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COPOS de NIEVE
www.antarkos.org.uy
Número
55
Mayo 2019
Sentir la Antártida
www.antarkos.org.uy ARTE, CIENCIA, EDUCACIÓN, CULTURA
Copos de Nieve .
- Nº 55 – Mayo 2019
ISSN 2074-8574
COPOS DE NIEVE
Revista Digital de la
Nº 55
Mayo 2019
Asociación Antártica Uruguaya Antarkos
apoyando a Uruguay en la Antártida desde hace 20 años...
Fuentes
Oficina de RRPP del IAU
Presidencia de la República
Ministerio de Defensa Nacional
Fuentes varias de Internet
INDICE
EDITORIAL: 4
Plaza Exploración Antártica 6
Relevo de Autoridades en el Instituto Antártico Uruguayo 8
Vivir y trabajar en la Base Científica Antártica Artigas 10
Planta fotovoltaica en la Base Artigas 13
¿Qué rol cumplen los microorganismos en la Antártida? 15
Dos uruguayas a bordo del HMS Protector 21
Cooperación antártica 24
Entrevista al comandante del Vanguardia., por Leonardo Rossiello Ramírez 26
Historias de Marosa la foca curiosa, por Waldemar Fonres 36
Actividades del Grupo Interinstitucional en Educación Antártica 40
APECS Uruguay 44
Sentires Antárticos, 46
Proa al Mar, Proyección a la Antártida : 27 años 48
Mid-Winter 2019 49
Asociación Antarkos
Explorar la Antártida es un sueño para muchos y es una aventura difícil pero no imposible de
alcanzar. Explorar mundos desconocidos es posible si se participa de grandes emprendimientos pero
también si se emplea la imaginación. Un astrónomo observa y explora el universo a través de
vehículos que lo llevan a distancias inimaginables y puede hacer descubrimientos fantásticos sin salir
de su observatorio. Unos pocos astronautas, viajeros privilegiados representantes de la humanidad, tal
vez puedan algún día llegar a otros planetas, sin que por eso, los que exploran desde acá, abandonen
sus sueños de aventura.
Guiados por la curiosidad, la imaginación es la herramienta más poderosa del ser humano, capaz
de conducirlo a lugares insospechados, inhóspitos y extremos, como la Antártida.
Nuestro territorio, fue desde siempre el umbral a la Antártida, la tierra ignota, desconocida pero
imaginada por los griegos muchos siglos antes. Desde nuestros puertos de Montevideo y Maldonado,
salieron rumbo al sur, las primeras embarcaciones, que procurando la caza de la ballena o las pieles
de lobos marinos y focas, fueron llevando a osados marinos cada vez más lejos, hasta tomar contacto
con los blancos témpanos y los hielos eternos.
Desde Montevideo, zarparon luego expediciones que preparadas en lejanas tierras, se aventuraron
al sur, hasta descubrir la tierra firme que el blanco manto de la Antártida, pretendía esconder,
abriendo caminos a otros que llegaron a sus entrañas, trayendo a su regreso el relato de aventuras,
que ávidamente escuchadas, reinventándose, provocaron nuevas exploraciones.
En los años 20 de este Siglo XXI, celebramos el bicentenario de aquellas exploraciones pioneras y
desde nuestras costas, vislumbramos el resplandor del mítico sur que nos llama a seguir explorando a
través de las nuevas tecnologías, a través de la ciencia, el arte, la literatura, la música o hasta de un
viaje como turistas a regiones que antes eran veladas solo para los aventureros.
La exploración siempre será posible si tenemos abierta la imaginación a querer descubrir nuevos
universos. Por eso, construir un monumento en homenaje a la Exploración Antártica, es un hito que
nos debe orientar en el camino a la conquista de una utopía que está allí, esperando por nuestra
voluntad para conquistarla…
La asociación antártica uruguaya ANTARKOS, cumple sus primeros veinte años de vida y ha
tomado el desafío de organizar una campaña para obtener fondos para construir un monumento
alusivo a la Exploración Antártica en la plaza ubicada entre las calles Lieja, Espínola y Teniente
Botto, en la zona de Carrasco, en un espacio libre que antes tenía la denominación de Pioneros
Antárticos Uruguayos y que desde el 14 de mayo 2018, según la Resolución Nº 2129/18, de la
Intendencia Municipal de Montevideo, se llama Plaza Exploración Antártica.
