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Texto Paralelo
Convenio Regional sobre Cambios Climáticos - Fitosanitario
Las partes contratantes de la CIPF aceptan tanto los derechos como las
obligaciones. El texto revisado de 1997 estipula dichos derechos y obligaciones más
claramente que las versiones anteriores de la Convención. Entre los derechos
reconocidos por la Convención está el que los países tienen la autoridad soberana
para utilizar las medidas fitosanitarias con el fin de reglamentar la entrada de plantas
y productos vegetales y otros objetos o materiales capaces de albergar plagas de
las plantas. Los países pueden rechazar la entrada, exigir tratamiento o especificar
otros requisitos para el material reglamentado. Así mismo, ellos tienen el derecho
de aplicar acciones de emergencia ante la detección de una plaga que represente
una posible amenaza a sus territorios. Al aplicar las medidas fitosanitarias, las
partes contratantes tienen obligaciones que cumplir con los principios de la
Convención de necesidad, justificación técnica y transparencia. Por ejemplo, los
requisitos fitosanitarios deben estar científicamente justificados, en consonancia
con el riesgo de plaga y limitar en todo lo posible el impedimento al comercio y
tránsito internacional. Otras responsabilidades de acuerdo con la CIPF incluyen la
modificación de medidas si las condiciones cambian y provisión de información
relevante a las partes afectadas. Entonces, ¿cuáles son los beneficios de la
aceptación (o adhesión) a la Convención internacional de protección fitosanitaria
para las partes contratantes? Las partes contratantes se benefician a través de una
variedad de medios: por ejemplo, mediante convenios comerciales internacionales,
la fijación de normas, la asistencia técnica, la solución de controversias y el
intercambio de información. Algunos de estos beneficios se mencionan a
continuación.
Convenio Regional sobre Cambios Climáticos
Los Estados partes del convenio, deben cumplir con el objeto de protección de los
sistemas climáticos en beneficio de las generaciones presentes y futuras, sobre la
base de la equidad y de conformidad con sus responsabilidades y sus capacidades,
y de esta forma, asegurar que la producción de alimentos no se vea amenazada y
permitir que el desarrollo económico de los Estados continúe.
• Con relación a la Legislación, Costa Rica, el Salvador y Panamá tienen leyes que
tratan temas necesarios para el manejo y protección de los humedales.
Con la firma de este tipo de convenios regionales, El Salvador cumple con uno de
los propósitos de la Convención de las Naciones Unidas para el Cambio Climático:
De promover la conservación de las condiciones climáticas, la cual, requiere de la
voluntad de todos, y de la cooperación externa, regional y mundial, en adición a los
esfuerzos que las naciones del Istmo Centroamericano desarrollen.
También podemos destacar que la firma del convenio regional, es un avance
regional en la temática de cambio climático, ya que nos obligamos a la protección
regional de los ecosistemas terrestres y acuáticos, que a su vez nos conlleva a la
protección y preservación de la especie humana.
“En el ámbito nacional los modelos sobre el cambio climático son muy inexactos o
varios de éstos han basado sus predicciones en los cambios de la productividad”.
“Se ha interpretado los escenarios basados en los sistemas de Holdridge, que hace
referencia a un sistema climático que predice las formaciones vegetales y los tipos
de plantas que responden a diferentes condiciones de insolación, pero se trata de
una definición todavía muy corta de lo que realmente puede implicar el cambio
climático para Guatemala”, opinó el biólogo Claudio Méndez, Jefe del departamento
de Ecología y Ciencias Ambientales de la Escuela de Biología de la USAC. Méndez
indicó: "Puede ser que Guatemala sea un país en el cual el cambio climático
implique incrementos serios de la lluvia en unos lugares o la desertificación en los
lugares que ya, por la geomorfología, están ubicados como sitios semiáridos y que
realmente se conviertan en sitios con una aridez más amplia, pero es difícil saber sí
esa será la respuesta exacta al cambio climático".
