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- Introducción:
La labor del psicólogo en el ámbito jurídico ha recibido diversas denominaciones a lo largo
de los años, entre ellas cabe destacar: Psicología Jurídica, del Derecho, Forense, Judicial,
Criminológica, ... Esta diversidad en su terminología denota tanto una cierta ambivalencia,
como una amplia gama de posibilidades de desarrollo. Hoy en día el término más extendido es
el de Psicología Jurídica, aunque siguen utilizándose el resto de las denominaciones,
dependiendo en cada caso tanto del autor como del contenido de lo tratado.
En la primera, desde comienzos del siglo hasta los años 30, destacan los trabajos pioneros
de Stern, Binet y Münsterberg sobre los procesos psicológicos del testimonio. Münsterberg, en
su libro On the Witness Stand, de 1907, propuso la utilización de un Test de Asociación de
Palabras que ayudara a establecer la culpabilidad o no de los acusados, lo que le valió
durísimos ataques entre los juristas.
La 2ª y 3ª de transición
Hay un elemento clave sucedido en Estados Unidos en 1962: el caso Jenkins versus EEUU.
El testimonio sobre la enfermedad mental esquizofrénica de un sujeto inculpado, elaborado por
tres psicólogos peritos, fue rechazado en primera instancia por los Tribunales. Junto a ello la
Asociación Psiquiátrica Americana elevó su protesta en forma y su oposición a la admisión del
psicólogo como perito. En el recurso de casación se admitió la pericia psicológica que se
comprobó acertada.
Desde ese momento el rechazo del psicólogo como experto en su campo de especialización es
considerado como un error.
En esta misma línea puede que se considere la pericial psicológica en el caso del "Juego
del Rol" (1997) como un hito en España en defensa de la peritación de los psicólogos frente a
otros profesionales de salud mental.
2.3.- Victimología
En contraste a la atención recibida por el causante del delito, la víctima queda desamparada
ante las consecuencias del daño causado, reclamándose la necesidad de promover programas
de asistencia y compensación a las víctimas.
Las funciones del psicólogo en este área serían la atención, evaluación, tratamiento y
seguimiento de víctimas en sus diferentes grados; y el estudio, planificación y prevención en
grupos de riesgo y campañas divulgativas a la población general.
Otro campo donde han surgido numerosos estudios ha sido el del Testimonio, este es el
conjunto de conocimientos que basados en los resultados de las investigaciones de los campos
de la Psicología Experimental y la Psicología Social intentan determinar la calidad (exactitud y
credibilidad) de los testimonios que sobre los delitos, accidentes o sucesos cotidianos, prestan
los testigos presenciales.
Estos ámbitos son los que más desarrollo académico han tenido y mayor número de
investigaciones han realizado, al contar con el impulso y respaldo del mundo universitario.
2.7.- Mediación:
La mediación es una alternativa a la forma tradicional de acudir a la justicia en busca de
solución. La solución no viene dada del exterior, sino que la realizan las propias partes en
conflicto con la ayuda de un tercero imparcial, el mediador, que trata de ayudarles para que
éstas consigan acuerdos consensuados que les permitan una salida pacífica a la situación
conflictiva. La base de esta nueva técnica está en una manera de entender las relaciones
individuo-sociedad distinta, sustentada por la autodeterminación y la responsabilidad que
conducen a un comportamiento cooperativo y pacífico.
Podemos considerar que en este terreno es donde los psicólogos españoles han alcanzado
un mayor reconocimiento, primero gracias a su labor como peritos desde el ámbito privado y
segundo como trabajadores en plantilla de la Administración de Justicia con destino en los
Juzgados de Menores, de Familia, de Vigilancia Penitenciaria y en las Clínicas Médico-
Forense.
La labor como peritos está regulada en el campo civil en la Ley de Enjuiciamiento Civil por
los artículos 335 al 352, y en el ámbito penal en la Ley de Enjuiciamiento Criminal, en los
artículos 456 al 485.
Los peritos son terceras personas con conocimientos especializados llamados al proceso
para aportar un saber especial que el Juez al ser un especialista en la Ley no tiene porque
poseer, necesario para la percepción y apreciación de hechos que no podrían captarse sin tal
saber especial.
Las relaciones padres-hijos pueden pasar desde la normalidad, si los padres tienen clara la
separación y existe diálogo como padres, hasta el rechazo total de los hijos hacia el no
custodio, si el nivel de rivalidad y hostilidad entre los padres es alto e implican a los hijos.
En Derecho Penal se pueden distinguir dos grupos sobre los que puede versar la pericial. El
primero es el grupo de los imputados o infractores. El segundo grupo, progresivamente
importante, es el de víctimas del supuesto delito.
En cuanto a las víctimas de delitos se suele pedir que valoremos su estado emocional actual
en relación con el supuesto delito, secuelas que hayan podido quedarle en el orden emocional
y pronóstico en la evolución de estas secuelas. En los casos de menores involucrados en
abusos sexuales se suele solicitar al perito psicólogo su capacidad para testificar, la credibilidad
de su testimonio y las secuelas psicosociales derivadas del delito.
En la Ley Orgánica 4/1992 se reconoce legalmente las funciones que los Equipos Técnicos
habían estado desarrollando en los últimos años, siendo preceptivo el informe del equipo, sobre
la situación psicológica, educativa y familiar del menor, así como su entorno social y en general
sobre cualquier otra circunstancia que pueda haber influido en el hecho que se le atribuye,
extendiéndose su intervención a las distintas fases del proceso.
Normalmente al psicólogo se le pide informe sobre los internos que han cometido delitos
graves o muy graves, agresiones sexuales y homicidios o asesinatos, sobre todo por alarma
social y los efectos que produciría la comisión de nuevos delitos,