El Instituto Antártico Uruguayo (IAU) informó que en los primeros días de mayo 2019, se puso
en funcionamiento la segunda planta fotovoltaica de la base científica antártica Artigas, mejorando
así “la capacidad de generación renovable a casi el 10% de la energía que se consume en el verano,
disminuyendo el empleo de combustibles fósiles e incrementando la autonomía de la base”.
En el proyecto participaron el Ministerio de Industria, Energía y Minería, UTE, el propio Instituto
Antártico, la empresa SmartGreen y la donación de equipamiento por parte de ABB. En esta ocasión
los paneles fueron instalados con soportes metálicos en el piso “optimizando el ángulo de elevación y
la orientación de los paneles para maximizar la generación eléctrica”. El diseño fue pensado también
para resistir las extremas condiciones del continente antártico, dado que los paneles deberán resistir
vientos de hasta 200 km/h.
El equipo de instalación fue integrado por los ingenieros Andreo Benech (UTE), Santigo
Nogueira y Luis Sequeira (SmartGreen Uruguay) y el Teniente de Navío (RN) Rafael Fraga (IAU).
INTERESANTE:, la producción de ambos paneles puede ser monitoreada en la sección Antártida
en Vivo del sitio del IAU
Fuente: www.iau.gub.uy.
Antártida?
Copos de Nieve - Nº 55 – Mayo 2019 14 www.antarkos.org.uy
¿Qué rol cumplen los
microorganismos en la Antártida?
h ps://ciencia.ladiaria.com.uy/ar culo/2019/3/que-rol-cumplen-los-microorganismos-en-la-antar da/
26 de marzo de 2019 | Ciencia y cultura—LA DIARIA
Por Leo Lagos
Una de las megaeditoriales científicas del mundo es Springer, empresa que edita la prestigiosa
revista Nature. Hace escasos días, en su colección Springer Polar Sciences, dedicada a “la
investigación en el Ártico, regiones subárticas y a la Antártida”, la editorial publicó el libro
electrónico El rol de los microorganismos en el ambiente antártico. Interesante de por sí, contiene un
atractivo especial: su coordinadora y editora es la docente e investigadora de la sección Bioquímica y
Biología Molecular de la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República (Udelar), Susana
Castro Sowinski.
El hecho no es sorprendente: dado que todos los países que tienen bases en la Antártida están
obligados a desarrollar investigación científica –aunque la mayoría son gestionadas por militares, son
bases científicas–, en la última década Uruguay incrementó su actividad de investigación en la Base
Antártica Científica Artigas, en consonancia con el crecimiento del sistema científico. Si bien Castro
hace años que hace investigación antártica, la publicación de este libro sirve para dejar en evidencia
que en el país no sólo hay investigadores con sus ojos e instrumentos apostados en el continente
blanco, sino también que la comunidad científica mundial mira a esos investigadores. Una vez más,
la frase de Clemente Estable entra en juego: “Con ciencia grande no hay país pequeño”.
La Dra. Susana Castro Sowinski es Investigadora Honoraria Asociada al IIBCE. mail: scastro@iibce.edu.uy
DE LA ANTÁRTIDA A URUGUAY
A bordo del HMS Protector: dos uruguayas cuentan cómo es la vida en el rompehielos
El barco británico visitó Montevideo y dejó a sus dos tripulantes voluntarias uruguayas
Por MARIANA MALEK - EL PAÍS - 23 de marzo 2019
Durante los últimos tres días, anclado sobre el muelle 5 del puerto de Montevideo permaneció el
HMS Protector, el único rompehielos de la Armada Real británica -y uno de los barcos que colaboró
en la búsqueda del submarino argentino ARA San Juan- que acaba de regresar de una expedición a la
Antártida, en la que llevó dos uruguayas a bordo.
Para tener acceso a este barco británico es necesario entender inglés, registrarse y escuchar atento
a las normas de seguridad. Hay que cuidarse en las escaleras, sostenerse siempre de las barandas,
prestar atención al cierre de las puertas y seguir al guía en todo momento, sobre todo en caso de
emergencia: son las básicas que se reciben nada más subir la rampa roja que conecta el muelle con el
barco. Según explica Claire Lees, responsable de logística del barco y relaciones públicas, la
tripulación tiene entre 21 y 53 años y normalmente hay entre 60 y 80 personas a bordo.
