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1 La fe es como aferrarse a lo que se espera, es la certeza de cosas que no se pueden ver.

2 Esto mismo es lo que recordamos en nuestros antepasados.

Por la fe entendemos que las etapas de la creación del universo fueron dispuestas por la
palabra de Dios, de modo que el mundo visible o terrenal fue hecho de lo que no se veía.

Hebreos 11:1 - 3 [BLA]

De Jehová es la tierra y su plenitud; El mundo, y los que en él habitan, pues él la edificó sobre
los mares, y la puso más arriba que las aguas.

3 ¿Quién subirá a la montaña del Señor? ¿Y quién estará en su lugar santo?

Aquel de manos limpias y de puro corazón, el que no pone su alma en cosas vanas ni jura con
engaño.

5 Ese obtendrá la bendición del Señor y la aprobación de Dios, su salvador.

Así como la generación de los que le buscan, de los que buscan su rostro, ¡Dios de Jacob!

Salmos 24:2 - 6 [BLA]

3 Piensen en el ejemplo de Jesús. Mucha gente pecadora lo odió y lo hizo sufrir, pero él siguió
adelante. Por eso, no debemos de rendirnos ni desanimarnos,

4 pues en su lucha contra el pecado todavía no han tenido que morir como él.

5 Pero ustedes parecen haberse olvidado ya del consejo que Dios les da a sus hijos en la Biblia:
<<Hijo mio, no tomes las instrucciones de Dios como algo sin importancia. Ni te pongas triste
cuando él te reprenda.

6 >>Porque Dios corrige y castiga a todo aquel que ama y que considera su hijo.>>

7 Si ahora ustedes están sufriendo, es porque Dios los ama y los corrige, como si fueran sus
hijos. Porque no hay un padre que no corrija a su hijo.

8 Si Dios no los corrige, como lo hace con todos sus hijos, entonces ustedes no son en verdad
sus hijos.
9 Cuando éramos niños, nuestros padres aquí en la tierra nos corregían, y nosotros los
respetábamos. Con mayor razón debemos obedecer a Dios, que es nuestro Padre que está en el
cielo, pues así tendremos vida eterna.

10 Cuando éramos niños, nuestros padres nos corregían porque pensaban que eso era lo mejor
para nosotros. Pero Dios nos corrige para nuestro verdadero bien, para hacernos santos como
él.

11 Desde luego que ningún castigo nos gusta en el momento de recibirlo, pues nos duele. Pero
si aprendemos la lección que Dios nos quiere dar, viviremos en paz y haremos el bien.

12 Por todo eso, no debemos dejar de confiar totalmente en Dios. Si la vida es como una
carrera, y ustedes tienen ya cansadas las manos y débiles las rodillas, cobren nuevas fuerzas.

13 Corran por un camino recto y parejo, para que el pie que esté cojo se sane y no se tuerza
más.

14 Traten de vivir en paz con todos, y de obedecer a Dios; porque si no lo hacen, jamás verán al
Señor.

15 No dejen que nadie se aleje del amor de Dios. Tampoco permitan que nadie cause
problemas en el grupo o en la familia, porque eso les haría daño; ¡sería como una planta
amarga, que los envenenaría!

16 Ninguno debe ser fornicario, ni despreciar a Dios. Eso fue lo que hizo Esaú, pues cambió sus
derechos de hijo mayor por un plato de comida,

17 y cuando quiso que su padre le reconociera esos derechos, él no se los reconoció. Esaú lloró
mucho, pero ya no había nada que hacer.

Hebreos 12:3 - 18 [TLA]

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