En Guatemala los sitios que ya son vulnerables, probablemente van a ser más
vulnerables con estos cambios. En el país, la problemática socioeconómica
asociada a los efectos de la desertificación y sequía, alcanzó su punto más alto en
el 2002, cuando en los municipios de Jocotán y Camotán, del departamento de
Chiquimula, se observaron eventos extremos de hambruna, causados por períodos
prolongados de sequía que originaron un estado de calamidad. Lo ocurrido fue una
clara exposición de los impactos que recaen sobre la sociedad producto de la
degradación del ambiente y los recursos naturales, además de otros factores de
socioeconómicos. En su momento, la situación de hambruna obligó a las
autoridades estatales a tomar medidas urgentes, las cuales permitieron atender la
emergencia. En el mismo contexto, se priorizaron 108 municipios en situación de
pobreza y extrema pobreza, hacia los cuales se orientaron esfuerzos
interinstitucionales de prevención y mitigación de la inseguridad alimentaria. Los
esfuerzos de tipo sistémico incluyeron: la Política Nacional de Seguridad Alimentaria
y Nutricional, la creación de la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional.
Guatemala como lo revelan distintos estudios, tanto gubernamentales como
académicos, es un país de relieve complejo y mucha de la distribución de los
recursos está íntimamente relacionada con el manejo de las cuencas. Hay
coincidencia en señalar que en el caso guatemalteco, los impactos del
calentamiento global sobre las fuentes de agua son graves. En los últimos años, las
inundaciones y devastación por tormentas y huracanes en zonas costeras han sido
más frecuentes y cada vez más la seguridad alimentaria está en riesgo, socavando
el derecho a la alimentación.
Fito Sanitario
La Convención internacional de protección fitosanitaria (CIPF) es un tratado
internacional relacionado con sanidad vegetal. La finalidad de la CIPF es actuar
eficaz y conjuntamente para prevenir la diseminación e introducción de plagas de
plantas y productos vegetales, y promover medidas apropiadas para combatirlas.
La Convención fue aprobada por la Conferencia de la Organización de las Naciones
Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) en su Sexto Período de Sesiones
en 1951. En el año 2001 había 117 partes contratantes de la CIPF. La versión actual
de la Convención se remonta al año 1979, pero una versión más reciente (1997) se
encuentra en el proceso de aprobación por las partes contratantes. La misma
entrará en vigor 30 días después de la aprobación por dos tercios de las partes
contratantes de la CIPF. La revisión armoniza la Convención con el Acuerdo sobre
la Aplicación de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias (el Acuerdo de MSF) de la
Organización Mundial del Comercio (OMC).
• Las obligaciones de acuerdo con la CIPF son coherentes con las del Acuerdo
de MSF de la OMC y complementan al mismo.
• cumple con las obligaciones establecidas según el Artículo 3.4 del Acuerdo
de MSF con respecto a la participación en organizaciones internacionales de
fijación de normas;
Asistencia técnica
Intercambio de información
Productos Fitosanitarios
Los productos fitosanitarios son medios imprescindibles para la producción agrícola,
tanto bajo los sistemas convencionales de agricultura, como bajo otros sistemas de
agricultura, como la integrada o la ecológica, pues los estragos potenciales de las
diferentes clases de plagas, determinarían la inviabilidad de muchos cultivos en las
zonas de producción de mayor interés económico y social e incluso la posibilidad
de mantener almacenadas las cosechas.
En consecuencia el Estado aplica los mecanismos necesarios para que sólo puedan
comercializarse aquellos productos fitosanitarios que sean útiles y eficaces para
combatir las plagas, pero que no comporten otros riesgos colaterales. Para que un
producto pueda comercializarse debe estar autorizado previamente e inscrito
necesariamente en el Registro Oficial de Productos Fitosanitarios
Esta versión de la página web ha sido diseñada para cubrir las necesidades de
información de todos los sectores involucrados en el entorno de los Productos
Fitosanitarios: fabricantes, comercializadores, usuarios y aplicadores. Se ha optado
por un diseño simple y eficaz para que pueda ser utilizada sin dificultades por
cualquier tipo de usuario.