La propia Lees -originaria de Liverpool- es parte de la tripulación hace alrededor de ocho meses y
permanecerá en su puesto por un año más. Tiene dos hijos pequeños, a los que ve durante cuatro
semanas cada dos meses; es duro, pero la experiencia es única. Antes, trabajaba para una
organización que apoyaba a marineros retirados que no tienen trabajo o están enfermos.
Entre los tripulantes hay cuatro chefs, personal médico, investigadores, mayordomos y marineros.
Todos, además, tienen una o dos responsabilidades extra: bombero, operador de la grúa de
contenedores o especialistas en primeros auxilios. Matthew Syrett, oficial comandante y capitán del
navío real, cumplirá dos años como encargado del rompehielos a fin de año y asegura que lo que más
extrañará cuando deje el barco será a su tripulación.
A bordo del HMS Protector ha estado en la Antártida unas seis o siete veces y se considera un
privilegiado por ello: “Incluso las tripulaciones más caras del mundo puede que nunca vean algo
como lo que nosotros presenciamos en la Antártida, por lo que somos muy afortunados”, asegura.
En este último viaje, hubo un momento que “no tuvo precio”: “El barco estaba parado en el agua,
con todos los sonares apagados y alrededor de unas 15 orcas vinieron a nosotros. Estaban tan cerca
como para tocarlas. Las escuchábamos respirar y se movían alrededor del barco comiendo pingüinos,
lo que es un poco triste para los pingüinos pero es un real privilegio ver la naturaleza es su cruda
majestuosidad”, cuenta, mientras muestra el video de los cetáceos alrededor del barco.
Noelia Miraballes, de la
Armada Nacional, en su
puesto de trabajo en el
puente de mando del
HMS Protector.
Uruguayas a bordo.
No fue la primera vez que este rompehielos repostó en Montevideo, ya lo había hecho antes y la
última vez fue el pasado 21 de diciembre, cuando las tenientes Laura Paolino y Noelia Miraballes
subieron a bordo. Otros dos oficiales habían participado de la misión en los meses previos.
Noelia Miraballes, guardiamarina del Cuerpo General y jefa de departamento a bordo de la
Fragata ROU 01, fue una de las voluntarias uruguayas seleccionadas para viajar a bordo del HMS
Protector. Su vida estuvo marcada por los barcos desde su infancia: “Mi madre cuenta que desde muy
chica le decía que un día me iba a subir a un barco para conocer el mundo”, confiesa.
No fue su primer viaje a la Antártida, debido a que la teniente había ido al continente blanco en
2009 con la Armada Nacional a bordo de la Fragata ROU 04.
Sin embargo, esta experiencia fue diferente: “En este viaje entendí las cosas que se hacen en la
Antártida y pude ver por qué se hacen. Finalmente, comprendí lo importante de la conservación del
medioambiente allí y que el hombre no lo afecte”, sostiene Miraballes.
Fue una experiencia distinta, comenta. “Durante la primera pierna fuimos de Punta Arenas al
glaciar Thwaites. Estuvimos 32 días en los que solo había sol, fue un poco difícil manejarse. A los 20 días quería
noche”, cuenta entre risas.
Laura Paolino, jefa de Cartografía de la Armada Nacional, tuvo a bordo del rompehielos británico, su primera
experiencia en la Antártida: “Yo diría que no hace tanto frío”, bromea, aunque subraya que es una experiencia muy
exigente que requiere concentración y esfuerzo para cumplir con las rutinas.
Respecto a las sorpresas que se llevó llegando a un punto tan austral del mundo, la teniente afirma: “Me sorprendió lo
extremo del medioambiente, del clima y las dificultades que puede presentar para un barco de estas dimensiones”.
Mientras que Miraballes se desempeñó trabajando en el puente de mando, procurando una navegación segura, Paolino
estuvo abocada al procesamiento de tres proyectos.
“Si bien la vida a bordo no me es ajena, no es parte de mi rutina porque desde el departamento de cartografía trabajo
desde tierra. Eso hizo que toda la experiencia fuera desafiante para mi”, cuenta Paolino. Ambas oficiales aseguraron que
ahora pueden decir contentas que tienen amigos del Reino Unido.
