Sinopsis de la novela

AMARANTHON
Los Jardines Colgantes de Babilonia

Amaranthon, plantea como tesis, la vida marcada por la

longanimidad en la estirpe de la familia Monte-Pelo, contada por un
personaje (al principio) en primera persona, sin embargo se va
confundiendo en la misma medida de las limitaciones de este
personaje que se mantiene en el anonimato hasta final de la obra, de
no poder contar los detalles de la vida de los Monte-Pelo, quienes
cobran protagonismo en la persona de doña Justina, una ex monja de
retiro del convento de Las Hermanitas Descalzas quien al ir
envejeciendo y ya casi en estado senil, no hace otra cosa que ir
trazando la historia de su país (España) y sus experiencias en el
mundo religioso, la lucha con los instintos naturales de procreación,
las intrigas y los recuerdos de hechos pasados, marcados por un
lunar, una mancha en el cuerpo, como si fuera un Amaranthon en los
jardines colgantes en los muros de Babilonia, una planta de gran
valor y hermosura, rojiza, aterciopelada que adornaba la suntuosidad
de un imperio, como el imperio levantado por siglo de los Monte-
Pelo, hombres y mujeres de larga vida, sin embargo, sumidos en la
desgracia de los malos recuerdos imperdonables, la culpa y el
rencor; incestos, guerras enconadas, trozos de la historia en donde
participantes de ella, sumieron a naciones en la desgracia. Al no
poder encontrar cabida la finitud del narrador en primera persona,
nace como un dios entre los humanos, un narrador omnisciente, en
la necesidad de penetrar en la mente y el corazón de los sentimientos
de los personajes primarios y secundarios, para descifrar el enigma
de la vida llevada por los Monte-Pelo, justa figura este de la
conciencia, los hechos son narrados, con intencionalidad proscrita en
lo ontológico del ser humano, intercediendo por ellos, la marcada
tendencia de luchar contra sí mismo, las mujeres a los 40, combaten
contra las canas; tintes y colores, los hombres contra su virilidad,
viagra y masculinidad; machismo, pero todo tiene un principio y un
final del cual nos debemos, mientras la vida sigue y debemos
acostumbrarnos a los cambios: infancia, adolescencia y la vejez.
Entre sus relatos narrados, hay incrusto en la novela, vivencias del
autor, sátiras contra un gobierno que desdibuja corrientes pasadas de
anarquía, y el deseo de ver a su país, navegando sobre las aguas de
la corriente liberadora y democrática, con derechos legales y deberes
que cumplir según la ley recíproca de toda nación democráticamente
establecida, filosofía, religión… y mucho más, es el planteamiento
de esta obra literaria contada, narrada y escrita, cuya raíz. No es otra
cosa que la necesidad de plasmar sus rencores y sentimientos por su
tierra, que lo sumen en la desgracia. La novela consta de 345
páginas, aunque pudieran ser menos.