en él solamente aceptando las premi- du recevoir, el lugar de reunión para dar y recibir.
sas de las dos culturas en la investigación. Senghor fue quizás el híbrido perfecto de la era
102 EL PODER DE LAS IDEAS, LAS IDEAS DE PODER EL PODER DE LAS IDEAS, LAS IDEAS DE PODER 103
moderna. Era tanto poeta como político. Por un zar. Y por eso no es accidental que la mayoría de
lado, ~ue un gran exponente de la negritud y se- los intelectuales serios no hayan logrado esta se-
cretano general de la Sociedad de Cultura Afri- gregación plenamente, aun cuando pregonaran su
cana. Al mismo tiempo, sin embargo, fue miembro validez. Max Weber es un buen ejemplo. Sus dos
de la Académie Fran~aise, cuya tarea formal es de- famosos ensayos, "La política como vocación" y ''La
fender y promover la cultura francesa. Senghor fue ciencia como vocación", revelan la forma casi es-
el primer presidente de Senegal, pero antes había quizofrénica con que luchó contra estas restricciones
sido un ministro del gobierno francés. Era la per- y racionalizó su compromiso político para hacerlo
sona apropiada para hacer esta convocatoria. aparecer como si n o estuviera contradiciendo su
Pero en el mundo de hoy, ¿puede haber un compromiso con una sociología objetiva.
lugar para dar y recibir? ¿Puede haber un univer- Dos cosas han cambiado durante los últimos
salismo que no sea europeo sino universal (o glo- treinta años. Como he tratado de demostrar, la in-
bal)? O, más bien, ¿qué se necesitaría, en el siglo fluencia que el concepto de las dos culturas ha te-
XXI, para alcanzar un mundo donde ya no fuera el nido sobre las estructuras del saber se ha debili-
occidente el que diera y el resto el que recibiera, tado considerablemente, y con ella el soporte
donde el occidente se cubriera con la capa de la intelectual de esta presión para segregar la bús-
ciencia y el resto se relegara a los pueblos con un queda de la verdad, el bien y la belleza. Pero, como
temperamento más "artístico/ emocional"? ¿Cómo también he argumentado, la razón del cuestiona-
podemos alcanzar un mundo en que todos dieran miento intensivo del concepto de las dos culturas
y todos recibieran? tiene que ver precisamente con la crisis estructural
El intelectual opera necesariamente en tres nive- en desarrollo del sistema-mundo moderno. Al
les: como analista, en busca de la verdad; como per- irnos desplazando hacia esta era de transición, la
sona moral, en busca del bien y de la belleza; y como importancia de la elección fundamental se ha agu-
persona política, que busca unificar la verdad con el dizado, al mismo tiempo que lo significativo de las
bien y la belleza. Las estructuras del saber que han contribuciones individuales a esa elección colec-
prevalecido durante dos siglos ahora son ya antina- tiva h a aumentado inconmensurablemente. En
turales, precisamente porque decretaron que los in- pocas palabras, en la medida en que los intelectuales
telectuales no podían desplazarse a gusto entre se deshagan de las restricciones de una neutrali-
est~s ~es niveles. Se alentó a los intelectuales a que dad falsa de valores pueden en realidad desempe-
se hmttaran al análisis intelectual. Y si no eran capa- ñar un papel que vale la penajugar en la transición
ces de contener la expresión de sus obsesiones mo- en la que todos nos encontramos.
rales y políticas, entonces debían segregar rígida- Quiero dejar bien claro que, al decir que la neu-
mente las tres clases de actividad. tralidad de los valores es un espejismo y un en-
Dicha segregación o separación era extremada- gaño, no estoy alegando que no hay diferencia
mente dificil, probablemente imposible, de alean- entre las tareas analítica, moral y política. Hay cier-
104 EL PODER DE LAS IDEAS, lAS IDEAS DE PODER EL PODER DE LAS IDEAS, LAS IDEAS DE PODER 105
tamente una diferencia, y es fundamental. Estas tado haciendo mal, razón por la cual los tienen en
tres tareas no pueden simplemente mezclarse. tan baja estima no sólo los que están en el poder
Pero tampoco pueden ser separadas. Y nuestro sino también los que se oponen a los que están en
pr~blema es cómo navegar con esta aparente para- el poder, así como las múltiples capas de trabaja-
doJa, de tres tareas que no pueden mezclarse ni ser dores que sienten que poco han aprendido de lo
separadas. Quisiera observar, de paso, que este es- producido por los científicos sociales que les haya
fuerzo es un ejemplo más de la única clase de epis- sido de utilidad moral o política.
temología que ofrece alguna esperanza a la reuni- Para remediar esto, la primera necesidad es la
ficación de todo el saber -una teoría del tercero historización de nuestro análisis intelectual. Lo
no excluido (Wallerstein, 2004a: 71-82). cual no significa la acumulación de detalles crono-
Este dilema se le presenta a todo el mundo, claro lógicos, por útiles que sean. Y tampoco significa la
está, no solamente a los intelectuales. ¿Hay, pues, suerte de cruda relativización que afirma el hecho
algo especial en el papel del intelectual? Sí, sí lo hay. evidente de que una situación particular es dife-
Cuando uno dice intelectuales se refiere a las perso- rente de cualquiera otra, y que todas las estructu-
