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MES DE MARÍA y

SOLEMNIDAD DEL CORPUS

CON SAN JUAN DE ÁVILA


QUERIDOS HERMANOS
EN CRISTO EUCARISTÍA
Enfilamos la recta final de este curso pastoral y también
los últimos trabajos del servicio pastoral de la Promoción
Eucarística Diocesana.

Os hemos acompañado en los tiempos litúrgicos fuertes


para ayudaros a tener momentos de intimidad personal y
comunitaria con Jesucristo Sacramentado. La Eucaristía es
el centro de la vida cristiana y sin ella no podemos vivir ni
alimentar adecuadamente nuestra vocación cristiana
y eclesial.

En el año de la Misión Diocesana resaltamos la figura de


un excepcional misionero en nuestra Diócesis de Jaén en el
siglo XVI. Maestro de Maestros, santo y doctor de la
Iglesia, sembrador incansable porque su afán era predicar
a Cristo, su bien la Iglesia y las almas. Y muy nuestro
porque fundó en nuestra porción la Universidad como faro
de cultura y fe, una universidad además pastoral, donde el
éxito de los estudiantes estaba en la conversión de los
corazones a Cristo más que en los reconocimientos
académicos. Un adelantado a su tiempo, un humanista
cristiano, un sacerdote santo a la par que humilde. Todo
un ejemplo para nosotros.
Queremos que su magisterio vuelva a resonar en nuestros
oídos e incendie nuestros corazones de amor a Cristo.
Queremos hacerlo en intimidad con el Santísimo. San Juan
de Ávila fue un sacerdote profundamente eucarístico,
amigo de contemplar la cruz y la eucaristía como dos
misterios inseparables.
Por este motivo vamos a reeditar el material que
elaboramos con motivo del año de la Fe y del doctorado
de San Juan de Ávila. Os enviamos esta primera entrega de
Mayo y Corpus. San Juan de Ávila nos volverá acompañar
en el XI Encuentro Eucarístico Diocesano, allá por el mes
de noviembre, y en los tiempos litúrgicos de Adviento,
Navidad, Cuaresma y Pascua del próximo curso pastoral.

Espero y deseo que todo lo que os hemos enviado en este


curso pastoral que llega a su fin sea de utilidad en vuestras
comunidades y que el frecuente contacto con Jesucristo
Sacramentado nos haga arder en la llama viva de su amor.
Os deseo un final feliz de curso pastoral y que el Señor dé
buen rendimiento a todo el trabajo realizado.
Quedando siempre a vuestra disposición y servicio recibid
un fraternal abrazo en el Señor.

Mariano
Cabeza
Peralta
Promotor
Eucarístico
Diocesano
MES DE MARÍA
CON SAN JUAN DE ÁVILA
MONICIÓN AMBIENTAL:

De la mano de nuestra Madre la Virgen María nos


sentamos a los pies de Jesús, el Maestro, nuestro Señor
Eucaristía. Lo hacemos como discípulos, para aprender,
para vivir, para sentir y experimentar en nuestro interior.

La Virgen María también es Madre, Maestra, y Discípula.


Con los textos del Doctor San Juan de Ávila, en este año
avilista dedicado a él en nuestra Diócesis de Jaén, vamos
aprender de ella también caminos de santidad.

Aprovechemos bien este tiempo de Adoración y encuentro


con el Señor.

PALABRA DE DIOS (Lc 1, 46-55)


Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,


porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí,
su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.

El hace proezas con su brazo:


dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo,


acordándose de la misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.
CICLO SANTORAL.
SERMONES DE NUESTRA SEÑORA.
«EL ALBA ES MARÍA, MEDIANERA ENTRE LA NOCHE
Y EL SOL» (60, 27-30)

Y si Dios tanto favor te hace, que después de tu mala vida


y oscuridad te nace luz del alba, no pares ahí, imita a la
Virgen, que creció de luz en luz, y tras el alba, tras tus
buenos principios, crece en luz de luna, para que tu vida
pasada, que fue ejemplo de oscuridad y causa de que
otros pecasen, sea ya luz para traer al servicio de Dios a los
que están en tinieblas y piensa que tú también
estuviste y ahora estás fuera de ellas.