Inspección conjunta
En febrero de 2019, el Director de Coordinación Científica y Gestión Ambiental del IAU, Dr. Álvaro
Soutullo, participó en el equipo de inspección conjunta coordinado por Argentina y Chile e integrado
también por Corea del Sur, siendo la primera vez que Uruguay realizaba esta actividad.
El equipo de inspección visitó las bases antárticas Palmer (EE.UU.), Port Lockroy (Gran Bretaña) y
Vernadsky (Ucrania).
LR: ―Así que con el avión se envían implementos necesarios. ¿Y qué lleva el Vanguardia?
AZ: ―Desde luego, también implementos. En la reciente campaña, la Antarkos XXXV, llevamos
una carga de 28 toneladas: víveres, artículos de limpieza y oficina, materiales de construcción. Y
diversos equipos para los laboratorios y las estaciones. A veces se llevan mucho más. En la pasada
Campaña Antártica de Verano (CAV) se transportaron unas 100 toneladas. Desde la base nos hacen
los pedidos y se los llevamos. Tienen que durar todo un año, porque las campañas se hacen en
verano. Pero sobre todo llevamos lo más importante, lo que no se puede transportar en aviones:
combustible. Es decir, gasoil.
AZ: ―Podría ser. No lo sé. Pero fue refaccionado y modernizado en 1991 y en 1992 entró al servicio
de la Armada. En 2017 participamos en la búsqueda del submarino argentino ARA San Juan, que se
hundió en el Atlántico sur.
LR: ―¿Qué dotación tiene?
AZ: ―Para la campaña antártica vamos alrededor de ochenta marinos, incluida la oficialidad, cuatro
de la Prefectura y los cinco buzos. Además están los invitados. Esta vez llevamos a un investigador
del Instituto Antártico de Colombia. Siempre trato de llevar una mezcla de tripulación con
experiencia y novatos. En la campaña reciente viajaron por primera vez el 40 por ciento.
LR: ―¿Siempre es el Vanguardia el que hace las campañas antárticas?
AZ: ―Han ido tres buques de la Armada, el ROU Artigas y otras embarcaciones de apoyo logístico,
pero el Vanguardia es el que está mejor preparado para una campaña completa, por la capacidad
operativa en general que tiene.
LR: ― Bueno, capitán, muchas gracias por tu tiempo y las respuestas, tan ilustrativas. ¿Podríamos,
para terminar, hacer una recorrida por el barco, ahora?
AZ: ―Con mucho gusto. Por acá, por favor.
El comandante Artigas Zorrilla me acompañó a recorrer el barco. De especial interés fue la cámara
de compresión. Antes de bajar al agua, los buzos entran en la cámara de compresión, se adecuan a la
presión que encontrarán a los 20 o 30 metros en la que van a trabajar, después de lo cual se llena la
cámara con agua, se la baja y al salir ya están con la presión de dos o tres atmósferas en la sangre.
Notas al final
1. Los 29 países con estatus consultivo en el Tratado Antártico son Alemania, Argentina, Australia, Bélgica, Brasil,
Bulgaria, Chile, China, Corea del Sur, Ecuador, Estados Unidos, España, Finlandia, Francia, India, Italia, Japón,
Noruega, Nueva Zelanda, Holanda, Perú, Polonia, Reino Unido, República Checa, Rusia, Sudáfrica, Suecia,
Ucrania y Uruguay.
2. Las iniciales ROU corresponden al nombre oficial del país: República Oriental del Uruguay.
3. El capitán Artigas Zorrilla es nieto del muy honroso contraalmirante Juan José Zorrilla, Ciudadano Ilustre del
departamento de Rivera y fallecido en 2012. Este marino, siendo comandante en jefe de la Armada uruguaya, se
opuso al levantamiento de los militares (en febrero de 1973), anunciador del golpe de Estado que en junio de ese año
quebró la institucionalidad democrática. En esa ocasión, el comandante Zorrilla mandó acordonar la Ciudad Vieja y
acuartelar la Marina, a la vez que sacó de la rada del puerto todos los buques de guerra. Sin el apoyo del presidente
Bordaberry ni de los restantes mandos militares y con la amenzada de que si no renunciaba la aviación militar
bombardearía la Escuela Naval, el comanante resolvió finalmente evitar un derramamiento de sangre y deponer su
actitud en defensa de la Constitución y las leyes.