nas que consagran sus energías y tiempo a una com- ras están en evolución constante día con día, de
prensión analítica de la realidad, y presumible- un nanosegundo al otro. Historizar es exacta-
mente ha tenido alguna preparación especial para mente lo conu·ario. Es colocar la realidad que esta-
hacerlo de la mejor manera posible. No es un requi- mos estudiando inmediatamente dentro de un
sito fácil. Y no todo el mundo ha deseado conver- contexto más amplio: la estructura histórica en la
tirse en un especialista en este conocimiento más que encaja y opera. No podremos entender nunca
~eneral, en comparación con el conocimiento par- el detalle si no entendemos el todo pertinente,
ticular concreto que todos necesitamos para realizar puesto que de otra manera nunca podremos apre-
cualquier tarea competentemente. Los intelectuales ciar exactamente qué está cambiando, cómo está
s~n. pues ge_neralistas, aun si el alcance de su espe- cambiando y por qué está cambiando. Historizar
Cialidad esta de hecho limitado a un campo parti- no es lo contrario de sistematizar. Uno no puede
cular del vasto mundo del conocimiento entero. sistematizar sin captar los parámetros históricos del
La cuestión clave hoy es cómo podemos aplicar todo, de la unidad de análisis. Y por consiguiente
nuestro conocimiento general individual a una uno no puede historizar en el vacío, como si todas
comprensión de la era de transición en que vivi- las cosas no formaran parte de un gran todo sisté-
mos. Se espera que incluso un astróno;:no o un crí- mico. Todos los sistemas son históricos, y toda la
tico de poesía hagan esto, pero a fortiori es una historia es sistemática.
exigencia que se le hace a los científicos sociales, Es este sentido de la necesidad de historizar el
que afirman ser especialistas en el modo de fun- que me ha llevado a dar tanto énfasis aquí al argu-
cionar y en el desarrollo del mundo social. En tér- mento de que no sólo estamos dentro una unidad
minos generales, los científicos sociales lo han es- particular de análisis, el sistema-mundo moderno,
106 EL PODER DE LAS lDEAS, LAS IDEAS DE PODER EL PODER DE LAS IDEAS, LAS IDEAS DE PODER 107
sino dentro de un momento particular de ese sis- tuales no ondean alto la bandera del análisis, no
tema histórico, su crisis estructural o era de transi- es probable que otras vayan a hacerlo. Y si la com-
ción . Esto, espero (¿quién puede estar seguro?), prensión analítica d e las opciones históricas reales
puede clarificar el presente, y sugiere las restriccio- no está en la delantera de nuestro razonamiento,
nes a nuestras opciones para el futuro. Y esto es lo nuestras decisiones morales serán deficientes, y
qu: naturalmente le interesa más no sólo a los que sobre todo nuestra fuerza política se verá minada.
estan en el poder sino también a los que se oponen Estamos al final de una prolongada era, a la que
a los que están en el poder, sino también a las múl- se le pueden dar muchos n ombres. Uno apropiado
tiples capas de trabajadores que viven la vida como sería la era del universalismo europeo. Estamos pa-
mejor pueden. sando a la era que viene después. Una posible alter-
Si los intelectuales realizan las tareas que se es- nativa es una multiplicidad de universalismos que
pera que realicen en una era de transición no se asemejaría a una red de universalismos univer-
serán populares. Los que están en el poder se 'sen- sales. Sería el mundo del rendez-vous du donner et du
tirán consternados por lo que hagan, percibiendo recevoir, de Senghor. No h ay garantía d e que vaya-
que el análisis socava el poder, sobre todo en una mos a llegar allá. Ésta será la lucha de los próximos
era_ de transición . Los que se oponen a los que veinte a cincuenta años. La única otra opción seria
estan en el poder sentirán que el análisis intelec- es un mundo nuevo,jerárquico y desigual, que ale-
tu.al está muy bien, a condición de que alimente y gará estar fundado en valores universales pero en .
~lente a los que participan en la oposición po lí- el que el racismo y el sexismo continuarán domi-
tica. Pero no apreciarán vacilaciones, demasiados nando nuestras prácticas, muy probablemente
matic~s ni cautela. Y tratarán de poner cortapisas mucho más corrompidas que en el actual sistema-
a los. mtelectuales, aun a aquellos que digan que mundo. Así que simplemente tendremos que se-
persiguen los mismos objetivos políticos que los guir tratando de examinar el sistema-mundo en su
que se oponen a los que están en el poder. Final- edad de transición, de clarificar las alternativas a
mente, las múltiples capas de trabajadores insisti- nuestro alcance y, finalmente, dar luz a los nuevos
rán en que los análisis de los intelectuales se tra- derroteros políticos posibles que deseemos elegir.
duzcan a un lenguaje que puedan entender y con
el que se puedan conectar. Ésta es una demanda
razonable, aunque no siempre fácil de satisfacer.
Aun así, el papel de los intelectuales es crucial.
Una transición es siempre un proceso arduo. Siem-
pre hay bancos de arena en los que el proceso
puede encallar. La claridad del análisis suele estar
borroneada por las realidades caóticas y sus tiro-
neos emocionales inmediatos. Pero si los intelec-
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ÍNDICE ANALÍTICO