Si comienzas a servir a Dios, comienza de verdad. Mira


cómo no hay hombre en los negocios del mundo que si
puede tener mucho, tenga poco y si puede emplear su
dinero donde le gana cien, no se contenta con cincuenta.

Ten santa codicia de ser rico de los bienes verdaderos y


eternos.
Grande es el engaño de la gente tibia en el servicio de Dios
que por huir de trabajos caen en otros muchos peores.
Porque si se ponen en una balanza los que trabajos de los
que sirven a Dios con fervor y ponen el hacha a la raíz de
sus pasiones para desarraigarlas y cortarlas con el cuchillo
de la Palabra de Dios y con la imitación de la vida y muerte
de Jesucristo, son muy menores sin comparación que el
trabajo de los tibios, porque estos caen en pecados que les
causan gran tristeza, no sienten el placer de la conciencia
limpia, ni la fuerte esperanza que alegra las entrañas, ni
los dulces frutos del amor divino, el cual hace que los
trabajos que por El se padecen, sean más dulces que los
placeres que dan los pecados del mundo.
Si llorar por Dios excede a los placeres del mundo ¿En qué
lugar pondremos el gozar a Dios?
A ti Señora, presentamos nuestros males para que delante
del trono de Dios los deshagas y alcances perdón de ellos.
Te presentamos nuestras obras, aunque llenas de defectos
y en tus manos sagradas ponemos nuestro corazón.
Alcanzadnos gracia, Virgen Santísima, para que
merezcamos veros en la gloria.

CICLO SANTORAL.
SERMONES DE NUESTRA SEÑORA.
¡QUIÉN VIERA A ESTA NIÑA LUCHAR CON DIOS!
(63,32)

¿Qué haré por la Virgen? Muchos bienes me ha dado Dios


por ella ¿qué haré por ella?
Acordaos de aquella bodas cuando faltó el vino que dijo la
Virgen a su Hijo «Hijo, no tienen vino, compasión tengo de
ellos». Le respondió nuestro Redentor: Mujer ¿Qué tengo
que ver contigo? Se fue María a los que servían las bodas:
Todo lo que os diga mi Hijo, hacedlo.
¡Qué breve sermón pero con mucho contenido! Aquí
predicó tanto la Virgen como Isaías, San Pablo y San Lucas
y todos los apóstoles y profetas.
Lo que sale de la boca de la Madre se imprima en vuestros
corazones: Todo lo que mi Hijo os diga hacedlo.
Y así el mayor servicio que le podéis hacer es hacer lo que
manda su Hijo: Señora por vuestro amor perdono esta
injuria. ¿Tienes amor malo a mujer? Quiero apartarme de
ella por ti.
Quiero callar, silencio quiero tener por amor a ti.
Aquello que más me duele hacer o dejar de hacer lo
ofrezco por la Virgen.
Querer bien a la Virgen María y no imitarla poco
aprovecha. Imitémosla en la humildad y en las demás
virtudes y haciendo esto nos alcanzará gracia y después
gloria.

CICLO SANTORAL.
SERMONES DE NUESTRA SEÑORA.
¡DICHOSA PERSONA A QUIEN MARÍA VISITA! (66,17)

Viene con María la bendición de Dios. ¡Oh si supiésemos


qué bien tiene quien a la Virgen tiene! Desearíamos traerla
a nuestra casa para ser más y más benditos de Dios. Y
tiene a la Virgen y a su Hijo el que está en gracia.
Y quien gime sus pecados y los confiesa también la tendrá,
que no sólo la Virgen es de los justos, más también es
abogada para alcanzar el perdón el pecador. Le trae a la
memoria a su Hijo que el dio carne humana, que lo trajo
en su vientre, que le dio leche.
¡Qué maravilla! pues Cristo está tan agradecido. Si paga
Cristo a quien da por amor de El, cuanto más a quien le da
a El. De aquí nace que María alcanza el perdón de
Dios para nosotros.
Quien te viese Virgen abogar por los pecadores, decir que
nos perdone Dios, que no sabemos lo que hacemos. Ella
esta rogando por mí arrodillada ante Dios y yo estoy
erguido, en pie en mi voluntad, duro con malquerencia,
abominable con deshonestidades. La lengua tendría que
estar orando y está murmurando.
Ayudemos a la Virgen a orar con nuestra penitencia, y
sentiremos el provecho de su visitación. Seamos
agradecidos y ella dará gracias a Dios por los bienes que
nos hace, estará con nosotros hasta que nuestro Niño
nazca, ayudando a los buenos propósitos para que se
hagan obra, aquí por gracia y después en la gloria. Amen.