4. En las coordenadas geográficas son 62º 11’ 3.29” S y 58º 54’ 14.12” O (Google Earth).
5. De acuerdo con la información gentilmente proporcionada por el oceanógrafo dr. Guillermo Cervetto Stiglich, en
1982 hizo un viaje a la zona y estuvo tres semanas en una base argentina situada en la misma isla a los efectos de
evaluar la logística necesaria y las posibilidades de instalar una base uruguaya, la que finalmente, se comenzó a
construir en 1984.
6. De acuerdo con Guillermo Cervetto, pionero de las investigaciones uruguayas en la Antártida, el primer proyecto de
investigación, en 1985, se llamó «Contribución al conocimiento ecológico del litoral antártico». El proyecto general
apuntaba a un relevamiento del hábitat de la bahía en que se instaló la base: plancton (animales microscópicos sin
desplazamiento propio que viven en la columna de agua), bentos (cuyo hábitat es el fondo marino) y necton (peces de
la zona). En la primera campaña, de 1985, Cervetto y otro buzo hicieron el relevamiento del bentos, por buceo
autónomo, entre 0 y 20 m de profundidad.
Fuente: www.armada.mil.uy
Produciendo desechos
Por Waldemar Fontes
www.facebook.com/Lafocacuriosa/
El mar estaba calmo en la bahía Maxwell y el buque Vanguardia había fondeado frente a la Base
Artigas para continuar con la descarga de suministros. Un repentino viento fuerte del NorOeste había
obligado a interrumpir la descarga el día anterior, pero ahora vendría una calma que todos los que
trabajan por allí, aprovecharían al máximo.
Incluso los animales aprovechaban el momento, para salir a las playas y descansar un poco al sol,
como lo estaba haciendo desde temprano, don Camejo, el elefante marino viejo, que sin importarse
de lo que ocurría a su alrededor, resoplaba plácidamente, mientras la vida seguía su curso natural.
La foca Marosa, asomando su hocico fuera del agua, curioseaba como las personas trabajaban en la
playa y le llamó la atención que la encargada de la protección del medio ambiente, rezongara a unos
hombres que empujaban muy fuerte unos tanques herméticamente sellados, mientras les explicaba
que lo que iba allí almacenado era algo muy delicado, que si se llegaba a derramar, podría causar un
grave daño ambiental.
-¿Qué transportarían en esos recipientes? Se preguntaba la foca… ¿acaso algún veneno tóxico o
algún secreto producto nocivo que alguien había introducido de manera ilegal?
Los trabajadores siguieron con su tarea, ahora de manera más cuidadosa, pero cuando estaban por
subir uno de los recipientes al carro de carga, uno de ellos por poco se va de cabeza al suelo, pues
cuando fue a dar un paso atrás, casi pisa un pingüino que se había metido allí, queriendo ver qué
pasaba.
-¡Cuidado! Gritó el encargado. No vayas a dañar la fauna, porque si arriba de derramar la materia
fecal que estamos cargando, lastimas un pingüino, estamos fregados.
Marosa, llegó a la orilla y mientras salía a la playa sintió una voz conocida, que protestando se
acercaba.
-¡Viste eso! Casi me pisan. Menos mal que soy un pingüino ágil y salí rápido… Pero el encargado
lo rezongó al pobre… No era para tanto, dijo Borravino, saludando a Marosa con una risotada.
Son cómicas las personas, siguió diciendo el pingüino.
-Los elefantes marinos no tenemos piojos. Si alguno se acercara, pobre de él, lo comería sin
pensarlo. ¡Que no se atrevan!
-Acá en la Antártida, siguió diciendo la foca, -entre los líquenes viven los ácaros rojos, que son
muy activos y los consideran como el mayor depredador de la Antártida.
-¿En serio? Preguntó Borrravino, ¿Más depredadores que las skúas? ¡Qué bueno!. Me encanta que
les quiten el lugar a esas aves tan malas. Y ¿Saben qué? Voy a contarles eso a mis parientes en la
colonia y a pedirles que hagan mucha caca para alimentar a esos ácaros, así tal vez, algún día se
comen una skúa …
Y colorín congelado, este cuento, se ha terminado.