Abdel-Malek, Anouar, 51, Baath, partido, 36, 42, 61


52,58 "bárbaros", barbarie: de-
Académie Fran~aise, 102 bate sobre lo que son,
África, 30, 33, 51, 58, 59 19-20, 36; en el debate
Agustín, san, 19 Sepúlveda-Las Casas,
al-Qaeda, 11 18-22, 31-32, 35, 36, 37,
amerindios: en el debate 94
Sepúlveda-Las Casas, bibliotecas, 83
18-25, 31-33, 36, 43, 93- Blair, Tony, 12, 43
94; en el sistema de en- Borah,VVoodrow, 17
comienda español, 17- Bosnia, 32, 33
19; véase también Breuíssima relación de la des-
imperio azteca; impe- trucción de las Indias
rio inca (Las Casas) , 16n
Amin, ldi, 30 Bush, George VV., 12, 34
Amnistía Internacional, 28
Antigüedad grecorro- Camboya, 30
mana, raíces de la civili- Canadá, 29
zación occidental en, capital, acumulación de,
49,52 71,72,73
Aquino, santo Tomás de, Carlos V, emperador del
19 Sacro Imperio Romano-
árabes suníes, 36 Germánico, 17, 18
Arafat, Yaser, 60 Cartas persas (Montes-
Aristóteles, 19 quieu), 48, 66
armas de destrucción ma- Carter,Jimmy, 29
siva, 40 Centroamérica, 29
Asia, 30, 47, 51, 58; cre- certeza, 69
ciente contacto eu ro- China, 16, 47, 96
peo con, 47; véase tam- ciencia, 84; especialización
bién orientalismo en la, 82-83; fuera de la
azteca, imperio, 16 "cultura", 99; humani-