Consta de 5 apartados que permiten obtener información sobre los productos
fitosanitarios autorizados en España, sustancias activas homologadas para su
fabricación, instrucciones para el registro de productos fitosanitarios y límites
máximos de residuos en productos vegetales y documentos sobre el reconocimiento
oficial de ensayos.
El apartado de productos fitosanitarios contiene 4 menús que permiten realizar
búsquedas de productos fitosanitarios por el número de registro, nombre comercial,
sustancia activa, cultivo y cultivo/plaga, permitiendo también la consulta de los
movimientos que se han producido en el Registro de Productos Fitosanitarios entre
dos fechas. Como las bases de datos no permiten asegurar que los barridos
informáticos analicen detalles tales como ciertas restricciones excepcionales que
eventualmente puedan incluir las autorizaciones, se ha previsto que el usuario tenga
la posibilidad de tener en pantalla una visualización de la resolución completa de la
inscripción en el Registro del producto seleccionado con todos los
condicionamientos específicos establecidos.
Los gases de invernadero más importantes son: vapor de agua, dióxido de carbono (CO2)
metano (CH4), óxido nitroso (N2O) clorofluorcarbonos (CFC) y ozono (O3).
concentración Crecimiento
gas fuente
actual (ppm*) anual (%)
vapor de agua -evaporación variable -
-combustión de carburantes fósiles
dióxido de (petróleo, gas, hulla) y madera
353 0.5
carbono
-erupciones volcánicas
-descomposición anaeróbica de
vegetales en tierras húmedas
(pantanos, ciénagas, arrozales)
metano 1.7 0.9
-combustión de biomasa
-venteo de gas natural
-prácticas agrícolas (uso de
fertilizantes nitrogenados)
óxido nitroso 0.31 0.8
-combustión de carburantes fósiles
-origen sintético (propelentes de
clorofluocarbonos 0.00028 - 0.00048 4.0
aerosoles, refrigeración, espumas )
ozono troposférico -combustión de carburantes fósiles 0.02 - 0.04 0.5 – 2.0
Dado que aún no se conocen mecanismos dentro del sistema Tierra-atmósfera, que
contrarresten el efecto de calentamiento asociado al aumento de la concentración de los
gases de invernadero, es importante establecer controles sobre las emisiones
antropogénicas de estos gases y la búsqueda de sustancias alternativas que permitan su
reemplazo en algunas actividades.
"Somos parte del problema del calentamiento global y, sobre todo, vamos a recibir
sus efectos", afirmó el científico castellanos. La mayor variabilidad de la temperatura
aumenta las amenazas de inundaciones, deslaves y sequías, agravando problemas
de salud y daños en las infraestructuras del país, añadió.
En su opinión, los proyectos para reducir gases invernadero en este país, que tiene
51 por ciento de su población en la pobreza, pueden ser una fuente de ingresos a
través del mercado del carbono, "ya que pueden ser vendidas a naciones que estén
obligadas a cumplir con los objetivos de disminución del Protocolo de Kyoto", y
pueden aumentar la calidad de vida de los guatemaltecos.
El Protocolo de Kyoto, en vigor desde 2005, obliga a todos los países industriales
que lo ratificaron a abatir sus gases invernadero antes de 2012 y establece
mecanismos para que una parte de esas reducciones se alcance mediante
inversiones en proyectos limpios en países en desarrollo.
"Sólo la tormenta Stan afectó a 31 por ciento de la población y seis por ciento de la
infraestructura de salud y tuvo impactos directos en la economía del país", recordó
el investigador. Es necesario entender que el calentamiento no es sólo un problema
ambiental, sino de salud, seguridad alimentaria, infraestructura y, en definitiva, de
seguridad ciudadana.