Bokhorst et al., 2019, Current Biology 29, 1721–1727 May 20, 2019 ª 2019 Elsevier Ltd.
https://doi.org/10.1016/j.cub.2019.04.038
A partir de una iniciativa de trabajo conjunto entre el Instituto Antártico Uruguayo (IAU) y
el Departamento Académico de Ciencias Biológicas del Consejo de Formación en Educación
(CFE), se propuso la creación de un grupo de trabajo interinstitucional para fomentar la educación
científica, aprovechando a la Antártida como un contexto privilegiado para el desarrollo de
conocimientos, capacidades y aprendizajes, propiciar experiencias de trabajo interdisciplinar y
colaborativo y la construcción de vínculos inter e intrainstitucionales. De esta forma, uno de los
propósitos generales de este Grupo Interinstitucional es incluir y difundir a la Antártida en la
agenda educativa del país como un vehículo para potenciar la enseñanza de la ciencias.
En este marco, ambas instituciones entendieron necesario generar instancias de desarrollo
profesional docente que procuren lograr los objetivos generales propuestos. En este sentido, el
IAU ya había realizado en el año 2016 una exitosa experiencia con el apoyo del CODICEN,
llamada “Primer Expedición Científica Antártica Estudiantil”, a partir de la cual creó un
Departamento de Educación – dependiente de la Dirección de Coordinación Científica y Gestión
Ambiental - para profundizar el trabajo con la comunidad educativa.
Este antecedente fue el sustento que habilitó la profundización de actividades coordinadas
interinstitucionalmente.
Dado que entre los propósitos del Programa Nacional Antártico y el Depto. de Cs. Biológicas
del CFE (ANEP), se encuentran la promoción y fortalecimiento de la educación científica, se
elaboró un proyecto orientado a aprovechar las oportunidades que brinda la presencia de Uruguay
en la Antártida para el desarrollo de experiencias significativas de aprendizaje. El mismo fue
aprobado por ambas instituciones, convocando a otros organismos a integrar un Grupo
Interinstitucional en Educación Antártica, el que se conformó con representantes del IAU, ANEP
(un representante por cada Consejo), la Dirección para el Desarrollo de la Ciencia y el
Conocimiento (D2C2-MEC), Plan Ceibal, y Facultad de Ciencias - UDELAR. Asimismo, se
solicitó al Consejo de Educación Secundaria (CES) el pase en funciones al IAU de una docente
para fortalecer el trabajo del Departamento de Educación del IAU y coordinar el trabajo del
Grupo Interinstitucional. En primera instancia, el Grupo Interinstitucional acordó como marco de
trabajo lo expresado en el documento “Potenciales aportes del Instituto Antártico Uruguayo a la
Educación en Uruguay: la Antártida como un espacio innovador de aprendizaje”. Desde su
conformación en Marzo de 2018, el Grupo se ha reunido mensualmente, trabajando principalmente
en torno a cuatro propuestas:
Organización del “Curso de desarrollo profesional docente en educación en ciencias”.
Dictado en el ámbito del Consejo de Formación en Educación, con la participación de las
instituciones integrantes del Grupo Interinstitucional, constituye la primera etapa de un proyecto
más amplio cuyo objetivo es abordar la enseñanza de las ciencias a través del desarrollo de
proyectos de investigación escolar contextualizados en la Antártida.
APECS Uruguay
Comité Nacional
¿Qué es APECS?
APECS (acrónimo en inglés de: Association of Polar Early Career Scientists) es la Asociación de Jóvenes
Investigadores Polares y como su nombre lo dice, intenta conectar a través de su red global, a jóvenes
investigadores polares de todas las disciplinas, que además se encuentren en el comienzo de su carrera
académica y científica.
La Asociación se encuentra integrada por estudiantes de grado y posgrado, así como investigadores
posdoctorales, educadores y cualquiera que se encuentre interesado en las regiones polares sub polares y la
criósfera en general.
COPOS de NIEVE
Apoyamos a Uruguay
Copos de Nieve - Nº 55 –en la 2019
Mayo Antártida 50 www.antarkos.org.uy
www.antarkos.org.uy