ORACIÓN DE LOS FIELES


Por intercesión de la Virgen, medianera y clementísima,
presentemos nuestras peticiones al Señor:

1. Por la Iglesia, por el santo padre Francisco, por


nuestro Obispo Amadeo y su presbiterio, por todo el
pueblo santo de Dios. Roguemos al Señor.
2. Por los frutos de la Misión Diocesana en nuestra
Diócesis de Jaén y de este año Avilista. Roguemos al
Señor.
3. Por nuestro Seminario, Seminaristas, Diáconos, por
los jóvenes y familias cristianas de donde nacen las
vocaciones. Roguemos al Señor.
4. Por la Paz en el mundo, por los cristianos
perseguidos. Roguemos al Señor.
5. Por los religiosos y consagrados, por los
contemplativos. Roguemos al Señor.
6. Por todos los que necesiten el consuelo de nuestra
oración. Roguemos al Señor.
7. Por las madres, especialmente las que están
embarazadas, esperando sus hijos. Roguemos al
Señor.
8. Por el eterno descanso de nuestros difuntos.
Roguemos al Señor.

(Los fieles pueden orar en voz alta si desean participar)

Tomados de la bendita mano de nuestra Madre y con la


confianza que da la Fe oramos juntos: Padre
nuestro…..

CONCLUYE LA VIGILIA EUCARÍSTICA CON LA ORACIÓN FINAL


Y LA BENDICIÓN CON EL SANTÍSIMO SACRAMENTO
SEGÚN EL RITUAL. UNA VEZ OCULTADO EL SEÑOR EN EL SAGRARIO
NOS DESPEDIMOS SALUDANDO A LA SANTÍSIMA VIRGEN.
SALUDAMOS A LA VIRGEN MADRE
EN PASCUA
Reina del cielo, alégrate, aleluya.
T: Porque el Señor, a quien has llevado en tu vientre,
aleluya.

G: Ha resucitado según su palabra, aleluya.


T: Ruega al Señor por nosotros, aleluya.

G: Goza y alégrate Virgen María, aleluya.


T: Porque en verdad ha resucitado el Señor, aleluya.

Oremos:
Oh Dios, que por la resurrección de Tu Hijo, Nuestro Señor
Jesucristo, has llenado el mundo de alegría, concédenos,
por intercesión de su Madre, la Virgen María, llegar a los
gozos eternos. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
SOLEMNIDAD DEL CORPUS
CON SAN JUAN DE ÁVILA
VIGILIA DE ORACIÓN
EN LA VÍSPERA DE LA SOLEMNIDAD
DEL CORPUS CHRISTI
SE EXPONE EL SANTÍSIMO SACRAMENTO, SEGÚN EL RITUAL,
CON TODA SOLEMNIDAD, PREPARANDO
EL ALTAR CON LOS MEJORES PAÑOS, ORFEBRERÍA,
FLORES Y CIRIOS. SE HONRA EL SANTÍSIMO
SACRAMENTO CON INCIENSO.