[113]
114 ÍNDICE ANALÍTICO ÍNDICE ANALÍTICO 115
dades vs., 81-85; la de- del, después de la se- Cook, Sherburne F., 17n tiana (Sepúlveda) , 18
cadencia del orienta- gunda guerra mundial, crímenes contra la huma- Demócrates segundo, o De las
lismo y la, 98-99; la filo- 51; véase también debate nidad, 33-35, 37-41 , 46 justas causas de la guerra
sofía y la, 80-83; los Sepúlveda-Las Casas cristianismo, 43, 44, 50, 94 contra los indios (Sepúl-
estudios de compleji- complejidad, estudios de, Croada, 32 veda), 18, 19
dad y la, 87-88; newto- 87-88 Cruz Roja Internacional, derecho de injerencia, 33
niana, 69; sesgo social comunidad internacional, 29 derecho internacional, 27,
en la, 101; tecnología y, 39 Curzon, lord, 26 31,34,39
80,99 Conferencia sobre la Segu- derecho natural, 63; crí-
ciencias sociales, 77, 84-85, ridad y la Cooperación daño mínimo, principio menes contra el, véase
88-90; e l debate cien- en Europa (CSCE), 29 del, 23, 41-42 crímenes contra la hu-
cias-humanidades y las, Congreso Internacional debate Sepúlveda-Las Ca- manidad; definido por
83-84 de Ciencias Humanas sas: argumento contra el universalismo euro-
civilización occidental, ba- en Asia y África del los "bárbaros" en e l, 18- peo, 45; expansionismo
sada en los valores uni- Norte, 58-59 20, 31-32, 36, 93-94; el justificado como, 15;
versales, 12-14; Gandhi Congreso Internacional deber de castigar en el, intervención en pro
sobre la, 27; raíces gre- de Estudios Asiáticos y 37-38, 41-42; el princi- del, 20, 22, 31-31, 33,
corromanas de la, 49, Norafricanos, 59 pio del daño mínimo y 44-45; y el debate Se-
51; se autodefine como Congreso Internacional el, 23, 41-42; la cues- púlveda-Las Casas, 20,
superior, 12, 49, 53 de Orientalistas, 58 tión de la jurisdicción y 22,35,37
civilizaciones: choque de, conocimiento, estructuras el, 22, 39-40; la evange- derechos humanos, 12-13,
12; definición europea del, 61, 71; cienúfico, lización y el, 25-27, 35; 34, 35; como justifica-
de las, 49; valores uni- 80-81; el papel de los la ley natural y el, 19, ción de la intervención
versales proclamados intelectuales y las, 104- 22,35,37 poscolonial, 27-28; in-
como base de, 56; véase 106; el sistema universi- deber de castigar, el, 37- tervenciones en favor
también civilización oc- tario y las, véase univer- 38,42-43 de los, 27-30, 33-35; las
cidental; zonas de civi- sidades; el sistema- Declaración sobre la Con- ONG y los, 28-29; y la
lizaciones superiores mundo y las, 77-79; la cesión de la Indepen- ONU, 27-28, 31, 32, 34;
clases, lucha de, 73 organización de disci- dencia a los Países y véase también crímenes
coalición de voluntarios, plinas y las, 83; los estu- Pueblos Coloniales, 31 contra la humanidad
40 dios culturales y las, 87, Declaración Universal de
Colón, Cristóbal, 16 88; los estudios de com- los Derechos Huma- descolonización, 27
colonialismo, 15-46; acep- plejidad y las, 87, 88; te- nos, 28,29 desruralización, 74-75
tación global del, euro- oría del medio no ex- democracia, 12, 13, 42, 43, determinismo, 69, 87
peo, 47; en el Nuevo cluido y, 104 44,95 dictaduras, 30
Mundo, 15-25; en la Consejo de Indias, 18, 46 Demócrates primero, o De la discurso del poder: convo-
India británica, 25-27; Consejo Nacional Pales- compatibilidad entre la cación al universalismo
revoluciones en contra tino, 60 milicia y la religión cris- en el, 11-14; el universa-
116 INDICE ANALITICO ÍNDICE ANALITICO 117
lismo distorsionado por Einstein , Albert, 87 Freud, Sigmund, 52 lonial británico en la,
el, 12 encomienda, sistema de, fundamen talismo, 98 26-27
discurso, concepto del, 55 17-18 gan ancias, 72-73 infraestructura económica,
dominación: contacto vs., Engels, Friedrich, 52 Gandhi, Mahatma, 27 75-76
49; legitimación de la, Entebbe, rescate en, 30 globalización, 11 , 36 Inquisición, 35
92-93, 95, 97; uso de la España, 17, 18,35,59;con- Gran Bretaña, 11, 27, 43; insumos, como costo de
