Professional Documents
Culture Documents
Los poderes Legislativo y Judicial nos cuestan muy caros, en general toda la
burocracia mexicana. Hay impunidad, cuando una persona viola la ley y no sólo no
hay consecuencias sino que los márgenes de rentabilidad son tan altos y el riesgo
es mínimo.
Considero que este fenómeno nos implica como sociedad activa ya que la
problemática que nos enfrentamos es muy difícil de radicar, pues nuestros propios
representantes políticos están envueltos dentro de ésta.
El priista Enrique Peña Nieto no sólo sumó a las faltas de su predecesor “la
represión social” contra grupos que buscaban detener las violaciones masivas a
derechos humanos; también se metió a negociar con grupos criminales. El
resultado: más fosas y más desapariciones forzadas.
En marzo de 2016, el gobierno de Enrique Peña Nieto, por medio del Secretariado
Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, admitió que la cifra creció a
28 mil 161 personas. A ellas habría que sumar las 43 desapariciones forzadas de
los estudiantes de Ayotzinapa.
Ellos fueron quemados vivos por el grupo criminal Guerreros Unidos, según “la
verdad histórica” construida por Tomás Zerón cuando fue titular de la Agencia de
Investigación Criminal de la Procuraduría General de la República. Hoy, este
El autor, plantea, debe haber una prevención social y una prevención de corrupción
política para evitar la filtración del crimen organizado en las listas de candidatos a
cargos de elección popular en todos los niveles, ya que de esta manera no lograría
mezclarse los corruptos en el poder político.
Así mismo comenta que si no se limpia el Estado sucio, advierte, la corrupción
aumenta exponencialmente a nivel operativo. Y pone un ejemplo: cuando Genaro
García Luna estuvo al frente de la Agencia Federal de Investigación, los policías
federales ya estaban corrompidos porque él era uno de los principales que se
encargaba de ofrecer mejor salario si se unían a la delincuencia organizada esto
significaba que debían de trabajar para ellos, protegiéndolos de los mismos
compañeros del gobierno.
Lo que hoy tiene México es represión sucia con desapariciones forzadas, gente
colgada en las calles, comandos de la PF secuestrando a sus propios compañeros,
activistas sociales. Calderón nunca entendió que con un Estado fragmentado y
sucio era imposible combatir a la delincuencia organizada, en este clima de
impunidad y corrupción, pequeños pedazos de la PF trabajan para grupos
criminales, como el Cártel de Sinaloa; otros se alinean con Los Zetas o con La
El autor de esta obra comenta sobre las desapariciones donde participa el crimen
organizado son por disputas territoriales, como en Durango. Cuando sucedió, en las
convenciones internacionales lo consideraron “un conflicto armado”, pues algunos
elementos del Estado se alinean con alguno de los bandos, mientras la población
civil queda en medio de los enfrentamientos y la cual sufre las consecuencias de
ambos.
El mismo autor menciona que el Estado mexicano para lograr procesar los casos, e
imponer castigos y obtener la desmantelación de redes criminales, la tasa de
homicidios es que debe lograr reducir al grupo criminal que se adueña del territorio,
Recuerda que en los ochenta había una “pirámide de comando y control” del
gobierno federal. El crimen organizado formaba parte de ella, pero durante la
pretendida “transición democrática” se desmantelaron las instituciones autoritarias.
Lo grave de todo esto es que no se sustituyeron por una mejores donde podrían
logar mejores resultados. Y pone como un ejemplo: Lo que hizo Vicente Fox con el
Centro de Investigación y Seguridad Nacional no fue sustituirlo por una policía
democrática. Además, en las entidades siguen los mismos jueces. Con esa pirámide
de comando de control desquebrajada, el crimen organizado comenzó a financiar a
los políticos y a imponer policías y funcionarios corruptos, y de esta manera el
crimen organizado se fue mezclando con el mismo gobierno.
También hay grupos que cometen desapariciones forzadas. “Forman parte del
Estado y los conforman policías estatales. Ellos son los que cavan las fosas,
extorsionan gente, asesinan”. Cita el caso de Chiapas, donde un pedazo del Estado
trata de imponer la ley a otro pedazo del Estado, acorralando a fiscales y
deteniéndolos. Y esto es difícil de resolver porque no está sujeto a una orden de
Los Pinos, el expresidente Peña Nieto era un cero a la izquierda, el cual no tenía
poder para poder ejercer ya que los grupos criminales decidían por él.
El autor de la obra insiste que Peña Nieto continuó con los errores de Calderón en
la persecución al crimen organizado, y además lo hizo sin implementar ninguna
medida de control patrimonial ni de prevención para atacar la corrupción política.
Pero peor aún, este presidente “se metió a negociar con los grupos criminales,
como en Michoacán. Ahí neutralizó a los grupos sociales que defendían a la
población. Con ello agregó a los errores de Calderón la represión a los grupos
sociales y la entrega incondicional de territorio (a los criminales)”.
Recomienda que, una vez organizados, deben “rodear el Congreso”, ejercer presión
para que las autoridades respondan por los desaparecidos. Dice que un ejemplo
digno es el de los padres de los normalistas de Ayotzinapa, a quienes el gobierno
de Peña Nieto no ha podido dividir. Este sería uno de los casos con mayor
relevancia ya que ni el gobierno mismo ha logrado su propósito el de que los padres
se dividan e intente de resolver el problema de una manera individualizada.
“Ellos han tenido la mejor práctica internacional, apoyo en Europa. Han hecho
escándalo mediático. Ya pusieron en jaque al gobierno. Tarde o temprano su caso
va a llegar a la Corte Penal Internacional.” Y esto se ha logrado porque existe una
unidad con un mismo fin, el de descubrir el verdadero culpable de esta infame
tragedia, y además de aclarar todas las mentiras que el mismo gobierno ha
fabricado ante estos estudiantes normalistas
México tiene una corrupción tan grande que ni siquiera puede organizarla y tener
una reacción ante este fenómeno, lo que genera vacíos de Estado, porque pisó una
mina y esa mina explotó, provocando una corrupción generalizada y desorganizada
que ni el mismo gobierno puede controlar, eso dice este especialista reconocido a
nivel mundial.
Más que nada eso es lo que traspasó Calderón Hinojosa a Peña Nieto, sostiene.
Hoy, advierte, que pedazos de gobierno han caído en manos de delincuentes,
gobernadores, empresarios, policías.
www.proceso.com.mx/456522/mexico-en-vacio-poder-llena-la-delincuencia-
buscaglia.
WWW.megustaleer.mx/libros/vacos-de-poder-en-mxico/MMX/003606/fragmento
www.sinembargo.mx/04-11-2013/802236