MONICIÓN:

En esta noche, vísperas de la solemnidad del Cuerpo y de


la Sangre de Cristo queremos preparar nuestros corazones
con la fiesta y el adorno de la oración, de la adoración y
gloria a Jesucristo Sacramentado, con el amor a todos los
hombres, con la atención a lo más necesitados y con el
servicio a todos.
Dios está aquí, el Señor nos contempla desde la custodia
como El sabe hacerlo, con mirada de amor, con pasión de
Dios, con misericordia, porque somos su cuerpo, su
esposa, ovejas de su rebaño.
Vamos a dejarlo hablar, vamos a dejar que entre en
nosotros, sin ponerle resistencia, sin reservarnos nada.
Comenzaremos con la Palabra de Dios, palabra de vida.
Continuaremos con el doctor San Juan de Ávila que nos
iluminará esta fiesta con su docta ciencia. Luego
dejaremos silencio, porque en el silencio intiman los
corazones para que brote espontánea la
oración, como respuesta a Dios. Finalmente el Señor nos
bendecirá y marcharemos gozosos a los caminos del
mundo con la Virgen María, Madre de Cristo Eucaristía a la
cabeza del grupo.
Abramos sentidos, mente, corazón, porque pasa el Señor
por nuestra vida.

PALABRA DE DIOS
SALMO 33

El Señor, salvación de los justos


Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloría en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren.

Proclamad conmigo la grandeza del Señor,


ensalcemos juntos su nombre.
Yo consulté al Señor, y me respondió,
me libró de todas mis ansias.

Contempladlo, y quedaréis radiantes,


vuestro rostro no se avergonzará.
Si el afligido invoca al Señor,
El lo escucha y lo salva de sus angustias.

El ángel del Señor


acampa en torno a sus fieles y los protege.
Gustad y ved que bueno es el Señor,
dichoso el que se acoge a El.

Todos sus santos, temed al Señor,


porque nada les falta a los que le temen;
los ricos empobrecen y pasan hambre,
los que buscan al Señor no carecen de nada.

Venid, hijos, escuchadme:


os instruiré en el temor del Señor;
¿Hay alguien que ame la vida
y desee días de prosperidad?

Guarda tu lengua del mal,


tus labios de la falsedad;
apártate del mal, obra el bien,
busca la paz y corre tras ella.

Los ojos del Señor miran a los justos,


sus oídos escuchan sus gritos;
pero el Señor se enfrenta con los malhechores,
para borrar de la tierra su memoria.
Cuando uno grita, el Señor lo escucha
y lo libra de sus angustias;
el Señor está cerca de los atribulados,
salva a los abatidos.

Aunque el justo sufra muchos males,


de todos lo libra el Señor;
El cuida de todos sus huesos,
y ni uno sólo se quebrará.

La maldad da muerte al malvado,


los que odian al justo serán castigados.
El Señor redime a sus siervos,
no será castigado quien se acoge a El.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,


Como era en un principio ahora y siempre
Por los siglos de los siglos.
Amén.

DISCURSO DEL PAN DE VIDA (JN 6)

Jesús dijo a los judíos: «Yo soy el pan vivo bajado del cielo.
El que coma de este pan vivirá eternamente, y el pan que
yo daré es mi carne para la Vida del mundo».
Los judíos discutían entre sí, diciendo: «¿Cómo este
hombre puede darnos a comer su carne?». Jesús les
respondió: «Os aseguro que si no coméis la carne del Hijo
del hombre y no bebéis su sangre, no tendréis Vida en
vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene
Vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día. Porque mi
carne es la verdadera comida y mi sangre, la verdadera
bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre permanece
en mí y yo en él.
Así como yo, que he sido enviado por el Padre que tiene
Vida, vivo por el Padre, de la misma manera, el que me
come vivirá por mí. Este es el pan bajado del cielo; no
como el que comieron sus padres y murieron. El que coma
de este pan vivirá eternamente». Jesús enseñaba todo
esto en la sinagoga de Cafarnaún.

DESPUÉS DE UN TIEMPO DE SILENCIO Y REFLEXIÓN PERSONAL


DE LA PALABRA DE DIOS, SEGÚN LA OPORTUNIDAD
Y LAS CARACTERÍSTICAS DE LA ASAMBLEA SE PUEDEN ESCOGER
ALGUNA DE LAS SIGUIENTES REFLEXIONES O LAS TRES
QUE SE PROPONEN. SERÍA CONVENIENTE
DÁRSELAS FOTOCOPIADAS A LOS FIELES.
ENSEÑANZAS DEL DOCTOR
SAN JUAN DE ÁVILA
SOBRE LA FIESTA DEL CORPUS CHRISTI
CICLO TEMPORAL.
SERMONES DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO.
«ACOMPAÑANDO EL ARCA DEL TESTAMENTO
NUEVO» (35,12.15)