fuerza y, 92-95 quistas de, en el Nuevo régimen colonial de la, producción, 73, 75-76
Mundo, 16-25, 93-95; en la India, 26-27 intelectuales, 102-1 06;
economía neoliberal, 12, sistema de encomienda Guatemala, 18 papel de los, 103-106
77 de, 17-18 guerra al terrorismo, 95 intervención, 15-46, 97;
economía-mundo: crisis Estados Unidos, 11, 29, 39, como el deber de casti-
estructural de la, 73, 40; véase también guerra Helsinki Watch , 29 gar, 37-38, 41-42; con-
77, 85, 91; debate inte- contra Iraq Helsinki, Acuerdos de, 29 flicto en los Balcanes e,
lectual sobre la morali- estructuras burocráticas, historización, 105 33, 37-38, 39, 40-42; de-
dad de, 16; véase tam- de civilización más avan- Holanda, 49 rechos humanos e, 27-
bién debate Sepúlveda- zada, 47-48; las universi- holocausto, 61 32, 34-36; el derecho
Las Casas; el capital y dades como, 78-79 humanidades, 81-85, 101 ; natural y la, 15, 30, 33,
la, 71-72; el desplaza- estudios culturales, 87-89 ciencia vs., 81-85; espe- 35,37,44,45,63,88;el
miento de la produc- euroce n trismo antieuro- cialización en las, 82- principio del daño mí-
ción y la, 74-75; el ex- céntrico, 65 84; los estudios cultura- nimo y la, 23, 41-42; hu-
pansionismo y la, 15- expansionismo: descone- les y las, 87, 88; verdad manitaria, 34-36;
16; e l neoliberalismo y xión entre la realidad universal y las, 99-102 Kouchnersobre la,34-
la, 12, 77; el sistema del, y sus j ustificacio- humanismo secular, 80 36; la cuestión de la j u-
universitario y la, véase nes, 15-16; difusión de humanismo, 68, 80 risdicción y la, 22, 38-
universidades; la in- la civilización como jus- Hussein, Saddam, 36, 41, 42 4 1; la guerra contra e l
fraestructu ra y la, 75- tificación para e l, 15; hutus, 33 terrorismo y la, 95; las
76; las estructuras del en dirección a Asia, ONG y la, 28, 33; libre al-
saber y la, 77-78; las ma- véase orientalismo; los ideas, poder de las, 92-107 bedrío e, 25; poderío
terias primas y la, 75-76; "bárbaros" y los euro- iglesia católica, 22, 23, 78 militar e, 29-30, 48, 92,
los costos de produc- peos, 15-46; y la cons- Ilustración, 52, 68, 69, 98; 95; rescate en Entebbe
ción y la, 73-77; tenden- trucción de la econo- véase también civiliza- e, 30; tensión entre so-
cias seculares en la, 72, mía-mundo, 15-16 ción occidental beranía e, 34-36; véase
73 imperio inca, 16 también debate Sepúl-
Edad Media, 77 Felipe II, rey de España, imperio otomano, 47 veda-Las Casas
educación, 79, 97; véase 18 impuestos, como costo de Iraq, 11 ,34,35,36,40,42,
también conocimien to, filosofía, ciencia y, 80-83 producción, 73, 76 43; véase también guerra
estructuras del; univer- Foucault, Michel, 55 incesto, tabú del, 62 contra Iraq
sidad Francia, 31, 32, 102 India, 47, 96; régimen co- Iraq, guerra contra; la cues-
118 ÍNDICE ANALÍTICO íNDICE ANALÍTICO 119
tión de la jurisdicción y Macedonia, 32 Orientalism (Said), 51-53, producción, 73-74, 76,
la, 39-41; invasión nor- Marx, Karl, 52 61-62,66 79
teamericana en, 34, 36, materias primas, 75-76 Orientalism in crisis" poder: de las ideas, 92-107;
39,41 Médicos sin Fronteras, 28, (Abdel-Malek), 51-52 discurso del, 11-14, 12;
Israel, 60; rescate en En- 34 orientalismo,47-67, 68-69, giro en el, geopolítico,
tebbe e, 30 medios, 11 92, 96-99, 100; Abdei- 58-61; militar, 20,29-30,
meritocracia, 99 Malek sobre el, 51-52, 47-48, 92-93, 95
Jemer Rojo, 30 Milosevié, Slobodan, 36, 58; como choque de ci- política exterior, visión rea-
judíos, 22 39 vilizaciones, 98; como lista de, 28
jurisdicción: en el debate modernidad, 49-50, 64-65, estilo de pensamiento, poscolonialismo, 54
Sepúlveda-Las Casas, 96 51-53, 55, 58; el relati- posmodernismo, 54, 61
22-23, 39-40; interven- Montesquieu, barón de, vismo radical y e l, 63- producción, 78; costos de,
ción y, 22, 38-40; la gue- 48,54,66 64; giro político y el, 72-77; desplazamiento