"Tenemos que educarnos sobre cómo podemos ser afectados por el cambio
climático", consideró, y apostó por "políticas de Estado claras que se traduzcan en
acciones concretas".
También hizo un llamado a "la solidaridad con los más vulnerables para un
desarrollo humano más equitativo".
En las zonas rurales, hasta 80 por ciento de los habitantes son pobres.
Rohr llamó a los países ricos a asumir su responsabilidad en este problema, pero
consideró que las naciones en desarrollo también tienen un poderoso papel que
desempeñar.
"Guatemala contribuye poco a generar el problema, pero podría hacer mucho para
mitigarlo", afirmó el representante del PNUD, convencido de que "ser responsable
frente al cambio climático es sumar competitividad".
De acuerdo con el informe del PNUD, Guatemala ocupa el puesto 118 entre 177
países, el último lugar en América Latina en el Índice de Desarrollo Humano (IDH),
que se obtiene con datos de expectativa de vida, educación y producto interno bruto
por persona.
Esquema del efecto invernadero mostrando los flujos de energía entre el espacio,
la atmósfera y superficie de la tierra. En esta gráfica la radiación absorbida es igual
a la emitida, por lo que la Tierra no se calienta ni se enfría. La habilidad de la
atmósfera para capturar y reciclar la energía emitida a la superficie terrestre es el
fenómeno que caracteriza al efecto invernadero.
El efecto invernadero es un proceso en el que la radiación térmica emitida por la
superficie planetaria es absorbida por los gases de efecto invernadero(GEI)
atmosféricos y es irradiada en todas las direcciones. Como parte de esta radiación
es devuelta hacia la superficie y la atmósfera inferior, ello resulta en un incremento
de la temperatura superficial media respecto a lo que habría en ausencia de los GEI.
La radiación solar en frecuencias de la luz visiblepasa en su mayor parte a través
de la atmósfera para calentar la superficie planetaria, emitiendo posteriormente esta
energía en frecuencias menores de radiación térmica infrarroja. Esta última es
absorbida por los GEI, los que a su vez reirradian mucha de esta energía a
la superficie y atmósferainferior. Este mecanismo recibe su nombre debido a su
analogía al efecto de la radiación solar que pasa a través de un vidrio y calienta un
invernadero, pero la manera en que atrapa calor la atmósfera es fundamentalmente
diferente a como funciona un invernadero de jardinería, que reduce las corrientes
de aire, aislando el aire caliente dentro del recinto, evitando la pérdida de calor
por convección aunque el efecto detallado sea algo más complicado.
Sin este efecto invernadero natural, la temperatura de equilibrio de la Tierra sería
de unos -18 °C . Sin embargo, la temperatura media de la superficie terrestre es de
unos 14 °C , una diferencia cercana a 33 °C que nos da una idea de la magnitud del
efecto.
Esquema del balance anual de energía del planeta Tierra desarrollado por
Trenberth, Fasullo y Kiehl de la NCAR en 2008. Se basa en datos del periodo de
marzo de 2000 a mayo de 2004 y es una actualización de su trabajo publicado en
1997. La superficie de la Tierra recibe 161 W/m2 de radiación solar y 333 W/m² de
radiación infrarroja emitida por los gases de efecto invernadero de la atmósfera,
haciendo un total de 494 W/m2. La superficie de la Tierra emite un total de
493 W/m2 entre radiación térmica, calor latente y calor sensible (396+80+17),
supone una absorción neta de calor de 0,9 W/m2, que en el presente está
provocando el calentamiento de la Tierra. Diferentes mediciones de las últimas dos
décadas indican que la Tierra está absorbiendo entre 0,5 y 1 W/m2 más que lo que
emite al espacio (ver texto)
En la atmósfera, el mantenimiento del equilibrio entre la recepción de la radiación
solar y la emisión de radiación infrarroja devuelve al espacio, aproximadamente, la
misma energía que recibe del Sol. Esta acción de equilibrio se llama balance
energético de la Tierra y define la temperatura media del planeta.