Cosa nunca oída ni vista, que Dios halló la manera de subir


al cielo y de quedarse aquí su misma persona por
presencia real, encerrada y abreviada debajo de unos
accidentes de pan y de vino, y con inefable amor dio poder
a los sacerdotes ordenados según la orden de la santa
Iglesia romana, que diciendo las palabras que el Señor dijo
sobre el pan y el vino, hagan cada vez que quieran lo
mismo que el Señor hizo el Jueves Santo en la noche y con
las palabras de la consagración, no lo trajesen del cielo de
entre los ángeles, y nos lo pusieran entre nosotros, y lo
comiésemos como dulcísimo y provechosísimo manjar y
fuese nuestro compañero en los trabajos y nuestra
defensa en los peligros y finalmente, remedio
sobreabundante contra todos los males que nos puedan
venir.
Celebremos esta festividad del Corpus, que siendo
encendidos del amor del Señor y embriagados y saciados
en recibir este divino manjar y ricos con tener
presencialmente con nosotros al mismo Señor en
testimonio de su amor y en prenda de nuestra esperanza,
salgamos por las calles, como quien no cabe de gozo
dentro de sí, ni dentro de la Iglesia, a rebosar lo que
sentimos a las anchuras de las calles y plazas, confesando
con nuestra fe que éste es Nuestro Señor, Rey, Redentor,
Esperanza y Medianero, Creador nuestro, por ser Dios,
camino para pasar a gozar de El por ser hombre, y
finalmente, que es nuestro único y cumplido bien, con el
cual nos tenemos por ricos, que por nada lo cambiamos. Y
de este fuego de amor y de gozo que en nuestros pechos
tenemos, salen centellas y regocijos de fuera, con que
hacemos fiesta lo más solemne que podemos, para que el
Señor reciba gloria y servicio, los ángeles alegría, y los
fieles sean confortados en la fe y devoción de este Divino
Sacramento.

CICLO TEMPORAL.
SERMONES DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO.
¡PROCESIÓN DE PASIÓN Y PROCESIÓN DE ALEGRÍA!
(37,17)

Salgan mañana los sacerdotes, a quien el Señor tanto


honró que los eligió como ministros suyos, y llévenlo
encima de sus hombros con gran reverencia y amor
teniéndose en esto muy favorecidos, en recompensa de
que el Señor llevó la cruz a cuestas y todos nuestros
pecados encima de sí. Rodéenlo los devotos cristianos,
honrándole tan de corazón que echen delante de El la
ropa como hicieron los que iban con El, el día de Ramos.
Mirarlo con mucho amor y adorarlo con gran reverencia
los que están en las calles y desde sus puertas y ventanas.
Vayan incensando los sacerdotes, bailen delante del Señor
con devota alegría, como hizo David delante del Arca de la
Alianza y resuene la tierra con gran Solemnidad, y con
todo cuidado se ordene esta festividad para que sea
manifestación de la Justicia divina, que honra a sus
obedientes. Ninguna de las deshonras que le fue hecha al
Señor en la procesión de su pasión y su muerte quede en
ésta sin que le corresponda una honra igual o mayor que
fue la otra deshonra.
La procesión del Corpus es singular y no celebrada en
ningún otro día, esta es la causa y justicia de ella, este es el
sentimiento con que la hemos de celebrar, con memoria y
correspondencia de la otra procesión más amarga que el
Señor anduvo, en la cual trabajó su alma con graves
angustias y su cuerpo con indecibles dolores, por lo cual
quiso Dios Padre, que vea en la procesión del Corpus tanta
muchedumbre de fieles que con devotas alabanzas y
servicios confiesen que son del Señor y que den al Señor
honra, descanso y consuelo.