rra contra Iraq y la movimientos de liberación 51-52; hipocresía del, de la, 73-76
cuestión de la, 39-40 nacional, 27, 58, 61, 66 96; impugnado por el progreso, 69, 97
mundo árabe-islámico, universalismo cientí- pueblo, derecho de sobe-
Kosovo, 11,33,34,36,42 véase Oriente Medio fico, 68; la ciencia y la ranía del, 31, 84
Kouchner, Bernard, 34-36 musulmanes, 22, 41 decadencia del, 98-99;
kurdos, 41 la economía-mundo y racismo, 51, 107
Naciones Unidas, 27, 31, el, 66; la modernidad y Reagan, Ronald, 29
"La ciencia como voca- 32, 34; doctrina de no e l, 49-50, 64-65; la revo- rehenes, toma de, 30
ción" (Weber), 103 interferencia de las, 27; lución mundial de relativismo moral, 22
"La política como voca- los derechos humanos 1968yel, 59, 61, 66, 85; relativismo radical, 63-64
ción" (Weber), 103 y las, 27-28, 31-32, 40 las zonas de civilización relativismo: moral, 22; ra-
Las Casas, Bartolomé de, nazismo, 51 avanzada y el, 47-49, 50; dical, 63-64
16n, 17-18, 20n, 43-46, Nehru,Jawaharlal, 27 revisión crítica del, 58- Revolución francesa, 84
47, 57, 60; véase también Newton, Isaac, 69, 87 62; Said sobre el, 52-55, revolución mundial de
debate Sepúlveda-Las no intervención, doctrina 58-61, 65-66 1968,59,61,66,85
Casas dela, 27 Oriente Medio, 51, 55, 60; Ruanda,11 ,33,35
Le Droit d'Ingérence, 33 occidentalismo, 65 véase también Persia Rusia, 40; véase también
legitimidad, 92-93, 95, 98 Organización de Libera- Oslo, Acuerdos de, 60 Unión Soviética
Leyes Nuevas (Carlos V), ción Palestina (OLP), 60
17-18 Organización del Tratado particularismo, 56-57, 66- Said, Edward, 52-55, 58-61,
liberalismo, 71 del Atlántico Norte 67,92 65-66
Liberia, 33 (OTAN), 39-40 Paulo III, papa, 17 segunda guerra mundial,
libre albedrío, 25 organizaciones no guber- Persia, 47, 48; véase también giros políticos después
limpieza étnica, 38, 42 namentales (ONG) , 28, orientalismo de la, 51
Losada, Ángel, 20n 33 personal, como costo de Senegal, 102
120 lNDICE ANALlTICO ÍNDICE ANALÍTICO 121
Senghor, Léopold-Sédar, universalismo científico, 79; sistema de profeso- Weber, Max, 103
101 68-91; el conflicto hu- rado de las, 85
Sepúlveda,Juan Ginés de, manidades-ciencia y el, Yugoslavia, 32, 36
18-21, 23, 25, 31-33, 35- 80-84; las ciencias so- valores universales, 11-14,
37,41-42,46,47,57,93- ciales y el, 77, 84-85, 56; falsa neutralidad de zonas de civilización avan-
96; véase también debate 89-90, 104; raíces del, los valores y los, 103; zada, 47-49, 50; estruc-
Sepúlveda-Las Casas 68-69; véase también co- múltiples definiciones turas burocráticas de
Serbia, serbios, 32, 33, 36, nocimiento, estructu- de los, 62-63 las, 47-48; ignorancia
40,42 ras del verdad universal, 11 , 12, occidental acerca de
servicios de salud, 76 universalismo: científico, 13, 99-100 las, 48-49
sexismo, 107 véase universalismo Vietnam, 30
Sierra Leona, 33 científico; convocación
soberanía: de los pueblos, al, en el discurso del
31-32, 84; li mpieza ét- poder, 11-14; debilidad
nica y, 38, 42; tensión del, humanista, 68; dis-
entre intervención y, torsionado por el dis-
34-35 curso del poder, 12; el
Sociedad de Cultura Afri- orientalismo impug-
cana, 102 nado por el, científico,
Sublimis Deus (Paulo III), 92; giro geopolítico del
17 poder y el, 58-62; parti-
Sudán,33 cularismo y, 56-57, 66,
67; pugna entre el, eu-
Tanzania, 30 ropeo y el universal, 13;
teoría del medio no ex- valores compartidos y
cluido, 104 el, véase valores univer-
terrorismo, 11 , 40-41; gue- sales; variedades de lla-
rra al, 95 mados al, 12
toxificación, 76 universidades, 77-80, 89;
trabajo, 71 "secundarización" de
Trouillot, Michel-Rolph, las, 86; comercializa-
37n ción de las, 85-86;
tutsis, 33 como instituciones bu-
rocráticas, 77-78; espe-
Uganda, 30 cialización en las, 82-
Unión Europea, 35,39 83; expansión de las,
Unión Soviética, 29; des- 79-80; la producción de
plome de la, 32 conocimiento y las, 78-
ÍNDICE