En un período suficientemente largo el sistema climático tiende a un equilibrio donde
la radiación solar entrante en la atmósfera está compensada por la radiación térmica
saliente. A toda alteración de este balance de radiación, ya sea por causas naturales
u originado por el hombre (antropógénico), se denomina un forzamiento radiativo y
supone un cambio de la temperatura de equilibrio. Mediciones de las últimas dos
décadas indican que la Tierra está absorbiendo entre 0,5 y 1 W/m2 más que lo que
emite al espacio. Este desequilibrio ha sido causado muy probablemente por el
aumento de la concentración de los gases de efecto invernadero. Como resultado,
el sistema climático se ajusta provocando los síntomas que asociamos
al calentamiento global: aumento de temperaturas superficiales, reducción de la
cubierta de hielo y subida del nivel del mar, principalmente.
Mecanismo del efecto invernadero
Ilustración del modelo simplificado de calentamiento global por el aumento de la
concentración de CO2 de 280 a 400 ppm. El cuadro de la izquierda muestra la
radiación no absorbida de la luz solar que incide sobre la superfice, que luego vuelve
a irradiar en el infrarrojo (IR). Se produce una fuerte absorción de IR debido a los
gases de efecto invernadero que la atmósfera calentada irradia de capa a capa
(representada por líneas horizontales). Cuando la atmósfera se vuelve tan delgada
que hay menos de un recorrido libre medio al espacio exterior para el IR, la
absorción cesa (capa etiquetada 255 K, 280 ppm). En este nivel, la temperatura es
de 255 K (-18ºC) y hay un equilibrio entre la energía irradiada desde la Tierra y la
recibida del Sol. Al agregar CO2 a la atmósfera, se reduce el valor del recorrido libre
medio hasta el espacio exterior y la emisión de radiación tiene lugar a una mayor
altitud (línea discontinua etiquetada 255 K 400 ppm). El cuadro de la derecha
muestra la temperatura (eje x) en función de la altitud. La temperatura en la
estratosfera es casi constante, pero varía linealmente a una altitud más baja con
una pendiente fija (gradiente térmico). El aumento de la altitud a la que se emite la
radiación al espacio desplaza el gradiente térmico a la línea discontinua a la dercha,
lo que aumenta la temperatura de la superficie de la Tierra.
Para mantener el balance energético del planeta, la misma cantidad
aproximadamente de energía tiene que ser devuelta al espacio.
La superficie terrestre emite radiación infrarroja que no puede escapar directamente
al espacio debido a la absorción de los gases de efecto invernadero. Estos gases
re-emiten de nuevo la radiación en todas direcciones, con lo que la parte de la
radiación sigue ascendiendo y la otra parte es devuelta en la dirección de la
superficie.
La radiación continúa ascendiendo por una atmósfera cada menos densa (por tanto
menos absorbente) y más seca y fría.
Aunque la radiación escapa al espacio desde distintas altitudes en la troposfera, el
efecto es equivalente a que el grueso de la radiación se emita desde una zona en
mitad de la troposfera a unos 5 km de altitud con una temperatura efectiva de -18 °C,
que es la temperatura de equilibrio que provoca una emisión térmica de unos 240
W/m², compensando la absorción de radiación solar.
El gradiente térmico de la atmósfera (-6,5 °C/km, fijado por la expansión
adiabática del aire en equilibrio hidrostático, establece una temperatura media
superficial a unos 14 °C unos 33 °C mayor que la temperatura de la zoma efectiva
de emisión, lo que nos proporciona una medida de la magnitud del efecto
invernadero
Podemos entender así el efecto invernadero como la traslación de la zona de
emisión efectiva desde la superficie hasta una altitud elevada de la atmósfera.