CICLO TEMPORAL.
SERMONES DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO.
«HACED ESTO EN MEMORIA MÍA» (38,27-29)

Acércate a este santo Sacramento muchas veces, si


quieres gustar quién es Dios. Y si quieres que tu alma esté
consolada, llégate al altar, y allí hallarás también la
memoria de la pasión.
Acércate al Santísimo Sacramento, no de tarde en tarde,
sino ven con mucha reverencia, con amor, con devoción,
con mucha humildad y muchas veces al año, porque no se
te vaya de la memoria, sino siempre lo tengas delante de
los ojos como espejo, y tú verás por experiencia lo que
sigue a la santa comunión. Se te aplica, cuando comulgas,
lo que ganó Jesucristo en la cruz, mira, pues, si merece la
pena perder esta ganancia.
Deberías llorar cuando esto pierdes o lo dejas de ganar.
Lloras por cosas materiales y no se te revienta el corazón
cuando por tu culpa pierdes lo que Jesucristo nuestro
Redentor ganó en la cruz para ti. Con lágrimas de sangre lo
deberías de llorar.
Acércate muchas veces a comulgar con devoción, ten en la
memoria la pasión de Jesucristo, la institución de este
Santísimo Sacramento. Y frecuentándolo a El ha de
alumbrarte Jesucristo el corazón para que no caigas en
errores, ayudará tu alma para entender cosas de su
servicio, confortará tu alma y la consolará, hará que seas
misericordioso, humilde, casto, continente, caritativo con
tus prójimos. Te dará su gracia y luego su gloria. Amén.

TIEMPO DE SILENCIO Y ORACIÓN PERSONAL,


SE PUEDE PONER UNA MÚSICA AMBIENTAL,
PERO SOLO MÚSICA INSTRUMENTAL Y MUY SUAVE.
ORACIÓN DE LA IGLESIA
En esta noche de vigilia eucarística, sabiendo muy bien
que el Señor escucha nuestra oración, elevemos nuestros
corazones hechos plegaria a Dios:

1. Por la iglesia para que celebre para sus hijos y con


ellos la eucaristía en todos los rincones del mundo.
ROGUEMOS AL SEÑOR.
2. Por el Papa Francisco, por nuestro Obispo Amadeo,
por todos los ministros de la Iglesia, para que en la
celebración de la Eucaristía reconozcan con alegría,
devoción y fe a Aquel que los llamó a tan digna
misión y para que uno de los frutos de la Misión
Diocesana sean vocaciones al sacerdocio. Roguemos
al Señor.
3. Por los gobernantes de las naciones para que
respeten el derecho de los ciudadanos a reunirse y
da culto a Dios. ROGUEMOS AL SEÑOR.
4. Por nuestra comunidad para que alimentados con el
pan de vida sirvamos a los hermanos. ROGUEMOS
AL SEÑOR.
5. Por todos los enfermos de la comunidad para que se
sientan reconfortados con la ayuda de Dios y la
nuestra. ROGUEMOS AL SEÑOR.
6. Por todos los pobres del mundo, los que carecen de
pan y de lo más necesario para vivir, para que sean
socorridos por los países ricos y por nosotros.
ROGUEMOS AL SEÑOR.
7. Por todos los difuntos de nuestras familias y de
nuestra comunidad para que el Señor los siente a la
mesa del banquete eterno. ROGUEMOS AL SEÑOR.

(LOS FIELES PUEDEN AÑADIR ORACIONES, SE DEJA UN TIEMPO


PRUDENCIAL PARA ELLO)

Con la confianza puesta solo en Dios Padre que no


desampara nunca a sus hijos oramos como el mismo
Jesucristo nos enseñó: PADRE NUESTRO.

CONCLUYE LA VIGILIA EUCARÍSTICA CON LA ORACIÓN FINAL


Y LA BENDICIÓN CON EL SANTÍSIMO SACRAMENTO
SEGÚN EL RITUAL. UNA VEZ OCULTADO EL SEÑOR
EN EL SAGRARIO NOS DESPEDIMOS
SALUDANDO A LA SANTÍSIMA VIRGEN.

Saludemos a la Virgen María, Sagrario y Custodia del


Verbo hecho carne, que ella la Madre de Dios y de la
Iglesia interceda por nosotros.

DIOS TE SALVE, REINA Y MADRE…..

• Glorificad a Dios con vuestra vida, podéis ir en paz.


Diócesis de Jaén

Promoción Diocesana
del Culto Eucarístico

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