AGRADECIMIENTOS 9

INTRODUCCIÓN: lA POLÍTICA DEL UNIVERSALISMO


HOY 11

l. ¿INJERENCIA EN LOS DERECHOS DE QUIÉN?


VALORES UNIVERSALES VS. BARBARIE 15

2. ¿SE PUEDE SER NO ORIENTALISTA?


PARTICULARISMO ESENCIALISTA 47

3. ¿CÓMO SABER lA VERDAD?


UNIVERSALISMO CIENTÍFICO 68

4. EL PODER DE LAS IDEAS, LAS IDEAS DE PODER:


¿DAR Y RECIBIR? 92

BIBLIOGRAFÍA 109

ÍNDICE ANALÍTICO 113

[123]
Otros títulos del autor
publicados por siglo XXI

El moderno sistema mundial, 3 volúmenes


(1979-1998)

El capitalismo histórico (1 988)

Abrir las ciencias sociales. Informe de la


Comisión Culbenkian para la reestructuración de
las ciencias sociales (1996)

Después de/liberalismo (1996)

lmpensar las ciencias sociales (1998)

Utopística o las opciones históricas del siglo XXI


(1998)

Conocer el mundo, saber el mundo: el fin de lo


aprendido (2001)

Estados Unidos confronta al mundo (2005)

Análisis de sistemas-mundo. Una introducción


(2006)

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